EL EVANGELIO ES… Cole Brown Copyright © 2016 Cole Brown All rights reserved. ISBN: 1540316823 ISBN-13: 978-1540316820 Autor: Cole Brown Traducción de Ana Ávila Productor Ejecutivo: Thomas J. Terry Diseño: Anthony M. Benedetto Gerente de Proyecto: Samuel Nagel © 2016 Cole Brown / Humble Beast Records. Derechos reservados. No se permite la reproducción total o parcial de este libro ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación, u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Para pedir permiso, contacte a la editorial usando la dirección de correo electrónico que sigue. Humble Beast Publishing, Portland, Oregon 2016 ISBN 978-1540316820 Scripture taken from the SANTA BIBLIA, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL NVI. Copyright © 1999 by Biblica, Inc. Used by permission of Biblica, Inc. All rights reserved worldwide. Para pedir libros: Ventas de volumen. Descuentos especiales son disponibles por compras de volumen de empresas, organizaciones, ministerios, y otros. Contacte la editorial para más información a [email protected]. Pedidos por librerías o mayoristas. Por favor contacte Humble Beast: Tel: 001.330.280.3600; o visite www.humblebeast.com. Dedicado a cada miembro de Emmaus Church y de Doxa Iglesia Cristiana, cada uno de los cuales ha contribuido a sacar el Evangelio del ámbito de la teoría y llevarlo a lo más profundo de mi corazón y de mi vida. NOTA DEL AUTOR Gracias por elegir El evangelio es. Escribí este libro tras haber pastoreado una iglesia durante 9 años que fundé en Portland, mi ciudad natal, y haberme mudado junto con mi familia a la Ciudad de México, donde ayudo a plantar nuevas iglesias. Mi experiencia en ambos lugares me ha enseñado una y otra vez, que lo que los cristianos llaman “el evangelio” no solo es el mensaje más importante de la historia del mundo, sino que también es el más incomprendido. Redacté este libro con la esperanza de disipar todos estos mal entendidos confusos y proveer tanto a cristianos como a no cristianos una forma práctica/fácil y sencilla de seguir el mensaje principal de la Biblia. Tú como lector juzgarás si logramos este cometido o no. Para que esta reseña fuera directa y de fácil lectura no incluimos citas bíblicas en el cuerpo del libro, sino que añadimos un apéndice con pasajes relevantes al final del libro. Esperamos que lo consultes para verificar mis argumentaciones y crezcas más en tu entendimiento del evangelio. A lo largo de mi ministerio he aprendido que la verdad se descubre mucho mejor dentro de comunidad. Por este motivo, lo diseñamos de una forma más práctica/fácil y sencilla para que trabajes este contenido dentro de un grupo reducido de personas, a quienes también les interesa este tema. Al final de cada capítulo encontrarás una guía de discusión que puedes utilizar para fomentar el diálogo y la oración, mientras que conoces una vez más el mensaje más poderoso de la historia. Si planeas comenzar a leer El Evangelio Es con un grupo, asegúrate de leer “Nota para el líder” en la página siguiente, la cual explica cómo está diseñada la guía y cómo aprovecharla con tu grupo. Ya sea que elijas leer el libro en comunidad cristiana o a solas, queremos que sepas que la familia Humble Beast ha orado por ti. Deseamos que puedas ver el evangelio de tal manera que tu corazón sea capturado y transformado. Con esperanza, Cole Brown NOTA PARA EL LÍDER Antes de Comenzar Gracias por elegir liderar un grupo de discusión sobre El Evangelio Es.… Esperamos que las 8 semanas que pases trabajando con este material prueben ser más que una discusión. Creemos que Dios puede usar y usará este grupo para esclarecer el mensaje central de la Biblia y ayudarte aplicar este mensaje transformador a tu vida diaria. Por favor toma el tiempo para leer esta “nota para el líder” completamente antes de comenzar el grupo. Con la excepción de la primera semana, que incluye una introducción, la guía para cada semana se divide en 3 secciones diseñadas para tener una duración de aproximadamente 1 hora. 1) Resumen del capítulo (3-5 minutos). Proporciona un breve resumen del punto principal de cada capítulo asignado a cada semana. Te ayuda, a ti y al grupo, a mantenerte en el objetivo principal de cada semana, que es aplicar las verdades enseñadas en el capítulo. Podría serte útil leer este resumen al principio de cada sesión o que otros resuman la lectura de esa semana en sus propias palabras. 2) Preguntas para discusión (40 minutos). Esta es la razón principal del porqué tu grupo se reúne: procesar las verdades del libro y sus implicaciones en el contexto de una comunidad de apoyo Cristiana. Las preguntas se diseñaron para ayudar a cada uno a conectar las verdades del Evangelio a sus corazones para que el mensaje no solo sea esclarecido, sino también penetre. 3) Oración (10-15 minutos). Mientras reflexionamos en el mensaje del evangelio de Dios, nuestros corazones deberían inclinarse a la oración: oraciones de gratitud, oraciones para tener mayor entendimiento, para tener oportunidades de compartir el mensaje con los demás, entre otras más. Por esto te animamos a apartar 10-15 minutos para la oración en grupo al final de cada sesión. Esto no pretende ser un momento en el que tú como líder ores rápidamente en representación de todos. Se busca que sea un momento en el que todos respondan a la palabra de Dios en oración. Por lo tanto, también proporcionamos lineamientos para que te ayuden, a ti y a tu grupo, a saber por qué rezar para poder asegurar que el enfoque permanezca en los temas importantes, sin embargo también te aconsejamos que sigas la dirección del Espíritu Santo. Para ayudarte a tener éxito, recomendamos que tu grupo siga 4 sencillas reglas. Asegúrate de establecer estas reglas claramente durante los primeros minutos de tu primera reunión, y brevemente recuérdalas al grupo al inicio de cada reunión subsecuente: 1) Confidencialidad. Lo que se comparte en este grupo es únicamente para los miembros del grupo. A veces se compartirán experiencias personales o luchas que en otro contexto no estarían dispuestos a decir. Es esencial que tu grupo sepa que pueden hacerlo sin miedo a que se revele a otros fuera del grupo. Como líder, debes poner el ejemplo si esperas que la gente te siga. 2) Autoridad. En cualquier discusión acerca de un libro, cada quien tiene una opinión, incluyendo el autor. Aunque el libro debe usarse como guía de los temas en discusión debes enfatizar que la autoridad sobre qué es el evangelio no está en Cole Brown, ni en ti, ni en los individuos del grupo sino en las Escrituras. Por esta razón hemos incluido varios pasajes bíblicos para leer y discutir en cada sesión. Como líder, esto comienza por ti. Asegúrate de que tu grupo dedique el tiempo suficiente para examinar las Escrituras en cada sección y que entiendan que hay una diferencia entre la autoridad de las palabras de este libro y las de El Libro, es decir la Biblia. Muestra al grupo cómo hacerlo utilizando los pasajes bíblicos para reforzar o mejorar lo que está escrito en este libro. 3) Consistencia. Se espera que los miembros del grupo asistan fielmente a las ocho sesiones, que lean el libro y participen de forma regular en la discusión. Si algunos miembros son inconstantes, esto no es motivo para dejar de trabajar con ellos o tomarlos en cuenta; usa esto como una oportunidad para ayudarles a examinar su corazón. ¿De qué huyen? ¿De qué se esconden? ¿En verdad les interesa entender el mensaje principal que Jesús predicó? ¿O son simplemente las circunstancias de la vida interfiriendo con su participación? Si sí, ¿el grupo podría ayudar a aliviar dichas circunstancias de alguna manera? Como líder, puedes ayudar a crear esta cultura al estar siempre a tiempo y preparado. 4) Resiste la Tentación a Hacer Más. El libro de El Evangelio Es… es intencionalmente corto y simple. Cada capítulo debe tomar solo 10 minutos de leer. Por este motivo, tal vez tu grupo esté interesado en leer todos los capítulos o discutir los capítulos cada semana. Te animamos ampliamente a resistir esta tentación. Creemos que el mensaje esencial del evangelio puede revelarse de una forma mucho más poderosa en un grupo de discusión. Si lees más capítulos o intentas cubrir más terreno en una sola sesión, minimizarás el tiempo disponible para una discusión y una oración más enfocadas. Se puede lograr más en 8 semanas de sesiones muy enfocadas que en algunas semanas con un enfoque de discusión menor. Como líder, es tu responsabilidad asegurar que el grupo se enfoque solo en un tema por semana para garantizar que cada individuo trabaje tan profundamente como sea posible con el contenido de cada capítulo. Deseamos que tu grupo sea muy fructífero. Gracias por amar a Jesús y a su gente lo suficiente como para invertir tiempo en estudiar el mensaje más importante que se ha compartido. En Cristo, La Familia Humble Beast INTRODUCCIÓN Somos bendecidos de vivir en un tiempo de avivamiento hacia el evangelio. El cristianismo contemporáneo está lleno de personas y movimientos que claman por un enfoque “centrado en el evangelio” para la vida y el ministerio cristiano. Tenemos redes enteras de congregaciones centradas en el evangelio, pastoreadas por predicadores centrados en el evangelio, que fueron a seminarios centrados en el evangelio y han escrito libros centrados en el evangelio acerca de todo tipo de temas, desde crianza y matrimonio centrados en el evangelio, hasta consumo de medios centrado en el evangelio. Leemos estos libros y asistimos a estas congregaciones mientras compartimos nuestras publicaciones centradas en el evangelio en redes sociales, escuchamos nuestra música centrada en el evangelio, y buscamos conversaciones centradas en el evangelio con nuestros amigos centrados en el evangelio. Cuando es posible, hacemos todo esto mientras usamos nuestra ropa centrada en el evangelio, comprada en nuestra tienda virtual centrada en el evangelio favorita, para que podamos lucir nuestro estilo centrado en el evangelio mientras trabajamos en nuestro ministerio centrado en el evangelio. Todo esto es magnífico y es evidencia de un profundo avivamiento espiritual que está pasando frente a nuestros ojos. Aun así, un problema persiste. En medio de todo el énfasis del cristianismo contemporáneo para que seamos centrados en el evangelio, todavía hay mucha confusión sobre lo que el evangelio en el que estamos tan centrados realmente es. Justo antes de escribir este libro estaba en un salón con aproximadamente 40 pastores. Cada uno de estos pastores es verdaderamente centrado en el evangelio, en el sentido de que ellos proclaman el evangelio desde sus púlpitos y en sus conversaciones pastorales cada semana. Pero cuando nuestro facilitador nos pidió que respondiéramos a la pregunta de “¿Qué es el evangelio?”, las respuestas provistas por este grupo de fieles pastores fueron desconsoladoras: esperanza, gracia, solo por fe, buenas nuevas, amor, misericordia, perdón, redención… Todas estas palabras son palabras bíblicas maravillosas, con un significado teológico rico. Cada una de ellas está relacionada muy de cerca con el evangelio. Pero ninguna de ellas es el evangelio. Ninguna de ellas responde la pregunta “¿Qué es el evangelio?”