ADICCIONES Las adicciones son un trastorno mental crónico y recidivante, es decir, que alternan periodos de consumo más descontrolado con períodos de abstinencia en los que se abandona el consumo. Generan cambios en los circuitos del cerebro que provocan que la persona consuma de forma compulsiva a pesar de las consecuencias negativas físicas, psicológicas y sociales. Las adicciones incluyen diferentes tipos de drogas como el tabaco, el alcohol, los tranquilizantes y los derivados del cannabis. Una adicción conlleva un patrón de funcionamiento desadaptativo de consumo de una droga con deterioro o malestar significativo. Esto puede llegar a afectar a todas las áreas de la vida de la persona. Normalmente se habla de adicción cuando este patrón se mantiene durante un tiempo prolongado (al menos 12 meses). Cuando se habla de drogas se hace referencia a toda sustancia que consumida modifica diferentes funciones del organismo, tanto mentales (humor, funcionamiento cerebral) como físicas (disfunción respiratoria o gastrointestinal). Normalmente, estas sustancias se caracterizan por pasar de forma rápida desde el torrente sanguíneo hasta el cerebro, lo que produce cambios en la conducta. Estos efectos suelen ser percibidos de forma habitual como placenteras en los primeros consumos. Como resultado de ello, muchas personas siguen tomando la sustancia, aunque sus consecuencias puedan ser negativas a medio y largo plazo. EL PROCESO DE LAS ADICCIONES Desde que una persona inicia un contacto con una sustancia susceptible de crear dependencia, hasta que esta dependencia queda instaurada, la persona pasa por un proceso que se prolongará en el tiempo de forma variable. A la dependencia no se llega de forma repentina, sino que es un proceso en el que la persona va dando pasos según los resultados que obtenga en las fases anteriores, es decir, la drogodependencia es también un aprendizaje que realiza la persona, en el que por supuesto, el entorno y las sustancias también tienen su importante contribución. La persona realiza varios aprendizajes hasta que llega a ser dependiente: Uso de la sustancia (modo de empleo, vía de administración, dosis, frecuencia). Percepción de los efectos: aunque en ocasiones está informado de los efectos que puede conseguir, necesita saber por propia experiencia qué sensación debe sentir. Estos efectos una vez conocidos, pueden ser la búsqueda de otros consumos. 1 Al disfrutar de la experiencia del consumo, se derivan una serie de consecuencias que satisfacen o no las expectativas puestas por el individuo en ese consumo. Si son positivas, es decir, si se satisface la necesidad inicial que motiva el consumo, se producirá una tendencia a repetirlo; por el contrario, si no es así, lo natural será esperar que ese consumo no se repita. A partir de este momento, si se continua con el consumo, se irán produciendo fases en las distintas formas de consumo anteriormente desarrolladas: experimental, ocasional, habitual… En cada una de ellas se irán realizando diferentes aprendizajes: lugares, personas o situaciones que le proporcionen accesibilidad a las sustancias con mayor estabilidad, nuevo estilo de vida… En un primer momento se busca más la vivencia de nuevas experiencias para ser compartidas con otros. Después, cuando ya se conocen los efectos, se busca alguno de ellos de forma especial, pudiendo llegar a situaciones en las que, apoyándose en las drogas, la persona enfrenta acontecimientos personales y sociales, que sin las sustancias sería incapaz de hacerlo. Hoy en día se sabe que en la aparición de una adicción influyen múltiples factores que interaccionan entre ellos. CAUSAS DE LAS ADICCIONES Factores genéticos. Un factor fundamental viene determinado por la genética de la persona. El trastorno adictivo donde está más demostrado es la adicción al alcohol, donde se estima que hasta un 50% de la vulnerabilidad de una persona a desarrollar la enfermedad es de origen genético. Factores ambientales. También juegan un papel fundamental los estímulos ambientales a los que se somete una persona