Subido por Elia Saneleuterio Temporal

La metapoesía de José Hierro (BonnieM. Brown, 1982)

Anuncio
INSULA· Núm. 422· Página 3
L terminar la Guerra Ci-
vil española los poetas
se las tuvieron que ver
con el problema de los
cambios drásticos en el
ambiente político y literario que España habia
experimentado (1). José
Hierro fue uno de los
poetas que primero, y de forma más consis-
tente reclamaron la creación de una teoría
poética que incluyera estos cambios. En los
años cincuenta y sesenta escribió muchos artículos acerca de la relación entre la poesía
y su contexto histórico-social.
El tema de la poesía saje con frecuencia a
la superficie de los propios versos de Hierro
en los que hay evidencia de la necesidad
constante de explorar el papel del poeta no
sólo dentro del mismo poema, sino también
dentro de la sociedad. Como han apuntado
con frecuencia los críticos y el mismo poeta,
Hierro divíde su" obra en dos categorías: el
reportaje o poesía testimonial y la alucinación (2). Tras estudiar otros aspectos de su
poesia en extenso me parece que la visión
poética de Hierro es, básicamente, la misma
en ambas formas. De hecho esas dos formas
se mezclan en su última obra, libro de las
alucinaciones, publicado en 1964. Por tanto,
no resulta sorprendente el encontrar que introduce el tema de la poesía en ambas categorías.
Dado que Hierro expresa la mayor parte de
su poética por medio de un lenguaje metafórico tanto en prosa como en verso, he escogido concentrarme en cuatro imágenes que parecen incorporar sus conceptos más importantes: tierra,. viento, fuego yagua. Estas palabras se convierten en símbolos de ciertas
ideas relacionadas de forma directa con la
poética de Hierro.
La primera imagen -la de la tierra o piedra- representa el espacio y la realidad flsica. Simboliza sí/encio, soledad, falta de comunicación y, a veces, muerte. La necesidad
de comunicación es una de las constantes
más obvias del versa de Hierro. En ~Mundo
de piedra:. del libro de las alucinaciones el
intento simbólico del poeta de comunicarse
se hace patente:
Se asomó a aquellas aguas
de piedra.
Se vio inmovilizado,
hecho piedra.
La piedra no sonaba.
Nunca más sonaría.
No podría si'quiera
recordar los caminos.
Se asomó al borde mudo
de aquel mundo de piedra.
Movió sus manos y gritó su espanto
y aquel sueño de piedra
no palpitó. la voz
no resonó en aquel
relámpago de piedra.
El prodigio debía
realizarse. la vida
estaría ahora,
libertaría seres,
aguas, nubes de piedra.
Esperó como un árbol
en primavera,..tt:omo
un corazón su amor.
Allí sigue esperando.
Aquí la estructura onírica del poema explica la evidente exageración de la anécdota y
muestra su perspectiva unificadora, esto es:
el deseo intenso del poeta de contacto humano y su creencia de que la falta de tal contacto equivale a la muerte, a la qUietud. Su
conclusión, un tanto críptica, ~AlJi sigue esperando» crea una sensación de optimismo
futil. El optimismo se asocia con un' «él:. indefinido que es el sujeto del poema. La futilidad pertenece al narrador. La piedra es una
imagen particularmente apropiada para la pre~
sentación de estas dos ideas. El contexto de
este poema nos hace pensar en la mítica Medusa, que convertía a todos los que la mira~
ban.~ piedra. Al mismo tiempo el hecho de
que la piedra es parte de la tierra y del orden
natural del universo parece proporcionarnos
un principio estructural subyacente que permite al hablante afrontar su experiencia caótica con optimismo.
Esta imagen aparece con frecuencia en el
verso de Hierro, pero en ningún sitio tan a
menudo como en la colección Con las piedras,
con el viento, publicada en 1953. En el poema
que le da título el hablante dice:
Con las pi'edras, con el viento
hablo de mi reino.
El viento no escucha. No
escuchan las piedras, pero
hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.
