Volumen 30 Nº 12 | 2022 URGENCIAS Urgencias respiratorias ANIMALES DE PRODUCCIÓN Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas Parte 1 de 2 7 y 8 de Agosto +54911 4413.9442 /EditorialIntermedica [email protected] SELECCIONES VETERINARIAS | i URGENCIAS Urgencias respiratorias Elena Damiá Giménez;1 Alicia Fernández Ruiz2 Licenciada en Veterinaria y Doctora en Veterinaria (UCH-CEU). Profesora del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la UCH-CEU. Licenciada en Veterinaria (UCH-CEU). Internado en Cardiología Veterinaria (Milán, Italia). Internado en el Hospital Clínico Veterinario de la UCH-CEU 1 2 Tomado de “Manejo práctico en situaciones de urgencia en pequeños animales” con autorización de Inter-Médica Introducción Cuando se presenta un paciente con distrés respiratorio es importante que el reconocimiento de este signo y la intervención terapéutica apropiada ocurran de forma temprana. Las principales medidas que debe tomar el clínico son la suplementación de oxígeno y la limitación del estrés, además de la realización de pruebas diagnósticas no invasivas. Estas últimas, junto con el examen físico y la obtención de la historia médica, ayudan a identificar la causa del distrés respiratorio, lo cual es esencial para determinar qué otras medidas terapéuticas de urgencia son necesarias (por ej., farmacoterapia, toracocentesis, colocación de tubo de toracostomía, traqueostomía y ventilación con presión positiva). Además, cuanto más claro es el origen del distrés, más fácil es Figura 1. Paciente canino con obstrucción de la vía aérea superior debida a un linfoma laríngeo. localizar la patología, dado que el distrés inspiratorio es característico de las enfermedades de las vías aéreas altas y el parénquima pulmonar (edema pulmonar), mientras que el distrés espiratorio es típico de las enfermedades de las vías aéreas bajas (asma felina, SELECCIONES VETERINARIAS | 1 URGENCIAS | Urgencias respiratorias Un nuevo complemento natural para coadyuvar tratamientos con anticonvulsivantes NEURO GREEN ® Complemento Dietario USO VETERINARIO Perros y Gatos BACOPA MONNIERI / GINKGO BILOBA / VALERIANA / CARDO MARIANO www.laboratoriosjanvier.com.ar @labjanvier @laboratoriosjanvier 2 | SELECCIONES VETERINARIAS URGENCIAS | Urgencias respiratorias bronquitis crónica canina). En la sala de urgencias, es fundamental la deteccción del paciente con dificultad para respirar, debido a que su atención es prioritaria con respecto a la de otros problemas. El esfuerzo respiratorio va unido a una respiración paradójica, que puede incluir: colapso hacia dentro de los espacios intercostales por una mayor presión negativa inspiratoria o por debilidad costal; colapso hacia el interior del abdomen en inspiración; movimiento hacia dentro de las últimas costillas por una contracción del diafragma y la tensión ejercida por la inserción costal en las costillas caudales del diafragma; movimiento opuesto al fisiológico de las costillas con la inspiración. Otros signos de distrés respiratorio son agitación, ojos vidriosos, movimientos nasales y postura ortopneica. En resumen, la observación del paciente y su tipo de respiración, la historia médica y un adecuado examen físico permiten localizar la causa o el origen del problema respiratorio en las siguientes regiones anatómicas: vías respiratorias, parénquima pulmonar o espacio pleural. Obstrucción de vías respiratorias superiores (faringe, laringe y tráquea) Estas obstrucciones, debido a que mayoritariamente dificultan la entrada de aire, se manifiestan con distrés inspiratorio, el cual puede conllevar hipoventilación y, en los casos muy graves, hipoxemia. Pueden cursar con estertores (localización nasofaríngea), estridores (localización laríngea) o tos (colapso traqueal). Sus principales causas son la parálisis laríngea, los cuerpos extraños y el colapso traqueal. Figura 2. Obstrucción grave del flujo respiratorio por edema de glotis en un gato. La parálisis laríngea (unilateral o bilateral) es una causa común de obstrucción de vías aéreas superiores en perros de edad mediana o avanzada. En caninos (menores de 18 meses de edad) de grandes razas, como Husky siberiano, Bulldog inglés y Boyero de Flandes, se ha descrito una forma congénita. La parálisis laríngea adquirida puede ser idiopática (causa más común) o secundaria a un trauma y se ha descrito en razas como Labrador y Golden retriever y San Bernardo. También se la ha asociado con trastornos neuromusculares, trauma cervical y tumores torácicos o de mediastino. Esta patología se debe a la denervación del nervio laríngeo recurrente (responsable de la inervación del musculo cricoaritenoideo dorsal), que causa la atrofia e impide la abducción de los cartílagos aritenoides, dando lugar a la obstrucción de la glotis. Los pacientes con esta afección presentan intolerancia al ejercicio, hipersalivación, náuseas, alteración de la vocalización y, en última instancia, distrés respiratorio grave con hipoxemia, hipercapnia y síncope. En la auscultación, se evidencian sonidos estridentes, con mayor intensidad en la laringe o la tráquea cervical durante la inspiración. En los pacientes felinos, los signos clínicos son similares, aunque esta alteración se describe como poco común. El método de elección para diagnosticar esta patología es un examen laringoscópico, que debe realizarse con sedación ligera. Si el paciente está hemodinámicamente estable, el fármaco de elección es la acepromazina (0,05-0,1 mg/kg IM o IV); otra opción es el butorfanol (0,1-0,6 mg/kg IM o IV), solo o en combinación con la anterior. Cuando se requiere anestesia general, son adecuados el propofol (4-6 mg/kg IV) o el diazepam (0,1-0,5 mg/kg IV) con ketamina (5-10 mg/kg IV). El diagnóstico se establece cuando se detecta una SELECCIONES VETERINARIAS | 3 URGENCIAS | Urgencias respiratorias Figura 3. Radiografía lateral en inspiración de paciente con colapso traqueal. alteración en la apertura y el cierre completo de cualquiera de los dos cartílagos laríngeos, tras observarlos durante varios ciclos respiratorios con una potente fuente de luz. Si los cartílagos aritenoides no abducen durante la inhalación, es aconsejable administrar doxapram (1-5 mg/kg IV) para estimular la respiración. La terapia inicial consiste en oxigenoterapia, administración de corticosteroides en dosis antiinflamatorias (por ej., dexametasona, 0,5-1 mg/kg IV o IM) y enfriamiento del animal, si su temperatura es superior a 39,5 ºC. Siempre que sea posible, deben evitarse la anestesia y la intubación del paciente, debido a que podría colapsar nuevamente tras la desintubación. Si la respuesta a la terapia de urgencia inicial no es adecuada, podrían requerirse inducción anestésica y cirugía correctora (laringectomía parcial o lateralización aritenoidea) o, al menos, traqueotomía de urgencia (véase el cap. 16) hasta que pueda realizarse la cirugía más 4 | SELECCIONES VETERINARIAS conveniente.Por otro lado, la sedación usada para el examen laringoscópico puede aprovecharse para tomar radiografías torácicas con el fin de descartar la presencia de edema pulmonar o neumonía por aspiración. Otras técnicas de diagnóstico que podrían aplicarse son la ecografía y la tomografía computarizada (TC) laríngeas. Los cuerpos extraños son otra de las posibles causas de obstrucción de las vías respiratorias altas. Pueden ubicarse en la cavidad nasal, la faringe, la laringe y el segmento distal de la tráquea. Como estas obstrucciones dificultan la entrada de aire, en la mayoría de los casos, se manifiestan con disnea inspiratoria. En los pequeños animales, los cuerpos extraños encontrados con más frecuencia son agujas, palos de madera, anzuelos de pesca, espigas, huesos, hilos y pelotas de goma. La sintomatología que provocan es compartida con otras patologías, como los hematomas sublinguales, ciertas neoplasias (véase fig. 1) o pólipos e incluye estornudos agudos, intentos de frotarse el hocico, secreción nasal, náuseas e incluso obstrucción grave del flujo respiratorio (véase fig. 2). Si la obstrucción es parcial (lo más usual), el paciente muestra un gran esfuerzo respiratorio y la boca abierta y, durante la inspiración, sus comisuras labiales se mueven hacia el interior, su abdomen se expande y el tórax colapsa, por lo que en la auscultación se detectan estridores o ronquidos. Si la obstrucción es total, los sonidos respiratorios están ausentes, los esfuerzos para respirar son vigorosos, pero sin movimiento de aire, y la pared torácica suele retraerse durante la inspiración (por la presión negativa al inspirar a través de una vía aérea cerrada). En estos pacientes con obstrucción completa de la vía respiratoria, así como también en aquellos que no responden a la estabilización inicial (oxigenoterapia, intubación orotraqueal) en breve tiempo, debe realizarse una traqueostomía de urgencia o colocarse un catéter transtraqueal a través del cual se administrará oxígeno (véase el cap. 16). Debido al proceso inflamatorio que acompaña estas obstrucciones, es recomendable la administración de corticoides (dexametasona, 0,25-1 mg/kg IV; o metilprednisolona, 1-3 mg/kg IV) y, en los casos de laceración oral grave, debe instaurarse antibioticoterapia de amplio espectro. Asimismo, es fundamental monitorizar la temperatura corporal pues, al reducirse la transpiración asociada con la respiración, este parámetro pueden tener un aumento significativo. Para detectar la causa de la obstrucción es preciso examinar las vías aéreas (cavidad oral, orofaringe y laringe) con un laringoscopio y, si se observa la URGENCIAS | Urgencias respiratorias 45k USUARIOS ¡Y LO FESTEJAMOS CON UN INCREIBLE SORTEO! SEGUINOS EN: @Editorial_Intermedica para enterarte de cómo participar y los premios que tenemos para vos DESCARGALA AHORA SELECCIONES VETERINARIAS | 5 URGENCIAS | Urgencias respiratorias MUCOSIDAD E INFLAMACIÓN MUCOSA BRONQUIAL Broncoconstricción OBSTRUCCIÓN Espiración difícil ↑ Resistencia al flujo del aire ↑ Esfuerzo respiratorio ↓ Entrada de aire ↑ Contenido de aire alveolar Insuficiencia ventilatoria Fatiga de músculos respiratorios ↑ PCO2 (hipercapnia) y ↓ PO2 (hipoxemia) Figura 4. Esquema de la fisiopatología del asma felina. presencia del cuerpo extraño, lo indicado es proceder a su retirada. Esto puede efectuarse manualmente, con pinzas cocodrilo, poniendo al paciente con la cabeza hacia abajo y comprimiendo la región por debajo del esternón (maniobra de Heimlich) o lavando la cavidad nasal de craneal a caudal, mientras la parte posterior de la boca es empacada con una gasa para evitar la aspiración. A veces, es necesaria la realización de una rinoscopia o incluso una radiografía para alcanzar el diagnóstico definitivo y, si el cuerpo extraño está en la tráquea o la bifurcación de los bronquios principales, su extracción requerirá ayuda endoscópica. Los espejos para examinación dental son otra herramienta útil para el diagnóstico de pólipos o cuerpos extraños en la nasofaringe; se los puede usar para mirar por encima del paladar blando, pero antes es