durante su vida. Por ejemplo, cuanto antes se inicia el consumo de una droga en la vida de una persona, y también cuanta más cantidad se toma, más riesgo hay de desarrollar una adicción. La manera de tomar la droga también influye. Las vías de administración que suponen una concentración en sangre más elevada y en la que se llega de forma más rápida, presentan un mayor riesgo, especialmente la vía endovenosa. Personalidad. Determinados rasgos de personalidad o maneras de ser también incrementan el riesgo de tener un trastorno adictivo. Rasgos como la impulsividad o la tendencia a buscar nuevas sensaciones. Enfermedad mental. La presencia de una enfermedad mental incrementa también el riesgo de desarrollar un trastorno adictivo. Factores sociales. Las circunstancias sociales tienen una gran importancia en el desarrollo de las adicciones. Cuanto más accesible y más económica es una droga, más se extiende su 2 consumo y genera más adictos. Si, además, su publicidad es permitida (como es el caso del alcohol y el tabaco), el problema se hace aún más grande. Todos estos factores interrelacionados provocan que una vez una persona inicia el consumo de una droga, se produzcan una serie de cambios cerebrales en un lugar específico denominados los circuitos de recompensa. Estos circuitos son los encargados de transmitir a la persona que una conducta es beneficiosa para él y que, por tanto, vale la pena repetirla (como por ejemplo comer, relacionarse con los demás o practicar actividades placenteras para la persona). Los cambios que las drogas provocan en estos circuitos facilitan la perpetuación del consumo, en general con un incremento de su dosis y su frecuencia. A su vez, este mayor consumo agrava estos cambios biológicos y se establece, así, un proceso circular que desencadena finalmente en una adicción. En general, la adicción se considera una enfermedad crónica que ocurre tras el consumo continuado de una droga durante un período de tiempo relativamente largo. Por tanto, el principal factor desencadenante de la enfermedad es el consumo mismo de la droga. El curso evolutivo de los trastornos adictivos suele ser remitente-recurrente, es decir, se alternan periodos de abstinencia a la droga con otros de elevado consumo, que se llaman recaídas. Hay varios factores desencadenantes de las recaídas, como son: El malestar psicológico (tristeza, angustia, irritabilidad). Los estímulos relacionados con la droga (por ejemplo, ver a otras personas que lo están tomando). El craving, que se define como un deseo muy intenso y a menudo irrefrenable de tomar la droga. La abstinencia física, que aparece cuando una persona tiene una dependencia fisiológica a la sustancia e interrumpe el consumo. TIPOS DE ADICCIONES Todas las adicciones, independientemente de su origen o sustancia, actúan en el organismo mediante un mecanismo de recompensa similar, que es el que provoca la adicción. Las adicciones más habituales son las siguientes. Alcohol: Aunque por su amplia aceptación social no se percibe como peligrosa, el alcohol es la sustancia más consumida en nuestro país y el alcoholismo es la adicción que más trastornos produce. Más información sobre el alcoholismo. Tabaco: La planta del tabaco, en sus distintas presentaciones, contiene un químico llamado nicotina, que es una sustancia muy adictiva. La nicotina genera efectos antidepresivos y de alivio sintomático de la ansiedad. Aunque el número de fumadores de cigarrillos ha disminuido considerablemente en los últimos años, la tasa de mortalidad asociada con la adicción al tabaco sigue creciendo. 