Subido por Torales Nelson

Libro Provincialización

Anuncio
LA PROVINCIALIZACIÓN DE
FORMOSA
ORÍGENES Y FORMACIÓN DEL
ESTADO FORMOSEÑO
SERGIO DANIEL “LILO” DOMÍNGUEZ
GABRIEL ABELARDO ROQUE BARRIONUEVO
Círculo del Libro Formoseño
SERGIO DANIEL “LILO” DOMÍNGUEZ
Es Profesor en Historia. Docente, Escritor y Comunicador Social. Creador y conductor del
programa radial “De Hermano a Hermano”, que se difunde ininterrumpidamente desde
1988, actualmente por las emisoras F M 97.7 “Radio del Sol” y F M 99.9 “Radio Uno” de la
ciudad de Formosa. Distinguido con los premios “Broadcasting” 1994 y “Santa Clara de
Asís” 2003, en el rubro “Cultura en Radio”. Director de la colección literaria formoseña
“Pueblo, Cultura e Identidad” del “Círculo del Libro Formoseño”.
Consagrado íntegramente a la tarea de promover el reconocimiento, resguardo y desarrollo
de la cultura que identifica al formoseño. Responsable del Proyecto Cultural “De Hermano
a Hermano” y Presidente de la Conferencia Permanente de Afirmación de la Cultura
Formoseña ( C.O.P.A.C.F.), ambos emprendimientos privados, sin fines de lucro,
orientados a normalizar, organizar y poner en funcionamiento canales de construcción que
consientan a toda la comunidad formoseña asumir y reconocerse como intérprete y
protagonista de un estilo de vida común, transitando juntos la plena realización como
pueblo.
Autor de los siguientes libros: “REFLEXIONES EN TORNO A LA CULTURA”, junto a
RAFAEL G. RUMICH (1998). “FORMOSEÑEIDAD, SINÓNIMO DE
CONVERGENCIA” (Ensayo Introductorio del Ser Formoseño) (2002). Garante editor
del libro: “”ORÍGENES Y DESARROILLO DEL PERONISMO FORMOSEÑO –
1943 – 1955". Tomo I (2003).
GABRIEL ABELARDO ROQUE BARRIONUEVO
Licenciado en Historia, egresado de la Universidad Nacional de Formosa(2003) y del
Instituto Robustiano Macedo Martinez(1989) como profesor de dicha ciencia social.
Durante los quince años de ejercicio en la docencia se ha desempeñado fundamentalmente
en la Escuela Normal Superior República del Paraguay en asignaturas de Nivel Medio tales
como Historia Argentina y Americana e Instrucción Cívica y en la Educación Polimodal
como profesor en Ciencias Políticas, Sociología y Cultura y Comunicación.
Desde 1987 se desempeña como locutor, redactor y conductor de programas de televisión
en medios locales.
En FTC Canal 3 condujo: “Hacia el Futuro”, “FTC Noticias” y “Dos Minutos de
Noticias”(1987-1989).
En LT88 TV Canal 11 Formosa: “Consultorio Abierto”(1990-1995), “Salud en TV”(19971998), “Noticiero Once”(2002) y “La Propuesta”(2003).
En 1992 junto a sus compañeros de equipo docente, recibió el premio Santa Clara de Asís
por la labor educativa realizada en el SITEF, Sistema Teleducación Formosa -Canal 11Como conductor y productor de programas educativos y de salud recibió otras distinciones
nacionales y locales como el premio Liga Pro Comportamiento Humano, El Niño y la
Televisión, Rotary Club Internacional y CELCEA (Centro de Lucha Contra las
Enfermedades Alérgicas).
Es colaborador de medios gráficos locales fundamentalmente en temas de historia y
cultura.
Desde el programa “La Propuesta” en Lapacho Canal 11 (2003-2004) se dedicó a la
promoción de la historia, educación y cultura de Formosa.
Actualmente, es Profesor de Historia Regional de la Carrera Periodismo de la Escuela
Técnica N° 1 (Ex ISPAF).
COLECCIÓN
“Pueblo, Cultura e Identidad”
Dirigida por Sergio D. “Lilo” Domínguez
SERIE
Temas Fundamentales
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Lic. Néstor G. Valiente
La foto de tapa es una gentileza de la Señorita ELSA QUIROGA, Vocal de la Comisión ProProvincialización del Territorio de Formosa (1955).
Círculo del Libro Formoseño
Formosa – República Argentina
DERECHOS RESERVADOS
INDICE
Prólogo.
Introducción.
15
17
CAPITULO 1
Orígenes de las Provincias Argentinas.
(Siglo XVI – Siglo XIX).
Autonomías provinciales.
Intendencia de Buenos Aires.
Intendencia de Córdoba.
Intendencia de Salta del Tucumán.
La Organización Nacional y los Territorios
Ley 28 de 1862.
19
20
20
21
21
22
22
CAPITULO 2
De Territorio a Provincia (1884-1955)
“71 años: Un largo período de dependencia y marginación”. 23
Ley 1532 de Territorios Nacionales (1884).
25
Plan de Fomento de los Territorios Nacionales.
26
Ministro Exequiel Ramos Mejía (1906).
27
El Ferrocarril.
28
Los Orígenes de la Provincia de Formosa.
29
El surgimiento de una conciencia localista.
33
Memoria del Territorio Nacional de Formosa, Gobernador
Proto Ordoñez al Ministro del Interior de abril de 1890.
34
En 1903 el gobernador del Territorio nuevamente
informaba las carencias de la región.
35
Nota del diario Tribuna del 27 de junio de 1930. 35
Tribuna del 31 de octubre de 1930, luego de la caída de
Irigoyen, se plantean nuevos reclamos al gobierno nacional:
Emilio Lugo: “Introducción Histórica a la Provincia de
Formosa”.
La llegada del Señor Federico Ricardo Ovejero y
el mote de “paracaidista”.
Formosa ¿No tiene problemas?
Proyectos de Provincialización de los gobiernos nacionales.
Movimientos Territoriales.
Eva Perón y los Territorios Nacionales.
Las leyes 14.032 y 14.315.
37
38
39
40
40
41
42
45
CAPITULO 3
La Provincialización de Formosa.
46
Los Pasos de la Historia. La participación del pueblo.
El Pueblo Formoseño y la Provincialización.
Año 1955 Movilización del Pueblo.
Libro “Cualquier Cosa” de Fernando Casals.
Comisión Pro-Provincialización del Territorio de Formosa.
Subcomisión Pro Provincialización de Formosa de Clorinda.
Manifiesto al Pueblo de Formosa.
Reunión de Fondos para llevar adelante la empresa.
Los Formoseños viajan para entrevistarse con el
Presidente de la Nación General Juan D. Perón.
Adherentes a la provincialización que viajaron a
Buenos Aires por su cuenta.
Adherentes que viajaron vía Resistencia (Chaco), con
pasajes otorgados por el Gobierno Chaqueño a instancias
del Ministro de Economía Constantino Kozameh.
Crónica de la audiencia del 5 de abril de 1955.
Síntesis periodística de la audiencia.
Los discursos.
Habla el General Perón.
Testimonio.
La participación de la mujer formoseña.
Reportaje a la Señorita Elsa Quiroga. Vocal de la
Comisión Pro-Provincialización de Formosa.
El Sindicalismo Formoseño.
46
48
49
49
50
51
53
55
56
56
57
57
57
58
59
61
61
62
66
CAPITULO 4
La Política Peronista de Integración Argentino/Paraguaya.
67
Los conflictos por la influencia paraguaya.
67
Su relación con la Provincialización y la Reparación
Histórica.
67
La política peronista de unión y fraternidad
argentino/paraguaya.
72
Decálogo de la confraternidad argentino-paraguaya.
73
CAPITULO 5
Vicente Arcadio Salemi.
El líder formoseño que le pidió a Perón la Provincialización
de Formosa.
Reportaje a Vicente Arcadio “Tata” Salemi.
76
80
ANEXO
Ley Nº 1532.- Organización de los Territorios Nacionales.
Ley 14.408.- Provincialización de los Territorios Nacionales.
93
105
BIBLIOGRAFIA
112
DEDICATORIAS
Del Profesor Sergio “Lilo” Domínguez
• A Dios, la posibilidad de expresión y hacerme nacer en éste suelo de amor.
• A mi amada familia por la contención.
• A Doña Nicasia, mi madre, mujer paraguaya sin igual que desde el Cielo guía mis pasos
mostrándome amor al “terruño” y que “Todo tiempo trae otro tiempo”.
• Al pueblo de Formosa por el silencio esperanzado de que es posible una reivindicación en paz.
Del Licenciado Gabriel A. R. Barrionuevo
• Al Sagrado Corazón de Jesús quien protege y guía mi camino.
• A mi querida familia –Mónica, Diego y Sofía-.
• A mis padres y la abuelita Aga.
• A los niños y jóvenes de Formosa, para que éste material los ayude a despertar y fortalecer su
compromiso y amor por el pueblo.
• A los que luchan por la verdad, la libertad y la justicia social.
AGRADECIMIENTOS
Nuestro profundo reconocimiento por la valiosa colaboración:
• Señor Vicente Arcadio “Tata” Salemi
• Señora Miriam E. Sandoval de Luparello.
• Señorita Elsa Pablina Quiroga
• Señora Pilar Romea Vda. De Formosa
• Señor Miguel A. Lemos
• Señor Aníbal Mariño.
• Señor Jorge Barrionuevo.
• Señor Raúl Saporiti.
• A los familiares de Don Demóstenes Gómez.
• A los familiares de Don Vicente A. Salemi, residentes en Bs. As.
• A los familiares de Don Arístides Román
• A los familiares de Don Norberto Jofré
PRÓLOGO
Como formoseño hice todo lo que tenía que hacer en circunstancias de ese cambio
sustancial que el peronismo trajo al país. Poner en manos de los formoseños el destino de
su suelo con la honestidad y responsabilidad total de cada uno.
Con enorme satisfacción hoy, vemos que la provincialización ha dado sus frutos.
Formosa ha salido de su olvido histórico de siempre. Una nueva estructura social, política y
económica es el motor de su dinámica. Gracias a sus genuinos gobernadores estamos
ubicados en el concierto de las provincias evolucionadas del país. Sus campos
racionalmente cultivados, con una producción diversificada que favorece su economía a
través de un intenso movimiento comercial. Caminos y rutas asfaltadas que agilizan sus
comunicaciones internas y externas. Una ciudad capital que nos enorgullece por su
magnifica evolución de ciudad moderna y pujante, embellecida por un río majestuoso y una
avenida costanera digna de las más modernas de las ciudades ribereñas del país. Su
naturaleza primitiva tiene un potencial invalorable para el desarrollo turístico, siempre que
se respeten los principios de cuidado ecológicos.
Hoy, de aquella jornada llena de juvenil entusiasmo, me queda la satisfacción del deber
cumplido, que a través de mis años, en el silencio de mi intimidad, me llena de emoción y
recuerdos muy queridos de ese lugar, humilde y lejano, donde ame la vida.
Para los que quedan de esa época de ferviente idealización de nuestra soberanía, mi
cariñoso abrazo y, para los que ya se han ido, el testimonio de gratitud junto a la sensación
inefable de aquel abrazo paternal que me diera en su oportunidad nuestro ilustre presidente
el General Juan Domingo Perón, y que lo guardo como un tesoro preciado de mi vida.
Conocer su origen, hurgar sus raíces, es sin dudas, una de las más nobles expresiones de un
pueblo que no olvida su pasado.
Esta interesante reseña histórica nos esta mostrando la búsqueda afanosa de una juventud que desea
conocer y valorar todo lo que significa el ser formoseño. Su origen, su vida, sus sueños. Es un valioso
aporte a la cultura.
En “Origen y Formación del Estado Formoseño” no solo se describe con pasión la
lucha de aquellos pioneros que forjaron nuestra identidad, sino también, hace justa
referencia a los que continuaron y continúan el buen camino de la evolución en este
incesante devenir de la vida humana.
Tradición y actualidad. Estado de equilibrio entre el pasado y presente. Interesante
contribución para el feliz medio siglo de la provincialización de Formosa.
Como formoseño, que vive la emoción de su ciudad natal, doy gracias a estos dos
amables compañeros y amigos por su interesante trabajo de investigación de nuestra
historia, en el día glorioso de nuestra independencia institucional.
Capital Federal, 07 de junio de 2005.
Vicente A. Salemi
INTRODUCCION
La Provincialización de Formosa (1955) enunció la cristalización de un añejo afán
formoseño fundado en los reclamos de los territorianos, de cara a las políticas nacionales
de inacción, abusos y marginación a que los sometiera el poder central.
De hecho, venía a “reparar”, en parte, años de segregación, utilización y alejamiento que
afligía a los formoseños.
Es el Presidente Perón, desde su gestión, el primero en reconocer el clamor formoseño al
conferirle, con sentido de justicia social, el rango jurídico de Provincia.
Por otra parte, no fueron casuales las visitas de Perón al Paraguay (1953/1954),
cruzando invariablemente por Formosa, ya que la política regional del peronismo
propiciaba la unión y fraternidad americana y en éste caso, la argentino-paraguaya, cuyas
circunstancias resonaban en favor de la provincialización de Formosa.
Con esta atinada astucia diplomática, Perón, ponía fin a la “hipótesis de conflicto” que
pesaba sobre el Chaco Central, superando los riesgos y contingencias en esta zona de
frontera, conteniendo el temor al influjo paraguayo que había postergado la autonomía del
Territorio de Formosa, al punto de ser éste el último del Norte que no alcanzaba el estado
jurídico de Provincia.
En tal carácter, alrededor de 1955, Perón sentaba las bases para que los formoseños
logren su albedrío y accedan por derecho a la esperada y dilatada provincialización, en un
escenario particular y propicio de hermandad argentino/paraguaya.
La Provincialización de Formosa, como parte de la actitud de Perón para con los
Territorios, es decididamente compatible con el empeño localista y de emancipación de
los formoseños, armonizando racionalmente en la finalidad política peronista de “hacer
lo que el pueblo quiere”.
Pero, esta inicial reparación histórica para los formoseños, resultó inconclusa, puesto que
antes de nacer a la vida política democrática, la nueva provincia, fue frustrada por militares
con la complicidad de algunos políticos, valiéndose de falacias, manipulando en el plano
local al amparo de la autodenominada “Revolución Libertadora”, para malograr un
empeño popular.
Es que paradójicamente, fueron los golpistas de la llamada Revolución Libertadora que
derrocó a Perón, los que, empleando la inercia del proceso, pretendieron darle un
supuesto carácter democrático y legal a la Constitución de 1957, sin conseguir, por
supuesto, encubrir la proscripción de las mayorías representadas por el peronismo.
De hecho, más allá de toda buena voluntad de los señores convencionales, la
Constitución Provincial de Formosa (1957) adoleció de la legitimidad que brinda el libre
ejercicio democrático.
Con el golpe de estado, la Reparación Histórica para Formosa, iniciada con la
Provincialización, quedó irresuelta. Acontecerán varios años, hasta que un formoseño
nativo el Gobernador Gildo Insfrán, retomará desde el gobierno, las banderas de la
autonomía, expresadas en el “Manifiesto de Formosa”, exigiendo al gobierno nacional,
con sentido justicialista, la reparación que la política nacional le había negado al pueblo
formoseño durante gran parte de su historia.
CAPITULO 1
Orígenes de las Provincias Argentinas.
La génesis de las provincias argentinas se refiere a la conquista y al régimen de gobierno
y administración instituido durante la dominación española. Justamente, hallamos tres
grandes corrientes de instalación poblacional de la región. En primer lugar aparece la
proveniente de España, ocupando la Cuenca del Plata, dando lugar a la fundación de las
ciudades de Santa Fe (1573), Buenos Aires (1580) y Corrientes (1588). La segunda, del
Norte instalando el norte y centro del actual territorio argentino, denominado Tucumán;
dando lugar a la fundación de las ciudades de San Miguel de Tucumán (1565), Córdoba
(1573), Salta (1582), La Rioja (1591), Jujuy (1593) y Catamarca (1683). Finalmente, la
tercera del Oeste, que ocupó la zona de Cuyo, generando las fundaciones de Mendoza
(1561), San Juan (1562) y San Luis (1596).
El Virreinato del Río de la Plata fue creado el 27 de julio de 1776 por Carlos III,
en un primer momento, en forma provisoria, formadas por siete provincias, a saber
Buenos Aires, Tucumán y Cuyo (las que permanecieron en el actual territorio
argentino), Paraguay, Potosí, Santa Cruz de la Sierra y Charcas. En 1782, fue dividido
el virreinato en ocho intendencias, las que tenían a su cargo las potestades de Justicia,
Policía, Hacienda y Guerra. Las tres intendencias erigidas en territorio argentino
comprendieron nuestras primeras catorce provincias. Así, la intendencia de Buenos
Aires extendía su jurisdicción sobre Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes,
Misiones y la Banda Oriental; la intendencia de Córdoba del Tucumán se extendía sobre
Córdoba, Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja; finalmente, la intendencia de Salta
se extendía sobre Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca.
1820 - Autonomías Provinciales
1820 señaló el comienzo de un nuevo período en el plano institucional. Las intendencias
se subdividieron en provincias, gracias a la polarización ejercida por las ciudades cuyos
nombres tomaron las nuevas provincias.
Algunas se organizaron rápidamente sancionando una constitución, otras dictaron sus
propios reglamentos y estatutos; pero todas, se manifestaron como parte de una misma
nación que habría de organizarse bajo el sistema federal.
Hacia 1810 poseía en el virreinato del Río de la Plata, ocho intendencias, cuyas capitales
eran: Buenos Aires, Asunción, Córdoba, Salta, Potosí, Cochabamba, La Paz y Charcas.
Cada una de ellas alcanzaba un gobernador intendente, con excepción de Buenos Aires
donde residía el virrey. En nuestro país, la ciudad antecedió al impulso del campo; las
ciudades impulsaron los tendencias independentistas. Las ciudades revelaron, cada vez con
más fuerza, sus aspiraciones de autonomía y su propensión a independizarse de la ciudad
capital. No pasaron diez años desde la Revolución de Mayo cuando se originó la división
de las intendencias en provincias.
Intendencia de Buenos Aires
De esta intendencia surgieron tres provincias litorales:
Santa Fe: que en agosto de 1819 dictó una constitución provincial y organizó su
accionar política como entidad autónoma. Estanislao López fue su primer gobernador.
Entre Ríos: se transformó en autónoma en 1820, cuando Francisco Ramírez decretó la
separación de Artigas estableciendo un Reglamento de la “República de Entre Ríos”.
Corrientes: en 1821 dictó una constitución provisional. Pedro Ferré fue su primer
gobernador.
Intendencia de Córdoba
De ella surgieron: San Juan, San Luis, Mendoza, Córdoba y La Rioja.
San Juan: a raíz de la sublevación del 9 de enero 1820, San Juan designó gobernador al
coronel Mariano Mendizábal, y dos meses después declaró su autonomía como provincia.
San Luis: actuó a semejanza de San Juan. El 1° de marzo de 1820 nombró a José
Santos Ortiz como gobernador.
Mendoza: a principios de julio de 1820, el Dr. Tomás Godoy Cruz fue elegido
gobernador.
Córdoba: en 1820 una Asamblea la declaró provincia soberana y libre y propuso reunir
un Congreso para implantar una verdadera Federación. Como gobernador fue designado el
general Juan Bautista Bustos, que se mantuvo en el cargo hasta 1829.
Intendencia de Salta del Tucumán
De aquí se originaron cinco provincias:
Santiago del Estero: se separó en abril de 1820 y su primer gobernador fue el general
Felipe Ibarra, quien gobernó en forma ininterrumpida hasta 1850.
Catamarca: se declaró autónoma en agosto de 1821 y dos años después se organizó
institucionalmente dictando una reglamento constitucional.
Tucumán: en septiembre de 1820 se constituyó el Estado Federal de Tucumán.
Salta: bajo la influencia de Martín Miguel de Guemes adquirió el status de provincia. En
1821 Facundo Zuviría dictó una constitución provincial.
Jujuy: hasta noviembre de 1834 permaneció unida a Salta y en 1835 se organizó
legítimamente sancionando una constitución.
La Organización Nacional y los Territorios
Al dictarse la Constitución de 1853 se estableció, entre las atribuciones del Congreso,
“fijar los límites de las provincias, crear otras nuevas y determinar con una
legislación especial, la organización, administración y gobierno que deben tener los
territorios nacionales que queden fuera de los límites que se asignen a las
provincias” (Art. 64; hoy 75, inciso 15). Las jurisdicciones provinciales no se
hallaban debidamente determinadas, lo que creaba dificultades en materia de
límites, sin contar que cada provincia se atribuía territorios sobre los cuales no
podía hacer efectiva su autoridad. Regularizada la vida del país, el Congreso debía
fijar definitivamente los límites entre las provincias, cometido aún no terminado, y
señalar el destino de los territorios que se hallaban fuera de su jurisdicción efectiva.
La Ley N° 28
En octubre de 1862, el nuevo Congreso dictó la ley Nº 28 que establecía que “todos los
territorios existentes fuera de los límites o posesiones de las provincias son nacionales,
aunque hubiesen sido enajenados por los gobiernos provinciales desde el 1º de mayo de
1853”.
CAPITULO 2
De Territorio a Provincia (1884-1955)
“71 años: un largo período de dependencia y marginación”.
El Territorio Nacional de Formosa, nace efectivamente en 1884, cinco años después de
la fundación de la ciudad capital de la Gobernación Nacional del Chaco, ocurrida en 1879.
Y esto resulta oportuno recordarlo, Formosa, nace con destino de grandeza, fue capital de la
Región del Chaco Gualamba. Luego las políticas nacionales y una hipótesis de conflicto, nunca
declarada, hicieron que el territorio nacional más allá del río Bermejo se convirtiera en un
“fortín” de soberanía, curiosamente con forma de una gran enseña nacional desplegada en
el “Costado Norte de la Patria”. Esta sola situación, nos otorga el derecho de “reclamar” a
la Nación la “Reparación Histórica” para el pueblo como lo venimos haciendo los
formoseños. Una reivindicación social que sea capaz de aplacar “el largo período de
dependencia y marginación”.
Durante el dilatado curso de vida institucional que comenzó a disiparse en 1955, los
habitantes del territorrio formoseño, tuvieron que sobrellevar, al igual que la mayoría de los
territorios, las políticas de incomunicación y alejamiento, implementadas desde el ámbito
nacional.
