Subido por Mary

Ensayo

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CENTRO UNIVERSITARIO SAN ÁNGEL
Rendimiento escolar
(Ensayo)
María Guadalupe Mejía Tablas
4-A
2 de mayo de 2022
Índice
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Desarrollo del contenido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Prólogo
Me llamo Mary este tema me intereso porque es un tema interesante de
analizar y es el mas estudiado de los psicólogos, algunos alumnos
presentan bajo rendimiento escolar, algunas personas confunden la
inteligencia con malas calificaciones, sin saber que hay varios aspectos
que intervienen en el alumno, como experiencia siempre he sacado
malas calificaciones y es cierto que intervienen factores, como yo al no
tener autoestima no me importaba mi vida.
En México no hay un buen rendimiento escolar, México ocupa en este
último rubro el lugar 102 de 137 países, es una posición mal tenemos
que mejorar no seguir empeorando.
Y el país no le invierte lo suficiente a la educación, solo utilizan el
dinero a su beneficio propio, no les importa que otros estados no
tengan acceso a la educación, pero solamente nosotros podemos
cambiar eso, por eso dicen que somos el futuro de México, claro
interviene la educación que nos da en casa, entre otros aspectos.
El rendimiento afecta todo un país, cuando la mayoría de personas
tienen bajo rendimiento así no podemos progresar.
Demasiados alumnos alrededor del mundo están atrapados en un
círculo vicioso de bajo rendimiento y desmotivación, que los hace
seguir sacando malas notas y perder aún más su compromiso con su
escuela. Este informe presenta el primer análisis completo del
problema y cómo se puede combatirlo.
Introducción
En la vida académica, habilidad y esfuerzo no son sinónimos; el esfuerzo no
garantiza un éxito, y la habilidad empieza a cobrar mayor importancia. Esto se
debe a cierta capacidad cognitiva que le permite al alumno hacer una elaboración
mental de las implicaciones causales que tiene el manejo de las autopercepciones
de habilidad y esfuerzo. Dichas autopercepciones, si bien son complementarias, no
presentan el mismo peso para el estudiante; de acuerdo con el modelo, percibirse
como hábil (capaz) es el elemento central.
En este sentido, en el contexto escolar los profesores valoran más el esfuerzo que la
habilidad. En otras palabras, mientras un estudiante espera ser reconocido por su
capacidad (lo cual resulta
importante para su estima), en el salón de clases se reconoce su esfuerzo.
De acuerdo con lo anterior se derivan tres tipos de estudiantes según Covington
(1984 ):
Los orientados al dominio. Sujetos que tienen éxito escolar, se consideran capaces,
presentan alta motivación de logro y muestran confianza en sí mismos.
Los que aceptan el fracaso. Sujetos derrotistas que presentan una imagen propia
deteriorada y manifiestan un sentimiento de desesperanza aprendido, es decir que
han aprendido que el control sobre el ambiente es sumamente difícil o imposible, y
por lo tanto renuncian al esfuerzo.
Los que evitan el fracaso. Aquellos estudiantes que carecen de un firme sentido de
aptitud y autoestima y ponen poco esfuerzo en su desempeño; para “proteger” su
imagen ante un posible fracaso, recurren a estrategias como la participación
mínima en el salón de clases, retraso e la realización de una tarea, trampas en los
exámenes, etc.
En éste orden de ideas, el juego de valores habilidad-esfuerzo se torna riesgoso
para los alumnos, ya que si tienen éxito, decir que se invirtió poco o nada de
esfuerzo implica brillantez, esto es, se es muy hábil. Cuando se invierte mucho
esfuerzo no se ve el verdadero nivel de habilidad, de tal forma que esto no
amenaza la estima o valor como estudiante, y en tal caso, el sentimiento de orgullo
y la satisfacción son grandes.