3 Junto con el alcohol, se considera una droga “puerta”, puesto que acerca al consumo de sustancias ilegales. Cannabis (marihuana): Es una droga derivada de la planta de cáñamo cuya sustancia adictiva más conocida es el tetrahidrocannabinol (THC). Suele consumirse fumada en distintas presentaciones, siendo las más frecuentes el hachís y la marihuana (lo que comúnmente se conoce como “porros”). Se trata de la sustancia ilegal más consumida del país, con una preocupante prevalencia entre los adolescentes. Esta droga deteriora la memoria a corto plazo, el aprendizaje, la habilidad para concentrarse y la coordinación. Su consumo prolongado puede conducir a problemas psíquicos graves como ansiedad generalizada, agorafobia, alucinaciones y, en las personas susceptibles, puede causar psicosis. Cocaína: Es la sustancia que más demandas de tratamientos de adicción produce. Es un estimulante que se extrae de la planta de coca y que se vende mezclado con otras sustancias inertes, como el talco o la maicena. Suele consumirse por inhalación o por inyección y a menudo se combina con el consumo de otras drogas. Además, es un estimulante de corta duración, lo que hace que las personas que la abusan tomen la droga muchas veces en una sola sesión (“binge”). El abuso de la cocaína puede resultar en consecuencias médicas graves relacionadas al corazón y a los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo. El consumo prolongado de cocaína puede provocar multitud de patologías, tanto físicas, como la hipertensión o las arritmias, como psíquicas, como la ansiedad o la depresión. Las anfetaminas: Son sustancias sintéticas que se empezaron a utilizar para el tratamiento de distintas enfermedades. El consumo de este tipo de drogas estimula el sistema nervioso central generando estados de euforia y agudeza mental. Tienen efectos especialmente duraderos sobre el cerebro y aumentan la temperatura del cuerpo, Sus efectos son especialmente duraderos y perjudiciales para el cerebro y conllevan un aumento de temperatura corporal, originando problemas de corazón y hasta convulsiones. El éxtasis (MDMA): Es una sustancia derivada de las anfetaminas que además de ser estimulante, produce alteraciones de la mente. Su consumo, igual que el de las anfetaminas, aumenta la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y además puede causar de deshidratación. Sus efectos sobre la mente van de la ansiedad a la paranoia. LSD: Es uno de los alucinógenos más potentes. Los alucinógenos son drogas que alteran la percepción de la realidad. Sus efectos son impredecibles y los consumidores pueden experimentar alteraciones visuales, auditivas y táctiles que parecen reales, pero que no lo son. Pueden generar en el individuo un aumento de la frecuencia cardíaca, y también sudoración, falta de apetito, falta de sueño y temblores. Los opiáceos: La heroína tiene su origen en el opio, cuyo consumo produce euforia y una sensación de relajación general. Disminuye la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la agudeza visual. Entre otras drogas de la familia de los opiáceos están la morfina y otros analgésicos que tienen usos médicos, por eso genera también indiferencia al dolor. Sin embargo, su uso no médico o su abuso puede resultar muy dañino. 4 Los psicofármacos: Cada vez más utilizados con fines no médicos, que pueden causar adicciones con graves consecuencias. Los más utilizados como drogas son los analgésicos, los sedantes y los estimulantes. Cabe destacar un preocupante aumento del consumo por parte de jóvenes y adolescentes, dada la errónea percepción de que no son peligrosos porque en ocasiones son recetados por médicos. Los esteroides: Los anabólicos son variantes sintéticas de la testosterona, que se utilizan para aumentar la masa muscular y mejorar el rendimiento físico. Su abuso genera acné severo y enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares e infecciosas. Un hecho habitual y muy peligroso es el consumo combinado de dos o más drogas, independientemente de si son legales o no. Su interacción implica riesgos significativamente mayores que el consumo de esas sustancias por separado. Para abordar el tratamiento de estas adicciones, es necesario reconocer las dos patologías por separado. Comportamientos adictivos: en ocasiones las adicciones no son provocadas por una sustancia química, sino por una actividad que es capaz de generar un mecanismo de recompensa similar al de algunas drogas. Algunos de los comportamientos adictivos más comunes son la ludopatía o las adicciones al sexo o a