Pulsión de Muerte 2018 ENSAYO No. 3: PULSION DE VIDA Y PULSION DE MUERTE: ¿ES EL DESTINO DE LA HUMANIDAD SU AUTODESTRUCCION? Lic. Franz Daniel Fernández Vaca. Especialista en Educación Superior. Diplomando en Psicología Penitenciaria. 4 años Psicólogo Penitenciario. 8 de Julio del año 2018. Este se trata del tercer ensayo que tenemos el honor de compartir para cualquier persona interesada en lo que producimos. Se trata de un tema que nos ha llamado la atención por mucho tiempo: la pulsión de muerte. ¿Y por qué nos ha llamado la atención este tema en particular? Simple y llanamente porque nos ha picado la curiosidad 1(i) el hecho de que al parecer la autodestrucción este en el centro de la sociedad humana (y no solo de la teoría psicoanalítica como dirá Lacan), y de que al parecer este sea el destino del hombre… Este tema de la pulsión de muerte, según algunos autores será uno de los últimos escritos de Sigmund Freud (A quien escogimos para tratar el tema de la autodestrucción del ser humano junto a Lacan en relación a lo que él va llamar la pulsión de muerte) dentro de sus postulados de metafísica (1), será uno de los más controversiales y nacerá tal vez producto de uno de los efectos que experimento el padre del psicoanálisis como consecuencia de la 1era. Guerra Mundial (considerando que el libro donde aparece el concepto, su publicación data de 1920 al 1922 -4 años después de finalizada la guerra-); además que al parecer la PDM entendida esta 1 (i) O tal vez para ser más sincero, más que picarnos la curiosidad, este tema nos interesa porque como sabrán los que estén familiarizados más con el psicoanálisis, la personalidad obsesiva (porque al menos eso creemos que somos o tenemos), tienen como pregunta fundamental en el fondo de su ser, la interrogante: ¿Estoy muerto o estoy vivo? (con “el fondo de su ser” nos referimos al “sujeto del deseo”, al vacio que se da frente a la castración); y además como patológicamente (o sea cuando no está sano o equilibrado) se dice que este tipo de personalidad siempre está trasmitiendo la “pulsión de muerte” (por su mismo sentir a veces, que se percibe “muerto en vida” obviamente) le interesan estos temas relacionados: la muerte, la memoria, la historia, el devenir, el origen del hombre, etc. 1 Pulsión de Muerte 2018 como autodestrucción será uno de los temas preocupantes y confusos para Freud ya que también este al ver aproximarse la segunda guerra mundial (y al ser evacuado a Inglaterra) escribe una sus famosas cartas a Albert Einstein titulada “¿Por qué la guerra?” (Recodemos que el austriaco muerte el 23 de septiembre de 1939, 22 días después de iniciada la 2GM con la invasión a Polonia)... Finalmente El concepto aparecerá en el libro XVIII del Dr. Freud, donde se abordaran temas como la compulsión de repetición, las pulsiones de vida y muerte, un nuevo cuadro de estructura de la mente y el problema de la destructividad (2) (como veremos a lo largo del artículo, todos estos temas estarán entrelazados). Y A todo esto, para entrar concretamente en materia, nos preguntamos entonces ¿Cuál sería entonces el concepto de pulsión de muerte?: 1er. “Según Sigmund Freud, pulsión de muerte es la tendencia de toda vida orgánica que se evidencia en actos encaminados a la búsqueda de un estado anterior a la vida (la muerte), la tendencia de todo ser vivo a un estado inerte e inorgánico (esta última “categoría” de pulsiones – porque existen otras- como distinción de la pulsión de vida o eros-, se puede distinguir más finamente entre las pulsiones agresivas y destructivas dirigidas al propios individuo (masoquismo) y a aquellas volcadas hacia el mundo exterior (sadismo/violencia)” (9) (10). 2do. También nos ofrece un buen panorama del concepto Dylan Evans en su Diccionario Introductorio al Psicoanálisis Lacaniano, dictando: “Freud estableció una oposición fundamental entre las pulsiones de vida (eros), concebidas, como una tendencia hacia la cohesión y la unidad; y las pulsiones de muerte, que operan en la dirección opuesta, deshaciendo conexiones y destruyendo las cosas… No obstante las pulsiones de vida y las pulsiones de muerte no se encuentran nunca en estado puro, sino siempre entre mezcladas, fusionadas en diferentes proporciones (continua el psicoanalista)… Por cierto, Freud sostuvo que de no ser por esta fusión con el erotismo, la pulsión de muerte eludiría nuestra percepción, puesto que en sí misma es muda” 2(d) 22 (d) Para explicarlo mejor esto se asemeja mucho al comentario de uno de los artículos que hemos empleado para explicar la pulsión de muerte que contienen las personas: “Hola, para ser conciso me parece un tema y conceptos creados por Freud, muy alejados de la realidad. Como una idea y un postulado perfecto, pero para llevarlo a la práctica no me hace ningún sentido. Me tomo en efecto los ejemplos mencionados (beber, fumar, etc.), no me parece que ningún aplique al motivo de pulsión de muerte como el fumar, beber, las drogas u otros. Basta que lo analicen seriamente, las personas no fuman, beben o se drogan por buscar la muerte. Es justamente todo lo 2 Pulsión de Muerte 2018 (11) (finaliza Evans). 3ro. Luego tenemos a Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis en su “Diccionario de Psicoanálisis” bajo la Dirección de Lagache, que califican a la pulsión de muerte (ellos la inscriben como pulsión destructiva o destructora) “como un término utilizado por Freud desde una perspectiva más cercana a la experiencia biológica y psicológica; que en este caso su extensión es la misma que la de pulsión destructiva, pero más a menudo califica la pulsión de muerte en tanto que más orientada hacia el mundo exterior; en este sentido más específico, Freud utilizará también el término como “pulsión agresiva” (13) (dirán los eruditos). 