Subido por JIMÉNEZ ATENCIA SOFÍA IVETH

tecnicas de litigacion

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TECNICAS DE LITIGACION ORAL
Las técnicas de litigación oral, ¿dónde reside la importancia de estas? para
quienes estamos interesados en aplicar el código procesal penal del 2004 hijo de
la reforma procesal penal en el Perú. La importancia reside en que estas técnicas
permiten que utilicemos el instrumento de la oralidad al servicio de la publicidad
muy propia de las audiencias previas y de las audiencias del juzgamiento que se
llevan adelante a lo largo del proceso común vía procesal emblemática del código
mencionado. En suma, las técnicas de litigación nos permiten como sujetos
procesales actuar correctamente durante el proceso penal.
Estas técnicas de mitigación no son sólo entonces resultado de una moda
promoción particular de especiales oradores ni tampoco un remedo de los estilos
de trabajo del mundo anglosajón. Hay que desechar terminantemente esta torpe
idea de quienes creen que la litigación oral no tiene cimiento o no tiene recibo en
nuestro país que es una cuestión exótica y decimos que hay que rechazar esta
idea totalmente equivocada porque si revisamos con detenimiento nuestro
código del 2004 veremos que hay normas muy claras que nos indican que
debemos recurrir a las técnicas de litigación, pongamos algunos ejemplos: la
teoría del caso o esa brújula que nos permite orientarnos a lo largo del proceso,
ese mapa o esa gran pauta de actuación la teoría del caso. Podríamos decir
nosotros que la teoría del caso no viene a cuento si desde un principio se dice
por mencionar en el código que el fiscal para desarrollar sus actos de
investigación debe hacerlo estratégica y planificadamente, ¿podíamos negar la
importancia de la teoría del caso si nos percatamos que para el que el fiscal
informe de su pretensión punitiva en la etapa intermedia a través de una
acusación tiene que contar con un caso configurado que le permita pedir al juez
el paso al juzgamiento? ¿Podríamos imaginar un juicio al que ingrese el fiscal y
el defensor sin una teoría del caso que contenga los extremos de su pretensión
y que nos indique cuáles son los hechos que componen el relato, la norma jurídica
de su solución y los medios de prueba que se actuarán para acreditar ese
planteamiento? Como ven, el propio código nos da la pauta en cuanto a la
necesaria elaboración de la teoría del caso. Otro tanto ocurre con los alegatos
de entrada, no es posible llevar adelante un juicio público y oral si es que los
sujetos procesales titulares de pretensiones procesales no exponen ante el juez
ese órgano imparcial que habrá de decidir cuál es el caso que sostienen, pero
esa exposición tendrá que cobrar la forma de alegato. Del mismo modo cuando
se ingresa a la fase de actuación probatoria en el juzgamiento, se llevarán
adelante seguramente las testificales y el examen de los peritos y para ello,
dependiendo de quién los haya ofrecido será menester recurrir a la técnica de
interrogatorio directo y también para quien no los haya ofrecido será
indispensable recurrir a la técnica del contrainterrogatorio lo decimos ya la
importancia del uso de declaraciones previas de testigos y peritos para
propósitos de refrescar memoria o detectar contradicciones o inconsistencias,
también esto resulta trascendente o importante como lo es la incorporación a
través de los interrogatorios y contrainterrogatorios de la prueba material y de la
prueba documental.
