Subido por sebastián benavides

expo cos macro

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Corto plazo
La crisis fue el peor desastre económico estadounidense desde la Gran Depresión. En los
Estados Unidos, el mercado de valores se desplomó, eliminando casi $ 8 billones en valor entre
fines de 2007 y 2009. El desempleo aumentó, alcanzando un máximo del 10 por ciento en octubre
de 2009. Los estadounidenses perdieron $ 9.8 billones en riqueza a medida que el valor de sus
viviendas se desplomó y sus cuentas de jubilación se evaporaron.
“Fue un impacto tan grande para el sistema económico que desató una dinámica que aún
no comprendemos del todo”, dijo Joe Brusuelas, economista jefe de RSM, una firma de auditoría
y asesoría.
Largo plazo
La economía estadounidense se ha recuperado en gran medida. A fines de agosto, el mercado de
valores de EE. UU. estableció un récord por el alza de precios más prolongado de su historia,
reabasteciendo las cuentas de jubilación de los trabajadores que permanecieron invertidos durante
episodios de volatilidad. Los precios de la vivienda también han hecho un rebote, lo que ha
empujado a la riqueza inmobiliaria total a superar los niveles observados en el pico anterior a la
recesión. El desempleo es bajo, en 3,9 por ciento en julio.
"Es justo decir que la crisis fue una calamidad financiera para los propietarios de viviendas en
todas partes, pero ahora casi todos han recuperado lo que perdieron en esa recesión", dijo Mark
Zandi, economista jefe de Moody's Analytics.
Aun así, la recuperación no ha impulsado a todos los consumidores por igual. Muchos trabajadores
han luchado por conseguir trabajos que pagaran tan bien como los puestos que tenían antes de la
recesión. Ese cambio, combinado con el tiempo que pasó sin trabajar y otras caídas en la
productividad desde la crisis, ha llevado a una pérdida de alrededor de $70,000 en ingresos de por
vida para cada estadounidense, según una estimación del Banco de la Reserva Federal de San
Francisco. A finales de 2017, 4,4 millones de propietarios estaban bajo el agua de sus hipotecas,
lo que significa que debían más de lo que valían sus casas, según la empresa de bienes raíces
Zillow.
Tras el estadillo de la crisis, se expandió rápidamente a otros sectores y países. Lo que en
un comienzo fue la crisis de hipotecas subprime, evolucionó a ser la mayor crisis económica a
nivel global. Como resultado del estadillo, las primeras instituciones que se vieron gravemente
afectadas, como se ha señalado antes, fueron los bancos de inversión. Las aseguradoras también
pasaron por graves dificultades, como el caso de AIG, debido a su incapacidad para hacer frente a
todos los contratos de seguro que habían expedido cubriendo el impago de vehículos respaldados
por hipotecas subprime.
Las agencias de ráting vieron su imagen muy dañada tras el estallido de la crisis, pues se
las acusaba de la elevada calificación que habían otorgado a activos cuya solvencia y composición
era más que cuestionable. También, aquellos bancos comerciales que no quebraron quedaron
descapitalizados, poniendo en riesgo los depósitos de miles de clientes.
Por último, la Reserva Federal y su actuación quedó en entredicho, pues se vio que debería
haber jugado un papel mucho más importante en la supervisión y control de las entidades
financieras.
En definitiva, tras la crisis financiera de 2007 y los fenómenos anteriormente descritos, el
flujo de dinero en los mercados internacionales de crédito se frenó en seco. La crisis se extendió
globalmente, afectando en menor o mayor medida a todos los países. Europa es una de las zonas
que más afectada se vio, por diversos motivos.
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