. Si hasta a los pastores como estos, que predican el evangelio, les falta claridad acerca de lo que el evangelio realmente es, no deberíamos sorprendernos de encontrar la misma confusión en las bancas de nuestras congregaciones más centradas en el evangelio. Y este no es un problema insignificante. Las Escrituras revelan que es el poder del evangelio el que nos salva (nos pone a cuentas con Dios) y el poder del evangelio el que nos santifica (nos hace más como Jesús). Esto significa que el evangelio es de importancia central para la eternidad y de importancia central ahora mismo. A la luz de esto, ¿qué podría ser más importante que tener un entendimiento claro de lo que es el evangelio exactamente? ¿Qué podría ser más importante que ser capaz de explicar el evangelio a otros precisa y adecuadamente? Si aún estás leyendo, entonces escribí este libro para ti. Si eres cristiano, necesitas conocer el evangelio de tal manera que puedas predicártelo a ti mismo y a los demás con confianza y claridad. Si ya estás en ese punto, necesitas meditar en el evangelio una y otra vez como un acto de adoración y arrepentimiento. Es mi oración que este pequeño libro te ayude a hacer todo esto. Si no eres cristiano, necesitas conocer el evangelio de manera que puedas responder a él con integridad. Antes de que aceptes o rechaces el evangelio de Jesucristo necesitas estar seguro de que conoces el evangelio de Jesucristo. Si eres como yo era a los 21 años, es muy probable que el evangelio cristiano que has rechazado hasta ahora no sea el evangelio cristiano en realidad. Es mi oración que este pequeño libro te ayude a conocer de verdad el contenido del mensaje de Jesús para que tu respuesta —sea cual sea— sea una respuesta al verdadero evangelio y no a una versión poco precisa o incompleta. En las páginas siguientes proveeré una definición del evangelio en una sola frase. Después explicaré con más detalle cada uno de los cinco componentes de la definición en su propio capítulo. Mi meta no es proveer las mejores o definitivas palabras para decir lo que el evangelio es. La Biblia por sí misma hace esas dos cosas. Mi meta es proveer un resumen del mensaje de la Biblia que sea lo suficientemente simple para ser fácil de memorizar y reproducir, pero lo suficientemente robusto para llevarte un poco más adentro en tu travesía por las insondables profundidades del evangelio de Dios. Pero antes de que determinemos lo que el evangelio es, establezcamos lo que el evangelio no es, analizando algunos de los malentendidos más comunes. GUÍA DE DISCUSIÓN INTRODUCCIÓN RESUMEN DEL CAPÍTULO Somos bendecidos de vivir en un tiempo de avivamiento hacia el evangelio. El cristianismo contemporáneo está lleno de personas y movimientos que claman por un enfoque “centrado en el evangelio” para la vida y el ministerio cristiano. Esto es maravilloso. Sin embargo, desafortunadamente, por más que enfatizamos ser “centrados en el evangelio”, todavía hay mucha confusión sobre lo que el evangelio en el que estamos tan centrados realmente es. INTRODUCCIÓN Que cada miembro del grupo se presente y comparta la razón por la que escogieron formar parte de este estudio. Si tu grupo consiste de cristianos, puedes pedirles que compartan la historia de cómo llegaron a conocer a Jesús, y qué esperan del estudio. Si tu grupo consiste de no cristianos, pide que expliquen por qué les interesa este tema y cuáles son sus expectativas del grupo. Como líder de grupo, debes compartir primero, poniendo un ejemplo de honestidad y vulnerabilidad al compartir tu propia experiencia en el evangelio. Después, alienta a otros miembros del grupo a compartir tanto de su historia como estén dispuestos. PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN 1. ¿Qué exposición has tenido al movimiento contemporáneo “centrado en el evangelio”? ¿Qué elementos positivos has visto? ¿Qué factores negativos o peligros potenciales has observado? 2. El autor dice que el propósito del libro es clarificar precisamente lo que es el evangelio, de la manera más directa y fácil posible. Si hoy tuvieras que dar una definición del evangelio, en cinco enunciados o menos, ¿qué dirías? 3. Lean Romanos 1:16 y Marcos 16:15 en voz alta. Basado en estos versículos y tu propio conocimiento, ¿por qué es esencial tener una definición correcta del evangelio para los que ya son cristianos? ¿Por qué es necesario para los que todavía no son cristianos? 4. Lean Colosenses 1:21-23 en voz alta. Según este texto, ¿cuáles son algunas de las promesas de Dios que están supeditadas a tu fidelidad al evangelio? 5. 6. ¿Por qué has elegido leer este libro y participar en este estudio? ¿Hay algunas preguntas específicas que tengas sobre el evangelio o asuntos relacionados que esperas que el autor conteste? ¿Cuáles son, y por qué te importan? CONCLUSIÓN Toma un tiempo para orar como grupo por el estudio. Ora específicamente a Dios para que … clarifique su evangelio en las siguientes semanas. … caliente sus corazones cada vez más al evangelio. … los proteja de volverse desinteresados o indiferentes porque ya saben lo que el evangelio es, y para que las buenas nuevas les causen emoción, sin importar si el evangelio es nuevo para ustedes o no. …NO ES LO QUE SOLEMOS PENSAR Hace diez años planté Emmaus Church en Portland, Oregon, con un pequeño pero maravilloso equipo de personas diversas. Estábamos empezando a entender, juntos, la verdadera naturaleza del evangelio, y no podíamos esperar para compartir con nuestra ciudad lo que estábamos aprendiendo. Sin embargo, antes de que empezáramos a predicar el evangelio como congregación, queríamos saber lo que pensaban nuestros vecinos cristianos y no cristianos cuando escuchaban la palabra “evangelio”. Así que hicimos una encuesta informal, preguntándoles a la mayor cantidad de personas posibles “¿Qué es el evangelio?”. Las respuestas que recibimos fueron reveladoras. Todos fueron capaces de proveer una respuesta, pero casi ninguna de las personas encuestadas fueron capaces de proveer una respuesta bíblica. Aquí están solo 8 de las respuestas más comunes que recibimos en ese entonces, y que todavía recibimos. Estas son las cosas que creemos que son el evangelio, pero en realidad no lo son. Un género musical Aunque existe un género musical comúnmente llamado “música gospel” (gospel, evangelio en inglés), el evangelio no es un género musical. Irónicamente, las canciones modernas que se catalogan como música gospel muy raramente incluyen el evangelio en sus letras. Los temas más comunes de la música gospel el día de hoy incluyen la presencia de Dios con nosotros en medio de los problemas de la vida, la bondad de Dios en general, y el poder de Dios trabajando en nuestras vidas. Cuando se enfocan bíblicamente, cada uno de esos temas son buenos y verdaderos. Pero ninguno de ellos es el evangelio. Cuatro libros de la Biblia Aunque los libros de Mateo, Marcos, Lucas, y Juan se conocen comúnmente como “Los Evangelios”, estos libros en sí mismos no son el evangelio. Ellos incluyen el evangelio, pero no solamente eso. También incluyen historias, hechos, enseñanzas, y detalles que no son el evangelio. Por ejemplo, la respuesta a la pregunta “¿Qué es el evangelio?” no está respondida por la declaración de que “se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado” o “llena de grandes peces”. Si estamos buscando el evangelio no estamos buscando estos cuatro libros, estamos buscando algo específico dentro de estos cuatro libros. Las buenas nuevas La palabra “evangelio” significa literalmente “buenas nuevas”. Así, el evangelio es una buena nueva, pero las buenas nuevas no son el evangelio. Referirnos al evangelio como “buenas nuevas” solo nos dice algo acerca de cómo es el mensaje (¡es bueno!), pero no nos dice nada acerca del contenido del mensaje (¿por qué es bueno?). Para saber por qué el evangelio es buena nueva necesitamos conocer el contenido del mensaje y no solo la cualidad del mismo. Dios nos ama A muchos de nosotros nos pudieron haber dicho que la buena nueva del evangelio es que Dios nos ama. Es cierto que Dios nos ama y que eso es una buena noticia. Pero estoy agradecido de que esa no sea la buena noticia, porque en realidad provee más preguntas que respuestas. ¿Qué significa que Dios me ama? ¿Por qué me ama? ¿Cómo me ama Dios? ¿Cómo puedo estar seguro de que Dios me ama? ¿Por qué importa que me ame? “Dios nos ama” no es la respuesta a la pregunta “¿Qué es el evangelio?”, pero el evangelio es la respuesta para cada una de las preguntas acerca del amor de Dios. Gracia El evangelio y la gracia suelen confundirse, como si fueran lo mismo. Pero no son lo mismo. El evangelio es la máxima expresión de la gracia de Dios, pero es mucho más que solo gracia. Gracia es “el favor inmerecido de Dios”. Así, está relacionada muy de cerca con el evangelio en que el favor inmerecido de Dios fue la causa de las verdades que el evangelio proclama, y un medio por el que las escuchamos y respondemos a ellas. Pero el favor inmerecido de Dios no es el evangelio por sí mismo. Perdón de pecados Podrás haber escuchado que el evangelio es que nuestros pecados son perdonados. Es verdad que el evangelio y el perdón de pecados están relacionados. Pero el perdón de pecados no es el evangelio. Más bien, el perdón de pecados es una de las muchas consecuencias del evangelio. Y esta no es una consecuencia que todos experimentan. Es solo una consecuencia para los que responden al evangelio de cierta manera. El perdón de nuestros pecados, de esta forma, depende de nuestra respuesta, pero el evangelio en ninguna manera depende de ella. Esperanza El evangelio es un mensaje que debe producir esperanza en aquellos que lo escuchan y lo creen. Pero eso no significa que la esperanza es el evangelio como tal. La esperanza, como el perdón de pecados, es una consecuencia del evangelio y no su contenido. De hecho, solo podemos tener verdadera esperanza después de que hemos comprendido realmente el evangelio. De otra manera no podemos saber por qué podemos tener esperanza, de qué tenemos esperanza, o en qué podemos tener esperanza. Vivir una vida buena La respuesta más común que recibí cuando le pregunté a las personas “¿Qué es el evangelio?” es “vivir una buena vida”. Ellos se referían a que las buenas nuevas son que Dios nos da la posibilidad de vivir una vida moral, una vida próspera, o ambas. Debido a que los cristianos no han hecho el mejor trabajo explicando lo que el evangelio en realidad es, la mayoría de los no cristianos piensan que este es el mensaje central del cristianismo. Por eso muchas personas rechazan el evangelio con la idea de que “no necesito religión o a la iglesia para ser buena persona” o “no necesito religión o a la iglesia para ser feliz”. Pero el evangelio no es que “puedes tener una vida moral” o “puedes tener una vida próspera”. Por sí mismas, esas no serían buenas noticias. Para los que ya creen que viven ese tipo de vida el evangelio sería algo irrelevante, porque ya tienen lo que el evangelio ofrece. Para los que no tienen ese tipo de