Subido por Luis Eduardo Rangel Velasco

.ar.San Martín después de Guayaquil - José Brusa. Bs.As. 2015

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UNIVERSIDAD DE SAN ANDRÉS
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS
ÉTICA, DEMOCRACIA Y GESTIÓN PÚBLICA
DR. JOSÉ LUIS GALIMIDI
2015
ALUMNO: JOSÉ BRUSA - “AN MARTÍN DE“PUÉ“ DE GUAYAQUIL
La elección del tema tiene dos motivos personales. El primero es que soy integrante
del Ejército Argentino. El segundo es que, desde que tuve la oportunidad de visitar el
Ma za o histó i o 1, quedé impactado por la imponencia del paisaje y por la obra del
Padre de la Patria.
Un 29 de julio de 1822, el entonces Protector del Perú navegaba en el buque
Ma edo ia , de eg eso a Li a. A a a a de fi aliza e Gua a uil u a eu ió u
e
entre los dos hombres más importantes de la región. El General Bolívar y el Li e tado de
la América del “u 2 tuvieron tres reuniones privadas3 y un total de casi cinco horas y media
para bosquejar el principio del fin de las campañas libertadoras contra el Reino de España,
que ambos próceres lideraban desde el Norte y Sur, respectivamente.
¿Cómo era la estructura de pensamiento de un estadista de la talla del General San
Martín? ¿Qué ideales lo llevaron a ser lo que fue y a lo que decidió no ser? ¿Cuáles fueron
los intereses en juego para tomar la decisión de abandonar la obra culmine de la
Independencia de los países de la América del Sur y pasar literalmente al silencio absoluto y
al ostracismo?
Estos interrogantes y los que puedan ir surgiendo hacen necesario un sintético
repaso de los principales hechos sucedidos alrededor de su apasionante figura. En
cualquier caso, el análisis de un hecho histórico sin la contextualización correspondiente es
dable para una charla de café, más no si el objetivo es estudiar con qué herramientas
disponían los actores en juego, a la hora de resolver el futuro de tamaña empresa
emancipadora.
Corría el año 1810 y, como Teniente Coronel del Ejército de España4, integró en
Cádiz la logia secreta de los Caballeros Racionales5, cuya intención era la independencia de
América. A comienzos de 1812 llega a Buenos Aires, previo a retirarse del ejército español
luego de 22 años de servicio y a pasar casi 3 meses en Londres6. En setiembre de ese año
se casa con Remedios de Escalada en la Catedral de Buenos Aires.
1
Lugar histórico de la provincia de Mendoza, al pie de la Cordillera de los Andes. Por ese lugar, a fines de
enero de 1823, San Martín cruza por octava y última vez el macizo cordillerano, camino a su ostracismo.
(Favaloro, 1986, pág. 198).
2
El Libertador de Colombia (actual Venezuela, Colombia y Ecuador) es el primero en llamar así al Gral. San
Martín, en el Cuartel general de Trujillo, Venezuela, 23 de agosto de 1821 (Wienhauser, 1964).
3
No hubo testigos presenciales de lo allí tratado por ambos. (Favaloro, pág. 179)
4
Ascenso obtenido por su destacada actuación en la Batalla de Bailén, en el marco de la guerra por la
independencia española contra la Francia napoleónica.
5
También más conocida como Logia de Lautaro. Liderados por Francisco de Miranda, fueron sus integrantes
destacadas personalidades de toda América del Sur y Central, entre otros, O´Higgins, Bolívar, Alvear y Zapiola
(Favaloro, pág. 23). Los dos últimos acompañaron a San Martín en el viaje hacia Buenos Aires.
6
Lugar de fundación de las logias independentistas sudamericanas.
1
El 3 de febrero de 1813 recibe su bautismo de fuego como Coronel y Jefe del
Regimiento de Granaderos a Caballo7, por él creado y adiestrado, en el renombrado
Combate de San Lorenzo8. En 1814, remplaza a Belgrano como Jefe del Ejército del Norte9,
debiendo abandonar el cargo por problemas de salud. En agosto de ese año es nombrado
Gobernador Intendente de Cuyo10. Simultáneamente el 1 de setiembre, del otro lado de la
cordillera O´Higgins es derrotado en Rancagua y se esfuma la Primera República de Chile.
