2 Imagen de la portada: Margeritte Higgins (1920-1966), periodista estadounidense, reportera gráfica y corresponsal de guerra. Cubrió la Segunda Guerra Mundial, informando acerca de los campos de exterminio nazis; más tarde, informó sobre los juicios de Nuremberg. Fue la primera mujer ganadora del Premio Pulitzer en la categoría de Periodismo de Asuntos Internacionales. Índice 01 Objetivos e introducción 1 Objetivos 2 Introducción 02 Definición legal 1 Normativa estatal 3 2 Ámbito internacional 3 Un derecho emergente 03 Hitos históricos 1 La universalidad de los derechos humanos: los derechos humanos de las mujeres 2 Las mujeres, internacional en la agenda 3 El Informe MacBride: hacia la democratización de la comunicación 4 Las conferencias regionales sobre comunicación 5 La conferencia de Beijing: «La mujer y los medios de difusión» 04 Hoy el escenario es otro 4 01 Objetivos e introducción 1 Objetivos Aprender que el derecho a la comunicación es un derecho humano recogido en la Constitución española y en multitud de tratados internacionales. 5 Conocer cuál ha sido la evolución histórica del derecho a la comunicación, desde sus primeras reivindicaciones hasta la etapa actual. Entender que el derecho a la comunicación también debe analizarse en clave de género. 2 Introducción El lenguaje construye realidad. Internet y los medios de comunicación son espacios estratégicos en los que podemos construir igualdad. Entendemos la comunicación como herramienta de cambio social; nos permite contribuir, también mediante nuestra voz y con la palabra, a un orden social justo, igualitario e inclusivo. La comunicación es una herramienta de cambio social. La comunicación suele estar asociada a profesionales en la materia y agencias, empresas y medios de comunicación; sin embargo, todas las personas tenemos derecho a ejercer nuestro derecho a comunicar. A las mujeres, individual y colectivamente, la comunicación nos brinda infinitas posibilidades, entre ellas: Visibilizarnos. Fortalecer liderazgos femeninos. Construir nuevas identidades femeninas y superar los estereotipos de género dominantes. 6 Movilizarnos. Crear redes de lucha colectiva por la igualdad de género y la justicia social. Alertar sobre las violencias machistas y evitar la normalización social de la violencia de género, alzando la voz por las mujeres, niñas y niños que la sufren. Tener más poder e incidencia como activistas. Producir información y nuestros propios mensajes. Educar y sensibilizar acerca de los patrones sociales y culturales en que todavía se sustenta el patriarcado. Plantear iniciativas en temas que nos importan y denunciar aquellas que atacan nuestra dignidad, imagen y derechos. Opinar. Cuestionar y cuestionarnos. Hacer oír otras voces más silenciadas aún que la nuestra. Defendernos y resistir. En palabras de la UNESCO, «Hacer de cada ciudadana una reportera» (Día Mundial de la Libertad de Prensa 2014). 7 La comunicación es un ámbito en el que persisten barreras para las mujeres que impiden o dificultan nuestro acceso y plena participación. Esta situación favorece la construcción y el mantenimiento de un discurso masculino hegemónico y dominante y el que nuestra mirada y reivindicaciones estén ausentes del debate público. Esta realidad puede alterarse si contamos con los conocimientos y las herramientas adecuadas. Lo vimos en 2011, durante la eclosión del movimiento 15-M, y más adelante, en otros movimientos sociales; el impacto generado por la huelga feminista del 8 de marzo de 2018 es una buena muestra de ello. La democratización de Internet y la irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en nuestra vida cotidiana han generado nuevos recursos y oportunidades para la comunicación y el activismo feminista. Mujeres jóvenes con el símbolo del feminismo escrito en la mano. Autoría: Freepik. Licencia para Colaboratorias. Marzo de 2020. 8 02 Definición legal 1 Normativa estatal El derecho a la comunicación es el derecho a difundir informaciones y opiniones por cualquier medio, sin restricciones previas (censura) y sin limitación de fronteras. En nuestro país, la Constitución española1 de 1978 lo recoge en su artículo 20, que reconoce y garantiza, entre otros, los derechos a la libertad de expresión e información en los siguientes términos: A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. Estos medios de difusión pueden ser de carácter general (un canal informativo que emita noticias de actualidad, por ejemplo) o más restringido (sería el caso de un boletín de información). A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. 1 Constitución Española: https://www.boe.es/eli/es/c/1978/12/27/(1)/con 9 El derecho a la comunicación es una extensión de la libertad de opinión y de expresión. El Estado tiene la obligación de asegurar que todas las personas podamos ejercer nuestros derechos a la libertad de expresión e información; de eliminar cualquier obstáculo que impida o dificulte el acceso libre e igualitario, de toda la ciudadanía, a este derecho. Este deber involucra a todos los poderes públicos, sin excepción2. La libertad de expresión conlleva un matiz subjetivo, mientras que la libertad de información contiene un significado que pretende ser objetivo. Expresión e información no siempre se distinguen fácilmente; con frecuencia se dan al mismo tiempo, ya que es habitual que un/a periodista introduzca opiniones propias mientras informa de una noticia3. Por tratarse de derechos fundamentales y libertades públicas, es una ley orgánica la que los regula (no basta mayoría simple para su aprobación). 2 Artículo 9.2 de la Constitución española de 1978. 3 Tribunal Constitucional, Sentencia 160/2003, de 15 de septiembre (BOE núm. 242, de 09 de octubre de 2003), accesible en: http://hj.tribunalconstitucional.es/es/Resolucion/Show/4935 10 ¿Sabías qué? Una ley orgánica es aquella que regula materias constitucionalmente reservadas a la misma; por ejemplo, el desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, la aprobación de los estatutos de autonomía, el régimen electoral general y las demás materias previstas en la Constitución. Para su aprobación, modificación o derogación se requiere la mayoría absoluta del Congreso (artículo 81 de la Constitución española). 2 Ámbito internacional En el ámbito internacional encontramos que el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos4 (1948) dispone: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. Además de la Declaración Universal, existen multitud de tratados y otros internacionales de derechos humanos que contemplan este derecho. 4 Declaración Universal declaration-human-rights/ de Derechos Humanos: https://www.un.org/es/universal- 11 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos5 (1966) señala, también en su artículo 19: 1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones. 2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para: a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás; b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas. El artículo 10 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales6 (1950), conocido como «Convenio Europeo de Derechos Humanos», establece lo siguiente: 5 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1977-10733 6 Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1979-24010 12 Libertad de expresión. 