REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGIA. UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD COORDINACION DE INVESTIGACION, EXTENSION Y POSTGRADO PROGRAMA NACIONAL DE FORMACION AVANZADA EN SEGURIDAD CIUDADANA CENTRO DE FORMACIÓN ARAGUA CARABOBO ROL DE LA POLICIA EN EL EJERCICIO DE LA SEGURIDAD CIUDADANA EN LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. (ENSAYO ACADÉMICO) Autor: Velazquez, Camilo C.I.V.- 9.687.003 FACILITADOR: C/J (CNPB) MIGUEL HERNANDEZ ASIGNATURA: MULIDIMENSIONALIDAD DE LA SEGURIDAD CIUDADANA. PNFA: DOCTORADO EN SEGURIDAD CIUDADANA. AMBIENTE: 2 PERIODO: I PROCESO: II-2020. Maracay, Noviembre 2020. 1 INTRODUCCION No debemos confundir “Policía Científica”con Ciencia Policial. La Policía Científica es la aplicación de los adelantos científicos (y muchas veces las técnicas) a la investigación del delito. La Ciencia Policial es una renovada teoría que tiene por objeto de estudio la policía como institución y estructura, métodos (los métodos que aparecen como propios de las disciplinas que la integransegún el momento del conocer y los puntos de mira hacia el objeto) y es un sistema o conjunto de reglas y principios sobre la materia e interrelaciones. Las teorías científicas constituyen el núcleo de la actividad científica actual. HACER CIENCIA ES CONSTRUIR TEORÍAS. La Ciencia es un discurso conformado por sistemas de enunciados teóricos contrastables cuya función es describir, explicar y predecir la naturaleza y los procesos de los objetos del mundo.El origen de la Ciencia Policial obedece a la necesidad de clarificar el confusionismo que caracteriza el estado actual de los conocimientos acerca de la policía, principalmente, el Derecho positivo obedece a la necesidad saber, qué es la policía (ontológico), de qué manera la presente, responde o no a su esencia (cultural, histórica y dogmática).Debe aspirarse a convertir la Ciencia Policial en algo más que una forma original de literatura filosófica, Que el policiólogo, en lugar de complacerse en meditaciones metafísicas a propósito de las cosas policiales, tome por objeto de sus investigaciones, grupos de hechos circunscriptos que en cierto modo pueden ser señalados con el dedo y que se ciña obstinadamente a ellos. Que interrogue cuidadosamente a las disciplinas auxiliares (ciencias jurídicas, ciencias penales, ciencias humanas, ciencias sociales) sin las que nada puede hacer la Ciencia Policial. 2 DESARROLLO En los últimos años, la doctrina especializada trabajó en la definición de un concepto que permitieraidentificar con precisión la situación de las personas enfrentadas a las amenazas generadas por hechosviolentos o delictivos. Históricamente, tanto en los espacios académicos como en los marcos normativosy en las prácticas profesionales, se utilizaron diferentes definiciones para referirse a esta temática. Estasdiferencias, más allá de lo meramente terminológico, involucran especialmente elementos de naturalezaconceptual sumamente relevantes que condicionan, significativamente el soporte doctrinario y los aspectosoperativos del ejercicio de las funciones policiales. Así, se utilizan, entre otros, los conceptos de seguridad nacional, seguridad interior, orden público oseguridad pública,para hacer referencia a un mismo campo de imputación de funciones estatales. La ideafuerza que tienen en común todos estos conceptos es que el objetivo de las intervenciones contra el delito yla violencia no es otro que la seguridad del propio Estado, la que se logra generando las condiciones parael mantenimiento de determinado orden político, jurídico económico o social. En otras palabras: desdeque el delito y la violencia interpersonal alteran ese “orden de lo público”, el aparato estatal debe tener lacapacidad operativa para suprimir esas alteraciones, en aras de lo que se considera intereses superiores delmismo Estado. En las últimas dos décadas, el desarrollo de las doctrinas democráticas sobre seguridad,especialmente en América Latina a partir del restablecimiento del Estado de Derecho superados los añosde gobiernos autoritarios y las dictaduras militares, permitió que se generaran los contenidos del conceptode seguridad ciudadana. En esa dirección, la doctrina especializada sostiene que el concepto de seguridadciudadana permite alcanzar un “enfoque centrado en la construcción de mayores niveles de ciudadaníademocrática, con la persona humana como objetivo central de las políticas, a diferencia de la seguridaddel Estado o de determinado orden político. En los regímenes