Subido por Aleida Bueno

LA IMPORTANCIA DEL DIAGNOSTICO EN RELACION CÉNTRICA EN ORTODONCIA

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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
“JUAN MISAEL SARACHO”
Facultad de odontologia
Maestria en Ortodoncia Versión Oruro
LA IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN
CÉNTRICA EN EL DIAGNÓSTICO
ORTODÓNCICO
MAESTRANTES: DRA. BUENO ALEIDA
Tesis, presentada a consideración de la “UNIVERSIDAD AUTONOMA JUAN
MISAEL SARACHO”, como requisito para optar el grado académico de
Maestría en Ortodoncia.
2008
APROBADO POR:
_______________________________
Tutor
_______________________________
Director del Posrgrado UAJMS
TRIBUNAL:
______________________________
PRESIDENTE
__________________________
SECRETARIO
__________________________
VOCAL
El tribunal calficador de la presente
tesis, no se solidariza con la forma,
términos, modos de expresiones
vertidas en el trabajo, siendo las
mismas únicamente responsabilidad
del (la) autor (a).
Dedicamos este trabajo con mucho
cariño a todas las personas que
fueron y son un apoyo en nuestras
vidas, gracias.
Agradecemos a Dios por darnos la vida, por
bendecirnos y por fortalecer nuestro espíritu, para
enfrentar dificultades y limitaciones; y permitirnos
concluir satisfactoriamente la maestría en Ortodoncia.
A nuestra familia por todo el apoyo, comprensión y
colaboración que nos brindaron.
A la Universidad Autónoma “Juan Misael Saracho”, la
facultad de Odontologia, a todos nuestros docentes
por sus enseñanzas y experiencias impartidas.
Al Dr. Carlos Guardo, Dr. Facundo Guardo, Dr.
Uzqueda,
quienes
nos
brindaron
un
apoyo
incondicional.
A nuestros compañeros con quienes compartimos
muchas experiencias a lo largo de los dos años, y
quienes siempre nos brindaron su amistad.
Agradecimientos especiales a los maestrantes de las
versiones
La
proporcionada.
Paz
y
Oruro,
por
la
ayuda
Comprender que el acto de dar es
también un acto de recibir, que al
encender las velas de nuestro prójimo
no perdemos nuestra propia luz,
mientras más velas encedamos, más
luminoso se vuelve el mundo entero.
RESUMEN
Para seleccionar la mecánica de tratamiento más adecuada, es fundamental
estar conciente de los objetivos que se quieren alcanzar al final del
tratamiento. Pretendemos alcanzar estética dentaria y facial, oclusión
funcional, estabilidad, salud periodontal y protección de la ATM. Para esto,
son necesarios un diagnóstico integral y un plan de tratamiento efectivo que
incluya posiciones dentarias, oclusión funcional, posición mandibular
compatible con una posición muscular y articular.
El alinear los dientes únicamente o de acuerdo con normas cefalométricas no
se obtiene una correcta función del complejo estomatognático, es necesario
incorporar y aplicar conceptos gnatológicos al diagnóstico, planificación del
tratamiento y obtención de objetivos ortodóncicos.
Nuestro objetivo, en cuanto a las posiciones dentarias, debe coincidir con lo
descrito por Andrews en su artículo “Las seis llaves para una oclusión
normal”. Basado en este mismo tema, Roth (1981 - 1989) introdujo la
Oclusión Funcional conjuntamente con las consideraciones de Andrews,
según las cuales los cóndilos están centrados transversalmente y asentados
contra los discos articulares en la vertiente postero-superior de las
eminencias
articulares,
cuando
los
dientes
alcanzan
la
máxima
intercuspidación. Esto caracteriza la Relación céntrica coincidente con la
oclusión habitual, sin dejar de ser considerados los resultados del
tratamiento, sobre los tejidos blandos.
Por tanto se considera relación céntrica cuando el cóndilo mandibular se
encuentra en la cavidad glenoidea, en la posición más superior media y
anterior, siempre que el disco se encuentre interpuesto entre ambos.
Los modelos montados en articulador semiajustable, establecen una relación
fuera del sistema estomatognático, mostrándonos cual es la verdadera
relación entre las piezas del maxilar inferior con las del maxilar superior en
relación céntrica; siempre y cuando no exista problemas articulares.
Detectamos así situaciones no observadas con anterioridad, lo que nos
llevará a un diagnóstico certero. Tomemos en cuenta que en algunos casos
cuando
la
diferencia
es
considerable
necesitaremos
considerar
un
tratamiento más complejo, pasando incluso por cirugía ortognática.
El exámen de los modelos montados en el articulador, para el diagnóstico,
planeamiento, pre-remoción y post-remoción, permite al ortodoncista ver
claramente, cómo está la oclusión, y esto nos grarantizara éxito en el
tratamiento.
INDICE
Dedicatoria
Agradecimiento
Resumen
CAPITULO I
1
Introducción, 1. Problema, 3. Justificación, 3. Objetivos: General,
Especíificos, 4.
CAPITULO II
5
Marco teórico
Consideraciones generales, 5. Conceptos básicos, 7.
Sistema estomatognático, 7. Oclusión, 19. Clasificación de
los tipos de oclusión, 19. Oclusión habitual, 24.
Relación céntrica, 24. Relación de oclusión céntrica, 26.
CAPITULO III
27
Obtención de registros clínicos para el montaje, 27.
Relación céntrica, 27. Registro de relación céntrica, 35.
Máxima intercuspidación, 37. Coincidencia entre oclusión
habitual y relación céntrica, 38. Importancia clínica, 38.
Conversión cefalométrica, 41. Aspectos de la oclusión
y las decisiones ortodóncicas, 46.
CAPITULO IV
55
Materiales y métodos, 55. Resultados, 56. Conclusion, 57
CAPITULO V
58
Casos clínicos 58
CAPITULO VI
64
Bibliografía, 64.
CAPITULO I
1.1. INTRODUCCIÓN
Las funciones básicas del sistema estomatognático como la masticación,
deglución y fonación dependen no sólo de la posición de los dientes en sus
bases óseas, sino también de la relación tridimensional de los dientes con
sus antagonistas cuando éstos ocluyen.
El cierre mandibular refuerza un patrón de contacto oclusal y se mantiene la
posición dentaria, si ésta se pierde, o se altera una parte de la superficie
oclusal de un diente, la dinámica de la estructura de soporte periodontal
permitirá un desplazamiento del diente, de igual manera la pérdida de uno o
más dientes trae como consecuencia la inestabilidad de los maxilares.
El alinear los dientes únicamente o de acuerdo con normas cefalométricas no
se obtiene una correcta función del complejo estomatognático, es necesario
incorporar y aplicar conceptos gnatológicos al diagnóstico, planificación del
tratamiento y obtención de objetivos ortodóncicos.
El diagnóstico de la maloclusión debe considerar la posición de sus bases
óseas en correcta relación céntrica, tomando en cuenta la influencia del
sistema muscular. La relación céntrica fisiológicamente definida permite un
función neuromuscular normal sin esfuerzo, es una posición estable y
repetible y cuando no están presentes o se eliminan factores que la desvíen
de esa posición se obtienen las mejore condiciones fisiológicas de salud del
sistema.
Barbosa (1992) dice que en los modelos en relación céntrica pueden ser
detectadas situaciones no observadas en los modelos tradicionales o por la
manipulación de la mandíbula durante el examen clínico. Así, los modelos
montados antes del tratamiento, generalmente muestran que existe un
problema anteroposterior mucho mayor que aquel detectado anteriormente.
El ortodoncista clínico debe conocer y valorar el estado de salud de las
ATMs, deberá también inducir a relación céntrica, o emplear placas de
desprogramación neuromuscular cuando así se requiera para eludir o evitar
errores en la obtención de la posición mandibular correcta. El asentamiento
del cóndilo en la cavidad glenoidea en la posición de RC, frecuentemente
crea un fulcrum molar en donde la mandíbula rota para alcanzar la MIC,
cuando existe discrepancia entre RC y MIC, el primer punto de contacto que
se presenta durante el cierre mandibular generalmente es en los dientes
posteriores creando una distracción del cóndilo y la mandíbula. Los clínicos
deberán reconocer el empleo imprescindible de un articulador con indicador
de posición condilar, familiarizarse para juzgar su efectividad y con el objeto
de no tener errores en el diagnostico ortodóncico.
Este último procedimiento nos arrojará datos cuantitativos en mm de la
discrepancia que hay entre oclusión habitual y relación céntrica, mismos que
se trasladarán al cefalograma que fue obtenido tambien en oclusión habitual
ya quellas discrepancias mayores de 3mm en sentido sagital y vertical se
realizará un procedimiento llamado conversión cefalometrica,
para un
diagnóstico preciso.
Los
cefalogramas
que
se
obtienen
con
el
paciente
en
máxima
intercuspidación u oclusión habitual y del cual se elabora la cefalometría, se
realizan con los cóndilos en una posición que depende de esa oclusión y el
diagnóstico que actualmente realizan muchos clínicos en esta oclusión
habitual nos lleva a errores.
