Mecionar a Baudelaire : Les Fleurs du Mal : « La Mort des amants

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ANÁLISIS DE LOS YOS ROMÁNTICOS
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YO INDIVIDUAL= YO FRENTE AL NO YO TEMA FUNDAMENTAL DE LA
VIDA PSICOLÓGICA ÍNTIMA REFLEJADA EN LOS ESPACIOS QUE
RECREA POR SU ESTADO DE ÁNIMO, POR TANTO EL UNIVERSO SE
REFLEJA EN EL SUJETO INDIVIDUAL. NATURALEZA DINÁMICA DE
LEYENDAS DE BÉCQUER.
DE AHÍ SURGE EL YO DEFINIDOR- YO CREATVO PRESENTE EN LOS
TEXTOS DE BAUDELAIRE LES FLEURS DU MAL. TRIUNFO DEL SUEÑO
SOBRE LA REALIDAD
YO LÍRICO Y YO PROTAGONISTA SE CONFUNDE EN LA
NARRACIÓN CON EL ESCRITOR PERSONA: ÉL LO ORDENA TODO A SU
CONVENIENCIA Y POR TANTO RESULTA UNA AUTOCONFESIÓN DE
SU VISIÓN DEL MUNDO. ARTÍCULOS DE LARRA CON IRONÍA POR
CAMBIAR A UN ESTADO IDEAL QUE NO CONSEGUIRÁ NUNCA EL
AUTOR ROMÁNTICO.
ARQUETIPOS RELACIONADOS :
 YO PROMETEICO=HÉROE MITO DE PROMETEO QUE SE
REBELA CONTRA ZEUS EN FAVOR DE LA HUMANIDAD (EL
POETA ES UN HÉROE QUE PRETENDE REDIMIR LOS MALES
DE SU TIEMPO, YO LUCIFER (DUQUE DE RIVAS D. ÁLVARO O
LA FUERZA DEL SINO) POR SU REBELDÍA CONTRA EL
CASTIGO ETERNO Y OPOSICIÓN A DIOS (SUICIDIO)ESQUEMA TRADICIONAL DE EDÉN – CAÍDA- REDENCIÓN
COMPARADO CON NATURALEZA-CONCIENCIA DE SÍ
(FRUSTRACIÓN )-IMAGINACIÓN (RECREA SU PROPIO
UNIVERSO, NO LE GUSTA LA REALIDAD QUE VIVE, RECREA
SU AMOR IDEAL QUE IDENTIFICA LOS PODERES CREATIVOS
CON LO FEMENINO POR EJEMPLO RIMAS DE BÉCQUER)
 YO DIVIDIDO (SOCIAL Y PROFUNDO) ROUSSEAU : MENTE
CONSCIENTE Y FUERZAS INCONSCIENTES DE LA
FANTASÍA-DIÁLOGO ENTRE LOS YOS-RENÉ DE
CHATEAUBRIAND EN SU OBRA LE MAL DU SIÈCLE.
ANÁLISIS EUROPEO
En este caldo de cultivo surge el Romanticismo en su vertiente literaria. Sus países de origen son Alemania e
Inglaterra. En ellos, el movimiento ya se encuentra plenamente consolidado en torno al 1800. Desde allí, se irá
extendiendo paulatinamente al resto de Europa, en un proceso de difusión que se puede considerar culminado en
1830.
En Alemania, nos encontramos con el grupo de Jena de orientación tradicional, en el que figuraron autores tan
importantes como Schiller, Novalis o los hermanos Schlegel (1º GENERACIÓN) GOETHE en lírica FAUSTO (vende
su alma al diablo a cambio de sabiduría y juventud) y GOETHE en prosa Novela Penas del joven Werther (novela
epistolar de amor no correspondido, que crea en la época una auténtica moda en el vestir); y El grupo de
Heidelberg (2º GENERACIÓN) engrosado por Heine, Hoffman y los hermanos Grimm, entre otros.
En Inglaterra, no podemos dejar de mencionar a Walter Scott y a Wallpole, padres de la novela histórica y
gótica, respectivamente; a Lord Byron, William Blake o Keats, en el terreno de la lírica.