internet. Estas adicciones tienen importantes y peligrosos efectos en el equilibrio emocional y en la escala de prioridades vitales de la persona adicta, para quien esta actividad pasa a convertirse en una prioridad vital. CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LAS ADICCIONES Causas La causa exacta del consumo de drogas se desconoce. Los genes de una persona, la acción de las drogas, la presión de compañeros, el sufrimiento emocional, la ansiedad, la depresión y el estrés ambiental pueden ser todos factores intervinientes. Muchas personas que desarrollan un problema de consumo de sustancias tienen depresión, trastorno de déficit de atención, trastorno de estrés postraumático u otro problema de salud mental. Un estilo de vida estresante y caótico y la baja autoestima son también comunes. Es posible que los niños que crezcan viendo a sus padres consumiendo drogas tengan un mayor riesgo de presentar un problema de consumo de sustancias más adelante en la vida tanto por razones ambientales como genéticas. Síntomas Algunos de los síntomas y comportamientos del consumo de drogas pueden incluir: Confusión Continuar consumiendo drogas incluso cuando la salud, el trabajo o la familia están siendo afectados Episodios de violencia 5 Actitud hostil cuando se le confronta acerca de la dependencia de las drogas Falta de control sobre el consumo excesivo de drogas, ser incapaz de parar o reducir la ingesta de alcohol Inventar excusas para consumir drogas Faltar al trabajo o a la escuela, o disminuir el rendimiento Necesidad de consumir la droga de manera diaria o regular para poder funcionar Descuidar la alimentación No preocuparse por la apariencia física No volver a tomar parte en actividades debido a la drogadicción Comportamiento reservado para ocultar el consumo de drogas Consumir drogas incluso estando solo Consecuencias Las personas adictas a menudo tienen uno o más problemas de salud relacionados con las drogas, que pueden incluir enfermedades pulmonares o cardíacas, embolia, cáncer o problemas de salud mental. Las escanografías, las radiografías de tórax y los análisis de sangre pueden comprobar los efectos perjudiciales del consumo de drogas a largo plazo en todo el organismo. Por ejemplo, ahora es bien sabido que el humo del tabaco puede producir varios tipos de cáncer, la metanfetamina puede causar problemas dentales graves (conocidos como boca de metanfetamina) y los opioides pueden originar una sobredosis y causar la muerte. Además, algunas drogas, como los inhalantes, pueden dañar o destruir las células nerviosas del cerebro o del sistema nervioso periférico (el sistema nervioso fuera del cerebro y la médula espinal). ¿CÓMO DEJAR UNA ADICCIÓN SOLO? Lo más problemático que tiene el proceso de desintoxicación de una sustancia o droga, es el llamado “síndrome de abstinencia”. El síndrome de abstinencia consiste en un conjunto de síntomas producidos por diversas alteraciones físicas y psíquicas, las cuales ocurren como resultado de dejar súbitamente el consumo de una sustancia. La etapa del síndrome de abstinencia es una fase compleja llena de malestares y síntomas intensos que además pueden aumentar el riesgo de recaídas. Uno de los cambios que ocurren durante el consumo activo de una sustancia es que esta adicción, a menudo afecta la corteza frontal del cerebro, por lo tanto, se ve alterado el control de los impulsos y también el juicio. 6 Otra modificación importante es en el sistema de recompensa del cerebro, en el cual se activa el recuerdo de la sensación de recompensas anteriores ocasionando más ansias o deseos de consumir la sustancia a pesar de las consecuencias negativas. El síndrome de abstinencia es una experiencia abrumadora. Sin embargo, una clara y apropiada línea de intervención profesional puede hacer del proceso de recuperación algo mucho más corto y abordable que dejar la adicción por uno mismo. Pasos para dejar las drogas solo Para determinarte a dejar una adicción solo o incluso con una intervención profesional, es importante considerar la motivación por la cuál se busca este