4to. Por último tenemos la definición del psicólogo - psicoanalista Sergio Alonso Ramírez quien dice que: (Pulsiones, según traductores españoles “impulsos”) Hay una pulsión que podría ser muy llamativa y peligrosa. La pulsión de muerte… Que Es el impulso del ser humano a ir hacia el fin de su vida (más allá del principio del placer), hacia lo inanimado… Claro está que esta pulsión no es consciente en su mayoría de los casos…” (12). Y hasta aquí llegaremos con el tema de las definiciones. Por lo tanto y en definitiva la pulsión de muerte vendría a ser aquella “antimateria” (podríamos llamarla así) del eros, aquel empuje o retorno hacía lo inorgánico (que supuestamente antecede a lo orgánico) cuya finalidad es quitarle la vida o actividad física, psicológica y social (vida, (15)) a todo ser en movimiento o con vida (cabe recalcar o considerar que también otros relacionan la pulsión de muerte con “el deseo de no intentar vivir la vida, entendiendo vida como evolución”. Es decir la PDM lo que pretendería sería no moverse, permanecer inmóvil, en el mismo estado, o dicho de otro modo en la inercia…” (12)). contrario, el fumador fuma por lo placentero que es, por las asociaciones de placer que tiene ligadas, por las estupideces que han vendido de forma social y por la televisión de que fumar es genial, que la gente importante se ve bien fumando… Por ende uno también lo hace. En definitiva lo hace por buscar algo positivo, no la muerte ni algo malo. Nadie me ha dicho que fuma para matarse, para morirse de cáncer o sufrir, lo hacen por lo bueno que significa…” (12). El autor contesta: “No se trata de un acto consciente…” (12). Y además para nosotros este se trata de uno de los mayores ejemplos o de los mejores; que indican como decía Freud que la pulsión de muerte nunca se presenta sola, sino entremezclada con la pulsión de vida, y si no fuera por esta, la misma pasaría desapercibida porque es “muda”. Es decir, la pulsión de muerte se da modo para salir del ser humano y mostrarse pero lo hace a través de sus “buenas intenciones” si se puede decir de otra manera. Porque escuchemos a este sujeto “Nadie me ha dicho que fuma para matarse” (12); no se muestra la pulsión de muerte de entrada tal como es: el mal por así decir; sino que sale como buena intención y con el tiempo se muestra tal cual es: como la muerte, el diablo (alegorías). ¿Y qué nos hace detectarla? El excedente justamente que pasa a convertirla de pulsión de vida a pulsión de muerte: No está mal beber una copa de vez en cuando, pero beber cada fin de semana este comportamiento se convierte en pulsión de muerte. 3 Pulsión de Muerte 2018 Una vez aclarado este concepto para Freud, sería bueno echarle un vistazo a Lacan para quien a nuestro entender ubica las pulsiones de vida de lado del deseo que es el principio del placer, y las pulsiones de muerte del lado del goce que es “el más allá del principio del placer”… Lacan siguió a Freud al reafirmar la pulsión de muerte como idea central en el psicoanálisis (caso contrario de sus discípulos que pensaron esta nueva dualidad de términos como algo polémico, meramente poético y una introducción a la metafísica o lo mágico (6)) sin embargo Lacan dirá: “Ignorar el instinto de muerte en su doctrina es entender mal la doctrina en su totalidad” (16). Primero el francés empieza describiendo la pulsión de muerte como una nostalgia por la armonía perdida, un deseo por volver a la fusión pre edípica (6) (1938); en 1946 la vincula con la tendencia suicida del narcisismo (6). La asociación del concepto (PDM) tanto con la fase pre edípica como con el narcisismo ubican el término del lado del orden imaginario; sin embargo más tarde el francés al desarrollar su teoría de los tres órdenes (RSI) (1953) (24), ubicará a la pulsión de muerte de lado de lo simbólico: “como una tendencia fundamental del orden simbólico de producir repetición…” (6)… “el instinto de muerte es solo la máscara del orden simbólico…” (20) (Aquello que no se ha inscrito, registrado y como consecuencia elaborado, que tiende a repetirse por tal o como tal (12) o repetición de la fijación frente a la repetición dialéctica (17)). Acá se contrapone Freud a Lacan contemplando que el primero ubicaba la pulsión de muerte de lado de lo biológico y el segundo lo ubica de lado de la cultura (6) 3(e). Por consiguiente continuando con su análisis el maestro Lacan dirá éste que “toda pulsión es virtualmente pulsión de muerte” (22, p. 848) (hágase énfasis en la palabra virtualmente porque en un examen más profundo la pulsión enlazada al deseo se convierte o convertirá en pulsión de vida (17)) porque: 1ero. Toda pulsión persigue su propia 3 (e) Además ambos eruditos tienen sus diferencias también en relación al concepto en el sentido de que Freud ubica las pulsiones sexuales y de auto conservación del yo del lado del eros; en cambio Lacan dirá que la pulsión de muerte es un aspecto más de todas las pulsiones (lo cual quiere decir que también es sexual): “La distinción entre pulsión de vida y pulsión de muerte es verdadera en cuanto pone de manifiesto dos aspectos de la pulsión…” (16); se refiere a los sexual Lacan, además marca el francés que si fueran tan diferentes como lo marca el maestro Freud entonces ambas no podrían solaparse o entremezclarse como lo dijo el mismo Freud y distinguirse finalmente solo a través del eros, como también lo dijo el mismo Freud. Por tanto son dos lados de una misma moneda… De todas formas si lo analizamos más profundamente; no importa de donde venga el concepto, sea del lado de la Biología o de lado de la Cultura; porque al final la segunda según el propio Lacan es igual naturaleza o igual materialismo, solo que de diferente forma a la que comúnmente conocemos. Es la naturaleza regulándose a si-misma (6) (21, pag. 289). 4 Pulsión de Muerte 2018 extinción (la muerte); 2do. Porque toda pulsión envuelve al sujeto en la repetición (la mala repetición, la muerte); y 3ero. Porque toda pulsión es un intento por ir más allá del principio del placer (goce = muerte), hasta el reino del goce excesivo (saliéndose del reino del deseo o la falta, o del goce mediado), en el que es experimentado como sufrimiento…” (6)… Hay que considerar muy en lo particular esta frase de Lacan “Toda pulsión es VIRTUALMENTE pulsión de muerte…” (17) ¿Virtualmente por qué? Porque el francés también dirá que las pulsiones están estrechamente vinculadas con el deseo (6), ya que unas y otras se originan en el campo del sujeto (no en el campo del Gran Otro, la demanda (17) -$*D-), como opuestas a la pulsión genital, que sí acaso existe encuentra su forma del lado del Otro (6) (18) (donde estaría el goce, el sujeto del goce (17)), no del lado del Sujeto del deseo sino del lado del Otro (sujeto del goce)… Sin embargo dirá Evans parafraseando a Lacan que la pulsión no es otro nombre dado al Deseo (esto quiere decir que a la palabra pulsión también se la puede entender como deseo, o como un elemento que enlazado al deseo se convierte o se entiende por deseo): las pulsiones son los aspectos parciales en los cuales el deseo se realiza –y se origina- 4(h). El deseo es uno e indivisible, mientras que las pulsiones son manifestaciones parciales del Deseo (de ese deseo) (6) (especialmente aquellas que ya hayan pasado por el filtro de la castración, como la visual y la auditiva): un deseo no puede ser una pulsión porque se trata de goce ya cercenado, castrado (decantado); pero sí una serie de pulsiones parciales pueden ser “manifestaciones”, rayos de luz, aristas, chispas de la aparición del deseo (6) 5(f). En todo caso las pulsiones nunca desaparecen (y no se puede hablar de La pulsión en general o universal porque no existe una síntesis o unión de todas las pulsiones en una sola pulsión, solo existen pulsiones parciales); la diferencia en que unas sean de vida y que la otras sean de muerte radica en el hecho de que unas estén enlazadas al deseo y las otras por el contrario estén enlazadas al goce. Aunque también existen algunos teóricos que equiparan el término pulsión como equivalente al término goce (en este sentido existiría 4 (h) Tome en cuenta el uso en plural del término pulsiones que no denota una Gran Pulsión o La Pulsión; sino una particular forma de goce que vendría a ser el deseo; también esta frase la podemos entender como la pulsiones parciales escópica e invocante –ojo/mirada oídos/voz- a través del cual se manifiesta el goce después de su castración –como deseo y no como demanda- (6). 