vida, el evangelio sería algo que condena, porque aunque el evangelio les dice que pueden tenerla, ellos están fallando en tener lo que se dice que pueden tener. Pero el evangelio es algo más. Por supuesto que tiene implicaciones tremendas para tu vida. Pero no se trata de tu vida, tu moralidad, o tu prosperidad. Es sobre algo mucho más grande que tu vida, tu moralidad, y tu prosperidad. Entonces, ¿qué es? ¿Qué es el evangelio si no es lo que solemos pensar que es? El evangelio es la buena nueva de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho, para la gloria de Dios y para el bien del pueblo de Dios. Esta es la definición de una oración que analizaremos en el resto de este libro. GUÍA DE DISCUSIÓN …NO ES LO QUE SOLEMOS PENSAR RESÚMEN DEL CAPITULO Cuando les preguntas a las personas lo que el evangelio es, probablemente escucharás cierto número de respuestas que suenan correctas, pero simplemente no son lo que la Biblia define como evangelio. Entre las respuestas más comunes están: un género musical, cuatro libros de la Biblia, buenas nuevas, que Dios nos ama, gracia, perdón de pecados, esperanza, y vivir una buena vida. Aunque cada una de esas respuestas está relacionada al evangelio de alguna manera, ninguna de ellas es el evangelio. En realidad, “el evangelio es la buena nueva de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho, para la gloria de Dios y el bien de su pueblo”. PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN 1) Lean Gálatas 1:6-9 en voz alta. En tus propias palabras, ¿cuáles son algunos de los peligros y consecuencias de no abrazar un concepto bíblico del evangelio? Basado en lo que sabemos de Pablo y sus oyentes, ¿quién es vulnerable a aceptar una versión torcida del evangelio? 2) Lean el versículo siguiente en Gálatas, 1:10. ¿Cuál crees que es la relación entre los versículos 6-9 y el 10? ¿Por qué? 3) El autor del libro enumera varias cosas que a menudo se confunden con el evangelio. ¿Cuál de estas has visto que los demás confunden con el evangelio? ¿Cuál has confundido con el evangelio personalmente? ¿El autor no menciona algún malentendido que has encontrado? Si es así, ¿cuál es? 4) Cuando los no cristianos en tu vida reflexionan en “el mensaje principal del cristianismo”, ¿qué tienden a pensar que es? ¿Por qué? 5) En tu vida, ¿cuáles son algunos “evangelios” en los que has confiado aparte del evangelio de la Biblia? ¿En qué historias has intentado de encontrar tu significado? ¿A qué búsquedas has dado tu tiempo y tu energía? 6) Examinando tu propio ambiente cultural, ¿cuáles “evangelios” son los más predominantes y por qué? ¿En qué historias confían las personas a tu alrededor para darle significado y gozo a sus vidas? 7) Relean el sencillo resumen del evangelio que se proporciona en el libro. ¿Qué percibes sobre el enfoque de esta definición? ¿Qué observas que está ausente? CONCLUSIÓN Toma un tiempo para hacer oraciones del arrepentimiento y protección. ARREPENTIMIENTO: Cada miembro del grupo debe arrepentirse por los falsos evangelios en los que ha confiado, y por la esperanza, confianza, y búsqueda que ha dado a cosas creadas en lugar de a Cristo, así como por vivir para complacer a los demás en vez de a Dios. PROTECCIÓN: Cada miembro del grupo debe pedir a Dios que le proteja de creer en un evangelio torcido como lo hicieron los cristianos de Galacia, y que le de el poder para vivir para Su placer en lugar de para el placer de los demás. …LA BUENA NUEVA… Ya hemos visto que las buenas nuevas no son el evangelio, sin embargo el evangelio definitivamente es una buena nueva. De hecho, es más que una buena nueva. Es la buena nueva. Este es el significado de la frase “el evangelio” y nos enseña dos cosas importantes acerca de lo que el evangelio es. En la frase “la buena nueva” hay un artículo definido, un sustantivo, y un adjetivo. No lo señalo porque pienso que necesitas una lección de gramática de primaria. Lo señalo porque cada una de estas simples partes del discurso comunican algo importante acerca del evangelio. El sustantivo, “nueva”, nos dice que este mensaje es un reporte de un evento pasado. Este detalle aparentemente insignificante es lo que separa el evangelio cristiano de todas las religiones del planeta. Parafraseando al pastor neoyorkino Tim Keller, el cristianismo ofrece buenas nuevas mientras que todas las demás religiones ofrecen buenos consejos. Los buenos consejos de las otras religiones (e irreligiones) es un reporte de lo que debes ser o hacer en el futuro. Las buenas nuevas del cristianismo son un reporte de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho en el pasado. Ambas cosas no podrían ser más diferentes. El mensaje de los buenos consejos dice que la clave para encontrar una vida plena, unidad con Dios, y salvación de nuestros más grandes problemas recae en nuestra habilidad de seguir el consejo. El mensaje de las buenas nuevas dice que la clave para encontrar una vida plena, unidad con Dios, y salvación de tu mayor problema recae en lo que Jesús ya hizo en tu lugar. Esta es una buena razón por la que el sustantivo “nueva” es modificado por el adjetivo “buena”. El adjetivo “buena” nos dice que este reporte es algo que vale la pena celebrar. Adaptar la ilustración de Keller nos ayuda a entender por qué. Imagina que tu país está enfrentando una guerra terrible, como ninguna otra. Esta guerra te afecta directamente a ti, a tus seres amados, tu trabajo, tu hogar — todo. Estás sediento de victoria porque sabes que tu vida y el futuro de todo lo que conoces depende de ello. Así que tiemblas de ansiedad y no tienes ni idea de qué está pasando o qué puedes hacer. Así que vas a la televisión y escuchas al presentador de noticias anunciar: “Hemos encontrado la debilidad del enemigo y conocemos el camino de la victoria. Todo lo que tienes que hacer es dejar tu casa, arriesgar tu vida, luchar con todo lo que tienes, haz exactamente lo que te diga, y puedes ganar”. ¿Cómo te sentirías? Probablemente sentirías una pequeña esperanza de poder ganar, inundada con un increíble terror acerca de lo que debes hacer para lograrlo, si es que puedes. Ahora imagina que cuando enciendes la televisión escuchas al presentador hacer un anuncio diferente. “La guerra ha terminado. El enemigo ha sido completa y finalmente vencido. Pueden vivir en paz y libertad”. Ahora, ¿cómo te sentirías? Completamente aliviado y jubiloso. Completo alivio porque no estás escuchando un reporte acerca de una posible victoria en el futuro, sino un reporte de que cierta victoria ya ha sido asegurada. Completo júbilo porque tú recibes todos los beneficios de la victoria sin tener que entrar en el campo de batalla. La mayoría de las noticias que tú y yo estamos acostumbrados a escuchar son o malas noticias que alimentan nuestra ansiedad y depresión, o noticias ligeras que son prácticamente irrelevantes en nuestras vidas diarias. Este anuncio imaginario no sería así. Serían noticias real y profundamente buenas que nos impactarían tan personalmente que nuestras vidas serían completamente transformadas en ese mismo instante. Así es el evangelio de Jesucristo. Pero infinitamente mejor. El evangelio es infinitamente mejor porque la victoria que Jesús ganó por nosotros es una victoria que jamás hubiéramos podido ganar por nosotros mismos. La razón por la cual no podríamos ganar es porque nuestro peor enemigo en esta guerra no está fuera de nosotros, sino dentro. La Biblia llama a este enemigo “pecado”. El pecado es nuestra hambre natural de adorar la creación en vez de al Creador, y las actitudes destructivas y comportamientos que esta hambre natural produce. Nos lleva a dar nuestro amor, confianza, obediencia, y temor a las personas y cosas creadas, en lugar de al Creador de esas personas y cosas. Su presencia en nosotros es tan penetrante y tan poderosa que la Biblia nos llama “esclavos del pecado”. Todo esto nos hace prisioneros y criminales de guerra por igual. Somos prisioneros de guerra que no pueden escapar de las garras de su enemigo y somos criminales de guerra que han unido fuerzas con el enemigo en contra de Dios. No tenemos esperanza de victoria sobre el pecado ni esperanza de paz con el Dios que nos hizo y quien nos ama. Suena irremediable. Porque es irremediable. Pero entre más entiendes cuán profundamente irremediable es tu situación apartado de Jesús, más te das cuenta cuán profundamente buenas son las buenas nuevas del evangelio. Porque el evangelio anuncia que en un momento del pasado Jesús hizo algo para resolver ambos problemas. Así que Jesús no solo nos salva de tener que ganar la guerra nosotros mismos (¡lo que es buena nueva!), nos salva de perder una guerra que nunca, jamás podríamos haber ganado nosotros mismos (¡todavía mejores nuevas!). La última parte de la frase “la buena nueva” es el artículo definido “la”. Esta simple palabra de dos letras nos dice mucho. Nos dice que el evangelio de Jesucristo es un mensaje único. No es una buena nueva, es la buena nueva. Y ya que es la buena nueva debemos ser cuidadosos de no aceptar ningún sustituto en su lugar. Ha habido y siempre habrán imitaciones del evangelio, y creer en uno de estos evangelios puede ser tan destructivo que la Biblia dice que sus predicadores serán malditos. Por esta razón, si oyes un evangelio que es principalmente acerca de lo que debes hacer en el futuro en lugar de lo que Jesús hizo en el pasado, debes rechazarlo completamente. No son nuevas y no son el evangelio —aun cuando el nombre de Jesús sea parte de ello. De la misma manera, si el evangelio cristiano que has escuchado suena como una razón para llorar o temer, en lugar de una razón para celebrar, no has escuchado el evangelio —aun cuando el nombre de Jesús sea parte de ello. El evangelio es buena nueva. Aunque hay muchas buenas nuevas, ninguna de ellas es remotamente tan poderosa o llena de significado como esta. En el siguiente capítulo empezaré a identificar el contenido específico de este mensaje único. GUÍA DE DISCUSIÓN …LA BUENA NUEVA… RESUMEN DEL CAPÍTULO Aunque “buena nueva” no es el contenido del evangelio, el contenido del evangelio definitivamente es buena nueva. Más que eso, es la buena nueva. El hecho de que es “nueva” (noticia) nos dice que se trata de un evento pasado que ya ocurrió; el hecho de que es “buena” nos dice que este acto pasado tiene implicaciones positivas y presentes para nosotros; y el artículo definido “la” nos dice que no hay alternativas o sustitutos para este mensaje. PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN 1. ¿Cuáles son algunas de las implicaciones del hecho de que el evangelio es un mensaje acerca de un evento en el pasado, contrario a que podría ser o debería ser completado en el futuro? 2. ¿Cuáles son algunos ejemplos de “evangelios” que son más acerca de lo que todavía falta por hacer en el futuro, en lugar de lo que ya fue hecho en el pasado? 3. En una discusión anterior hablamos sobre los diversos “evangelios” de nuestra cultura? ¿Cuáles son algunos de los que mencionamos? Examínalos. ¿Son principalmente acerca de algo que fue logrado en el pasado, o algo que debe ser logrado en el futuro? Analiza y explica las similaridades y diferencias que ves entre ellos. 