Subido por Unidos en la Fe

LA SOLA SCRIPTURA (librito apologetico)

Anuncio
Una defensa de la Sola Scriptura desde un
perspectiva Pentecostal
Por Danny Totocayo
Email: [email protected]
Cel.: +51 930564077
Ministerio Luz1 a las Naciones
CONTENIDO
COMENTARIOS INTRODUCTORIOS
LAS TRADICIONES ORALES Y LA SAGRADA ESCRITURA
¿QUÉ HACEMOS CON LAS REVELACIONES Y LAS TRADICIONES QUE
SE ENCUENTRAN FUERA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS?
¿POR QUÉ RECHAZAMOS LAS TRADICIONES CATÓLICAS?
UN BREVE ANÁLISIS DEL DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA
LO QUE NO ES LA SOLA SCRIPTURA
LO QUE ES LA SOLA SCRIPTURA
EXPLICANDO LA SOLA SCRIPTURA
¿PRODUCE LA SOLA SCRIPTURA DIVISIÓN?
LA SAGRADA ESCRITURA, LAS TRADICIONES Y LOS PADRES
APOSTÓLICOS
RESPONDIENDO PREGUNTAS CATÓLICAS
2
COMENTARIOS INTRODUCTORIOS
1. Como cristiano evangélico demostrare que la
Sola Scriptura es una enseñanza bíblica y quienes
tienen el corazón abierto a la verdad no la
rechazaran.
Sé de varios católicos que creen que la Biblia está por
encima del catecismo católico y por encima de los
concilios, razón por la que no rechazan el Principio de
Sola Scriptura.
2. Cuando la Biblia dice que Jesús hablo muchas
parábolas (Marcos 4:33), enseño muchas cosas
(Marcos 6:34), hizo muchas cosas (Juan 21:25) y
hablo muchas cosas, referente al Reino de Dios
(Hechos 1:2-3), las cuales al parecer no quedaron
registradas en la Biblia, no quiso decir que, si no las
conoces, perderás tu alma.
Los mismos católicos no saben ni por escrito, ni por
tradición, cuáles son esas parábolas, enseñanzas y cosas
que Jesús hizo y enseño sobre el Reino de Dios, y admiten
de buena gana que, aun desconociéndolas, se puede ir al
cielo.
En el supuesto caso de que algunas parábolas no
fueran escritas en la Biblia, ¿Se deduce de ello que se
perderá aquel cristiano que no conoce todas esas
parábolas no escritas en la Biblia? No, y si no se pierde,
¿Por qué se va a perder aquel cristiano que no conoce
3
todas las demás cosas que Cristo enseño a sus apóstoles
y al parecer no quedaron registradas en la Biblia?
Estas aclaraciones son necesarias por causa de algunos
católicos, no todos por supuesto, ya que sé que muchos
creen en la suficiencia material de la Biblia; pero en vista
de que algunos apologistas católicos no creen que baste
la Biblia, hago estos comentarios.
Para mí, como para muchos católicos, es evidente que
para saber cómo vivir una vida de fe y bondad, de tal
manera que haga del hijo de Dios un varón maduro,
preparado para toda buena obra es suficiente la Biblia.
3. La Iglesia necesita intérpretes, pero esto no
indica que, sin estos, la Iglesia no pueda entender la
Sagrada Escritura. Por lo menos todo lo necesario para
perseverar en la fe puede encontrarse en la Biblia y esta
puede entenderse porque la Unción misma nos enseña
todas las cosas.
No niego que Dios haya puesto en su Iglesia maestros,
pero estos maestros deben ser examinados por la Biblia
misma, ya que la autoridad bíblica está por encima de las
autoridades eclesiásticas. Si no fuera así, ¿Por qué los
bereanos examinaban por las Escrituras lo que decían
Pablo y Silas (Hechos 17:10,11)?
LAS TRADICIONES ORALES Y LA SAGRADA
ESCRITURA
1. Los evangélicos siempre hemos creído que las
tradiciones orales dadas por los apóstoles fueron
4
Palabra de Dios, razón suficiente para obedecerlas
(Hechos 8:14; Gálatas 1:9; 1 Corintios 11:2; 15:1-2; 1
Tesalonicenses 2:9; 2:13; 2 Tesalonicenses 2:15; 3:6;
2 Timoteo 1:13-14; 2:2), pero hubo tambien
tradiciones y mensajes orales incorrectos. Por
ejemplo, Judaizar a los gentiles, como lo hacía el
apóstol Pedro (Gálatas 2:11-14).
2. El apóstol Pedro (2 Pedro 2:21) y Judas (Judas 3)
también nos hablan del mensaje dado por Dios por
medio de sus Siervos; pero todo esto que es
necesario para la fe, la piedad, la doctrina y la
salvación, quedo escrito en la Biblia, por lo que no
se necesita buscar una excusa para las tradiciones
del catolicismo romano, las cuales son a todas luces,
falsas en extremo.
¿Cómo sabemos que todas las instrucciones necesarias
para la fe, la piedad, la doctrina y la salvación quedaron
escritas?
Considere las premisas de mi razonamiento:
(1) Dios ama al mundo y por lo mismo quiere su
salvación, fe, vida piadosa y protección del error
doctrinal.
(2) Para que esto pudiera darse, Dios revelo (en forma
oral, por visiones y por otros medios y formas de
comunicación lo que quiso) y dirigió a sus Siervos para
que las comunicasen.
5
(3) La manera más segura para preservar esta
revelación necesaria es poniéndola por escrito, bajo la
inspiración del Espíritu Santo. Lo que Dios revelo de
manera oral dijo que debía enseñarse oralmente; pero
también dijo que debía de ponerse por escrito
(Deuteronomio 18:18; Isaías 51:16; 59.21; Jeremías 1:9;
Apocalipsis 1:11,19) porque Dios, siendo Omnisciente,
sabía que podía tergiversarse fácilmente lo que Él decía a
través de sus Siervos. Si lo escrito se puede tergiversar y
manipular, con mayor razón lo dicho oralmente.
¿Por qué el Espíritu Santo movió a los Apóstoles y
profetas a poner por escrito la revelación de Dios?
Porque esta es la manera de preservar su Palabra de
manera más segura. Si lo oral fuera la mejor manera de
comunicar sin error la verdad a todas las naciones, no se
necesitaría de lo escrito.
(4) Por lo tanto, toda esta revelación e instrucción
dicha oralmente fue finalmente puesta por escrito, y no
necesitamos otras revelaciones o instrucciones.
¿Quiero decir que debemos rechazar algunas
revelaciones orales que pudieran ser verdaderas, las cuales
no fueron escritas en la Biblia?
No, solo estoy diciendo que no son necesarias para la
doctrina, la vida piadosa y para la salvación del alma, ya
que la Sagrada Escritura es suficiente para esto.
Ahora bien, necesitamos discernir cuáles son esas
revelaciones orales verdaderas del primer siglo, las cuales
6
no fueron escritas; pero al parecer tampoco hay forma, ya
que no hay mucha información sobre estas, ni siquiera en
los muchos escritos de los primeros padres apostólicos.
En cuanto a las revelaciones orales, costumbres o
instrucciones que se pueden dar hoy, pueden discernirse
más fácilmente, ya que a quien se las comunica, les le
puede hacer una interrogación para ver si se ajustan a las
verdades bíblicas. Aun con todo, las revelaciones que se
dan hoy en día no son necesarias para la doctrina, la
piedad y la salvación del alma.
En cuanto a las falsas tradiciones orales, es obvio que
estas deben rechazarse. Por esta razón rechazamos las
tradiciones que los católicos han estado comunicando a
través de los siglos.
¿QUÉ HACEMOS CON LAS
REVELACIONES Y LAS TRADICIONES QUE
SE ENCUENTRAN FUERA DE LAS SAGRADAS
ESCRITURAS?
Oiga y tenga en cuenta los siguientes consejos:
1. Olvídese de ellas. No las necesita. Muchas de ellas
son falsas; y como dije, es difícil saber cuáles son
verdaderas.
2. Si no quieres dejarlas, entonces puedes evaluarlas y
discernirlas. Si contradicen la Biblia, recházalas.
3. Ahora bien, si por alguna razón llegas a conocer
cuáles son esas tradiciones verdaderas, entonces recuerda
7
que las tradiciones orales no registradas de las cuatro
profetisas, hijas de Felipe el evangelista, aunque
verdaderas, no son necesarias para la piedad, la doctrina
y la salvación, por lo tanto, tampoco lo serian aquellas
tradiciones que pudieras encontrar como verdaderas.
4. Supongamos que el ayuno cuaresmal es una
tradición verdadera, nada indica que sea de carácter
obligatorio y que si no lo haces, perderás tu alma. En la
época del primer siglo los cristianos de Roma ayunaban 2
veces a la semana y estaba bien el hacerlo; pero esta
tradición oral (esta costumbre), no es obligatoria. ¿Se
perderán los que no ayunan 2 veces a la semana? No.
¿POR QUÉ RECHAZAMOS LAS
TRADICIONES CATÓLICAS?
Por varias razones:
(1) Porque algunas vienen del paganismo. Loraine
Boettner, agrega: “con el tiempo se halló en la iglesia una
vestimenta sacerdotal magnífica de sacrificio, agua
bendita, incienso, monjes y monjas” (Roman
Catholicism, cap. 4 “Protestantism and First Century
Christianity“).
John Claudius Pitrat nos dice que el agua bendita
mezclada con sal, aceite ungido, y el uso de la señal de la
cruz, eran los materiales utilizados para el exorcismo
pagano, que siguen utilizando hasta la actualidad. En la
antigua Roma, los sacerdotes paganos utilizaban agua
lustral mezclada con sal, saliva, aceite ungido, y hacían la
8
señal de la cruz para expulsar a los malos espíritus. Esto
significa que los sacerdotes católicos y los sacerdotes
paganos han utilizado la misma agua bendita para el
exorcismo (Pagan Origin of Partialist Doctrines, John
Claudius Pitrat, 2013, pp. 178-179).
(2) Porque contradicen la Biblia. Contradicen la Biblia
y son peligrosas. Por ejemplo: el culto a las imágenes, la
asunción de María, la inmaculada concepción, etc.
(3) No son antiguas, como los católicos esperan para
aceptarlas como verdaderas, y aun si fueran antiguas,
nada indica que sean verdaderas por su antigüedad. Pedro
dio una tradición oral antigua, que consistía en judaizar a
los gentiles y fue algo condenado por Pablo. Por lo tanto,
lo antiguo no es necesariamente una característica de lo
que es verdadera instrucción.
(4) No gozan de unanimidad. Si gozaran de
unanimidad y fueran importantes deberían estar escritas
en la Biblia; pero al no estar escritas en la Biblia
demuestran su poca o ninguna importancia y por lo tanto
no son necesarias. ¿Fue la asunción de María una doctrina
enseñada en los primeros 3 siglos? No, ho hay evidencia
de esto, así que los católicos tienen que ir a la Biblia para
manipular Apocalipsis 12 y trata de justificar esta
doctrina, sin ir a sus tradiciones.
(5) No pueden justificarse por la sucesión apostólica.
Los ortodoxos como los católicos dicen tener sucesión
apostólica; pero ambos grupos no creen en los mismos
9
dogmas. Los ortodoxos no creen en la Infalibilidad papal,
el purgatorio, la inmaculada concepción de María, etc.
Como puede ver, una supuesta sucesión apostólica no
es suficiente para mantener a la Iglesia en la verdadera fe
apostólica.
UN BREVE ANALISIS DEL DOGMA DE LA
ASUNCION DE MARIA
Analicemos brevemente si la asunción de María es
antigua, si goza de unanimidad y si se dio por sucesión
apostólica.
La asunción de María no fue una Tradición
apostólica.
1. No solo no quedo registrada en la Biblia; sino
que tampoco fue comunicada en los primeros siglos.
Por lo tanto, no es antigua. Ahora bien, supongamos
que hubiera sido enseñada oralmente que María fue
asunta al cielo en el primer siglo, nada indica que esta fue
verdadera, ya que no fue comunicada en el segundo,
tercero o cuarto siglo d.C. Si fuera verdadera y muy
importante, hubiera sido enseñada en esos siglos; pero
no, fue enseñada recién a finales del quinto siglo d.C.
Es para el cuarto siglo que Epifanio, bajo la astucia e
influencia del enemigo, preparo el camino para que el
hombre imaginara una asunción. Esto lo podemos decir
de sus palabras, las cuales cito a continuación: “Pero si
alguien cree que nos equivocamos, que registre las
Escrituras. No encontrarán la muerte de María; no
10
encontrarán si ella murió o si no murió; no encontrarán
si fue enterrada o si no fue enterrada... La Escritura
guarda absoluto silencio en cuanto al fin de María... Por
mi parte, no me atrevo a hablar, sino que tengo mi propia
opinión y practico el silencio... porque su fin nadie lo
conoce” (Epifanio, Panarion Haereses 78.10-11, 23.
Citado por Juniper Carol, O.F.M. ed., Mariology, 1957, t.
2, pp. 139-140).
Si las Sagradas Escrituras, no solamente no dicen nada
sobre la muerte de María, ¿Porque Epifanio no menciono
también otras personas como por ejemplo José, de quien
no se dice en las Sagradas Escrituras que haya muerto?
Obviamente porque Epifanio no puso su mente en
orden.
Para no ser visto como un instrumento profano dijo
astutamente: “Por mi parte, no me atrevo a hablar, sino
que tengo mi propia opinión y practico el silencio...
porque su fin nadie lo conoce”.
Dejando a un lado a Epifanio, la asunción de María no
se basó en una tradición oral; sino en un libro apócrifo
llamado “Transitus Beatea Mariae” y que, como todos
saben, no es de valor histórico. De hecho así lo reconoce
el mariólogo católico Juniper Carol, cuando dice: “Hay
que admitir que la literatura Transitus no tiene valor
histórico” (Juniper Carol, nota 63, t. 1, p. 150).
2. La supuesta asunción de María, no solamente
no es antigua; sino que no hubo unanimidad para
11
esta doctrina. Cuando para fines del siglo V, el diablo
movió al escritor del evangelio apócrifo “Transitus
Beatea Mariae” (El viaje de la Bienaventurada María) a
decir que María fue asunta al cielo; y Gregorio de Tours
en el año 590 d.C. lo enseño (basado en este apócrifo);
pero antes de esto, entre el 494 y 496 d.C. el papa Gelasio
emitió un decreto titulado “Decretum de Libris
Canonicis Ecclesiasticis et Apocryphis” en el que rechazo
este apócrifo. (Papa Gelasio I, Epistle 42, Migne Series,
M. P. L. t. 59, col. 162). El papa Gelasio dijo: “Estos
escritos y otros similares... no solo han sido rechazados,
sino que además han sido prohibidos en toda la Iglesia
Apostólica Romana y sus autores y seguidores han sido
condenados para siempre bajo las cadenas indisolubles de
anatema” (Henry Denzinger, nota 31, p. 70).
Este decreto y su condenación fue reafirmado por el
papa Hormisdas en el siglo VI, alrededor de 520 d.C.
(Migne Series, t. 62. cols. 537-542).
Como puede ver, no hubo unanimidad en cuanto a
esta creencia. No todos aceptaron esta doctrina.
3. No hay nadie que afirme y pueda demostrar que
esta doctrina se pueda justificar por una supuesta
sucesión apostólica.
4. La doctrina de la asunción de María contradice
la Sagrada Escritura, ya que la Biblia nos dice que
quien fue llevado al cielo es Jesús en Apocalipsis 12.
LO QUE NO ES LA SOLA SCRIPTURA
12
1. La Sola Scriptura no declara que la Biblia
contiene todo el conocimiento acerca de lo que el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hacen. El apóstol
Juan nos dice que El Señor Jesús hizo, “muchas otras
señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están
escritas” (Juan 20:30). Y dejo claro que lo que escribió
tenía el fin de “que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo
de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”
(Juan 20:31).
2. La Sola Scriptura no niega que la Palabra de
Dios ha sido comunicada de manera oral al
principio; y claro está, debía ser obedecida solo lo
que era correcto. Ellos debían aferrarse a ella, teniendo
el principio de los bereanos: la de examinarlas a la luz de
la revelación escrita y por la unción del Espíritu Santo que
les iluminaba y daba discernimiento para saber si era de
Dios lo que ellos decían. ¿Qué pasaba si no discernían y
hacían caso de lo que no provenía de Dios? Podrían caer
en error. Pedro hizo caer en error a algunos al judaizar a
los gentiles. Lamentablemente algunos no pudieron
discernir esto y se equivocaron. Sin embargo, con la
Sagrada Escritura, la cual es inspirada por Dios en su
totalidad, nadie cae en error, a menos que la
malinterprete; pero ella misma no contiene error alguno.
Ahora bien, lo que fue ordenado por viva voz y fue
ordenado obedecerse fue puesto por escrito. Lo único
que no fue registrado, fueron las profecías de los
corintios, las profecías de las cuatro hijas profetisas de
13
Felipe el evangelista y algunas otras profecías de Saúl, las
cuales no son necesarias para la salvación y la vida
piadosa.
Los católicos necesitan saber, que nadie dice que la
Biblia debe enseñarse solamente por escrito por el hecho
de que la Sagrada Escritura fue lo único que fue inspirada
en su totalidad. Lo que decimos es que la Biblia por ser
inspirada por Dios en su totalidad debe de ser
comunicada de cualquier forma: oralmente, por escrito o
aun por signos; pero claro, debe ser comunicada
fielmente.
3. La Sola Scriptura no rechaza otras autoridades
como los pastores o los concilios; pero si estas
autoridades llegaran a contradecir la Biblia,
deberían de ser rechazadas en aquello que la
contradicen. Martín Lutero nunca rechazo las
autoridades, el solo las rechazo cuando estas no eran
fieles a la Biblia. El declaró: “Todos los demás consejos
también deben verse de esta manera, ya sean grandes o
pequeños (...) no introducen nada nuevo, ya sea en
términos de fe o práctica; pero defienden, como los más
altos magistrados y obispos bajo Cristo, la vieja fe y las
buenas obras antiguas, de acuerdo con las Escrituras”
(Martin Luther, Sobre los Consejos y la Iglesia. Tomado
de Theodore G. Tappert Escritos seleccionados de
Martin Luther, Volumen 1, [Fortress Press, 2007]
pp. 313-314).
14
El sucesor de Lutero, Philip Melanchthon, también
afirmó que otras fuentes de autoridad eran válidas en la
medida en que estaban sujetas a la Palabra escrita. James
R. Payton señala que “para él, Sola Scriptura no fue
descartada, sino reforzada por la autoridad religiosa
subordinada de los Padres de la Iglesia, los credos
antiguos y los decretos doctrinales de los concilios
ecuménicos” (James R. Payton, Conseguir que la reforma
sea incorrecta: corregir algunos malentendidos
[InterVarsity Press, 2010], p. 147).
Calvino comentó que: “El poder de la Iglesia ... radica
en parte en los obispos individuales, y en parte en los
concilios, ya sean provinciales o generales ... el poder de
la Iglesia, por lo tanto, dentro de los límites definidos, no
se puede quitar de allí por capricho de los hombres ... el
poder de la Iglesia no es infinito, sino sujeto a la Palabra
del Señor y, por así decirlo, limitada a ella” (John
Calvin, Institutos de la Religión Cristiana, citado en Keith
Mathison, The Shape of Sola Scriptura, [Canon Press,
2001], pp. 112-113).
