Subido por joaquin.ramirez

Qué hacer cuando la pena trasciende la vida, el caso de Abimael Guzmán desde un derecho a la disposición de los restos (Luz Ana Cabrera & Joaquín Ramírez)

Anuncio
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida: el caso de Abimael Guzmán ...
Revista de Derecho YACHAQ N.° 13
Centro de Investigación de los Estudiantes de Derecho (CIED)
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco
ISSN: 2707-1197 (en linea)
ISSN: 1817-597X (impresa)
Fecha de recepción: 23/10/2021
Fecha de aceptación: 23/01/2022
[pp. 197-207]
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida:
el caso de Abimael Guzmán desde un derecho
a la disposición de los restos
What to do when sentence transcends life:
the case of Abimael Guzman from a right to the disposal of remains
Luz Ana Cabrera Fernández [* ]
Joaquín Ramírez Barreto [** ]
Resumen: El presente artículo pretende realizar un análisis respecto a las últimas horas
de vida y el destino de los restos del líder terrorista Abimael Guzmán Reinoso desde una
perspectiva de las obligaciones estatales en el DIDH. En concreto, se cuestiona el secretismo existente alrededor de las condiciones de su encarcelamiento frente a alegadas
violaciones a sus derechos a la salud e integridad, así como la cremación de su cuerpo
tras su fallecimiento, aun tras la negativa de su viuda Elena Iparraguirre. Finalmente, se
hace énfasis en la necesidad de garantizar el goce de los derechos humanos a todos
con igualdad y sin discriminación, previendo la mayor protección de todas las personas.
Palabras clave: derecho internacional de los derechos humanos, Perú, terrorismo, derecho a los restos, prisioneros.
Abstract: This article intends to carry out an analysis regarding the last hours of life and the
destination of the remains of the terrorist leader Abimael Guzmán Reinoso from the perspective of state obligations in the IHLR. Specifically, the secrecy surrounding the conditions
of his imprisonment is questioned in the face of alleged violations of his rights to health and
integrity, as well as the cremation of his body after his death, even after the refusal of his
widow Elena Iparraguirre. Finally, emphasis is placed on the need to guarantee the human
rights equally and without discrimination, providing the greatest protection for all people.
Key words: international human rights law, Peru, terrorism, right to the remains, prisoners.
[ ]
Bachiller en Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú), ex Coordinadora General del Círculo de Derechos Humanos de la misma casa de estudios.
[
Estudiante de tercer año de Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú), miembro
de pregrado del Círculo de Derechos Humanos de la misma casa de estudios.
*
**]
Revista YACHAQ • N.º 13
197
Luz Ana Cabrera Fernández / Joaquín Ramírez Barreto
I.
INTRODUCCIÓN
Entre los años 1982-1996, el Perú vivió un
conflicto armado interno entre las fuerzas del
Estado y la organización subversiva y terrorista
Sendero Luminoso[1] (Gurmendi, 2019, p. 131135). Este fue, de acuerdo a la Comisión de la
Verdad y la Reconciliación, el conflicto armado
más intenso, extenso y prolongado que ha vivido el país (Comisión de la Verdad y Reconciliación, 2003, Tomo VIII).
Abimael Guzmán Reinoso, profesor de
filosofía, llegó a enseñar en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga en el año
1963, donde constituyó y, posteriormente, dirigió con gran éxito —logrando consolidar su hegemonía en la política universitaria regional— la
fracción roja del Comité Regional «José Carlos
Mariátegui» del Partido Comunista Peruano
(PCP) (Degregori, 2010, p. 145-146). Esta serviría como eje de crecimiento para el Partido
Comunista del Perú - Sendero Luminoso (PCPSL), organización que lideraría bajo su nombre
de guerra: «Pensamiento Gonzalo».
La organización, ideología y actuar del PCPSL giró, sin lugar a dudas, alrededor de la figura
y pensamiento de Abimael Guzmán: «pensamiento Gonzalo». Degregori (2018) hace énfasis
en el carácter del mismo: un «cientificismo cuasi
religioso», descrito en sus documentos oficiales
como ideología que resulta ser «todopoderosa
porque es verdadera». Para SL, la ideología proletaria tiene atributos cuasi divinos, destinada a
derrotar a los viejos dioses de la dominación y a
derribar el viejo orden.
Por tal razón, su captura, el día 12 de septiembre de 1992, supuso un punto de quiebre
para la organización. Finalmente, el responsable de cerca de la mitad de las más de 69 000
[1]
víctimas mortales que dejó el conflicto armado
interno había sido capturado en una casa en
la capital. Paradójicamente, a pesar de todo el
misticismo que rodeaba su imagen y de todos
los actos de violencia ejercidos, él nunca se
encontró en el frente de batalla: su figura debía
mantenerse intacta, para que, con él, la ideología siguiera floreciendo (Vadillo Vila, 2020).
