Jacinto Choza La revelación originaria: La religión de la Edad de los Metales THÉMATA SEVILLA 2018 E n este tercer volumen de Filosofía de la religión, se estudia la religión calcolítica o de la Edad de los metales, según la denominación al uso entre los historiadores. Se entiende por tal religión, desde el punto de vista cronológico y geográfico, la que se da en el periodo comprendido entre el quinto y el primer milenio AdC, en Eurasia y África Nororiental, y la que se da en América en los 300 años anteriores a la llegada de los españoles. Desde el punto de vista del desarrollo técnico y cultural, ese es el periodo que se inicia con la escritura y el uso de los metales para la industria de la construcción y el armamento en el Medio Oriente y en la cuenca del río Amarillo, y que termina a mediados del primer milenio AdC. Desde el punto de vista de la vida política y social, es el tiempo en que emergen las sociedades complejas, organizadas de manera reflexiva mediante la creación de la institución social primordial, una Iglesia-Estado con una diferenciación rudimentaria, en las que se dan clases y estamentos sociales, sistemas esclavistas de producción agrícola, formas industriales de guerra y transporte, sistemas administrativos y vías de comunicación terrestres y marítimas complejas. Una sociedad de ese tipo es una sociedad que tiene un alto grado de reflexión, de interioridad y de proyección, y que necesita de la escritura para comunicarse consigo misma. Los hombres necesitan la palabra para comunicarse entre sí, y por eso generan los lenguajes predicativos o enunciativos, lo que se llama lenguaje natural u ordinario. — 19 — De modo análogo a como en las comunidades tribales de un centenar de individuos, cada uno sabe lo que hacen los demás por percepción directa e inmediata, los diferentes grupos o clases sociales del zigurat o de la ciudad, saben por percepción directa e inmediata qué es lo que hacen conjuntamente con los demás grupos y cómo lo hacen. Todos los grupos participan en la actividad pública de culto, como espectadores subordinados, como súbditos, del grupo de sacerdotes que actúan como protagonistas junto con el soberano. Esa actividad de culto consiste en acciones y ritos, pero también en palabras, cantos e himnos que relatan la creación, el orden y la estructura de la ciudad, y la función de cada uno de los grupos y clases del complejo urbano. Ese culto común, festivo, gestual y verbal, es lo que genera inmediatamente la conciencia de la identidad institucional, del propio ser comunitario diferenciado y articulado según los principios de la solidaridad orgánica, incluso según la voluntad general institucional. Esa conciencia de la articulación de los diferentes grupos sociales según el modo de la solidaridad orgánica, es lo que constituye la interioridad social, la subjetualidad social, que no es pensable en las sociedades de solidaridad mecánica neolíticas. La sociedad consiste precisamente en su interioridad, en la certeza de que cada grupo cumplirá sus funciones y de que en ese cumplimiento se basa la supervivencia. Esa certeza es certeza y conciencia de su identidad, de su poder. A esa certeza le dan los romanos el nombre de fides, y la consideran el alma de la comunidad1. Eso es lo que Durkheim considera que es la sustancia de la sociedad y de lo sagrado, la identidad de la tribu y del tótem. [1] «FIDES meant ‘reliability’, a sense of trust between two parties if a relationship between them was to exist. FIDES was always reciprocal and mutual, and implied both privileges and responsibilities on both sides. In both public and private life the violation of FIDES was considered a serious matter, with both legal and religious consequences. FIDES, in fact, was one of the irst of the ‘virtues’ to be considered an actual divinity at Rome». Adams, John Paul (May 2009). «The Roman Concept of Fides». De- — 20 — Cuando los hombres empiezan a vivir en un medio artificial, urbano, cuando empiezan a vivir en el lenguaje, o sea, en la ficción, cuando el entramado de realidad y ficción configura el medio real desde la interioridad y lo humaniza, es decir, cuando lo organiza y articula según la imaginación y el intelecto, o sea, según el logos, entonces toman posesión de ellos mismos en unos escenarios sociales nuevos y amplios. Entonces pueden decir la verdad y pueden mentir. Entonces es posible representar y representarse los poderes sagrados como dotados también de una interioridad, de un logos, mediante el cual se poseen a ellos mismos y se dan ellos mismos. Entonces la forma humana es el modo más adecuado de representarlos, en contraste con los modos cosmo-mórficos y zoo-mórficos del paleolítico y el neolítico. Entonces esos poderes sagrados, los dioses, se pueden manifestar en la multiplicidad