4. La Sola Scriptura no rechaza el uso y las formas
de ciertas tradiciones inocentes; pero estas
tradiciones no son de carácter obligatorio. Sin
embargo, si algunos padres apostólicos rechazaron los
libros apócrifos que los católicos han aceptado como
inspirados y aun así son salvos como reconocen los
mismos católicos, ¿Por qué no podríamos ser salvos los
evangélicos por rechazar tanto los apócrifos como las
15
enseñanzas católicas, si el catecismo católico afirma que
los creyentes que nacen de las rupturas somos salvos?
5. La Sola Scriptura no rechaza las revelaciones de
Dios. Podemos recibir revelaciones de Dios; pero estas
no pueden contradecir la verdad bíblica ni deben tomarse
como necesarias para la salvación ni para la doctrina, ya
que en la Biblia encontramos lo suficiente para todo esto.
Muchos calvinistas y católicos fanáticos no saben que
el Pastor Samuel Rutherford, un presbiteriano escoces,
quien fue uno de los que elaboraron la confesión de
Westminster y creyó en la Sola Scriptura, dijo que las
profecías todavía se daban en sus días. Estas son sus
palabras: “En nuestra nación escocesa, George Wisehart
predijo que el cardenal Beaton no iba a salir con vida del
Castillo St. Andrews, sino que sufriría una muerte
vergonzosa, y así fue; John Knox predijo que ahorcarían
al Señor de Grange; Joh Davidson también profetizo,
como muchos de sus contemporáneos sabían; y en
Inglaterra, ha habido otros santos predicadores que
también destacaron por desempeñar esa función”
(Samuel Rutherford, A Survey Of The Spiritual
Antichrist. Opening The Secrets Of Familisme And
Antinomianisme In The Antichristian Doctrine Of John
Saltmarsh (et al.) Londres, 1648, 42).
Ya aclarado esto, debe decirse una vez más que el rey
Saúl profetizo (1 Samuel 19:24), los Corintios
profetizaban (1 Corintios 14), las 4 hijas de Felipe, el
evangelista, también hacían lo mismo (Hechos 21:8-9), y
16
sus profecías, aunque verdaderas, no fueron registradas
ni en la Biblia ni en la mal llamada “sagrada tradición” y
los católicos pueden ser salvos sin conocerlas, si creen en
Cristo y se arrepienten de sus pecados.
Ahora bien, si el católico puede ser salvo sin conocer
estas profecías, ¿Por qué los cristianos no pueden ser
salvos con la Biblia sola, aun si hay sagradas tradiciones,
las cuales podrían ser verdaderas?
Por favor, no me malentienda, yo no pienso que las
tradiciones de los católicos sean verdaderas; pero en el
caso de que lo fuesen, igualmente, los cristianos podemos
ser salvos si no las conocemos o si no las aceptamos por
un asunto de prudencia.
6. La Sola Scriptura no niega que podamos
adquirir otros conocimientos aparte de la Biblia.
Podemos adquirir otros conocimientos sobre historia,
patrística, arqueología, biología, cosmología y de otras
disciplinas; pero estos no se necesitan para la salvación.
Aun si pudieran ayudarnos a entender mejor algunos
pasajes de la Biblia, no son necesarias para la salvación.
Los cristianos creemos que aun los libros de los
“padres apostólicos” nos podrían ayudar a comprender
algunos asuntos relacionados con la Biblia; pero estos
libros por no ser inspirados por Dios y por contener
errores, también podrían llevarnos al error. Por esta
razón, estos libros deben someterse a la única autoridad
infalible que Dios nos dio, la Biblia.
17
7. La Sola Scriptura no afirma que nuestras
creencias deben de estar escritas explícitamente en
la Biblia. Lo que decimos es que todo lo que se necesita
para la salvación está claro en las escrituras, ya
explícitamente o implícitamente.
No creo en todo lo que dice la Confesión de Fe de
Westminster; pero esta afirma: “Todo el consejo de Dios
con respecto a todas las cosas necesarias para su gloria y
para la salvación, la fe y la vida del hombre, está
expresamente expresado en la Escritura o puede
deducirse de ella de manera lógica y clara. Nada será
agregado a la Escritura en ningún momento, ni por
nuevas revelaciones del Espíritu, ni por las tradiciones de
los hombres” (Confesión de fe de Westminster 1:6).
8. La Sola Scriptura no afirma que debes de
conocer toda la Sagrada Escritura para ser salvo.
Solo afirma que ella es suficiente y más que suficiente. De
hecho, aun conociendo solo el libro de Juan o cualquier
otro libro de la Biblia que hable del evangelio, es
suficiente para la salvación del alma. Entonces,
¿concluimos que los demás libros no sirven y debe ser
rechazado? Claro que no, los demás libros sirven mucho
y son de gran bendición para el pueblo de Dios.
9. La Sola Scriptura no afirma que la Iglesia
carezca de autoridad para interpretar, enseñar y
defender la Palabra de Dios. Nadie jamás ha dicho que
la Iglesia no deba tener sus maestros y que estos nos
puedan enseñar. Lo que se dice simplemente es que estos
18
maestros deben enseñar la verdad, y si se inventan
doctrinas que contradicen la Sagrada Escritura, deben ser
rechazadas.
Dios ha dado el don de la enseñanza a algunos
hermanos para que enseñen a la Iglesia, y estos, por su
don, obviamente entienden y conocen mucho más que
aquellos que no lo tienen. Pero el tener este don no
sugiere que la Iglesia no pueda comprender lo esencial de
la Biblia, más aun si depende del Espíritu Santo.
10. La Sola Scriptura no afirma que las personas
necesitan obligatoriamente saber leer para conocer
todo lo que la Biblia enseña para ser salvos. Lo que
la Sola Scriptura afirma es que en las Sagradas Escrituras
puedes encontrar todo lo que necesitas para la doctrina,
la fe, la vida piadosa y la salvación. Y si no conoces toda
la Biblia, aun así puedes ser salvo. Tú no necesitas
conocer toda la Biblia, toda la tradición y todo lo que
enseñan los maestros. Lo que necesitas conocer es a
Cristo y permanecer en El con un corazón arrepentido,
aun con el poco conocimiento que tengas de las Sagradas
Escrituras.
Ahora bien, Si una persona no sabe leer, puede ser
guiado a la verdad por un predicador; pero también puede
ser engañado. Y para que no se corra ese riesgo, tiene que
aprender a leer para examinar si lo que se dice está acorde
con la Biblia.
19
Quien tiene hambre de conocer la Palabra de Dios y
no sabe leer, busca la manera de aprender.
Que muchos pueblos no hayan sabido leer o escribir
no significa que Jesús es malo y tirano por ordenar que se
escudriñe la Biblia. Más bien demuestra que a Dios no le
agrada nuestra ignorancia y que por lo mismo debemos
aprender a leer y escribir para poder escudriñar su
Palabra.
Y si un cristiano sabe leer; pero no tiene una Biblia,
esto tampoco es un problema, ya que quien tiene hambre
de conocer la Palabra de Dios, la busca, hasta hallarla.
Algunos creen que La Sola Scriptura no puede ser
verdad porque por siglos los cristianos no tenían Biblias,
ya que no se había inventado la imprenta; pero esta
objeción es absurda. Es como decir que las tradiciones
orales de los apóstoles deben rechazarse por causa de los
sordos.
La Sola Scriptura no depende de que se tenga o no una
Biblia. Rechazar la Sola Scriptura es como rechazar la
buena alimentación solo porque algunos o muchos
mueren de hambre.
11. La Sola Scriptura no afirma que todo lo que
Cristo dijo lo pusieron por escrito los evangelistas
Mateo, Marcos Lucas y Juan. Lo que se dice solamente
es que se puso por escrito lo que era necesario. Lo que
no se puso por escrito, no sabemos que es, pero no
negamos que Jesús haya podido haber dicho muchas
20
cosas, pero no hay duda que lo que dijo no contradice la
Sagrada Escritura.
12. La Sola Scriptura no afirma que en la Biblia
encontraras cada detalle de la vida de Jesús, los
profetas, los apóstoles, las ciudades y el cielo. Jamás
se ha dicho que en la Biblia podemos encontrar cada
detalle sobre Jesús, Jose, María y otras personas. La Biblia
no nos dice si María tenía ojos azules, si era alta, gorda o
enana. Quizá era muy bonita y tenía un cuerpo 90-60-90
y quizá por eso Jose se casó con María; pero no lo
sabemos.
13. La Sola Scriptura no es necesariamente una
doctrina, pero esta se fundamenta en varios textos
bíblicos. Si se la quiere llamar doctrina no me es
problema, igualmente se la puede demostrar con varios
textos bíblicos, no con uno solo. De la misma manera que
la doctrina de la Trinidad no se fundamenta en un solo
texto bíblico, sino en varios; el principio de la Sola
Scriptura no se fundamenta en un solo texto bíblico; sino
en varios.
LO QUE ES LA SOLA SCRIPTURA
Lo que diré sobre la Sola Scriptura, es lo que entiendo
sobre esta, desde la perspectiva bíblica pentecostal.
La Sola Scriptura básicamente enseña 3 verdades:
1. La Biblia por ser inspirada por Dios y ser la palabra
profética más segura, es la única autoridad infalible sobre
doctrina, fe, piedad y espiritualidad a la cual los libros, las
21
tradiciones orales, los padres apostólicos, los profetas, los
predicadores o concilios deben sujetarse.
2. La Escritura contiene todo lo suficiente para hacer
del hijo de Dios un hombre “maduro, equipado para toda
buena obra”, lo cual es todo lo que se necesita para
evidenciar la fe viva, aquella que es medio para la
salvación por gracia.
3. Todo lo que se debe hacer para ser salvo está muy
claro en la Biblia.
EXPLICANDO LA SOLA SCRIPTURA
1. La Biblia por ser inspirada por Dios es la única
autoridad infalible sobre doctrina, fe, piedad y
espiritualidad a la cual los libros, las tradiciones
orales, los padres apostólicos, los profetas, los
predicadores o concilios deben sujetarse.
Cuando afirmamos la Sola Scriptura, estamos diciendo
que solo las Sagradas Escrituras son una regla o autoridad
infalible ya que ésta es inspirada por Dios. Y debido a que
no hay otra autoridad infalible, las Escrituras son
autoridad suprema, y se ubican por encima de todas las
demás autoridades que Dios puso en su Iglesia.
La Sola Scriptura no rechaza los credos o concilios,
siempre y cuando estos no contradigan la Biblia. La Biblia
es la autoridad final a la que deben estar sujetos todas las
demás autoridades.
22
La Sola Scriptura no enseña que esta es la Única regla
de fe y moral bajo la libre y caprichosa interpretación de
cada creyente. Esto es una caricatura que hacen algunos
católicos ignorantes. Es evidente que cuando una persona
interpreta la Biblia de manera antojadiza puede llevar a la
desunión y a la herejía; pero la Sola Scriptura no enseña
esto.
Ahora bien, ¿Por qué creemos que solo la Biblia es la
única autoridad infalible sobre doctrina, fe, piedad y
espiritualidad a la cual los libros, las tradiciones orales, los
padres apostólicos, los profetas, predicadores o concilios
deben sujetarse?
Porque esta es la Palabra profética más segura. Ella fue
inspirada y por lo mismo es infalible en su totalidad.
¿Por qué no aceptamos que las tradiciones sean
iguales en autoridad a la Biblia?
Por varias razones:
Primera razón: Porque hemos visto errores en el
mensaje oral, aun en el del primer siglo. El apóstol Pedro
por tradición obligaba a judaizar a los gentiles (Gálatas
2:14) y todos sabemos que se equivocó porque así lo dijo
el apóstol Pablo. Al parecer, por este error, el apóstol
Pedro dijo que la Escritura es la Palabra profética más
segura.
A los Tesalonicenses Pablo les dice que las profecías
orales pueden contener errores, por lo que deben
desecharse (1 Tesalonicenses 5:20).
23
Segunda razón: Porque la Palabra profética más
segura es la escrita. El apóstol Pedro nos dice:
“19 Tenemos también la palabra profética más segura, a
la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha
que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y
el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca
la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por
el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:19-21).
Aunque el mensaje de los apóstoles en un principio fue
oral, El Señor Jesús dijo a Juan que escribiera en un libro
lo que había recibido por revelación (Apocalipsis 1:11;
21:5) ya que lo escrito, evidentemente, es la Palabra más
segura y por lo mismo, lo serían los demás Escritos de los
apóstoles.
Si lo oral no fuera a tergiversarse con el tiempo, ¿Por
qué El Espíritu Santo movió a los Siervos de Dios a
poner por escrito la Palabra de Dios?
¿Porque Jesús nuestro Señor ordeno a Juan que
Apocalipsis fuera puesto por escrito?
Tercera razón: Porque el mensaje oral corría mucho
más riesgo de ser torcido que la Palabra escrita. “Es
imposible rastrear la tradición verbal hasta su origen, ni
estar seguro de su exactitud… Es inevitable que la
enseñanza verbal se tergiverse en el proceso de
24
transmisión de una generación a la siguiente” (Daniel
Sapia).
Dave Hunt a esto añade: “Pablo estaba
profundamente preocupado por la falsa doctrina. Gran
parte de sus escritos fueron para corregir herejías. Les
advirtió a los ancianos de Éfeso, “Porque yo sé que
después de mi partida entrarán en medio de vosotros
lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de
vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas
perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos
20:29-30).
Sería irrazonable, entonces, imaginar que Pablo no
pondría por escrito todo lo que el Espíritu Santo le había
inspirado que enseñara. Si los hombres pervertirían aun
la verdad escrita, cuánto más fácil sería que pervirtieran la
verbal, a medida que las memorias fallaran y vinieran
nuevas generaciones que jamás habían oído la enseñanza
original” (Dave Hunt – “A Woman Rides the Beast" Harvest House Publishers - 1994 - Pág. 530 y 531).
Cuarta razón: Porque lo escrito es más confiable que
lo dicho oralmente según el mismo catolicismo romano.
¿Porque cree que lo que se ordenó en los concilios
católicos no lo comunicaron solo oralmente? Porque
saben que la manera de que algo no sea tergiversado
fácilmente es poniéndola por escrito.
Quinta razón: Porque el Señor Jesús creyó que la
Sagrada Escritura era infalible, no así las tradiciones de su
25
época (Marcos 7:8-9). Y no estamos hablando de
cualesquiera tradiciones; sino de las tradiciones religiosas
piadosamente transmitidas y conservadas por los
maestros de su tiempo.
Sexta razón: Porque la Escritura Sagrada es la que
debe probar lo dicho aun por los apóstoles. Los bereanos
examinaban si lo que Pablo y Silas decían era consistente
con lo ya revelado por escrito en el Antiguo Testamento
(Hechos 17:11). Los mismos documentos católicos
admiten que el magisterio está al servicio de la Palabra de
Dios. Así que todo lo que digan los maestros católicos
debe ser examinado. Si Pablo fue examinado por las
Sagradas Escrituras, ¿Por qué no los falsos escritos del
magisterio católico?
Séptima razón: Porque la Biblia nos muestra que las
verdaderas tradiciones orales pueden tergiversarse a
mediano o largo plazo. “Por eso el dicho se propagó entre
los hermanos que aquel discípulo no moriría, pero Jesús
no dijo que no moriría...” (Juan 21:23). Y la única manera
de que esta tradición fuera corregida y fuera creída con
toda certeza es por la Palabra de Dios, escrita bajo
inspiración. Es por esto que todo aquel que leyó la
Palabra escrita de Juan 21:23 nunca más creyó que Juan
no moriría.
Octava razón: Porque en el Antiguo Testamento,
mientras solo estaba escrita La Ley, los levitas enseñaban
la Sola Ley, no las tradiciones o decretos ajenos a las
Escrituras de su época, ya que se las estaba considerando
26
como la Palabra de Dios. “Abrió, pues, Esdras el libro...
Y los levitas Jesús, Bani... hacían entender al pueblo la
ley...Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y
ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura”
(Nehemías 8:5-8).
Debe notarse que en esa época todavía podía existir
revelación oral; pero esta no era la que se enseñaba; sino
La Ley. Lo revelado oralmente podía ser verdadero o
falso; pero lo dado por escrito era verdadero totalmente.
Novena razón: Porque el Sanedrín, aunque enseñaba
la Ley de Dios también se equivocaba, ya que condeno a
Jesús por blasfemo, lo mato y más tarde prohibió a los
Apóstoles predicar el Evangelio, algo que Pedro y Juan
rechazaron (Hechos 4:19; 5:29).
El Dr. Fernando Saravi nos dice que, “El sanedrín
era el supremo tribunal de Israel, presidido por el Sumo
Sacerdote, y en él participaban no sólo los saduceos sino,
de manera destacada, los más ilustres escribas fariseos.
Tenía poderes judiciales, legislativos y administrativos
ilimitados dentro del marco legal romano”.
Decima razón: Porque el Señor Jesús estuvo del lado
de los saduceos en cuanto a su rechazo de las tradiciones
de los fariseos. El Dr. Fernando Saravi dijo con acierto:
“Los saduceos rechazaban la Tradición oral que, según
los fariseos, había sido recibida por Moisés en el Sinaí,
junto con la Ley escrita. Jesús no les reprocha el rechazar
27
tan “sagrada” tradición; en cambio sí les reprocha
desconocer las Escrituras y el poder de Dios”.
2. La Escritura contiene todo lo suficiente para
hacer del hijo de Dios un hombre “maduro,
equipado para toda buena obra”, lo cual es todo lo
que se necesita para evidenciar la fe viva, aquella que
es medio para la salvación por gracia.
Seguramente hay excepciones como el “ladrón bueno”
que fue al paraíso inmediatamente después de morir sin
llegar a ser un varón maduro, equipado para toda buena
obra como dice la Biblia, pero la Biblia nos enseña que
allí se encuentra todo lo que se necesita para la piedad y
para no caer en pecado y hacer firme nuestra elección.
Veamos lo que nos dice el apóstol Pedro en su primera
carta: “3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y
a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su
gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado
preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia; 5 vosotros también,
poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio,
paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto
fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas
cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
28
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas tiene
la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la
purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual,
hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra
vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no
caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será otorgada
amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:3-11).
Como puede ver, todo lo que se necesita para no caer
y hacer firme la elección para salvación se encuentra en
las virtudes que señala el apóstol Pedro para no caer
jamás.
Si una persona pone su fe en Cristo y es adoptado
como hijo de Dios y además por las Sagradas Escrituras
llega a ser “maduro, equipado para toda buena obra”,
¿Cómo la Sagrada Escritura no va a ser suficiente para
salvarlo? ¿Acaso se necesita algo más para hacerlo
“maduro, equipado para toda buena obra”? ¿Acaso no
hay todo el consejo de Dios en la Biblia para ser salvos?
Lo que vemos es que la Sagrada Escritura si nos habla
sobre todo lo que se necesita para la salvación, ya que nos
habla extensamente sobre numerosos asuntos. Banzoli
hizo una lista de lo que la Biblia habla con mucho detalle,
y la cito a continuación:
Salvación (Lucas 3:6); Gracia de Dios (Tito 2:11); Fe
(2Co.5:7); Pecado (1 Juan 5:17); Justificación (Romanos
29
4:25); Doctrina (Tito 2:1); Enseñanza (1 Timoteo 4:13);
Vida eterna (1 Jn. 2:25); Resurrección de los muertos (Mt.
22:31); Juicio por venir (Hechos 24:25); Vida cristiana (2
Timoteo 3:12); Abnegación (Lc.14:27); Dedicación a
Cristo (Romanos 15:16); Herencia en Cristo (Romanos
8:17); Madurez espiritual (Efesios 4:13); Discernimiento
de espíritus (1 Co.12:10); Profecías (1 Tes.5:20); Dones
del Espíritu (Hebreos 2:4); Exhortación (1 Co. 14:3);
Comunión (1 Jn. 1:3); Amor (1 Jn. 4:16); Paciencia
(Hebreos 6:15); Perseverancia (2 Pe. 1:6); Tribulación
(Romanos 12:12); Juicio (Santiago 1:3); Tentación (Lc.