Lo anterior significa que en una situación de éxito, las autopercepciones de
habilidad y esfuerzo no perjudican ni dañan la estima ni el valor que el profesor
otorga. Sin embargo, cuando la situación es de fracaso, las cosas cambian. Decir
que se invirtió gran esfuerzo implica poseer poca, habilidad, lo que genera un
sentimiento de humillación. Así el esfuerzo empieza a convertirse en un arma de
doble filo y en una amenaza para los estudiantes, ya que éstos deben esforzarse
para evitar la desaprobación del profesor, pero no demasiado, porque en caso de
fracaso, sufren un sentimiento de humillación e inhabilidad.
Dado que una situación de fracaso pone en duda su capacidad, es decir, su
autovaloración, algunos estudiantes evitan este riesgo, y para ello emplean ciertas
estrategias como la excusa y manipulación del esfuerzo, con el propósito de
desviar la implicación de inhabilidad (Covington y
Omelich, 1979).
Como se menciona, algunas de las estrategias pueden ser: tener una participación
mínima en el salón de clases (no se fracasa pero tampoco se sobresale), demorar la
realización de una tarea (el sujeto que estudia una noche antes del examen: en caso
de fracaso, este se atribuye a la falta de tiempo y no de capacidad), no hacer ni el
intento de realizar la tarea (el fracaso produce menos pena porque esto no es
sinónimo de incapacidad), el sobreesfuerzo, el copiar en los exámenes y la
preferencia de tareas muy difíciles (si se fracasa, no estuvo bajo el control del
sujeto), o muy fáciles (de tal manera que aseguren el éxito). En otras palabras, se
fracasa con ` honor ´ por la ley del mínimo esfuerzo.
Desarrollo del contenido
En el área de la Psicología Educacional el rendimiento académico es uno de los
constructos más estudiados, debido al valor que presuntamente puede entenderse
de este mismo en lo que refiere a la actuación de los sujetos en el ámbito
académico; se desprende como razonamiento más lógico que cuanto mayores son
los valores obtenidos en este campo es mejor también el desempeño.
¿Rendimiento escolar o rendimiento académico?
La complejidad del rendimiento escolar es patente desde su definición, diversos
autores lo denominan como aptitud escolar, desempeño académico o rendimiento
académico, estas denominaciones han sido utilizadas como sinónimos del
rendimiento escolar. Generalmente las diferencias de concepto solo se explican por
cuestiones semánticas ya que generalmente, en la esfera escolar, textos, y el
contexto docente,
rendimiento escolar y rendimiento académico son sinónimos.
Origen del concepto rendimiento escolar
El rendimiento escolar tiene su origen en el modelo económico industrial, como se
sabe, este modelo centra todos los esfuerzos en el incremento de la productividad y
calidad, de trabajadores, procesos de producción, servicios, etcétera, y para ello
aplica métodos de medición de la eficiencia, a través del establecimiento de
dimensiones objetivas y creación de escalas que permitan la medición del
desempeño, y a continuación emplear los resultados obtenidos de dichas
mediciones, en la determinación de promociones, salarios, apoyos y méritos en
general. Con el pasar del tiempo este modelo de medición de la eficiencia,
productividad y calidad, se trasladó a distintos ámbitos sociales, entre ellos el
educativo.
En la esfera de la educación el rendimiento como criterio de racionalización de la
productividad y calidad de la educación, tiene que ver con la cuantificación del
rendimiento de sus distintos insumos: procesos, recursos y actores; persiguiendo
como fin, poner en términos de cifras su contribución al desarrollo económico y
social.
Rendimiento escolar
El de Rendimiento Académico es un concepto que se utiliza de
manera excluyente en el ámbito educativo para referirse a la evaluación que en las
diversas instituciones educativas y en los correspondientes niveles, primario,
secundario, universitario, es llevada a cabo por los profesionales idóneos para
justamente evaluar el conocimiento aprendido por parte de los alumnos.