1.2. PROBLEMA
Anteriormente los tratamientos ortodóncicos asumían que ante una forma
normalizada, la función se adaptaría y por lo tanto también resultaría
correcta. Pero estos tratamientos aparentemente óptimos sólo alineaban los
dientes, no producían una correcta función del sistema estomatognático, no
poseían estabilidad, aparecían abrasiones cuspídeas, movilidad dentaria y
problemas en la articulación temporomandibular.
Se comprende así la necesidad de aplicar conceptos gnatológicos al
diagnóstico y a la planificación del tratamiento. Implicando así un cambio en
la manera que el ortodoncista abordará el diagnóstico, los objetivos, la
planificación del tratamiento y la ejecución del mismo.
1.3. JUSTIFICACION
El estudio de este trabajo se basa en realizar los tratamientos de las distintas
maloclusiones con resultados óptimos no solo basados en la estética, sino
también en la función. Incluyendo a todo el sistema estomatognático en su
conjunto, llevándolo a una estabilidad estructural y funcional. Esto a través de
un correcto diagnóstico ortodóncico en relación céntrica.
1.4. OBJETIVOS.-
Objetivo General.• Determinar el diagnóstico en ortodoncia, considerando la posición
mandibular en relación céntrica (RC), y establecer la variación
existente hasta la máxima intercuspidación (MIC) u oclusión habitual.
Objetivos Específicos.•
Evitar errores de diagnóstico antes, durante y después del tratamiento.
•
Garantizar
la
integridad
estructural
y
funcional
estomatognático.
•
Proteger los componentes articulares.
•
Favorecer una posición condilar adecuada.
•
Conseguir estabilidad del sistema estomatognático.
del
sistema
CAPITULO II
2. MARCO TEÓRICO
2.1. CONSIDERACIONES GENERALES.
Los tratamientos ortodoncicos tenian como base objetivos terapeúticos
anatómicos. Tácitamente se asumía que ante una forma normalizada, la
función se adaptaria y por lo tanto también resultaria correcta. No obstante,
tratamientos con óptimos resultados desde la perspectiva de estos objetivos
básicos, no tenían estabilidad, aparecían abrasiones cuspídeas, movilidad
dentaria y problemas en la articulación temporomandibular. Con sólo alinear
los dientes de acuerdo a estándares cefalométricos y estéticos, no se
producía una correcta función del complejo estomatognático.
Se fue comprendiendo que era necesario aplicar conceptos gantológicos al
diagnóstico y a la planificación del tratamiento. Surge así el concepto del
ortodoncista como rehabilitador de todo el sistema al igual que otros
especialistas de la odontología. Rehabilitador de la oclusión dentaria con
dientes correctamente alineados, con salud periodontal y armonía en las
ATMs. Este cambio de concepto, implica un cambio en el abordaje
diagnóstico, en los objetivos, en la planificación del tratamiento y en su
ejecución.
Con una concepción gnatológica del caso ortodóncico, el diagnóstico de la
anomalía debe considerar la posición de las bases esqueléticas en correcta
relación céntrica, teniendo en cuenta la influencia que sobre esta posición
ejercen los músculos y ligamentos circundantes. La correcta función del
complejo estomatognático, sus funciones básicas como fonación, deglusión y
masticación, es un área de interés para todas las especialidades
odontológicas.
Actualmente se sigue polemizando, ya que no hay un consenso del gremio
odontológico para rehabilitar a nuestros pacientes en relación céntrica (RC);
en ortodoncia hay corrientes muy fuertes o filosofías que establecen la
rehabilitación ortodóncica en relación céntrica, el enfoque directo es en el
diagnóstico dinámico y en la cefalometría, ya que ésta se toma en máxima
intercuspidación (MIC) y es aquí donde se pueden presentar errores si no se
considera la inducción manual a relación céntrica, pues si no entregaremos
al sistema un auténtico “cerrojo” con el que trabaremos a nivel oclusal, una
desarmonia de conjunción entre los componentes de la articulación , la que,
si a lo mejor no presentaba síntomas antes del tratamiento probablemente lo
haga a posteriori.
A muchos clínicos se les hace difícil el manejo de un articulador, la causa
puede ser una deficiente materia en pregrado; en un Postgrado de
Ortodoncia debe ser materia imprescindible el uso metódico de un articulador
en el diagnostico de todos o al menos aplicarlo en pacientes con disfunciones
de ATM, discrepancia clínica de máxima intercuspidación u oclusión habitual
y relación céntrica.
Al mismo tiempo el empleo de articuladores semi o
totalmente ajustables que tengan un aditamento que indique en mm. la
posición del cóndilo en la cavidad glenoidea y esta discrepancia trasladarla a
nuestra
cefalometría
inicial
y
realizar
la
conversión
cefalométrica
obteniéndose un segundo cefalograma del cual se realizará la cefalometría
para el diagnóstico correcto de la maloclusión que se trate.
2.2 CONCEPTOS BÁSICOS
2.2.1 SISTEMA ESTOMATOGNÁTICO
Vemos necesario recordar un poco de lo que es anatomía para lograr
entender la importancia de cada elemento implicado en la relacción céntrica.
Para cuestiones de un estudio del sistema estomatognático debemos dividirlo
en sus componentes que se interrelacionan de manera constante y directa
entre sí.
A. COMPONENTE NEUROMUSCULAR
El sistema nervioso es el que coordina toda la musculatura relacionada con
la masticación y la demás funciones fisiológicas del sistema estomatognático;
en el nace todo el proceso de la contracción muscular y por él mismo finaliza
o se inhibe esa contracción.
Dentro del campo de la estomatología el principal nervio es el trigémino o V
par craneal. Dentro de las funciones del sistema nervioso se encuentran la
percepción, integración, reacción, mecanismo fisiológico de la conducción
nerviosa y los reflejos.
La siguiente unidad de este componente viene a ser el sistema muscular.
Entendamos el concepto de que el movimiento se efectúa por acción de
células especializadas llamadas fibras musculares, cuya energía latente es o
puede ser controlada por el sistema nervioso. El grupo muscular que nos
corresponde estudiar es el denominado como ¨Músculos Masticatorios¨.
1. Músculo temporal
El músculo temporal ocupa la fosa temporal, teniendo forma de un ancho
abanico, cuya base se halla dirigida arriba y atrás y cuyo vértice corresponde
a la apófisis coronoides del maxilar inferior.
Acción: Eleva el maxilar inferior y lo une al maxilar superior. Por sus
fascículos posteriores, de dirección horizontal, atrae el cóndilo hacia atrás y
lo conduce hacia la cavidad glenoidea, cuando ha sido llevado hacia delante
por la contracción de los dos pterigoideos externos.
2. Músculo masetero
Músculo grueso en forma de rombo, desciende del arco cigomático para
insertarse en la cara externa de la apófisis coronoides, la rama y el ángulo
del maxilar inferior. El masetero está cubierto parcialmente por la glándula
parótida, lo cruza el conducto parotídeo de Stenon y está revestido por una
prolongación delgada de la aponeurosis parotídea.
Acción: Es un músculo elevador del maxilar inferior.
3. Músculo pterigoideo interno
La porción principal del músculo pterigoideo interno nace de la superficie
interna de la apófisis pterigoides y de la porción inferior de la fosa pterigoidea
y recibe un manojo, situado superficialmente al pterigoideo externo, que
procede de la tuberosidad del maxilar superior; de esta manera se forma un
músculo cuadrilátero que se inserta en el maxilar inferior, entre el canal
milohioideo y el ángulo del hueso.
Acción: Es principalmente un músculo elevador del maxilar inferior, pero,
debido a su posición, también proporciona a este hueso pequeños
movimientos laterales.
4. Músculo pterigoideo externo
El músculo pterigoideo externo situado por fuera del pterigoideo interno se
aloja en la fosa cigomática. Representa un ancho abanico, o más bien un
cono cuya base corresponde a la base del cráneo y cuyo vértice ocupa la
parte interna de la articulación temporomaxilar. Es una pirámide triangular de
vértice condíleo.
Acción: Tiene constantemente su punto fijo en el cráneo y el móvil en el
cóndilo del maxilar. Como el punto móvil está situado hacia atrás y afuera del
punto fijo, la contracción del músculo tiene por efecto dirigir hacia delante y
adentro el cóndilo sobre el que se inserta. La contracción simultánea de
ambos determina los movimientos de proyección hacia delante del maxilar
inferior. La contracción aislada y alternativa o de diducción, en virtud de los
cuales la barbilla se dirige hacia el lado que el músculo se contrae.
5. Músculo digástrico
El músculo digástrico se extiende desde la base del cráneo al hueso hioides
y desde éste a la porción central del maxilar inferior. Representa en su
conjunto un largo arco de concavidad dirigida arriba, que abraza a la vez a la
glándula parótida y a la glándula submaxilar. Este músculo digástrico, como
su nombre lo indica, está constituido por dos porciones o vientres, uno
anterior y otro posterior, unidos en medio.
