Módulo 1: Territorios y modelos de ciudad LA CONFORMACIÓN DE LOS AGLOMERADOS URBANOS Las transformaciones significativas en la relación ciudad – territorio se dieron antes de la Revolución Industrial. Era una relación elemental campo – ciudad bien diferenciadas, y luego de la Revolución, esta relación se complejiza (pasaje de la ciudad compacta a la ciudad extendida): desaparecen las murallas, la ciudad comienza a expandirse (ciudad difusa) y el territorio era intermedio (ni rural ni urbano). Luego, a mediados del Siglo XX, los acelerados procesos de urbanización dieron lugar al fenómeno de la metropolización, donde una ciudad de mayor jerarquía hegemoniza el desarrollo de un área (enormes concentraciones urbanas que no pueden ser pensadas como ciudades en el sentido convencional). Esto dio una fuerte relación entre las ciudades del área y la ciudad central. Las consecuencias fueron: problemas que afectan todo el área y conflictos jurisdiccionales, y la aparición de elementos de ordenamiento específico (planes de ensanche). Actualmente (en nuestro país) la ciudad invade al área rural con baja densidad. Las tendencias en la ciudad contemporánea o Dispersión creciente de la urbanización: conlleva una ocupación acelerada del suelo, fruto del ritmo acelerado de la construcción. o Especialización funcional de los lugares: paulatina separación de usos (residencia, comercio, industria, ocio) o Segregación social: separación de los grupos sociales sobre el espacio. Los desafíos de la ciudad contemporánea o Sostenibilidad: gestión responsable de los recursos del medio natural y construido. o Inclusión social: generación de oportunidades para el desarrollo individual y colectivo. o Movilidad: accesibilidad a todos los sectores de la ciudad. Estos desafíos implican responder demandas y presiones. La expansión de la ciudad se puede controlar a través de definiciones o Políticas: tener en cuenta que tipo de ciudad se quiere y como programar el diseño: compactar el crecimiento (redefinir densidades o apostar al transporte público). Distribuir los beneficios de la urbanización, asumiendo una posición política y dirigiendo los beneficios a donde más se necesita. Promover la gestión metropolitana/regional del territorio desde una perspectiva más amplia. o Proyectuales: pensar nuevos tipos edilicios. Pensar nuevas formas de urbanización, no repetir exactamente el mismo modelo (adelantar nuevos loteos). Pensar nuevas formas de distribución de los equipamientos y del espacio público. o Instrumental/técnica: instrumentos de ordenamiento de escala intermedia (traducen las ideas generales). Instrumentos de compensación/captura de plusvalías (si se distribuyen equitativamente al interior de la ciudad, el gobierno local define las posibilidades de utilización de una parcela según el indicador urbanístico y se puede pedir una contribución por beneficio al propietario). Fondo de desarrollo urbano/territorial (define y permite la distribución de las plusvalías (aumento de valor de terrenos) dedicadas a obras de completamiento vial de refacción de obras públicas, etc.) El aglomerado urbano es un área urbanizada compuesta por distintas jurisdicciones administrativas con alta dependencia del centro principal. En una aglomeración se pueden diferenciar claramente las dos grandes partes que componen su estructura urbana. o La ciudad o núcleo central, sobre la que se estructura toda la aglomeración, con una densidad compacta, en el que predominan las actividades terciarias de la ciudad (comerciales, financieras, administrativas y culturales) y la mayor fuente de empleo. Presenta un carácter organizado y posee la mayoría de los servicios de infraestructura y equipamiento urbano. 1 o Los suburbios, estructurados a lo largo de las vías de transporte y rodeando a la ciudad central en forma de anillos concéntricos. Se definen por contar con densidades menores que los de la ciudad central, falta de la continuidad y a veces apariencia caótica del tejido urbano. Predominan las áreas residenciales. Sobre las vías de comunicación, principalmente a lo largo de las autopistas, se ubican los grandes equipamientos urbanos que por razones funcionales o de espacio no se hallan en la ciudad central. El territorio es un ámbito físico delimitado según criterios geológicos, biológicos, político-administrativo y socio económicos. Es la particular integración de la relación que se establece entre un grupo social y el ámbito físico en el que se desarrolla. El territorio y la multiplicidad de los usos del suelo: tejido residencial, sitios recreativos costeros, suelo rústico/área inundable, sector comercial, desarrollo turístico, parque regional, área productiva y portuaria, establecimientos industriales, producción rural, jurisdicciones (nacional, provincial y municipal). EL CONCEPTO DE ÁREA METROPOLITANA Un área o zona metropolitana es una región urbana que engloba una ciudad central (la metrópoli) que da nombre al área y una serie de ciudades que pueden funcionar como ciudades dormitorio, industriales, comerciales y servicios. También se conoce como red urbana. Las áreas metropolitanas constituyen los polos básicos del sistema de ciudades. De acuerdo con el perfil teórico, funcionan como verdaderos centros de innovación, cultural, social y demográfica, al mismo tiempo que concentran una gran parte del poder económico, y en ellas radican importantes centros de decisión que –de un modo u otro– influyen en los diversos componentes del sistema de ciudades inserto en su área de influencia. VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LOS MODELOS DE CIUADAD COMPACTA Y DE CIUDAD DIFUSA; PROCESOS DE FORMACIÓN Se produce un vaciamiento de las áreas centrales y crecimiento de distritos centrales de negocios. La población se va de los centros y cobra importancia la residencia en áreas en torno a los mismos. Esto da por resultado un espacio urbano fragmentado y disperso en el que se pueden distinguir zonas destinadas a distintos usos y con diferente contenido social. . La ciudad pierde sus límites en relación al territorio circundante, pero, a la vez, se convierte en una realidad cada vez más fragmentada desde el punto de vista social y administrativo. Se da lugar así a nuevos sistemas territoriales, estas nuevas realidades son consecuencia de la disolución misma de los conceptos tradicionales de ciudad y campo. Este proceso está dado por diversas fases: Del crecimiento de la ciudad en “mancha de aceite“(por agregación o ensanche sin solución de continuidad con el espacio construido preexistente) a la suburbanización (aparición de periferias metropolitanas). De la suburbanización a la periurbanización: la integración en las dinámicas metropolitanas de los antiguos núcleos rurales. De la periurbanización a la rururbanización: la difusión de las dinámicas metropolitanas hasta los antiguos espacios rurales más alejados. Ciudad difusa: ciudad que se difumina en el campo ocupando áreas cada vez más extensas. Es resultado de los procesos de suburbanización. Puede darse en torno a núcleos urbanos de grandes o pequeñas dimensiones, generalmente compactas y responde a la noción anglosajona de Sprawl, rururbanización o periurbanización. Es un proceso de dispersión física como consecuencia de la exponencial ocupación de suelos suburbanos con promociones residenciales de baja densidad de la descentralización de las industrias y ciertos equipamientos. 2 Aspectos en que falla la ciudad difusa a los cuales la ciudad compacta ofrece respuesta: 1. Estabilidad y aumento de la complejidad en todo el territorio Ciudad difusa: sus partes constituyentes son homogéneas, las funciones que se desarrollan en los espacios con una función predominante quedan desiertos y sin vida en períodos temporales amplios, al mismo tiempo que la separación física de los espacios provoca una segregación social dado que se reúne en áreas diferentes atributos semejantes, como el nivel de renta, características étnicas, religiosas, etc. La ciudad difusa es generadora de inestabilidad, sobre todo cuando a la reunión de los iguales espacios separados se añade que los flujos de energía para mantener la estructura y el orden son débiles. Se aprecia en algunas periferias y partes del centro un aumento de la inestabilidad social, que se manifiesta en forma de inseguridad, delincuencia y marginación. Ciudad compacta: en la ciudad compacta, la mezcla de gente y actividades es la garantía de la pervivencia, proporcionando estabilidad, cohesión social y madurez. La diversidad y la cercanía proporcionan el contexto para el intercambio y la creatividad. 2. Proximidad y ahorro de recursos Ciudad difusa: a través de la expansión de la ciudad y también de la especialización funcional se incrementan las distancias que se tienen que recorrer, las velocidades para consumir el mismo tiempo en viaje, y la energía consumida para conseguir cualquier contacto o intercambio. La resolución de los conflictos del transporte únicamente se puede abordar aumentando la infraestructura para restituir la velocidad perdida o para resolver la saturación de la red. Esto representa ocupar más espacio, consumir más energía y más materiales. Este proceso no resuelve sino que desplaza el problema a superficies mayores. Ciudad compacta: en la ciudad compacta los viajes a pie aumentan la calidad urbana. El transporte público es racionalizado y eficiente y el uso del auto es menor. La ciudad compacta aumenta en complejidad disminuyendo en vehículos. 3. Mejor aprovechamiento de los recursos para mantener y hacer más compleja la ciudad Ciudad difusa: el consumo energético y de recursos es alto. Ciudad compacta: en la ciudad compacta lo que más energía gasta es el transporte por lo que reduciendo distancias y velocidades reducimos eso también. 4. Competitividad, explotación y sostenibilidad La competitividad de una ciudad está basada en su capacidad de explotación y en consecuencia, en su complejidad y al mismo tiempo en su capacidad de consumir energía. Ciudad compacta: plantea como alternativa, la estrategia de aumentar la complejidad sin necesidad de aumentar el consumo de materiales, suelo y energía. 5. Calidad urbana y calidad de vida Ciudad compacta: se diseña la ciudad de modo que se proteja la salud pública y se fomente el contacto, la seguridad, la estabilidad y la diversidad. Los espacios verdes, equipamientos y el transporte público deben ser accesibles, así como el paseo a pie. LA SOSTENIBILIDAD DEL DESARROLLO URBANO Antes de la década del 70 los planes de ordenamiento estaban vinculados al Movimiento Moderno. La ciudad se pensaba dividida en áreas de trabajo, vivienda, recreación, circulación (ciudad de los CIAM). 3 El objetivo del planeamiento urbanístico consistía en ordenar la expansión territorial de las ciudades para acoger nuevos habitantes. Luego de la Segunda Guerra Mundial se crea la necesidad de reconstruir las ciudades. Se piensa en construir nuevas ciudades desde cero (tabula rasa). Luego por la crisis del petróleo hubo un gran receso y mayor pobreza haciendo que los planes tradicionales se vean en crisis, estos no podían hacer frente a dichos cambios. Los nuevos planes intentan ordenar la ciudad existente y crear instrumentos más flexibles que se adapten a todos los cambios que se venían dando en las ciudades. La ciudad y la disciplina – Rossi y la Tendenza: En 1960 en Europa nace La Tendenza, un grupo de arquitectos que refundaron el urbanismo y la arquitectura como disciplinas autónomas, adoptando una serie de conceptos básicos como: Plan General / Zonificación / Infraestructuras / Sistemas Urbanos / Pensamientos racionalistas. Eran Planes Generales que pretendían abarcar un amplio espectro en un largo plazo y no veían la nueva realidad urbana, una realidad cambiante y conflictiva que no se podía abordar desde objetivos a largo plazo de los Planes Generales tradicionales. La Tendenza ya había llegado a proponer toda una nueva teoría. Bernardo Secchi: A partir de la década de 1980, Secchi propuso la reutilización de la ciudad existente para que no haya un crecimiento físico, sino una mejora en la calidad de vida. Fundó una nueva metodología de análisis en la cual abandonaba la visión totalizadora y utilizaba la historia para restablecer conexiones. Proponían la estrategia de las “reglas” y las “excepciones” para abarcar la ciudad contemporánea en toda su complejidad. Transformaciones en el territorio: En las últimas décadas del SXX, se produjeron grandes cambios tecnológicos y un gran aumento de la productividad por parte de las corporaciones multinacionales. Estos cambios posibilitan las transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales. La Ciudad Global aparece al reactivarse la actividad económica. Se puso en marcha un proceso de reestructuración que se caracterizó por la retirada del Estado de la Economía, y la expansión geográfica del sistema hacia la globalización. Los técnicos urbanísticos dieron lugar a inversores privados, la ciudad comienza a proyectarse de manera parcial y a corto plazo. Esta nueva lógica productiva llevó a una reorganización del espacio urbano: la descentralización. Todos estos cambios dieron lugar al llamado proceso de metropolización que hizo que hubiera una ciudad central y ciudades más pequeñas o pueblos, todos ellos relacionados entre sí. Este fenómeno está vinculado al uso del automóvil y de transporte de alta velocidad. EL DESARROLLO URBANO DESIGUAL La urbanización es un fenómeno global. Los procesos de urbanización no son equilibrados y eficientes (nunca ha habido un reparto equitativo). En los países más desarrollados, el crecimiento se ha detenido (por sus dinámicas estructuras y la aparición de procesos de urbanización difusa). El crecimiento desmesurado genera problemas ambientales, económicos, culturales, sociales, la polarización y el desequilibrio socio-territorial. Según Berry, la contra urbanización refiere al crecimiento demográfico en las áreas próximas a las ciudades y la disminución poblacional en los centros urbanos, produciendo la inversa. Como consecuencia dan origen a periferias urbanas distintas, la ciudad desconcentrada. Se ha ido desdibujando la separación entre la ciudad y el campo, a la vez que transformaciones económicas y tecnológicas provocan la integración funcional y física generando áreas periurbanas de urbanización dispersa. La contra urbanización solo es