La frase «con las piedras, con el viento~
procede de Lope: ~ ... que un amante suele
hablar con las piedras, con el viento ... » La
yuxtaposición de la piedra, sólida y silenciosa,
con el viento, sonoro, intangible, expansiona
los límites metafóricos de la visi6n poética
(1) Véase: 1) José Luis Cano: aPoesía española contemporánea: las generaciones de posguerra~ (Madrid:
Guadarrama, 1974); 2) José Ollvlo Jiménez: ~Clnco poetas del tiempó~, segunda edición (Madrid: Insula, 1972);
3) Douglass Marcel Rogers: aA Study of the Poetry of
José Hierro as a Representatlve Fusion of Major Trends
of contemporary Spanish PoetryD (Dissertation, University of Wisconsln, 1964), Y 4) Concha zardoya: aPoesía
española del siglo XXD {Madrid: Gredos, 1974}.
(2) aCuanto sé de mí_, pág. 125, 11. 1-8. Todos los
versos citados en el texto vienen de esta edición.
Bonnie M.
BROWN
de Hierro. Subraya la soledad del hablante y
su determinación de superarla.
El viento llega a representar el pasado: la
infancia de Hierro, la Guerra Civil, sus años
de cárcel, amores y amistades ahora muertos
junto con el contexto histórico a que pertenecen estos recuerdos. En el último poema del
libro de las alucinaciones, «Cae el sol», el
viento es imagen central:
Perdóname. No volverá a ocurrir
Ahora quisiera
meditar, recogerme, olvidar: ser
hoja de olvido y soledad.
Hubiera sido necesario el viento
que esparce las escamas del otoño
con rumor y color.
Hubiera sido necesario el viento.
En este poema la puesta del sol simboliza
la decisión de Hierro de abandonar la escritura de poesía (o al menos la decisión ·de
dejar de publicarla). Su deseo de ser una hoia
de olvido y soledad sIrve indirectamente para
reforzar las imágenes. de piedra y vIento. Las
afirmaciones hipotéticas de ~hubiera ... :. sugieren que ha agotado todos los recuerdos e
incertidumbres que habían formado el núcleo
central de mucha de su poesla anterior. Ya
no hay viento que le impulse a escribir. La
referencia a las escamas del otoño señala su
propia madurez e implícitamente la resolución de anteriores conflictos pSicológícos con_
cernientes a la Guerra Civil y su encarcelamiento.
La imagen de la puesta de sol alude al tercer elemento de la metapoesía de Hierro que
deseo discutir ahora. El fuego, y la madera
que lo alimenta, representan la inspiración
poétíca. Las llamas simbolizan la violenta intensidad de sus esfuerzos por comunicarse a
través de la poesía. Mientras el sol se pone,
ese fuego se aparta del horizonte del poeta
y la necesidad de escribir poesía disminuye.
«Ejemplo:», un poema de Quinta del 42, nos
da otra muestra del uso del fuego para aludir a la inspíración poética.
Acuérdate que tenías
voz de fuego
No ·eras árbol que se arranca,
junco que desmaya, eco
de una voz desconocida:
eras voz de fuego.
Tú mismo eras fuego.
la muerte no remataba
nada: desataba el viento.
y ·qué mejor camaradas
que el viento y el fuego.
y por qué llorar, "Iorarte
La metapoesía de José Hierro
de los limites del tiempo y del espacia. La
actitud de Hierro para con el arte poético es
evidente en las cualidades metafóricas y abstractas de «Epitafio para la tumba de un poeta~, de Quinta del 42:
Toqué la creación con mi frente.
Sentí la creación en mi alma.
Las olas me llamaron a lo hondo.
y luego se cerraron las aguas.
E/ poema se refiere simultáneamente al
proceso poético y a la participaCión del hom-
Un instante vacío
de acción puede poblarse solamente
de nostalgia o de vino.
Hay quien lo Hena de palabras vivas,
de poesfa (aCCión
de 'espectros, vino con remordimiento).
Cuando la vida se detiene,
se escribe lo pasado o lo imposible
para que los demás vivan aquello
que ya vivió (o que no vivió) el poeta.
El que no puede dar vino,
nostalgia a los demás: sólo palabr.as.
Si les pudiese dar acción ...
la poesía 'es como el viento,
o como el fuego, o como el mar:
da apariencia de vida
a lo inmóvil, a Jo paralizado.
y el leño que arde,
las conchas 'que las olas traen o llevan,
el papel que arrebata el viento,
desteHan una vida momentánea
entre dos inmovilidades.
