Subido por JUAN ROBERTO MEJIA ROSALES

El Hombre En Busca de Sentido De Vida

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ARQUITECTURA
Eder Yael Rosas Sánchez 7799
401-14
ENSAYO PERSONAL :
LIBRO: El hombre en busca de sentido
Un psicólogo en un campo de concentración, sucesos y hechos narrados por
la misma persona que lo lleva de una historia a experiencias personales,
traumáticas y hasta un punto inexplicables las cuales son plasmadas en este
relato y si así se le puede llamar a este tipo de narraciones.
Te lleva a conocer todas las experiencias sucedidas en un campo de
concentración desde lo más mínimo que conocemos hasta situaciones
totalmente inimaginables que un ser humano pueda tener o que le lleguen a
suceder, cosas que en la vida diaria no están vistas y que solo en estos
lugares pueden verse.
Hablando de personas mejor conocidas como los capos y personas
totalmente a lo contrario que eran los prisioneros, personas sacrificadas,
malteadas, con explotaciones laborales inmensas y totalmente con
sufrimiento mental y físico, los que eran relativamente condenados en este
relato a causa de los capos y unos cuantos guardias.
La persona que relata esta historia es una persona totalmente consciente de
lo que puede llegar a ser la psicología humana y de los síntomas que se
pueden producir al tener todo este tipo de situaciones que no son comunes o
vistas por el ser humano, conlleva a desgarramientos e incluso se le pueden
decir coyunturas mentales y hasta el cierto punto llega a lo físico... donde
pasa lo físico a ser inferior a lo mental como lo mayor preocupante.
Se narra que pasa desde como querer salvar la vida de cada uno de los
individuos que están sometidos a la situación de explotación laboral donde se
producen acciones totalmente fuera de lo común. El que un prisionero este
enfermo o totalmente un estado de agitación y no tenían buena vista por los
capos y guardias será sacrificado y dado como muerte directa, en este suceso
por la cámara de gas; estos prisioneros también eran sellados y marcados con
números como si fuesen una clase de animales, desde dígitos en su ropa
como tatuados en piel, vivían con la presión y angustia cada día por
sobrevivir hace este relato algo terrorífico, con las pocas desgracias de
comida y los fuertes castigos a los que son sentidos. Es como un maltrató
animal, ni si quiera parecen ser empáticos los capos y guardias con los
prisioneros.
Veces en las que un pan de 150 gramos tenía que durarles 4 días, trabajando
en grados bajo cero y a veces con lesiones en el cuerpo muy graves. Estos
mismos luchaban por lo ser condenados a muerte y solo veían como cada
uno de ellos morían en vida, se volteaban a ver uno al otro y a veces tenían
tanto maltrato físico que afectaba a lo psicológico, haciéndolos no sentir
nada, ni dolor, ni tristeza, ni angustias, un ser que no se inmutaba con nada,
casos donde a veces solo les despertaba la curiosidad para ver qué les seguía
en sus vidas diarias, seguir vivos, más castigos o la muerte.
Mientras que los capos eran totalmente halagados por personas como los
guardias y siempre iban a tener más que los prisioneros y hasta que los
mismos guardias tenían comida en la mesa, eran totalmente libres de hacer y
deshacer lo que querían, los capos se elegían de entre aquellos prisioneros
cuyo carácter hacía suponer que serían los indicados para tales
procedimientos y si no cumplían con lo que se esperaba de ellos
inmediatamente se les degradaba pronto se fueron pareciendo tanto a los
miembros de la SS y a los guardianes de los campos que se les podría juzgar
desde una perspectiva psicológica similar es muy fácil para el que no ha
estado nunca en un campo de concentración
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