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras. El presente artículo no impide que los Estados sometan a las empresas de radiodifusión, de cinematografía o de televisión a un régimen de autorización previa. 2. El ejercicio de estas libertades, que entrañan deberes y responsabilidades, podrá ser sometido a ciertas formalidades, condiciones, restricciones o sanciones, previstas por la ley, que constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática, para la seguridad nacional, la integridad territorial o la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito, la protección de la salud o de la moral, la protección de la reputación o de los derechos ajenos, para impedir la divulgación de informaciones confidenciales o para garantizar la autoridad y la imparcialidad del poder judicial. La Convención Americana sobre Derechos Humanos7 (1969) afirma en su artículo 13: 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede 7 Convención Americana sobre https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b32_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm Derechos Humanos: 13 estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas. 3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones. 4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2. 5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional. Ninguna persona puede ser perseguida, censurada o encarcelada a causa de sus opiniones. 14 La Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos8, conocida como «Carta Africana» o «Carta de Banjul» (1981), en su artículo 9, declara: 1. Todo individuo tendrá derecho a recibir información. 2. Todo individuo tendrá derecho a expresar y difundir sus opiniones, siempre que respete la ley. Elementos comunes en la normativa internacional De la formulación internacional del derecho a la libertad de expresión y opinión podemos extraer las siguientes notas definitorias: La libertad de expresión y de opinión incluye dos dimensiones: una activa, la de comunicar o emitir pensamientos, ideas e informaciones de cualquier tipo, y otra pasiva, la de recibirlos; ampara el derecho a buscar información e investigar hechos, noticias o datos. Por cualquier medio de difusión, verbal o escrito; con independencia de la forma que adopte, impresa o artística u otra (por ejemplo, a través del baile, del lenguaje simbólico, la pintura,…). 8 Carta Africana sobre los Derechos Humanos https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2002/1297.pdf y de los Pueblos: 15 Sin limitación de fronteras. Los países pueden poner condiciones (un régimen de autorización previa) a la entrada en sus territorios de empresas proveedoras de servicios de radiodifusión, cinematografía y televisión. En garantía de este derecho se prohíbe a los Estados: Injerencias en su ejercicio; en particular, las que provienen de autoridades públicas. Ninguna persona puede ser perseguida, censurada o encarcelada a causa de sus opiniones. La censura previa. La prohibición no es absoluta. Las restricciones deben ser expresas, estar establecidas legalmente y ampararse en supuestos muy concretos. Por ejemplo, en la protección de la seguridad nacional, la integridad territorial o la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito. La censura previa también puede ampararse en la protección de la salud o de la moral (por ejemplo, de la infancia y la adolescencia, por lo que se permite la censura previa en espectáculos públicos), de la reputación o de los derechos 16 ajenos (para impedir la divulgación de informaciones confidenciales) o de la imparcialidad del poder judicial. Restricciones indirectas que impidan o dificulten la comunicación y la circulación de ideas y opiniones, como abuso de controles oficiales de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados para difundir información. Por último, se prohíbe toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia. Todos estos elementos están presentes en el tratamiento dado a este derecho por nuestro ordenamiento jurídico y forman parte de su contenido esencial. La censura previa y las restricciones indirectas al derecho a la comunicación están prohibidas por el derecho internacional. 17 3 Un derecho emergente En el plano internacional y teniendo en cuenta el principio de progresividad de los derechos humanos (es decir, son derechos cuyo contenido básico «avanza o aumenta gradualmente9»), el derecho a la comunicación es un derecho emergente. Su reconocimiento explícito y formulación más reciente es fruto del trabajo de la sociedad civil y el mundo académico a partir de la década de los 70, y también desde el ámbito político. El movimiento feminista, que tempranamente tomó conciencia de su función estratégica, como medio efectivo y garantía para el disfrute de otros derechos humanos, ha desempeñado un papel relevante dentro de este proceso; de ello es prueba la lucha emprendida para acceder al derecho a la comunicación en condiciones de igualdad, 9 Definición de progresivo/a dada por el Diccionario de la Real Academia Española. 18 ¿Sabías qué? Los derechos humanos emergentes son reivindicaciones legítimas de la sociedad civil. Su objeto es el reconocimiento de nuevos derechos que amplíen los ya existentes, la formulación de interpretaciones novedosas de derechos ya contemplados en la normativa internacional, o la ampliación de la titularidad de derechos a colectivos que no los tenían reconocidos. Estos derechos (a la ciudad, de acceso al agua potable y saneamiento, a las tecnologías,…) vienen a dar respuesta a necesidades humanas emergentes y a los retos surgidos con las transformaciones sociales originadas por la globalización. Fuente: Institut de Drets Humans de Catalunya (IDHC). De esta forma, se hablaría del «derecho de comunicar» como un derecho inequívoco de todas las personas. Desde esta perspectiva, el derecho a la comunicación estaría conformado por los siguientes derechos relacionados con el acceso a la información y al conocimiento: el derecho a recibir una información veraz; el derecho a seleccionar, investigar y dar un tratamiento adecuado a la información; el derecho a difundir la información; y por último, el derecho a formar una opinión argumentada y razonada a través del espíritu crítico, de conformidad 19 con los derechos humanos y siempre fundamentada en el respeto a la dignidad de todas las personas. Las fake news son noticias falsas que se difunden intencionadamente para confundir y manipular a la opinión pública; adoptan una apariencia formal de realidad. En el último tiempo han proliferado fake news sobre el feminismo y otros temas, que se han viralizado a través de Internet. Autoría: Rawpixel.com - Freepik.com Licencia para Colaboratorias. Marzo de 2020. 