En otro orden, su situación de zona fronteriza lo condiciona aún más y de una manera
muy singular, ya que por tal razón, y ante la posibilidad o el temor de una nuevo conflicto
con el Paraguay, similar al de la Guerra de la Triple Alianza(1865-1870), en la mente de
algunos funcionarios y políticos nacionales, aparecía como zona de factible negociación, de
manera que las posibles inversiones nacionales eran deliberadamente desalentadas.
Es lo que algunos llaman hipótesis de conflictos o probabilidad (factibilidad) de
conflictos en zona de frontera, que en cierta medida revelan las razones de una explícita
política de desinversión, retraimiento y separación que conmovió substancialmente al
Territorio de Formosa.
Algunos analistas marcaban la eventualidad de repetición de una contienda bélica similar
a la Guerra de la Triple Alianza, aunque resulta concreto referirse a los “conflictos
existentes entre paraguayos y argentinos en la frontera, que podían culminar en apremios
mayores y que mantenía aislada y marginada a Formosa del contexto nacional”.
Consecuentemente, señalamos que los 71 años de vida institucional territoriana, se
caracterizaron por el retraimiento, la incomunicación y marginación por parte del gobierno
nacional, al tiempo que prosperaban los trances entre paraguayos y argentinos en esa
frontera, sin siquiera contar con el apoyo de una política diplomática para el efecto.
Precisamente, estos conflictos reales y potenciales, fueron superados desde la visión
política de Confraternidad Argentino-paraguaya propiciada por Perón, especialmente entre
1953 y 1954.
Es más, a nuestro criterio, no fueron casuales, las dos visitas de Perón a Asunción del
Paraguay, pasando previamente por Formosa en su condición de Presidente en 1953 y
1954, respectivamente, concurriendo explícitamente a plasmar dos objetivos primordiales:
•Estrechar lazos de confraternidad entre Argentina y Paraguay en el marco de su proyecto
de unión sudamericana;
• Sentar las bases de la provincialización de Formosa, que él mismo formalizara luego en
junio de 1955.
Asimismo, esta atinada estrategia diplomática, logró en poco tiempo consolidar la
identidad del formoseño, como argentino que acepta e incorpora definitivamente al acervo
cultural, la influencia guaranítica.
Dicho de otra manera, la política peronista, no sólo pudo superar los históricos
conflictos menores o potenciales mayores de esta zona, sino que además contribuyó a
afianzar la identidad provinciana, permitiendo la apropiación de la influencia guaranítica.
Perón señalaba durante un multitudinario acto en Buenos Aires, a su regreso de
Asunción del Paraguay, y luego de haber pasado por Formosa, por segunda vez en calidad
de Presidente, en octubre de 1954: “cada argentino debe saber que el pueblo paraguayo y el
pueblo argentino, conservando la plenitud de sus soberanías nacionales, son real y
efectivamente pueblos hermanos y en consecuencia todos los argentinos debemos trabajar
por la grandeza del Paraguay y la felicidad de su pueblo, con la misma fe y el mismo amor
con que trabajamos por nuestra propia grandeza y felicidad”. 1
Por otra parte, Perón al superar estos expuestos y/o reales conflictos registraba las bases
para la concreción de un primitivo deseo de los hombres del territorio: ser conducido y
gobernado por un formoseño, un hombre comprometido y entendido de los
problemas de su comunidad.
Y aún más, en el trazado de la revolución social y nacional implementada por Perón,
muy pronto los formoseños tomaron conciencia de la necesidad de contar con un
gobernante de raigambre formoseña, elegido democráticamente, dando paso a ese ardiente
deseo de Ser Provincia.
El mes de abril de 1955, fue un momento propicio para solicitar formalmente la
provincialización, que no por casualidad fue el último del Norte en alcanzar ese status
jurídico.
La madurez cívica y política si bien prematura, era ferviente en los formoseños que ya
habían votado por primera vez al Presidente y sus representantes nacionales en 1951.
Ley 1532 de Territorios Nacionales.
La ley nacional Nº 1532, de 1884, dividió los territorios nacionales en las siguientes
gobernaciones: La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego,
Misiones, Formosa y Chaco. Su gobierno fue entregado a un gobernador nombrado por el
Poder Ejecutivo de la Nación, con acuerdo del Senado. La justicia de Paz y el gobierno
municipal se organizaban conforme a las condiciones existentes entonces en los referidos
territorios. Se estableció que las gobernaciones que alcanzasen 30 mil habitantes tendrían
una legislatura local, porque recién al alcanzar los 60 mil habitantes una gobernación
tendría derecho a ser declarada provincia argentina; la sección que tuviera más de mil
habitantes tendría derecho a elegir un Concejo Municipal. La legislatura prevista por la ley
nunca fue creada. Esta ley presidió el devenir de las gobernaciones nacionales y las dispuso
para convertirse en provincias; el proceso fue, sin embargo, lento.
Los límites de los Territorios Nacionales fueron fijados por esta Ley Nº 1532,
proyectada por el Poder Ejecutivo el 20 de julio de 1883 y promulgada el 18 de Octubre de
1884, durante la presidencia de Julio A. Roca, elaborada por Federico Pinedo, Subsecretario
Del Interior. Cuando el Presidente Julio A. Roca y su ministro Irigoyen elevan el proyecto
al congreso, decían que había “llegado la oportunidad de dictar la Ley General para la
Administración y el Gobierno de todos los territorios, que establezcan cuales debían ser sus
autoridades, fije sus atribuciones, reglamente su ejercicio y garantice a sus habitantes las
libertades y los derechos declarados en la Constitución Nacional”. Tal como se señaló, se estableció el Poder Judicial y se creo el gobierno local. Se previó
que el territorio con más de 30.000 habitantes, dispondría de una legislatura y se reconoció
el derecho de convertirse en provincia, cuando su población excediese los 60.000
habitantes. -
Plan de Fomento de los Territorios Nacionales
En 1908 se sanciona la Ley 5559 de “Fomento de los Territorios Nacionales”,
concebida con criterio estratégico, ajeno a toda especulación o interés particular, y ordena
encarar –en ambos desiertos- aspectos esenciales para su desarrollo, como son:
FERROCARRILES
• En Río Negro, de Puerto San Antonio al Lago Nahuel Huapí.
• En Santa Cruz, atravesando Chubut y Rio Negro, de Puerto Deseado al Lago Nahuel
Huapí, con ramales al Lago Buenos Aires y Comodora Rivadavia.
• En el Chaco, de Puerto Barranqueras (Resistencia) a Metán (Salta), con ramal a Añatuya
(Santiago del Estero).
• En Formosa, de Villa Formosa a Embarcación (Salta)
VÍAS FLUVIALES (canalización y dragado)
• Ríos Pilcomayo y Bermejo.
• Ríos Santa Cruz, Chubut, Negro y Colorado.
Ministro Ezequiel Ramos Mejía.
Tomando como ejemplo el desarrollo del oeste norteamericano, donde los llamados
“desiertos” se habían transformado en regiones productivas, el ministro Exequiel Ramos
Mexía concibió el Plan de Fomento de los Territorios Nacionales que presentó ante el
Congreso en 1906. “El proyecto -según sus propias palabras- se inspira en dos conceptos
fundamentales. El primero es que la tierra pública debe ser destinada a fomentar, con su
producto, las regiones en que se encuentran ubicadas en ciertos sectores. El segundo, es
que la base esencial del desenvolvimiento de un país es la multiplicación sistemática de las
vías de comunicación indispensables para el comercio, en su triple aspecto de terrestres,
fluviales y marítimas”.
Para el caso, el paso indispensable apuraba la realización de estudios topográficos y
geológicos. Los mismos estuvieron a cargo de una comisión contratada en 1910 por el
ministro Ramos Mexía. Dirigió la comisión el ingeniero Bailey Willis, del departamento de
Investigaciones Geológicas de Estados Unidos, que contaba con 30 años de experiencia.
Emilio Frey, un ingeniero argentino que había trabajado previamente con el Perito Moreno
en la Comisión de Límites, asumió el cargo de Asistente en Jefe de la que se llamó
Comisión de Estudios Hidrológicos del Ministerio de Obras Publicas.
El Ferrocarril
El tendido de líneas férreas estatales era de esencial importancia en el plan de Ramos
Mexía. Ya desde 1906 su proyecto, aprobado por el Congreso, autorizaba “la construcción
de ferrocarriles económicos y pobladores con sus telégrafos correspondientes”,
estableciendo que el trazado de las líneas en el Norte de la Patagonia sería desde Puerto San
Antonio, en Río Negro, hasta el Nahuel Huapi. En 1911 la Comisión colaboró a pedido del
Ministro con el jefe de Construcción del Ferrocarril en dicha zona, el ingeniero Guido
Jacobacci.
Serios problemas obstaculizaban las tareas de construcción debido a las dificultades del
terreno. Los ingenieros Frey, Nelson, Lewis y Pemberton, miembros de la comisión,
elaboraron un mapa topográfico con líneas de contorno de una exactitud tal que permitió
descubrir y evitar las secciones más dificultosas del terreno. El ministro, satisfecho con los
resultados, encargó a Bailey Willis el estudio de una línea férrea que se extendiera desde San
Antonio a través de la Cordillera hasta el Pacífico, pasando por el Nahuel Huapi. De esta
forma uniría las economías chilena y argentina para restablecer un intercambio comercial
histórico que había sido interrumpido en el Siglo XIX. El informe sobre la “Sección
Cordillerana del ferrocarril Transcontinental de San Antonio en Argentina a
Valdivia en Chile” fue presentado al Ministro y publicado en 1912, pero el capital
inglés fue el principal adversario económico del proyecto. En aquel entonces la
Compañía ferroviaria, de propiedad británica, no tenía ningún interés en tender
líneas férreas en las zonas ajenas a la producción de carne y granos, y también se
oponía rotundamente a que ferrocarriles nacionales las construyan para competir
con sus futuros intereses en la Patagonia. Esa misma tesitura primó en la
construcción del Ramal C 25, es decir, lejos de la idea original de Ramos Mexía de
establecer una vía de comunicación para el fomento y desarrollo de la región.
La comisión realizó detallados estudios y elaboró proyectos que fueron considerados de
gran valor por el Ministro Ramos Mexía.
Sin embargo tuvo que enfrentar una fuerte oposición que se manifestó tanto a través de
trabas burocráticas como en una violenta ofensiva política que finalmente logró terminar
con sus actividades, cuando el Ministerio quedó a cargo de Manuel Moyano en 1915.
Los orígenes de la Provincia de Formosa.
La Provincialización de Formosa, involucró un proceso de transformación de un status
político-institucional denominado “Territorio” a otro de distintas características
denominado “Provincia”.
El germen de la provincialización estaba en la misma Ley 1532 del año 1884 conocida
como Ley de los Territorios Nacionales que especificaba, entre otros aspectos, que los
mismos podrían convertirse en Provincia cuando alcanzaran una población de sesenta mil
habitantes.
Durante la década de 1920 la mayoría de los territorios cumplían con este requisito, pero
el procedimiento legal de transformación a provincia se hacía esperar y ocurrieron más de
70 años para que en los Territorios se concrete ese trascendental paso político-institucional,
ocurrido durante la Presidencia de Juan Domingo Perón en la primera parte de la década de
1950.
La política de Perón en relación a los Territorios, en términos generales fue gradualista,
es decir, pretendía que los mismos se organicen progresivamente para llegar a tener las
condiciones de Provincia.
A poco tiempo de asumir la primera presidencia, Perón en declaraciones a la prensa,
redefinió la política para con los territorios nacionales:”como primera etapa para encarar su
provincialización, corresponde promover antes su bienestar económico mediante obras de
sanidad y enseñanza y su mejoramiento político”.2
Pero esta política, fue modificada con las repentinas provincializaciones de Chaco y La
Pampa en 1951, y la de Misiones de 1953.
Según el historiador Ernesto Maeder, fue la impulsiva política de Eva Perón la
responsable de estas repentinas provincializaciones. Como podemos inferir avanzando la
lectura, Evita, en 1951 se ocupaba personalmente de propugnar las autonomías de los
territorios nacionales, especialmente la integración de los pueblos con grado de
participación ciudadana en el sistema democrático.
De cualquier manera, podemos afirmar que, las acciones del gobierno peronista en ésta
situación de los territorios, terminó con las dilaciones y titubeos, quitándole iniciativa a la
oposición beneficiándose el peronismo con un nuevo y nada despreciable caudal electoral.
La superficie de los Territorios Nacionales implicaba el 40% del total del país, donde
habitaban según el censo de 1947, el 10% del total de la población.
Los Territorios creados por la Ley 1532 eran nueve: Formosa, Chaco, Misiones, La
Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
A partir de la década de 1930, algunos cambios importantes en la política nacional
hicieron que se preste mayor atención a los pobladores de territorios, que en ese carácter
encontraban restringidos sus derechos ciudadanos al ámbito municipal, sin poder elegir a
representantes y gobernantes locales o nacionales.
Ante la situación nacional durante la denominada Década Infame, las miradas cívicopolíticas más progresistas situaban su atención en ese nuevo caudal de potenciales
electores.
Se esperaba entonces que estos potenciales electores y dirigentes políticos de los
territorios, aún no contaminados con la corruptela de los políticos tradicionales de
provincias y grandes ciudades, ingresen por fin al espacio político en el concierto nacional,
precisamente para oxigenar y dar transparencia a las prácticas políticas.
Esta interesada mirada desde los espacios nacionales de poder, coincidía con los giros
políticos del estado que se alejaban del liberalismo clásico que había funcionado
relativamente acompañando el modelo agroexportador, dando paso a un mayor
intervencionismo en la economía y la sociedad.
Realmente, era necesario un mayor intervencionismo en favor de los territorios en
materia de inversiones que favoreciera la creación de infraestructura edilicia, transportes,
comunicaciones, educación, salud, y otros tantos rubros, de manera de equilibrar el aporte
que estos territorios hacían, por ejemplo con materias primas o rentas derivadas al tesoro
nacional.
Durante la década del 30 ya había promesas de provincialización.
Los aportes de Orieta Favaro, son de singular importancia en la medida que no solo nos
ayudan a ubicar a nuestro fenómeno de estudio en el marco del proceso histórico
institucional y político de los territorios nacionales, sino fundamentalmente porque plantea
reflexiones , problemas y contradicciones relacionados a la formación de la Nación, que sin
dudas afectaron también a Formosa, en el marco de un proceso de constitución de la
ciudadanía que atraviesa y culmina precisamente en nuestro período de estudio con la
provincialización (l955), con el consecuente y definitivo otorgamiento de los derechos
políticos que los ciudadanos del territorio formoseño venían reclamando.
En sus reflexiones acerca del desenvolvimiento político y material de los territorios
nacionales, la autora alude a razones, intereses locales y/o nacionales, de orden político,
económico y la heterogeneidad social, que retrasaron la provincialización, llevándolos a
permanecer como entidades del Estado Nacional durante casi 70 años. Sin dudas, estas
cuestiones son importantes de considerar en los procesos históricos del territorio
formoseño.
Según Favaro, en los territorios nacionales que ocupaban casi la mitad de la superficie
del país, se habían desarrollado aunque sin consolidar bases sociales y materiales. Alude
también a que durante años la limitación de los derechos políticos de los territorios se
sostenía sobre la idea de “incapacidad” y “minoridad” política.
En tiempos de Yrigoyen como de Alvear, salvo excepciones se argumentó que a los
territorios “había que prepararlos para su trasnformación en provincias”. A partir de los
años 30 desde Agustín P.Justo, se pone en evidencia con mayor intensidad la preocupación
del Estado por los territorios nacionales y los derechos políticos de sus habitantes. Se
promete atender los reclamos, que en Formosa seguro existieron, y aflora la inconsistencia
de los argumentos basados sobre que la soberanía residía en los ciudadanos de las
provincias y de la capital federal, y no en el pueblo de la nación. Hay un intento del
gobierno de constituir un sistema político que le otorgara bases de legitimación, ya no con
los partidos tradicionales sino con “nuevos ciudadanos”. Los habitantes de los espacios
territorianos - en particular después del 30 - se consideran pueblo de la nación; no obstante
la negación de su identidad colectiva superior a los clivajes de clases al no otorgarles
derechos políticos muestra que aún el estado no ha podido concluir en el procesamiento de
los intereses contradictorios que expresa, pues no es un estado nación.
Favaro, también afirma un aspecto que consideramos en Formosa también existió: que
hubo “desarrollo de bases sociales y materiales” que cuestionaron su no inclusión en un
sistema que los excluye.
Con la llegada del peronismo, el Estado intensifica su accionar en los territorios.
Son incorporados al Plan Quinquenal ante la necesidad de que llegara a esos espacios el
bienestar económico, la justicia social y la vida política integra.
En general los regímenes políticos actuarían neutralizando a la vez que dinamizando las
contradicciones que desnudan el problema de la dominación. Es decir, la existencia de una
parte del país, de dependencia directa del poder central con población en aumento, en el
desenvolvimiento de la identidad colectiva , para agregarse a la nación hasta que más por su
presión que por decisión estatal se los incluye como pueblo de la nación. En la parte final la
autora menciona el proceso de constitución de la ciudadanía que estuvo cargado de
contradicciones, aspectos que como señalamos anteriormente, es interesante tener en
cuenta en el desarrollo de nuestro trabajo .
El surgimiento de una conciencia localista.
Al tiempo que surgían cambios a nivel nacional, progresaba en los pobladores de los
territorios, un sentimiento generalizado de discernimiento localista, que con el devenir
hallará su cauce definitivo en la apelación de provincialización.
En lo que hace al Territorio Nacional de Formosa, un clamor de amor al terruño, de
orgullo formoseño, remontaba la motivación, fundamentalmente por el despego, ineficacia
y dilación de los gobernadores designados y comitivas, que salvo excepciones actuaban sin
el natural compromiso que puede tener un hijo de éste suelo, nacido, criado y
comprometido con su pueblo.
Los gobernadores territorianos, eran en su mayoría militares que arribaban a Formosa,
más bien preocupados por el status quo. Permanecían en el territorio poco tiempo, para
cumplir en parte con el currículo o “cursus honorum”. Eran elegidos por el Presidente de
la Nación, con anuencia del Senado, llegaban desde el poder central, casi siempre,
desconociendo el medio y el pueblo a gobernar.
Al mismo tiempo, señalamos el escaso poder de decisión para resolver los problemas
estructurales del Territorio, convirtiéndolos, junto a su comitiva, en meros burócratas de
turno, incapaces de gobernar en forma efectiva.
En este contexto, la actitud del formoseño nativo va adquiriendo distintos ribetes que
expresan desde una aparente ignorancia como en el caso del “ñembo”, hasta la manifiesta
expresión de reclamo.
Por ejemplo, el diario El Norte del 14 de octubre de 1949 en su página 3, destaca: Una
Simpática Demostración a los Diputados Nacionales. El miércoles por la noche el Club
Policial ofreció un vino de honor a los diputados nacionales que nos visitaron, Señores
Rugger y Pirani...(integran la comisión de Territorio en el Congreso de la Nación). Rugger...
aprobó las palabras pronunciadas por el señor Vecellio y dijo que tenían razón los
formoseños de decir que nunca se les habían tenido en cuenta, que a pesar de las pocas
horas que se encontraban habían recogido impresiones, como así también el diputado
Pirani, que Formosa necesitaba ayuda oficial.
Habló el Dr. Antenor Polo “...como formoseño auténtico, podía decir recién ahora el
Poder Central se acuerda de que existe Formosa, pues antes estaba a merced de
gobernadores que venían de lejos y no la conocían, teniéndola siempre abandonada y
desprovista de todo adelanto como lo merece un pueblo que trabaja y lucha a pesar de las
grandes dificultades que a todo momento se le presentan...”.
Memoria del Territorio Nacional de Formosa, Gobernador Proto
Ordoñez al Ministro
del Interior en abril de 1890.
“Las poblaciones de esta comarca están por su situación geográfica distantes de los
grandes centros, carentes todavía de vida propia y necesitan por esto mismo de la
protección y el auxilio de la Nación para salvar las dificultades que en el punto inicial de su desarrollo
encuentran siempre las poblaciones nuevas, esa protección y ese auxilio, debo decirlo en honor a la verdad y
en cumplimiento de un deber moral, ha sido muy débil, muy escaso, durante el año a que corresponde este
informe, hasta el punto de no haber sido materialmente posible a este Gobierno realizar ninguna de las
múltiples obras que tiene proyectadas desde hace varios años, tales como la construcción de un muelle en el
puerto de esta capital, la de varios importantes puentes que son muy necesarios para la fácil comunicación
como para que los establecimientos industriales que quedan lejos de la costa y que deben embarcar sus
productos para remitirlos a Buenos Aires, Rosario u otro punto, puedan traerlos sin mayores dificultades,
con economía de tiempo y por consiguiente de dinero; la construcción de edificios apropiados para
gobernación, Juzgado Letrado, Municipalidad y Juzgado de Paz, Receptoría de Rentas y Resguardo, para
una escuela que responda siquiera a las necesidades del presente, para una biblioteca pública, iglesia,
hospital, ensanche de la Policía y Subprefectura, cárcel, Hotel de Inmigrantes, etcétera. Para todo esto
que es aquí tan necesario se ha solicitado repetidas veces recursos, pero el Excmo.
Gobierno no ha podido hasta ahora acordarlos, y como queda dicho, nada se ha hecho.”
En 1903 el gobernador del Territorio nuevamente informaba las
carencias de la región.
“El mayor inconveniente que hasta ahora ofrece el territorio de Formosa para facilitar
su prosperidad, es la falta de buenos caminos que permitan el tránsito entre sus diversas
poblaciones. Los numerosos arroyos sin puentes presentan un obstáculo muchas veces
insalvable, de manera que la realización de obras que faciliten esas comunicaciones es
verdaderamente necesaria.”
Nota del diario Tribuna del 27 de junio de 1930.