democráticos, el concepto de 3 seguridadfrente a la amenaza de situaciones delictivas o violentas, se asocia a la seguridad ciudadana y se utiliza enreferencia a la seguridad primordial de las personas y grupos sociales”; La expresión Seguridad Ciudadana no se refiere a la seguridad de las personas que viven en ámbitosurbanos o que poseen los requisitos para ostentar la ciudadanía política, sino a la idea de Ciudadanía Democrática, concebida como la capacidad de ser sujeto de derechos. Sin embargo, esto nos debe conducir a una concepción de Seguridad Ciudadana extremadamente laxa, de una amplitud tal que incorpore otras obligaciones del Estado referidas a los derechos de las personas, pero vinculadas necesariamente a intervenciones de diferente naturaleza y alcance, relacionadas con laspolíticas sociales y no con la prevención y control del delito y la violencia directamente. Muchas veces, losprincipales operadores institucionales y decisores políticos siguen mostrando dificultades para comprenderesta diferencia. En este sentido: “el discurso sobre seguridad ciudadana manejado por ciertos actores,estatales o incluso no estatales, en nuestra región reproduce (voluntaria o involuntariamente) una marcadaincapacidad para diferenciar lo que constituyen decisiones en materia de política criminal, de aquellasque corresponden a intervenciones en el campo de las políticas sociales. Muchas de las apelaciones a laprevención de la violencia y el delito están marcadas a fuego por esta confusión” A los efectos de contribuir a superar estas dificultades, resulta ilustrativo el planteo realizado por elPrograma de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que llega al concepto de seguridad ciudadanacomenzando a partir de la definición de desarrollo humano y derivando luego a la de seguridad humana.A partir de estas ideas, se desprende el concepto de SeguridadHumana: “El desarrollo humano es un proceso de ampliación de la gama de opciones de que dispone lagente; la seguridad humana significa que la gente puede ejercer esas opciones en forma segura y libre”.La seguridad humana, entonces, implica la 4 ausencia de amenazas, graves y previsibles, que pueden afectarel proceso de desarrollo humano. Esas amenazas pueden ser de diferente naturaleza: desastres naturales;desempleo; crisis económicas; epidemias; contaminación ambiental; rupturas del estado de derecho;criminalidad, entre muchas otras.Una vida libre de las amenazas generadas por el delito y la violencia interpersonal es uno de los factoresque integran el concepto de seguridad humana, condición necesaria para avanzar en el proceso de desarrollohumano. Sobre esta base, entonces, se asienta el concepto de seguridad ciudadana.El Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH) define a la seguridad ciudadana como: “Aquella situación política y social en la que las personas tienen legal y efectivamente garantizado el gocepleno de sus derechos humanos y en la que existen mecanismos institucionales eficientes para prevenir ycontrolar las amenazas o coerciones ilegítimas que pueden lesionar tales derechos. El derecho a la seguridadciudadana en un Estado Democrático y de Derecho, consiste en el conjunto de garantías que debe brindar elEstado a sus habitantes para el libre ejercicio de todos sus derechos” Actualmente, en la República Bolivariana de Venezuela vivimos en un estado en el cual no existe gran diferencia con respecto a la sociedad en la cual vivían los pioneros de la criminología como César Beccaria, quien describe en su libro las penas a las que eran sometidas las personas que se atrevían a delinquir, si bien es cierto que hoy en día se han matizado muchas de estas conductas aún tenemos un largo camino que recorrer para cambiar el sistema político-criminal de nuestro país, el cual tiene gran repercusión en la sociedad en la cual vivimos, principal receptor de los delitos que se cometen. Cada cambio de gobernantes implica un nuevo plan de “desarrollo” el cual debe basarse principalmente en mejorar el estilo de vida de los venezolanos, brindándoles más seguridad y oportunidades de crecimiento. Además se actúa supervisando localidades cuya amplitud complejidad geográfica varía significativamente. En el presente estudio demostraremos que será mucho 5 más efectivo un patrullaje bien planificado que la colocación de alcabalas que atan a los funcionarios a un punto y radio de acción más reducido. Las operaciones policiales ordinarias, extraordinarias y especiales, no puede ser una actividad aislada dado que conlleva una interacción constante con individuos, comunidades y diversas instituciones. En muchos casos, la colaboración de la sociedad civil es esencial para prevenir, reducir la delincuencia y la violencia, La inseguridad ciudadana constituye uno de los problemas principales de los venezolanos y por ende es uno de los temas prioritarios del actual Gobierno. Los niveles delictivos se han ido elevando en los últimos años no solo en nuestro país, sino también en muchos de los países de la región y, en consecuencia, la inmediata solución de este problema es uno de los objetivos del Estado. 