Chateaubriand, Victor Hugo, Lamartine o Madame Stäel en Francia.
1
Mecionar a Baudelaire : Les Fleurs du Mal : « La Mort des amants » (CXXI) Yo lírico asociado a muerte
necesaria para perdurar y hacer eterno el amor
(Ce sonnet ouvre la cinquième saison des Fleurs du Mal. Le poète a épuisé le champ des consolations illusoires, et
la mort figure alors à ses yeux comme la seule issue possible après tant de désespoir, l'unique accès à l'infini, et
le symbole parfait de l'amour éternel. Ce poème présente une vision idéale de la mort, ou plutôt une vision de
l'amour idéalisée par la mort. On examinera donc d'abord cette union indissociable de l'amour et de la mort, puis
nous verrons que cette fusion est rendue possible par une spiritualisation de la relation amoureuse. Enfin, nous
mettrons en avant que la mort est la condition indispensable à une évocation poétique de l'amour, car elle
supprime tout ce qui peut le menacer: le temps, l'espace, la réalité elle-même...Más de un autor considerará el
suicidio como salida única y airosa a la realidad que les defrauda).
El Werther socialmente inadaptado de Goethe es uno de los primeros ejemplos del modo de subjetividad alienado
y consciente de sí encarnado en el solitario. Yo solitario.
En Francia, el René de Chateaubriand caracteriza el mal du siècle típico del romántico alienado, la insatisfacción
dolorosa de la edad moderna.
CARACTERÍSTICAS ROMÁNTICAS
Irracionalismo, subjetivismo e idealismo. Este el sustrato filosófico sobre el que se asienta la
1.
perspectiva romántica de la existencia. La razón se considera insuficiente para explicar el mundo; puesto
que el caos y lo inexplicable son componentes esenciales de la realidad (irracionalismo). En consonancia
con ello, se reivindican, desde un posicionamiento subjetivista, nuevas formas de conocimiento como la
intuición, la imaginación o el instinto. Por último, otra constante, casi obsesiva en el ideario romántico es
la búsqueda de lo trascendente, de lo ideal, de lo absoluto, que en la mayoría de los casos conduce a la
perpetua insatisfacción.
Sentimiento de no plenitud. El rasgo neurálgico de la concepción romántica de la vida es lo que Hegel
denominó la conciencia desgraciada. El Romanticismo entronca, en este sentido, con movimientos
culturales anteriores y posteriores a él, como el Barroco y el existencialismo. La vida se ve como algo
inconsistente y fugaz que provoca angustia y frustración. Desde este presupuesto, se explica la obsesión
romántica con la muerte, los ambientes sepulcrales, las ruinas y la vida de ultratumba formalizada
literariamente en géneros como la novela gótica o de terror.
Desacuerdo con el mundo. Parafraseando a Cernuda, podemos resumir el Romanticismo como un eterno
conflicto entre la realidad y el deseo. El romántico es un eterno descontento, cuyos ideales chocan
contra una realidad injusta y encanallada por el progreso y la industrialización; una realidad dominada
por la gris burguesía compuesta de mercaderes y tecnócratas. Ante este desengaño, caben dos posibles
actuaciones: la rebeldía literaria y existencial, tal es la que adoptaron Lord Byron o Espronceda,
conspiradores en la literatura y en la realidad; o la evasión, a través del cultivo de lo exótico y lo
histórico, en la literatura, y mediante el suicidio (como es el caso de Larra) en la vida.
La libertad. Es el valor central exaltado por el romántico, y se traduce, en algunos casos, en una postura
liberal en política, y de lucha en defensa de los desfavorecidos. Se traduce, también, en un desprecio
total hacia todos los preceptos que lastren la creatividad personal, en el terreno del arte. Estas ansias
de libertad, en consonancia con lo que hemos dicho anteriormente, pocas veces llegan a realizarse,
apareciendo abocadas, casi siempre, a un desenlace trágico en el que la ciega injusticia del destino acaba
imponiéndose.
