antífona para vos nací

ANTÍFONA “PARA VOS NACÍ”
En el V Centenario del Nacimiento del
Nacimiento de Santa Teresa
DESCRIPCIÓN AUDITIVA
Primera frase melódica:
Teresa va animándose, en forma gradual, a preguntarse y meditar sobre su existencia y el sentido
de su vida; y el fondo de su reflexión va surgiendo la respuesta dada desde su propia alma a su
conciencia y que la hace entrar en diálogo con Dios: para vos nací.
Pero vuelve a interrogarse a sí misma, y ya ahora es también una pregunta al mismo Dios: ¿será
cierto esto de que para vos nací…? Por eso la melodía comienza con suavidad, queriendo evocar
esa meditación interior, y recién en la tercera vez de esta frase que se repite “para Vos” se da un
salto melódico de octava en la palabra “Vos” que relata el encuentro con Dios desde el fondo de
su alma.
Es una frase melódica que evoca la ascensión al sentido del ser.
Segunda frase melódica:
La idea de nacer para Dios le llena la vida, le regala la convicción más plena de su verdad. Por eso,
esta siguiente frase melódica no comienza en sentido ascensional de pregunta, sino con dos
compases en cuya melodía suena el para Vos en clima afirmativo de respuesta que se va
desplegando no sólo en la certeza de saber para qué nació, sino en la alegría de tomar conciencia
para Quién nació que se expresa melódicamente en los últimos tres compases previos al silencio
de blanca. En ese silencio interior con gran alegría, surge la pregunta: “¿y qué hago con todo
esto…? ¡No me puedo guardar para mí tan buena noticia! Hay algo dentro mí que va a estallar de
alegría pero tengo que comunicárselo al mundo… Si pudiera dar voces para dar a conocer a este
Señor que tanto me esperó, mi alma querría gritar esta alegría para que la escuchen otros…
Tercera frase melódica:
Y ahí comienza una tercera idea melódica que va in crescendo en volumen a medida que va hacia
los sonidos más agudos. La alegría se expresa en un primer melisma en la palabra Vos, con el cual
se animó a dar a conocer al Dios que mora dentro. Pero no basta, quiere alcanzar al mundo entero
para compartir esto, lo que se expresa con un nuevo melisma en el compás en el que más
corcheas aparecen, lo que acompaña a la sensación de una danza en giro sobre el propio eje con
los brazos extendidos y mirando al cielo mientras canta alegre y agradecida. Los melismas de ese
compás expresan esa danza circular envuelta en alegría y la necesidad de cantárselo al mundo
como un movimiento de baile extasiante y extasiador a quien escucha, contempla y comprende.
Cuarta frase melódica:
Luego de lo cual vuelve nuevamente en sí. Y repite la primera frase melódica, como quien
recuerda sus inicios en la vida de fe, en la búsqueda del sentido más hondo de su existencia. Ahora
repite la melodía, pero ya con otra firmeza, ahora ya tiene la certeza de que nació para Dios y se lo
repite a Él como un juego de amantes reposados que se repiten varias veces cuánto se aman.
Notas finales:
Y se hace un gran silencio. El silencio primordial, el silencio de la Encarnación, y el silencio
melódico de la Eternidad en donde todos los reveses de la vida y de la historia se ven en Su luz
maravillosa. Y todas las tinieblas cobran resplandor en la aurora de la Resurrección. Eso simbolizan
auditivamente los últimos tres compases en donde se hace pie en notas bien graves: lo hondo de
la tierra, de la creación, del hombre, de Teresa, de cada uno de nosotros; que es lo que Jesús quiso
asumir en su Encarnación y elevarlo al seno de la Trinidad. Por eso se da un salto melódico de
novena en el que no sólo se unen el cielo y la tierra en el alma de Teresa ya aún en esta vida, sino
en donde se relata el don misericordioso del Jesús hombre y del Espíritu que le da el beso de su
boca con el que Teresa es introducida en la danza del Amor Trinitario.
(Hna. Silvia de la Misericordia de Dios, ocd.
desde el Monasterio San José,
Córdoba, Argentina)
[email protected])