6 La historia contemporánea de Venezuela registra diversas prácticas policiales inadecuadas que han dejado en evidencia una profunda carencia de valores, de principios morales, y un fuerte desapego al respeto de los derechos humanos por parte del funcionariado policial, Dichos modos operandi se derivaron, en parte, del modelo de formación policial con enfoque militarista impartido a los integrantes de los cuerpos policiales. Entre ellos, destacan: el uso indebido o excesivo de la fuerza, la aplicación de técnicas y procedimientos sin diferenciar los casos en los que se producían daños y perjuicios a la población, y un alto grado de corrupción policial. Los Derechos Humanos son aquellos que tiene el hombre por el simple hecho de ser humano, son inherentes a sí, y son aquellos declarados en el ámbito del Derecho Internacional. Los derechos fundamentales son los mismos derechos humanos transferidos al ámbito del Derecho interno, en la Constitución, diferenciándose de los derechos constitucionales que tratan temas diferentes a los derechos humanos como lo son la organización y estructura del Estado. Todos los derechos fundamentales son constitucionales pero no todos los derechos constitucionales son fundamentales. El propósito de la pirámide de kelsen, en nuestra área de estudio en especifico, es establecer la jerarquía de las normas jurídicas referentes al sistema Jurídico, es decir; un orden de mando entre ellas, situando la Constitución en el pico de la Pirámide y en forma descendente las normas jurídicas de menor jerarquía, entre ellas las de carácter administrativo. En cuanto a “Seguridad de la Nación” la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el titulo VII, Cap. I, Art. 322 establece lo siguiente: “La seguridad de la Nación es competencia esencial y responsabilidad del Estado, fundamentada en el desarrollo integral de ésta y su defensa es responsabilidad de los venezolanos y venezolanas; también de las personas naturales y jurídicas, tanto de derecho público como de derecho privado, que se encuentren en el espacio geográfico nacional”. 7 La criminalidad es el conjunto de todos los hechos antisociales cometidos contra la colectividad. Jurídicamente es el conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público interno. El estudio de todo este conjunto de conductas antisociales corresponde a la Criminología Social, primeramente conocida como Sociología Criminal. También se dice que es la manifestación de la actividad criminal en la sociedad, Cuando se escucha que la criminalidad ha aumentado o disminuido, o que la criminalidad debe combatirse en tal o cual forma, se suceden en un lugar y en un tiempo determinado, y que dañan no sólo a los ofendidos, sino también a la colectividad; Para el jurista mexicano González de la Vega, “la criminalidad es la forma más grave de la desorganización social y señala que la inseguridad y la criminalidad han ido en aumento, tanto en la organización delictiva, como en la forma más sofisticada atentatoria del orden social.” Es así que Debemos considerar a la criminalidad como un fenómeno netamente “sociopolítico” y no como un conjunto de actos individuales. Los factores que determinan la criminalidad, es decir, las circunstancias que contribuyen al desarrollo de este fenómeno social, son muy variados, entre ellos, se encuentra la ignorancia, la enfermedad, el consumo de drogas, la miseria, el fanatismo político y las injusticias de las autoridades, así como la falta de atención a este problema. La sociedad tiene derecho a que se le proteja de los delitos convencionales pero también de los no convencionales, es decir, los económicos, los de poder, el abuso criminal del poder es más extenso y grave que la criminalidad convencional, dentro de esta se encuentra la corrupción. Hay distintos tipos, formas o ámbitos de corrupción, como la administrativa, la política, la policial, la de los jueces, la sindical, la periodística, etc. Mucho