SEMANA CUATRO – ENSAYO 1 Ensayo Emiliano Aragón – Kevin Salazar Facultad de Jurisprudencia Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato Huachi Chico Av. Cervantes y Ernesto Alvarado 0967542526 [email protected] Christian Gavilánez, Dr. SEMANA CUATRO – ENSAYO 2 1. Introducción En el siguiente ensayo, se explicará de una forma didáctica y argumentativa la importancia del derecho a la defensa, sus concepciones, la naturaleza jurídica de la defensa y el alcance de la protección normativa que poseen los ciudadanos respecto a este derecho, para complementar el estudio del derecho a la defensa es importante analizar al debido proceso como una garantía del derecho ya nombrado. Para llegar a un correcto análisis de este escrito, se usará un contexto social, bibliográfico, doctrinario y normativo. Se analizarán los temas ya propuestos de una forma simple y sin descuidar la profundidad que estos temas requieren para un correcto entendimiento. 2. Desarrollo 2.1. El Derecho a la Defensa El derecho a la defensa es la garantía básica y esencial del debido proceso, que a su vez se establece como uno de los fundamentos básicos del estado constitucional de derecho y justicia, además de que está consagrado en la Constitución de la República del Ecuador del 2008. El propio texto de la Constitución configura que esta garantía se observará en todo proceso o procedimiento en que se necesite determinar derechos y deberes. La ampliación de estos procedimientos exige una revisión crítica del ejercicio de los derechos de la defensa, que tradicionalmente han sido objeto de investigación procesal judicial. La Constitución define al Ecuador como un estado constitucional de derechos y justicia. Dentro de estos atributos se pueden entender de manera clara aquellos pilares básicos del concepto original de lo que es un estado de derecho, abordando en este sentido de pluralismo el valor de ponderar los derechos como eje articulador de toda la sociedad, la naturaleza de la organización política, así como la realización fundamental del ordenamiento jurídico, y otros principios y valores como la democracia, la independencia, la interculturalidad, etc. 2.2. Concepciones De acuerdo con Pegoraro (2019), definir algo implica diferenciar y distinguir unas realidades de otras a través de las palabras, y el resultado de esto es el concepto, en lo que al derecho se refiere. Este concepto, tenga lo que cada uno tenga, siempre separa la realidad jurídica de la realidad jurídica que no la tiene, así como también logra diferenciar la dirección de los diversos conflictos en la definición del derecho y así otorgar un rango jurídico a determinadas realidades. SEMANA CUATRO – ENSAYO 3 En este sentido, como fenómeno social contextualizado, el concepto y concepción del derecho permite la definición de las necesidades sociales desde una perspectiva jurídica. Al mismo tiempo, permite que la comunidad se involucre en espacios de y con compromiso y solidaridad. Todo esto se puede lograr a través de la integración efectiva de los derechos para construir una ciudadanía activa en sus dimensiones cívicas, políticas, sociales y económicas. Los cambios en las entidades y el funcionamiento de las relaciones humanas hacen que la ley se mantenga al ritmo de las nuevas demandas de los ciudadanos. Enfrentando nuevos problemas en la sociedad y la necesidad de dar interpretaciones jurídicas que respondan a todas las necesidades de la sociedad. En esta misma postura, Martínez (2012), analiza el origen y comportamiento del conocimiento de la ley desde la separación platónica de opinión y lo que es, el conocimiento fundado. Según se decante por uno u otro tipo de conocimiento dependerá su naturaleza y enseñanza. Sin duda, el conocimiento jurídico crea realidad, reproduciendo el statu quo, modificando el contenido del orden jurídico, manteniendo las condiciones materiales en la forma, no sólo en las normas que produce la legislación, sino también en la jurisprudencia, en los juicios que determinan las acciones de los las partes en el procedimiento. Las leyes así concebidas rigen el contexto de la acción, el sujeto es incluido o excluido de la estructura social, en suma, del modo de producción. (Martínez, p.16). 2.3. Naturaleza Jurídica y Alcance de Protección Normativa En lo que se refiere a la naturaleza jurídica del derecho a la defensa, el autor Jorge Vázquez Ricci destaca tres líneas evolutivas que sirven como un concepto convergente 1. Capacidad real de las personas para contrarrestar cualquier ataque a su dominio personal, privacidad y disponibilidad. Esta situación tiene que ver con las raíces antropológicas del individuo dadas por varias manifestaciones, y en la realidad jurídica actual, esto parece estar justificado. 