Casi al finalizar el juzgamiento viene nuestro auxilio otra técnica de litigación
denominada alegatos de cierre o de clausura en el curso de ellos el fiscal y la
defensa deberán puntualizar, detenerse en el resultado que haya producido la
actuación probatoria para vincular ese resultado con sus pretensiones y presentar
ante el juez lo que consideran una derivación lógica. Esto es sostener que la
actuación probatoria ha confirmado las afirmaciones que hicieron al inicio del
juzgamiento después época de cosecha es época de resumen para los propósitos
que uno y otro sujeto procesal se han planteado durante el juicio. Se podría
pensar que las técnicas de litigación solo atañen al fiscal ya los abogados, pero
debemos decir que también estas técnicas de mitigación interesan al juez, al
órgano jurisdiccional porque a él le corresponde conducir las audiencias y a él
también le corresponde decidir lo que toca en cada una de ellas y esa decisión
bien se puede pronunciar oralmente y eso es lo más aconsejable que se haga,
aunque claro está de ello se deje también constancia escrita. El juez que
interviene una audiencia y que la dirige tendrá que cuidar la regularidad de la
misma y por ejemplo durante los interrogatorios y contra interrogatorios hará valer
las obsesiones cuando vea que estos no son regulares y como hemos dicho ya
hace un momento cuando el juez resuelva podrá hacerlo oralmente de una
manera llana clara y transparente para que el público y también todos los sujetos
procesales entiendan cuál es el sentido y el fundamento de la decisión, por lo
tanto, las técnicas de litigación son las herramientas que el nuevo código nos
exige conocer y manejar prolijamente, he ahí su trascendencia y además las
razones por las que debe llevarse adelante de manera muy cuidadosa.
Resumiendo, podemos decir que estas técnicas de litigación son las siguientes:
La teoría del caso que constituye la más importante y la decisiva, asimismo, los
alegatos tanto de entrada como de cierre, los interrogatorios directos, los contras
interrogatorios o también denominados exámenes cruzados, la utilización de
declaraciones previas de testigos y peritos, la incorporación mediante los
interrogatorios y contrainterrogatorios de prueba material y de prueba
documental. Asimismo, las objeciones.
Estas técnicas de litigación ya se ha indicado resultan muy importantes para
desarrollar el trabajo en las audiencias y estas audiencias pueden ser
incidentales como también centrales y propias y del juzgamiento, audiencias
incidentales o previas como aquella en la que se determina la prisión preventiva
del inculpado, aquella en la que se convalida la detención preliminar y su
prolongación hasta por siete días, aquella que controla el requerimiento de sobre
seguimiento fiscal y aquella que controla la acusación como también aquellas
que habrán de ponerse en marcha para resolver los medios de defensa técnica
sean estos cuestiones previas cuestiones prejudiciales o excepciones. Como se
ve, con el nuevo código procesal el régimen de escritura y el régimen de
expediente ha sido totalmente superado por el régimen de la oralidad y de las
audiencias. Precisamente este cambio paradigmático es el que nos impone la
necesidad de
recurrir a
las
técnicas de mitigación,
demos
algunas
consideraciones ordenadas sobre las técnicas que hace un momento
puntualizamos. Empecemos por la teoría del caso ¿cuáles son las claves para
que se pueda elaborar una apropiada teoría del caso? se ha dicho y es correcto,
que en toda teoría del caso debemos encontrar tres elementos esenciales,
elementos que están referidos a lo fáctico o a los hechos que son materia del
proceso. elementos que tienen que ver con la norma jurídica o la hipótesis jurídica
con la que se intenta abarcar o subsumir los hechos fácticos y elementos referidos
a la prueba en cuanto medios de prueba con los que se intenta establecer la