“Son numerosas las versiones circulantes por las que se insiste que dentro de breves
citas, el Dr. Hipólito Yrigoyen designara su sucesor (refiriéndose al gobernador) y hasta se
dan varios nombres de las personas probables para desempeñar el cargo, estando en primer
término los correntinos,(...) lo que si así fuese es decir si llegase en realidad a ser designado
gobernador de nuestro territorio, por los informes que hemos podido obtener
posiblemente acabarían para nosotros las mil y una calamidades que trajeran como
consecuencia de sus pésimas administraciones los posteriores al gobierno del tan
justamente sentido, don Juan José Silva, comprovinciano del doctor Bonastre. y ya que la
ocasión nos brinda la oportunidad de hacer conocer de nuestros lectores las versiones
circulantes sobre el probable candidato para gobernador del territorio formoseño, vamos a
dar nuestra opinión respecto al gobierno que el pueblo anhela como algo indispensable
para su mejor progreso y pacifica tranquilidad.
El pueblo anhela un gobierno recto, justiciero y honesto (....) un gobierno que no sea
pantalla o fantoche que se mueva al menor contacto de las “piolitas” que como cuerdas de
arpa y en forma de hilachas, aparecen en las prendas de vestir de los gobernantes poco o
nada escrupulosos en el manejo de los intereses públicos.
Queremos un gobernante que conozca nuestro territorio recorriéndolo de extremo a
extremo, tomando contacto con los pobladores a quienes podrá cuando el caso llegue,
juzgar sobre la razón que les asiste para presentarles sus quejas o petitorios. que en carne
propia, sienta las necesidades que les rodean, que sepa que los medios de vialidad no
existen ni medianos siquiera que en muchísimos casos la justicia de paz no lo es más que de
nombre, que la policía, salvo rarísimas excepciones, tiene establecidos en sus jurisdicciones
cuarteles de vagabundos de la peor catadura, de los que se sirve para exigir las coimas que
cobrar por permisos de jugada en la que llevan además un crecido porcentaje debido a la
sociedad que con los generalmente llamados “aviadores” oficiales y que en las jugadas de
“taba” y de “naipes” al fin de ellas se quedan con el “santo y la limosna”.
Que vea por sus propios ojos y sienta con sus propios oídos, como se despoja a los
pobladores de sus haciendas en connivencia, los profesionales con las policías mismas y
como se establecen fábricas de delincuentes a base de una descarada persecución de los
hombres honestos(...)
Decimos todo esto porque queremos para Formosa y todo su territorio, gobiernos
como los que dejamos reseñados: gobiernos de verdad, los que si así no resultasen,
estaremos como hemos estado hasta ahora contra ellos, porque nos asiste el derecho y nos
obliga el deber de prensa independiente, cumplidora de su verdadera misión.
Así deberán entenderlo y tenerlo muy presente los que aspiran al gobierno de este
territorio, sean ellos quienes sean”.3
TRIBUNA del 31 de octubre de 1930, luego de la caída de Irigoyen, se
plantean nuevos reclamos
al gobierno nacional:
“La situación de los territorios que han asistido pasivamente a los sucesos del 6 de
septiembre último, pasividad obligatoria, desde que ellos no tienen importancia activa en la
vida política nacional, y desgraciadamente siempre han sido relegados al más absoluto
olvido y desinterés por parte del gobierno federal, así como del parlamento, deberá ser
considerada con especial dedicación por las autoridades que surjan de la reorganización
institucional iniciada por el gobierno provisional.
Creemos esencial la reforma de la ley 1532 de organización de los territorios nacionales,
por cuanto ésta es completamente anticuada e incompatible con los progresos alcanzados
por la mayoría de ellos, progresos debidos exclusivamente al esfuerzo de sus pobladores,
pues con raras y honrosas excepciones, las autoridades han sido una rémora para el
desenvolvimiento de sus actividades resultando un verdadero azote para la población.
En el caso de Formosa no hacemos una afirmación antojadiza, tenemos grabado aun el
recuerdo de los últimos gobiernos, verdaderos flagelos para el territorio quienes al amparo
de la impunidad de que gozaban por parte del régimen depuesto, han llegado al colmo de la
impudicia y desquicio administrativo(...)
Ha sido desde años atrás, una de las principales aspiraciones de los pobladores de los
territorios, tener representación en el parlamento, aunque esta fuera de un carácter
restringido, es decir al solo efecto de hacer conocer al país por medio de un representante,
las necesidades más urgentes e imprescindibles de los mismos ejercitando también su
acción fiscalizadora sobre las autoridades locales, cuya actuación deficiente en la mayoría de
los casos, solo es controlada por empleados del ministerio del interior, no siempre
escrupulosos en el discernimiento y aplicación de los correctivos necesarios.
Mucho esperamos de la acción del gobierno provisional, pero solo una vez vuelto el país
a la normalidad institucional, es que podremos sentir los beneficios de una legislación que
normalice la situación de los territorios, medida de gobierno que no puede, ni debe
postergarse más tiempo”.
Emilio Lugo: “Introducción Histórica
a la Provincia de Formosa”.
Emilio Lugo, en su libro “Introducción Histórica a la Provincia de Formosa”, de la
Editorial Gualamba, nos relata uno de los acontecimientos populares en la concreción del
anhelo. En julio de 1941, antes de la finalización del segundo período gubernativo del Tnte.
Coronel Zambianchi, se gestaba en Formosa una tendencia de opinión a favor de la
designación de un gobernador residente en el territorio y que, además, contara, con el
consenso popular. Esa corriente prosperó y el 27 de julio de 1941 se reunían en la localidad
de Pozo del Tigre, en asamblea, diecisiete (17) delegaciones representativas del territorio,
tales como Don Silvio Argentino Godoy, director del Diario “La Voz Popular”; Ismael
Soloaga, por el Partido Socialista Obrero; Domingo Vidal y Justo Soloaga, por las
poblaciones de Clorinda, Laguna Blanca y Espinillo; Aníbal Tour e Isidoro Raúl Ríos, por
Pirané; Rvdo. Padre Fray Pablo Rossi y Justo Pastor Lizondo, por Misión Laishí; Guillermo
Aranda y Demetrio Álvarez, por Estanislao del Campo; Bernardo Poggi y Francisco
Azzolina, por Las Lomitas; Aristóbulo Agüero, por Laguna Yema; Elías Daurich y Jaime J.
Vidal, por Ingeniero Juárez; Dr. E. Truyol y Segundo Polo, por Pozo del Tigre.
Dicha asamblea, en un ambiente democrático y de aclamación, eligió una terna de
nombres para ponerlas a consideración del Señor Presidente de la Nación cuyos nombres
fueron Dr. Flavio René Arias; Señor Rolando de Hertelendy y Mayor Roberto Bravo. La
aspiración constituía que de entre los nominados surgiera el reemplazante del Tnte.
Coronel Zambianchi.
Innegablemente, la esperanza popular demandaba contar con un gobernante de arraigo
y consenso. “El Poder Ejecutivo Nacional a cargo de Ramón S. Castillo, por enfermedad
del Presidente Ortiz, haciendo caso omiso al pedido de los asambleístas de Pozo del Tigre,
designó el 5 de octubre de 1941, a un político salteño de la misma filiación política de
Castillo, el Señor Federico Ricardo Ovejero, como Gobernador del Territorio Nacional de
Formosa, quien se haría cargo de la Gobernación el 5 de febrero de 1942...” Aunque ese
deseo no tuvo éxito, sí quedó una corriente de opinión fuerte y sostenida.
La llegada del Señor Federico Ricardo Ovejero
y el mote de “paracaidista”.
Cuando el Gobernador designado Federico Ricardo Ovejero, en la fecha indicada –5 de
febrero de 1942- , llegó de Salta con “una numerosa comitiva a que iba a acompañarlo en
su gestión”, la picardía del formoseño nativo le puso el mote de “paracaidista”, en un
doble sentido (según nuestra interpretación e investigación, más allá de lo expresado por
Emilio Lugo). Por un lado se calificaba a estos funcionarios por el uso de sombreros de
alas grandes y anchas, según la costumbre salteña, pero, por otra parte, conceptuaban bajo
cuerda, con rumores de pueblo, a estos gobernantes extra-territorianos como que llegaban
“de arriba” para gobernar a los formoseños.
Formosa ¿No tiene problemas?
Cuando el Presidente Perón llegó a Formosa, el 2 de octubre de 1953, fue recibido por
la comitiva de autoridades formoseñas. En ese entonces gobernaba el territorio el Coronel
Arturo Iglesias Paiz, quien no obstante los numerosos reclamos de los dirigentes peronistas
formoseños, se animó a decirle al Presidente: “Formosa no tiene problemas, mi
general”.
La frase fue muy criticada por la prensa y dirigencia peronista formoseña que
precisamente quería solicitarle al presidente la solución de muchos de los problemas
estructurales que padecía Formosa.
Pese a que la gestión del entrerriano coronel Arturo Iglesias Paíz, en términos generales
podríamos considerarla buena, lo cierto es que su preocupación por conservar su status y
honor militar pudo más y prefirió callar y aparentar, pese al clamor de los formoseños.
A esa altura los formoseños ya no se callaban y muy pronto reclamarán su deseo de ser
Provincia.
Proyectos de Provincialización de los
Gobiernos Nacionales.
El presidente Hipólito Irigoyen intentó extender la ciudadanía política a los habitantes
de los territorios. En 1919, elaboró un proyecto de provincialización de La Pampa, en el
que luego incluiría a Misiones y, en 1922, al Chaco. Advertía que el problema de los
territorios nacionales era de vital importancia para la República, pues, a pesar de la falta de
estímulo de las autoridades y de las irregularidades cometidas, aquellos habían adquirido el
derecho del gobierno propio, no sólo por su cantidad de habitantes, sino también por el
ejercicio de su gobierno comunal y el progreso económico alcanzado.
El diputado radical Pedro Bidegain presentó un proyecto de provincialización para el
Chaco, en 1927; al año siguiente, Eduardo Giuffra y Romeo D. Saccone, lo incluían en sus
respectivos proyectos. Ninguno de ellos llegaría a debatirse, pues aún dentro del
radicalismo no había coincidencias sobre la conveniencia de esta medida. En el Congreso,
se prefería mantener la situación existente, con sólo la participación de 14 provincias.
El presidente Marcelo T. de Alvear, partidario de dar un paso intermedio con respecto a
la situación política de los territorios, elevó al Congreso un proyecto para la elección de
delegados territorianos en la Cámara de Diputados de la Nación, con voz pero sin voto.
Alvear también proyectó, como otro paso, la creación de legislaturas territoriales. Pero
advertiría, luego de presentar su proyecto, las dificultades existentes para su instalación, por
lo que desistió de la medida.
Movimientos Territoriales.
A partir de 19l8, aparecieron en nuestro territorio agrupaciones que pedían la ampliación
de los derechos cívicos de los habitantes. En su organización jugó un papel central el
periodismo. La participación política de los directores de los periódicos fue decisiva, tanto
en el marco municipal como en la gestación de movimientos y asociaciones territoriales.
No hubo en la década de 1920 movimientos locales que apoyaran los proyectos de
provincialización. Al contrario, en el Chaco se manifestaron contrarios a ella, por diversos
motivos:
1) Económicos: se señalaba que: a) se acabarían las ventajas que se daban para el
desarrollo de la producción en los territorios; b) ante la inexistencia de rentas para
sostener la nueva provincia, se crearían nuevos impuestos
2) Políticos: se aducía a)la escasa preparación cívica de los habitantes; b) el posible caos
que sobrevendría con la lucha por el poder político y la incorporación de los vicios propios
de la política criolla.
Sólo hubo tibias manifestaciones favorables a la provincialización por parte de
adherentes locales al radicalismo, a fines de la década de 1920.
EVA PERÓN y los Territorios Nacionales.
El 21 de junio de 1951, la Señora María Eva Duarte de Perón, se dirigía a la Honorable
Cámara de Diputados de la Nación, propugnando el reconocimiento de los derechos
ciudadanos a los habitantes de los Territorios Nacionales, mientras durara el proceso de
provincialización. En aquella oportunidad, Evita, expresaba textualmente: “Estos
representantes verán de cerca las necesidades de su pueblo. Hablarán por la propia boca del
territorio. Serán la voz de la tierra, directa y clara. Dirán lo que saben con pleno
conocimiento de causa y pedirán lo que en justicia necesiten”. En esa misma presentación,
abogaba por la igualdad de oportunidades. “Con todo el entusiasmo de mi condición de mujer
argentina, de mujer que no olvida la obra de miles y miles de humildes mujeres territorianas que han
labrado y labran la grandeza de los lejanos territorios, junto a sus compañeros, quiero, señor presidente
pedir por vuestro intermedio a la Honorable Cámara que se acuerde por ley a los territorios nacionales la
representación parlamentaria en el Congreso de la Nación”.
“Al Señor presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación:
Invoco mi calidad, honrosa como pocas para una mujer humilde, de presidenta del Movimiento Peronista
Femenino, movimiento que con fervor cívico nuevo suma sus fuerzas entusiastas a la realización de la
magnífica realidad nacional que es la Argentina justicialista del general Perón, para solicitar al señor
presidente y, por su intermedio, a la Honorable Cámara, que entre tanto se proceda a la
provincialización de los territorios nacionales que aun no han alcanzado el grado de
provincias, se les acuerde sin más trámite representación parlamentaria en el
Congreso de la Nación.
Es necesario, señor presidente, preparar cuanto antes a los territorios nacionales para que estén en
condiciones de regir sus propios destinos. Algunos lo están ya, y merecen su inmediata provincialización; a
otros les falta solamente un paso. Es para estos últimos para quienes, ejercitando el derecho de peticionar a
las autoridades que me acuerda el artículo 26 de la Constitución Nacional, como mujer y como Peronista,
vengo a pedir que se les acuerde el derecho de tener representantes en el Congreso.
Estos representantes verán de cerca las necesidades de su pueblo. Hablarán por la propia boca del
territorio. Serán la voz de la tierra, directa y clara. Dirán lo que saben, con pleno conocimiento de causa y
pedirán lo que en justicia necesiten. Los territorios enviarán al Congreso hombres humildes - tal vez mejor
cuanto más humildes -, pero adentrados en la realidad de sus necesidades y de sus problemas aquerenciados
en la tierra que aman, anhelosos del progreso de su terruño, que se suma a la grandeza de la Argentina
justicialista del General Perón. Para los territorios nacionales no ha habido en lo institucional sino
promesas y proyectos que durante mucho tiempo no se han cumplido, en nombre de preconceptos
inconcebibles que postergaron la declaración de una mayoría de edad indiscutible. Pero, en nombre de la
Argentina justa, libre y soberana, en nombre de una Argentina en que ninguna postergación es posible,
quiero que se sacuda el polvo de las viejas carpetas y que se hagan realidad las aspiraciones parlamentarias
de nuestros territorios nacionales, completando la obra de asistencia y progreso que ya ha llevado a ellos el
gobierno del General Perón.
Esos representantes podrán estar en un pie de igualdad con los diputados de la nación en cuanto a sus
inmunidades parlamentarias, condiciones para ser elegidos, y demás aspectos de su función. Y aun cuando
dentro de nuestro sistema institucional no sea todavía posible otorgarles voto, su voz será escuchada como
auténtica y clara expresión de los anhelos de los territorios nacionales.
Con todo el entusiasmo de mi condición de mujer argentina, de mujer que no olvida la
obra de miles y miles de humildes mujeres territorianas que han labrado y labran la
grandeza de los lejanos territorios, junto a sus compañeros, quiero, señor presidente pedir
por vuestro intermedio a la Honorable Cámara que se acuerde por ley a los territorios
nacionales la representación parlamentaria en el Congreso de la Nación Dios guarde al
Señor Presidente. EVA PERON”
Casi en los mismos términos, el 27 de junio de 1951, la misma Evita, se dirige a la
Honorable Cámara de Senadores de la Nación, haciendo notar su preocupación por los
pobladores territorianos.
“Al Señor Presidente Honorable Senado de la Nación:
En mi carácter de mujer argentina que se ha visto honrada con la presidencia del Movimiento Peronista
Femenino, fuerza cívica pujante y nueva que cumple, en su creciente impulso, los gloriosos postulados de la
Argentina Justicialista del General Perón, y ejerciendo el derecho de peticionar que me acuerda el Art.26 de
la Constitución Nacional, me dirijo al señor Presidente, y por su intermedio a la Honorable Cámara de
Senadores, para solicitar que, haciendo oídos a un viejo clamor de los territorios
nacionales de La Pampa y el Chaco, se dicte la ley que los convierta en nuevas
provincias argentinas, con todos lo derechos que la ley acuerda a las provincias y en
perfecta igualdad con sus hermanas.
No es posible, señor presidente, demorar el justo clamor de aquellos territorios. Han llegado a la
mayoría de edad y es necesario, de una vez por todas hacerles justicia. Hay que reparar un olvido de años y
años. Hace tiempo que han cumplido sobradamente con las condiciones que para su provincialización exige
la ley 1532.
Su población sobrepasa en
mucho la exigida. Han templado su civismo en la escuela de sus municipios. Sus recursos son notables.
Mientras La Pampa se ha recuperado heroicamente de tiempos difíciles, gracias al noble esfuerzo de sus
hijos –esfuerzo en que la humilde mujer de nuestros territorios ha colaborado como un soldado más de la
Argentina Justicialista -, el territorio de Chaco vuelca en el país sus riquezas magníficas, desde el algodón a
sus maderas, y constituye un verdadero y laborioso hormiguero humano donde se exalta día a día la
dignidad del trabajo, que es la más alta dignidad de los hombres y mujeres del pueblo.
Todo lo tienen La Pampa y el Chaco: ante todo, recursos propios, como para constituir una unidad
económica autónoma; y además población como para trabajar sus tierras y explotar sus riquezas, y cultura
cívica, despertada y activada al compás del magnífico renacimiento de la conciencia ciudadana que se exalta
en la Argentina del general Perón, como para incorporarlos por siempre a la vida de la Argentina
peronista, hermanas y compañeras de las demás provincias que integran su unidad política.
La provincialización de los territorios nacionales de La Pampa y el Chaco servirá de aliciente a los
demás territorios para que, una vez cumplido su proceso institucional, alcancen como éstos los beneficios de
su provincialización tan pronto como sea posible.
Las mujeres argentinas, señor presidente, unidas en el Movimiento Peronista Femenino que me honro en
presidir, quieren y piden que se repare un olvido ya intolerable. La Pampa y el Chaco deben ser provincias.
En la Argentina del General Perón, en la Argentina justicialista, esa injusticia no debe persistir.
Con toda la fuerza de quien aboga por una causa justa, señor presidente, con todo el peso de mi
condición de presidente del Movimiento Peronista Femenino, que se suma al clamor del pueblo de los
territorios nacionales de La Pampa y el Chaco dejo fundado mi pedido de provincialización al señor
presidente y, por su intermedio, al Honorable Congreso de la Nación. Dios guarde al señor presidente. Eva
Perón”
Las leyes 14.032 y 14.315.
Indudablemente, la conciencia social, el compromiso con la igualdad de oportunidades y
el coraje de la inmortal Evita, movilizó las estructuras políticas en favor de los pueblos
territorianos. En 1951, se aprobaba la Ley 14.032 que confería a éstos la facultad de elegir
representantes para el Congreso Nacional. Años más tarde, en 1954 el 12 de agosto se
sancionaba la Ley 14.315, promulgada el 25 de septiembre del mismo año, por medio del
cual se atribuía a los territorios la ampliación de sus autonomías previo a adjudicarles el
status de provincia. Esta ley tuvo escasa vigencia ante la aprobación, el 15 de junio de 1955,
de la Ley 14.408, promulgada el 28 del mismo mes y año, determinando la provincialización
de los territorios de Formosa, Río Negro, Neuquen, Chubut y Santa Cruz con excepción de
Tierra del Fuego.
CAPÍTULO 3
La Provincialización de Formosa
Los Pasos de la Historia. La participación del pueblo.
El trabajo histórico propuesto por Gabriel Barrionuevo, en el libro “Orígenes y
Desarrollo del Peronismo Formoseño – 1943/1955” sobre los antecedentes de la
provincialización, nos lleva a comprender el carácter popular de la movilización ciudadana
y sus pormenores en el reconocimiento de la autonomía del territorio.
Recorramos los pasos de la historia. La ley 1532, al decir de Emilio Lugo “la carta
constitucional de los territorios”, determinaba la creación de nueve territorios: Misiones,
Chaco, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Neuquen y Formosa.
Estos territorios creados ocupaban el 40% de la superficie de la Nación y, de acuerdo al
censo de 1947, el 10% de su población total. Los territorios componían entes
administrativas con límites puntuales y gobiernos formales. Conformaban divisiones
administrativas transitorias con dependencia directa del Gobierno Nacional. El Poder
Ejecutivo Nacional, con participación del Senado, elegía al gobernador territoriano.
La misma ley 1532, establecía que lo territorios lograrían integrar una legislatura cuando
congregaren una población de treinta mil habitantes y concejos municipales en localidades
con más de mil habitantes. En ese sentido, Formosa, como otras jurisdicciones
territorianas, ya en la década de 1920 aglutinaba la cantidad necesaria de población
demandada, habilitándose el derecho de ser declarada provincia. En 1951, la cifra de
población era superada holgadamente en todos los territorios, incluyendo a Formosa. Es
decir, el requisito básico de sesenta mil habitantes.. Otra cuestión cardinal en el proceso
de provincialización, la observación de carencia de raigambre y, especialmente, de
compromiso de los funcionarios nacionales designados en el tratamiento de la
problemática lugareña, reforzando el ansia localista, aportando un aliento extra a la
corriente de concientización, argumentada en el libro “Para Comprender a Formosa”, del
Profesor Prieto, cuando expresa, en la página 77 “..una progresiva conciencia localista
había venido gestándose a medida que el territorio iba creciendo. Los sectores más
lúcidos, comenzaban a tener ideas claras sobre ciertos problemas fundamentales de
Formosa y sobre la necesidad de que el destino formoseño fuera manejado por los
hijos de la región”
La maduración ciudadana se expresó claramente en 1935, cuando los ciudadanos
formoseños, petitorio mediante, reclamaron al poder central la designación de un
gobernador lugareño, al finalizar el mandato de Félix Toledo. La misma reacción general se
hace visible en 1941, al concluir su mandato el Coronel Zambianchi. Estos antecedentes,
nos lleva a inferir la veracidad de la participación del pueblo en el proceso de
provincializacióin, toda vez que pudiera hallar el canal adecuado de exposición, como los
casos publicados.