4. De acuerdo al autor, ¿cuáles son algunas de las razones por las que el evangelio es buena nueva? ¿Qué más añadirías a lo que se mencionó? 5. Lean Efesios 2:1-5 y Tito 3:3-7 en voz alta. ¿Qué tienen en común las estructuras de esos dos pasajes? ¿Por qué es importante? 6. ¿Cómo es que somos tanto prisioneros de guerra como criminales de guerra de acuerdo al autor y/o a la Escritura? 7. ¿Cuáles son algunos de los peligros de enfatizar más la mala nueva que trae el pecado que la buena nueva entregada a través de Jesucristo? ¿Cómo has experimentado este exagerado énfasis de la mala nueva en tu vida? 8. ¿Cuáles son algunos de los peligros de enfatizar la buena nueva entregada a través de Jesucristo sin entender la mala nueva que trae el pecado? ¿Cómo has experimentado este escaso énfasis de la mala nueva en tu vida? CONCLUSIÓN Invierte un tiempo orando en alabanza y acción de gracias en respuesta a ser recordado que el evangelio es una buena nueva para tus oidos. ALABANZA: Cada uno debe alabar a Dios por quien él es y por ser un Dios que nos envía las buenas nuevas de lo que ya ha sido hecho en lugar de las malas nuevas de lo que debemos hacer. ACCIÓN DE GRACIAS: Cada uno debe agradecer a Dios porque él eligió obtener una victoria por nosotros que jamás hubiéramos podido conseguir nosotros mismos. …DE QUIEN ES JESÚS… Si las buenas nuevas del evangelio aparecieran en la primera plana de tu periódico local, el título sería “BUENAS NUEVAS: Jesucristo es completamente Dios y completamente hombre”. O, si eres uno de los millones que prefiere recibir las buenas nuevas en línea, encontrarías #JesúsEsCompletamenteDiosYCompletamenteHombre como la tendencia #1 en Twitter. Al leer este titular por primera vez probablemente tendrías dos preguntas. Primero, ¿por qué es noticia la identidad de un hombre que vivió en un pueblo hace 2.000 años? Segundo, ¿por qué su identidad se considera buena noticia? La respuesta a ambas preguntas está en los detalles. Jesús es Dios. A lado de Dios Padre y Dios Espíritu Santo, Jesús posee la naturaleza del Dios Único y Verdadero. Él es eterno, nunca ha habido ni habrá un momento en el que Jesús no existiera. Es omnisciente (lo sabe todo), no hay ningún dato en el pasado, presente, o futuro que Jesús no conozca completamente ahora mismo. Es omnipotente (todopoderoso), puede hacer todas las cosas y no puede ser vencido por nada. Es omnipresente (siempre presente), no hay ningún rincón en este universo o cualquier otro en el que Jesús no esté personalmente presente ahora mismo. Él es santo, es completamente diferente a cualquier otra persona o cosa, y es moralmente puro en todas las maneras posibles sin la más mínima imperfección. Él es Creador, todo lo que ha sido traído a existencia ha sido traído a existencia por Jesús. Él es sustentador, todo lo que sigue existiendo sigue existiendo por su voluntad y su palabra. Por la virtud de todo lo anterior también es Juez. Todo lo que él ha hecho, lo visible e invisible, dará cuentas a él por lo que han hecho con la existencia que él ha concedido generosamente. Estas son buenas nuevas. Saber que Jesús es Dios son buenas nuevas porque esto te permite conocer a Dios. Cualquier otro líder religioso nos ofrece decirnos acerca de Dios como una idea. Jesús nos ofrece conocer a Dios como persona, de cerca y personalmente. Hace esto presentándose a sí mismo. “El Padre y yo somos uno”, dice, “si me has visto a mí has visto al Padre”. Ya no tenemos que adivinar cómo es Dios o conocerle solo a través de lo que podemos ver a la distancia. Porque Jesús es Dios podemos ver a Jesús y ver a Dios por nosotros mismos, precisamente como es. ¡Estas son buenas nuevas! Además, saber que Jesús es Dios son buenas nuevas porque solo un Dios infinito puede cargar con el peso de nuestro pecado infinito. Contrario a la creencia popular, aquello a lo que Dios llama “pecado” no es un asunto principalmente conductual. Es principalmente un asunto relacional. Tú fuiste creado por Dios y eres sostenido por Dios todos los días. Todo lo que tienes y todo lo que eres es debido a su fidelidad. Tú pecas cuando respondes a la fidelidad de Dios con infidelidad dando tu confianza, tu amor, o tu obediencia a algo o alguien más en lugar de a Dios. Por ejemplo, cuando miras a las cosas que logras en la vida para hacerte sentir valioso e importante, estás confiando en las cosas que haces en lugar de confiar en el Dios que te da la habilidad de hacer las cosas. Cuando el objeto principal de los afectos de tu corazón es un ser humano (ya seas tú u otra persona) o una cosa (como el dinero o la comodidad), estás amando algo que Dios creó más de lo que amas al Dios que lo creó. Y cuando obedeces lo que tu cuerpo dice que se siente bien o a lo que la cultura dice que es bueno, tú te permites ser dominado por algo más que por tu Dueño. Así, el pecado incluye tanto el hacer lo malo como el hacer lo bueno por las razones equivocadas. Tú haz hecho esto —ya sea a través de los pensamientos de tu mente, los afectos de tu corazón, las palabras de tu boca o las acciones de tu cuerpo— y continúas haciéndolo. En la mayoría de los casos tu pecado es contra otras personas, en todos los casos tu pecado es en contra del Dios a quien le debes tu existencia y de quien recibes todas las cosas buenas que tienes. Porque Dios es quien ha sido principal y constantemente ofendido por tu pecado, él es el único que puede perdonar tu pecado y librarte de sus consecuencias. Debido a que Dios es también —por su pura naturaleza de ser Dios— santo y Juez, la única manera en que puede perdonarte y librarte de las consecuencias es si tus pecados y las consecuencias son puestas en alguien más. ¿Pero quién puede soportar el peso de tu pecado infinito contra el Dios infinito? Solo ese mismo Dios infinito —exactamente quien es Jesús. Porque Jesús es Dios, tu pecado puede ser tratado a través de la ira de Dios sobre Dios en lugar de la ira de Dios sobre ti. ¡Estas son buenas nuevas! Saber que Jesús es Dios también son buenas nuevas porque nos permite saber que todo lo que Jesús dice es verdadero (porque él lo sabe todo y es santo) y todo lo que Jesús hace es perfecto (porque es todopoderoso y santo). Esto significa que cuando Jesús dice que ha venido a cumplir la ley de Dios en nuestro lugar y a nuestro favor podemos estar seguros de que lo hizo, y lo hizo perfectamente. Jesús no dejó ninguna parte de la ley de Dios sin cumplir, no dejó pasar ni el más pequeño mandamiento por ningún momento. También significa que cuando Jesús fue a la cruz para recibir el juicio de Dios Padre en nuestro lugar y dijo “consumado es”, realmente fue consumado. No dejó a nadie de su pueblo sin expiación ni ninguno de nuestros pecados sin pagar. ¡Estas son buenas nuevas! Jesús es hombre. Como tú y como yo, Jesús fue nacido de una mujer. Vivió como un bebé, completamente dependiente de otros para su sustento y seguridad física. Creció como un niño, desarrollándose física, mental, y emocionalmente. Vivió como hombre, trabajando como nosotros trabajamos, durmiendo como nosotros dormimos, orando como nosotros oramos, amando como nosotros amamos, llorando como nosotros lloramos, temiendo como nosotros tememos, y siendo tentado en todas las cosas así como nosotros somos tentados. Experimentó las mismas alegrías que nosotros experimentados, sintió el mismo sufrimiento que nosotros sentimos, tuvo las mismas relaciones que nosotros tenemos, con todas sus altas y sus bajas. También probó el mismo destino que cualquier humano que haya vivido —la muerte. ¡Estas son buenas nuevas! Saber que Jesús es hombre son buenas nuevas porque solo un humano puede empatizar con la experiencia humana. Cualquier otra religión nos ofrece un Dios que no puede saber, ni le interesa saber, qué se siente ser un hombre. Y aun así demandan cosas de nuestra humanidad. Jesús es un Dios que conoce por experiencia nuestra humanidad porque él mismo es hombre. Por esta razón Jesús puede simpatizar y empatizar con nosotros mientras tratamos de vivir en el mundo de Dios como Dios quiere. Ya sea que seas tentado a pecar, congelado por el temor, o agotado por la vida, Jesús el hombre entiende y Jesús el Dios responde de acuerdo a este entendimiento. ¡Estas son buenas nuevas! Aún más, saber que Jesús es hombre es buena nueva porque solo un humano puede sustituir a otro humano. Para que tus pecados sean sustituidos por justicia, un humano tenía que vivir una vida de perfección humana como tu sustituto. Para que el castigo de tu pecado infinito sea transferido a otro, un ser humano inocente tendría que haber tomado tu castigo sobre sí mismo. Para que tu esclavitud al pecado se convierta en libertadad para vida eterna un hombre tendría que haber vencido a la muerte cayendo en su poder y levantándose como tu sustituto. ¿Pero qué ser humano puede vivir una vida de perfección, tomar tu castigo por tu pecado, y salir de su propia tumba? Solo un ser humano que fuera también Dios —exactamente quien es Jesús. ¡Estas son buenas nuevas! Antes de convertirme en cristiano, cuando tenía veintitantos, todo lo que conocía acerca de Jesús provenía de escenas de pastorelas y episodios de South Park. Aunque tus ideas acerca de Jesús puedan tener orígenes menos vergonzosos, la mayoría de nosotros hemos moldeado nuestro entendimiento de quién es Jesús por lo menos parcialmente de fuentes externas a la Biblia. Como resultado, es común que la gente sepa toda clase de cosas acerca de Jesús sin conocer realmente a Jesús: Jesús es completamente Dios y completamente hombre. Esta no es solo una respuesta de siete palabras para una pregunta teológica. Es la mitad del contenido de las buenas nuevas que han cambiado individuos, comunidades, y al mundo desde el día que fueron proclamadas por primera vez hace 2.000 años. Pueden cambiarte a ti también. GUÍA DE DISCUSIÓN …DE QUIEN ES JESÚS… RESUMEN DEL CAPÍTULO Parte del contenido de la buena nueva es que Jesús es tanto 100% Dios como 100% hombre. Que Jesús es Dios es buena nueva porque esto significa que Dios puede ser conocido, y porque solo un Dios infinito puede llevar el peso de nuestro pecado infinito. El hecho de que Jesús es Dios también es buena nueva porque significa que todo lo que nos dice es cierto y que todo lo que hace es perfecto. Por otro lado, es buena nueva que Jesús es hombre porque solo un ser humano puede empatizar con nuestra experiencia humana y servir como nuestro sustituto a través de su vida perfecta, su muerte en sacrificio, y su resurrección en victoria. PREGUNTAS DE DISCUSIÓN 1. ¿Cómo resumirías la buena nueva de que Jesús es completamente Dios? 2. ¿Cómo resumirías la buena nueva de que Jesús es completamente hombre? 3. Personalmente, ¿tiendes a enfatizar la deidad de Jesús o la humanidad de Jesús? ¿Qué piensas que te has perdido por enfatizar un aspecto de Su ser sobre el otro? 4. ¿Qué es más difícil de comprender para ti: que Jesús es 100% Dios, o que Jesús es 100% hombre? ¿Por qué? 5. Lean Hebreos 1:1-3 en voz alta. ¿Qué nos dice esto acerca de la deidad de Jesús con relación a la deidad de Dios Padre? 