Acción: Los dos vientres están inervados por nervios diferentes, gozan de
una acción autónoma y se contraen aisladamente.
a) El vientre anterior inferior del digástrico, si toma su punto fijo en el hueso
hioides, baja el maxilar. Desempeña en este caso un papel importante en
el acto de la masticación; es depresor del maxilar. Si se toma su punto fijo
en el maxilar, eleva el hueso hioides.
b) El vientre posterior puede tomar su punto fijo en el cráneo o en el hueso
hioides; en el primer caso dirige el hueso hioides hacia atrás y arriba; en
el segundo, inclina la cabeza hacia atrás.
c) Cuando los dos vientres se contraen a la vez, elevan el hueso hioides.
B. ARTICULACIÓN TEMPORO MANDIBULAR (ATM)
La articulación témporo mandibular, diartrosis bi condílea es la única del
organismo que se mueve simultáneamente de ambos lados durante los
procesos propios del aparato estomatognático. Es una de las articulaciones
más complejas del organismo, permite el movimiento de bisagra en un plano,
y puede considerarse por tanto una articulación ginglimoide; permite al
mismo tiempo movimientos de deslizamiento lo cual la clasifica como una
articulación artrodial. Técnicamente se la ha considerado una articulación
ginglimoartrodial.
Tenemos a tres elementos básicos:
1. Cóndilo temporal:
El cóndilo temporal, que también recibe el nombre de eminencia articular
constituye el techo de la ATM y no puede ser separado de la cavidad
glenoidea porque es su continuación en sentido anteroposterior ni tampoco
de elementos nobles como el conducto auditivo externo en su porción
posterior y la fosa cerebelosa. La presencia de estos dos elementos nos
permite pensar que la zona articular propiamente dicha no podrá estar
próxima a ellos, es decir que no podrá estar nunca en la porción más
superior ni en la porción más posterior y por lo tanto será el cóndilo temporal
en su pared posterior (área funcional) el que deba soportar las presiones
articulares durante la función.
Desde el punto de vista anatómico la cavidad glenoidea presenta una forma
concava y la eminencia una forma convexa que por lo tanto no será
congruente con la otra superficie convexa que corresponde al cóndilo
mandibular, lo que torna imprescindible la presencia de un elemento
adaptador de ambas superficies de forma bicóncava como el dico articular.
2. Disco articular.
El disco articular se describe como un disco oval con una porción central
mucho más delgada que sus bordes que es avascular y no está inervada, por
lo cual está preparada para soportar presiones. Por el contrario, los bordes si
presentan una rica inervación y una importante irrigación.
La ATM es una articulación compuesta, por definición requiere la presencia
de al menos tres huesos, en este caso funcionalmente el disco actúa como
un hueso sin osificar que permite los movimientos complejos de la
articulación.
En la articulación normal la superficie articular del cóndilo se sitúa en la zona
intermedia del disco limitada por las regiones anterior y posterior. Durante el
movimiento el disco es flexible y puede adaptarse a las exigencias
funcionales de las superficies articulares.
El disco articular está unido al ligamento capsular por delante y por detrás,
también por dentro y por fuera, dividiendo la articulación en dos cavidades.
La cavidad superior (área supradiscal) está limitada por la fosa mandibular y
la superficie superior del disco. La cavidad inferior (área infradiscal) limitada
por el cóndilo mandibular y la superficie inferior del disco.
Las superficies internas de las cavidades están rodeadas por células
endoteliales especializadas que forman un revestimiento sinovial, éste junto
con una franja sinovial especializada situada en el borde anterior de los
tejidos retrodiscales, produce el líquido sinovial que llena ambas cavidades
articulares. Este líquido sinovial cumple dos funciones: a) Actúa como medio
para el aporte de las necesidades metabólicas de estos tejidos b) Sirve como
lubricante entre las superficies articulares durante su función.
3. Cóndilo mandibular.
El cóndilo mandibular presenta la cabeza de forma convexa, y el cuello que
es perpendicular a la rama de la mandíbula. Se ajusta en la fosa mandibular
del hueso temporal.
Esquema de A.T.M.
La ATM está inervada por el mismo nervio responsable de la inervación
motora y sensitiva de los músculos que la controlan el nervio trigémino. La
inervación aferente depende de las ramas del nervio mandibular. Y esta
abundamente irrigada por los diferentes vasos sanguíneos que la rodean.
Los vasos predominantes son la arteria temporal superficial por detrás, la
arteria meníngea media por delante, y la arteria maxilar interna desde abajo.
El cóndilo se nutre de la arteria alveolar inferior a través de los espacios
medulares y también de los vasos nutricios que penetran directamente en la
cabeza condílea.
Ligamentos:
Los ligamentos desempeñan un papel importante en la protección de las
estructuras. Los ligamentos de la ATM están compuestos por tejido conectivo
colágeno que no es distensible. Constituyen dispositivos de limitación pasiva
para restringir el movimiento articular. La ATM tiene tres ligamentos
funcionales de sostén:
1) Los ligamentos colaterales
2) El ligamento capsular
3) Ligamento temporomandibular
4) Dos ligamentos accesorios: el esfenomandibular y el estilomandibular.
Función de la ATM
La ATM hace posible los movimientos de apertura, cierre, protrusión,
retrusión y lateralidad.
Movimientos mandibulares
Su estructura y función se divide en dos sistemas diferentes: uno de ellos es
el que circunda la cavidad sinovial inferior (cóndilo y disco articular). Como el
disco está íntimamente unido a la cabeza condilar por los ligamentos
laterales y discal, mediano, el único movimiento fisiológico posible entre las
dos superficies es la rotación con el disco sobre la superficie articular del
cóndilo. Por tanto, el complejo cóndilo-disco es el responsable del
movimiento de rotación de la ATM.
El segundo sistema es el complejo cóndilo-disco funcionando contra la
superficie articular de la fosa. Como el disco no está íntimamente unido a la
fosa articular, pueden efectuarse movimientos libres entre las dos superficies
en la cavidad superior. Estos movimientos se realizan cuando la musculatura
comprometida en los movimientos mandibulares traslada el maxilar inferior a
una posición anterior. Estos movimientos reciben el nombre de traslación.
En la protrusión de la mandíbula, el menisco interarticular y el cóndilo del
maxilar de ambos lados se deslizan juntos hacia delante y algo hacia abajo,
sobre la cavidad glenoidea del temporal; en la retrusión de la mandíbula, los
movimientos son opuestos.
La protrusión de un lado y la retrusión del opuesto, combinadas con una
ligera rotación de los cóndilos sobre la cara inferior de los meniscos,
ocasionan movimientos de la barbilla hacia un lado y movimientos
masticatorios oblicuos de los dientes.
En consecuencia, si se mueve la barbilla a la izquierda, apretando con un
dedo delante del trago derecho se palpará la cara posterior del cóndilo del
maxilar que se desplaza hacia delante y se torna más saliente.
Al abrir y cerrar la boca, los meniscos interarticulares derecho e izquierdo se
mueven sobre el hueso temporal, y el cóndilo del maxilar también gira sobre
un pivote sobre la concavidad del menisco.
La combinación de estos movimientos produce inclinación de la mandíbula
alrededor de un eje que pasa, aproximadamente, por el orificio superior del
conducto dentario inferior de ambos lados. Poniendo un dedo en el orificio
externo del meato auditivo externo y otro en el ángulo del maxilar inferior, se
advierten fácilmente al abrir la boca el movimiento hacia delante de la cabeza
y el desplazamiento posterior del ángulo. Además, debe señalarse que este
movimiento origina poca tensión en los vasos y nervios que llegan al orificio
superior del conducto dentario.
C. PERIODONTO
El conocimiento del periodonto, en cuanto a función y a sus constituyentes
cobra importancia en el estudio del sistema estomatognático, pero nos
enfocaremos más en el ligamento periodontal, porque este va a estar en
íntima relación
con la oclusión
y con la regulación de las fuerzas
musculares.
El ligamento periodontal es un tejido conectivo altamente vascularizado
localizado entre las raíces de los dientes conectando las mismas al hueso
alveolar; continúa con el tejido conectivo de la encía y se comunica con los
espacios medulares a través de los conductos vasculares del hueso. Sus
células, elementos vasculares y matriz extracelular (compuesta por proteínas
y glucosaminoglucanos), proveen a este tejido funciones biofísicas únicas
como son: de soporte, de adhesión, funciones sensoriales y como
amortiguador hidrostático, permitiendo así que los dientes erupcionen de
forma limitada para ajustar su posición y permanecer firmemente adherido al
alveolo.
Corte sagital donde se observa el periodonto.
Su papel básico en el desarrollo y mantenimiento del periodonto y su función
central en la reparación de las lesiones periodontales señalan su importancia
fundamental. Además la rápida remodelación de las proteínas en el
ligamento es la base para su utilidad como un sistema modelo en el estudio
de
la
homeostasis
y
remodelación
del
tejido
conectivo.
Definitivamente una de las características más importantes de este tejido es
su adaptabilidad a cambios repentinos de niveles de fuerzas aplicadas y su
magnifica capacidad de reparación y remodelado.
2.2.2 OCLUSIÓN
La posición oclusal, u oclusión propiamente dicha, se establece cuando,
desde la desoclusión, la mandíbula se mueve para poner en contacto los
dientes de ambos maxilares, causando así, contracción muscular.
