TECNICAS DE LITIGACION ORAL Las técnicas de litigación oral, ¿dónde reside la importancia de estas? para quienes estamos interesados en aplicar el código procesal penal del 2004 hijo de la reforma procesal penal en el Perú. La importancia reside en que estas técnicas permiten que utilicemos el instrumento de la oralidad al servicio de la publicidad muy propia de las audiencias previas y de las audiencias del juzgamiento que se llevan adelante a lo largo del proceso común vía procesal emblemática del código mencionado. En suma, las técnicas de litigación nos permiten como sujetos procesales actuar correctamente durante el proceso penal. Estas técnicas de mitigación no son sólo entonces resultado de una moda promoción particular de especiales oradores ni tampoco un remedo de los estilos de trabajo del mundo anglosajón. Hay que desechar terminantemente esta torpe idea de quienes creen que la litigación oral no tiene cimiento o no tiene recibo en nuestro país que es una cuestión exótica y decimos que hay que rechazar esta idea totalmente equivocada porque si revisamos con detenimiento nuestro código del 2004 veremos que hay normas muy claras que nos indican que debemos recurrir a las técnicas de litigación, pongamos algunos ejemplos: la teoría del caso o esa brújula que nos permite orientarnos a lo largo del proceso, ese mapa o esa gran pauta de actuación la teoría del caso. Podríamos decir nosotros que la teoría del caso no viene a cuento si desde un principio se dice por mencionar en el código que el fiscal para desarrollar sus actos de investigación debe hacerlo estratégica y planificadamente, ¿podíamos negar la importancia de la teoría del caso si nos percatamos que para el que el fiscal informe de su pretensión punitiva en la etapa intermedia a través de una acusación tiene que contar con un caso configurado que le permita pedir al juez el paso al juzgamiento? ¿Podríamos imaginar un juicio al que ingrese el fiscal y el defensor sin una teoría del caso que contenga los extremos de su pretensión y que nos indique cuáles son los hechos que componen el relato, la norma jurídica de su solución y los medios de prueba que se actuarán para acreditar ese planteamiento? Como ven, el propio código nos da la pauta en cuanto a la necesaria elaboración de la teoría del caso. Otro tanto ocurre con los alegatos de entrada, no es posible llevar adelante un juicio público y oral si es que los sujetos procesales titulares de pretensiones procesales no exponen ante el juez ese órgano imparcial que habrá de decidir cuál es el caso que sostienen, pero esa exposición tendrá que cobrar la forma de alegato. Del mismo modo cuando se ingresa a la fase de actuación probatoria en el juzgamiento, se llevarán adelante seguramente las testificales y el examen de los peritos y para ello, dependiendo de quién los haya ofrecido será menester recurrir a la técnica de interrogatorio directo y también para quien no los haya ofrecido será indispensable recurrir a la técnica del contrainterrogatorio lo decimos ya la importancia del uso de declaraciones previas de testigos y peritos para propósitos de refrescar memoria o detectar contradicciones o inconsistencias, también esto resulta trascendente o importante como lo es la incorporación a través de los interrogatorios y contrainterrogatorios de la prueba material y de la prueba documental. Casi al finalizar el juzgamiento viene nuestro auxilio otra técnica de litigación denominada alegatos de cierre o de clausura en el curso de ellos el fiscal y la defensa deberán puntualizar, detenerse en el resultado que haya producido la actuación probatoria para vincular ese resultado con sus pretensiones y presentar ante el juez lo que consideran una derivación lógica. Esto es sostener que la actuación probatoria ha confirmado las afirmaciones que hicieron al inicio del juzgamiento después época de cosecha es época de resumen para los propósitos que uno y otro sujeto procesal se han planteado durante el juicio. Se podría pensar que las técnicas de litigación solo atañen al fiscal ya los abogados, pero debemos decir que también estas técnicas de mitigación interesan al juez, al órgano jurisdiccional porque a él le corresponde conducir las audiencias y a él también le corresponde decidir lo que toca en cada una de ellas y esa decisión bien se puede pronunciar oralmente y eso es lo más aconsejable que se haga, aunque claro está de ello se deje también constancia escrita. El juez que interviene una audiencia y que la dirige tendrá que cuidar la regularidad de la misma y por ejemplo durante los interrogatorios y contra interrogatorios hará valer las obsesiones cuando vea que estos no son regulares y como hemos dicho ya hace un momento cuando el juez resuelva podrá hacerlo oralmente de una manera llana clara y transparente para que el público y también todos los sujetos procesales entiendan cuál es el sentido y el fundamento de la decisión, por lo tanto, las técnicas de litigación son las herramientas que el nuevo código nos exige conocer y manejar prolijamente, he ahí