22:40); Buenas obras (1 Timoteo 2:10); Caridad
(1Co.13:4); Milagros (Mt. 13:58); Dios el Padre
(Filipenses 2:11); Deidad de Cristo (Jn. 1:1); Divinidad del
Espíritu Santo (Efesios 2:22); Dios subsistiendo en tres
personas (Mt. 28:19); La Cena del Señor (1 Co. 11:20);
Aflicción (Filipenses 4:14); Adversidad (Hebreos 12:14);
Honor (1 Timoteo 5:3); El lenguaje de los creyentes (Lc.
6:45); Lucha por la fe (Judas 3); Ángeles (Lc. 4:10);
Demonios (Mt.9:34); Guerra espiritual (Efesios 6:12);
Segunda Venida de Cristo (2 Tes. 2:1); Lenguas de
hombres y ángeles (1 Co. 13:1); Jesús como el Mesías (Jn.
4:26); Mensaje de reconciliación (2 Co.15:19); Muerte y
resurrección de Cristo (Hechos 2:31); Condena de los
impíos (Mt.23:33); Recompensa de los salvos (1 Co.
3:14); Nueva Jerusalén (Ap. 21:1-3); Tribunal de Cristo (2
Co.5:10); Oración (Romanos 12:12); Sanidad (Mt. 17:16);
Victoria contra el maligno (1 Jn. 2:14); Destrucción de la
carne (1 Co. 5:5); Muerte espiritual (1 Juan 5:17); Espíritu
30
Santo (Hechos 13:52); Mente de Cristo (1 Co. 2:16);
Locura del mundo (1 Co.1:27); Tribulación Apocalíptica
(Mt.24:21); Fin de los tiempos (1 Co.10:11); Héroes de la
fe (Heb.12); Herencia prometida a los santos (Efesios
1:18); Paciencia en las tribulaciones (Rom.5:3); Sufrir por
hacer el bien (1 Pe. 3:17); Disciplina humana y disciplina
divina (Heb.12:8); Sabiduría de Dios y sabiduría del
mundo (1 Co.1:21); Estado eterno (Mt.25:46); El siglo
venidero (Efesios 1:21); El amor de Dios por nosotros
(Jn.3:16); Religión pura e inmaculada hacia Dios
(Santiago 1:27); La Palabra de Dios (Hechos 12:24);
ídolos falsos (1 Juan 5:21); Envidia (Mt. 27:18); Celos
(Romanos 10:19); Ira (Hebreos 3:11); Violencia (Hechos
21:35); Paz (Romanos 3:17); Hijos de Dios (Gálatas 3:26);
Arrepentimiento para salvación (2 Co. 7:10); Ley de
siembra y cosecha (2 Co. 9:6); Frutos para el Reino
(Mt.7:20); Ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:22);
Ley del Espíritu de vida (Rom.8:22); Sinceridad (Efesios
6:5); Fraternidad (2 Pe.1:7); Mundo espiritual y mundo
visible (Heb. 11:3); Sueños (Mt. 2:12); Promesas
(Hebreos 11:33); Revelaciones (2 Co. 2:1); Dios hecho
carne (Romanos 8:3); Descanso celestial (Heb. 4:9);
Palabra (Jn. 1:1); Renuncia a la impiedad (Tito 2:12);
Deseos mundanos (Tito 2:12); Mentira (1Jn.2:21);
Engaño (1 Pe. 2:22); El Camino (Jn.14:6); La Verdad (Jn.
14:6); Vida (Jn. 14:6); La inmutabilidad de Dios (Hebreos
6:17); Destrucción de fortalezas espirituales (2 Co.10:4);
Espiritualidad (1 Co. 2:13); Religiosidad (Santiago 1:26);
Santidad (Lc. 1:75); Pureza (1 Timoteo 5:2); Evangelio
31
puro y sincero (2 Co. 11:1-3); Adoración de ídolos falsos
(1 Juan 5:21); Bendiciones espirituales de Dios (Efesios
1:3); Maldición (Romanos 3:14); Castigo (2 Co. 2:6); La
descendencia natural y espiritual de Abraham (Gálatas
3:7); Sólo Dios verdadero (Jn. 17:3); Principados y
potestades (Col. 1:16); Labranza y edificio de Dios (1
Co.3:9); Confesar o negar a Jesús públicamente (1
Jn.4:15); Lo sobrenatural de Dios (Lucas 1:37); Glorificar
a Dios (Gálatas 1:24); Alabanza a Dios (Hebreos 13:15);
Adoración a Dios (Romanos 12:1); Ayuno (Mt. 17:21);
Oración en el espíritu (Efesios 6:18); Permiso divino
(Hebreos 6:3); Ser guiado por el Espíritu de Dios
(Rom.8:14); Templo de Dios (1 Co. 3:17); Santuario del
Espíritu Santo (1Co.6:19); Iglesia (Mt. 18:17); Cuerpo de
Cristo (1 Co. 12:27); Temor de Dios (Romanos 3:8);
Guardar sus mandamientos (1 Juan 5:2); La mediación
única de Cristo entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5);
Manifestación de los hijos de Dios (Rom. 8:19); La voz
de Dios (Hebreos 3:7); Descansa en el Señor (Sal. 62:5);
Ser imitadores de Dios (Efesios 5:1); Caer en las manos
del Dios vivo (Heb.10:31); Justicia de Dios (Santiago
1:20); Tabernáculo de Dios entre los hombres (Ap. 21:13); Respeto a las personas (Rom. 2:11); Testimonio de
Dios (1 Juan 5:9); Anticristo (1 Juan 2:22); Bestia (Ap.
13:1,2); Falso profeta (Ap. 19:20); Espíritus que
gobiernan este mundo (1 Jn. 5:19); Limpio de corazón
(Mt.5:8); Nueva Tierra Prometida (2 Pe. 3:13);
Pacificadores (Mt. 5:9). Hipocresía (Mt. 23:28);
Honestidad (1 Timoteo 2:2); Hombre interior y exterior
32
(Rom. 7:22); Tristeza (Rom. 9:2); Gozo (Hechos 8:8);
Regocijo (2 Co. 7:16); Reino de los cielos (Mt. 3:2); Reino
de Dios (1 Co.4:20); Ira de Dios (Col. 3:6); Misericordia
de Dios (Rom. 9:16); La bondad de Dios (Romanos 2:4);
Longanimidad de Dios (Romanos 2:4); Incredulidad
(Mt.13:58); Nuevo nacimiento (Jn. 3:7).
Ahora leamos atentamente lo que dice el apóstol Pablo
en su segunda carta a los corintios: “15 y que desde la
niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante
la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por
Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir,
para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de
Dios sea maduro, equipado para toda buena obra” (2
Timoteo 3:15-17).
Pablo dice aquí, que el hombre de Dios por el
conocimiento de las Escrituras te puede dar, es decir tiene
el poder de darte la sabiduría que lleva a la salvación, la
cual es útil para hacer del hombre de Dios, maduro y
equipado para toda buena obra, todo lo cual ha sido visto
en los Siervos de Dios en la Biblia, por lo que no se puede
limitar su utilidad.
Un católico podría decir: “la palabra útil no significa
suficiente, ya que el aire es útil para vivir; pero no es
suficiente para vivir, se necesita comer y beber, si no, nos
morimos”. El problema con esta objeción es que se hace
una mala comparación. Se compara a toda la Biblia con
un poco de aire. Una mejor comparación seria: la Biblia
33
es útil para vivir como lo es el aire, la comida y la bebida.
Esta comparación es mejor que la objeción que presentan
los católicos, ya que de la Biblia se dice que da vida (Isaías
55:3), es comida (Isaías 55:1-2) y es bebida (1 Pedro 2:2;
1 Corintios 10:4).
Tambien debe dejarse claro que nosotros los cristianos
no decimos que la Biblia solo es útil para algo singular;
sino para varias cosas: enseñar, reprender, corregir e
instruir en justicia. Y todo esto con el fin de que el
hombre este equipado para toda buena obra, no algunas
pocas obras.
Quiero preguntar a los apologistas católicos, ¿Pueden
decir que Enoc, Moisés, Josué, Jeremías, Ezequiel,
Daniel, Pablo, Pedro, Timoteo y otros varones de Dios,
que estos no fueron varones maduros, solo porque no
conocieron toda la Revelación de Dios? Si fueron
maduros, ¿Por qué no los que tienen toda la Sagrada
Escritura?
Algunos católicos dicen que la palabra para hacer
referencia a una persona perfecta en el sentido de
madurez es teleios y no se usa en el pasaje que hemos
citado; pero aun esta objeción no les sirve de nada, ya que
hombres de Dios en el Antiguo Testamento fueron muy
maduros en su andar con Dios aun cuando no tenían el
Nuevo Testamento.
Los católicos podrían objetar diciendo que los
hombres maduros del Antiguo Testamento, “conocían
34
aparte de las Sagradas Escrituras las tradiciones”; pero
aun si ellos hubieran conocido esas supuestas Tradiciones
y estas fueran diferentes a las que quedaron escritas, estas
eran menor en contenido que toda la revelación que
tenemos en el Nuevo Testamento. Por lo tanto, esa
excusa no sirve de nada para su postura. De hecho,
demostraría que los que tenemos tanto el Antiguo
Testamento como el Nuevo, estamos en ventaja para ser
personas maduras para toda buena obra.
Téngase también en cuenta que Moisés, Nehemías,
Daniel, Isaías y muchos hombres de Dios, quienes eran
maduros en su fe, no conocían todas las Escrituras del
Antiguo Testamento; pero igualmente eran salvos. Por lo
que también, podían ser salvos sin conocer las
tradiciones, aun si estas fueran verdaderas.
Ahora me vienen a la mente varias preguntas, ¿de que
servirá tener toda la revelación escrita y aun las
tradiciones orales, si después de todo, la salvación
depende de conocer todo esto, aceptarlo y tratar de
vivirlo? ¿Acaso la mejor memoria no es frágil? ¿De que
servirán los mismos maestros si lo que ellos enseñan
puede ser olvidado?
¿Se perderán todos aquellos “padres apostólicos” que
no creyeron exactamente como enseñaron los concilios
católicos?
Los apologistas católicos dicen que en Santiago 1:4 se
dice de manera similar que la paciencia tiene su efecto
35
completo y perfecto y esto no supone que la paciencia sea
suficiente para salvación. Pero lo que el apologista
católico no parece darse cuenta es que ser pacientes en
las pruebas es mostrar fe, amor que soporta y madurez.
Esto es todo lo que una persona necesita para ser salva
en el futuro.
Otro punto que los apologistas católicos no se dan
cuenta es que aun si la paciencia no supone fe, ni amor,
Santiago 1:4 no podría compararse con 2 Timoteo 3:1517, porque este último pasaje hace referencia a “Toda la
Escritura”.
Alguno que otro católico cree que la traducción “Toda
la Escritura” es mala, y que debería de traducirse “Cada
Escritura”, lo cual no es posible en este contexto. De
hecho, todas las traducciones católicas que he visto se ven
obligadas a traducir por “Toda la Escritura”. Si hay alguna
excepción sería bueno que presentaran una justificación;
pero no la hay porque el contexto y el sentido común no
lo permiten.
El gran experto en gramática griega, A. T. Robertson
cree que ambas son dos posibles traducciones; pero
demostrare porque “Cada Escritura” no es una buena
traducción en este contexto.
Para mi es evidente que “Cada Escritura” no puede ser
suficiente para la Salvación porque si tomo un texto de la
Biblia al azar, este no podría contener todo lo que se
necesita para ser “maduro, equipado para toda buena
36
obra” como dice el texto citado. Además, muchos textos
no hablan absolutamente nada sobre lo que se debe hacer
para ser maduros en la fe, por lo tanto “Cada Escritura”
no es una buena traducción.
Ahora bien, si le doy a una persona un poco más que
un texto, le doy solamente el evangelio de Juan, este
puede ser salvo solo conociendo lo que allí se dice, y si le
doy un poco más todavía, el Antiguo Testamento,
también una persona puede ser salva porque allí se le
enseña todo lo que hizo de Moisés, de Isaías, de Jeremías
y de otros verdaderos Siervos de Dios en varones
maduros y equipados para toda buena obra. Y ¿Qué si le
doy toda la Biblia?
Algunos católicos no tan fanáticos aceptan la Sola
Scriptura en cierta forma. El teólogo católico Thomas G.
Guarino escribió: “Los evangélicos, por supuesto,
generalmente siguieron el dictamen reformado de Sola
Scriptura. La esencia de esta frase tiene una larga e
interesante historia teológica y, con matices, es aceptada
por muchos, si no la mayoría, por los teólogos católicos
contemporáneos... Mientras que Congar y J. Geiselmann
creen que Trento dejó la puerta abierta para la tesis de la
suficiencia material de las Escrituras, Joseph Ratzinger
afirma la misma afirmación a la Constitución Dogmática
del Concilio Vaticano II, Dei Verbum. Este texto es “... el
producto del intento de tener en cuenta, en la mayor
medida posible, las observaciones hechas por las iglesias
37
reformadas y está destinado a mantener el campo abierto
a la idea católica de Sola Scriptura...”.
Si estos teólogos son correctos, y la mayoría de los
teólogos católicos contemporáneos ciertamente están de
acuerdo con ellos, entonces los católicos a su manera
podrían estar de acuerdo con la posición de que toda la
verdad de la salvación se encuentra en las Escrituras”
(Thomas G. Guarino, “Reflexiones católicas sobre el
discernimiento de la verdad de la Sagrada Escritura” en
Your Word is Truth, editado por Charles Colson y
Richard John Neuhaus, 2002, pp. 79, 85, 86).
El católico Patrick Madrid reconoce que con la frase,
“La toda la escritura” se refiere a toda la Biblia. Él dice:
“La Escritura a la que se refiere San Pablo es la que
Timoteo aprendió en su infancia, es decir, el Antiguo
Testamento. Si queremos reducir esto a lo que dice el
texto, entonces basta el Antiguo Testamento para la
salvación. En cierto sentido es cierto, al menos para el
judío del Antiguo Testamento que quería escuchar y
aprender la palabra de Dios. (…). Pero dirá el protestante
“No, porque dice que toda la Escritura es inspirada, luego
se refiere a toda la Biblia”. Tiene razón, lo que dice San
Pablo se aplica a toda la Biblia” (¿Sola Scriptura? Patrick
Madrid).
¿Cuál era esa Escritura a la que Pablo se refiere?
Pablo, en su Primera epístola a Timoteo en el capítulo
5 verso 18, había dejado claro que con la Escritura no se
38
limitaba al Antiguo Testamento, ya que el afirma que el
Evangelio de Lucas es la Escritura. Veamos lo que dice
este texto: “Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al
buey que trilla; y: digno es el obrero de su salario” (1
Timoteo 5:18).
La frase: “No pondrás bozal al buey que trilla” es una
cita que Pablo toma de Deuteronomio 25:4. Y la frase:
“digno es el obrero de su salario” lo toma de Lucas 10:7,
un libro del Nuevo Testamento.
Además, Pablo creía que sus propios escritos eran
divinamente autoritarios y Sagradas Escrituras. Él dice:
“Si alguien piensa que es profeta, o espiritual, debe
reconocer que las cosas que les escribo son
mandamientos del Señor” (1 Corintios 14: 37- 38).
Para Atanasio las Escrituras mencionadas en 2
Timoteo 3:16 son el Antiguo y Nuevo Testamentos.
Veamos lo que dice: “Hijo, todos los libros de las
Escrituras, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo,
son inspirados por Dios y son útiles para la instrucción [2
Timoteo 3:16], como está escrito” (Citas de la carta a
Marcelino).
Si los católicos dicen que Pablo en 2 Timoteo 3:15-17
hace referencia solamente al Antiguo Testamento, esto
refutaría su posición y aceptaría la mía, ya que, si no toda
la Biblia; sino solo el Antiguo Testamento es necesario
para hacer del hijo de Dios un hombre “maduro,
equipado para toda buena obra”, lo cual es necesario para
39
ser salvo, entonces por lógica, toda la Biblia, con mayor
razón, es suficiente para esto.
¿Creen los católicos que el Antiguo Testamento fue
suficiente para salvar al Pueblo de Israel? Si es así, ¿Por
qué el Nuevo Testamento no es suficiente para salvar?
En 2 Timoteo 3:15-17 no se tiene que decir
textualmente la frase “la Biblia es suficiente para la vida
piadosa, la cual es necesaria para la salvación” ya que este
concepto se enseña claramente, aunque solo sea de
manera implícita.
Es evidente que cuando Pablo dice que la Sagrada
Escritura es útil está diciendo que es “suficientemente
útil” por lo que hace del hijo de Dios: un hombre
“perfecto, equipado para toda buena obra”. Aquí no se
hace necesario que se use el término “suficiente”, ya que
esto está implícito.
Además, si una persona se arrepiente y cree en el Señor
Jesús, recibe perdón y vida eterna, aun sin conocer toda
la Biblia. Por supuesto, debemos de estudiar toda la
Biblia; pero aun sin conocerla toda, ya se puede recibir
perdón y vida eterna. El apóstol Juan escribió: “Hizo
además Jesús muchas otras señales en presencia de sus
discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero
éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su
nombre” (Juan 20:30-31).
40
Muchos católicos malinterpretan lo que decimos los
evangélicos aquí. Le pido que no me malinterprete, no
creo que el evangelio de Juan es suficiente para conocer
todo lo referente a doctrina; pero si es suficiente para
tener vida eterna en Cristo.
Si los católicos dicen que el libro de Juan se escribió
para tener vida eterna; pero no es suficiente para tener esa
vida, entonces pregunto, ¿se pierde aquella alma que
creyó en Cristo; pero no conoce los demás libros de la
Biblia, ni la tradición de los católicos? Es evidente que no.
Si muchos fueron salvos sin conocer toda la Biblia,
también puede ser salvo cualquiera que no conoce las
falsas tradiciones orales que defiende el catolicismo. El
ladrón que se arrepintió cuando estaba siendo crucificado
al lado de Jesús fue salvo, Esteban el diacono que fue
apedreado fue salvo, Jacobo hermano de Juan murió a
filo de espada y fue salvo, Pablo fue decapitado y fue
salvo. Todos estos fueron salvos sin conocer toda la
Biblia. Aun en el Antiguo Testamento, los hombres
podían ser salvos y vivir en santidad, sin haber conocido
la revelación del Nuevo Testamento.
Si los libros bíblicos enseñan toda la verdad necesaria
y sin error para la salvación, entonces con la Sagrada
Escritura, el inconverso puede ser salvo al leerla o
escucharla.
Un documento del Vaticano II reconoce que los
hombres de buena voluntad pueden ser salvos. Este
41
documento dice: “El hombre cristiano, conformado con
la imagen del Hijo, que es el Primogénito entre muchos
hermanos, recibe las primicias del Espíritu (Rom 8,23),
las cuales le capacitan para cumplir la ley nueva del amor.
Por medio de este Espíritu, que es prenda de la
herencia (Eph 1,14), se restaura internamente todo el
hombre hasta que llegue la redención del
cuerpo (Rom 8,23). Si el Espíritu de Aquel que resucitó a
Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que
resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también
vida a vuestros cuerpos mortales por virtud de su Espíritu
que habita en vosotros (Rom 8,11). Urgen al cristiano la
necesidad y el deber de luchar, con muchas tribulaciones,
contra el demonio, e incluso de padecer la muerte. Pero,
asociado al misterio pascual, configurado con la muerte
de Cristo, llegará, corroborado por la esperanza, a la
resurrección.