20 03 Hitos históricos 1 La universalidad de los derechos humanos: los derechos de las mujeres son derechos humanos Como hemos visto en el epígrafe anterior, el derecho humano a la comunicación está recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) y otras fuentes de derecho internacional. Estas normas establecieron estándares internacionales de derechos humanos, es decir, un marco jurídico universal en la materia. Este marco de referencia parte del reconocimiento de que todas las personas nacen «libres e iguales en dignidad y derechos» (artículo 1 de la DUDH). Pese al tiempo transcurrido desde que la DUDH vio la luz, aún constituye un hito en la materia por su carácter general y alcance universal; por haber enunciado por primera vez los principios básicos de derechos humanos: su universalidad, interdependencia e interrelación, e indivisibilidad. 21 La DUDH constituye un texto no exento de críticas, como la de ser en exceso utópico. También se ha objetado que incorpora una mirada mayoritariamente occidental a su ideario (estuvieron al margen de su redacción, entre otros, los países en vías de desarrollo). Desde el feminismo ha sido cuestionada su visión androcéntrica. Aunque Preámbulo proclama el principio de igualdad de derechos entre mujeres y hombres, la formulación en masculino en el texto original de estos derechos humanos de alcance «universal» ha sido interpretada en el sentido de excluir a las mujeres como sujetos de ese reconocimiento. En 1791, mismo año en que se aprueba la Constitución de la Revolución Francesa, Olympe de Gouges redefine los términos de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, considerada el precedente de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. La autora critica la falsa universalidad del término «hombre» por no referirse al conjunto de la humanidad sino a la particularidad de un sexo determinado y proclama la igualdad jurídica de las mujeres en relación a los hombres. Su artículo I proclama: «La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales no pueden estar basadas más que en la utilidad común». Foto: Olympe de Gouges (1748 -1793), autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana 22 La Carta de Naciones Unidas, tratado internacional fundador de esa organización firmado el 26 de junio de 1945 en San Francisco, ya proclamaba de una manera rotunda y sin precedentes «la igualdad de derechos de hombres y mujeres» (Preámbulo). Su artículo 1 prohibía, además, la discriminación por razón de sexo en la protección y disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Su publicación abrió un gran debate a nivel internacional en torno a los roles asignados a las mujeres durante siglos y respecto de la necesidad de trabajar en favor de los derechos de las mujeres a partir del consenso y compromiso explícito de la comunidad internacional, como propósito común de las naciones y los pueblos. Esto permitió que, además de desarrollarse un importante conjunto de herramientas jurídicas internacionales, se diseñasen programas de acción, en base a los cuales los gobiernos actuarían en sus respectivos países: pronto se advertiría que el reconocimiento legal (la igualdad formal) es insuficiente por sí mismo para garantizar a las mujeres el pleno disfrute de sus derechos humanos. En 1946, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) crea la Comisión de la Condición Jurídica 23 y Social de la Mujer (CSW), para favorecer el progreso de las mujeres en los campos civil, económico, social, educativo y político (E/RES/2/11, de 21 de junio de 1946). Hasta la década de los 60, parte importante del trabajo de esta Comisión tuvo como objetivo concienciar a la comunidad internacional acerca de la discriminación histórica que afectaba las mujeres y adoptar declaraciones internacionales y convenciones que erradicasen de los ordenamientos jurídicos nacionales las normas que establecían un trato desigual hacia las mujeres, a fin de establecer la igualdad 24 formal. Los derechos humanos son universales e inalienables, iguales y no discriminatorios, interdependientes e indivisibles. La CSW impulsó la modificación del texto de la Declaración Universal de Derechos Humanos, para sustituir el masculino genérico utilizado en su redacción original (las referencias a «los hombres» de su articulado) como sinónimo de la humanidad, por un lenguaje más inclusivo. Desde ese momento, la elaboración de documentos e instrumentos jurídicos orientados a la codificación de los derechos de las mujeres (en convenciones, resoluciones y declaraciones internacionales) y al estudio de su condición jurídica y social en todo el mundo por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha sido constante. Esto ha permitido que, además de desarrollarse un gran marco de herramientas jurídicas internacionales, también se hayan llevado a cabo programas de acción, en base a los cuales los gobiernos se pondrían en marcha en sus respectivos países; pronto se advertiría que el reconocimiento legal es insuficiente por sí mismo para garantizar a las mujeres el pleno disfrute de sus derechos. Los derechos de las mujeres son derechos humanos. La consideración de que los derechos de las mujeres son derechos humanos tuvo que ser afirmada expresamente años más tarde, en 1993, durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos que aprobó la Declaración y Programa de Acción de Viena10: 10 Declaración y Programa de Acción de Viena, adoptados durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada del 14 a 25 de junio de 1993 en Viena (Austria): https://www.ohchr.org/Documents/ProfessionalInterest/vienna.pdf 25 Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional11. ¿Sabías qué? Durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993, la presión de las defensoras de los derechos de las mujeres, congregadas bajo el lema «Los derechos de la mujer son derechos humanos», logró instalar este tema en la agenda de la reunión, dando visibilidad a la situación de las mujeres y las niñas en el mundo. 2 Las mujeres, internacional en la agenda Los avances más significativos en cuanto al reconocimiento y acceso de las mujeres al derecho a la comunicación se producirían casi treinta años más tarde, durante la década de los 70, cuando el feminismo logra instalar este tema en la agenda internacional; sobre todo, a partir de 1975, año 11 Declaración y Programa de Acción de Viena, parte I, párrafo 18; aprobada durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, 14 a 25 de junio de 1993, Viena (Austria). 26 proclamado Año Internacional de la Mujer por la ONU, al que sigue el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1986). En este periodo la ONU comienza a recopilar información por países respecto de la situación de las mujeres y las niñas en las diferentes esferas de la vida (económica, política social y cultural), constatando las graves violaciones a los derechos humanos de que eran víctimas en buena parte del planeta y la existencia generalizada de desigualdades en todos los ámbitos, de carácter estructural. El análisis de la aplicación del derecho de las mujeres a la comunicación arrojaba como resultado la menor presencia y participación de las mujeres en los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión) y dentro de la industria mediática, como trabajadoras y profesionales; en su representación en las noticias y otros medios (informativos, publicitarios, culturales, artísticos,...); dentro de las estructuras de las empresas de comunicación, como propietarias y productoras. Preocupaba especialmente la imagen estereotipada de las mujeres difundida a través de los medios de comunicación y la publicidad. Por último, alertaba del menor acceso y 27 participación de las mujeres en las tecnologías de la información y la comunicación12. Desde entonces, el movimiento feminista ha desempeñado un papel relevante en la reivindicación del derecho a la comunicación como un derecho humano más; poniendo en valor, además, su función estratégica para la aplicación y ejercicio efectivo de todos los derechos. 