Para que la oclusión se establezca es necesario que haya contacto dentario
en uno o varios puntos con inmovilidad mandibular. La contracción muscular
se refiere solamente al movimiento justo para vencer la acción de la
gravedad. Se deduce que existen innumerables posiciones de oclusión.
La oclusión difiere de la articulación porque en ésta, aunque haya también
contacto dentario, es dinámica y no estática. La articulación se inicia con el
establecimiento del contacto dentario y movimiento mandibular, terminando
cuando éste se detiene o los arcos se separan. La articulación es, pues, la
sucesión ininterrumpida de dos o más estados de oclusión.
2.2.3. CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE OCLUSIÓN
La oclusión se puede clasificar en tres tipos generales de estados fisiológicos
de la siguiente manera:
1.- Una oclusión fisiológica comúnmente llamada oclusión "normal"
sugiriendo que no hay presencia de enfermedad y/o disfunción y no requiere
tratamiento.
2.- Una oclusión no fisiológica, comúnmente llamada oclusión "traumática" o
"patológica" sugiriendo que hay presencia de enfermedad limitante y/o
disfunción y puede necesitar tratamiento.
3.- Una oclusión de tratamiento, comúnmente conocida como oclusión "ideal"
o "terapéutica" sugiriendo que un criterio de tratamiento específico se
requiere
para
tratar
los
efectos
de
trauma
o
enfermedad.
Un diagnóstico integrado racional basado en una recolección adecuada de
información en la historia del paciente, examen clínico y otros exámenes
indicados se requieren para categorizar apropiadamente y manejar estos tres
tipos diferentes de oclusión.
Oclusión fisiológica.
La oclusión fisiológica se define como una oclusión en la cual existe equilibrio
funcional o un estado de homeostasis en los tejidos del sistema masticatorio.
El proceso biológico y los factores ambientales y locales están en balance.
Los actos de tensión en los dientes son disipados normalmente por un
balance que existe entre las tensiones y la capacidad adaptativa de los
tejidos de soporte, los músculos masticatorios, y las articulaciones
temporomandibulares. Este tipo de oclusión se encuentra típicamente en un
paciente cómodamente saludable que no requiere tratamiento dental aún si
la oclusión en sí misma no se presenta morfológicamente como sería en
teoría una oclusión "ideal". Una oclusión fisiológica puede presentarse como
un número de variaciones estructurales disparejas, pero que en un individuo
dado, representa una relación oclusal funcional aceptable.
Para
mantener
un
equilibrio
fisiológico
los
tejidos
masticatorios
continuamente de adaptan a través de la vida a varios factores biológicos
internos y factores ambientales externos como también cambian los que
dependen del tiempo. Las variaciones fisiológicas en las relaciones dentales
y esqueléticas típicamente ocurren lentamente, con el tiempo, durante el
crecimiento o como variaciones adquiridas que han tenido suficiente tiempo
para permitir la adaptación del tejido. El tejido conjuntiva fibroso y las capas
mesenquimáticas subyacentes de la articulación temporomandibular están
particularmente capacitadas para la adaptación por remodelación progresiva
continua y regresiva.
Hay estudios que han demostrado fuerte evidencia de que el potencial de
reparación del tejido después de una lesión es más grande para la
articulación temporomandibular que para otras articulaciones sinoviales
cuyas superficies articulares están compuestas por cartílago hialino.
También, la capacidad natural de adaptación de los músculos permite
cambios en el tono muscular, en el número de sarcómeros, en la aposición
de tejido conjuntiva en la interfase tendón-músculo, en la dirección de la fibra
muscular,
y
en
la
migración
de
las
inserciones
musculares.
A nivel ocluso-radicular, hay formas de adaptación como desgaste dental
leve a moderado (dependiendo de la edad), movilidad fisiológica limitada y
también reposicionamiento dental menor.
Inapropiadamente, el término "mal oclusión" es utilizado algunas veces para
implicar una oclusión no-fisiológica y/o necesidad de tratamiento oclusal. La
mal oclusión implica que la ocurrencia de variaciones oclusales en sí misma
es
una
enfermedad.
Pero
muchas
llamadas
"malocluciones"
son
esencialmente variaciones morfológicas que son juzgadas como la "norma"
para la población. Se estima que aproximadamente el 95% de la población
tiene alguna forma de maloclusión, Por ejemplo: apiñamiento, mal alineados
o estructura anormal. En efecto, una variación morfológica de desarrollo sin
evidencia de patología en los tejidos es actualmente una adaptación
fisiológica de una maloclusión, de factores intrínsecos y extrínsecos. El
equilibrio funcional resultante que se obtiene comienza a ser la relación más
fisiológica para ese individuo en particular. La oclusión no es y no debe ser
definida como relaciones rígidas o estructuras estereotipadas ideales que se
requieren "teóricamente" para una salud óptima, cómoda y funcional. Es
evidente que los tejidos del sistema masticatorio son extremadamente
capaces de adaptarse a su entorno y se debe tener mucho cuidado antes de
que su equilibrio funcional se altere clínicamente. Por otra parte, si el
equilibrio se va hacia un estado no fisiológico debido a una pérdida de la
función por una carga adversa incluyendo una parafunción, por una pérdida
de capacidad de adaptación, o por una enfermedad, entonces la categoría
oclusal podría cambiar a una oclusión no-fisiológica.
Oclusión fisiológica.
Oclusión no-fisiológica
La oclusión no fisiológica se define como una oclusión en la cual los tejidos
de los sistemas masticatorios han perdido su equilibrio funcional u
homeostasis en respuesta a una demanda funcional, lesión o enfermedad.
Los tejidos masticatorios son biológicamente relajados e incapaces de
adaptarse a los factores ambientales cuando en el sistema y/o la demanda
funcional excede la capacidad adaptativa del sistema. Los cambios
patológicos pueden resultar de una agresión repentina o abrupta o por una
carga de suficiente magnitud y duración donde no hay suficiente oportunidad
para que el tejido se adapte. Estos cambios abruptos y repentinos pueden
ser ocasionados por un trauma incluyendo parafunción, inflamación o
enfermedad y, algunas veces, por causas iatrogénicas. Los sistemas de
tejidos comienzan a fallar y si la dirección del equilibrio funcional no se repara
por sí misma, usualmente se requiere tratamiento. Basado en el daño al
tejido, la patología o disfunción de la oclusión se categorizaría como una
oclusión no fisiológica. La oclusión no fisiológica está directamente
relacionada con la salud dental, o la falta de ésta, pero no con las
alteraciones mandibulares musculoesqueletales (DATM).
Los signos y síntomas dentales relacionados con la oclusión no fisiológica
incluyen lo siguiente:
1. Una incómoda o descuadrada o "pérdida" de la mordida
2. Dientes sensitivos, dolorosos o lastimados
3. Restauraciones rotas, filosas y desgastadas en dientes, raíces e
implantes
4. Movilidad
dental
anormal,
ligamento
periodontal
ensanchado,
migración dental y oclusión relacionada con dolor periodontal.
Oclusión no fisiológica (patológica).
2.2.4. OCLUSIÓN HABITUAL.
Partiendo de una desoclusión fisiológica estática para una posición de
contacto dentario sin desvíos laterales de la línea media de la mandíbula con
respecto al plano sagital, se obtiene una fase de la oclusión conocida como
oclusión habitual (también conocida por otros autores como máxima
intercuspidación, u oclusión céntrica). En ella aparece el mayor número
posible de contactos dentarios, asignando a este tipo de oclusión un carácter
de constancia, frente a las innumerables referencias proporcionada por las
cúspides, surcos y fosas de los dientes.
La oclusión habitual puede ser definida como la posición determinada por la
máxima y mejor intercuspidación dentaria (MIC), estando la mandíbula en
posición estática. Cuando la mandíbula pasa de la fase de relación céntrica,
encontrándose los cóndilos en posición de equilibrio en la cavidad glenoidea,
para la fase de oclusión habitual, debe ser mantenida la situación de
equilibrio de los cóndilos. Sin embargo, si existen contactos prematuros entre
los dientes, planos inclinados anormales, etc., la mandíbula entrará en una
relación excéntrica respecto a la maxila, cuando haya contactos dentarios.
2.2.5. RELACIÓN CÉNTRICA.
La relación céntrica (RC) anteriormente se definía como.
“la mas posterior” por Mc Collum en 1939,
“la mas superior y posterior” por Granger en 1962…
“la mas superior, media y posterior”, por Stuart y Golden en 1981,
En la actualidad se considera relación céntrica cuando el cóndilo mandibular
se encuentra en la cavidad glenoidea, en la posición más superior media y
anterior, siempre que el disco se encuentre interpuesto entre ambos,
independientemente de la posición de los dientes o de la dimensión vertical.
Esta definición está hecha desde un punto de vista anatómico. Pero lo
importante, es el concepto de armonía fisiológica que surge de él. La
posición de relación céntrica no puede ser forzada, como ocurría cuando al
definirse como la posición más posterosuperior, se trataba de retruir al
máximo la mandíbula. Los fracasos de las bocas así rehabilitadas provocaron
problemas articulares, musculares y dentarios.