se ha especulado sobre la realidad actual de la actividad criminal en la República Bolivariana de Venezuela y la respuestas de las autoridades responsables de contener el delito y combatirlo y una de las causales, son que el crimen organizado es una lamentable realidad en Nuestra VENEZUELA y que la actividad de los delincuentes comunes y organizados se ha vuelto más cruel y 8 dañina hacia la ciudadanía, también que el narcotráfico se manifiesta con toda su potencialidad en el territorio nacional; sin embargo, también hay que reconocer que su combate es lucido y enérgico y que no se le ha permitido a la delincuencia, rebasar la fuerza pública, a el Estado Venezolano y los Gobiernos locales, en su inmensa mayoría, emprende diariamente medidas conducentes y viables para controlar la situación de la contracultura de la violencia. Existe un estado paralelo e ilegal, escondido dentro del que se ve, vive del Estado oficial, lo corrompe, lo parasita, lo pervierte y se aprovecha de él para traficar drogas, armas, materias primas y seres humanos, para robar, estafar, secuestrar, extorsionar y asesinar, es un estado secreto que es más fuerte y probablemente más rico, el cual es muy eficiente en sus procedimientos, con tecnología de punta y con conexiones con la delincuencia organizada de todo el mundo conocido. En este sentido, el equilibrio social sería el eje encargado de alcanzar la justicia social, respondiendo a las necesidades sociales equitativamente como nuevo orden y base material de la sociedad venezolana, para lo cual se propone "profundizar el desarrollo humano mediante la ampliación de las opciones de las personas, el ofrecimiento de mayores y mejores oportunidades efectivas de educación, salud, empleo, de ingresos, de organización social y de seguridad ciudadana" ,Para concretar este objetivo, se establecieron otros sub-objetivos entre los cuales figura primigeniamente el "garantizar el disfrute de los derechos sociales y de forma universal y equitativamente", lo que entre otras cosas supone, la seguridad ciudadana como condición necesaria para el desarrollo humano, garantizando la superación de situaciones de amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la vida de las personas, sus propiedades, la paz y la convivencia pacífica. En este sentido, plantea como estrategia: 9 "El enfrentamiento de los índices de criminalidad, se asume como una política integral, que comprende por una parte, la reducción de las desigualdades sociales, el incremento del nivel de empleo y la atención a los grupos sociales relativamente más pobres y, por la otra parte, una política específica para la prevención y combate de la criminalidad y la violencia. Desde el punto de vista de la política específica para la prevención y combate del delito, y asegurar así la tranquilidad ciudadana, se plantea el fortalecimiento de la coordinación policial, con la creación del centro de coordinación de inteligencia, el incremento de la participación ciudadana en la prevención y control del delito, la modernización de los sistemas de protección policial de los ciudadanos y de los hogares" 10 Conclusiones La Seguridad Ciudadana abarca, de acuerdo al Texto Constitucional de 1999, el derecho de protección que tiene el pueblo venezolano frente a todas las situaciones de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, tanto de su integridad física como de sus propiedades como a la estabilidad que determina la gobernabilidad y gobernanza; también, incluye el disfrute de las garantías y los derechos constitucionales. Por ello, se ha erigido como una de las principales responsabilidades y competencias del Estado venezolano, Por ello, es menester que la estructura del gobierno responsable de esta política pública cuente con funcionarias y funcionarios técnico-científicos formados en las distintas áreas del conocimiento científico-tecnológico aplicado y congruentemente relacionadas con la SEGURIDAD CIUDADANA A SUS DISTINTOS NIVELES DE EMPLEO OPERATIVO Y ALCANCE DEL ESPECTRO FUNCIONAL, quienes deben estar debidamente capacitados para: Acudir al llamado que se le haga ante situaciones peligrosas para la colectividad. Precisar y decidir sobre las áreas relacionadas con la seguridad ciudadana. Realizar un control político eficaz sobre las medidas que se implementen para la protección de la integridad física y propiedades de las personas o grupos que integran la sociedad venezolana. Habilitar y facilitar el funcionamiento de mecanismos de participación de las comunidades que hagan efectivas las acciones de control para favorecer la transparencia y rendición de cuentas por parte de los responsables de las instituciones a cargo de la política pública de seguridad ciudadana. La política criminal, para fines de nuestro estudio, es parte de la política general que adopta el Estado para hacer frente al fenómeno criminal, mediante las diferentes formas de control social. Esto quiere decir que las prácticas pena les no son las únicas en el campo de la política criminal, sino sólo uno de los dos pilares: prevención y represión que la conforman. 