José Hierro
bre en el ciclo eterno de la vida y la muerte.
A ,menudo Hierro describe los poemas como
creaciones fuera del tiempo. El mar representa esta cualidad universal, eterna. en su
versa.
.Alucinación submarina:. es un ejemplo soberbio de poema en que el mar se convierte
en metáfora extendida del mundo de la ex~
presión poética. El hablante, en primera persona, describe un mundo fantástico subma~
rino en el que se encuentra cautivo. En la
primera estrofa establece una distancia entre
el receptor de este mensaje y el emisor:
por los muertos, en tus muertos,
si ellos ·eran viento loco.
y tú eras el fuego,
voz de fuego.
Tal vez os cueste comprenderlo. Yo mismo,
en este mármol verde de oleaje glacial,
no lo comprendo bien del todo.
Quizá nadie jamás reciba este mensaje.
0, cuando lo reciba, no sepa interpretarlo ...
Tu destino e~a incendiar
el leño reseco.
Pero no ,hay leño sin hacha,
Voz de fuego, entiéndelo,
Voz de fuego.
Muchos aficionados a la poesía pueden haberse encontrado en alguna ocasión con una
reacción parecida al tratar de desentrañar sus
misterios. Muchos tienen la impresión de
que es una lengua extranjera, demasiado críptica y encerrada dentro de si misma para poder explicarse por medio de procesos racionales. Este prejuiCiO es la imagen que refleja
el expresado por el hablante de este poema.
Su mundo fantástico está poblado de sirenas
cuyas canciones hipnotizan a los marineros
que pasan, jóvenes que hacen burla de la
nostalgia de los hombres y mujeres maduras
que suspiran por el pasado. El poema es una
alegoria compleja cuyos temas principales incluyen el tiempo. la muerte y la comunicación
entre personas. La nostalgia del hablante, su
temor· de la muerte y su amarga frustración
ante los intentos inútiles de /legar a los otros
son claramente evidentes:
Una vez más encontramos la conjunción de
viento y fuego como elementos metafóricos
de expresión poética. La imagen ~voz de fuego:. intensifica el sentimiento de compromiso
con su tiempo y espacio, la intención de reconocer estos límites temporales y espaciales en su arte. Su concepción de la poesía
testimonial, a menudo discutida de forma más
directa en la prosa, explica la elección de la
imagineria y refuerza la visión metafórica de
viento y fuego. En un poema posterior de
Cuanto sé de mí, vuelve al mismo modelo de
imágenes:
El hombre es llama, encendido
cántico, y al tiempo, leña
olorosa, pasto rico
para el fuego 'que alimenta
el pecho de su abismo.
Incluso en la obra testimonial de Hierro la
visión de la poesia como expresión creativa,
como fantasía, aparece claramente. Al explicar este esfuerzo por estructurar sus ideas
en formas tan originales como la alucinación,
el hablante de uno de sus poémas anteriores
dice:
Unas veces el hombre ,canta cosas
por engañarse, en las que no crera,
y su cantar es fantasía
en la que alternan fuegos, oros, rosas.
Hierro realiza un intento consistente de
presentar los detalles de la realidad cotidiana en términos universales y ,de este modo
llegar a proyectarse más allá de las murallas
de su propia soledad. El escribir poesía le ca-o
pacita tanto para crear como para comunicar
ideas importantes.
La imagen que simboliza mejor la visión de
Hierro de la poesía es el agua y, más espe~
cífícamente, el mar. Representa aquellos elementos de vida eterna que existen más allá
mación del poeta en ~teoría~ (otro poema de
la misma coleCCión) de que la poeSía da la
apariencia de vida a lo que está inmóvil y paralizado.
Parece apropiado que el único poema titulado especificamente «Teoria» apareciera en
la última colección de Hierro. En él nos en~
contramos con un esbozo final de la imaginería y de los conceptos poéticos. En un ensayo
titulado <l:Poesía y poética:. publicado en Arbor en 1953, Hierro observa: •... de una verdad difusa nace la poesía. De la poesía la
teoría:.. Las teorías de Hierro parecen haber
surgido de su propio verSO, cambiante con el
paso del tiempo:
Si entendieseis por qué viví. ..