5 (f) Esto también marca como no existe un regreso al goce cuando una vez este es cercenado por la castración. En otras palabras, no hay un vuelta atrás después de un fin de análisis de verdad; no hay un regreso del deseo al goce por parte del sujeto una vez suscrita la castración de verdad. 5 Pulsión de Muerte 2018 un goce de vida y otro goce de muerte; y no sería nada raro o fuera de lo común porque existen expertos que hablan de un goce mortífero, y si existe un goce mortífero también debe existir un goce no mortífero o practicable como dice Xavier Esqué (19)). Deseo Deseo Origen ($) Deseo Pulsiones Final ($) Origen de las Pulsiones Goce Karina Didia dirá (otra psicoanalista propiamente lacaniana) que: “El goce alude a los distintos objetos pulsionales (el pecho por ejemplo). Como bien sabemos el superyó es el imperativo del goce, sólo se ofrece allí donde el sujeto “se deja” (masoquismo, pulsión de muerte): “¡goza como objeto según mi mandato!”. Como el torrente irrefrenable, pulsión y goce se van a satisfacer siempre (como si ambos conceptos fueran los mismo)” (17)… La pulsión enlazada al deseo implica pérdida de goce (no deja de ser pulsión) y recuperación del goce en la escala invertida de la ley del deseo (la pulsión de vida). La pulsión desenlazada (sin la castración) se corresponde con el apremio pulsional (prisa por hacer algo, urgencia, esa pulsión que no sabe esperar, sin límites: goce, PDM). A su vez, tanto la ley social como la ley simbólica vienen a regular el goce (PDM). Si no hay ley, hay goce mal enlazado (no castrado), el superyó manda a gozar y el sujeto se pierde como sujeto del deseo (pero no como sujeto del goce, sujeto atrapado en el Gran Otro, en la demanda, en la pulsión no domesticada). En esta perspectiva, pensamos que el neurótico “inventa” al Otro, ofreciéndose como objeto (perdiéndose el sujeto del deseo). El acto analítico apunta por lo tanto a liberarlo de allí, a producir el corte entre ese lugar de objeto de goce para el Otro y el Otro como fantasmáticamente completo (no tachado, el Otro no en falta o barrado: “en tanto el lugar que habita el deseo es el fantasma” –ya conocido pero-); esto se inscribe como castración (en un primer momento pero, sin consciencia: grafo del deseo)…” (17)… Ésto nos lleva a pensar la función del análisis como aquello que propicia al sujeto (del deseo), a levantar los `sintagmas coagulados´ (fijados, petrificados = pulsión de muerte) del 6 Pulsión de Muerte 2018 superyó que dirían: ¡Goza en el lugar de objeto (en el Otro, sujeto del goce, demanda) y olvídate de gozar donde a vos te gusta (en el sujeto del deseo, en tu propio goce)!”…El ideal del yo (o deseo), en cambio, es todo lo contrario: marca los trazos que estimulan al sujeto a avanzar (a salir de lo inanimado, de la pulsión de muerte). Es justamente aquí donde se introduce la diferencia entre la gramática pulsional (las voces de la pulsión), recorrido de la pulsión (PDM), versus la lógica del fantasma (PDV). El fantasma es la respuesta que el sujeto encuentra a la demanda pulsional del Otro (goce del Otro, el sujeto del goce, PDM), en tanto el lugar donde habita el deseo es el fantasma (PDV, allí se debe buscar el deseo). Es decir que en contraposición al “¡cómeme, cómeme!” (PDM, goce), poder constituir por primera vez un objeto propio de goce (sujeto del deseo, PDV), es la condición del deseo (PDV)…” (17) Del superyó que manda a gozar (PDM) al ideal del yo (deseo, PDV) que marca los trazos que estimulan al sujeto a avanzar (moverse de donde está, a evolucionar, a producir = PDV)…” (17)… Continua diciendo la autora “Me gustaría detenerme en la diferencia entre repetición de lo mismo (goce), donde el goce está desanudado –ese goce que se repite misma escena– (porque hay un goce que no se repite o tiene una forma diferente de repetición: repetición dialéctica diferente a la repetición por fijación), de la insistencia significante donde el goce enlazado al deseo (ojo que sigue siendo goce y pulsión por lo tanto), nos da la posibilidad de introducir la diferencia (deseo, PDV). Es en Más allá del principio del Placer (El libro XVIII) que Freud aborda la relación entre repetición y el lust 6(h) (Freud no habla de goce). Descubre que hay algo que está más allá del placer, del equilibrio, y es la compulsión a la repetición (goce, repetición de fijación) que rompe el equilibrio (del síntoma manejable), la pulsión desanudada (el síntoma desbordado: el goce), el apremio pulsional (el goce). Sabemos también que si no hubiera el apremio pulsional (sin goce no pudiera haber deseo, sin PDM no habría PDV; el instinto se convierte e demanda y la D en deseo), estaríamos en la homeostasis (lo inanimado de la PDM) que bordea con la muerte como en el caso recién expuesto 6 (h) Del Alemán Deseo y Placer. Del inglés, lujuria, pero no en sentido de pecado, sino de un intenso deseo. En otras palabras con Freud habrá que entender Lust como “deseo intenso” (18). 7 Pulsión de Muerte 2018 7(g). La homeostasis que mata el deseo (lo inanimado, PDM). La pulsión (como PDV) empuja a salir de ese equilibrio (de lo inanimado de la PDM). En el caso de esta paciente se presenta la repetición que implica una fijación (goce: PDM), y no una repetición que implica una dialéctica (deseo, PDV: habrían en todo caso dos tipos de repetición que se darían dentro del lenguaje o la cultura, la fija –signo de PDM- y la dialéctica que es dinámica –signo de PDV- )… (17) La pulsión de muerte es la búsqueda de la tensión más baja, el 0, Principio de Nirvana, lo contrario de la pulsión de vida. El goce también es la búsqueda de resolver aquello que apremia. Como está en juego el goce, la búsqueda del 0 es lo que podemos llamar la eficacia silenciosa de la pulsión de muerte… En la clínica la pulsión de muerte la encontramos operando bajo el modo del “No”. La pulsión de muerte desenganchada (desanudada, desenlazada del deseo), sola, es silenciosa (muda) y se manifiesta como sustracción (restos, residuos, basura)… El goce mortífero, parasitario, está ligado a la repetición de lo mismo (fijación, PDM) y no a la repetición como insistencia significante (dialéctica), que introduce la diferencia (deseo). La repetición de lo mismo toca con lo real (pulsional puro; intromisión de la cultura en el cuerpo en forma de fijación, goce), donde se torna casi imposible la producción de un significante nuevo (repetición como insistencia del significante), S1, que represente al sujeto y permita la rotación (dialéctica, dinámica, PDV) por los diferentes discursos… (17). Entonces en definitiva, desde Freud hablamos de una pulsión de vida que como su nombre lo indica nos lleva a continuar nuestra existencia como seres humanos y como especie humana hasta donde sea necesario o pueda llegar; y una pulsión de muerte, que nos empuja hacia lo inanimado, lo inorgánico: “Polvo al polvo has de volver”. Por su parte desde Lacan tendríamos el deseo por un lado que nos libera del goce mortífero 7 (g) “Comparto con ustedes un recorte clínico de una paciente de 19 años que consulta inundada de angustia. Luego de haber “tragado” libros durante toda su vida y a merced del goce de su madre que tiene diagnóstico de psicosis, hace un intento de dejar de ser objeto del goce de ella. Apunta a convertirse en un sujeto con sus propios objetos de goce, comenzando una relación amorosa por primera vez con un muchacho. Ésto provoca el desborde de la madre, quien la despierta al modo de las peores torturas varias veces por noche, gritándole epítetos tales como: “puta”, “trola”, “te revolcaste”, etc. La paciente se culpa por lo que “le hizo a su mamá”…(17). 8 Pulsión de Muerte 2018 (tal cual dirá algún experto) e impulsa hacia el bienestar y la vida, nos impulsa para “hacer todo con medida” (“ni más ni menos” dirán algunos); y su contra parte será el goce como tal: mortífero, fugaz, destructivo, asesino, suicida. Nos quedaremos con el concepto de ambos autores, porque serán ambos conceptos los que nos darán la respuesta sobre nuestra pregunta inicial: ¿Es el destino de la humanidad su autodestrucción (consciente o inconscientemente)? La respuesta en un principio sería sí y no… Se supone que la pulsión de vida y la pulsión de muerte están entremezcladas y lo problemático es que la pulsión de muerte es silenciosa (muda); pero lo ideal es que ninguna prevalezca sobre la otra, a nuestro criterio (o donde una domine haya una forma de balance); o lo ideal puede ser también donde la que domine sea la pulsión de vida como dirá Roudinesco, “que nuestra salida es el deseo: ese es el heroísmo moderno”. Nunca dejarán de haber seres humanos que gocen, así como también nunca dejaran de haber seres humanos que deseen; la cuestión es saber porqué una de esas pulsiones está actualmente predominando sobre la otra a nuestro entender (recordemos la frase de Lacan que dice: “Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época…” (23)). Y esto lo decimos porque desde la primera y segunda guerra mundial esto es lo que está predominando en la humanidad: su autodestrucción, su capacidad de autodestrucción; pareciera que hemos llegado al tope de nuestras vidas o de nuestra existencia como especie y que ya no queda otro camino que retornar a lo inanimado; nuestro éxito evolutivo es notorio hasta la fecha, somos 7.000 millones de habitantes en este planeta; pero como a la vez esto es un éxito evolutivo de acuerdo a la teoría de la selección natural (que nazcan más y que mueran menos); esto también se está convirtiendo en nuestra perdición, porque a más humanos menos recursos naturales, y menos posibilidades del planeta para sostenernos. Ya se freno la aparente amenaza nuclear que tuvo al “filo del abismo” a la raza humana de 1945 a 1990 (fecha en que cae formalmente el “muro de Berlín” 8(a)); ahora, aunque seguimos “armados hasta los dientes” (como se dice vulgarmente), en una guerra más fría que antes dirán algunos, con Rusia a la cabeza entre los países con mayor armamento nuclear y la OTAN en segundo lugar (3); actualmente lo que está 8 (a) El muro de Berlín en realidad cae en noviembre de 1989; pero hace forma la unión entre la Alemania Occidental y la Alemania Oriental en el año 1990, a finales. También durante estos años se hace formal la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (24). 9 Pulsión de Muerte 2018 en juego y se está tornando más peligroso aún es la falta de recursos naturales y el drástico cambio climático que está experimentando el planeta. Es decir, es como si la pulsión de muerte, haya sido frenada aparentemente en el año 1990, pero nuevamente haya resurgido en el año 2.000 o el siglo XXI para volver a amenazar nuestra existencia (aunque sabemos obviamente que la cuestión del cambio climático no es de ahora y más, sino que se lo viene advirtiendo desde la década de los 90’). Por eso decimos que pareciera que nuestro destino va siendo nuestro fin nomás. El único atisbo de esperanza que nos queda es lo dicho por la historiadora psicoanalítica Roudinesco en aquel documental francés acerca de la vida de Jacques Lacan (titulado “Reestructurando el Psicoanálisis” (4)) donde ella literalmente dice: “Seguramente fue el mejor (Lacan), y de la forma más moderna supo plantear los lazos del hombre con su deseo desnudo (goce): la cuestión de lo real, la cuestión de la violencia en la historia, el hombre en Auschwitz… Como los teóricos de la Escuela de Frankfurt Lacan evocó sin cesar la capacidad del hombre para ir muy lejos en la destrucción de si-mismo (PDM). O sea que vivió lo que Freud había presentido… Lacan es también (representa) la pérdida de las ilusiones en la revolución: ¿Qué quedará cuando hayamos perdido todas las ilusiones respecto al compromiso revolucionario? Lacan es un pensador escéptico pero al mismo tiempo apasionado… El compromiso, la oportunidad de creer en algo, es decir en el deseo, todavía existe. Por eso no hay porqué desesperar al sujeto. Pero lo único que puede contar es la `ética del deseo´; pues es lo único que nos queda, no luchar contra nuestro deseo; ese es el heroísmo moderno…” 9(b) (4), dice la historiadora. En otras palabras para Élisabeth Roudinesco la respuesta frente al empuje de la pulsión de muerte o goce está en el deseo o la pulsión de vida (revivirla, estimularla, hacerla prevalecer 10(j)), ¿De qué forma? No nos 9 (b) Recordemos que muchos ligan a Lacan a la revolución de marzo francesa de los años 60’: Escuela de Frankfurt; en que junto con otros revolucionarios más propusieron una restructuración de la historia –Michael Foucault-, restructuración del marxismo –Louis Althusser-, etc. (7). 