11 La seguridad pública al ser unos de los pilares más importantes del bienestar social, constituye la manifestación más sentida por parte de la ciudadanía, pues a pesar de que el delito es parte inherente de la naturaleza humana, la trasgresión a ésta, impide el libre ejerció de los derechos y obligaciones de los individuos. El sentimiento de inseguridad provocado por la ineficacia de las autoridades encargadas de la seguridad pública, así como por la alarma social difundida por los medios de comunicación, merma gravemente la confianza de la ciudadanía en sus autoridades, fomentando reacciones graves e n la sociedad como la cifra negra, poca colaboración con la autoridad y en el peor de los casos una justicia de propia mano. La política criminal hasta hoy implementada versa especialmente sobre la punición. De tal forma las medidas represivas principalmente el derecho penal concebido como la medida más rígida del control social, debe ser la última opción dentro de una política criminal, y no la única para enfrentar la delincuencia, toda vez que se trasgrede el principio de intervención mínima, debiendo buscar otras alternativas principalmente de prevención. Es claro el evidente fracaso del sistema de justicia penal, por la falta de funcionalidad en sus acciones y el poco impacto frente al fenómeno criminal, la corrupción e impunidad al interior de éste, leyes penales obsoletas, policías malformados y ministerios públicos poco preparados que violentan continuamente Derechos Humanos, deficiente administración de justicia por la lentitud, rezago y complejidad de los procesos, así como sobrepoblación en las prisiones que imposibilitan una verdadera readaptación social. La inseguridad pública es un fenómeno social de esencia multifactorial, lo que requiere de una política de Seguridad Pública coherente, racional pero sobre todo integral relacionándose con las demás políticas generales del 12 Estado, donde sus estrategias no sólo tenga un carácter punitivo mediante el sistema penal, sino preventivo, principalmente a través de la prevención general en especial de medidas no penales. Lo que se traduce en una política criminal de un Estado moderno, pues cuenta con una serie de alternativas para ser frente al fenómeno criminal. La prevención del delito, no sólo se refiere al supuesto poder “intimidatorio de la pena”, sino a todo un conjunto de acciones y estrategias no penales que involucran al sector educativo, cultural, social, sanitario, económico, y político a cargo de las diferentes dependencias gubernamentales, así como la participación ciudadana, que forma parte del control social institucionalizado no punitivo o de una política criminal de medidas no penales, que atienden a las causas de la delincuencia y no a los efectos. Se debe buscar una transformación a fondo de cada uno de los componentes de nuestro Sistema Penal Venezolano, a fin de asegurar una respuesta más afectiva al problema de la inseguridad. Todo esto a través de la profesionalización y capacitación del personal de cada sector del sistema penal, de eliminar la corrupción y la impunidad al interior de éste, de fomentar lazos de confianza en el caso de la policía a través un modelo de policía de proximidad y colaboración con la comunidad por parte de todas las autoridades, de crear un sistema de rendición de cuentas y estímulos, así como desarrollar una coordinación entre cada uno de los sectores que componen a dicho sistema penal, generando con ello una mayor efectividad en sus acciones. La prevención del delito resulta más eficaz en comparación con soluciones represivas que implican mayores recursos y limitados resultados, por lo tanto es condición necesaria de una política criminal integral implementar medidas con un menor costo y una mayor efectividad. 