6. Mientras ves a Jesús y escuchas a Jesús en la Escritura, ¿qué aprendes acerca de quién y cómo es Dios? Comparte tantos detalles como puedas. 7. Lean Hebreos 4:15-16 en voz alta. ¿Cómo puede/debe exhortarte esto en tus momentos de debilidad? Sé tan específico como puedas. 8. El autor reconoce que, antes de convertirse en cristiano, todo lo que conocía de Jesús venía de fuentes externas a la Biblia. ¿De dónde ha venido la información que tienes acerca de Jesús? Comparte todas las fuentes que se te ocurran. Después de leer este capítulo, ¿necesitas hacer cambios a tu entendimiento de quien es Jesús? CONCLUSIÓN Que cada persona ore por quien está a su derecha. Específicamente, pidan que Dios les ayude a... …conocer a Dios más y más como él es en realidad, viendo y escuchando a Jesús en la Biblia. …encontrar consuelo en sus momentos de duda, tentación, y sufrimiento en el hecho de que Jesús los entiende porque él vivió lo que ellos vivieron y él puede ayudarles porque él venció. …Y LO QUE JESÚS HA HECHO… Nuestros noticieros y redes sociales están llenos de anuncios de lo que esta o aquella persona han hecho. La mayoría de estas cosas son negativas, las pocas cosas positivas que hay rara vez tienen importancia duradera, y todavía menos tienen relevancia personal para nosotros. Ninguna de ellas —ni una sola— transforma la trayectoria del universo entero. Solo lo que Jesús ha hecho logra eso. Esta es la razón por la que el contenido de las buenas nuevas del evangelio tiene una segunda mitad. Después de proclamar quién es Jesús, el evangelio proclama lo que Jesús ha hecho. Jesús vivió perfectamente Como el Dios-hombre, Jesús vivió una vida de perfección absoluta. Esto es fácil de decir pero difícil de comprender, ya que nunca hemos visto una vida verdaderamente buena, mucho menos una vida verdaderamente perfecta. Mientras que tu mente tiene pensamientos malvados, su mente solo tuvo pensamientos puros —sin excepción. Mientras que tu boca habla mentiras y lastima a las personas, su boca habló solo la verdad y restauró a las personas. Mientras que tu corazón ama lo que debe odiar y odia lo que debe amar, su corazón permaneció fijo en la adoración a Dios Padre y reflejó perpetuamente sus afectos. Mientras que tu cuerpo se apresura a hacer lo malo y constantemente cede a las tentaciones, su cuerpo resistió todo el mal y solo obró justicia — siempre. Jesús vivió de esta manera como niño, adolescente, y adulto. Esta fue su forma de vida cuando otros lo apoyaban, y cuando fue ridiculizado, abandonado, y traicionado por otros. Su vida sin mancha fue la misma cuando sentía la presencia inmediata del Padre y también cuando la presencia del Padre no se encontraba por ningún lado. Es por su vida de perfecta obediencia que el evangelio proclama las buenas nuevas: Jesús ha cumplido toda la ley de Dios en todo aspecto, y lo ha hecho en tu lugar y para tu beneficio. Jesús murió sacrificialmente Como el Dios-hombre, Jesús sufrió la muerte más horrenda que cualquiera haya o podría sufrir. Murió crucificado, despojado de sus ropas, y públicamente clavado en una cruz de madera, lo que es una de las muertes más dolorosas y vergonzosas que alguien pudiera tener. Aun así, miles y miles de otras personas han experimentado esa misma vergonzosa y dolorosa muerte por crucifixión. Por horrible que sea el método de la muerte de Jesús, hay otros factores que hacen de su muerte la peor de todas. Primero, Jesús es la única persona realmente justa en morir. Aproximadamente 153.000 personas mueren cada día. Aun así, ninguna de estas personas ha muerto justa. Todas ellas han muerto como pecadoras que han quedado muy cortas a las demandas de la ley de Dios. Aún esos que mueren tan jóvenes que nunca han pecado conscientemente no mueren libres de su naturaleza pecaminosa ni llenos de una vida justa. Solo Jesús murió como inocente (nunca habiendo hecho nada malo) y justo (solo haciendo lo bueno). Esta es una razón por la cual la muerte de Jesús es la más horrenda de todas las muertes, porque es la más injusta de todas las muertes. Segundo, Jesús es la única persona en morir cargando la ira de Dios por los pecados de todo el mundo. Todas las personas que han muerto lo hacen esperando una fecha en el futuro donde se presentarán frente a Dios y recibirán su juicio. Aun así Jesús enfrentó el santo juicio de Dios, no por sus pecados (no tenía ninguno), sino por todos los pecados de todo el pueblo de Dios a lo largo de la historia. Esta es la razón por la cual Jesús se lanzó al suelo repetidamente y sudó gotas de sangre la tarde antes de su muerte. No fue porque temiera el dolor físico de la crucifixión, que muchos habían probado antes que él. Fue porque le afligía el dolor espiritual de ser separado del Dios de toda luz y vida, y cargar con el furor de su ira por cada uno de los pecados de todas las personas que han vivido. Aunque Jesús nunca pecó y vivió en perfecta justicia, Jesús se hizo pecado por nosotros y fue consumido por el fuego de la ira de Dios. Esta es la segunda razón por la que la muerte de Jesús es la más horrenda de todas las muertes, porque fue la única muerte que se murió bajo el peso del castigo de Dios por todo el pecado. Podrías preguntarte por qué algo tan injusto y terrible sea incluido como parte de las “buenas nuevas”. La razón es que Jesús no murió la más horrenda muerte porque él se lo merecía, sino porque tú lo merecías. Su muerte fue una muerte sacrificial destinada para absorber la ira de Dios para que el pueblo de Dios no tuviera que hacerlo. Es por esta horrenda muerte sacrificial que el evangelio proclama las buenas nuevas: el inocente y justo Jesús murió de manera terrible bajo el juicio de Dios, ¡y lo ha hecho en tu lugar y para tu beneficio! Jesús se levantó en victoria Como el Dios-hombre, tres días después de que fue engullido por la tumba, Jesús engulló la muerte en sí misma en victoria. Aunque su muerte fue confirmada por testigos amistosos y no amistosos, su cuerpo preparado para la tumba por sus amigos, y una piedra rodada frente a su tumba y resguardada por soldados romanos, Jesús se levantó y caminó fuera de su tumba tres días después, para jamás volver. Lo que parecía ser la derrota de Jesús por el pecado, el diablo y la muerte el viernes, fue revelado como su victoria sobre el pecado, el diablo y la muerte el domingo. Durante los siguientes cuarenta días se mostró a docenas de testigos como el Hijo de Dios glorificado. Sus seguidores, que antes lloraban, ahora se gozaban. Muchos de los escépticos que antes habían dudado o negado ahora creían. Es por este evento milagroso que el evangelio proclama las buenas nuevas: ¡el mismo Jesús que fue puesto en la tumba está vivo ahora y para siempre! Jesús ascendió gloriosamente Como el Dios-hombre, cuarenta días después de que Jesús se levantó de la muerte, él ascendió al cielo, regresando a la gloria que tenía con el Padre antes del principio de los tiempos. Después de que sus seguidores lo vieran ascender, Jesús se sentó a la diestra del Padre. Al sentarse, él mostró que había terminado todo el trabajo que vino a hacer a la Tierra. Al sentarse a la diestra de Dios, él mostró que el campesino crucificado está en el trono con poder y autoridad sobre todo y que algún día volverá por su pueblo. Esta es la razón por la que el evangelio proclama buenas nuevas: ¡Jesús ascendió al cielo donde ahora se sienta en la presencia del Padre, en nuestro lugar y para nuestro beneficio, mientras reina sobre nosotros como Rey hasta el día en que regrese por nosotros! Las verdades de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho constituyen la totalidad del evangelio. No hay nada que se necesite añadir. Como vimos anteriormente, esto es lo que hace del evangelio la buena nueva. Es un mensaje de lo que alguien más ha sido y ha hecho por nosotros, en lugar de un mensaje de lo que nosotros debemos ser o hacer. Esto nos permite descansar y recibir las nuevas con gozo y gratitud. Si lo hacemos, tendremos ojos de fe para ver que aunque el evangelio está completo, la obra del evangelio no lo está. Todavía hace cosas asombrosas. GUÍA DE DISCUSIÓN …Y LO QUE JESÚS HA HECHO… RESUMEN DEL CAPÍTULO Mientras que la mitad de la buena nueva proclama quien es Jesús, la segunda mitad proclama lo que Jesús ha hecho: vivir perfectamente como nuestro representante, morir sacrificialmente como nuestro sustituto, levantarse en victoria como nuestro héroe, ascender gloriosamente, y ahora se sienta a la derecha de Dios, habiendo completado su obra redentora para nuestro beneficio. Las verdades de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho juntas componen el contenido del evangelio. No hay nada que se necesite añadir. Esto es lo que hace del evangelio una nueva realmente buena. PREGUNTAS DE DISCUSIÓN 1. ¿Cómo resumirías la buena nueva de lo que Jesús ha hecho en tus propias palabras? 2. En el capítulo pasado, vimos que Jesús es tentado en todo de la misma manera en que nosotros lo somos. Sin embargo, en este capítulo, vemos que él vivió sin pecado. ¿Por qué es importante que le demos la misma atención a ambas cosas? ¿Qué perdemos si enfatizamos su obediencia perfecta sin su tentación humana? ¿Qué perdemos si enfatizamos su tentación humana sin enfatizar su perfecta obediencia? 3. Lean 1 Juan 3:5 en voz alta. ¿Cuál es la relación entre la primera afirmación del pasaje y la segunda? 4. El autor dice que la muerte de Jesús fue la peor de todas las muertes. Sin embargo, no fue el horroroso dolor físico el que hizo de su muerte la peor de todas. De acuerdo al autor, ¿por qué la muerte de Jesús fue la peor de todas las muertes? ¿Cuál es tu respuesta emocional a estas declaraciones? 5. Lean 2 Corintios 5:21 y 1 Pedro 3:18 como grupo. ¿Cuáles son los argumentos centrales que los dos pasajes tienen en común? ¿Qué nos dicen acerca de Jesús? ¿Acerca de nosotros? ¿Acerca de los resultados de Su muerte? ¿Por qué esto sería considerado una buena nueva? 