Si sospechaseis cómo quise ser descifrado,
contagiar, vaciarme, a través de unas pálidas
[palabras
que daba vida el son más que el sentido ...
y cuando imaginaba que moriría, que enmude[cería,
yo trataba de herir papeles Gon palabras,
poner allí palabras muertas, sin son y sin
[calor.
Era lo mismo que arrojar al mar una botella.
Quién sabe si el mensaje se perdería en alta
[mar,
se estrellaría contra los peñascos,
llegaría a una costa lejana, donde se hablaban
[otras lenguas ...
El mar vIene a representar un mundo fuera
del tiempo convencional o «real» mientras
que la tierra firme se asocia con la juventud
del poeta que él describe como ~un diamante
en medio del camino~.
La visión del hablante de si mismo y su
mundo es amarga y triste. Rechaza,la premisa
que ha sido una constante del verso anterior
de Hierro, que el poeta debería integrar arte
y realidad. La descripción del mar como «verde mármol de oleaje glacial:. recuerda la afir~
Pero Jos que están vivos,
los henchidos de acción,
los palpitantes de nostalgia o vino,
esos ... felices, bienaventurados,
porque no necesitan las palabras,
como el caballo corre, aunque no sople
[el viento,
y vuela ,la gaviota, aunq.ue esté seco
fel mar.
y el hombre llora, y canta,
proyecta y edifica, aun sin el fuego.
El hablante de «Teoria~ crea una dicotomia
temática entre lo temporal y lo eterno a
través de contrastes metafóricos. Las estrofas
primera, segunda y quinta forman el trasfondo anecdótico del poema mientras que las estrofas tercera y cuarta constituyen su núcleo.
En las dos últimas el hablante compara la
poesía con el viento, el fuego y el mar por
medio de similes con base en fenómenos
naturales. Son éstas las mismas imágenes
que han aparecido a lo largo de su metapoesia. La declaración «da apariencia de vida a
lo inmóvil. a lo paralizado» proporciona' un
nexo entre las tres imágenes y la concepción
de la poesía que el hablante ha definido parentéticamente en la primera estrofa como
«(acción de espectros, vino con remordi~
miento)~. La implicación de que la poesía existe fuera del tiempo, de que es un mundo estático habitado por criaturas fantásticas, nos
hace pensar específicamente en las alucinaciones de Hierro. La frase «vino con remordi~
miento:. nos trae a la memoria el concepto
histórico tan manifiesto en mucho de su verso
testimonial.
Las imágenes de tierra, viento, fuego yagua
representan los cuatro elementos esenciales
de la existencia. Cuando se usan para caracterizar la poesia metafóricamente, sugieren
una comparación entre vida y poesía como
conceptos abstractos, entre acción y reflexión
como procesos de entendímiento, entre hombre y poeta como elemento de la existencia.
E! proceso deductivo -que va de lo específico a lo general- caracteriza el verso de Hierro, como vemos en su ensayo «Poesía pura,
poesia práctica~ publicado en 1957:
Confieso mi incapaCidad para comprender
una ·definición por evidente 'que sea, si no
viene apoyada en un ejemplo. los ejemplos
son a la definición lo que el delito a la ley (3).
Mucha de la poesía de posguerra se centra
en el intento del hombre de dar sentido a un
entorno aparentemente hostil y caótico. En
una entrevista de 1974 Hierro describió su
propio proceso poético como. un movimiento
del caos al orden (4). En una lectura aislada
de cualquiera de los poemas que hemos discutido aquí, la relación entre la visión de
Hierro de la vocación del poeta y las imágenes de tierra, viento, fuego yagua no tendrían
por qué resultar evidentes. Sin embargo, cuando se los considera conjuntamente y en unión
de los otros poemas, aparece un claro mode/o en el que los cuatro elementos funda~
mentales de la existencia física dan cuerpo
y evocan una visión ordenada de la poética.
(3) José Hierro: uPoesía pura, poesía prácticaD, uln·
sula", 132 (noviembre 1951), pág. 1.
(4) Rosa Marra Pereda: ~ConverSElclón con José HIerro; 'Cuanto sé de mi' y el realismo desentrañado», ulnformacionesD, 26 diciembre 1974, n. p.
Descargar