de poderes actuantes en el orden social, y puede contarse también con ellos en términos de fides. Se puede tener certeza en el poder de los dioses, en su identidad, en lo que son y lo que pueden, y en que van a cumplir su parte. La religión en el calcolítico empieza a ser fides. Desde el punto de vista de psicológico social, es una sociedad compleja en que la diferencia entre lo público y lo privado se hace cada vez más neta, y la interioridad social y personal cada vez más amplia y profunda. Ese mundo eidético y público es un mundo masculino. Hecho por hombres y para hombres. Las mujeres ocupan otros mundos que no alcanzan a ser tan relevantes como el público, y llegan a resultar más o menos marginales. La vida pública transcurre cada vez más en el mundo ideal, en la ficción, y la personal cada vez más en la interioridad. El escenario es cada vez más amplio y artificioso, los papeles cada vez más numerosos, la individualidad y las capacidades del actor cada vez más diferenciadas del actor mismo, hasta que la conciencia de partment of Modern and Classical Languages and Literatures College of Humanities, California State University Northridge. Consultado diciembre 2017. — 21 — eso hace eclosión en la antigüedad en figuras como Ezequiel o Marco Aurelio. Desde el punto de vista ontológico existencial, el calcolítico es el periodo en que se produce la diferenciación entre existencia estética o de la sensibilidad paleolítica, existencia ética o de la ley neolítica y existencia religiosa o de la revelación calcolítica, que lleva consigo la diferenciación y el distanciamiento entre sí mismo y yo. No es que la sociedad convierta al hombre en hipócrita y mentiroso necesariamente, como dice Rousseau. Es que la capitalización de su vivir, que le dota de una interioridad en virtud de la cual se posee, le convierte en un ser libre que dispone de sí y del mundo, y le permite disponer positiva y negativamente de ambos. Desde el punto de vista cognoscitivo, el calcolítico es el periodo en que las actividades de la sensibilidad, predominantes en el paleolítico, y las de la imaginación, predominantes en el neolítico, son asumidas en el logos que va siendo generado por el intelecto en este periodo y que aparece de modo reflexivo para sí mismo en la era axial con los filósofos presocráticos. Desde el punto de vista gnoseológico y lógico, la edad de los metales es la de una sociedad en que, de los discursos imaginativos comunes, se pasa en algunos grupos a los discursos conceptuales, mediante los cuales se genera el mundo eidético, un mundo básicamente masculino, en el que inicialmente no hay diferencia entre objetividad y realidad, como no la había en el neolítico, y en el que se genera el diálogo político, la ciencia y el derecho. En la primera mitad del primer milenio, o sea, en la primera mitad de la edad del hierro, tiene lugar del modo más vivo el contraste entre la imaginación y el logos intelectivo o conceptual, que culmina hacia el siglo VI AdC con la aparición final del intelecto directamente para sí mismo y el auto-descubrimiento del Nous. No se trata de un contraste solamente de lenguajes, sino también de poderes políticos, porque el lenguaje imaginativo, el propio de la religión de la ley, es el de las religiones oficiales de los estados, tanto en Egipto y Persia como en Grecia y Roma, mientras que el lenguaje del logos es el propio de la nueva religión de la fe, desarrollada principalmente por grupos sociales diferenciados del poder político. Esta diferencia de lenguajes es la que provoca conflictos como el conduce a la muerte de Sócrates, a la prohibición en Roma de los cultos dionisíacos, y otros, que tienen su analogía con los conflictos religiosos de la Reforma a finales de la Edad Media, y de la posmodernidad en el fin de la Modernidad Ilustrada. Los lenguajes no son inocuos porque están articulados con ontologías, configuraciones políticas y configuraciones neuropsicológicas. Todos los puntos de vista desde los que se mira y desde los que se ve, desde comienzos del neolítico hasta comienzos del calcolítico, han alterado sus prismas, sus enfoques y sus distancias, y consiguientemente la divinidad se manifiesta y se representa de otro modo. Utiliza para manifestarse a los hombres el mismo lenguaje con el que ellos se comunican, y lo utiliza para comunicarles también su interioridad y sus proyectos, en relación con la historia y con otra vida en la eternidad. En la edad de los metales la religión deja de tener como dimensión fundamental el sacrificio paleolítico del animal cazado, o la promulgación de la ley que organiza la vida social neolítica, y pasa a tener como dimensión fundamental la manifestación que la divinidad hace de su ser y de su actuar, y la aceptación por parte de los seres humanos de esa