Subido por jose Octavio Cruz López

ensayo 3

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ESPECIALIDAD.
Asesor técnico pedagógico.
MATERIA.
Competencias digitales para la asesoría
técnica pedagógica.
ASESOR.
Raúl Pérez Verdi.
PRESENTA:
José Octavio Cruz López.
20 de octubre de 2022.
Análisis filosófico.
Introducción.
A lo largo de la existencia de un individuo, se transita por diferentes callejones o
veredas hasta llegar a un lugar, o punto de partida, según lo vea cada sujeto, y
dependiendo en que momento, de ese transitar, ubica su camino, sin embargo
como sujetos inacabados que somos (Freire, P. 2003), y en constante búsqueda,
luego de enfrentar a lo ya vivido, en la formación de didáctica crítica, por parte de
Nech, (nueva escuela chiapaneca), encontrando en su momento algunos puntos de
articulación, y de marcas escondidas en un pasado, que se hizo presente, y que
modifico sin duda alguna, mi pensamiento y mi ser, al permitir cambios necesarios
en el aquí y ahora, para mejorar mi existencia y hacerla más llevadera, pues el
proceso, re significó vivencias, que permeaban el presente, con cargas negativas
emocionales.
Sin embargo hoy día vuelvo al camino de la búsqueda, determinado por una
necesidad al instalarme en la duda, en un mundo cambiante, en un mundo de
manipulación política, en donde los peces grandes se comen a los pequeños y en
donde, la gran masa de la pirámide poblacional, sirve precisamente de escalón para
que otros suban en ellos permitiendo el crecimiento de unos pocos, basados en lo
que Foucault denomino situaciones de poder, y donde unos pocos sujetos se
mueven de esa gran base para tratar de conseguir sus sueños, su crecimiento, o
autorrealización, aunque ello implique sacrificar su zona de confort, y llenarse de
valentía para transitar al pasado-presente, y resignificarse en esa búsqueda, y es
ahí donde me cuestiono ¿Qué sentido le encuentran a la vida?, y me espejeo, en
momentos de crisis, ¿Quién soy yo?, y el camino me lleva a la lectura, y llego al
texto Descolonizar el Saber (Pérez, F. 2010), quien menciona el sentido como
intención, sentir (emoción), y también sentido como dirección, al cuestionarme
¿hasta dónde llegare?, encontrando a mi paso en esa lectura, que la conciencia no
determina el ser social, pero si el ser social determina la conciencia, esto es sujetos
constructores de realidades.
Pues iniciamos un proceso de construcción de conocimiento propio, al
desestructurar ideas de otros, o planteamientos que fueron hechos por otros, en
momentos diferentes, en contextos diferentes, y hoy día, no es posible sujetarse a
situaciones estáticas pues todo es dinámico.
Y de nuevo en ese camino de la lectura y de la vida misma llego a situaciones de
crisis en diferentes ámbitos de la existencia humana, que me lleva nuevamente a la
interrogante principal, y a donde sea que uno llega, en lo académico o laboral, le
piden presentarse a cada nuevo integrante de un equipo, y partimos del ¿quién
soy?, y lo que vemos constantemente en respuesta a esa interrogante, es un cumulo
de títulos y experiencias académicas y laborales, convirtiendo esto en una especie
de historia de vanidad acumulativa, pues el sujeto mismo solo deja ver esa parte de
su persona o en su defecto solo eso ve también él.
¿Es esto ejercer un poder?, ¿Qué institución empodera al sujeto, y para qué?
¿Acaso los títulos académicos los vuelven mejores seres humanos?
¿Qué finalidad tienen el cúmulo de documentos institucionalizados que le brindan
“seguridad” al sujeto? ¿O acaso su inseguridad le otorga un poder?
¿Porque se debate en esa guerra del tener o el ser?, ¿quién lo mueve o lo detiene,
en un ciclo documental que no permite ver la historicidad del sujeto más allá de lo
académico?