6. Lean Efesios 1:19-23. ¿Qué ocurrió como resultado de la ascensión de Jesús? ¿Por qué esto es una buena nueva para el mundo? ¿Y para ti? 7. El autor dice que el contenido del evangelio puede ser completa y correctamente resumido al explicar quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho. ¿Qué cosa esperabas que incluyera como parte del evangelio y no lo hizo? ¿Por qué? CONCLUSIÓN Pasen un tiempo orando en adoración y acción de gracias. ADORACIÓN: Alaben a Jesús por ser su Rey sin pecado, y porque reina con justicia sobre todo el universo con su poder y bondad. ACCIÓN DE GRACIAS: Agradezcan a Jesús porque vivió la vida perfecta que ustedes jamás hubieran podido vivir, y por morir la muerte bajo el juicio de Dios que ustedes merecían. Agradezcan a Jesús porque él derrotó a la muerte, algo que ustedes jamás hubieran podido hacer. …PARA LA GLORIA DE DIOS… Las buenas nuevas de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho son tan estupéndamente buenas que no puedes evitar preguntar… ¿¡POR QUÉ?! ¿Por qué el Hijo de Dios, intencional y voluntariamente, dejaría su trono celestial, vendría a una tierra rota, viviría una vida de sufrimiento, sería injustamente condenado, y se sometería al asombroso poder de la terrible ira de Dios? ¿Por qué haría algo así? Más que eso, ¿por qué lo haría en el lugar de nosotros —sus enemigos? Esta es una pregunta muy razonable. Es una pregunta que Dios anticipa que haremos. Así que la responde para nosotros en dos partes. La primera parte es “para la gloria de Dios”. Jesús hizo lo que hizo para mostrar la magnificencia de quién es Dios. Para glorificar la misericordia de Dios El mensaje de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho trae gloria a la misericordia de Dios. Como seres humanos, naturalmente respondemos a nuestros enemigos de dos maneras: pelear o huir. O volvemos nuestros corazones, palabras, y acciones contra ellos para lastimarlos, o nos alejamos de ellos para protegernos. El evangelio de Jesús nos muestra que Dios no es como nosotros, porque Él no hace ninguna de esas cosas. En lugar de volver su enojo contra nosotros, Dios dirigió su enojo a sí mismo en nuestro lugar. En lugar de alejarse de nosotros, Dios se acercó vestido como ser humano. Esta misericordia es inigualable, y Jesús hizo lo que hizo para hacer resplandecer este aspecto de quien Dios es. Para glorificar la gracia de Dios El evangelio no solo muestra la misericordia de Dios (al elegir retener el castigo que merecemos), también muestra la gracia de Dios (al elegir darnos la recompensa que no merecemos). No merecemos que Dios el Hijo venga a nosotros en la persona de Jesucristo. No merecemos que él haya vivido perfectamente en nuestro lugar, muerto sacrificialmente en nuestro lugar, resucitado victoriosamente a nuestro favor, o ascendido al cielo a gobernar como nuestro Rey. Tampoco merecemos todos los beneficios que recibimos como resultado de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho. Aun así Dios nos da todas estas cosas —gratuitamente— aunque le haya costado todo. Esta gracia es incomprensible, y Jesús hizo lo que hizo para mostrar esta magnífica cualidad de Dios. Para glorificar la justicia de Dios Aunque el mensaje del evangelio nos muestra la misericordia y la gracia de Dios, no nos deja pensar que Dios pasa por alto el mal o toma a la ligera el pecado. De hecho, hace justo lo contrario. Muestra la justicia de Dios. Muestra que Dios prefiere ser personalmente castigado por la maldad antes que dejar incluso la maldad más pequeña sin castigo. La obra de Jesús asegura que cada pecado del pasado, cada pecado del presente y cada pecado del futuro será juzgado justa y completamente por Dios —incluso si ese juicio tiene que caer en su propio Hijo inocente. El ser humano más justo en la historia del mundo ni siquiera se acercaría a estar tan comprometido con la justicia. Esta es una justicia intachable, y Jesús hizo lo que hizo para mostrar este asombroso atributo de Dios. Para glorificarse a sí mismo ¿Por qué Dios el Hijo hizo lo que hizo? Las Escrituras revelan repetidamente que la razón principal y primaria por la que Jesús hizo lo que hizo fue glorificar a Dios el Padre y, como resultado, que Dios el Padre lo glorificara a él. Esto sucede cuando el evangelio funciona como un reflector que nos permite ver con claridad quién es Dios. Cuando lo vemos bajo la luz del evangelio, nuestra respuesta apropiada es alabanza y adoración. Este es exactamente el propósito de Dios a través del evangelio. Puede ser que esto te ponga incómodo. Tendemos a pensar que es moralmente incorrecto que alguien busque su propia gloria. Sin embargo, esto es porque entendemos equivocadamente la razón por la que buscar la gloria es malo. Lo que hace que buscar la gloria sea moralmente incorrecto es cuando la gloria que se busca no es la de Dios. Como Dios, él merece toda la gloria. Esta es la razón por la que es terrible que los seres humanos busquen su propia gloria, mientras que el que Dios busque su propia gloria es hermoso. La diferencia es que el Creador de todas las cosas merece toda la gloria, y como criaturas que debemos nuestra existencia a él, no merecemos ninguna. No está mal que Dios esté principalmente motivado por su propia gloria. De hecho, estaría mal que Dios estuviera motivado principalmente por cualquier otra cosa que su propia gloria. Si hiciera algo principalmente por algo o alguien además de sí mismo, estaría valorando ese algo o alguien como mayor que sí mismo. Aunque eso es moral para los humanos, no es moral para Dios —ya que valorar algo o alguien más como superior a él es la raíz misma de todo pecado. No solo no está mal que Dios esté principalmente motivado por su propia gloria, es también una demostración de amor. Nos beneficiamos tremendamente por la gloria de Dios. Mientras él es glorificado a través del evangelio, nosotros podemos ver a Dios como él es. Nos podemos maravillar de su misericordia, gracia, y justicia. Podemos tener nuestras vidas orientadas alrededor de su gloria (lo que nos da vida verdadera), en lugar de tener nuestras vidas orientadas alrededor de nuestra propia gloria (lo que destruye nuestra vida). Si el evangelio que has escuchado es un evangelio que se trata primera y principalmente acerca de beneficiarte, no es el evangelio. El evangelio glorifica a Dios antes que nada. GUÍA DE DISCUSIÓN …PARA LA GLORIA DE DIOS… RESUMEN DEL CAPÍTULO La buena nueva de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho es tan increíblemente buena que no puedes evitar preguntarte por qué Dios el Hijo deliberada, voluntaria, e intencionalmente hizo todo lo que hizo en el lugar de nosotros, sus enemigos. La Biblia responde a esta pregunta diciéndonos que lo hizo principalmente para la gloria de Dios. Específicamente, él lo hizo para glorificar la misericordia, la gracia, y la justicia de Dios, y finalmente para glorificarse a sí mismo. PREGUNTAS DE DISCUSIÓN 1. ¿Cuál de las características del carácter de Dios que viste en este capítulo te asombra más: su misericordia, su gracia, su justicia, o su compromiso con su propia gloria? ¿Por qué? 2. ¿De qué manera son diferentes la misericordia y la gracia? ¿De qué manera son similares? 3. Basado en lo que se discute en este capítulo, ¿cómo le responderías a alguien que dice que Dios es malvado por demandar su propia gloria? 4. Lean juntos Romanos 3:21-28. De acuerdo con estos versículos, ¿de qué maneras específicas Jesús glorifica la misericordia, la gracia, y la justicia de Dios? Tómense un momento para examinar el argumento de Pablo y sus implicaciones. 5. Lean Romanos 9:22-23 y Efesios 1:4-6 en voz alta. Ambos pasajes hablan del tema de la gloria de Dios, pero de manera muy diferente. ¿Cuáles son las similaridades entre los pasajes? ¿Cuáles son las diferencias? 6. Lean Apocalipsis 5:6-14, una canción de alabanza para “el Cordero” (Jesucristo). ¿Cuáles son las razones que se dan para decir que Jesús es digno de gloria? ¿Qué cosas motivan las alabanzas de esta canción? CONCLUSIÓN Pasen un tiempo orando en alabanza por las muchas maneras en las que el evangelio glorifica a Dios. Si es posible, canten una canción que se concentre en el carácter de Dios y en su gloria, como la que vemos en Apocalipsis 5:6-14. …Y PARA EL BIEN DEL PUEBLO DE DIOS. El mensaje de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho es tan asombroso que necesita una explicación. ¿Por qué Jesús haría eso en el lugar de nosotros, sus enemigos? La Biblia nos dice que la principal razón que él hizo lo que él hizo fue la gloria de Dios. Pero aunque la gloria de Dios es la principal razón por la que Jesús hizo lo que hizo, la gloria de Dios no es la única razón por la que Jesús hizo lo que hizo. Él también lo hizo para el bien del pueblo de Dios. Lo hizo por ti. Las Escrituras testifican que Dios el Padre envió a Dios el Hijo porque te ama, y Dios el Hijo vino porque te ama. En cada paso de la obediencia que Jesús tomó en tu lugar, Jesús fue motivado por el amor de Dios por el pueblo de Dios. Con cada trago de la ira de Dios que Jesús tomó en tu lugar, Jesús fue motivado por el amor de Dios por el pueblo de Dios. Así como Jesús sabía que su obra iba traer mucha gloria a Dios, también sabía que traería mucho bien al pueblo de Dios. El bien de hacernos hijos de Dios Una de las maneras en las que el evangelio trae bien al pueblo de Dios es transformando a los enemigos de Dios en hijos de Dios. Aquellos que depositan su confianza en las buenas nuevas de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho son adoptados en la familia de Dios y obtienen el título de “hijos”. Esto no significa que las mujeres dejan de ser mujeres de repente y se convierten en varones. Esto significa que los hombres y mujeres dejan de estar separados de Dios como los objetos de su ira, y se unen a Dios como objetos de su bendición. Este maravilloso cambio de identidad de enemigos a hijos es posible porque la obra de Jesús compró tanto perdón como justicia para su pueblo. A través de su vida perfecta, Jesús ganó un registro de justicia perfecta que transfiere a aquellos que confían en él. A través de su muerte sacrificial, Jesús pagó la culpa de nuestro pecado pasado, presente, y futuro —el cual permitió que fuera transferido a él. De manera simple, Jesús fue tratado como enemigo de Dios para que nosotros pudiéramos ser tratados como hijos de Dios. El regalo de ser hechos hijos otorga intimidad y seguridad al pueblo de Dios. A través de la fe en el evangelio podemos experimentar la intimidad de conocer a Dios como el Padre y nuestro Padre. Como nuestro Padre nos habla, nos escucha, y nos guía. También simplemente nos disfruta y nos invita a simplemente disfrutar de él. A través de confiar en el evangelio podemos también experimentar la seguridad de saber que Dios nos adoptó como suyos. No debemos temer que nos deje de amar, nos deje de aceptar o nos deje de bendecir si decimos o hacemos cosas malas. Si nuestra fe es en Jesús sabemos que Dios nos eligió y nos amará siempre, nos aceptará, y nos bendecirá simplemente porque somos suyos. El bien de ser transformados a la imagen de Dios La segunda manera en la que el evangelio trae bien al pueblo de Dios es transformando gente caída a la imagen de Jesucristo. Aquellos que depositan su confianza en las buenas nuevas de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho no solo son perdonados del pecado, también son liberados del pecado. Desde el momento en que nacemos estamos sujetos firmemente a las garras del pecado. Tanto así que la Biblia nos llama “esclavos del pecado”. Aunque quisiéramos ser liberados del reino del pecado sobre nosotros, no podríamos escapar. A causa de esto fallamos miserablemente en lo que fuimos creados a hacer: reflejar la imagen de Dios. Somos egoístas, mientras que Dios es abnegado. Somos codiciosos, mientras que Dios es generoso. Somos impuros, mientras que Dios es puro. Somos vengativos, mientras que Dios es justo. Somos impacientes, mientras que Dios es paciente. Causamos división, mientras que Dios une. Evadimos, mientras que Dios nos busca. Somos mentirosos, mientras que Dios es la verdad. Usamos nuestras palabras para destruir, mientras que Dios usa sus palabras para construir. Buscamos ser servidos, mientras que Dios sirve. Pecaminosamente deseamos nuestra