Animación de la fe Fecha: Hora: Lugar: Campo Escuela Iztarú Tema: El amor Duración: 30 minutos Objetivo: Enseñar a las lobatas y lobatos el significado del amor. Énfasis: Afectividad Espiritualidad Hora Infancia Media Escucho a los demás lobatos, a mis papás, mis dirigentes y amigos. Participo en las animaciones de la fe que se realizan en la manada. Tiempo Técnica lúdica Infancia Tardía Participo permanentemente en las actividades de la manada y del grupo. Colaboro en las animaciones de la fe llevadas a cabo en la manada. Fondo motivador 5 min. Rutina de inicio Llamada e inspección Oración Saludo Bienvenida. 15 min. Cuento: El día del amor Lobatas y lobatas, conocen ustedes lo que significa el amor. Recordarán que cuando Mowgli era un pequeño cachorro y llego a la cueva de papá y mamá lobo fue adoptado por ellos y criado junto a sus otros 4 cachorros. Este acto nos enseña que el amor se puede dar en todo momento y que no importa si somos lobos, hombres o mujeres que en el amor lo más importante es brindarlo sin esperar nada a cambio. Era mediados de enero cuando en la escuela todos comenzaron a emocionarse por la llegada del 14 de febrero, una fecha que parecía muy lejana, pero que muy rápidamente llegó confundiendo bastante a Isabel, que no entendía para qué servían tanta decoración y tantos corazones. Y entonces decidió preguntar a mamá, a lo que ella contestó muy emocionada: —Es el día del amor, una fecha para dar y recibir cariño —dijo mamá con una gran sonrisa—. Los enamorados y todas las personas que se quieren celebran su amor ese día por todo lo alto, aunque todos los días haya algo que celebrar. Es una fecha maravillosa en la que la decoración y los corazones son solo detalles y símbolos de felicidad. Responsable Materiales Copias del cuento —¿Acaso el amor no debería celebrarse todos los días? —Preguntó confusa la niña. —Claro que sí, pero es importante tener un día especial en el año para motivar a las personas más distraídas, a aquellos que se olvidan de la importancia del cariño con facilidad —aclaró mamá rápidamente. Pensando largamente en ello, Isabel pasó toda la tarde reflexionando y, al día siguiente, decidió hablar del tema con su mejor amigo, curiosa de saber qué pensaba él: —Pues opino que todos se emocionan mucho ese día, y es un poco extraño —contestó a Isabel su amigo Francisco —. Mamá dijo el otro día que iba a preparar una cena romántica para papá, pero no tengo ni idea de qué diferencia hay con una cena normal. —Pues yo creo que en las cenas románticas no están los niños —dijo Isabel pensando. —Pues qué mal—comentó triste Francisco, que casi parecía hacer pucheros. Entonces Ana, una niña más mayor de otra clase que escuchaba la conversación de los dos, se puso a reír llamando la atención de todo el que pasaba: —¡Ja, ja! ¡No sabéis nada del amor, renacuajos! —Dijo acercándose a los dos— El amor es el sentimiento más maravilloso del mundo. Nace cuando dos personas se quieren mucho y quieren pasar toda la vida juntas, de la manera que sea. —Yo quiero mucho a Isabel y quiero pasar toda la vida con ella —Dijo Francisco sorprendido. —Pues yo también quiero a Francisco y quiero pasar toda la vida con él —comentó Isabel también bastante confundida—. ¿Esto significa que nos amamos? —Puede ser —respondió Ana—, y si se aman, tienen que regalarse chocolates y una tarjeta el 14 de febrero, porque así es la tradición. Así, desde ese día, Isabel y Francisco estuvieron trabajando duramente en sus regalos, convencidos de que estaban muy enamorados tras las palabras de aquella niña. Ella hizo una tarjeta en forma de corazón, de color rojo, y también compró un delicioso chocolate; mientras, Francisco hizo una tarjeta en forma de flor amarilla y compró una piruleta roja. Y al fin, el 14 de febrero, se encontraron en clases y, como cada día, se sentaron juntos. —Tengo un regalo para ti —dijo Isabel muy nerviosa. —Y yo uno para ti —respondió Francisco asustado. Al intercambiar regalos se sintieron muy contentos, o al menos hasta que Roberto (otro compañero) apareció. Roberto había sido testigo del intercambio de regalos y los miró muy confundido: —¿Y por qué no os dais un beso si estáis tan enamorados? —preguntó el compañero extrañado. —¡Puaj! ¡Qué asco los besos! —Dijeron Isabel y Francisco al unísono. —Entonces no estáis enamorados, solo os queréis mucho —explicó Roberto con cara de fastidio. Entonces, sorprendidos, el par de amigos se miró fijamente antes de comenzar a reírse hasta que les dolió la barriga: —Yo creo que a veces el amor no es romántico, pero es amor de igual forma, y como este es el día del amor…, me alegra tenerte aquí conmigo para celebrarlo —dijo Isabel con mucho cariño abrazando a su mejor amigo. Y desde ese día, cada año estos mejores amigos celebran el día de San Valentín. La verdad verdadera es que aún siguen sintiendo que las cosas románticas son muy vergonzosas y algo asquerosas, pero están seguros de que el amor es el sentimiento más bello del mundo, sobre todo entre amigos, y por ello bien merece tener su propio día al año. 10 min. Reflexión: Compartir lo que piensan del cuento, mientras disfrutamos una golosina.