1. La procedencia de ambas noticias son de autores con un perfil falso, no muestran nombres ni apellidos, circulantes en la plataforma del YouTube y de la red social Facebook. 2. - Son falsas por no tener a un autor debidamente identificado. - Sus objetivos son desacreditar a un personaje político y de igual manera que las personas no acudan a vacunarse contra el COVID19. - No basan su información con documentos fehacientes y con sustento científico. 3. La ciudadanía debería recibir un plan de alfabetización digital y obtención de información de calidad en esta era digital que genera una noticia. Las noticias falsas siempre han existido, pero hoy con la masificación del uso de las plataformas y redes sociales se han hecho más recurrentes. Los usuarios tienen una amplia gama de información, pero no precisamente confiable si no se vulgariza esa información o se identifica por lo menos las fuentes de su procedencia. He allí la responsabilidad de una educación mediática que logre formar ciudadanos no solo como usuarios de tecnología si no de discriminar la información que inclusive puede crear la misma persona. En ese sentido la escuela surge como un ambiente ideal para iniciar con esa tarea de identificar información no necesariamente verdadera, si no que repercute en la idea de criticidad del estudiante. Las redes sociales han democratizado de alguna forma la información, pero con una gran responsabilidad para los ciudadanos.