concurrencia de los elementos fácticos y normativos, la teoría el
caso entonces es una perspectiva una óptica que debe reunir la información
fáctica con la hipótesis jurídica y los medios de prueba. Imaginemos un robo, lo
primero que hay que hacer con respecto a ello será relacionar toda la información
sobre el evento, sobre el acontecimiento informado, sobre el acontecimiento
acaecido, pero esa relación no basta puesto que habrá que hacer una selección
para acrisolar todo ello y quedarnos con lo que resulta relevante para el proceso
puesto que se puede recoger muchísima información y no toda ella será útil y
pertinente. De lo fáctico entonces seleccionaremos todo lo que resulte
trascendente para el asunto del que se trata y una vez que tengamos efectuada
esa relación acrisolada como digo nos ocuparemos de examinar la hipótesis
jurídica por la norma de su función prevista en la ley penal por la que, por ejemplo,
el fiscal sostiene que es posible explicar o interpretar esos hechos
precedentemente indicados. Para ello, así como se ha seleccionado la
información fáctica se tendrá que también precisar y puntualizar todos los
elementos objetivos y subjetivos de la figura delictuosa que se invocan con el
propósito de ver si se establece o no relaciones y vínculos o nexos conectores
entre la información fáctica y los componentes de la hipótesis jurídica, si
logramos establecer y una vez más desde la perspectiva del fiscal esos nexos,
puentes o vínculos entonces se podrá pasar ya a un tercer momento referido a
la selección e indicación de los medios de prueba que permitirán establecer que
lo fáctico es debidamente acogido por la hipótesis jurídica o la norma jurídica de
subsunción ahí tenemos la teoría del caso, si los hechos por mencionar hablando
del robo nos dicen que a interceptó a b y lo hizo objeto de violencia o de amenaza
para su vida o salud y que gracias a ello consiguió sustraer y apoderarse y el
patrimonio tendremos datos fácticos relevantes para el propósito del proceso y si
luego invocando como hipótesis jurídica el artículo 188 del código penal que
describe el delito de robo nos percatamos que para que éste exista debe haber
sustracción de apoderamiento de un bien mueble con valor económico ajeno,
sustracción y apoderamiento que se consigue empleando violencia o amenaza
en un proceder doloso y animado por el lucro estaremos facultados para indicar
que la hipótesis jurídica guarda relación con la información fáctica y si luego de
esto ofrecemos o incluimos como medios de prueba la declaración de la
gravedad o la declaración de testigos, la probanza documental del dominio o
propiedad sobre el bien objeto del delito etc. podremos decir que hemos logrado
configurar una teoría el caso desde la perspectiva del fiscal. Con ciertos matices,
el asunto se presenta desde otra perspectiva cuando la teoría del caso ha de ser
elaborada por la defensa, todos sabemos que el imputado tiene derecho a la
presunción de inocencia y no recae sobre él probar su inocencia o
irresponsabilidad penal, por esa razón entonces, la teoría del caso hablando del
imputado y su defensor es mucho más sencilla que cuando le corresponde
laboral al fiscal puesto que la teoría del caso del imputado puede consistir en
afirmar simple y llanamente que el fiscal no tiene razón, que los hechos fácticos
no son relevantes, que la norma jurídica de su función no se presenta en el
asunto porque los medios de prueba son impertinentes, insuficientes o ilegítimos.
Como ven, tanto para la persecución como para la defensa con los matices que
hemos señalado, la teoría del caso siempre será indispensable si es que se
quiere litigar de manera eficaz y eficiente, pero como es lógico pensar la teoría
del caso no es la única técnica de litigación, es la más importante, la más
significativa, pero no es la única.