necesario calentarlos para reducir la formación de vaho. Cualquiera de 6 | SELECCIONES VETERINARIAS estos procedimientos siempre debe ser realizado tras la estabilización inicial del paciente. El colapso traqueal es otra causa común de distrés asociado con obstrucción de las vías respiratorias altas. Se trata de una enfermedad degenerativa y progresiva de los cartílagos traqueales, que da lugar a un colapso del lumen traqueal y genera incapacidad para resistir el cambio de presiones en la vía aérea. Puede afectar tanto la porción intratorácica como la porción extratorácica de la tráquea e, incluso, puede extenderse hasta el bronquio principal. Esta patología es común en pacientes caninos de razas pequeñas y edad avanzada (promedio: 7 años), y particularmente, en el Yorkshire terrier. No se conoce su causa exacta, pero se la ha asociado con trauma traqueal, masas extra o intraluminales e hipoplasia traqueal. Los signos clínicos dependen de la severidad del colapso, pero es patognomónica una tos crónica que se intensifica tras el ejercicio, con la excitación o con la palpación de la tráquea, que puede llevar al síncope. La descompensación aguda es poco usual, pero puede ocurrir si el animal se excita o realiza actividad física y con el aumento de la humedad o la temperatura ambiental. Cuando esto sucede, el objetivo terapéutico debe ser la resolución del distrés respiratorio, razón por la cual deberá instaurarse oxigenoterapia. Por otro lado, la sedación puede ayudar a resolver el episodio tusígeno (sobretodo en los animales activos). Los sedantes más apropiados son butorfanol (0,1-0,2 mg/kg IV o IM), acepromazina (0,05-0,1 mg/kg IV o IM) o diazepam (0,1-0,6 mg/ kg IV); cuando es necesaria la intubación endotraqueal, están indicados el diazepam (0,1-0,5 mg/kg IV) con ketamina (5-10 mg/kg IV) o el propofol (1-6 mg/ kg IV). Además, pueden administrarse dosis antiinflamatorias de corticosteroides (prednisona, 0,25-0,5 mg/kg IV) para limitar la inflamación traqueal o laríngea, broncodilatadores (terbutalina, 0,01 mg/kg IV o IM; aminofilina, 5-10 mg/kg IV) y antitusígenos (butorfanol, 0,2-0,4 mg/kg IV, SC o IM), ya que el ciclo repetitivo de la tos irrita la vía aérea. El control de la temperatura del paciente también es importante para que no sobrepase los 39,5 ºC. Tras la estabilización del paciente, pueden obtenerse imágenes radiográficas cervicotorácica, lateral y dorsoventral para alcanzar el diagnóstico definitivo: • En la radiografía lateral en inspiración (véase fig. 3), puede observarse un estrechamiento de la porción extratorácica y una dilatación de la porción intratorácica de la tráquea. • En la radiografía lateral en /EditorialIntermedica [email protected] +54911 4413.9442 Remitente: Junín 917 - Piso 1º A - C1113AAC - Ciudad Autónoma de Bs. As. - Argentina - E-mail: [email protected] - Tel: +5411 4961-9234/7249 URGENCIAS | Urgencias respiratorias BÁRCENA GESTIÓN EMPRESARIAL BRYNKIER MANEJO DEL DOLOR DESSAL MEDICINA FELINA/ NEUROLOGÍA/CIRUGÍA ESPINA MEDICINA FELINA LUCAS DERMATOLOGÍA MANGIERI ONCOLOGÍA TEJIDOS BLANDOS PETTA EXÓTICOS SANTAMARINA CARDIOLOGÍA/ ENFERMEDADES RESPIRATORIAS SUAREZ REY GASTROENTEROLOGÍA/ HEMATOLOGÍA TELLADO ONCOLOGÍA IERINO EXÓTICOS RODRIGUES FERREIRA DERMATOLOGÍA TROIANO EXÓTICOS 7 y 8 de Agosto de 2022 Goldencenter. Av. Cantilo y Av. Güiraldes s/n. CABA. Argentina www.jornadasveterinarias.com VOUCHER DE OBSEQUIO $ 18.000.SPONSORSPONSORS TALLERES AUSPICIADAS POR ORGANIZA Secretaría POSTERS SORTEOS ORGANIZA PARTICIPAN 5 SALAS SIMULTÁNEAS Descuentos instituciones adheridas SELECCIONES VETERINARIAS | 7 URGENCIAS | Urgencias respiratorias espiración, puede verse una dilatación de la porción extratorácica cervical y una estenosis de la porción intratorácica. Otras herramientas útiles para diagnosticar esta causa de obstrucción son la fluoroscopia y la broncoscopia. La traqueobroncoscopia hace más sencillos la estadificación y el diagnóstico definitivo del colapso traqueal. En los perros con esta patología, se observan una membrana dorsal traqueal pendulante y los cartílagos aplanados. Tangner y Hobson, basándose en el aspecto endoscópico de la vía respiratoria, propusieron la siguiente clasificación: • Colapso de grado I: la anatomía del cartílago traqueal está intacta, pero el músculo traqueal es pendulante. Existe una pérdida de diámetro luminal de hasta un 25%. • Colapso de grado II: los cartílagos traqueales tienen un leve aplanamiento, el músculo traqueal es más pendular y la reducción de la luz llega al 50%. • Colapso de grado III: los cartílagos presentan mayor aplanamiento (los bordes son palpables), la membrana dorsal contacta ligeramente con la pared traqueal opuesta y la pérdida de diámetro luminal es de un 75%. • Colapso de grado IV: es el colapso traqueal completo con la luz obliterada en su totalidad. Esta estadificación puede ayudarnos a establecer el nivel de gravedad del paciente y guiar la toma de decisiones para su manejo. Obstrucción de vías respiratorias inferiores 8 | SELECCIONES VETERINARIAS ↑ PRESIÓN CAPILAR: ICI o sobrecarga de líquidos ↑ EXTRAVASACIÓN DE LÍQUIDOS: agotamiento de la capacidad de eliminación linfática Acúmulo de líquidos en intersticio peribroncovascular Rotura cuerdas tendinosas Distensión intersticio pulmonar Llenado espacios alveolares ↓ Entrada de aire ↑ Presión hidrostática Edema pulmonar: contenido serosanguinolento Rotura de vasos sanguíneos Figura 5. Esquema de la fisiopatología del edema pulmonar por elevada presión. ICI: insuficiencia cardíaca izquierda. La obstrucción de las vías aéreas bajas suele manifestarse con prolongación de la espiración y, debido a la estenosis de los bronquios o bronquiolos como consecuencia de la inflamación, la broncoconstricción o el acúmulo de exudados, con sibilancias y/o crepitaciones secas en la auscultación. El ejemplo típico es el asma felina, también denominada enfermedad de la vía aérea inferior o bronquitis alérgica. Esta patología es más prevalente en gatos jóvenes de cualquier raza y mediana edad. La inhalación de alérgenos (por ej., partículas de polvo doméstico, perfumes, polen, humo, etc.) es lo que da lugar a la hiperreactividad de las vías respiratorias inferiores y su posterior obstrucción, la que suele estar acompañada por contracción de la musculatura lisa bronquial, edema epitelial e hipertrofia e hiperactividad de las glándulas mucosas (fig. 4). Los signos clínicos, debidos a la reducción del flujo de aire, varían de tos intermitente, sibilancias y letargia a distrés respiratorio grave, el cual se considera espiratorio. El acúmulo de secreciones y la estenosis de las vías aéreas bajas conducen a la hipoventilación (hipercapnia) con hipoxemia asociada, en los casos más graves. Los gatos asmáticos en estado crítico presentan boca abierta, disnea y cianosis por la broncoconstricción inducida por la exposición a potenciales alérgenos. Estos signos clínicos pueden intensificarse con el estrés o el ejercicio. Por otro lado, la enfermedad bronquial crónica puede llevar a una patología permanente en el paciente, como fibrosis o enfisema de vías respiratorias, mientras que la obstrucción completa de un bronquio principal puede dar lugar a la atelectasia del lóbulo pulmonar correspondiente. Es importante, como en toda urgencia con compromiso respiratorio, la estabilización del paciente antes de realizar las pruebas diagnósticas definitivas. En primera instancia, es preciso instituir oxigenoterapia (en los gatos con asma, resultan útiles las jaulas de URGENCIAS | Urgencias respiratorias ↑ PERMEABILIDAD: microvascularización LESIÓN BARRERA MICROVASCULAR: células inflamatorias o mediadores pulmonar a proteínas ↑ Extravasación de líquidos ↓ Presión coloide osmótica Lesión de células epiteliales alveolares ↑ Presión hidrostática Conducto directo espacio intravascular y alveolar Edema pulmonar Llenado de espacios alveolares Presión hidrostática normal o ↓ >Severidad clínica y curso fulminate que el edema por aumento de presión hidrostática Figura 6. Esquema del edema pulmonar por incremento de la permeabilidad. oxigenación), administrar medicación para solventar la obstrucción de las vías aéreas y disminuir el estrés. Para lograr esto último es recomendable proceder a la sedación del paciente. Si está hemodinámicamente estable, puede utilizarse acepromazina (0,05 mg/ kg IV o IM); otra alternativa es el butorfanol (0,1-0,6 mg/kg IV o IM), solo o en combinación con la anterior, aprovechando también su efecto antitusígeno. Si es necesaria la intubación, pueden emplearse propofol (1-6 mg/kg IV) o diazepam (0,1-0,5 mg/kg IV) con ketamina (5-10 mg/kg IV). Asimismo, es recomendable la administración tanto de glucocorticoides como de broncodilatadores para reducir la inflamación y limitar la broncoconstricción, respectivamente (véase tabla 1). Para la corticoterapia puede usarse fosfato sódico de dexametasona (0,2-1 mg/kg IV o IM). Para la dilatación bronquial, sobre todo si la vida del gato corre peligro, se indica un agonista β2 potente, como terbutalina (0,01-0,1 mg/kg IV, IM o SC) o albuterol en solución al 0,5% en NaCl al 0,9% (0,1 ml/5 kg mediante nebulización); otra opción, cuando no existe riesgo vital, es la aminofilina (5-8 mg/kg IV lenta), un broncodilatador menos potente que los anteriores. Por otro lado, pueden considerarse la utilización de anticolinérgicos, como atropina (0,02-0,04 mg/kg IV, una dosis), y para disminuir la broncoconstricción y limitar el distrés respiratorio, la administración de maropitant (1 mg/kg SC). Una vez que el paciente ha sido estabilizado, deben llevarse a cabo las pruebas necesarias para alcanzar el diagnóstico definitivo. Las radiografías torácicas permiten detectar un sobrehinchamiento pulmonar como resultado del atrapamiento aéreo, ya que los gatos con asma no son capaces de exhalar totalmente debido a la inflamación y el estrechamiento de las vías aéreas. La excesiva distensión pulmonar puede producir un tórax de tamaño aumentado (forma de “barril”) o un diafragma aplanado y desplazado caudalmente con mayor radiotransparencia pulmonar. Otra prueba que puede realizarse es una citología del lavado traqueal/broncoalveolar, debido a que el asma se caracteriza por una acumulación localizada de células inflamatorias (eosinófilos y linfocitos activados) en las vías respiratorias. Finalmente, otra opción diagnóstica de utilidad es la broncoscopia, pues puede revelar un aumento de las secreciones mucosas y el estrechamiento y la inflamación de las vías aéreas, además de servir para recoger la muestra para el estudio citológico. Alteraciones del parénquima pulmonar Las alteraciones del parénquima pulmonar están causadas por acúmulo de líquido (edema pulmonar), exudados (neumonía) o sangre (contusión pulmonar o hemorragia) o por la presencia de células neoplásicas. Los pacientes con estas afecciones presentan distrés inspiratorio, que suele evolucionar a mixto (inspiratorio/ espiratorio) y restrictivo (pérdida de elasticidad pulmonar que limita la expansión pulmonar). Debido a esta respiración trabajosa, el animal puede presentar hipoxemia por alteración de la relación ventilación-perfusión, shunt o dificultad en la difusión alveolocapilar, además de hipercapnia por hipoventilación. En la auscultación, es característica la detección de crepitaciones e, incluso, la ausencia de sonido debido a la consolidación pulmonar. El edema pulmonar es la acumulación de líquido extravascular dentro del parénquima pulmonar o los alvéolos. Existen dos grandes formas fisiopatológicas: SELECCIONES VETERINARIAS | 9 URGENCIAS | Urgencias respiratorias PROTEGE A LOS ANIMALES, CUIDA LA FAMILIA Línea antiparasitaria de amplio espectro, máxima eficacia y alto margen de seguridad para caninos y felinos. 