2. El pensamiento jurídico de la abogacía tiene el mismo origen, se encuentra esencialmente en forma procesal o práctica. Según una cita del autor Jorge Vázquez a Silva, antes de que se estableciera como principio o derecho fundamental el derecho a la defensa, la técnica del procedimiento se desarrolló dando a las partes en el proceso la oportunidad de hacerlas valer ante la justicia, lo que está en el ámbito civil y el ámbito penal tiene un sistema procesal judicial de acusación, porque no hubiera sucedido lo mismo en los sistemas procesales SEMANA CUATRO – ENSAYO 4 pasados, en los que el imputado, el imputado, el derecho a la defensa del imputado, la acusación era inválida. 3. No hay que olvidar que, bajo el sistema de enjuiciamiento penal, el derecho a la defensa de la monarquía sufre un retroceso, y es en este momento cuando vemos la influencia de conceptos políticos relacionados con el valor de la seguridad jurídica para gozar de todas las garantías previstas. porque en un país democrático. Fueron los sistemas constitucionales de los siglos XVIII y XIX los que incrementaron considerablemente el derecho a la defensa como requisito previo y durante el proceso penal. Hablando sobre la protección normativa del derecho a la defensa, el artículo 76, numeral 7 de la Constitución del 2008 establece las diferentes garantías del derecho a contar con una defensa, en otras palabras, el derecho a gozar de una defensa adecuada en todas las etapas del procedimiento, teniendo en cuenta los medios adecuados, en igualdad de condiciones, con acceso a todos los documentos, además de ser asistido y defendido por un abogado de su elección o por un defensor público como tal. Art. 76 [Garantías básicas del derecho al debido proceso]. - En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías: 2.4. El Debido Proceso como Garantía del Derecho a la Defensa Una vez que ya se ha comprendido el derecho a la defensa, es importante estudiar al debido proceso como una garantía del ya nombrado derecho a la defensa. De acuerdo con Zambrano (2021), el debido proceso tiene un origen anglosajón, específicamente en Inglaterra, ya que en el año 1215 en su carta magna se contempló el due process of law, es decir, el debido proceso en donde se reconoció por primera vez aquel proceso justo que debía ser llevado por el juez y las partes que se encuentran en conflicto, acorde a due process of law se plantearon garantías para el respeto de los derechos de los ciudadanos lo que también significó un freno a decisiones injustas de altas autoridades de aquella época. Ya que se ha conocido el origen del debido proceso, es importante aclarar que el debido proceso es un conjunto de garantías per se, que aseguran la igualdad de las partes en el proceso y la imparcialidad del juez, para que se logre la defensa de los derechos que se proponen en un proceso (Trujillo, 2019). Si se habla desde un ámbito regional, el debido proceso se garantiza en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969) en su artículo 8 numeral 1: SEMANA CUATRO – ENSAYO 5 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. El artículo 8 de la Convención, se titula como Garantías Judiciales, por ello, cabe una duda: ¿el debido proceso solamente se acciona en procedimientos judiciales?, - pues no es así – en concordancia a Oyarte (2016) citando a la Convención Americana sobre Derechos Humanos pues esta misma Convención ha explicado que el debido proceso se debe activar incluso en procedimientos no judiciales, es decir, en procedimientos administrativos sancionadores para que la administración pública y judicial no viole derechos humanos. En este caso, personalmente considero que la Constitución de la República del Ecuador, de forma inicial realiza una mejor apreciación de las garantías del debido proceso, ya que en el artículo 76 numeral 1 aclara: Art. 76 [Garantías básicas del derecho al debido proceso]. - En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes. De forma clara se observa que, en la descripción del artículo, aumenta el alcance a aquellos procesos en donde se encuentren en juego derechos y se determinen deberes de las personas. Y en el inciso primero, aclara que se garantizará el cumplimiento del debido proceso tanto en fase judicial, como en fase administrativa, algo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya dijo en su jurisprudencia. Al hablar del debido proceso y sus garantías mínimas, se debe tomar en cuenta las siguientes: 2.2.1. El Juez Natural Hablar de garantías del debido proceso, obviamente es hablar de un juez natural. Autores como Aguirrezaval (2018) señalan que: “El ideal es que un mismo juez natural tenga competencia para pronunciarse sobre todos los posibles conflictos relativos al objeto del proceso” (p. 3). Esta definición, señala sobre la competencia y de forma tácita la jurisdicción que deben tener los jueces para juzgar en nombre de un determinado estado, en materia penal vendría a ser el ius puniendi, que se traduce al poder de juzgar y ejecutar lo juzgado que tiene un estado personificado en la persona de los jueces. Respecto al juez natural, existe un principio SEMANA CUATRO – ENSAYO 6 conocido como iura novit curia, que significa que el juzgador conoce de derecho, es decir, tiene conocimiento sobre el caso que las partes le impusieron para que este juzgue y ejecute (Oyarte, 2016). 