Exaltación del yo. Este factor imbuido de la filosofía de Fichte, nos muestra al romántico como un ser
que se considera superior al mundo que lo rodea. El poeta ya no es, como en la Ilustración, un sabio
metódico que domina una técnica; sino un genio dotado para la poesía desde su nacimiento, y tocado por
la inspiración. Los románticos se consideran a sí mismos una élite de seres superiores e incomprendidos
por el vulgo, que viven (por afirmar su individualidad) en la soledad más radical. Una soledad que en
muchos casos tratan de paliar buscando el amor.
La naturaleza dinámica. El sentimiento de la naturaleza es otra constante en la creación romántica.
Frente a la naturaleza artificiosa y armónica del Neoclasicismo, el romántico se inclina por los paisajes
salvajes y tempestuosos, que desbordan la percepción por su grandiosidad, provocando un efecto
sublime. La noche, los bosques, las tormentas, los cementerios y las ruinas dominan la imaginería
romántica. Estos paisajes aparecen, además, en la mayoría de los casos subjetivados.
La historia. Debido a su desacuerdo con el mundo en que vivieron, el Romanticismo fue un movimiento
historicista. En el pasado buscaban los ideales que habían desaparecido. Se instaura un culto a lo popular,
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lo vernáculo y lo medieval, que en muchos casos aparece estrechamente interrelacionado, en el ámbito de
la política, con el nacionalismo y el independentismo (piénsese en este sentido en el Rexurdimentu gallego
o la Renaixença catalana).
CARACTERÍSTICAS FORMALES
Se pueden sintetizar en:
Color local.
Esta característica se opone a las pretensiones de universalidad del Neoclasicismo. Hay un interés eminente por
captar el entorno concreto (nacional y pretérito) en el que se desenvuelve el ser humano y por el paisaje. La
naturaleza aparece subjetivada. La noche, las tempestades, la primavera y el otoño son lugares comunes en la
ambientación romántica.
Cuando se trata de recrear paisajes urbanos, se recurre a ciudades cargadas de historia y belleza arquitectónica
como Granada, Toledo o Salamanca.
Fantasía.
Interés por lo sobrenatural y la vida de ultratumba. Se recurre a menudo a la visión y el sueño.
Procedimientos caracterizadores.Maniqueísmo: manipular la realidad en buenos y malos
Se crean tipos más que caracteres, son personajes de una pieza que encarnan valores antes que representar a
individuos. El planteamiento es maniqueo, esto es, los personajes aparecen polarizados en buenos y malos. Se da
importancia al gesto y al entorno como modos de caracterizar a estos personajes.
Anacronismos: hechos históricos con errores cronológicos.
El lenguaje.
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En primer lugar, se eliminan las referencias neoclásicas como son la utilización de nombres mitológicos para
referirse a los fenómenos naturales, etc. (tempestades, tormentas, parajes indómitos)
Se rechaza la distinción entre palabras nobles y plebeyas, se introducen palabras populares que aportan
expresividad.
Algunas palabras, adjetivos sobre todo, se utilizan hasta la saciedad configurando una especie de léxico
romántico, así: fatal, lúgubre, lóbrego sempiterno, raudo, infernal.
El estilo es, casi siempre, enfático y grandilocuente. Caracterizado por el exceso verbal y la abundancia de
puntos suspensivos, exclamaciones, interrogaciones, antítesis. Sólo el postromanticismo abandonará la
grandilocuencia.
Es frecuente el uso de la ironía y el sarcasmo como expresión del desengaño. (Larra Artículos de
costumbres).
Uso de términos políticos. (Larra)
Por último, cabe mencionar, en contraposición con la centuria previa, la tendencia al purismo lingüístico que
rechaza el uso de galicismos por su nacionalismo.
PROSA
En el terreno de la prosa verdaderamente romántica, habría que destacar dos manifestaciones o subgéneros: la
novela histórica y el costumbrismo.
La primera, siguiendo el magisterio de Walter Scott, padre escocés del género, ambienta sus tramas en la Edad
Media, llevando a cabo una reconstrucción de esta época con fines meramente estéticos, sin pretensión alguna de
rigor. Lo medieval no es más que una tramoya que se presenta con premeditada imprecisión temporal
(anacronismos); y que simplemente sirve de fondo para el despliegue, por parte de los personajes, de un conflicto
narrativo, que suele ser de carácter amoroso. Entre los recursos técnicos presentes en el género cabe destacar:
el tópico del apócrifo, las descripciones minuciosas, el maniqueísmo, las tramas enrevesadas y el uso de un léxico
arcaizante que recrea el lenguaje de la época.