Tenemos como otra técnica de litigación los alegatos, se trata de exponer ante
quién va a decidir que es el juez, trátese de un juez unipersonal o trátese de tres
jueces en el juzgado penal colegiado, se trata de exponerles a ellos la teoría del
caso que nos asiste y esa exposición animada, breve o sustanciosa esa
exposición se denomina alegato de entrada o alegato de apertura no olvidemos
que para los sujetos procesales titulares de pretensiones dentro del proceso es
muy importante relatar y convencer y para relatar no hay otra forma de hacerlo
que teniendo una teoría del caso y lo mismo ocurre si vemos el asunto desde la
perspectiva del convencimiento ¿cómo llamamos al juez a que se interese por
nuestro asunto, a que se percate de cuáles son los extremos de nuestra
posición? a través de un alegato, por eso es muy importante elaborarlo de
manera cuidadosa, saber que los alegatos no tienen por qué ser prolongadísimos
o complicadísimos, llenos de citas y referencias absurdamente académicas, un
alegato de entrada debe ser conciso debe ser interesante y debe estar
cabalmente dirigido tanto al cerebro como al sentimiento del órgano
jurisdiccional. Una vez que hayamos efectuado los alegatos de entrada, el juicio
abrirá sus espacios para la actuación probatoria de todo aquello que se haya
ofrecido y se haya admitido durante la etapa intermedia, de todo lo que configura
lo que denominamos menú probatorio y ahí habremos de encontrarnos muy
especialmente con el examen de testigos y el examen de peritos ¿cómo
hacemos que los peritos aporten información que le permita al juez, informando
su criterio que luego se expresa en forma de fallo de condena o absolución, cómo
hacemos eso? dependerá de quién ha ofrecido al testigo al perito para que, por
esa razón, aplicando las reglas del interrogatorio directo y utilizando preguntas
abiertas como qué “cómo cuándo dónde por qué con quién etc.”, dé una
oportunidad a que el testigo o el perito aporte la información útil y pertinente que
respalda a nuestro caso, pero tengo nuestro modelo es también de tendencia
adversativa y de ahí que, privilegia el contradictorio no basta, está con quién
testigo o perito se ha interrogado de modo directo y con preguntas abiertas por
quien lo ofreció? sino que será menester que luego de concluido este
interrogatorio la otra parte quien no ha ofrecido al testigo o perito lo contra
interrogue o lo contra examine, ya no para conseguir mayor información del
órgano de prueba, sino para desvirtuar su acreditación o para sacar a luz sus
contradicciones o sus inconsistencias como una forma de evitar que ese testigo
o perito afecte la teoría del caso de quien contra interroga, hay aquí pues
entonces, gracias a las técnicas de litigación una suerte de control mutuo, una
suerte de filtro oís por el que debe pasar en medio de prueba correspondiente,
se entiende que con estos interrogatorios y contrainterrogatorios se verá bien
servida la justicia, se dará paso al auténtico litigio y dialécticamente se depurará
la información para que ésta sea tomada por el órgano jurisdiccional. De ahí que
interrogatorios y contra interrogatorios sean las técnicas utilizadas para la
actuación de los medios de prueba personales, claro está que no se puede
interrogar o contrainterrogar libérrimamente y sin parámetros y sin limitación
alguna puesto que eso podría desnaturalizar la actuación probatoria y ocasionar
un enorme perjuicio para los propósitos del proceso, por eso es que se dice que
todo interrogatorio, contra interrogatorio debe ser regular, por eso es que hay
algunos supuestos en los que las preguntas que se hagan a los órganos de
prueba deban ser rechazadas y no deban ser admitidas cuando por ejemplo en
un contrainterrogatorio se acosa o se intimida el testigo o cuando en un
interrogatorio directo las preguntas que deben ser abiertas se hacen de manera
sugestiva, o sea, conteniendo en ellas mismas la respuesta se hacen con
propósito elucubrativo o se pregunta al testigo para que proporcione opiniones
especializadas sin tener la calidad o capacidad para ello. En fin, hay pues reglas
que no se pueden infringir durante el interrogatorio contra interrogatorio porque
de lo contrario se hacen valer las objeciones a petición de las partes o por
decisión del mismo juez. Se trata efectivamente de un inicio y una contraposición
y un debate dialéctico sobre la prueba pero no de un enfrentamiento sin reglas y
sin regularidad las objeciones sirven precisamente para permitir un juego limpio
y transparente, nadie niega la importancia de la contradicción y de la
