Primera solemne psicología evolutiva II Unidad I: Adolescencia La OMS la define como un periodo de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10-19 años. Cronológicamente se inicia por los cambios puberales y se caracteriza por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales. Las cuales generan crisis, conflictos y contradicciones, aunque esencialmente de carácter positivos. Generalidades La adolescencia puede ser entendida como una época de transición en el desarrollo, es un concepto relativamente moderno; es entendida como una fase especifica en el ciclo de la vida humana a partir de la segunda mitad del siglo pasado (XX). Culturas antiguas no diferenciaban esta etapa, se realizaban rituales como un paso de la niñez a la adultez por algún hito especifico. En la cultura actual (occidental) el paso de la niñez a la adultez no se distingue por un único suceso, si no por un periodo extenso que implica cambios físicos, psíquicos, cognitivos, sociales y emocionales, y que adopta distintas formas en diferentes escenarios sociales, culturales y económicos. Actualmente se manifiesta la aparición cada vez más temprana de la maduración sexual y la participación de los jóvenes en la esfera social, cultural y económica. Características generales de la adolescencia 1. Al inicio de la adolescencia lo más notorio son los cambios físicos que se producen, finalizando esta con el mayor desarrollo psicosocial. 2. El crecimiento corporal se caracteriza por el aumento de peso, estatura y cambios de la forma v dimensiones corporales. Al momento de mayor aceleración de la velocidad de crecimiento en esta etapa, se le denomina estirón puberal. 3. Se produce un aumento de la masa y de la fuerza muscular (más notorio en los hombres). También se produce un incremento y maduración de los pulmones y el corazón, lo que conlleva a un mayor rendimiento en actividades físicas. 4. La velocidad de crecimiento, los cambios en las dimensiones corporales y los procesos endocrinometabólicos, no siempre ocurren de manera armónica, siendo común que algunos adolescentes presenten torpeza motora, incoordinación, fatiga, trastornos del sueño, entre otros. 5. El desarrollo sexual está caracterizado por la maduración de los órganos sexuales, la aparición de los caracteres sexuales secundarios y el inicio de la capacidad reproductiva. 6. Si bien, desde el punto de vista biológico ya pueden desempeñar actividades sexuales, laborales o funcionales como cualquier adulto, el proceso de maduración psíquica y social es más lento, por tanto, no se espera que sean personas “independientes” hasta finalizada esta etapa. Aspectos psicosociales Búsqueda de sí mismo y de su identidad. Evolución del pensamiento concreto al abstracto. Necesidad de independencia. Deseo de “pertenecer” a un grupo. Evaluación de los valores entregados por los padres y otras personas significativas. (tutores, abuelos, tíos, etc.) Consolidación de su personalidad. Conflictos con los padres (dependencia v/s necesidad de espacio personal) Búsqueda de intereses y “vocación” Etapas de la adolescencia Los eventos (normativos) descritos para el desarrollo corporal, cerebral, sexual, emocional y social responden de alguna manera a una secuencia de lógica de avance. Por lo cual, existen especialistas que consideran los años de la adolescencia como una serie de etapas y no como una etapa uniforme. Cabe destacar que las etapas son una guía y que no existe un esquema único de desarrollo que puede aplicarse a todos los jóvenes. Según la organización panamericana de salud (OPS), las etapas de la adolescencia son: Adolescencia temprana Preocupación por los cambios físicos, los cuales son rápidos y no siempre comprendidos. Pensamiento abstracto concreto. Aumentan tanto las habilidades cognitivas como la fantasía. Habituales fantasías sexuales y autoerotismo. Fluctuaciones en el ánimo y autoestima. Aumento de impulsividad. Intensa amistad con adolescentes de su mismo sexo. Menor interés en los padres. Adolescencia media Continúan los cambios físicos. Los más relevantes van finalizando al terminar esta etapa. Mayor desarrollo del pensamiento abstracto. Relaciones de pareja más formales y de enamoramiento y compromiso afectivo. Interés en la experimentación sexual. Sentimientos de omnipotencia, se sienten invulnerables, pueden presentar conductas de riesgo (edad del pavo) Período de mayor acercamiento y participación con sus pares y de compartir sus valores. Período de máximo conflicto con sus padres. Adolescencia tardía Características sexuales secundarias. Consolidación del pensamiento abstracto. Consolidación de la capacidad de intimar y establecer relaciones de parejas estables. Disminuye la importancia del grupo de pares. Retorno emocional con sus padres. Aceptación de su propia imagen corporal. Desarrollo de su propia escala de valores. Metas de vida y proyectos más reales. Alcanza su propia identidad, tanto en lo personal como en lo social. Principales tareas de la adolescencia Aceptación de estructura física y de su rol masculino o femenino, o bien el cuestionamiento de este rol y la adopción de una identidad de género acorde a su sentir. Independencia emocional de los adultos y establecer relaciones con sujetos de su edad y de ambos sexos, lo que constituye preparación para una relación de pareja estable. El desarrollo de aptitudes y conceptos intelectuales que le permitan la selección de una ocupación de acuerdo con sus intereses. La obtención de una conducta social adaptada al entorno y la elaboración de una escala de valores. Logro de una identidad coherente (física, moral, psicológica), que se mantenga estable en el tiempo. Regulación emocional, se entiende como la capacidad de comprender y autorregular sus emociones, y expresarlas adecuadamente al contexto. Adolescencia: neurológico. Desarrollo físico y Pubertad: Es un proceso biológico en el que se produce el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, la maduración completa de las gónadas y glándulas suprarrenales, y el desarrollo pleno de la masa ósea, grasa y muscular, logrando la talla adulta. (Madurez sexual y la cap. para reproducirse) - En las niñas, Los primeros signos externos de la pubertad suelen ser el crecimiento del tejido en los senos, despunte de los pezones, agrandamiento y oscurecimiento de la areola, y aparición del vello púbico. - En