3 El Informe MacBride: hacia la democratización de la comunicación Veinte años más tarde de la publicación de la Declaración Universal comienzan a surgir voces que piden democratizar el derecho a la comunicación; su consideración como un derecho humano fundamental, necesario para el efectivo disfrute de otros derechos humanos y de principios jurídicos universales, como la igualdad, la libertad y la participación, entre otros. Un derecho a participar en la comunicación pública en condiciones de igualdad: 12 Vega Montiel, Aimeé (2010). Las mujeres y el derecho humano a la comunicación: su acceso y participación en la industria mediática. Revista Mexicana de Ciencias Políticas, núm. 208, Universidad Nacional Autónoma de México. 28 El derecho a comunicar es un prerrequisito para el cumplimiento de los otros derechos humanos, en particular, el de aquellos que garantizan la participación ciudadana en el espacio público, como son la libertad de expresión, el derecho a la información y el acceso universal a la información y al conocimiento13. Estos planteamientos democráticos y participativos centraron durante décadas el escenario de debates de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)14, marcado inicialmente por las demandas de multilateralidad de los Países No Alineados15 (neutrales frente a Estados Unidos y la antigua Unión Soviética) y equidad por parte de los países del Sur (víctimas del llamado «colonialismo informativo»), pero terminaron con escaso éxito. En este contexto se plantea la necesidad de un Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC), al entender que la comunicación es un elemento 13 MacBride, Sean (edit.) (1980). Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. México: UNESCO, Fondo de Cultura Económica. 14 La carta fundacional de la UNESCO, aprobada en 1945, asigna a este organismo de la ONU la misión de «facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen» (Artículo I). Puedes acceder a ella en el siguiente enlace: 15 El Movimiento de Países No Alineados (MPNA o NOAL) surge en el contexto bipolar de la Guerra Fría de la década de los sesenta e integra a nuevos estados independientes surgidos a partir de los procesos de descolonización. 29 estratégico para el progreso y desarrollo de los pueblos y ante la necesidad de construir discursos alternativos al hegemónico (Estados Unidos / Unión Soviética, países del Norte)16. Del derecho a la comunicación, según esta visión, forman parte los siguientes derechos: Derechos de reunión, discusión y participación. Derechos a buscar información, recibir información e informar. Derechos a la cultura. 30 Derechos de protección de la vida privada. El conocido como Informe MacBride (Un solo mundo, voces múltiples: comunicación e información en nuestro tiempo), publicado en 1980 bajo el auspicio de la UNESCO, marcó un hito al abogar por la democratización de los medios de comunicación, mostrando las asimetrías de poder existentes en este ámbito a nivel mundial, debidas, 16 En 1969, el periodista francés Jean D’Arcy sostiene por primera vez la conveniencia de un «derecho a comunicar» en sustitución del derecho a la información y a la libertad de expresión proclamado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. fundamentalmente, a la concentración de la propiedad mediática. Estructura del Informe MacBride: 1. Comunicación y sociedad: dimensión histórica e internacional. 2. Comunicación hoy: medios de comunicación, infraestructuras, integración, disparidades, propiedad y control. 3. Preocupaciones comunes: relativas a la circulación de la información, al contenido y la democratización de la comunicación. 4. El marco institucional y profesional: políticas de comunicación, recursos materiales, investigación, profesionales de la comunicación y normas de conducta. 5. La comunicación mañana: conclusiones y sugerencias, y aspectos pendientes de una investigación más profunda. El informe es fruto del trabajo de la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de la Comunicación, constituida en 1977 por mandato de la UNESCO17 y presidida por Sean MacBride18. Solo una mujer, Betty Zimmerman 17 La creación de esta comisión fue acordada durante la XIX Conferencia General de la UNESCO, celebrada en Nairobi en noviembre de 1976. El informe fue presentado en la XXI Conferencia General de la UNESCO, celebrada en la ciudad de Belgrado en 1980. 18 El irlandés Sean MacBride era cofundador y presidente de Amnistía Internacional (1961-75) y había recibido los premios Nobel (1974) y Lenin (1977) de la Paz. 31 (Canadá), formó parte de esta comisión; fue la única de sus dieciséis miembros con conocimientos en electrónica. MacBride, Sean (edit.) (1980). Un solo mundo, voces múltiples: comunicación e información en nuestro tiempo. México: UNESCO, Fondo de Cultura Económica. Accede al texto completo del informe aquí: 32 https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000040066_spa Este documento pensamiento analiza crítico y la comunicación afirma que es desde un un proceso influenciado por aspectos económicos, sociales, políticos, tecnológicos y culturales. Alerta del desequilibrio comunicacional existente entre el norte industrializado, productor de información y comunicación, y un sur eminentemente receptor. La comunicación, de este modo, se convierte en una «corriente de un solo sentido». La comunicación no es un flujo de una sola vía sino intercambio de información. Su prólogo apela a la importancia de la comunicación para la humanidad. Consideramos oportuno reproducir el texto en su integridad: La comunicación sostiene y anima la vida. Motor y expresión de la actividad social y de la civilización, ha llevado a los hombres y a los pueblos desde el instinto hasta la inspiración, a través de una serie de procesos y sistemas de información, de impulsos y de control. Fuente común de la cual se toman las ideas, fortalece mediante el intercambio de mensajes el sentimiento de pertenecer a una misma comunidad. Traduce el pensamiento en acto y refleja todas las emociones y todas las necesidades, desde los gestos más simples que permiten la continuidad de la vida hasta las manifestaciones supremas de la creación... o de la destrucción. La comunicación, que ensambla el saber, la organización y el poder, vincula en el hombre la memoria de sus orígenes a sus aspiraciones más nobles a una vida mejor. Al compás de la evolución, la tarea de la comunicación ha resultado cada vez más compleja y más sutil. Apunta a liberar a la humanidad de la necesidad y del miedo, aunándola en un sentimiento de común de pertenencia y en un mismo