Subido por Karen Cristobal

Violencia en contra de la mujer

Anuncio
La violencia en contra de las mujeres es una violación de derechos humanos, y un
problema de salud pública que afecta a todos los niveles de la sociedad en todas
las partes del mundo. Desde niñas hasta mujeres mayores, una de cada tres
mujeres es golpeada, forzada a tener relaciones sexuales, o abusada de otra
manera en su vida. Estudios de la OMS muestran que la violencia por parte de una
pareja íntima es la forma más común de violencia contra mujeres en el mundo.
La violencia contra las mujeres causa consecuencias graves para la salud, deja
daños psicológicos y el bienestar de las mujeres. Algunos comportamientos de alto
riesgo son más frecuentes entre las víctimas de violencia de pareja y violencia
sexual.
El sistema de salud puede desempeñar un papel vital en responder y prevenir la
violencia contra las mujeres. Este papel incluye identificar el abuso temprano,
proporcionar tratamiento, y encaminar las mujeres para que reciban atención
adecuada. El sistema de salud también debe trabajar para prevenir la violencia. Y
como el abordaje de salud pública para la prevención estipula claramente, el primer
paso en la prevención de la violencia es entenderla, y el sector de salud tiene un
papel clave en ayudarnos a medir y comprender la violencia contra la mujer.
El trabajador social también juega un papel muy importante en este tipo de sucesos,
el trabajador social puede actuar como consultor, evaluador o asesor de casos, para
guiar al paciente con otros profesionales y así tener una mejor atención, como
también es nuestro trabajo concientizar y dar a conocer nuestros derechos
humanos.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto de
violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual
o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
privada”.
Existen dos tipos de violencia en contra de la mujer:
La violencia de pareja: se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que
causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción
sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.
La violencia sexual: es cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto
sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción
por otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier
ámbito.
Otros datos:
Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una
de cada tres (35%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de
pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos
por su pareja masculina.
La violencia puede afectar negativamente la salud física, mental, sexual y
reproductiva de las mujeres y, en algunos entornos, puede aumentar el riesgo de
contraer el VIH.
Los hombres que tienen un nivel de instrucción bajo, han sido objeto de malos tratos
durante la infancia, han estado expuestos a escenas de violencia doméstica contra
sus madres y al uso nocivo de alcohol, han vivido en entornos donde se aceptaba
la violencia y había normas diferentes para cada sexo, y creen que tienen derechos
sobre las mujeres son más proclives a cometer actos violentos.
Las mujeres que tienen un nivel de instrucción bajo, han estado expuestas a actos
de violencia de pareja contra sus madres, han sido objeto de malos tratos durante
la infancia, han vivido en entornos en los que se aceptaba la violencia, los privilegios
masculinos y la condición de subordinación de la mujer corren un mayor riesgo de
ser víctimas de la violencia de pareja.
Existen datos que demuestran que las intervenciones que promueven la
sensibilización y emancipación de la mujer, la prestación de orientación psicológica
y las visitas domiciliarias podrían favorecer la prevención o la reducción de la
violencia de pareja contra la mujer.
Las situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento pueden agravar la
violencia existente, como la infligida contra la mujer por su pareja y la violencia
sexual fuera de la pareja, y dar lugar a nuevas formas de violencia contra la mujer.
Respuesta de la OPS
La OPS/OMS tiene una larga historia de trabajar para mejorar la prevención y
respuesta a la violencia contra las mujeres y a la violencia contra los niños y las
niñas. A continuación se presentan cuatro áreas prioritarias para la prevención de
la violencia en la región:
1. Mejorar el alcance, la calidad, la difusión y la utilización de los datos sobre
violencia contra la mujer y violencia contra los niños y niñas para políticas y
programas basados en la evidencia.
2. Fortalecer la capacidad para prevenir la violencia contra las mujeres y la
violencia contra los niños y las niñas.
3. Mejorar la respuesta del sector salud a la violencia contra las mujeres y la
violencia contra los niños y las niñas.
4. Apoyar la elaboración y revisión de las políticas y los planes nacionales de
prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres y a la violencia
contra los niños y niñas.