Esto vale no solamente para los cristianos, sino
también para todos los hombres de buena voluntad, en
cuyo corazón obra la gracia de modo invisible. Cristo
murió por todos, y la vocación suprema del hombre en
realidad es una sola, es decir, la divina. En consecuencia,
debemos creer que el Espíritu Santo ofrece a todos la
posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se
asocien a este misterio pascual” (Constitución Pastoral,
Gaudium Et Spes. Sobre La Iglesia En El Mundo Actual,
22).
42
Todos los católicos saben que hay hombres de buena
voluntad dentro de las iglesias evangélicas (que creen en
el principio de la Sola Scriptura), por lo tanto, según este
documento católico, pueden participar de “la esperanza,
a la resurrección”.
El papa Juan Pablo II, Juan 23, el Concilio Vaticano 2
y Joseph Ratzinger están a favor de la salvación de
aquellos que creen en el principio de la Sola Scriptura.
Puesto que estos han dicho que los no católicos, los
cuales creen en la Sola Scriptura serán salvos, entonces
los que creemos en la Biblia y no aceptamos la
interpretación del magisterio refuta a quienes nos critican
por no aceptar las tradiciones católicas ni la
interpretación del magisterio.
El catecismo católico aprobado y promulgado en 1992
por el Papa Juan Pablo II que las Iglesias cristianas
evangélicas son comunidades que sirven como medios de
salvación. Dice así: “Espíritu de Cristo se sirve de estas
Iglesias y comunidades eclesiales como medios de
salvación…” (The Catechism of the Catholic Church,
edición inglesa, p. 216).
Juan Pablo II dijo el 25 de mayo de 1995: “La
comunión aún no plena de nuestras comunidades está en
verdad cimentada sólidamente, si bien de modo invisible,
en la comunión plena de los santos, es decir, de aquéllos
que al final de una existencia fiel a la gracia están en
comunión
con
Cristo
glorioso. ESTOS SANTOS PROCEDEN DE TODAS
43
LAS IGLESIAS Y COMUNIDADES ECLESIALES,
QUE LES ABRIERON LA ENTRADA EN LA
COMUNIÓN DE LA SALVACIÓN” (The Encyclicals
of John Paul II, edición inglesa, p. 965).
Como puede ver, la Biblia y su estudio sin el magisterio
católico es suficiente para ser salvo. Y es que la Biblia nos
dice que hay que creer en Cristo, que hay que
arrepentirnos, que debemos someternos a las autoridades
eclesiásticas, siempre y cuando estas no nos enseñen
falsedades como enseña el catolicismo, el adventismo y
otros grupos que se desviaron de la Palabra de Dios.
3. Que todo lo esencial, revelado en la Biblia sobre
lo que se debe hacer para tener vida eterna está muy
claro en la Biblia.
Siempre hemos dicho que hay algunas cosas difíciles
de entender como lo dijo el apóstol Pedro. “15 Y tened
entendido que la paciencia de nuestro Señor es para
salvación; como también nuestro amado hermano Pablo,
según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas
cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender,
las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como
también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2
Pedro 3:15-16).
Sin embargo, no toda la Biblia, ni la mayor parte de ella
es necesariamente difícil de entender. Si para algunos
44
papas ignorantes les fue difícil entender la Biblia, no
significa que por ello debían prohibir su lectura.
El papa Pio IX creía como buen impío católico que,
“La lectura de la Biblia es un veneno” (Papa Pio IX, Si II
8.12.1964). En 1864 este mismo papa afirmo que “La
propagación de la Biblia es una peste” (Sillabus, 8-121864).
En su Encíclica “Quanta Cura”, califico a las
“sociedades bíblicas” como una peste que debería ser
destruida por todos los medios posibles (Papa Pio IX, em
sua Encíclica “Quanta Cura, Título IV, 8 de Dezembro
de 1866).
No comprendo la necedad y falta de inteligencia de los
católicos para decir que no se puede entender la Biblia;
pero tratare de comprenderlos.
¿Cómo sé que la Biblia puede entenderse
claramente?
Porque así lo enseña la misma Biblia. Considere las
siguientes razones:
Primero: Porque Pablo esperaba que se entendiesen
las cartas que enviaba a las Iglesias y a algunas personas,
sin necesidad de intérpretes. Si no fuera así, les hubiera
dicho que hubiera alguien que se les interpretase. Y Pablo
esperaba esto, sabiendo que Dios puso maestros en la
Iglesia.
45
Veamos solo un texto que demuestra lo que estoy
afirmando:
“Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros,
haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses”
(Colosenses 4:16).
Segundo: Porque el lenguaje de Pablo no era un
lenguaje complicado; sino el lenguaje común que casi
todos entendían en su época, me refiero al griego Koine.
“Porque ninguna otra cosa os escribimos; sino lo que
leéis y entendéis, y espero que entenderéis hasta el fin” (2
Corintios 1:13. La Biblia de las Américas).
Tercero: Porque también recibirían la ayuda del
Espíritu Santo. “Os he escrito esto sobre los que os
engañan. Pero la unción que vosotros recibisteis de él
permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que
nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña
todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella
os ha enseñado, permaneced en él” (1 Juan 2:26-27).
Cuarto: Porque aquello que Dios revelo se espera que
haya sido comunicado en forma que se pueda entender
claramente; porque si no Dios sería un tirano que exige
aquello de lo cual las personas no pueden entender, lo
cual es absurdo.
“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios;
más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos
para siempre, para que cumplamos todas las palabras de
esta ley” (Deuteronomio 29:29).
46
Quinto: Porque el apóstol Pedro dijo que algunas
cosas de las que escribió el apóstol Pablo son difíciles de
entender, de donde se deduce que la mayoría de lo escrito
por Pablo es fácil.
¿Que creían los padres apostólicos sobre la claridad de
las sagradas escrituras?
Ireneo dijo que, “todas las Escrituras, los profetas y los
evangelios pueden ser entendidos de manera clara,
inequívoca, y armoniosa por todos” (Ireneo, Contra las
herejías 2.27.2).
Teófilo de Antioquia dijo: “Para aquellos que lo
deseen, pueden al leer…, comprender con precisión la
verdad” (Teófilo a Autoleo, libro 2, cap. 35).
Hilario de Poitiers dijo: “Mi objetivo principal es por
las claras afirmaciones de los profetas y evangelistas de
refutar la locura y la ignorancia de los hombres” (Sobre
la Trinidad, Libro 1,17).
Podría citar a Basilio, a Agustín, a Atanasio a Cassianus
y a Gregorio Nacianceno; pero estos son suficientes para
dejar claro que los padres apostólicos creían que la
Sagrada Escritura podía entenderse. Recomiendo el libro
“Em Defesa da Sola Scriptura” de Lucas Banzoli para un
tratamiento más extenso sobre este punto.
¿Es infalible la interpretación de la Iglesia?
A esta pregunta tengo varias respuestas:
47
(1) No, no es infalible; pero no porque no pudiera
serlo. Yo creo que Dios si pudo guardar a su Iglesia de las
herejías y de los errores pequeños en sus inicios y también
pudo guardarla hasta nuestros días; pero si no lo hace; no
es porque no quiere o porque no puede; sino porque Dios
trabaja por medio de su falible Iglesia, y esta no guardo la
interpretación correcta de toda la Biblia como se debía,
porque no la tenían o porque no les intereso.
Si los Escritos Bíblicos tienen errores pequeños por la
transmisión, ¿Por qué no la interpretación del magisterio?
(2) La interpretación puede ser infalible hasta hoy; pero
esta solo podría serlo si los maestros que Dios puso en la
Iglesia, no solo están en comunión con toda la Iglesia;
sino si son totalmente consagrados a Dios. ¿De que
servirá un concilio con montones de Ministros de todos
los países, si muchos de estos son profanos, asesinos,
violadores, ladrones, adúlteros, deshonestos y egoístas?
¿Podrán interpretar bien solo aquellos que hacen uso de
los principios de la hermenéutica; pero no viven en
honestidad, amor y profunda santidad?
(3) Pablo no se molestó en corregir errores menores.
Si en la Iglesia de Roma hubo errores pequeños y Pablo
no se molestó en tratar de cambiar a aquellos que estaban
equivocados; sino que los dejo a la libertad. ¿Por qué
esperar que haya una interpretación infalible para cada
detalle que se mencione en la Biblia? ¿Acaso se perderá
aquel que se equivoque en la interpretación en asuntos
pequeños?
48
¿Se perderá aquel que creyó que debe ser vegetariano
aun cuando Pablo dice que está equivocado? ¿No dijo
Pablo que a los vegetarianos no se les debe juzgar a pesar
de su error? ¿Acaso no dijo que Dios los mantendrá de
pie a pesar de su error? Vea Romanos 14.
(4) La interpretación no es infalible; pero si lo fuera,
igualmente la Iglesia no entiende todas las
interpretaciones, razón por la que no es de tanta ayuda.
La interpretación no es infalible y tampoco es clara
todas las veces. ¿Se perderá aquel que no entendió la
interpretación? ¿Se perderá aquel que entendió
claramente algunas cosas y otras no?
Lo que no se entiende no hará perder a ninguna alma,
porque lo que si se entiende y es obedecido es suficiente
para ser salvos. Una Iglesia sin comprensión total y con
muchas dudas no aclaradas no es destruida, más bien
sigue adelante. Su confianza principal está en Dios, no en
otros asuntos de menor importancia.
(5) Si el magisterio católico o evangélico fuera infalible
y fuera necesario para cada una de las enseñanzas de la
Biblia, hace mucho tiempo que hubiera respondido a
todas las miles de preguntas que se hacen millones de
personas y así no habría duda alguna que no hubieran
aclarado; pero el magisterio no ha aclarado todo, porque
sabe que no puede. Aun así, ninguna alma se perderá solo
porque el magisterio no le interpreto lo que no
comprendía de la Biblia.
49
(6) La interpretación no es infalible porque ya ha
pasado mucho tiempo y lo que antes se entendía
claramente en las distintas formas de lenguaje que se
escribió la Biblia, no se usa hoy en día exactamente y por
eso la dificultad para entenderla.
Los modismos y diferentes expresiones literarias hoy
en día no serán los mismos de aquí a 300 años y lo que
hoy se entiende fácilmente puede no ser muy claro para
otras generaciones. Creo que lo mismo pasa con las
expresiones bíblicas. Antes se entendían claramente, pero
hoy no, y esto no significa que no se entienda nada. La
Biblia es clara en casi todo.
(7) La interpretación no es infalible en algunos casos,
aun en asuntos de gran importancia, y creo que esto Dios
lo puede permitir para probar a su Iglesia.
(8) La interpretación no es infalible en algunos casos,
y puede ser que Dios lo permita como juicio para que
aquellos que viendo no quieren ver, y así El deja que sean
engañados.
(9) La interpretación no es infalible y esto lo vemos en
Iglesias católicas, ortodoxas y evangélicas. La
interpretación aun dada ex cátedra por los papas ha sido
demostrada que es falsa muchas veces. Sin embargo,
millones de almas serán salvas porque Dios tiene un
pueblo que no se ha desviado de Él, aunque tenga algunos
errores menores.
50
Las tradiciones católicas y su magisterio no han
convencido a los católicos
Los apologistas católicos, defienden el Magisterio de la
Iglesia católica; pero ellos mismos no creen mucho de lo
que este afirma.
Veamos algunas enseñanzas que los apologistas
católicos no creen:
(1) No creen en los Concilios de Letrán, de Macon y
de Trento, ya que estos ordenaban diezmar, y este no
consistía en darse una ofrenda al año como afirman hoy
en día los católicos.
(2) No creen que los cristianos seremos dioses en la
Eternidad, aunque esto se enseña en el catecismo
católico.
(3) No creen que por los llamados sacramentos deba
pagarse; pero en la Iglesia católica se cobra por estos. Los
apologistas católicos saben muy bien que las necesidades
de la Iglesia católica deben solucionarse con las ofrendas
y colectas, pero no cobrando nada.
(4) No creen que la pena de muerte es inadmisible,
aunque así lo dice el catecismo católico. “La pena de
muerte es inadmisible, porque atenta contra la
inviolabilidad y la dignidad de la persona” (CIC. 2267).
(5) No creen que el domingo es día de reposo, como
afirma el catolicismo; sino el día del Señor, porque en ese
día nuestro Señor Jesucristo resucito.
51
(6) Reconocen que no hay evidencia del uso de
imágenes en los primeros siglos con fines religiosos,
razón por la que no le dan culto a María. El sacerdote
Daniel Acosta, por ejemplo, no le da culto a María.
(7) No creen en la historicidad de la Biblia. Por ejemplo
José Miguel Arráiz.
(8) No creen que el dogma de la inmaculada
concepción de María ha sido aceptado por la Iglesia en
sus inicios, ni por todos los padres apostólicos ni por
todos los papas de roma.
(9) No creen que la asunción de María se pueda
fundamentar en la tradición por una supuesta antigüedad,
unanimidad y por la sucesión apostólica. Es por esta
razón que algunos católicos tratan de defender este
dogma con la Biblia y no con la tradición.
(10) No todos creen en el limbo, a pesar de que se
enseñó en varios concilios ecuménicos.
(11) No todos creen que los hermanos de Jesús fueron
primos; sino hermanos en la fe o hermanos naturales.
(12) El apologista católico, Max Roper cree que el
Señor Jesús cometió un error al decir: “Dios mío, ¿Por
qué me has desamparado?”
(13) No creen absolutamente que los que mueren en
pecado mortal serán condenados como afirma el
Catecismo católico en el numeral 1861. Lo que creen es
que puede intercederse por los muertos que cometieron
52
pecados de muerte como la idolatría, basados en uno de
los libros de los Macabeos.
¿Puede el catolicismo interpretar mejor que los
cristianos evangélicos?
(1) Es sabido que los más grandes eruditos en idiomas
bíblicos, historia, patrística y teología son evangélicos. Si
compra comentarios bíblicos o diccionarios en una
librería católica, los autores son evangélicos en su
mayoría. Los dueños de las librerías católicas tienen que
hacer pedidos de las Editoriales evangélicas para vender
libros de grandes eruditos.
(2) La correcta interpretación se da por un pueblo que
vive en santidad, pureza y honestidad. Y esta vida de
santidad no se ve en el catolicismo, por lo que no se
puede esperar que interpreten mejor que los que somos
cristianos evangélicos. La vida espiritual de los cristianos
evangélicos es mucho más saludable que el de los
católicos. Esto no se puede negar y ser honesto a la vez.
Y lo digo aun sabiendo que dentro de las Iglesias
evangélicas hay pecados de infidelidad, homosexualidad,
robo, etc., pero en el catolicismo esto es mucho mayor.
Ahora bien, sin hacer mención de los pecados de los
católicos y evangélicos, cuando se compara la vida
piadosa de ambos grupos, se verá que hay un pueblo
mucho más consagrado que en el del catolicismo.
¿Quién de todas las autoridades que Dios puso es
mayor?
53
Se de algunos católicos que creen que su magisterio
está por encima de la Palabra de Dios; pero los
documentos católicos dicen que no lo están. Veamos lo
que dicen algunos de esos documentos:
“Este oficio de enseñar no está por encima de la
palabra de Dios, sino que sirve a ella…” (Constitución
Dogmática sobre la Divina Revelación, Dei Verbum,
capítulo 2, párrafo 10).
“Sin embargo, este Magisterio no es superior a la
Palabra de Dios, sino que es su servidor” (Catecismo de
la Iglesia Católica, # 86).
¿Por qué los nobles creyentes de Berea, tomaban a las
Sagradas Escrituras como más autoritativas que los
dichos orales de Pablo? Porque Pablo con todo su
ministerio de apóstol y maestro, no estaba por encima de
las Sagradas Escrituras.
¿PRODUCE LA SOLA SCRIPTURA
DIVISIÓN?
1. No, lo que produce división es aceptar las
tradiciones por la sucesión y las nuevas revelaciones
que contradicen la Biblia. He podido ver que la causa
de las divisiones es no aceptar la Sola Scriptura; pero
aceptar las tradiciones humanas y la sucesión apostólica.
¿Quién no sabe que los primeros padres apostólicos
discutían sobre cuáles eran las tradiciones apostólicas por
la supuesta sucesión apostólica? ¿Quién no sabe que los
54
ortodoxos y el catolicismo están separados por causa de
la supuesta sucesión apostólica?
Los católicos dicen que los ortodoxos tienen sucesión
apostólica; pero los ortodoxos no creen en el purgatorio,
no creen en el primado jurisdiccional de Pedro, no creen
en que el Espiritu Santo proceda del Jesús, no creen que
el divorcio no pueda ser legítimo algunas veces, no creen
en la inmaculada concepción de María, no creen en la
infalibilidad papal, sino solo en las decisiones de los
concilios ecuménicos.
Como puede ver, no hay nada confiable en la sucesión
apostólica.
Los cristianos queremos estar siempre unidos; pero no
podemos unirnos al Catolicismo, al russellismo, al
mormonismo y otros grupos, solo porque ellos creen ser
la organización divinamente señalada por Dios en la
tierra. “¡La unidad a expensas de la verdad no es ninguna
virtud en lo absoluto!” (Eric Svendsen).
2. La existencia de tantas denominaciones
protestantes no es una prueba de que el
protestantismo sea falso. Eric Svendsen asevera: “Las
diferencias que existen entre la mayoría de las
denominaciones evangélicas son del mismo tipo que las
diferencias encontradas entre los Ritos, Órdenes, y otras
creencias de la iglesia católica. Además, la erudición
católica está plagada por el liberalismo como su
contraparte protestante”.
55
J. I Packer dijo: “las divisiones profundas reales han
sido causadas no por aquellos que mantuvieron sola
Scriptura, sino por aquellos, católicos romanos y
protestantes por igual, que lo rechazaron”.
3. El catolicismo romano está dividido. Entre los
eruditos católicos existen muchos desacuerdos. Eric
Svendsen lista algunos temas en los cuales muchos de los
católicos están en desacuerdo. Y cito: “(1) si el registro de
la creación en Génesis 1 y 2 debería ser interpretado
literalmente o místicamente, (2) si deberíamos o no creer
que Jonás fue realmente tragado por un pez, (3) la rama
de la predestinación que nosotros deberíamos
suscribirnos (hay tantas como cuatro), (4) si deberíamos
creer o no que la Biblia contiene errores (5) si María debe
o no ser vista como Mediadora de todas las gracias, (6) si
ella debería ser vista a lado de Cristo dando cara a la iglesia
o al lado de la iglesia frente a Cristo, (7) si el Vaticano II
debería o no ser considerado un concilio infalible (el cual
invita a la exegesis moderna, acoge al protestantismo y a
las iglesias ortodoxas como iglesias cristianas y reemplaza
el uso de la fuerza en la propagación de la fe), o (8) si
nosotros deberíamos creer ahora en la evolución (como
lo hace el papa), o la creación especial, (9) si la revelación
divina viene en parte en la Escrituras y en parte en la
tradición oral, o si toda la tradición tiene su base en la
Escritura, (10) si la infalibilidad solamente se extiende a
las declaraciones ex cátedra del papa y los concilios
ecuménicos, o si los sínodos tales como Hipona y
Cartago son también infalibles, (11) ¡si el actual papa es
56
un legítimo papa o no! Añada esto a las profundas
divisiones entre las diferentes sectas dentro del
catolicismo, una de esas puede ser encontrada entre
Catholic Answers de Karl Keating y el Centro de San
Benedicto — el ultimo mencionado ha lanzado
repetidamente un desafío de debate a Keating sobre el
tema de Extra Ecclesiam Nulla Sallus (“fuera de la iglesia
no hay salvación”). Diferencias similares de opinión
sobre la enseñanza católica pueden ser halladas entre
Keating y su una vez asociado Gerry Matatics y entre Fr.