los niños, El agrandamiento de los testículos es uno de los primeros signos externos en aparecer. Luego comienza a sobresalir vello en su rostro y pecho y la voz se hace más profunda. - En ambos sexos, las glándulas sebáceas tienen mayor actividad, lo que da paso a una piel más grasosa y pueden aparecer espinillas y puntos negros. Estatura y crecimiento muscular La hormona del crecimiento y las hormonas sexuales (andrógenos y estrógenos) contribuyen a este rápido crecimiento. El aumento de peso durante el estirón puberal llega a suponer alrededor del 50% del peso ideal del adulto. Secundarios: Son signos de maduración sexual que no involucran de forma directa a los órganos reproductivos. Por ejemplo, los senos, los hombros anchos en los hombres, cambios de voz, vello púbico, facial, axilar, entre otros. Durante esta época se produce un aumento de los diferentes órganos (corazón, pulmones, hígado, bazo, riñones) se ensancha la pelvis en las mujeres y los hombres en los varones. Pubertad y nutrición En las niñas el “estirón” inicia entre los 9 años y medio y los 14 años. Es por esto por lo que las niñas entre 11 y 13 años suelen ser más altas, pesadas y fuertes que los niños. Las niñas por lo general alcanzan su estatura máxima a los 15 años. En los niños, el “estirón” suele iniciarse entre los 10 años y medio y los 16 años. Luego de los 13 años, los hombres comienzan a sobrepasar a las mujeres en estatura, peso y fuerza. Los varones por lo general, alcanzan su estatura máxima a los 17 años. Las chicas acumulan más grasa que los chicos, y en éstos predomina el crecimiento óseo y muscular. En la edad adulta los hombres tienen un porcentaje de grasa entre el 12-16% mientras que las mujeres del 18-22%. Existe una relación muy estrecha entre metabolismo y reproducción, debido a las señales periféricas que informan del estado nutricional del organismo al cerebro. De tal forma que la obesidad se relaciona con adelanto puberal y la desnutrición con el retraso puberal. Ya que, el inicio de la actividad hormonal depende de que se alcance la cantidad de grasa corporal critica que se necesita para la reproducción exitosa. Por lo que se ha visto que las niñas con un porcentaje más alto de grasa corporal en la niñez temprana y/o con un aumento de peso mayor, suelen mostrar un desarrollo puberal más temprano. Neurodesarrollo adolescente Menarquia y espermaquia Kuhn (2006) alerta sobre el riesgo de reducir todo lo que ocurre durante la adolescencia en plano psicológico, a la insuficiente maduración de la corteza prefrontal. La menarquia corresponde a la primera menstruación. Ésta marca el inicio de la etapa reproductiva y ocurre por lo general a los dos años de iniciado el desarrollo mamario, y luego del peak del estirón puberal. El rango de edad de la menarquia es entre los 10 a los 15 años. No hace mucho tiempo, la mayoría de los científicos creían que el cerebro alcanza su madurez plena en la pubertad. Pero los estudios con imágenes cerebrales revelan que el cerebro adolescente todavía es un trabajo en progreso. En el varón la presencia de espermatozoides en orina o espermarquia (primera eyaculación) ocurre en general un año y medio después del inicio del desarrollo puberal. Esto es seguido de la aparición del vello púbico y del crecimiento del pene. Esto ocurre en promedio alrededor de los 13 años. Durante la pubertad y la adultez joven ocurren espectaculares cambios en estructuras cerebrales implicadas en las emociones, juicio, organización del comportamiento y autocontrol. Características sexuales Primarios: Son los órganos necesarios para la reproducción. En la mujer son los Ovarios, Trompas de Falopio, el Útero, el clítoris y la vagina. En los hombres son el Pene, el Escroto, las vesículas seminales y la Próstata. Los científicos han identificado una región específica del cerebro llamada la amígdala, la cual es responsable de las reacciones instintivas incluyendo el temor y el comportamiento agresivo, se desarrolla temprano. Sin embargo, la corteza frontal, área del cerebro que controla el razonamiento y nos ayuda a pensar antes de actuar, se desarrolla más tarde. Esta parte del cerebro va cambiando y madurando hasta bien entrada la edad adulta. A través de diversos experimentos, los científicos han indicado que los adolescentes, sobre todo entre los 11 y 14 años, utilizan más la amígdala para tomar decisiones y resolver problemas, mientras que a medida que crecen y se acercan a la adultez, comienza a utilizar mayormente la corteza frontal y prefrontal. Durante la adolescencia existe un rápido aumento en las conexiones entre las células del cerebro y una poda importante de las vías del cerebro. Un crecimiento rápido importante en la producción de materia gris en los lóbulos frontales comienza alrededor de la pubertad. Después del crecimiento rápido, la densidad de materia gris declina en gran medida, principalmente en la corteza prefrontal, a medida que se podan las sinapsis (conexiones entre neuronas) que no se utilizan y se fortalecen las que sí permanecen. La poda sináptica aumenta la eficiencia del cerebro. Este proceso comienza en las porciones traseras del cerebro y avanza hacia delante. Sin embargo, en la mayoría de los adolescentes, este proceso no alcanza los lóbulos frontales hasta el final de la adolescencia o ya derechamente, en la adultez. La estimulación cognitiva en la adolescencia crea una diferencia esencial en el desarrollo del cerebro. El proceso es bidireccional: las actividades y experiencias de una persona joven determinan qué conexiones neuronales se conservarán y fortalecerán, esto a su vez, da apoyo a un crecimiento cognitivo adicional en esas áreas. En la adolescencia “el cerebro todavía se está desarrollando: es adaptable y necesita ser moderado y modelado”. El cerebro adolescente es sumamente sensible, por lo cual la experiencia durante esta etapa del ciclo vital es fundamental. La educación secundaria es crucial, el acompañamiento por adultos responsables, la cercanía emocional y establecer mecanismos de protección para reducir las probabilidades de conductas de riesgo para ellos, son vitales para el buen desarrollo de los adolescentes. El desarrollo cerebral y su maduración varia de adolescente en adolescente. Muchos de estos evidencian a niveles de desarrollo cognitivo y de estabilidad emocional notables, demuestran todo lo