Ley contra el Femicidio y de Violencia contra la
Mujer
El Congreso de la República aprobó en el año 2008 la Ley contra el Femicidio y
otras Formas de Violencia contra la Mujer. Esta contempla la introducción de los
delitos de Femicidio y de Violencia contra la Mujer, además también norma la
creación de órganos especializados en la justicia de género.
Existen más de 25 leyes en contra de la violencia contra de la mujer, algunos de
estos son:
Artículo 3. Definiciones.
Para los efectos de esta ley se entenderá por:
a) Acceso a la información: Es el derecho de la mujer víctima de violencia a recibir
plena información y asesoramiento adecuado a su situación personal, a través de
los servicios, organismos u oficinas que puedan disponer las instituciones
competentes, tanto públicas como privadas. Dicha información comprenderá las
medidas contempladas en esta ley, relativas a su protección y seguridad, y los
derechos y ayudas previstos en la misma, así como la referente al lugar de
prestación de servicios de atención, emergencia, apoyo y recuperación integral.
b) Ámbito privado: Comprende las relaciones interpersonales domésticas, familiares
o de confianza dentro de las cuales se cometan los hechos de violencia contra la
mujer, cuando el agresor es el cónyuge, ex cónyuge, conviviente o ex conviviente,
con que haya la víctima procreado o no, el agresor fuere el novio o ex novio, o
pariente de la víctima. También se incluirán en este ámbito las relaciones entre el
cónyuge, ex cónyuge, conviviente o ex conviviente, novio o ex novio de una mujer
con las hijas de ésta.
c) Ámbito público: Comprende las relaciones interpersonales que tengan lugar en la
comunidad y que incluyen el ámbito social, laboral, educativo, religioso o cualquier
otro tipo de relación que no esté comprendido en el ámbito privado.
d) Asistencia integral: La mujer víctima de violencia, sus hijas e hijos, tienen
derecho a servicios sociales de atención, de emergencia, de apoyo, de refugio, así
como de recuperación. La atención multidisciplinaria implicará especialmente:
1. Atención médica y psicológica.
2. Apoyo social.
3. Seguimiento legal de las reclamaciones de los derechos de la mujer.
4. Apoyo a la formación e inserción laboral.
Artículo 7. Violencia contra la mujer.
Comete el delito de violencia contra la mujer quien, en el ámbito público o privado,
ejerza violencia física, sexual o psicológica, valiéndose de las siguientes
circunstancias:
a. Haber pretendido, en forma reiterada o continua, infructuosamente, establecer o
restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima.
b. Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la
víctima relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad o noviazgo,
amistad, compañerismo o relación laboral, educativa o religiosa.
c. Como resultado de ritos grupales usando o no armas de cualquier tipo.
d. En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales,
o cometiendo actos de mutilación genital.
e. Por misoginia. La persona responsable del delito de violencia física o sexual
contra la mujer será sancionada con prisión de cinco a doce años, de acuerdo a la
gravedad del delito, sin perjuicio de que los hechos constituyan otros delitos
estipulados en leyes ordinarias. La persona responsable del delito de violencia
psicológica contra la mujer será sancionada con prisión de cinco a ocho años, de
acuerdo a la gravedad del delito, sin perjuicio de que los hechos constituyan otros
delitos estipulados en leyes ordinarias.
Artículo 9. Prohibición de causales de justificación.
En los delitos tipificados contra la mujer no podrán invocarse costumbres o
tradiciones culturales o religiosas como causal de justificación o de exculpación para
perpetrar, infligir, consentir, promover, instigar o tolerar la violencia contra la mujer.
Con la sola denuncia del hecho de violencia en el ámbito privado, el órgano
jurisdiccional que la conozca deberá dictar las medidas de seguridad a que se
refiere el artículo 7 de la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar, pudiéndose aplicar a la mujer que sea víctima de los delitos
establecidos en la presente ley, aun cuando el agresor no sea su pariente.
Artículo 10. Circunstancias agravantes.
Las circunstancias que agravan la violencia contra la mujer deben ser analizadas
de acuerdo a lo siguiente:
a) En relación a las circunstancias personales de la persona que agrede.
b) En relación a las circunstancias personales de la víctima.
c) En relación a las relaciones de poder existente entre la víctima y la persona que
agrede.
e) En relación al contexto del hecho violenta y el daño producido a la víctima.
f) En relación a los medios y mecanismos utilizados para perpetrar el hecho y al
daño producido.
