La formación de grupos es esencial en cualquier ámbito de nuestra vida ya que estos son unidades de análisis del comportamiento y nos ayudan a saciar nuestra necesidad de afiliación. En este texto nos centramos en el ámbito del consumo, en el que pertenecer a un grupo es fundamental, puesto que existe la posibilidad tanto de influenciar en las compras de los demás como de que los demás influyan en las nuestras. El primer punto importante que trata el texto es el hecho de saber diferenciar entre un grupo de pertenencia y un grupo de referencia, ya que este último posee más influencia en el individuo, más aún si este es un niño o un adolescente. Una definición de grupo de referencia podría ser aquel grupo al que queremos pertenecer, es por esto por lo que basaremos nuestro comportamiento, en este caso nuestro consumo, en todo aquello que haga nuestro grupo de referencia, independientemente del grupo al que pertenezcamos. En la infancia, estos grupos de referencia son las familias, ya que es el primer grupo primario al que pertenecemos, mientras que en la adolescencia hay estudios que demuestran que se sustituye a la familia por los iguales, los amigos. Otro factor notable en la influencia dirigida al consumismo es la conformidad que ejerce el grupo para homogeneizar las conductas de los individuos. Esto quiere decir que el sujeto accede a realizar la conducta que realiza su grupo percibiéndolo como un comportamiento voluntario y no como una obligación, a pesar de estar presente la presión grupal en todo momento. Un caso similar es el experimento de la conformidad de Solomon Ash, que realizó un test de percepción para medir la conformidad de los sujetos ante estímulos claramente diferentes. Se puede llegar a comparar este caso con el consumo, ya que si el grupo ejerce la presión suficiente puede llegar a convencer a un individuo a comprar o consumir algo que solo no haría. La categorización es otro tema importante que trata este artículo, ya que es inevitable para los individuos y para los grupos poner etiquetas para definir y controlar nuestro entorno. Es por esto por lo que podemos influir en gran medida en el consumo con solamente poner categorías de buena o mala calidad a los productos que se quiera vender o consumir. En el texto se utilizan las etiquetas de “uso público” y “uso privado” para medir la influencia que estas pueden causar en el consumo, pues pertenecer a un grupo u otro puede llegar a influir en tu propio autoconcepto. Todos estos conceptos y otros muchos como las necesidades o el autoestima de los sujetos pueden influir en el comportamiento de consumo en niños y adolescentes, pero el grupo es, sin duda, un elemento fundamental al hablar de influencias.