Lo que lleva a cuestionarme ¿quién soy yo?, ¿quién estoy siendo?, ¿quién he sido?,
y aquí es donde inicia mi problematización como sujeto, pues si reflexiono desde
Foucault, encuentro un sujeto con un saber técnico practico, y si saber es poder,
¿acaso lo tengo?, ¿cómo lo ejerzo?, mis ideas y formas de pensar me hacen
diferente a los demás, quizá estoy transitando un mundo con mi propia locura, o
¿quizá estoy tratando de no agradarle a nadie en mi rebeldía epistémica?, ¿porque
estudie y para qué? ¿En dónde ando transitando en el mundo de las emociones?,
¿cómo me han constituido esas emociones?
Y llego a un nuevo punto de partida que quizá sea el mismo en que me encontraba
a un inicio, sin embargo tal vez cambie la dirección del mismo punto de partida en
virtud a nuevas interrogantes, pues al momento me encuentro, en el desencuentro,
en la divergencia y quizá hasta en la ausencia del sentido., ¿En dónde estoy?
Desarrollo.
Como sujeto con un saber técnico practico, en el diario andar de experiencias en
el campo de la asistencia social, dentro del ámbito institucional que forma al sujeto
de acuerdo a un orden social, necesario para convivir con otros, sin embargo otra
parte de mí se revela, me mueve y grita para ser
escuchada, al oírla logro
comprender que las otras partes que me constituyen me llevan a sentir pensar, que
la otra cara del hacer es comprender, y es aquí donde nuevamente surgen las
interrogantes, ¿A dónde quiero llegar?, ¿Dónde estoy transitando?. ¿Acaso he
conquistado ese territorio?
En el campo de la salud, ¿he constituido mi propio territorio, o estoy en búsqueda
de ese objetivo? ¿Para qué?
Recuerdo como llegue al área de la salud, un día sin tener dinero para estudiar me
desplome y una emoción llamada coraje se apodero de mí, permitiendo esto que
esa sensación nublara mi mente, y abandonara el barco de los sueños y fuera hacia
el área de confort, donde muchos se regocijan y disfrutan de sus frustraciones y/o
quizás, sonríen a su dolor mientras callados sufren una perdida, quizá no lo sé, pero
sé que decidí moverme y así encontré una forma de entrar al ruedo, en palabras de
Maslow, decidí agruparme, y buscar la auto-realización, sin embargo aún estoy en
ello, pues el poder que ejerce el capitalismo, donde todo está regido por el dinero
para poder subsistir, es avasallante, y decidí esforzarme más, para no quedar ahí,
vencido y frustrado por el poderoso caballero, refugiándome en cruz roja delegación
Tuxtla, donde encontré talentos que servían a una población necesitada y poco
agraciada por el sistema, logrando cimentar, amistades, dudas y certezas en ese
momento tan reales como hoy no las tengo, provocando en mí, una búsqueda para
seguir adelante, y buscar la libertad en los controles que existen en toda institución
que quiere hacer al sujeto a medida, sin permitir la construcción de su propio
conocimiento, y si domesticarlo en su mismo método o sistema de control,
rendimiento y producción.
Y desde la óptica del poder ¿quién estoy siendo?, acaso un sujeto que ejerce poder
y ¿Dónde lo uso?, quizá desde mi mismo, para con quienes me rodean, o desde mi
centro de trabajo para con quienes se supone debo servir, a la par de experimentar
la misma secuencia del poder, esto es ¿quién ejerce poder sobre mí? Acaso mis
padres, mis maestros o mis jefes, y desde donde lo ejercen, pareciera esto, un juego
de palabras, o un trabalenguas ilógico en el construir de una búsqueda epistémica,
de un sujeto que se encuentra en un punto de desencuentro para tratar de definirse,
pues en una sociedad capitalista, como la que nos controla hoy día, a través de un
salario devengado por nuestro tiempo y en ocasiones hasta de comprar nuestro
criterio y celebrar todo lo que diga ese otro, en nombre de ser el jefe o el mandamás,
en una cadena de servicio por una remuneración económica. Pues si bien hoy por
hoy la gran mayoría de sujetos se ciñe a contrataciones básicas por percepciones
económicas, habrá quienes disfruten o se sientan llenos y satisfechos con esa
participación en una sociedad de servicios o producción, sin embargo aquellos
quienes aun estando en esa cadena de producción y servicios, sienten que no llena
sus expectativas y desean construir desde otra óptica donde sean ellos mismos
como sujetos capaces de sentir-pensar y de-construir lo existente, para construir
otras formas de ver el trabajo, la producción o los servicios más allá del solo hecho
de hacer, sino también del ser, donde involucre su propio criterio y sentir para liberar
emociones y de esta forma crecer hacia un mundo donde favorezca la ecología de
las emociones en un plano vivencial, reflexivo y auto analítico, abonando a una
sociedad prospera y equilibrada en todos los sentidos.