San Martín ejerce sus funciones con energía, ejemplaridad y rigor. En noviembre
inicia la organización del Ejército de los Andes11. Logra ir obteniendo los fondos necesarios
para su creación, llegando incluso a ceder la mitad de su sueldo para tal fin.
…Al is o tie po, vela a po el p og eso o al
ate ial del pue lo… 12. Se
ocupó de la salud y educación. Había orden, austeridad y estricta economía en el empleo
de los fondos públicos, habida cuenta de la imposibilidad del comercio con Chile. Fomenta
el intercambio con otras provincias, Buenos Aires incluida. Buscó mejorar el sistema de
canales de riego y desarrollar la minería13. Es el momento en que su salud empeoró,
reapareciendo los vómitos de sangre. Ello lo acompañará a lo largo de la campaña
libertadora, incluso durante los cruces de los Andes…
1815 es un año de malas noticias para la empresa independentista. En España,
Fernando VII retoma la corona, luego de que Napoleón es vencido en Waterloo 14. El 29 de
noviembre el Ejército del Norte es vencido totalmente en Sipe-Sipe por las tropas al mando
del General Pezuela. A ello, se suma las constantes desavenencias entre San Martín y las
principales figuras políticas de Buenos Aires15, a excepción de Pueyrredón16.
7
Participó durante 14 años de las luchas por la Independencia. Regresaron a nuestro país 27 granaderos (de
los cuales 7 participaron del Combate de San Lorenzo) un 19 de febrero de 1826 a órdenes del Coronel José
Félix Bogado, quien se iniciara como soldado, habiendo obtenido todos sus ascensos en el campo de batalla.
Esta unidad del Ejército Argentino es la escolta presidencial.
8
Único lugar de nuestro suelo donde el Padre de la Patria desenfundó su sable, contra el enemigo extranjero
invasor.
9
Experiencia que le permite terminar de delinear su Plan Estratégico Continental, apoyándose en el General
Güemes.
10
Integrada por las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. Se estableció con su esposa,
naciendo su única hija, Mercedes Tomasa, el 24 de agosto de 1816.
11
Su organización, equipamiento y adiestramiento dura casi 2 años. Comienza el cruce de la cordillera en
enero de 1817.
12
(Favaloro, 1986, pág. 58)
13
Que proveyó la materia prima base para la formación del parque militar (a través del Fray Luis Beltrán) y
para la obtención de la pólvora (tarea a cargo del Ingeniero Álvarez Condarco).
14
El 8 de junio de 1815, Bonaparte es derrotado en la Batalla de Waterloo. Fernando VII recupera el trono de
España y con ello la capacidad para recuperar los territorios perdidos en América (México, Nueva Granada).
15
Alvear fue el principal opositor a la figura de San Martín, pese a compartir desde sus orígenes los
movimientos independendistas en Europa. Incluso, han compartido el viaje desde Londres a Buenos Aires.
Fue Director Supremo por 3 meses en 1815. Perdió peso político al aceptar la licencia de San Martín en el
gobierno de Cuyo, debiendo dar marcha atrás por la resistencia de los cuyanos al relevo del Libertador.
16
Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata entre mayo de 1816 y mediados de 1819. Fue
nombrado por el Congreso de Tucumán. Brindó un apoyo total e incondicional a la causa libertadora. Al
respecto, la reunión con San Martín del 21 y 22 de julio de 1816 (con la Independencia ya declarada) fue
dete i a te. Es i e “a Ma tí a Godo C uz: E dos días … t a sa os todo. Ya o os ueda ás ue
e peza a o a (Favaloro, 1986, pág. 62). El de ovie
e de 8 6, e opo tu idad de e via todo lo
e esa io pa a la a paña, Pue edó le es i e: … Y o sé o ó o e i á … pa a paga lo todo …
¡carajo! No me vuelva a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante
de la fo taleza pág. 66 .
2
En 1816, insiste en la imperiosa necesidad de la declarar la Independencia, por
intermedio de su representante en el Congreso de Tucumán. El 1 de agosto es nombrado
General en Jefe del Ejército de los Andes, que continúa con su preparación en el
a pa e to El Plu e illo .