Se considerará que un alumno tendrá un buen rendimiento académico cuando tras
las evaluaciones a las que es sometido a lo largo de la cursada en cuestión sus
notas son buenas y satisfactorias. Por el contrario, estaremos hablando de un mal o
bajo rendimiento académico de un alumno cuando las calificaciones que obtiene
tras los exámenes no alcanzan el nivel mínimo de aprobación. No debe tomarse
como indicador de inteligencia. Solo mide el conocimiento aprendido
Por otra parte, y en un nivel más detallado, el rendimiento académico puede ser
categorizado en dos sentidos: uno estricto y otro amplio. En lo que refiere al
estricto, entendido como parámetro social y legal, las calificaciones obtenidas
conforman un indicador sobre los conocimientos que se han adquiridos; en cuanto
al sentido amplio se lo va a relacionar con éxito, el retraso o abandono de la
educación formal. El punto de comparación para estas tres partes viene dado por
los tiempos en los cuales cada sujeto termine dicha educación formal, es decir, va a
ser exitoso si culmina en los tiempos estipulados, va estar retrasado si se pasa de
esos tiempos
LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL RENDIMIENTO ACADÉMICO.
En la actualidad existen diversas investigaciones que se dirigen a encontrar
explicaciones del bajo rendimiento académico, las cuales van desde estudios
exploratorios, descriptivos y correlacionales hasta estudios explicativos; si bien es
cierto que resulta una tarea ardua localizar investigaciones específicas que
describan ó expliquen la naturaleza de las variables asociadas al éxito o fracaso
académico, también es verdad que el acervo teórico y bibliográfico para sustentar
una investigación de ésta naturaleza resulta enriquecedor; por lo cual se describen
a continuación algunas de ellas.
Bricklin y Bricklin (1988) realizaron investigación con alumnos de escuela
elemental y encontraron que el grado de cooperación y la apariencia física son
factores de influencia en los maestros para considerar a los alumnos como más
inteligentes y mejores estudiantes y por ende afectar su rendimiento escolar.
Por otra parte, Maclure y Davies (1994), en sus estudios sobre capacidad cognitiva
en estudiantes, postulan que el desempeño retrasado (escolar) es sólo la capacidad
cognitiva manifiesta del alumno en un momento dado, no es una etiqueta para
cualquier característica supuestamente estable o inmutable del potencial definitivo
del individuo. Asimismo concluyen que el funcionamiento cognitivo deficiente no
está ligado a la cultura ni limitado al aula.
Glasser (1985) en su trabajo con jóvenes que manifestaron conductas antisociales y
que fracasaron en sus estudios expone: “no acepto la explicación del fracaso
comúnmente reconocida ahora, de que esos jóvenes son producto de una situación
social que les impide el éxito. Culpar del fracaso a sus hogares, sus localidades, su
cultura, sus antecedentes, su raza o su pobreza, es improcedente, por dos razones:
a) exime de responsabilidad personal por el fracaso y b) no reconoce que el éxito en
la escuela es potencialmente accesible a todos los jóvenes. Si los jóvenes pueden
adquirir un sentido de responsabilidad suficiente para trabajar de firme en la
escuela y si las barreras que se interponen al éxito son retiradas de todas las
escuelas, muchas de las condiciones desventajosas pueden ser contrarestadas ”.
Finalmente el autor concluye con una frase para la reflexión de todas aquellas
personas involucradas en la educación: “es responsabilidad de la sociedad
proporcionar unsistema escolar en el que el éxito sea no sólo posible, sino
probable” (Glasser, 1985).
Carbo, Dunn R. y Dunn K. (citados por Markowa y Powell, 1997) han investigado
sobre las diferencias en los estilos de aprendizaje desde finales de la década de los
70´s y han demostrado categóricamente que los niños aprenden de distinta
manera, y que su rendimiento escolar depende, de que se les enseñe en un estilo
que corresponda a su estilo de aprendizaje. De acuerdo con éstos investigadores no
existe un estilo que sea mejor que otro; hay muchas aproximaciones distintas,
algunas de las cuales son efectivas con ciertos niños e inútiles con otros.