En esa búsqueda llegue a la formación de un doctorado en desarrollo humano,
misma que realice en formato online, donde hubo un sinfín de desencuentros, donde
no predomino el sujeto, como fin de la formación académica, humana, critica y
reflexiva, sino la educación institucionalizada, pues se trató de un show académico
de saber hacer, donde el protagonista principal era el docente a través de una
pantalla, que era de él, y solo soltaba a conveniencia los tiempos, pues solo se trató
del cumplir una rúbrica, sin discutir, sin crear, una realidad a través de cada sujeto,
desde su contexto o experiencias, predomino en todo momento el gran maestro
ceremonial APA 7, pues es la moda del momento, donde se instaló en el sujeto
estudiante la necesidad de cumplir para obtener un puntaje, y donde las discusiones
en el momento de la clase online se vertían cuestionamientos como los siguientes:
¿El trabajo es a doble espacio? ¿En pdf? ¿Debe llevar el nombre y clave de la
materia?
Y donde yo quería que se cuestionara, ¿por qué de la materia de migración, en el
programa, cuál era su finalidad social? Y cada que cuestionaba, se me indicaba que
era parte del programa, sin profundizar en el área social, donde todos coincidimos,
como sujetos parte de una sociedad, pues desde mi óptica profesional y humana,
al estar en al área de la salud, en un triage de urgencias de hospital Gilberto Gómez
Maza, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, diariamente observo las diversas situaciones
que llevan a los sujetos a una sala de urgencias, desde la pobreza económica,
cultural, social y emocional, pues personas de la tercera edad abandonadas y en
situación de calle, jóvenes de 14 años siendo padres y en todo este contexto, de la
pobreza como dispositivo generador de pobreza, me cuestiono,¿ quien tiene el
poder? ¿Cómo se ejerce el poder? ¿A caso son estos los borregos de un rebaño?
¿Y literalmente existe un pastor? ¿Cómo la migración afecta a otros, al romperse el
estado de derecho? ¿A quién conviene el proceso migratorio? ¿Quién mueve los
hilos de este fenómeno circense?, ¿la educación se ve afectada por esa migración?
¿Los docentes de cada zona están capacitados para atender a esa población
flotante y migrante? Desde mi propia trinchera, observo que las personas migrantes
están en condiciones de calle y enferman, y me pregunto ¿ soy parte de la solución
de los problemas de salud de los migrantes o no, desde mi propia experiencia?
¿Que biopoder se ejerce a través de una institución llamada gobierno local o
internacional? ¿Cómo ejercen el poder las diferentes instituciones llamadas
policías, guardia nacional, instituto nacional de migración?
Y entonces como se mueve el pensamiento, ¿cómo se construye una educación
critica, donde se le poder al sujeto? o ¿solo se somete el sujeto al poder del otro
sujeto llamado docente, director, etc.?
¿Existe el docente como facilitador en las clases online o es simplemente otra parte
más del sistema burocrático evaluador?
¿A dónde me lleva este sistema educativo?, ¿Qué me provoca, deseo, coraje, o
incertidumbre en un mundo cambiante?
Por ello encuentro en (Foucault, M. 2002), que menciona que la historia del
pensamiento, de los conocimientos, de la filosofía de la literatura parece multiplicar
las rupturas y buscar todos los erizamientos de la discontinuidad, mientras que la
historia propiamente dicha, la historia a secas, parece borrar, en provecho de las
estructuras más firmes, la irrupción de los acontecimientos. Pero una realidad clara
y presente en el hoy, es la educación vista como una formación que cada sujeto
trae, independientemente de donde haya transitado lo académico, pues existen
pensadores de diferentes escuelas clásicas o modernas y de diferentes contextos,
locales, regionales o internacionales, que coinciden en un ideal de cambio.