Peter Stravinskas y ¡casi en todos aquellos que escriben a
su publicación con una pregunta¡ La organización
apologética católica St. Joseph Comunications
(Comunicación San José) señala las profundas diferencias
entre católicos en su comprensión del Nuevo Orden de
la Misa Definida en Vaticano II y abiertamente admite
que los católicos están teniendo un tiempo difícil
“tratando de entender lo que el Vaticano II enseño sobre
la reforma litúrgica… ya que los documentos son vagos
y son usados por todos los grupos para justificar sus
propios programas””.
4. La verdadera unidad es la espiritual. El Señor
Jesús no hablo de unidad institucional, sino unidad
espiritual. Unidad en el estilo de vida. Hay muchas iglesias
evangélicas, pero nos llamamos hermanos, nos visitamos,
pese a tener diferentes nombres de congregación.
Seguramente que hay algunas diferencias entre
evangélicos; pero en general las iglesias evangélicas son
iglesias de Cristo y forman la Única iglesia universal.
57
5. La causa de la división, no es la Sola Scriptura,
sino la rebelión del catolicismo y otros grupos
sectarios que no han querido arrepentirse para
formar la Única iglesia con las doctrinas de la
Sagrada Escritura. Todos saben que el catolicismo es el
que está separado de Dios y de los cristianos. No quiere
unirse a la iglesia de Cristo, no quiere abandonar sus
dogmas falsos. Está en rebelión.
Se ha dicho muchas veces que el principio de la Sola
Scriptura es la causa de las divisiones y de las más de 33
mil denominaciones protestantes; pero esto es falso
como lo admiten muchos católicos. La verdad es que este
principio no divide; sino que une, por lo menos a los
cristianos, lo que separa es el catolicismo y los grupos
falsos que surgen por sus nuevas revelaciones en lugar de
aceptar a la Biblia como la única fuente infalible sobre
doctrina, fe y moral.
Se ha dicho muchas veces que el principio de la Sola
Scriptura es la causa de las divisiones y de las más de 33
mil denominaciones protestantes; pero esto es falso
como lo admiten muchos católicos. No hay evidencias
que demuestren la existencia de más de 33 mil
denominaciones protestantes.
El principio de Sola Scriptura no divide; sino que une,
por lo menos a los cristianos, lo que separa es el
catolicismo y los grupos falsos que surgen por sus nuevas
revelaciones y tradiciones humanas en lugar de aceptar a
58
la Biblia como la única fuente infalible sobre doctrina, fe
y moral.
El catolicismo está separado de Dios y de los
cristianos; pero tiene una unidad como la del diablo y sus
demonios, por eso no sirve para bien; sino para mal.
Que puedan existir muchas denominaciones no es
dañino como lo es el tener una religión falsa, fundada por
el hombre y no por Dios, la cual tiene una sola mente y
un solo sentir para construir una torre babilónica de
herejías, la cual Dios destruirá con su poder.
LA SAGRADA ESCRITURA, LAS
TRADICIONES Y LOS PADRES APOSTOLICOS
¿Que creía la Iglesia primitiva?
Justino Mártir (165) creía que no había algo mejor que
la Escritura. “Ridícula cosa sería... que quien halla su
discurso en las Escrituras proféticas haya de abandonarlas
y abstenerse de referirse constantemente a las dichas
Escrituras, por pensar que él mismo podría proveer algo
mejor que la Escritura” (Diálogo con Trifón 86:2-3).
Atenágoras de Atenas (133-190) hace referencia a las
tradiciones; pero en un contexto en el que llama a las
tradiciones del Imperio Romano "ridícula".
Ignacio de Antioquía (¿- 107 d.C.) admite que en su
época ya se creía en la Sola Scriptura cuando dice: “… he
oído a ciertas personas que decían: Si no lo encuentro en
las escrituras fundacionales (antiguas), no creo que esté
59
en el Evangelio. Y cuando les dije: Está escrito, me
contestaron: Esto hay que probarlo. Pero, para mí, mi
escritura fundacional es Jesucristo, la carta inviolable de
su cruz, y su muerte, y su resurrección, y la fe por medio
de Él; en la cual deseo ser justificado por medio de
vuestras oraciones” (Ignacio de Antioquía, Carta a los
Filadelfios 8. J. B. Lightfoot, Los Padres Apostólicos,
Editorial CLIE. Otra traducción en Daniel Ruiz
Bueno, Padres Apostólicos, Biblioteca de Autores
Cristianos 65, Quinta Edición, Madrid 1985, pág. 485486).
El mismo Ignacio se da cuenta que no podía refutar a
quienes creían en la Sola Scriptura y acepta que la
tradición de la que él hablaba es aquella que estaba escrita,
a saber, “Jesucristo, la carta inviolable de su cruz, y su
muerte, y su resurrección, y la fe por medio de Él; en la
cual deseo ser justificado por medio de vuestras
oraciones”. Además, está implícito que era entendible la
Biblia, ya que esperaban encontrar lo que se les decía en
la Biblia.
Papías de Hierápolis (69 – 150 d.C.) creía que lo mejor
era lo oral porque era verdadero a diferencia de los dichos
orales de otros, ya que no eran mandamientos del Señor,
por lo cual los tomaba como algo falso. Por eso dijo: “A
diferencia de la mayoría, no me deleité en aquellos que
decían mucho, sino en los que enseñan la verdad; no en
los que recitan los mandamientos de otros, sino en los
que repetían los mandamientos dados por el Señor”.
60
Papias también dijo que no creía que la información de
libros le pudiera ayudar tanto como la Palabra de una voz
viva. “Y siempre que alguien venía que había sido un
seguidor de los ancianos, les preguntaba por sus palabras:
que habían dicho Andrés o Pedro, o Felipe, o Tomás, o
Jacobo, o Juan, o Mateo o cualquiera otro de los
discípulos del Señor, y lo que Aristión y el anciano Juan,
discípulos del Señor, estaban aún diciendo. Porque no
creía que la información de libros pudiera ayudarme tanto
como la palabra de una voz viva, sobreviviente” (Papías,
fragmentos en Eusebio, Historia eclesiástica III, 39. Paul
L. Maier, Eusebio, Historia de la Iglesia, Editorial
Portavoz, Michigan 1999, pág. 126).
Si Papias hacía referencia a los Escritos bíblicos como
algo que no le pudiera ayudar tanto como la Palabra de
una voz viva, entonces es evidente que estuvo muy
equivocado. La Sagrada Escritura normalmente no ayuda
a los incrédulos, los apostatas, los flojos, los orgullosos y
los tarados; pero quien se acerca a la Biblia para leerla,
con hambre y sed de justicia y con el deseo de conocer la
verdad como los nobles bereanos, encuentra en ella, la
verdad, la libertad, la luz y la vida eterna que Dios ofrece
por su gracia bendita.
Debe notarse que Papias no afirmo que lo Escrito fue
diferente de lo dicho oralmente. El solo dijo que a él no
le ayudaba tanto lo escrito como lo dicho oralmente. Sin
embargo, tampoco queda claro que Papias se refería a la
Biblia cuando habla de la “información de libros”.
61
Si lo dicho oralmente ayuda más que lo escrito bajo
inspiración, ¿Para qué El Espíritu Santo movió a los
escritores bíblicos a poner por escrito las revelaciones e
instrucciones divinas?
Además, los mismos católicos no creen todo lo que
enseño Papias, por lo que usarlo como testigo verdadero
de las tradiciones orales no les ayuda en nada. Papias
creyó en un milenio después de la resurrección de los
muertos, algo que los católicos no creen porque son
amilenialistas. Papias dijo: “Papias quien ahora es
mencionado por nosotros, afirma que el recibió los
dichos de los apóstoles de aquellos que fueron
acompañantes de ellos, el además afirma que le escucho
en persona a Ariston y al presbítero John. En
consecuencia, el los menciona frecuentemente por
nombre, y en sus escritos el da sus tradiciones… Entre
estas dice que habrá un milenio después de la
resurrección de los muertos, cuando el reinando personal
de Cristo sea establecido en esta tierra” (Fragmentos de
Papias: De la Exposición de los Oráculos del Señor, VI:
10-13).
Ireneo de Lyon (130 – 202 d.C.) obispo, mártir y
discípulo de Policarpo en su tratado Contra las
Herejías combate las herejías de su tiempo, en especial las
de los gnósticos.
Ireneo decía que algunos en su época acusaban a las
Sagradas Escrituras de no decir rectamente y de no tener
autoridad, además que estas no pueden entenderse si no
62
se conoce la tradición, por lo que esto de necesitar la
tradición para entender las Sagradas Escrituras es idea de
algunos falsos maestros de su época. Veamos lo que dice
Ireneo: “Porque al usar las Escrituras para argumentar, la
convierten
en
fiscal
de
las
Escrituras
mismas, acusándolas o de no decir las cosas rectamente o
de no tener autoridad, y de narrar las cosas de diversos
modos: no se puede en ellas descubrir la verdad si no se
conoce la Tradición. Porque, según dicen, no se
trasmitiría (la verdad) por ellas sino de viva voz, por lo
cual Pablo habría dicho: «Hablamos de la sabiduría entre
los perfectos, sabiduría que no es de este mundo». Y cada
uno de ellos pretende que esta sabiduría es la que él ha
encontrado, es decir una ficción, de modo que la verdad
se hallaría dignamente unas veces en Valentín, otras en
Marción, otras en Cerinto, finalmente estaría
en Basílides o en quien disputa contra él, que nada [847]
pudo decir de salvífico. Pues cada uno de éstos está tan
pervertido que no se avergüenza de predicarse a sí mismo
depravando la Regla de la Verdad.
Cuando nosotros los atacamos con la Tradición que la
Iglesia custodia a partir de los Apóstoles por la sucesión
de los presbíteros, se ponen contra la Tradición diciendo
que tienen no sólo presbíteros sino también apóstoles
más sabios que han encontrado la verdad sincera: porque
los Apóstoles «habrían mezclado lo que pertenece a la
Ley con las palabras del Salvador»; y no solamente los
Apóstoles, sino «el mismo Señor habría predicado cosas
que provenían a veces del Demiurgo, a veces del
63
Intermediario, a veces de la Suma Potencia»; en cambio
ellos conocerían «el misterio escondido», indubitable,
incontaminado y sincero: esto no es sino blasfemar
contra su Creador. Y terminan por no estar de acuerdo ni
con la Tradición ni con las Escrituras” (Ireneo de
Lyon, Contra las herejías III, 2,1-2. Carlos Ignacio
González, S. J., Ireneo de Lyon, Contra los herejes,
Conferencia del Episcopado Mexicano, México 2000).
Ahora bien, ¿Cuáles son esas tradiciones necesarias
para entender la Biblia?
Hasta donde se sabe las tradiciones que se necesitaban
para entender la Biblia eran las mismas escritas que
también se decían oralmente, y al parecer no las tenía
Ireneo, ya que en su época no se tenía toda la Biblia junta.
Según veo, Ireneo está hablando de lo mismo, y por
eso creo que simplemente está siendo redundante. Es
decir, está haciendo uso del pleonasmo. ¿Por qué digo
esto? Porque Ireneo llama a las tradiciones orales la fe y
dice que esta se encuentra en las Sagradas Escrituras. Esto
lo veremos más adelante.
Ireneo nunca defiende el rosario, el papado, el
purgatorio, la confesión auricular, el culto a María, el
culto a las imágenes, la asunción de María, la
inmaculada concepción y la infalibilidad papal. Y téngase
en cuenta que el afirmaba que había una unidad doctrinal
en las Iglesias en su época. Estas son sus palabras: “Como
antes hemos dicho, la Iglesia recibió esta predicación y
64
esta fe, y, extendida por toda la tierra, con cuidado la
custodia como si habitara en una sola familia. Conserva
una misma fe, como si tuviese una sola alma y un solo
corazón, y la prédica, enseña y transmite con una misma
voz, como si no tuviese sino una sola boca. Ciertamente
son diversas las lenguas, según las diversas regiones, pero
la fuerza de la Tradición es una y la misma. Las iglesias de
la Germania no creen de manera diversa ni transmiten
otra doctrina diferente de la que predican las de Iberia o
de los Celtas, o las del Oriente, como las de Egipto o
Libia, así como tampoco de las iglesias constituidas en el
centro del mundo; sino que, así como el sol, que es una
creatura de Dios, es uno y el mismo en todo el mundo,
así también la luz, que es la predicación de la verdad, brilla
en todas partes e ilumina a todos los seres humanos que
quieren venir al conocimiento de la verdad. Y ni aquel
que sobresale por su elocuencia entre los jefes de la Iglesia
predica cosas diferentes de éstas -porque ningún
discípulo está sobre su Maestro -, ni el más débil en la
palabra recorta la Tradición: siendo una y la misma fe, ni
el que mucho puede explicar sobre ella la aumenta, ni el
que menos puede la disminuye” (Ireneo de Lyon, Contra
las herejías I,10,2).
Sin embargo, todo el mundo sabe que en su época
había herejías entre los cristianos a menos que Ireneo
aceptase las herejías como doctrinas verdaderas, y así su
testimonio en favor de las tradiciones es derribado.
65
Muchos católicos no saben; pero Ireneo no tenía las
tradiciones al igual que la Sagrada Escritura, ya que se
opuso al obispo de Roma, Victor, quien intentó imponer
una tradición, la costumbre de la Pascua válida en Roma
a las Iglesias de Asia, que seguían una costumbre
diferente. Sobre esto Eusebio escribió: “Antes de esto,
Víctor, que preside la iglesia de Roma, trató de masa
separada de la unión común a todas las comunidades de
Asia y las iglesias vecinas, afirmando que eran poco
ortodoxos, y publicó una condenación a través de cartas
proclamando que todos los hermanos de la región, sin
excepción, fueran excomulgados. Pero esta medida no
agradó a todos los obispos, quienes por su parte lo
instaron a tomar en cuenta la paz, la unidad y la caridad
hacia el prójimo. Incluso conservan las palabras de estos,
QUE REPRENDEN A VÍCTOR con suficiente energía.
Entre ellos se encuentra IRENEO, en la carta escrita en
nombre de los hermanos de Galia, de la cual él era el jefe.
Ireneo está de acuerdo en que solo es necesario celebrar
el domingo el misterio de la resurrección del Señor; sin
embargo, con buen criterio, exhorta a Víctor a no
amputar iglesias enteras de Dios que habían observado
LA TRADICIÓN DE UNA VIEJA COSTUMBRE y
muchas otras cosas” (Eusebio de Cesarea; Historia
eclesiástica 5: 24: 9-11).
Para Ireneo las Sagradas Escrituras ocupan una
posición suprema. Y esto se puede ver cuando describió
la actitud de los herejes gnósticos: “Cuando son
superados por argumentos sacados de las Escrituras,
66
replican contra las Escrituras mismas, diciendo que es un
texto corrupto, que no tiene autoridad, que usa
expresiones equívocas, y que aquellos que ignoran la
Tradición no pueden encontrar la verdad en ella. De
hecho, dicen, la verdad no se transmitió por escrito, sino
a gran voz, lo que llevó a Pablo a decir: "Es la sabiduría
que predicamos entre los perfectos, pero no la sabiduría
de este mundo". Y cada uno de ellos dice que esta
sabiduría es lo que descubrió, o más bien inventó, y por
eso es normal que la verdad se encuentre ahora en
Valentine, ahora en Marcion, ahora en Cerinthus, y luego
en Basilides, o en algún otro contendiente,… Cada uno
de ellos está tan pervertido que, falsificando la regla de la
verdad, no se ruboriza de vergüenza cuando se predica a
sí mismo. Y cuando, a su vez, los llevamos a la Tradición
que proviene de los apóstoles y que se conserva en las
diversas iglesias por la sucesión de los presbíteros,
entonces se oponen a la tradición, diciendo que, siendo
más sabios que los presbíteros, Incluso los
apóstoles, fueron los únicos capaces de encontrar la
verdad. De hecho, los apóstoles habrían introducido, con
las palabras del Salvador, las prescripciones de la Ley; y
no solo los apóstoles, sino también el mismo Señor,
habrían pronunciado palabras provenientes del
Demiurgo, del Intermediario, del Poder Supremo. En
cuanto a ellos, conocerían el misterio oculto, sin la menor
duda, sin contaminación y confusión. ¡Ahora, esta es la
forma más descarada de blasfemar a tu Creador! Sucede
67
que ya no están de acuerdo ni con las Escrituras ni con la
tradición” (Contra las herejías).
En la cita anterior, está claro que el primer recurso
citado para refutar a los herejes fue la Escritura, no la
tradición. La tradición es algo que se podía usar; pero el
primer recurso para refutar las herejías era la Biblia
misma. La tradición debía sujetarse a la Biblia. Eso es Sola
Scriptura.
Estoy de acuerdo con el hermano Bruno Lima cuando
dice: “El gran error de los católicos romanos es afirmar
que un protestante no puede usar el mismo sistema de
argumentación. Es común escuchar que los testigos de
Jehová afirman que la Trinidad es un invento de
Constantino. El Protestante obviamente apelará a la
autoridad de autoridad superior y demostrará que la
Trinidad es una doctrina bíblica. Sin embargo, al igual que
los reformadores, también puedo argumentar que la
Trinidad fue creída por la Iglesia mucho antes que
Constantino. Podría citar varios testigos de que tal
doctrina no solo fue enseñada por los apóstoles, sino que
fue
mantenida
por
la
Iglesia
desde
el
principio. Técnicamente, estoy apelando a la tradición de
la Iglesia y esto de ninguna manera implica en la negación
de la Sola Scriptura por una simple razón: la primera
instancia de apelación fue a la Escritura” (Bruno Lima.
Sola Scriptura, Tradición, Ireneo y el retraso de la
apologética católica. Parte 1).
68
Ireneo creyó que la tradición es la fe y dice que se
encuentra en la Biblia. Ireneo nos dice: “La Iglesia,
extendida por el orbe del universo hasta los confines de
la tierra, recibió de los Apóstoles y de sus discípulos la fe
en: un solo Dios Padre Soberano universal «que hizo los
cielos y la tierra y el mar y todo cuanto hay en ellos y en
un solo Jesucristo Hijo de Dios, encarnado por nuestra
salvación y en el Espíritu Santo, que por los profetas
proclamó las Economías y el advenimiento, la generación
por medio de la Virgen, la pasión y la resurrección de
entre los muertos y la asunción a los cielos del amado
Jesucristo nuestro Señor; y su advenimiento de los cielos
en la gloria del Padre para recapitular todas las cosas y
para resucitar toda carne del género humano; de modo
que ante Jesucristo nuestro Señor y Dios y Salvador y rey,
según el beneplácito del Padre invisible «toda rodilla se
doble en el cielo, en la tierra y en los infiernos, y
toda lengua lo confiese. El juzgará a todos justamente los
«espíritus del mal y los ángeles que cayeron y a los
hombres apóstatas, impíos, injustos y blasfemos, para
enviarlos al fuego eterno y para dar como premio a los
justos y santos que observan sus mandatos y perseveran
en su amor, unos desde el principio, otros desde el
momento de su conversión, para la vida incorruptible, y
rodearlos de la luz eterna” (Ireneo, Contra las
Herejías 1.10.1).
A la fe de los apóstoles, Ireneo la llama tradición y lo
expresa de esta manera: “Como antes hemos dicho, la
Iglesia recibió esta predicación y esta fe, y, extendida por
69
toda la tierra, con cuidado la custodia como si habitara en
una sola familia. Conserva una misma fe, como si tuviese
una sola alma y un solo corazón, y la predica, enseña y
transmite con una misma voz, como si no tuviese sino
una sola boca. (…)” (Ireneo, Contra las Herejías 1.10.2).