El costumbrismo surge estrechamente vinculado a las publicaciones periódicas y con los cuadros de costumbres
del Barroco como precedente. La finalidad del costumbrismo es satirizar aspectos políticos y sociales de la
realidad; y pintar con autenticidad las manifestaciones más peculiares y castizas del pueblo español. Dicho retrato
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se lleva a cabo a través de dos técnicas: la del tipo y la de la escena. En la primera, se describe a un personaje
típico de la vida española (el majo, el calavera…) y, en la segunda, intervienen varios personajes planteando una
narración que, de modo sintético, ejemplifica determinados usos y costumbres. Existen dos tipos de
costumbrismo. Un costumbrismo conservador y nostálgico, que trata de preservar y salvar del olvido las
costumbres que presenta en sus cuadros, tal es el caso del autor en su obra de las Escenas matritenses de
Mesonero Romanos y las Escenas andaluzas de Serafín Estébanez Calderón. Y un costumbrismo progresista que
reflexiona y profundiza, censurando aquellas costumbres que son manifestación de algún atraso o carencia del
pueblo español. En esta línea se encuentra la obra del más importante prosista romántico: Mariano José de Larra.
Larra, duende, fígaro, bachiller, el pobrecito hablador
No son pocos quienes lo consideran el primer prosista contemporáneo Larra encarna en su vida y en su obra al
prototipo del escritor romántico. En la vida, por el trágico final de su existencia. En su obra, por su concepción de
la literatura como algo al margen de todo dogma y como instrumento de crítica a una realidad que le resultaba
desagradable. Su obra se despliega en los múltiples artículos periodísticos que escribió. Dichos artículos se suelen
dividir, atendiendo a su contenido:
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Crítica literaria. En los que dedica especial atención a la vida teatral. Se declara admirador de Moratín y el
teatro neoclásico; pero no escatima elogios hacia el drama romántico y en especial hacia El trovador de
García Gutiérrez y Los amantes de Teruel, de Hartzenbusch. (LEYENDA AMANTES DE TERUEL: En los
primeros años del siglo XIII vivían en la ciudad de Teruel Juan de Marcilla e Isabel de Segura, cuya temprana amistad se
convirtió pronto en amor. No querido por la familia de Isabel, debido a que carecía de bienes, el pretendiente consiguió un
plazo para enriquecerse. Así pues, partió a la guerra y regresó a Teruel justo cuando había expirado el plazo. Para entonces,
Isabel ya era esposa de un hermano del señor de Albarracín. Pese a tal hecho, Juan logró entrevistarse con Isabel en su casa y
le pidió un beso; ella se lo negó y el joven murió de dolor. Al día siguiente se celebraron los funerales del joven en San Pedro;
entonces, una mujer enlutada se acercó al féretro: era Isabel, que quería dar al difunto el beso que le negó en vida; la joven
posó sus labios sobre los del muerto y repentinamente cayó muerta junto a él.)
Políticos. En los que, con los naturales inconvenientes de la censura, Larra fustiga el Absolutismo, el carlismo,
y, también, algunas políticas liberales (Mendizábal).
Costumbres. Son los más interesantes desde el punto de vista literario. Mientras Mesonero Romanos o
Estébanez Calderón, describen por el mero hecho de recrearse en lo pintoresco, Larra lo hace con un afán
crítico. Crítica moral y social que arremete contra la ignorancia, el casticismo fanático (El castellano viejo), la
ineficacia del funcionariado (Vuelva usted mañana) y otros aspectos concretos de la vida española. En algunos
de ellos, un radical pesimismo trasciende lo social y lo político expresando un spleen casi existencialista:
Nochebuena de 1836, Día de difuntos de 1836. La palabra spleen tiene su origen en el griego splēn. En inglés
denota al bazo. El diccionario de la Real Academia Española acepta la grafía "esplín" [1].En francés, spleen
representa el estado de melancolía sin causa definida o de angustia vital de una persona. Fue popularizado por
el poeta Charles-Pierre Baudelaire (1821-1867) pero había sido utilizado antes, en particular durante la
literatura del Romanticismo, a inicios del Siglo XIX).