aplicable en países industrializados ya que en los países en desarrollo todavía están creciendo los centros a expensas de las periferias. o o Causas: Condiciones socioeconómicas y normativas políticas hacen que exista suelo disponible Parte considerable de población con hábitos culturales y niveles de ingreso lo permiten 4 o o o o o o Avances en medios de locomoción Búsqueda de confort y calidad de vida Utilización del automóvil y expansión de redes Disponer en la zonas rurales de las mismas comodidades Deterioro de condiciones de vida en las saturadas urbes Viviendas más baratas o o o o o o Efectos negativos Choques entre usos del suelo Transformaciones del paisaje rural Impacto ambiental Necesidad de servicios públicos apropiados Dificultades de tipo administrativo Aumento de costo en infraestructura Conclusión Frente a los espacios urbanos ineficientes se precisa un diseño, planeamiento y estrategia colectiva tanto social y económica, como ambiental y urbanística. Un reto clave es dotar a los espacios de gobiernos democráticos que permitan planificar y gestionar unidades significativas de territorio (regiones metropolitanas). No deben separar la ciudad de la no ciudad, sino gestionar espacios urbanos centrífugos. Se hace necesario crear condiciones jurídicas y económicas de interés general y garantizar que sea la voluntad popular mayoritaria. Uno de los objetivos básicos es no alterar el equilibrio ecológico, ya que las actuales formas de urbanización difusa conllevan un uso extensivo del suelo, aumento del vehículo, disminución de la calidad de aire, aumento del consumo de energía, del ruido, pérdida del carácter multifuncional y destrucción del paisaje. La consideración de las consecuencias ambientales plantea el reto de modelos de desarrollo socioeconómico de carácter integral. La resolución de todos estos problemas requiere de la participación ciudadana democrática y desarrollar un sentido individual y colectivo del compromiso. Para conseguir una sociedad más justa, se debe distribuir equitativamente los bienes, servicios y oportunidades para evitar pobreza, analfabetismo, alcoholismo, violencia, etc. LA ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL DEL TERRITORIO METROPOLITANO o o o o o o La formación de las áreas metropolitanas se ha desarrollado de acuerdo con uno o varios de estos tres modelos: Desarrollo discontinuo: la franja rururbana ha surgido en torno a la ciudad central de manera regular, dando origen a un área de baja densidad de población. Desarrollo radial: el crecimiento ha tenido lugar a lo largo de las principales vías de acceso y de forma segmentada. Desarrollo a saltos: la franja rururbana se compone de núcleos de usos de suelo urbano en medio de suelos de uso exclusivamente rural. Hay tres escalas respecto de la geografía metropolitana: Aglomerado: definida por situaciones de absoluta continuidad de lo urbano que determinan la conurbación efectiva y que se corresponde con la unidad de aglomeración definida por el INDEC como unidad de análisis. Extensión metropolitana: combina proximidad e interdependencia funcional, medidos a partir de la ciudad central, abarcando situaciones de conurbación efectiva junto con situaciones más discontinuas. Región metropolitana: incluye las localidades comprendidas en un radio de aproximadamente 70 km, medidos a partir de la ciudad central, ya sin relación de continuidad (separadas por amplios espacios rurales), pero con interrelaciones funcionales significativas. 5 Módulo 2: El ordenamiento territorial EL ORDENAMIENTO DEL TERRITORIO Y EL URBANISMO El ordenamiento del territorio es una función pública, una política compleja de reciente y escasa implantación, que puede y debe apoyarse en instrumentos jurídicos (leyes, decretos), prácticas administrativas, principios consolidados, en diferentes conocimientos científicos y en aportaciones pluridisciplinares. Es un instrumento, no un fin en sí mismo, un medio al servicio de objetivos generales como el uso adecuado de los recursos, el desarrollo socioeconómico y el bienestar o calidad de vida de las personas. Sus principales objetivos son: Establecer condiciones de equidad en todo el territorio, mediante una correcta distribución y accesibilidad de las dotaciones y los equipamientos. La utilización racional de los recursos, mediante la localización adecuada de los usos del suelo y de las actividades. El ordenamiento territorial – Características significativas: 1. Es de carácter público pero destinado a que lo lleven a cabo los agentes privados. 2. Diferentes escalas de intervención: escala nacional, escala regional y escala local. Dos modalidades de planificación: planificación física y planificación económica. 3. Visión integral sobre preocupaciones de diferentes tipos: pobreza e igualdad, productividad de los asentamientos, medio ambiente y prevención de desastres, gobernabilidad y participación, eficiencia de las políticas y la gestión. 4. El ordenamiento del territorio tiene carácter interdisciplinar, es decir, aproximaciones a los temas de la ordenación del territorio desde: Aproximación política: instancia principal ya que la ordenación culmina en decisiones políticas. Aproximación técnica/profesional: la ordenación implica un proceso de elaboración de carácter técnico que dará a conocer disciplinas que permitan formalizar alternativas. 5. El plan como instrumento de ordenamiento: el plan estratégico y el plan urbano. Aproximación de agentes económicos: destinatarios de decisiones para favorecer su actividad pero con restricciones por armonizar las múltiples actividades y usos. Aproximación ciudadana: aproximación del ciudadano como usuario del territorio. EL CARÁCTER INTERDISCIPLINAR DEL ORDENAMIENTO DEL TERRITORIO Aunque la relación entre geografía y ordenación del territorio pueda resultar obvia, conviene ordenar los principales argumentos en que se apoya, con el doble propósito de contribuir a asentarla y de definir sus limites. Ambas practicas se ocupan del mismo objeto: el espacio geográfico real, acotado a la condición de territorio y en unas determinadas escalas. Conviene, sin embargo, en este aspecto, añadir dos apreciaciones también básicas. La primera en relación al carácter necesariamente interdisciplinar de la ordenación del territorio, tanto porque el territorio es también estudiado por otras disciplinas, como porque toda política planificadora necesita el concurso de especialistas en derecho, en economía, la evaluación técnica de sus propuestas, etc, aunque en este caso, partiendo del conocimiento del propio territorio en sí, cuya ordenación se pone en contribución de objetivos mas generales. Las aportaciones de la geografía pueden ser relevantes, pero no son exclusivas. En segundo lugar, es preciso advertir sobre la necesidad de definir y desbordar siempre los limites del territorio que se pretende ordenar. 6 EL URBANISMO Y SUS ANTECEDENTES EN EL ORDENAMIENTO DEL TERRITORIO El movimiento moderno tuvo su apogeo en los 60’. Los objetivos fue transformar las ciudades para adaptarlas a los cambios económicos y sociales, ya que los problemas existentes eran considerados una barrera para el desarrollo. La destrucción provocada por la 2da guerra mundial, creo la necesidad de responder masivamente al desafió de la reconstrucción, lo que desencadenó en la planificación de grandes conjuntos residenciales. Se realizaron grandes proyectos urbanos que expresaban el poder omnipotente del estado y la industrialización, especialmente en las áreas centrales. En los 70´ se reafirma la posición del estado en el manejo de cambios sociales, en los países de Europa mediante la descentralización. Se prioriza la planificación del territorio y se tiene en cuenta la participación ciudadana. En los 80´ hay cambios generados a partir de la revolución tecnológica de informática, comunicación y transporte. Esto acarrea más producción y más intercambio global de bienes de consumos y servicios. Esto da inicio a la globalización, que conlleva a la apertura de mercados externos y la retirada del estado de la provisión social. La globalización es un proceso dinámico, económico, tecnológico, social y cultural, que permite la comunicación entre las distintas partes del mundo. Esto produce el surgimiento de centros comerciales que simulan ser espacios públicos de ciudades espectáculo por ejemplos “LAS VEGAS”, donde el espacio publico es una lucha. Dentro del transcurso de estos años se pudieron observar 3 tipos de ciudades: Ciudad pre-industrial: entidades compactas, contención por murallas, forma urbana unitaria, diferencia entre ciudad y campo, alto nivel de integración de funciones y estratos sociales, tejido homogéneo. Ciudad industrial: crecimiento desmesurado (como mancha de aceite), se derriban las murallas, se rompen los limites preestablecidos, la ciudad avanza sobre el campo, ciudad funcional, aparece la zonificación, la ciudad segregada y fragmentada, elementos primarios complejos, expansión de la periferia y densificación del área central. Comienza a comportarse como una máquina. Ciudad servo-industrial: los servicios reemplazan a la industria, se produce un cambio en la organización de la producción: se descentraliza, se conforma la ciudad difusa. A partir de mediados del s. XIX se definen 2 formas básicas de intervención que van a persistir hasta el presente, como los grandes temas del plan: la ordenación del crecimiento/extensión, y la reestructuración de la ciudad a partir de proyectos sobre componentes estructurales. COMPONENTES ESTRUCTURALES Y PAISAJE La ciudad está constituida por elementos primarios (o estructurales) que organizan físico-funcional la ciudad. Estos elementos se distinguen por su disposición en lugares claves de la ciudad, su permanencia y su incidencia en el proceso de construcción y transformación. La estructura puede entenderse desde un punto de vista de sostén, que sirve de apoyo al desarrollo del tejido; o como sistema de relación de acuerdo a un patrón jerárquico. El tejido es la configuración resultante del modo en que se articulan el trazado (vía pública, manzana); el parcelamiento; el tipo edilicio y los usos del suelo. Según esta articulación, pueden analizarse dos aspectos; el morfológico y aquellos que hacen a la consistencia (grado y calidad de la ocupación, infraestructura). El reconocimiento de las características del tejido desde la elaboración del plan es útil porque el plan fija estrategias y acciones sobre los sistemas y componentes estructurales, y sobre las diferentes áreas según sus problemas y potencialidades. El análisis del tejido permite identificar áreas homogéneas según su carácter morfológico, grado de ocupación y nivel de infraestructura, usos dominantes, calidad urbanística, problemáticas (áreas inundables o de riesgo ambiental) y el valor histórico y/o patrimonial. Además, el análisis del tejido nos ayuda a identificar las acciones a seguir: de promoción, calificación, completamiento; de transformación, reordenamiento, sustitución; de protección patrimonial, ambiental, paisajista. 7 Las pre-existencias son elementos constitutivos pues condicionan la configuración de algunas partes del tejido de la ciudad. Según el plan, su fecha de elaboración, su contexto histórico, los elementos estructurales pueden variar en función de las prioridades del plan. Los elementos estructurales en el fragmento urbano son: estructura/ocupación, usos, espacios públicos, vivienda, saneamiento, condiciones de vida, actividad productiva. El tejido está condicionado por la clasificación tipológica, la disposición en planta, evolución y los usos actuales. Paisaje: Es un área, tal y como la percibe la población, el carácter de la cual es resultado de la interacción dinámica de factores naturales (relieve, flora, fauna e hidrología) y humanos (las actividades económicas o el patrimonio histórico). Es la fisonomía de un territorio con todos sus elementos naturales y antrópicos, y a la vez, los sentimientos y emociones que despierta en el momento de contemplarlo. Es un producto social. Es la proyección cultural de una sociedad en un espacio determinado desde una dimensión material, espiritual, ideológica y simbólica. Es un lugar y su imagen. Es dinámico, se encuentra en constante evolución ya que este sujeto a un proceso acelerado de transformación producto de las actividades humanas, esto implica una perdida en el potencial del paisaje. Es un instrumento útil para la ordenación del territorio ya que: Contribuye a la correcta localización y disposición de los elementos y usos del territorio. Ayuda a realizar el diagnostico territorial. Facilita la participación ciudadana. Valores que socialmente se le otorgan al paisaje: o El paisaje forma parte del patrimonio cultural e histórico de una comunidad. o El paisaje forma parte de los valores estéticos y ambientales de esa comunidad. o El paisaje es parte de los recursos económicos. LA DIMENSIÓN AMBIENTAL La dimensión ambiental consiste en el desarrollo armónico entre la diversidad de ecosistemas, el hombre y su ambiente en el mismo territorio, de modo tal que se puedan llevar a cabo los objetivos de orden social, económico y cultural, sin dañar la naturaleza. La dimensión ambiental se relaciona con asegurar las condiciones de vida de las generaciones futuras. El paisaje es, ante todo, resultado de la relación sensible de la gente con su entorno percibido, cotidiano o visitado. Se trata de una diversidad que resulta de la articulación de lo físico, lo biológico y lo cultural en cada lugar. ESCALAS E INSTRUMENTOS DE INTERVENCIÓN Las escalas territoriales y el alcance del planeamiento: Partiendo de la realidad del territorio urbanizado, los planes pueden tener una magnitud muy diversa. Sin embargo, el único planeamiento riguroso es aquel que comprende la máxima amplitud territorial de los fenómenos urbanos. Así, las propuestas de intervención y los contenidos de cada nivel de planeamiento deben corresponderse con los problemas que plantea su escala territorial según cuatro órdenes: El ámbito nacional se corresponde con los temas propios de un “plan territorial general”. Estos son las infraestructuras y los servicios generales, los recursos hídricos, las fuentes y canales para la provisión de energía, la red viaria básica, y la reserva de suelo sobre los recursos territoriales escasos. En esta escala se concretan espacialmente las políticas y