El rendimiento escolar está presentes en tres dimensiones esenciales del alumno: El
poder (APTITUDES) el querer (ACTITUDES) y el saber hacer (METODOLOGÍA).
Es decir que las aptitudes intelectuales que posee el alumno y que en principio
determinan sus logros escolares las actitudes o disposiciones con que se enfrenta el
medio escolar son las siguientes:
1. Motivación
2. Constancia
3. Tenacidad
4. Esfuerzo
Las causas del bajo rendimiento escolar pueden ser varias, como por ejemplo,
aspectos emocionales y afectivos, orgánicos o biológicos o una conjunción de
varios factores como la familia, el entono social-económico.
El bajo rendimiento escolar y que pueden originar un fracaso escolar suelen
señalarse los siguientes fallos:
• Dificultades de comprensión para captar las explicaciones de los profesores o
textos
• No saber utilizar un método adecuado que les favorezca la comprensión
• No hacer aplicaciones prácticas o ejercicio.
• No memorizar lo suficientemente
• Presentar los trabajos: Poco ordenados confusos mal estructurados sin claridad ni
corrección el mal uso de los trabajos y el mal planteamientos de los trabajos
entregados en el aula con los profesores y un mal manejo de información.
• Dificultad para concentrarse y dominar la atención.
Entre los factores que tienen mayor influencia en el rendimiento escolar
encontramos los siguientes:
Aspectos familiares
Medios de comunicación socia
Factores económicos
La escuela
Las aptitudes físicas e intelectuales.
Una mala alimentación esto provoca que no hay suficiente oxigeno en el cerebro y
se provoca sueño y fatiga para estudiar.
• No dormir lo necesario
• Problemas familiares (maltrato psicológico, físico)
• Desagrado por el ambiente escolar (escuela, maestros, compañeros)
• Despejar la mente al momento de estudiar. Siempre hay que estudiar
• Atención en el estudio (concentrarse al 100% en el estudio
• Concentración ( cuerpo y mente)
Siempre hay que estudiar
• Atención en el estudio (concentrarse al 100% en el estudio
• Concentración ( cuerpo y mente)
• Aprovechar estrategias de estudio
• Confianza en uno mismo ( yo puedo)
• Motivación e interés por lo que hago
Posibles ayudas
Si nos encontramos con esta situación, ¿cómo podemos actuar como padres,
tutores o docentes? Veamos algunas de las soluciones posibles:
•
•
•
•
•
Ir a la causa del problema: siempre es importante hablar con el niño,
observar y ver cuál es el origen de su bajo rendimiento escolar. ¿Puede ser falta
de motivación, o tal vez tiene algún problema emocional o psicológico? Si se
detecta alguna alteración, será interesante consultar con un especialista.
Ayuda a la creación de rutinas: es importante que el niño o joven cree sus
propias rutinas, y que estas incluyan los hábitos de estudio. Para ello, los
horarios fijos, la adecuación de un espacio propio y la gestión correcta del
tiempo son habilidades y entornos que el chico ha de potenciar.
Contribuir a potenciar su capacidad de esfuerzo: el alumno debe ser
responsable, autosuficiente y con capacidad de esfuerzo propia para mejorar su
rendimiento académico. Es necesario que aprenda a imponerse metas para
lograr el objetivo final y mejorar sus calificaciones.
Asimilación de técnicas de estudio: también será necesario que el estudiante
aprenda nuevas técnicas de estudio que le ayuden a asimilar mejor las
temáticas. Puede probar con la creación de mapas conceptuales, con la
sintetización de información, con una mejor organización de las tareas, etc.
Exigencia según su nivel y capacidad: debemos ser exigentes con los
alumnos, pero siempre adecuándose a su estado, a su nivel y a su desarrollo. No
se puede exigir lo mismo a un chico de 7 años que a otro de 17, por ejemplo.