10 (j) Tiene sus paralelismos pero también sus diferencias la cuestión de la PDV y La PDM, con respecto al tema del goce y el deseo de Lacan. Porque por un lado Freud dice que son dos forma de empuje o energía que viven entremezcladas la una con la otra “en diferentes proporciones”; sin embargo para Lacan una puede desaparecer totalmente –el goce- (así lo entendemos nosotros) dando lugar a la otra (el deseo). Recordemos que Freud tuvo muchas dudas al final de sus días respecto a su propia de teoría del psicoanálisis: ¿Existirá o no existirá un fin de análisis? ¿Porqué la guerra; porqué ese afán del hombre por autodestruirse, por suicidarse? (esto se me asemeja mucho a lo que se cuestiona en la película “La delgada línea roja” (27) el protagonista –soldado Witt-: ¿Por qué la guerra? ¿Por qué la naturaleza se levanta contra sí misma? ¿Qué gana la naturaleza con nuestra muerte? ¿Nuestra 10 Pulsión de Muerte 2018 da esa respuesta la psicoanalista; Lo que si podemos deducir de su postura esperanzadora es que para cambiar ese empuje hacia la autodestrucción debemos tratar de seguir insistiendo aquellos que nos creemos psicoanalisistas o psicólogos dinámicos al menos (como es el caso de nuestra persona), para hacer surgir el deseo en la gente, a la escala más global posible (“ese es el heroísmo moderno” dice la historiadora); para que las personas a nivel mundial abandonen ese fuerte empuje hacia la autodestrucción (ese goce) o el aniquilando del medio ambiente y la sobre población de la Tierra mal gastando sus recursos, etc.; esto sin duda tal vez tanto a través de la educación formal e informal: la educación primaria, secundaria y terciaria, y la educación dentro del seno de las familias; con los proyectos de vida, con la estimulación del ideal del yo; a través de la denuncia social, etc… (Erick Laurent dirá en una entrevista: “nuestra obligación es denunciar las mentiras de la civilización”. El único problema para esta solución es que Freud va decir que el psicoanálisis, la educación y la política (5) son un “imposible”: muy complejos, complicadas tareas de llevar a cabo, “causas perdidas” (especialmente el psicoanálisis) dirá Lacan 11(c) (6). Sin embargo creemos que no estaría de más hacer un esfuerzo o al menos el intento; por nuestros hijos y por la subsistencia de nosotros como especie. Por lo bueno y hermoso que tiene el ser humano como cultura, como civilización, como raza humana, en su arte, en su ciencia, en la música, en el conocimiento, en el amor, etc… Decía la línea de una película: “Cuando estamos cerca del abismo, cambiamos…” (14), ojala esto sea cierto. Cuando estamos en el umbral de la aniquilación, algo nos detiene 12(j) ¿Será esta la pulsión de vida que por destino de algo superior, cree que todavía no le ha llegado la hora a la raza humana? Sabemos que todo tiene un fin pero ¿Será esta nuestra hora o nos queda más tiempo aún? sangre alimentará la Tierra?). Así es Freud en sus últimos días, aparentemente no puede más con su descubrimiento y la falta de conceptos para completar el gran aparato teórico que descubrió; Lacan en cambio si tendrá a Saussure, Levis Strauss, etc.; para él si existirán soluciones y elementos aparentemente definitivos. 11 (c) Lacan juega con la ambigüedad del término causa, puesto que la causa, además de ser lo que provoca un efecto, es también “aquello por lo cual uno lucha, uno defiende”. Lacan se ve asimismo claramente luchando por la causa freudiana (el nombre que le dio a la escuela fundada en 1980), aunque en esa lucha la única forma en que se puede ganar es cuando uno comprende que la causa del inconsciente es siempre “una causa perdida” (6) (8). 12 (j) Recordemos “la crisis de los misiles de cuba” (cuando Fidel Castro quería que arda el mundo), y donde Jhon F. Kennedy decidió ignorar las últimas palabras desafiantes de Nikita Jrushchov y quedarse con las anteriores donde se pretendía llegar a un acuerdo diplomático; esto detuvo la guerra nuclear: Cuando estamos al borde de la aniquilación, algo nos detiene. 11 Pulsión de Muerte 2018 8 de Julio del año 2018. [email protected] Whatsapp: 721-94109 / fono2: 781-05201 BIBLIOGRAFÍA: (1) Wikipedia. Más Allá del Principio del Placer. Libro de Sigmund Freud. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Más_Allá_del_Principio_Placer. (2) Freud Sigmund. Más Allá del Principio del Placer, Psicología de las Masas y Análisis del yo y otras obras. Volumen XVIII (1920-1922). Editores Amorrortu. Buenos Aires – Argentina. Año 1992. (3) Wikipedia. Armas Nucleares. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Armas_Nucleares. (4) Kapnits Elisabeth y Roudinesco Elisabeth. Arte France et L’Ina. Documental de Jacques Lacan: Reinventar el Psicoanálisis. Año 2001. (5) Blog de Nilda: No soy lo que debería. Los tres imposibles freudianos y el plan Fines 2. 12/06/2013. https:/www.google.com/amp/s/elnosoyloquedeberia.wordpress.com/2013/06/12/Lostres-imposibles-freudianos-y-el-plan-fines-2/amp/. (6) Evan Dylans. Diccionario Introductorio al Psicoanálisis Lacaniano. Editorial Paidos SAICF. Buenos Aires – Argentina. Año 1997. (7) Wikipedia. Escuela de Frankfurt. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Escuela_de _Frankfurt. (8) Lacan Jacques. El Seminario Libro XI. Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis, 1964, traducción de Alan Sheridan Londres. Hogarth Press and Institute o PsycohoAnlysis. Año 1977. (9) Wikipedia. Pulsión de Muerte. Definiciones Web. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Pulsión_de_Muerte. (10) Wikipedia. Pulsión de Vida y Pulsión de Muerte. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Pulsión_de_Vida_y_Pulsión_de_Muerte. (11) Freud Sigmund. El Porvenir de una Ilusión, El Malestar en la Cultura y Otras Obras. Volumen XXI (1927-1931). Editores Amorrortu. B. – Argentina. Año 1992. 12 Pulsión de Muerte 2018 (12) Alonso Ramírez Sergio. Psicólogo Psicoanalista. Pulsión de Muerte. Plataforma blogpersonal Psico Sujeto. 07/07/2007. Psicosujeto.blogspot.com/2007/07/pulsin-demuerte.html?m=1. (13) Laplanche Jean y Jean-Bertrand Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis, bajo la dirección de Daniel Lagache. Editorial Paidos. Buenos Aires – Argentina. Año 2001. (14) Derrickson Scott (Director). “El día en que la Tierra se detuvo” (remix). Película 2008. https://peliculasio.com/the-day-the-earth-stood-still (15) Diccionario Enciclopédico Laurosse 1998. (16) Lacan Jacques. Escritos. A Selection; traducción de Alan Sheridan. “Subversión del Sujeto y Dialéctica del Deseo”. Editorial Tavistock. Londres – Reino Unido. 1977. (17) Didia Karina. Repetición, Goce y pulsión de muerte en la clínica. Plataforma ImagoAgenda. http://www.imagoagenda.com/articulo.asp?idarticulo=1274 (18) Widlöcher Daniel y Colaboradores. Sexualidad Infantil y Apego. Editorial Siglo XXI. 