Artículo 12. Responsabilidad del Estado.
En cumplimiento a lo establecido en la Constitución Política de la República de
Guatemala y en los convenios y tratados internacionales sobre derechos humanos
aceptados y ratificados por el Estado de Guatemala, el Estado será solidariamente
responsable por la acción u omisión en que incurran las funcionarias o funcionarios
públicos que obstaculicen, retarden o nieguen el cumplimiento de las sanciones
previstas en la presente ley, pudiendo ejercer contra éstas o éstos la acción de
repetición si resultare condenado, sin perjuicio de las responsabilidades
administrativas o civiles.
Artículo 13. Derechos de la víctima.
Es obligación del Estado garantizar a la mujer que resulte víctima de cualquier
forma de violencia, los siguientes derechos:
a) Acceso a la información.
b) Asistencia integral.
¿Por qué se presenta la violencia en contra de la
mujer?
En términos generales, la violencia contra la mujer por parte de su cónyuge está
sustentada en el mito de la inferioridad del sexo femenino, a su situación de
desigualdad en la sociedad, a la dependencia económica, al temor por la vida de
sus hijos y la propia.
También, al desconocimiento de sus derechos ante la ley, a la falta de confianza de
la mujer en sí misma, a la falta de educación y a las presiones sociales, lo que
conduce a la inoperancia de los mecanismos de protección de los organismos del
Estado.
¿Cuáles son sus efectos?
Se puede hablar del "síndrome de la mujer maltratada", el cual se manifiesta:


En el nivel físico: lesiones como hematomas, fracturas, cicatrices, y el
deceso.
En lo psicosocial: presentación de estados de depresión, pérdida de
autonomía, sensación de abandono, desmotivación, desvalorización,
autoinculpación e inseguridad, asumiendo situaciones de subordinación y
desarrollando mecanismos pasivos de defensa.
El estudio muestra que en el año 2014 el Estado de Guatemala fue sancionado por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia del caso María
Isabel Veliz Franco vs. Guatemala lo que impulsó el avance de la creación de
órganos de investigación, persecución y judicialización del delito de Violencia contra
la Mujer y al mismo tiempo se procuró por medio de capacitaciones al personal la
aplicación de la perspectiva de género, la erradicación de estereotipos hacía la
mujer y de esa manera poder garantizar una atención sin discriminación.
Paralelamente se empezó a reforzar la atención a la víctima, que es un componente
esencial de la justicia especializada.
En estos últimos años, el Ministerio Público (MP) ha ampliado la cobertura de la
Fiscalía de la Mujer a todos los departamentos y el Organismo Judicial (OJ)
extendió la cobertura de Juzgados y Tribunales para este delito a 17
departamentos, incluyendo dos Salas de Apelaciones especializadas, lo cual es
único en toda Latinoamérica, como también la Defensoría de la Mujer Indígena
(DEMI) ese esfuerzo ha permitido mejorar la accesibilidad para las víctimas que
deseen denunciar.
También se han puesto en marcha medidas de prevención, como el Call Center del
MP con el número 1572, una aplicación para teléfonos que consiste en un botón de
pánico y permite rastrear la ubicación de la mujer, así como la Alerta Isabela
Claudina para mujeres desaparecidas. En las instituciones las víctimas de Violencia
contra la Mujer reciben una atención y un acompañamiento integral, incluyendo
apoyo psicológico o legal, con el fin de garantizar una atención y orientación
adecuada para las víctimas.
El delito de la Violencia contra la Mujer fue el delito más denunciado en el MP en el
2021 y se registraron casi 60 mil denuncias. Las mismas han ido aumentando
paulatinamente desde hace una década. El Ministerio Público dio salidas a más de
58 mil casos durante el año pasado, cifra que duplica las salidas registradas en los
años de 2018 a 2020. La salida más frecuente en todos los años es la
desestimación. Según las entrevistas realizadas, muchas denuncias no constituyen
Violencia contra la Mujer o delito alguno, también hay un reto cuando las víctimas
no quieren o pueden seguir con la denuncia y los trámites y exámenes que la misma
requiere para reunir la evidencia necesaria. Adicionalmente, muchas mujeres
denuncian con el objetivo de obtener una medida de seguridad, pero no en están
dispuesta a seguir una denuncia formal. Sin embargo, de delitos de Violencia contra
la Mujer que se logran judicializar, el 80% de las sentencias son condenatorias.