contrario. otros tantos La corteza prefrontal (y con ellas las funciones ejecutivas) puede encontrarse bastante maduras en un adolescente de 14 años, mientras en otro puede alcanzar un nivel de desarrollo equivalente a los 18. Esto depende tanto de los factores genéticos como de las experiencias (Familiar, social, educativa, cultural…) En los casos de sujetos que durante el periodo sensible de la adolescencia padecieron diversos traumas, un estrés sostenido, o mantuvieron un comportamiento de consumo sistemático de tabaco, alcohol o drogas, una alimentación inadecuada o una falta de educación formal, es posible que estas funciones no lleguen a desarrollarse tanto como podrían. Lo anterior puede derivar en la mantención de conductas de impulsividad, agresividad y falta de consciencia de las consecuencias de los propios actos, para toda la vida de una persona. Lo que puede acarrear problemas en la adaptación social, familiar y de pareja en la adultez, o el síndrome del “eterno adolescente”-> Peter Pan. Basado en el desarrollo del cerebro, los adolescentes tienden a: 1. 2. 3. 4. Actuar impulsivamente Malinterpretar las señales sociales y emocionales. Involucrarse en peleas y actividades de riesgo. No pensar en las consecuencias de sus actos. Principales neurotransmisores Dopamina Etapa de sensibilidad máxima del cerebro a la dopamina, un neurotransmisor que activa los circuitos de gratificación e interviene en el aprendizaje de pautas y toma de decisiones. Esto ayuda a explicar lo rápido que aprenden los adolescentes, su extraordinaria receptividad a la recompensa y sus reacciones extremas ante el éxito y el fracaso. El adolescente se guía más que nadie por actividades que le producen placer. Oxitocina Juega un rol fundamental al hacer más gratificantes las relaciones sociales. A menudo trabaja sinérgicamente con la dopamina para vincular las conexiones sociales con los sentimientos de recompensa. Por eso la respuesta del cerebro adolescente a la exclusión del grupo de pares es muy semejante a la que se observa en el cerebro ante situaciones de amenaza física o falta de alimento. Serotonina Puede aparecer desregulado en la adolescencia. Esto explica el estado cambiante y variable en el ánimo de los adolescentes, así como su apetito y sueño. Cuando funciona de manera óptima, la serotonina conduce al bienestar y la felicidad. Niveles bajos de serotonina en la adolescencia pueden relacionarse con la soledad, los trastornos alimentarios, la depresión y conductas autoagresivas. Adolescencia: Desarrollo cognitivo, moral y psicosocial Etapas del desarrollo cognitivo (Piaget)(Materia del primer semestre)(cuaderno) Desarrollo cognitivo Los adolescentes entran en lo que Piaget consideraba como el más alto nivel del desarrollo cognitivo (las operaciones formales) cuando desarrollan la capacidad de pensamiento abstracto y el razonamiento hipotético deductivo. Este desarrollo, que en general ocurre aproximadamente a los 11 años. El joven se libera de la realidad concreta inmediata y se adentra en el terreno de los conceptos abstractos, en el mundo de las ideas. Pasa de pensar solo acerca de las cosas que conoce o con las que tiene contacto directo, a ser un pensador abstracto, que puede imaginar cosas que no ha visto ni experimentado. Piensan en términos de lo que podría ser, no sólo de lo que es, e imaginar infinitas posibilidades. El pensamiento operatorio formal lo capacita también para reflexionar analíticamente sobre su propio pensamiento (pensar sobre el pensamiento) y para participar en matemáticas más avanzadas. Adolescencia temprana: Inicia la aparición del pensamiento abstracto, pero aun predomina lo concreto. Es común el “soñar despierto”, además se produce el incremento de la creatividad y de expectativas académicas. Adolescencia media: Incremento de habilidades de pensamiento abstracto y razonamiento, a no acepta la norma, hasta conocer el principio que la rige y la posibilidad de razonar sobre sí mismo y los demás lo lleva a ser crítico con sus padres y con la sociedad. Adolescencia tardía: Pensamiento abstracto firmemente establecido. Aumenta la habilidad para predecir consecuencias y la capacidad de resolución de problemas. ¿Por qué se produce este cambio en la cognición? Por una combinación de maduración del cerebro y de las oportunidades ambientales. Aunque, el desarrollo neurológico de los jóvenes allá avanzado suficiente como para permitir el razonamiento formal, sólo pueden alcanzarlo con la estimulación apropiada. Por lo que la instrucción escolar y la cultura representan un papel fundamental en este desarrollo. Desarrollo moral A medida que los niños crecen y alcanzan niveles cognitivos superiores, van obteniendo la capacidad de razonar de manera más compleja sobre temas morales. Sus tendencias hacia el altruismo y la empatía también aumentan en esta etapa. A diferencia de la teoría piagetiana, en el desarrollo moral no se espera necesariamente que el adolescente avance el estadio más avanzado. Algunos adolescentes, e incluso algunos adultos, permanecen en el nivel I de Kohlberg. Como ocurre con los niños pequeños, buscan evitar el castigo o satisfacer sus necesidades. Y la mayoría de los adolescentes y adultos parecen estar en el nivel II, generalmente en la etapa 3, haciendo lo correcto para complacer a los demás u obedecer la ley. El razonamiento de la etapa 4 (defender las normas sociales) es menos común, pero aumenta de la adolescencia temprana a la adultez. esperanza o una sensación de pertenecer a una persona amada o a los amigos y compañeros. En la adolescencia temprana y media hay una tendencia a avanzar desde el nivel preconvencional (I) al convencional (II). Existe preocupación por satisfacer las expectativas sociales y ajusta su comportamiento a las convenciones sociales. La fidelidad también puede significar una identificación con un conjunto de valores, una ideología, una religión, un movimiento político, un interés creativo o un grupo étnico (Erikson, 1982). En la adolescencia tardía la mayoría de los adolescentes continua en el nivel convencional, alcanzando solo algunos el posconvencional. En este último y avanzado nivel, existe preocupación por principios morales que la persona ha escogido por sí misma. El acercamiento a los problemas morales ya no se basa en necesidades egoístas o en la conformidad con los otros o con la estructura