impulso de solidaridad y comprensión. Pero sin los cambios estructurales fundamentales la mayoría de la humanidad no podrá aprovechar los progresos de la tecnología y de la comunicación. El informe determina los elementos que conforman el derecho a la comunicación, que entiende como un derecho básico para el avance hacia la justicia social y la igualdad: Todo el mundo tiene derecho a comunicar. Los elementos que integran este derecho a comunicar fundamental del hombre son los siguientes, sin que sean de modo alguno limitativos: a) el derecho de 33 reunión, de discusión, de participación y otros derechos de asociación; b) el derecho de hacer preguntas, a ser informado, a informar y a otros derechos de información; c) el derecho de la cultura; y c) el derecho a escoger, el derecho a la protección de la vida privada y otros derechos relacionados al desarrollo del individuo. Reconoce una serie de derechos que son inherentes a la información: participar en la producción (y no solo en el consumo) de los flujos informativos; garantizar la diversidad de voces restringiendo los monopolios; defender la libertad de prensa y los derechos de periodistas, y apoyar el desarrollo de las infraestructuras necesarias para el impulso 34 de la comunicación en el mundo. Además, elaboró recomendaciones (unas 82 en total) en defensa del derecho democrático a la comunicación y desde una perspectiva ética, más allá de propuestas concretas de políticas de comunicación o de regulación. Estas orientaciones constituían una hoja de ruta hacia la creación de un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación, «más justo y eficiente». Las recomendaciones del informe se agrupan en cinco ejes: 1 Fortalecimiento de la independencia autoconfianza. 2 Consecuencias sociales y tareas nuevas. y la 3 La integridad profesional y las normas. 4 La democratización de la comunicación, y 5 Promoción de la cooperación internacional. Para democratizar el derecho a la comunicación el informe propone la contribución de los medios masivos a la promoción de la «causa justa» de los pueblos que luchan por su derecho a la autodeterminación: Los pueblos oprimidos que, mientras luchan contra el colonialismo, la discriminación religiosa y racial, se ven privados de la oportunidad de hacer oír su voz dentro de sus propios países. Nunca se implementó, pero muchos de los planteamientos y demandas del Informe MacBride siguen de plena actualidad. Este documento, no obstante, ha recibido críticas que subrayan algunas carencias significativas, como la falta de referencia a la sociedad civil y la ausencia de una perspectiva integral de género19; la alusión a la situación de las mujeres en la comunicación es puntual, sin un enfoque de género. 19 De Moragas, Miquel; Díez, Mercè; Becerra, Martín; Fernández Alonso, Isabel (coord.) (2005). Tema monográfico: El Informe MacBride, 25 años después. Contexto y contenido de un debate inacabado. Quaderns del CAC, núm. 21. 35 ¿Sabías qué? La incorporación de la perspectiva de género se define como: «El proceso de evaluación de las consecuencias para las mujeres y los hombres de cualquier actividad planificada, inclusive las leyes, políticas o programas, en todos los sectores y a todos los niveles. Es una estrategia destinada a hacer que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, así como de los hombres, sean un elemento integrante de la elaboración, la aplicación, la supervisión y la evaluación de las políticas y los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, a fin de que las mujeres y los hombres se beneficien por igual y se impida que se perpetúe la desigualdad. El objetivo final es lograr la igualdad [sustantiva] entre los géneros». Fuente: Conclusiones convenidas del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de 1997; extraído de la web de ONU Mujeres. 36 «Derechos iguales para las mujeres»: el diagnóstico del Informe MacBride El diagnóstico sobre los problemas de la comunicación del Informe MacBride dedicó un apartado específico a la situación de las mujeres20. Bajo un epígrafe titulado «Derechos iguales para las mujeres», define la desigualdad de género como la «más sistemática y arraigada» violación de los derechos humanos. La erradicación de esta desigualdad reviste una enorme complejidad «que requiere cambios radicales en las actitudes sociales y psicológicas». Sostiene la necesidad de promover el acceso libre e igual de las mujeres «a la educación, el empleo, la participación política y la comunicación […], si han de compartir justamente la solución de los problemas de su sociedad». El análisis hace hincapié en la disparidad existe entre mujeres y hombres en lo relativo a su educación. 20 MacBride, Sean (edit.) (1980). Un solo mundo, voces múltiples: comunicación e información en nuestro tiempo. México: UNESCO, Fondo de Cultura Económica, pp. 162 - 163. 37 Al momento de su publicación, las mujeres representaban el 60 por ciento de la población analfabeta del mundo: Se ha estimado que el 60% de analfabetos son mujeres, y que su número crece más deprisa que el de los hombres. En muchos países se espera todavía que las niñas se preparen solo para el matrimonio y los quehaceres domésticos. Las niñas reciben una educación más corta y de menor calidad que la de los niños y no pueden competir por los empleos, fuera de las labores manuales no calificadas. Incluso cuando los gobiernos emprenden campañas de alfabetización, las costumbres prevalecientes o la presión marital son tales que a menudo se prohíbe a las mujeres la asistencia a clases. El informe repasa aquellos ámbitos donde los desequilibrios de género en materia de comunicación son más patentes: industria mediática y contenidos informativos; televisión, cine y publicidad; literatura y revistas. Muestra algunos ejemplos concretos: en la industria de las comunicaciones, las mujeres rara veces se convierten en periodistas políticas o económicas, y pocas de ellas llegan a ser directoras o administradoras de alto nivel; en la publicación de libros o la realización de películas, los datos son similares; en las revistas de ficción y las películas de televisión, las mujeres aparecen casi siempre como «criaturas dependientes, irracionales y excesivamente emocionales»; en la publicidad, las imágenes proyectadas del ama de casa convencional o de la mujer como «objeto sexual», tienden a 38 reforzar los prejuicios y los estereotipos; la agenda de género tiene escasa presencia en los medios masivos. Todo esto ayuda a perpetuar las desigualdades existentes. Además, los medios no visibilizan a mujeres destacadas ni muestran las demandas del feminismo: En términos generales, los medios masivos prestan escasa atención a las cuestiones que tienen importancia específica para las mujeres, como el movimiento feminista o las contribuciones hechas por mujeres independientes y talentosas. Por ello, el informe hace un llamamiento a los medios de comunicación masivos, encomendándoles la defensa de los derechos humanos, recordando que «entre los derechos humanos que deben subrayarse se encuentran los de la igualdad de las mujeres y entre las razas». Concluye señalando que debe dedicarse especial atención a las necesidades