Subido por Adrian Lecaros

La CenicientaA

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La Cenicienta
Narrador: Había una vez...un hombre que se casó por segunda vez con una señora muy
malvada que contaba con dos hijas malcriadas, el señor tenía una hija
llamada Cenicienta, las más hermosa y bondadosa chica del pueblo. Luego
de que el padre muriera, la madrasta mandó a Cenicienta a realizar las tareas
más duras del hogar y la mandaba a dormir en la alcoba más alta de la casa
con los ratones.
Madrasta: Cenicienta, vente a limpiar todos los cuartos, la sala y la chimenea. ¡apúrate!
Cenicienta: enseguida señora (llorando)
Hermanastra1: JAJAJAJA, esa pobre Cenicienta, mientras nosotras tenemos unos cuartos
preciosos, ella a las justas tiene una cama
Ratón: que feo tratan a Cenicienta, debería estar con ella cuando acabe los trabajos del hogar,
para que no se sienta mal.
Madrasta: ¡¡¡Chicas chicas!!! El hijo del rey va a hacer un baile y ha invitado a todas las
personas distinguidas y obvio que nosotras vamos...
Cenicienta: ¿y yo podré ir?
Hermana 2: Jaja, ilusa, ya quisieras, tú en tu triste y desdichada vida iras a algún baile.
Narrador: Las dos hermanas estaban preocupas por cómo se iban a vestir y claro que
Cenicienta les tenía que planchar y hacer el peinado.
Hermana 1: Yo me pondré mi vestido de terciopelo rojo y mis mejores joyas
Madrasta: ¡Ya llego el día mis chicas! ¡Cenicienta que haces que no empiezas a arreglarlas,
apúrate ya!
Cenicienta: Si señora, ya las arreglo ahorita.
Narrador: ni bien se fueron la madrasta y las hijas ella se puso a llorar desconsoladamente
pensando en ¿Por qué ha ella le pasaban todas esas cosas? Pero en eso llegó una visita
inesperada.
Hada madrina: Sorpresa Cenicienta soy tu hada madrina y vengo a decirte a que vayas al
baile
Cenicienta: ¡o por dios! Mi hada, pero no se puede no tengo ni vestido ni carruaje
Madrina: tranquila confía en mí, mi varita lo hará todo bidi badi pu
Cenicienta: ¡no me lo creo! Que hermoso vestido que hermosos zapatos de cristal y que
hermoso carruaje, transformaste a los ratones en caballos y a la calabaza en el carruaje
Hada Madrina: Listo ya estas lista pero no te olvides que a las 11 todo volverá a la normalidad
asi que ten cuidado.
Narrador: Cenicienta fue a el baile y todos se quedaron impactados con su hermosa
belleza, ni sus hermanastras se percataron que era ella Cenicienta y menos la
madrasta.
Madrasta: Vaya pero que bella princesa espero que el príncipe no la vea, debe estar
con alguna de mis hijas.
Príncipe: pero que bella princesa es la que acaba de entrar no la conozco la voy
a sacar a bailar.
Narrador: ellos bailaron al ritmo de la música por muchoo tiempo y quedaron perdidamente
enamorados, pero ya eran casi las 11 y ella tenía que irse….
Cenicienta: ay no ya me tengo que ir.
Príncipe: pero no me has dicho ni tu nombre.
Cenicienta: tocó la campanilla del reloj de las 11, chau príncipe fue un placer.
Príncipe: espera que se te ha salido el zapato.
Narrador: Cenicienta a las justas pudo salir antes de que se transformara todo y el príncipe
queriendo saber quién era decide buscar a la dueña de la zapatilla por todo el pueblo.
Príncipe: Papa buscaré entre todas las mujeres del pueblo para encontrar a la chica y casarme
con ella, será a la que le entre perfecto la zapatilla de crista.
Narrador: y es así como comienza a buscar entre todas las mujeres del pueblo entre princesas,
duquesas y plebeyas y después de varios días de búsqueda por fin tocó la casa de Cenicienta.
Hermana 1:¡hermana hermana! ya llegaron vas a ver si entramos en el zapato, espero poder
hacerlo.
Hermana 2: obvio que no lo vas a hacer porque ese príncipe es mío y yo lo haré.
Narrador: es así como un plebeyo del príncipe les prueba el zapato pero ninguna entra.
Ratón: mira mira cenicienta ha llegado una persona del castillo donde vive el rey, deberías
probarte el zapato y que sepan la verdad.
Cenicienta: Gus Gus tu sabes que yo no estoy segura que descuban quien soy yo
Ratón: ve para hayá.
Madrasta: cómo es posible que ha ninguna le entre, ach son unas mocosas.
Cenicienta: podría yo probármelo
Narrador: las hermanastras y la madrasta se rieron a carcajadas pensando en la barbaridad
que acababa de decir Cenicienta pero el plebeyo del rey dijo que todas las jóvenes debían
probárselo y así lo hiso.
Cenicienta: ven ven! El zapato cabe perfectamente en mí. Yo soy la princesa que el príncipe
está buscando.
Madrasta: cómo es posible que hayas sido tú la princesa del baile, eres una malagradecida,
esto le haces a mis hijas y tú te vas con el príncipe.
Narrador: ella fue llevada directamente con el rey para darle la noticia.
Príncipe: eras tú la de la zapatilla de cristal, te estuve buscando.
Cenicienta: si era yo mi príncipe solo que no podía revelar quién era ya que mi madrasta me
tenía todo el tiempo laburando y tenía miedo de que usted me rechace.
Príncipe: claro que no mi amada, por algo estuve buscándote entre todas las mujeres porque
me cautivaste desde el primer momento, ahora estaremos para siempre.
Narrador: y es asi como ellos dos se casan y Cenicienta que tenía un hermoso corazón dejos
que sus hermanastras también vivan en el castillo, colorín colorado este cuento se ha acabado.
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