propia gloria, mientras que Dios busca la gloria de Dios en justicia. A través de nuestro comportamiento, nuestras palabras y nuestros afectos, pasamos nuestras vidas dando una imagen muy inexacta de quién es Dios. Pero el evangelio cambia esto. Para siempre. Primero, el evangelio nos libera de la esclavitud del pecado, quitándole al pecado su poder. Cuando depositamos nuestra fe en Jesucristo, nuestro pecado y su juicio son quitados de nosotros y puestos en Jesús. El pecado tenía el poder de gobernarnos, pero ya no lo tiene porque Jesús murió bajo su gobierno en nuestro lugar. El pecado tenía el poder de condenarnos, pero ya no tiene ese poder porque Jesús fue condenado por nosotros. La Biblia explica que aquellos que confían en Jesús están tan unidos a él que la persona que solíamos ser murió cuando él murió, y el pecado no tiene poder sobre personas muertas. Segundo, el pecado nos libera para esclavitud de justicia, dándonos una nueva vida. Además de morir con Jesús, aquellos que depositaron su fe en él están tan unidos a él que también se levanta con Jesús. Esta nueva vida es acompañada por una nueva naturaleza, un nuevo corazón, y un nuevo poder. Nuestra nueva naturaleza es esclava a la justicia, mientras que nuestra vieja naturaleza era esclava al pecado. Nuestro nuevo corazón desea la gloria y el placer de Dios sobre todas las cosas, mientras que nuestra naturaleza vieja deseaba nuestra propia gloria y placer sobre todas las cosas. Nuestro nuevo poder viene en la forma de Dios Espíritu Santo —quien vive en nosotros y nos da el poder de vivir como Jesús vivió— mientras que nuestro viejo poder venía en la forma de nuestra propia habilidad humana, con todas sus debilidades y limitaciones. El Espíritu Santo ahora trabaja a través de nuestra nueva naturaleza y nuestro nuevo corazón para progresivamente hacernos más y más como Jesucristo en nuestro comportamiento, nuestras palabras, y en nuestros afectos. Esta transformación es un proceso que toma tiempo, pero es un proceso que Dios promete completar en cada uno de los suyos. El bien de ser un residente de la ciudad de Dios La tercera forma en la que el evangelio trae bien al pueblo de Dios es transformando a los residentes de este mundo caído en residentes de la eterna ciudad de Dios. Cuando Dios creó el mundo, creó un paraíso. En este paraíso, los humanos vivían en una relación perfecta con Dios, entre ellos y con toda la creación. Pero cuando Adán y Eva eligieron servir al pecado en lugar de a Dios, el paraíso se perdió. Los humanos salieron de la recta relación con Dios, entre ellos y con toda la creación. Todos los que hemos nacido desde ese momento hemos nacido en un ambiente de pecado y muerte, dolor y vergüenza, distancia, y división. Hemos sido expulsados de paraíso y somos incapaces de volver a él. Pero Jesús no es incapaz. Él entró en nuestro mundo caído para poder llevarnos a su mundo perfecto. Él hace esto de dos maneras. Una forma en la que hace esto es llevándonos al paraíso. Las buenas nuevas del evangelio nos dicen que Jesús está sentado en la presencia de Dios el Padre. Si estamos unidos a Jesús a través de la fe, entonces nosotros también estamos sentados en la presencia de Dios el Padre, aun cuando vivamos en la Tierra. Esto significa que somos capaces de experimentar el paraíso de estar en la relación correcta con Dios. Si estamos unidos con Jesús a través de la fe, también estamos unidos a cada una de las personas en la historia que están unidas a Jesús a través de la fe. Esto significa que somos capaces de experimentar el paraíso de estar en la relación correcta con los demás a través de la membresía en la Iglesia de Dios. Por último, si nuestra fe está en Jesús, le damos nuestro amor, confianza, temores, y obediencia al Creador de todas las cosas en lugar de a las cosas creadas. Esto significa que somos capaces de experimentar el paraíso de estar en una relación correcta con la creación, en lugar de ser dominados por ella. Una segunda forma en la que Jesús nos saca de este mundo caído y nos lleva a su mundo perfecto es trayendo el paraíso a nosotros. Las buenas nuevas del evangelio nos dicen que Jesús ya está trayendo pequeñas muestras del paraíso a nosotros, y que un día va a regresar a la Tierra a restaurar el paraíso completa y finalmente. En este paraíso completamente restaurado no habrá pecado ni muerte, no habrá dolor ni vergüenza, no habrá distancia ni división. Aquellos que han respondido con fe al evangelio verán a Dios cara a cara y vivirán en una relación perfecta con Dios, entre ellos, y con toda la creación como residentes eternos de la ciudad eterna de Dios. Solamente la gloria de Dios hubiera sido razón suficiente para que Jesús hiciera lo que hizo. Pero la gloria de Dios no fue la única razón por la que Jesús hizo lo que hizo. Él también lo hizo por el bien del pueblo de Dios. Todas estas cosas maravillosas están disponibles por el evangelio, y son dadas como un regalo gratuito para cualquiera y para todos los que respondan a él con fe. El hecho de que Dios dé gratuitamente todas estas bendiciones a personas que no las merecen trae todavía más gloria a Dios. GUÍA DE DISCUSIÓN …Y PARA EL BIEN DEL PUEBLO DE DIOS. RESUMEN DEL CAPÍTULO Aunque la razón principal por la que Jesús hizo lo que hizo fue la gloria de Dios, la gloria de Dios no fue la única razón; también lo hizo para el bien del pueblo de Dios. Lo hizo por ti. A través de quien él es y lo que él hizo, recibimos el bien de ser llamados hijos de Dios, de ser transformados a la imagen de Dios, y de ser residentes de la ciudad de Dios. Todas estas cosas están disponibles por el evangelio, y son dadas como un regalo gratuito a todos los que responden a él en fe. PREGUNTAS DE DISCUSIÓN 1. En tus propias palabras, ¿por qué hizo Jesús lo que hizo por nosotros? 2. Lean 1 Juan 3:1-3 y Romanos 8:15-16. De acuerdo con estos versículos, ¿cuáles son algunos de los beneficios de ser hechos hijos de Dios? ¿Cuál de estos beneficios te maravilla más? ¿Por qué? 3. Separados de la obra de Cristo, todos permaneceríamos como esclavos del pecado. ¿De qué manera has experimentado esta esclavitud —la inhabilidad de cambiar tus patrones de afectos, pensamientos, y comportamientos? 4. Lean Apocalipsis 21:1-7 y 21-27. En estos pasajes vemos una descripción vívida del paraíso que Jesús le da a su pueblo. Basados en esta descripción, ¿qué podemos esperar ver y experimentar? ¿Qué podemos esperar nunca más ver ni experimentar? 5. ¿Qué aspectos de la llegada al paraíso son los que más esperas? ¿Por qué? CONCLUSIÓN Pasen un tiempo orando en acción de gracias y en ruego. ACCIÓN DE GRACIAS: Agradece a Dios por los muchos regalos que él nos otorga gratuitamente como resultado del evangelio. Concéntrate especialmente en aquellos que te resultan más personales en este momento. RUEGO: Pide a Dios que te de una mayor conciencia y apreciación de las muchas cosas que recibes como resultado del evangelio. Pídele que te ayude a crecer en gratitud por todo lo que él te da. ¿Y AHORA QUÉ? El evangelio es la buena nueva de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho, para la gloria de Dios y el bien del pueblo de Dios. Este libro podría ser la primera vez que has estado expuesto a este mensaje o lo has visto explicado con detalle. O tal vez sea un mensaje que ya conoces desde algún tiempo, pero necesitas ser recordado de él y nunca cansarte. De cualquier modo, la pregunta natural que surge después de reflexionar en el evangelio es “¿y ahora qué?”. La respuesta a esa pregunta es la misma para aquellos que nunca han respondido al evangelio y para aquellos que lo han hecho. La respuesta para todos nosotros es la respuesta que Jesús dio cuando empezó a predicar las buenas nuevas: arrepiéntete y cree. Las buenas nuevas del evangelio no son la clase de noticias que puedes escuchar y seguir con tu vida normal. El evangelio demanda una respuesta. La primera respuesta que el evangelio demanda es el arrepentimiento. Arrepentirte simplemente significa cambiar tu mentalidad y dar un giro. La respuesta adecuada al evangelio es cambiar tu forma de pensar acerca de por quién estás viviendo tu vida y girar hacia Jesús. Te arrepientes cuando decides que ya no eres el dios de tu propia vida y te vuelves a Jesús como el Dios de tu vida. La segunda respuesta que el evangelio demanda es convicción. El tipo de convicción que el evangelio requiere tiene dos elementos: el acuerdo y la confianza. Aquellos que creen en el evangelio están de acuerdo con lo que dice acerca de quien es Jesús, lo que él hizo y la razón por la cual Jesús lo hizo. También confían en estas cosas poniendo sus vidas, muertes, emociones, y decisiones en las manos en la obra y la enseñanza de Cristo. El primer elemento de la convicción es como decir “creo que el matrimonio es algo bueno”. Esto es una declaración correcta y verdadera. Pero solo estar de acuerdo con que esto es verdad no es la clase de fe que el evangelio demanda. También demanda el segundo elemento de la convicción, que es como si dijeras “acepto”. La persona con esta clase de fe no simplemente está de acuerdo con que el matrimonio es bueno, sino que lo cree lo suficiente como para confiar su vida entera a él. Podrías estar esperando que añada una tercera respuesta. Tal vez estás preguntándote, “¿qué más?”. Tal vez has escuchado que los cristianos tienen que vivir de cierta manera, adorar de cierta manera, vestir de cierta manera, o votar de cierta manera para ser bienvenidos en la familia de Dios. La verdad es que no hay una tercera respuesta. Jesús te llama a responder al evangelio arrepintiéndote y creyendo. Esta no es solo la puerta hacia la vida cristiana, es la vida cristiana. Aquellos que responden al evangelio una vez, arrepintiéndose y creyendo, están comprometiéndose a una vida de arrepentimiento y convicción mientras constantemente reorientan sus vidas alrededor de Jesús y su evangelio. Esta es la razón por la que la respuesta de “¿ahora qué?” es la misma para no cristianos y cristianos. Aunque el arrepentimiento y la convicción son un proceso que dura toda la vida, hay algunos cambios inmediatos y permanentes que ocurren la primera vez que respondes al evangelio. Primero, aquellos que responden al evangelio en arrepentimiento y fe son inmediata y permanentemente transferidos del gobierno de las tinieblas a la luz, del reino de Satanás a Jesús, de muerte espiritual a vida espiritual. Segundo, aquellos que responden al evangelio en arrepentimiento y fe, inmediata y permanentemente se convierten en parte de una nueva humanidad con una nueva misión. Esta nueva humanidad es creada por y para Jesús y consiste en personas de toda nación, toda cultura, toda lengua, y todo estatus. Sus miembros están tan íntimamente unidos entre ellos y a Jesús que son llamados “cuerpo de Cristo”. Juntos tienen la nueva misión de hacer que Jesús sea conocido en el mundo para que más y más personas puedan ver la gloria de Dios y recibir las buenas nuevas que le da a su pueblo. La nueva humanidad cumple esta nueva misión declarando el evangelio con sus palabras a sus amigos, familia, compañeros de trabajo, y a