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Su principal causa es un incremento de la presión del atrio izquierdo o una sobrecarga de volumen. • Edema por incremento de la permeabilidad (véase fig. 6): es el resultado de lesiones en la barrera microvascular o el epitelio alveolar y la pérdida directa de líquido y proteínas en el intersticio y los alvéolos. La mayoría de sus causas (obstrucción parcial o completa de vías aéreas altas, edema neurogénico tras convulsiones graves no controladas, electrocución o asfixia) tienen un componente inflamatorio y se asocian con el síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA). Entre ellas se encuentran la lesión pulmonar tóxica, la inhalación de humo, la neumonía, el tromboembolismo pulmonar, la lesión pulmonar inducida por el ventilador y las transfusiones de sangre; otras posibles etiologías se relacionan con el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) e incluyen enfermedades inmunomediadas, vasculitis, sepsis, pancreatitis, neoplasias metastáticas y traumatismos graves. Es importante diferenciar el tipo de edema pulmonar presente y, como en todo caso de distrés respiratorio agudo, esperar hasta la estabilización del paciente para realizar las pruebas diagnósticas complementarias. En un animal en estado crítico con disnea, es común que este signo sea provocado por más de una causa y, por ello, la localización de la enfermedad en el tracto respiratorio debe determinarse con rapidez. En general, existen indicadores en la historia clínica del paciente que ayudan a identificar la causa subyacente del edema pulmonar: inhalación de humo, contusión pulmonar, edema pulmonar por reexpansión, antecedentes de insuficiencia cardíaca congestiva, eventos causantes de edema neurogénico, (por ej., obstrucción de vías aéreas altas, traumatismo craneano, electrocución), etc. Los signos clínicos comprenden taquipnea, disnea de moderada a grave, postura ortopneica, aumento de los movimientos de la pared abdominal o movimientos paradójicos, cianosis y tos. En definitiva, el tratamiento del edema pulmonar depende de su causa subyacente, pero en todos los casos es fundamental la administración de oxígeno para asegurar una buena oxigenación tisular. Una jaula con un ambiente rico en oxígeno es un método sencillo para la oxigenoterapia (fig. 7 A); el catéter nasal también lo es, pero sólo debe usarse si el animal presenta hipoxemia moderada, ya que su colocación puede resultar estresante (fig. 7 B y C). La ventilación con presión positiva puede ser útil si no puede mantenerse la saturación de oxígeno por encima del 90% con métodos no invasivos de oxigenoterapia. Otro punto clave es minimizar el estrés del paciente; en este sentido, se ha descrito la utilización de opioides como la morfina (0,025-0,1 mg/kg IM o SC), la cual también resulta útil por su efecto venodilatador; otra alternativa es el butorfanol (0,1-0,6 mg/ kg IV cada 6-12 hs), que en los animales con edema pulmonar no cardiogénico causado por un trauma sirve, además, para paliar el dolor. El pilar de la terapia diurética para intentar reducir la presión capilar hidrostática es la furosemida, que debe utilizarse en la dosis más conservadora en los casos de edema pulmonar no cardiogénico: • Edema de origen cardiogénico: • Furosemida, dosis de urgencia: 2-4 mg/kg IV (perros) o 1-2 mg/kg IV (gatos) cada 1-2 hs hasta resolver el distrés respiratorio agudo. Otra opción es la infusión SELECCIONES VETERINARIAS | 11 URGENCIAS | Urgencias respiratorias A C B Figura 6. (A) Oxigenoterapia en jaula para tratar el distrés respiratorio agudo en un paciente felino. (B y C) Perros con hipoxemia moderada recibiendo oxígeno a través de catéteres nasales. continua a razón de 0,66-0,1 mg/kg/hora. • Furosemida, dosis mantenimiento: 0,5-2 mg/kg IV cada 8-12 hs. • Edema por aumento de la permeabilidad: • Furosemida: 2 mg/kg IV cada 6-8 hs. Como alternativa, tras la dosis inicial, puede administrarse una infusión a una velocidad continua de 0,1 mg/kg/hora, sin dejar de controlar el estado de hidratación del paciente. La furosemida también tiene efectos vasoactivos beneficiosos (venodilatación selectiva en venas pulmonares) y puede aumentar la perfusión en las regiones 12 | SELECCIONES VETERINARIAS ventiladas del pulmón. Los agonistas β2 pueden facilitar la absorción de líquido al espacio alveolar, pero siempre deben emplearse con cautela, sobre todo en los gatos con cardiomiopatía restrictiva o hipertiroidismo: • Terbutalina: 0,01 mg/kg SC cada 4 hs (perros y gatos). • Terbutalina oral: 1,25-5 mg cada 8-12 hs (perros) o 0,625 mg cada 8 hs (gatos). En los perros con insuficiencia valvular mitral o cardiomiopatía dilatada severa son necesarios fármacos adicionales, como los agentes con rápida acción inotrópica positiva. La dobutamina (5-15 µg/kg/minuto diluida en dextrosa al 5%) es una óptima elección, pero su administración debe ser acompañada por control de la presión sanguínea y ECG, ya que se ha asociado con el desarrollo de taquicardia/arritmias. Para reducir la precarga y la presión hidrostática capilar pulmonar, se ha descrito el uso de vasodilatadores, como el nitroprusiato (2-5 µg/kg/minuto diluido en dextrosa al 5%), aunque esto también exige monitorización de la presión sanguínea y ECG constantes porque puede producir hipotensión grave. Otras alternativas menos potentes que la dobutamina y el nitroprusiato, indicadas una vez el paciente está estable, son el pimobendán (0,25 mg/kg oral cada 12 hs) y la hidralazina (0,5-2 mg/kg oral cada URGENCIAS | Urgencias respiratorias SELECCIONES VETERINARIAS | 13 URGENCIAS | Urgencias respiratorias Tabla 2. Antibióticos para tratar la neumonía bacteriana grave en perros y gatos Perro Dosis Gato Dosis Ampicilina+enrofloxacina 22 mg/kg IV c/8 hs + 10-15 mg/kg IV c/24 hs Cefoxitina 15 mg/kg IV c/4 hs Amikacina 15 mg/kg IV c/24 hs Ticarcilina+ác. clavulánico 50 mg/kg IV c/6 hs Cefalosporina 2ª o 3ª generación 15 mg/kg IV c/24 hs Enrofloxacina 5 mg/kg IV c/24 hs Cefalosporina 3ª generación 5 mg/kg IV c/24 hs 12 hs). El manejo a largo plazo de los pacientes con antecedentes de edema pulmonar cardiogénico puede requerir diuréticos en dosis de mantenimiento, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, bloqueantes β, inotrópicos positivos, bloqueantes de los canales de calcio o antiarrítmicos, en función de la evolución de la patología. Para una adecuada elección del tratamiento en función del paciente e incluso de la fase de su enfermedad, es importante la realización de pruebas diagnósticas complementarias, una vez lograda la estabilización inicial. El clínico debe determinar si el edema pulmonar es secundario a insuficiencia cardíaca congestiva con sobrecarga vascular pulmonar, exceso de líquidos, SDRA o hipoalbuminemia. En este último caso, es recomendable pautar la transfusión de plasma fresco congelado o albúmina humana (2 ml/kg de solución al 25%). En la auscultación torácica, son audibles crepitaciones pulmonares, mientras que en las radiografías torácicas suele evidenciarse un patrón alveolar-intersticial localizado en la zona caudodorsal pulmonar o generalizado, si el edema es muy severo. Esta prueba diagnóstica permite diferenciar entre edema pulmonar no cardiogénico y cardiogénico. En este último caso, se detecta cardiomegalia, ya que el tamaño del corazón aumenta 14 | SELECCIONES VETERINARIAS antes que lo haga la presión en la aurícula izquierda (excepto cuando ocurre rotura de cuerdas tendinosas). Por otro lado, es característico del edema cardiogénico un patrón alveolar, más evidente en la región perihiliar. La ecocardiografía es la prueba diagnóstica por excelencia para diferenciar qué tipo de cardiopatía es responsable de la producción del edema pulmonar. Esta prueba, realizada por un especialista, permite descartar la enfermedad mitral o la cardiomiopatía dilatada en el perro y la cardiomiopatía hipertrófica/restrictiva o la endomiocarditis en el gato como principales causas del edema por aumento de presión hidrostática. Por último, son recomendables la realización de un ECG a fin de caracterizar las alteraciones del ritmo cardíaco y, por supuesto, el control de la evolución del paciente. La neumonía se define como la inflamación del parénquima pulmonar en respuesta a la inhalación de agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos, protozoos y helmintos). Este cuadro es preocupante para el clínico, ya que supone alto riesgo de contagio, disfunción respiratoria marcada (en muchos casos) y posibilidad de aparición de complicaciones sistémicas graves. El paciente puede mostrar signos clínicos desde leves hasta muy severos (por ej., shock séptico), que incluyen taquipnea o disnea, postura ortopneica, tos húmeda, náuseas, cianosis, fiebre (no siempre), secreciones nasales mucopurulentas y, en casos extremos, shock e hipotensión. En cuanto a la neumonía bacteriana, se ha comprobado que en los perros y gatos es producida por la flora residente y suele tener origen nosocomial. En un estudio, el 57% de los perros con neumonía bacteriana tenían un problema médico concurrente con inmunosupresión, que había facilitado la infección. Ante este tipo de neumonía, cuya causa más frecuente es la aspiración, es urgente establecer un tratamiento, ya que el parénquima pulmonar favorece con facilidad la absorción de mediadores de la inflamación y endotoxinas. Los principales pilares del manejo de los pacientes con neumonía bacteriana son los cuidados de sostén y una adecuada antibioticoterapia. Cuando el animal se presenta con descompensación aguda, es esencial la oxigenoterapia como medida inicial. Si el paciente tiene secreción nasal, el catéter nasal será inefectivo y deberemos optar por otros métodos de administración de oxígeno, como campanas, jaulas o mascarillas. Es recomendable analizar a diario muestras de gases arteriales y utilizar la pulsioximetría como método no invasivo de determinación del nivel de oxígeno. URGENCIAS | Urgencias respiratorias Un producto diferente especialmente formulado para el abordaje de la Cistitis Idiopatica Felina. ¿Qué es la Cistitis Idiopática Felina? La cistitis idiopática felina es una enfermedad englobada en el término FLUTD (Feline lower urinary tract disease) que hace referencia a una serie de enfermedades con signos clínicos