Para Ireneo la tradición es la fe transmitida por los
apóstoles. Esta fe según Ireneo se encuentra en las
Escrituras de manera clara. Ireneo escribe: “En
consecuencia, la única fe no falseada y verdadera es la
nuestra, pues halla toda su clara exposición en las
Escrituras que fueron traducidas de la manera que hemos
descrito, y que la Iglesia predica sin alterar nada” (Ireneo,
Contra las Herejías 3.9.8).
Ireneo dice que, “es imposible probar lo que la
Escritura enseña si no es con los textos de la misma
Escritura” (Ireneo. Contra las herejías 2.3.3.2).
En las tradiciones que hace mención Ireneo, nunca se
hace referencia al purgatorio, la infalibilidad papal, la
asunción de María, la divinidad de los cristianos en la
Gloria, las indulgencias, la transubstanciación, el limbo,
etc.
Ahora bien, el catolicismo rechaza algunas
afirmaciones que hizo Ireneo, por lo que no les ayuda en
nada citarlo a favor de las tradiciones, las cuales nada
tenían que ver con las tradiciones humanas de los
católicos.
70
Ireneo no es una persona totalmente confiable, ya que
creía muy erradamente que, “Cristo (…) tuvo más de
cincuenta años cuando murió” (En Contra de las
Herejías, libro 2, capítulo 22).
Sin embargo, si los católicos creen que Ireneo es
confiable por su testimonio, ¿Por qué no creen todo lo
que el creyó?
Ireneo creyó que las tradiciones que se pusieron en la
Biblia eran suficientes para la salvación. Y esto refuta a
los católicos. Veamos lo que dice Ireneo: “Hemos
aprendido de ningún otro el plan de nuestra salvación,
que de aquellos por los que el Evangelio ha llegado hasta
nosotros, que en un cierto tiempo lo proclamaron en
público, y, en un período posterior, por la voluntad de
Dios, transmitida a nosotros en las Escrituras, siendo el
fundamento y el pilar de nuestra fe” (Against Heresies,
3.1.1).
Para Ireneo, no hay otro plan de Salvación, sino aquel
evangelio que primero se predicó en públicamente y
luego quedo escrito. Si para Ireneo las tradiciones son
iguales a la Sagrada Escritura no se hubiera olvidado en
mencionarlas como fundamento y pilar de nuestra fe;
pero no lo hizo.
Ireneo vio mal que se usara imágenes de Jesús cuando
critico a los gnósticos (Véase Contra las herejías 1:25:6).
Clemente de Alejandría (150 – 217 d.C.). Clemente
enfatiza la importancia de preservar la Tradición para que
71
no se pierda: “Bien, ellos preservaban la tradición de la
bendita doctrina derivada directamente de los santos
apóstoles, Pedro, Santiago, Juan, y Pablo, los hijos que la
recibían del padre (pero pocos fueron como los padres),
vino por la voluntad de Dios a nosotros también para
depositar aquellas ancestrales y apostólicas semillas. Y
bien sé que se exultarán; No quiero decir encantado con
este tributo, sino solamente a causa de la preservación de
la verdad, según como la entregaron. Para un bosquejo
como este, bien, pienso, sean conforme a un alma
deseosa de preservar de perderse la bendita tradición”
(Clemente de Alejandría, Stromata I,1).
Aquí Clemente no nos dice si esas tradiciones son las
que los católicos enseñan, tampoco nos dice que estas
sean tradiciones orales. A lo mejor se referida a las
tradiciones escritas en la Biblia. Y si fuesen tradiciones
orales, no nos dice que tenían igual autoridad que la
Biblia.
Hipólito de Roma (? – 235 d.C.) dijo que se debía
guardar la tradición; pero no nos dice que esa tradición
fue diferente a la dada en la Biblia, tampoco nos dice que
esa tradición enseña los dogmas católico-romanos. Estas
son sus palabras: “Ahora pasamos, de la caridad que Dios
ha testimoniado a todos los santos, a lo esencial de
la tradición que conviene a las iglesias, a fin de que los
que han sido bien instruidos guarden la tradición que se
ha mantenido hasta el presente, según la exposición que
de ella hacemos, y al comprenderla sean fortalecidos, a
72
causa de la caída o del error que se ha producido
recientemente por ignorancia o a causa de los ignorantes”
(Hipólito, La Tradición Apostólica, I,1. Johannes
Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos
206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 492).
Orígenes (185 - 254 d.C.), según parece, creyó que las
tradiciones eran diferentes a las reveladas en la Biblia; por
lo que dice que el bautismo infantil era administrado por
la Iglesia, aunque esto contradice la Biblia. “La Iglesia ha
recibido de los Apóstoles la costumbre de administrar el
bautismo incluso a los niños. Pues aquellos a quienes
fueron confiados los secretos de los misterios divinos
sabían muy bien que todos llevan la mancha del pecado
original, que debe ser lavado por el agua y el espíritu”
(Orígenes, In Rom. Com. 5,9: EH 249. Johannes
Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos
206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 395).
Sin embargo, no está claro en esta afirmación, que esa
tradición del bautismo infantil, Orígenes la haya creído
por tradición oral, quizá fue una tradición que el creyó
que fue escrita, cuando en realidad solo se trata de su
interpretación.
Ahora bien, Orígenes dijo en cierta ocasión: “No hay
que consultar otra fuente (más allá del AT y el NT) para
conceder autoridad a cualquier conocimiento o doctrina”
(Homilía sobre Levítico, 5).
73
Orígenes también creyó que fuera de la Iglesia no hay
salvación, aunque esto contradice lo que dijo el Papa Juan
Pablo 2 y el Concilio Vaticano 2.
Tertuliano (160 - 220 d.C.) creyó en las tradiciones por
una supuesta sucesión apostólica; pero no tenemos
evidencias de que haya visto a las tradiciones como igual
de importantes que las Sagradas Escrituras. Cuando
refuta a los docetistas, recurre a las Escrituras diciendo:
“pero no hay evidencia de esto, porque las Escrituras no
dicen nada” (Sobre la carne de Cristo, cap. VI).
Además, Tertuliano creyó en ciertas doctrinas no
católicas como por ejemplo:
(1) María no fue virgen perpetua.
(2) Creyó que “El poder de atar, concedido a Pedro,
no tiene nada que ver con la remisión de los pecados
capitales cometidos por los fieles…Este poder, en efecto,
de acuerdo con la persona de Pedro, no debía pertenecer
más que a los hombres espirituales, bien sea apóstol, bien
sea profeta” (De Pudicia, Sobre la modestia 21).
(3) No aprobó el uso de imágenes de los santos. “Pues
¿cómo podría el (Pedro en el monte de la transfiguración)
haber conocido a Moisés y Elías, excepto estando en el
Espíritu? La gente no podría tener sus imágenes, estatuas
o retratos; porque la ley lo prohíbe” (Contra Marcion:
04:22)
74
(4) No aprobó el bautismo infantil. “la demora del
bautismo es preferible; principalmente, sin embargo, en
el caso de niños pequeños” (Sobre el bautismo, Cap. 17).
Hipólito de Roma (170-235) declaro: “Hermanos, hay
un solo Dios, el conocimiento de quien obtenemos de las
Sagradas Escrituras, y de ninguna otra fuente. Porque así
como al hombre, si quiere ser experto en la sabiduría de
este mundo se encontrará incapaz de llegar a ella de
ninguna otra manera que por el dominio de los dogmas
de los filósofos, así todo el que desee practicar la piedad
será incapaz de aprender su práctica de cualquier parte
que no sea de la palabra de Dios. Cualquier cosa entonces
que las Sagradas Escrituras declaren, a esta miremos, y
todo lo que enseñe esto aprendamos” (Against Heresies,
9).
Para Hipólito, no puedes practicar la piedad, a menos
que aprendas su práctica de la Escritura.
Hipólito parece contradecirse, cuando dice: “Ahora
pasamos, de la caridad que Dios ha testimoniado a todos
los santos, a lo esencial de la tradición que conviene a las
iglesias, a fin de que los que han sido bien instruidos
guarden la tradición que se ha mantenido hasta el
presente, según la exposición que de ella hacemos, y al
comprenderla sean fortalecidos, a causa de la caída o del
error que se ha producido recientemente por ignorancia
o a causa de los ignorantes” (Hipólito, La Tradición
Apostólica, I,1. Johannes Quasten, Patrología I,
75
Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición,
Madrid 1995, pág. 492).
Pero cuando Hipólito habla en otro lugar de guardar la
tradición no está diciendo otra que no sea la tradición
escrita en la Biblia. Sin embargo, aun si Hipólito habla de
otra tradición aparte de la Escritura, nada indica que él la
tome con igual autoridad que la Sagrada Escritura; pero
suponiendo que Hipólito de Roma haya creído que las
tradiciones que creía eran otras que no se encontraban en
la Biblia, nada indica que sean doctrinas necesarias para
la salvación. A lo mejor eran simplemente costumbres y
practicas eclesiásticas.
Cuando se trata de la práctica de la piedad, como fruto
de la fe que salva, Hipólito dice: “…todos los que
practicamos la piedad no podremos aprender su práctica
de ninguna otra arte que no sean los oráculos de Dios”
(Hipólita, Contra Noestus, cap. 9).
Novaciano (- 258) dijo: “Será empero vuestra
obligación aducir vuestras pruebas a partir de las
Escrituras tan claramente como nosotros lo hacemos
cuando probamos que El hizo a su Verbo un Hijo para
Sí” (Segunda Parte, 7 Contra Praxeas, 11).
Para que Novaciano pida que alguien pruebe algo por
las Escrituras es porque la persona que quiera presentar
la prueba de su afirmación la tuvo que haber entendido.
Cipriano de Cartago (200 – 258 d.C.) dijo que, “Con
toda diligencia hay que guardar la tradición divina y las
76
prácticas apostólicas” (San Cipriano, Epist. 67,5. New
Advent).
Pero no creyó en la infalibilidad papal, por eso se
enfrentó al Papa Esteban y dijo que había que rebautizar
a los herejes. Creyó también que “Fuera del arca de Noé
nadie se salvó; lo mismo sucede con la Iglesia” por lo que
sería una contradicción a lo que dijo Juan Pablo 2, a saber,
que fuera del catolicismo si hay salvación.
Dionisio de Alejandría (¿-264) dijo “Aceptamos todo
aquello que se puede probar mediante las enseñanzas de
la Sagrada Escritura” (Citado en Historia Eclesiástica de
Eusebio, Libro 7).
Gregorio de Nisa (335-394) dijo que la Escritura debía
ser juez aun de su costumbre (tradiciones) cuando afirma:
“No creemos que sea correcto hacer de su costumbre
prevaleciente la ley y la regla de la sana doctrina. Porque
si es costumbre de hacer uso de la prueba de la solidez,
nosotros también, sin duda, podemos avanzar nuestra
costumbre imperante; y si rechazan esto, seguramente no
estamos obligados a seguir la suya. Que la Escritura
inspirada, entonces, sea nuestro juez, y el voto de la
verdad seguramente se dará a aquellos cuyos dogmas se
encuentran de acuerdo con las palabras divinas”
(Tratados Dogmáticos, libro 12. Sobre la Trinidad, a
Eustacio).
77
¿Cómo la Sagrada Escritura seria nuestro juez; si no
está por encima de cualquier otro libro o tradición?
¿Cómo sería nuestro juez si no se la comprende?
“No nos está permitido afirmar lo que nos plazca. La
Sagrada Escritura es, para nosotros, la norma y la medida
de todos los dogmas. Aprobamos solamente aquello que
podemos armonizar con la intención de estos escritos”;
“hay algo más confiable que cualquiera de estas
conclusiones artificiales, a saber, aquello que señalan las
enseñanzas de la Sagrada Escritura; y así yo considero
necesario averiguar, además de lo que se ha dicho [una
discusión metafísica] hasta qué punto esta enseñanza
inspirada armoniza con todo ello” (Del alma y la
resurrección. NPNF, 2nd Series, 5: 439).
"... nosotros hacemos que las Sagradas Escrituras sean
la regla y la medida de cada postulado. Necesitamos fijar
nuestros ojos en eso, y solo aprobar lo que armoniza la
intención de las Escrituras" (Philip Schaff y Henry Wace,
editores, Nicene and Post-Nicene Fathers (Los Padres
del Niceno y Post-Niceno) (Peabody: Hendriksen, 1995)
Segunda Serie: Volume V, Gregorio de Nisa: Los
Tratados Dogmáticos "On the Soul and the
Resurrection" ("Sobre el Alma y la Resurrección"), p.
439).
Eusebio de Cesarea (263 – 340 d.C.) dijo: “Lo que ellos
[los herejes] dicen podría ser plausible, si primero que
todo las Escrituras divinas no se opongan a ellas”
(Church History, 5.28.4, 13-15).
78
Eusebio en el Concilio de Nicea (ano 325) dijo: "Creed
las cosas que están escritas; las cosas que no están escritas,
ni penséis en ellas ni las examinéis" (Eusebio, Coment,
Act. Conc. Nic, p. 2, cap. X. Pág. 185).
Jerónimo (342- 420 d. C.) reconoce que los Concilios
pueden equivocarse. “Lo que se nos transmite en los
libros canónicos es la doctrina del Espíritu; si los
concilios establecen una cosa que les contradiga, yo los
considero una impiedad” (Epístola a los Gálatas).
Jerónimo también afirma que los padres se
equivocaron. “No es el error de los padres lo que se debe
seguir, sino la autoridad de las Escrituras y la voluntad del
Señor que es Dios” (In Jr. 9:12 Op. Cit. Alfred Kuen, pág.
45, CLIE).
En otro lugar dice que, “es una arrogancia criminal
añadir algo a las Escrituras; lo que está escrito, créelo; lo
que no está escrito, no lo busques” (Adversus
Helvetium).
¿Cómo puede creerse algo si no se puede entender?
Como se puede ver Jerónimo creía que la Biblia era clara.
Atanasio de Alejandría (295 – 373 d.C.) creyó en la
Sola Scriptura. “Las Escrituras santas y divinamente
inspiradas son suficientes en sí mismas y por ellas solas
para hacer conocer la verdad" (Atanasio Orat contra
gent., Coleccion Sources Chretiennes, Paris: Edit. Cerf,
1946, p. 107. Citado en Alfred Kuen Introducción a la
79
eclesiología: La Iglesia según el plan de Dios, pág. 43,
CLIE).
Si la Biblia es suficiente para conocer la verdad es
porque se puede entender. Nada sugiere que se necesita
de un maestro aquí, a pesar de que es bueno tener un
maestro.
“Si queréis una nueva cita, si pretendéis afirmar alguna
cosa que va más allá de lo que está escrito, porque discutís
con nosotros, que estamos resueltos a no escuchar ni
decir nada que vaya más allá de lo que está escrito. Estos
textos han sido pronunciados y escritos de parte de Dios
por medio de hombres que nos hablan de Dios; y
nosotros los hemos recibido de estos maestros
divinamente inspirados y los transmitimos según tu deseo
de saber" (Atanasio, De Incarn. Paris: Colección Sources
Chretiennes, 1946, p. 315. Op. Cit. Alfred Kuen pag. 44
CLIE).
“Estas son las fuentes de la salvación, que todos
aquellos que tienen sed pueden estar satisfechos con las
palabras de vida que contienen. En estas solo se proclama
la doctrina de la piedad. Que nadie añada a éstos, ni
extraiga de éstos. En relación con estos el Señor puso en
vergüenza a los saduceos, y dijo: “Erráis, ignorando las
Escrituras.” Y Él reprobó a los Judios, diciendo:
“Escudriñad las Escrituras, porque ellas son las que dan
testimonio de mí”” (Festal Letter 39, 6–7).
80
Atanasio afirma que estas Escrituras son suficientes
cuando escribe: “Deje que solo aprenda lo que está en las
Escrituras, ya que las aclaraciones que contienen sobre
este tema son suficientes y adecuadas” (Anuncio
Serapion 1.19). Atanasio hasta dice que, “la Sagrada
Escritura es más que suficiente para nosotros” (Al obispo
de Egypts, 1:4).
Como se puede ver aquí Atanasio muestra que la Biblia
es algo que se puede aprender y esto porque la Biblia
misma hace aclaraciones.
En otro libro escribe: “Pero toda esta Escritura
inspirada también enseña… claramente y con más
autoridad [que la luz de la naturaleza en forma de
testimonio de las propias estrellas], de modo que, a su
vez, le escribamos como lo hemos hecho, y usted, si se
vuelve a ellos, podrá verificar lo que decimos. Para un
argumento, cuando es confirmado por la autoridad
superior, se prueba irresistiblemente” (Contra los
paganos, Parte III, 45, puntos 2-3).
Atanasio aquí dice que la Biblia enseña claramente.
“… aunque las Escrituras sagradas e inspiradas son
suficientes para declarar la verdad, también hay otras
obras de nuestros benditos maestros compiladas para
este propósito” (Contra los Paganos I).
81
Para Atanasio la Biblia fue suficiente; y por lo mismo
lo que fue compilado no era necesario; pero también
servía para declarar la verdad presentada en las Escrituras.
Según los apologistas católicos, Atanasio creyó en la
necesidad de las tradiciones, y para esto presentan la
siguiente cita: “Y el primero en ponerse en esta apariencia
fue la serpiente, la inventora de la iniquidad desde el
principio, el diablo, quien, disfrazada, habló con Eva y la
engañó. Pero después de él y junto con él todos son
inventores de herejías ilegítimas, que de hecho se refieren
a las Escrituras, pero no tienen opiniones como las han
transmitido los santos, y las reciben como las tradiciones
de los hombres, cometiendo un error porque no las
conocen ni su poder” (Carta festiva 2, sección 6).
Debe notarse que una cosa es una opinión y otra una
tradición oral o una orden de Cristo. Seguramente las
opiniones muchas veces pueden ser correctas; pero estas
no son mandato de Dios. Además, las opiniones no
gozan de inspiración divina, aun si son ciertas. Un
católico podría dar una opinión sobre David y decir:
“David fue malo al matar a Urías”. Esta afirmación es
verdadera; pero no necesariamente inspirada por Dios, ni
necesaria para la salvación. De la misma manera algunas
opiniones que tenían los cristianos no eran necesarias
para la salvación ya que lo que quedo escrito es suficiente.
Además, ni siquiera se puede decir que Atanasio pensaba
que esas opiniones eran diferentes de las escritas en la
Biblia.
82
Epifanio de Salamina (315 – 403 d.C.) creyó en la
tradición. “Es necesario también hacer uso de la
Tradición, porque no todo se puede conseguir en las
Sagradas Escrituras. Los santos apóstoles dejaron algunas
cosas en las Escrituras, otras cosas en la Tradición”
(Epifanio de Salamina, Medicina contra todas las herejías
61,6. William A. Jurgens, The Faith of the Early Fathers,
Vol. II, The Liturgical Press, Minnesota 1979, pág. 73).
Cirilo de Jerusalén (315 – 386 d.C.) creyó en la Sola
Scriptura. “Ten siempre esta señal en tu mente, pues a ella
se le está anunciando todo esto de modo sumario; pero si
Dios lo permite, todo lo explicaremos más ampliamente,
según nuestras fuerzas, demostrándolo según las
Escrituras. Pues, acerca de los divinos y santos misterios
de la fe, no debe transmitirse nada sin las Sagradas
Escrituras, ni deben aducirse de modo temerario cosas
simplemente probables y apoyadas en argumentos
construidos con palabras artificiosas. Y no creas, pues,
que voy a proceder de este modo, sino probando por las
Escrituras lo que te anuncio. Pues esta fe, a la cual
debemos nuestra salvación, no recibe su fuerza de los
comentarios y las disputas, sino de la demostración por
medio de la Sagrada Escritura” (Cirilo de
Jerusalén, Catequesis 4,17).