estrategias de ordenación territorial de manera general, incorporando consideraciones y objetivos propios de la planificación económica, casi siempre centrados en el argumento del equilibrio o reequilibrio territorial (poblacional, funcional, medioambiental, social, etc.) 8 El segundo nivel corresponde a los ámbitos regionales o provinciales, que son más que la simple aplicación de las propuestas del plan territorial general. El “planeamiento territorial parcial” debe abordar aspectos específicos como las opciones residenciales, el transporte colectivo (especialmente el ferrocarril de cercanías y la intermodalidad), y la definición del sistema nodal territorial (los puntos de centralidad, la red de centros históricos, la localización de actividades conflictivas, las superficies comerciales, etc.) En general integran temas que se suelen tratar de forma sectorial. La tercera escala son las áreas urbanas y al alcance de los “planes metropolitanos”. Éstos deben precisar y concretar las determinaciones del planeamiento territorial parcial (los espacios abiertos, las infraestructuras, los asentamientos, etc.) en un ámbito geográfico más reducido. Asimismo, deben referirse a la congruencia de las determinaciones estructurales para los planes municipales y a la “urbanidad de la obra pública”, según la formalización de algunas propuestas estratégicas relevantes (ej. reforma ferroviaria, sistematización de la infraestructura viaria, nuevas expansiones urbanas, etc.). Por último, los “planes de ordenación urbanística municipal” abordan la escala local del espacio urbano, concretando las acciones dirigidas al tratamiento por sectores de suelo ocupado (mantenimiento, mejora o reforma de tejido y espacios públicos). Asimismo, se refieren a la clasificación de los regímenes de suelo y de la calificación de los diferentes sectores urbanos en cuanto a los usos, actividades y aprovechamientos edificatorios. Instrumentos de intervención: Instrumentos Regulatorios: aquellos que definen el modo de intervenir en el territorio a partir de establecer reglas y procedimientos precisos. Ejemplo: las normas urbanísticas de Rosario, que establecen indicadores precisos (altura, FOS, servidumbre, etc.) a ser observados en la presentación de un proyecto de edificación. Instrumentos no Regulatorios: aquellos que definen orientaciones generales, criterios, principios que orientan la intervención en el territorio. Ejemplo: un plan urbano, que indica principios, directrices, y estrategias e identificación de proyectos que orientan la actuación municipal en materia de gestión del territorio. EL ORDENAMIENTO DE LOS TERRITORIOS METROPOLITANOS. El análisis individual de los planes metropolitanos confirma la importancia de la flexibilidad instrumental para su adaptación a situaciones particulares. Sin embargo, también permite generalizar sus aportaciones con miras a definir la especificidad de su alcance instrumental. Variables instrumentales: Contexto del planeamiento metropolitano: la conformación de las áreas metropolitanas responde siempre a una voluntad política que puede ser “desde arriba”, según los objetivos específicos de los gobiernos centrales para el desarrollo de sus capitales metropolitanas, o “desde abajo”, como resultado de la coyuntura plurimunicipal en cada territorio. Instituciones que elaboran el plan: el desarrollo de las áreas metropolitanas demanda la conformación de organismos capaces de implementar mecanismos eficientes, como las directrices, las estrategias o los acuerdos intermunicipales, que suelen influir más que las legislaciones. El rol de estos organismos se basa en su especificidad política y técnica, pudiendo constituir una nueva estructura administrativa, elegida directamente por sufragio, o bien actuar como una plataforma a medida para dar sentido a los diversos intereses, tanto públicos como privados. Enfoque: en los planes metropolitanos se prioriza la competitividad económica, la cohesión e integración social y la sostenibilidad ambiental. Los planes metropolitanos abordan de manera complementaria dos enfoques, el estratégico y el operativo. Por un lado, los objetivos de cariz estratégico pueden tener un enfoque puntual vinculado a la rehabilitación y el aumento del estándar de los servicios urbanos, o un enfoque global referido al consumo energético, al transporte, o al posicionamiento internacional, entre otros temas. 9 Además de los objetivos estratégicos, también se considera la forma física del territorio como guía para las iniciativas operativas. En este último caso, la determinación de los objetivos comienza por la exploración morfológica, encontrando los conflictos antes de que se conviertan en demandas o urgencias y formulando los ámbitos, exista o no interrelación entre los actores. Ámbito territorial metropolitano: la delimitación de los ámbitos de planeamiento supramunicipal responde a acuerdos voluntarios “desde abajo”, impulsados desde las mancomunidades (asociaciones) y los consorcios para gestionar algunos servicios y alcanzar una masa crítica influyente en la distribución del presupuesto nacional. Sin embargo, también puede surgir del reconocimiento “desde arriba”, de ámbitos significativos para el reequilibrio a nivel nacional (o provincial). Contenido: los planes metropolitanos suelen agrupar sus contenidos, mediante la ordenación de cuatro variables básicas: asentamientos, infraestructuras, actividades y espacios libres. Sin embargo, en el contenido de los planes metropolitanos, los temas abordados admiten enfoques muy distintos vinculados a la singularidad de cada territorio y a la experiencia técnico-político del organismo que impulsa su elaboración. La especificidad del contenido de los planes metropolitanos radica en integrar los diversos servicios públicos sectoriales y concesionados, implementar mecanismos para coordinar el planeamiento municipal, promover el ahorro energético, mantener los ecosistemas y potenciar el rol internacional de las capitales metropolitanas como motor económico nacional. Determinaciones: el planeamiento supramunicipal se enfrenta a cuatro problemas comunes: no es imprescindible para la actuación en el territorio, tiene pocos resultados directos o inmediatos, tiene una demanda social poco articulada y difusamente expresada, y es “temido” tanto por la administración de alcance regional (o provincial) porque puede condicionar sus políticas departamentales, como por los municipios, por miedo a sentirse condicionados en sus objetivos de desarrollo. Sin embargo, a diferencia del carácter estático y rígido de los planes municipales, la ventaja de los planes metropolitanos radica en la flexibilidad instrumental. Pueden tener un carácter vinculante para los municipios o bien pueden orientar sus determinaciones según un enfoque directriz y holístico, que sirva de marco a las políticas sectoriales a nivel regional. Modelo: el planeamiento urbanístico local ha demostrado la incapacidad para encauzar, por sí solo, las dinámicas de transformación en curso, que en muchos casos trascienden los límites municipales. Este argumento se apoya en tres presupuestos comúnmente aceptados: el equilibrio territorial como garantía de cohesión social, el uso más racional de los recursos, y la conservación del patrimonio natural y cultural. Así, la ordenación metropolitana puede adoptar una expresión formal como “modelo” capaz de expresar sintéticamente el proyecto futuro del territorio. En la práctica del planeamiento metropolitano, los modelos se usan para inducir una determinada vertebración territorial. De este modo, los modelos confirman la orientación política de la administración o administraciones que impulsan el plan mediante dos esquemas básicos. El primero se basa en la tradicional jerarquía administrativa vertical, en esquemas centrípetos y en la promoción de la centralidad de la ciudad capital. El segundo esquema se apoya en la horizontalidad administrativa, en estructuras policéntricas y nodales. En este último caso, se pretende promover el sistema de ciudades densas y compactas pero también preservar la continuidad de la red de espacios abiertos. Proyectos: los proyectos locales pueden actuar como disparadores para ejercicios de planeamiento supramunicipal, pudiendo abordar componentes urbanas más amplias. En la escala metropolitana, los proyectos son una demostración concreta de la forma en que las intervenciones locales y ad-hoc pueden ser parte de una constelación mayor. Los proyectos estratégicos actúan como catalizadores del modelo territorial y avanzan sobre una hipótesis de ordenación que debe desarrollarse según esquemas y directrices orientativas, aunque los criterios y objetivos generales sean vinculantes. 10 Programación: a diferencia de los planes municipales, en la programación de las actuaciones de los planes metropolitanos se debe considerar un marco complejo de administraciones y actores públicos y privados. El horizonte de los planes metropolitanos debe necesariamente, superar el cortoplacismo de las administraciones municipales. El alcance temporal de los objetivos de los planes metropolitanos analizados nunca es menor a diez años, pudiendo plantearse a cuarenta años. Otra diferencia con los planes municipales es que las fases de la programación o el seguimiento no son estrictas, sino que se realiza de manera oportunista y sólo sobre los temas que deben actualizarse. Elaboración: el proceso de elaboración de los planes metropolitanos evidencia la combinación de diferentes mecanismos de consulta pública e intra-administrativa, previamente a la aprobación definitiva del plan. En primer lugar, se implementan instancias de consulta y discusión para “calibrar” el contenido y alcance del planeamiento supra-local. En segundo lugar, se forman comisiones para acelerar el proceso de tramitación y aprobación de los planes. Documentación y escala: la documentación del plan suele presentarse mediante dos tipos de documentos en función de los interlocutores; uno con carácter técnico, en el que se incluyen los planos, la normativa y la programación, y otro con carácter más divulgativo en el que se sintetizan los objetivos y las estrategias de manera más didáctica con miras a la comunicación amplia y a la consulta inmediata. En los planes metropolitanos se trabaja con una escala de presentación y otra de estudio del territorio, que debe ser más detallada para verificar los argumentos urbanísticos de las estrategias. Es por esta razón que el código gráfico y la escala son las variables que mejor explican la metodología y la intencionalidad de los criterios de ordenación metropolitanos. Implementación y seguimiento: los planes metropolitanos analizados suelen implementarse por parte de las administraciones regionales. Una vez que los planes metropolitanos son aprobados, la gestión de los mismos admite al menos tres enfoques, polarizados o complementarios. Pueden ser impulsados desde el sector privado, mediante la lógica del mercado, o bien desde el sector público, a través de la implementación de instrumentos como la regulación del precio del suelo, la promoción de la vivienda asequible y los subsidios para las asociaciones intermunicipales. Además, se prevén instancias de seguimiento del planeamiento mediante la creación de observatorios y la redacción de informes anuales. DIRECTRICES Y PROYECTOS Se requieren de políticas integradas y mancomunadas más allá de que cada ayuntamiento local establezca sus planes de gestión del territorio y cree sus zonas urbanísticas. Se requiere de las políticas urbanas una cada vez mejor y más efectiva regulación de la ordenación del territorio. Uno de los objetivos básicos de esta regulación es evitar que las presentes tendencias hacia la ampliación espacial y difusión de las ciudades por las áreas periurbanas no den lugar a profundas alteraciones del equilibrio ecológico en esas áreas. Se deben adoptar, para los territorios periurbanos, modelos de desarrollos socioeconómicos, así como de planificación y crecimiento urbano, que tengan un carácter integral, y desarrollar un sentido individual y colectivo del compromiso que fortalezca el tejido asociativo y disponga a las personas a intervenir y a organizarse en torno a redes, con el objetivo de ocuparse en común de sus problemas e intereses. Otro reto es idear y poner en práctica, de manera efectiva, políticas que apuesten a soluciones integrales y estrategias de desarrollo sostenible. Se debe trabajar por la distribución equitatita de los bienes, servicios y oportunidades entre la población más desfavorecida, o sea, entre los colectivos sociales más tendentes a la exclusión social, que son los que acumulan más problemas sociales. Dichos colectivos se concentran en los barrios o áreas periurbanas más marginales y son los que sufren con más intensidad problemas. Estos problemas exigen unas políticas urbanas de cohesión social con la polarización estructural y socioeconómica. 11 Políticas encaminadas a propiciar la igualdad de oportunidades para acceder a una serie de bienes y servicios básicos, como el empleo, la educación, la sanidad, la vivienda o las prestaciones sociales. Se entiende por políticas públicas al conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo el gobierno para solucionar problemas que en un momento determinado los ciudadanos y el gobierno consideran prioritarios. EL TERRITORIO Y EL DESARROLLO DE LAS POLÍTICAS SECTORIALES. Los ejes sectoriales o áreas del interés en el territorio se dividen en: Eje económico productivo: las PyMEs; la estructura productiva local y regional; el empleo y la cualificación de los recursos humanos; la estructura impositiva; las infraestructuras de transporte, energía y comunicaciones. Eje socio-institucional: la cultura; la educación; la exclusión social, las migraciones urbanas y los asentamientos irregulares, las políticas sociales de salud. Eje físico-ambiental: el crecimiento de la trama urbana; las estructuras de servicio; las obras y servicios públicos; el medio ambiente; el río y las islas; el patrimonio urbano arquitectónico. Eje de centralidad regional y proyección internacional: la relación con la región metropolitana; la inserción en el Mercosur; la cooperación internacional; la imagen de la ciudad; la proyección de la cultura y de la actividad creativa; el turismo recreativo, cultural y de negocios. GESTIÓN Y LEGISLACIÓN TERRITORIAL. El plan de Organización Territorial generalmente reflexiona sobre la organización de las actividades humanas sobre el territorio, se vincula también con lo ambiental, y a otras visiones disciplinares, tales como lo social, económico, forestal, minero, ecológico, litoral, etc. Basándose en estas visiones, y en las prioridades que el plan adopte, pueden surgir dos posturas: aquella que privilegia las leyes del mercado; o la que, en cambio, busca compatibilizar los sistemas naturales y los humanos, a lo que posteriormente se suma la participación social. Pueden distinguirse tres instancias de intervención: 1- Legislación: definir los objetivos y los principales instrumentos para la determinación de políticas territoriales y sectoriales o urbanísticas (ley del suelo). 