Larra utiliza en sus artículos la descripción y la narración para ejercer su crítica, con técnicas que anticipan el
esperpento de Valle-Inclán, su estilo es vigoroso y vehemente
Dirá: "escribir en Madrid es llorar"
Fígaro continúa la vena de El Pobrecito Hablador, todavía con la esperanza en el progreso, cuando el país se halla
"en aquel crítico momento en que se acerca a una transición, y en que, saliendo de las tinieblas, comienza a brillar
en sus ojos un ligero resplandor" y contrapone "la esperanza de mañana" con el "recuerdo de ayer". Desde sus
publicaciones primerizas, Larra vive esperanzado en una transformación social.
Fígaro es ya una firma prestigiosa que se manifiesta en la Revista Española como testigo comprometido con la
transformación política que significa la transición del Absolutismo al Liberalismo: la guerra carlista y el gobierno
de Martínez de La Rosa y el Estatuto Real. La transición política le parece insuficiente sin un cambio de las
estructuras sociales. Larra concibe los cambios políticos como expresión de la revolución social, según los
principios de la Revolución Francesa.
Al comenzar el año 1834, Larra ha logrado ya con los artículos de Fígaro el pleno reconocimiento de su labor
periodística y muestra una gran actividad literaria en el teatro y en la novela. Aparecen los cuatro tomos de su
novela histórica El doncel de don Enrique el doliente, cuyo protagonista lo es también del drama histórico Macías.
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En los artículos que escribe por entonces en La Revista Española se manifiesta patentemente que lo que inspira su
costumbrismo no es el mero deseo de describir con nostalgia los usos y costumbres locales, sino de desentrañar su
sentido con vistas al futuro en un momento histórico de transformación de la sociedad, pues para él las
costumbres tienen una profunda significación moral y social reveladora de la idiosincrasia colectiva, en un
proyecto de transformación social
El Romanticismo, como autocrítica de la modernidad, es un callejón sin salida. Esta es la gran contradicción en que
Larra coincide con otros jóvenes de su generación en Europa que se sitúan entre la rebeldía y la melancolía. Es el
vértigo que produce la pérdida de la esperanza en la emancipación moral, en un mundo mecanizado en que el
hombre, "un ser espiritual... se vuelve máquina él mismo a fuerza de hacer máquinas"
En cuanto a su vida particular, sabemos que al poco de volver de Francia, trató de reanudar las relaciones con
Dolores Armijo que entonces vivía en Ávila. Allí acudió Larra en febrero de 1836. Dolores, de vuelta en Madrid, le
anuncia a Mariano José, el 13 de febrero de 1837, que irá a visitarlo a su casa acompañada de una amiga. Parece
que Larra ve la posibilidad de reanudar las relaciones. Aquel día visita a Mesonero Romanos, a su mujer y pasea por
el Prado en compañía de Mariano Roca de Togores, con quien piensa escribir en colaboración un drama sobre
Quevedo. Era lunes de Carnaval, ya anochecido, recibe a Dolores que viene acompañada de su cuñada. Ha venido a
rechazar cualquier posibilidad de arreglo. Cuando salen las dos mujeres de la casa y todavía no van lejos, Larra se
pega un tiro.
Antonio Machado piensa que fue "un acto maduro de voluntad y de conciencia. Anécdotas aparte, Larra se
mató porque no pudo encontrar la España que buscaba, y cuando hubo perdido toda esperanza de
encontrarla". Esto lo escribe Machado cien años después, pero inmediatamente se le dio al suicidio de Larra esa
significación llena del simbolismo de la esperanza perdida a que se refiere Machado. Recordemos los versos de
Zorrilla ante la tumba del suicida: "Miró en el tiempo el porvenir vacío,/ vacío ya de ensueños y de gloria". A la
manifestación cívica del entierro ("primera protesta a las viejas preocupaciones que venía a derrocar la
revolución", según recuerda Zorrilla en sus memorias) sigue la canonización en los artículos necrológicos de los
periódicos en los días siguientes. Larra es el mártir de la sociedad, dijeron entonces. A Larra "le mató la sociedad
de su tiempo"
Que el poeta, en su misión
sobre la tierra que habita,
es una planta maldita
con frutos de bendición.