su trascendencia y además las razones por las que debe llevarse adelante de manera muy cuidadosa. Resumiendo, podemos decir que estas técnicas de litigación son las siguientes: La teoría del caso que constituye la más importante y la decisiva, asimismo, los alegatos tanto de entrada como de cierre, los interrogatorios directos, los contras interrogatorios o también denominados exámenes cruzados, la utilización de declaraciones previas de testigos y peritos, la incorporación mediante los interrogatorios y contrainterrogatorios de prueba material y de prueba documental. Asimismo, las objeciones. Estas técnicas de litigación ya se ha indicado resultan muy importantes para desarrollar el trabajo en las audiencias y estas audiencias pueden ser incidentales como también centrales y propias y del juzgamiento, audiencias incidentales o previas como aquella en la que se determina la prisión preventiva del inculpado, aquella en la que se convalida la detención preliminar y su prolongación hasta por siete días, aquella que controla el requerimiento de sobre seguimiento fiscal y aquella que controla la acusación como también aquellas que habrán de ponerse en marcha para resolver los medios de defensa técnica sean estos cuestiones previas cuestiones prejudiciales o excepciones. Como se ve, con el nuevo código procesal el régimen de escritura y el régimen de expediente ha sido totalmente superado por el régimen de la oralidad y de las audiencias. Precisamente este cambio paradigmático es el que nos impone la necesidad de recurrir a las técnicas de mitigación, demos algunas consideraciones ordenadas sobre las técnicas que hace un momento puntualizamos. Empecemos por la teoría del caso ¿cuáles son las claves para que se pueda elaborar una apropiada teoría del caso? se ha dicho y es correcto, que en toda teoría del caso debemos encontrar tres elementos esenciales, elementos que están referidos a lo fáctico o a los hechos que son materia del proceso. elementos que tienen que ver con la norma jurídica o la hipótesis jurídica con la que se intenta abarcar o subsumir los hechos fácticos y elementos referidos a la prueba en cuanto medios de prueba con los que se intenta establecer la concurrencia de los elementos fácticos y normativos, la teoría el caso entonces es una perspectiva una óptica que debe reunir la información fáctica con la hipótesis jurídica y los medios de prueba. Imaginemos un robo, lo primero que hay que hacer con respecto a ello será relacionar toda la información sobre el evento, sobre el acontecimiento informado, sobre el acontecimiento acaecido, pero esa relación no basta puesto que habrá que hacer una selección para acrisolar todo ello y quedarnos con lo que resulta relevante para el proceso puesto que se puede recoger muchísima información y no toda ella será útil y pertinente. De lo fáctico entonces seleccionaremos todo lo que resulte trascendente para el asunto del que se trata y una vez que tengamos efectuada esa relación acrisolada como digo nos ocuparemos de examinar la hipótesis jurídica por la norma de su función prevista en la ley penal por la que, por ejemplo, el fiscal sostiene que es posible explicar o interpretar esos hechos precedentemente indicados. Para ello, así como se ha seleccionado la información fáctica se tendrá que también precisar y puntualizar todos los elementos objetivos y subjetivos de la figura delictuosa que se invocan con el propósito de ver si se establece o no relaciones y vínculos o nexos conectores entre la información fáctica y los componentes de la hipótesis jurídica, si logramos establecer y una vez más desde la perspectiva del fiscal esos nexos, puentes o vínculos entonces se podrá pasar ya a un tercer momento referido a la selección e indicación de los medios de prueba que permitirán establecer que lo fáctico es debidamente acogido por la hipótesis jurídica o la norma jurídica de subsunción ahí tenemos la teoría del caso, si los hechos por mencionar hablando del robo nos dicen que a interceptó a b y lo hizo objeto de violencia o de amenaza para su vida o salud y que gracias a ello consiguió sustraer y apoderarse y el patrimonio tendremos datos fácticos relevantes para el propósito del proceso y si luego invocando como hipótesis jurídica el artículo 188 del código penal que describe el delito de robo nos percatamos que para que éste exista debe haber sustracción de apoderamiento de un bien mueble con valor económico ajeno, sustracción y apoderamiento que se consigue empleando violencia o amenaza en un proceder doloso y animado por el lucro estaremos facultados para indicar que la hipótesis jurídica guarda relación con la información fáctica y si luego de esto ofrecemos o incluimos como medios de prueba la declaración de la gravedad o la declaración de testigos, la probanza documental del dominio o propiedad sobre el bien objeto del delito etc. podremos decir que hemos logrado configurar una teoría el caso desde la perspectiva del fiscal. Con ciertos matices, el asunto se presenta desde otra perspectiva cuando la teoría del caso