Subido por Héctor Antonio Sánchez

563-1786-1-PB

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Revista Signum, v. 21, n. 2, 2020.
LA OSCURA SELVA DEL SUPERVENTAS: DANTE Y LA
DIVINA COMEDIA EN LA NARRATIVA DEL SIGLO XXI
THE DARK FOREST OF THE BEST SELLER: DANTE AND THE DIVINE
COMEDY IN THE NARRATIVE OF THE 21ST CENTURY
Antonio Huertas Morales
Universidad Rey Juan Carlos
[email protected]
Resumo: La impronta de Dante Alighieri y de la
Divina comedia, innegable en relevantes obras
narrativas de los siglos XIX y XX, con el cambio
de milenio se traslada a la cultura popular (desde la
música y la viñeta hasta los videojuegos), y a la
literatura de género (histórica, negra y de ciencia
ficción, aunque no exclusivamente). Se trata de
una producción todavía en curso que ha dado a la
imprenta más de un centenar de títulos en todo
Occidente, por lo que cualquier acercamiento
general tendrá que optar por la reducción.
Asumiendo tal dificultad, el presente artículo tiene
como objeto analizar la presencia del poeta
florentino y su obra maestra en la novela del siglo
XXI a través de algunos motivos y estructuras que,
por su recurrencia, se han convertido en un signo
casi distintivo de lo que bien podría denominarse
“dantismo contemporáneo”.
Palavras-chave: Dante; Divina comedia; Novela
del siglo XXI
Abstract: The influence of Dante and the Divine
Comedy is undeniable in relevant narrative
works of the 19th and 20th centuries. In the turn
of the millennium it is still easily perceptible in
Pop Culture (from music and cartoons to videogames), and especially in trendy literary genres
(such as historical novel, detective fiction and
sciencie-fiction novel). Throughout the West, in
the 21st century, publishers have launched
more than a hundred titles so far, in which the
Florentine poet and his masterpiece play a
significant role, so any general approach will
have to opt for downsizing. In this article I
analyze some motifs and structures, that,
because of their recurrence in a number of
these novels, have become almost distinctive
features of what we could call “contemporary
dantism”
Keywords: Dante; Divine Comedy; 21st Century
Novel
¿Cómo está leyendo la Divina Comedia ese personaje,
cuando la Divina Comedia solo aparece un siglo
después? Porque cualquier libro de cierto tamaño que el
lector mire fijamente es la Divina Comedia: pasiones
humanas y el miedo al cielo y al infierno.
Gómez de la Serna
1 Introducción
Abordar el estudio de la recepción de la Divina comedia en el siglo XXI supone
necesariamente analizar cómo y, sobre todo, a través de qué textos está llegando al
lector contemporáneo y al público no especializado. La impronta dantesca, que ya
se podía rastrear a lo largo de numerosos clásicos (de Broch y Marechal a Lowry,
Solschenitzin, Eloy Martínez, Arguedas o Krasinski), muestra su permeabilidad en
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todo tipo de posibilidades genettianas, a través de géneros –lectura recurrente para
autores como González Viaña, tanto en el periplo de Vallejo en los infiernos como en
El corrido de Dante, novela de inmigración1– o períodos de la historia, como los siglos
XIX y XX reconstruidos, entre la maraña textual, la lectura dantis y las voces de los
aparecidos (o soñados) a través de la figura de Rodríguez Durán, hijo ilegítimo de
Alfonso XIII y traductor de la Divina comedia, en El bastardo del rey, de Carlos Rojas.2
Sin embargo, lo que caracteriza el periplo dantesco en el siglo XXI es su
escalada hasta los primeros puestos en las listas de libros más vendidos, sin excluir
otras plasmaciones artísticas, como los videojuegos o la viñeta, a través de un tejido
de motivos en los que destaca, las más de las veces de manera imbricada, la fantasía,
el misterio, lo esotérico y lo criminal.3 La cantidad de novelas publicadas, como se
desprende de las compilaciones de Gargano, es abrumadora, muestra de una “vera
e propria stagione del ‘dantismo creativo’ di Terzo Millennio”.4 Lazzarin y Dutel
hablan de una “Dante-renaissance” y llaman la atención sobre la contradicción que
supone que, en la era digital, momento en el que la Divina comedia podría parecer
más alejada de un público que no tiene instrumentos para comprenderla, sea en
realidad continuamente discutida, citada y reescrita, objeción salvada si
entendemos que la obra ha pasado de ser texto a pretexto, y Dante, de autor a
GONZÁLEZ VIAÑA, Eduardo. El corrido de Dante. Houston: Arte Público Press, 2006, y Vallejo en los
infiernos. Murcia: Alfaqueque, 2008. Véanse, sobre la primera, con mayor recorrido crítico, los
trabajos de CAMACHO DELGADO, José Manuel. “El corrido de Dante de Eduardo González Viaña y la
novela de los inmigrantes”. En Eduardo Ramos-Izquierdo y Marie Alexandra Barataud (Dirs.). Les
espaces des écritures hispaniques et hispano-américaines au XXIe siècle. Limoges: PULIM, 2012, pp. 95106; HUERTAS MORALES, Antonio. “Notas sobre la presencia de la Divina comedia en El corrido de
Dante (2006), de Eduardo González Viaña”. En Mirjana Polić Bobić, Antonio Huertas Morales,
Gordana Matić y Maja Zovko (Ed.). El mundo hispánico y/en sus fronteras. Zagreb: Sveuēilište u
Zagrebu, 2018, pp. 31-42; OLSSON, Fredrik. “Ballads without Borders: Transnational Identities and
Voices of Latino/a Migrant Experiences in El Corrido de Dante by Eduardo Gonzalez Viaña”. American
Studies in Scandinavia 43.1, pp. 55-72.
2 ROJAS, Carlos. El bastardo del rey. Barcelona: Plaza & Janés, 1999.
3 Sobre la interpretación y uso del modelo dantesco en el siglo XX, véase CASADEI, Alberto. “Dante
nel ventesimo secolo (e oggi). L’Alighieri 35, 2010, pp. 45-74, que no limita sus consideraciones solo
a la novela.
4 GARGANO, Trifone. “Presenze dantesche nella narrativa del terzo millennio”. Incroci VI.12, 2005,
pp. 137-151; “Nuove presenze dantesche nella narrativa del terzo millennio”. Dante 5, 2008, pp. 127144, y “Presenze dantesche nella narrativa. Parte III”. Dante 9, 2012, pp. 105-125. La cita es del
segundo trabajo, p. 127.
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emblema o icono, que se celebra pero se lee poco o nada.5
Tanta es su popularización que Dante y la Divina comedia se han convertido
en toda una marca o un sello de las intrigas medievales y, por qué no, un reclamo. O
eso parece deducirse en The Medusa Amulet, de Roberto Masello,6 thriller en el que
el lector asiste al descenso a los infiernos de Benvenuto Cellini, a través del Colosseo,
acompañado por Dante Alighieri. La donación de un ejemplar de la Divina Commedia
ilustrado por el propio Cellini, que inicia la novela, y las referencias a Dante (una
charla a cargo de David Franco o el busto de Dante sobre el que reposa una ghirlanda
con el poder de volver invisible a su portador) no bastan, a nuestro entender, para
justificar el cambio de título en Italia, donde se publicó como La formula segreta di
Dante. Tal mutación, que relega a un segundo plano a su verdadero protagonista, el
ilustre Cellini, parece perseguir fines más comerciales: emparentar la novela de
Masello con una producción de éxito demostrado. Visto el interés del público y
consolidadas las tramas sobre Dante, no es de extrañar tampoco que Dan Brown, el
gran vendedor de presuntos misterios históricos, eligiera la Divina comedia como
motivo de su Inferno,7 en el que el bioquímico y transhumanista Bertrand Zobrist
(nuevo Dante también desterrado, que ha tenido que dejar atrás todo lo amado y
que no está dispuesto a pecar por tibio) desata una plaga que producirá la
infertilidad en un tercio de la población, al considerar que el Infierno y el Pecado son
el trágico destino al que se encamina la humanidad, abocada a un crecimiento
descontrolado. Entre visiones infernales, las mismas que inspiran a Zobrist, un
Robert Langdon amnésico irá descifrando las pistas dejadas por el transhumanista
–en el Mappa dell’Inferno, de Botticelli, en la máscara mortuoria de Dante, en los
versos modificados de la Divina comedia– desde Florencia hasta Hagia Sofía, punto
0 de la plaga. A su vez, aprovechando la aparición de la obra de Brown, se publicaron
otros “productos” literarios, como el de Nussio y Melgar,8 un híbrido entre la novela
5 LAZZARIN, Stefano; DUTEL,
Jérôme. “Dante oggi. Introduzione”. En Stefano Lazzarin y Jérôme Dutel
(Ed.). Dante Pop. La Divina Commedia nella letteratura e nella cultura popolare contemporanea.