abandono del consumo. No hay duda que dejar de consumir te hará tomar mayor control de tu vida y te permitirá alcanzar las metas y objetivos que deseas. Además, dejar el consumo de sustancias mejorará tu calidad de vida y evitará el desarrollo de enfermedades y problemas de salud asociados al consumo de drogas. No obstante, también las motivaciones como el estado familiar, las ambiciones personales o laborales y las expectativas del futuro, entre otras, pueden representar un importante motivador para mantener tu enfoque en tu recuperación. Algunas de las estrategias que te ayudarán a tu recuperación son: Establece objetivos claros y toma la determinación de cambiar. Puede ser mejor opción establecer una meta que logres de forma progresiva que intentar dejar las drogas de golpe por ti solo. Reduce progresivamente tanto la cantidad como el número de dosis. Escribe los motivos por los que quieres dejar el consumo y tenlos presentes para recordarlos siempre que sean necesarios. Cambia tu ambiente distanciándote de las personas relacionadas con el consumo de drogas. Haz que sea difícil conseguir la sustancia, por ejemplo, desecha las drogas y evita llevar efectivo contigo para reducir el riesgo de comprar más. Evita estar aburrido o demasiado desocupado. Cambia tus hábitos incluyendo actividades o vías de escape que puedas llevar a cabo cuando te sientas abrumado por la ansiedad de consumir. No cambies una sustancia por otra adicción compensatoria. Determínate a decir “No” cuando te ofrezcan sustancias que te inciten a consumir de nuevo. Comienza una dieta balanceada y llena de nutrientes como vitaminas y minerales. Comienza a realizar actividad física moderada sin caer en prácticas extenuantes u obsesivas. Busca ayuda profesional para recibir tratamiento, esto también es tomar en tus propias manos tu recuperación. 7 COMO BRINDAR APOYO A UN ADICTO Las personas que tienen adicciones necesitan tratamiento. Esto podría incluir rehabilitación, desintoxicación, terapia, programas de recuperación y/u otras formas de tratamiento. También es importante que las personas cercanas a la persona adicta brinden apoyo. Esto puede ser difícil, pero hay cosas que usted puede hacer para ayudar a su ser querido. A continuación, se presentan formas de ayudar a apoyar a un adicto. Infórmese. Investigue acerca de la adicción. Cuanto más aprenda, más comprenderá la afección y mejor podrá ayudar. Establezca límites: Es fundamental que usted y su ser querido tengan límites definidos. Esto puede ayudar a tratar la adicción y prevenir recaídas. Los límites también lo protegen de lastimarse emocional y físicamente. Prevenir las permisiones: Cuando otorga permisiones a un adicto, le deja torcer o romper los límites que acordó. Los ejemplos incluyen prestarles dinero, mentir por ellos, sacarlos de la cárcel y no molestarse si caen en la adicción nuevamente. La permisión es perjudicial para usted, su ser querido y su relación. Evite los desencadenantes: Sea sensible a las cosas que pueden desencadenar la adicción de su ser querido y trate de mantenerse alejado. Por ejemplo, no beba alcohol ni visite lugares donde el alcohol es prominente. Para una adicción a la comida, no programe la cena en un buffet de todo lo que pueda comer. Mire y escuche: Los adictos podrían requerir atención extra. Esté allí para escuchar, y no juzgue los sentimientos. Présteles atención para saber si hay signos de abuso o recaída. Sin embargo, no permita que abusen de esta necesidad ni que se aprovechen de su tiempo; sus propias necesidades son importantes. Mantenga la calma: Apoyar a un adicto puede ser difícil y frustrante. Hay momentos en que puede sentirse enojado con ellos. Trate de expresar sus sentimientos de manera tranquila y directa. Evite alzar la voz, amenazarlos o juzgar. Hable con ellos sobre sus preocupaciones de salud. Concéntrese en el futuro, no en el pasado. Ofrezca respeto y elogios: Así como es difícil para usted apoyar a un adicto, puede ser muy difícil superar la adicción. Sea respetuoso con los tratamientos que su ser querido elija hacer. Por ejemplo, es posible que necesiten asistir a rehabilitación hospitalaria durante un mes o más. O pueden decidir unirse a un grupo de apoyo nocturno. Asegúrese de elogiarlos por su compromiso y cualquier objetivo que logren. Pruebe cosas nuevas: Encuentre actividades que usted y su ser querido puedan hacer para reemplazar aquello a lo que era adicto. Los ejemplos pueden incluir ejercicio físico, cocina, pintura, viajes o meditación. 