ha de ser elaborada por la defensa, todos sabemos que el imputado tiene derecho a la presunción de inocencia y no recae sobre él probar su inocencia o irresponsabilidad penal, por esa razón entonces, la teoría del caso hablando del imputado y su defensor es mucho más sencilla que cuando le corresponde laboral al fiscal puesto que la teoría del caso del imputado puede consistir en afirmar simple y llanamente que el fiscal no tiene razón, que los hechos fácticos no son relevantes, que la norma jurídica de su función no se presenta en el asunto porque los medios de prueba son impertinentes, insuficientes o ilegítimos. Como ven, tanto para la persecución como para la defensa con los matices que hemos señalado, la teoría del caso siempre será indispensable si es que se quiere litigar de manera eficaz y eficiente, pero como es lógico pensar la teoría del caso no es la única técnica de litigación, es la más importante, la más significativa, pero no es la única. Tenemos como otra técnica de litigación los alegatos, se trata de exponer ante quién va a decidir que es el juez, trátese de un juez unipersonal o trátese de tres jueces en el juzgado penal colegiado, se trata de exponerles a ellos la teoría del caso que nos asiste y esa exposición animada, breve o sustanciosa esa exposición se denomina alegato de entrada o alegato de apertura no olvidemos que para los sujetos procesales titulares de pretensiones dentro del proceso es muy importante relatar y convencer y para relatar no hay otra forma de hacerlo que teniendo una teoría del caso y lo mismo ocurre si vemos el asunto desde la perspectiva del convencimiento ¿cómo llamamos al juez a que se interese por nuestro asunto, a que se percate de cuáles son los extremos de nuestra posición? a través de un alegato, por eso es muy importante elaborarlo de manera cuidadosa, saber que los alegatos no tienen por qué ser prolongadísimos o complicadísimos, llenos de citas y referencias absurdamente académicas, un alegato de entrada debe ser conciso debe ser interesante y debe estar cabalmente dirigido tanto al cerebro como al sentimiento del órgano jurisdiccional. Una vez que hayamos efectuado los alegatos de entrada, el juicio abrirá sus espacios para la actuación probatoria de todo aquello que se haya ofrecido y se haya admitido durante la etapa intermedia, de todo lo que configura lo que denominamos menú probatorio y ahí habremos de encontrarnos muy especialmente con el examen de testigos y el examen de peritos ¿cómo hacemos que los peritos aporten información que le permita al juez, informando su criterio que luego se expresa en forma de fallo de condena o absolución, cómo hacemos eso? dependerá de quién ha ofrecido al testigo al perito para que, por esa razón, aplicando las reglas del interrogatorio directo y utilizando preguntas abiertas como qué “cómo cuándo dónde por qué con quién etc.”, dé una oportunidad a que el testigo o el perito aporte la información útil y pertinente que respalda a nuestro caso, pero tengo nuestro modelo es también de tendencia adversativa y de ahí que, privilegia el contradictorio no basta, está con quién testigo o perito se ha interrogado de modo directo y con preguntas abiertas por quien lo ofreció? sino que será menester que luego de concluido este interrogatorio la otra parte quien no ha ofrecido al testigo o perito lo contra interrogue o lo contra examine, ya no para conseguir mayor información del órgano de prueba, sino para desvirtuar su acreditación o para sacar a luz sus contradicciones o sus inconsistencias como una forma de evitar que ese testigo o perito afecte la teoría del caso de quien contra interroga, hay aquí pues entonces, gracias a las técnicas de litigación una suerte de control mutuo, una suerte de filtro oís por el que debe pasar en medio de prueba correspondiente, se entiende que con estos interrogatorios y contrainterrogatorios se verá bien servida la justicia, se dará paso al auténtico litigio y dialécticamente se depurará la información para que ésta sea tomada por el órgano jurisdiccional. De ahí que interrogatorios y contra interrogatorios sean las técnicas utilizadas para la actuación de los medios de prueba personales, claro está que no se puede interrogar o contrainterrogar libérrimamente y sin parámetros y sin limitación alguna puesto que eso podría desnaturalizar la actuación probatoria y ocasionar un enorme perjuicio para los propósitos del proceso, por eso es que se dice que todo interrogatorio, contra interrogatorio debe ser regular, por eso es que hay algunos supuestos en los que las preguntas que se hagan a los órganos de prueba deban ser rechazadas y no deban ser admitidas cuando por ejemplo en un contrainterrogatorio se acosa o se intimida el testigo o cuando en un interrogatorio directo las preguntas que deben ser abiertas se hacen de manera sugestiva, o sea, conteniendo en ellas mismas la respuesta se hacen con propósito elucubrativo o se pregunta al testigo para que proporcione opiniones especializadas sin tener la calidad o capacidad para ello. En fin, hay