Manziana (Roma): Vecchiarelli Editore, 2018, pp. 7-16.
6 MASELLO, Roberto. The Medusa Amulet. New York: Bantam Books, 2011.
7 BROWN, Dan. Inferno. New York: Doubleday, 2013.
8 NUSSIO, Estefanía; MELGAR, Luis. Los enigmas del Infierno de Dante. Madrid: Anaya, 2013.
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y la crónica (“periodismo esotérico”, según los autores) que, de conceder veracidad
a los periplos editoriales narrados, fue rescatado por Anaya una vez anunciada la
nueva entrega del escritor norteamericano, y de ahí que en la portada se recurra al
gancho publicitario: “Descubre las claves ocultas en la obra de Dante que ha
inspirado el último best seller de Dan Brown”.
2 Dante Alighieri, investigador, o la Divina comedia y el crimen
La novela criminal es uno de los grandes modelos de masas llevados al
medievo.9 Dante la transita como intelectual, porque el investigador debe poseer
conocimientos que resuelvan el enigma, que satisfagan o tranquilicen el intelecto (si
no se traiciona la lógica de la resolución) y equilibre la balanza de la justicia, donde
tantas veces la Inquisición representa la vertiente oficial, amén de brutal, irracional,
de las pesquisas, cuando no las entorpece directamente.10 La Divina comedia le cede
la estética, con una clara supremacía del Infierno como geografía de la marginación
y de la maldad, con una crítica más o menos evidente (del puzle del enigma a novela
negra), por donde vagabundea el pesquisidor. También es, por lo tanto, tratado
político: valga con mencionar el infierno (aunque inverso, puesto que es la última
esperanza de sus habitantes), que se halla en la cueva de Salamanca, otra urbe que
sirve de refugio a los criminales, a los judíos y a los críticos frente a la política de los
reyes católicos, en la obra de Jambrina;11 o, si dejamos de lado el híbrido con la
historia, el espacio de la narrativa policiaca de Leonardo Padura (serie de Mario
Conde), un infierno cada vez más degradado, en el que el tiempo se convierte en
círculo, espiral, tornado, del que apenas logran escapar los personajes, y donde la
9 Véase GÓMEZ REDONDO, Fernando. “La narrativa de temática medieval: tipología de modelos
textuales”. En José Jurado Morales (Ed.). Reflexiones sobre la novela histórica. Cádiz: Fundación
Fernando Quiñones-Universidad de Cádiz, 2006, pp. 319-359. Para la hibridación entre novela
histórica y novela negra, remitimos también a MEZQUITA FERNÁNDEZ, M.ª Antonia. “La influencia
de la novela negra americana en tres novelas españolas de ficción criminal histórica”. Anuario de
Estudios Filológicos XXXV, 2012, pp. 151-165; y CRESPO-VILA, Raquel. “La Edad Media como
escenario criminal posmoderno”. En Javier Sánchez y Álex Martín (Ed.). El género eterno: estudios
sobre novela y cine negro. Santiago de Compostela: Andavira, 2015, pp. 165-172.
10 Sobre la presencia de Dante en la novela policiaca y negra, especialmente relevante en el ámbito
italiano y anglosajón, puede consultarse también COTUGNO, Anna Maria. “Dante in giallo. ‘Detective
story’ e riscritture dantesche”. Parole Rubate 20, 2019, pp. 121-132.
11 GARCÍA JAMBRINA, Luis. El manuscrito de piedra. Madrid: Alfaguara, 2008.
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obra del florentino es reiterada referencia.12 Pero la Divina comedia deviene
relevante también en su materialidad, porque es codiciada, sea para descubrir o
para celar su contenido: ya Guglielmo da Baskerville y Adso da Melk nos advirtieron
que hay quien está dispuesto a matar por un libro.13 Finalmente, el contrapasso
interesa en su doble vertiente (y la justicia también es doble, pues tanto el
investigador como el criminal siguen sus propias leyes): de inspiración o manual
para el asesino, siempre interesado en dejar pistas o su impronta, y de hilo de
Ariadna al que se aferra el detective para anticiparse a los pasos del criminal.
El crimen que presenta la novela policiaca debe ser desvelado con las
herramientas de la lógica, la razón o el conocimiento de la naturaleza y la psique
humanas. El encargado de hacerlo, por tanto, debe ser alguien con una formación o
unas virtudes especiales. En la narrativa histórica con un entramado criminal, dos
son las figuras elegidas: por supuesto, y más tras el magisterio de Eco, el monje,
predestinado a ello,14 custodio del saber medieval, movido tanto por su amor a la
Verdad (divina y objetiva) como por su moral (representante de las virtudes
cristianas y enemigos, por tanto, de cualquier crimen) y por su conocimiento
humano (piadosos confesores o inquisidores duchos en el tormento). La segunda
figura es la del escritor medieval, que aúna la ostentación de la cultura con el interés
que despiertan las incógnitas de su biografía, tal como sucede con Fernando de Rojas
para la serie de García Jambrina o de Chaucer en El misterioso caso de la peste negra,
de Eduard Mira.15 Si “la víctima siempre es responsable de su muerte”,16 en el
intento de reconstruir o soñar el medievo, la víctima va a ser fundamentalmente un
pecador, de modo que su muerte no solo es parte de un plan criminal, sino que puede
12 Valgan como ejemplo Herejes, donde el Purgatorio es el libro que Judy Torres lleva encima el día
de su muerte, o La neblina del ayer, donde, según Yoyi el Palomo, los dominios del Barrio Chino se
revelan apenas los primeros círculos del infierno citadino. PADURA, Leonardo. Herejes. Barcelona:
Tusquets, 2013, y La neblina del ayer. La Habana: Ediciones Unión, 2005, respectivamente.
13 ECO, Umberto. Il nome della rosa. Milano: Bompiani, 1980.
14 WUNDERLICH, Werner. “Monastic Thrillers: Detecting Postmodernity in the Middle Ages”.
Comparative Literature Studies, v. 32, n. 3, 1995. p. 382-400.
15 De la, de momento, tetralogía de Luis García Jambrina protagonizada por Fernando de Rojas, se
han publicado, El manuscrito de piedra (2008), El manuscrito de nieve (2010), El manuscrito de fuego
(2018) y el manuscrito de aire (2019). MIRA, Eduard. El misterioso caso de la peste negra. Madrid:
Nowtilus, 2012.
16 RESINA, Joan Ramon. El cadáver en la cocina. La novela criminal en la época de desencanto.
Barcelona: Anthropos, 1997. Cita en p. 68.
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interpretarse como un castigo de la divinidad (eso sí: ejecutado por un personaje
con tintes mesiánicos).
Por otro lado, el viaje que Dante, perdido “nel mezzo del cammin di nostra
vita” realiza a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso es una vía de purificación
desde los abismos del pecado hasta la gloria de la contemplación divina. El ascenso
hasta el Paraíso, sin embargo, supone el tránsito de los distintos círculos o escalones
infernales, donde se hallan castigados algunos de los más insignes pecadores, y de
las distintas cornisas del Purgatorio, donde las almas que aspiran a la gloria deben
expiar sus faltas. La organización de la Divina comedia en círculos y grados permite
su asociación con etapas iniciáticas, en distintas fases de un camino espiritual,
mientras que la técnica del contrapasso y la imaginación que Dante derrocha para
“castigar” o “purificar” las almas de los ausentes convierten la Divina comedia en
todo un manual de tortura.