En el año 2021, un día antes de cumplirse los 29 años de su captura, falleció Abimael
Guzmán en el Centro de Reclusión de Máxima
Seguridad de la Base Naval del Callao. La noticia fue celebrada por un sector de la población,
las emociones estaban al fresco y en todos
surgía la duda sobre qué hacer con el cuerpo.
Las reflexiones de José Carlos Agüero sobre la
época de violencia y la memoria cobraban aún
más vigencia: «Qué difícil parece aproximarse
con ganas de comprender un poco a los enemigos o a los culpables» (Agüero, 2018, p. 35).
Finalmente, se dio la noticia que da motivo a este artículo: los pedidos judiciales de
Elena Iparraguirre, exterrorista y viuda de Abimael Guzmán, para que le entreguen los restos del cabecilla fueron declarados inadmisibles. El Congreso, argumentando el ser una
medida necesaria para mantener el orden
público y la seguridad nacional, aprobó un
dictamen para la cremación de los restos de
cabecillas terroristas, que fue aprobado sin
demoras por el presidente Pedro Castillo. La
norma se hizo efectiva el 24 de septiembre y
el lugar y hora para la dispersión de los restos
quedó en estricta reserva.
Ahora bien, es válido y necesario cuestionarse desde la objetividad si tal decisión fue
la más adecuada. Recordemos que el Perú es
parte del sistema interamericano de protección de derechos humanos y, por tal motivo,
El Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso (PCP-SL) fue una organización calificada como terrorista
por el Estado peruano. Si bien la primera incursión senderista se dio con la quema de ánforas y padrones en
la localidad de Chuschi en el año de 1980, este acto fue minimizado por el entonces presidente Fernando
Belaunde Terry, quien lo calificó como un problema de abigeos (Rivera, 2020). No existió respuesta militar
del Estado hasta finales del año 1982.
198
Revista YACHAQ • N.º 13
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida: el caso de Abimael Guzmán ...
se encuentra sujeto a obligaciones estatales
que no se agotan en razón de ciertas características asociadas a una persona (ser un
investigado, recluso e incluso «genocida»),
salvo casos concretos y previstos en la ley de
forma legítima[2]. En virtud de ello, vamos a
realizar un análisis respecto a la conformidad
de la ley de cremación con los estándares internacionales aplicables.
II.
LOS RECLUSOS: DERECHOS HUMANOS Y
DISPOSICIÓN DEL CUERPO TRAS SU FALLECIMIENTO
1.
Ideas aplicadas de los derechos humanos
del prisionero y los centros penitenciarios
El derecho internacional de los derechos
humanos ha comprendido la situación de quienes se encuentran privados de su libertad. Si
bien en un principio el trato de los prisioneros
era algo que recaía en la arbitrariedad de los
Estados y sus carceleros, es a partir del trabajo
iniciado por la extinta Comisión Penitenciaria
Internacional, en el año 1926, que se va formando un proyecto de reglas mínimas de trato
digno para este grupo, las cuales serán aprobadas por el Consejo Económico y Social de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
en el año 1957 (CCPCJ, 2012).
A partir de la publicación de estas reglas,
la evolución en el reconocimiento y publicidad
de los derechos humanos de los prisioneros
ha mejorado de forma considerable. De tal
forma, la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos
emitió, en el año 2005, un útil manual orientado
a los funcionarios de las instituciones penitenciarias, donde se recopilaban y difundían los
derechos más básicos a tomar en cuenta en
las relaciones con los prisioneros; entre ellos,
el respeto a su derecho a la integridad, a un
nivel de vida adecuado, al más alto nivel de salud, entre otros.
Este mismo documento reconoce explícitamente que la finalidad de las prisiones resulta ser la reforma y readaptación social de los
reclusos (ACNUDH, 2005, p. 10). A partir de lo
cual, es importante valorar el estado de encarcelamiento en el que se encontraba Abimael
Guzmán en relación a tal fin.
Para finalizar, y sin intención de profundizar al respecto pero tomando en cuenta la presunta situación de abandono e incluso de tortura psicológica alegada por sus allegados[3],
consideramos que resultaba ser una tarea
mínima del Estado el explicar de forma clara
lo sucedido, por lo menos, durante las últimas
horas de vida del prisionero.
2.
Estándares referidos al fallecimiento y el
derecho a la disposición de los restos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (2019) ha sido contundente al establecer el rol de garante que mantienen los Estados
americanos en relación a quienes están bajo
su custodia. En específico, sobre el derecho a
la salud e integridad de las personas privadas
de su libertad, este tribunal dice que «toda per-
[2]
Como describe ACNUDH (2016):
El principio de universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho internacional de los
derechos humanos. Esto supone que todos tenemos el mismo derecho a gozar de los derechos humanos.
(...) Los derechos humanos son inalienables. No deberían suprimirse, a excepción de situaciones concretas
y conforme a un procedimiento adecuado.