La relación céntrica, fisiológicamente definida, permite una función
neuromuscular normal, sin esfuerzo. Es una posición estable y repetible, y
cuando no existen factores que la desvíen de esa posición, se dan las
mejores condiciones para la salud de todo el sistema.
Oclusión habitual
Relación céntrica
2.2.6. RELACIÓN DE OCLUSIÓN CÉNTRICA
Es una posición maxilomandibular en la cual coinciden la posición dental
(MIC) y la cráneo mandibular (RC). Entonces, se puede decir, que esta es
una situación oclusal más indicada para promover la armonía al sistema
masticatorio. La ROC ocurre apenas en un 10% de las personas con
dentición natural, sin embargo, debe ser el objetivo del profesional. De esta
forma estará garantizando el equilibrio funcional del sistema masticatorio,
disminuyendo de una manera significativa la posibilidad del surgimiento de
desordenes cráneo mandibulares, con etiología proveniente de una
maloclusión.
CAPITULO III
3. MONTAJE EN EL ARTICULADOR.
3.1. OBTENCIÓN DE REGISTROS CLÍNICOS PARA EL MONTAJE
Para ajustar nuestro diagnóstico, debemos considerar la posición mandibular
(y por lo tanto la localización del cóndilo) en relación céntrica y la variación en
la relación oclusal del caso, así también la posición del cóndilo en el
momento de máxima intercuspidación. La planificación y la ejecución de
nuestro tratamiento deben estar orientadas a disminuir la diferencia de
posición del cóndilo entre la relación céntrica y máxima intercuspidación,
intentando lograr la coincidencia en dichas posiciones, que es el objetivo
ideal.
3.1.1. RELACIÓN CÉNTRICA (RC)
Historicamente es extenso el campo de los métodos usados. Incluso ha
llegado a recurrirse al uso de mentoneras que forzaban la mandíbula hacia
atrás, en un esfuerzo por reponer la posteriorización que por entonces se
pregonaba.
Que conllevan, debido al fulcro que produce la inserción en el cuello del
cóndilo el ligamento temporomandibular, a un descenso del mismo alejándolo
de la posición fisiológica.
Entre las múltiples técnicas manuales (pulgar en el mentón - indice sub
mentón / pulgar en borde incisal -índice sub mentón, etc).
a. Tecnica de Chin Point: Técnica donde uno estimula los reflejos de la
musculatura elevadora y para que hagamos un buen registro nosotros
debiéramos estimular ese reflejo y hacer que progresivamente la musculatura
vaya llevando a la posición anterior y superior a la mandíbula y así obtener la
RC.
La técnica de chin point no es una manipulación en donde uno toma la
mandíbula y la conduce, sino que es una relación suave en que se despierta
el reflejo, el paciente hace una pequeña contracción y eleva la mandíbula.
b. Tecnica bimanual de Dawson
Destaca sin duda la técnica bimanual de peter dawson, siendo tal vez la más
certera de estas técnicas pero que requiere gran entrenamiento por parte del
operador.
Colocar al paciente en posición supina e instruirlo para intentar relajar al
máximo la musculatura. El mentón debe quedarse apuntando arriba,
facilitando la colocación de los dedos en la mandíbula. El profesional se
coloca atrás del paciente estabilizando su cabeza contra el abdomen,
impidiendo sus movimientos durante la toma del registro.
Localizar los cuatro dedos de cada mano en la base de la mandíbula, son los
pulgares unidos en la región de la sínfisis. A partir de esa posición, se inicia
la manipulación suavemente, son movimientos de abertura y cierre, haciendo
que la mandíbula rote sobre su propio eje. El objetivo es el de entrenar la
manipulación, descontraer la musculatura y ganar la confianza del paciente
en el acto de abertura. Es importante que el arco de abertura y cierre no
supere 2cm de extensión y se evite el contacto dental.
Seguros de que la mandíbula está girando libremente, sin ningún síntoma
muscular y articular, se comienza una presión continua de los pulgares hacia
abajo y, luego presión de los otros dedos hacia arriba, procurando llevar los
cóndilos contra la pared posterior de la eminencia articular. La mandíbula
entonces se cierra hasta ocurrir el primer contacto dental. A partir de ese
contacto, la mandíbula podrá deslizarse hacia una posición más anterior o
lateral, hasta ocurrir el máximo contacto dental. Este dislocamiento es
comúnmente denominado de “desvío” o ”desliz”, a partir de la relación
céntrica.
c. Desprogramadores oclusales
Son por fin los desprogramadores oclusales los que permiten una obtención
mucho más fisiológica y sin forzamientos entre los que tenemos el rollo de
algodón, el jig de lucia, el bo pa ya cu (bóveda palatina y apoyo central
único), etc.
Rollos de algodón
Para conseguir la desprogramación a través de tiempo, se han usado
varios métodos, primero se usaron los rollos de algodón, los que se
interponen en la zona interinciciva o canina y son capaces de separar la
piezas posteriores y si se mantienes por 15 – 20 min. a ese nivel, se logra
borrar la memoria, pero tienen varias particularidades como que los dientes
se indentan en ellos y fijan la mandíbula al maxilar, por lo tanto podrían
generar tensiones musculares no deseadas, al mismo tiempo presentan una
gran superficie de contacto, lo que hace que la pacificación neuromuscular
(disminuir la actividad neuromuscular) no sea uno de sus fuertes, pero en
ocasiones donde no se tienen otros medios y es necesario aproximarse a
una RC es un método que se puede utilizar, pero no es el ideal.
Ping de Lucia
El jig de lucia es un aparato de acrílico que tiene una rampa de
deslizamiento mandibular posterior similar a las que presentaba las laminas
de long, vale decir, es un dispositivo que se interna interinsisivamente, pero
en la superficie posterior tiene una rampa de deslizamiento que genera una
proyección posterior de la mandíbula a través del deslizamiento de los
incisivos inferiores.
El jig no es para que el paciente lo muerda todo el día (hiperactividad) no
sirve si el paciente lo mantiene en oclusión constante, el jig debe servir
cuando el paciente traga, ya que ahí se da un contacto normal de oclusión.
Laminas de long
Las laminas de long son unas laminas rectangulares, de pequeño
diámetro que se ubican en el espacio interincisivo y permiten hacer una
desoclusión a nivel posterior, pero tienen una importante desventaja que es
que las laminas al introducirse y al contactar el paciente el incisivo
mandibular contra el maxilar están provocando un plano inclinado que
empuja hacia atrás a la mandíbula y al empujarla hacia atrás esta en contra
de conseguir la posición mas superior y anterior que es la posición músculo
esqueletal mas estable que esta relacionada con la RCF. (los contactos
dentarios anteriores son los menos activadores de la musculatura)
Las laminillas de long consisten en un conjunto de espesores de plástico del
espesor de un papel de articular grueso (20 micras), de un ancho aproximado
al de un borde y medio incisal de una pieza anterior, unidas por cualquier
elemento vinculante.
Sabemos por fisiología muscular del fenómeno de “inervación recíproca” por
el cual cuando es estimulado excitatoriamente un músculo protagonista, el
correspondiente antagonista se relaja.
También es de todos conocido que la mordida de algún elemento por las
piezas anteriores, conduce el estímulo a través de las fibras periodontales, el
que por vía aferente llega al SNC, cuya respuesta eferente es la contracción
fundamentalmente de las fibras anteriores del músculo temporal ,elevadoras
por excelencia, (de la misma manera que cuando se muerde a nivel de
premolares y molares , son los músculos masetero y pterigoideo interno ,
quienes resultan contraídos).
Al estimular con los desprogramadores un músculo elevador (temporal),
estamos efectuando la relajación del pterigoideo externo, que es depresor y
responsable del alejamiento del cóndilo mandibular por fuera de su
asentamiento fisiológico: “relación céntrica”
Es esta una forma de romper con el patrón de memoria muscular: “engrama”,
que la oclusión genera para morder permanentemente de una determinada
manera en el caso de que dicha oclusión obligue al cóndilo mandibular a
desplazarse.
Asimismo, al permitir que el proceso sea paulatino, la desprogramación se
produce de manera lenta y sin forzamientos , hasta alcanzar una situación
posicional producto de la relajación del músculo responsable y de la fijación
que el complejo tendinoso establece.
Por otro lado, al ir abriendo paulatinamente la boca, desconectamos aquellos
puntos de contacto que obligan a la mandíbula a viajar por fuera de la
relación céntrica.
Los fundamentos neuro fisiológicos del uso de las laminillas de long son:
A: Al interponer un elemento entre los incisivos, estamos estimulando la
acción del músculo temporal, el que debido a la dirección de sus fibras
anteriores, elevan la coronoides, y con ella al cóndilo en la misma dirección.
B: Al estimular un músculo elevador, por acción reciproca relajamos al
Pterigoideo externo que es depresor.
C: Al relajar el pterigoideo externo, rompemos el espasmo que lleva a la
mandíbula fuera de su posición fisiológica.
D: Desvinculamos el sector posterior, responsable del punto prematuro.
E: Rompemos el engrama establecido a partir del punto prematuro.