desconocidos. También cumplen esta nueva misión demostrando el poder del evangelio en su participación en la iglesia local. Mientras los cristianos se reúnen en iglesias locales ellos proveen una demostración viviente de cómo el evangelio restaura a la gente en la relación correcta con Dios y entre ellos. Esto sucede mientras se perdonan unos a otros por el evangelio, se sirven unos a otros por el evangelio, hablan verdad unos a otros por el evangelio, dan generosamente unos a otros por el evangelio, y simplemente viven juntos por el evangelio. Si has respondido al evangelio en arrepentimiento y fe ahora eres un miembro privilegiado de esta nueva humanidad. Oro porque expreses y experimentes eso siendo un miembro de una iglesia local donde se predique este evangelio. Incluso si no has respondido todavía al evangelio en arrepentimiento y fe, oro porque encuentres una iglesia local donde puedas seguir escuchando el evangelio y viendo su obra en acción. Es a través del cuerpo de Cristo reunido en iglesias locales muy imperfectas donde Jesús se da a conocer a nosotros. Aunque este es el final del libro, no es el final del tema. El evangelio es la buena nueva de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho, para la gloria de Dios y para el bien del pueblo de Dios. Que todos empecemos y sigamos arrepintiéndonos y creyendo en respuesta a él. GUÍA DE DISCUSIÓN ¿Y AHORA QUÉ? RESUMEN DEL CAPÍTULO El evangelio es la buena nueva de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho, para la gloria de Dios y el bien de su pueblo. Este no es la clase de mensaje que simplemente puedes escuchar; requiere una respuesta. La respuesta específica que requiere es doble: arrepiéntete y cree. Esta es la respuesta completa que Dios requiere a su glorioso evangelio. No es simplemente la puerta para la vida cristiana —es la vida cristiana. Esta es la razón por la que la respuesta al “¿Y ahora qué?” de los cristianos y no cristianos es la misma. Aquellos que eligen responder de esta manera son inmediatamente transferidos de muerte espiritual a vida espiritual, y son hechos parte de una nueva comunidad con una nueva misión: extender el evangelio. PREGUNTAS DE DISCUSIÓN 1. Ahora que terminaste el libro, ¿el evangelio que se explicó es igual o diferente del entendimiento del evangelio que tenías al iniciar? Desarrolla tu respuesta. 2. ¿Has respondido personalmente en fe a este evangelio? Explica tu respuesta. 3. ¿Has respondido personalmente en arrepentimiento a este evangelio? Explica tu respuesta. 4. Ya sea que seas cristiano o no, ¿crees que estás siendo llamado por Dios a responder al evangelio de alguna manera en específico? Desarrolla tu respuesta. 5. ¿Qué preguntas acerca del evangelio siguen sin ser contestadas? ¿De qué cosas discutidas en este libro quisieras aprender más? 6. ¿Crees que este libro puede ser de ayuda para alguien que conoces? ¿Para quién? ¿Estarías dispuesto a invitar a esa a persona a leerlo y discutirlo contigo? 7. ¿Eres miembro de alguna iglesia local? Si lo eres, ¿por qué? Si no, ¿por qué no? 8. Lean 1 Pedro 2:4-5, 9-10. ¿Qué nos dice este pasaje acerca de lo que Dios piensa de la iglesia local? Hay muchas cosas ahí, haz tantas observaciones como puedas. CONCLUSIÓN Que cada persona ore por la persona a su derecha, basados en sus respuestas a las preguntas anteriores. Por ejemplo, si alguien ha elegido responder al evangelio en fe y arrepentimiento, pasen un tiempo agradeciendo a Dios por lo que él está haciendo en esa persona. Si él o ella ha elegido intentar estudiar el libro con alguien más, oren por que Dios mueva a las personas que invite para que participen. Si alguien no ha encontrado una iglesia local donde él o ella pueda vivir como un miembro de la familia de Dios, oren para que Dios guíe a esa persona a la comunidad adecuada. Concluyan agradeciendo a Dios por el tiempo que pasaron juntos y pídanle que los fortalezca para vivir vidas de arrepentimiento y fe todos los días. PASAJES PARA: PROFUNDIZAR En este libro hemos resumido el evangelio como las buenas nuevas de quien es Jesús y lo que Jesús ha hecho, para la gloria de Dios y para el bien del pueblo de Dios. Con esta definición, mi meta ha sido proveer una sinopsis sencilla y fácil de leer de lo que la Biblia dice sobre su mensaje central. Sin embargo, mis intentos de hacer este resumen no son un sustituto para las palabras de las Escrituras. Por esto, hemos proveído esta colección de pasajes para que puedas profundizar en las ideas de cada uno de los capítulos. Si bien citamos versículos enteros abajo, te animamos leer estos pasajes en tu Biblia en su contexto original. Al hacer esto, encontrarás aun más riquezas acerca de cada uno de estos temas. Introducción “A la verdad, no me [Pablo] avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe.»…” (Romanos 1:16-17) “Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.»” (Marco 16:15) “En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte, con tal de que se mantengan firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Éste es el evangelio que ustedes oyeron y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor.” (Colosenses 1:21-23) …No es lo que solemos pensar “Me [Pablo] asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!” (Gálatas 1:6-9) “Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos.” (2 Timoteo 4:3-4) “Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo.” (Colosenses 2:8) …la buena nueva… “Yo [Jesús] les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) “El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!” (1 Corintios 15:56-57) “Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo…” (2 Timoteo 1:9) “En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros. Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna. (Tito 3:3-7)” …de quien es Jesús… “El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.” (Hebreos 3:3) “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él. Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo coherente. Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en todo el primero. Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.” (Colosenses 1:15-20) “…«No tengas miedo. Yo [Jesús] soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno».” (Apocalipsis 1:17-18) “El Padre y yo [Jesús] somos uno.” (Juan 10:30) “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” (Juan 14:9) “En el principio ya existía el Verbo [Jesús], y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir…Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:13, 14) “Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno [Jesús] que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.” (Hebreos 4:15-16) …y lo que Jesús ha hecho… “Pero ustedes saben que Jesucristo se manifestó para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.” (1 Juan 3:5) “Al que no cometió pecado alguno [Jesús], por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.” (2 Corintios 5:21) “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida…” (1 Pedro 3:18) “Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, y que se apareció a Cefas [Pedro], y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto. Luego se apareció a Jacobo, más tarde a todos los apóstoles, y por último, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.” (1 Corintios 15:1-8) “Desarmó a los poderes y a las potestades [satanás y sus demonios+, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.” (Colosenses 2:15) “…y cuán incomparable es la grandeza de su [Dios] poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia…” (Efesios 1:19-22) “Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, [Jesús] fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista. Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.” (Hechos 1:9-11) …para la gloria de Dios… “Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús.” (Romanos 3:21-26) “¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa gloria?” (Romanos 9:22-23) “Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado.” (Efesios 1:4-6) “Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:9-11) …para el bien del pueblo de Dios. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” (Juan 3:1617) “Él [Jesús] fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.” (Isaías 53:5) “Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.” (Gálatas 3:26) “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.” (Romanos 8:1-2) “Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.»” (Apocalipsis 21:3-4) “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.” (Filipenses 1:6) ¿Y ahora qué? “Él [Dios] nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo…” (Colosenses 1:13) “«Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!»” (Marco 1:15) “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.” (Efesios 2:8-10) “En él [Jesús] también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.” (Efesios 1:13-14) “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:18-20) “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.” (1 Pedro 2:9-10) “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” (Hebreos 10:24-25) SOBRE EL AUTOR Cole Brown (MABTS, MAT) es el pastor fundador de Emmaus Church, una congregación multiétnica en Portland, Oregon, donde ministró durante nueve años. Actualmente vive en Ciudad de México con su esposa y dos hijos, donde están ayudando a plantar y fortalecer iglesias mexicanas. Es autor y conferencista en Humble Beast, y puedes leer su blog semanal en inglés, “Follow the Leader”, en www.humblebeast.com. VERDAD CONCENTRADA La buena teología es esencial para la buena vida. Debido a eso, no debería ser relegada al campo de la teoría abstracta y de los “libros difíciles de leer”. La buena teología debe ser práctica para la vida diaria y accesible para todos. Esa es la razón por la que Humble Beast creó la serie Verdad Concentrada. Los libros en la serie Verdad Concentrada llevan los conceptos teológicos pesados a nuestro lenguaje y vida diaria. Lo hacen en paquetes pequeños y fáciles de leer que tienen como objetivo transformar la forma en que piensas y vives. Cada libro incluye también una guía de discusión para que puedas experimentar esta transformación en el contexto en el que Dios nos transforma: la comunidad cristiana. Ya disponible: Problemas paternales: cómo Dios sana heridas causadas por padres ausentes, abusivos y distantes Próximos lanzamiento: Las mentiras que me dijo mi pastor: Confrontando los clichés de iglesia con el evangelio Table of Contents Nota del Autor Nota Para El Líder: Antes de Comenzar Introducción Guía de Discusión: Introducción No Es Lo Que Solemos Pensar Guía de Discusión: No Es Lo Que Solemos Pensar La Buena Nueva Guía de Discusión: La Buena Nueva De Quien Es Jesús Guía de Discusión: De Quien es Jesús Y Lo Que Jesús Ha Hecho Guía de Discusión: Y Lo Que Jesús Ha Hecho Para la Gloria de Dios Guía de Discusión: Para la Gloria de Dios Y Para el Bien del Pueblo de Dios Guía de Discusión: Y Para el Bien del Pueblo de Dios ¿Y Ahora Qué? Guía de Discusión: ¿Y Ahora Qué? Pasajes Para Profundizar