de las mujeres en comunicación: acceso a los materia de igualdad de medios de comunicación y la garantía de que su imagen no quedará deformada por los órganos de información o por la publicidad. Uno de los roles de género más frecuentes en la publicidad es el que atribuye el papel de amante madre de familia y ama de casa. 39 Después del Informe MacBride Tras el fin de la Guerra Fría la nueva estrategia en el seno de la UNESCO («Nueva Estrategia de Información y Comunicación»), centrada en el uso y costos de la tecnología para comunicarse, desecharía para siempre la consideración del derecho a comunicar como un derecho humano, desapareciendo de la agenda de este organismo de la ONU. Actualmente, la UNESCO ya no conduce el discurso mundial sobre normativa en los medios de comunicación. Ha sido sustituida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones -UIT-, organismo especializado de la ONU para las tecnologías de la información y la comunicación. En la década de los 90, la sociedad civil se incorpora con fuerza a esta discusión, participando en conferencias y reuniones para elaborar propuestas y declaraciones en torno a la dimensión estratégica de la comunicación como herramienta para el cambio social, como la Carta de la comunicación de los pueblos21, escrita por especialistas y activistas con motivo del 50 aniversario de la DUDH (1998). Paralelamente, asistimos a un fenómeno histórico sin precedentes en torno a la comunicación, y de consecuencias similares a la invención de la imprenta por Gutenberg en 1456: la consolidación de la Sociedad de la Información (SI) y la proliferación del uso de Internet. En el marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), se desarrolló un foro paralelo impulsado por una coalición de organizaciones de la sociedad civil («Foro mundial del derecho a la comunicación»), que dio a conocer una Declaración de los Derechos de la Comunicación (Ginebra, 2003); se basa en los principios de libertad, inclusión, diversidad y participación, entendidos como demandas de los pueblos respecto del ejercicio de los derechos de la comunicación. 21 Accede en el siguiente enlace al texto completo traducido al castellano de la Carta de la Comunicación de los Pueblos: http://www.pccharter.net/charteres.html 40 El término «Sociedad de la Información» guarda estrecha relación con la globalización neoliberal, que propugna un mercado de las comunicaciones abierto y autorregulado. En contraposición, surge la llamada «Sociedad del Conocimiento», expresión avalada, entre otros organismos, por la propia UNESCO. De acuerdo con este organismo, la noción de sociedades del conocimiento parte de un enfoque basado en el desarrollo humano y la autonomía, orientado al fortalecimiento de los derechos universales y las libertades fundamentales, mejorando al mismo tiempo la eficacia de la lucha contra la pobreza y de las políticas de desarrollo. La constatación de la persistencia de la desigualdad en el acceso a fuentes, contenidos e infraestructuras mediáticas, así como los obstáculos que impiden la libre circulación de la información (censura y manipulación informativa) están en el origen de la expresión22. 4 Las conferencias regionales sobre comunicación Una de las vías utilizadas por el feminismo para reivindicar su derecho a la comunicación fue la organización de conferencias regionales que abordaran específicamente este asunto. Las conferencias de Bangkok, Tailandia (febrero de 1994); Quito, Ecuador (abril de 1994), y Toronto, Canadá (marzo de 1995), produjeron importantes reflexiones sobre los medios de comunicación y el papel de representación 22 Bindé, Jérôme (dir.) (2005). Hacia las sociedades del conocimiento: informe mundial de la UNESCO. París: Unesco, pp. 29-39. 41 de las mujeres. Las directrices que marcaron sirvieron de punto de referencia durante la Cumbre de Beijing de 1995 y ayudaron en el diseño de estrategias conjuntas de participación y planificación de acciones comunes. El Encuentro Mundial «La Comunicación como fuente de poder para las Mujeres» (Bangkok, 1994), organizado por la ONU, reunió a 400 comunicadoras de medios y redes de comunicación de más de 80 países del mundo. Su declaración denuncia la naturaleza patriarcal de los medios masivos: Los grandes medios son un instrumento dominado por los hombres al servicio de quienes ejercen el poder. A nivel global son controlados por el Norte; nacionalmente están en manos de la élite local. Tal como están estructurados actualmente, estos medios de comunicación fomentan estilos de vida no-sustentables, el militarismo, la creciente pauperización y patrones de consumo que convierten a las personas en consumidores, no solo de bienes sino también de ideas e ideologías: las mujeres, los niños y la mayoría de los hombres permanecen invisibles y sus voces no se oyen. Hay una particular falta de respeto por la integridad y dignidad de las mujeres: estereotipadas y deshumanizadas, nos han transformado en objetos. El uso excesivo de la violencia en estos medios destruye las sensibilidades de toda la humanidad. Como alternativa, propone otras formas de comunicación que tiendan a la descentralización y democratización; que sean sensibles a las necesidades de los colectivos más 42 vulnerables, que recojan los saberes y conocimientos de las mujeres: Debemos crear medios de comunicación que alientan al diálogo y al debate. Medios que favorezcan a las mujeres y la creatividad popular. Medios que reafirmen la sabiduría y los conocimientos de las mujeres y que hagan de las personas sujetos y no objetos o blancos de los medios de comunicación. Medios que sean sensibles a las necesidades de las personas. Durante el «Encuentro Regional de comunicación de género» (Quito, 1994) convocado por la Agencia Latinoamericana de Información y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, se lanzó un fuerte mensaje de denuncia frente a la concentración monopólica de la industria, que limita el acceso a la información y la libertad de expresión de la ciudadanía; sobre todo, de los grupos de población socialmente marginados y, en especial, de las mujeres: En particular hay una sistemática discriminación contra las mujeres, cuyas acciones, intereses y movimientos no son tomados en cuenta. En este contexto, es esencial propiciar la democratización de las comunicaciones y afirmar el papel de la comunicación de género como un elemento indispensable para consolidar las prácticas democráticas. Reafirmamos que la comunicación de género, como tema y práctica, es un elemento estratégico para el avance de las mujeres y de su movimiento. 43 Las comunicadoras y activistas presentes mostraron su inquietud frente a esta situación, contraria a los principios democráticos, al impedir la participación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones. Plantearon la necesidad de fundamentar prácticas comunicativas basadas en la igualdad social entre los géneros, y de reivindicar el derecho de acceder a las nuevas tecnologías de comunicación. En el mundo actual, la comunicación y la información ejercen una influencia cada vez más decisiva en la orientación social, política y cultural de nuestras sociedades. 