Además, habrá que atender a su situación personal, a su nivel de progreso, a su
estado emocional, etc.
Suicido y la escuela
Tiene más preocupado a la sociedad el estrés que se produce en el trabajo que el
ocurrido dentro de la escuela y, sin embargo, los datos estadísticos muestran que la
población más susceptible a quitarse la vida es precisamente aquella que se halla
escolarizada.
El suicidio en México muestra tasas de crecimiento que rondan un 275%, en
adolescentes y adultos jóvenes que tienen edades entre 15 y 29 años.
Prevención del suicidio: ¿Qué pueden hacer las escuelas?
Que las escuelas tengan espacios y profesionales a los cuales los estudiantes
puedan acudir para hablar de temas que les preocupan es un paso imprescindible
para prevenir el suicidio. Además, de esta forma también se detectan y resuelven
casos de acoso escolar, entre otros casos.
La detección es clave Menos del 25 % de las familias son conscientes de las
conductas auto lesivas y suicidas de sus hijos, especialmente porque los jóvenes no
buscan ayuda. Una solución, según el estudio, es administrar un cuestionario de
detección preliminar y luego remitir a los estudiantes que presentan señales de
alerta al consejero escolar o facilitar que obtengan ayuda psiquiátrica emergente.
Tipos de rendimiento escolar
Existen diferentes tipos de rendimiento escolar, según Leal (1994) éstos se van a
dar durante el proceso de educativo, esto quiere decir que tarea educativa se va a
poder evaluar mediante aquellos instrumentos y elementos personales que son
parte del proceso educativo y no sólo de la productividad que tenga el estudiante.
1) Rendimiento suficiente. Es cuando alumno logra aquellos objetivos que se
plantean y ya están establecidos en lo que es los procesos de enseñanzaaprendizaje.
2) Rendimiento insuficiente. Por el contrario en esta es cuando el alumno no
logra o alcanza a cumplir con los contenidos establecidos que se pretende que
cumplan.
3) Rendimiento satisfactorio. Cuando el alumno tiene las capacidades acordes al
nivel que se desea y está dentro de sus alcances.
4) Rendimiento insatisfactorio. Por otro lado este es cuando el alumno no alcanza
el nivel esperado o mínimo en cuando a su desarrollo de capacidades con las que
debe contar.
Por otra parte Leal (1994) aparte de los ya mencionados igual añade los
siguientes tipos de rendimiento:
5) Rendimiento objetivo. En este se va utilizar algún instrumento de evaluación
para medir aquella capacidad con la que cuenta el alumno para manejar un tema
en especial.
6) Rendimiento subjetivo. Por el contrario en esta se va a tomar en cuenta por la
opinión que tenga el maestro acerca del alumno en cuanto a su desempeño.
De estos tipos de rendimiento ya antes mencionados igual podemos encontrar otra
clasificación de estos que es la siguiente:
7) Rendimiento individual. Es en el que se manifiesta en la adquisición de
conocimientos, experiencias, hábitos, destrezas, habilidades, actitudes,
aspiraciones, etc. Lo que permitirá al profesor tomar decisiones pedagógicas
posteriores. Los aspectos de rendimiento individual se apoyan en la exploración de
los conocimientos y de los hábitos culturales, campo cognoscitivo o intelectual.
También en el rendimiento intervienen aspectos de la personalidad que son los
afectivos. Comprende
a) Rendimiento general. Éste se va a manifestar mientras el estudiante va al centro
de enseñanza, en el aprendizaje de las Líneas de Acción Educativa y hábitos
culturales y en la conducta del alumno.
b) Rendimiento específico. Por otra parte este es el que se da en la resolución de
problemas personales, desarrollo en la vida profesional, familiar y social que se les
presenta en el futuro. En este rendimiento la realización de la evaluación es más
fácil, por cuanto si se evalúa la vida afectiva del alumno, se debe considerar su
conducta parceleramente: sus relaciones con el maestro, con las cosas, consigo
mismo, con su modo de vida y con los demás.