[3]
Diversas páginas independientes de simpatizantes del «pensamiento Gonzalo» y el PCP-SL, así como la
misma Elena Iparraguirre alegaban constantemente que Abimael Guzmán era, por lo menos, víctima de tortura psicológica, materializada en un total aislamiento e incomunicación. A pesar del carácter principalmente
político de tales afirmaciones, es cierto que el Estado peruano mantenía las condiciones de reclusión de
Abimael Guzmán en un fuerte secreto.
Revista YACHAQ • N.º 13
199
Luz Ana Cabrera Fernández / Joaquín Ramírez Barreto
sona privada de libertad tiene derecho a vivir
en condiciones de detención compatibles con
su dignidad personal. Esto implica el deber del
Estado de salvaguardar la salud y el bienestar
de las personas privadas de libertad» (párr. 56).
De lo anterior, se desprende el hecho de
que todo prisionero, al estar bajo custodia estatal, no solo se encuentra especialmente protegido frente a posibles vulneraciones a la garantía de su derecho a la salud, sino que sobre
su custodio recae una obligación particular de
velar por su bienestar integral en el sentido más
estricto. Esta doble garantía es efectiva sobre
todos los prisioneros, en virtud del principio
de la igualdad de derechos sin discriminación
(Naciones Unidas, 1988), sin importar los hechos por los que hayan sido condenados.
Complementando lo expuesto, de acuerdo al Protocolo de Minnesota para la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas (2017),
los estándares de investigación y actuación
ahí contenidos son especialmente aplicables
cuando la muerte sobrevino en una situación
de detención o bajo la custodia del Estado, así
como cuando la misma podría estar ligada al
incumplimiento de su obligación de proteger
y respetar la vida —al no actuar de forma diligente, etc.— (p. 1).
Igualmente, se reconocen derechos específicos de los familiares sobre los restos del
fallecido: «Concluidos los procedimientos de
investigación necesarios, los restos deben ser
devueltos a los familiares para permitirles disponer de ellos de acuerdo con sus creencias».
Las restricciones al respecto deben responder
a un estricto análisis de necesidad (Protocolo
de Minnesota para la Investigación de Muertes
Potencialmente Ilícitas, 2017, p. 10).
Respecto a la jurisprudencia interamericana, Vásquez Agüero (2020) determinó que los
estándares referidos a la protección de los ritos
y creencias de carácter fúnebre de la comunidad indígena de Río Negro no se agotan en razón de otras comunidades no indígenas, sino
que el artículo 12 de la Convención Americana
200
de Derechos Humanos establece una protección amplia y universal del derecho.
Igualmente, la Comisión Interamericana
(2020) ha recordado que es deber de los Estados asegurar las condiciones para la preservación de la memoria de los fallecidos, cuyo
trato digno es esencial para el respeto de su
propia humanidad y los vínculos que mantienen con sus familiares y personas cercanas. El
no cumplir con ello podría generar afectaciones a la integridad de los interesados, en razón
de la situación de angustia y mayor sufrimiento
generada. Si bien esto fue señalado en razón
de la pandemia de la COVID-19, consideramos
que su relevancia trasciende las situaciones
materiales en las que podamos encontrarnos.
En tal sentido, es primordial recordar
que, a pesar de que estos derechos no cuentan con un carácter absoluto, las restricciones
a los mismos deben estar, por su naturaleza,
siempre contempladas bajo un análisis de proporcionalidad especialmente estricto, a fin de
evitar decisiones que resulten arbitrarias y, por
tanto, contrarias a las obligaciones estatales en
materia de derechos humanos.
III. CASOS DE DISPOSICIÓN DEL CUERPO DE
LÍDERES TERRORISTAS A LO LARGO DE
LA HISTORIA
En el panorama histórico contemporáneo,
la muerte y disposición de los restos de líderes
de agrupaciones calificadas como terroristas ha
supuesto una problemática común en el actuar
de los Estados implicados. Estas se fundamentaban, casi siempre, en la preocupación de que
las tumbas de estos líderes extremistas terminen
convirtiéndose en lugares de culto o «santuarios» para sus seguidores. A continuación, analizaremos dos casos relevantes y comúnmente
equiparados a la situación de Abimael Guzmán:
1.
Disposición de los restos de Osama Bin Laden
Luego de la muerte de Bin Laden —ocurrida en mayo de 2011, producto del operativo
realizado por agentes estadounidenses—, el
Revista YACHAQ • N.º 13
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida: el caso de Abimael Guzmán ...
Estado norteamericano decidió, bajo la consigna de proteger el «orden público», tomar
posesión de los restos sin dejar posibilidad a
reclamo, para posteriormente dispersarlos en
el mar (Redacción BBC, 2 de mayo de 2011).
Sin embargo, lo rescatable de esta situación es que el rito funerario se realizó en
cumplimiento de la tradición islámica, es decir,
conforme a las costumbres de purificación y lavado del cuerpo envuelto previamente, tras lo
cual fue llevado al mar dentro de las 24 horas
posteriores al deceso.