El “manifiesto” ciudadano de 1955 testimonia contundente la madurez del pueblo y el
anhelo popular cuando reza “..Así como hemos aprendido que todos somos artífices
de nuestro propio destino, quebremos de una vez la inercia que nos tenía sumidos
en el ostracismo y escribamos con letras de oro a las futuras generaciones que en
ésta hora presente, por decisión propia, pletóricos de fe y entusiasmo, bajo la
advocación de Dios e inspirados en el ejemplo magnánimo de aquella mártir que
inmoló su vida en aras de sus ideales, de su Líder, de su pueblo, que marcó un
nuevo rumbo en la ciudadanía, dando valor cívico a las mujeres y libertad a los
oprimidos y animado de un sentimiento profundo de patriotismo y amor a la tierra
que nos vio nacer y que nos cobija generosamente, hemos decidido para su bien,
peticionar la provincialización de nuestro territorio..”
El pueblo formoseño y la Provincialización.
El pueblo territoriano de Formosa consecutivamente tuvo conciencia que para
integrarse definitivamente a la Nación, uno de los pasos fundamentales era convertirse en
“provincia”. Asumir la autonomía para comenzar a transitar los caminos institucionales con
autoridades de extracción local, que comprendieran, por vivir aquí, la problemática del
territorio.
Emilio Lugo, en su libro “Introducción Histórica a la Provincia de Formosa”, de la
Editorial Gualamba, nos relata uno de los acontecimientos populares en la concreción del
anhelo. En julio de 1941, antes de la finalización del segundo período gubernativo del Tnte.
Coronel Zambianchi, se gestaba en Formosa una tendencia de opinión a favor de la
designación de un gobernador residente en el territorio y que, además, contara, con el
consenso popular. Esa corriente prosperó y el 27 de julio de 1941 se reunían en la localidad
de Pozo del Tigre, en asamblea, diecisiete (17) delegaciones representativas del territorio,
tales como Don Silvio Argentino Godoy, director del Diario “La Voz Popular”; Ismael
Soloaga, por el Partido Socialista Obrero; Domingo Vidal y Justo Soloaga, por las
poblaciones de Clorinda, Laguna Blanca y Espinillo; Aníbal Tour e Isidoro Raúl Ríos, por
Pirané; Rvdo. Padre Fray Pablo Rossi y Justo Pastor Lizondo, por Misión Laishí; Guillermo
Aranda y Demetrio Álvarez, por Estanislao del Campo; Bernardo Poggi y Francisco
Azzolina, por Las Lomitas; Aristóbulo Agüero, por Laguna Yema; Elías Daurich y Jaime J.
Vidal, por Ingeniero Juárez; Dr. E. Truyol y Segundo Polo, por Pozo del Tigre.
Dicha asamblea, en un ambiente democrático y de aclamación, eligió una terna de
nombres para ponerlas a consideración del Señor Presidente de la Nación cuyos nombres
fueron Dr. Flavio René Arias; Señor Rolando de Hertelendy y Mayor Roberto Bravo. La
aspiración constituía que de entre los nominados surgiera el reemplazante del Tnte.
Coronel Zambianchi.
Innegablemente, la esperanza popular demandaba contar con un gobernante de arraigo y
consenso. Aunque ese deseo no tuvo éxito, sí quedó una corriente de opinión fuerte y
sostenida.
Año 1955. Movilización del Pueblo.
Según testimonios recogidos de protagonistas directos de los hechos, está probado que
un grupo de vecinos, a partir de enero de 1955, promovió una intensa campaña de
concientización a favor de un tránsito rápido hacia la provincialización. Para ello se
aprovechó la presencia del Teniente Coronel Martín Martínez, -nacido en Formosa-,
residiendo en Buenos Aires, ocupando un cargo de relevancia en el gobierno nacional, la
Secretaría de Asuntos Políticos, e interesarlo sobre el propósito popular. El funcionario
escuchó las aspiraciones de los vecinos, comprometiendo apoyar las gestiones.
Libro “Cualquier Cosa” de Fernando Casals.
“Por cuerda floja conocimos el pensamiento del que gobernaba el país. Se presentaba el
momento de conseguir esa altísima prerrogativa de poder manejarse libremente en su
solar, nacía la esperanza de poder elegir a nuestras gentes e inmediatamente nos pusimos en
movimiento. El pueblo todo, enterado de la buena nueva, salió a las calles para expresar su
regocijo. ¡Formosa Provincia! ¡Formosa manejada por Formoseños! Era tal la algarabía en
la ciudad, que perdimos muchas horas de labor para exteriorizar alegrías. Hombres,
mujeres, jovencitos, jovencitas, niños y niñas en compactos grupos entonaban marchas
patrióticas y recitaban estribillos ideados en el momento. Era un pueblo viril que se
anticipaba al corte de las ataduras que les mortificaban desde muchos años(...).Políticos,
apolíticos, ateos y religiosos con la más pura equiponderancia, sabiendo que el conductor
predicaba hasta en demasía el cambio de las viejas estructuras, vieron la oportunidad de
abandonar su calidad de entenados y en una amplia reunión en el cine Italia, se resolvió
solicitar la provincialización de nuestro territorio y por aclamación se nombró la siguiente
comisión..”
Comisión Pro-Provincialización del
Territorio de Formosa.
Conforme testimonios orales de protagonistas directos, en la Sala del Cine Teatro Italia,
entre los meses de enero y febrero de 1955, se produjeron reuniones para concluir en una
asamblea de vecinos determinando, por aclamación, la elección de la “Comisión ProProvincialización del Territorio de Formosa”, el que se constituyó de la siguiente manera:
Presidente:
Vice Pte. 1º:
Vice Pte. 2º:
Secretario:
Secretario 2º:
Tesorero:
Pro-Tesorero:
Vocales:
Sr. Vicente Arcadio Salemi.
Sr. José María Sandoval.
Sra. Laura Martínez de Von Zander.
Sr. Felipe Germán Jordán
Sr. Arístides Román.
Sr. Luis Rosado.
Sr. Fernando F. Casals.
Sr. Raúl Carlos Facciotti
Dr. Tomás Lafuente
Dr. Arístides Paulina.
Sr. José María Romea.
Sr. Pedro P. Vallejos.
Sr. Vicente Cantero.
Sr. Gregorio T. Benitez.
Sr. E. Santos Cólman.
Sr. Carlos I. Briamonte.
Sr. Gerónimo Herrera.
Sra. Etelvina R. De Maglioni.
Srta. María Esther Almada Acuña.
Sra.Ofelia Liborsi de Vargas.
Srta.Elsa P.Quiroga.
Sr. Oscar Eduardo Sian.
Sr. Manuel Mercado.
Sr. Alejandro Castel.
Sr. Raúl H. Umbert.
Sr. Lorenzo P. Bordón.
Sr. Norberto Jofré.
Sr. Reinaldo Duarte.
Sra. Zulema Agrelo de Córdoba.
Sr. José María Roglan.
En ese mismo acto se designaron subcomisiones con mandato para interesar a los
pobladores del interior y lograr comprensión sobre los beneficios de la empresa. La
campaña tuvo un multitudinario apoyo popular en todo el territorio. No se recuerda en
Formosa un consenso igual.
Subcomisión Pro Provincialización de
Formosa de Clorinda.
Presidente:
Don Rolando de Hertelendy.
Vicepresidente 1°:
Vicepresidente 2°:
Don Iván Costa
Don Pedro Montoya.
Secretarios:
Don Robel Costa
Escribano José Ceferino
Pérez
Tesorero:
Pro tesorero:
Don Félix A. Jiménez
Don Enrique E. Von Eckartsberg
Vocales:
Doctor Tirso Peña
Laskosky
Gómez.
Señora Ana Soto
Señorita
Edelgunde
Don Osvaldo Soloaga.
Don Luis Grimani.
Don Cesáreo Allona.
Don
Críspulo
H.
Don Filemón González.
Don Luis Bernard.
Don Eusebio Bravo.
Señorita Esmelda Silva.
Señorita Eloisa Morales.
Don José Camilo Tassel.
Don Isaac Grunin.
Don Abrahan Pintus.
Don Alejandro Sandoval.
Don Lidoro Aragón.
Don Isaac Cuño.
Señorita
Delia
de
Danieri.
Alarcón.
Doña Zoiza Peña.
Señorita
Esmeralda
Don Andrés Ortiz.
Don Juan Rolón.
Don Marcelo Ayala
(Publicado en el Diario de Formosa (Capital) “HOY”, -Informativo de la Mañana–N°601, Año V,
dirigido por el Doctor Adolfo Casco Miranda, página central del 12 de marzo de 1955).
El “Manifiesto al pueblo de Formosa”.
Don Fernando Casals –Tesorero de la Comisión Pro-Provincialización-, en su libro
“Cualquier Cosa”, transcribe, textualmente, un manifiesto dado al pueblo formoseño con
motivo de la provincialización, cuyo texto reza: “Los vientos del Justicialismo son
propicios a la eclosión de nuestros deseos de ciudadanía desde largo tiempo
anhelados. Nuestros recursos, nuestras riquezas, nuestra instrucción, nuestra
capacidad cívica, nuestros sentimientos patrióticos justifican ya nuestra autonomía
como provincia en el régimen federal. Así como hemos aprendido que todos somos
artífices de nuestro propio destino, quebremos de una vez la inercia que nos tenía
sumidos en el ostracismo y escribamos con letras de oro a las futuras generaciones
que en ésta hora presente, por decisión propia, pletóricos de fe y entusiasmo, bajo
la advocación de Dios e inspirados en el ejemplo magnánimo de aquella mártir que
inmoló su vida en aras de sus ideales, de su Líder, de su pueblo, que marcó un
nuevo rumbo en la ciudadanía, dando valor cívico a las mujeres y libertad a los
oprimidos y animado de un sentimiento profundo de patriotismo y amor a la tierra
que nos vio nacer y que nos cobijó generosamente, hemos decidido para su bien,
peticionar la provincialización de nuestro territorio. Y si los vientos del justicialismo
son propicios a nuestras aspiraciones, si ya contamos con espíritu cívico, si ya
tomamos conciencia, amor y resolución para dignificarnos con la investidura de
provincia , y si el Presidente de los argentinos, en repetidas ocasiones, ha dicho y
cumplido “que hará lo que el pueblo quiere” , hagamos ostensible nuestro querer
en un movimiento que exhiba al pueblo de Formosa unificado en un anhelo común
de su provincialización. Levantemos entonces nuestras voces para que como
clarinada estridente se expanda por nuestras dilatadas praderas, resuene en
nuestros seculares quebrachales y su eco se prolongue en el cauce de nuestros ríos,
como un mensaje imperioso que sacuda las fibras dormidas de todos los
territorianos y traduzca nuestro sentir, nuestras ansias y les haga comprender que la
hora decisiva ha llegado y que la quietud que nos anima, ha roto ya de una vez por
todas el dique que la contenían y arrollando prejuicios infundados, en forma
desbordante e incontenible ha traspasado nuestras fronteras, para llegar así ante
nuestro General, con todo el bagaje de nuestros méritos, para decirle que todos los
habitantes de ésta tierra, anhelan como un acto más de justicia, en ésta hora de
reivindicaciones su completa autonomía y que la solución justa sería nuestra
provincialización. Formoseños, unámonos en común anhelo, en ésta decisión
improrrogable y pidamos para Formosa el lugar predominante en el concierto de
ésta nueva Argentina. La provincialización de Formosa, nos daría derecho a
constituir nuestras autoridades con los propios hombres de ésta tierra, que nadie
como ellos pueden sentir intensamente sus necesidades, sus problemas y
aspiraciones. Nadie con más sinceridad servirá a los intereses de nuestro pueblo
que los mismos formoseños y los que de largo arraigo participan de sus ansias e
ideales de superación. Pueblo y ciudadanos de Formosa, enrolémonos en éste
movimiento que es un sentimiento popular concorde con los principios federativos
de nuestra Constitución, para que manejando nuestros propios intereses, forjemos
nuestra propia felicidad en armonía con la de los demás. La Comisión ya da por
descontada vuestra adhesión en la expresión de la unanimidad, porque conocemos
que la provincialización es el ansia común que sólo esperaba la oportunidad para
mostrarse organizada y eficiente”.
El presente documento es testimonio invalorable del carácter popular del movimiento
formoseño que en 1955 movilizó a los territorianos en una exclamación común
propugnando la provincialización. De la misma manera que prueba palmariamente el
compromiso y la acción del gobierno justicialista en la gesta.
Reunión de fondos para llevar adelante la empresa:
La Subcomisión de Finanzas de la flamante Comisión Pro-Provincialización tuvo la
responsabilidad de reunir los fondos necesarios para solventar los gastos del proyecto
popular. De un informe escrito de la época, se infiere la excelente tarea, prolijidad y
cristalino manejo de los fondos que le cupo a la Subcomisión de Finanzas, sobre los
aportes que el pueblo decidido y abiertamente le confiara. De ese informe aludido, surgen
los nombres de los contribuyentes que, a partir del 21 de febrero de 1955, apoyaron
económicamente a la causa. Se pueden anotar más de cien contribuyentes entre
comerciantes, profesionales, empresarios y pueblo en general. Todo aquel en condiciones
de hacerlo demostró su solidaridad y anhelo de autonomía.
El 18 de marzo de 1955, la Comisión contaba con un total de $20.720 (VEINTE MIL
SETECIENTOS VEINTE PESOS). A ese informe de ingresos se agregaba la rendición
de cuentas, con los comprobantes pertinentes. Lo detallado en egresos ilustraba sobre las
actividades que realizaba la Comisión Pro-Provincialización de Formosa, más los costos de
comisiones al interior territorial: Las Lomitas, Pozo del Tigre, Estanislao del Campo,
Ibarreña, Comandante Fontana, Palo Santo, Pirané, Gran Guardia, Herradura, Monte
Lindo (Comisión de Damas), Colonia Pastoril, Mojón de Fierro, Clorinda, Laguna Blanca,
El Colorado, Puerto Irigoyen. Otros pagos realizados fueron en volantes, impresión de
manifiesto, papelería, útiles de oficina, estandartes, servicios telegráficos.
Los formoseños viajan para entrevistarse
con el Presidente de la Nación
General JUAN DOMINGO PERÓN
Adherentes a la provincialización que viajaron a Buenos Aires por su
cuenta:
José María Sandoval, Felipe Germán Jordán, Luis Rosado, Fernando Casals, Raul
Faciotti, Tomás Lafuente, Zulema Agrelo de Córdoba, Manuel Mercado, Manuel Quiroga,
Elsa Quiroga, Alejandro Castel, Rodolfo Antinori, Santos E. Cólman, Etelvina Barreto,
Lorenzo Bordón, Ezequiel Magno Gomez, Francisco Jacomy, Santiago Beterete, Eduardo
Alemán, José Lorenzo Rojas, Rosa Saldarini, Emma M. de Alemán, Ramón Ulises
Córdoba, Martín Gamarra, Miguel Angel Gomez, Yolanda B. de Gomez, Concepción S. de
González, Luis O. Moro, Roger Bravo, María I. de Delgado, Faustino Valenzuela, Patricia
V. de Fernandez, Benito Añole, Emilia S. de Toledo, Eliéser Toledo, Luis A. Falcón,
Regino Pelozo, Hilario Rodríguez, Telésforo Martínez, Diosmar R. Campos, Reinaldo Noe,
Juan Domínguez, María Esther Almada Acuña, María L Almada de Rodríguez, Delia E:B.
de Kraus, José Dimitrof, Norberto D. Jofré, Rolando de Hertelendy, Santiago Zunino,
Félix Navarro.
Adherentes a la provincialización que viajaron via Resistencia (Chaco)
en ferrocarril con pasajes otorgados por el Gobierno chaqueño desde la
gestión de Don Constantino Kozameh.
Vicente Arcadio Salemi, Reinaldo Duarte, José María Reglan, Raúl H. Humbert, Ofelia
Liborsi de Vargas, Vicente Canteros, Carlos Briamonte, Oscar Andrés Sian, Leonidas
Martínez Anadón, Salvador Cayetano Formosa, Pascual Acuña, Esperanza de Formosa,
Severino Mariño, Sofía Quiroga, Felicita A. de Alarcón, María Escudero, Nélida Bejarano,
Juan Panetti, Juana Quiroga, Antonia Bordón, Rosa A. Riego, Juan J. Pucheta, Franz
Kraus, Ricardo Hernandez, Rodolfo M. Avila, Heriberto Mereles, Anibal Flores(Clorinda),
Miguel Angel Román, Roberto Olivera (Clorinda), Carlos A. Vertíz, Rodolfo O. González,
Esteban A. Dauggero, Horacio Carlos Gorleri, Fidelina Cáceres Liborsi, Santina I. de
Lezcano, Federico Rodas, Alberto Yaique, Américo Isaías, Emilio Leliur, Edmundo B.
Duarte y Julio Moncalvo.
Crónica de la audiencia del 5 de abril de 1955
El Diario Vespertino “LA EPOCA” – Órgano de la Revolución Nacional – de la
ciudad de Buenos Aires, del 5 de abril de 1955, titulaba en tapa lo siguiente “IRA
AL CONGRESO EL PEDIDO DE PROVINCIALIZACIÓN DE FORMOSA Y
RIO NEGRO. Lo anunció el General Perón”.
Síntesis periodística de la audiencia
Al respecto, en recuadro, refería los pormenores de la audiencia de los representantes
territorianos de Formosa y Río Negro en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno con el
General Perón La nota expresaba textualmente: “Esta mañana, instantes después de las
8,30 el Presidente de la Nación, General Perón fue saludado en el Salón Blanco de la casa
de gobierno por dos numerosas delegaciones de los territorios de Río Negro y Formosa,
que concurrieron en representación de los pobladores de esas zonas con el propósito de
solicitar al Jefe de Estado su apoyo para la provincialización de los respectivos territorios.
Se encontraban presentes, junto al primer magistrado, el vicepresidente de la República,
Contralmirante Teisaire, el Ministro de Interior y Justicia, señor Borlenghi, la Presidenta del
Consejo Superior del Partido Peronista Femenino Señora Delia de Parodi; el Secretario
General de la C.G.T., Señor Vuletich; el Jefe de la Casa Militar, Coronel D’onofrio; el
Ayudante del General Perón, Mayor Renner, y el Edecán de servicio, Capitán de Fragata
Guillamón. El General Perón, después de saludar personalmente a cada uno de los
visitantes, tomó ubicación en el estrado, junto con las demás autoridades y los presidentes
de las comisiones de provincialización de los territorios de Formosa y Río Negro, señores
Vicente A. Salemi y Esteban Felipe Pazos, respectivamente”.
Los discursos.
“Inmediatamente usó de la palabra el Contralmirante Teisaire, quien presentó a los
delegados y, seguidamente, el Señor Salemi, en nombre de los pobladores de Formosa, se
refirió a los propósitos de la visita al General Perón, haciendo lo propio a continuación el
señor Pazos, en representación de Río Negro. Los dos delegados se refirieron al anhelo de
las poblaciones de los territorios, cuya provincialización solicitaban. Al término de sus
palabras hicieron entrega al General Perón de libros conteniendo firmas de los pobladores
de aquellos territorios..”.
Habla el General Perón.
“En su discurso, expresó el primer mandatario: Señoras y señores: Deseo que mis primeras
palabras sean para agradecerles la amabilidad que han tenido de llegar hasta esta casa para darme la
inmensa satisfacción de poder estrecharles la mano. He escuchado a los amigos de Formosa y Río Negro.
Yo he vivido muchos años en los territorios, de manera que conozco también
mucho los problemas y el sentir de esa gente. Por otra parte, nuestra doctrina
asegura por todos los medios y de todas las maneras que los gobiernos sean
gobiernos del pueblo y que, como acaba de decir el representante de Río Negro, expresen realmente
esa condición popular, haciendo únicamente lo que el pueblo quiere. Por esa razón, siendo los
nuestros gobiernos populares, queremos que los gobiernos de los territorios
también estén en las propias manos de sus habitantes, y por eso siempre hemos
propugnado por todos los medios, la provincialización de los territorios. Estas dos
insinuaciones que llegan al gobierno central yo las he de pasar a las Cámaras, para que ellas las consideren
y las pongan en ejecución. Nuestros legisladores piensan de la misma manera que acabo de enunciarles; por
lo tanto el proyecto de provincialización de Río Negro y de Formosa ha de estudiarse inmediatamente que se
reúna el Parlamento y quizás ,se considere en la primera quincena de su tarea legislativa. Pueden tener
ustedes la seguridad más absoluta de que el proyecto de ley que ha de formularse
con éste pedido ha de prosperar, de modo que tanto Formosa como Río Negro ya
pueden considerarse provincias argentinas. Nosotros deseamos que todos los territorios vayan
convirtiéndose paulatinamente en provincias. Nuestros planes han sido de intenso desarrollo y han de seguir
siéndolo. Con ello se ha de incrementar la población que, como ustedes saben, ha aumentado en éstos últimos
años con un ritmo bastante acelerado. El mejoramiento de la vida en general de la República, ha traído un
extraordinario aumento vegetativo de la población. Por otra parte el movimiento migratorio ha sido grande.
Ha llegado y sigue llegando gente para completar los núcleos familiares. Esto es un factor más que obliga a
la diversificación en la tarea gubernamental y administrativa, pues se va imponiendo la necesidad de
descentralizar el gobierno y, en consecuencia, la de provincializar los territorios. Yo soy de los que
piensan y creen que todos los actuales territorios deben ser convertidos en
provincias en poco tiempo para que cada uno tome su propio destino en sus
propias manos. Nadie va a trabajar mejor para la patria chica que el que en ella
vive. En ese sentido, nosotros somos, además de argentinos, amantes de la unidad nacional, respetuosos y
amantes de nuestros terruños, como generalmente sucede en todos los países. La verdadera unidad
nacional no se perjudica con los sentimientos regionales sino que, por el contrario,
se intensifica con ese amor a la tierra que es uno de los factores fundamentales de
una comunidad decidida a defender su territorio. No solamente vemos con simpatía esta
causa justa y natural que ustedes traen a la Capital, sino que hemos de adherirnos a ella. Yo deseo que
regresen a sus tierras llenos de felicidad, de tranquilidad y de alegría, y que lleven a
cada una de las gobernaciones, junto con un gran abrazo, la seguridad de que
nosotros hemos de cumplir con el anhelo expresado por ustedes, no sólo porque esa
es nuestra obligación, sino también porque tenemos un profundo sentimiento que
nos inclina hacia la provincialización de los territorios, por el que hemos de trabajar
unidos con ustedes para alcanzar ese ideal en el menor plazo”
Testimonio.