13 La inseguridad pública no es un problema exclusivo de la autoridad, ya que al ser un fenómeno que no es consecuencia de un mismo factor, se hace necesaria la intervención de cada uno de los sectores de la sociedad, como lo es la participación ciudadana, que vislumbra una sociedad más crítica y preocupada por participar en la obtención de su propia seguridad, sin embargo dicha participación debe ejercerse de forma congruente al Estado de derecho y orientada por la misma autoridad. La participación ciudadana es la máxima expresión de la democracia, representa el perfeccionar ésta, donde la participación de la sociedad ya no se limita al voto electoral, el cual es el punto de partida de esta participación, sino adopta un papel proactivo y no como simple receptor de las políticas de seguridad pública. A través de la participación ciudadana en la prevención del delito, se logra desarrollar programas que realmente satisfacen las necesidades de seguridad de la población, pues a través de la sociedad, la autoridad puede detectar las verdaderas causas que generan la inseguridad, diseñando programas o estrategias más funcionales La participación ciudadana es el eje central de todo programa de prevención del delito, pues mediante ésta se diseñan y ejecutan soluciones más eficaces en el problema de inseguridad pública, sin embargo no quiere decir que la participación social sea la solución al problema de la inseguridad en Venezuela, pues únicamente constituye parte de un conglomerado de estrategias tanto preventivas como represivas de una política criminal Integral. A fin de lograr una exitosa participación ciudadana en la prevención del delito, es necesario fomentar en la sociedad una cultura jurídica, es decir, como afirma nuestro criminólogo Elio Gómez Grillo, educar a la sociedad, para lograr una participación social consciente y responsable de su actuar, 14 pues la participación ciudadana es un acto de civilidad, y la civilidad es la forma más alta y madura de una cultura de una nación soberana. Cuando se habla de la responsabilidad del Estado en esta materia se ingresa en un terreno estrictamentejurídico. El Estado adquiere obligaciones jurídicas de respetar, promover y proteger los derechos humanos, y,por lo tanto, esas obligaciones son exigibles conforme al marco jurídico interno y a las normas internacionales.Se destaca en este sentido que: “Las sociedades humanas sienten la necesidad de plasmar en normas legales los valores éticos y sociales porlos cuales quieren regirse. El surgimiento del Derecho nacional e internacional para la protección de losderechos humanos es un claro reflejo de ese fenómeno. El respeto a la dignidad humana, idea básica sobre lacual se funda este derecho, creció a lo largo de los años hasta alcanzar un consenso de tal magnitud que hizoimprescindible su expresión en normas legales, con el fin de proteger eficazmente a la persona humana frentea los actos que violaban o amenazaban violar su dignidad.” Como se expresó en el párrafo anterior, la fuente de esas obligaciones estatales no se encuentraexclusivamente en el orden jurídico interno (Constitución, leyes y otras normas de inferior jerarquía), sinoque, teniendo en cuenta el bien jurídico que debe protegerse (la dignidad de la persona humana), los Estados asumen también obligaciones internacionales, desde el momento de suscribir los tratados o pactos queintegran el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. En otras palabras, en determinado momento, “la humanidad dio un paso fundamental: cuestionar el concepto tradicional de Soberanía Nacional. Quedaba muy claro que, en materia de Derechos Humanos, ella no podía ser absoluta ni permitir ser gobernada por intereses supranacionales” y que, en caso de violación de los mismos, la comunidad internacional “tiene no sólo el derecho sino el deber de intervenir para que esos hechos no se repitan, para investigarlos y para, eventualmente, sancionar a los responsables”. Sir Robert Peel (1829): El policía como ciudadano de uniforme (la policía son los 15 ciudadanos y éstos son la policía); principios aun muy vigentes y los cuales son los siguientes: 1. Prevenir el delito y el desorden, antes que reprimirlos por la fuerza militar y por la severidad de las penas previstas por la ley. 2. No olvidar nunca que si la policía quiere ser capaz de cumplir con sus funciones y sus obligaciones, hace falta que los ciudadanos aprueben su existencia, sus actos y su comportamiento y que la policía sea capaz de ganar y conservar el respeto de los ciudadanos. 3. No olvidar nunca que ganarse el respeto de los ciudadanos y conservarlo significa también asegurarse la cooperación de un público dispuesto a ayudar a la policía a respetar las leyes. 