revelación, es decir, pasa a tener como dimensión fundamental la palabra, la fe. La revelación y la fe se basan en la palabra, que aparece en el calcolítico al aparecer el lenguaje ordinario. Por eso la revelación y la palabra surgen como los factores claves de la religión y de las dimensiones profundas de la vida. Porque la vida y la religión se basan también en la revelación de la interioridad mediante la palabra, se basan en el lenguaje ordinario. En el paleolítico se ha examinado el culto como dimensión fundamental de la religión, y se ha considerado el chamanismo — 22 — — 23 — como su forma más típica y generalizada. En el neolítico se ha examinado la moral como su dimensión más determinante, y se ha tomado el judaísmo como la forma más típica de la religión de esa época, pues, aunque la figura de Abraham se sitúa en el calcolítico, las tradiciones de la cultura natufian asumidas por los abrahamitas tienen un origen neolítico. En este volumen dedicado al calcolítico se estudia la revelación y la fe, se analiza la palabra como la dimensión más relevante de la religión, y se toma el judeo-cristianismo como su exponente más representativo y universal. No se le presta una atención diferencial preferente, pues se examina la revelación, la fe y la salvación, en toda la antigüedad en general y no en el cristianismo particularmente. La religión calcolítica, la religión de la revelación originaria y de la fe, es una religión de «contarse para saberse» y de «contarse para que los demás sepan de mi». La revelación y la fides constituyen la versión narrativa del sacrificio originario y del pacto originario, la versión narrativa del culto y de la moral. El culto es un reconocimiento y un intercambio mutuo del poder, y la moral también. Del poder y de sus cualidades y resultados, del bien que se difunde de suyo y que en esa difusión se multiplica. Pero en la revelación eso se cuenta, se dice desde la intimidad responsable, desde la interioridad que lo proyecta y lo alberga todo. La revelación es una expresión simbólica, conceptual o imaginativa, literaria o filosófica, de lo que la divinidad es y comunica a los hombres. La revelación no es el culto, ni la norma, es un distanciamiento respecto de ambos en la medida en que la reflexión, el diálogo y el relato lo son. Pero es una forma de religión que abre los cauces para una unión con la divinidad más íntima y más incomunicable. En la plegaria y la contemplación, que son la forma de la religión de la antigüedad, y que se inaugura con las religiones de la era axial (hacia el siglo VI AdC), hay una unión que, en alguna medida, puede considerarse una forma análoga a la revelación. También en el culto paleolítico y en el pacto y la norma neolíticos, hay unión y hay revelación, pero no al modo de la unión entre vivientes inteligentes que tienen lenguaje y se expresan y se unen mediante el lenguaje, como es lo propio del calcolítico y de la fides. A partir del calcolítico la historia de las religiones parece mostrar un despliegue del sacrificio paleolítico originario, en tanto que esencia y origen del culto, que adopta la forma profética en las religiones neolíticas de la moral y la ley, la forma de la revelación y la fe en la Edad de los metales, y la forma mística en las religiones de la contemplación y la plegaria interior de la Antigüedad. En un punto intermedio entre la forma profética neolítica y la forma mística antigua parece situarse la religión calcolítica de la revelación y la fe. En cierto modo, como una religión que en la historia posterior oscila entre los dos polos, inclinándose hacia uno u otro de ellos según zonas geográficas y periodos históricos en las diferentes culturas. Durante el despliegue de la cultura occidental hasta su culminación en un mundo globalizado, en el que se ha logrado un reconocimiento de los derechos humanos y una realización del estado de bienestar para la mayoría de los individuos de la especie, parece como si la dimensión histórico-activa de la religión calcolítica, el profetismo, hubiera tenido más relevancia frente al misticismo, o la dimensión privada-contemplativa de las religiones, o al menos más relevancia pública. A tenor de lo visto en los volúmenes I y II de esta Filosofía de la religión, y de lo que se expone en este tercero, la religión parece desplegarse, en sus dimensiones y en su historicidad, según el siguiente esquema. — 24 — — 25 — Tipología histórica y existencial de las religiones El trabajo realizado hasta ahora, permite proponer como resultado esta síntesis. Para ella se han utilizado los mismos principios metodológicos y las mismas fuentes que en los volúmenes anteriores, y que se reiteran ahora, con algunos más añadidos que se mencionan a continuación. Al igual que en los volúmenes sobre la religión paleolítica