En ese sentido, es importante señalar que
tal y como lo han reiterado autores como Kai
Ambos (2014): «la superioridad política y moral
de una sociedad libre y democrática radica precisamente en que trata también a sus enemigos
como personas con derechos mínimos y no se
pone en el mismo nivel que ellos» (p. 128).
Por ello, el que se respeten los ritos religiosos de estos líderes terroristas demuestra y
ratifican que los terroristas también son humanos y, por ende, gozan de derechos fundamentales que los acompañan hasta el momento de
su muerte, como el derecho a un trato digno, a
que se respeten sus creencias religiosas y que
pueden ser ejercidos por sus familiares también.
2.
Disposición de los restos de Abu Bakr alBaghdadi
Respecto al tratamiento del cuerpo del líder terrorista Abu Bakr al-Baghdadi, de ISIS, su
muerte ocurrió cuando él huyó a un túnel sin
salida y detonó un chaleco suicida, llevándose consigo a tres de sus hijos. En ese sentido,
para confirmar su deceso, se hicieron pruebas
de ADN en el lugar y las fuerzas estadounidenses se llevaron algunos de sus restos (Redacción BBC, 27 de octubre de 2019).
Sobre la disposición de los mismos, es
necesario señalar que, aunque se consideró
proceder de acuerdo a las costumbres islámicas —donde las personas suelen ser enterradas en el suelo, sin ataúd y antes del siguiente
Revista YACHAQ • N.º 13
periodo diario de oración—, el Gobierno norteamericano decidió optar por otro tipo de sepultura, arrojando sus restos en el mar, ante el
temor de que la tumba se podría convertir en
un santuario terrorista, tomando una decisión
similar respecto a los restos de Bin Laden.
Sobre estas prácticas, autores como Gustavo Gorriti (citado en Olmo, 2021) han señalado que «hay ciertas consideraciones de humanidad que debe tener una democracia, aunque
no fueran esos los valores que tuvieron sus
enemigos», para referirse al comportamiento
de los Estados respecto al tratamiento de estos
líderes terroristas, puesto que, a pesar de las
conductas totalmente reprochables y la pérdida de vidas humanas que conllevan, parte de
ser un Estado de derecho implica también el
respetar los derechos fundamentales, incluso
de quienes consideramos intolerantes.
IV. ORDEN PÚBLICO Y SEGURIDAD NACIONAL: ¿FUNDAMENTOS PARA LIMITAR EL
DERECHO A LA LIBRE DISPOSICIÓN DE
LOS RESTOS?
Los conceptos de orden público y seguridad nacional han sido utilizados comúnmente para referirse a las restricciones a derechos como la libertad personal, derecho a
la reunión o derecho a la protesta. De hecho,
la Opinión Consultiva 5/85, expedida por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos
(IDH) (1985), señala que:
(...) de ninguna manera podrían invocarse
el «orden público» o el «bien común» como
medios para suprimir un derecho garantizado
por la Convención o para desnaturalizarlo o
privarlo de contenido real (...). Esos conceptos, en cuanto se invoquen como fundamento de limitaciones a los derechos humanos,
deben ser objeto de una interpretación estrictamente ceñida a las «justas exigencias» de
«una sociedad democrática» que tenga en
cuenta el equilibrio entre los distintos intereses en juego y la necesidad de preservar el
objeto y fin de la Convención (párrafo 67).
201
Luz Ana Cabrera Fernández / Joaquín Ramírez Barreto
En virtud de lo anterior, encontramos que,
si bien el orden público y la seguridad nacional
pueden ser usados como restricciones para
derechos humanos, estas no cuentan con un
carácter absoluto, se encuentran estrictamente
restringidas a un análisis de proporcionalidad
adecuado y conforme al objeto y fin de los tratados[4] de derechos humanos.
En el caso de una sociedad democrática
y con un Estado de derecho, es especialmente importante el aplicar de manera coherente
y respetuosa las leyes, incluso para aquellas
personas que causaron daños irreparables a
la sociedad. Los «enemigos», a pesar de las
atrocidades de sus actos, no van a dejar de
ser sujetos titulares de derechos mínimos y, a
priori, invulnerables.
Sin embargo, es destacable que en nuestro
sistema jurídico los cadáveres tienen la categoría de objeto de derecho especial, por lo tanto,
algunos derechos de la persona se expresan
también en sus restos mortuorios. Por este criterio de protección, para desarrollar el análisis del
presente caso, consideramos especialmente
importante tomar en consideración los elementos del reconocido test de proporcionalidad
como herramienta de control constitucional:
1.
[4]
En primer lugar, sobre la idoneidad de la
medida, debemos preguntarnos: ¿La restricción concreta persigue un fin legítimo?
Tomando en consideración el derecho de
defensa del Estado, consideramos que la
medida tomada por el Gobierno peruano
ha sido orientada a garantizar la paz y el
orden dentro del territorio. Al respecto, la
justificación presentada por las diversas
autoridades nacionales ha girado alrededor de ideas como la protección de la
seguridad nacional y el evitar la reivindicación de sus actos y su imagen (Redacción
El Peruano, 14 de setiembre de 2021),
criterios abordados a nivel constitucional
en el artículo 2.3 como limitaciones a la
libertad de conciencia».