Aunque el florentino y su obra eran buenos conocidos del género negro,17 y
ya los crímenes de The Dante Game18 iban acompañados de versos de la Divina
comedia (a la par que el pasaje de Riccarda Donati servía como pista para
desenmascarar a los culpables), fue en 1995 cuando Seven19 internacionalizó una
investigación alrededor de una serie de asesinatos ligados a los pecados capitales.
Las víctimas eran escogidas por sus tachas morales, y el mesiánico John Doe
utilizaba castigos “dantescos” basados en la analogía o el contraste. En la película no
escasean las referencias literarias, entre ellas la Divina comedia y Los cuentos de
Canterbury, obras que William Somerset (Morgan Freeman) consulta durante sus
pesquisas.
Llamado a erigirse en pieza fundamental de esta narrativa, siguiendo las
huellas de fray Cadfael, fray Athelstan y otros famosos “detectives medievales”,
Piénsese, por ejemplo, en Dante como nombre clave del informador y la alusión al noveno círculo,
donde sufren su castigo los traidores, en la segunda novela protagonizada por Stephen Haden y
ambientada durante la Guerra Fría, en CRISP, Norman James. The Ninth Circle. New York: Viking,
1988. Puede consultarse una interesante síntesis donde se sistematizan el protagonismo (Dante, la
Divina comedia) y la ambientación (medieval, contemporánea) de varios de los títulos a partir de aquí
comentados en FONIO, Filippo. “Nuovi ʽadepti (pop) del velameʼ. Thrillers danteschi”. En Stefano
Lazzarin y Jérôme Dutel (Ed.). Op. Cit., pp. 45-62. Para el cuadro, p. 51-52.
18 LANGTON, Jane. The Dante Game. London: Victor Gollancz, 1991.
19 FINCHER, David. Seven. EE. UU.: New Line Cinema, 1995.
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Dante saltó a la fama en la serie de novelas debidas al italiano Giulio Leoni.20 I delitti
della medusa,21 ganadora del premio Tedeschi, iniciaba las andanzas del poeta “nel
mezzo del cammin di sua vita”, en el año 1300, cuando, teniendo en mente la que
será su obra maestra, es requerido para indagar el asesinato de Vanna del Moggio,
decapitada en un artefacto que debía ser empleado para la coronación del
emperador. El autor del crimen forzosamente tenía que encontrarse entre los
selectos asistentes a una reunión que tuvo lugar el mismo día en casa de Cavalcanti,
y de la que Dante había sido excluido. Con dolor el poeta descubrirá que fue el propio
Guido, ya aquejado de la enfermedad que habría de acabar con su vida, el culpable,
en su intento de acabar con Bonifacio VIII cuando visitara Florencia.
La saga de Leoni, que aborda desde el período en el que Dante ocupa el cargo
de Prior de Florencia y se encuentra redactando la cantiga del Inferno (no faltan
referencias al proceso de composición de una obra que todo el mundo parece
conocer), va a estar repleta de imágenes espeluznantes (los crímenes y situaciones
vividos que marcarán su obra, anticipándola o reproduciéndola); de mujeres etéreas
que remiten indefectiblemente a Beatrice y que contrastan con la carnal Pietra,
prostituta del burdel Paradiso; de reminiscencias a la figura de Virgilio, maestro y
guía de su pasos; y de tramas en las que está presente la huella de Federico II y
Enrique VII y la gloria imperial que no pudo ser, para descanso del papado sibilino
de Bonifacio VIII, representado por el cardenal Acquasparta.
En la tercera entrega, I delitti della luce,22 las pesquisas de Dante se iniciarán
con la aparición de una galera varada en el Arno, con toda su tripulación muerta, y
una serie de crímenes vinculados a la locanda l’Angelo caduto, que parecen esconder
una conspiración de la que forman parte Cecco Angioglieri, los Fedeli d’amore y la
Iglesia. Todos quieren el tesoro de Federico, o restaurar la dinastía imperial en la
figura de un hijo bastardo. El astrólogo Guido Bonatti, haciéndose pasar por Messer
La novela ha sido analizada más extensamente por COTUGNO, Anna Maria. “Un giallo italiano
all’origine della ripresa del culto dantesco”. Sinestesieonline 22, 2008, pp. 20-31, que le reconoce el
mérito de ser “il primo esempio della riemersione del culto di Dante nella narrativa europea, dopo
una pressoché totale assenza di attestazioni durata qualche decennio”. Cita en p. 20.
21 LEONI, Giulio. I delitti della medusa. Milano: Mondadori, 2000.
22 LEONI, Giulio. I delitti della luce. Milano: Mondadori, 2005.
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Marcello, se nos revela como el autor de los crímenes, y también de la muerte del
emperador Federico, que había concebido planes que podían cambiar la ciencia y la
fe.
En La crociata delle tenebre,23 Dante, acosado por las imágenes de la Divina
Comedia, marcha a Roma como embajador ante Bonifacio VIII. Su llegada a la Città
Eterna está marcada por la aparición de una serie de cuerpos de jóvenes evisceradas
y el presunto hallazgo del sepulcro de la papisa Juana. Atraído por la figura del
senador Saturniano Spada y su hija Fiamma, Dante cree que se prepara una nueva
cruzada para dominar el Islam cercándolo con fuerzas cristianas, bizantinas y
mongolas. El florentino es requerido para inmortalizar la empresa, pero su estancia
en Roma podría costarle cara, porque la Inquisición consigue hacerse con la
Commedia y la cree un grimorio. Dante tendrá que explicarles su composición, y
acabará descubriendo que Spada en realidad pretende llevar a su hija al trono de
Pedro y convertirla en una diosa (la novela queda emparentada así con toda la
literatura new age sobre el eterno femenino).
Asimismo, en La sindone del diavolo,24 cuando el poeta se encuentra
componiendo el último canto del Inferno y no halla cómo describir el símbolo del
mal, debe encaminar sus pasos hasta Venecia para encontrar la triaca que salve a
Enrique VII, ignorando que la muerte del emperador no es más que un plan de
Jacopo Collidor. Evidentemente, un triple traidor: a sus hombres, a su patria y al
imperio.
Por su parte, en España, en modelo se traslada a Los círculos de Dante,25
donde el poeta florentino es secuestrado durante su exilio en Rávena por los
hombres de Guido Simon de Battifolle, quien finge necesitar la ayuda de Dante para
investigar unos espantosos crímenes que reproducen escenas de su Inferno, y que
ya son conocidos como los “crímenes dantescos”, en tanto que, junto a los cadáveres,
aparecen notas con los cantos de la cantiga. El poeta se ve así inmerso en un mundo
que solo concebía en la ficción, protagonista de un infierno palpable. Sin embargo,
LEONI, Giulio. La crociata delle tenebre. Milano: Mondadori, 2007.
LEONI, Giulio. La sindone del diavolo. Milano: Nord, 2014.
25 ARRIBAS, Javier. Los círculos de Dante. Barcelona: Roca, 2007.
23
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su investigación no tiene la posibilidad de acabar con éxito. Mientras que la Divina
comedia traza un recorrido perfectamente establecido, en el que el descenso infernal
se ajusta a pecados cada vez más graves y las penas están caracterizadas por el
simbolismo, la analogía simétrica y la proporción, los asesinatos que llenan de terror
la ciudad no siguen el esquema de la Commedia, y las víctimas son castigadas sin que
exista ninguna relación entre sus pecados y el castigo: el Infierno desatado por
Battifolle es fruto de la casualidad, un intento de instaurar el horror en la ciudad
para reforzar la señoría del rey Roberto.
Muerto el poeta y el investigador, no acaban, sin embargo, ni las pesquisas ni
los crímenes: en Il libro segreto di Dante,26 Giovanni da Lucca, hijo del poeta (que
revivirá en parte el amor del mismo, pero también las imágenes infernales),
investiga el posible asesinato de su padre, hasta descubrir que fue ordenado por
Simone Bardi, humillado por la difusión del amor de Dante hacia su esposa, si bien
la enfermedad se adelantó a los sicarios contratados por el magnate.