“Por nuestros representantes en Buenos Aires, Señor Mariño y el Doctor Antenor Polo,
nos enteramos que se había concertado la audiencia con el Señor Presidente: General
JUAN DOMINGO PERÓN, para el día 5 de abril de 1955. Viajamos merced a la
generosidad y el apoyo del Gobernador del Chaco, Señor Gallardo, quien financió los
pasajes por tren –segunda clase- a Buenos Aires. Una vez allá nuestra nutrida delegación se
unió a los residentes formoseños en Buenos Aires y una delegación de ciudadanos de Río
Negro que aspiraba a lo mismo”. VICENTE ARCADIO SALEMI.
Fuente: Revista de Información y Difusión Educativa – Año I - Nº 2 – junio 1998. Prof. Juan
Carlos Ramazoti. Profesor Luís Rubén Tula
La participación de la Mujer formoseña.
La mujer formoseña, acompañó infatigable y con coraje la ímproba tarea que
demandaba la organización y concientización de la lucha emprendida tras el ideal de
autonomía que reclamaba el pueblo en las dilatadas jornadas entre enero y junio de 1955,
cuando el Presidente Perón, luego de las encendidas palabras de Vicente “Tata” Salemi, se
comprometió formalmente elevar al Congreso de la Nación el proyecto de ley
correspondiente. Existen numerosos testimonios que acreditan la presencia de grupos de
mujeres trabajando en las esquinas más concurridas de la Capital y en los pueblos de
interior, reuniendo firmas y fondos para la empresa. Nuestro homenaje a todas aquellas
mujeres, especialmente al “Movimiento Rama Femenina del Justicialismo” y a las que,
anónimamente, juraron un compromiso legándonos el camino de la autodeterminación.
REPORTAJE A ELSA PABLINA QUIROGA
Vocal de la Comisión
Pro-Provincialización de Formosa
“Una formoseña protagonista de la Provincialización”.
¿Dónde nació? ¿cuántos años tiene? ¿Qué recuerdos tiene respecto a su militancia
peronista en tiempos de la Provincialización de Formosa?
Yo nací en Pozo del Tigre, el 5 de enero del año 1927. Cuando comenzaba la década de
1950 yo era subdelegada de la Unidad Básica N° 5.
De esa época tengo muy gratos recuerdos porque trabajábamos con mucho amor,
entusiasmo y solidaridad.
En los momentos previos a la Provincialización se trabajó mucho y la gente nos apoyo. Se
formaban comisiones y se pedía el apoyo, para lo cual se formaban listas y también se pedía
colaboración en dinero, la mayoría donó dinero.
¿Fue un movimiento popular?
Sí, seguro, fue un movimiento popular, de mucho entusiasmo porque íbamos a tener
nuestro propio gobierno, íbamos a ponernos los pantalones largos, así decíamos antes. Se
pasaban tandas donde estaba la confitería Domínguez, yo estuve en la parte de difusión y
propaganda y hacíamos avisos por las calles de la ciudad con Juan Bautista Panetti. Todo
era colaboración, ahí no se pagaba, pero todos ayudaban.
¿Es cierto que se reunían en el Cine Italia?
Sí, las reuniones se hacían en el Cine Italia, donde asistíamos todos, y no veíamos las
horas de tener la audiencia con Perón, que finalmente se realizó el 5 de abril de 1955.
¿Se acuerda de algunos detalles de aquella jornada?
Bueno, el viaje de ida fue muy lindo, teníamos mucha expectativa y ganas de hablar con
Perón. Los formoseños que fuimos estábamos muy contentos, y regresamos más contentos
todavía, porque en aquella oportunidad el Presidente de nuestra Comisión Tata Salemi, se
desenvolvió muy bien, tuvo muchos aplausos. También estaba una delegación de Río
Negro.
Además, hubo muchos formoseños que no eran de la comisión de provincialización que
formaron parte de la delegación porque viajaron a Buenos Aires para esa audiencia. En
total creo que éramos unas 200 personas. Muchos viajaron por sus propios medios.
Esto fue un logro de los formoseños y si no me equivoco fue la primera gran lucha de los
formoseños.
¿La respuesta de Perón era la que esperaban?
Sí, en realidad todos estábamos esperando el sí del Presidente a favor de la
Provincialización de Formosa, y así sucedió porque Perón lo prometió en esa reunión y
poco después salió la Ley que nos permitía ser Provincia. Estábamos todos muy contentos.
¿Qué nos puede decir del Tata Salemi?
Tata Salemi ocupó el cargo que le correspondía, porque se desenvolvió perfectamente,
se paró como un militar, se presentó al General Perón, y ahí dijo todo lo que estábamos
haciendo, lo que queríamos y necesitábamos. Y el General respondió afirmativamente a
nuestro pedido.
¿Cómo fundamentaron el pedido de Provincialización a Perón?
Nosotros queríamos elegir nuestros propios gobernantes, y que sean formoseños, no
que nos manden desde Buenos Aires, porque estábamos cansados de que nos manden de
afuera. Por eso, hombres y mujeres formoseños hemos trabajado y muy duro, incluyendo
en el interior en todas la localidades. Y esto creo que hay que tenerlo en cuenta porque no
creo que hubiera pasado nada si no hubiéramos trabajado así.
¿Hubo algún opositor a este movimiento por la Provin-cialización?
Sí, pero eran los menos, muy pocos, porque había un gran apoyo incluso de gente que
no era peronista ni política.
¿Cómo la tomó laboralmente el golpe de estado de 1955?
Yo era docente de la Escuela Normal y seguí trabajando hasta el 56, pero el 18 de julio
de ese año me suspenden, simplemente “por haber actuado en el régimen depuesto, hasta
tanto la superioridad resuelva en definitiva”, esas eran las textuales palabras de la nota que
recibí de cesantía. Y así quedé cesante hasta el día de hoy.
¿Qué le diría a las jóvenes generación?
Yo quisiera que los jóvenes de hoy se interesen más por aquellas luchas de los
formoseños, porque luchábamos por obtener la Provincialización, sin pedir nada a cambio,
ya que nadie recibía en pago nada por esto. Era la lucha por un ideal.
Quisiera que los jóvenes sean honestos, y lean la Historia de Formosa. Si yo puedo servirles
en algo estoy a su disposición.
¿Qué cambios nota en la Formosa de hoy?
Bueno, entiendo que Formosa ha progresado mucho en pocos años. Yo vine con mi
familia de Pozo del Tigre en 1950.
Por ejemplo los formoseños, antes íbamos a Corrientes y nos preguntábamos porque
nosotros no podemos tener una costanera así. Ahora tenemos nuestra Costanera que está
muy bien, es una buena distracción y gratis, porque antes nuestra diversión era “pasear por
la Avenida” que era como le llamábamos “la vuelta del perro” y escuchar a “la Banda”, ya
que no teníamos plata para ir a la confitería.
El Sindicalismo Formoseño.
En la gesta popular de 1955, aparece también, como no podía ser de otra manera, el
protagonismo de dirigentes gremiales de la época. Lorenzo P. Bordón, del Centro de
Empleados de Comercio, ocupaba un cargo de Vocal en la Comisión ProProvincialización, destacándose por su entusiasmo y compromiso para con el ideal de
autonomía provincial. Otro párrafo, a manera de homenaje, para Don Ramón Mariño, de la
Asociación Trabajadores del Estado, quien descollara no sólo en el campo gremial sino
social y político y, para el caso particular, junto al Doctor Antenor Polo, en Buenos Aires,
sirvieron de nexo y ayuda inestimable para todas las gestiones y necesidades de los
formoseños que, masivamente, concurrieron a la capital para acompañar el anhelo
formoseño de ser provincia. El reconocimiento para todos los gremialistas y trabajadores
anónimos que se esforzaron por entregar para la posteridad un testimonio de amor.
Seguramente la historia se encargará, en algún momento, de rescatar para el acervo del
pueblo, los hechos y nombres de cada uno de ellos para ubicarlos en la galería de la
formoseñeidad como arquetipos de un ideal de soberanía.
CAPITULO 4
La política peronista de integración
argentino/paraguaya.
Su relación con la provincialización
y la reparación histórica.
Los conflictos por la influencia paraguaya.
La cuestión del temor a la influencia paraguaya por parte del gobierno argentino, e
igualmente el fundamento de la “Hipótesis de conflicto” que argumentamos, queda
documentado en los informes elaborados por Francisco Pardo, el enviado de Perón que
hacia fines de 1946, elevó una serie de documentos como resultado de sus visitas a los
territorios del Chaco y Formosa.
En cumplimiento de esta misión durante los meses de octubre y diciembre de 1946, el
citado funcionario nacional envía informes al Presidente Perón relacionados a denuncias de
caciques indígenas de Formosa como también brinda importantes apreciaciones de los
aspectos económicos, sociales y político-institucionales del territorio formoseño, teniendo
en cuenta la próxima puesta en marcha del Plan Quinquenal.
En el anexo 1 titulado “Cambio de Forma de Gobierno” correspondiente al informe
denominado “Problemas Generales que corresponde encarar para la reordenación
económico-social de los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa en concordancia con
las previsiones del Plan Quinquenal”, se sugiere no provincializar en forma inmediata
argumentando en primer lugar que “el porcentaje de habitantes paraguayos excede en ese
territorio del 50% de la población y existe también un apreciable número de argentinos
‘paraguayizados’ muchos de los cuales no son argentinos nada más que por imperio de
nuestras leyes”.4
Más adelante el documento sugiere que la influencia paraguaya es “inconveniente” para
los intereses argentinos y además se puede inferir de esta fuente que existía el temor de que
si se concretara la provincialización, Formosa pueda llegar a ser gobernada por paraguayos
u otros extranjeros:
“Es dable admitir que provincializando dicho Territorio, muchos de los paraguayos allí
ubicados sacarán hábilmente dirigidos carta de ciudadanía, deslealmente y sin más
propósito que servir los intereses de su país de origen. Debe aceptarse que muchos lo harán
sin malicia, pero ello no será obstáculo para que posteriormente, puedan ser aprovechados
por quienes quieran hacerlo. Si a éstos y a los que se incorporen posteriormente, se suman
aquellos argentinos ‘paraguayizados’, y se descuentan los habitantes de otras nacionalidades,
fácil resulta advertir que se corre el riesgo de que la ‘provincia’ de Formosa resulte
gobernada (Poderes Ejecutivo y Legislativo) por elementos inconvenientes”.5
Otro de los aspectos que jugaba en contra de la posible provincialización eran las
erogaciones que implicaba la nueva forma de gobierno. En este sentido el citado informe
alude a los gastos institucionales, de sueldos y otros necesarios para hacer funcionar a la
nueva provincia:
“Piénsese, por otra parte, que en sus condiciones actuales, con la mayor parte de sus
riquezas potenciales inexplotadas, los recursos económico-financieros de ese Territorio no
podrían soportar todo el peso que significaría la implantación del nuevo sistema
institucional con las fuertes erogaciones que demandarían los sueldos del numeroso cuerpo
de funcionarios, legisladores, etc., que integrarían los distintos organismos de los diferentes
poderes del Estado, como tampoco otros egresos derivados por múltiples conceptos de la
nueva forma de gobierno”.6
Estas apreciaciones son consideradas por el funcionario nacional que suscribe, como
argumentos válidos para sugerir la postergación de la provincialización:
“Más adelante, cuando el Territorio progrese y los argentinos constituyan una mayoría
eficiente e indiscutida, habrá llegado el momento de pronunciarse a favor de la
provincialización”.7
Es posible que estos argumentos hayan pesado en la política de Perón hacia el Territorio
de Formosa, ya que fue el último del Norte en ser provincializado.
La preocupación por la gran influencia de la población paraguaya en el Territorio de
Formosa era de larga data y estaba presente en la opinión pública a través de la prensa
formoseña.
El periódico Justicia Social del 20 de abril de 1950 en uno de sus artículos señalaba:
“Un Grave Problema. Teniendo en cuenta que las mencionadas elecciones municipales
serán las últimas en más de un territorio, es necesario tener en cuenta un problema que ha
venido agravándose cada vez más, en más de una comuna territorial: el empadronamiento
de extranjeros.
Conforme con la ley 1532 se forman mesas empadronadoras de argentinos y extranjeros
en las comunas. Los extranjeros, con su Cédula de Identidad argentina o con simple
información sumaria en el Juzgado de Paz, se le expide una ‘Libreta Cívica’ para votar en
los comicios municipales y válidos por dos años.
En lo que se refiere a Formosa es público y notorio que en los comicios municipales de
1938, 1939, 1940, 1941, 1942 y 1943 es decir las seis últimas realizadas antes de la
Revolución del 4 de junio de 1943, el porcentaje de empadronados extranjeros (paraguayos)
ha sido superior al argentino.
Esto se ha debido a dos factores esenciales: el mayor porcentaje de habitantes
extranjeros(paraguayos) y la apatía cívica que ha caracterizado al ciudadano
argentino – en su mayoría – en Formosa”.8
Además, a esa altura de los acontecimientos se sabía que en la década del 40 en Formosa
hubo elecciones municipales impugnadas e intervenidas, ante las acusaciones de haber
ganado comicios con votos paraguayos.
Probablemente, la influencia de la población paraguaya haya incidido en la política de
gradualismo o de cierta dilación de la provincialización por parte del gobierno peronista
central hacia el Territorio de Formosa. Pero al mismo tiempo, se entendía que había que
prepararse para el momento adecuado de la provincialización, es decir cuando existieran
condiciones objetivas y favorables a los intereses de la Nación.
Además, la influencia paraguaya en Formosa, no sólo preocupaba por las consecuencias
políticas a nivel local, sino que precisamente por tratarse de un territorio en zona de
frontera, los posibles conflictos o cuestiones no resueltas de convivencia o de relaciones
sociales entre paraguayos y argentinos, podrían agravar la falta de una política o diplomacia
adecuada que supere la frágiles relaciones internacionales entre ambos países.
Tales cuestiones, fueron también abordadas en uno de los informes del citado Director
del Banco Central Francisco Pardo que con fecha 11 de diciembre de 1946, titula
“Aspectos Económico-sociales de los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa” y en los
primeros párrafos explica:
“Continuando con las observaciones que recogí personalmente en Formosa,
corresponde señalar que en los habitantes de ese territorio existe una innegable corriente
despectiva hacia los paraguayos, la que frecuentemente es exteriorizada en público. A mi
juicio, esa tendencia no procede, ni conviene a los altos intereses de la Nación. Falta
espíritu diplomático, ‘política’ y aunque cabe aceptar que ellos, en el fondo, nos pagan con
parecida moneda, interesa sobremanera –y urge- que ese temperamento cambie
fundamentalmente, máxime allí, en Formosa, en que hay tantos paraguayos, los que por
fuerza, se sienten cada vez más alejados de nosotros. Estimo que sin dejar de estar ‘con el
ojo alerta’ debemos desarrollar una acertada política de atracción aún, si necesario fuere, a
base de algunas pequeñas concesiones que no afecten nuestra seguridad y bienestar. Creo
que esa animosidad latente en nada nos ayuda y que, más bien, es favorable a la política que
allí desarrollan otras naciones”.
Otro ejemplo que da cuenta de tales conflictos se señala en la editorial del diario Justicia
Social del 10 de abril de 1949 destacaba “una competencia ruinosa ...” en referencia a una
avalancha de universitarios paraguayos en Formosa.
El periódico el Atalaya Formoseño de agosto de 1960 en la página 3 titula “EN
FORMOSA SE COMETEN CRIMENES EN CONTRA DE LA LIBERTAD” y señala
que “... exiliados paraguayos ...por el año 1949 hacían circular aquel libro que tanto hiere a
la argentinidad titulado “Paraguay Mutilado Formosa es nuestro... “.
Pero, más allá del “informe Pardo”, de las opiniones personales y sectoriales de la época,
el devenir histórico nos muestra que los pueblos, naturalmente, cuando existen orígenes y lazos comunes se integran y forman una
“comunidad de destino”, como Ibero América, que no sólo es un continente, sino más
bien es un pueblo esperanzado caminando hacia la integración definitiva, como soñaron los
prohombres de nuestra nacionalidad. La segregación y avasallamiento cultural metódica en
Hispanoamérica, es producto del accionar de los imperios de turno, más los testaferros
locales que no cejan en sojuzgar a los pueblos en aras de un “universalismo disfrazado” que
sólo quiere esclavos y consumistas. Cuanta razón le damos hoy a Eva Perón, cuando expresaba
“.los traficantes de la soberanía..”
La política peronista de unión y fraternidad argentino-paraguaya.
La política de confraternidad argentino-paraguaya propiciada por Juan D. Perón en 1953
y 1954, que se enmarca en su concepción americanista, creó un clima propicio y favorable a
la provincialización de Formosa.
En este sentido, Perón, con su intervención personal estrechando lazos de
confraternidad argentino-paraguaya, pero basándose en el respeto de las respectivas
soberanías, pudo revertir una situación desfavorable a los intereses argentinos que
justificaba la dilación de la provincialización de Formosa.
Hasta entonces no solo no existía una adecuada política en esa zona de frontera, sino
que además, desde la óptica de algunos funcionarios nacionales, la influencia de la
población paraguaya se había convertido en una potencial o real amenaza para los intereses
argentinos.
Además, hacia 1947 en el aspecto social, Formosa, especialmente en la zona este,
incluía a grupos de ganaderos y terratenientes, dueños de extensos latifundios.
Precisamente a éstas extensas y fértiles tierras formoseñas, llegaban los inmigrantes
paraguayos que se ubicaban en los estratos sociales más bajos como cosecheros, peones de
campo u obrajeros, pero sin posibilidad alguna de obtener la propiedad de las tierras.
Desde la óptica de los intereses terratenientes argentinos, entregar pequeñas parcelas de
tierras a los inmigrantes paraguayos hubiera significado fundamentalmente una grave
amenaza a sus intereses pero además podría significar delegar el poder político y
económico a la influencia del país vecino que seguía resentido por los resultados de la
Guerra de la Triple Alianza(1970).
Sin dudas, la visión política de Perón apuntaba a la unión económica e integración de
Sudamérica, propiciando lazos de fraternidad entre Argentina y Paraguay, ayudando no
sólo a distender esas “fricciones amenazantes” en la frontera formoseña, sino que en forma
indirecta ayudó a afianzar la identidad formoseña con influencia guaraní y la soberanía
argentina en ese territorio.
El día 17 de octubre de 1953, Perón que acababa de llegar del Paraguay, previo paso por
Formosa, en la histórica Plaza de Mayo, y ante una enorme multitud explicó al pueblo
argentino un Decálogo destinado a estrechar vínculos entre ambos países.
Decálogo de la confraternidad argentino-paraguaya.
1° Cada argentino debe saber que el pueblo paraguayo y el pueblo argentino,
conservando la plenitud de sus soberanías nacionales, son real y efectivamente pueblos
hermanos y en consecuencia todos los argentinos debemos trabajar por la grandeza del
Paraguay y la felicidad de su pueblo, con la misma fé y el mismo amor con que trabajamos
por nuestra propia grandeza y felicidad.
2° Desde hoy todos los paraguayos serán compatriotas de todos los argentinos. Esta
debe ser una consigna de honor nacional.
3° Cada uno de nosotros debe comprometerse a trabajar en su puesto por el
acercamiento espiritual y material de los pueblos paraguayo y argentino.
4° El gobierno, el Estado y el pueblo argentino arbitrarán todos los recursos y medios
que ayuden al Paraguay a consolidar la justicia social, la independencia económica y la
soberanía política del mismo modo que luchamos por las nuestras puesto que ellas son las
únicas bases de la unión comprometida.
5° La unión del pueblo paraguayo con el pueblo argentino no excluye futuras
adhesiones de ningún pueblo americano sobre las mismas bases. Cada argentino debe saber
que ésta es una acción constructiva, que no tiene finalidades ofensivas, que no está dirigida
contra nadie y que tiene como único objetivo la grandeza y felicidad de los pueblos que la
componen o compongan en el futuro.
6° Las organizaciones sociales, económicas y políticas del pueblo argentino habrán de
promover la máxima vinculación posible con sus similares del pueblo paraguaya, a fin de
realizar una acción armónica y solidaria para alcanzar los grandes objetivos comunes. El
gobierno argentino prestará su más amplio apoyo a estas convicciones entre los pueblos
hermanos.
7° La legislación general argentina deberá contribuir a facilitar la unión de los pueblos
paraguayo y argentino.
8° Los organismos del Gobierno y del Estado nacionales, provinciales y territoriales,
particularmente en las zonas limítrofes con la hermana República del Paraguay,
coordinarán su acción con sus similares paraguayos sobre bases de real y sincera
lealtad.9
9° Todo acto contrario a los altos objetivos comunes e intereses de la unión entre el
pueblo del Paraguay y el pueblo argentino, será considerado por nosotros como una falta
de honor en relación con el compromiso contraído.
10° El pueblo del Paraguay y el pueblo argentino son los depositarios absolutos de esta
unión definitiva que ponemos bajo la protección de Dios, fuente de todo amor y de toda
justicia, de toda libertad, pidiéndole humildemente que no sea jamás violada ni destruida
por los malvados e hipócritas intereses egoístas y mezquinos, sino que, por el contrario, sea
permanente y eterna como la humildad de nuestros pueblos.
La política de confraternidad peronista implicaba la superación de la “hipótesis de
conflicto”, del dilatado ciclo histórico caracterizado por conflictos fronterizos derivados de
la influencia paraguaya en el Territorio Formoseño, que azuzaban reales o potenciales
conflictos desde fines de la guerra de la Triple Alianza (1870) y hasta los relatados eventos
integradores de Perón en Paraguay de 1953 y 1954, cernían especialmente sobre los
dirigentes argentinos, que temían un posible avasallamiento del país vecino por sobre los
intereses argentinos.
En otras palabras, la política peronista de confraternidad argentino-paraguaya, planteaba
por una parte, priorizar la unidad americana y la confraternidad de los pueblos hermanos,
dejando de lado, los conflictos, si los hubiera.
En otro orden, esta política internacional absolutamente innovadora y realista, suponía
la finalización de la larga historia de las hipótesis de conflictos que implicaba
fundamentalmente, aislamiento y marginación para Formosa.
Estimamos que en la visión política de Perón, una vez, superados estos conflictos
fronterizos, estaban dadas las condiciones para la provincialización de Formosa.
