Inocencia Es un término que describe la carencia de culpabilidad (i- nocentia, en latín) de un individuo con respecto a un crimen. Puede también ser utilizada para indicar una carencia general de culpabilidad con respecto a cualquier clase de crimen, de pecado, de picardía, de malicia o mala intención.1 Puede también hacer referencia a un estado de desconocimiento, donde se da una menor experiencia bien en una visión relativa a los iguales sociales, bien por una comparación absoluta a una escala normativa más común. En contraste con la ignorancia, la inocencia se toma generalmente como un término positivo, denotando una visión dichosamente positiva del mundo, en particular una en que la carencia de conocimiento proviene de una carencia de maldad, mientras que el mayor conocimiento proviene de hacer mal, lo que se relaciona con el Árbol del conocimiento del bien y del mal. Esta connotación se puede conectar con una falsa etimología popular que explica el término inocente como el que no sabe (el noscere latino). La gente que carece de capacidad mental de entender la naturaleza de sus actos puede ser considerado inocente sin importar su comportamiento. De este significado viene el término inocente para referirse a un niño de corta edad o una persona con diversidad funcional carentes de discreción. En algunos casos, el término inocencia connota un significado peyorativo cuando un nivel determinado de experiencia dicta un discurso común o calificaciones de base para la entrada en otra experiencia social diferente. Puesto que la experiencia es el primer factor para la determinación del punto de vista de una persona, la inocencia a menudo también se utiliza para implicar una ignorancia o carencia de experiencia personal por lo que en su sentido más extremo negativo puede ser causante de lástima. La inocencia se representa bajo la figura de una joven, coronada de flores que se lava las manos en una jofaina colocada sobre un pedestal teniendo cerca de ella un cordero blanco.2 Placer Se refiere a la experiencia de que algo (cosa, acción, sentimiento, etc) se siente bien, que implica el disfrute de algo.12 Contrasta con el dolor o el sufrimiento, que son formas de sentirse mal.3 Está estrechamente relacionado con el valor, el deseo y la acción:4 los seres humanos y otros animales conscientes encuentran el placer agradable, positivo o digno de ser buscado. Una gran variedad de actividades se experimentan como placenteras, como comer, tener sexo, escuchar música o jugar. El placer forma parte de otros estados mentales como el éxtasis, la euforia y el estado de flujo. La felicidad y el bienestar están estrechamente relacionados con el placer, pero no son idénticos a él.56 No hay acuerdo general sobre si el placer debe entenderse como una sensación, una cualidad de experiencias, una actitud hacia experiencias o de otra manera.7 El placer desempeña un papel central en la familia de teorías filosóficas conocidas como hedonismo. En circunstancias normales, la satisfacción de una necesidad produce placer: bebida, en el caso de la sed; comida, en el caso del hambre; descanso (sueño), para la fatiga; compañía para la soledad; sexo para la libido; diversión (entretenimiento), para el aburrimiento; y conocimientos (científicos o no científicos) o cultura (diferentes tipos de arte) para la ignorancia, la curiosidad y la necesidad de desarrollar las capacidades. La naturaleza suele asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie. Perspectiva general "Placer" (pleasure) se refiere a la experiencia que algo (cosa, acción, sentimiento, etc) se siente bien, que implica el disfrute de algo.12 El término se utiliza principalmente en asociación con placeres sensoriales como el disfrute de la comida o del sexo.7 Pero en su sentido más general, incluye todo tipo de experiencias positivas o agradables, incluyendo el disfrute de los deportes, ver una hermosa puesta de sol o participar en una actividad intelectualmente satisfactoria. El placer contrasta con el dolor o el sufrimiento, que son formas de sentirse mal.3 Tanto el placer como el dolor vienen en grados y se han considerado como una dimensión que va de grados positivos a través de un punto neutro a grados negativos. Esta asunción es importante para la posibilidad de comparar y agregar los grados de placer de diferentes experiencias, por ejemplo, para realizar el cálculo utilitario.7 El concepto de placer es similar pero no idéntico a los conceptos de bienestar (well-being) y de felicidad (happiness).586 Estos términos se utilizan de maneras superpuestas, pero sus significados tienden a separarse en contextos técnicos como la filosofía o la psicología. El placer se refiere a un cierto tipo de experiencia, mientras que el bienestar se trata de lo que es bueno para una persona.96 Muchos filósofos