El Mañanero Participación de Aldo Suárez Fecha: 24 de junio de 2014 Tema: Vida de Médicos…#YoSoy17 La reacción que hemos visto en los últimos días en relación al movimiento #YoSoy17 ha tomado dimensiones muy importantes en muy poco tiempo. Este pasado domingo, tras una convocatoria hecha a la manera como en últimos tiempos se han gestado grandes movimientos sociales, se logró una participación de más de 53 ciudades a lo largo de todo el país y se dejó ver la solidaridad de un gremio que no daba la impresión hacia fuera de estar tan unido. Como suele suceder con fenómenos tan masivos como este, el despliegue de actitudes y posturas no se han hecho esperar. No es para menos cuando se toca a un gremio, que en los últimos tiempos se halla afectado de muchas maneras; esta capacidad de indignación se ha gestado de diversas maneras, muchas de las cuales tienen que ver con la propia injusticia, no sólo la que se percibe que se está cometiendo en contra de 16 de sus miembros de Guadalajara, sino contra aquella que se hace contra todo un gremio que ejercen una de las profesiones más antiguas de la humanidad. En voz de sus voceros, la postura ha sido muy clara: no se trata de un movimiento de orden político, sino de la unión en legítima defensa de una gremio ante la afectación de 16 de sus miembros. Pero no sólo eso. Se ponen en la mesa temas que en los últimos tiempos atañen nuestro quehacer, nuestros derechos como médicos, pero también y sobre todo, la afectación percibida en la manera en que se practica la medicina en este país, no sólo a nivel de las instituciones públicas, sino también en el ámbito privado. Más allá de la ahora “necesaria” “fiscalía especializada en la materia”, esto es la profesionalización de un sistema que persiga nuestro quehacer, se abre la oportunidad de que la opinión pública, conozca muchas de las condiciones en las cuales se trabaja. Y es de esta manera como se abren al menos por ahora dos líneas de reflexión: Una primera línea de pensamiento que se aboque al análisis del caso en cuestión; desde luego que tal análisis deberá llevarse a cabo con la metodología con la que suele hacerlo la medicina: una revisión del caso desde la perspectiva clínica en la que se tomen en cuenta todos los factores que participaron y con “juicio clínico” se saquen las conclusiones debidas. Para que eso suceda, la petición es muy precisa. Necesitamos que aquellos que juzguen lo hagan desde el complicado conocimiento médico y de sus procesos, y no vía el judicial, que por cierto goza de una reputación bastante peor que el de la medicina. Algunas voces han mencionado que lo que en realidad los médicos buscamos es la impunidad bajo cualquier circunstancia, incluida la negligencia. Cualquier sociedad que se precie de ser madura y en evolución, tendrá que contemplar que ante la falibilidad de la práctica médica, el deslinde de responsabilidades será un quehacer sistemático. La medicina no es una ciencia exacta; en el mejor de los casos es una praxis basada en conocimientos científicos, pero también y sobre todo, en algo en lo que algunos piensan poco: la relación-médico paciente. La otra vertiente de reflexión puede hacerse sobre las condiciones en las que se lleva a cabo la práctica médica. Si bien existen médicos especializados en temas de Salud Pública, la generalidad de los médicos, actuamos de acuerdo (conscientes de ello o no) a políticas dictadas por el propio Estado. La OCDE publica regularmente el comportamiento de los diversos respecto a una amplia variedad de parámetros, la salud siendo uno de los más importantes. En estos términos, del listado de 33 países pertenecientes a esta organización, México ocupa el penúltimo lugar sólo antes de Turquía con un gasto sanitario del 6.2 por ciento del PIB (en el extremo se encuentra Estados Unidos con un 17.6 por ciento, o los países bajos con un 12 por ciento) o bien, El Mañanero Participación de Aldo Suárez Fecha: 24 de junio de 2014 Tema: Vida de Médicos…#YoSoy17 si lo vemos en términos de gasto expresado en dólares, esto equivaldría a 916 dólares anuales invertidos por cada persona, versus 8233 en Estados Unidos o 5388 en Noruega, al extremo del grupo. ¿En que se traduce esto en términos de práctica médica? Al menos en nuestro medio, en una saturación de todos los servicios médicos y una sobrecarga de trabajo para los médicos a quienes el propio sistema les obliga a ver más pacientes en menos tiempo. Si bien esto no justifica el cometimiento de errores, existen evidencias suficientes que hace pensar que el delicado trabajo de cualquier médico, puede verse mermado ante situaciones de fatiga o sobrecarga. Una revisión cuidadosa de cómo se ha saturado todo el sistema de salud y la precariedad bajo el cual trabajan médicos, pero también enfermeras, podría hacernos considerar a estas bajo el rubro de “profesiones de alto riesgo”