De esta manera, interpretamos que con la Provincialización de Formosa, Perón es el
primero en proponer una Reparación Histórica, iniciando la compensación por los 71 años
de marginación y dependencia en tiempos del Territorio, patrocinando un voto de
confianza en aquellos formoseños que reclamaban autonomía provincial y una especie de
libertad e independencia de la Patria Chica, pero en el contexto federal.
Es decir que la política americanista de Perón, que propiciaba la Unión y
fraternidad argentino-paraguaya favoreció, la Provincialización de Formosa, que
implicó además el primer gesto de Reparación Histórica.
En este sentido, entendemos, fuera de toda especulación que Gildo Insfran representa la
síntesis o superación de los supuestos o reales conflictos entre paraguayos y argentinos, ya
que este gobernante formoseño, de ascendientes paraguayos, nacido, criado y
comprometido con su provincia natal, reasume la misma política de confraternidad
argentino-paraguaya propiciada por Perón, y la reafirma con identidad de argentino en el
concierto federal de nuestro país.
CAPITULO 5
VICENTE ARCADIO SALEMI
El líder formoseño que le pidió a Perón
la Provincialización de Formosa.
Formosa se apresta a cumplir medio siglo de vida institucional en su carácter de Provincia.
La ocasión es más que propicia para reflexionar en torno a aquellos años en que los
formoseños del entonces Territorio Nacional comenzaron a soñar y a luchar por un ideal
de Provincia, por una comunidad organizada y conducida por formoseños, hombres
comprometidos con su pueblo.
También será el momento propicio para que luego de bucear e indagar en nuestro
pasado encontremos algunas razones y fundamentos esenciales para aventurar un futuro
más promisorio, apelando a la historia, como si un espejo retrovisor nos permitiera
reconocer nuestro presente y mirar con optimismo el rumbo que tenemos por delante.
En la historia de nuestros pueblos, muchas veces, actores sociales de significativa
gravitación pasan inadvertidos para el análisis histórico y es precisamente el devenir de los
tiempos con el rumbo singular de los acontecimientos, el que los trae oportunamente a las
luz de la opinión pública, para consideración de las generaciones venideras.
La vida en los medios de comunicación nos da a veces, algunos privilegios espirituales
que no siempre se pueden disfrutar a pleno, en el ajetreo cotidiano.
Haber podido platicar entre muchos, con personas como el Dr. Esteban L. Maradona o
largas charlas con la hermana Gigena, con Don Demóstenes Gómez y en éste tiempo con
Don Vicente Arcadio Salemi, conocido cariñosamente como el Tata Salemi, nos dan la
posibilidad de aprovechar testimonios profundos y de hondo significado para nuestra
provincia.
Las experiencias de estas personas, nos trae esa sensación de alivio, en medio de la
tempestad, a sabiendas que la humanidad no está aún perdida, y que de una u otra manera
éstas personas, como tantas otras, han incidido positivamente en el rumbo silencioso y
digno de su comunidad y aún de la humanidad en su conjunto.
Se trata así de descubrir la otra cara del pesimismo, la del avance o progreso lento y
espiritual de la humanidad, la faz positiva y consustanciada de valores.
Juan D Perón, que además de gran estadista fue profesor en Historia Argentina, decía
que “posiblemente podamos mantener el optimismo con la ilusión de que el avance de la
humanidad hacia su bienestar es tan lento que no lo percibimos, pero de cada evolución
queda una partícula aprovechable para el mejor desarrollo de la humanidad”.
Por cierto, aunque esto no parezca del todo “científico” para algunos “popes” de las
ciencias sociales y pese a las crisis y adversidades, a veces tenemos esa misma sensación de
progreso espiritual que abarca a la mayoría de los seres humanos como simples “personas
de bien” que buscan nada más y nada menos que la felicidad del prójimo y de su pueblo.
La reciente entrevista con Tata Salemi nos da esa grata sensación de placer espiritual y
de silencioso optimismo.
Se trata de un anónimo héroe formoseño, que por cierto representaba a miles de
formoseños en tiempos en que nuestra comunidad, reclamaba y luchaba por obtener su
autonomía provincial.
Si existe un referente insoslayable del proceso de provincialización de Formosa, sin
dudas fue y sigue siendo Vicente Tata Salemi.
Vale la pena recordar aquí que el 5 de abril de 1955, este hombre lideraba a un grupo de
entusiastas formoseños, que luego de un largo viaje, con mucho esfuerzo y con recursos
propios, llegara a Buenos Aires para solicitar al entonces Presidente Juan D Perón, la
provincialización del Territorio de Formosa.
Ese día, en la Casa de Gobierno, Vicente Tata Salemi, un sencillo y honesto maestro de
la escuela 31, habló en representación de su tierra natal formoseña, y como único orador,
cara a cara con Perón, ante una nutrida concurrencia, supo esgrimir con sus palabras ese
viejo anhelo formoseño: el ardiente deseo de ser Provincia y dejar atrás los años de olvido
histórico e injusticias que desde los gobiernos centrales, relegaron a Formosa por más de 70
años.
Es mérito de Perón y de aquellos entusiastas formoseños, el haber logrado la
provincialización de Formosa, sancionada el 15 de junio de 1955 y promulgada el 28 de ese
mes.
En este contexto, a veces nos permitimos hacer algunas especulaciones, que a la luz de
estos hechos nos parecen interesantes ¿Que hubiera pasado si esos hechos históricos no
hubieran ocurrido? ¿Seguiríamos siendo Territorio? ¿Seguiríamos dependiendo del
antojadizo poder de los funcionario del nivel central nacional?
Hasta qué punto Formosa debe su carácter de Provincia no sólo a Juan D. Perón y a
aquellos luchadores formoseños, sino también a la misma Eva Perón, quien es considerada
por algunos historiadores como la principal impulsora de las provincializaciones.
¿Tenemos conciencia de cuán importante es que la Provincia sea gobernada por un
formoseño nativo y comprometido con su pueblo? ¿Tan fácilmente olvidamos las luchas de
los comprovincianos de entonces que clamaban por un gobernante formoseño y peronista?
Más allá de cualquier especulación filosófica o política, para la Formosa de hoy, ser
conducida por un gobernante formoseño, como es el caso de Gildo Insfrán, es la expresión
y símbolo de un viejo anhelo, que no debería ser olvidado.
Las obras también cuentan, ya que Salemi recordó que La Costanera, por ejemplo, como
también otras obras viales y de infraestructura realizadas hoy, son la cristalización de
sueños largamente acariciados por los formoseños desde los tiempos del Territorio.
Prácticamente toda la historia de Formosa, es argumento para la Reparación Histórica,
pero particularmente lo fueron esos años de institucional sometimiento al oprobio y
designios de los funcionarios nacionales.
En aquellos años, la picardía criolla del formoseño nativo, que no por hacerse el
“ñembo” dejaba de entender la realidad de explotación e injusticia, labró la frase que aún
circula en la jerga popular : “El Paracaidista”. Se calificó así originariamente al grupo de
funcionarios salteños que junto al gobernador Ovejero, “cayeron” de arriba para pisar tierra
formoseña y “enseñarles” a los lugareños a “gobernar” y tantas cosas más que
“supuestamente” los formoseños, o como se dijo más adelante despectivamente, los
“formobichos”, no saben.
No se trata, vale la aclaración, de aquel argentino que llega de cualquier parte del país y
se queda en Formosa para trabajar, formar una familia y comprometerse con su
comunidad. Se trata de aquellos que vienen de afuera para “gobernar” o “enseñarle” al
formoseño, por ejemplo que hay que hacer, o este sirve y este otro no. Todo ello sin
respetar la cultura formoseña, que incluye la trayectoria, sapiencia y trabajo del formoseño
nativo.
Espero que las enseñanzas, testimonios y buen ejemplo que nos ha dejado Vicente
(Tata) Salemi, nos sirvan para crecer y madurar como comunidad, perfilada soñada y
anhelada, desde sus orígenes como una provincia pujante, donde todos sus hijos, sin
excepción, puedan disfrutar de la Prosperidad y Justicia Social, sin distinción de banderías
políticas o religiosas, bajo el credo del Himno Marcha a Formosa, que desde sus estrofas
nos invita a pensar en un “Futuro de Esperanza y de Trabajo”.
Reportaje a Vicente Arcadio
“Tata” Salemi
¿Qué pasaba en Formosa, social y políticamente en tiempos en que se reclamaba la
provincialización?
La idea de la provincialización era un sueño que venía madurando desde hacía mucho
tiempo, por las injusticias de los gobernadores que venían del gobierno central, “amigos
políticos” que no tenían ninguna preocupación por nuestro pueblo. Formosa vivió por
mucho tiempo en un aislamiento histórico, necesitabamos nuestra propia independencia.
Fue entonces, cuando aprovechamos esa situación de transformación sustancial que trajo el
peronismo en el país para que en Formosa con una pléyade de profesionales formoseños
iniciaramos aquella jornada libertaria, para que nosotros tengamos nuestros propios
gobernantes.
¿Nos puede relatar los hechos que culminaron en la provincialización de Formosa?
Sí, como no, el Teniente Coronel Martín Martínez que era formoseño, vino en
representación del gobierno central a Formosa para lanzarnos esa idea de la
provincialización ya que creía oportuno el momento de lanzarnos a una campaña libertaria.
Esto fue a principios de 1955.
Entonces se realizó una asamblea muy grande en el cine Italia. Yo estuve
ausente y allí se habló de la provincialización y de formar inmediatamente una
comisión directiva que iniciara la campaña de provincialiación.
Yo estaba en mi casa cuando vinieron las amigos a decirme que me habían nombrado
presidente de esa comisión estando yo ausente.
Inmediatamente me puse en contacto con toda la gente. Ya había un espíritu libertario
en aquella época. Iniciamos entonces la formación de una comisión muy grande y
empezamos a hacer la campaña por todo el interior del Territorio. Encontramos un eco
favorable en todas partes.
Lo que quiero señalar especialmente es que fue un movimiento unánime que hubo una
solidaridad total entre todos los formoseños, que no hubo diferencias de ideologías
políticas ni religiosas. Todo el mundo contribuyó, por ejemplo los comerciantes hicieron su
aporte para iniciar la campaña que costó mucho esfuerzo para organizar todo el interior.
Hasta que llegó el momento de reunirnos porque ya se había pedido la audiencia en
Buenos Aires para entrevistar al General Perón.
Entonces nos reunimos todos con representantes de todo el interior en Formosa y de
ahí, sin ninguna colaboración del Estado ya que todo era a pulmón, vinimos al Chaco una
cantidad de entre 30 a 50 personas.
Allí, el Gobernador Gallardo del Chaco con su Ministro de Economía Kozameh nos
facilitó un tren de segunda clase desde Resistencia para llegar a Buenos Aires.
Los formoseños le dicen a Perón en Buenos Aires: “Queremos ser provincia”.
Así llegamos a Buenos Aires y nos entrevistamos con Perón un 5 de abril de 1955.
Durante la mañana temprano nos recibió el General con toda la Plana Mayor en el Salón
Blanco de la Presidencia.
Yo era el presidente de la comisión de formoseños y había es-tablecido que yo iba a ser
el único que iba a hablar, porque tenía miedo que empezaran los pedidos al presidente, ya
que nuestro principal objetivo o misión, era la provincialización de Formosa. Ese era el eje.
En el salón Blanco había un mundo de gente, donde había una delegación grande de
formoseños que fueron por su cuenta.
Ahí, me tocó hablarle a Perón. Expuse mis ideas, esa idealización soberana que
traíamos. El General Perón comprendió perfectamente eso y enseguida me prometió que
iba a hacer la Provincialización de Formosa.
A nuestro regreso a Formosa se sancionó la Ley de Provincialización el 15 de junio y se
promulgó el 28 de ese mes de 1955.
LAS RAZONES FORMOSEÑAS
¿Cuáles eran los principales argumentos que Ud. esgrimió ante el General Perón?
Habiendo llegado el Territorio de Formosa a su madurez política y habiendo reunido
todos los requisitos que establecía la Constitución Nacional para ser provincia veníamos a
peticionar la Soberanía Provincial. Ese fue el motor de nuestra campaña y felizmente
tuvimos eco favorable porque había entonces en todo el país la idea de darle la soberanía a
cada Territorio Nacional que habían llenado las condiciones de independencia. Fue así que
Perón prometió la provincalización porque él creía que había llegado la madurez suficiente
en los Territorios Nacionales para encarar su independencia.
¿Había una especie de orgullo formoseño al luchar por la provincialización?
Hay una metáfora que creo que Ud. Domínguez la nombró y que revela palpablemente
lo que significaba aquello, ya que éramos gobernados por gentes, diríamos “extranjera”, que
venían de Buenos Aires, y qué pensábamos los hijos de Formosa. La diferencia que existía,
no eran los mismos sentimientos, ni las mismas preocupaciones.
Esa metáfora sería la siguiente: “la abeja y la avispa liban de la misma flor, pero
producen distinta miel”. Lo que quiere decir que no era lo mismo que nos gobiernen “los
de afuera” a que gobiernen “los propios hijos de Formosa”. Ese era el motor de nuestra
ideología e idealización soberana.
EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA LOCALISTA
¿Había un despertar de la conciencia localista formoseña?
Había un despertar de la conciencia localista, era un ambiente propicio, para iniciar una
campaña de provincialización, para conseguir nuestra soberanía. Había una pléyade de
profesionales formoseños que ya estaban en condiciones de tomar las riendas de nuestra
provincia. No hice más que aprovechar ese momento, esa madurez, es decir esa ideología
ya madura de los formoseños, para yo iniciar ese petitorio a Perón.
¿Desde cuándo comienza esta idea de Provincializar?
La idea de provincializar ya venía acuñándose de muchos años porque era tremendo, en
primer término el olvido de nuestro Territorio, totalmente olvidado y todo el progreso que
en tiempos del Territorio se hizo allá fue por esfuerzo privado. Por entonces estos
gobernadores eran los administradores, nada más, pero no había un aporte ponderable para
el desarrollo económico, social y cultural. Entonces nada mejor que esto, esté en las riendas
de los formoseños que eran los que palpaban ese deseo de soberanía para iniciar un
gobierno de formoseños.
¿El mote de paracaidista, de dónde proviene?
Fue un poco la picardía del formoseño por la invasión de aquel aluvión que vino de
Salta junto con el gobernador Ovejero, que creo duró muy poco tiempo, pero sé que eran
unos advenedizos que venían a ocupar los cargos políticos que les correspondían a los
formoseños que tenían la misma o mayor capacidad posiblemente que estos advenedizos.
De ahí el mote de paracaidista, porque cayeron mucha gente de Salta con ese gobernador,
yo calculo que era por la invasión de gente extraña, que venían de arriba a posesionarse de
los cargos de Formosa.
...Nosotros tenemos una proclama de esa Comisión Pro-Provincialización donde se
habla que no es lo mismo ser gobernado por otros que ser gobernado por formoseños y
dice “nadie mejor que un formoseño va a entender o sentir ...
Los problemas de nuestro territorio eran los formoseños y nadie más que ellos quienes
conocían palpablemente lo que pasaba. Además los que venían del sur tenían un concepto
minoritario de nosotros. Y esa era una cuestión que no soportábamos y que dolía mucho.
Entonces, fue que hubo esta eclosión libertaria.
Es decir que el proceso de provincialización, era por un lado espontáneo, pero a su vez
dirigido desde la política de Perón.
Claro, era el momento propicio del país, porque habíamos entrado en una sustancial
transformación del país. Sí, había una idea central del Gral Perón para darle la
independencia a los territorios nacionales. Nosotros aprovechamos ese momento propicio
para iniciar esta campaña y hacer el pedido de provincialización.
¿También la oposición apoyo la provincialización?
Sí , yo quiero recalcar esto porque nunca he visto una opinión tan unánime, una
consolidación tan compacta de los formoseños y también de los que no lo eran, para iniciar
esta campaña de provincialización. Fue una cosa admirable porque no había distinción de
ideologías políticas, ni religiosas, ni de razas, todo al mismo tiempo, era un espectáculo
admirable esa solidaridad del formoseño. Estaban todos dispuestos a pegar el grito de la
libertad.
¿Me imagino que para Ud. es un grato y emotivo recuerdo ese encuentro con
Perón?
Ese es el tesoro más preciado de mi vida que guardo en el corazón, por ese abrazo
paternal del General Perón, ya que cuando terminé mi discurso se levantó, me dio un
abrazo y me felicitó.
Son recuerdos inolvidables. Perón era un hombre extraordinario. Era un visionario que yo
lo admiré mucho y efectivamente ése es el recuerdo más emotivo que tengo de mi vida.
Después de recordar sus luchas para lograr que Formosa sea gobernada por un
formoseño ¿Qué opina del gobierno actual?
Me siento muy orgulloso, porque desde que se hizo la provincialización, mi Territorio se
ha transformado socialmente, culturalmente, económicamente, hemos tomado las riendas
de nuestra soberanía, hemos tomado las riendas de nuestra producción, hoy hay una
producción diversificada, antes era el algodón y nada más, ahora hay una producción
racionalmente explotada. Además las comunicaciones, caminos y rutas asfaltadas, esa
producción interior pueden salir fácilmente al puerto de Formosa, que antes era imposible
porque eran caminos intransitables.
Yo tuve que atravesar muchas veces esos caminos, recuerdo cuando me nombraron
maestro en el interior, eran dos días de caballo desde Formosa a Monte Lindo donde ejercí
por primera vez de maestro. Ud. sabe que salimos a la mañana y dormimos a la costa del
monte con un amigo íntimo con quien hicimos la conscripción en Las Lomitas en el año
38, Somacal, un muchacho compañerísimo mío que me dijo yo te voy a acompañar, yo
tengo un campo por allá. Y salimos a caballo del lugar donde vivía él, y dos días tardamos
en tiempos de crecientes, por esas lagunas, el pobre animal lleno de mosquitos y nosotros
con una rama le espantábamos esos insectos.
Así seguíamos en esos
caminos intransitables en aquella época.
Por eso ahora veo que Formosa tiene una comunicación tan rápida no solo del interior
sino con todo el exterior. Es una transformación grande, yo no sé si los formoseños se dan
cuenta, pero hay un renacer que está a la altura del conford de todas las ciudades de todas
las provincias más adelantadas.
¿Qué opina de la Reparación Histórica que reclama el Gobierno de Gildo Insfrán?
Me parece una idea extraordinaria, porque Formosa ha vivido muchos años olvidado, y
es justo que se le retribuya algo de ese olvido.
Yo creo que está en buenas manos el gobierno con un formoseño porque son los únicos
que sienten la verdad, el apego a su tierra, que sienten sus raíces. Y este señor Gobernador
que yo casi no lo conozco, pero tengo entendido y lo comprobé porque el año pasado
estuve en Formosa, ha iniciado una obras extraordinarias... yo quedé deslumbrado con esa
avenida costanera que está a la altura de todas las avenidas ribereñas más lindas del país.
¿ Es decir que la Costanera era un viejo anhelo de los formoseños?
Pero sí, era un viejo anhelo, Ud. sabe el desahogo de esa gente los días y las noches del
verano, en esa Avenida Costanera frente a ese majestuoso Río Paraguay. Yo no sé si los
formoseños no se dan cuenta del adelanto que se ha producido a través de la
independencia, de su provincialización. Es una cosa para mí admirable, yo quedé extasiado
del progreso en Formosa.
¿Nos puede contar acerca de su infancia y dónde nació?
Yo nací en Formosa. Cómo no voy a amar Formosa si ahí nací, ahí me crié cuando
Formosa era una humilde aldea, con muchos solares baldíos, pocas casas y bajas. Ahí se
desarrollo mi adolescencia y juventud, todo fue en Formosa.
Yo me crié en Formosa, cómo no voy a querer ese lugar, hasta mis primeras emociones
de amor las tuve allí.
Nací en una casa humilde de material que recuerdo más o menos estuvo por la calle
Salta y otra que ya no recuerdo. Pero había una casita de tres ambientes. Ahí nací y pasé mi
infancia hasta que después vinimos a la calle Rivadavia y Fotheringham. Allí llegué cuando
tenía más o menos ocho años. Ahí desarrollé toda mi infancia y juventud.
¿Qué recuerdos tiene de cuándo era alumno en la escuela primaria?
Mi primaria, la recuerdo poco, hice los primeros años hasta primero superior en la
Escuela 3, después pasé a la escuela 10 donde antiguamente estuvo el Juzgado de Paz, ahí
en la calle Rivadavia y Brandsen. Terminé mi primaria en la Escuela de Varones que estaba
entonces en el negocio de Krat. Después en el año 1935 ó 1936 inauguramos la Escuela de
Varones, en donde está hoy. Ahí yo hice mi Sexto Grado. Quiero señalar y dejar constancia
porque fue un maestro de maestros, el director que tuvimos que era Antonio Cabral.
Antonio Cabral fue lo más grande que conocí como maestro, era un hombre que tuvo
mucha trascendencia en Formosa. Era un director ejemplar, que nos seguía en la conducta
nuestra hasta en la calle. Era un hombre magnífico como maestro.
Fue además el iniciador de la olla de locro y del diario que creó que era La Colmena.
El me enseñó a votar porque se hacían elecciones para la cooperadora en la Escuela de
Varones.
¿Dónde hizo la conscripción?
Yo hice la conscripción en Las Lomitas en el año 38 cuando estaba el Regimiento de
Línea todavía. Ese año, se fundó Gendarmería que fue a reemplazar al Ejército. Yo fui allá
siendo maestro.
Al otro día de llegar del Distrito de Formosa, incorporado al Regimiento de
Gendarmería de Línea, nos hizo formar el Tte Cnel Quijano, Jefe del Regimiento, un
solterón salteño, y nos iba preguntando a cada uno qué éramos en la vida civil. Yo le dije,
ma-estro normal señor. Al Fortín Pilcomayo, me dijo. Y a lomo de mula salí un 20 de junio
para el fortín. Quedaba lejos, en el medio del monte, cerca de la frontera, un lugar de
monte virgen, frente al Fortín Horqueta del Paraguay. Allí había indios que nos robaban,
porque eran los cuatreros de nuestra hacienda que la llevaban a través del Pilcomayo que a
veces era un hilito de agua. Los indios estaban armados ya no con flechas, sino con fusiles,
que habían obtenido en la Guerra entre Bolivia y Paraguay.
