con este texto es menester realizar una contextualización acerca del control constitucional que los tratados a la luz el derecho internacional Hasta 1991 en nuestro país las relaciones internacionales y particularmente los tratados pertenecían casi en forma exclusiva a la competencia del poder ejecutivo para su negociación firma y ratificación y al poder legislativo para su aprobación interna mediante una ley y encontramos que excepcionalmente al Poder Judicial, representado por la Corte Suprema de Justicia y en virtud las demandas te importa nacionalidad presentadas por los ciudadanos en ejercicio de la acción prevista en la constitución de 1886, ni a la posibilidad de pronunciarse sobre la Constitución guion Navidad de los tratados internacionales aprobados por el Congreso de la República y de las leyes respectivas. Sin embargo toma el criterio predominante de la Corte Suprema de Justicia fue el de declararse inhibida o sin jurisdicción para conocer la inconstitucional ciudad de este tipo de leyes en la medida que hacían parte de actos jurídicos complejos de derecho internacional y su naturaleza era especial un aseguraba la corte también que la declaratoria de inconstitucionalidad de una ley aprobatoria tratado podía generar para el Gobierno un conflicto toma teniendo en cuenta que intencionalmente está obligado a cumplir lo acordado e internamente debía respetar esta decisión de la más alta corte, sin embargo, la Corte Suprema en algunas ocasiones matizo su posición aceptando la revisión te bajo ciertas condiciones. Todas las series qué contradicciones a nivel jurisprudencial y los innumerables salvamentos devoto que se presentaron al decidir sobre el particular, fueron tenidas encuentra por el constituyente en 1991 fue así como la nueva Constitución modificó por completo la situación al establecer que la corte constitucional, creada por esta misma Constitución debe realizar de oficio el control constitucional de los tratados internacionales. Ahora bien, una ves visto lo anterior la Corte Constitucional con respecto a la aprobación de la convención de Viena acerca del derecho de los tratados por medio de sentencia C 400 de 1998 manifesto lo siguiente Con respecto a la competencia la corte basada en términos del numeral 10 del articulo 242 de la Carta POLITICA, se proclamó competente para ejercer un control integral, previo y automatico sobre la constitucionalidad de los tratados internacionales y de las leyes que los aprueben. En este caso “ Convencion de Viena sobre el Derecho de los tratados entre Estados y Organizaciones internacionales ”, hecha en Viena el 21 de marzo de 1986 y de la ley No 406 del 24 de octubre de 1997 por medio de la cual se aprobó dicha Convencion. La Corte procedio entonces a estudiar la constitucionalidad del tratado y de su ley aprobatoria, tanto por motivos de fondo como por razones de forma En relación con esto la corte observo que el gobierno colombiano confirió plenos poderes a Carlos Restrepo, embajador ante la conferencia de las naciones unidas sobre derecho de los tratados referidos a organizaciones internacionales expresamente lo autorizo a firmar la presente convención y Por consiguiente, el tratado en cuestión fue regularmente suscrito por el estado colombiano ya que el presidente dio su aprobación ejecutiva al tratado y decidió someterlo a la aprobación del Congreso. Esta confirmación presidencial, conforme a al derecho de los tratados codificado en la Convención de Viena de 1969 en su articulo octavo subsanado cualquier eventual vicio de representación del Estado. Este principio es totalmente aplicable en el derecho constitucional colombiano, puesto que corresponde al presidente de la República, como feje de Estado, dirigir las relaciones ¿ Cual fue el planteamiento de la Corte en cuanto a la no absolutización del derecho internacional? La corte considero que los artículos que consagran la observancia de la buena fe aparte de no infringir la carta política armonizaban plenamente con los principios y valores constitucionales, por lo cual esas disposiciones fueron declaradas exequibles, la Corte preciso que este principio no debía ser absolutizado pues la propia normatividad, así como la doctrina y la jurisprudencia internacional reconocen que en diferentes casos esta norma cede ante otros principios, y por ende un sujeto internacional puede dejar de cumplir las obligaciones derivadas de un tratado sin que por ello incurriese en responsabilidad internacional Tal es el caso, por ejemplo, del estado de necesidad, circunstancia que justifica que un estado desconozca un compromiso internacional a fin de salvaguardar un interés esencial amenazado por un grave e inminente peligro. Así, la comisión de derecho internacional de las Naciones Unidad ha señalado que un estado no podrá invocar un estado de necesidad a menos que: (i) exista peligro grave e inminente, (ii) que amenace con dañar un interés esencial del Estado, (iii) que no haya sido provocado por el estado, (iv) que solo pueda atajarse mediante una conducta contraria a lo establecido por el tratado La Corte Constitucional señala que, como regla general, el derecho local prevalece sobre el internacional, no obstante, los tratados referidos al territorio, al tratarse de un tema tan delicado, constituyen una excepción a esa regla porque de no ser así, se perturbaría la convivencia pacífica de las naciones. Sin embargo, se resalta que eso es de esa forma, porque la Carta misma hace una remisión a los tratados internacionales en este punto. A partir de su sentencia C-400-98, la Corte Constitucional acogió el monismo moderado como teoría orientadora para entender las relaciones entre el derecho internacional y el derecho colombiano. La sentencia sustentó esta teoría en la doctrina de Alfred Verdross, quien según la Corte es un expositor de esta postura. El presente artículo de investigación se encarga de analizar de manera crítica el monismo moderado defendido por la Corte, a partir de la teoría original de Verdross. Para ello, se examinarán en primer lugar los elementos constitutivos del monismo moderado planteado por la Corte; posteriormente, se analizarán las teorías clásicas que han intentado explicar las relaciones entre el derecho internacional y el nacional, en especial el monismo moderado auténtico. A continuación, mediante una comparación entre el discurso de la Corte Constitucional y el texto de Verdross citado en la C-400-98, se demostrará que el tribunal colombiano tergiversó las tesis de Verdross, lo cual arroja un manto de duda sobre la solidez del fundamento teórico asumido por la Corte. Lo anterior permitirá concluir que Colombia nunca ha acogido la teoría del monismo moderado y por tanto, resulta necesario abandonar este referente y modificar el precedente jurisprudencial vigente.