La impronta de la Divina comedia excede también los límites del medievo, en
múltiples posibilidades de hibridación temporal, y sus imágenes se extienden
geográfica y cronológicamente hasta el presente. Si en la Divina comedia Dante
Alighieri decidió poblar su Inferno con personajes de todas las épocas, tanto
literarios como históricos o mitológicos, e incluso reservó muchas de las penas para
sus contemporáneos, otros “dantes”, imbuidos de un carácter mesiánico y
moviéndose entre el maquiavelismo y la esquizofrenia, se encargarán materializar
los pasajes infernales. Sin embargo, mientras que el descensus ad inferos del
florentino era un viaje de ultratumba, las víctimas de estas novelas sufrirán es sus
propias carnes los castigos ilustrados por el florentino.
The Dante Club27 narra una serie de asesinatos que presentan similitudes con
el Inferno dantesco y tienen lugar precisamente en el momento en que Henry
Wadsworth Longfellow está a punto de publicar en Estados Unidos la traducción de
FIORETTI, Francesco. Il libro segreto di Dante. Roma: Newton Compton, 2011. Véase, para su
estudio, GACHET, Delphine. “Quando la Commedia si fa enigma: Il libro segreto di Dante di Francesco
Fioretti (2011) tra finzione e interpretazione”. En Stefano Lazzarin y Jérôme Dutel (Eds). Op. Cit., p.
77-90.
27 PEARL, Matthew. The Dante Club. Random House, 2003.
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la obra del florentino, a cargo de El Club Dante, formado, entre otros, por los Fireside
Poets, La muerte de Artemus Prescott, devorado por insectos, y la del reverendo
Elisha Talbot, enterrado solo lo suficiente para que sus piernas ardan, como los
tibios y los simoníacos respectivamente en la Divina comedia, involucrarán a los
poetas en las investigaciones. Sus deducciones les llevarán a concluir que solo un
experto dantista puede esconderse tras los crímenes, por lo que Lowell lo bautizará
como Lucifer, si bien George Ticknor les hará comprender que en realidad están
buscando al mismo Dante, en tanto que es quien se otorga la potestad de decidir
quiénes deben ser castigados, adónde han de ir y qué tormentos sufren.
La obra de Matthew Pearl, ambientada por lo demás con solvencia en el siglo
XIX, no es la única que ubica crímenes dantescos a lo largo de la historia. En España
podemos encontrar El noveno círculo, de Fernando S. Llobera,28 en la que el
psiquiatra Emiliano del Campo pretende de vengar una antigua traición: inspirado
por el descubrimiento de una carta autógrafa de Dante, trasladará el Inferno a las
calles de Madrid, manejando a sus pacientes para que cometan distintos asesinatos
siguiendo la obra del florentino. Las víctimas de Del Campo encarnan los mismos
pecados que los habitantes del Infierno dantesco, e incluso los castigos a los que son
sometidos reproducen los padecidos por las almas en el Infierno, pero lo único que
pretenden es inmiscuir en la investigación al profesor Silveira (quien también
encontrará a su Beatriz), que debe pagar la supuesta culpa de sus padres. El
antropólogo se convertirá en un Dante contemporáneo que, en la madrugada del
Viernes Santo, se internará en los horrores del infierno.
La biografía de Dante y el amor hacia Beatrice también están presentes en
Stín Katedrály, de Miloš Urban,29 oscura novela policíaca a dos voces: la historia de
amor del protagonista, Roman Rops, se inicia cuando ve a su amada −ella tiene nueve
años− en la catedral de San Vito, convencido de haber contemplado a un á ngel. Como
no podía ser de otra manera, no la vuelve a ver hasta nueve años después y, a falta
de una muerte que eternice su sentimiento, Rops finge el fallecimiento de la amada.
La novela profundiza en la recuperación del florentino llevada a cabo por Dante
28
29
SCHWARTZ LLOBERA, Fernando. El noveno círculo. Barcelona: Planeta, 2005.
URBAN, Milos. Stín Katedrály, Praha: Argo, 2003.
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Gabriel Rossetti y el prerrafaelismo, y los versos de la Divina comedia serán la clave
de la resolución de los crímenes.
Por su parte, Arnaud Delalande emplea el mismo esquema en La piège de
Dante:30 en la Venecia de 1756, el actor Marcello Torretone es asesinado en el teatro
de San Luca. Su cuerpo aparece crucificado, las cuencas de sus ojos vacías, y en su
torso pueden leerse unos versos del Inferno. Con el beneplácito del dux y del
portaestandarte del Consejo de los Diez, Pietro Luigi Viravolta, antiguo agente
secreto de la República, será excarcelado para investigar el crimen, aunque la
continua aparición de nuevos cadáveres amenaza con destruir la paz de la
Serenísima. La obra de Delalande intenta seguir la estructura externa del Inferno, y
aparece dividida en nueve círculos, aunque los cantos (con algunos nombres de
analogía evidente) se limitan a 27 (el último titulado Epílogo. Hacia el Paraíso, en
referencia al amor del protagonista y su particular Beatriz, Anna Santamaría),
puesto que el Inferno planeado por Lucifer (el propio Vindicati), según el diseño de
Dante, no llegará cerrarse: Venecia se salvará, y Viravolta conseguirá acabar con el
Diablo.
Los asesinatos en serie, enigma e indicio, no obstante, sí respetarán el orden
y el contrapasso descritos por Dante: a Marcello lo seguirán el padre Cosimo Caffelli,
lujurioso sodomita; Federico Spadetti, goloso y hambriento de oro; Luciana Saliestri,
pródiga con los bienes heredados, etc. Viravolta, gracias a la contemplación de una
estatuilla de Cancerbero, se da cuenta de que los versos que acompañan a los
cadáveres pertenecen a Dante, y que el asesino quiere desafiarlo e implicarlo.
Las analogías con la Divina comedia no se limitan, sin embargo, a la estructura
externa de la obra o a los crímenes: Viravolta (Dante asistiendo a los horrores del
Infierno) y algunas de las víctimas serán guiadas por Virgilio (Lucifer/Vindicati) a
los crímenes “expiatorios”; el duelo final entre Vindicati y Viravolta tendrá lugar en
Florencia, la ciudad del Poeta, en el interior de Santa María Novella; Venecia se
convierte en una ciudad sobre la que planea el horror, presentada mediante una
DELALANDE, Arnaud. La piège de Dante. Paris: Grasset, 2006. Véase, para su estudio, FLAMENT,
Marie. “Inchiesta di storia, indagine di memoria. Intrighi polizieschi e materia storica in Venise.net e
Le Piège de Dante”. En Claudio Milanesi (Ed.), Il romanzo poliziesco, la storia, la memoria. Vol I: Italia.
Bologna: Astræa Editrice, 2009. p. 547-563.
30
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serie de imágenes asociadas a la ciudad de Dite de la Divina comedia.
También tropezará Víctor Ros con Divina comedia durante sus pesquisas en
el Madrid de finales del siglo XIX, en la que será la primera de las entregas del
detective creado por Jerónimo Tristante.31 En la novela, el asesinato de Reinosa
Barbas, acontecido cincuenta años antes, se produjo después de que su esposa, tras
abrir la Divina comedia y subrayar unas líneas, le asestara dos puñaladas en el pecho.
El caso se repitió, de manera que el libro (tres damas y tres ejemplares) parece
inducir al asesinato. Con un sabor puramente de género, entre los avances científicos
de la época incorporados a las labores policiales, las publicaciones en la prensa y la
razón que se impone al monstruo, sin embargo, la Divina comedia ni se volatiliza ni
reaparece ni cela conjuro alguno, solo señala al pecador: el ladrón. Su
aprovechamiento posterior no es más que pura mixtificación, la utilización de la
primera muerte por parte de Renato Minardi (Ron Kok) para recuperar lo que
Reinosa robó a su padre.