similares, tales como: Estranguria, disuria, polaquiuria, micción en lugares inapropiados y obstrucciones urinarias de vías bajas parciales o totales1. pared de la vejiga y que actúan como un elemento de defensa contra su permeabilidad, así como contra la adherencia de bacterias. Existe evidencia científica que respalda la hipótesis de que esta capa se va perdiendo en pacientes con cistitis intersticial, lo que conlleva un incremento de la permeabilidad de la misma. Los animales domésticos absorben el aminoácido esencial L-Triptófano, el cual participa en la síntesis de Serotonina. Ésta influye directamente en el sistema nervioso central, proporcionando una sensación de serenidad y tranquilidad al individuo, disminuyendo cualquier sensación de Stress. Causa Los felinos domésticos, frente al estrés responden con Cistitis Intersticiales. Según estudios se atribuyen a tres causas principales: Mudanzas. Gatos acostumbrados a estar en el exterior al que se le restringen las salidas. Conflicto con otros compañeros felinos y/o caninos en el hogar. Cambios drásticos de hábitos hogareños. Los gatos asustadizos, son aquellos que tienden a esconderse durante un tiempo prolongado tras un estímulo externo fuera de lo normal, es por ello que estos animales están más predispuestos a desarrollar una cistitis idiopática felina. El abordaje multifascetico de la CIF CistiCalm ayuda a mantener sana la vejiga urinaria de los gatos de todas las edades. EL Condroitín sulfato y la Glucosamina HCL ayudan a reparar la compleja superficie de proteoglicanos y glicoproteínas de la Los felinos domésticos son animales solitarios, por ende su genética los predetermina a estresarse en compañía de humanos o de otros animales que conviven con ellos. Como se mencionó, la CIF tiene varias dimensiones de abordaje. Una de ellas es el Stress, la administración de L-Triptófano en felinos domésticos demostró una reducción de la ansiedad, mejorando la calidad de vida. Fácil administración Por tener un formato de cápsula, se puede abrir y mezclar en el alimento húmedo o administrar directamente. Su fórmula palatable le da un extra para su conocida exigencia. CistiCalm es el primer producto en abordar de manera integral la CIF sin acudir a otros productos para perros como la administración de condroprotectores y relajantes. La dosis justa exclusiva para gatos. E.A. Chandler - C.J. Gaskell - R.M. Gaskell, Medicina y terapéutica felina, 3a edición, Multimédica Ediciones Veterinarias, 2007. 1 Fórmula Ayuda a recuperar la capa interna de la vejiga urinaria Hidrocloruro de Glucosamina Condroitín Sulfato de Sodio L-Triptofano Excipientes c.s.p. MÁX I DAD ILI AL ATA AP B M 105 mg 15 mg 37,5 mg 1 cápsula de 166,5 mg ALGUIEN TENÍA QUE PENSAR EN LOS GATOS. EN BECHLAB PENSAMOS EN ELLOS. bechlab.com Bechlab SELECCIONES VETERINARIAS | 15 URGENCIAS | Urgencias respiratorias Manual de Técnicas Endoluminales y Radiología Intervencionista en Veterinaria Esta obra consta de cinco apartados, que cubren desde una introducción general de estas técnicas y su utilización tanto en medicina humana como veterinaria hasta las aplicaciones más comunes en pequeños animales, pasando por apartados sobre equipamiento y materiales y anatomía angiográfica del perro, gato y cerdo. Si bien está planteado para principiantes que se inician en estas técnicas en veterinaria, esperamos que docentes y estudiantes de veterinaria lo encuentren también de utilidad. SOFTWARE Autor: Jesus Uson Gargallo Presentación: tapa blanda Formato: 20 x 28 cm Páginas: 168 Ilustraciones: en color Edición: 2022 ISBN: 978-950-555-484-3 Software para Equipos de Escritorio, con Licencia Vitalicia. Con NUEVAS FUNCIONALIDADES en sus 6 Modalidades: SPA | CLÍNICA | ADMINISTRATIVA EMPRESARIAL | CORPORATIVA Software en la Nube con App para Propietario. ¡Membresía desde 1 Mes con todos los entregables! AL MEJOR COSTO-BENEFICIO DE LATAM Y MÁS ENTREGABLES. ¡Contáctanos para orientarte en la solución más conveniente para TU CENTRO VETERINARIO! ESCANEA Conmutador: (MX) 55. 5039.9019 LUNES A VIERNES DE 9:00AM A 6:30PM Whatsapp: +52.1.55.8320.3271 [email protected] 16 | SELECCIONES VETERINARIAS URGENCIAS | Urgencias respiratorias Tabla 4-3. Mecanismos fisiopatológicos y causas de derrame pleural Líquido Mecanismo fisiopatológico Diagnósticos diferenciales Trasudado ↓ Presión oncótica Enteropatía/mala digestión/mala absorción o nefropatía (amiloidosis, linfoma, nefritis de Lyme) perdedora proteínas o alteración hepática Trasudado modificado ↑ Presión hidrostática Hernia diafragmática, neoplasia, ICC, TEP o torsión de lóbulo pulmonar, efusión pericárdica, SVC, infestación de filarias Exudado ↑ Permeabilidad vascular Centesis repetidas, pancreatitis, inflamación sistémica (sepsis, Rickettsia), infección local (absceso pulmonar) o sistémica (PIF), neoplasia, reacción alérgica Quilo ↑ Presión linfática Neoplasia linfática, linfangiectasia, alteración cardíaca, trauma Hemorragia Proceso hemorrágico Intoxicación con rodenticidas, trauma, alteraciones plaquetarias, neoplasia ICC: insuficiencia cardíaca congestiva; PIF: peritonitis infecciosa felina; TEP: tromboembolismo pulmonar; SVC: síndrome de vena cava. En pacientes con broncoconstricción asociada, se ha descrito el uso de broncodilatadores: • Aminofilina: 6-10 mg/kg IV o IM cada 6-8 hs (perros); 4-8 mg/kg IV, IM o SC cada 6-8 hs (gatos). • Terbutalina: 0,01 mg/kg SC cada 4 hs (perros y gatos). La nebulización con solución salina fisiológica para mantener húmedas las secreciones respiratorias o un masaje torácico pueden ayudar a estos pacientes a expectorar y, consecuentemente, limpiar las vías respiratorias. En este sentido, se ha utilizado N-acetilcisteína como mucolítico en aerosol para facilitar la liberación de antibióticos (administrados de la misma forma). La sedación y la inducción anestésica no suelen ser necesarias, excepto cuando el animal padece neumonía por aspiración y presenta distrés respiratorio agudo. En estos casos, el uso de corticosteroides es controvertido, ya que pueden estar indicados para tratar el shock y ayudar a disminuir la respuesta inflamatoria, pero también pueden inhibir los mecanismos fisiológicos de protección pulmonar. Estos fármacos nunca deberían administrarse por más de 24-48 horas. La terapia con antibióticos de amplio espectro debe iniciarse cuanto antes, a la espera de los resultados del cultivo y antibiograma de la muestra de secreciones del aparato respiratorio inferior, obtenida mediante lavado broncoalveolar. Los microorganismos aislados con mayor frecuencia son Escherichia coli, Pasteurella multocida, Klebsiella, Bordetella bronchiséptica, Acinetobacter, Pseudomonas aeruginosa, Moraxella, Streptococcus y Staphylococcus en el perro y P. multocida, Klebsiella, Proteus, Bordetella, E. colli y Streptococcus en el gato. Al principio, es correcta la combinación de un betalactámico (cefalosporina de primera generación o ampicilina) y un aminoglucósido o una fluoroquinolona, aunque el tratamiento empírico primario puede elegirse en función de la evaluación morfológica de los microorganismos observados en la citología. La selección del fármaco y su vía de administración dependen del estado clínico de cada paciente (véase tabla 2). Esta terapia debe proseguir hasta 1-2 semanas después que el animal muestre mejoría clínica y cambios en las radiografías. Éstas son clave para el diagnóstico de esta patología, ya que pueden revelar una distribución craneoventral de enfermedad alveolar y lesiones en los lóbulos caudales, en caso de diseminación hematógena o infección inhalada. Por último, está indicada la intervención quirúrgica (lobectomía pulmonar), si la antibioticoterapia no ha dado resultado y está afectado un único lóbulo pulmonar. La contusión pulmonar es el resultado de un traumatismo torácico severo y consiste en una hemorragia del parénquima pulmonar debida a la rotura de los vasos parenquimatosos, que produce la salida de sangre al intersticio y los alvéolos de la zona lesionada. Otra causa subyacente es la intoxicación con rodenticidas, de modo que es fundamental realizar pruebas de coagulación para su diferenciación. Esta patología conlleva cambios estructurales y fisiológicos en el pulmón que, dependiendo de la gravedad, pueden desencadenar una insuficiencia respiratoria aguda. Los signos clínicos que se detectan en el paciente varían desde compromiso respiratorio con taquipnea, hemoptisis y cianosis hasta taquicardia por shock hemorrágico. SELECCIONES VETERINARIAS | 17 MIRÁ EL VIDEO URGENCIAS | Urgencias respiratorias Uranotest® EhrlichiaAnaplasma Único en la Argentina con Ehrlichia + Anaplasma • Detecta Ehrlichia y Anaplasma de forma individual para un mejor diagnóstico, pronóstico y conocimiento epidemiológico. • Tan solo son necesarios 20 μl de muestra. • Técnica de tan solo 2 pasos: ahorro de tiempo y evita errores. 3 gotas de diluyente en cada pocillo Lectura resultados a los 10 minutos Ehrl. Ehrl. Anapl. Anapl. Especificaciones Finalidad: Detección simultánea de anticuerpos de Ehrlichia canis y Anaplasma Muestra: Sangre, suero o plasma Sensibilidad: E. canis 95% vs IFI Anaplasma 96% vs IFI Especificidad: E. canis 94,6% vs IFI Anaplasma 99% vs IFI Tiempo de realización: 1 minuto Tiempo de lectura: 10 minutos Presentación: Caja de 5 test SALUD PARA LAS MASCOTAS Dr. Jorge Grubissich | Médico Veterinario | Socio Gerente & Director Técnico Tel.: (54 11) 5368-0530 | Mail: [email protected] 18 | SELECCIONES VETERINARIAS Consultas: [email protected] URGENCIAS | Urgencias respiratorias Tabla 4. Características de las efusiones pleurales Líquido recolectado Color Células/µl Proteínas (g/dl) Densidad Trasudado Amarillento <1000 <2,5 <1017 Trasudado modificado Variable 500-10000 2,5-3,5 1017-1025 Exudado Variable >5000 >3 >1017 Quilo Blanco, rosáceo, lechoso Variable >2,5 >1018 Hemorrágico Rojizo >1000 >3 >1025 En la auscultación, son audibles sonidos broncovesiculares y crepitaciones. El tratamiento para la estabilización del paciente consiste en la instauración inmediata de oxigenoterapia (50-150 ml/kg/ minuto). Se ha comprobado que aproximadamente el 30% de los perros con esta patología requieren ventilación mecánica, además del manejo de las alteraciones relacionadas con el traumatismo (por ej., shock hipovolémico, hemorragia, etc.). Con el objetivo de limitar el estrés y paliar el dolor producido por el trauma severo, es importante la administración de analgesia y sedación. Las opciones a considerar son: • Con acceso intravenoso: • Butorfanol, 0,05-0,2 mg/kg (perros) o 0,1-0,4 mg/kg (gatos) + diazepam 0,2 mg/kg. • Sin acceso intravenoso: • Butorfanol, 0,05-0,2 mg/kg IM (perros) y 0,1-0,4 mg/kg IM (gatos) + midazolam, 0,10,25 mg/kg IM. Por otro lado, algunos estudios sugieren que la dexmedetomidina mejora la hemodinámica, reduce la presencia de células inflamatorias en los espacios alveolares y modifica la respuesta inflamatoria, interfiriendo en la liberación de citoquinas. Los diuréticos están contraindicados, ya que pueden empeorar el shock