2- Planificación: elaborar y aprobar planes que definan un modelo territorial futuro. 3- Ejecución: transformar a la realidad las determinaciones de los planes aprobados. Es importante que los procesos de gestión acompañen al plan, conformando un programa de actuación, con actuaciones periódicas y los recursos para llevarlas a cabo. En la actualidad, existe una tendencia por incorporar al sector privado. El plan estratégico es un instrumento que permite a los administradores locales y regionales plantearse objetivos difíciles de abordar desde la perspectiva de la planificación física, para la armonización de los usos del suelo. La planificación física puede dar entidad normativa a las propuestas territoriales de los planes estratégicos, contribuyendo así su implementación. 12 Módulo 3: La lectura del territorio FACTORES CARACTERIZANTES DEL TERRITORIO Y SU PAISAJE (RELIEVE, CURSOS DE AGUA, ÁREAS BAJAS Y RESERVORIOS, ÁREAS O LÍNEAS FORESTADAS, CORREDORES; USOS DEL SUELO, GRANDES ESTABLECIMIENTOS DE DISTINTO TIPO, SISTEMA DE CAMINOS (MOVILIDAD Y ACCESIBILIDAD), ÁREAS URBANIZADAS, ESTABLECIMIENTOS RECREATIVOS, INSTALACIONES INFRAESTRUCTURALES). PROCESOS Y TENDENCIAS DE TRANSFORMACIÓN (URBANIZACIONES, INSTALACIONES LOGÍSTICAS Y PRODUCTIVAS). La territorialización del paisaje es el reconocimiento de cada territorio se manifiesta paisajísticamente en una fisonomía singular y dinámica y en plurales imágenes sociales, hace del paisaje un aspecto importante de la calidad de vida de la población, porque el paisaje es, ante todo, resultado de la relación sensible de la gente con su entorno percibido, cotidiano o visitado. Por eso mismo, el paisaje también es elemento de afinidad y de entidad territorial y manifestación de la diversidad del espacio geográfico que se hace explícito en la materialidad de cada paisaje y en sus representaciones sociales. Se trata de una diversidad que resulta de la articulación de lo físico, lo biológico y lo cultural en cada lugar, un patrimonio valioso y difícilmente renovable. La definición se refiere en primer lugar al territorio, a cualquier parte del territorio. El paisaje tiene una base material concreta referida al espacio geográfico entendido como marco de vida, como espacio contextual de los grupos sociales. Así mismo, tiene también escalas diferentes que afectan tanto a su estudio, o como intervienen, se jerarquizan y se relacionan sus elementos constitutivos. El territorio del paisaje no es solo su configuración material, su fisonomía, es la relación sensible, la percepción sensorial (principalmente visual) del territorio observado por el ser humano. En este aspecto radica la diferencia esencial y la proximidad entre el territorio y el paisaje. El paisaje es el territorio percibido, con toda la complejidad psicológica y social que implica la percepción desde los aspectos más profundos. El paisaje como territorio percibido constituye un punto fundamental de encuentro entre objeto y sujeto, entre el ser y su visibilidad. El carácter de cada paisaje es resultado de la acción de factores naturales y humanos y en sus interrelaciones. Esa concepción tiene consecuencias importantes también para la tarea de identificación y caracterización. El paisaje es en su configuración formal, la huella de la sociedad sobre la naturaleza y sobre paisajes anteriores, la marca o señal que imprime carácter a cada territorio. De aquí arranca el entendimiento de paisaje como patrimonio. El paisaje constituye un objetivo del desarrollo sostenible, un desarrollo que debe garantizar a largo plazo la identidad y la diversidad de los territorios, sus bases ecológicas y culturales, integrando los cambios derivados del crecimiento en las tramas de los paisajes heredados, y salvaguardando los valores paisajísticos más apreciados. Los paisajes son los configuradores de los espacios geográficos que además de ejercer funciones territoriales básicas, son capaces de tener intensas influencias morales y culturales. El paisaje es constitutivamente dinámico. Se compone por un interior que se añade al objetivo, al exterior, y lo reconfigura culturalmente. Es aquí donde se estriba la primera separación profunda entre los conceptos de paisaje y territorio. El paisaje es un nivel cultural, es un acumulador de herencias. Relieve: conjunto de irregularidades presentes en la superficie terrestre. Cursos de agua: son las aguas que circulan por un cauce fijo. Reservorio: acumulación de agua producida por una obstrucción en el lecho de un río que cierra su cauce. Áreas forestadas: espacio donde se plantan árboles para luego talarlos y aprovechar la madera. Usos de suelo: es el uso que los seres humanos que hacen de la superficie terrestre. Abarca la gestión y la modificación del medio ambiente natural. Hace referencia a los diferentes usos en zonificaciones. 13 La extensión de la ciudad: “el suelo urbanizable” El suelo urbanizable: significado y clases La delimitación de áreas del suelo por los instrumentos de planeamiento general tiene por objeto señalar el suelo aún rural que debería incorporarse al área urbana de la ciudad mediante un proceso de urbanización. El régimen del suelo urbanizable tiene un carácter transitorio, ya que se aplica a un suelo de características rusticas y mantiene la vigencia hasta el momento en el que este suelo se ha trasformado en urbano. Distintos tipos de suelo urbanizable: Suelo programado: suelo que debe ser objeto de urbanización. Su urbanización se incluye en el programa de actuación municipal. Suelo no programado: suelo que puede ser objeto de urbanización, con determinadas condiciones. No hay ningún compromiso de actuación por parte del municipio. Extensión y localización del suelo urbanizable: El ámbito del suelo urbanizable expresa hasta donde se quiere que llegue la extensión de la ciudad – suelo programadoy hasta donde se acepta que llegue –suelo no programado-. La extensión de la ciudad comporta, por una parte, la desaparición de terrenos rurales y, por otra, una ampliación del área que se deberá dotar de servicios urbanos. Las áreas urbanas continuas, compactas y de densidades medias, son un modelo ventajoso, desde el punto de vista de la gestión de la ciudad, como también de la preservación de los espacios rurales. El suelo llamado “suelo urbanizable tiene que ser cuantitativamente proporcionado a las previsiones de crecimiento de cada municipio”. El planeamiento urbanístico de los municipios tiene que prever la cantidad de suelo necesaria, de acuerdo con sus necesidades de crecimiento urbano. En cuanto a la localización de las áreas de suelo urbanizable, hay que sostener el criterio de continuidad con el suelo urbano existente, en función de la morfología (radial, lineal, etc.). La regulación del suelo urbanizable en el plan de ordenación urbanística del municipio: Las regulaciones del suelo urbanizable en el plan de ordenación urbanística municipal van dirigidas a controlar y orientar su proceso de transformación de rustico a urbano. El sector es el área del suelo donde el plan parcial determinará a la ordenación urbanística detallada (calles, espacios libres, etc.) a la que deberá ajustarse el proceso de urbanización. La delimitación del sector tendría que satisfacer varias condiciones: Facilitar la continuidad de la nueva ordenación con las áreas urbanas existentes. Tener unos límites físicos claros. Posicionarse correctamente en relación con los elementos geográficos existentes. Tener una suficiente coherencia geométrica con la división parcelaria rustica. En las ciudades donde se prevé que no haya mayor extensión, los sectores de suelo urbanizable tendrán que dar un final correcto a la trama urbana del municipio. En cambio, las ciudades que estén en una fase de expansión urbana, convendrá que los sectores tengan una superficie suficiente, con la finalidad que pueda dar lugar a la creación de elementos urbanos públicos. La edificabilidad se distribuye mediante la división del suelo en zonas. Cada zona de suelo urbanizable tiene una edificabilidad bruta o zonal. 14 Las zonas de suelo urbanizable se diferencian entre sí por la edificación bruta y por los usos a que se podrá destinar esta edificabilidad. El suelo de un sector puede estar compuesto por una o más zonas de suelo urbanizable. Asimismo dentro de los sectores puede haber suelo destinado a sistemas generales (parques, equipamientos, elementos viarios, etc.). El plan de ordenación urbanística municipal puede establecer algunas condiciones de la organización, que se pueden referir a la edificación, altura máxima, tipo de ordenación, etc.; y pueden estar contenidas en la normativa propia de las zonas, o establecerse de forma específica para un sector. El plan parcial: determinación de la ordenación El plan parcial es un instrumento que ha de convertir una ordenación general en una ordenación detallada, con el grado de detalle propio del suelo urbano consolidado y se compone de los siguientes elementos: Espacios parcelados o zonas del plan parcial: los diversos tipos y usos de la edificación se ordenan en el espacio mediante la delimitación de zonas que pueden diferenciarse unas de otras por variaciones (altura, edificabilidad, etc.) Sistema de espacios libres: el plan parcial determina la configuración de calles, plazas, parques, jardines que constituyen el sistema de espacios libres que resultan de la ordenación de las zonas del plan municipal. Equipamientos públicos y comunitarios: señala las parcelas en las cuales se deben desarrollar edificios y actividades de interés público (escuelas, centros culturales, etc.) Polígonos o unidades de actuación: el sector es la unidad de ordenación del plan parcial, pero su ejecución puede desarrollarse en unidades de suelo de menor superficie: los polígonos o unidades de actuación, que pueden ser de mas fácil gestión que el sector entero y que se pueden ejecutar por sistemas diferentes. El plan parcial debería delimitarlos con el criterio de mantener en toda la misma proporción de aprovechamiento. Elementos de urbanización y servicios urbanísticos: los planes parciales deben determinar, las características de la urbanización y el trazado de las redes de servicios que se prevean. Evaluación económica: al tratarse de una iniciativa de urbanización de nuevo suelo, el plan parcial debe hacer una evaluación de los costes que comporta la operación a efectos de verificar su viabilidad. Plan etapas: el plan parcial ha de establecer las etapas temporales en las que prevé que se lleve a cabo su ejecución en lo que se refiere a la urbanización. El suelo no urbanizable y la preservación del espacio rural El suelo rural en el territorio: el espacio rural es un componente fundamental de la estructura territorial. La valoración del espacio rural que se hace desde el suelo urbano es determinante para su porvenir. Los papeles que el espacio rural tiene en relación con las necesidades de la población urbana son: Proveer de espacio para el crecimiento de las áreas urbanizadas Proveer de productos primarios: agrícolas, forestales, ganaderos, mineros, etc. Proporcionar a los ciudadanos paisaje, recreo y equilibrio ambiental: Hoy en día, gran parte del paisaje rural que conocemos, que es expansión de una peculiar síntesis entre geografía, clima y actividades humanas, tiene problemas de supervivencia debido a la crisis de actividades que contribuyen a configurarlo. Por eso, son necesarias acciones para el mantenimiento del paisaje territorial. 15 El recreo rural potenció dos aspectos: Generó conflictos con los demás papeles del territorio Algunas modalidades de tiempo libre pueden entrar en la competencia económica con las actividades productivas tradicionales del territorio. Más reciente es la valoración del territorio rural como factor de equilibrio ambiental. El espacio rural es un componente imprescindible del equilibrio ambiental de un territorio donde hay áreas urbanizadas y densamente pobladas. La preservación del espacio no urbanizado es necesaria para facilitar procesos fundamentales de supervivencia de las áreas urbanas (ej: filtración de agua de lluvia, absorción del CO2, etc). Acoger todo tipo de instalaciones o artefactos que tienen dificultad para ser integrados en los tejidos de la ciudad: son los denominados “usos perirubanos” (áreas deportivas, recreativas y comerciales, almacenes, parques de maquinaria o vehículos, etc, por las molestias o peligros que puedan causar, o por su excesiva dimensión) La delimitación del suelo no urbanizable Aquella parte del suelo del municipio que debe quedar fuera del proceso urbanizador. Desde el punto de vista de ordenación del suelo del municipio, hay dos tipos de motivos para la consideración del suelo como no urbanizable en el planeamiento: ser inadecuados para el desarrollo urbanístico o ser merecedores de protección como suelos de naturaleza rústica. En cada uno de los dos motivos existen razones específicas que permiten definir motivaciones básicas: Inadecuación por las características propias del suelo: topografía, geología, microclima, riesgos, etc. Inadecuación por su localización en relación con las áreas urbanas existentes o propuestas. Protección de las actividades rurales por su valor económico productivo. Protección del estado rústico del suelo por otros motivos: interés natural, paisajístico, histórico, etc. Cuando el área urbana de un municipio hubiera ocupado ya todo el suelo adecuado para un crecimiento urbano racional, todo el suelo no urbanizable participaría del objetivo de permanencia indefinida y se debe considerar protegido en su totalidad. Lamentablemente, el ámbito del término municipal es, a menudo, insuficiente para la protección del suelo no urbanizable que pueda neutralizar las actitudes legales y políticas, generalizadoras de las opciones de urbanización. Es por eso que se hace necesario el tratamiento del suelo no urbanizable a escala territorial y mediante instrumentos adecuados (planes territoriales, planes directores, planes especiales, etc). El papel de estos instrumentos debe ser fundamental para neutralizar los efectos perversos de la delimitación del suelo no urbanizable que preconizan las doctrinas desreguladoras. La ordenación del suelo no urbanizable en el plan territorial La técnica básica para establecer diferentes tipos y grados de preservación en el suelo no urbanizable ha sido la división zonal, de acuerdo con la naturaleza del suelo y de los elementos que se quieren proteger. Los planes han adoptado diversas categorías zonales en función de usos que se quieren priorizar, limitar o proteger: agrícola, forestal, de interés natural, de interés paisajístico, etc. La zonificación permite establecer diferentes condiciones para el desarrollo de usos propios del medio rural, en función de los objetivos de ordenación y protección del suelo no urbanizable adoptado. Donde los criterios urbanísticos son más determinantes es en el régimen de las construcciones y edificaciones que se pueden admitir en cada zonificación. Hay que destacar que las edificaciones en suelo no urbanizable tendrán que ser pocas y suficientemente separadas. 