Análisis de la película: Un milagro para Helen La vida de Helen cambia radicalmente a los 19 meses de edad, donde una fiebre muy fuerte la deja, ciega, sorda y muda. Vive en el seno de una familia adinerada. Los primero años de vida fueron relativamente fáciles para los padres, pero todo cambia cuando Helen se vuelve una niña malcriada y grosera, su comportamiento es muy agresivo debido a sus padres; ellos siempre le daban dulces o primeros para calmar su comportamiento, lo cual provoco que interpretara que ese comportamiento era bueno y debía hacerlo para obtener premios. Fue llevada a hospitales e internados, pero poco pudieron hacer, además su madre no le gustaba la idea de mandarla lejos. La vida de Helen toma otro giro a la llegada de su ‘’maestra’’ Anne que utiliza lentes negros por complicaciones en su visión. El trabajo de Anne se vio dificultado porque los padres solo apoyaban económicamente y no de manera emocional o moral, ella decide educarla de manera intima o lo que llamamos educación informal, se queda sola con ella, con el fin de formar una persona autónoma que no dependiera de sus mentores 24/7. Algo que queda más claro, es el trato diferente de un hijo con una ‘’enfermedad’’ se debe tratarlo como si no la tuviera para no hacerlo a un lado o que reciba tratos especiales, se debe cuidar, pero no sobreproteger, ya que esto puede generar una persona difícil de tratar. La niña sale de su cascaron cual pollo de su huevo, puede decirse que es libre al poder hacer cosas por si misma. Finalmente, podemos decir que la película nos deja una gran enseñanza respecto al trabajo de los docentes, y lo importantes que son en la vida de los educandos, que no hay nada imposible con trabajo y constancia.