(Zorrilla)
Conclusión del artículo sobre el Día de Difuntos:
“Una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis venas. Quise salir violentamente
del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de
deseos.
¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro, ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha
muerto en él? ¡Espantoso letrero!¡Aquí yace la esperanza!
¡Silencio, silencio!”
El teatro
Hasta los años 30, el panorama que nos encontramos en los escenarios españoles es muy semejante al del siglo
anterior. Siguen reponiéndose comedias del XVII, alguna comedia de corte moratiniano, sainetes y algunas
traducciones de melodramas de origen francés.
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En 1834 se representarán los primeros dramas románticos consiguiendo, de modo fulminante, el favor de un
público mayoritario. Dicho éxito es fácil de entender, basta con analizar las características fundamentales de un
género, que, en algunos aspectos, suponía un retorno a las enseñanzas de los grandes maestros del Barroco.
Analicemos dichas características.
1.
El eterno tema es el amor. Amor absoluto e ideal, frustrado por la oposición familiar y, en última
instancia, por un destino del que los enamorados son víctimas.
2.
Como tema secundario, íntimamente relacionado con el anterior, cabe citar la libertad, el derecho a
rebelarse frente a la tiranía, la reivindicación de la felicidad individual frente a las convenciones sociales
(matrimonio de conveniencia).
3.
Los personajes son tipos esquemáticos. No varían psicológicamente a lo largo de la historia. El hombre
suele ser un héroe de origen desconocido y la mujer una dama de gran belleza. La división de los
personajes en conflicto suele ser maniquea (bipolar-buenos y malos).
4.
Las tramas se ambientan en la historia medieval o áurea (S. de Oro).
5.
Se mezclan los géneros (tragedia-comedia), de hecho, el drama es un género mixto por definición.
6.
Se mezclan prosa y verso, o se usa el verso polimétrico.
7.
Se conculca la regla de las tres unidades.( acción lugar y tiempo). Estructura: La regla de las tres
unidades, impuesta en la Ilustración desaparece. Los dramas, por ejemplo, suelen tener cinco actos en
verso, o en prosa y en verso mezclados, con métrica variada. Si en las obras neoclásicas las acotaciones
escénicas no se aceptaban, esto no sucede durante el Romanticismo, pues las acotaciones son
abundantes. El monólogo cobra nuevamente fuerza, por ser el mejor medio para expresar las luchas
internas de los personajes.
8.
Temática: El teatro romántico prefiere los temas legendarios, aventureros, caballerescos o históriconacionales, con el amor y la libertad como estandarte. Abundan las escenas nocturnas, los desafíos,
personajes encubiertos y misteriosos, suicidios, muestras de gallardía o de cinismo. Los acontecimientos
se suceden de forma vertiginosa. En cuanto al fondo de las obras, no aspira a aleccionar, como
pretendían los neoclásicos en sus obras, sino a conmover.
9. Personajes: El número de personajes aumenta en las obras. El héroe masculino suele ser misterioso y
valiente. La heroína es inocente y fiel (bella exterior e interiormente es un ángel), con una pasión
intensa. Pero ambos están marcados por un destino fatal. La muerte es la liberación. Se da más
importancia al dinamismo de las acciones que al análisis de la psicología de los personajes.
10. El número de actos es variable (de tres a cinco).
11.
Presenta gran importancia la escenografía (dramatización) La acción teatral gana dinamismo al utilizarse
variedad de lugares en una misma representación. Los autores basan sus obras en lugares típicos del
romanticismo, como cementerios, ruinas, paisajes solitarios, prisiones, etc. La naturaleza se muestra
acorde con los sentimientos y estados de ánimo de los personajes.
12. Herencia de rasgos del teatro Barroco
13. Las tramas son enrevesadas, plagadas de intriga, peripecias y anagnórisis (origen desconocido del
protagonista que luego se desvela), con el fin de conmover al espectador, objetivo fundamental de este
teatro. Herencia de rasgos del teatro Barroco.