En enero del año siguiente comienza su apela ió al ielo lo kea a, o la
campaña libertadora hacia Chile primero y Perú después. El orden institucional no era el
natural y, en momentos de crisis se necesita la acción del líder para reencauzar las cosas,
saltando la norma vigente, enfrentando el problema urgente contando con escaso tiempo
para resolver. Así, en ambos países, desde la cordillera y el mar respectivamente, obligó a
un enemigo muy superior en número a dividir y sobre extender sus líneas para afrontar el
avance del ejército patriota. El Cruce de los Andes merece una mención especial por ser un
hecho histórico que se estudia en las principales academias militares del mundo y para
dimensionar la visión estratégica del GENERAL. Se lo ha llegado a comparar con los cruces
de los Alpes realizados por Aníbal y Napoleón. Pero, haciendo un análisis comparativo
militar17 y de apoyo económico para llevar todo adelante, se realza la obra sanmartiniana.
Lo hecho en Chile, iniciado con la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817, no
es de interés para el presente trabajo. Llegamos a 1819, y en agosto se inicia la campaña
anfibia para libertar Perú18. En este caso, el gran estratega se afianza como estadista y
antepone la prudencia y el objetivo fundamental de libertar Perú evitando el
enfrentamiento armado en Lima19. Así, la duración de la campaña se extiende hasta
mediados de 1821. Coincidencia o no de fechas, el 9 de julio San Martín entra a la capital al
oscurecer, solamente con una pequeña comitiva y sin mayores pompas. A los dos días
ingresa el Ejército Libertador sin derramamiento de sangre y el 15 de ese mes convoca a un
Cabildo Abierto, invitándolo a jurar la Constitución.
Distinto a lo sucedido en Chile, donde la dirección política quedó en manos de
O´Higgins, en Perú no existía un peruano que reuniera las condiciones que la situación
requería. Causa por la cual, San Martín se vió obligado a asumir el liderazgo político y
militar, erigiéndose como Protector del Perú a través una proclama dirigida al pueblo20. Al
respecto, también pudo existir influencia de la logia para tal resolución21.
17
(Favaloro, 1986, pág. 77), tomado a su vez de (Ornstein, 1960)
Factor comparativo
Napoleón
Frente de la zona de operaciones (km)
160
Ancho de la zona montañosa (km)
100
Alturas máximas flanqueadas
2500
Recorridos máximos / mínimos (en km)
280 / 135
Rodados
Vehículos y toda la artillería (incluida la pesada)
Recursos de la zona
Varios centros poblados y valles con
producciones diversas
San Martín
800
350
¡5000!
750 / 380
¡Ninguno!
Sin poblados y con
valles áridos.
18
En este caso, Belgrano y San Martín comparten desobediencias al gobierno central. Aquél en Tucumán
(para dirigirse hacia Córdoba) y éste al desoír la orden de replegarse para afrontar las luchas internas que, ya
en aquel entonces, comenzaban a desarrollarse entre los argentinos.
19
… No us o glo ia ilita , o a i io o el título de o uistado del Pe ú, uie o sola e te li a lo de la
op esió … (Favaloro, pág. 145). “egú el Co o el Bo goño, pa ti ipa te de la ope a ió , fue …el fe ó e o
ás e t ao di a io de la gue a, de ota a u ejé ito pode oso… o solo a dides ie
a ejados.
(Favaloro, pág. 155)
20
… te go so e í u a espo sa ilidad o al … p i e o es asegu a la i depe de ia, después se pe sa á
e esta le e la i depe de ia sólida e te. … e el o e to is o e ue sea li e su te ito io ha é
3
De la obra política allí realizada, el Dr. Puente Cándamo22, concluye que, haciendo un
estudio detallado e t e 8
8 , … los edios utilizados las a io es ealizadas po
San Martín oad uva al o jetivo fi al de la e a ipa ió a e i a a… (Dr. de la Puente
Candamo, 2000, pág. 269). El autor, en ésta su tesis doctoral, expone que las medidas de
gobierno llevadas adelante tuvieron el doble objetivo de la emancipación política y de la
organización del nuevo Estado, … espeta do la volu tad de los pe ua os o o le
supe io de su gestió políti a… 23.
Además, las negociaciones diplomáticas con los españoles buscaron el
entendimiento pacífico y el respeto a la tradición y forma de vida local24. En este punto,
podría pensarse que la emergencia suprema de la causa emancipadora, que podía llevar a
… la e ti sió
o al ta ié físi a… 25 fue puesta en peligro. Su consiencia moral lo
llevó a no matar inocentes, contribuyendo a sentar las bases de una sociedad libre y valiosa
con barreras firmes al respecto.