social, sino que depende de principios autónomos, que conservan su validez incluso más allá de las leyes existentes. Búsqueda de la identidad Para Erickson este periodo se centra en la identidad (como un sentido coherente y estable de quién se es, que no cambia significativamente de una situación a otra) hace a la persona diferente tanto de su familia, como de sus pares y del resto de personas. Implica aceptar: El propio cuerpo La personalidad La identidad sexual La vocación Identidad moral (valores y principios) Identidad v/s confusión de identidad Es una etapa en la que el adolescente tiene que aprender los roles que él ocupará como adulto. Para Erikson, la identidad se forma a medida que los jóvenes resuelven tres cuestiones principales: Elección de una ocupación Adopción de valores centrales Identidad sexual satisfactoria De acuerdo con lo anterior, los adolescentes que resuelven la crisis de identidad de manera satisfactoria desarrollan la virtud de la Fidelidad: lealtad sostenida, El peligro principal de esta etapa es que la confusión de identidad o rol, no se resuelva, lo que llevará a la demora de la obtención de la adultez psicológica. No obstante, es normal cierto grado de confusión de identidad en los primeros años de adolescencia. Teoría del desarrollo de la identidad (James Marcia) En este enfoque, se indica que los adolescentes hacen preguntas sobre su exploración y compromiso con temas relacionados con la ocupación, la política, la religión y el comportamiento sexual. La mayoría de los adolescentes finalmente logran desarrollar una identidad estable, pero no todos alcanzan una identidad propia, producto de su reflexión. Algunos pueden adoptar las creencias de sus padres o el primer papel que se les ofrece (estado de ejecución hipotecaria). Otros en cambio, pueden pasar años intentando diferentes identidades posibles (estado de moratoria) antes de finalmente elegir una. Marcia identificó cuatro estados de identidad que representan las cuatro combinaciones posibles de la dimensión de compromiso y exploración: En los niños, es común la difusión de la identidad. En los adolescentes van pasando de la identidad hipotecada, a la moratoria y, finalmente al logro. La identidad de logro se consolida, principalmente en los estudios superiores. Al exponerse a mayor variedad de ideas y creencias, la persona explora más opciones hasta consolidarse en una. Desarrollo psicológico durante la adolescencia Característica principal el egocentrismo, el cual va disminuyendo progresivamente hacia el punto de vista socio céntrico (propio de la adultez). El egocentrismo se evidencia por un foco general en sí mismo y su punto de vista. El egocentrismo se evidencia en 2 fenómenos: Audiencia Imaginaria En donde el adolescente asume que el resto tienen pensamientos y perspectivas similares a las suyas. De igual forma piensa que todos están preocupados de su apariencia y conducta como él mismo. Por lo tanto, le importa mucho lo que ellos digan o piensen. Básicamente siente que está constantemente sobre un escenario, como actor principal, y que es centro de atención de un público constituido por todos sus pares, sobre el cual proyecta sus autoevaluaciones y también sus preocupaciones (“No puedo ir a la fiesta con esta espinilla”) Fábula Personal Se refiere a la creencia del adolescente de que es un ser único. Este fenómeno se aprecia en la convicción de que sus pensamientos, sentimientos, creencias, ideales y experiencias son muy especiales, incluso únicos, y que los demás son incapaces de llegar a entenderlos («Nadie se ha sentido nunca como me siento yo»). Desarrollo psicológico adolescencia temprana Existe labilidad emocional, con rápidas y amplias fluctuaciones del ánimo y de la conducta. Tienen una tendencia a magnificar la situación personal («¡Me voy a morir si no voy a ese concierto!»), falta de control de impulsos, y necesidad de gratificación inmediata y de privacidad. En el ámbito vocacional, los jóvenes presentan metas no realistas o idealistas (ser modelo top, estrella de rock…) Desarrollo psicológico adolescencia media En esta etapa continúa aumentando el nuevo sentido de individualidad. La autoimagen sigue siendo muy dependiente de la opinión de terceros, y el joven tiende al aislamiento y pasa más tiempo a solas. Aumenta el rango y la apertura de las emociones que experimenta, y adquiere la capacidad de examinar los sentimientos de los demás y de preocuparse por los otros. En la adolescencia media persiste la tendencia a la impulsividad y el egocentrismo. Las aspiraciones vocacionales de los jóvenes ya son menos idealistas y más realistas. Desarrollo psicológico adolescencia tardía Para la mayor parte de los adolescentes es un período de mayor tranquilidad y aumento en la integración de la personalidad. En esta etapa la identidad se encuentra más firme en sus diversos aspectos. La autoimagen ya no está definida por los pares, sino que depende del propio adolescente y los intereses son más estables y existe conciencia de los límites y las limitaciones personales. Se adquiere aptitud para tomar decisiones en forma independiente y para establecer límites, y se desarrolla habilidad de planificación futura. Idealmente el joven realizará una elección educacional y/o laboral que concilie sus intereses, capacidades y oportunidades. Aumenta el control de impulsos, se puede postergar ya la gratificación y aparece la capacidad de comprometerse. Desarrollo de la autonomía El logro de la autonomía es una tarea que se completa cuando el joven llega a ser emocional y económicamente independiente de sus padres. Para conseguirlo, el adolescente deberá separarse progresivamente de su familia de origen, lo que habitualmente conlleva un grado de conflicto e incluso de rebeldía con sus padres. A su vez, establecerá lazos emocionales cada vez más profundos (de amistad, de pareja) con personas de su misma edad, migrando así su centro de gravedad emocional desde la familia hacia el grupo de pares. Por otra parte, el joven tendrá también que adquirir destrezas vocacionales/laborales que le permitan ir avanzando en el camino que lo llevará a la independencia financiera. Hacia el término de la adolescencia y comienzos de la adultez, si el proceso ha sido favorable, la mayoría de los jóvenes logrará su autonomía psicológica (sentido de sí mismo que permite tomar decisiones