hipovolémico, mientras que el uso de corticosteroides es controvertido. La administración de estos últimos se ha asociado con una mejora de la hipoxemia y el tamaño de la lesión, pero debido a sus efectos potencialmente nocivos (aumento de la susceptibilidad a la infección, ulceración gastrointestinal, etc.), no son recomendables en los pacientes con esta patología (excepto en presencia de broncoespasmo u obstrucción grave de vías aéreas altas). También debe considerarse que menos del 5% de los pacientes con contusión pulmonar traumática desarrollan infección secundaria a la lesión, por lo que debería evitarse la terapia antimicrobiana para limitar la resistencia bacteriana. El tratamiento con antibióticos está indicado en pacientes con heridas penetrantes en el tórax y en aquellos que desarrollan neumonía bacteriana secundaria. La contusión pulmonar se diagnostica sobre la base de los hallazgos de la exploración física y las radiografías torácicas y debería sospecharse en cualquier animal que ha sufrido un trauma torácico. El seguimiento exhaustivo de estos pacientes (1-2 días tras el traumatismo) es importante, ya que suelen presentarse con más de una alteración y los cambios pulmonares pueden no ser evidentes en la primera exploración (a menos que exista una descompensación aguda). Lo mismo sucede con los cambios radiológicos, que pueden no detectarse hasta 24 horas después del trauma. El hallazgo característico es un patrón alveolar-intersticial difuso, que a veces puede ser acompañado por neumotórax, fracturas de costillas o consolidación pulmonar. Es importante realizar las radiografías cuando el paciente está lo suficientemente estable y repetirlas hasta la resolución completa del compromiso pulmonar; se ha descrito que los infiltrados pulmonares suelen resolverse 7-10 días después de la lesión. La tasa de éxito en el tratamiento de esta patología es alta siempre que se estabilicen las lesiones asociadas con la contusión pulmonar, se maneje de forma adecuada el distrés respiratorio y se evite la sobrecarga de líquidos. Enfermedad del espacio pleural Los pacientes con compromiso pleural se caracterizan por presentar respiración restrictiva (disminución de la capacidad de expansión pulmonar en inspiración) y superficial con taquipnea. En la auscultación, es típica la ausencia de sonidos cardíacos y/o pulmonares en los campos pulmonares dorsales (acúmulo de gas) o ventrales (acúmulo de líquido). La efusión pleural y el neumotórax son las enfermedades del espacio pleural más prevalentes. Otras SELECCIONES VETERINARIAS | 19 URGENCIAS | Urgencias respiratorias patologías asociadas con este espacio son la hernia diafragmática y las neoplasias. La efusión o derrame pleural es la acumulación patológica de líquido en el espacio pleural, que ocurre cuando se altera el equilibrio entre la formación de ese líquido y su resorción. En los pequeños animales, el espacio potencial entre las pleuras parietal y visceral de la cavidad torácica contiene una cantidad mínima de líquido (aproximadamente, 1,5-4 ml), que sirve para facilitar los movimientos de los órganos torácicos durante la respiración. En los animales sanos, el volumen y la composición del líquido pleural están regulados por el drenaje linfático, los gradientes de las presiones oncótica e hidrostática a través del mesotelio y los capilares, y la permeabilidad de ambas membranas pleurales. La alteración de este equilibrio, causada por cualquier problema asociado, da como resultado la acumulación patológica de líquido en el espacio pleural. La naturaleza de dicho líquido varía en función del mecanismo fisiopatológico alterado por la causa subyacente que lo genera: trasudado, trasudado modificado, exudado, líquido linfático y sangre (véase tabla 3). Por lo tanto, la efusión pleural no es un diagnóstico específico como tal, sino el resultado de varios procesos patológicos, y sus signos clínicos dependen no solo de la velocidad con la que se acumula el líquido y la cantidad de éste (se ha descrito que 30 ml/kg son suficientes para producir síntomas y 60 ml/kg causan signos de distrés respiratorio), sino también del proceso patológico asociado a tal acumulación. Debido a la limitación de la expansión pulmonar, los principales síntomas que presenta el paciente son disnea, taquipnea e intolerancia 20 | SELECCIONES VETERINARIAS Figura 8. Evacuación de contenido de la cavidad pleural mediante drenaje torácico permanente. al ejercicio. Otros posibles signos son cianosis, respiración abdominal, postura ortopneica y, menos específicos, fiebre, anorexia, taquicardia, pulso débil, tos seca y depresión. Cuando el paciente se presenta con descompensación aguda y distrés respiratorio severo, es fundamental practicar una toracocentesis, incluso antes de la realización de radiografías torácicas y pruebas complementarias para alcanzar el diagnóstico etiológico. Previamente, es aconsejable la administración de oxígeno con mascarilla, gafas nasales o collar isabelino de oxigenación y la aplicación de sedación ligera o la infiltración de anestésico local en la zona de punción (véase el cap. 18). Una vez obtenido el líquido pleural, su análisis citológico y bioquímico y su cultivo resultan pruebas clave, ya que nos acercarán al diagnóstico definitivo. La diferenciación del líquido se basa en su aspecto macroscópico, sus características citológicas y su contenido proteico (véase tabla 4). Este primer paso nos estrechará el camino para localizar la patología principal del paciente. Entre los parámetros bioquímicos estudiados y de utilidad en medicina humana, se encuentran la determinación del pH, la actividad de la lactato deshidrogenasa, el gradiente de lactato deshidrogenasa en sangre/líquido pleural, la concentración de glucosa en líquido pleural, la concentración de colesterol total en líquido pleural, el gradiente de albúmina en sangre/líquido pleural y el gradiente de proteínas totales en líquido pleural/sangre. Se ha comprobado que, en la especie felina, un valor de lactato deshidrogenasa ≤200 UI/L confirma la presencia de trasudado, sin necesidad de determinaciones adicionales, y un valor >200 UI/L hace presumible la existencia de exudado, pero son necesarias otras pruebas para URGENCIAS | Urgencias respiratorias Figura 9. Acodamiento de un drenaje torácico permanente. confirmarlo. Las efusiones con niveles de lactato deshidrogenasa >200 UI/L se asocian a neoplasia; este diagnóstico se vuelve aun más probable cuando, en ausencia de traumatismo, se detectan altos niveles de hematíes en el líquido recolectado. Cuando el derrame pleural es masivo y las toracocentesis repetidas no son suficientes para la resolución o cuando se trata de un piotórax, está indicada la colocación de un drenaje permanente y/o continuo en la cavidad pleural (véase el cap. 18), procedimiento que requiere anestesia con soporte ventilatorio. Entre sus ventajas, esta técnica permite la estabilización completa del paciente y, por lo tanto, la realización de otras pruebas diagnósticas, en busca de la causa del proceso, y la evacuación del líquido, si hay una acumulación continua (véase fig. 8). La colocación del drenaje permanente requiere de experiencia clínica porque, de lo contrario, podría producir complicaciones como el acodamiento del sistema (véase fig. 9), laceraciones pulmonares iatrogénicas, neumotórax o infección en el punto de entrada al tórax. En cuanto a las pruebas diagnósticas complementarias, las radiografías torácicas son esenciales para el diagnóstico y el seguimiento de esta patología. Para obtenerlas, son recomendables las posiciones dorsoventral y lateral (más que la ventrodorsal), ya que limitan el estrés del paciente afectado. Los hallazgos radiográficos comunes son la pérdida de la silueta cardíaca y la cúpula diafragmática y el aumento de la densidad del tejido blando dorsalmente al esternón. Por otra parte, la ecografía es la prueba de elección para descartar la presencia de masas torácicas o pulmonares y alteraciones cardíacas, y la tomografía computarizada (TC) permite ser más exactos en el diagnóstico, pues diferencia entre patologías pulmonares o pleurales y entre derrame libre o encapsulado. Otras pruebas diagnósticas que ayudan a determinar la etiología de la fusión pleural son el hemograma completo, el perfil de bioquímica sérica, el urianálisis y la ecografía abdominal. El tratamiento del paciente, además de incluir una toracocentesis y la estabilización de urgencia, va a depender de la patología responsable de la efusión pleural y del líquido recolectado. El neumotórax es la acumulación de aire en el espacio pleural. En los pequeños animales, en general, es de origen traumático y, por lo tanto, de tipo cerrado (no hay comunicación entre el espacio pleural y el ambiente externo). Sobre la base de su etiología, el neumotórax puede ser: • Traumático: asociado con un traumatismo. Se ha comprobado que su prevalencia es del 47% en los perros con contusión pulmonar. • Cerrado: no hay comunicación entre el espacio pleural y el exterior (por ej., el causado por un accidente de tráfico). • Abierto: hay comunicación entre espacio pleural y exterior (por ej., el causado por una mordedura). • Espontáneo: se desarrolla sin causas traumáticas ni iatrogénicas. Resulta de la rotura de burbujas pulmonares (3668% de los casos). • Primario: ocurre sin enfermedad pulmonar aparente. • Secundario (en los perros, tiene más prevalencia que el neumotórax primario): se relaciona con enfermedad pulmonar previa (por ej., enfisema, filarias, absceso, neoplasia, etc.) • Iatrogénico: se asocia con toracocentesis con aguja, aspiración con aguja fina, biopsia de estructuras intratorácicas o colocación de tubos de SELECCIONES VETERINARIAS | 21 MIRÁ EL VIDEO URGENCIAS | Urgencias respiratorias Uranotest® Leishmania Incluye tubos EDTA para recogida de sangre • Utiliza como agente detector una proteína Especificaciones Finalidad: Detección de anticuerpos de Leishmania infantum Muestra: Sangre entera, suero, plasma Sensibilidad: 97% versus IFI de 1:80. Especificidad: 99% versus IFI Tan solo son necesarios 20 μl de muestra. Tiempo de realización: 2 minutos recombinante quimérica de gran sensibilidad y especificidad. • Detecta títulos de anticuerpos a partir • • Técnica de tan solo 2 pasos: ahorro de tiempo y evita errores. Tiempo de lectura: 20 minutos Presentación: Caja de 5 test SALUD PARA LAS MASCOTAS Dr. Jorge Grubissich | Médico Veterinario | Socio Gerente & Director Técnico Tel.: (54 11) 5368-0530 | Mail: [email protected] 22 | SELECCIONES VETERINARIAS Consultas: [email protected] URGENCIAS | Urgencias respiratorias toracostomía. Los hallazgos físicos en los animales con neumotórax incluyen signos de mala perfusión (pulso débil, mucosas pálidas), distrés respiratorio severo, tórax con aspecto de barril, taquipnea, anorexia, tos seca y vómitos. El neumotórax a tensión puede presentarse con distrés respiratorio agudo y presupone un alto riesgo de compromiso vital, si no es tratado como una urgencia. Cuando el neumotórax