Prosperidad es hacer la voluntad de Dios (Salmos 1:1-3) Nuestra mente someterla a un proceso de depuración conforme a los principios de la Palabra. No puede ser un miserable quien vive para agradar a Dios. El Todopoderoso será tu defensa y tendrás plata en abundancia- Viaje- tratamiento de infertilidad. 1. En nuestras relaciones interpersonales (Abraham): a) En su relación con Dios: Sal de tu tierra y de tu parentela --- sensible --- obediente --- como un resorte--- el que no aborrece a madre, hijo y su vida no puede ser mi discípulo. Dios lo pide todo, no a medias b) En sus relaciones con Lot: Si se pierde ante los hombres por ser cristiano, se gana delante de Dios. Los hombres pueden ser injustos pero Dios es justo y misericordioso. Escogiendo por Dios aunque el camino sea estrecho y angosto. Puede que los principios de Dios no tengan un principio muy cómodo, pero tienen un final seguro. 2. En las pruebas (José): a) Pasando a un nivel más alto de prosperidad: Stg. 1: 2-3. Somos prosperados si asimilados las pruebas con la sabiduría que da Dios- Que Dios querrá hacer ahora, no porque el Señor la tiene cogida conmigo. Somos prosperados los hijos de Dios cuando entendemos que nuestra prueba no está determinada por las decisiones, determinaciones, conductas y provisiones de un hombre. Gén 45:5. b) Aceptando el trato de Dios con mi vida: Si recibimos de Él sus bendiciones, es necesario que aceptemos su disciplina, su poda, su forja. 3. En nuestras decisiones (Josué): Tengamos la certeza de que nuestras decisiones con respecto al matrimonio, los hijos, los padres, los bienes y la economía, están siendo tomadas sobre la Palabra y la voluntad de Dios. a) Cuando estamos dispuestos a hacer lo que haga falta: En el servicio a Dios. Para la obra de Dios. Con nuestra consagración. b) Cuando confiamos en la Palabra de Dios: Aunque las señales sean de humo, confiados en que la roca no se mueve.