2.
En segundo lugar, es preciso abordar el
elemento referido a la necesidad de la
medida tomada: ¿No existía una medida
menos lesiva a los derechos de los afectados? En concreto, consideramos que la
existencia dentro del Código Penal de figuras que tipifiquen la apología, y en concreto la apología al terrorismo —como el
artículo 316-A, que incluso contempla la
penalización de la difusión de ideas que
justifiquen o enaltezcan a los autores de
estos crímenes contra el Estado, como
Abimael Guzmán, a través de distintos
medios de comunicación social, como
medios tecnológicos—, es una medida
menos lesiva para los derechos de los familiares de disponer del cuerpo, y busca
proteger el mismo objetivo: el orden público y la seguridad nacional.
Por todo lo mencionado, reiteramos que
la justificación constitucional para restringir el
derecho de los familiares a disponer del cuerpo de Abimael Guzmán resulta insuficiente,
pues a la luz del test de proporcionalidad, se
encuentra que existe una medida menos lesiva
que no fue contemplada, como lo es la existencia de mecanismos penales adecuados y
efectivos, plausibles de ser utilizados ante la
posible aparición de actos que exalten la figura
de Abimael o sus actos, como el artículo 316-A
del Código Penal mencionado anteriormente.
A fin de profundizar en el desarrollo de
la necesidad de tutelar el derecho de los familiares a disponer del cuerpo del difunto, es
preciso tomar en consideración los estándares
desarrollados por la Comisión Interamericana
Sobre el objeto y fin de los tratados en materia de derechos humanos, Faúndez Ledesma (2004) señala que
el mismo, en razón de la jurisprudencia de la Corte IDH, es «la protección de los derechos fundamentales de
los seres humanos, independientemente de su nacionalidad, tanto frente a su propio Estado como frente a
los otros Estados contratantes» (p. 89).
202
Revista YACHAQ • N.º 13
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida: el caso de Abimael Guzmán ...
de Derecho Humanos (CIDH) (2020) a raíz de
la pandemia por el COVID -19, visibilizando la
obligación de los aparatos estatales de gestionar los ritos funerarios y la disposición de los
restos mortales, debido al gran impacto que
tienen también para las familias.
Conforme a ello, este organismo ha señalado que las demoras en la entrega e inhumación de los restos mortales pueden generar
afectaciones a la salud mental y psíquica ante
la imposibilidad de realizar el duelo. Asimismo,
estas afectaciones pueden ser encuadradas
dentro de violaciones al derecho a la integridad —contenido en el artículo 4 convencional— y al derecho a la salud —contenido en el
artículo 26 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH)—, y justificable
para este alto Tribunal desde casos como Poblete Vílchez vs. Chile.
De igual forma, la CIDH (2020) ha señalado que es deber de los Estados el asegurar que
se respete la voluntad de las familias respecto
a la disposición final de los cuerpos como parte de los derechos a realizar ritos funerarios,
y también recomendó preservar la dignidad
humana en la manipulación del cadáver bajo
cualquier circunstancia, respetando las creencias y las culturas de las personas.
Respecto de las anteriores consideraciones, estamos de acuerdo en que pueden ser
aplicables también a los casos de líderes terroristas, al ser que ellos y sus familiares también
son sujetos titulares de derechos que deben
ser tomados en cuenta por los funcionarios públicos, aunque, claro está, con algunos límites,
como el evitar la realización de homenajes que
afecten la memoria colectiva de la sociedad y,
más aún, la de sus víctimas.
Sin embargo, la sola prohibición de entregar el cuerpo de algún líder terrorista a sus
familiares no es una medida que vaya a evitar
por sí misma la difusión de contenido proselitista entre sus seguidores, esto puede evitarse
con una adecuada difusión de las consecuenRevista YACHAQ • N.º 13
cias del terrorismo en la sociedad, u otras medidas análogas, que sean menos lesivas de
otros derechos.
Además, para reforzar esta idea, traemos
a colación lo señalado por la Corte IDH (2004)
en el caso Masacre Plan de Sánchez vs. Guatemala respecto a la interferencia en la realización de ritos funerarios:
Las víctimas no pudieron celebrar el ritual
de despedida de sus familiares ejecutados
en la masacre conforme a sus costumbres.
La ausencia de estos ritos funerarios causó
graves sufrimientos a los familiares y a los
miembros de la comunidad, y obstaculizó el
proceso de duelo (párrafo 49).
Si bien el presente caso no es materialmente igual a la situación que desarrollamos
en este artículo, la relevancia del mismo radica
en que demuestra que la falta de decisión de
los familiares de la persona muerta para disponer sobre sus restos sí genera una afectación
cuantificable que debe ser tutelada también
por los Estados y observada con especial relevancia, a pesar de lo reprochable de las conductas que estas personas han tenido en vida.