44 En marzo de 1995, se celebró en Canadá el «Simposio Internacional sobre la Mujer y los Medios de Comunicación», en el que fue aprobada la Plataforma de Acción de Toronto. En su preámbulo, este documento valora las oportunidades de participación que la «explosión en el sector de las comunicaciones». Al mismo tiempo, advierte de las amenazas que representan los adelantos tecnológicos que han permitido el acceso global a la información: pueden convertirse en «un arma de dominación y de obscurantismo» y perpetuar imágenes negativas de la mujer, imprecisas y no ajustadas a la realidad. Concluye que una mayor participación de las mujeres en las esferas técnicas y políticas de las comunicaciones y los medios de difusión redundaría en un mejor conocimiento de su realidad, desde su propia perspectiva. Propone un conjunto de medidas para lograr esa meta, entre ellas, «estudiar la manera de tratar los tópicos de violencia contra las mujeres, dentro de un contexto educativo y no explotado». 5 La conferencia de Beijing: «La mujer y los medios de difusión» Entre el 4 y el 15 de septiembre de 1995, se celebró en Pekín (China) la IV Conferencia Mundial de la Mujer. Fruto de esa conferencia fueron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing23, aprobados de manera unánime por 189 países. 23 Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, documento accesible en: https://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/pdf/BDPfA%20S.pdf. Puedes consultar una versión actualizada del documento, con los resultados de Beijing+5, en el siguiente enlace: https://beijing20.unwomen.org/~/media/headquarters/attachments/sections/csw/bpa_s_ final_web.pdf 45 Una declaración política y un documento programático para avanzar en la igualdad y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo. Este evento tuvo un alcance mundial sin precedentes. Participaron en delegadas/os representantes las negociaciones gubernamentales acreditadas/os y de más más de 6.000 de 4.000 organizaciones no gubernamentales (ONG). Un foro de ONG celebrado de forma paralela atrajo a cerca de 30.000 participantes. Hasta la fecha, se han organizado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer en el marco de las Naciones Unidas; en Ciudad de México (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995). La Plataforma de Acción de Beijing establece una serie de objetivos estratégicos y medidas para el progreso de las mujeres y el logro de la igualdad de género en 12 esferas cruciales: la mujer y la pobreza, educación y capacitación de la mujer, la mujer y la salud, la violencia contra la mujer, la mujer y los conflictos armados, la mujer y la economía, la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones, mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer, los derechos humanos de la mujer, la mujer y los medios de difusión, la mujer y el medio ambiente, la niña. 46 La Conferencia de Beijing de 1995 fue la primera conferencia internacional en abordar la función estratégica de la comunicación para la defensa y promoción de la igualdad de género y los derechos de las mujeres: Mientras la mujer no participe equitativamente en las esferas técnica y de adopción de decisiones dentro del contexto de las comunicaciones y los medios de difusión, incluidas las artes, seguirá siendo objeto de representaciones falsas y se seguirá desconociendo cómo es en realidad su vida. Los medios de difusión tienen muchas posibilidades de promover el adelanto de la mujer y la igualdad entre mujeres y hombres mostrando a las mujeres y los hombres sin estereotipos, de modo diverso y equilibrado, y respetando la dignidad y el valor de la persona humana24. Imagen tomada durante la IV Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Beijing en 1995. Foto extraída de la web de ONU Mujeres. Conoce los nombres de algunas de las participantes en ese encuentro en el siguiente enlace: https://www.un.org/womenwa tch/daw/beijing/sat9.htm 24 Naciones Unidas, Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing, 4 a 15 de septiembre de 1995, A/CONF.177/20/Rev.1, disponible en: https://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/pdf/Beijing%20full%20report%20S.pdf 47 Durante la conferencia, dos aspectos fueron considerados centrales tanto por las organizaciones sociales como por las comunidades científicas, periodísticas y de comunicación: la imagen de las mujeres transmitida por los medios de comunicación, y su acceso desigual a la propiedad y producción de los medios de comunicación25. «Las redes mundiales de comunicación se han utilizado para difundir imágenes estereotipadas y degradantes de la mujer con estrechos fines comerciales y de consumismo» (Declaración de Beijing, p. 33). Reconociendo la asociacionismo importancia femenino de como las mujeres 48 y productoras del de comunicación, el Punto J de las conclusiones insta a los gobiernos: 25 Sirgo Álvarez, María Oliva (2016). Las mujeres y derecho a la comunicación. Revista de Derecho UNED, núm. 18, p. 483. 1) A facilitar el acceso, participación y toma de decisiones de las mujeres en los medios, y el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación (Objetivo estratégico J.1.) 2) A fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de las mujeres en los medios de difusión (Objetivo estratégico J.2.) Así se incrementará nuestra capacidad de luchar contra las imágenes negativas que se difunden sobre nosotras a nivel internacional, frenando los abusos de poder de la industria. Además, el Punto J hace un llamamiento a establecer mecanismos de autorregulación en los medios, diseñando herramientas para suprimir programas que contengan sesgos de género. El documento propone, entre otras, las siguientes medidas: Fomentar la educación, la capacitación y el empleo de las mujeres para lograr su acceso igualitario a todas las esferas y niveles de los medios de difusión. Fomentar la investigación de todos los aspectos de la imagen de las mujeres en los medios para determinar las esferas que requieren atención y acción. 49 Examinar las actuales políticas de difusión con miras a integrar una perspectiva de género. Promover la participación plena y equitativa de las mujeres en los medios; incluida la participación en la gestión, la producción de programas, la educación, la capacitación y la investigación. Procurar que una distribución equitativa de los nombramientos de mujeres y hombres en todos los órganos consultivos, de gestión, de reglamentación o de supervisión, incluidos los relacionados con los medios de difusión privados y estatales o públicos. Alentar a estos órganos, siempre que ello no atente contra la libertad de expresión, a que aumenten el su programación para mujeres y los contenidos realizados por mujeres, para que sus necesidades y problemas se traten en forma apropiada. Estimular las redes de comunicación de mujeres, como medio de difusión de información y el intercambio de ideas, incluso en el plano internacional. Entre estas redes, cita las redes electrónicas y otras nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación. 