La
violencia
contra
las
mujeres
indígenas está
estrechamente
vinculada con
las
formas
continuas
e
intersecciones
de
discriminación
que enfrentan.
La
discriminación
contribuye
al
estereotipo
según el cual
son inferiores,
sexualmente
disponibles y/o
víctimas fáciles.
Las violaciones
de los derechos
colectivos,
civiles, políticos,
económicos,
sociales
y
culturales son
una forma de
violencia
estructural
contra
las
mujeres
indígenas.
Las mujeres indígenas suelen ser víctimas de violencia en contextos específicos:







En el contexto de conflictos armados.
Durante la ejecución de proyectos de desarrollo, inversión y extracción.
Relacionada con la militarización de sus territorios.
En contexto de privación de libertad.
Violencia doméstica.
Contra defensora de derechos humanos.
En zonas urbanas, y en el contexto de migración y desplazamiento.
Acceso a la justicia:
Para incrementar el acceso de las mujeres indígenas a la justicia los Estados deben
actuar con la debida diligencia y aplicar una perspectiva integral en el sistema
judicial, tomando en cuenta: las particularidades de las mujeres indígenas, su
género, sus condiciones socioeconómicas, su situación especial de vulnerabilidad
y su cultura.
OBSTÁCULOS
Escasez
de
leyes y políticas
públicas
orientadas
a
abordar
sus
problemas
particulares
Insensibilidad
cultural de los
funcionarios/as
Desconocimiento
del
sistema
judicial y de sus
propios derechos
Miedo
a
reacciones
familiares y de
la comunidad
Discriminación
institucional
Dificultades
económicas
Barreras
culturales e
idiomáticas
Distancia
geográfica
“Reinventando Tradiciones” o “Recuperando
Valores”
A lo largo de América Latina, activistas de las comunidades y de las organizaciones
indígenas están re conceptualizando y revitalizando sus sistemas de autoridad y de
justicia o, para decirlo de otra manera, su derecho y "costumbre" indígena 1. En la
coyuntura actual las diversas normas, autoridades y prácticas que constituyen el
derecho indígena están siendo reforzadas y reivindicadas como un derecho
colectivo de los pueblos indígenas; es decir, como parte de una lucha por el derecho
de los pueblos indígenas a tener y ejercer el derecho propio. El Convenio 169 fue el
primer tratado internacional en reconocer el derecho colectivo de los pueblos
indígenas a ejercer su derecho propio. En la década de 1990 fue ratificado por la
mayoría de los Estados de América Latina, un factor importante para legitimar el
reclamo por el reconocimiento del derecho indígena y para que éste sea respetado
por la justicia oficial.
Existe además un consenso internacional cada vez más amplio sobre los derechos
colectivos de los pueblos indígenas, y específicamente sobre su derecho a ejercer
su propio derecho. La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas, aprobada por la Asamblea General de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2007, garantiza los derechos a la libre
determinación, la autonomía y el autogobierno.
Los procesos actuales impulsados desde las comunidades y las organizaciones
indígenas para revitalizar y fortalecer su propio derecho están ocurriendo no sólo
dentro de estos marcos de legislación internacional, sino también en contextos
enmarcados por reformas multiculturales implementadas en los Estados
latinoamericanos en años recientes.
En este mundo de tanta violencia contra la mujer, hay que enseñarles a los
hombres desde niños que quieran, respeten y valoren las mujeres. “Un hijo que
peina y consiente a su hermanita en el colegio es un ejemplo del hombre que
debemos formar” sin machismo; una masculinidad que reciba amor y lo trasmita
sin violencia.
https://padlet.com/ckaren0108/zc69twkyb34vjphp
https://ideg.segeplan.gob.gt/geoportal/
Descargar