es traumático, está indicada la terapia analgésica para disminuir el dolor asociado con el movimiento de la pared torácica y, de este modo, mejorar la ventilación. Si hay compromiso ventilatorio, las principales mediadas terapéuticas de urgencia son la oxigenoterapia y la toracocentesis (véase el cap. 18) en ambos lados del tórax; esta última debe llevarse a cabo hasta conseguir la mejoría clínica del paciente o una presión negativa. Si para esta prueba es precisa la sedación del paciente, es recomendable la combinación de un opioide con una benzodiazepina; otra opción es el bloqueo local con lidocaína al 2% (2-4 mg/kg en perros y 0,5-1 mg/kg en gatos). Si la toracocentesis no alivia el neumotórax, está indicada una mini toracotomía de urgencia o la colocación de un tubo de toracostomía (véase el cap. 18), con intubación del paciente e instauración de soporte ventilatorio. El drenaje permanente debe mantenerse en succión continua y, una vez que ésta se interrumpe, el contenido debe recolectarse cada 4 horas. Si no se detecta acúmulo de aire durante 24 horas, el sistema permanente puede retirarse. No obstante, es esencial que el paciente guarde reposo durante al menos 1 semana. Se ha descrito que los neumotórax espontáneos son más Figura 10. Radiografía de un paciente con neumotórax. graves que los traumáticos, dado que estos últimos suelen resolverse con una o dos toracocentesis y reposo estricto, mientras que los espontáneos suelen requerir la colocación de un drenaje permanente con sistema de succión continua. En definitiva, el neumotórax traumático suele ser tratado de forma médica, mientras que el espontáneo puede requerir una intervención quirúrgica (esternotomía media). La toracotomía exploratoria está indicada cuando la acumulación de aire persiste 12-24 horas tras la colocación de un drenaje permanente. Se ha comprobado que los animales con neumotórax espontáneos que son sometidos a tratamiento quirúrgico tienen menos recidivas y menor mortalidad que los tratados médicamente (50% frente a 3,3% y 12,1% frente a 53%, respectivamente). Además, en la actualidad, el tórax de los perros puede ser evaluado por medio de una toracoscopia, lo que reduce el riesgo de la intervención. El área lesionada también puede detectarse mediante una TC. Una vez estabilizado el paciente, es importante la monitorización de las constantes vitales y la realización de pruebas diagnósticas complementarias que ayuden a determinar la causa subyacente. A pesar de que la extracción de aire por toracocentesis, realizada para estabilizar al paciente, ya nos indica el diagnóstico de esta patología, es preciso obtener radiografías torácicas para el seguimiento, para alcanzar el diagnóstico definitivo y para asegurarnos de la correcta colocación del drenaje permanente, cuando éste es necesario. En las imágenes radiográficas de los pacientes con neumotórax, se observan una elevación del corazón con respecto al esternón, atelectasia de SELECCIONES VETERINARIAS | 23 URGENCIAS | Urgencias respiratorias los lóbulos pulmonares y una zona radiotransparente de aire libre en el tórax caudal, donde se aprecian las estructuras vasculares pulmonares con facilidad (fig. 10). Otras pruebas recomendadas luego de la estabilización inicial son hematología y bioquímica completa, pulsioximetría y/o análisis de gases arteriales. La resolución de esta patología del espacio pleural depende de la causa que la provoca, la rapidez con la que el paciente es abordado y el tipo de tratamiento instaurado. En definitiva, las claves del éxito consisten en reconocer al paciente crítico con insuficiencia respiratoria, priorizar su atención, minimizar su estrés, adaptar la actuación clínica a su estado, estabilizar el distrés respiratorio lo antes posible y, una vez hallada la causa de la descompensación respiratoria, establecer la terapia adecuada a cada caso. 24 | SELECCIONES VETERINARIAS - Lecturas recomendadas - Conclusiones En los pequeños animales, el distrés respiratorio es uno de los principales motivos de consulta de urgencia. Las causas más frecuentes de distrés agudo son los traumatismos, las patologías cardíacas, el colapso traqueal, las enfermedades del parénquima pulmonar y el síndrome del braquicefálico en la especie canina y el asma y las alteraciones cardíacas en la especie felina. Cuando se presenta un paciente con compromiso respiratorio, la actuación de urgencia es esencial para su estabilización. Además, es importante limitar la realización de procedimientos estresantes y adaptar nuestras actuaciones al estado de salud que presenta ese animal. Una vez solventado el compromiso vital, deben llevarse a cabo la totalidad del examen físico y las pruebas complementarias necesarias para hallar la causa exacta del distrés. El pronóstico de cualquier paciente con distrés respiratorio severo depende siempre de la actuación de urgencia, del paciente y de la causa subyacente que provoca la patología respiratoria. Es fundamental que el clínico conozca la mecánica respiratoria para tratar estos casos. - - - - - - - - Amer M, Adomaityte J, Qayyum R. Continuous infusion versus intermittent bolus furosemide in ADHF: an updated metaanalysis of randomized control trials. J Hosp Med 2012;7:270. Amital A, Shitrit D, Fox BD, et al. Long term pulmonary function after recovery from pulmonary contusion due to blunt chest trauma. Isr Med Assoc J 2009;11(11): 673. Bach JF: Tracheal collapse. 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En un prin­ci­p io, és­te se re­fe­ría al lu­gar don­de las va­cas des­c an­s an. El tér­mi­no aho­ra in­clu­ye to­das las áreas ocu­pa­das por las va­c as, tan­to de día co­mo de no­c he. La ra­zón por la cual ha au­men­ta­ do el in­t e­rés so­bre es­t e te­m a es que, en la ac­tua­li­dad, se cree que los fac­to­res ne­ga­t i­v os en el am­bien­te, las ins­ta­l a­c io­n es y el ma­ne­jo cau­san es­trés. A su vez, el es­trés pre­dis­p o­n e al ro­ deo a en­fer­me­da­des, in­c lui­das aque­l las que pro­du­c en clau­di­ ca­ción. Tam­bién hay con­s en­s o en que es­tos fac­to­res, cuan­do ocu­r ren en con­jun­to, au­men­t an los efec­tos de los erro­res de la nu­tri­ción. 26 | SELECCIONES VETERINARIAS El es­trés por ca­lor y el frío ex­ tre­mo afec­tan ne­ga­ti­va­men­te el me­ta­bo­lis­mo de la va­ca. Por lo tan­to, los si­tios de alo­ja­mien­to y los re­fu­gios han si­do cons­trui­dos pa­ra pro­te­ger a las va­cas le­che­ ras de las va­ria­cio­nes ex­tre­mas de tem­pe­ra­tu­ra. Sin em­bar­go, de­ bi­do al cos­to de las cons­truc­cio­ nes y de las so­lu­cio­nes prác­ti­cas que fa­ci­li­tan el ma­ne­jo, los ani­ma­ les sue­len es­tar con­fi­na­dos en un am­bien­te su­bóp­ti­mo. Se cree que la con­fron­ta­ción so­cial o la fal­ta de es­pa­cio per­so­nal en un sis­te­ ma de alo­ja­mien­to li­bre son fac­ to­res es­tre­san­tes y se re­la­cio­nan di­rec­ta­men­te con el trá­fi­co de los bo­vi­nos. Los es­pa­cios in­de­sea­ bles pa­ra des­can­so, así co­mo el ac­ce­so res­trin­gi­do a los re­cur­ sos, cau­san fa­ti­ga. Aun ba­jo un ma­ne­jo pas­to­ral, las va­cas es­tán es­tre­sa­das por las lar­gas dis­tan­ cias que re­co­rren so­bre ca­mi­nos de ma­la ca­li­dad, lo cual em­peo­ra por las mor­di­das de los pe­rros y los va­que­ros im­pa­cien­tes. La im­por­tan­cia de la posibi­li­dad de des­can­so de la va­ca Los si­guien­tes fac­to­res dis­mi­ nu­yen la vo­lun­tad de la va­ca de es­tar echa­da: • Nú­me­ro ina­de­cua­do de bo­xes (o cu­bí­cu­los) • Res­trin­ge la elec­ción de un lu­gar pa­ra echar­se por par­te de las va­cas tí­mi­das o de las va­qui­llo­nas sin ex­pe­rien­cia. • Au­men­ta el ries­go de le­sio­ nes si los ani­ma­les se echan en los ca­mi­nos. • Bo­xes (o cu­bí­cu­los) no atrac­ti­vos • Cual­quier fac­tor que in­ter­fie­ ra con el im­pul­so ha­cia ade­ lan­te al le­van­tar­se. • Le­chos ina­de­cua­dos que obli­ gan al ani­ mal a echar­ se so­bre su­per­fi­cies du­ ras y frías (la are­ na y los col­cho­nes es­tán ga­nan­do po­pu­la­ri­dad). ANIMALES DE PRODUCCIÓN | Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas • Ina­pro­pia­das di­men­sio­nes y pen­dien­tes. • Ba­ran­das de­ma­sia­do al­tas. • Ani­llas de su­je­ción de­ma­ sia­do res­tric­ti­vas co­mo pa­ ra per­mi­tir que las va­cas se pa­ren con co­mo­di­dad en el box. • Ani­ma­les for­za­dos a es­tar pa­ ra­dos en fi­la. • De­ben es­pe­rar pa­ra te­ner ac­ce­so al agua (be­be­de­ros en es­ca­sa can­ti­dad o de ta­ ma­ño muy pe­que­ños). • De­ben es­pe­rar pa­ra te­ner ac­ce­so a los co­me­de­ros com­pu­ta­ri­za­dos. • De­ben es­pe­rar pa­ra el or­de­ñe. Ín­di­ce de bie­nes­tar de las va­cas (IBV) Es­te mé­to­do de eva­lua­ción es un con­cep­to in­no­va­dor pa­ra que el hom­bre de tam­bo pue­da con­ tro­lar el ni­vel de bie­nes­tar de la va­ca en un ro­deo. Es­te ín­di­ce se cal­cu­la (1 ho­ra an­tes del or­de­ñe) co­mo el nú­me­ro de va­cas que se echan en el box di­vi­di­do por el nú­me­ro to­tal de va­cas den­tro de los cu­bí­cu­los. Es­te úl­ti­mo es­tá for­ ma­do por la su­ma de las va­cas echa­das más las que se en­cuen­ tran en es­ta­ción con dos o cua­tro pies so­bre la su­per­fi­cie del box. Co­mo ejem­plo: en un co­rral pa­ra 100 va­cas, 15 es­tán pa­ra­das en los ca­lle­jo­nes pa­ra co­mer, be­ber y so­cia­li­zar, mien­tras que 85 es­ tán en los cu­bí­cu­los. De es­tas 85 va­ cas, 70 se en­ cuen­ tran echa­ das, 10 tie­nen dos pies so­bre la su­per­fi­cie del cu­bí­cu­lo y 5 se en­ cuen­tran pa­ra­das con los cua­tro pies en el cu­bí­cu­lo. El IBV se­ría 70 (va­cas echa­das) di­vi­di­do 85 (va­ cas en los cu­ bí­ cu­ los) lo que da­ría un ín­di­ce del 82%. Hay una co­rre­la­ción en­tre es­te ín­di­ce y la in­ci­den­cia de clau­di­ca­ción en un Figura 1. Aquí se ob­ser­va una va­ ca do­mi­nan­te que con­fron­ta a una va­qui­llo­na su­mi­sa en bus­ca de agua. La va­ca se pa­ra con su ca­ be­za y sus ore­jas en al­to, mien­tras que la va­qui­llo­na ba­ja tanto la ca­ be­za como las ore­jas. Los ojos de la va­ca se man­tie­nen bien abier­ tos. (Cor­te­sía de G. Jo­nes.). ro­deo. Si el IBV en un ro­deo es ina­cep­ta­ble, se de­be­rá efec­tuar una re­vi­sión so­bre el te­ma. Con­fron­ta­ción so­cial La con­fron­ta­ción so­cial ocu­rre en­tre las va­cas le­che­ras co­mo en­tre las per­so­nas. Un ani­mal su­ mi­so al­te­ra­rá su con­duc­ta na­tu­ral cuan­do es con­fron­ta­do con un ani­mal más do­mi­nan­te. En la na­ tu­ra­le­za, los bo­vi­nos se apo­yan en el gru­po so­cial co­mo me­di­da de pro­tec­ción. Ba­jo la do­mes­ti­ca­ ción, el ins­tin­to se con­ser­va pe­ro es dis­tor­sio­na­do por la ma­no del hom­bre pa­ra con­ser­var los es­pa­ cios y re­du­cir su tra­ba­jo. Hoy en día, las va­cas le­che­ras es­tán for­ za­das a vi­vir en am­bien­tes más con­fi­na­dos que an­tes. Es­to au­ men­ta el trá­fi­co de va­cas y, en con­se­cuen­cia, el ries­go de con­ fron­ta­ción. Se ha do­cu­men­ta­do que me­dian­te la re­duc­ción de la den­si­dad po­bla­cio­nal se dis­mi­nu­ ye la pre­va­len­cia de clau­di­ca­cio­ nes en un ro­deo. Cuan­do la in­ci­den­cia de las