pues reglas que no se pueden infringir durante el interrogatorio contra interrogatorio porque de lo contrario se hacen valer las objeciones a petición de las partes o por decisión del mismo juez. Se trata efectivamente de un inicio y una contraposición y un debate dialéctico sobre la prueba pero no de un enfrentamiento sin reglas y sin regularidad las objeciones sirven precisamente para permitir un juego limpio y transparente, nadie niega la importancia de la contradicción y de la contraposición dialéctica, pero bajo ciertas reglas que de no ser respetadas deben dar paso a las objeciones también como técnica de litigación tenemos el empleo de las declaraciones precedentes, imaginamos que el testigo el perito en el momento en que declara no recuerda de manera precisa algún evento o alguna circunstancia o alguna situación en la que intervino precedentemente, eso puede autorizar a quien interrogó / interrogar a usar declaraciones previas del órgano de prueba con fines de hacer memoria y también ocurrirá esto si comparada a la declaración del testigo, el perito en juicio tenemos que no coincide con las declaraciones que rindió tempranamente o antes de esta etapa, en ese caso, también se puede hacer uso se puede hacer uso de las declaraciones previas para detectar las contradicciones y las inconsistencias del declarante; así mismo, otra técnica de litigación importante es la incorporación de evidencia material a través de los interrogatorios, todos sabemos que durante el proceso final seguramente en fases tempranas, seguramente se han ocupado , incautado evidencias, materiales todas estas pueden ser presentadas durante los interrogatorios o contra interrogatorios a los testigos y peritos para que den las explicaciones del caso. A nadie se le ocurra dejar de lado que la evidencia material cobra un significado mayor cuando respecto de ella se nos da explicaciones por quien apareció vinculado a ésta que un perito en relación a la evidencia material nos explique qué análisis realizó ya qué conclusión me digo es altamente ilustrativo quedan testigos nos diga que conoce respecto por ejemplo de la arma homicida podría una huella un vestigio del delito que se encontró la escena del crimen será también muy interesante y constituirá un aporte enorme para la ulterior decisión esto mismo ocurre con la incorporación de documentos a través de interrogatorios y contra interrogatorios, es verdad que el código habla de la oralización de documentos, pero eso no niega que durante los interrogatorios y contra interrogatorios se pueda esgrimir esta prueba documental para que sobre ella se pronuncien testigos y peritos, avanzando encontramos otra técnica de litigación constituida por los alegatos de cierre o de clausura a través de ellos volvemos sobre la teoría del caso que se planteó, pero ahora a la luz y bajo las consecuencias de la actuación probatoria, esto significa que el fiscal por ejemplo al evaluar los resultados de la prueba actuada se obtendrá que su pretensión sea acreditado y que lo que corresponde es una sentencia de condena en consecuencia y la defensa dirá también haciendo una evaluación de esa actuación probatoria que lo que debe ser más bien atendido en la pretensión libertaria con una sentencia de absolución, esos son mensajes dirigidos al órgano jurisdiccional que finalmente realizará la valoración probatoria y emitirá el fallo motivado e imparcial. Los alegatos de cierre y clausura son entonces también técnica de litigación que no puede descuidarse, repetimos que este elenco de técnicas son tal como hemos precisado herramientas que el nuevo proceso penal exige y reclama ¿cómo debemos proceder para manejarlas cada vez mejor? a través de una permanente práctica, debemos informarnos de ella, de ellas y conocer el tratamiento académico que se les ha dado sin duda, pero mayores resultados obtendremos en la medida que con más frecuencia y acierto las practiquemos es la única manera en cómo vamos a servir apropiadamente el buen desarrollo de los procesos alguna vez sostuvimos qué tal y como está configurado el proceso común en nuestro nuevo código ya no es posible que ingresen al mismo sujetos procesales nudos o improvisados nadie que niegue la oralidad podrá cumplir algún papel en el nuevo proceso penal y nadie que no esté debidamente preparado podrá cumplir el rol que el nuevo proceso le asigna el fiscal en su persecución del delito compuesta por actos de investigación pero acusación cuando corresponde y probanza de la misma el defensor encargado de resistir la incriminación y desvirtuar la y el órgano jurisdiccional a quien se le ha asignado la elevada tarea de resolver el conflicto mediante un fallo imparcial todos ellos requerirá entender que el régimen que regula el nuevo proceso es el régimen de audiencias y que en el en el en este régimen en la oralidad la clave las técnicas de litigación están al servicio de esto tiene por fundamento estas consideraciones de nosotros depende manejarlas y aplicarlas con mayor eficacia y eficiencia en todos los ámbitos del proceso penal.