Pues en un pasado no lejano y en un presente discontinuo, la escuela vista como
un espacio de formación, de acuerdo a intereses de diversos actores políticos o
geopolíticos, es el lugar donde se enseña lo que interesa a otros enseñar o en su
caso continuar una doctrina estática, de no pensadores que ubica a los educandos
como fuerza de tarea y no de pensadores libres con capacidades resolutivas desde
la libertad de pensamiento, basada en lo que cada sujeto decida integrar como parte
de su realidad, o sujetos históricos, que basado en esa historia modifiquen su
transitar, al re significar y construir nuevas formas de enseñar y aprender desde el
sentir pensar, ejerciendo su libertad de pensamiento y hasta sea posible de acción.
Sin embargo menciona, Juan Jacobo Rousseau uno de los referentes más
importantes, del marxismo, “ que el hombre ha nacido libre, pero que en todas partes
se encuentra encadenado, antepone sentimiento, sensibilidad e instinto a la pura
razón, considera la libertad como un derecho natural estrechamente ligado a la
igualdad (Tomassi, 1978, p. 14).
Y en esa búsqueda de como liberarme del solo hecho de saber hacer, encuentro un
fugaz sentido en estar siendo desde la óptica de Rousseau un sujeto que siente sus
emociones y se plantea, ¿cómo entrar al mundo del ser?, ¿cómo transitar hacia esa
libertad de pensamiento? ¿Desde dónde partir?, pues el hecho de reconocerme a
mí mismo como un sujeto que se encuentra en un momento de crisis, (donde según
Foucault, es el fenómeno de intensificación circular que solo puede ser detenido por
un mecanismo natural y superior que va a frenarlo, o por una intervención artificial),
que no es solucionada desde el pensamiento de otro sujeto, o desde la discursiva
popular del “aquí no pasa nada”, que no sirve más que para aumentar la carga de
lo mismo en un argumento estático, a lo ya encadenado a la relación de poder y de
opresión, que debe sujetarse a esas normas, que quizá no son aplicables a todo
mundo desde la misma óptica.
Sin embargo no podemos perder de vista, al docente como sujeto historizado, que
tiene un pasado y un presente, y que sin duda tiene en él, las marcas que su trayecto
de vida en los ámbitos, personal, familiar, laboral o académico que ha enfrentado,
menciona Bruns B., Luque j. (2015), que la formación de capital humano, es un
ingrediente principal, para una mayor productividad, y aceleración de las
innovaciones, como desafío central de la región de América Latina.
Para ello es fundamental medir el desempeño de los profesores de América latina
y el caribe, respecto de parámetros establecidos, e identificar las principales
dificultades, ellos basan sus resultados en profesores de educación básica
(preescolar, primaria y secundaria) en los sistemas educativos públicos, pues
mencionan que dichos niveles “continúan siendo los guardianes de la calidad de la
educación y los arquitectos de las políticas educativas”.
Sin embargo en palabras de Carr, (2000), en Navia Antesana, C. (2007), surge la
promoción de una autonomía, que ilustra, que emancipa, que se propone como un
método de la crítica ideológica, como un método de autorreflexión crítica, que
explora la irracionalidad de las creencias, de las prácticas, la fuente de irracionalidad
en los contextos institucionalizados, en forma de vida social. Por tanto la crítica
ideológica se plantea como un medio para el auto-entendimiento, en la cual lo
distorsionado puede hacerse transparente, y verse privado así de su poder.