y asumir responsabilidades propias de los adultos). Y dependiendo de las circunstancias, su independencia física (capacidad de dejar la familia y ganarse el propio sustento) Desarrollo social adolescencia temprana Se inicia la movilización hacia afuera de la familia. Aumenta el deseo de independencia del joven y disminuye su interés por las actividades familiares. El adolescente empieza a poner a prueba la autoridad, evidencia más resistencia a los límites. Se muestra insolente ocasionalmente y adquiere más conciencia de que los padres no son perfectos. Sin embargo, el joven continúa dependiendo de la familia como fuente de estructura y apoyo. El grupo de pares adquiere mayor importancia y el adolescente se hace más dependiente de las amistades como fuente de bienestar. Existen una tendencia a relacionarse con pares del mismo sexo. Las relaciones con estos son frecuentemente idealizadas y pueden volverse intensas, generándose fuertes sentimientos de cariño hacia determinados pares, que pueden incluso llevar a dudas y exploración homosexual. En esta etapa existe una importante susceptibilidad a la presión de los pares. Desarrollo social adolescencia media No existe otra etapa en la que el grupo de pares sea más poderoso e influyente. El joven adopta la vestimenta, la conducta y los códigos y valores de su grupo de pares, en un intento de separarse más de la familia y encontrar su propia identidad. Las amistades y los grupos pasan a ser de ambos sexos, y frecuentemente se establecen relaciones de pareja. Las parejas desempeñan un rol progresivamente mayor a medida que avanza la adolescencia, no obstante, las relaciones de amistad siguen siendo extremadamente importantes. En esta etapa el adolescente desafía los valores y la autoridad de los padres («¡Es mi vida! ¡Puedo ir adonde yo quiera y con quien quiera!»), y ponga a prueba sus límites. El joven necesita demostrarse a sí mismo que es capaz de trazar su propio camino y que no necesita de las opiniones ni directrices de sus padres. Busca activamente juicios y valores propios, sin aceptar ya automáticamente los de ellos. Desarrollo social adolescencia tardía El desarrollo social en esta etapa se caracteriza por una disminución de la influencia del grupo de pares, cuyos valores se hacen menos importantes a medida que el adolescente se siente más cómodo con sus propios principios e identidad. Las amistades se hacen menos y más selectivas. Por otra parte, el joven se vuelve a acercar a la familia, aumentado gradualmente la intimidad con sus padres (si es que se ha mantenido una relación apropiada en la familia). Ya ha alcanzado un grado suficiente de autonomía, se ha convertido en una entidad separada de su familia, y ahora puede apreciar los valores y la experiencia de sus padres, y buscar su ayuda, pero en un estilo de interacción que es más horizontal. Desarrollo sexual en la adolescencia En esta fase se produce una acentuada preocupación por el cuerpo y los cambios puberales y su imagen. Se intensifican los impulsos de naturaleza sexual (que se alivian frecuentemente a través de la masturbación) y aparecen las fantasías sexuales y los «sueños húmedos» (poluciones nocturnas). Las personas homosexuales y bisexuales pueden verse sujetos a la discriminación e incluso a la violencia. Otros pueden sentirse reacios a declarar su orientación sexual, incluso ante sus padres, por temor a una fuerte desaprobación o a una ruptura en la familia. Puede ser que se les dificulte conocer e identificar parejas potenciales de su mismo sexo. Así, el reconocimiento y expresión de la identidad sexual de los homosexuales son más complejas y siguen un cronograma menos definido que los heterosexuales. Adolescencia temprana Hombres y mujeres exploran roles de género más diferenciados. La adultez temprana es el estadio entre la adolescencia y la adultez media. Dicho periodo se da desde los 20 hasta los 40 años. Los jóvenes dedican mucho tiempo a tratar de hacer su cuerpo más atrayente, a través de peinados, maquillaje, tatuajes, etc., y comienzan sus primeros coqueteos. La transición a la adultez depende, mayormente, de acontecimientos sociales, los cuales procuran al joven la independencia necesaria para ser adulto. En este período se toma conciencia de la orientación sexual y aumenta el involucramiento en relaciones de pareja y la experimentación de diversas conductas sexuales, incluyendo el inicio de relaciones coitales con cierta frecuencia. En la adolescencia tardía aumenta la inclinación hacia relaciones de pareja más íntimas y estables, las que comprenden menos experimentación y utilitarismo, estando más basadas en intereses y valores similares, en compartir, y en la comprensión, disfrute y cuidado mutuo. Orientación sexual Es durante la adolescencia, por lo general, que la orientación sexual de una persona se convierte en un aspecto apremiante: que una persona se sienta sexualmente atraída de manera consistente a personas del sexo opuesto (heterosexual), del mismo sexo (homosexual) o de ambos sexos (bisexual). Muchos jóvenes tienen una o más experiencias homosexuales durante su crecimiento, pero las experiencias aisladas e incluso las atracciones o fantasías homosexuales ocasionales no determinan la orientación sexual. Adultez temprana Desde un punto de vista psicosocial, la adultez es, en la sociedad occidental, el estadio de la asunción plena de responsabilidades, tales como la procreación, el cuidado de la familia, la transmisión de las pautas normativas de la sociedad a otros, el trabajo y la producción económica, la participación política y comunitaria, entre otros. Los cambios psicológicos ya casi no dependen de aspectos biológicos madurativos, si no, de la historia particular del sujeto y la asimilación de sus experiencias. La edad adulta es una etapa muy condicionada por factores sociales, muy diferentes de una sociedad a otra, y variables y cambiantes dentro de una misma sociedad. En consecuencia, se considera maduro/adulto al sujeto que es capaz de vivir de forma independiente, sin la necesidad de ser tutelado emocional, social, afectiva y económicamente, aunque la independencia es más una posibilidad que una realidad total. K. Schaie y S. Willis (2003) señalan que son cinco los acontecimientos sociales que marcan el inicio de la vida adulta: - Finalización de la formación académica y profesional - El