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Goce y pulsión de muerte” Por Vicente Mira. http://www.colpsicoanalisis-madrid.com/placer-y-dolor-goce-y-pulsion-de-muerte/ “Ciertos empleos del término “pulsión” empleados por Freud, como “pulsiones del yo” o “pulsiones de auto conservación”, quedaron en desuso a partir de Lacan y fueron suplantados por expresiones tales como “demandas del yo” o “demandas narcisistas”. En cuanto al concepto de “pulsión sexual” lisa y llanamente desaparece en su teoría. Conservó el vocablo pulsión sólo para la acepción restringida que estamos situando: repetición del goce traumático, coincidente con la definición freudiana de pulsión de muerte. En el discurso de Lacan podemos encontrar el empleo la palabra “pulsión” en singular o “pulsión de muerte”, indistintamente, pero nunca figura en la misma serie de equivalencias la expresión “pulsión sexual”. Habla, en cambio, de “demanda sexual”, de “deseo sexual”, de “fantasma sexual”, pero no de “pulsión sexual”. Las contadas veces que retoma en su discurso la expresión “pulsión sexual” es para citar a Freud o para pasarla por la grilla de su interpretación. CONTRAPOSICION DE CONCEPTOS RESPECTOS A LOS DE DYLAN EVANS. En el Seminario 11, se detuvo en definir la estructura de “la” pulsión. Comentó con extrema meticulosidad los desarrollos de Freud acerca de los cuatro componentes de la Sexualtrieb –objeto, fin, fuente y fuerza– pero agregó una 14 Pulsión de Muerte 2018 pequeña gran diferencia teórica: dijo que la pulsión así definida no era sexual sino de muerte. “Ven entonces cómo la misma razón que hace que el ser viviente sea inducido a su realización sexual por el señuelo, hace que la pulsión, la pulsión parcial, sea intrínsecamente pulsión de muerte, y representa por sí misma la porción que corresponde a la muerte en el ser sexuado.”1 Es imposible comprender el alcance de esta afirmación sin tener presente la distinción elaborada por Lacan entre el objeto de la pulsión, que es de lo real (objeto a) y el objeto del deseo cuya estructura imaginaria es el señuelo que simboliza lo real. Nos resulta muy difícil reconocer en el texto freudiano el hilo lógico que subyace cuando aplica la distinción entre Wunsch –deseo– y Trieb –pulsión–. La mayoría de sus seguidores terminó utilizando una u otra expresión indistintamente. El problema aumenta con la noción freudiana de deseo “inconsciente” y/o “reprimido”. ¿Cuál es la diferencia entre la represión de la pulsión y la represión del deseo? ¿El representante de la pulsión que sucumbe a la represión es otra cosa que la representación reprimida del deseo? ¿Que distingue la “renuncia pulsional” de los impedimentos impuestos a la satisfacción del deseo inconsciente? Lacan señala que la cosa de goce (objeto profundamente perdido u objeto a) es de lo real. En tanto tal, se especifica en lo simbólico e imaginario como una falta y opera como causa del deseo. El objeto sexual que guía al deseo en su camino al goce no es la cosa de goce sino un representante de ésta. Cuanto más valioso sea para el sujeto el objeto de su deseo, más protegerá su integridad y consistencia y más desviado quedará de satisfacer la meta pulsional, o sea, el encuentro con lo real (que es el giro sobre el objeto a causa de deseo sin llegar a su satisfacción). Esta imposibilidad de hacer coincidir la meta del deseo con el fin de la pulsión rige también en el ámbito del acoplamiento sexual. La expresión “realización sexual”, mencionada por Lacan en la cita anterior, no deja de ser problemática. En principio no es equivalente a “acto sexual” o cumplimiento de la “relación sexual”. Lo real del goce (o verdadero del goce del sujeto y no sus mascaras o semblantes) está más allá de la escena del encuentro sexual (de 15 Pulsión de Muerte 2018 cómo gozo en la cama). Oculto tras los velos y apariencias es imposible alcanzarlo en el objeto deseado. Entonces, o el deseo sexual no llega nunca al goce o si alcanza el goce es porque el sujeto pudo acceder “más allá” de la escena del encuentro lo cual se traduce en una experiencia de desvanecimiento subjetivo. “...dos cosas resultaron puestas en evidencia por Freud, por Freud y por el discurso analítico: toda la gama del goce, quiero decir todo lo que se puede hacer tratando convenientemente a un cuerpo, incluso su cuerpo, todo esto, en cierto grado, participa del goce sexual. Pero el goce sexual mismo, cuando quieren ponerle la mano encima, si puedo expresarme así, ya no es para nada sexual, se pierde (como el inconsciente).”2 Es una forma de abordar el conocido aforismo de Lacan “la relación sexual no existe” (en lo simbólico, en lo universal; porque también el goce sexual no se deja atrapar –como el inconsciente-, cuando uno mira ya no está ahí). POR ESO LA REPETICION VIENE DE LO SIMBOLICO. POR QUE LO SIMBÓLICO AVECES GENERALIZA, ES UNIVERSAL. Y TODA GENERALIDAD VA EN CONTRA DEL SUJETO DEL DESEO, DE SU SINGULARIDAD. LO GENERAL ATENTA AVECES CONTRA LO PARTICULAR CUANDO SE SOBREPASA. LA REPETICION EN LO SIMBÓLICO NO ES LO SIMBÓLICO-SIMBOLICO DE VERDAD PORQUE ES UN DESBORDE DEL ORDEN SIMBOLICO SOBRE EL IMAGINARIO PRODUCIENDO LA IRRUPCION A LA REPETICION. El goce propiamente dicho –goce traumático– está en esa pérdida. Aquello que definimos por un lado –el campo del Otro– como “pérdida” se corresponde al mismo tiempo con el “encuentro” del sujeto con lo real (con lo real de su soledad, con lo real de su nada, con lo real de su vacío). El goce profundamente perdido solo se recupera por intermedio de la renovación de otra pérdida (el deseo). Esto es lo que especifica el campo de la repetición de lo real. Por consiguiente habremos de leer con Lacan la temática freudiana de la intrincación de las pulsiones (Triebmischung) en función de la articulación de la estructura del deseo con la de la pulsión (ojo, el deseo se articula con la pulsión). Cuando Freud escribe en “Mas allá del Principio del Placer” que hay un margen de insatisfactibilidad de la pulsión (se referirá al deseo) porque el placer hallado 16 Pulsión de Muerte 2018 nunca es igual que el placer buscado (el deseo busca), el cual sería el Lust absoluto (deseo intenso exorbitante o completo o goce) coincidente con la muerte (PDM), nosotros entendemos que no es la pulsión lo insatisfactible sino el deseo sexual. En cuanto a la satisfacción de la pulsión, tampoco es total; solo la hallamos en aquellos instantes de goce, verdaderos equivalentes subjetivos de pequeñas muertes (PDM). A partir de haber producido esta conversión y reducción del concepto de pulsión, Lacan reafirmó la articulación entre la pulsión y el síntoma. El síntoma constituye para Lacan, del mismo modo que para Freud, una vía de satisfacción del fin de la pulsión. Pero hay que evitar la confusión, para Lacan lo que se alcanza en