3.1.2. REGISTRO DE RELACIÓN CÉNTRICA
Para el registro de la relación céntrica utilizamos la cera Delar (azul), que
debe ser reblandecida en un baño térmico hasta obtener una textura lo
suficientemente dúctil como para hacer con ella un registro de las caras
oclusales de los molares superiores e inferiores y de los incisivos, sin que el
grado de dureza de la cera represente un obstáculo u oposición al
movimiento mandibular de cierre, que pueda alterar el registro.
El registro de la relación céntrica requiere lograr la máxima relajación
mandibular, con amplia libertad de movimientos y en las mejores condiciones
de manipulación, para llevar los cóndilos a la zona de relación céntrica. El
paciente deberá ser tratado previamente con placas de relajación para
conseguir este propósito. El objetivo de esta maniobra será conseguir la
posición de RC.
El primer registro que debe realizarse es en el sector anterior. De esta
manera se consigue controlar visualmente el sector posterior, que no debe
ocluir en ningún momento durante esa maniobra. Estos sectores deben
quedar separados entre sí, como máximo, 2mm.
El regístro del sector anteior se hace con un espesor de cuatro capas de
cera. Debe ser un trozo relativamente pequeño, ya que bastará obtener la
impronta de los incisivos y mantener el control visual de la inoclusión
posterior. Una vez satisfechas las condiciones de manipulación e impresa la
cera con los bordes incisales, se la enfría con agua para que gane dureza y
pueda ser recolocada en la posición registrada. Servirá de matriz o guía para
el registro del sector posterior, evitará la perforación de la cera en el sector
de los molares en el momento del registro y favorecerá la repetición de la
posición mandibular.
El registro posterior se hace con un espesor de doble lámina, de una longitud
no mayor al ancho transversal de la arcada inferior a nivel molar y cuyo
ancho no superará los 12mm.
Previamente, se colocara la obtenida en el registro del sector anterior en las
huellas de los incisivos. Se posiciona la cera del sector posterior,
presionándola suavemente para permitir su fijación en las superficies
oclusales y se manipula la mandíbula para repetir la posición de relación
céntrica ya obtenida.
Podremos relacionar espacialmente los modelos superior e inferior entre sí a
través de esta cera azul. Estos registros formarán un trípode que dará
estabilidad a los modelos en el momento del montaje.
De esta forma se relacionan los modelos a través de la Rc sin contacto
oclusal.
3.1.3 MÁXIMA INTERCUSPIDADACIÓN (MIC)
Este registro se realiza con cera Beauty Pink (rosa) y relaciona los maxilares
entre sí, a través de la mayor cantidad de puntos de contacto oclusales
(MIC). Se denomina también oclusión habitual.
Se recorta una lámina de cera rosa, teniendo como referencia la forma de la
arcada inferior y cuyo tamaño no debe exceder las cúspides vestibulares de
los sectores posteriores. Este registro se hace sin necesidad de manipular la
mandíbula, el paciente deberá morder la cera en forma habitual hasta
perforarla. La cera interpuesta sólo estabiliza los modelos pero éstos están
relacionados entre sí por la oclusión, en este caso no hay espacio entre el
modelo superior y el modelo inferior.
Una vez obtenidos estos registros, tendremos la posibilidad de relacionar los
modelos entre sí de dos maneras a través de los contactos oclusales (MIC) o
a través de la relación cóndilo/cavidad glenoidea (RC).
3.2. COINCIDENCIA ENTRE OCLUSIÓN HABITUAL Y RELACIÓN
CÉNTRICA
3.2.1. IMPORTANCIA CLÍNICA
La oclusión del paciente no debe constituir una factor de desadaptación de
una posición óptima. En otras palabras, estamos hablando de hacer coincidir
la relación céntrica condilar, con la oclusión máxima o MIC.
De esta forma:
• Se evitarán deslizamientos céntricos que provoquen movilizaciones
dentarias.
• Se asegurará el fisiologismo neuromuscular normal.
• Se protegerán los componentes articulares, al favorecer una posición
discocondilar adecuada.
• Se evita desgastes oclusales.
• Ausencia de sonidos de ATM.
• Límite de apertura durante el movimiento.
• Dolor miofacial.
• Espasmo de la musculatura mandibular.
En los casos en que se modifique una oclusión mediante un tratamiento
ortodóncico, debemos tener como objetivo fundamental la coincidencia RC –
MIC. No sólo constituirá un objetivo ante la presencia de signos patológicos,
para su eliminación, sino que lo será también en los casos de ausencia de
estos síntomas, con la finalidad de no agregar un factor que eventualmente
los produzca.
El clínico debe estar preparado para determinar la condición de las ATMs y, a
través del manejo de placas de desprogramación, eludir el comportamiento
muscular anormal que pueda inducir a error en la obtención de datos con
posturas mandibulares lejanas a la relación céntrica. Se hace entonces
imprescindible la incorporación del articulador en la rutina diagnóstica del
ortodoncista.
La planificación, por su parte, deberá estar dirigida al logro de objetivos más
amplios, que incluirán desde una perspectiva gnatológica, la obtención de
una relación de máxima intercuspidación oclusal coincidente con la relación
céntrica. Si no es así, el tratamiento de ortodoncia puede generar o perpetuar
una desarmonía articular.
En el aspecto estrictamente oclusal, los objetivos incluirán los conceptos de
oclusión funcional, para lo cual deberán obtenerse posiciones dentarias muy
similares a las descritas por Andrews en sus “Seis llaves de la oclusión
normal”.
Durante la función, la lateralidad se hará con guía canina y en protrusiva
tendremos una guía incisiva. Esta guía anterior, deberá armonizar con los
movimientos límites dictados por las ATMs. En máxima intercuspidación, no
habrá contacto entre los dientes anteriores, y durante cualquier movimiento,
los dientes posteriores se encontrarán en desoclusión (oclusión mutuamente
protegida).
La cefalometría, que provee datos sobre posiciones dentarias, relación de
bases esqueléticas y proporciones faciales, se realiza habitualmente a partir
de una telerradiografía obtenida en máxima intercuspidación. Por lo que el
trazado se realiza con los cóndilos en una posición que depende de esa
oclusión en MIC. En muchos casos, estarán con un grado de distracción
importante desde la posición de RC.
Un diagnóstico que partiera de esa posición habitual, podría llevarnos a
cometer errores de diagnóstico y planificación.
Un ejemplo clásico de esto es una Clase I, que sin una evaluación
gnatológica previa, se planifica con cuatro extracciones. El paciente, en
realidad, presentaba una oclusión habitual de Clase I, y al ser
desprogramada, la mandíbula sufría una importante modificación en su
posición, convirtiéndose en una relación de Clase II. Esto cambia totalmente
los valores cefalométricos del caso. Es un paciente con una convexidad
mayor, mas dolicofacial, la posición del I al A-Po varía de tal manera que no
necesita ser retruído, haciendo innecesarias las extracciones inferiores. Se
transformó en un caso de Clase II que requiere extracciones superiores
solamente.
La no consideración de la cefalometría inicial en posición de RC, podría
habernos llevado a un diagnóstico erróneo.
Pensar que es posible tratar el caso en oclusión habitual, posición en la que
habría sido diagnosticado erróneamente, no es aceptable por dos motivos:
1. No estamos respetando el objetivo de rehabilitar esa oclusión en RC
con un tratamiento de ortodoncia.
2. Es muy probable que el sólo hecho de instalar la aparatología en boca
y producir cambios oclusales, actúe como un desprogramador
muscular y la mandíbula llegue espontáneamente a la RC, por lo que
el tratamiento deberá encaminarse a solucionar el problema en esa
nueva posición. Tomando como base el ejemplo anterior, si esto
ocurriera después de realizadas las extracciones inferiores, el error
sería muy difícil o aun imposible de reparar.
3.2.2 CONVERSIÓN CEFALOMÉTRICA
Queda claro entonces, que el diagnóstico debe partir de RC, por lo que
deberá ajustarse la cefalometría obtenida en MIC, mediante el proceso
anteriormente mencionado, conversión cefalométrica, que utiliza como
base los datos aportados por los registros condilares del articulador.
No sería correcto realizar la teleradiografía con el paciente en RC, porque las
interferencias provocadas por los contactos prematuros distorsionarían la
dimensión vertical del caso, alterando una gran cantidad de medidas. La
conversión cefalométrica, en cambio, coloca la mandíbula en RC evitando los
efectos de dichas interferencias.
Debe aclararse que este procedimiento ésta reservado sólo para casos de
discrepancia importante entre la RC y MIC. Hacerlo en casos de pequeñas
diferencias no es necesario, porque las variaciones del cefalograma serían
mínimas.
Trazado sobre la telerradiografía obtenida en MIC (patrón mesofacial, según
Ricketts).
Trazado sobre la telerradiografía obtenida en MIC y convertida a RC (patrón
dolicofacial leve, según Ricketts).
3.2.3. Descripción de caso.
Paciente femenino de 14 años de edad, su resumen diagnóstico es:
maloclusión clase I molar, clase II esqueletal, protrusión bimaxilar,
convexidad de +14mm, VERT de -1 (dolicocéfalo).