V.
LOS DERECHOS VULNERADOS: UN ANÁLISIS DESDE EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Habiendo expuesto los puntos anteriores en el presente caso, y teniendo en cuenta
los estándares desarrollados por tribunales
internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, podemos señalar
que, al Abimael Guzmán haberse encontrado
bajo la tutela del Estado al momento de su
muerte, era titular de una protección reforzada, que puede traducirse en la necesidad de
que se decida prontamente sobre el destino
de sus restos mortales.
Por tanto, el limbo jurídico en el que se encontraba —producto del vacío legal dentro de
nuestro ordenamiento interno— no solamente
vulnera el derecho a la dignidad que lo acom-
203
Luz Ana Cabrera Fernández / Joaquín Ramírez Barreto
paña aun después de su muerte, sino que
también se afectó el derecho de su esposa
a disponer de sus restos de acuerdo con sus
creencias, ya sean estas religiosas o de otra
índole, que repercute de manera diferenciada en la manera que gestionará el duelo, que
dependiendo de la magnitud de la afectación
puede ocasionar una vulneración también a su
integridad sicológica, teniendo en cuenta también la avanzada edad y condiciones de salud
en las que se encuentra.
que el cuerpo se encontraba en la morgue—,
responde más a un movimiento político que
a una norma pensada para tutelar de manera
efectiva los derechos fundamentales de los
ciudadanos. No podemos olvidar que, en un
Estado democrático, aquellos a quienes consideramos «los enemigos» también gozan de un
piso mínimo de derechos inviolables e irrestringibles, salvo la existencia de una justificación
razonable, válida y proporcional con el objetivo
que se busca conseguir.
Con lo anterior, no queremos desconocer la obligación estatal de preservar el orden
público y la seguridad nacional, con la consecuente necesidad de evitar la creación de lugares de culto u homenaje hacia líderes terroristas, pues esto también es una afrenta a la
memoria colectiva y, más aún, al derecho a la
verdad de las víctimas de estos actos.
Finalmente, cabe destacar que la argumentación referida a que la medida era necesaria para proteger el orden público y la seguridad nacional omite por completo la existencia
del tipo penal que condena la apología al terrorismo. El mismo, que se encuentra en el artículo 316-A del Código Penal (1991), dicta:
Sin embargo, consideramos que el manejo que se ha dado respecto a la disposición de
los restos de Abimael Guzmán no es un ejemplo de una buena práctica estatal, en cuanto a
que la incertidumbre jurídica en la que se encontraba su cuerpo —pues pasó más de una
semana después de su deceso antes de que
se decidiera la forma en la que iban a ser dispuestos sus restos— vulnera los estándares
señalados tanto por la Corte Interamericana,
a través de sus sentencias, como en las recomendaciones emitidas por la Comisión Interamericana respecto al derecho de los familiares
a la disposición de los cuerpos de sus muertos, también desatendiendo el deber de los
Estados de evitar dilatar de manera excesiva la
entrega de los restos, pues esto conduce a una
afectación a la salud mental de los familiares.
En el mismo sentido, consideramos que
el que se haya aplicado una ley de manera
retroactiva, valiéndose de un tecnicismo sin
desarrollo adecuado —como lo fue el indicar
[5]
Si la exaltación, justificación o enaltecimiento se hace del delito de terrorismo o
de cualquiera de sus tipos, o de la persona que haya sido condenada por sentencia
firme como autor o partícipe, la pena será
no menor de cuatro años ni mayor de ocho
años, trescientos días multa e inhabilitación
conforme a los incisos 2, 4, 6 y 8 del artículo
36 del Código Penal.
Ahora bien, existiendo el tipo penal presentado —el cual evitaría la exaltación y conversión del lugar de descanso del cuerpo de
Abimael Guzmán en un sitio de peregrinaje y
homenaje a su figura[5]—, es válido cuestionarse la necesidad de no solo incinerar su cuerpo, sino de mantener en secreto el paradero
final de sus restos.
VI. CONCLUSIONES
1.
Tras la muerte de Abimael Guzmán, el debate alrededor del qué hacer con sus restos se mantuvo alejado de la racionalidad
Al respecto, pueden revisarse https://www.dw.com/es/per%C3%BA-pol%C3%A9mica-por-el-destino-delcad%C3%A1ver-del-terrorista-abimael-guzm%C3%A1n/a-59184728; https://gestion.pe/peru/politica/marthamoyano-necesitamos-saber-donde-esta-el-cadaver-de-abimael-guzman-noticia/
204
Revista YACHAQ • N.º 13
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida: el caso de Abimael Guzmán ...
exigida por el derecho. Finalmente, argumentando un deber de mantener el orden
público y la seguridad nacional, los restos
fueron cremados y su lugar de dispersión
proyectada se mantuvo en secreto.
2.
3.
4.