“Cuando se trata de los divinos y santos misterios de
la Fe, no se debe avanzar nada sin la autoridad de las
Escrituras divinas…No debéis tampoco creer las
palabras que os digo sin haber visto que las Escrituras
83
divinas demuestran mis enseñanzas. La seguridad de
nuestra fe no depende de los artificios del lenguaje, sino
del testimonio de las Escrituras divinas” (Cirilo de
Jerusalén, Migne: Catech. IV, t. XXXIII, pp. 453-504).
“Al aprender y confesar la fe, debes abrazar y guardar
como tal sólo la que ahora te es entregada por la Iglesia
con la valla de protección de toda la Escritura. Pero,
puesto que no todos pueden leer las Escrituras —a unos
se lo impide la impericia y a otros sus ocupaciones—,
para que el alma no perezca por la ignorancia,
compendiamos en pocos versículos todo el dogma de la
fe. Quiero que todos vosotros lo recordéis con esas
mismas palabras y que os lo recitéis en vuestro interior
con todo interés, pero no escribiéndolo en tablillas, sino
grabándolo de memoria en tu corazón. Y cuando penséis
en esto meditándolo, tened cuidado de que en ninguna
parte nadie de los catecúmenos escuche lo que se os ha
entregado” (Cirilo de Jerusalén, Catequesis 5,12).
Cirilo creía en la Sola Scriptura; pero también creía que
la Iglesia es una autoridad valida; así como también lo
creemos los cristianos evangélicos; pero nunca dijo que la
autoridad de la Iglesia es igual a la de la Biblia.
El erudito católico Edward Yarnold admite que Cirilo
de Jerusalén creía en la Sola Scriptura cuando dice:
“Cirilo se suscribió a una forma de doctrina Sola
Scriptura, declarando categóricamente que cada
declaración doctrinal debe basarse en las Escrituras”
84
(Edward Yarnold, Cirilo de Jerusalén, Psychology Press,
2000, pág. 56).
Basilio el Grande (330 – 379 d.C.) creyó en la tradición:
“El único objetivo de la entera banda de opositores y
enemigos de la «sana doctrina» es sacudir las bases de la
fe de Cristo llevando al suelo la tradición apostólica y
destruirla totalmente. (…) Ellos piden una prueba escrita,
y rechazan como inútil la tradición no escrita de los
Padres” (Basilio el Grande, El Espíritu Santo 10,25).
A pesar de que Basilio creyó en las tradiciones no dijo
que estas eran de igual autoridad que la Biblia.
Además, fue claro cuando dijo que las enseñanzas
debían ser examinadas. “Aquellos que son instruidos en
las Escrituras deberían examinar lo que dicen los
profesores, recibiendo todo lo que está en conformidad
con la Escritura y rechazando lo que se opone a ella” (Las
Moralia Y Regulae,72).
Ambrosio (330-397) parece creyó en las Tradiciones;
pero para él, estas estaban subordinadas a las Sagradas
Escrituras. Ambrosio dijo: “¿Cómo podemos adoptar
aquellas cosas que no encontramos en las Sagradas
Escrituras” (Sobre los deberes del clero, Libro 1, cap.
23,102).
“No deseo que se nos de crédito; citemos las
Escrituras” (Obras teológicas y dogmáticas; Los
Sacramentos de la Encarnación de Nuestro Señor, cap. 3,
pág. 224).
85
Gregorio de Nisa (331 – 394 d.C.) creyó en la Sola
Scriptura. “No nos está permitido afirmar lo que nos
plazca. La Sagrada Escritura es, para nosotros, la norma
y la medida de todos los dogmas. Aprobamos solamente
aquello que podemos armonizar con la intención de estos
escritos” (Gregorio de Nisa. De anima el resurr.: PG
46,49B, Johannes Quasten, Patrología II, Biblioteca de
Autores Cristianos 217, Cuarta Edición, Madrid
1985, pág. 316).
Juan Crisóstomo (347 - 407 d.C.) creyó en la tradición.
“Por lo tanto, los hermanos, permanezcan firmes y
mantengan las tradiciones que han recibido de nosotros
por palabra o por carta. De esto está claro que no dejaron
todo escrito, sino que hay mucho también que no fue
escrito. Como lo que fue escrito, lo que no quedó escrito
es también digno de creerse. Así, miremos la tradición de
la iglesia también como digna de creencia. ¿Es una
tradición?
No
busquemos
más”
(Juan Crisóstomo. Homilía sobre la segunda epístola a
los tesalonicenses. William A. Jurgens, The Faith of the
Early Fathers, Vol. II, The Liturgical Press, Minnesota
1979, pág. 124).
Sin embargo Juan Crisóstomo habla de “una regla con
la cual podemos examinarlo todo”. Y estas son las
Sagradas Escrituras. “Cuando recibimos dinero, no nos
fiamos de lo que nos dan, lo que queremos contar
nosotros mismos; y cuando se trata de cosas divinas, ¿no
sería una locura creer temerariamente y con la cabeza
86
agachada las opiniones de los otros, nosotros que
tenemos una regla con la cual podemos examinarlo todo,
las leyes divinas? Esta es la razón por la que yo os conjuro
que, sin detenernos en absoluto a considerar lo que
juzgan los demás, consultéis las Escrituras" (Crisostomo,
Migne: Homil. 13 en 2 Cor., LXI, pp. 490-496 Op. Cit.
Alfred Kuen pag.44 CLIE).
En otro lugar dice: “Os ruego y os suplico que,
cerrando los oídos a toda otra voz, sigamos como regla el
canon de la Santa Escritura” (Crisóstomo, Migne: Homil.
13 in Genesim, t. LIII, pp. 105-108).
Para presentar la verdad con argumentos dice que debe
hacerse partiendo de las Escrituras. “Es necesario
establecer todos los argumentos a partir de la Escritura y
así demostrar con precisión que no son un invento del
razonamiento humano, sino el mismísimo veredicto de la
Escritura” (Homilía sobre los estatutos, 1:14).
Y añade: “Las cosas que se inventan bajo el nombre de
la tradición apostólica, sin la autoridad de las Escrituras,
son castigadas por el estoque de Dios” (Homilía 49 sobre
Mateo).
Agustín de Hipona (354 – 430 d.C.) creyó en la
tradición oral. “...Todo lo que observamos por tradición,
aunque no se halle escrito; todo lo que observa la Iglesia
en todo el orbe, se sobreentiende que se guarda por
recomendación o precepto de los apóstoles o de los
concilios plenarios, cuya autoridad es indiscutible en la
87
Iglesia. Por ejemplo, la pasión del Señor, su resurrección,
ascensión a los cielos y venida del Espíritu santo desde el
cielo, se celebran cada año. Lo mismo diremos de
cualquier otra práctica semejante que se observe en toda
la Iglesia universal” (Agustín de Hipona, Carta a
Jenaro (Ep 54,1-2), Obras Completas de San Agustín,
Tomo VIII, Biblioteca de Autores Cristianos 69, Madrid
1986, pág. 338).
Sin embargo puso fin a su controversia con los
donatistas con el siguiente argumento: “...nada más
queremos oír de «tú dices» y «yo digo», sino oigamos el
«Así dice el Señor». Indudablemente existen Libros del
Señor, a cuya autoridad ambos damos nuestro
consentimiento, sumisión y obediencia; en ellos pues
busquemos la iglesia, y en ellos discutamos nuestra
disputa”.
En otro lugar dijo: “Solamente me someto a la
autoridad de los libros canónicos y a nada más” (De
Doctr. Christ. II,12).
Agustín creía en las tradiciones no escritas, pero dijo
que en la Sagrada Escritura se encuentra todo lo
concerniente a la fe y a la piedad. “… entre las cosas que
están claramente establecidas en la Escritura, se
encuentran todos los asuntos que conciernen a la fe y al
modo de vida, a saber, la esperanza y el amor, de la que
he hablado en el libro anterior” (On Christian Doctrine,
2.9).
88
En su tratado sobre el bautismo escribe: “Pero, ¿quién
ignora que la santa Escritura canónica, tanto del Antiguo
como del Nuevo Testamento, está contenida en sus
propios límites, y que debe ser antepuesta a todas las
cartas posteriores de los obispos, de modo que a nadie le
es permitido dudar o discutir sobre la verdad o rectitud
de lo que consta está escrito en ella? En cambio, las cartas
de los obispos, de ahora o de hace tiempo, pero cerrado
ya el canon de la Escritura, pueden ser corregidas por la
palabra quizá más sabia de alguien más perito en la
materia, por una autoridad de más peso o la prudencia
más avisada de otros obispos, o por un concilio, si en ellas
se encuentra alguna desviación de la verdad” (Tratado
sobre el Bautismo. Libro II.IV.5. Traductor: P. Santos
Santamarta, OSA).
Agustín también dijo: “¿Quién no sabe que la santa
Escritura canónica esta guardada dentro de unos límites
bien determinados y que se debe poner por encima de
todas las cartas que los obispos hayan podido escribir más
tarde?” (Agustín, Contra Donatist., 1.2, cap. 3 Op. Cit
Alfred Kuen, pág. 45 CLIE).
Si la Escritura está por encima de todas las cartas de
los obispos, entonces está por encima de las afirmaciones
que ellos hacen sobre las tradiciones, por lo tanto, aun las
tradiciones que Agustín creía no tenían el mismo nivel
que el de la Biblia.
Agustín, defendió los apócrifos; pero dijo de los libros
canónicos: “… Confieso… que he aprendido a rendir
89
este respeto y honor solo a los libros canónicos de las
Escrituras: de estos solo he creído con más firmeza que
los autores estaban completamente libres de errores”
(Carta 82 a Jerome).
Ahora bien, de nada les sirve a los apologistas católicos
citar a los padres apostólicos, si estos tenían malas
interpretaciones según los mismos católicos. Los
católicos saben que Agustín tuvo que rechazar la idea de
que Pedro fue la Roca sobre la cual se edificaría la Iglesia
y para ellos esta es una mala interpretación, así que citar
a los padres apostólicos no servirá de nada.
Teodoreto de Ciro (386-454) dijo: “La verdadera y
piadosa fe en nuestro Señor Jesucristo ha sido hecha clara
para todos ya que es conocida y leída de las Santas
Escrituras. En esta fe los santos mártires fueron
perfeccionados, y ahora, ausentes, están con el Señor”
(Hist. Ecl. 4,3).
RESPONDIENDO PREGUNTAS CATÓLICAS
Pregunta 1: Proporcione el versículo que dice que
Dios creó el mundo de la nada.
Respuesta:
La creación ex nihilo se enseña implícitamente en
Hebreos 11:3: "Por fe entendemos que el universo fue
creado por la palabra de Dios, de modo que lo que vemos
no está hecho de cosas visibles".
90
Pregunta 2: Proporcione el versículo que dice que
la Escritura es la única autoridad (es decir, que no
hay otra autoridad para aprender acerca de Dios o
de la salvación).
Respuesta:
No creemos que la Escritura sea la única
autoridad. Creemos que es la autoridad final a la que están
sujetas todas las demás autoridades.
Pero para ofrecer un argumento aquí, señalaré que
Mateo 15:2-9 prueba que las tradiciones, sin importar sus
supuestos orígenes, nunca deben contradecir las
Escrituras, sino que deben estar sujetas a ellas. Esto es lo
que Jesús enseñó cuando reprendió a los judíos por
observar tradiciones que creían inspiradas, pero que en
realidad invalidaron las Escrituras. Esto es similar a lo
que dicen los protestantes acerca de la tradición católica
de que María no tiene pecado, lo que contradice las
enseñanzas de la Biblia sobre María y sobre el pecado de
toda la humanidad. Por lo tanto, las Escrituras son
tratadas por Cristo como el último recurso para
determinar si una tradición es válida o no. Esta es la
doctrina de la autoridad final de la Biblia.
Pregunta 3: Proporcione el versículo que dice,
cómo sabemos que la revelación de Jesucristo
terminó con la muerte del último apóstol.
Respuesta:
91
No hay necesidad de presentar dicho versículo, porque
si la Biblia es la única revelación especial e inspirada dada
por Dios por los profetas y apóstoles, entonces
lógicamente se deduce que solo la Biblia es confiable y
autoritativa cien por ciento, pero la oral no. ¿Acaso creen
los católicos que otros escritores no bíblicos han escrito
por inspiración de Dios? Si es así que lo aclaren.
Además, todos sabemos que Pedro se equivocó en sus
enseñanzas orales, por lo que solo lo escrito en la Biblia
goza de confianza total.
Preguntas 4: proporcione el versículo que
enumera los libros canónicos del Antiguo
Testamento y una lista de los libros canónicos del
Nuevo Testamento.
Respuesta:
Los concilios católicos nunca afirmaron que supieron
el canon por revelación o tradición oral, por lo tanto, esta
petición es absurda, ya que supone que sabemos los libros
del canon por la tradición oral.
Aun si pudiéramos saber cuál es el canon por medio
de las tradiciones, nada sugiere que esto viole el principio
de Sola Scriptura, ya que nadie dijo que no se pueda
conocer por medio de otros testimonios. Lo que se dice
es que la Biblia es infalible, pero los otros libros y
testimonios no lo son, por lo que no debemos poner
nuestra confianza total en estos.
92
Hay muchas cosas que podemos conocer sin recurrir a
la Biblia, a las tradiciones o al magisterio católico.
Podemos por medio de los libros de historia y
arqueología aprender muchas cosas y estos aún pueden
tener como autores a ateos, agnósticos y paganos; pero
tampoco son infalibles. Estos también deben
subordinarse y no contradecir a la Biblia.
Ahora bien, los concilios utilizaron varios criterios
bíblicos de sabiduría para reconocer el canon. No
pretendieron tener una enseñanza oral de los apóstoles
diciendo que los libros eran verdaderos. Sus criterios de
canonicidad todos en conjunto, no por separado, fueron:
(1) Apostolicidad (si el escritor era apóstol o vinculado
a un apóstol).
(2) Ortodoxia (si el contenido del libro era
teológicamente ortodoxo).
(3) Antigüedad (si el libro era lo suficientemente viejo).
(4) Uso (si el libro fue ampliamente utilizado en la
iglesia antes del Concilio).
La Sola Scriptura no tiene ningún problema al afirmar
que el canon se pudo conocer por las tradiciones o por
ciertos criterios de sabiduría bíblica; pero como vimos no
se usó la tradición, sino los criterios de canonicidad.
Estos criterios de sabiduría se tomaron de la Biblia. Es
demasiado evidente que la Biblia nos enseña que hay que
93
ser prudentes y sabios, y este principio se utilizó para
conocer cuáles fueron los libros canónicos.
A esto hay que sumar que las ovejas de Cristo oyen su
voz y saben por el Espíritu de Dios cuales libros son los
que pertenecen a Dios. Solo cuando un creyente no tiene
comunión con Dios y no discierne, se deja engañar por el
enemigo y empieza a crear su propio canon como lo
hicieron los católicos, los ortodoxos y otros sectarios.
¿No dijo el apóstol Pablo que los espirituales reconocen
que lo que él ordenaba eran mandamientos de Dios? La
Sagrada Escritura nos dice que si somos espirituales
podemos reconocer cuales son los libros autoritativos de
Dios.
Pregunta 5: Proporcione el versículo que explica
la doctrina de la Trinidad.
Respuesta:
Nadie dijo que la Biblia tendría que presentar en un
solo versículo la doctrina de la Trinidad. Los cristianos
creemos, que esta doctrina está en la Biblia por varios
textos que así lo enseñan. Si explicada o no, es otro tema.
La Biblia nos dice que Solo hay un Dios (Deut. 6:4; Isa.
45: 5-6). Sin embargo, hay tres personas presentadas
como divinas: el Padre (Col.1:3), el Hijo (Juan 1:1-3) y el
Espíritu Santo (Hch. 5:3-4). Y estas tres personas son
distintas (Juan. 8:16-18; Lc. 11:1; 3:21-22; Gal. 4:6). Por
lo tanto, aunque solo hay un Dios, hay tres personas
distintas que están en la divinidad.
94
Pregunta 6: Proporcione el versículo que nos dice
el nombre del discípulo amado.
Respuesta:
Cuando leemos el libro de Juan, vemos que el discípulo
amado y el apóstol Pedro están estrechamente vinculados
(Juan 13:23; 20:2-9; 21:1-25) y en otros pasajes de la Biblia
se vincula muy fuertemente a Juan, el hijo de Zebedeo,
con Pedro (Mc. 5:37; 9:2; 14:33; Lc. 22:8; Hch. 3:1,11;
4:13; 8:15-25; Gálatas 2:9). Esto respalda aún más la tesis
de que el discípulo amado es Juan.
De los doce apóstoles, solo tres eran discípulos muy
cercanos a Cristo, Pedro Jacobo y Juan. Pero Pedro no
era ese discípulo amado, ya que se lo distingue
explícitamente de este en Juan 13:24, 20:2 y
21:20. Tampoco sería Jacobo ya que murió martirizado
(Hechos 12:2) y al discípulo amado se le prometió morir
de muerte natural, por lo que, si se descarta a Jacobo, solo
nos queda Juan. Así que por las mismas Escrituras vemos
quien es el discípulo amado.
Algunos estudiosos afirman que el discípulo amado era
Lázaro y no Juan. Sin embargo, sabemos que el discípulo
amado estuvo presente en la Última Cena (Juan 13:23)
como uno de los doce. Lázaro, sin embargo, no estaba
allí. Según los datos sinópticos, solo los doce estuvieron
presentes en esa reunión. Como Lázaro no estuvo
presente en la Última Cena como uno de los doce, no
puede ser el discípulo amado. Además, Juan no nombró
95
al discípulo amado, sino que lo identifica como tal. Por lo
tanto, dado que Lázaro es nombrado quince veces en el
cuarto Evangelio, es problemático decir que él era el
discípulo amado.
Por lo tanto, hay una base bíblica sólida para el hecho
de que Juan es el discípulo amado. No necesitamos que
la tradición papista tardía nos diga que este es el caso.
Pregunta 7: Proporcione el versículo que dice que
Jesucristo es de la misma sustancia que la divinidad
que el Padre.
Respuesta:
“El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen
misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas
con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo,
se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
(Hebreos 1:3).
Decir que Jesús es de la misma sustancia o esencia que
el Padre significa que comparte los mismos atributos
esenciales e incomunicables de Dios el Padre que ninguna
criatura tiene. Y eso podemos mostrarlo bíblicamente. Al
igual que el Padre, Jesús es eterno (Isaías 9:6),
omnisciente (Lucas 9:47; Juan 21:17; Apocalipsis 23:23),
omnipotente (Juan 5:19; 2 Pedro 1: 3; 1 Cor.1: 24; Cl.
1:17) y omnipresente (Mt.18: 20; 28:20; Jo.1: 48).
Pregunta 8: ¿Por qué Jesús y Pablo aceptaron las
tradiciones orales no contenidas en la Biblia. Los
96
protestantes que defienden Sola Scriptura afirman
que Jesús y Pablo aceptaron la autoridad del Antiguo
Testamento. Esto es verdad, pero ellos también
recurrieron a otra autoridad, fuera de la revelación
escrita.
Respuesta:
Vamos a ver las 4 supuestas tradiciones, que según los
católicos son presentadas por nuestro Señor Jesús y
Pablo. Y también vamos a darles nuestros comentarios.