50 Brindar apoyo a los grupos de mujeres que participan en todos los ámbitos de los medios y de los sistemas de comunicación. España fue uno de los países miembros pioneros en el desarrollo de normativa orientada a implementar las recomendaciones contenidas en el Punto J del documento final adoptado en Beijing. Entre los avances implementados podemos destacar: La adopción de políticas públicas, a distintos niveles y en ámbitos sociales y económicos. La potenciación de códigos éticos en los medios de comunicación y en la profesión periodística. La promoción de la presencia de las mujeres en la selección y difusión de contenidos mediáticos. El acercamiento de las mujeres a la industria mediática; a la participación en la misma como propietarias y productoras26». 26 Sirgo Álvarez, María Oliva (2016). Las mujeres y derecho a la comunicación. Revista de Derecho UNED, núm. 18, p. 483. 51 Pese al tiempo transcurrido, Beijing constituye un punto de referencia, pues una gran parte de los compromisos adquiridos por los gobiernos no se satisfecho. Los medios masivos no han modificado sus contenidos y siguen reproduciendo estereotipos de género y validando la violencia hacia las mujeres y las niñas. ¿Sabías qué? La Agenda 2030 (Nueva York, 2015) y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) instan a los Estados a «lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas» (objetivo 5). Como metas concretas, establecen la mejora del « uso de la tecnología instrumental, en particular, de la tecnología de la información y las comunicaciones para promover el empoderamiento de las mujeres» (meta 5.b) y construir «sociedades justas, pacíficas e inclusivas» (objetivo 16). 52 04 Hoy el escenario es otro A nivel mundial, persisten las voces que exigen el establecimiento del derecho a la comunicación como un derecho humano, esencial para la defensa del resto de derechos. El movimiento feminista continua dando pasos hacia adelante en orden a su reivindicación y para la adopción de nuevas estrategias comunicativas, logrando movilizaciones masivas en todo el mundo por los derechos de las mujeres y las niñas. Fruto de la dimensión colectiva del derecho a la comunicación, entendido como un «derecho a saber», se ha profundizado en la relación entre comunicación, autonomía de la población y derecho a la autodeterminación de los pueblos (Declaración de Brisbane de 3 de mayo de 2010, UNESCO). Existe un consenso generalizado acerca de la función social de la comunicación, al entender que tutela temas de interés público. Desde esta perspectiva, se vincula con el desarrollo 53 humano y el cambio social, siendo indispensable para la existencia de una democracia participativa inclusiva. Surge el llamado periodismo ciudadano: ciudadanas y ciudadanos transmiten información ausente de la agenda de los medios convencionales. Para comprender este fenómeno, que implica todo un cambio en los modelos de comunicación, es imprescindible tomar en consideración a las redes sociales, que permiten difundir información en tiempo real con un efecto multiplicador. Autoría: Freepik.com Licencia para Colaboratorias. Marzo de 2020. En oposición a las jerarquías de la información se consolidan los medios de comunicación alternativos y medios del tercer sector de la comunicación (TSC). 54 Son emisoras de radio y televisiones sin ánimo de lucro que tratan de preservar la diversidad cultural y lingüística, la inclusión social y la identidad local. El Parlamento Europeo ha reconocido la importante función que cumplen en el fomento de la tolerancia y pluralismo de ideas en la sociedad27. Radiópolis 88.0 FM es una emisora de radio independiente cuyo objetivo es promover el acceso de la ciudadanía al derecho a la comunicación. Puedes seguir su programación y actividades en el siguiente enlace: http://www.radiopolis. org/escuchanos.html Parte del debate actual guarda relación con el derecho que tiene la ciudadanía de acceder a la información pública28, entendido como una vertiente del derecho a la información. 27 Resolución del Parlamento Europeo, de 25 de septiembre de 2008, sobre los medios del tercer sector de la comunicación (TSC) (2008/2011(INI). 28 Al respecto, puedes consultar la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno: https://www.boe.es/eli/es/l/2013/12/09/19/con 55 Desde esta perspectiva, la transparencia se vincula con la participación ciudadana29 y la ética pública y constituye un indicador de la calidad democrática que tienen los gobiernos. No es, en conclusión, por la vía de un patriotismo estrecho y cicatero como puede construirse la identidad ciudadana, sino por la reflexión acerca de los obstáculos que se dan en nuestra sociedad para fomentar hábitos de participación y de compromiso con los problemas más graves de nuestro tiempo. Victoria Camps. Como hemos apuntado antes, frente a la escasa permeabilidad de los medios tradicionales, poco plurales y participativos, Internet y las nuevas tecnologías han venido a democratizar la comunicación. La sociedad vive inmersa en un proceso de apropiación y uso de las TIC. Debe tenerse 29 En Andalucía, recientemente, se aprobó la Ley 7/2017, de 27 de diciembre, de Participación Ciudadana de Andalucía: https://www.boe.es/eli/es-an/l/2017/12/27/7 56 en cuenta que las deficientes condiciones materiales y el analfabetismo digital en muchos países está generando nuevas formas de exclusión. No solo se está produciendo en territorios en vías de desarrollo: la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha advertido que más de un 90% de la población adulta europea no posee las competencias digitales que se requieren para manejar correctamente un ordenador. Richard Appiah Akoto, profesor de Ghana cuya metodología de trabajo dio la vuelta al mundo al hacerse viral esta foto en redes sociales. El maestro enseña informática a su alumnado dibujando la interfaz de Word en una pizarra convencional. Después de conocerse su historia, su escuela recibió diversas donaciones de equipos informáticos. Puedes leer la noticia completa en el medio digital El Periódico: https://www.elperiodico.com/es/extra/20180302/microsoftregala-ordenador-profesor-dibuja-pizarra-ghana-6663196 57 Estos cambios han traído aparejadas nuevas demandas sociales, como la de necesaria protección de los derechos digitales de la ciudadanía30. En el feminismo, existe hoy un consenso sobre el hecho de que las nuevas tecnologías son una pieza clave para el activismo y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. La comunicación digital se ha convertido en una herramienta imprescindible que nos permite trabajar en red, movilizarnos y dar respuesta inmediata a diversas necesidades y problemáticas. Esto nos lleva a una nueva dimensión de la violencia: las violencias de género en línea, ejercidas con especial virulencia hacia las mujeres y las niñas desde el anonimato que permiten las redes sociales. Imagen de la campaña contra el sexismo y la violencia de género en Internet lanzada por ONU Mujeres,Women should,. Más información en: https://www.unwomen.org /es/news/stories/2013/10/ women-should-ads #womenshould 30 Nuestro país ha sido pionero en regular esta materia, mediante la aprobación de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales: https://www.boe.es/eli/es/lo/2018/12/05/3/con 58