16 Un tema básico en la regulación del suelo no urbanizable son las condiciones para la autorización de nuevas viviendas familiares aisladas, que las leyes normalmente han permitido si no había peligro de formación de un núcleo de población. Las edificaciones que pueden formar parte, de manera indefinida, del suelo no urbanizable son: Las de interés público que se deben emplazar en el medio rural (infraestructuras, equipamientos, servicios técnicos, etc.) Las construcciones y dependencias propias de una actividad agraria y las construcciones destinadas a viviendas de alojamientos de trabajadores rurales. Las estaciones de suministro de carburante y otros servicios en la red vial. Las construcciones e instalaciones vinculadas a la ejecución y funcionamiento de las obras públicas. Las construcciones de turismo rural o de campings, autorizadas mediante un plan especial urbanístico. Los parámetros que el plan general puede establecer para regular estas edificaciones son: Superficie mínima de la finca donde se puede emplazar una edificación. Distancia entre edificaciones. Techo máximo para cada edificación admisible. Altura máxima de la edificación sobre la cota natural del terreno. Condiciones para la integración de la edificación en el paisaje rural: materiales, cubiertas, vallas de parcela, etc. Disposición de la edificación respecto a caminos existentes. La ordenación del espacio rural no debe olvidar la consideración de los elementos básicos de su estructura: caminos, canales de riego, pozos, márgenes, etc. La apertura de nuevos caminos debe estar suficientemente justificada y realizarse de forma coherente con la red histórica anterior. Actividades primarias intensivas y usos periurbanos Buena parte de los papeles que tiene el suelo no urbanizable en relación con el territorio y los ciudadanos padecen la grave interferencia de dos fenómenos: La evolución de las actividades rurales primarias hacia fórmulas intensivas: las manifestaciones más evidentes de esta intensificación son la agricultura de invernaderos en forma masiva y la ganadería en granjas porcinas y avícolas. Afectan al paisaje tanto por su imagen de “mar de plástico” (techos de los invernaderos, Europa) y por la lamentable calidad de muchas de ellas. Estas prácticas traen consecuencias ambientales negativas (aumento de la correntia de agua de lluvia y producción de residuos) El crecimiento de la demanda de suelo para usos periurbanos: usos motivados por la ciudad pero que no encuentran cabida dentro de la misma. Se pueden diferenciar en varios tipos: Infraestructuras (aeropuertos, vertederos, depuradoras, etc) Comerciales (centros comerciales, mobiliario, vehículos, jardinería, etc) Deportivos (circuitos de carrera, clubes deportivos, campos de golf, etc) Recreativos (discotecas, parques acuáticos o temáticos, etc) Almacenes (maquinarias, productos inflamables, caravanas, etc) Recuperación (vehículos, neumáticos, etc) 17 Muchos de estos usos son necesarios para el buen funcionamiento de la ciudad o responden a una demanda social que no tiene otras vías de satisfacción. Si bien por si mismos pueden representar una aportación social y económica positiva, tienen costes de intrusión en el suelo rural y efectos depresivos sobre las actividades de las áreas urbanas. La lógica de ubicación dentro del suelo rural varía de unos usos a otros, y resulta de la combinación de los siguientes factores: Localización aislada: usos que por molestias o peligros deben estar alejados del área urbana. Parcela grande: usos que por su tamaño no encuentran lugar en la parcelación urbana. Fachada a carretera: usos que buscan una buena accesibilidad y una imagen visible. Precio del suelo: todos los usos intentan minimizar los costes de implantación. Requerimientos funcionales: este factor es determinante en la localización de elementos de infraestructura. Respecto a los usos periurbanos no previstos, se deberá evaluar en cada caso si el interés de su implantación compensa los efectos negativos sobre el suelo rural. El plan municipal puede prever áreas para la implantación de usos periurbanos, definiendo, por ejemplo, un ámbito de suelo urbanizable. El planeamiento deberá fijar las directrices básicas de ordenación de estas áreas, pero su configuración y la urbanización exigible habrían de quedar muy abiertas por las diferentes escalas y naturaleza que puedan tener estos usos. IMPACTO AMBIENTAL DE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS Durante bastante tiempo, los principales instrumentos de protección de espacio rural han sido los planes de ordenación urbanística de los municipios. Pero es necesario intensificar también el uso de los demás instrumentos que puedan actuar positivamente en la protección del espacio no urbanizable. En primer lugar, se destacan los planes especiales. Permiten proponer medidas de protección más afinadas que las que haya podido establecer el plan de ordenación urbanística municipal. Los planes especiales deben comprender también el suelo no urbanizable de un grupo de municipios si se promoviera de manera asociada por éstos. Estos planes se han utilizado para la delimitación y la ordenación de áreas de especial protección. En segundo lugar, se encuentran los instrumentos concebidos para la ordenación de ámbitos mayores que el municipio (planes directores o planes territoriales parciales): instrumentos de escala específicamente supramunicipal (supra: más allá, sobre) cuyas determinaciones vinculan a los planes municipales. Estos instrumentos ayudan a la preservación y mejora del espacio rural. Un objeto importante de estos planes es ocuparse de lo que no han podido abordar con suficiente criterio los planes de ordenación urbanística municipales. Los planes directores o territoriales parciales deben centrar su atención en este déficit de ordenación para, por ejemplo: la racionalización de las infraestructuras territoriales, la ordenación de las opciones de extensión de áreas urbanas y la preservación y mejora del espacio rural. Los planes territoriales sectoriales también pueden contribuir a la protección del espacio rural. Esta protección pasa por el conocimiento e interpretación de: caminos, sistemas de riego, pautas de distribución de la edificación rural, etc. No hay que excluir tampoco la posibilidad de que administraciones locales promuevan reservas o parques naturales en sus territorios. El parque natural es definido como un espacio que, por sus valores naturales calificados, se debe proteger para lograr su conservación de manera compatible con el aprovechamiento ordenado de sus recursos y la actividad de sus habitantes. El espacio rural recibe el impacto de la implantación de numerosas infraestructuras motivadas en su gran mayoría por las áreas urbanas, las cuales tienen finalidades muy diversas, así como su naturaleza física también es variable. Pueden ser: de transporte (carreteras, autopistas, ferrocarriles, puertos, aeropuertos), hidráulicas (canales de riego, agua potable, saneamiento), ambientales (plantas de clasificación y reciclaje, vertederos), las de producción y distribución de fluidos energéticos (electricidad, gas, petróleo), telecomunicaciones (telefonía, radio). 18 Aunque la dotación de infraestructuras al territorio sea una responsabilidad pública, el proyecto y la gestión se realizan también por empresas públicas, consorcios o empresas privadas concesionarias. La implantación de infraestructuras en el espacio rural produce dos tipos de afectaciones principales: la ocupación del suelo y el trocamiento del espacio. El estudio de los efectos negativos de las infraestructuras en el medio rural se debe centrar en la capacidad del ámbito territorial para recibir impactos resultantes de la implantación de dichas infraestructuras, y deducir de ello cuáles habrían de ser las pautas de trazado y localización para la minimización de los efectos sobre su sostenibilidad como espacio. Dichas pautas se pueden concretar en la propuesta de corredores que agrupen las infraestructuras, en la exigencia de permeabilidades y en la recomendación de algunas rasantes. Los planes directores urbanísticos o los planes territoriales son instrumentos adecuados para calibrar la capacidad del territorio para soportar infraestructuras y establecer las condiciones de implantación. Como conclusión, al margen del tipo de instrumento en que se formalice, la implantación correcta de las infraestructuras en un ámbito territorial exige dos condiciones absolutamente necesarias: la consideración de criterios de ordenación del espacio, que es un factor básico de su sostenibilidad ambiental y el dialogo con todos los agentes públicos y privados responsables de la ejecución y la gestión de las infraestructuras previsibles en el territorio. IDENTIFICACIÓN DE UNIDADES DE PAISAJE Paisaje: es un área, tal y como la percibe la población, el carácter de la cual es resultado de la interacción dinámica de factores naturales (relieve, flora, fauna, hidrología) y humanos (las actividades económicas o el patrimonio histórico). Es la fisonomía de un territorio con todos sus elementos naturales y antrópicos, y a la vez, los sentimientos y emociones que despierta en el momento de contemplarlo. Es un producto social. Es la proyección cultural de una sociedad en un espacio determinado desde una dimensión material, espiritual, ideológica y simbólica. Es un lugar y su imagen. Es dinámico, se encuentra en constante evolución. Para la ordenación del territorio, el paisaje puede ser un instrumento útil en una triple dimensión: Contribuye a la correcta localización y disposición de los elementos y usos del territorio, así como de las estructuras o sistemas que lo conforman. Ayuda a realizar el diagnóstico territorial, pues contiene y muestra en sus formas los aciertos y disfunciones en el uso del espacio geográfico, al mismo tiempo permite comprender y explicar sus formas, tarea imprescindible para ordenarlo con conocimientos de las causas que las han producido. Valor que tienen las personas que perciben ese paisaje, especialmente aquellas que lo viven cotidianamente, siendo su lugar de trabajo o residencia, considerándose como un factor que facilita la participación ciudadana, que permite opinar y decidir sobre las propuestas de ordenación territorial. Unidades de paisaje: son una subdivisión interna de las grandes regiones ecológicas, se define teniendo en cuenta las características ambientales y paisajísticas dadas por la vegetación, la topografía, hidrología, conectividad, con otros ambientes y las condiciones singulares provocadas por la intervención humana. El estudio de paisaje avanza en identificar unidades menores que las regiones ecológicas de modo de ver la actuación sobre ellas. Son un cambio de escala en la lectura del territorio y también un medio con el cual empezar a definir nuestro proyecto, se considera su utilidad para instrumentos de planificación territorial, planeamiento urbanístico y todas decisiones de actuación e intervención sobre el territorio. También los factores fisiográficos, dimensiones del paisaje, visibilidades, detección de dinámicas recientes y tendencias inmediatas. 19 En las escalas de ordenación más extensas tienen que plantearse objetivos paisajísticos específicos propios de estos niveles: Fomentar la mayor accesibilidad a los distintos paisajes; sin perjuicio de las restricciones o limitaciones de acceso que se establezcan en función de otros valores. Evaluar, controlar y reorientar los procesos y actuaciones que, en mayor medida degradan los paisajes, tanto de forma inmediata como paulatina, a medio y largo plazo. Identificar las actividades visualmente inadecuadas, incluyéndolas en las líneas de hechos sometidos a evaluación de impacto ambiental o en el régimen normativo exigido a las actividades molestas, nocivas y peligrosas. Impulsar su localización alternativa y no perjudicial al paisaje. Desarrollar regímenes de tratamiento obligatorio para espacios abandonados y edificaciones o instalaciones en ruina. Paisaje del agua: son aquellos paisajes que son producto resultante de la combinación dinámica de elementos físicos (entre los cuales el agua es el más relevante) y elementos antrópicos (acción humana) logrando un entramado social y cultural en continua evolución. Los principales elementos que definen los paisajes del agua serían el mar, el río, los torrentes, las ramblas, los humedales, los estanques, lagos, lagunas, deltas, etc. De la calidad de los paisajes depende la calidad de vida de las personas. Los paisajes del agua degradados son reflejo de una mala salud de las relaciones entre la población y el agua. Los paisajes del agua son reflejo de estilos de vida pasados, de nuestra historia, por lo que deben ser considerados como patrimonio cultural. Paisajes culturales: son paisajes claramente definidos, diseñados y creados por el hombre. Paisajes evolutivos u orgánicamente desarrollados. Son los paisajes rurales, asociativos de los aspectos religiosos, artísticos o culturales. Surgen los parques patrimoniales, resultado de proyectos que persiguen al tiempo la preservación y revaloración de los recursos patrimoniales y el desarrollo económico de la región. Paisajes protegidos: son paisajes naturales de relevancia nacional, que se caracterizan por la armoniosa interacción entre relación y territorio, al tiempo que proporcionan oportunidades para el disfrute público a través de la recreación y el turismo dentro de las formas de vida tradicional y las actividades económicas de estas áreas. Son aquellos lugares concretos del medio natural que por sus valores estéticos y culturales sean merecedores de una protección especial. Elementos que integran el paisaje: Sociedad: formas de ocupación y usos del suelo, organización del medio construido, infraestructuras. Naturaleza: composición de los elementos naturales (geomorfológicos, climatológicos, hidrográficos, vegetación, etc.) Cultura: patrimonio actual o pasado, destacable o banal. Mirada: percepciones subjetivas. Elementos que configuran el paisaje: Factores fisiográficos, hidrogeográficos, geomorfológicos y topográficos. Vegetación: tipos de vegetación, comunidades vegetales, estructura de la vegetación, extensión, continuidad lineal, etc. Dimensión histórica: factor humano como principal agente transformador del paisaje desde una perspectiva histórica. 