IMPLEMENTACION DEL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL ACUSATORIA/ORDEN DE APREHENCION/ DETENCION POR FLAGRANCIA DEL DELITO/DENTENCION O PARO DE TRAFICO POR OMISION A UNA ORDEN DE ALTO I.-IMPLEMENTACION DEL SISTEMA DE JUSTICA PENAL ACUSATORIA “El cambio institucional no es solamente lento; es también impredecible y conflictivo. Quien haya pensado que puede diseñar un programa amplio de reforma para implementarlo en cinco años, no vive en el mundo real”. Linn Hammergren. La década de los 70 puso a América Latina en el centro del mapa en cuanto a la lucha por los Derechos Humanos (DH), la igualdad y la justicia. Decenas de dictaduras en la región fueron, indirectamente, las causantes de que la sociedad se organizara y defendiera derechos elementales de los ciudadanos. La cooperación internacional en los 70 y 80s fue la puerta de entrada a tratados y acuerdos que cambiaron la configuración de las leyes. De tal suerte que a finales del siglo xx, poco a poco, los países latinoamericanos cambiaron sus modelos penales a sistemas en los que la garantía humanista fuera, ante todo, el eje de los procesos y de la impartición de la justicia. El 18 de junio de 2008, casi 30 años después de que los primeros países de la región lo hicieran, México, por fin, promovió cambios a su Constitución para dar el primer paso de un camino arduo y ambicioso: modificar el Sistema de Justicia Penal, con todo lo que implica hacer una Reforma de este tipo. México es el 13º país más extenso del mundo, pero no sólo su tamaño lo hace complejo, también su multiculturalidad: su conformación multiétnica, su estructura orográfica y su situación social. Por ello, implementar un solo modelo de justicia penal, homologar procesos y criterios es, de por sí, una tarea gigante. Podría decirse que es incomparable a otra Reforma similar en cualquier otro país. Fueron 8 años, y miles de horas de personas las que trabajaron arduamente para que esta misión se volviera realidad, y esto apenas está comienza. La Necesidad de la Reforma El sistema penal tradicional tenía más de 100 años de que se había instaurado en el país. En su momento, las valoraciones de cada parte del proceso eran válidas y la ciencia aplicada en ese momento carecía de la confianza y certeza con la que goza ahora. La distancia entre la ciencia y la justicia, permitía suponer que cuando una persona cometía un delito y lo confesaba, no había nada más que hacer. Así, obtener una confesión (la “reina de las pruebas”), a como diera lugar se convirtió en el día a día en el trabajo de quienes impartían justicia. Su regulación no permitía, en la práctica, un pleno respeto a la presunción de inocencia. Por Fin la Reforma El 18 de junio de 2008, México despertó con lo que se ha considerado el cambio más importante en materia penal en la historia de nuestro país: el Diario Oficial de la Federación publicó un decreto que reformaba en México La Implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio en México Octubre 2016 | 15 ARTÍCULO 10 artículos de la Constitución mexicana: 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22; las fracciones xxi y xxiii del artículo 73; la fracción vii del artículo 115 y la fracción xiii del apartado b del artículo 123. Además, abrió un periodo de 8 años para que la Federación y todas las entidades implementaran este nuevo modelo de justicia penal. ¿Qué implicaría? Modificaciones normativas, generación de nueva infraestructura, desarrollo de modelos de gestión distintos, capacitación a miles de operadores y difusión del nuevo modelo de justicia entre la población, junto con muchas otras cosas más. Pero, ¿en qué se basaba la Reforma? Ante todo, quedaba establecido un proceso penal de corte acusatorio y oral, que busca cumplir con los postulados en materia de dh que se encuentran inscritos en distintos instrumentos internacionales que México ha suscrito y ratificado desde la década de los 70. Principalmente demandaban a nuestro país un sistema de justicia penal que fuera, ante todo, garantista, pero no sólo para unos, sino para todos los mexicanos. El objetivo principal de la Reforma fue dar un sentido más humano a la justicia penal; acercarla a la gente. Que fuera respetuosa de los dh, confiable y oportuna para la ciudadanía. El nuevo modelo buscaría impartir, ahora sí, una justicia expedita y gratuita con base en un medio eficaz, orientado al esclarecimiento de los hechos y no a defender una confesión; a la reparación del daño y no al castigo del infractor; a proteger a los inocentes y no a promover la impunidad; sus operadores contarían con las condiciones idóneas para ejercer un desempeño profesional y transparente de cada una de sus funciones. Se trató, en suma, de lograr una nación más justa, en la que la ley proteja a todos por igual, en sus derechos y en sus libertades. Ahí estaba el objetivo y, sobre todo, el reto. De esta forma, el éxito de cualquier política pública (y en especial de ésta que nos atañe), requiere, además de su implementación, una serie de estrategias eficaces de seguimiento. Por ello la decisión del Estado mexicano de dar continuidad a los trabajos encaminados hasta ahora a la consolidación del sistema de justicia penal resulta de vital importancia. Diversos estudios al respecto han calculado que será necesario un plazo aproximado de entre 5 y 9 años para lograr la consolidación del Sistema de Justicia Penal en México. Para poder lograrlo, el Estado deberá, en ese periodo, implementar las medidas necesarias: Continuar con la capacitación de los operadores del Sistema de Justicia Penal. Mejorar la infraestructura y equipamiento de las instituciones. Subsanar y concluir los asuntos del sistema mixto o tradicional. Fortalecer el equipamiento en especialidades forenses de las áreas de servicios periciales para mejorar la investigación científica del delito. Continuar impulsando la actualización de los Programas y Planes de Estudio de la Licenciatura en Derecho y Posgrado, conforme al Sistema de Justicia Penal Acusatorio. Fortalecer las campañas de difusión a nivel federal y en las 32 entidades de la república para impulsar el cambio cultural en la sociedad, dejando claro que en algunos casos justicia penal no es igual a prisión, por lo que la aplicación de la justica debe dejar de verse como castigo. Dar seguimiento a los resultados de la operación a través de indicadores de desempeño. Impulsar un modelo de operación para las Comisiones de Atención a Víctimas en las entidades federativas. En el marco de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, impulsar planes de implementación y operación el Sistema de Justicia para Adolescentes en las entidades federativas y en la Federación. En el marco de la Ley Nacional de Ejecución Penal, trabajar en su implementación para desarrollar las nuevas figuras procesales y los nuevos roles operativos, a fin de lograr la reinserción social. Fortalecer el funcionamiento de las áreas de Seguimiento de Medidas Cautelares y Suspensión Condicional del Proceso, en las entidades federativas y en la Federación, para una óptima operación. Perfeccionar el modelo de operación para las áreas de Justicia Alternativa de las Procuradurías, Fiscalías y Tribunales de las entidades federativas y de la federación. Diseñar modelos únicos que sirvan de base a las entidades federativas y a la Federación para impulsar las áreas de Policía Procesal. II.- ORDEN DE APREHENCION