El derecho internacional ha tomado en
cuenta el buen trato a los prisioneros
como una obligación de los Estados en
razón del carácter universal e inalienable
de los derechos humanos. Por tal motivo,
se han impulsado políticas y establecido
estándares respecto a las relaciones entre
el Estado y los privados de su libertad; en
tal contexto, se han reconocido como derechos de especial interés aquellos referidos a la integridad y la salud de quienes
se encuentran bajo la custodia estatal.
El mismo hecho de que una persona se
encuentre bajo custodia del Estado importa tanto un derecho a una especial
protección del sujeto frente a posibles
vulneraciones a sus derechos humanos
como una obligación estatal referida a
velar de forma estricta por su bienestar
integral. En el caso de Abimael Guzmán,
encontramos que el secretismo existente
alrededor de sus últimas horas de vida y
las alegaciones de presuntas vulneraciones a sus derechos a la integridad y la
salud importan, como mínimo, un deber
del Estado de investigar de forma efectiva y seria las circunstancias en la cual
ocurrió su fallecimiento.
Los conceptos de orden público y seguridad nacional pueden ser usados como
restricciones razonables para el ejercicio
de algunos derechos humanos, como la
libertad de expresión, la libertad de reunión o el derecho a la protesta, pero los
mismos no son absolutos. Resulta fundamental para el mantenimiento de un Estado democrático la aplicación coherente,
racional y proporcional de las leyes, aun
sobre las personas que causaron daños
irreparables dentro de la sociedad.
Revista YACHAQ • N.º 13
5.
Trayendo a colación la forma en la que
Estados como EE.UU han resuelto la
disyuntiva sobre el qué hacer con los restos mortales de líderes terroristas, podemos señalar que, si bien se han tomado
decisiones ajenas a los estándares de derechos humanos, las actividades funerarias deben caracterizarse, ante todo, por
su rapidez; la cual resulta necesaria para
no afectar la salud mental de los familiares
y para prevenir cualquier atentado contra
el orden público y la seguridad nacional,
bienes jurídicos totalmente válidos y que
el Estado debe proteger, eligiendo la solución menos lesiva existente.
6.
Tal y como lo han reiterado autores como
Kai Ambos (2014), «la superioridad política y moral de una sociedad libre y democrática radica precisamente en que trata
también a sus enemigos como personas
con derechos mínimos» (p. 128). Por ello,
el que se respeten los ritos religiosos y
personales de los líderes terroristas demuestra y ratifica que los mismos son
acreedores de derechos fundamentales
que los acompañan hasta el momento
de su muerte, como el derecho a un trato digno, a que se respeten sus creencias
religiosas, y que pueden ser ejercidos por
sus familiares también.
7.
En el presente caso, la confidencialidad
mantenida alrededor de los procedimientos de autopsia, cremación y posterior
dispersión de los restos de Abimael Guzmán —así como la negativa de atender a
los pedidos de entrega del cuerpo a su
viuda, Elena Iparraguirre— han resultado
en una situación, cuanto menos, cuestionable desde una óptica garantista de los
derechos humanos. Las restricciones a
derechos tan fundamentales y ligados a la
identidad de la persona deberían, a nuestro juicio, responder a un estricto criterio de
necesidad, deberían ser medidas tomadas
cuando no existe ningún otro mecanismo
legal efectivo para proteger el bien jurídico
205
Luz Ana Cabrera Fernández / Joaquín Ramírez Barreto
en cuestión —en nuestro caso, el orden
público y la seguridad nacional—.
8.
9.
Asimismo, respecto al alegar la necesidad
de mantener la seguridad nacional y el orden público, consideramos que estos resultaban criterios insuficientes para determinar
el destino de sus restos. La cremación y
desaparición de sus restos no resultaba ser
una medida necesaria para evitar la exaltación a la figura de Abimael Guzmán, en
cuanto el ordenamiento penal nacional ya
contempla penas referidas a todos aquellos que cometan actos de apología al terrorismo y a sus perpetradores condenados.
En definitiva, resulta menester que los operadores jurídicos —legislativos y judiciales— del Estado peruano se planteen, a
raíz de la resolución de este caso, la necesidad de llenar los vacíos legales dejados en
el ordenamiento nacional tras el conflicto
armado interno, puesto que las decisiones
tomadas al margen de una normativa clara,
en un contexto de sentimentalismo efervescente, van a terminar generando claras
vulneraciones, como en el caso tratado.
10. Como reflexión final, consideramos importante invitar a todos los académicos, activistas y defensores de los derechos humanos a tomar posición frente a toda posible
vulneración a los mismos. La protección
de los mismos debe ser para la población
en su totalidad, sin distinguir a las poblaciones populares y aquellos que resultan
ser lo más repudiados. La tarea del derecho es racional y objetiva, no emocional.
VI. REFERENCIAS
Agüero, J. C. (2018). Los Rendidos: sobre el don
de perdonar. IEP.