trabajo y la independencia económica - Vivir independiente respecto de los padres - Matrimonio o relación de pareja estable - El primer Hijo Pero estos acontecimientos ocurren con retraso de varios años respecto a generaciones anteriores. En el pasado, a los 25 años las personas ya estaban trabajando, conviviendo con una pareja, e incluso con su primer hijo. Pero hoy, a esa edad muchos jóvenes siguen dependiendo económicamente de sus padres, e incluso si no es así, y expresan deseos de tener hijos o casarse, se les recomienda esperar unos años más y alcanzar una posición laboral y económica más segura. sociedades industrializadas avanzadas, cuyos límites cronológicos estarían entre los 18 y los 25 años, aunque puede extenderse hasta los 30 años. Son los jóvenes que han dejado la dependencia de la niñez y la adolescencia, pero aún no han asumido las responsabilidades propias de la adultez. Tienen libertad y autonomía, pero sin las obligaciones sociales asociadas a la adultez (trabajo, crianza, aspectos económicos … ) En esta etapa algunos pueden sentirse adultos, otros se sienten adolescentes y unos terceros, ni una cosa ni la otra. Algunos indicadores de esta adultez emergente son (Torres & Zacaréz, 2004): Hoy se puede hablar de un fenómeno de Adolescencia Retrasada, que son jóvenes mayores de 25 años que permanecen en sus hogares con sus padres a pesar de tener empleo o pareja estable. - Finalización de la madurez biológica Algunos autores señalan que la sociedad actual no facilita el paso de la adolescencia a la vida adulta y le retrasa el acceso a las responsabilidades que le pueden ayudar a su nuevo estatus social. - Decisión sobre el uso de su tiempo y recursos Por otro lado, la clase social de pertenencia condiciona hoy en día las expectativas y aspiraciones formativas y, específicamente, cuanta más alta es la clase social mayores probabilidades existen de que se retrase la transición de la adolescencia a la vida adulta. Algunos autores se posicionan claramente a favor de la idea de que es posible ser adulto sin ser independiente (Hoffman, Paris y Hall, 1996). Siempre que esta dependencia sea de tipo económica y material, pero manteniendo una independencia mental y emocional, con una madurez suficiente para autodeterminarse en los asuntos que le son propios. Si se puede adquirir la identidad, la responsabilidad y la independencia afectiva, como características de la persona adulta y madura, desde una posición vital de sujeto en parte dependiente. Adultez emergente Arnett (2000) define como la etapa de transición entre la adolescencia y la edad adulta temprana en las - Mayoría de edad y derecho a voto - Comportamientos de cierta independencia (carnet de conducir, salir solo de vacaciones, tener un auto) La edad adulta viene marcada más por un estatus que por una edad cronológica concreta. Se diría que el joven en la década de los veinte años será adulto, no estrictamente por su edad cronológica, sino cuando sus compañeros, sus padres, sus superiores y otros adultos lo consideren y le traten como adulto. La década de los 20 años puede ser entonces, calificada como un amplio período de transición desde la adolescencia hasta la edad adulta. Matrimonio e hijos Como hito, el matrimonio y la decisión de tener hijos marca el deseo de desarrollar una vida independiente de los padres. Hoy, estos acontecimientos se retrasan cada vez más y la convivencia de pareja no se asocia necesariamente a la procreación. El primer hijo no llega, por término medio, hasta pasados los 28 – 30 años Retraso en la Maternidad y Paternidad En Chile, en los años setenta la edad en que las mujeres tenían en promedio su primer hijo era más cercana a los veinte años (22,47 años en 1972), hoy es un proceso que se va aproximando más hacia los 30 (25,04 años en 2016). (Instituto Nacional de Estadísticas, INE) Un estudio realizado por el Centro de Investigación en Sociedad y Salud (CISS) de la Universidad Mayor en el 2022, indicó que las mujeres chilenas con mayores ingresos tienden a postergar su primer hijo hasta el inicio de sus 30 años. En tanto, las mujeres chilenas de menor posición económica tienden a tener su primer hijo a más temprana edad, en promedio a los 21 años. En relación con los hombres, existe un leve ascenso en la edad promedio para tener el primer hijo. En 1990 era de 29,7 años, en 1995 de 30,05 años, en 2000 de 30,3 y en el 2008 se mantiene en esa cifra (INE). Madurez psicológica en la adultez temprana Según K. Schaie y S. Willis (2003) la madurez psicológica de la adultez es función de la habilidad del individuo para equilibrar dos necesidades opuestas; La independencia y la intimidad. La independencia (personal, económica, afectiva) está asociada a los nuevos roles que caracterizan la adultez temprana: separarse de los padres, obtención de empleo, la vivienda propia, el matrimonio, la paternidad, lo cual conlleva la adquisición de altas tasas de responsabilidad y compromisos personales y sociales. En este caso de la intimidad también aparece una cierta paradoja entre el deseo de relaciones afectivas íntimas y el miedo a perder la tan buscada independencia a causa de una relación con compromisos. Por tanto, en la persona debe equilibrarse este deseo de compromiso, sin perder su individualidad, es decir, formar relaciones afectivas (pareja, amigos, familia) cercanas, sin caer en la dependencia. Principales tareas de la adultez temprana Tareas de los 20 a 30 años 1) Separación real y psíquica de la familia de origen. 2) Superar la dependencia infanto-juvenil, logrando confianza en sí mismo. 3) Desarrollo de objetivos de vida y metas personales. 4) Estabilidad emocional, capacidad de estar cómodo en soledad. 5) Capacidad de cuidarse a sí mismo. 6) Capacidad de establecer relaciones de intimidad. 7) Capacidad de comprometerse (con amigos, con objetivos, organizaciones, grupos, etc.) 8) Desarrollar una identidad laboral; ser productivo y competente. Tareas de los 30 a 40 años 1) Definición de los aspectos fundamentales de la vida (vocación real, expectativas familiares, metas…) 2) Reflexión de áreas vitales: Examina sus elecciones previas, se pregunta ¿estoy donde quiero estar? ¿Voy hacia donde quiero ir? 3) Relación de apoyo e igualdad con los padres (sobre todo al asumir rol de padre/madre, se equipará su papel con el de sus propios progenitores). 