También adoptó medidas similares a las tomadas en Cuyo como Gobernador
(mejora de las condiciones de vida de los presos, creación de la biblioteca nacional, libertad
de imprenta, abolición de la esclavitud, etc.), destacándose la observancia de la autonomía
municipal y la independencia de la justicia (Favaloro, pág. 160).
Llegado a este punto de la historia, es dable la analogía entre los sucesos vividos por
Moises (el éxodo, los cuarenta años en el desierto, el pasaje del Mar Rojo, el ingreso a la
tierra prometida) y San Martín (la organización de la gesta libertadora, el Cruce de los
Andes, la campaña por mar hacia Lima, la organización política de los países libertados) en
el rol de lideres políticos, conductores de sus respectivos pueblos hacia la conformación del
nosotros. Ambos emprendieron empresas claramente difíciles de comandar intentando
lograr avanzar hacia la autoconciencia colectiva, en una revolución permanente en busca de
la normalidad. El pueblo que les requería su presencia para llevar adelante las acciones, al
mismo tiempo los desconocían. En el caso de San Martín, esto se potenció por su ausencia
definitiva posterior.
El Libertador estaba convencido que la mejor forma de gobierno para el Perú era la
monarquía26. Esta postura, tomada posiblemente de Locke27, que fue sostenida de manera
sincera a lo largo del tiempo, tuvo fuertes críticas de la Logia Lautaro, por considerarse una
dimisión del mando para hacer lugar al gobierno que ellos –los peruanos- te ga a ie elegi … (Favaloro,
pág. 148)
21
E a ta ese vada a O´Higgi s
de agosto de 8 , le di e: Los Amigos me han obligado
terminantemente a encargar e de este go ie o … de o ha e lo así, el país se e volvía e la a a uía… .
(Favaloro, pág. 149)
22
Peruano, que en 2000 era Presidente de la Academia Nacional de Historia.
23
Ibid, pág 275.
24
Entrevistas de Miraflores (25 de setiembre de 1819, con el Virrey General Pezuela) y de Punchauca (2 de
junio de 1821, con el Virrey General de la Serna) (Dr. de la Puente Candamo, pág. 270). San Martín adoptó
medidas de protección a los civiles españoles, ni bien se hizo cargo del Ejecutivo.
25
(Walzer, 2004, págs. 62, 64 y 67)
26
Prioritariamente, de origen local y descendiente Inca. Incluso envió misiones a Inglaterra para encontrar
apoyo al respecto. Desde Cuyo durante el Congreso de Tucumán y en cartas al Comodoro Bowles (amigo y
o fide te e p esó ue e a el ú i o tipo de go ie o … ade uado al estado de la so iedad e este país. …
la moderada y amigable intervención de alguna potencia amiga puede terminar con las convulsiones
p ese tes p eve i ot as uevas
ás se ias… (Favaloro, pág. 138).
27
Del Capítulo VII (del comienzo de las sociedades políticas) y del Capítulo X (de las formas de una república)
(Locke, 2006, Arts 106 a 108, 132 y 133)
4
claudicación de los principios republicanos de la gesta libertadora. No obstante, Miranda,
fundador de la logia, en 1790 proponía investir un descendiente Inca en el poder ejecutivo
con una cámara baja elegida por sufragio popular, o sea una monarquía constitucional
(Favaloro, pág. 137/8). San Martín va consolidando su postura en dos aspectos esenciales:
por un lado, la anarquía dominaba el escenario político desde su llegada al Río de la Plata;
por el otro, permitiría una posible claudicación de los jefes realistas, comprometiéndolos al
reconocimiento de la independencia.
Este asunto, las arbitrariedades de Monteagudo en el gobierno local, las
consecuencias de las inconductas de Lord Cochrane28 y el malestar que se originó dentro del
Ejército (octubre de 1821) por la distribución de dinero y tierras por decreto entre veinte de
los jefes principales erosionó la confianza y unidad de los hombres bajo su mando (Favaloro,
pág. 161). Ya en el ostracismo, manifestó en varias de sus cartas que en ese momento
habría tenido que pasar por las armas a varios de los camaradas que lo acompañaron en el
fragor de tantas luchas29.
Las tropas realistas se repliegan hacia Cuzco y establecen allí su sede
gubernamental. A partir de allí, se suceden triunfos españoles que obligan al Protector, en
marzo de 1822, a asumir personalmente la autoridad militar y delegar el poder civil en Torre
Tagle.