En ese fortín éramos diez soldados. Todos los otros soldados eran o voluntarios o
castigados, porque entonces Las Lomitas era el centro de los soldados castigados de todo el
país.
Cuando llegué al Fortín me dieron un bolso grande con no se cuantos tiros de Mauser, y
una piecita en un rancho grande, que tenía una ventanita baja donde teníamos órdenes de
asentar el fusil por cualquier invasión de los indios. Aún estaba el recuerdo del ataque al
Fortín Yunká. Pero felizmente en esos seis meses que estuve allí, nada malo ocurrió.
¿Fue entonces que se inició como maestro?
Sí, cuando salió mi nombramiento de maestro me volví para Las Lomitas y de allí fui a
Formosa para arreglar mi situación y hacerme cargo en 1939 de mi puesto en Monte Lindo.
Allí estuve un año, éramos dos maestros. Hay una anécdota que la verdad no sé si les
cuento o no, es un tanto risueña.
Llegaba yo a hacerme cargo de la Escuela N° 36 de Monte Lindo, Mirasol.
Había un boliche de un señor paraguayo que era el dueño. Por supuesto que hablaba
guaraní y entramos con mi amigo Somacal. Eran tiempos de creciente, hacía mucho calor y
habíamos ido a un riacho a bañar al caballo con la mala suerte que el mío pegó un salto y
me largo contra la playa. Entonces me raspé la cara. Al otro día salimos para la escuela.
Llegamos una tardecita a Mirasol y fuimos al boliche de este señor Zanabria. Con mi cara
raspada nos sentamos a tomar un vermuth. Yo oí que este señor le dijo a mi amigo
Zomacal en guaraní ¡Qué mala suerte que tiene este pueblo, otro maestro borracho que nos
mandan! ¡Era yo! Había sido que anteriormente a mi había un señor Paiba, que era el
director de ahí que era muy bebedor y tenía cansada a toda la población. Al caer yo con el
manchón en la cara, supuso que era otro borracho. El señor Zanabria no sabía que yo
entendía el guaraní perfectamente. Entonces, después que pasó el tiempo le hacía recordar
esa anégdota y se mataba de risa por aquella metida de pata.
¿Qué ocurrió en Formosa durante y después del golpe de estado?
Cuando llegó la llamada Revolución Libertadora, vino la revancha y ahí empezaron las
persecuciones con mucha euforia y empezaron a llevar a muchos compañeros míos
detenidos a la policía. Sobre todo una vez, el interventor creo que era Barbieri, ( no el
hacendado) cuando fue a visitarlo Aramburu, un conjunto de muchachos peronistas fue
detenido para resguardar la seguridad de Aramburu. A mí felizmente nunca me tocaron.
¿Pero a Ud. lo exoneraron?
A mí me exoneraron. Yo era maestro de escuela. Me exoneraron por haber difundido el
Plan Quinquenal de Perón. Ese era el cargo que me hicieron para la exoneración, cuando se
trataba de la difusión de una Ley del Congreso de la Nación y de un gobierno
constitucionalmente establecido que era el del General Perón. A mí me maltrataron en ese
sentido, me “tiraron” a la calle.
¿Qué otros recuerdos tiene de esa época en que el peronismo estaba proscrito con
Perón en el exilio?
Estaban los revolucionarios en el gobierno y el peronismo totalmente marginado,
esperando que se reestablecieran las instituciones, que se normalizara el país y que vuelva
Perón.
Como todo partido mayoritario en la clandestinidad tenía su movimiento secreto. Pero
no era una intención de eclosión. Desgraciadamente acá en nuestro país en las intenciones
contrarevolucionarias que se hicieron, lo fusilaron a Valle y a otros más. Entraron con
mucha furia.
Después que lo exoneraron ¿Cómo hizo para sobrevivir?
En esa difícil situación, yo tenía mis hijas chicas todavía. Yo tendría unos 38 años,
entonces me improvisé de comerciante, me refugié en un negocio de Formosa y me
rebusqué vendiendo mercaderías. Luego me empleé en una casa de negocios y ahí soporté
mi cesantía más de dos años. Después me reincorporaron, reconociéndome solamente mi
antigüedad, no me reconocieron ningún sueldo, ninguna retroactividad de nada. Me
instalaron de nuevo en la escuela, pero solamente reconociendo mi antigüedad. Yo era
maestro de la escuela 31. La mayor parte de mi carrera se desarrollo en la escuela 31 cuando
era director el señor Edmundo Estrien.
¿ Ud. se jubiló como Director de Escuela?
No, yo estoy jubilado como maestro de escuela, como maestro de grado, yo no hice
ninguna gestión para jubilarme como funcionario o algo parecido, porque mi pasaje por el
gobierno fue muy breve, entonces por ese escrúpulo de conciencia no quise prenderme a
un sueldo de ese tipo ni quise gestionar nada. Entonces yo quedé jubilado con mi sueldo de
maestro.
¿Qué opina de las gestiones de Hertelendy e Iglesias Paiz?
La gestión de Hertelendy fue muy breve y no conozco mucho, pero de la de Iglesias
Paiz sí. En primer término quiero señalar que fue un gobernador honestísimo, que han
cometido la tremenda injusticia de traerlo preso a Buenos Aires después de la Revolución.
Como me dijo a mí antes de salir de la gobernación, “...mire Salemi me voy de la
Gobernación pero si tengo que dar cuenta de 5 centavos voy a volver a Formosa”. Era un
militar. Hombre muy honesto y muy activo.
¿Es cierto que se arrastró el Busto de Eva Perón en Formosa cuando ocurrió el
Golpe a Perón de 1955?
Sí, entraron con mucho ímpetu los de la Revolución Libertadora y uno de esos
exabruptos que cometieron fue el arrastrar el busto de Eva Perón que estaba instalado en la
calle 25 de Mayo. Era una exteriorización, no sé, exagerada de los adversarios políticos
que hicieron eso, que fue muy criticada, por supuesto.
¿Qué opina de Gildo Insfran?
Yo tengo la mejor impresión del Gobernador Insfrán, porque he visto la evolución que
ha tomado mi provincia durante el gobierno de él. Me llamó mucho la atención y me
enorgulleció la Av. Costanera, me llamó la atención el Hospital. Sé que hay comunicación
con todo el interior hasta los más recónditos pueblitos del interior del territorio. Y eso me
satisface mucho, verlo con ese dinamismo, porque no debe ser fácil la dirección de una
provincia, más con los medios económicos que cuenta, que no son de los más óptimos. Y
hay mucho de aporte genuino. Yo sinceramente lo felicito por la actuación que ha tenido o
que tiene este hombre.
En sus luchas políticas en su momento ustedes requerían al Gobierno Central un
gobernador formoseño. Hoy que Formosa tiene un gobernador formoseño ¿Qué
significado le da a esto?
Formosa tiene su gobernador genuino, hijo de Formosa, que fue el ideal nuestro de
aquella vez, fue siempre el ideal del formoseño gobernarse con formoseños que no es lo
mismo que venga un gobernador de otra parte. Teníamos una experiencia muy triste de los
gobernadores que vinieron enviados del gobierno central con muy pocas excepciones. De
manera que ese sueño de provincialización vino madurando de mucho tiempo atrás y ahora
tenemos la enorme satisfacción de que está al frente gente de Formosa sobre todo este
hombre que es de Formosa y que tiene todos sus intereses en Formosa y que como todo
formoseño, amamos el lugar donde nacimos y amamos sus raíces. Eso es lo que necesita
Formosa para llevar adelante su progreso.
¿Nos podría brindar una reflexión sobre Perón y el Peronismo?
Perón fue el creador del peronismo. La figura más querida, porque fue el padre del
peronismo. De manera que en Perón estaba la materialización de todo nuestro idealismo y
sobre todo en esa oportunidad de la provincialización en que se fue madurando e hizo
eclosión la idealización de nuestra soberanía. Fue para mí una figura señera en la historia
política del país.
¿Nos dejaría una reflexión final para los formoseños?
Sí, como no, en primer término, quiero decir que estoy muy satisfecho, con mucha
alegría y un dejo de emoción por recibirlos a ustedes en mi casa.
En segundo término, yo los exhortaría a los formoseños, para que sigan trabajando y
que traten de hacer de Formosa, una perla del norte argentino.
ANEXO
Ley Nº 1532:- Organización de los
Territorios Nacionales.
Artículo 1º: Los territorios nacionales se dividen, para los efectos de la administración sin
perjuicio de lo que se establezca oportunamente por la ley general de límites, en las
siguientes gobernaciones:
1º.- Gobernación de La Pampa con los siguientes límites: por el Norte el paralelo 36º que
divide el territorio nacional del de las provincias de Mendoza y San Luis y el paralelo 35º
que la divide del de la de Córdoba. Por el Este, el meridiano 5º de Buenos Aires, que divide
con esta Provincia. Por el Oeste el meridiano 10º que divide con Mendoza, hasta tocar el
río Colorado, y por el Sur el curso del río Colorado.
2º.- Gobernación del Neuquen con los siguientes: Al Norte con Mendoza en el curso del
río Barrancas, y continuación del Colorado hasta tocar el meridiano 10º. Al Este la
prolongación de este meridiano y continuación del curso del río Neuquen hasta su
confluencia con el Limay. Al Sur, el río Limay y Lago Nahuel Huapi. Al Oeste la línea de la
Cordillera divisoria con Chile.
3º.- Gobernación del Río Negro, con los siguientes: por el Norte, el Río Colorado. Por el
Este, el meridiano 5º hasta tocar al río Negro, siguiendo este río y la costa del Atlántico.
Por el Sur, el paralelo 42º. Por el Oeste, la cordillera divisoria con Chile, el curso del Limay,
del Neuquen y prolongación del meridiano 10º hasta el Colorado.
4º.- Gobernación del Chubut, con los siguientes: Al Norte, el paralelo 42º. Al Este, la costa
del Océano Atlántico. Al Oeste, la línea divisoria con Chile y al sur el paralelo 42º.
5º.- Gobernación de Santa Cruz, con los siguientes: Al Norte, el paralelo 46º. Al Este, el
Atlántico. Al Oeste Chile, y al Sur el paralelo 52º, siguiendo la línea divisoria hasta punta
Dungeness.
6º.- Gobernación de la Tierra del Fuego, con sus límites naturales, según tratado del 23 de
julio de 1881, y además la Isla de los Estados.
7º.- Gobernación de Misiones, con sus limites actuales.
8º.- Gobernación de Formosa, con los siguientes: Por el naciente, el río Paraguay, que
divide la República de este nombre. Por el Norte, el río Pilcomayo y línea divisoria con
Bolivia. Por el Oeste, una línea con rumbo Sur que partiendo de la línea anterior pase por el
Fuerte Belgrano, hasta tocar el río Bermejo. Por el Sur, este río siguiéndolo por el brazo
llamado Teuco, hasta su desembocadura en el Paraguay.
9º.- Gobernación del Chaco, con los siguientes: Por el Este, los ríos Paraguay y Paraná
desde la desembocadura del Bermejo en el primero hasta la boca del arroyo del Rey, en el
segundo. Por el Sur y Oeste las siguientes líneas: El arroyo del Rey hasta encontrar el
paralelo 28º 15', este mismo paralelo y una línea que partiendo de San Miguel sobre el
Salado, pase por Otumpa, hasta encontrar el paralelo mencionado. Por el Norte una línea
que partiendo de las Barrancas, sobre el Salado, pase por la intersección de la línea rumbo
Sur del Fuerte Belgrano con el Bermejo.
Artículo 2º: El Poder Ejecutivo podrá subdividir las gobernaciones en las secciones que
aconsejaran las conveniencias generales designándoles sus capitales respectivas.
Artículo 3º: Declarase a las gobernaciones comprendidas en la ley de 25 de septiembre de
1871 sobre subvenciones para fomento de la educación primaria, en las condiciones de las
provincias más favorecidas.
Artículo 4º: Cuando la población de una Gobernación alcance a sesenta mil habitantes,
constatados por el censo general y los censos suplementarios sucesivos, tendrá derecho
para ser declarada provincia argentina.
Artículo 5º: El Congreso demarcará, en cada caso, con arreglo a esta ley, los límites de las
nuevas provincias que se formen.
DEL GOBERNADOR
Artículo 6º: El Gobernador será nombrado por el Poder Ejecutivo, con acuerdo del
Senado. Durará tres años en el ejercicio de sus funciones, pudiendo ser reelecto y teniendo
el Poder Ejecutivo la facultad de exonerarlo de su cargo.
Artículo 7º: El Gobernador tendrá los deberes y atribuciones siguientes:
1º.- Es la autoridad local superior, encargada de velar por el cumplimiento de las leyes y
disposiciones nacionales.
2º.- Dicta reglamentos y ordenanzas convenientes para la seguridad, administración y
fomento del territorio en todo lo que sea materia de su incumbencia.
3º.- Proponer las medidas necesarias para la mejor percepción de la renta.
4º.- Vigilar el cumplimiento de los contratos celebrados por particulares con el Poder
Ejecutivo, y el de las concesiones o privilegios que se acuerden.
5º.- Está obligado a informar al Poder Ejecutivo acerca de la regularidad con que proceden
las oficinas y empleados, dependientes directamente del Gobierno Nacional.
6º.- Nombra los jueces de paz de los distritos o secciones que tengan menos de mil
habitantes.
7º.- Propone los empleados de la Gobernación, cuyo nombramiento corresponde al Poder
Ejecutivo.
8º.- Recibe las asignaciones del presupuesto y las invierte con sujeción a la ley, rindiendo
mensualmente cuenta de su inversión.
9º.- Es el comandante en jefe de la Gendarmería y guardia nacional, y deberá colocar en
cada distrito un comisario de policía con su correspondiente dotación.
10º.- Distribuye la fuerza y presta el auxilio que requieren el juez letrado y los jueces de paz.
11º.- Procurará el establecimiento en las secciones de su dependencia, de las tribus
indígenas que morasen en el territorio de la gobernación, creando, con autorización del
Poder Ejecutivo, las misiones que sean necesarias para traerlos gradualmente a la vida
civilizada.
12º.- Vela por el progreso de la enseñanza, e informará sobre las medidas conducentes al
desenvolvimiento de la colonización.
13º.- Depende directamente del Ministerio del Interior, residirá en el pueblo que se declare
capital y no podrá ausentarse sin licencia del ministerio expresado.
14º.- Gozará de la asignación que le fije el presupuesto.
DEL SECRETARIO
Artículo 8º: El secretario será nombrado por el Poder Ejecutivo, a propuesta del
Gobernador del territorio.
Artículo 9º: Tendrá los deberes y atribuciones siguientes:
1º.- Refrendar los actos del Gobernador e intervenir en todos los pagos, percibo de dinero
y rendición de cuentas.
2º.- Dirigir la oficina de la gobernación bajo la superintendencia del Gobernador.
3º.- Guardar y conservar los registros y documentos referentes a los asuntos en que
intervenga el Gobernador, transmitiendo cada tres meses copias auténticas de tales actos y
procedimientos, al Ministerio del Interior.
4º.- Es responsable de todas las omisiones o transgresiones en los deberes y funciones que
le son impuestos, sin que pueda excusarse del cumplimiento de ellas con órdenes e
instrucciones del gobernador.
5º.- El secretario residirá en la capital de la gobernación, no podrá ausentarse sin licencia
del gobernador y gozará de la asignación que establezca el presupuesto.
6º.- En caso de muerte, ausencia o remoción del gobernador desempeñará sus funciones
mientras dure la vacancia.
DE LOS JUECES DE PAZ
Artículo 10º: En los distritos cuya población pase de mil habitantes, los jueces de paz serán
elegidos directamente por el pueblo y la Municipalidad de sección, con dos tercios de
votos, podrá removerlos, por falta en el cumplimiento de sus deberes.
Artículo 11º: Los jueces de paz durarán dos años en el ejercicio de sus funciones y podrán
ser reelegidos.
Artículo 12º: Para ser electo juez de paz se requiere ser ciudadano mayor de edad
domiciliado en la sección respectiva y saber leer y escribir; no pudiendo ser nombrados
para este cargo los militares en disponibilidad ni los empleados públicos.
Artículo 13º: Son atribuciones de los jueces de paz conocer y resolver:
1º.- En las causas civiles y comerciales cuando el valor cuestionado no exceda de cien
pesos; pero no en los juicios sucesorios o de concurso de acreedores.
2º.- En las demandas por desalojo, cuando no medie contrato escrito, cualquiera que sea el
valor de la demanda.
3º.- En las causas correccionales cuando la pena no exceda de cuatro días de arresto o 20$
m/n de multa.
4º.- En las demandas reconvencionales siempre que su valor no pase de la cantidad fijada
como límite a su jurisdicción.
5º.- Cuando las partes reconozcan la existencia de un contrato y tengan cuestiones relativas
a las transacciones del mercado, que versen sobre entrega de ganados y frutos; sobre fletes
de los transportes terrestres y sobre exactitud de pesas y medidas.
Artículo 14º.- El procedimiento de los jueces de paz, será verbal y actuado. Resolverán a
verdad sabida y buena fe guardada exigiendo sin embargo, la defensa y la prueba.
Artículo 15º.- Cuando el valor de lo cuestionado no alcance a veinte pesos las sentencias
de los jueces de paz serán inapelables, lo mismo que las que dicten en causas
correccionales.
Artículo 16º.- Podrá ser recusado por justa causa y en tal caso el conocimiento del asunto,
corresponde al juez de paz más inmediato.
Artículo 17º.- Fuera de los casos señalados en el artículo 15º las sentencias de los jueces de
paz serán apelables en relación y sin exigir el comparendo de las partes, dentro de cinco
días útiles para ante el juez letrado de la gobernación.
Artículo 18º.- Cada juzgado de paz tendrá un secretario nombrado por la municipalidad a
propuesta del juez de paz y que actuará en todas sus decisiones.
Artículo 19º.- Antes de entrar en el ejercicio de sus funciones los jueces de paz prestarán
juramento ante el Consejo municipal de desempeñar fielmente los deberes de su cargo.
Artículo 20º.- Los jueces de paz darán cumplimiento a las comisiones que les sean
conferidas por los jueces letrados.
Artículo 21º.- Los jueces de paz como sus secretarios residirán en la sección donde deban
prestar sus servicios, no podrán ausentarse sin licencia del Consejo municipal y tendrán el
sueldo que les señale el presupuesto.
DEL CONSEJO MUNICIPAL
Artículo 22º.- Las secciones cuya población pase de mil habitantes tendrán derecho a elegir
un Consejo municipal, compuesto de cinco miembros, mayores de edad y domiciliados en
el distrito. Entre ellos nombrarán un presidente encargado de mantener el orden en la
discusión y representar al Consejo en sus relaciones oficiales.
Artículo 23º.- Los municipales durarán dos años en el ejercicio de sus funciones; el cargo
será gratuito; se renovarán por mitad cada año debiendo sortearse al efecto los que deberán
salir la primera vez.
Artículo 24º.- Las atribuciones del Consejo municipal son las siguientes:
1º Ordenar la formación del padrón coda dos años nombrando para ese fin comisiones
encargadas de la inscripción.
2º Convocar al pueblo para la elección de municipalidades y jueces de paz nombrando las
comisiones receptoras de votos.
3º Juzgar de la validez de las elecciones, proclamar a los municipales y jueces de paz electos,
ponerlos en posesión de sus puestos comunicándolo al gobernador a los fines a que
hubiera lugar.
4º Establecer impuestos puramente municipales.
5º Fijar multas que no excedan de 20 pesos a los infractores de sus ordenanzas.
6º Proveer a la administración de los bienes y del caudal municipal, señalando la forma de
su inversión o colocación.
7º Ordenar las obras públicas vecinales que puedan verificarse con rentas municipales.
8º Nombrar un secretario tesorero de fuera de su seno con la asignación mensual que
oportunamente puede fijarle.
9º Aprobar las cuentas que presente el secretario tesorero.
Artículo 25º.- El secretario tesorero tendrá las obligaciones siguientes:
1º Refrendar todos los actos del Consejo municipal.
2º Llevar un libro en que se asienten todas las ordenanzas o resoluciones del Consejo y
guardar debidamente su archivo.
3º Percibir y mantener en depósito las cantidades que se cobren, hacer los pagos
respectivos, rendir cuentas y cumplir estrictamente las órdenes del Consejo.
Artículo 26º.- El Consejo municipal funcionará seis meses en el año y en la época o épocas
que el mismo determine celebrando sus reuniones los días que juzgue necesarios. Sus
miembros al entrar a desempeñar sus funciones prestarán juramento ante el presidente de
la elección municipal y jueces de paz.
Artículo 27º.- Las elecciones se practicarán con arreglo a un padrón que el Consejo
municipal mandará formar, designando al efecto una comisión de tres vecinos de cada
distrito, propietarios, mayores de edad, los que deberán inscribir a todos los habitantes
domiciliados en la sección respectiva mayores de dieciocho años expresando la
nacionalidad, estado, profesión y si saben leer y escribir.
Artículo 28º.- Publicado el padrón, se señalará un término suficiente dentro del cual podrá
ser tachado, por exclusiones o inclusiones indebidas ante el Gobernador y demás
autoridades territoriales.
Artículo 29º.- Vencido el término, será elevado en copia con las tachas e informes del
Gobernador a la resolución del juez letrado, y aprobadas las tachas o desaprobadas se
publicará o remitirá a las secciones en número suficiente de ejemplares.
Artículo 30º.- El padrón así formado será el registro cívico para los efectos de la elección
de municipalidades y jueces de paz.
Artículo 31º.- Cuando el Consejo municipal convoque a elecciones nombrará para el
distrito respectivo una comisión de tres vecinos titulares y tres suplentes encargados de
recibir los votos el día de la elección, eligiéndola entre los habitantes mayores de edad.
Artículo 32º.- El padrón como el registro de votos, se llevará por duplicado enviándose un
ejemplar al Consejo municipal y otra al Gobernador.
DEL JUEZ LETRADO
Artículo 33º.- El juez letrado será nombrado por el Poder Ejecutivo, con acuerdo del
Senado, residirá en la Capital de la gobernación, gozará del sueldo que le asigne la ley, el
cual no podrá ser disminuido, mientras permaneciere en sus funciones y no podrá ser
removido, sino en la forma establecida para la remoción de los funcionarios de su clase en
la Capital de la República.