clau­di­ca­cio­nes en un ro­deo es al­ta, es acon­se­ja­ble ob­ser­var Figura 2. La es­pe­ra en fi­la pa­ra ser or­de­ña­das so­bre un pi­so de con­cre­to pro­vo­ca el au­men­to de la pre­sión san­guí­nea den­tro del pie y re­du­ce la per­fu­sión san­guí­nea. (Cor­te­sía de C. Bergs­ten.) cui­da­do­sa­men­te el com­por­ta­ mien­to de los ani­ma­les, la pre­sen­ ta­ción de con­duc­tas agre­si­vas, el tiem­po que pa­san en re­po­so, la li­ber­tad de ac­ce­so a los re­cur­ sos (ali­men­to, agua y des­can­so) y la li­ber­tad pa­ra cir­cu­lar den­tro de las ins­ta­la­cio­nes a fin de ejer­ ci­tar­se. La con­fron­ta­ción so­cial tam­bién au­men­ta la ta­sa de res­ba­ lo­nes, lo que lle­va a su­frir le­sio­nes. La pér­di­da de la vo­lun­tad de com­ pe­tir por los re­cur­sos afec­ta en gra­ do ad­ver­so la pro­duc­ción de le­che. Do­mi­nan­cia El cual­ quier gru­ po so­ cial, al­ gu­nos in­di­vi­duos son más do­mi­ nan­tes que otros, y es­to de­fi­ne un cier­ to or­ den pa­ ra co­ mer. Es pro­ba­ble que es­ta ca­rac­te­rís­ti­ca de­pen­da, en su ma­yor par­te, de la ge­né­ti­ca. La do­mi­nan­cia no es ne­ce­sa­ria­men­te una ca­rac­te­rís­ti­ ca agre­si­va pe­ro, cuan­do lo es, tien­de a crear dis­tur­bios en el ro­ deo. Con ma­yor fre­cuen­cia, una va­ca ejer­ce su do­mi­nan­cia por su so­la pre­sen­cia, lo que, ba­jo con­ di­cio­nes na­tu­ra­les, le otor­ga el be­ne­fi­cio ma­triar­cal del li­de­raz­go. Una cui­da­do­sa ob­ser­va­ción di­fe­ ren­cia­rá en­tre los dos ti­pos de do­ mi­nan­cia (véase la fig. 1). Pue­de es­tar in­di­ca­da la eli­mi­na­ción de ani­ma­les en el lar­go pla­zo. SELECCIONES VETERINARIAS | 27 ANIMALES DE PRODUCCIÓN Patología y clínica bovina ANIMALES DE PRODUCCIÓN | Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas Autor: Justino M. Martínez Sigales Kate Hopper Presentación: tapa dura Formato: 20 x 28 cm Páginas: 728 Ilustraciones: en color Edición: 2016 ISBN: 978-950-555-445-4 Este libro es fruto de la experiencia y las vivencias del Dr. Justino Martínez Sigales en el ejercicio de la Medicina Veterinaria en el ámbito rural y su dedicada labor como docente universitario. Está destinado a todos los veterinarios especializados en grandes animales, y en particular a los que se inician en la profesión, y tiene por fin ofrecer una orientación para la solución de los problemas clínicos más frecuentes en los bovinos. Contenido Capítulo 1. Introducción a la clínica Capítulo 2. La clínica bovina Capítulo 3. La relación profesional con el establecimiento productor Capítulo 4. El animal: salud y enfermedad Capítulo 5. Diagnóstico diferencial. Los grandes complejos clínicos Capítulo 6. Gran complejo clínico estrés Capítulo 7. Gran complejo clínico shock Capítulo 8. Gran complejo clínico toxemia Capítulo 9. Emaciación Capítulo 10. Las tecnopatías: enfermedades del progreso Capítulo 11. Gran complejo clínico indigestiones Capítulo 12. Clasificación de las indigestiones Capítulo 13. Indigestión traumática. Reticuloperitonitis traumática Capítulo 14. Pericarditis traumática Capítulo 15. Indigestión vagal Capítulo 16. Indigestiones con actividad microbiana-enzimática alterada por defecto Capítulo 17. Indigestiones con actividad microbiana-enzimática alterada por exceso (meteorismo) Capítulo 18. Clasificación de las indigestiones con actividad microbiana-enzimática en dirección anormal Capítulo 19. Indigestión con actividad microbiana-enzimática en dirección anormal y reducción del ph: acidosis o indigestión láctica Capítulo 20. Alcalosis ruminal. Indigestión con alteración del ph en dirección alcalina. Podredumbre del rumen Capítulo 21. Indigestión del librillo u omaso Capítulo 22. Repaso de topografía, natomía, histología y fisiología gastrointestinales Capítulo 23. Desviación o desplazamiento del abomaso Capítulo 24. Principales etiologías capaces de provocar afecciones atológicas en el sector intestinal Capítulo 25. Hígado: anatomía, fisiología, patología y clínica de bajo peso molecular Capítulo 26. Gran complejo clínico alteraciones de la reproducción: aborto e infertilidad Capítulo 27. El parto Capítulo 28. El posparto Capítulo 29. La cría: el ternero Capítulo 30. Mastitis Capítulo 31. Dermopatías de ubres y pezones Capítulo 32. Podopatías Capítulo 33. Vaca caída Capítulo 34. Dermopatías Capítulo 35. Neuropatías Capítulo 36. Afecciones respiratorias Capítulo 37. Muerte súbita Junín 917 – Piso 1º “A” • C1113AAC • Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República Argentina Tel. +54911 44139442 • E-mail: [email protected] • E-mail: [email protected] 28 | SELECCIONES VETERINARIAS ANIMALES DE PRODUCCIÓN | Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas 4,25 m Pa­si­llos pa­ra ali­men­to y com­par­ti­men­tos 3,75 m Figura 3. Se ob­ser­va un co­rre­dor con mu­chos obs­tá­cu­los, lo que pro­vo­ca la con­fron­ta­ción en­tre dos ani­ma­les que tra­tan de pa­sar por el es­tre­cho es­pa­cio dis­po­ni­ ble. (Cor­te­sía de C. Bergs­ten.) Pa­si­llos pa­ra com­par­ti­men­tos Es­pa­cio per­so­nal Hay una cier­ta dis­tan­cia den­tro de la cual no­so­tros, co­mo hu­ma­ nos, nos sen­ti­mos in­có­mo­dos si al­guien se en­tro­me­te. Los bo­vi­ nos tie­nen exac­ta­men­te el mis­mo sen­ti­mien­to. Una va­ca do­mi­nan­te pue­de te­ner un es­pa­cio per­so­nal de 1 me­tro, mien­tras que una va­ qui­llo­na sin ex­pe­rien­cia pue­de ne­ce­si­tar 4 me­tros o más. A me­ nu­do, es­to se de­no­mi­na “zo­na de vue­lo” y au­men­ta con­si­de­ra­ ble­men­te cuan­do se acer­ca una per­so­na no fa­mi­liar o un ani­mal (co­mo por ej., un pe­rro). Des­pués de que el bo­vi­no ha si­do des­cor­ na­do, su área de vue­lo dis­mi­nu­ ye, lo que per­mi­te con­di­cio­nes de ma­yor con­fi­na­mien­to que las que an­tes hu­bie­sen si­do po­si­bles. La im­por­tan­cia del es­pa­cio per­so­ nal se apre­cia cuan­do dos va­cas se acer­can en un es­pa­cio de­ma­sia­do es­tre­cho pa­ra pa­sar sin en­tro­me­ter­ se mu­tua­men­te en la zo­na de vue­lo. Es­to pue­de cau­sar que un ani­mal se ale­je (y po­si­ble­men­te se res­ba­le o tro­pie­ce con la ba­ran­da), por lo que las le­sio­nes en los miem­bros son ob­ ser­va­das con fre­cuen­cia en los es­ ta­blos su­bóp­ti­mos, aun en aque­llos re­cién cons­trui­dos, in­de­pen­dien­te­ men­te del sis­te­ma de es­ta­bu­la­ción uti­li­za­do (li­bre o en ca­si­llas). 3,75-4,25 m Pa­si­llos pa­ra ali­men­to Figura 4. Más allá del ti­po de pa­si­llo, el es­pa­cio de­be ser su­fi­cien­te co­mo pa­ra per­mi­tir que dos va­cas pa­sen sin to­car­se, aun cuan­do ha­ya ani­ma­les ocu­pan­do los com­par­ti­men­tos y las pla­ta­for­mas de ali­men­to. Edad La do­mi­nan­cia pue­de exis­tir den­ tro de cual­quier gru­po eta­rio, pe­ro tam­bién exis­ten agru­pa­cio­nes por edad. Es­to quie­re de­cir que las va­ qui­llo­nas se ven ca­si siem­pre in­ti­mi­ da­das por las va­cas de ma­yor edad. Al­gu­nas va­qui­llo­nas se adap­tan con ra­pi­dez, mien­tras que otras lo ha­cen con ma­yor len­ti­tud. Es po­si­ble que la edad ex­pre­se ex­pe­rien­cia. La lec­ ción prác­ ti­ ca es que las va­qui­llo­nas de­ben es­tar, si es po­si­ ble, en un gru­po se­pa­ra­do du­ran­te la pri­me­ra lac­ta­ción. En los pe­que­ ños ro­deos es­to pue­de no ser apli­ ca­ble; en es­te ca­so, las va­qui­llo­nas no de­ben ser in­tro­du­ci­das in­di­vi­ dual­men­te en un gru­po de va­cas con ex­pe­rien­cia. Es pre­fe­ri­ble in­tro­ du­cir va­rias va­qui­llo­nas en el mo­ men­to de or­de­ñe du­ran­te las ho­ras de os­cu­ri­dad. De es­ta for­ma, ca­da va­qui­llo­na ten­drá un ani­mal fa­mi­liar con el cual pue­da so­cia­li­zar. Otra téc­ni­ca es mez­clar va­cas se­cas con las va­qui­llo­nas a tér­mi­no den­ tro de un po­tre­ro es­pa­cio­so. Es­to per­mi­te que am­bos gru­pos so­cia­ li­cen an­tes de con­fron­tar en un es­ pa­cio res­trin­gi­do y de con­cre­to. Tiem­po en es­ta­ción for­za­da Cuan­do una va­ca es­tá pa­ra­da, la pre­ sión den­ tro de la pe­ zu­ ña au­men­ta. La san­gre es ex­pul­sa­ da des­de el sis­te­ma vas­cu­lar y el vo­lu­men san­guí­neo en el pie dis­ mi­nu­ye en lu­gar de acu­mu­lar­se. Es es­ ta pre­ sión crea­ da en­ tre la ter­ce­ra fa­lan­ge y el te­ji­do cór­neo de la pe­zu­ña la que da­ña los te­ji­ dos. Las con­di­cio­nes hi­pó­xi­cas y la is­que­mia son, por cier­to, con­ se­cuen­cias de es­ta pre­sión. El ca­mi­nar ha­ce que se bom­ bee san­gre a tra­vés del pie y, por lo tan­to, la fal­ta de ejer­ci­cio re­du­ ce la oxi­ge­na­ción y la nu­tri­ción de los te­ji­dos pro­duc­to­res de te­ji­do cór­neo, los cua­les per­de­rán vi­ ta­li­dad. La dis­mi­nu­ción de la cir­ cu­la­ción a tra­vés del pie di­fi­cul­ta la eli­mi­na­ción de to­xi­nas. La es­ ta­ción pro­lon­ga­da so­bre su­per­fi­ cies du­ras au­men­ta la car­ga que so­por­ta el pie, y así se in­tro­du­ce el ele­men­to trau­ma en la etio­lo­gía de las en­fer­me­da­des de la pe­zu­ ña. Tam­bién hay una ma­yor ex­po­ si­ción a las he­ces lí­qui­das cuan­ do el ani­mal es­tá de pie. El te­ji­do SELECCIONES VETERINARIAS | 29 ANIMALES DE PRODUCCIÓN | Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas Figura 5. Si la lon­gi­tud del com­ par­ti­men­to es muy cor­ta pa­ra el ani­ mal o si la ca­ ma es­ tá amon­ to­na­da muy al­ta en el sec­tor de­ lan­ te­ ro del box, el cuer­ po y las pier­nas del ani­mal se res­ba­la­rán so­bre el cor­dón. Es­to lle­va­rá a da­ ños fí­si­cos de las par­tes cor­po­ra­ les que pro­tru­yen y no es­tán pro­te­ gi­das, co­mo por ejem­plo, el tar­so. cór­neo de la pe­zu­ña se ablan­da­rá y se vol­ve­rá más pro­pen­so a las le­sio­nes y la ero­sión. Los ro­deos que se en­cuen­tran en bo­xes in­có­mo­dos tie­nen una ma­ yor in­ci­den­cia de clau­di­ca­cio­nes. Las va­qui­llo­nas se echan me­nos tiem­po y es­tán más tiem­po pa­ra­ das de­bi­do a que sus cu­bí­cu­los son in­có­mo­dos. De es­ta ma­ne­ra, se en­cuen­tra un au­men­to sig­ni­fi­ca­ ti­vo del nú­me­ro de sue­las con he­ mo­rra­gias 1 mes des­pués del par­ to y más úl­ce­ras so­lea­res 2 me­ses des­pués del par­to, en com­pa­ra­ ción con lo re­gis­tra­do en ani­ma­les que se alo­jan en cu­bí­cu­los có­mo­ dos. Los si­guien­tes son fac­to­res de ries­go de es­pe­cial in­te­rés: • Área de es­pe­ra. • Dis­po­ni­bi­li­dad de agua. • Dis­po­ni­bi­li­dad de ali­men­to en pla­ta­for­mas o cu­bas. • Res­ tric­ ción de las áreas de ejer­ci­cio. Área de es­pe­ra A me­di­da que el ta­ma­ño del ro­deo pro­me­dio au­men­ta, el ta­ ma­ño de la sa­la de or­de­ñe pue­ de se­guir sien­do el mis­mo. Es­ta 30 | SELECCIONES VETERINARIAS di­fi­cul­tad es al­gu­nas ve­ces su­ pe­ra­da man­te­nien­do el res­to de los ani­ma­les en un área de es­ pe­ra se­cun­da­ria, de su­per­fi­cie du­ra, tal co­mo po­dría ser un pa­ si­llo. Es­to sig­ni­fi­ca que las va­cas tie­nen que es­pe­rar lar­go tiem­po pa­ra ser or­de­ña­das. Las va­cas ne­ce­si­tan al me­nos 1,3-1,5 m2 por ani­mal pa­ra con­ gre­gar­se con co­mo­di­dad en un pa­ tio. Se de­ be per­ mi­ tir que las va­cas se pa­ren tran­qui­las con la ca­be­za ga­cha y avan­cen len­ta­ men­te pa­ra ser or­de­ña­das. De­ ma­sia­do es­pa­cio per­mi­te mu­cho mo­vi­mien­to