y la neolítica, también en este se utilizan las mismas claves tomadas de diversos autores. Se recogen claves de la comprensión teórica del fenómeno religioso aportadas por Lutero, Vico, Hegel, Dilthey, Durkheim, Heidegger, Geertz, Eliade, Rappaport, Panikkar, Beck y Vattimo. En el volumen sobre el paleolítico se recogen la aportación de investigaciones empíricas realizadas en el plano de la antropología, la historia y la prehistoria en general, y más específicamente, en el plano de la arqueoastronomía (M. Rappenglueck), la iconografía diacrónica (N. Chausidis), la lingüística proto-indoeuropea (Marschack, Gimbutas, Harrod), la lingüística proto-afroasiática (C. Ereht, A. Militarev) y la lingüística evolutiva (Ruhlen, Coupé, Mc Neige). En el volumen sobre el neolítico, se ha seguido el trabajo de algunos especialistas, particularmente los de Klaus Schmidt de la Universidad de Erlangen, fallecido en 2014, y Trevor Watkins, de la universidad de Edinburgo, directores de las excavaciones de Göbekli Tepe y pioneros en la revisión de los supuestos teóricos del neolítico. Asimismo se han tenido en cuenta los trabajos de los colegas del departamento de Arqueología de la Universidad de Varsovia dedicados a las culturas andina y maya, particularmente los de Mariusz Ziolkowski y Janus Z. Woloszyn. Las mencionadas aportaciones de esos colegas están presentes en este tercer volumen sobre la religión calcolítica, y se añaden otras de especialistas en dicho tema y en la antigüedad como Georges Dumézil, Walter Burkert, Jean Bottéro, Maria Rostworoski, Gaudenzio Ragazzi, Fernando Wulff, Carlos García Gual y Alberto Bernabé, con casi todos los cuales he podido mantener conversaciones o correspondencia. En el orden teórico las claves que se toman de Lutero, el inventor de los catecismos, son el desglose de la religión en cuatro factores esenciales, el dogma, la moral, el culto y la plegaria, y la interdependencia entre ellos. De Vico se toman la tesis de la precedencia de la acción y la poíseis sobre la organización y la norma, y la de ambas sobre la reflexión y la teoría; la del ‘sentido común’ como concepción del mundo compartida por los individuos de una misma sociedad; la tesis de la simultaneidad de desarrollo del lenguaje hablado y escrito (emblemas, insignias, etc.); la tesis de la recurrencia del proceso que va de la barbarie a la civilización y luego a la decadencia en la ‘barbarie de la reflexión’, al predominio del saber teórico y de la autoconciencia y a la disolución del ‘sentido común’ («corsi e ricorsi»). — 26 — — 27 — De Hegel se toma la tesis de la filosofía como elevación del espíritu de cada época a formas institucionales y a conceptos mediante la reflexión; la de la conexión entre cultura (espíritu objetivo) e individuo a través de la formación (Bildung) y del hábito, que configuran los espíritus subjetivos; la tesis de la religión como forma de la representación que une la vivacidad y creatividad del sentimiento con la universalidad del concepto, y está a medio camino entre la forma sentimental del arte y la conceptual de la filosofía, y las tesis del fin de la historia, el arte y la religión con reservas. De Dilthey se toman las tesis de la interconexión entre el espíritu subjetivo (individuo), el espíritu objetivo (costumbres) y el espíritu objetivado (expresiones materiales de la organización social y de la cultura), y de las esferas de la cultura entre sí; la tesis del arte y el lenguaje como expresión de la vida, y la tesis de la imposibilidad de conclusión de los procesos histórico-culturales. De Durkheim se toman las tesis de lo sagrado como poder supremo y como fundamento de la comunidad; la tesis de las participaciones de lo sagrado (del tótem y de los tótems) como modo de organización de la comunidad y de determinación de la identidad individual en las diferentes fases de la vida, es decir, la tesis de la estructura sacramental del ordenamiento socio-cultural. De Heidegger se toma la concepción de Dios como lo informalizable más allá del ser a su vez diferenciado del ente, y como luz (en sentido platónico); la tesis de la muerte de Dios como final de la metafísica, como agotamiento del paradigma onto-teológico y la tesis del final de la modernidad como momento de un nuevo comienzo del pensar. De Clifford Geertz, se toma la comprensión de la religión como apelación a un ámbito de sentido donde se postula solución para todos los problemas y situaciones vitales que desde un punto de vista racional y existencial no tienen salida ni solución alguna. Esta tesis se encuentra en no pocos autores, pero en Geertz tiene una peculiar claridad y permite percibir mejor el papel de la religión en relación con las demás esferas de la cultura. Por otra parte, Geertz retoma el tema viquiano del sentido común