Esa autonomía de la que se habla en el enunciado anterior, derrumba mis certezas
pues se construye una disrupción al cuestionarme, ¿desde dónde se coloca el
autor? ¿Las creencias en que estoy transitando tienen poder sobre mí?, ¿cómo me
espejeo en esa autonomía?, ¿qué institución me impide crecer?, ¿dónde está mi
“yo distorsionado”?, y observo a mi lado sujetos que transitan esta misma aventura
llamada vida, y observo su caminar, su andar y me espejeo, ubicando donde ejerzo
poder sobre ellos o ellos sobre mí, los enunciados que los mueven a construir
nuevas rutas de encuentro o desencuentro son resonadores para mi encuentro o
son distractores de mi realidad, y luego entonces escucho una voz interior que
suena fuerte en mi cabeza para cuestionar ¿Porque todos habitan su ser en la
docencia? ¿Qué poder ejercer la docencia en ellos? O por el contario, ¿la docencia
los empodera?, ¿somos seres oprimidos por la docencia?, o ¿somos opresores a
través de ella? ¿Quiénes somos?, o mejor aún ¿quién soy yo?
Fingermann, H. (2014), través de las instituciones escolares (uno de esos pequeños
poderes) dice Foucault, el poder controla el saber y las creencias sociales,
estableciendo valores que les aseguren su control. Quienes no aceptan lo que es
tenido por cierto, serán “castigados” desaprobando las asignaturas, pues no
consolidan el orden social que se pretende imponer. Foucault no está en contra del
poder, natural en las relaciones sociales, o sea de la influencia que puede ejercer
alguien sobre otro, sino de la dominación, que quita la libertad. La escuela debe
ejercer un poder orientativo sobre los alumnos, pero llegar a la verdad a partir del
cuestionamiento y de la crítica sana de individuos libres.
En palabras de Freire, P., (2016). El camino de la interrogación significa e implica la
apertura al otro, que la propia palabra sugiere, requiere. Simultáneamente, opera
también una apertura a un tiempo y a un querer vivir, singularidad y corporeidad,
hospitalidad y creación social, acogida y mediación, pasión y reconocimiento,
autoridad y testimonio, y comporta a un abrirse, además a la alteridad, carácter
fundamental de la materialidad, que nunca será autoafirmación ni mera habilitación,
sino dialogo e interacción y, muchas veces, conflicto y enfrentamiento , constitutivos
ambos de una relación y/o mediación dialógica entre personas y entre la palabra
propia y la ajena, ambas habitadas, entre personas, palabras y el mundo donde
subyace el carácter netamente dialógico del sujeto( como inquietud, y curiosidad,
como inconclusión) la potencia de la libertad y la autonomía del ejercicio de la propia
voz y del propio cuerpo en juego y contexto con otras voces y otros cuerpos,
indisolublemente ligados al proceso de liberación.
¿Cómo es que la palabra tiene poder? ¿Quién da ese poder a la palabra, a los
enunciados?
“Pues decir la palabra es el derecho a convertir-se en parte de la decisión de
transformar la realidad. Leer la palabra dicha, desde esta perspectiva, presupone la
reinvención de la sociedad de hoy en día. Dicha reinvención exige, por otro lado,
la reinvención del poder”.
Pues todo nace a través de una pregunta, de una duda, de algo que revolotea en
un lugar más allá de la realidad, pues quien estoy siendo quizá no sea el mismo que
busca y decide cuestionarse ¿quién soy?
Formular dichos cuestionamientos pertinentes sobre un acontecimiento, el tiempo o
los lugares que indica, ¿Quiénes lo hacen posible? ¿De qué forma lo llevan a cabo?
de manera activa o pasiva, lo que emerge, los sentidos y significados que
reconstruyen a través de ideas, prácticas y usos que llevan una dimensión
emancipadora, constituyéndose en una herramienta o un dispositivo, potente y
esperanzador, real y efectivo, para la constitución de una libertad liberada, de una
subversión realizada que nos facilite volver a tomar la palabra, singular y
colectivamente, arrebatándoselas al dominio del mercado. Pues al leer el mundo
como si fuese un texto, sustrayéndose al poder y al dominio, a la opresión, puesto
que: allí donde hay poder, no hay comunidad, allí donde hay poder, no hay amor,
responsabilidad, compasión, simpatía. Allí donde hay poder, no hay esperanza.
Freire, P. (2016).