8) Rendimiento social. La institución educativa al influir sobre un individuo, no se
limita a éste sino que a través del mismo ejerce influencia de la sociedad en que se
desarrolla. El primer aspecto de influencia social es la extensión de la misma,
manifestada a través del campo geográfico. Además, se debe considerar el campo
demográfico constituido, por el número de personas a las que se extiende la acción
educativa.
Enfoques de aprendizaje
Los enfoques de aprendizaje tienen un carácter de predisposición u
orientación a aprender de determinada manera, lo que les confiere parentesco con
los estilos de aprendizaje, que son formas específicas y relativamente estables de
procesar información.
Es importante tener presente que los enfoques de aprendizaje no son algo estable
en el alumno, es decir, no son una característica personal inmutable. Por el
contrario, un alumno es capaz de adoptar uno u otro enfoque de aprendizaje
(superficial o profundo) dependiendo de la tarea académica a la que se enfrente.
Enfoque profundo. Se basa en la motivación intrínseca; el estudiante tiene interés
por la materia y desea lograr que el aprendizaje tenga significación personal. Las
estrategias se usan para lograr la comprensión y satisfacer la curiosidad personal.
A nivel de procesos, el estudiante interactúa 322 Sobre el rendimiento escolar
Propósitos y Representaciones. Vol. 3, Nº 1 con el contenido relacionando las ideas
con el conocimiento previo y la experiencia, usa principios organizativos para
integrar las ideas, relaciona la evidencia con las conclusiones y examina la lógica
del argumento. A nivel de resultados se obtiene un nivel de comprensión
profundo, integrando bien los principios fundamentales, así como los hechos. Los
estudiantes con un perfil profundo suelen obtener buenos rendimientos
académicos. Sin embargo, un enfoque exclusivamente profundo, por sí solo, no es
tan bueno como el predominantemente profundo. Según Biggs (1987), los
estudiantes que usan el primero definen sus propios objetivos y tratan de
conseguirlos a su manera; si resulta que estos no son los objetivos académicos, dará
la impresión de que el estudiante lo está haciendo mal en el sentido “oficial” del
término, independientemente de lo satisfactorio que pueda ser el aprendizaje
desde su particular punto de vista.
Enfoque superficial. Se basa en una motivación extrínseca; busca “cumplir” y
evitar el fracaso. La intención del estudiante es cumplir con los requisitos de la
evaluación mediante la reproducción. Las estrategias están al servicio de un
aprendizaje mecánico. Los procesos que se movilizan se orientan al aprendizaje
memorístico, por repetición, de modo que hechos e ideas apenas quedan
interrelacionados. El estudiante acepta las ideas y la información pasivamente, y se
concentra sólo en las exigencias de la prueba o examen. Como resultado se obtiene
una memorización rutinaria, sin reconocer los principios o pautas guía, y un nivel
de comprensión nulo o superficial. Estos estudiantes tienen un bajo rendimiento
con respecto a los objetivos y piensan abandonar los estudios antes de tiempo. Así,
por enfoques de aprendizaje se entiende a los procesos de aprendizaje que pone en
marcha el aprendiz para enfrentarse a una tarea académica, provenientes tanto de
sus percepciones de la tarea como de las características del individuo (Entwistle &
Peterson, 2004)
El propósito del rendimiento escolar o académico es alcanzar una meta educativa,
un aprendizaje. En tal sentido, son varios los componentes del complejo unitario
llamado rendimiento. Son procesos de aprendizaje que promueve la escuela e
implican la trasformación de un estado determinado en un estado nuevo; se
alcanza con la integridad en una unidad diferente con elementos cognitivos y de
estructura.