Artículo 34º.- Para ser juez letrado se requiere ser ciudadano mayor de edad y haber
ejercido la profesión de abogado.
Artículo 35º.- Al recibirse de su cargo prestará juramento ante la Suprema Corte de
Justicia y le son aplicables las disposiciones de la ley de diciembre 15 de 1881 sobre
organización de los tribunales de la Capital, en cuanto no se opusieren a la presente.
Artículo 36º.- Los jueces letrados conocerán y resolverán en las causas que en la ley citada
en el artículo precedente se atribuyen a los jueces en lo civil, comercial, correccional y
criminal y también las que correspondan al juez federal.
Artículo 37º.- El procedimiento ante el juez letrado será el vigente en la Capital de la
Nación.
Artículo 38º.- No podrán ser recusados sin justa causa, y una vez admitida la recusación,
corresponderá el conocimiento de la causa al juez de la sección más próxima.
Artículo 39º.- Conocerán en grado de apelación de las sentencias dictadas por los jueces de
paz y su resolución terminará el asunto, bien sea que confirme o revoque las del juez
inferior.
Artículo 40º.- El médico de la gobernación prestará los servicios de médico del juzgado.
Artículo 41º.- De la sentencia que dicten los jueces letrados en la primera instancia, podrá
apelarse para ante la Suprema Corte de Justicia, con arreglo a las leyes de procedimientos
para la justicia federal.
Artículo 42º.- Los jueces letrados elevarán en consulta aún cuando no se interponga
apelación, todas la sentencias definitiva en asuntos en que sean parte el fisco, menores,
incapaces, etc.
Artículo 43º.- Podrán ser nombrados árbitros-arbitradores y resolverán sin apelación las
causas que en este carácter se les someta.
Artículo 44º.- Habrá un escribano secretario encargado de actuar en los juicios que se
sigan ante el juez letrado, y al que le serán aplicables las disposiciones de la ley sobre
organización de los tribunales de justicia de la Capital.
Artículo 45º.- El escribano será nombrado por el Poder Ejecutivo a propuesta del juez
letrado; residirá en la Capital de la gobernación y gozará del sueldo que le asigne el
presupuesto.
DE LA LEGISLATURA
Artículo 46º.- Las gobernaciones cuya población alcance a treinta mil almas constatadas,
por el censo general y los censos suplementarios, sucesivos, tendrán una legislatura que
funcionará tres meses en el año. Será formada por los delegados de los distritos
municipales a razón de uno por cada dos mil habitantes y por cada fracción que no baje de
mil quinientos. Durarán tres años en el ejercicio de sus funciones y se renovarán por
terceras partes cada año sorteándose al efecto en la primera renovación.
Artículo 47º.- Para ser miembro de la legislatura se requiere tener residencia de un año por
lo menos en el territorio, ser ciudadano mayor de edad y no ocupar en la gobernación
ningún empleo público a sueldo; para incorporarse a ella debe prestarse juramento ante el
presidente nombrado de su seno.
Artículo 48º.- Cuando algún territorio tenga la población exigida para proveer una
legislatura, el Gobernador, previo consentimiento del Poder Ejecutivo, mandará formar un
registro de todos los ciudadanos de la gobernación que quieran inscribirse. Al efecto,
nombrará una comisión compuesta de seis vecinos, tres titulares y tres suplentes.
Artículo 49º: Este registro deberá renovarse cada tres años y con arreglo a él se verificarán
las elecciones de los delegados de los distritos a la Legislatura, nombrando a este objeto una
comisión receptora de votos en la misma forma, y número que dispone el artículo anterior
para efectuar la inscripción.
Artículo 50º: Los miembros de las comisiones deberán tener las mismas condiciones que
exigen los Arts. 27 y 31 para los que dirigen el padrón y elección municipal.
Artículo 51º: Instalada la primera legislatura, estas comisiones serán designadas en lo
sucesivo por el presidente de ella, asociados por el Gobernador y juez letrado del territorio.
Artículo 52º: Un ejemplar del registro como del acta de elección será enviado
respectivamente al Gobernador y a la Legislatura.
Artículo 53º: El registro podrá ser tachado de la misma manera y siguiendo el mismo
procedimiento que fijan los Arts. 28 y 29 para el padrón municipal.
Artículo 54º: Para la elección de delegados a la Legislatura como para la de municipales y
jueces de paz, se aplicará la ley de elecciones nacionales en todo lo que se oponga a la
presente.
Artículo 55º: La Legislatura es el único juez de la elección de sus miembros, podrá votar
impuestos locales, ordenar obras públicas y en general dictar disposiciones convenientes
para el adelanto, fomento y mejor gobierno del territorio; sus resoluciones tendrán fuerza
de ley, si no son vetadas por el Gobernador, dentro del término de diez días útiles después
de sancionada.
Artículo 56º: En caso de veto la Legislatura mantendrá su voluntad, insistiendo con dos
tercios de votos sobre su primitiva sanción.
Artículo 57º: La Legislatura funcionará en la Capital de la Gobernación en las épocas que
determine, con arreglo al Art. 46º y podrá con dos tercios de votos acusar al Gobernador,
ante el Poder Ejecutivo, por falta en el cumplimiento de sus deberes.
Artículo 58º: El cargo de miembro de la Legislatura es gratuito y obligatorio, y nadie podrá
excusarse, sin justa causa.
Artículo 59º: El Gobernador podrá convocarla a sesiones extraordinarias y prorrogar las
ordinarias.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Artículo 60º: Para la instalación de los primeros Consejos municipales, el Gobernador
convocará a elección y de acuerdo con lo que se determina en esta ley, designará una
comisión encargada de recibir los sufragios a las personas que ella considere en las
condiciones requeridas por el Art. 27.
Artículo 61º: El resultado del escrutinio, la comisión lo comunicará al Gobernador y a los
electos, los que procederán a instalar el Consejo municipal.
Artículo 62º: Mientras se confeccione el padrón de cada distrito, los jueces de paz serán
nombrados por el Poder Ejecutivo.
Artículo 63º: Quedan derogadas las disposiciones de la leyes anteriores que se opongan a la
presente.
Artículo 64º: Comuníquese, etcétera.
Sancionada: 1º de Octubre 1884.
Promulgada: 16 de Octubre 1884.
Ley con Texto original. Derogada por Ley Nº 14315 Ley de Objeto Cumplido
Ley 14.408
Provincialización de los
Territorios Nacionales
BUENOS AIRES, 15 de Junio de 1955
BOLETIN OFICIAL, 30 de Junio de 1955 Vigentes
Artículo 1: Declárense provincias, de acuerdo con lo establecido en los artículos 13 y 68,
inciso 14) de la Constitución Nacional, a todos los territorios nacionales, con los límites
que a continuación se expresan:
a) se constituirán tres provincias, que tendrán, respectivamente, los límites de los actuales
territorios nacionales de Formosa, Neuquen y Río Negro;
b) Se constituirá otra provincia, limitada al Norte por el paralelo 42; al Este, por el Océano
Atlántico; al Oeste, por la línea divisoria con la República de Chile y al Sur, con el paralelo
46;
“Se constituirá otra provincia, limitada al Norte por el paralelo 46 al Este por el Océano
Atlántico ; al oeste, por la línea divisoria con la República de Chile y al sur, por el paralelo
52, siguiendo la línea divisoria hasta Punta Dúngenes”.
Ref. Normativas:
Constitución Nacional (1853) Art.13
Constitución Nacional (1853) Art.68
inc. 14
Modificado por:
Decreto Ley 21.178/56 Art.1
(B.O. 29-11-56). Inciso c) sustituido.
Nota de redacción. Ver:
Decreto Nacional 11.429/55 Art.1
(B.O. 27-07-55). Las nuevas provincias de conformidad con lo dispuesto por los incisos a),
b) y c), se denominarán hasta tanto se pronuncien las correspondientes convenciones
constituyentes, Formosa, Neuquen, Río Negro, Chubut y Patagonia.
Artículo 2: El Poder Ejecutivo nacional procederá a convocar las convenciones
constituyentes en las ciudades de Formosa, Neuquen, Rawson, Viedma y Río Gallegos, las
que serán capitales
provisionales de las nuevas provincias hasta que las autoridades locales establezcan las
definitivas.
Artículo 3: La elección de convencionales se efectuará de acuerdo con la Ley Nacional de
Elecciones y sobre la base del Registro Nacional de Electores, y tendrá lugar en la fecha
que determine el Poder Ejecutivo nacional.
Artículo 4: Se elegirán en cada nueva provincia dieciséis (16) convencionales, conforme el
sistema siguiente: Los representantes serán elegidos directamente por el pueblo de la
provincia, en
distrito único. Cada elector votará por una lista completa de dieciséis (16) candidatos.
Al partido de la minoría que tenga mayor número de votos se le asignarán cuatro (4)
convencionales, siempre que los sufragios que obtuviera excedieran al treinta y cinco por
ciento (35%) del total.
Si sólo excedieran del veinte por ciento (20 %), se le asignarán dos (2). Carecerá de
representación si no hubiere logrado pasar del veinte por ciento (20 %), del total de
sufragios. Los convencionales restantes serán tomados de la lista de la mayoría. En todo
caso se respetará el orden adjudicado en las respectivas listas.
Artículo 5: Para ser convencional se requiere ser argentino nativo y reunir los demás
requisitos y calidades que para ser diputado de la Nación. Los convencionales gozarán,
mientras dure su mandato, de las mismas prerrogativas e inmunidades que los diputados
nacionales, y recibirán en concepto de compensación de gastos la suma de siete mil pesos
moneda nacional ($ 7.000) por todo el término de su actuación.
Artículo 6: El cargo de convencional es compatible con el de miembro de cualquiera de
los poderes de la Nación.
Artículo 7: La Convención deberá terminar su cometido dentro de los noventa días de su
instalación y no podrá prorrogar su mandato.
Artículo 8: La Convención dictará una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional, y que asegure la administración de justicia, el régimen municipal, la educación
primaria y la cooperación requerida por el gobierno nacional a fin de hacer cumplir la
Constitución Nacional, y que asegure la administración de justicia, y el régimen municipal,
la educación primaria y la cooperación requerida por el gobierno nacional a fin de hacer
cumplir la Constitución Nacional y las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten.
Deberá igualmente asegurar los derechos, deberes y garantías de la libertad personal, así
como los derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad y de la educación, de la
cultura, estableciendo, además, el carácter de la función social de la propiedad, del capital y
de la actividad económica. Sus principios no pueden ser contrarios a la Constitución
Nacional ni a las declaraciones de la independencia política y económica.
Ref. Normativas:
Constitución Nacional (1853) Art.1
Artículo 9: Toda la legislación vigente en el territorio en el momento de su admisión como
provincia quedará en vigor en el nuevo Estado hasta que sea derogada o modificada por la
respectiva legislatura, salvo que el cambio o modificación provenga de la presente ley o de
la Constitución de la nueva provincia.
Artículo 10: Pasarán al dominio de las nuevas provincias los bienes situados dentro de sus
respectivos límites territoriales que pertenezcan al dominio público o privado de la Nación,
exceptoaquellos que necesite destinar a un uso o servicio público nacionales, en cuyo caso
la reserva deberá establecerse por ley de la Nación antes del 30 de septiembre de 1958.
También pasarán al dominio de las nuevas provincias las tierras fiscales ubicadas dentro
de sus respectivos límites territoriales.
El Poder Ejecutivo podrá convenir con las nuevas provincias la realización de los
trabajos técnicos tendientes a la correcta delimitación de las tierras fiscales.
Hasta tanto se constituyan definitivamente las autoridades provinciales el Poder
Ejecutivo podrá disponer la adjudicación de tierras fiscales entre los actuales pobladores.
Modificado por:
Decreto Ley 4.908/58 Art.1
(B.O. 08-05-58). Aclarado por Ley 17.830.
Nota de redacción. Ver:
Ley 17.830 Art.1
(B.O. 14-08-68). Se aclara la transferencia de dominio a favor de las nuevas provincias no
comprende los bienes pertenecientes al dominio público o privado de la Nación que al
provincializarse estaban destinados a servicios de interés o utilidad pública nacional.
Artículo 11: Mediante convenios entre las nuevas provincias y la Nación se determinará
cuáles escuelas públicas pasarán a depender de aquéllas.
Artículo 12: Las nuevas provincias procederán a la organización de su Poder Judicial.
Cuando se haya procedido a la organización del Poder Judicial local, le serán transferidas
las causas, tomando en consideración las reglas generales legales que rijan las jurisdicciones
respectivas. Igualmente, le serán transferidos todos los legajos, registros y actas
correspondientes a las causas pendientes.
Artículo 13: Una vez organizada la justicia local, habrá un juez nacional de primera
instancia en cada una de las capitales de las nuevas provincias.
Artículo 14: Mientras las nuevas provincias no dicten sus propias disposiciones tributarias
continuarán en vigencia los impuestos, tasas y contribuciones que rijan al tiempo de su
provincialización.
Artículo 15: El gobierno de la Nación continuará percibiendo todos los impuestos y
pagando todos los servicios administrativos con arreglo al presupuesto del territorio y a las
disposiciones que por esta ley se dictan, hasta seis (6) meses posteriores al día en que se
constituyan las autoridades provinciales, sin perjuicio de las transferencias parciales o
totales que pudieran hacerse a las
nuevas provincias antes de la fecha indicada. Este plazo podrá ser prorrogado por acuerdo
entre el Poder Ejecutivo nacional y los gobiernos provinciales. Una vez que se haya
organizado la nueva administración como asimismo el Poder Judicial, se hará la liquidación
correspondiente a lo cobrado por las diferentes contribuciones.
Artículo 16: Los gobiernos de las nuevas provincias convendrán con el Poder Ejecutivo
nacional las transferencias de los registros y demás antecedentes relativos a los impuestos
por conducto del
Ministerio de Hacienda de la Nación.
Artículo 17: El Poder Ejecutivo nacional efectuará la entrega de los distintos servicios
aministrativos con sus derechos y propiedades, créditos, activos y pasivos que deban pasar
a las nuevas provincias por conducto del Ministerio respectivo. A tal fin se establecerá la
forma y oportunidad de la entrega y las obligaciones a que hubiere lugar.
Artículo 18: A los funcionarios, empleados y obreros que pasen a depender de la
administración de las nuevas provincias, cualquiera sea el modo de la prestación de sus
servicios y la forma de pago se
les reconocerá:
a) Identidad de jerarquía y sueldo;
b) Aportes realizados; y
c)Término, condiciones y monto jubilatorio.
A todos estos efectos, la Nación celebrará con las nuevas provincias los acuerdos
respectivos, debiendo el Poder Ejecutivo nacional asignar al personal que no sea
incorporado a la administración provincial funciones similares a las desempeñadas en los ex
territorios, con igual sueldo y jerarquía.
Artículo 19: Dentro de los treinta (30) días de promulgada la presente ley, el Poder
Ejecutivo Nacional designará comisiones federales en las nuevas provincias, los que
asegurarán la continuidad de los servicios locales y estructurarán la futura administración
provincial, con arreglo a las disposiciones de esta ley y a las que oportunamente dicte la
Convención Constituyente.
Artículo 20: A fin de cumplimentar lo dispuesto en el artículo anterior, los comisionados
instalarán de inmediato los ministerios de Gobierno, Economía y Asuntos Sociales, y
organizarán la administración y la Justicia locales con arreglo a las instrucciones que les
impartirá el Poder Ejecutivo Nacional y ulteriormente según las normas que establezca la
Constitución de las nuevas provincias.
Someterán a la aprobación del Poder Ejecutivo Nacional el presupuesto de gastos de las
provincias y propondrán, asimismo, la asimilación por parte de la administración local de
todas las oficinas nacionales con asiento en el territorio, las que deberán transferirse
gradualmente a las provincias en todo cuanto no sea materia de competencia federal. A los
fines establecidos en este artículo, los comisionados quedan autorizados para convenir
transferencias con los ministerios respectivos.
Artículo 21: Organizada la administración local, el Poder Ejecutivo Nacional convocará a
lecciones para que las nuevas provincias designen sus autoridades. Una vez constituidas
éstas, cesará toda intervención de los poderes nacionales en los asuntos de orden
provincial.
Artículo 22: Los senadores y diputados nacionales se elegirán simultáneamente en el
mismo acto en que se elijan las autoridades provinciales.
El Poder Ejecutivo Nacional fijará los límites de las circunscripciones para esta elección
de diputados.
Artículo 23: Los delegados de los territorios nacionales cesarán al tiempo de la
incorporación al Congreso Nacional de los diputados electos por las nuevas provincias.
Artículo 24: Los gastos que demande el cumplimiento de la presente ley se atenderán de
rentas generales, con imputación a la misma.
Artículo 25: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Promulgada por Decreto Nacional 9.943 del 28 de junio de 1955
BIBLIOGRAFÍA
Alsina, José. Diarios y Periódicos Formoseños. Un Ensayo Historiográfico.1875/1996.
UNAF. 1996.
Aguirre, Orlando.”Las Tres Visitas de Perón a Formosa”.(XX Encuentro de Geohistoria
Regional. Resistencia, 2000).
Beck Hugo Humberto.La etapa peronista en Formosa. Población, economía y política en la
transición del territorio a la provincia. Buenos Aires. Academia Nacional de la Historia.
2001.
Chavez, Fermín. Perón y el Peronismo en la Historia Contemporánea. Editorial Oriente
S.A. 1975.
Demóstenes Gómez. Autobiografía no publicada. 1994. Archivo Personal.
El Sistema Peronista 1943-1949. Historia de la Argentina.Crónica. Hispanoamérica. 1992.
Favaro, Orietta. Realidades contrapuestas a los Estados provinciales. Los territorios
nacionales 1884-1955. Realidad Económica Nro 114.
Favaro, Orietta y Mario Arias Bucciarelli. La inclusión de los habitantes de los territorios
nacionales a la ciudadanía política: un clivaje en los años ’30. Revista de Historia
“Entrepasados”. Buenos Aires.1995
Filipa, Juan José. Formosa Hoy “El Dificil Camino”. Informes originales sobre la realidad
de la provincia. Editorial Capítulo. Formosa - República Argentina.
Floria, Carlos Alberto y Garcia Belsunce, Cesar A. Historia de los Argentinos. Tomo II.
Edit.Kapeluz.1983.
Garvie, Alejandro. La Economía Peronista. 1946-1955. Los Límites de la Voluntad. 1°
edición. Buenos Aires. Longseller. 2002.
Gutierrez, Leandro y Romero, Luis. Sectores Populares, cultura y política. Bs As en la
entreguerra. Sudamericana. Bs As. 1995.
Lugo, Emilio Ramon. Introducción Histórica a la Provincia de Formosa. Desde el
Ferrocarril a la Provincia.1930-1962. Editorial Gualamba.1994.
Lugo, Emilio Ramón. Historia Parlamentaria de Formosa. Edit.Gualamba.1990.
Luna, Felix. Argentina de Perón a Lanusse. 1943/1973. Sudamericana.Planeta.1984.
Maeder, Ernesto J.A. “La Política sobre los Territorios Nacionales durante la Etapa
Peronista”.1946-1955.
Neiburg, Federico. Los Intelectuales y la Invención del Peronismo. Alianza Editorial.1998.
Prieto, Antonio H. “Para Comprender a Formosa”. Una Aproximación a la Historia
Provincial. 1993.
Punzi, Orlando Mario “Historia de la Conquista del Chaco”, Editorial Vinciguerra, 1997.
Profesor Ramazoti, Juan Carlos.
Profesor Tula, Luís Rubén.
Rock, David. Argentina 1516-1987. Desde la colonización española hasta Alfonsín. Alianza
Editorial.1989.
Romero, Jose Luis. Las Ideas en la Argentina del Siglo XX. Ediciones Nuevo País. 1987.
Romero, José Luis. Breve Historia de la Argentina. Editorial Abril. 8° edición. 1987.
Torres, Juan Carlos. Interpretando los orígenes del peronismo. Desarrollo Económico Nro
112. Vol 28. Bs As.1989.
Valenzuela de Mari, Cristina Ofelia. Ganadería y Estancias en Chaco y Formosa(18881998).Cuaderno de Geohistoria Regional. Instituto de Investigaciones Geohistóricas.
Resistencia. Chaco. 1998.Página 125.1998.
Documentos, Diarios, periódicos y revistas de las décadas 1940/50:
- Archivo General de la Nación
- Biblioteca Nacional
- Diario “El Norte” dirigido por Antenor Polo.
- Revista “Cultura y Deporte” de Demótenes Gómez.
- Primer Semanario Justicialista “Tribuna Peronista” y “Tribuna Justicialista”.
- Semanario El Chajá dirigido por Neyid R. Lahoud.
- Periódico doctrinario “Justicia Social”.
- Periódico “La Voz Popular” de Silvio Argentino Godoy.
- Diario “La Voz Formoseña”. Dirigido por el Dr. Luis Gutnisky.
- Diario “Hoy” de Casco Miranda.
- Periódico “El Atalaya Formoseño”.
- Guías de Formosa Rebollar.
- Diarios La Prensa, Crítica y la Nación de octubre de 1953.
- Tribuna Formoseña. Julio/Agosto de 1991.
- Documentos y testimonios suministrados por Oscar Ianelli, ex funcionario del Gobierno
Territoriano de Iglesias Paiz.
- Testimonios escritos de Demóstenes Gómez.
Informes elaborados por el Director del Banco Central de la República Argentina
Francisco Pardo, enviados al Presidente Perón durante los meses de octubre y diciembre de
1946:
- “Problemas Generales que corresponde encarar para la Reordenación Económico-social
de los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa en concordancia con las previsiones del
Plan Quinquenal. 1 de octubre de 1946. Archivo Personal.
- “Centralización de las Vías de Comunicaciones”. Del 4 de noviembre de 1946. Archivo
Personal.
- “Sugestiones Relativas a la Aplicación del Plan Quinquenal”. Urgencia en la solución del
problema económico integral de los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa. De ello se
derivará, implicitamente, la solución del grave problema de los indígenas de esas zonas y
por extensión, de los demás territorios. Del 11 de diciembre de 1946. Archivo personal.
- “Aspectos Económico-sociales de los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa”.
Urgencia en la realización de diversas obras públicas y en la solución del problema
indígena. Del 11 de diciembre de 1946. Archivo personal.
Revista de Información y Difusión Educativa – Ministerio de Cultura y Educación Año
I - Nº 2 – junio 1998.
Descargar