están de acuerdo en que el placer es bueno para una persona y por lo tanto es una forma de bienestar. Pero puede haber otras cosas además o en lugar del placer que constituyen el bienestar, como la salud, la virtud, el conocimiento o la satisfacción de los deseos.9 En algunas concepciones, la felicidad se identifica con "el exceso del individuo de la experiencia agradable sobre la desagradable".10 Las teorías de la satisfacción con la vida (life satisfaction theories), por otro lado, sostienen que la felicidad implica tener la actitud correcta hacia la vida en su conjunto. El placer puede tener un papel que desempeñar en esta actitud, pero no es idéntico a la felicidad.10 El placer está estrechamente relacionado con el valor, el deseo, la motivación y la acción correcta.4 Hay un amplio acuerdo en que el placer es valioso en cierto sentido. Los hedonistas axiológicos (axiological hedonists) sostienen que el placer es lo único que tiene valor intrínseco.11 Muchos deseos tienen que ver con el placer. El hedonismo psicológico (psychological hedonists) es la tesis de que todas nuestras acciones tienen como objetivo aumentar el placer y evitar el dolor.12 El principio de placer de Freud vincula el placer con la motivación y la acción al sostener que hay una fuerte tendencia psicológica a buscar el placer y a evitar el dolor.2 El utilitarismo clásico (classical hedonism) conecta el placer con la ética al afirmar que si una acción es correcta depende del placer que produce: debe maximizar la suma total del placer.13 Igualmente dentro de la filosofía oriental, podemos encontrar términos que abarcan el concepto de placer, tales cómo el término Sukha en la filosofía budista. Tipos de placer Muchas experiencias placenteras están asociadas con la satisfacción de impulsos biológicos básicos, como comer, hacer ejercicio, higienizarse, dormir y tener relaciones sexuales. La apreciación de artefactos y actividades culturales como el arte, la música, la danza y la literatura suele ser placentera.14 El placer a veces se subdivide en placeres fundamentales que están estrechamente relacionados con la supervivencia (comida, sexo y pertenencia social) y placeres de orden superior (por ejemplo, ver arte y altruismo).15 Bentham enumeró 14 tipos de placer; sentido, riqueza, habilidad, amistad, buen nombre, poder, piedad, benevolencia, malevolencia, memoria, imaginación, expectativa, placeres dependientes de la asociación y los placeres del alivio.16 Algunos comentaristas ven 'placeres complejos' que incluyen ingenio y realización repentina y algunos ven una amplia gama de sentimientos placenteros.17 Hay muchos tipos de placer o satisfacción: El placer físico, que deriva de disfrutar condiciones saludables relacionadas con la estimulación de los órganos de los sentidos (las relaciones sexuales o la ingestión de platos suculentos de comida, por ejemplo). Hay distintos tipos de placer físico: el producido por el gusto o placer gastronómico; el producido por el tacto (masaje: placer sexual) en sus diversas manifestaciones...); el placer auditivo (música), el placer visual (arte...), el deportivo, etcétera. Los griegos aconsejaban un placer moderado y consideraban un vicio pernicioso cualquier placer inmoderado. El placer psíquico deriva del recreo que provoca en el ser humano la imaginación y la fantasía, el recuerdo de lo agradable, el humor, la alegría, la comprensión y los sentimientos de equilibrio, paz y serenidad, que granjean la llamada felicidad. El mero pensamiento puede llegar a sentirse dichoso sólo con la imaginación de lo bueno que no se posee ni se disfruta en ese momento. El placer "psíquico" es definido por Platón en su Filebo como el mayor, y abarca también todos los placeres mentales causados al percibir cultura o arte, o al crear. El placer intelectual, que nace al ampliar nuestros conocimientos y arrancar secretos a lo desconocido para poder descubrir y satisfacer nuestras necesidades espirituales e intelectuales, y hacer más libre y consciente nuestro actuar. El placer lúdico, que deriva de la práctica de cualquier tipo de juego y se encuentra en la raíz de muchos otros tipos de placer, siendo esencial para que los niños interaccionen con el mundo y puedan educarse y aprender. El placer emotivo o emocional, que deriva de la empatía al compartir el amor y el afecto de la familia, de entablar y sostener comunicación y amistad con los iguales y sentirse aceptado por otros seres humanos. También es esencial para el correcto desarrollo de los niños. El placer de la contemplación, el ser público incluye el disfrute estético por cualquier sentido, equilibrando criterios objetivos y subjetivos. La observación de lo insólito y/o desconocido es también una fuente de placer: espectáculos, esculturas, edificios, pasear, viajar, leer, etc.