La situación imperante lo llevó a concluir que la campaña del Perú debía finalizar ese
año, pero la relación de fuerzas eran opuestas a sus intenciones (19000 realistas bien
preparados contra 8500 hombres del ejército patriota con escasa preparación para tal fin).
Imperaba entonces la necesidad de recibir apoyo de los gobiernos de Chile, Argentina y
Colombia para realizar una operación militar simultanea proveniente del mar, desde Salta y
reforzar las tropas que se encontraban en el norte peruano, respectivamente.
Para nuestro caso, resulta interesante analizar las respuestas a sus pedidos por parte
de sus connacionales y de Bolívar. Rivadavia, como responsable del Ejecutivo nacional,
envió el pedido de apoyo a la junta de representantes, quedando el mismo en la nada. La
figura de San Martín era sistemáticamente rechazada en Buenos Aires, a partir de su
oposición a tomar parte de las luchas internas de nuestro país. Entre ambos existían
diferencias a la hora de definir la mejor forma de gobierno para las naciones de América.
Pero, paradójicamente, una vez abandonado el gobierno y establecido en Francia, Rivadavia
o fiesa e a ta a u a igo … los t asto os de uest o país, p ovie e … de la falta de
espí itu pú li o oope a ió e el sosté del o de
de las le es… (Favaloro, pág. 167).
Ambos coincidían en el espíritu republicano y sufrieron las consecuencias de la falla de las
instituciones y de la fuerza moral como nación.
Respecto al Libertador venezolano, San Martín tenía varios motivos para esperar una
respuesta más que favorable a su pedido. En enero de 1821, Bolivar le envía una carta
donde se muestra predispuesto a unir las fuerzas en pos de finalizar la obra emancipadora,
28
Inglés, jefe de la flota libertadora. Presionó a San Martín para buscar una pronta solución militar al sitio de
la fo taleza ealista de El Callao , e ús ueda del otí ue allí había. Con ello se podría poner al día con
las fuerzas independentistas, que tenían muy retrasados los pagos. Finalmente el Protector le ordena
retirarse inmediatamente hacia Chile. El Almirante cumplió la orden, previo acto de piratería en Guayaquil.
Una vez en Santiago, se ocupó de criticar la acción sanmartiniana duramente, con mentiras incluidas,
generando descontento en los seguidores de la causa emancipadora.
29
E Lo d es, e el año 4, le o fiesa a I ia te ue el palo se e a ó de las a os po o sa e lo a eja ,
aceptando su error en la conducción al poner por encima de la situación, el vínculo con sus seguidores.
(Favaloro, pág. 161)
5
poniendo sobre relieve las mayores dificultades que presentaba Lima a las enfrentadas por
él mismo para entrar en Quito. Por su parte, San Martín demuestra sus dotes de estadista
al concurrir en apoyo de Sucre, enviándole a comienzos de 1822 mil trescientos hombres
para finalizar la campaña de Quito. De esta manera, queda en la historia la participación de
tropas argentinas en las victorias de Riobamba y Pichincha en Ecuador30. Bolivar le escribe
ueva e te: … la gue a de Colo ia está te i ada, ue su ejé ito está p o to pa a
marchar dondequiera que sus hermanos lo llamen y muy particularmente a la patria de
uest os ve i os del su … . “a Ma tí le espo de: …El Pe ú es el ú i o a po de batalla
que queda en América y en él deben reunirse los que quieren obtener los honores del
últi o t iu fo o t a los ue a ha sido ve idos e todo el o ti e te… .
El historiador venezolano Ruiz Rivas resalta una frase relevante para el tema que nos
convoca en este trabajo. Sucre, en la carta donde le pide a uda al Pe ú, e p esó: Los
colombianos verán con una orgullosa satisfacción marchar entres sus filas a los libertadores
del sur y estar a las órdenes de V.E. Le pide a “a Ma tí ue lide e las tropas conjuntas
para ingresar a Quito después del triunfo de Pichincha, libertar de los españoles por tercera
vez una nación sudamericana y esperar a Bolivar que venía desde el norte (Favaloro, pág.
168/70). Tal vez la historia hubiera cambiado si esto hubiese sucedido, tal cual el pedido
aquí expuesto.