20 Estructura del paisaje: analizada desde la ecología del paisaje a través del cálculo de índices de diversidad o fragmentación del paisaje. Estudio de visibilidades: visión del paisaje desde ciertos puntos de observación y recorridos visuales. Detección de dinámicas recientes y tendencias inmediatas. Sentimiento de lugar: paisajes como elementos vivenciales, que arraigan sentimientos de pertenencia e identidad, por lo que muchas veces se identificarán por las relaciones sociales y económicas establecidas históricamente entre un pueblo y un río cercano, la denominación de los lugares, etc. Identificación de los valores: Estéticos: continuidades arbóreas que constituyen los bosques de ribera, las fachadas urbanas fluviales, los conjuntos de elementos patrimoniales, etc. Ecológicos: espacios con especial interés natural e importantes conectores ecológicos entre espacios naturales (fluviales y terrestres). Productivos: actividades agrícolas y ganaderas, forestales, energéticas, turísticas, industriales, etc. Históricos: tipologías constructivas (molinos, puentes, presas), tipologías de asentamientos, centros históricos de los núcleos urbanos u otros conjuntos arquitectónicos (colonias industriales), estructuras parcelarias y sus límites (márgenes, muros). Uso social: utilización que hacen las personas del paisaje. Mitológicos: atribuciones simbólicas colectivas relacionadas con historias fantásticas o leyendas. Simbólicos o identitarios: gran carga simbólica o identitaria para las poblaciones locales para establecer en ella relaciones de pertenencia o expresiones de pertenencia. 21 Módulo 4: El ordenamiento urbano LA CONSTRUCCIÓN DE LA INFORMACIÓN URBANÍSTICA El análisis urbanístico puede asumir dos formas fundamentales: Análisis cognoscitivo: orientado a la producción de conocimiento para describir e interpretar la realidad. Análisis operativo: orientado a la actuación sobre la ciudad. Como toda operación analítica supone: una descomposición de la realidad en sus principales aspectos, sucesivas instancias de síntesis, una modelización de la realidad (partes o elementos y relaciones). Tipos: o Según su finalidad: identificar problemas u oportunidades; evaluar resoluciones alternativas a un problema; verificar la factibilidad de una acción o un proyecto; evaluar la eficacia de una acción o un proyecto. o Según su colocación respecto de la actuación: * Previo a la toma de decisiones: para definir hipótesis proyectuales; * Simultaneo a la toma de decisiones: para evaluar alternativas según su eficiencia y su factibilidad; * Posterior a la toma de decisiones: para evaluar acciones a partir de su materialización y orientar decisiones futuras. El objeto del análisis urbano es conocer la ciudad para intervenir sobre ella. Se debe conocer o el estado de situación: caracterización general de la ciudad o el diagnóstico: interpretación del estado de situación de la ciudad o el proyecto de ciudad: las propuestas para la transformación. Los pilares de ordenamiento urbano: El diagnóstico: es una interpretación del estado actual de la ciudad en función de un escenario deseado. Se busca reconocer los problemas y potencialidades de la ciudad. Se analiza el escenario territorial, la capacidad de gestión pública, se identifican posibles acciones. Lineamientos generales para el ordenamiento del territorio: principios para definir las particularidades del crecimiento o transformación de la ciudad, teniendo en cuenta el tipo de suelo, la organización del territorio, los ejes de política urbana (centro, administrativa, terciaria, barrios). Se utiliza un instrumento de base documental de la ciudad: “expediente urbano” con la información necesaria para su comprensión, es de uso permanente durante la gestión del plan y de constante actualización. Constituido por un plano base, planos de caracterización, fichas y registros. Los proyectos para la transformación de la ciudad: proyectos de distintas escalas para la transformación de la ciudad y las políticas sectoriales en lo que se refiere a espacios públicos, protección del medio ambiente, sistema vial jerárquico, etc. 22 EL DIAGNÓSTICO COMO INTERPRETACIÓN DE LAS NECESIDADES Y DE LAS POSIBILIDADES DE INTERVENCIÓN. DIMENSIONES ANALÍTICAS E INTERPRETACIÓN DE PROBLEMAS Y OPORTUNIDADES DE LA CIUDAD. TENDENCIAS DE CRECIMIENTO Y ESCENARIOS DE TRANSFORMACIÓN. El diagnóstico urbanístico Diagnóstico: análisis de tipo operativo, dirigido a la identificación de problemas, oportunidades y posibilidades de actuación urbanística. Sirve para orientar las estrategias de actuación. Debe cubrir todos los aspectos sobre los cuales el plan tiene que establecer definiciones. El nivel de profundidad del mismo tendrá que ver con la complejidad de la ciudad y el grado de especificidad de la propuesta. Es una interpretación del estado actual de la ciudad en función de un escenario deseado y posible. Supone una evolución cuanti-cualitativa de la condición urbanística de la ciudad, del rol desempeñado por los actores más importantes y del carácter de la organización municipal. Específicamente se centra en la identificación de problemas y oportunidades para orientar las estrategias de acción. El diagnostico se divide en 3 partes: 1. Problemas: obstáculos para el crecimiento de la ciudad (situaciones de carencia, conflicto, desajuste, desequilibrios en tema social). 2. Potencialidades: situaciones que pueden servir de punto de partida para una propuesta de desarrollo para la ciudad o para sectores de la ciudad, acciones que son posibles de desarrollar a partir de la identificación de disponibilidades para la acción. 3. Escenarios Futuros: posicionamiento de la ciudad a mediano y largo plazo. Complejidad y escala: El diagnóstico puede abordar problemas de distinta complejidad y escala: Escala regional: para reformular el rol de una localidad o abordar un problema de conexiones viales interurbanas. Escala metropolitana: para formular un Plan Metropolitano o para el diseño de un Plan de Transporte. Escala Urbana: para abordar el diseño de un Plan Urbano o de una política sectorial (vivienda,infraestructura, transporte, etc.) Fragmento urbano: para abordar su reordenamiento, su promoción, su revitalización, etc. Problema sectorial: transporte, vivienda, sistema de espacios verdes, etc. Metodología para la elaboración del Diagnóstico Urbanístico Instancias de análisis para la elaboración del diagnóstico: 1. Análisis del escenario territorial: caracterización de la ciudad territorio. Rol que desempeña la ciudad en la región y en el territorio circundante. o Relaciones de la ciudad con otros enclaves territoriales. o Condiciones de accesibilidad. o Relación de la ciudad con las componentes geográficas y paisajísticas del territorio. 2. Análisis de la situación socio-económica: caracterización de probables escenarios en los que ubicar las previsiones de desarrollo de la ciudad. o o o o Tendencias que se definen a partir de la dinámica demográfica y productiva. Demandas especiales definidas por el crecimiento demográfico y por el desarrollo de las actividades económicas (tierras, servicios, equipamientos, vivienda). Problemas y potencialidades que definen estas tendencias para el desarrollo de la ciudad y el territorio. Expectativas de la comunidad, percepción de problemas y potencialidades. 23 3. Análisis de la situación urbanística: descripción de los aspectos físicos de la ciudad para caracterizar su estado actual y las tendencias en curso. o Situación actual: estructura territorial y urbana; identificación de problemas de articulación, accesibilidad y representación; formas y calidades de ocupación de la planta urbana, según las características físicas y funcionales del tejido: grados de consolidación, niveles rotacionales, usos; identificación de áreas problemas: áreas subestándares, áreas con conflictos de usos, áreas con problemas ambientales; identificación de áreas de valor urbanístico o ambiental; identificación de áreas vacantes o con disponibilidad dentro de la planta. o Procesos y tendencias: procesos de crecimiento y transformación urbana y territorial en los últimos años; políticas de intervención pública y modalidades de actuación privada; tendencias de crecimiento de la ciudad; identificación de procesos de cuantificación y de degradación del espacio urbano; identificación de situaciones de riesgo potencial y de áreas críticas que deben ser sometidas a regulaciones de control; identificación de áreas de potencial desarrollo (áreas de oportunidades). 4. Análisis de la capacidad de gestión pública sobre la ciudad: evaluación de la capacidad de acción del municipio en la producción del espacio urbano. o El marco de la gestión urbanística en lo institucional, lo jurídico y lo normativo: la estructura municipal para la planificación, la ejecución y control de acciones sobre el espacio urbano; el andamiaje instrumental. o Los recursos disponibles para las obras urbanísticas. o Evolución de la incidencia de la acción pública en la construcción de la ciudad. o Identificación de necesidades relativas a organización e instrumentos para la actuación. 5. Identificación de problemas y oportunidades: síntesis de los problemas y potencialidades identificados en fases anteriores referidas a las siguientes cuestiones: - El rol de la ciudad en el territorio y su sustento. - La accesibilidad territorial y la articulación interna de la ciudad. - La calidad del espacio público. - La calidad urbana y ambiental de las distintas áreas de la ciudad. - Los conflictos funcionales de localización y relación entre los distintos usos. - Procesos de degradación y procesos de cualificación. - La capacidad municipal en la orientación y control de las transformaciones urbanas. 6. Identificación de hipótesis que constituyen las bases para la identificación de las estrategias y operaciones del Plan: - La estructura urbana y sus posibilidades de re-estructuración. - Las áreas de potencial complementario y extensión de la ciudad. - Las posibilidades de localización de nuevas actividades productivas. - Las necesidades de completamiento dotacional. - Las áreas o componentes que requieren operaciones de recualificación. - Las áreas o componentes que requieren de acciones de protección. - Los procesos que requieren de acciones de control, orientación y promoción. - Las áreas o componentes con disponibilidad para el desarrollo de proyectos urbanos. 24 Análisis de la ciudad: Funcional: tiene en cuenta: o la evolución urbana: expansión de la planta urbana; o la conformación física: servicios, infraestructura, sistema vial; o estructura organizativa: elementos estructurales y su ubicación; o configuración de la planta: grados de ocupación y consolidación; o dinámica de transformación: edificación (volumen edificable); o análisis de un fragmento: características físico-funcionales, socio-económicas, patrimonio, etc. Morfológico: o estudio de la forma de la ciudad, la configuración de la ciudad en cada momento histórico a partir de sus componentes estables y dinámicos: o analiza la topografía del lugar original y actual, la estructura del espacio público, la edificación y el sistema vial; analiza las particularidades del tejido. Estructural: se comprende la lógica de la configuración y organización urbana: o identifica y caracteriza los componentes claves de la ciudad, con los que opera el plan; o reconoce los elementos estructurales, la clasificación del suelo, las lógicas de ordenación y las formas de expansión de la ciudad (lógicas de crecimiento). Análisis del proceso de construcción del hecho urbano: crecimiento y transformación. LAS ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO DE LA CIUDAD Y LOS TEMAS DE LA TRANSFORMACIÓN. LA DEFINICIÓN DE LAS POLÍTICAS REFERIDAS A LOS GRANDES TEMAS DE LA TRANSFORMACIÓN DE LA CIUDAD Los objetivos y las políticas del Plan Urbano Principal objetivo: ofrecer mejor calidad de vida. Para ello busca fomentar un uso racional de las tierras productivas y del suelo urbano, identificar los proyectos claves para impulsar el desarrollo y la transformación de la ciudad, proteger el medio ambiente y el paisaje, proteger el patrimonio histórico, urbanístico y arquitectónico, identificar instrumentos apropiados para llevar a cabo el plan. Objetivos para promover, ordenar y regular el desarrollo urbanístico de la ciudad: definir un proyecto a futuro preparando el territorio para incorporar los cambios y modificaciones que se pretendan lograr, evitar las consecuencias negativas de las decisiones aisladas, reforzar la iniciativa de construcción pública y colectiva de la ciudad, incorporar la inversión privada a una estrategia integral de desarrollo, pensar la ciudad por proyectos, muchos de ellos de alto impacto para la transformación urbana. Políticas de gestión para enfrentar los procesos de globalización Las nuevas políticas son la, la descentralización, planificación estratégica y el marketing urbano. Descentralización: proceso mediante el cual se transfieren las funciones de una administración central hacia entes u organismos de menor jurisdicción territorial. Esto se hace para mejorar la atención a los ciudadanos. Esto es importante en ciudades con más de 1 millón de habitantes, con centralidades fuertes porque de manera contraria una administración central no podría encargarse de manera ágil y eficiente de atender a las necesidades de toda la ciudadanía. De esta manera se puede mejorar el tiempo de respuestas, optimizar los recursos de personal haciendo que no tengan que encargarse de amplias funciones y eliminar burocracias administrativas. 