No obstante, si Dante y su obra sirven desde la lógica y el razonamiento, a la
novela policiaca y criminal, también lo hace, desde el secreto y desde la verdad
quebrada y escamoteada, a la novela de indagación histórica, que lleva décadas
ahondando en lo esotérico, lo que resulta “sintomatico di un deficit di senso
esistenziale. Società segrete, palchi massonici, manoscritti apocrifi riscoperti, e altre
credenze sulla Fine dei Tempi vengono a portare una parvenza di risposta alla
ricerca di trascendenza che anima l’Occidente”.32
3 Como siempre, un manuscrito
Mientras vemos la liquidez de las pantallas ocupar el terrero del libro
tradicional, la narrativa de tema histórico vuelve sus ojos de una manera casi
obsesiva hacia el manuscrito y el libro antiguo, que retoma su condición misteriosa,
iniciática y mágica. El libro medieval (o el libro custodiado en la Edad Media), ya sea
real o ficticio, se convierte en verdadero protagonista de una literatura en la que,
entre otros, se encarga de custodiar tesoros y secretos e incluso se convierte en
31
32
TRISTANTE, Jerónimo. El misterio de la casa Aranda. Madrid: Maeva, 2007.
FLAMENT, Marie. Op. Cit., p. 559.
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mapa o portal a otros mundos y, cómo no, al abismo.33 El propio Dante seguirá la
pista de uno de ellos su en Il manoscritto delle anime perdute,34 en este caso el
manuscrito alcanzado en la remota Thule por Guiscardo da Imola, el texto más viejo
del mundo, escrito en la lengua primigenia con la que Dios se dirigió a los ángeles.
Su omnipresencia no va aparejada, no obstante, a la reconstrucción
historicista del pasado o al interés filológico. Revelaciones y descubrimientos
contemporáneos se trasladan a un tiempo popularmente considerado (tantas veces
inventado) como misterioso, pero también estable en sus convicciones, porque
parece mostrar la misma relación con la palabra y la verdad que se percibe la
actualidad: en la Edad Media porque no se tenía acceso, porque su interpretación
quedaba en manos de los depositarios de la cultura; hoy, porque se considera que el
acceso es sesgado y manipulado, alimentando la sensación paranoide de una
realidad oculta que ha sido escamoteada, de un poder oculto que, desde las sombras,
rige el destino de la humanidad.
La Divina comedia no iba a ser tampoco una excepción, convertido en texto
sagrado secular y, por lo tanto, objeto del proceso de lectura sospechosa y de la
sobreinterpretación por parte de los “adeptos del velo”,35 si bien la obra del
florentino es solo uno más de los casos. Lo mismo les sucederá a otras obras y a otros
maestros: el Manuscrito Voynich, Rafael o Leonardo. En realidad, no hace falta que la
obra exista, puesto que puede ser inventada. En el caso de la Divina comedia, a su
presencia contribuirá la ausencia de cualquier manuscrito autógrafo y de la versión
divulgada a partir del Trattatello de Boccaccio sobre la “milagrosa” aparición de los
últimos cantos tras la muerte de Dante.36 De este modo, si los personajes de
Manfredi especulan sobre el autógrafo dantesco (¿robado? ¿silenciado?) y la
posibilidad de recuperarlo a partir del hallazgo de una nave del siglo XIV en la laguna
Sobre la presencia y funciones del manuscrito o libro medieval en la narrativa contemporánea,
véanse SABATÉ, Glòria y SORIANO, Lourdes. “El llibre medieval a la novel·la histórica actual”. En
Josep Lluís Martos y Marinela Garcia Sempere (Ed.). L´Edat Mitjana en el cinema i en la novel·la
histórica. Alacant: Institut Interuniversitari de Filología Valenciana, 2009. p. 501-509; y HUERTAS
MORALES, Antonio. “Manuscritos medievales en la novela española contemporánea”. Revista de poética
medieval 30, 2016. p. 155-178.
34 LEONI, Giulio. Il manoscritto delle anime perdute. Milano: Nord, 2017.
35 ECO, Umberto. Interpretación y sobreinterpretación. Madrid: Akal, 2013. p. 64-65.
36 BOCCACCIO, Giovanni. Trattatello in laude di Dante. Milano: Garzanti, 2007.
33
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véneta,37 en In the Hand of Dante,38 la aparición del manuscrito del puño del
florentino desencadenará una oscura peripecia de mafiosos por obtenerlo (mientras
que se nos revelarán que la intervención de Pietro Alighieri no fue la de mero
soñador). Por su parte, en Il libro segreto di Dante, de Francesco Fioretti,39
descubriremos que Simone Bardi, humillado por el amor hacia Beatrice que Dante
airea en sus obras, hace robar el autógrafo para destruirlo, pero Dante escondió los
últimos cantos prudentemente antes de morir (la versión harto conocida que
debemos a Boccaccio no es más, por tanto, que una invención).
Especialmente relevante es su presencia en las novelas de indagación
histórica,40 donde es el elemento que vincula pasado medieval y presente, desde
donde se lo dota de su “verdadera” significación. No son pocos los títulos
ficcionalizan una imaginativa explicación al archiconocido terceto: “O voi ch’avete li
’nteletti sani, / mirate la dottrina che s’asconde / sotto ’l velame de li versi strani”
(Inferno, IX, 61-63).41
Estructurada a partir de una serie de pruebas que suponen la iniciación de
los protagonistas se halla El último Catón, de Matilde Asensi,42 en la que Ottavia
Salina, Farag Boswell y el capitán Glauser-Röist tendrán que recorrer Roma, Rávena,
Jerusalén, Atenas, Constantinopla, Alejandría y Antioch. En cada una de las ciudades,
representantes de los siete pecados capitales, les espera una prueba para poder
acceder al mundo de los estaurofílakes, y para ello deberán emplear la Divina
comedia como guía, pues con esta intención fue compuesta por el florentino: el
MANFREDI, Valerio Massimo. L’isola dei morti. Milano: Mondadori, 2005.
TOSCHES, Nick. In the Hand of Dante. Boston: Little, Brown and Company, 2002.
39 FIORETTI, Francesco. Op. Cit.
40 NAVARRO SALAZAR, M.ª Teresa. “Mujer e identidad en la narrativa histórica femenina”. En José
Jurado Morales (Ed.). Reflexiones sobre la novela histórica. Cádiz: Fundación Fernando QuiñonesUniversidad de Cádiz, pp. 191-217, ubica la novela de Asensi en el límite entre la novela histórica y la
novela de aventuras y destaca el recurso a la investigación policial y la documentación histórica,
mientras que Gómez Redondo. “La narrativa de temática medieval: tipología de modelos textuales”.
Op. Cit., la sitúa, dentro de los modelos de experimentación medievalista, en las novelas policiacas
medievalistas. Aunque existen también otras posibilidades, nosotros preferimos clasificar este tipo
de obras como “novelas de indagación histórica”. Véase HUERTAS MORALES, Antonio. “La historia
en la novela no histórica: Edad Media y thriller contemporáneo”. En Josep Lluís Martos y Marinela
Garcia Sempere (Ed.). Op. Cit., p. 317-336.
41 ALIGHIERI, Dante. Inferno. Ed. Natalino Sapegno. Firenze: La Nuova Italia, 1989. p. 105.
42 ASENSI, Matilde. El último Catón. Barcelona: Plaza & Janés, 2001.
37
38
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Purgatorio de Dante es, amén de una travesía en la que expiar los pecados, un
recorrido en el que mostrar las capacidades necesarias para convertirse en un
miembro de la hermandad.
Aparece el manuscrito dantesco también en El libro perdido de Dante, de
Franco Paturzo,43 donde la antropóloga forense Sara Shermann, sobrina de
monseñor Luigi Pace, presidente de la fundación americana que financia los trabajos
de exhumación de los restos de Dante, es destinada a colaborar con el profesor
Gabriele Rossetti para supervisarlos. El descubrimiento, en la caja donde se
custodian los huesos, de un mensaje oculto llevará a los protagonistas −tal como
Dante y los cátaros, perseguidos por Malabocca en la Edad Media, Sara y Rossetti
serán perseguidos por los herederos de la iglesia medieval−, hasta la biografı́a de
Dante, la Vita Dantis de Louis Perrault, que a su vez contiene la clave para, en San
Miguel Arcángel de Salon-de-Provence, hacerse con la Revelatio Dantis Comediae, la
clave para desentrañar el secreto contenido en la Divina comedia. Así lograrán llegar
hasta la bahía de Junafoi, donde se halla el tesoro cátaro: el Camino de perfección y
el manuscrito original, la esotérica Divina comedia cátara de Dante.