El fin de la guerra en el norte coincidió con la resolución de las cortes españolas de
poner fin pacíficamente a los diferendos en sus colonias. Bajo estas circunstancias, San
Martín insta al español La Serna a un armisticio. Este, conociendo los problemas que vivía
por entonces el Protector del Perú, le respondió que la solución será a través de las armas.
Habiendo recorrido los sucesos relevantes que antecedieron la entrevista, es
interesante ver las condiciones en que ambos Libertadores se encontraban. Si bien la
guerra en la Gran Colombia había finalizado, la situación económica y financiera era grave,
con escasos recursos. Por más que la autoridad política era Santander, la ausencia de
Bolivar podía facilitar el crecimiento de movimientos separatistas. Causa por la cual, aquel
exigía la presencia de éste en Bogotá y Caracas para sostener la unidad territorial. El hecho
de no estar a cargo del Ejecutivo, lo liberaba de las tensiones propias de este estamento,
que sí debía absorver San Martín, como ya hemos referido anteriormente.
Por su parte, la situación militar en Perú (también ya analizada) era claramente
favorable para los españoles. A ello, se agregaba la falta de escuadra de mar y el estado de
desconfianza entre jefes y oficiales. Desde el punto de vista social y producto de la creación
de las órdenes nobiliarias, la imagen del Protector frente a las masas populares también
estaba dañada. Pero, al mismo tiempo, las profundas reformas sociales habían creado
fricciones con la aristocracia limeña. Todo ello se suma a la idea que San Martín expresó en
oportunidad de tomar el mando político del Perú, de cederlo ni bien se conforme el
congreso constituyente.
Al comparar las personalidades de ambos, si bien había diferencias, tenían ideas
comunes. Sus origenes fueron distintos, San Martín provenía de una familia castrense
modesta y formó su personalidad en la milicia española desde los 14 años. En su biblioteca,
si bien la mayoría de sus libros eran militares, los hubo de la revolución francesa, de
Rosseau, Montesquieu y Voltaire, entre otros31. Por su parte, Bolivar provino de una familia
30
El entonces mayor Lavalle y sus Granaderos a Caballo recibieron de manos de Bolivar, la condecoración
"Granaderos de Riobamba"por su participación en la campaña de Ecuador.
31
(Instituto Nacional Sanmartiniano, 1978)
6
hidalga criolla venezolana. Carecía de formación militar e hizo sus ideas leyendo a los
mismos pensadores de la Ilustración (a los que se agrega Locke) y viajando por Europa. En
París tomó contacto con las ideas de la Revolución y conoció personalmente a Napoleón y
Humboldt.32 En síntesis, uno militar devenido en político por la coyuntura que le tocó vivir;
el otro interesado en la política, militar por necesidad. Ambos confluyeron en las ideas
independentistas de las logias londinenses lideradas por Miranda e integradas por
sudamericanos, devenidos en el tiempo como figuras destacadas de su época.
Por otra parte, es contrastante la forma en que ambos movimientos
independentistas (desde el norte y el sur) confluyeron en Guayaquil, para derimir el futuro
próximo del continente. El primero evolucionó a partir de las conquistas territoriales
ganadas en los campos de batalla, imponiéndose por la fuerza a la voluntad de los pueblos
li e tados . Po su pa te, desde el su , las ideas libertarias se basaron en el principio de uti
possideti anterior a la revolución, en contra de las conquistas y anexiones (Mitre, 1977, pág.
266).
Habiendo marcado los aspectos considerados de interés para un mejor
entendimiento de la situación, volvamos al 26 de julio de 1822. Llegó finalmente el
momento esperado. Sus apariencias en aquel encuentro histórico eran distintas. San
Martín era alto, corpulento y vestido con su habitual sencillez espartana. Por su parte,
Bolivar era bajo, delgado y lucía su uniforme de gala con numerosas condecoraciones.
Tres encuentros a solas de hora y media, media hora y cuatro horas en dos días
alcanzaron para sellar la suerte de la gesta libertadora. Luego se sucedió un banquete y
posterior baile. Allí, Bolivar se mostró exultante y San Martín distante. Quien, a la una de la
madrugada abandonó la escena y se dirigió directamente a embarcarse en la Macedonia,
para partir al otro día a Lima. (Favaloro, pág. 179)
Queda claro que el objetivo fundamental del encuentro era la preciada
independencia continental. Pero, de acuerdo a lo narrado se deduce que había aspectos de
detalle no coincidentes. San Martín pretendía la unión de ambos ejércitos para finalizar
prontamente la guerra contra España. Por su parte, Bolivar tenía prioridades distintas y
apuntadas a asegurar los intereses colombianos en los territorios conquistados; o sea
asegurar el anexamiento de Guayaquil y Quito a su territorio y definir la demarcación de
límites con el Perú.