el síntoma como goce es satisfacción de la pulsión de muerte: “el síntoma en su estructura es goce –no lo olviden–, goce engañoso sin duda, unterbliebene Befriedigung, ...es del orden de lo que yo les enseñé a distinguir del deseo, el goce, es decir algo que va hacia la COSA habiendo pasado la barrera del bien– referencia a mi seminario sobre la ética– es decir del Principio del Placer y por eso dicho goce puede traducirse como Unlust (goce / lust sería deseo intenso o voluntad de deseo).”3 En el Grafo del Deseo Lacan inscribe con el matema S(A/), arriba a la izquierda, la localización del goce del síntoma, al que denomina “goce de la verdad” y califica como la “hermanita menor del goce”. Sobre la misma línea transversal superior pero del lado derecho escribe el matema de la pulsión, la única pulsión que entra en la cuenta. Dicha línea transversal superior, anota Lacan, es la línea del goce, pero también de la castración… PSICOLOGIA. LA GUIA 2000. Pulsión y Deseo 6 de febrero de 2014 Publicado por Betina Ganim https://psicologia.laguia2000.com/psicoanalisis/pulsion-y-deseo Habíamos quedado en la relación entre demanda de amor y pulsión, una articulación que Miller considera había quedado olvidada tras la famosa tríada de necesidad-demanda-deseo. 17 Pulsión de Muerte 2018 Bien, la experiencia analítica, continúa J-A Miller, no puede ordenarse sin la distinción entre PULSIÓN y DESEO. En la clínica vemos estas cuestiones que decimos son el orden del deseo y aquellas que son del orden de la pulsión. Y la pulsión es una forma de la demanda (esta de lado del Otro). En la experiencia clínica nos encontramos en ese tipo de demandas que no se pueden interpretar. Decía la otra vez, la demanda es dirigirse al Otro. Y esto es básico como concepto: todo lo que el paciente dice en un análisis es demanda, y es en ese punto, en el que como demanda se dirige al Otro, es que esa demanda es interpretable. Pero nos encontramos a veces en situaciones en las que aparecen esas demandas sin Otro, podemos decir…una demanda silenciosa -como decía Freud en relación a las pulsiones (la pulsión de muerte es muda recordemos). La pulsión, en este punto se presenta paradójica: porque si bien no habla, no demanda interpretación, supone el lenguaje, las pulsiones obedecen a las reglas del lenguaje. Es como si la demanda (todo lo que dice un paciente) se distinga en dos momentos: el deseo (interpretable) y la pulsión (no interpretable). Hablamos de deseo cuando también se rechaza el deseo; el deseo es también defenderse contra él. En cambio, si hablamos de la pulsión, hablamos de una certeza (goce, psicótico)… La pulsión es “voluntad de goce”; el deseo es voluntad pero también rechazo de goce… Desde Freud, el concepto de pulsión va a la inversa que del deseo (planteado como insatisfacción). Cuando hablamos de deseo, por estructura hablamos de insatisfacción; el deseo como un estado fundamental, basal, de insatisfacción subjetiva. Claro, como ya hemos dicho en otras entradas, el deseo histérico es el deseo de insatisfacción, lo vimos con el caso de la Bella Carnicera que Lacan desarrolla en el escrito que en este blog he desbrozado prácticamente. Así que los remito a él para completar la lectura. 18 Pulsión de Muerte 2018 Es decir que en esto, el deseo de la histeria es el deseo como tal: insatisfecho. En la fobia hablamos de un deseo prevenido, y en la obsesión, un deseo imposible. Pero Histeria, obsesión y fobia, en este sentido, son modalidades de la insatisfacción. Pero en Freud la pulsión está significada por ser siempre satisfecha…Pero Freud habla al mismo tiempo del rechazo de las pulsiones a partir de por ejemplo cuestiones éticas (deseo), y habla también de que las pulsiones se satisfacen siempre…aunque sea con satisfacciones sustitutivas (síntomas). Esta cuestión de la impulsión siempre satisfecha, el corazón de la pulsión lo tenemos en las “Nuevas Conferencias introductorias…”. En este texto tenemos la redefinición de la pulsión que luego Lacan retomará en “Televisión” con su frase de que “El sujeto es siempre feliz”. Cuando Lacan dice esto se está refiriendo NO al deseo, sino a la pulsión (siempre satisfecha). GOCE PURO Y NATO. En esa Conferencia, la 32, Freud no se ocupó de distinguir (como había hecho antes) entre la meta y el objeto de la pulsión, sino que recalca la necesidad de un objeto exterior, pero tiene una meta interna, que Miller ubica como el objeto a en su vertiente de consistencia lógica. https://psicologia.laguia2000.com/psicoanalisis/pulsion-y-deseo Pero hoy dejaremos aquí. https://psicologia.laguia2000.com/psicoanalisis/pulsion-y-deseo FUENTE: MILLER, J-A: Conferencias Porteñas, Tomo 2. Ed Paidós http://www.psiconotas.com/el-deseo-para-lacan-842.html Psico Notas: Blog de psicología, psiquiatría y psicoanálisis El deseo para Lacan Por Jorge Grippo. 10 Sep. 2012. A diferencia de la necesidad, el deseo no puede ser satisfecho. La distinción que Lacan hace entre necesidad y deseo sustrae totalmente a este del ámbito de la biología. 19 Pulsión de Muerte 2018 También es importante diferenciar el deseo de las pulsiones: el deseo es uno, las pulsiones son muchas. Es decir, las pulsiones son manifestaciones particulares (y parciales) de una fuerza única, el deseo. DESEO>>>>>>>>>>>>>>PULSIONES PARCIALES FUERZA UNICA>>>>>>>PULSIONES PARTICULARES Pulsiones Sujeto des eo @ Oral, anal, fálica. Auditiva, Visual. Objeto a. De hecho, habría un solo objeto de deseo, el objeto a, que es representado por objetos parciales en diferentes pulsiones parciales. Pero el objeto a no es el objeto hacia el que tiende el deseo, sino la causa misma del deseo. El deseo no es una relación con un objeto, sino la relación con una falta. EN LA PULSION SE GIRA SOBRE EL OBJETO A Y EXISTE LA ILUSION DE QUE ESTE PUEDE SER ALCANZADO. EN EL DESEO SE GIRA A CONCIENCIA SOBRE EL OBJETO A SABIENDAS QUE ES INALCANSABLE. LA DIFERENCIA ENTRE UNA Y OTRA ES EL SABER. El sentido de la fórmula lacaniana “El deseo humano es el deseo del Otro” (una de las más famosas) tiene varios sentidos, no necesariamente opuestos entre sí. Por una parte, el deseo es esencialmente “deseo del deseo del Otro”, deseo de ser objeto del deseo de otro (y deseo de reconocimiento por parte de otro). Por otra parte, el sujeto desea en tanto Otro; o sea, desea desde el punto de vista de otro. Lo que hace que un objeto sea deseable no es que posea alguna cualidad intrínseca, sino el que sea deseado por otro. Ambas definiciones se relacionan: el deseo humano es deseo de reconocimiento porque, al desear lo que desea otro, puedo hacer que el otro reconozca mi derecho a poseer ese objeto y, así, que el otro reconozca mi superioridad sobre él. El deseo es deseo del Otro, también, en el sentido de que el deseo fundamental es el incestuoso con respecto a la madre, el Otro primordial. El deseo es siempre “deseo de alguna otra cosa”, ya que es imposible desear lo que ya se tiene. Por lo tanto, el objeto de deseo es pospuesto continuamente, es una metonimia. 