Presenta un importante desplazamiento sagital y relación céntrica cuyo
promedio es de + 6.25mm sagital, + 5.0mm vertical y 0.5mm transversal,
magnificando la anomalía de clase II en relación céntrica y cuyo diagnóstico
podría ser erróneo si se realizara sólo en estática y en máxima
intercuspidación su diagnóstico.
Obtención del segundo cefalograma y cefalometría correcta, con el proceso
de conversión cefalométrica
3.3. ASPECTOS DE LA OCLUSIÓN Y LAS DECISIONES ORTODÓNCICAS
Inicialmente, en las etapas de examen y diagnóstico, se vuelve indispensable
investigar además de la maloclusión morfológica, la presencia de maloclusión
funcional. Para lo cual, además de la obtención de la historia clínica y
examen funcional del paciente, los análisis cefalomértricos, fotográficos y de
modelo, deberán ser hechos en relación céntrica.
Eventualmente, exámenes complementarios, por medio de imágenes de las
articulaciones temporomandibulares, son bastante útiles. Para esto, pueden
ser solicitados exámenes conocidos como tomografías laterales corregidas
de las ATM, tomografías computarizadas, imágenes de resonancia
magnética estáticas o dinámicas, artrografías, entre otros.
En presencia de contactos prematuros e interferencias oclusales, la acción
del sistema neuromuscular, crea un patrón funcional de protección, que
dificulta la manipulación mandibular e impide que se visualice la real
maloclusión, al examinarse directamente los pacientes, las teleradiografías
laterales de la cara, o los modelos ortodóncicos en la posición de máxima
intercuspidación. Así se vuelve esencial la adopción de instrumentos y
conductas, para que el examen y el diagnóstico del paciente sean realizados
en RC, como es explicado por Roth (1981) e Barbosa (1994).
Presencia de contacto prematuro
Con esta misma finalidad, pacientes que buscan tratamiento ortodóncico, y
que presenten determinados signos y/o síntomas de desequilibrio funcional
del sistema estomatognático, deberán, después del examen detallado,
someterse aun periodo inicial de desprogramación neuromuscular. Además
de desenmascarar la verdadera maloclusión, la referida desprogramación
esclarece consideraciones importantes, informando sobre la posibilidad de
eliminarse los signos y síntomas presentes, al modificarse la oclusión; de
alcanzarse una posición mandibular estable; y demostrar si el paciente
tendrá o no, comodidad en la nueva posición mandibular, antes de iniciar
cualquier tipo de tratamiento.
Cuando
son
obtenidas
respuestas
afirmativas
a
aquellas
tres
consideraciones, están indicadas intervenciones en la oclusión. Cuando son
negativas se deben considerar otros factores etiológicos de disfunción,
además de los ligados a oclusión y como consiguiente, abordajes de
tratamiento correspondientes.
El análisis de los modelos en articulador semiajustable, en relación céntrica,
permite la visualización integral de la verdadera maloclusión, que se
desenmascara cuando es eliminada la acomodación mandibular producida
por la acción del sistema neuromuscular frente a las interferencias y
contactos prematuros. De esta forma, maloclusiones Clase I pueden
revelarse, cuando en RC, hay maloclusiones de Clase II; las de Clase III,
aparentemente quirúrgicas, pueden ser tratadas ortodóncicamente, y de ahí
en adelante. Por esta razón, Roth (1981) afirma no ser posible creer en lo
que se ve en la boca.
El examen de los modelos montados en RC permite también, localizar el
contacto oclusal prematuro, responsable por el fulcro o deslice mandibular
entre RC y MIC. Usualmente, se evidencia un único contacto dentario en la
posición de RC, situado frecuentemente, en los últimos dientes involucrados
de uno de los lados de los arcos. Pueden también estar presentes dos
puntos de contacto en RC, siendo uno a cada lado del arco.
Vista intrabucal de la oclusión en máxima intercuspidación, denotando ligera
maloclusión Clase II. El montaje de los modelos en Rc, evidenció maloclusión
Clase II más severa y menor sobremordida.
Los modelos montados en RC pueden ser de gran valor, ayudando en la
elección de la mejor alternativa de tratamiento. Así, pueden ser simuladas
diferentes opciones de tratamiento, en varios pares de modelos montados en
RC, de un mismo individuo, antes de que cualquier intervención irreversible
sea realizada directamente en el paciente.
En un caso de mordida abierta anterior, por ejemplo, se pueden probar los
resultados de movimientos ortodóncicos simulados de intrusión, coordinación
transversal o corrección de torque. No habiendo respuesta favorable, se
pueden probar, en un segundo par de modelos, la hipótesis de ajuste oclusal.
En otro, la necesidad de rehabilitación bucal y, finalmente, en un último, la
indicación de cirugía ortognática para la impactación maxilar. Se aumentan
de esta forma, la previsibilidad de éxito del mismo, pues de eliminan
anticipadamente, opciones que si se adoptan, serán inadecuadas o
insuficientes con el agravante de que muchas veces sean irreversibles. Este
hecho por si solo justifica el trabajo involucrado en el diagnóstico en RC. La
familiaridad con los procedimientos necesarios y el tiempo para la aplicación
de los mismos se muestran altamente compensados, tanto para el clínico
como para sus pacientes.
Determinados articuladores semi-ajustables proveen las medidas de los
desplazamientos condilares, en milímetros, entre las posiciones de RC y
MIC, en los tres planos del espacio. Aquellas informaciones permiten, por un
simple proceso de conversión, el análisis cefalométrico en RC, partiendo de
telerradiografías obtenidas en MIC. El empleo de elementos de diagnóstico
obtenidos o convertidos a la posición RC, hace posible la opción pos plan de
tratamiento que deben, a su ves, favorecer la finalización del caso en aquella
posición, o muy cerca de ella. Por tanto, la búsqueda de la coincidencia o
mínima discrepancia entre RC y MIC, al final del tratamiento ortodóncico,
tiene relación directa con los métodos de diagnóstico adoptados y con el plan
de tratamiento escogido.
Para aclarar la interelación entre los objetivos funcionales a ser alcanzados y
el plan a ser escogido, se puede adoptar como ejemplo, la maloclusión de
Clase II. El ortodoncista dispone en la actualidad de diversos métodos de
corrección de aquella maloclusión. Pueden ser citados el redireccionamiento
del crecimiento craneofacial, por medio de anclaje extrabucal de apoyos y
direcciones diversos; la distalización de los dientes superiores, por medio de
resortes, ansas, magnetos, etc; la mesialización de los dientes inferiores;
diferentes alternativas de extracciones de dientes permanentes; tratamientos
ortodóncico-quirúrgicos, entre otros. Entre las posibilidades citadas, algunas
incluyen mayor riesgo de aumentar más, la discrepancia condilar, ya
existente antes del tratamiento. Otras mantienen o inclusive disminuyen la
discrepancia condilar inicial.
La distalización o extrusiones dentarias, o aun el incremento de crecimiento
vertical de la posición media de la cara, ocurridos sin el correspondiente
crecimiento vertical de la rama ascendente de la mandíbula, resultarán en
rotación horaria de esta última, introduciendo una tendencia de apertura de la
mordida anterior. Surgen entonces, dos posibilidades: El paciente desarrolla
mordida abierta anterior o, para alcanzar la máxima intercuspidación,
desplaza aun más los cóndilos mandibulares en un fenómeno denominado
“distracción condilar”.
Desde el punto de vista funcional, ninguna de aquellas posibilidades parece
interesante, especialmente para los pacientes dolicofaciales.Una vez que
aquél tipo de patrón facial se caracteriza por la hipotonicidad muscular,
cualquier contacto prematuro puede resultar en mayor distracción condilar
que, a su vez, puede implicar alteraciones articulares internas, tales como
flacidez de los ligamentos colaterales disco-condilares, desplazamientos y
deformidades de los discos, entre otras (Bell 1990).
Al contrario de los que pueda parecer, pacientes braquifaciales también
están sujetos a las discrepancias condilares entre RC y MIC, de magnitudes
considerables. Sin embargo, por presentar músculos mas desarrollados y
potentes, se corre el riesgo de imputarse a ellos, la capacidad irrestricta de
soportar cualquier discrepancia condilar y de adaptarse a cualquier exigencia
funcional.
En determinados casos, las extracciones restrictas a los premolares
superiores pueden constituir mejor alternativa que las medidas “heróicas” en
el tratamiento de las maloclusiones clase II, donde intentos de corrección sin
remoción de dientes permanentes, acaban introduciendo riesgos a la
estabilidad de los resultados, además de comprometer la estética facial y la
slud del sistema estomatognático.
Las maloclusiones conocidas como “limítrofes”, se caracterizan por la
dificultad para escoger un plan de tratamiento que pueda incluir extracciones,
desgastes o protrusiones dentarias, a fin de solucionar discrepancias
moderadas de modelo. En algunos de estos casos, donde la sobremordida
anterior se presenta insuficiente, las extracciones pueden ser la alternativa
mas indicada para que se establezcan guías anteriores suficientes.