La correspondencia posterior entre ambos33 y de San Martín con sus allegados dan
luz a los interrogantes iniciales. Éste se fue decepcionado, no solo por no haber logrado el
refuerzo pretendido, sino porque Bolivar se opuso a liderar las fuerzas conjuntas con el
Protector peruano bajo su mando. La aparentemente errónea apreciación de fuerzas
españolas del Libertador del norte, que lo llevaron a ofrecer solo el diez por ciento de sus
hombres, hizo concluir a San Martín que la contienda se extendería por tiempo indefinido.
Concluye su primer misiva afirmando que su presencia era el real obstáculo que le impedía
a Bolivar concurrir en auxilio del Perú. Causa por la cual, convocaría al primer congreso del
32
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bolivar.htm
Existió un entrecruzamiento de correspondencia. San Martín le escribió una con fecha 29 de agosto de
1822, que fue expuesta por primera vez en 1843 por el navegante francés Lafond, quien sirviera en la
escuadra peruana. Hay otras dos, del mismo Lafond, una de Bolivar con fecha 25 de agosto y una última del
primero, con fecha 10 de setiembre. Una carta de San Martín a Miller fechada en 1827 confirma lo expuesto
por Lafond, respecto a su desilusión por la escasez de apoyo material del venezolano para finalizar la guerra.
33
7
Perú y se retiraría, manteniendo lo expuesto en el mayor de los silencios; para evitar que los
enemigos comunes tomen partido del asunto. (Favaloro, pág. 183 a 87)
Si bien Bolivar recapacita y acepta la oferta de luchar juntos, aquel ya había tomado
la decisión de abandonar la vida pública y así lo había hecho saber al llamar al congreso
constituyente. En su segunda carta, lo instó a ser el continuador de su obra hasta la
victoria.
Luego, en respuesta a los sucesivos pedidos para que retorne al Perú, San Martín les
e la a: …U a se o o es e esa io,
o este paso desapa ez a los españoles del
Perú, y después matémonos unos contra otros, si éste es el desgradciado destino que
espe a a los pat iotas… (Favaloro, pág. 199). La ausencia del Protector los llevaría a recibir
el astigo pedagógi o , o a t avés de ua e ta años de destie o e el desie to del pueblo
judío; sino por medio de la anarquía posterior, camino necesario para establecer
definitivamente la ansiada normalidad que el líder de esa obra vería desde su exilio
volu ta io…
En 1848 San Martín escribió al mariscal Castilla, sintetizando los dos objetivos que lo
guiaron a lo largo de sus diez años de vida pública en el continente: el no involucramiento
en los partidos que alternativamente dominaron Buenos Aires y el de declarar la
independencia de los países americanos, contribuyendo con la conformación de las fuerzas
militares propias que asegurase el estado de normalidad.
Queda claro que la decisión tomada puso en tela de juicio su reputación entre sus
contemporáneos. Su último mensaje como persona pública al pueblo peruano sintetiza su
pensar y sentir: … Mis p o esas a los países e ue hi e la gue ra están cumplidas, les di
i depe de ia les dejé la ele ió de sus go ie os. … To a te a i vida pú li a, is
conciudadanos, como en lo general de las cosas, dividirán sus opiniones; los hijos de estos
p o u ia á el fallo ve dade o… (Büsser, 2012, pág. 309).
La decisión tomada por el Libertador, inconsulta, sorpresiva, utópica y en un
contexto claramente difícil fue una demostración de desinterés y desprendimiento. Su
claridad de objetivos lo llevó a renunciar34 a todo su poder. ¿Habrá ejemplos de este tipo a
lo largo de la historia?, seguramente que sí, pocos tal vez. ¿Y en la actualidad?...
Fue, es y seguirá siendo un hecho histórico con un fuerte contenido simbólico que
aseguró, en definitiva, la intimidad moral futura del movimiento que lideró y, por sobre
todo, la de su propia consciencia; la ual … es el ejo
ás i pa ial juez ue tie e el
35
ho
e de ie … . Evitó contaminar la obra independentista, ese nuevo orden a
instaurar, con una grieta originada por una lucha interna de egos.