4) Generatividad (Erikson): Etapa muy productiva tanto en lo laboral como en lo personal. Generación de nuevos productos, ideas, y “seres”. Adultez temprana: desarrollo físico, cognitivo, moral y psicosocial Desarrollo físico Época de plena capacidad física, la fuerza, energía y resistencia están en su punto máximo. La fuerza muscular tiene su punto máximo entre los 25 a 30 años. De los 25 años a los 50 la capacidad física va disminuyendo lentamente, de modo que casi no se percibe. La agudeza visual está en su punto máximo en la década de los 20 años y comienza a declinar a partir de los 40 años. El gusto, el olfato, la sensibilidad al dolor y la temperatura no muestran ninguna disminución, hasta cerca de los 45 a 50 años. Estado de salud Los adultos jóvenes son la población más sana. Cerca de la mitad de sus problemas de salud son enfermedades respiratorias agudas y en menor medida, le siguen las heridas. Entre los 25 a 35 años y debido al buen estado de salud general, la principal causa de muerte son los accidentes (principalmente automovilísticos). A partir de los 35 años, el cáncer y las enfermedades coronarias pasan al primer lugar. Los hombres entre 25 a 44 años tienen 2 veces mayor probabilidad de morir que las mujeres de la misma edad. Factores de riesgo Dieta (alta en carbohidratos y azúcar) Sedentarismo Estrés y sueño Estrés como gran factor de riesgo en esta edad, debido a gran número de responsabilidades (estudios, trabajo, familia). En algunos casos, puede llevar a los adultos a tratar de controlarlo por medio de conductas de riesgo como fumar o consumir alcohol. Sueño, época de mucha actividad, lo que conlleva a que adultos jóvenes duerman menos. La privación de sueño no sólo afecta la salud, sino también el funcionamiento cognoscitivo, emocional y social. La falta de sueño hace a las personas más propensas a cometer errores y a mantener altos índices de irritabilidad. Consumo de tabaco, alcohol y drogas Todo lo anterior hace que algunas enfermedades asociadas a la vejez, aparezcan más temprano en la vida (hipertensión, diabetes, resistencia a la insulina, entre otros). Desarrollo cognitivo Etapa de operaciones formales (Piaget) a) Razonamiento hipotético deductivo b) Mayor capacidad de resolver problemas c) Pensamiento abstracto Nuevos modelos de desarrollo cognitivo Desde la década de 1970, la investigación y el trabajo teórico sugieren que el pensamiento maduro es más rico y complejo de lo que sugiere la descripción de Piaget. Y hay varios autores que postulan que los cambios en el desarrollo cognitivo continúan luego de la década de los 20 años. Pensamiento reflexivo Es una forma compleja de cognición, definida como “la consideración activa, persistente y cuidadosa de la información o las creencias a la luz de la evidencia que las apoya y de las conclusiones a las que dan lugar” (Dewey). Los pensadores reflexivos cuestionan de manera continua los hechos supuestos, sacan inferencias y establecen conexiones. Se basan en la etapa piagetiana de operaciones formales para crear sistemas intelectuales complejos que concilian ideas o consideraciones aparentemente contradictorias (por ejemplo, teorías de la física moderna o del desarrollo humano) en una sola teoría de mayor alcance que explique muchos tipos diferentes de conducta (Fischer y Pruyne, 2003). La capacidad para el pensamiento reflexivo parece surgir entre los 20 y 25 años. Solo entonces las regiones completamente mielinizadas de la corteza cerebral pueden manejar el pensamiento de nivel superior, al mismo tiempo que el cerebro forma nuevas neuronas, sinapsis y conexiones dendríticas. Si bien casi todos los adultos desarrollan la capacidad para convertirse en pensadores reflexivos, pocos alcanzan la capacidad óptima en esta habilidad. Pensamiento pos formal Se caracteriza por la capacidad para afrontar la incertidumbre, la inconsistencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso. Por lo general inicia en la adultez emergente, a menudo gracias a la exposición a la educación superior (Labouvie-Vief, 2006). El pensamiento pos formal es flexible, abierto y adaptable. Recurre a la intuición y a la emoción, así como a la lógica para ayudar a las personas a afrontar un mundo aparentemente caótico. Aplica lo aprendido a partir de las experiencias personales para resolver situaciones ambiguas. El pensamiento pos formal es relativista. Igual que el pensamiento reflexivo, permite a los adultos trascender un solo sistema lógico y conciliar o elegir entre ideas o exigencias contradictorias (como conflictos políticos o entre dos personas), cada una de las cuales, desde su punto de vista, tiene su parte de verdad. El pensamiento inmaduro considera las cosas en blanco y negro (el bien contra el mal, intelecto contra sentimiento, mente contra cuerpo), mientras que el pensamiento pos formal percibe matices grises. Con frecuencia, el pensamiento pos formal opera en un contexto social y emocional, por tanto, se utiliza para lidiar con dilemas sociales y relacionales. Desarrollo moral De acuerdo con Kohlberg, el avance al tercer nivel de razonamiento moral (post convencional), basado por completo en principios, es, sobre todo, una función de la experiencia. La mayoría de las personas no alcanza este nivel, (si es que lo alcanza), hasta la década de los 20 años. Dos experiencias que estimulan el razonamiento moral en los adultos son: el encontrarse con valores contradictorios lejos de casa (en la universidad, el servicio militar o en los viajes al extranjero) y responsabilizarse del bienestar de otros (como al tener un hijo). En base a la experiencia… La experiencia que vive una persona (por ejemplo, tener un familiar enfermo que no puede costear un tratamiento) lleva a evaluar sus criterios acerca de lo que es correcto y justo. Las experiencias que nos llevan a reevaluar nuestras creencias generalmente tienen un componente emocional fuerte, lo que motiva a volver a pensar y reflexionar sobre algún tema. Desarrollo psicosocial Amplia gama de posibilidades que el adulto temprano tiene ante sí (como el matrimonio, la libertad de escoger carrera y la independencia). Es una época de cambios drásticos en las relaciones personales, buscando la intimidad emocional y física en sus relaciones con otros. Se busca la Autorrealización; tanto en el campo profesional como en el sentimental, ya sea solos o formando una