25 Otro beneficio es que acota las distancias entre el nivel de decisión y el nivel de operativo y hace que estas unidades sean más flexibles y se puedan adaptar más rápidamente a los cambios resolviendo distintas funciones en el mismo espacio físico. También acerca la administración al vecino, esto hace que los ciudadanos tengan más posibilidad de participación en la toma de decisiones, es una forma más democrática de gobernar. Surge por varios motivos: tamaño de la ciudad (extensión o n° de habitantes), carencias y desigualdades socioeconómicas y físicas, por su fuerte y desequilibrante centralidad. Los Centros Municipales de Distrito (CMD) son unidades ágiles y eficientes que se organizan según el principio de polifuncionalidad, ya que incorporan diferentes funciones y servicios municipales, e incluso servicios de otros organismos públicos y/o privados. Cada CMD se ubica en una posición estratégica definida por lo general por los principales ejes de articulación (vías de ingreso a la ciudad o a los corredores principales). Los CMD deben ser inclusivos (no se puede descentralizar sin tener en cuenta las áreas municipales, instituciones barriales, actores privados y organismos oficiales), y abiertos (proyecto de la comunidad). Se desarrollan en función informar a la población sobre los programas y proyectos propuestos para cada distrito, rescatar la opinión de los vecinos para corregir o ampliar las propuestas presentadas, firmar una carta de coincidencia como primer paso de la corrección de proyectos logrados y considerar con las instituciones la elaboración de un plan de distrito encuadrado en un plan general y como sustento del plan estratégico. La complementación del plan de distrito ayuda a precisar las prioridades y proyectos particulares en una parte de la ciudad, sin descuidar su desarrollo completo. El plan de distrito se transforma en una herramienta útil para la gestión de cada centro, en la medida en que se contribuye a organizar su accionar y fundamentalmente contando con el consenso de la gente. La descentralización sin embargo puede tener algunos riesgos: su excesiva politización puede llevar a la distorsión del proceso de búsqueda de un clientelismo político; la independencia externa de los distritos puede generar fraccionamiento exagerado de la ciudad; la suma de burocracia administrativa puede surgir si el proceso no logra cumplirse con los objetivos planteados. Planificación estratégica: la aceleración de los procesos de globalización de la economía, las nuevas formas de integración regional, y el impacto de las tecnologías genera incertidumbre a las ciudades y regiones respecto a sus posibilidades de desarrollo económico y social. En los gobiernos provinciales y municipales existe la necesidad de buscar modelos de gestión pública alternativa a las tradicionales. Dentro de la nueva modalidad de gestión que debieron enfrentar en los ´90, surgió el replanteo de la planificación. Así, el enfoque estratégico de la planificación creció en “popularidad” entre los actores provinciales y municipales. Características de la Planificación Estratégica: es de visión a largo plazo y de carácter plurilegislativo (proyecto de la comunidad que pueda desarrollar a lo largo de varias legislaturas); tiene consideración por el entorno; es una visión integral de la realidad urbana y tiene flexibilidad decisional; se concentra en temas críticos (problemas y oportunidades que afronta la comunidad); se orienta a la acción, es un proyecto común de consenso social; fomenta y coordina la participación ciudadana. Beneficios: ofrece una visión global e intersectorial del sistema urbano a largo plazo; identifica tendencias y anticipa oportunidades; estimula el diálogo y el debate interno; genera consenso y compromiso comunitario para la acción; promueve la coordinación entre administraciones; implica la iniciativa privada. El Plan Estratégico es un instrumento que permite a las administraciones locales y regionales plantearse objetivos difíciles de abordar desde la perspectiva de la planificación física, para la armonización de los usos del suelo. Evoluciona según las circunstancias, aprovecha estrategias, atiende la oferta de ciudadanos y empresas, supera el ámbito administrativo municipal. La planificación física puede dar entidad normativa a las propuestas territoriales de los planes estratégicos, contribuyendo así su implementación. 26 Marketing Urbano: abarca la planificación, la gestión y el control de las relaciones de intercambio de la ciudad como sus mercados. Las ciudades compiten para traer visitantes, negocios e inversiones. Se ha generado un proceso de competencia para la atracción. Para lograr este objetivo es fundamental impulsar un proceso de marketing que identifique y promociones las ventajas de cada localidad. Para ello es necesario definir la imagen de la ciudad y elaborar una política de marketing. El “marketing urbano” es un instrumento fundamental en el diseño de las estrategias de las ciudades y de su competitividad. Busca identificar y promocionar las ventajas comparativas de cada localidad. Planificar, posicionar y cuidar la imagen de la ciudad influye en sus habitantes, inversores y visitantes. El marketing urbano permite a la ciudad estar en contacto con los ciudadanos, visitantes y empresas. Además permite reconocer sus demandas y desarrollar productos correspondientes a ellas, y generar programas de información que comunique las metas de la ciudad. LAS POLÍTICAS SECTORIALES Y SU CORRELACIÓN CON PLANES O PROGRAMAS PARTICULARES: INFRAESTRUCTURA, EQUIPAMIENTO, TRANSPORTE, VIVIENDA. SU INCIDENCIA EN LOS NUEVOS DESARROLLOS URBANOS Las Políticas Sectoriales, en la planificación urbana, se desarrollan para tratar los temas o problemas que inciden sobre el territorio (municipal o metropolitano) y exigen decisiones específicas, independientemente de su ubicación en el territorio. Estudian distintas cuestiones que merecen la formulación de programas sectoriales por parte de las autoridades locales, como ser transporte o movilidad, patrimonio arquitectónico y urbano, vivienda pública, infraestructura de servicios, medio ambiente, etc. Las Políticas Sectoriales y el Plan de Ordenamiento Urbano trabajan a partir de la complementariedad de Instrumentos de Escala Intermedia y de Planes Sectoriales con el objetivo de transformación, criterios de actuación, instrumentos de gestión, programas y proyectos o acciones. Vivienda Social: la política de vivienda de interés social tiene por finalidad reducir el déficit habitacional que afecta a sectores de más bajos recursos; mejorar las condiciones de calidad de vida urbana; adelantar infraestructuras y condiciones de saneamiento; recomponer áreas urbanas desestructuradas a partir de la incorporación de viviendas; solucionar el problema de asentamientos irregulares; implementar mecanismos de preservación de ocupaciones espontaneas de áreas vacantes; disponer de tierras para la urbanización destinada a la población de escasos recursos. El valor de los espacios públicos, fue perdiendo calidad y capacidad de atracción. Esto lleva a que nuevas ámbitos privados de comercialización y recreación adquieran cada vez más un rol de nuevos ambientes urbanos de carácter público. Pero en los últimos años ha amenazado a revertirse esta situación a partir de la incorporación de nuevos parques a la ciudad, de la renovación de algunas calles y avenidas y dela ejecución de obras de remodelación y mantenimiento en los grandes parques existentes. La política de recuperación de espacios públicos y los equipamientos tiene por finalidad garantizar el uso público; integrar el sistema de espacios públicos con los elementos del paisaje, preservándolo; dotar de distritos con nuevos ámbitos destinados a la recreación; revestir las situaciones de deterioros de algunos espacios. Reestructuración del sistema vial: la política de tránsito y transporte tiene por finalidad crear condiciones para el desarrollo de una fluida circulación del tránsito en la ciudad con eficiencia y seguridad. Si bien la red vial de la ciudad es de fácil lectura, presenta en la actualidad aspectos conflictivos que impiden una eficiente circulación: la no existencia de carriles exclusivos para la circulación de los medios de transporte públicos; el estacionamiento en la calzada en los principales corredores de tránsito; la falta de separación del tránsito liviano del pesado; las desjerarquización de la red en perjuicio de la movilidad y del espacio público. La Planificación Sectorial establece las modalidades de actuación, acciones específicas y las programación de políticas referidas a un tema o problema particular de la ciudad. 27 a) La calidad de los espacios públicos: 1. El sistema de espacios públicos: avenidas, bulevares, calles con proyectos especiales, cuadro de estación, áreas de nuevo trazado. 2. La puesta en valor de sitios especiales: parque existentes y propuestos, edificios significativos, terminales ferroviarias, nuevos centros deportivos y culturales. 3. Identificación de áreas, sitios y vistas: áreas con funciones especiales, avenidas y bulevares, centros cívicos, áreas portuarias, el relieve, los cursos de agua, las vistas desde y hacia los accidente geográficos. b) La protección del ambiente construido: 1. Delimitación de áreas de conservación. 2. Identificación de sitios de interés y valor: sitios y distritos históricos, sitios de valor patrimonial. c) La recualificación de las áreas centrales: con la identificación de medidas para: 1. Mejorar las condiciones de accesibilidad a los parques. 2. Proteger los sitios y áreas de interés. 3. Preservar los ámbitos de valor paisajístico. d) La delimitación de los corredores comerciales para darle mayor vitalidad. e) La movilidad interna: La definición del sistema vial jerárquico: calles secundarias / calles de distribución local / calles peatonaes construidas y propuestas / paseo peatonal ribereño existente y propuesto / subterráneos / ferrocarril regional y suburbano / corredores de transporte automotor. f) La calidad de desarrollo residencial: 1. La definición de áreas de renovación residencial. 2. La definición de áreas de mejoramiento barrial. 3. La definición de áreas para nueva vivienda. En el Plan Urbano de Rosario se clasifican como temáticas sectoriales, la vivienda, la movilidad, el patrimonio histórico, arquitectónico y urbanístico, y el medio ambiente. Son cuestiones específicas que tienen una afectación en todo el territorio municipal y conforman el contenido de la mayor parte de los programas previstos. Por tal motivo el plan fija su posición con respecto a estos temas a través de la definición de los objetivos, las políticas a seguir y las principales actuaciones a desarrollar, para ser considerados en las sucesivas programaciones, incorporadas en los Planes Especiales y Planes de Detalle. La profundización, análisis exhaustivo de estos temas y el entrecruzamiento de diferentes políticas –en muchos casos en forma combinada- serán objeto del desarrollo de los Planes Sectoriales. 28 LA VIVIENDA A partir del último tercio del S. XIX aparecen las primeras preocupaciones sobre la cuestión de la vivienda debido a la modernización del habitar y la contrucción de la preocupación pública por la cuestión de la vivienda obrera. En los años 30 y 40 del S. XX se produce una consolidación de tipologías e imágenes del habitar moderno. A partir de la segunda posguerra europea hay una activa política de reconstrucción de las ciudades y de construcción masiva de viviendas. En Argentina desde 1946, hay un inicio de contrucción y estímulo a la vivienda. En los años 60 aparecen nuevos valores al tema, como el valor histórico de la arquitectura, que comienza a resquebrajar la hegemonía de lo moderno. A partir de los 90, en Argentina aparecen las primeras experiencias con asentamientos irregulares y diversidad. Lo que trae aparejado programas de vivienda social de gestión participativa y ligadas a emprendimientos productivos; intentos de contrucción masiva de viviendas y barrios cerrados como modelo que se extiende y complejiza. La vivienda como concepto: Vivienda como política pública: es el conjunto de decisiones y acciones relacionadas al déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda, desde el sector público. El rol del estado puede ser intervencionista, con una política redistributiva del ingreso; o no intervencionista, con una ideología liberal que regula el mercado. Los componentes de la política de vivienda son: Política de tierras (obtención, regulación de suelo) Política financiera (créditos) Política de locaciones (alquileres) Política impositiva (medidas diferenciales) Política sectores especiales (asentamientos irregulares) El déficit habitacional: es el nivel inaceptable o insuficiente de vivienda que puede ser cuantitativo (unidades de vivienda o cuartos faltantes a crear) o cualitativo (unidades existentes a mejorar, mejorar accesibilidad, servicios, etc.) Vivienda como servicios habitacionales: es la configuración de servicios que deben satisfacer necesidades humanas primordiales como ser albergue, vida de relación, seguridad, identidad, accesibilidad física, trabajo y educación. La vivienda como servicios habitacionales es un concepto social de la vivienda ya que satisface necesidades humanas en una configuración espacial, en un medio ambiente y en una sociedad física individual. Vivienda como hábitat o medio ambiente: es el medio físico modificado por el hombre o grupos sociales para lograr una mejor satisfacción de sus necesidades básicas. Se refiere al conjunto de factores materiales e institucionales que condicionan la existencia de una población humana localizada. Es un concepto ecológico de la