20 Pulsión de Muerte 2018 El deseo surge, originalmente, en el campo del Otro (como pulsión, como demanda); es decir, en el inconsciente. (PULSION) Esto equivale a decir que el deseo es un producto social; se constituye en una relación (dialéctica) con los deseos percibidos de otros sujetos. EL DESEO ENLAZADO A LA CASTRACIÓN ES DIALECTICO. EL DESEO ENLAZADO AL GOCE ES ESTÁTICO O FIJO: REPETICION DE LA FIJACIÓN. http://www.psiconotas.com/el-deseo-para-lacan-842.html PSICOCORREO. BLOG PERSONAL. MARCELO AUGUSTO PÉREZ Pulsión & Deseo Diciembre 10, 2011 http://psicocorreo.blogspot.com/2011/12/pulsion-deseo.html Ref.: Una orientación desde Venezuela... Pulsión-Deseo, Necesidad, Demanda. La pulsión es una Demanda (del Otro) (está en la cultura tal cual lo decía Lacan o aparece en la cultura primeramente) constante que va a intentar satisfacerse a condición de cualquier precio, incluso la muerte (pdm). La pulsión –que es el camino del goce- conduce a la muerte (pulsión de muerte) sino se la acota con la Ley del Deseo, Castración mediante. El deseo, estrictamente hablando, no se satisface (el deseo nunca alcanza el objeto) porque se desliza en la cadena metonímica de los significantes. En psicoanálisis sólo podemos decir que los únicos dos deseos que pueden satisfacerse corresponde al incesto y al parricidio; y que el sujeto “realiza” fantasmáticamente vía inconsciente. La pulsión –que es la subversión del instinto- puede alcanzar su satisfacción sin alcanzar su fin. Esto no es fácil de aclarar en dos párrafos, pero digamos lo siguiente: la pulsión “golpea” al sujeto en sus síntomas, en sus actings, en sus conductas más bizarras; mientras que el deseo (que conecta con la falta y –por supuesto- debe pasar por la angustia) posibilita que ese golpe disminuya para que el sujeto pueda disponer de un modo mucho menos mortífero de gozar (mucho menos mortífero de gozar, pulsión de vida: modo mucho menos mortífero de gozar, goce al final también solo que menos mortífero). (Porque también en el síntoma o en un acting, hay goce.) Acoto algo: cuando mencioné up supra "la muerte de la necesidad”, lo digo en sentido 21 Pulsión de Muerte 2018 lato: el sujeto -por estar ahogado en el lenguaje y en la Demanda del Otro- ya no puede ni comer ni incluso respirar por necesidad; excepto -claro- que esté en estado de coma y ayudado por máquinas y catéteres. Pero ahí no hay deseo. Ha perdido su instinto desde el momento que entró a la cultura. Por eso por más que uno le pueda decir a alguien encerrado en un ascensor que no tenga miedo que hay oxigeno suficiente y que puede respirar, ese sujeto igual comienza a ahogarse y puede morirse. Y muchos no necesitan hacerlo adentro de un ascensor. Es decir: no sirve que le diga a la persona: "Respirá, no es necesario que te asustes, hay oxigeno necesario." La pulsión lo golpea desde otro lugar (el Otro, el lenguaje) (en este caso generando una fobia) y el sujeto se ahoga o estalla de impotencia. Espero poder haber aclarado en parte sus dudas. Gracias por su correo, cordiales saludos, m. pérez-… http://psicocorreo.blogspot.com/2011/12/pulsion-deseo.html PULSIÓN Y DESEO DEL ANALISTA: SU AUTORIZACIÓN Osvaldo Arribas Escuela Freudiana de la Argentina C’est là que je reprendrai mon pas, la prochaine fois, en essa yant de vous articuler la prégnance de la fonction du désir de l’anal yste. J. Lacan, 20 de abril 1964 La pulsión se ubica entre el deseo, que viene del Otro, y el goce, que está del lado de la Cosa. La pulsión es deriva de goce, y se enlaza con el otro por la vía de la demanda de amor, vía necesaria para su articulación como deseo… En el Seminario X, La angustia, Lacan afirma que el amor permite al goce condescender al deseo. La pulsión como deriva de goce es condición de la interpretación, pero si en esa deriva no hay algo que imponga la función del deseo del analista, no hay interpretación. En este sentido, hay correlación entre el Trieb freudiano y el deseo del analista, pues la paradoja de la pulsión es que puede alcanzar su satisfacción sin alcanzar su fin, en lo cual tiene elección… El desmontaje de la pulsión se presenta como sin pies ni cabeza, pero su montaje permite definir el trazado del acto, que articula la pulsión con el acto de amor (deseo), con el narcisismo y con el otro que el amor implica (“objeto a” causa de 22 Pulsión de Muerte 2018 deseo, no con el Gran Otro). Pero si yo es otro, el deseo del analista se impone como búsqueda de esa diferencia absoluta que el amor reniega… No hay amor “maduro o genital” que represente una síntesis pulsional, y al no haber ninguna síntesis pulsional que autorice y legitime esta representación, el amor surge ahí como un pelo en la sopa, procurando un objeto que es otro y el mismo, señuelo engañoso que escamotea la diferencia absoluta… El amor en relación con la pulsión nos da tanto Eros como Philia, y no son lo mismo. El amor como philia nos da la necrofilia y la paidofilia, es decir, una versión perversa del amor que da en el blanco del otro reducido al objeto. Por otro lado, Eros, en tanto articula la falta de objeto, nos da el erotismo, la mascarada y el engaño como dimensión donde se juega la verdad mentirosa. Gérard Pommier dice que cierta dimensión del amor se pone en juego en el acto del analista en cuanto permite la subjetivación de la pulsión (singularización, del Gran Otro al sujeto). No es que el analista ame a sus pacientes, sino que la dimensión engañosa del amor se pone en juego en la interpretación, dando lugar a ese tercer tiempo otro que permite subjetivar la pulsión (singularizarla)… La sublimación, en tanto satisfacción que no alcanza la satisfacción, es inherente a la pulsión. No hay satisfacción de la pulsión, pues la satisfacción, en sentido estricto, sería la de la necesidad o la del instinto. Hablar de pulsión implica una falta real que se traduce en una insatisfacción radical. Es la vía del deseo, y en particular la vía del deseo del analista como correlativo de esa insatisfacción radical. Es una razón de estructura que hace del discurso del analista uno de los cuatro discursos. También se podría decir que nunca deja de haber satisfacción de la pulsión —otra, no la misma que la supuesta al instinto o a la necesidad—, y es lo que nos conduce a la deriva de goce y al síntoma. Entonces, se podría decir que siempre hay satisfacción y, al mismo tiempo, que nunca la hay. Las dos cuestiones están en juego en la pulsión, y el deseo del analista se enlaza con ambas en tanto no es puro… 23