Evidentemente, el control del cierre de los espacios de las extracciones de
los casos limítrofes debe, no solo, beneficiar las guías anteriores, sino
también resguardar tanto como sea posible, a la estética facial. Este
constituye por lo tanto, solamente un ejemplo más, donde objetivos de la
oclusión funcional interfieren en la escogencia del plan de tratamiento
ortodóncico.
Cumplidas las etapas de examen y diagnóstico en RC y definido el plan de
tratamiento, el desafío siguiente se relaciona con el control mecánico, que
posibilite el alcance de los objetivos establecidos.
Se debe resaltar que la obtención de las características funcionales de la
oclusión no depende de una determinada técnica ortodóncica fija.
Son
válidos todos los tipos de mecánicas, deben ofrecen control eficiente en el
movimiento de los dientes y de los arcos, en los tres planos del espacio, y
que permitan la consecución del plan de tratamiento escogido.
Independientemente de la técnica adoptada, determinamos cuidados deben
ser recordados, a fin de evitar la distracción condilar.
El primero de ellos se relaciona con la exactitud en la construcción de los
aparatos. La localización correcta de los accesorios debe buscar no solo el
control de la posición vertical, de las angulaciones y de las inclinaciones de
los dientes, sino tambien evitar extrusiones innecesarias de los mismos,
especialmente de los posteriores, pues, pueden inducir a agravar la
distracción condilar.
Según Ayala y Sapunar (1993), se debe evitar el empleo simultaneo de arcos
rígidos y pesados en ambas arcadas, en pacientes dolicofaciales. Los arcos
rígidos y gruesos eliminan cualquier espacio entre el arco y el slot de los
brackets, e impiden pequeños movimientos de intrusión, ante contactos
prematuros. Se aumentan así, las posibilidades de apertura de la mordida
anterior o de rotación antihoraria de la mandíbula, con consecuente
distracción mandibular. Tales riesgos son mayores, principalmente en
pacientes con musculatura hipotónica, característica de los dolicofaciales.
Importante atención se debe dar a los segundos molares, especialmente a
los superiores, una vez mas son el objetivo de evitar la distracción de los
cóndilos. Estos, generalmente irrumpen con acentuada inclinación vestibular,
siendo con frecuencia, responsables por los contactos prematuros en RC y
por las interferencias en el lado de no trabajo. Tal circunstancia,
prácticamente vuelve obligatoria la inclusión de los segundos molares en las
correcciones ortodóncicas. Este aspecto influye por tanto en la selección de
la época más conveniente para iniciarse el tratamiento. Como regla general,
la fase correctiva con aparatos fijos debe iniciarse después de la erupción de
los segundos molares, a nos ser que la maloclusión presente exija
intervención inmediata.
La inclusión de los segundos molares superiores en la corrección no implica
necesariamente,
que
los
mismos
sean
alcanzados
por
los
arcos
ortodóncicos. La nivelación de los referidos dientes, en pacientes
dolicofaciales con curva de Spee acentuadas, puede resultar en la extrusión
de los mismos, con la consiguiente apertura de la mordida anterior. Para
evitar tales posibilidades, la correción de los segundos molares superiores
puede ser hecha por medio de barras palatinas, que ofrecen la posibilidad de
realizar movimientos de expansión, contracción, rotación, inclinación,
intrusión y torque.
La búsqueda de la perfección en la etapa de finalización de los casos,
requiere tiempo y atención del ortodoncista, además de clama y cooperación
de los pacientes. De esta manera, la opción de planes de tratamiento mas
objetivos y mecánicas correctivas mas eficientes, resulta en correcciones
ortodóncicas más rápidas, garantizando, en la importante fase de
finalización, tiempo suficiente y buena voluntad de los pacientes, para
adoptar las medidas necesarias.
Así como en la etapa de examen y diagnóstico, el análisis intrabucal de los
resultados ortodóncicos alcanzados presenta limitaciones. De esta forma, es
de toda conveniencia examinar los modelos en Rc, antes de la remoción de
los aparatos, a fin de identificar de forma precisa, detalles que puedan se aun
fácilmente trabajados con los aparatos fijos. Tales detalles, cuando son
olvidados, puedan comprometer la calidad o estabilidad de los resultados.
Es importante evaluar lo casos de ortodoncia desde el principio en relación
céntrica. Si no, se pueden cometer graves errores en el diagnóstico. Se debe
controlar esta posición a lo largo del tratamiento y es fundamental reevaluar
la posición mandibular al empezar la parte final del tratamiento. Antes de
acabar el caso puede resultar necesaria una corrección adicional, por
ejemplo, con elásticos intermaxilares.
En los pacientes con Clase I y con los cóndilos en relación céntrica se debe
comprobar la existencia de interferencias en excursiones laterales y en
protrusiva. Durante el movimiento de protrusión es importante que los ocho
dientes anteriores de la arcada inferior hagan contacto con los seis dientes
anteriores de la arcada superior sin que existan contactos posteriores. En las
excursiones laterales, en el paciente debe existir una guía canina con ligero
contacto anterior y disoclusión de los dientes posteriores tanto en el lado de
trabajo como en el de balanceo.
CAPITULO IV
4. RECOPILACIÓN DE DATOS
4.1. MATERIALES Y MÉTODOS
La recopilación de datos para el estudio, fue realizada en el postgrado de las
maestrías en ortodoncia, llevadas a cabo en La Paz y Oruro por los mismos
profesionales tratantes, son un total de 62 pacientes.
Se trabajó con el articulador Bio-Art semiajustable modelo 4000 y con el arco
facial del mismo articulador. Se utilizó Cera Beauty Pink (rosa) prara el
registro de oclusión habitual; y la cera Delar (azul) para el registro de la
relación céntrica.
Ceras
Articulador
4.2. RESULTADOS
En el estudio realizado sobre un total de 62 pacientes, se encontró: que la
MIC coincide con RC en el 16.12%; existe una menor discrepancia (1 a 2
mm) en el 67.7%; y una mayor discrepancia (3 a 4 mm) en el 16.2%, lo que
significa que del total de la muestra, 10 pacientes presentan problemas en la
articulación.
25
20
15
10
5
0
Igual
1mm
2mm
3mm
4mm
62 Pacientes
El uso del articulador, nos determina una posición osea dentaria inicial franca
y única, donde todo el sistema estomatognático se encuentra excluido. En el
estudio realizado se determina que un porcentaje de 6.2% presenta una
mayor diferencia entre 3 y 4mm, lo que indica que puede haber aparejado un
problema articular o hiperlaxitud. Esta diferencia nos indica que se necesitará
un tratamiento ortodóncico diferente al que se hubiera realizado en una
diferencia de 0mm.
Tomemos en cuenta que en algunos casos cuando la diferencia es
considerable necesitaremos confeccionar aparatos de desprogramación,
para reubicar el cóndilo en relación céntrica. Y nuestro tratamiento podrá ser
mas complejo, pasando incluso por Cirugía ortognática.
4.3. CONCLUSION
En pleno siglo XXI todavía se sigue polemizando sobre el diagnóstico en
relación céntrica en odontología, reconocemos que existen muchas
limitaciones, dentro de las cuales la primera es en lo económico y la segunda
es en realizar un diagnóstico superficial y simple sin profundizar en el origen
causal de la maloclusión, debemos dar el cambio para realizar un diagnóstico
correcto en relación céntrica en odontología y con mucho más razón en
ortodoncia, debiendo familiarizarnos con el diagnóstico instrumental como lo
comenta Cordray FE.
Es frecuente encontrar que los puntos altos prematuros en nuestros
pacientes condicionan una distracción del cóndilo y mandíbula, creando
dobles mordidas o discrepancias sagitales, verticales o transversales
importantes que alteran el diagnóstico en ortodoncia, ampliamente descrito
por muchos autores.
En el diagnóstico en ortodoncia es necesario considerar la posición
mandibular en RC y determinar la variación existente hasta la MIC u oclusión
habitual, evitando errores de diagnóstico al cuantificar este desplazamiento
antes, durante y después del tratamiento ortodóncico, siendo de vital
importancia, asi como disminuirlo y que coincida RC con MIC para garantizar
una estabilidad oclusal y articular fisiológicamente sana.
CAPITULO V
CASO CLINICO Nº1
Paciente: Jorge Kalafatic
OCLUSIÓN HABITUAL
RELACION CENTRICA
PUNTOS DE CONTACTO
21 años
CASO CLINICO Nº2
Paciente: Ljubomir Kalafatic
OCLUSIÓN HABITUAL
RELACIÓN CÉNTRICA
PUNTOS DE CONTACTO
20 años
CASO CLINICO Nº3
Paciente.- Gabriela Mayta
OCLUSIÓN HABITUAL
RELACIÓN CÉNTRICA
PUNTOS DE CONTACTO
CASO CLINICO Nº4
Paciente: Zulma Mallcu
OCLUSIÓN HABITUAL
RELACIÓN CÉNTRICA
PUNTOS DE CONTACTO
21 años
CASO CLINICO Nº5
Paciente: Hissabo Salazar M.
OCLUSIÓN HABITUAL
RELACIÓN CÉNTRICA
PUNTOS DE CONTACTO
11 Años
CASO CLINICO Nº6
OCLUSIÓN HABITUAL
RELACIÓN CÉNTRICA
CAPITULO VI
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