8 Aspectos para tener en cuenta Puede alentar a un adicto a recibir tratamiento, pero no puede obligarlo. Al final, tiene que ser su decisión. Puede recomendar que su ser querido consulte a un médico que analizará las opciones de tratamiento. Tenga en cuenta que para muchos adictos la recuperación es un proceso de por vida. Las cosas pueden mejorar con el tiempo, pero siempre es posible que haya una recaída. Mientras apoya a su ser querido, no se olvide de sus propias necesidades. También podría beneficiarse de apoyo o terapia. Hable con un médico para obtener ayuda para usted, un niño o su familia en general. ADICCIONES EMOCIONALES Suelen ser personas con baja autoestima, muy críticos consigo mismos, que necesitan reafirmarse, todo el tiempo, a través de su propio comportamiento o del que otros tengan hacia ellos. Con muchísimo miedo, excesiva preocupación por el futuro y dependencia del pasado. Podríamos decir que este suele ser el perfil de una persona propensa a sufrir una adicción emocional, cuyo problema se manifiesta de diferentes maneras, como la necesidad de estar constantemente preocupado por algo, de ser pesimista, de estar enfadado o en conflicto con otros, o por la continua demanda de atención o afecto por parte de otras personas. Lo que puede generar estados constantes de ira, tristeza, preocupación, y hasta problemas más graves como ansiedad o depresión. Cuando hablamos de las adicciones emocionales, pensamos en las que se dan en la pareja, pero también se dan con los hijos, los padres e incluso con los amigos. Por ejemplo, en el caso de las personas cuyo bienestar depende del comportamiento de otros, viven analizando cada paso que ha llevado a cabo la otra persona, imaginando qué está haciendo o qué hará, buscando justificación ante hechos que entienden como desconsideraciones o desplantes, hasta el punto de poder sentirse responsables de ellos. También pueden actuar demandando la atención del otro con actos contra sí mismos, o por el contrario con detalles y regalos, con tal de tener a la otra persona cerca o pendiente de ella. Estas personas a su vez pueden tener comportamientos muy distintos, y así, los hay que no entienden su vida si no es en conflicto y haciendo de la discusión casi una afición, o de la ira su estado natural, yendo por la vida arrollando a los demás, incluso llegan a no entender la felicidad si no es a costa de la infelicidad de otros. También los hay enganchados a sentir preocupación y a ser pesimistas, y estos buscan, hasta lo más profundo, pensamientos negativos para sentirse tristes, desamparados y desgraciados. Da igual que aparentemente todo les vaya bien. Ellos nunca estarán ni contentos, ni tranquilos 9 MDMA ¿Qué es la MDMA? La 3,4-metilendioxi-metanfetamina (MDMA) es una droga sintética que altera el estado de ánimo y la percepción (la conciencia de los objetos y las condiciones circundantes). Su composición química es similar a la de los estimulantes y los alucinógenos y genera una sensación de aumento de la energía, el placer y la calidez emocional. Además, distorsiona la percepción sensorial y temporal. La MDMA se hizo popular inicialmente en las discotecas y en las fiestas de toda la noche ("raves"), pero la droga ahora afecta a una mayor variedad de personas. Comúnmente, la llaman éxtasis o Molly. ¿Qué efecto tiene la MDMA en el cerebro? La MDMA aumenta la actividad de tres sustancias químicas en el cerebro: Dopamina: aumenta la euforia y genera mayor energía y actividad Norepinefrina: acelera la frecuencia cardíaca y eleva la presión sanguínea, lo que es especialmente riesgoso para las personas que sufren de