Finalmente, tres fragmentos manuscritos y legados por el propio Dante se
convertirán en el mapa con el que encontrar La Quarta Cantica,44 verdadera
conclusión de la comedia del florentino. Sin embargo, las visiones y pesquisas de la
profesora Beatrice Maureeno sacarán de su letargo a otras organizaciones
(neonazis, modernos fedeli d’amore y fanáticos derviches herederos de Rumi)
interesadas en apropiarse o velar su contenido.
4 Más allá de lo real
La deuda de la fantasía y la ciencia ficción del siglo XXI con el florentino es
también amplia, tanto por la función de la Divina comedia como portal a otros
mundos como por la geografía y la imaginería del Inferno (mapa de un futuro
apocalíptico, tantas veces próximo, al que nos dirigimos), amén del contrapasso, que
se trasladan a nuevas dimensiones más allá de lo real. Si ya Niven y Pournelle habían
43
44
PATURZO, Franco. El libro perdido de Dante. Sevilla: Algaida, 2015.
TAMÀ, Patrizia. La quarta cantica. Milano: Mondadori, 2010.
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empleado el diseño dantesco (aunque burocratizado, norteamericanizado,
actualizado frente a pecados caducos o cambios semánticos) para el descenso a los
infiernos del escritor Allen Carpentier, que intenta asimilar según los preceptos del
género de la ciencia ficción la “construcción” que recorre en compañía de
Mussolini,45 en La locura de Dios,46 Dante, enterado de una entrevista habida entre
el Papa y Ramon Llull, que ha realizado un increíble periplo, busca al erudito
mallorquín para que le confirme la veracidad del mapa de la morada del Adversario,
en el que el florentino se basará para diseñar el Inferno de la Divina comedia.
A su vez, Dante’s Equation,47 nos presenta las indagaciones de una científica
norteamericana sobre la onda Uno-Menos-Uno, que aplicada en la Tierra llevará a
los distintos personajes a realidades en las que se desarrollará el contrapasso. El
rabino Aharon Handalman experimentará en sus carnes la brutalidad del Infierno,
en un mundo sin movilidad, como en el noveno círculo de Dante.
Mención aparte, por su calidad literaria, merece la trilogía de Óscar
Esquivias,48 que plantea, en clave sobrenatural, el itinerario inverso de Dante
Alighieri en la Commedia. En la primera entrega, la obra del florentino será la puerta
hacia un Purgatorio al que los protagonistas deciden entrar, cuando estalla la Guerra
Civil, en busca del general Sanjurjo, siguiendo las teorías del penitenciario de la
catedral, que considera bien real el viaje que los contemporáneos de Dante llegaron
a concebir (o a temer49). El lugar al que se desplazarán, sin embargo, no es el
promontorio descrito por el poeta florentino, sino una ciudad demencial que guarda
una engañosa semejanza con Burgos.
Los avances de la ciencia puntera, y más concretamente los realizados por
colisionadores en busca del bosón de Higgs, servirán como telón de fondo para
NIVEN, Larry y POURNELLE, Jerry. Inferno. New York: Pocket Books, 1976.
AGUILERA, Juan Miguel. La locura de Dios. Barcelona: Ediciones B, 1998.
47 JENSEN, Jane. Dante´s Equation. New York: Del Rey, 2003.
48 Los títulos que la componen son ESQUIVIAS, Óscar. Inquietud en el Paraíso. A Coruña: Ediciones del
Viento, 2005; La ciudad del Gran Rey. A Coruña: Ediciones del Viento, 2006; Llega la noche, A Coruña:
Ediciones del Viento, 2007.
49 BOCCACCIO, Giovanni. Op. Cit., relata la anécdota, sobradamente conocida, sobre unas mujeres que,
al ver a Dante pasar, murmuraban que ese era el poeta que iba y volvía al Infierno a voluntad, como
parecían corroborar el aspecto de su barba y el color de su piel. El relato es recuperado en varios de
los títulos comentados en las presentes páginas.
45
46
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acercar la obra del florentino a nuestros días, aunando fantasía y ficción científica:
el hallazgo de tercetos presuntamente autógrafos Dante (en realidad de Marguerite
de Porete) en un códice del Roman de la Rose desatará una persecución, iniciada
siete siglos antes, entre los Fratelli del Libero Spirito y una escisión, los Perfetti, a
propósito de las visiones de Dante en el Paradiso, mensaje premonitorio del
cataclismo al que el progreso acrítico puede abocar a la humanidad.50
Las pesquisas científicas continuarán en la trilogía de Glenn Cooper,51
iniciada oportunamente con los versos de la Eneida: la elevada energía del MAAC,
colisionador masivo angloamericano, provoca la apertura de portales hacia otra
dimensión, un Infierno –o Abajo– al que el protagonista, nuevo Orfeo, tendrá que
partir para recuperar a la amada. Tres viajes se necesitarán para impedir que Tierra
e Infierno converjan en un único espacio. El Abajo al que acceden los protagonistas
no se limita, no obstante, a un agujero, sino que responde a la geografía terrestre
(sin la presencia de Satán, pero con eternos castigos como los pudrideros; con
grados, pero con esperanza) y puede ser entendido como una historia alternativa
(donde los personajes en mayúscula del pasado parecen condenados a combatir
eternamente, de no mediar los intentos garibaldinos, en un mundo medieval), pero
sobre todo como una actualización contemporánea del Inferno dantesco, en el que
moran personajes que relatan su vida y pecados, como Enrique VIII, Pedro I de
Castilla, César Borgia, el conde duque de Olivares, Himmler, Robespierre, Garibaldi,
Maquiavelo, Stalin, Catalina Sforza, Caravaggio, Cromwell, pero también viejos
conocidos de la Commedia, como Alejandro Magno, y del florentino, como Federico
II Barbarroja.
Por su parte, en La luce di Orione, de Valerio Evangelisti,52 encontraremos una
explicación al enigmático verso 67 del canto XXXI, que tantas interpretaciones ha
suscitado entre la crítica: una invocación de la que se están valiendo los bizantinos
GARAVELLI, Bianca. Le terzine perdute di Dante. Milano: Baldini & Castoldi, 2002.
COOPER, Glenn. Down: Pinhole. Amazon, 2015; Down: Portal. Amazon, 2015; y Down: Floodgate,
Amazon, 2015.
52 EVANGELISTI, Valerio. La luce di Orione. Milano: Mondadori, 2007. Para un análisis del papel de
Dante en la saga de Eymerich, véase DI MAIO, Frabrizio. “Welcome to Hell. Dante’s Inferno in Valerio
Evangelisti’s Eymerich Cycle”. Parole Rubate 20, 2019. p. 133-147.
50
51
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para conjurar a Nemrod y solicitar su ayuda en la defensa de la ciudad (o eso creen
ellos).53 Finalmente, la novela de Luengo54 aúna ciencia, o más bien, paraciencia, y la
reinterpretación en clave esotérica y conspiranoide del pasado: la historia secreta y,
por tanto, verdadera, desde el siglo XIII, pero sobre todo de los acontecimientos más
convulsos del siglo XX, a través de los recuerdos de Dante Veryl, empleado de Hole
y/o Virgil Clyde, científico a cargo del proyecto Caronte para Vril Technologies, en
su sede en Ábbadon (mutilación de Abandon all hope ye who enter here).
5 Tres veces tres y la “conexión templaria”
Como se ha indicado más arriba, la estructura externa de la Divina comedia
subyace en muchas de las novelas actuales, que tienen a emular al florentino y a
organizar los capítulos y contenidos alrededor del tres y el nueve, especialmente
sobre etapas de iniciación, crímenes seriados o lecturas esotéricas. Valga con
mencionar Il libro segreto di Dante,55 novela estructurada en tres partes, con nueve
capítulos cada una de ellas, y con un prólogo introductorio (ambientado durante el
asedio a San Juan de Acre, en 1291), o I delitti della luce:56 nueve capítulos más un
prólogo (ubicado en el verano de 1240).