contraposición dialéctica, pero bajo ciertas reglas que de no ser respetadas
deben dar paso a las objeciones también como técnica de litigación tenemos el
empleo de las declaraciones precedentes, imaginamos que el testigo el perito en
el momento en que declara no recuerda de manera precisa algún evento o
alguna circunstancia o alguna situación en la que intervino precedentemente, eso
puede autorizar a quien interrogó / interrogar a usar declaraciones previas del
órgano de prueba con fines de hacer memoria y también ocurrirá esto si
comparada a la declaración del testigo, el perito en juicio tenemos que no
coincide con las declaraciones que rindió tempranamente o antes de esta etapa,
en ese caso, también se puede hacer uso se puede hacer uso de las
declaraciones previas para detectar las contradicciones y las inconsistencias del
declarante; así mismo, otra técnica de litigación importante es la incorporación
de evidencia material a través de los interrogatorios, todos sabemos que durante
el proceso final seguramente en fases tempranas, seguramente se han ocupado
, incautado evidencias, materiales todas estas pueden ser presentadas durante
los interrogatorios o contra interrogatorios a los testigos y peritos para que den
las explicaciones del caso. A nadie se le ocurra dejar de lado que la evidencia
material cobra un significado mayor cuando respecto de ella se nos da
explicaciones por quien apareció vinculado a ésta que un perito en relación a la
evidencia material nos explique qué análisis realizó ya qué conclusión me digo
es altamente ilustrativo quedan testigos nos diga que conoce respecto por
ejemplo de la arma homicida podría una huella un vestigio del delito que se
encontró la escena del crimen será también muy interesante y constituirá un
aporte enorme para la ulterior decisión esto mismo ocurre con la incorporación
de documentos a través de interrogatorios y contra interrogatorios, es verdad que
el código habla de la oralización de documentos, pero eso no niega que durante
los interrogatorios y contra interrogatorios se pueda esgrimir esta prueba
documental para que sobre ella se pronuncien testigos y peritos, avanzando
encontramos otra técnica de litigación constituida por los alegatos de cierre o de
clausura a través de ellos volvemos sobre la teoría del caso que se planteó, pero
ahora a la luz y bajo las consecuencias de la actuación probatoria, esto significa
que el fiscal por ejemplo al evaluar los resultados de la prueba actuada se
obtendrá que su pretensión sea acreditado y que lo que corresponde es una
sentencia de condena en consecuencia y la defensa dirá también haciendo una
evaluación de esa actuación probatoria que lo que debe ser más bien atendido
en la pretensión libertaria con una sentencia de absolución, esos son mensajes
dirigidos al órgano jurisdiccional que finalmente realizará la valoración probatoria
y emitirá el fallo motivado e imparcial. Los alegatos de cierre y clausura son
entonces también técnica de litigación que no puede descuidarse, repetimos que
este elenco de técnicas son tal como hemos precisado herramientas que el
nuevo proceso penal exige y reclama ¿cómo debemos proceder para manejarlas
cada vez mejor? a través de una permanente práctica, debemos informarnos de
ella, de ellas y conocer el tratamiento académico que se les ha dado sin duda,
pero mayores resultados obtendremos en la medida que con más frecuencia y
acierto las practiquemos es la única manera en cómo vamos a servir
apropiadamente el buen desarrollo de los procesos alguna vez sostuvimos qué
tal y como está configurado el proceso común en nuestro nuevo código ya no es
posible que ingresen al mismo sujetos procesales nudos o improvisados nadie
que niegue la oralidad podrá cumplir algún papel en el nuevo proceso penal y
nadie que no esté debidamente preparado podrá cumplir el rol que el nuevo
proceso le asigna el fiscal en su persecución del delito compuesta por actos de
investigación pero acusación cuando corresponde y probanza de la misma el
defensor encargado de resistir la incriminación y desvirtuar la y el órgano
jurisdiccional a quien se le ha asignado la elevada tarea de resolver el conflicto
mediante un fallo imparcial todos ellos requerirá entender que el régimen que
regula el nuevo proceso es el régimen de audiencias y que en el en el en este
régimen en la oralidad la clave las técnicas de litigación están al servicio de esto
tiene por fundamento estas consideraciones de nosotros depende manejarlas y
aplicarlas con mayor eficacia y eficiencia en todos los ámbitos del proceso
penal.
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