Ambos, K. (2014). Derechos Humanos y terrorismo: el caso Bin Laden. Lex - Revista De La
Facultad De Derecho Y Ciencias Políticas.
http://revistas.uap.edu.pe/ojs/index.php/
LEX/article/view/399
206
CCPCJ. (2012). Reunión Del Grupo Intergubernamental De Expertos De Composición Abierta
Sobre Las Reglas Mínimas De Las Naciones
Unidas Para El Tratamiento De Los Reclusos
[Nota de antecedentes]. Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de las
Naciones Unidas. https://www.unodc.org/
documents/justice-and-prison-reform/Background-S-.pdf
Código Penal peruano (1991).
Comisión de la Verdad y Reconciliación. (2003).
Informe Final de la Comisión de la Verdad
y Reconciliación. https://www.cverdad.org.
pe/ifinal/
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). (1 de mayo de 2020). Respeto
al duelo de las familias de las personas fallecidas en la Pandemia del COVID19 [Comunicado de Prensa 097/20]. OEA. https://
www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2020/097.asp
Corte IDH. (19 de noviembre de 2004). Masacre
Plan de Sánchez vs. Guatemala
https://www.corteidh.or.cr/CF/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=202
Corte IDH. (22 de noviembre de 2019). Caso
Hernández vs Argentina. https://corteidh.
scjn.gob.mx/buscador/doc?doc=casos_
sentencias/395_CasoHernandezvsArgentina_ExcepcionFondoReparacionesCostas.
html#CAHEAR_S1_PARR56
Degregori, C. I. (2010). El surgimiento de Sendero
Luminoso: Ayacucho 1969-1979. Del movimiento por la gratuidad de la enseñanza al
inicio de la lucha armada. (3.a ed.). IEP.
Degregori, C. I. (2018). Qué difícil es ser Dios: el
Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso y el conflicto armado interno en el Perú:
1980-1999. IEP.
Gurmendi, A. (2019). Conflicto armado en el Perú.
La época del terrorismo bajo el derecho internacional. Universidad del Pacífico.
Revista YACHAQ • N.º 13
Qué hacer cuando la pena trasciende la vida: el caso de Abimael Guzmán ...
Naciones Unidas. (1988). Conjunto de Principios
para la protección de todas las personas
sometidas a cualquier forma de detención
o prisión [Resolución 43/173]. https://www.
ohchr.org/sp/professionalinterest/pages/detentionorimprisonment.aspx
Olmo, G. (14 de setiembre de 2021). Abimael Guzmán: por qué en Perú no saben qué hacer
con el cuerpo. https://www.eltiempo.com/
mundo/latinoamerica/abimael-guzman-porque-en-peru-no-saben-que-hacer-con-elcuerpo-617970
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
(s.f.). ¿En qué consisten los derechos humanos? Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Español. https://www.ohchr.org/SP/
Issues/Pages/WhatareHumanRights.aspx
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). (2005). Manual de bolsillo de normas
internacionales de derechos humanos para
funcionarios de instituciones penitenciarias.
Naciones Unidas. https://www.ohchr.org/documents/publications/training11add3sp.pdf
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). (2016). Derechos Humanos. Manual de
parlamentarios N.° 26.
https://www.ohchr.org/Documents/Publications/
HandbookParliamentarians_SP.pdf
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). (2017). Protocolo de Minnesota sobre
la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas (2016). Naciones Unidas. https://
Revista YACHAQ • N.º 13
www.ohchr.org/Documents/Publications/
MinnesotaProtocol_SP.pdf
Redacción BBC. (2 de mayo de 2011). Estados
Unidos anuncia la muerte de Osama bin Laden. BBC News Mundo. https://www.bbc.
com/mundo/noticias/2011/05/110501_obama_anuncio_lr
Redacción BBC. (27 de octubre de 2019). Abu
Bakr al Baghdadi: el líder del autodenominado Estado Islámico muere durante un operativo de EE.UU. en Siria. BBC News Mundo.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-50200477
Redacción El Peruano. (14 de septiembre de
2021). Gobierno prepara proyecto de ley
que permitirá incinerar cuerpo de Abimael
Guzmán. Diario Oficial El Peruano. https://elperuano.pe/noticia/128995-gobierno-prepara-proyecto-de-ley-que-permitira-incinerarcuerpo-de-abimael-guzman
Rivera, R. (19 de mayo de 2020). Chuschi, hace
40 años, el inicio del terror. https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/chuschihace-40-anos-el-inicio-del-terror/
Vadillo Vila, J. A. (12 de setiembre de 2020). «La
captura del siglo» fue un meticuloso trabajo
de inteligencia policial a cargo del Gein. Diario Oficial El Peruano. https://elperuano.pe/
noticia/103570-la-captura-del-siglo-fue-unmeticuloso-trabajo-de-inteligencia-policiala-cargo-del-gein
Vásquez Agüero, P. (2020). «¡No mueras, te amo
tanto! Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo»:
Protecciones específicas, muerte, duelo y
derechos humanos en el contexto pandémico. IUS ET VERITAS, 61, 146-159. https://doi.
org/10.18800/iusetveritas.202002.009
207
Descargar