Por otra parte, el boom templario que la literatura occidental ha
experimentado en los últimos años no solo ha engrosado los mitos y leyendas de los
pobres caballeros de Cristo, sino que además ha trufado de templarismo todo tipo
de obras narrativas, ya sea desde el anacronismo injustificable, como la presencia
de la Orden antes de su fundación, en tiempos cidianos,57 o estableciendo lazos con
algunos de los maestros de nuestra cultura, como ocurre, por ejemplo, en El enigma
Vivaldi, de Peter Harris,58 en la que Lucio Torres, al indagar sobre la vida de Antonio
Vivaldi, descubre que el compositor dejó un mensaje cifrado a sus compañeros de
Fraternitas Charitatis, una hermandad que, escindida pero viva, intenta recuperarlo,
“Raphèl maí amècche zabì almi”. ALIGHIERI, Dante. Inferno. Ed. Natalino Sapegno. Firenze: La
Nuova Italia, 1989. p. 349.
54 LUENGO, Lorenzo. La cuestión Dante. Sevilla: Algaida, 2013.
55 FIORETTI, Francesco. Op. Cit.
56 LEONI, Giulio. I delitti della luce. Op. Cit.
57 Véase GIL DELGADO-CRESPO, José E. … Y pasó en tiempos del Cid. Sevilla: Punto Rojo Libros, 2011.
58 HARRIS, Peter. El enigma Vivaldi. Barcelona: DeBolsillo, 2005.
53
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y que no es otro que el secreto templario.
La mejor muestra de esta “conexión templaria”, e incluso se podría afirmar
que su detonante, se debe al Priorato de Sion, y a su famosa lista de nautonniers,
popularizada tanto por la obra de Leigh y Lincoln y Baigent59 como por la novela de
Dan Brown, The Da Vinci Code,60 al ofrecer los nombres de personajes de gran
relevancia histórica, científica y cultural como presuntos líderes del Priorato, orden
secreta de la que los templarios serían brazo armado y administrativo y entre cuyos
maestres se encontrarían personalidades como Nicolas Flamel (1398-1418), Sandro
Filipepi (1483-1510), Leonardo da Vinci (1510-1519) o Isaac Newton (1691-1727).
Desde entonces, no han faltado las novelas o textos de cuestionable rigor sobre los
numerosos y escandalosísimos secretos ocultos tras algunas de las obras artísticas
más reverenciadas,61 o sobre las distintas sectas, sociedades y hermandades
herederas del Temple que rigen la humanidad desde las sombras.62
Tampoco Dante podía escapar de los monjes-guerreros y sus secretos.
Coetáneo del final de la milicia, por una parte incluyó a San Bernardo, autor de De
laude novae militae y gran valedor del Temple, en los últimos compases del Paraíso,
a la par que engrosó el número de dannati de su infierno con la insigne presencia de
Felipe el Hermoso y Clemente V –canto XXIX–, responsables del proceso que acabó
con la disolución de la Orden y la muerte de Jacques de Molay, el último de sus
maestres. El propio Hugo Capeto, “radice de la mala pianta”,63 morador del
Purgatorio, señala que no fue sino la codicia lo que llevó a Felipe IV el Hermoso a
destruir la Orden (XX, 91-96); por otra parte, la simbología numérica sacra64 de la
Divina Commedia animaba a cualquier componedor de tramas a asociarla con de los
BAIGENT, Michael, LEIGH, Richard y LINCOLN, Henry. Holy Blood, Holy Grail. London: Jonathan
Cape, 1982.
60 BROWN, Dan. The Da Vinci Code. New York: Doubleday, 2003.
61 La obra de referencia para el esoterismo templario sigue siendo PARTNER, Peter. El asesinato de
los magos. Los templarios y su mito. Barcelona: Martínez Roca, 1987, si bien resultan asimismo
interesantes las síntesis de CARDINI, Franco. Templari e templarimo. Storia, mito, menzogne, Città di
Castello: Il Cerchio, 2011, especialmente pp. 129-160, o, más breve, FRALE, Barbara. Los templarios
y la Sábana Santa. Madrid: Alianza, 2011, especialmente p. 21-44.
62 Véase HUERTAS MORALES, Antonio. La Edad Media contemporánea. Estudio de la novela actual de
tema medieval (1900-2012). Vigo: Academia del Hispanismo, 2015, pp. 126-179.
63 ALIGHIERI, Dante. Purgatorio. Ed. Natalino Sapegno. Firenze: La Nuova Italia, 1990, p. 221, v. 43.
64 Recordemos la síntesis que ofrece Dante en la Vita nuova (XIX).
59
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templarios (nueve fueron los fundadores de la Orden, nueve años estuvieron en
Tierra Santa antes de regresar a Europa), como ya ocurrió en el siglo XIX.65 Las
novelas anuncian novedad (el secreto de la Divina comedia, la historia secreta de
Dante), cuando no hacen más que regresar a esa Edad Media de la tradición que vive
de alusiones y de ilusiones y cuyo sueño nos describía Eco,66 a través de la
vinculación de todo tipo de conocimientos iniciáticos y esotéricos con la Divina
comedia, a la zaga de interpretaciones como las de Gabriele Rossetti,67 ampliamente
influenciado por las teorías masónicas,68 para quien Petrarca, Boccaccio y Dante,
entre otros, eran escritores formados en la doctrina arcana traída desde Oriente y
promovedores de una reforma soterrada que pretendía abolir el papado e instaurar
una monarquía universal. O como las de René Guénon,69 quien asocia la obra de
Dante, líder de la Fede Santa, de filiación templaria, a las doctrinas herméticas de las
órdenes de caballería y los posteriores rosacrucismo y masonería, y para quien, por
ejemplo, las vestiduras blancas de los Eletti o Perfetti aluden a los mantos blancos
de los templarios. Todas las asociaciones y analogías son válidas, en tanto que “el
discurso que se construye hoy en día en torno a la Edad Media no es, por lo común,
de tipo histórico, sino más bien de tipo mágico-religioso”.70
De este modo, mientras que Asensi71 emparentaba a los staurofílakes con los
templarios, los cátaros, los Minnesänger o los Fidei d’Amore, en I delitti del
mosaico,72 Dante descubrirá la llegada de los templarios a América a finales del siglo
XIII. La conexión proseguirá en la tercera entrega de la saga de Leoni:73 también la
Orden va tras la huella del legado de Federico. El templario Jacques Monerre le narra
65 BULST-THIELE, Marie Luise. “The Influence of St. Bernard of Clairvaux on the Formation of the
Order of the Knights Templar”. En Michael Gervers (Ed.). The Second Crusade and the Cistercian. New
York: St. Martin’s Press: 1992, p. 57-65, es tajante al respecto: “The tale that nine knights remained
nine for nine years, until the Council of Troyes in 1129, is a legend”. Cita en p. 57. Veáse también
CARDINI, Franco. Op. Cit., p. 72.
66 ECO, Umberto. De los espejos y otros ensayos. Barcelona: Lumen, 1993. p. 93.
67 ROSSETTI, Gabriele. Sullo spirito antipapale che produsse la Riforma. London, 1832.
68 Lo lo usó como ejemplo de las lecturas sobreinterpretativas de los “adeptos del velo” ECO, Umberto.
Interpretación y sobreinterpretación. Op. Cit., p. 65-71.
69 GUÉNON, René. L´esoterismo di Dant. Roma: Atanòr, 2008 (1924).
70 CARPEGNA FALCONIERI, Tommaso di. El presente medieval. Barcelona: Icaria, 2015. p. 168.
71 ASENSI, Matilde. Op. Cit.
72 LEONI, Giulio. I delitti del mosaico. Milano: Mondadori, 2004.
73 LEONI, Giulio. I delitti della luce. Op. Cit.
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a Dante el significado del Baphomet, la cabeza de doble rostro, retomando así el mito
de la sinarquía templaria: es el símbolo de la paz en las tierras que vieron nacer a
Cristo, un sueño despedazado por la muerte del emperador y que los templarios
esperan retomar con la subida al trono de su hijo bastardo.