4. No olvidar que cuanta mayor cooperación se obtenga de los ciudadanos, menos necesario será el empleo de la fuerza física y del enfrentamiento para conseguir los objetivos de la policía. 5. Obtener y conservar la aprobación de los ciudadanos, no halagando la opinión pública, sino utilizando siempre la ley de una manera absolutamente imparcial, independientemente de su relación con la política y sin preocuparse de la justicia o la injusticia de fondo de las leyes; poniendo su servicio y amistad a todos los ciudadanos (...). Siendo siempre cortés y amable y no dudando en sacrificarse cuando se trate de defender la vida. 6. Utilizar la fuerza física en los casos donde la persuasión, los consejos y las advertencias, hayan resultado ineficaces para asegurar el respeto de la ley o el restablecimiento del orden; y en un caso dado, no utilizar más que el mínimo de fuerza física necesaria para conseguir los objetivos planteados. 7. Mantener siempre con la ciudadanía las relaciones que permitan concretar la tradición histórica según la cual la policía son los ciudadanos y éstos son la policía; los policías no son más que miembros de la ciudadanía pagados por 16 ocuparse, a tiempo completo, del bienestar de la comunidad, de las tareas que incumben a cada ciudadano. 8. No perder nunca de vista la necesidad de atenerse estrictamente en las funciones que son las de la policía y abstenerse de usurpar, incluso aunque sea en apariencia, los poderes del aparato judicial para vengar a los individuos o al Estado y para juzgar autoritariamente sobre la culpabilidad y castigar a los culpables. 9. No perder nunca de vista que el criterio de la eficacia de la policía es la ausencia de crimen y de desorden y no la manifestación visible de la acción de la policía para conseguir estos resultados. “La indulgencia a los malvados es una afrenta al hombre bueno. Los delincuentes que se alimentan de la sangre de sus conciudadanos, las malas leyes y una administración deshonesta han quebrado la República; ella estaba arruinada por la guerra, la corrupción ha venido después a envenenar hasta la sangre y quitarnos hasta la esperanza de mejorar.” Decreto contra la corrupción V.E. Simón Bolívar El Libertador 1827. Blaise Pascal hace pensar en la fuerza, y en la justicia, con dos luminosas frases. “La justicia sin la fuerza es impotente, y la fuerza sin la justicia es tiránica”. “Al no poder conseguir que sea forzoso obedecer a la justicia, se ha hecho que sea justo obedecer a la fuerza”. 17 Referencias Adorno, Sergio y Cardia, Nancy: Police Violence, Democratic Transition and Rule of Law in Brazil (1980 – 1998).Universidad de Sao Paulo, USP, Núcleo de Estudos Da Violencia. 2000. Mimeo. Villanueva Ayón, Miriam: "La Seguridad Humana: ¿una ampliación del concepto de seguridad global?”. Argentina Global No.3. Oct.Dic.2000. BECET, Jean Marie: "Seguridad y Paz: doctrina de una defensa no agresiva". Diálogo. No. 3, Revista de la UNESCO. 1997. Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. (2009). Ley del estatuto de la función policial. (Gaceta Oficial N° 5940E del 7 de diciembre de 2009). Disponible en: http://www.ministeriopublico.gob.ve/c/document_library/get_file?uuid=2aa5e18 3-25ad-47cc-9407-3bccdeeb6279&groupId=10136 Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. (2009). Ley orgánica del servicio de policía y del cuerpo de Policía Nacional Bolivariana. (Gaceta Oficial Extraordinaria de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 5.940 del 7 de diciembre de 2009). Disponible en: http://media.noticias24.com/0912/leypoli07.html. Carta de las Naciones Unidas aprobada el 25 de junio de 1945 y Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. Código de conducta para los funcionarios civiles o militares que cumplan funciones policiales en el ámbito nacional, estadal y municipal. Caracas, Gaceta Oficial N. 38.527 de fecha 21 de septiembre de 2006. Código Orgánico Procesal Penal Venezolano. Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 5.831 del 20 de diciembre de 2006. Caracas. Código Penal Venezolano. Caracas, Gaceta Oficial Nº 38.412 de fecha 4 de abril de 2006. Consejo General de Policía. (2010). Tu fuerza es mi medida. Manual de Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial. Disponible en http://www.consejopolicial.gov.ve. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Caracas, 17 de noviembre de 1999. 18 Índice 1. Portada 2. Introducción 3. Desarrollo a. Clasificación de los Medios de Policía. 4. Conclusiones 5. Referencias 19