2.2.2. Prohibición de Autoincriminación Teniendo en cuenta a Trujillo (2019) expone que la mayoría de constituciones del Ecuador han prohibido la autoincriminación, entendiéndole a esta como obligar a una persona a confesar en contra de sí mismo o de sus familiares. Empleando las palabras de Picón (2022) el derecho a la no autoincriminación, se considera un derecho fundamental que se conceptualiza con la no confesión en contra de sí mismo y no declararse culpable, respecto al alcance de este derecho fundamental, se puede decir que la prohibición de la autoincriminación opera también en procedimientos judiciales y procedimientos administrativos para que sea la autoridad competente la que lleve a cabo el proceso y sea quien compruebe la culpabilidad o no del presunto responsable. 2.2.3. Principio de Legalidad Para entender de una mejor manera al principio de legalidad, basta con acercarnos a ciencias naturales – ya que estas también se rigen por leyes – por ejemplo, cuando una manzana se cae del árbol, obviamente está obedeciendo a las leyes de la gravedad que rigen en el universo (Baltán et al, 2018). Respecto a las ciencias sociales, en este caso las ciencias jurídicas, estos mismos autores definen al principio de legalidad como, “regla de competencia y regla de control, dice quién debe hacerlo y cómo debe hacerlo” (p.101). En este mismo sentido, la Constitución de la República del Ecuador (2008) en su artículo 226 aclara lo siguiente: Art. 226 [Competencias y facultades de los servidores públicos]. - Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución. Como se observa claramente, se puede deducir que el principio de legalidad se manifiesta en aquellas personas naturales o jurídicas que actúan bajo una potestad del estado y tienen que ejercer sus competencias con los límites que la ley les otorga. 2.2.4. Derecho a Ser Asistido por un Abogado Esta garantía tiene muchos años de historia y se basa principalmente en el desconocimiento que poseen la mayoría de ciudadanos a la hora de defenderse por si mismas SEMANA CUATRO – ENSAYO 7 en un proceso. Para Trujillo (2019) es un derecho que toda persona tiene de ser asistida por un especialista en ciencias jurídicas aún más cuando la persona en cuestión vaya a ser sometida a un interrogatorio, esto con la intención de salvaguardar sus derechos y evitar la violación de los mismos. Por otra parte, en el Ecuador existen garantías jurisdiccionales que no precisan de una asistencia jurídica, tal es el caso de la acción de protección, sin embargo, por lo complejo de la acción considero que, si se requiere un abogado para que el derecho en juego no sea denegado y peor aún, vulnerado. 2.2.5. Derecho a Ser Informado Este derecho tiene que ver con la información que tiene el inculpado antes y después del proceso. Esto se refiere a que el presunto responsable de un delito tiene el derecho fundamental de ser informado acerca de su proceso, esta información tiene que cumplir con ciertas garantías, por ejemplo, que se le explique en su lengua natal sobre lo que sucede (Droguett & Silva, 2020). Otros autores también indican que el derecho a ser informado se relaciona con el derecho a la sentencia en un proceso, ya que el procesado necesita saber en un tiempo razonable sobre la decisión del juez en su caso, el tiempo razonable hace referencia a un tiempo en donde no se vulneren derechos de la parte en cuestión como sucedió en el Caso Tibi vs Ecuador. 3. Conclusión El derecho a la defensa, o el derecho a la defensa como garantía constitucional, es parte o elemento trascendental del derecho al debido proceso, y el derecho a la defensa es parte fundamental del derecho a hacer cumplir el debido proceso debido a que este cuenta con una protección normativa. La base sobre la cual se otorga el derecho de defensa está influenciada por factores filosóficos, políticos y normativos, que afectan en gran medida la realización del derecho a la defensa como tal. Por tal motivo, la Constitución vigente separa, de manera innovadora, las garantías del derecho a la defensa en todos los procedimientos, las cuales están contenidas en el artículo 76, numeral 7 de la Constitución del 2008, estableciendo garantías específicas del derecho a la defensa en el proceso penal, dando una nueva forma de operar y precautelar derechos y procesos para el constitucionalismo ecuatoriano. SEMANA CUATRO – ENSAYO 8 Referencias Palma Farfán, J. E. (2021). Derecho a la defensa en el procedimiento administrativo. Revista Científica Cultura, Comunicación Y Desarrollo, 6(1), 115-12. https://bit.ly/3C8GQ4v Pegoraro, L. (2019). Constitucionalización del derecho y cultura constitucional. Revista de derecho político, (104), 13-57. https://bit.ly/3r3ehyK Martínez, Gabriela (2018) “Breve análisis de la relación entre la epistemología de la didáctica del Derecho y la Sociología” En Peldaños. Revista de Ciencias Sociales y educación. Aguirrezaval, M. (2018). 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