vivienda, que no se restringe a la unidad física individual. Vivienda como hábitat público: se refiere a la problemática de la vivienda de los sectores más vulnerables de la sociedad, es decir los de menores recursos. Dentro de este concepto la vivienda tiene un valor de uso y no de cambio. Se construye mediante trabajo independiente, por autoconstrucción o por contrato de mano de obra. 29 Vivienda y desarrollo urbano El objetivo de la política de vivienda es promover un desarrollo urbano más ordenado, justo y sustentable. El desarrollo urbano sustentable alude a una transformación física que tiende a un uso racional del territorio, sin arriesgar la satisfacción de necesidades de generaciones futuras. Intentando mediar entre el asentamiento urbano y los recursos naturales. La vivienda es el componente cualitativamente más importante en la composición del espacio construido de nuestras ciudades, y como tal, es uno de los máximos parámetros del bienestar del individuo y de la sociedad. Por lo tanto la vivienda construye o conforma ciudad. Vivienda y desarrollo social El objetivo de la política de vivienda es formar parte de las políticas sociales y de las políticas de inclusión ciudadana. La vivienda entendida sólo como obra pública puede reducirla a la mera provisión de un inmueble, “de un techo“, olvidando ciertas cuestiones de índole social. El acceso a la vivienda contribuye a la inclusión social de las personas, que es lo que permite que las personas tengan oportunidades y recursos necesarios para participar plenamente en la vida económica, social y política y para disfrutar de condiciones de vida normales. Vivienda y derecho Contenido internacional: “del derecho a la vivienda al derecho a la ciudad“ Derecho a la vivienda: derecho social y constitucional. Derecho a la ciudad: es un derecho más amplio. Es el derecho a un entorno urbano inclusivo sostenible y democráticamente gestionado. Constitución Argentina: “el acceso a una vivienda digna“. Derecho a la vivienda como un derecho inalienable de las personas, vinculado a la dignidad humana. Constitución Provincial: Derecho a la vivienda como parte de las condiciones necesarias para procurar a sus habitantes un nivel de vida que asegure su bienestar y el de sus familias. Organismos e institutos de vivienda Nacionales: Secretaria de Estado de Desarrollo Urbano y Vivienda, la Comisión Nacional de Vivienda y el Banco Hipotecario Nacional. Provinciales: Institutos provinciales y Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo. Municipales: Servicio Público de la Vivienda. Programas de vivienda pública actuales Podemos definir como concepto de “programa “a un conjunto de proyectos con objetivos y/o características similares, que se clasifican según: El ámbito de actuación: o Programas en áreas periféricas o de nuevo desarrollo: por ejemplo, los planes de Detalles: Sectores del Parque Habitacional Ludueña, Sectores del Parque Habitacional Ibarlucea o Zona Cero. o Programas en áreas consolidadas: completamiento o pequeña intervención, reordenamiento de asentamientos irregulares. 30 La escala de actuación: o Programa a gran escala: conjuntos habitacionales en parcelas mayores a 1 ha. o Programa a micro escala: conjuntos habitacionales en lotes de manzanas conformadas. Unidades de vivienda, nuevas o ampliaciones de existentes. La apropiación espacial: o Programa de vivienda colectiva: bloques autónomos en serie, placa o cinta, bloques repetidos en hileras, bloques conformando recintos. o Programa de vivienda unifamiliar: (frentista o interna) apareada, en línea, con retiro o sin retiro. o Programa de Viviendas Combinadas. El sector social de destino: o Programa para población con ingresos medios o bajos. o Programa para asentamientos irregulares o vivienda de interés social. La esfera de origen: o Nacionales: FONAVI (Fondo Nacional de la Vivienda), Programas Federales, PROMEBA, PROSOFA. o Provinciales: Programas para administración municipal/comunal; Programa de créditos con garantía hipotecaria a propietarios de terreno, Programa lote propio, etc. o Municipales: Rosario Habitat (banco municipal). Asentamientos irregulares Los criterios de actuación del plan urbano referido a asentamientos irregulares, se establecerán en función de las condiciones que presenta el sitio donde se encuentran localizados los mismos y de los proyectos considerados prioritarios para promover el desarrollo de la ciudad. Se desarrollan tres estrategias diferenciadas: Reubicación en otro sector: Supone el traslado de la población residente y la construcción de nuevas viviendas fuera del lugar que ocupa actualmente el asentamiento irregular. Se aplicara en particular en aquellos asentamientos irregulares que se encuentren en áreas de riesgo y/o destinadas a otros usos. Reordenamiento y reubicación parcial: Comprende la costrucción de nuevas viviendas en un sitio del mismo sector donde se encuentra actualmente el asentamiento irregular. Esta estrategia se aplicara en particular en aquellos asentamientos irregulares que se encuentran en áreas que potencialmente pueden estar sujetas a intervenciones de puesta en valor. Reordenamiento general: Comprende la regularización de los asentamientos a partir de su reordenación (definición del espacio público, trazado de calles y parcelamiento), la regularización del dominio y la dotación de infraestructuras, pudiendo contemplar también la construcción de nuevas viviendas o de soluciones habitacionales parciales. Se aplica a asentamientos que se encuentren integrados a la trama urbana. Situación habitacional en Rosario Es centro de una de las mayores regiones metropolitanas del país y la ciudad principal de la provincia en términos poblacionales, con un altísimo porcentaje de población urbana. Tieen un crecimiento demográfico muy bajo, respecto del total provincial e incluso de su entorno metropolitano y presenta notorios niveles de movilidad de población. Déficit habitacional en Rosario: Puede estimarse que existe un importante déficit habitacional, tanto en la provincia como en la ciudad. Déficit de viviendas nuevas: cantidad de viviendas precarias irrecuperables y grado de cohabitación por vivienda, el primero es real y el segundo relativo. 31 Déficit de viviendas a ampliar o mejorar: cantidad de viviendas precarias recuperables y grados moderados y críticos de hacinamiento. Sub mercado de sectores medios: había mayor porcentaje de viviendas recuperables que irrecuperables. El 13,2% del total de hogares censados en la ciudad alquilan su vivienda. El porcentaje de inquilinos en viviendas precarias es bastante inferior en Rosario que el promedio de la provincia. Publicación vulnerable: existen casi 100 asentamientos irregulares, con casi 11.500 hab. Representan el 13% de la población total. Ocupan aproximadamente el 10% de la planta urbana. LA CUESTION AMBIENTAL URBANA El medio ambiente urbano y las áreas naturales o rurales que rodean a la ciudad constituyen un valor patrimonial para la comunidad y por ende son objetos de políticas de valoración y protección, que involucran la regulación del suelo de los recursos naturales, la preservación del paisaje natural, el cuidado de la calidad del aire, del suelo y de los cursos de agua y la regulación y control de las actividades que puedan incidir sobre la calidad de vida y la salud de la población. Desde el urbanismo se intenta mejorar las condiciones ambientales de la ciudad. Esto significa respetar las cualidades intrínsecas del entorno construido y conservar los recursos naturales y proteger las condiciones de calidad de vida de la población reduciendo el impacto ambiental causado por las actividades urbanas. Protección de los recursos ambientales y construidos La política de valorización del patrimonio cultural y ambiental de la ciudad tiene por finalidad la protección, recuperación y conservación del medio construido, el paisaje y los recursos naturales. Significa puntualmente la utilización racional de su patrimonio natural y construido. Esto incluye como política de protección: o A los edificios de valor arquitectónicos que otorgan significado al entorno donde se encuentran. o Zonas o sitios que rememoran modos de vida características de la época en que fueron construidos. o Zonas o sitios que mantienen una adecuada escala urbana y una calidad ambiental de gran valor para el paisaje de la ciudad. o Zonas o sitios con presencia de paisajes naturales que presentan armonía con la ciudad construida. Para preservar el medio ambiente se deberá: o Mejorar las condiciones ambientales de la ciudad en general y de sus barrios reforzando y protegiendo los elementos significativos de su paisaje en tanto definitorios de su calidad ambiental. o Proteger las condiciones de calidad de vida de la población reduciendo los impactos ambientales negativos causados por las actividades urbanas. o Controlar los niveles de contaminación del aire, agua y suelo y adoptar las medidas preventivas correspondientes. Temas predominantes en la preservación del medio ambiente: Control de la contaminación atmosférica (emisiones generadas por las industrias y por los automotores). Control de la contaminación del agua (antes que se produzca la contaminación, durante y después de producida la misma). Control de suelos contaminados (suelos abandonados, con residuos, de áreas rurales). Control de actividades molestas de emisión de ruidos (actividades molestas, insalubres, nocivas o peligrosas para el medio ambiente y la salud humana). 32 Áreas de protección ecológica y ambientas (APEA): Frente costero. Bordes de los arroyos. Parques existentes y a desarrollar dentro del tejido municipal. Las reservas del suelo productivo rural. Las principales arterias forestadas de la ciudad. EL PATRIMONIO CONSTRUIDO Patrimonio histórico, arquitectónico y urbanístico: es el conjunto de bienes culturales de carácter físico que poseen para la ciudad un especial interés histórico, artístico, arquitectónico, urbano, testimonial y/o documental. Comprende áreas o sitios urbanos así como edificios o conjuntos de edificaciones singulares. El área de protección histórica es el instrumento municipal para aplicar dispositivos de preservación, protección y/o eventual sustitución de aquellos sectores de la ciudad que contienen en su interior situaciones tales como: Edificios de valor histórico y/o arquitectónico. Condiciones particulares en la edificación, la morfología del conjunto edilicio y la composición o el carácter de los espacios públicos. Un sector de la ciudad que reúna estas condiciones puede ser declarado Área de Protección Histórica (APH). Instrumento de gestión Fondo de preservación urbanística de Rosario: la finalidad es hacer efectiva una política de defensa del patrimonio urbano, arquitectónico e histórico de la ciudad con la financiación de la restauración de edificios, sitios y monumentos de real valor. MOVILIDAD Y TRANSPORTE La red vial de la ciudad reúne tres condiciones que la caracterizan como uno de los elementos del espacio construido a partir de los cuales apoyar y promover los proyectos para la transformación de la ciudad: Rol Estructurante: la disposición de los elementos de la red vial en el territorio, condiciona prositiva o negativamente la distribución de los usos del suelo y orienta los procesos de urbanización. Rol Ordenador: las particularidades físico-funcionales de los elementos que forman parte de la red vial contribuyen a la definición funcional y morfológica de las áreas por las cuales atraviesan. Rol Funcional: los distintos elementos de la red vial constituyen los canales de circulación y vinculación de la ciudad con el territorio circundante y de los distintos sectores de la ciudad entre sí. La red vial y el trazado, han contribuido a la definición de la forma que se fue adoptanto en el procesos expansivo de la ciudad. Los caminos regionales y calles de acceso a la ciudad como soporte de la conformación de nuevos núcleos poblados que hoy son barrios característicos de la ciudad. Los bulevares fueron marcando los límites de la expansión concéntrica desde el áreas central hacia el área rural en los distintos momentos del crecimiento de la ciudad. Así y todo, en los hechos, la red vial fue tradicionalmente entendida como una cuestión funcional, es decir, de canalización de los flujos de tránsito. Clasificación y jerarquización de los componentes de la red vial de acuerdo a su rol funcional: Vías urbano regionales (autopistas, rutas, caminos que vinculen el área metropolitana y la región). Vías urbano primarias (avenidas, bulevares y calles de circulación a la ciudad o al área central). Vías urbano secundarias (avenidas, bulevares y calles que vinculan distintos sectores de las ciudades entre sí). Vías urbano locales (bulevares y calles de conexión interna a los distintos barrios que conforman distritos). 33 La planificación del transporte La puesta en marcha de un sistema de transporte público de pasajeros tiene como finalidad satisfacer las demandas de movilidad en la ciudad preeviendo que en los próximos veinte años se registraran un significativo aumento de la población y de empleos como consecuencia de la realización de grandes obras de infraestructuras previstas. Se prevee una red integrada con la finalidad de evitar la existencia de líneas aisladas e inconexas que presenten deficiencias en la cobertura de servicios en algunas áreas de la ciudad. Se prevee la conformación de un ente de transporte el cual tendrá las encones de planificación, administración, regulación, control, funcionamiento y fiscalización del sistema de acuerdo a las políticas de las autoridades locales. Los objetivos del nuevo plan Promover un ordenamiento del sistema de transporte urbano de pasajeros acordes para las previsiones demográficas y de empleo a largo plazo; priorizar los medios de transporte masivo y rápido por el uso del automóvil particular. Evaluar la posibilidad de incorporar a corto plazo la infraestructura ferroviaria existente a la nueva red de transporte público. Disminuir los efectos negativos del sistema sobre el medio ambiente. Mejorar la seguridad general del tránsito. Alcanzar niveles de calidad aceptables para el servicio (reducción tiempo de espera y del recorrido, confort en las unidades, regulación en la prestación del servicio) Intentar por medio de este proyecto la recualificación de áreas marginadas y de espacios públicos. 34