Entre los autores y obras más importantes TEATRALES habría que citar La conjuración de Venecia de Martínez
de la Rosa, que inaugura el género; Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas; Los amantes de Teruel, de
J. E. de Hartzenbusch y, naturalmente, Don Juan Tenorio, de José Zorrilla.
LÍRICA
Poesía narrativa: La primera relata en metros muy variados todo tipo de hechos históricos, legendarios o
inventados, combinando la narración, con lo puramente lírico e incluso el diálogo. En este contexto, podemos hablar
de un importante proceso revitalización del romance, forma muy cultivada y apreciada por los románticos al
encarnar muchos de los valores(tradición, origen popular, primitivismo) que estos defendían.
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Dentro de la poesía narrativa se pueden mencionar obras como El moro expósito (1834) de el Duque de Rivas, El
estudiante de Salamanca(1840) Espronceda y El diablo mundo(1841) de Espronceda y Granada(1840) de Zorrilla.
Poesía lírica: La lírica expresa a través del verso todos los temas y preocupaciones típicamente románticos que ya
hemos comentado. La mayor parte de los críticos coincide en señalar una falta de autenticidad sentimental en la
mayoría de las manifestaciones de esta tendencia y un exceso de retórica, grandilocuencia y tópicos. Los rasgos
formales más evidentes son: la mezcla de géneros y la polimetría. Zorrilla y Espronceda (muere a los 34 años)
siguen siendo los autores más importantes junto a Carolina Coronado, Gil y Carrasco o Gertrudis Gómez de
Avellaneda. Será en el postromanticismo, con las obras de Bécquer y Rosalía, donde encontremos un desarrollo, de
mucha mayor calidad, de la lírica romántica.
ESPRONCEDA
Se considera a Espronceda el poeta romántico español por excelencia a causa de su talante byroniano. En efecto,
su poesía presenta ecos de la de Lord Byron, sobre todo en sus dos poemas narrativos más extensos: El estudiante
de Salamanca, sobre el tema del seductor donjuanesco, que se puede considerar como un acabado exponente del
género romántico leyenda, considerado el mejor poema en su género del siglo XIX, y el incompleto El Diablo Mundo
obra incompleta (1841), heterogéneo poema filosófico en donde describe al hombre como un ser de inocencia
natural que sufre la realidad social y sus maldades, en el que se incluye el famoso «Canto a Teresa», dedicado a su
amante Teresa Mancha, una de las más grandes elegías amorosas. También escribió gran cantidad de poemas
cortos que denominó Canciones, de entre los que destaca como el más conocido la «Canción del pirata»; también
figuran «A Jarifa en una orgía», «El verdugo», «El mendigo», «El reo de muerte» o «Canción del cosaco». Todos
estos poemas se inspiran en personajes marginados o excluidos de la sociedad, con lo que por primera vez aparece
claramente formulado el tema social en la lírica española.
Gustavo Adolfo Domínguez Bastida
Más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer (adoptó dicho sobrenombre siguiendo los pasos de su hermano, el
pintor Valeriano Bécquer) (Sevilla, 17 de febrero de 1836 – Madrid, 22 de diciembre de 1870), fue un poeta y
narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo (ESCRIBE POSTROMANTICISMO EN ÉPOCA
DE REALISMO). Muere de tuberculosis.
Correspondencia de rimas con leyendas.
LEYENDA OJOS VERDES VA CON RIMA XII
LEYENDA DEL MISERERE VA CON LA RIMA DEL ARPA
FRASE DE LA MARTINE QUE USA BÉCQUER PARA DEFINIR POESÍA “LA MEJOR POESÍA ES LA QUE
NO SE ESCRIBE”
Pero el 22 de diciembre muere Gustavo durante un eclipse total de sol. Mientras agonizaba, pidió a su amigo el
poeta Augusto Ferrán que quemase sus cartas («serían mi deshonra») y que publicasen su obra («Si es posible,
publicad mis versos. Tengo el presentimiento de que muerto seré más y mejor conocido que vivo»);
Todos estos poetas buscaban un lirismo intimista, sencillo de forma y parco de ornamento, refrenado en lo
sensorial para que mejor trasluzca el sentir profundo del poeta. Es una lírica no declamatoria, sino para decir al
oído.