y pue­den pro­du­cir­ se le­sio­nes. Las puer­tas tra­se­ras de­ben uti­li­zar­se con cau­te­la. Los si­guien­tes pun­tos son úti­les cuan­ do se con­si­de­ra el di­se­ño y el ma­ ne­jo de un área de es­pe­ra: • El pi­so de go­ma en el pa­tio de es­ pe­ ra le brin­ da al pie cier­ to gra­do de ali­vio (véase la fig. 2). • Las áreas de es­pe­ra de­ben ser cu­bier­tas. • Las va­cas no de­ben es­pe­rar su tur­no de or­de­ñe so­bre su­per­ fi­cies de con­cre­to du­ran­te un to­tal dia­rio de más de 3 ho­ras. • La pen­dien­te (que no de­be ser ma­yor que un 4%) del con­cre­to en el área de es­pe­ra de­be ser su­fi­cien­te co­mo pa­ra ase­gu­rar el dre­na­je. • El área de es­pe­ra de­be man­ gue­rear­se cuan­do es­té muy con­ta­mi­na­da (va­rias ve­ces al día du­ran­te el or­de­ñe). • La su­per­fi­cie de con­cre­to de­ be ser man­te­ni­da en bue­nas con­di­cio­nes. • La su­per­fi­cie de con­cre­to de­be te­ner sur­cos pa­ra ase­gu­rar un buen aga­rre del pie Dis­po­ni­bi­li­dad de agua Las va­cas de­ben rem­pla­zar el agua per­di­da du­ran­te el or­de­ñe. Por lo ge­ne­ral, es­ta ne­ce­si­dad se Figura 6. En es­te ca­so, las se­pa­ ra­cio­nes no son del ti­po de es­pa­ cio com­par­ti­do. La par­te de atrás de las se­pa­ra­cio­nes tie­ne me­nos que los 35 cm re­co­men­da­dos fren­ te al cor­ dón. Los miem­ bros pos­te­rio­res pue­den en­re­dar­se en las tu­be­rías ver­ti­ca­les. Tam­bién ob­sér­ve­se que las va­cas es­tán mi­ ran­do ha­cia la pa­red, lo que no les de­ja es­pa­cio para im­pul­sar­se ha­ cia ade­lan­te al levan­tar­se. vuel­ve ur­gen­te 1 ho­ra des­pués del or­de­ñe. Por lo tan­to, la co­lo­ ca­ción y el di­se­ño de los be­be­ de­ros tie­nen una con­si­de­ra­ble im­por­tan­cia. Dis­po­ni­bi­li­dad del ali­men­to en pla­ta­for­mas o cu­bas El ali­men­to de­be es­tar dis­po­ni­ble en pla­ta­for­mas, en es­pe­cial si el ro­ deo es­tá su­per­po­bla­do. Se de­be em­pu­jar re­gu­lar­men­te el ali­men­to ha­cia las va­cas, siem­pre que sea ne­ce­sa­rio. Si no hay ali­men­to dis­ po­ni­ble, los ani­ma­les sim­ple­men­te se pa­ra­rán y es­pe­ra­rán. Nun­ca se de­be de­jar a las va­cas de pie an­te un co­me­de­ro va­cío. Res­tric­ción de las áreas de ejer­ci­cio El área de ejer­ ci­ cio de­ be ser cal­cu­la­da en no me­nos de 3,3 m2 por ca­da va­ca. Hay mu­cha com­ pe­ti­ción por los es­pa­cios exis­ten­ tes en­tre la fi­la de com­par­ti­men­tos o los pa­si­llos exis­ten­tes en­tre és­ tos y las pla­ta­for­mas de ali­men­to, al­re­de­dor de los abre­va­de­ros, en ANIMALES DE PRODUCCIÓN | Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas Figura 7. Es­te di­se­ño de es­pa­cios compartidos pro­vee zo­nas de es­ pa­cio li­bre pa­ra la ca­be­za, la jau­la cos­tal y el área pél­vi­ca. La par­te in­fe­rior de la se­pa­ra­ción de­be es­ tar a 25-28 cm por en­ci­ma de la su­per­fi­cie de des­can­so, cer­ca del pe­cho del ani­mal, mien­tras que la par­te su­pe­rior de­be que­dar a 111117 cm por en­ci­ma del pi­so. (Cor­ te­sía de K. Nord­lund.) los lu­ga­res de es­pe­ra, los pa­si­llos de cru­ces y en las en­tra­das y sa­ li­das a los es­ta­blos (fig. 3). El lu­ gar dis­po­ni­ble en es­tos lu­ga­res es­tra­té­gi­cos de­be ser ge­ne­ro­so pa­ra que las va­cas ten­gan es­ pa­c io per­s o­n al su­f i­c ien­t e co­m o pa­r a mo­v er­s e y aco­m o­d ar­s e an­t e en­c uen­t ros agre­s i­v os en­ tre dis­t in­t os ani­m a­l es per­t e­n e­ cien­t es a una je­r ar­q uía so­c ial. Los pa­s i­l los es­t re­c hos son una cau­s a fre­c uen­t e de con­f ron­t a­ ción so­c ial. • Los pa­si­llos de com­par­ti­men­ tos de­ben te­ner un an­cho mí­ni­ mo de 3,75 m. • Los pa­si­llos que con­tie­nen tan­ to com­par­ti­men­tos co­mo co­ me­de­ros, de­ben te­ner un an­ cho mí­ni­mo de 4,25 m. • Los pa­si­llos de cru­ce de­ben te­ ner 4,25 m de an­cho más 1 me­ tro adi­cio­nal pa­ra ca­da abre­va­ de­ro lo­ca­li­za­do a ca­da la­do. Si un ani­mal se en­cuen­tra echa­ do en un lu­gar de pa­so, sig­ni­fi­ca que la va­ca es­tá re­cha­zan­do usar su cu­bí­cu­lo. En es­te ca­so, hay Figura 8. Cuan­do una va­ca quie­ re pararse, de­be rea­li­zar un mo­vi­ mien­to de em­pu­je ha­cia ade­lan­te. El es­pa­cio ne­ce­sa­rio pa­ra es­te mo­vi­mien­to en una va­ca le­che­ra Frie­sian de 600 kg es de 1-1,5 m. Por lo tan­to, el lar­go to­tal del com­ par­ti­men­to (box) de­be te­ner un mí­ ni­mo de 2,7 m. que ha­cer una re­vi­sión del con­ fort (por ej., ca­ma, di­men­sio­nes del box). La pen­dien­te de los pa­si­llos de­ be ser de 1,5-2% des­de su par­te su­perior y en to­da su lon­gi­tud. Ap­ti­tud del lu­gar de alojamien­to Cuan­to más res­tric­ti­vos sean los es­pa­cios, más ines­ta­ble se­ rá la ar­ mo­ nía den­ tro del ro­ deo. Mu­chos pro­duc­to­res es­tán for­za­ dos, por ra­zo­nes eco­nó­mi­cas, a au­men­tar el ta­ma­ño de su ro­deo. Es­to cau­sa pre­sión so­bre las ins­ta­la­cio­nes exis­ten­tes, que ha­ bían si­do di­se­ña­das pa­ra po­bla­ cio­nes más pe­que­ñas. Tam­bién se ol­vi­da a me­nu­do el he­cho de que las ins­ta­la­cio­nes fue­ron ori­ gi­nal­men­te di­se­ña­das pa­ra una es­ta­bu­la­ción en bo­xes y lue­go se mo­di­fi­ca­ron pa­ra la es­ta­bu­la­ ción li­bre. Es­te ol­vi­do cau­sa pro­ ble­mas de con­fron­ta­ción so­cial a me­di­da que au­men­ta el trán­ si­to de bo­vi­nos a lo lar­go de pa­ si­llos de­ma­sia­do es­tre­chos pa­ra la po­bla­ción. El au­ men­ to de la lon­ gi­ tud del es­ta­blo es una so­lu­ción fre­cuen­te al au­men­to del ta­ma­ño del ro­deo, sim­ple­men­te por­que, des­de un pun­to de vis­ta ar­qui­tec­tó­ni­co, es muy cos­to­so au­men­tar la ar­ca­da (o an­cho) del es­ta­blo, con to­do lo que es­to im­pli­ca. La com­pe­ti­ ción por el agua pue­de ser crí­ti­ca si los be­be­de­ros han si­do ins­ta­la­ dos pen­san­do en una po­bla­ción va­cu­na más pe­que­ña. Cuan­do se pla­ni­fi­ca un au­men­to del ta­ ma­ño del ro­deo, se de­be hacer prio­ri­zar una pers­pec­ti­va his­tó­ri­ca con las ne­ce­si­da­des de la nue­va po­bla­ción. Di­men­sio­nes y características de la estabula­ción li­bre ideal Las me­di­das exac­tas de­pen­ den del ta­ma­ño de los ani­ma­les que van a ser alo­ja­dos. Siem­pre se tra­ta de que ha­ya es­pa­cio su­ fi­cien­te pa­ra que la va­ca pue­da ejer­cer su con­duc­ta na­tu­ral, y de que sea prác­ti­co man­te­ner una bue­na hi­gie­ne del lu­gar. Ob­sér­ ve­se que las pau­tas su­ge­ri­das no se apli­ can en to­ das las cir­ cuns­tan­cias. Va­cas de di­fe­ren­te ta­ma­ño no de­ben ser mez­cla­das en el mis­mo ro­deo. En los com­ par­ti­men­tos di­se­ña­dos pa­ra las va­cas más gran­des, aque­llas de me­nor ta­ma­ño ten­drán ma­yo­res pro­ba­bi­li­da­des de es­tar su­cias. Si se cree que hay un pro­ble­ma de bie­nes­tar en las va­cas y se tie­ ne la in­ten­ción de ha­cer cam­bios ar­qui­tec­tó­ni­cos en las edi­fi­ca­cio­ nes, es acon­se­ja­ble con­sul­tar a un ex­per­to. Véan­se las fi­gu­ras 4 a 7. Es­pa­cio pa­ra el mo­vi­miento de em­pu­je y la ta­bla de pecho El brin­d ar un es­p a­c io pa­r a el mo­v i­m ien­t o de em­p u­j e en SELECCIONES VETERINARIAS | 31 ANIMALES DE PRODUCCIÓN | Bienestar, conducta y alojamiento de las vacas Figura 9. La pen­dien­te (de ade­lan­ te ha­cia atrás del box) no de­be ser ma­yor que el 4% (4 cm por ca­da me­tro de lar­go). Si la pen­dien­te es ma­yor, la ca­ma se amon­to­na­rá en el sec­tor fron­tal del box y la va­ca se pa­ra­rá más atrás, con su cuar­to tra­ se­ro en el ca­nal de de­sa­güe. un com­p ar­t i­m en­t o es atrac­t i­v o pa­ r a la va­ c a. Un es­ t a­ b lo de­ ma­s ia­d o cor­t o o con una pa­r ed en­f ren­t e es una cau­s a co­m ún de mal fun­c io­n a­m ien­t o de la es­t a­b u­l a­c ión li­b re ade­c ua­d a. Pa­r a los mo­v i­m ien­t os la­t e­r a­ les, el es­p a­c io de em­p u­je pue­ de ser re­d u­c i­d o a la mi­tad. Sin em­b ar­g o, el in­t en­t o de com­ pen­s ar un lar­g o in­s u­f i­c ien­t e au­m en­t an­d o el an­c ho ha­r á que la va­c a se ubi­q ue en dia­g o­n al y se vea for­z a­d a a co­lo­c ar sus miem­b ros en el com­p ar­t i­m en­t o ad­y a­c en­t e. Véa­se la fi­gu­ra 8. Pen­dien­tes Véan­se las fi­gu­ras 9 y 10. Su­per­fi­cies del establo y cama del box La ba­se y la ca­ma de un com­ par­ti­men­to tie­nen un mar­ca­do 32 | SELECCIONES VETERINARIAS Figura 10. La pen­dien­te del es­ta­blo de­be ser del 1,5-2%, pa­ra alen­tar a to­das las va­cas que se echen con sus pies ha­cia el la­do más ba­jo de la pen­dien­te. Cuan­do las va­cas se echan to­ das del mis­ mo la­ do, hay me­nos ries­go de que al­gu­na da­ñe a su ve­ci­na en el mo­men­to de pa­ rar­se. (Cor­te­sía de R. Sha­ver.) efec­ to so­ bre la con­ duc­ ta y el tiem­po du­ran­te el cual la va­ca se echa. En los pi­sos más có­mo­dos, las va­cas es­ta­rán echa­das has­ ta 14 ho­ras. Cuan­to más elás­ti­ca y blan­da sea la su­per­fi­cie pa­ra echar­se, más se­rá el tiem­po que el ani­mal pa­se des­can­san­do. Sin em­bar­go, la du­ra­ción de ca­da pe­ río­do de echa­da se­rá más lar­go so­bre pi­sos de con­cre­to, pre­su­ mi­ble­men­te de­bi­do a que les re­ sul­ta más in­có­mo­do re­cos­tar­se y le­van­tar­se so­bre tal su­per­fi­cie. El in­ter­va­lo de echa­da es­tá tam­bién aso­cia­do con el es­pa­cio y el di­se­ ño de los com­par­ti­men­tos. Una ca­ma de are­na (fig. 11) pa­ re­ ce ser la más acep­ ta­ ble pa­ ra las va­cas, en par­ti­cu­lar en zo­nas de cli­ma tem­pla­do. Sin embargo, este material obs­ tru­ ye los sis­ te­ mas de dre­na­je co­mu­nes; por lo tan­to, se de­be cons­truir una cá­ ma­ra de se­di­men­ta­ción. En Sue­cia se ha de­sa­rro­lla­do un sis­te­ma exi­to­so pa­ra los com­par­ ti­men­tos, en el cual los 30 cm de la par­te tra­se­ra del box es­tán he­ chos con lis­to­nes de go­ma pa­ra facilitar la lim­pie­za. Se deben tener en cuenta los si­ guien­tes fac­to­res al con­si­de­rar la construcción de una ca­ma: Figura 10. Los com­par­ti­men­tos con ca­ma de are­na pro­veen la su­per­ fi­cie pre­fe­ri­da por las va­cas pa­ra echar­se. (Cor­te­sía de G. Jo­nes.) • Una temperatura confortable para las va­cas le­che­ras de­pen­ de de los es­tra­tos su­pe­rio­res del área pa­ra echa­rse. • La pa­ja y la vi­ru­ta ab­sor­ben la hu­me­dad; las ca­mas hú­me­das fa­vo­re­cen un ma­yor de­sa­rro­llo de po­bla­cio­nes bac­te­ria­nas. • Las he­ces que las vacas pueden traer en los pies tam­bién con­ta­mi­nan el área usa­da pa­ra echar­se. • Una ca­ ma delgada y cor­ ta re­du­ce la can­ti­dad de ma­te­ rial des­pa­rra­ma­do ha­cia los pa­si­llos. • Las ca­ mas la­ xas de­ ben ser con­tro­la­das 2 ve­ces al día. • Se de­be agre­gar más ma­te­rial 1 vez por se­ma­na. • No se de­be arro­jar de­ma­sia­do ma­ te­ rial de la ca­ ma ha­ cia el sec­tor de­lan­te­ro del box. Se ha en­con­tra­do que los pi­sos de go­ma ti­po al­fom­bras in­di­vi­dua­ les, sólidos o en pa­nal de abe­ja, son efec­ti­vos pa­ra re­du­cir los pro­ble­mas en los pies. Las va­cas que se en­cuen­tran so­bre pi­sos de con­cre­to, en com­pa­ra­ción con aque­llas que es­tán so­bre pi­sos de go­ma, pre­sen­tan un au­men­to sig­ni­fi­ca­ti­vo en la incidencia de he­mo­ra­gia en la lí­nea blan­ca de la pe­zu­ña.