Los sucesos acaecidos durante la gesta libertadora en América del Sur sigue la lógica
de las primeras dos fases que Schmidt propone para la instauración de un estado soberano,
a saber: la nada, soberanía, orden (Estado), establecimiento del derecho, normalidad. En el
marco del sostenimiento de la soberanía, la ida de San Martín del Perú es la acción urgente
del soberano en un caso excepcional, en el marco de una situación crítica (Dotti, 1996, pág.
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Entre los varios renunciamientos del General San Martín hay disminuciones en su salario (como Gobernador
de Cuyo, como General en Jefe del Ejército de Chile, dejándolo de percibir por licencias por enfermedad en el
Ejército de los Andes), rechazo de ascensos (a Brigadier de los Ejércitos de la Patria por parte de las Provincias
Unidas del Río de la Plata luego de Chacabuco y por el gobierno de Chile), de bienes muebles e inmuebles
(cede la tercera parte de la finca obsequiada por el Cabildo de Mendoza), etc. (Instituto Nacional
Sanmartiniano, 1969)
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En una de las tantas cartas escritas a su primer edecán y amigo Tomás Guido, esta vez desde Bruselas, el 18
de diciembre de 1827. (Wienhauser, pág. 138)
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134), ante la escasez franciscana de recursos para tomar una decisión distinta. Así, el
so e a o es uie to a la de isió , e us a de esta le e de u a vez po todas …las
o di io es pa a el dese volvi ie to egula del siste a…¨36. Ese espacio de poder
ausente sería luego, ocupado por Bolívar. Pese a la diferencia de temperamentos,
finalmente se comprendieron, respetaron y admiraron mutuamente (Favaloro, pág. 190).
Para terminar, considero adecuado hacerlo con las palabras del propio San Martín37.
En defensa de su posición de mantener en reserva los motivos de su paso al ostracismo,
afi ó …lo ge e al de los ho
es juzga de lo pasado segú la ve dade a justi ia, de lo
presente según sus intereses; … “i e a go, … del desp e io ue o puedo te e po la
historia, la baja adulación y el sórdido interés son en general agentes que mueven los
escritores (periodistas), yo no puedo prescindir de que tengo una hija y amigos (aunque
ie po os a uie es de o satisfa e . … Po estos o jetos po lo ue se lla a glo ia es
que he trabajado dos años en hacer extractos y arreglar documentos, para que acrediten no
mi justificación, pero sí los hechos y motivos sobre que se ha fundado mi conducta en el
tiempo que he tenido la desgracia de ser hombre público. … po ue esto o ve ido de
que SERÁS LO QUE DEBAS SER, Y, SI NO, NO SERÁS NADA… .
Bibliografía
Büsser, C. (2012). La campaña anfibia del General San Martín. Buenos Aires: Instituto de
Publicaciones Navales.
Dotti, J. (Julio-Diciembre de 1996). Teología política y excepción. Revista de Filosofía Daimon(13),
129-140.
Dr. de la Puente Candamo, J. (2000). San Martín y el Perú. Planteamiento Doctrinario. Buenos Aires:
Nueva Mayoría.
Favaloro, D. R. (1986). ¿Conoce Ud. a San Martín? Buenos Aires: Torres Agüero Editor.
Instituto Nacional Sanmartiniano. (1969). Renunciamientos del Capitán General Don José de San
Martín - a la gloria, al poder y a la riqueza. Buenos Aires.
Instituto Nacional Sanmartiniano. (1978). San Martín y la Cultura. Buenos Aires.
Locke, J. (2006). Ensayo sobre el gobierno civil. Buenos Aires: Prometeo.
Mitre, B. (1977). Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana (Vol. III). Buenos Aires:
EUDEBA.
Ornstein, L. (1960). Círculo Militar(656).
Walzer, M. (2004). La ética en situaciones de emergencia. En Reflexiones sobre la guerra. Barcelona:
Paidós.
36
37
(Dotti, pág. 136)
(Wienhauser, pág. 136/7).
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Wienhauser, S. (1964). Fortaleza sanmartiniana, bosquejo psicológico. (9na edición ed.). Buenos
Aires: Theoria.
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