Muestra que más de uno de cada cuatro alumnos de 15 años de los países de la
OCDE no han alcanzado un nivel básico de conocimientos y habilidades en al
menos una de las tres asignaturas principales evaluadas por PISA: lectura,
matemáticas y ciencia. En números absolutos, esto significa que cerca de 13
millones de alumnos de 15 años en los 64 países y economías participantes en PISA
2012 tuvieron un bajo rendimiento en al menos una asignatura; en algunos países,
este fue el caso de más de uno de cada dos alumnos. Lugar 102 de 137 países
Revertir la reforma educativa garantizaría que, en lugar de mejorar nuestra mala
posición en el 'ranking' mundial, México bajaría hasta el fondo de la tabla.
Que la educación en México es mala no es sorpresa. Lo es en cualquier ranking.
Puede ser el Reporte de Competitividad del Foro Económico Mundial, en los
informes de la OECD, en las pruebas PISA e incluso en las pruebas Planea. Ya
pasamos el momento en el que quizá hubiera sido válido decir que teníamos un
'área de oportunidad' en el tema educativo, hoy el eufemismo sería casi ofensivo.
El sistema educativo de nuestro país es de pésima calidad. El problema no es
exclusivo del sistema público, las escuelas privadas tampoco la libran, aunque
quieren aparentar que lo hacen.
¿Por qué no aprendemos todos igual?
Porque las personas tenemos diferentes estilos de aprendizaje. Cada uno de
nosotros está condicionado por muchos factores que hacen que nuestra forma de
aprender sea única.
¿Cuáles estilos de aprendizaje existen?
Activo. Aprenden de manera innovadora descubriendo, son atrevidos, creativos,
competitivos y participantes.
Reflexivo. Prefieren actividades o materiales que les lleven a pensar a cuestionarse.
Les gusta leer. Son lentos y concienzudos en sus tareas.
Teórico Q. Quieren conocer diferentes teorías o formas de hacer las cosas, necesitan
ampliar información, son disciplinarios y metódicos.
Pragmático. Necesitan saber si lo que están aprendiendo sirve para algo práctico.
Son eficaces y directos.
El gasto en educación en México asciende a 6.2 por ciento del Producto Interno
Bruto (PIB), que equivale al 20.5 por ciento del gasto público total, el mayor gasto
entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE). En contraste, el gasto público por estudiante es de sólo 2,762.1 dólares,
esto es 5,619.7 dólares por debajo del promedio de la organización y representa la
cifra más baja entre los países miembros. Nuestro país ocupa el penúltimo lugar en
el gasto por estudiante acumulado de los 6 a los 15 años de edad, con 23,913.7
dólares, 59,469.2 dólares por debajo del promedio. Estos datos muestran una
relación con los resultados obtenidos en la prueba PISA, pues México ocupa el
último lugar en las tres áreas que evalúa dicha prueba
Conclusiones
El bajo rendimiento constituye un problema para la educación en cualquier nivel,
(primaria, Secundaria, universitaria). Los factores de riesgo del estudiante incluyen
déficits cognitivos, del lenguaje, atención lábil, escasas habilidades sociales
y problemas emocionales y de la conducta.
El rendimiento académico es uno de los constructos más estudiados, rendimiento
escolar y rendimiento académico son sinónimos.
El bajo rendimiento en los estudiantes es notorio de acuerdo a los porcentajes
obtenidos en la investigación, los maestros deben hacer más énfasis en tratar de
solucionar los problemas de bajo rendimiento, aplicando técnicas y estrategias que
permitan que los adolescentes se apropien de los conocimientos, procedimientos y
por ende apoderarse de buenas
actitudes.
Facilitar la concentración puede ser una alternativa de aumentar el rendimiento
escolar, procurando un espacio adecuado en el hogar para el estudio de los chicos
y chicas. Sin música, sin ruidos, con buena iluminación. Dependiendo de las
características esenciales de cada uno, de esta forma podemos saber sí han
aprendido a resumir y sintetizar y si han reflexionado sobre lo que han estudiado.