familia. Es una etapa de la vida en la que la socialización es básica, ya que el sujeto pasa de una existencia sin responsabilidades, a una etapa de compromiso personal y todo lo que eso conlleva. Desarrollo de la identidad Erikson pensaba que la búsqueda de identidad era una tarea de largo plazo, enfocada principalmente en la adolescencia. Sin embargo, la adultez temprana ofrece un periodo de moratoria, sin las presiones del desarrollo y con libertad para experimentar diversos papeles y estilos de vida. Recentramiento: Proceso que fundamenta el cambio a una identidad adulta, siendo la principal tarea de la adultez emergente, tiene tres etapas donde el poder, la responsabilidad y la toma de decisiones pasa gradualmente de la familia de origen al adulto temprano independiente (Tanner, 2006): Etapa 1 Inicio adultez emergente: el individuo todavía se encuentra inserto en la familia de origen, pero empiezan a crecer las expectativas de autoconfianza y autonomía. Etapa 2 El individuo sigue vinculado con su familia (y quizá depende de ella económicamente), pero ya no está inserto en ella. Esta etapa es de exploración en diversas materias. Hacia el final de esta etapa, el individuo comienza a establecer compromisos serios y a ganar los recursos necesarios para mantenerlos. Etapa 3 Ya cerca de los 30 años, el individuo pasa a la adultez temprana. Esta fase se distingue por la independencia de la familia de origen (al tiempo que se conservan los lazos) y la dedicación a una carrera, pareja y, posiblemente, los hijos. Transformaciones experimentadas a lo largo del desarrollo de la personalidad adulta (Gould, 1980) Estadio Edad prox. Desarrollo 1 16-18 Deseo de independizarse del control paterno. 2 18-22 3 22-28 4 29-34 5 35-43 6 43-53 7 53-60 Abandono de la familia y orientación hacia el grupo de compañeros. Desarrollo de la independencia con el compromiso en el trabajo y en los niños. Cuestionamiento de la propia identidad, confusión de reales y posibles problemas en el trabajo y matrimonio. Periodo de urgencia para alcanzar los objetivos de vida. Conciencia de que el tiempo se acaba. Acomodación y aceptación de la propia vida. Incremento de la tolerancia, acentuación del pasado, maduración general Intimidad v/s aislamiento Intimidad: Representa la unión de dos individuos sin perder las cualidades únicas de cada cual. Las relaciones íntimas exigen sacrificios y compromisos. Los adultos tempranos que desarrollaron un sentido sólido del yo están listos para fundir su identidad con la de otra persona. Ya que, se posee un sentimiento de saber quién eres, no se tiene miedo a “perderse” a sí mismo. Aislamiento: Incapacidad de lograr la reciprocidad y el compromiso con otro. Este aislamiento se puede deber a que la identidad del individuo es demasiado débil para arriesgarse a perderla en la unión con otro. El miedo al compromiso puede ser un ejemplo de inmadurez en este estadio. Identidad v/s aislamiento La resolución de esta etapa da por resultado la virtud del AMOR: el compromiso mutuo entre parejas que decidieron compartir su vida, tener hijos y ayudar a éstos a lograr un desarrollo sano. Según Erikson, la decisión de no cumplir el impulso natural de procrear tiene graves consecuencias para el desarrollo. Su teoría ha sido criticada por excluir a los solteros, célibes, homosexuales y personas sin hijos de su concepción de desarrollo sano. Amistad: Las amistades en la adultez temprana se centran en el trabajo, las actividades como padres y en compartir confidencias y consejos. Los adultos tempranos solteros dependen más de los amigos para satisfacer sus necesidades sociales que los adultos casados o los que son padres. El número de amigos y el tiempo que se pasa con ellos se reduce en el curso de la adultez temprana. Amor: Tres elementos o componentes del amor: Intimidad, Pasión y Compromiso (Sternberg, 1998, 2006). - Intimidad: Elemento emocional, vínculo, calidez, confianza. - Pasión: Elemento motivacional, deseo y atracción sexual. - Compromiso: Elemento cognoscitivo, decisión de amar y quedarse con el ser amado. Tendencias Aumento de parejas que conviven sin casarse. Los divorcios se hacen más comunes y aceptados socialmente. Menor número de matrimonios y menos años de duración. La soltería es más común eventualmente y se ha ido extendiendo con el pasar de los años. Educación y trabajo A diferencia de los jóvenes de las generaciones pasadas, que regularmente pasaban directamente de la escuela al trabajo y a la independencia financiera, muchos adultos emergentes no tienen una trayectoria profesional clara. Algunos alternan entre la educación y el trabajo; otros persiguen ambos objetivos al mismo tiempo. Hay mayor cantidad de opciones en cuanto a la elección de una vocación, oficio u profesión. En lo laboral, a los 25 o 26 años, la mayoría de los adultos tempranos han dejado la casa de sus padres y trabajan o prosiguen con la formación avanzada (Hamilton y Hamilton, 2006). Los que ingresan al mercado del trabajo afrontan un escenario que cambia con rapidez, donde se solicitan habilidades y conocimientos cada vez más específicos. A diferencia de generaciones anteriores, hoy hay mucha más rotación en los lugares de trabajo. Los nuevos profesionales no están toda su vida en una empresa, si no, van cambiando a medida que buscan nuevos desafíos o sus prioridades van cambiando. Estadios de la adultez según Levinson (1977) Salida del hogar: 17-24 años, transición hacia la adultez. Buscando independencia emocional y económica. Ingreso al mundo adulto: 22-28 años, tiene las tareas de explorar las posibilidades de su vida y llegar a la independencia. Transición a la 4ta década: 28-33 años, cambia su perspectiva de vida, se interroga sobre los compromisos adquiridos y puede haber crisis, ya sea, en amigos, pareja, familia, etc. Establecimiento: 33-55 años, compromisos familiares profundos, trabajo como eje vital, proyecto de vida más claro. En conclusión El adulto debería ser capaz de: - Tener su vida afectiva organizada, con relaciones profundas con otros. - Identidad sexual consolidada y desarrollo sexual pleno. - Planificar su vida y llevar a cabo sus propósitos. - Estar integrado socialmente, cumpliendo algún rol en la comunidad donde vive. - De un ser dependiente, ha pasado a ser una persona de la que otros pueden depender (hijos, pareja, otros familiares, amigos, etc.)