problemas cardíacos o circulatorios Serotonina: afecta el estado de ánimo, el apetito, el sueño y otras funciones. También activa hormonas que afectan la excitación sexual y la confianza. La liberación de grandes cantidades de serotonina es probablemente lo que genera la cercanía emocional, el estado de ánimo elevado y la empatía que sienten las personas que consumen MDMA. Otros efectos de la droga sobre la salud incluyen: Náuseas Calambres musculares Rechinado involuntario de los dientes Vision borrosa Escalofríos Sudor. Los efectos de la MDMA duran aproximadamente entre 3 y 6 horas, aunque muchos de quienes consumen la droga toman una segunda dosis cuando los efectos de la primera comienzan a desaparecer. En la semana siguiente al consumo moderado de la droga, la persona puede experimentar: irritabilidad impulsividad y agresión 10 depresión problemas para dormir ansiedad problemas de atención y de memoria menos apetito menos placer y menos interés en el sexo Es posible que algunos de estos efectos se deban a la combinación de la MDMA con otras drogas, especialmente la marihuana. ALGUNAS ADICCIONES RARAS La lista de trastornos de control de impulsos puede ser infinita e inimaginable. Con todo, entre las adicciones raras más conocidas están: Comer papel higiénico: es uno de los productos incomestibles que algunas personas ingieren. Estos adictos llegan a comerse un rollo de papel al día para mitigar su ansiedad. Masticar hielo o piedras o vidrios: otros de los denominados Trastornos de Pica, como el anterior. Dentro de los objetos raros que la gente come están estos. Por supuesto, pueden ocasionar lesiones más o menos graves para la salud. Comer tierra: Esta costumbre es otro ejemplo de trastorno de pica. Sin embargo, la geofagia puede ser bastante natural en algunas culturas. Pero en la nuestra es un comportamiento compulsivo, pues se ingiere en cantidades abusivas. Arrancarse el pelo e incluso comérselo: una adicción rara, pero no tan inusual. De hecho, esta adicción se denomina Tricotilomanía. Este comportamiento incontrolable puede llegar a dejar calva a la persona en diversas zonas de su cuerpo. Si, además, estos adictos ingieren su propio vello o cabello, la adicción es doblemente contraproducente para su salud. Tanorexia o adicción al bronceado: la obsesión por la estética veraniega lleva a muchas personas a abusar de los rayos UVA. Con sesiones de solárium todo el año y exposiciones prolongadas al sol en los meses de verano. Así, por muy quemada que esté su piel, estas personas no dejan de seguir poniéndose morenas. Adicción a los tatuajes: se trata de una de las adicciones más novedosas. En efecto, los tatuajes se han popularizado mucho. Pero hay gente que no se conforma con tener unos pocos, sino que convierten a su cuerpo en un mapa lleno de tatuajes. Esta afición desenfrenada, además de muy costosa, termina por volver a la persona irreconocible bajo tanto dibujo y tinta. 11 https://www.news3edad.com/2017/03/06/que-son-y-como-se-superan-las-adiccionesemocionales/ :~:text=Lo%20que%20puede%20generar%20estados,e%20incluso%20con%20los%20amigos. https://es.familydoctor.org/como-brindar-apoyo-a-un-adicto/ https://www.ivanesalud.com/como-dejar-las-drogas-solo-es-posible/ https://nida.nih.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-la-conducta-la-ciencia-de-laadiccion/la-adiccion-y-la-salud :~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20otras%20consecuencias%20tiene%20la,o%20problemas%20de%2 0salud%20mental. https://medlineplus.gov/spanistranh/ency/article/001522.htm https://centremedicbm.com/es/tipos-de-adicciones/ https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/adicciones/causas-y-factores-de-riesgo https://www.huesca.es/c/document_library/get_file?uuid=0f8f6d93-7b23-4ab4-daa86cebd547bc05&groupId=33443 https://nida.nih.gov/es/publicaciones/drugfacts/mdma-extasis :~:text=Puntos%20para%20recordar-,La%203%2C4-metilendioximetanfetamina%20(MDMA)%20es,com%C3%BAnmente%20como%20%C3%A9xtasis%20o%20Mol ly. https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/adicciones 12