Haciendo hincapié en lo expresado en párrafos anteriores, la investigación sobre el
rendimiento académico muestra una gran riqueza en cuanto a líneas de estudio se
refiere, lo cual nos
permite aproximarnos a su complejidad en vías de comprender su significado,
dentro y fuera del acto educativo. Es por ello que las consideraciones finales del
presente artículo, en vías no sólo de su
congruencia discursiva sino de su interés de aportación, se enmarcan dentro de las
tres vertientes abordadas en su contenido. En primera instancia, y considerando las
distintas perspectivas téoricometodológicas sobre el fenómeno de estudio, el autor
conceptualiza al rendimiento académico como un constructo susceptible de
adoptar valores cuantitativos y cualitativos, a través de los cuales existe una
aproximación a la evidencia y dimensión del perfil de habilidades, conocimientos,
actitudes y valores desarrollados por el alumno en el proceso de enseñanza
aprendizaje. Lo anterior en virtud de destacar que el rendimiento académico es
una intrincada red de articulaciones cognitivas generadas por el hombre que
sintetiza las variables de cantidad y cualidad como factores de medición y
predicción de la experiencia educativa y que contrariamente de reducirlo como un
indicador de desempeño escolar, se considera una constelación dinámica de
atributos cuyos rasgos característicos
distinguen los resultados de cualquier proceso de enseñanza aprendizaje.
Por otra parte, la investigación sobre rendimiento académico, nuestra segunda
vertiente y la que evidentemente alimenta al cuerpo de conocimiento sobre el
objeto de estudio, se relaciona con todas aquellas acciones dirigidas a la explicación
del fenómeno, en este sentido, el aporte del autor es la reflexión sobre los hilos
conductores propuestos para aproximarse a su investigación a través del análisis
específico de las variables habilidad social y autocontrol, con los cuales abre un
espacio para la reflexión en materia de evaluación y diseño curricular para las
instituciones educativas, así como una oportunidad de llevar acabo estudios en el
área de construcción de técnica e instrumentos para su predicción . Lejos de
pugnar que su práctica se convierta sólo en el aislamiento permanente de variables
para su comprensión, el autor plantea la investigación del rendimiento académico
como comprensión integrada de manera inductiva y deductiva a través de una
perspectiva holista.
Con respecto a la última vertiente de estudio, el reconocer la existencia de
programas
compensatorios en el marco mundial de las instituciones educativas públicas ó
privadas, resulta una antítesis a la tan anhelada, argumentada y pretendida
calidad educativa. Los indicadores del rezago, deserción escolar y eficiencia
terminal, al menos en nuestro país, México, dan cuenta de un panorama que acusa
niveles de rendimiento académico deficientes como una de sus principales
variables explicativas, lo que conduce a la reflexión final acerca de la necesidad
imperante de la transformación en el liderazgo educativo de México, y de manera
específica en relación con sus políticas de
administración, planeación, diseño, implementación e investigación en el ámbito
educativo.
Referencias
https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/58338134/HUMANIDADES_16_000382with-cover-pagev2.pdf?Expires=1651344671&Signature=FL5lnuueiuFlEtnrUc9eZJYxfMpEg7oPztx2YKH5JOV2AKRujVpWrWFq6ICb8rfnqkz1SN4zi1a6O4m5CIZ~ahGJUcTGG0
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HiBhb2VZdDO2jOYO6nr6Th-qAGBihCmu8hcIGHKnN7VXxGvRoT6mXPHbAUUgOgEhjtf~DV6rDVpUJVqcLzjQdvGIGJfEfkFFSqJmkiiyOaPcLolNydZTRd7g__&Key-PairId=APKAJLOHF5GGSLRBV4ZA
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https://sites.google.com/site/psicoinforma05/rendimiento-escolar/tipos-de-re
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/valeria-moy/lugar-102/
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