Se pierden sus rimas en la revolución de 1868 La Gloriosa. El poeta, con ayuda de sus amigos y con la de su
memoria reconstruyó el manuscrito, que tituló Libro de los gorriones que se conserva en la Biblioteca Nacional de
Madrid. Más tarde lo editarán sus amigos con otro orden cronológico, por eso no se corresponden en numeración
(como si fuese un gran poema donde el autor se enamora y evoluciona hasta la frustración y decepción final).
Bécquer solía repetir la frase de Lamartine de que «la mejor poesía escrita es aquella que no se escribe».
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Meditar profundamente sobre la creación poética, el amor y la muerte, los tres temas centrales de las Rimas.
Manuel Altolaguirre afirmó que la poesía de Bécquer es la más humana del Romanticismo español.
Modelos poéticos de Bécquer Heine y Byron
Su idea de la lírica la expuso en la reseña que hizo del libro de su amigo Augusto Ferrán La soledad:
Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la meditación y el arte, que se engalana con todas
las pompas de la lengua que se mueve con una cadenciosa majestad, habla a la imaginación, completa sus
cuadros y la conduce a su antojo por un sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y su
hermosura. Hay otra, natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el
sentimiento con una palabra y huye; y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre,
despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía. La
primera tiene un valor dado: es la poesía de todo el mundo. La segunda carece de medida absoluta;
adquiere las proporciones de la imaginación que impresiona: puede llamarse la poesía de los poetas. La
primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y se desvanece. La segunda es un acorde que se
arranca de un arpa, y se quedan las cuerdas vibrando con un zumbido armonioso. Cuando se concluye
aquélla, se dobla la hoja con una suave sonrisa de satisfacción. Cuando se acaba ésta, se inclina la frente
cargada de pensamientos sin nombre. La una es el fruto divino de la unión del arte y de la fantasía. La
otra es la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la pasión. Las poesías de este libro
pertenecen al último de los dos géneros, porque son populares, y la poesía popular es la síntesis de la
poesía.
El ideal poético de Bécquer es el desarrollar una lírica intimista, expresada con sinceridad, sencillez de forma y
facilidad de estilo. Bécquer y sus Rimas son el umbral de la lírica en español del siglo XX. Rubén Darío, Miguel de
Unamuno, los hermanos Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Federico García Lorca,
Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y otros lo han considerado como figura fundacional,
descubridora de nuevos mundos para la sensibilidad y la forma expresiva.
EXPRESIÓN ESCRITA ROMANTICISMO
El romanticismo es un anacronismo en su totalidad, el deseo de encontrar ideales de épocas
pasadas o, como diría Víctor Hugo: “el romanticismo, si se le considera en su aspecto
militante, no es otra cosa que el liberalismo en literatura” ejemplificado en Les Misérables.
Umbral crítico literario dirá que “el romanticismo apedrea al Neoclasicismo con piedras
medievales.
Rousseau dirá del romanticismo “la libertad es la obediencia a la ley que uno mismo se ha
trazado” por tanto impone un libre albedrío.
Los románticos siempre llegan tarde D. Álvaro llega tarde en su obra D. Álvaro o la fuerza
del sino, el protagonista Diego Marcilla de los amantes de Teruel Hartzenbusch llega tarde
para recuperar a Isabel Segura ella ya se ha casado, y Bécquer también llega tarde por ser
postromántico.
El mejor ejemplo de anacronismo se da en La conjuración de Venecia de Martínez de la
Rosa donde aparece el puente de los suspiros dos siglos antes de su construcción.
D. Álvaro o la fuerza del sino concluye con "Soy un enviado del infierno, soy un demonio
exterminador", yo satánico por excelencia que se cree culpable de todas las muertes
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ocurridas a su alrededor, mata al Marqués de Calatrava (padre de Doña Leonor por
accidente al caer la pistola), en distintos duelos mata primero a D. Carlos y luego hiere de
muerte a D. Alfonso (hermanos de Doña Leonor). D. Alfonso herido de muerte saca el puñal
de su pecho y mata a su propia hermana, que ha acudido a socorrerle. El fatum de muerte
acompaña a nuestro protagonista.
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