Por su parte, Franco Cuomo retoma la continuidad del Temple, o de su círculo
interno de caballeros kadosh (según la, tan famosa como falsa, Charta Transmisionis
o Tabula Aurea, que trazaría la línea John-Mark Larmenius, Thomas Thobald de
Alejandria y futuros maestres) y el cumplimiento del emplazamiento de Jacques de
Molay. Dante, gran maestre de los fedeli d’amore y experimentado viajero infernal,
ayudará a los templarios a encontrar la teca terribile que emplearán a lo largo de la
historia para sus fines.74
Aún se reencontrará Alighieri –mientras se halla inmerso en la composición
de la última cantiga de la Commedia– con los templarios y Nogaret durante el fatídico
año de 1307 en I delitti dei nove cieli.75 Por boca del guardasellos real, en
conversación con Felipe IV, sabemos que tras el Temple quizá se oculte una secta
más secreta, llamada Fedeli d’Amore en Italia, que anhelan un imperio universal,
sometido a una única autoridad, sin religiones y solo regido por la sabiduría. Aunque
Dante no duda de que la codicia del rey es el verdadero motivo de la persecución de
la Orden, tendrá ocasión de conocer, en un Templo inverso bajo la casa madre de
París, sus conocimientos secretos, en este caso del cosmos (una vez más, no pueden
ser revelados, como admite el poeta). Ahonda, por lo tanto, Leoni en una imagen,
difícilmente sostenible, pero bien manida hoy, que confiere a la milicia más envuelta
de libros que de armas.
Los conmilitones Christi también tienen su relevancia en Il libro segreto di
Dante,76 en la que Giovanni da Lucca descubre que los templarios andan tras la
huella de los últimos cantos de la obra de Dante. Antes de la batalla de Acre, por
orden de Guillaume de Beaujeau, Gerardo de Monreal abandonó Tierra Santa con el
secreto templario. Treinta años después, el extemplario Bernard cree que el secreto
CUOMO, Franco. Il tradimento del templare. Milano: Baldini Castoldi Dalai, 2008.
LEONI, Giulio. I delitti dei nove cieli. Milano: Nord, 2019.
76 FIORETTI, Francesco. Op. Cit.
74
75
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llegó hasta Dante, e incluso sospecha que el florentino pudo haber sido maestre de
la Orden.77 La Divina Commedia, mapa y clave para acceder al nuevo Templo, lo lleva
a la llanura de Dodona, en Epiro, donde halla un arca con dos tablas de piedra que
remite, evidentemente, a la de la Alianza.
Por su parte, ciencia puntera de control neuronal y misterios ocultos en las
pinturas de Botticelli, Rafael y Leonardo se aúnan para, con los cantos del Paradiso
como clave y mapa, conducir a los protagonistas de la novela de Barone hasta
Islandia, donde una expedición de la Orden llevo el tesoro en el siglo XIII, compuesto,
esta vez, por evangelios.78
Sirva como síntesis de este periplo esotérico y templario la novela de Nussio
y Melgar,79 que parte de las consideraciones de Guénon para acabar aunando, en un
totum revolutum demencial, los ingredientes más manidos de la pseudohistoria para
presentar finalmente al lector la consabida conclusión: en sus obras, Dante revela la
gnosis templaria.
Acertadamente, por tanto, concluía Rocco Capozi sus observaciones sobre
estos híbridos que revisitan la historia al señalar que:
Purtroppo oggi, un una società che ama vivre di voyeurismo, di
reality TV alla “Grande Fratello”, di iper-realtà, di paranoia e di
sospetti, è diventato molto facile far credere che la vera Storia va
riscritta dagli scettici, dai vinti, dai dissidenti e da nuovi autori che
mischiano abilmente evento, testi, aneddoti, miti e leggende. Di
conseguenza va di moda riproporre personaggi quali Dante, i
Templari, colombo, Leonardo da Vinci e cosí via, non como nuovi
eroi ma come oggetto di un possibile revisionismo storico da far
metttere in dubio tutto.80
6 Conclusiones
En el siglo XXI Dante y la Divina comedia irrumpen en el mercado de los
La deuda con BAIGENT et al. Op. Cit., evidente para el lector habituado a estas tramas, se hace
explícita en las p. 160-161.
78 BARONE, Giuseppe Leto. La chiave di Dante. Roma: Newton Compton, 2015.
79 NUSSIO, Estefanía; MELGAR, Luis. Op. Cit.
80 CAPOZZI, Rocco. “I testi intorno al mondo in 24 ore. Internet, intertestualità e pop-culture nei gialli
storici postmoderni”. En M.ª José Calvo Montoro y Flavia Cartoni (Coord.). El tema del viaje: un
recorrido por la lengua y la literatura italianas. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La
Mancha, p. 307-336. Cita en p. 330.
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superventas y otras plasmaciones culturales de masas. Diversas son las causas que
han aupado al florentino: auge de la novela histórica en todo Occidente y otros
modelos mixtos (la novela de indagación histórica); el éxito y la fidelidad lectora,
sobre todo en la cultura anglosajona, de los medieval thrillers seriados; nuevo interés
por lo sobrenatural y la viabilidad de modelos que aúnan historia y fantasía, que
muestra una especial atracción por el diseño y las imágenes del Infierno dantesco,81
la cantiga más reescrita y frecuentada, lo que resulta lógico en la simplificación de la
cultura contemporánea, puesto que también es la más narrativa y legible;82 o la
nostalgia por el libro antiguo visto como elemento mágico, esotérico o como
custodio de saberes que no pueden ser revelados. El resultado son obras que
“decontestualizzano profundamente il Medioevo e la sua tradizione, tendono a dirci
molto di più sulla cultura e l’epoca di arrivo, sul risultato della ricontestualizzazione:
teorie varie del complotto –di cui Eco si sè a più riprese fatto beffe–, trame
plurisecolari esoteriche ed essoteriche, falsi e falsari, parastoria e meta-storico”.83
Sin que seamos nosotros los que pongamos en duda el tan esgrimido
argumento de que la novela histórica –o la novela sobre la historia– puede servir
para familiarizar al lector con periodos, personajes o motivos del pasado
difícilmente accesibles, y sin que pueda menoscabarse la intencionalidad de
homenaje hacia el florentino, Dante y la Divina comedia han recalado en su viaje por
los siglos en el terreno resbaladizo de los superventas internacionales, que
reproducen (y se reproducen, mediante las traducciones, con especial fortuna en las
letras españolas) tramas, motivos y estructuras de un país a otro. A medida que se
multiplican sus apariciones, se diluye cualquier individualidad, por lo que Dante y
su obra han pasado a situarse en mitad de esa “selva oscura” que la novela
Excepciones al respecto, amén de algunos ejemplos comentados en el texto, son las de FIORETTI,
Francesco. La profezia perduta di Dante. Roma: Newton Compton, 2013: aunque la novela no excluye
el crimen (asesinato de Paolo y Francesa) ni las pesquisas por el texto perdido (primeras páginas del
Risâla fîl-ishq de Avicena), se trata más bien de una crónica amorosa comentada que abarca la
juventud de Dante (hasta la batalla de Campaldino y la muerte de Bice), con mayor presencia de la
Vita Nuova y las composiciones de los fedeli d’amore; y, sobre todo, SANTAGATA, Marco. Come donna
innamorata. Milano: Ugo Guanda Editore, 2015, que recrea en dos bloques, centrados en Bice y Guido,
y la Vita Nuova y la Divina Commedia, vida devenida obra literaria.
82 LAZZARIN, Stefano; DUTEL, Jérôme. Op. Cit., p. 15.
83 FONIO, Filippo. Op. Cit., p. 48.
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contemporánea ha forjado sobre un pasado lleno de claves esotéricas, de secretos
ocultos tras las obras de arte, de misterio y de conspiraciones, como ha sucedido con
otros insignes maestros, como Leonardo Da Vinci o Botticelli.
Artigo recebido em 12/10/2020
Artigo aceito em 23/12/2020
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