Pues hoy por hoy, estamos en un mundo cambiante que lo mismo aumenta los
precios de los alimentos, que impone pagos tributarios y nos impone medidas de
restricción, controla los espacios educativos, los espacios laborales, acceder a una
estabilidad laboral y financiera requiere de astucia, así como vencer al sistema para
lograr escabullirse bajo la sombra de una institución, pues quien logra ese acto
circense, inicia una travesía, toda una aventura en un campo de batalla llamado
burocracia, buscando el tan anhelado punto de encuentro llamado crecimiento, pues
requiere de otro sujeto para tener acceso a la libertad, no exclusivamente en el
aspecto físico, sino de las libertades financiera, emocional que permita dar
seguridad a su núcleo familiar.
Sin embargo puntualiza Galeano, E. (2018), caminar es un peligro y respirar es una
hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la
necesidad está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las
cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que
tienen. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no
como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas
y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos
de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que una bala perdida no nos abrevia
la existencia.
¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra
única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar
de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y aceptar el futuro en lugar
de imaginarlo; así practica el crimen, y así lo recomienda. En su escuela, escuela
del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia, y resignación. Pero
está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga contracara, ni
desaliento que no busque aliento. Ni tampoco escuela que no encuentre su contraescuela.
Y es aquí donde nuevamente en ese intento de búsqueda me pregunto, ¿qué
libertades tengo?, ¿la ansiedad tiene poder sobre mí? ¿Qué libertades tengo?
¿Dónde puedo hallarme?
Quizás en la monotonía de la actividad laboral, en donde se encierra mi supuesta
seguridad y autonomía para ahí lograr establecer el vínculo afectivo con mis
emociones o desapego, o ¿quizá es miedo?, hacia donde se dirige mi barco, o es
acaso que sigo los pasos que describió Foucault en la historia de la locura, a través
de un navío llamado vida y tránsito por el rio de un lugar a otro sin construir mi propia
morada, ¿Dónde está la razón de mi locura llamada búsqueda?
Surgen más inquietudes en este recorte de mi realidad, ¿desde donde opera la
domesticación del sujeto?
Su obra con referencia al tema educativo son varias pero no exclusivas, por ejemplo,
“los intelectuales y el poder” o “microfísica del poder”. En “vigilar y castigar” (1975)
que en realidad tiene como tema central al régimen carcelario, nos dice que en las
escuelas el alumno está vigilado, encerrado, examinado, distribuido en clases,
jerarquizado en etapas, para tornarlo dócil y moldeable, y de este modo ser un
individuo que saldrá a la vida, y especialmente al mundo del trabajo como obediente
y disciplinado, para cumplir con las demandas empresariales, que se tornaron muy
nítidas a partir de los cambios del siglo XVIII y la aparición de las fábricas. El maestro
también está controlado, ya que debe cumplir un programa, establecido por otra
institución de poder. Ambos, docente y alumno, deben cumplir las conductas que
de ellos se esperan, homogeneizándolas, para no recibir las consecuencias
disciplinarias. Fingermann, H. (2014).
Referencias.
Bruns B., Luque j. (2015). Profesores excelentes. Como mejorar el aprendizaje en
América Latina y el caribe. Banco mundial.
Díaz Ramirez, W. J., & Sanabria Tellez, Y. P. (2016.). Pedagogías Criticas y
Emancipatorias. Un homenaje a Paulo Freire. Bogóta Colombia.:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Fingermann, H. (2014). Foucault y la educación. La guía. Disponible en:
https://educacion.laguia2000.com/general/foucault-y-la-educacion
Consultado 23/09/2022.
Freire, P. (2003). El grito manso. Buenos Aires, Argentina. siglo XXI.
Freire, P. (2016). Por una pedagogía de la pregunta. México. Siglo XXI.
Galeano, E. (2018) Patas arriba (la escuela del mundo al revés). México. Siglo
XXI.
Navia-Antezana, C. (2007). Pedagogía de la autonomía en Paulo Freire.
Universidad de
Durango. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2358910
Consultado el 15 agosto 2021.
Pérez Pérez., F. (2020). Reformar el pensamiento. Descolonizar el poder. México.:
Cresur.
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