(1) En Mateo 2:23 la referencia a aquel “que sería
llamado Nazareno” no se encuentra en el Antiguo
Testamento, y aun así, fue transmitido por “los
profetas” Así, una profecía considerada como la
Palabra de Dios fue transmitida oralmente y no por
escrito o en la Escritura.
Comentario:
Voy a presentar varias respuestas que creo
conveniente, demostrando que no se necesita suponer
que esta profecía no estaba en la Biblia, sino fuera de ella,
por tradición oral, como afirman los católicos:
La frase: “Los profetas” no hacer referencia
necesariamente a varios profetas, ya que en la Biblia judía
(El Antiguo Testamento) tenía tres divisiones (La ley, los
profetas y las Escrituras), y una de ellas como puede verse
se llama “los profetas”. Y si se tomaba una cita que se
encontraba en un libro de algún profeta, se consideraba
97
igualmente una cita de “los profetas” ya que venía de esa
parte.
Jerónimo afirma: “En el idioma hebreo está escrito así:
Saldrá una vara de la raíz de Isaí y un nazareno crecerá de
su raíz”. ¿Cómo puede la Septuaginta dejar de lado la
palabra nazareno?, si es ilegal sustituir una palabra por
otra? Es un sacrilegio ocultar o poner en nada un
misterio” (NPNF2, Volume 6, Epistle 57, To
Pammachius).
“Recientemente compuse el libro de Optimo genere
interpretandi, en el que señale que los siguientes pasajes
tomados de los evangelios se encuentran en los libros de
los hebreos: Llame a mi hijo fuera de Egipto y Porque se
lo llamara nazareno” (FC, Vol. 53, Sain Jerome:
Dogmatic and Polemical Works, The Apology Againts
the Book of Rufinus, sectio 27, pag. 151).
Una fuente católica afirma que Mateo 2:23 es tomado
de Isaías 11:1. Veamos lo que dice este comentario
católico: “Jesús el nazareno en Mateo 2:23 y los
nazarenos en Hechos 24:5 es una intención de conectar a
Jesús como neser en Isaias 11:1” (Old Testament
Abstracts, The Catholic Biblical Association, Vol. 22. N.
3 October 1999, pag. 501-502).
Nazaret es uno de los nombres que se usa para hacer
referencia a “netzer” de Isaías 11:1 en la literatura judía.
Rashi, gran exegeta judío, en una glosa del Talmud afirma
98
que “Ben Netzer” es es uno que viene del pueblo de
Nzareth”.
Abarbanel en su libro “Maiane Haishua” escribe que
“Ben Netzer” es “Ieshua el nazareno”.
Nazaret también era conocido por “nazara” que es el
femenino de “Netzer” y así era conocido por Eusebio en
su Historia Eclesistica 1:7 y por Jerónimo. Este último
dice: “Nazaret: existe hasta el día de hoy en Galilea (…)
llamada Nazara” (Comp. Reland I. S. 497).
Algunos creen que esta profecía se perdió de la sección
de “La ley”, la cual era de las Sagradas Escrituras del
Antiguo Testamento. Se cita para ello la afirmación que
hizo Felipe a Natanael: “Hemos encontrado a Jesús de
Nazaret, de quien había escrito Moisés en la Ley y los
profetas”, lo cual no es muy convincente ya que Felipe
no dice que alguna profecía hablara que Jesús seria de
Nazaret; sino que Jesús de Nazaret fue profetizado en la
Ley y los profetas.
En la Biblia católica de Jerusalén se dice que se trata
del voto de Nazareato. Esta traducción vierte Mateo 2:23
de la siguiente manera: “y fue a vivir a en una ciudad
llamada Nazareth; para que se cumpliese el oráculo de los
profetas: Sera llamado Nazoreo”.
Si esta traducción es correcta, entonces no se está
hablando de ninguna tradición oral fuera del Antiguo
Testamento, ya que el voto de nazareato viene de las
Escrituras hebreas. Sin embargo, esta versión católica
99
hace una traducción muy pésima de este pasaje, por lo
que creo que debe rechazarse, ya que el contexto nada
tiene que ver con el nazareato.
Es posible que el cumplimiento de la profecía sobre
Jesús tuviera que ver no tanto con una ciudad literalmente
hablando; sino con el humilde comienzo que del Mesías
manso y humilde que vendría de una ciudad como
Nazaret de la cual no se esperaba algo bueno (Juan 1:46).
Nótese también que se dijo del Mesías en Isaías: “fue
menospreciado y no lo estimamos” (Isaías 53:3; Salmo
22:6).
(2) En Mateo 23:2-3 Jesús enseña a los escribas y
fariseos a tener una autoridad legítima y necesaria
basada en la cátedra de Moisés, esta frase o idea no
se encuentra en ninguna parte del Antiguo
Testamento, sino que se encuentra en la Mishna,
originalmente oral, en donde este ejemplo de
“transferencia de la enseñanza” desde Moisés, ahí
se enseña.
Comentario:
En el Antiguo Testamento se dijo que los levitas
debían ser los maestros que darían instrucción (2
Crónicas 19:11). También se dice que habían “maestros
de las congregaciones, puestas por debajo de un Pastor”
(Eclesiastés 12:11).
La llamada "cátedra de Moisés" toma su nombre de la
sinagoga, una institución que surgió después del exilio
100
babilónico. Esta institución no fue ordenada por Dios;
pero tampoco debe verse como mala, excepto cuando
contradice la Biblia. Aceptar lo que no contradice la Biblia
no es ir contra la Sola Scriptura. Lo que no la contradice
y se ajusta a la verdad revelada por Dios debe ser
aceptada. Jesús dijo: “Los escribas, o doctores de la ley, y
los fariseos, están sentados en la cátedra de Moisés:
Practicad, pues, y haced todo lo que os dijeren; pero no
arregléis vuestra conducta por la suya, porque ellos dicen
lo que se debe hacer, y no lo hacen” (Mateo 23:1-3).
Si la “catedra de Moisés” viene o no de alguna
tradición oral, no es un problema, ya que las tradiciones
orales que no contradicen la Biblia y son aprobadas por
Cristo o sus apóstoles deben aceptarse.
Sin embargo, no todo lo enseñado en la “catedra de
Moisés” era correcto. y este resulta ser un problema para
los apologistas católicos, ya que, si en “la catedra de
Moisés” se enseña la verdad con un poco de error, esto
sería un buen argumento contra las tradiciones, ya que, al
tener error, solo estarían admitiendo que la tradición no
tiene el mismo nivel de la Sagrada Escritura.
Ahora bien, ¿quién no sabe que los que se sentaban en
“la catedra de Moisés” eran fariseos y escribas, los cuales
rechazaron a Cristo y nuestro mismo Señor los condeno
por ser guías de ciegos (Mateo 23:24)?
101
Los apologistas católicos no saben que responder a
esto. ¿Qué hace que un ciego sea guía de ciegos? La
enseñanza, es decir la doctrina, ya sea moral o teológica.
¿Debía rechazarse las Tradiciones orales del
Antiguo Testamento?
No, necesariamente; pero si estas no venían de las
Escrituras, debían rechazarse. Si el mensaje era dado por
un profeta de Dios el pueblo de Israel debía discernirlas
y depender de Dios para ello. No todo lo que decían los
profetas se debía creer ya que habían falsos profetas. Sin
embargo, lo escrito en el Antiguo Testamento era
totalmente confiable.
En el Salmo 119:99, el autor, quien no es
necesariamente un levita, dice que, “Más que todos mis
enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi
meditación” de donde se deduce que los maestros no son
indispensables para la comprensión de la voluntad de
Dios.
En Deuteronomio 6:7-9 vemos que cualquier padre de
familia puede enseñar a sus hijos y no se necesita de una
catedra, aunque tampoco estaba mal tener la catedra de
Moisés. Sin embargo, esta podía equivocarse.
Debido a que la catedra de Moisés podía contener
errores, necesitaba examinarse y probarse por las
Escrituras como lo hacían los bereanos con el mensaje de
Pablo y Silas. De hecho, El Señor dijo a sus discípulos
102
que tuvieran cuidado de las tradiciones de los fariseos
(Mateo 16:6-12).
(3) En 1 Corintios 10:4, San Pablo refiere “una roca
que seguía a los judíos” a través del desierto del
Sinaí. El Antiguo Testamento no dice nada acerca
de este movimiento milagroso en los pasajes
relacionados con Moisés golpeando la piedra para
que se produzca agua (Éxodo 17:1-7; Números 20:213) Pero la tradición rabínica [oral] sí lo menciona.
Comentario:
En primer lugar, debe notarse que la Roca que seguía
a Israel no era un pedazo de materia. Se refiere más bien
a Cristo antes de su encarnación.
En segundo lugar, ya la Biblia le llama Roca a Dios
(Génesis 49:24; 2 Samuel 23:3) por lo que esto no viene
de la tradición. Y Dios siempre siguió a Israel, yendo
detrás de ellos (Éxodo 14:19).
En tercer lugar, si viniera de la tradición, nada sugiere
que no viniera también del Antiguo Testamento escrito.
Y si no viniera del Antiguo Testamento; sino más bien de
lo que se decía oralmente en épocas pasadas, solo
tenemos certeza de ello porque quedo escrito bajo
inspiración en la Biblia. También es posible que Dios le
revelo esto a Pablo, sin necesidad de las tradiciones. Si
ningún escritor bíblico afirma que esta Roca seguía a los
judíos, no tenemos manera de saberlo con certeza.
103
(4) 2 Timoteo 3:8: “Y a la manera que Jannes y
Mambres se opusieron a Moisés…” Estos dos
hombres no se encuentran en los pasajes
relacionados del Antiguo Testamento (Éxodo 7:8), o
en alguna otra parte del Antiguo Testamento.
Comentario:
Los nombres allí mencionados no son necesariamente
mencionados en el Antiguo Testamento. Sin embargo,
nadie ha dicho que Pablo no pudiera citar algo que
conoció oralmente o por escrito de alguna otra fuente
aparte del Antiguo Testamento.
Cuando Pablo cita estos nombres, por revelación o por
algún otro medio no está queriendo decir que estas
contradicen la Biblia como si lo hacen las tradiciones
católicas. Además, lo que Pablo dijo, es cierto porque el
Espiritu Santo le inspiro a escribir una verdad que el
conoció por revelación, por tradición o por algún otro
medio.
Aun si Pablo citara doctrina de otros lugares; esto no
sería problema si no contradijera a la Biblia. Después de
todo, toda verdad viene de Dios, aun si lo dice un pagano,
ya que este fue creado con una ley moral básica que Dios
puso en él. Pero como dije para saber si algo es cierto,
debemos ir a las Sagradas Escrituras ya que esta es
inspirada por Dios. Lo demás es dudoso, por lo que debe
pasar por el filtro de la Biblia.
104
Muchas cosas se han dicho por expertos sobre historia,
biología, astronomía, derecho, arqueología y son
correctas y no provienen de la Biblia, ni de las tradiciones,
ni del magisterio católico y nadie condena el que
podamos aprender de ellas; pero aun asi debemos ser
cuidadosos que se han encontrado mentiras en los
escritos de los llamados expertos. Sin embargo, la Sagrada
Escritura es verdad en su totalidad
Ahora bien, si en otros lugares encontráramos
verdades, no es necesario conocerlas para la fe, la
doctrina, la piedad y la salvación. ¿Estaba mal que Pablo
dijera algo que se encontraba fuera de las Escrituras? No;
pero esto que dijo no es falso, a diferencia de las
tradiciones humanas de los católico-romanos.
Nadie dijo que todo lo que hablaban los profetas debía
ser tomado en su totalidad de la Biblia, podían algunas
verdades ser tomadas de algún libro o tradición; pero para
saber si estas tenían certeza total debía ponerse por
escrito.
Las nuevas revelaciones que Dios dio a sus Siervos no
estaban todas en el Antiguo Testamento; pero estas se
pusieron por escrito y estas son confiables totalmente
porque se escribieron porque así Dios lo quiso bajo la
inspiración del Espiritu Santo.
En nuestros días, nadie dice que no se puede decir algo
fuera de las Escrituras, siempre y cuando no contradiga
la Biblia y no añada cosas que no se necesitan para la fe,
105
la doctrina, la piedad y la salvación, ya que la Biblia nos
dejó claro todo sobre esto.
¿Sería malo que hiciera mención de aquello que es
cierto sin duda alguna, de los escritos de Josefo, Suetonio
y de otros en un sermón sobre la historicidad de mi
Salvador, el Señor Jesucristo, solo porque estos, no se
mencionan en la Biblia?
No; pero yo no necesito de estos para conocer sobre
el Jesús histórico, nuestro Señor. Sin embargo, de aquello
que contradice la Biblia o es dudoso no puedo citar nada.
Y las tradiciones que defienden los católicos son
totalmente falsas, ni siquiera son dudosas, por lo mismo
las rechazamos.
Lo que siempre hemos dicho los cristianos es que las
revelaciones y los nuevos conocimientos no se deben
añadir a la Biblia, aun si hay verdad, ya que lo que hay en
la Biblia es suficiente y además goza de inspiración total,
a diferencia de los escritos y revelaciones que no forman
parte de esta.
Pregunta 9: ¿Por qué los fariseos, saduceos y las
tradiciones orales extra-bíblicas se aceptaron por el
cristianismo.
Respuesta:
Lo que los cristianos hayan tomado de los fariseos fue
porque estaba acorde a la Biblia, y lo que rechazaron de
ellos fue porque estaba en contra de la Biblia. Nadie ha
106
dicho que no se puede tomar un consejo de otros. Lo que
se dice es que se deseche aquello que contradice la Biblia.
Pregunta 10: ¿Por qué los judíos del Antiguo
Testamento no entendieron que la Sola Scriptura es
suficiente? ¿Por qué necesitaron de la interpretación
de maestros?
Respuesta:
(1) Hasta donde he visto, ellos se basaban en la Sola
Torah, pero mientras Dios seguía hablando por medio de
sus profetas, se debía comunicar oralmente; pero luego se
debía poner por escrito aquello que era necesario y así lo
hicieron los profetas de Dios. Todo lo que Dios inspiro
como la Escritura del Antiguo Testamento es la Sola
Biblia judía.
Ciertamente cuando se terminó el canon del Antiguo
como del Nuevo Testamento, no se rechazó las
revelaciones; sino solamente, si estas contradecían la
Biblia y no cumplían las condiciones para ser tomadas
con seriedad. Pero tampoco se las aceptaba para la
salvación del alma o para la doctrina.
(2) Una cosa es la revelación canónica y otra la
revelación para la vida cotidiana, la cual, aunque
verdadera, debe sujetarse a la Sagrada Escritura. Y sin
embargo, esta es personal, no contenida, ni en las
tradiciones orales, ni en la Biblia. Por ejemplo, las
profecías que recibían los corintios. Estas no están
puestas por escrito en la Biblia, ni nadie las conoce por
107
medio de las tradiciones; pero eran revelaciones de Dios.
¿Cómo se las debe de tomar? Bueno, hay que discernir y
ver si, aunque verdaderas, deben ser tomadas solo para
algunos o para otros más.... Como sea, la iglesia católica
en general no las necesita, tampoco los evangélicos en
forma general. Así que, creer en nuevas revelaciones no
viola la Sola Scriptura y no ayuda para la causa católica,
ya que no las toma porque no las conoce.
(3) El hecho de que en el Antiguo Testamento algunos
explicasen las Sagradas Escrituras no significa que los que
recibían la explicación no podían entender la Escritura de
sus días.
(4) Es cierto que se necesitan maestros bíblicos; pero
se necesitan porque estos son servicios que Dios ha
querido en la Iglesia para que haya más orden. La
separación de cristianos para el Ministerio de enseñanza
tiene sus ventajas. Al tener más tiempo para estudiar las
Sagradas Escrituras se puede comprender más de esta,
para enseñarla al Pueblo; pero esta ventaja no es por
causa de la dedicación.
(5) Creo que el estudio hecho por los maestros de la
Biblia es mejor aún si se hace en unidad; pero de esto no
se deduce que cualquier persona no puede comprenderla.
Su comprensión será un poco más limitada; pero puede
entenderla.
(6) En algunos casos aun los mismos maestros no
pueden entender fácilmente algunos textos bíblicos; pero
108
tanto maestros como no maestros pueden comprender la
esencial de la Biblia, lo suficiente como para encontrar la
salvación.
(7) Algunos pueden tener muchas dificultades para
comprender la Biblia. El orgullo, la falta de
concentración, la preocupación, el cansancio, el estrés y
hasta la poca inteligencia pueden ser causas de la falta de
comprensión bíblica; pero nada de esto significa que no
podamos entenderla sin un maestro más adelante cuando
el Espiritu Santo nos ilumine. ¿Acaso diremos que su
iluminación no sirve para poder entender la Sagrada
Escritura solo porque hay muchos que se desviaron de la
verdad?
Además, cuando una persona no entiende algo en un
momento puede entenderlo en otro momento, aun sin la
ayuda de un maestro bíblico.
(8) Por el hecho de que un maestro pueda enseñarnos
algo que no comprendemos, no significa que no
podamos comprender el evangelio. En la Sagrada
Escritura vemos que un etíope no comprendía lo que se
decía en el libro de Isaías (Hechos 8,27-28, 30-31); pero
¿de dónde se concluye que no podía entender el
evangelio? A mí me hacen preguntas muchos hermanos
sobre el significado de algunos textos bíblicos y les digo
con franqueza que así como a veces ellos no entienden
yo tampoco entiendo; pero después de un momento, o
después de unos días vuelvo a leer y a meditar sobre el
significado de los textos bíblicos que me presentan y los
109
comprendo, así que la falta de comprensión en un
momento no significa que se vaya a comprender más
adelante sin maestros.
(9) Algunas personas muy inteligentes no comprenden
las Sagradas Escrituras, y creo que la razón de esta falta
de comprensión es la ceguera del orgullo y del constante
autoengaño.
¿Por qué otras personas no tan inteligentes
comprenden muy bien las Sagradas Escrituras?
Pregunta 11: ¿Por qué Pablo asume que la
Tradición transmitida es infalible y obligatoria? “Si
alguno no obedece a este mandato nuestro que por
la epístola os damos, a ése señaladle y no os juntéis
con él, para que se avergüence” (2 Tesalonicenses
3:14. Romanos 16:17).
Respuesta:
Lo dicho oralmente también fue Palabra de Dios,
nadie lo ha negado jamás. Lo que se dice es que la Sagrada
Escritura es infalible; pero la oral no. Por ejemplo: el
obligar a judaizar (practica del apóstol Pedro).
Pregunta 12: ¿No viola la Sola Scriptura el
principio de causalidad, si tenemos en cuenta que la
Iglesia determino el canon?
Respuesta:
Este argumento es presentado por Peter Kreeft.
Kreeft, quien argumenta que la “sola Scriptura viola el
110
principio de causalidad, la cual afirma que un efecto no
puede ser mayor que su causa”. Kreeft argumenta: “los
sucesores de los apóstoles, los obispos de la Iglesia,
decidieron en el canon, la lista de libros que se declare
escritural e infalible... Si la Escritura es infalible, entonces
su causa, la Iglesia, también debe ser infalible” (Kreeft,
Fundamentals of the Faith, pp. 274-75).
El argumento de Kreeft de que sola Scriptura viola el
principio de causalidad es inválido por una razón
fundamental: se basa en una suposición falsa. Asume
erróneamente que la iglesia determinó el canon. De
hecho, Dios determinó el canon al inspirar estos libros y
no otros. La iglesia simplemente descubrió estos libros
inspirados y determinados por Dios.
Ministerio Luz a las Naciones
Por Danny Totocayo
Email: [email protected]
Cel.: +51 930564077
111
Si quiere apoyar este Ministerio apologético, le
estaremos muy agradecidos.
112
Descargar