y lo desglosa y analiza en el contexto de la antropología de finales del siglo XX. De Eliade se toma la tesis de la unidad de la religión a través de la multitud de formas que presenta en diferentes lugares y periodos históricos; la unidad de las manifestaciones de Dios (hierofanías) a través de las culturas y la historia, y la unidad de las experiencias personales (extáticas, místicas) desde el más remoto paleolítico hasta la más reciente actualidad. Esta tesis es sostenida por Hegel y muchos otros autores, pero Eliade la dota de un amplio soporte empírico. De Rappaport se toma la tesis de la preeminencia del ritual y de las formas del lenguaje performativo (según los desarrollos filosóficos de Quine y Searle sobre el lenguaje performativo) y su valor creativo en todos los órdenes de la cultura; la tesis de la interacción y transposición permanente entre acciones rituales y fórmulas teóricas (dogmas, postulados sagrados fundamentales), y la tesis de la obsolescencia de fórmulas teóricas y acciones rituales en función de las nuevas formas de vida. Las tesis de Rappaport pueden considerarse un desarrollo de las tesis de Vico y de Durkheim, pero se fundamentan más bien en elaboraciones de la filosofía analítica del lenguaje de la segunda mitad del XX y en investigaciones antropológicas de todo el siglo XX. De Panikkar se toma la tesis de la complementariedad de las religiones orientales y las occidentales, que también sostienen Campbell y otros autores, pero en la formulación de Panikkar es donde se presenta con más profundidad analítica y más consistencia filosófica y teológica. De Beck se toma la tesis del proceso de personalización de la divinidad en las grandes religiones del siglo XX; la tesis del conflicto entre religiones institucionales y religión personalizada, y el cuestionamiento de las ventajas del ateísmo metodológico asumido por la sociología desde su nacimiento. De Vattimo se recogen las tesis presentes en los debates posmodernos sobre la secularización, la metafísica y las religiones — 28 — — 29 — Mediación con lo sagrado Paleolítico Neolítico Calcolítico Antigüedad Religión del Culto Religión de la Moral Religión de la Revelación Religión de la Oración Chaman Sacerdote mago Pontífice, Escri- Guía espiritual ba, Profeta Maestro Símbolos presentativos y Re-presentativos de lo sagrado Entes sociales Entes físicos Padre, madre Astros, Fuerzas Rey, Santuacósmicas rio, Ciudad, Animales Cultivos Entes espirituales Palabra, escritura promesa Escritura Tipo de afirmación y reconocimiento entre el hombre y lo sagrado Rito de caza Sacrificio Reconocimiento mutuo integral Promulgación de la ley y Promesa. Pacto y Obediencia Revelación. ConocimienUnión mística to de los Amor misterios. interpersonal Fidelidad a la fe Chamanismo universal Shintoísmo Relig. Tribales Judaísmo, Relig. inca Relig. azteca Confucianismo Relig. Estatales Relg. Imperiales Relig. mistéricas Cristianismo Islam Tipo de comunidad religiosa y Tipo de referenExistencia cia existencial a lo estética sagrado No representación Unión mística Relig. orientales Budismo Taoísmo Sufismo Rel. Personales Existencia ética Existencia ética Existencia racional intelectual religiosa institucionales, sobre las cuales se pronuncian los académicos de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Para el desarrollo de las tesis sobre la religión calcolítica, en su proyección hacia las religiones de la antigüedad y la era axial, los enfoques aquí utilizados y los puntos de vista sostenidos, están basados en análisis del orfismo y de los filósofos presocráticos, y en una secuencia de autores entre las que destacan Platón, Filón de Alejandría y Proclo. Con estas claves se construye un modelo teórico de religión que aspira a posibilitar la comprensión de los fenómenos religiosos desde el paleolítico hasta el siglo XXI. Para ello el modelo teórico busca apoyo, además de en su propia consistencia, en las ciencias humanas y sociales que más aportaciones relevantes hacen para la comprensión de la religión. Entre ellas, la antropología, la arqueología y la prehistoria, y junto a ellas la arqueoastronomía, porque el cielo es el lugar donde los hombres han buscado y encontrado la divinidad, la iconografía histórica, porque los hombres han representado a sus dioses en pinturas, relieves, esculturas, danzas y construcciones religiosas, y en la lingüística, porque las lenguas se han generado en el proceso en que los hombres nombraban sus medios de vida y sus dioses. Entre esos hombres y esos dioses no existía el abismo que en el siglo XXI parece separarles. Las tesis que se formulan se proponen desde la conjunción de la mayoría de esos puntos de vista. Desde el que pueden ser más discutidas es desde el de la lingüística, porque desde él se aportan más bien hipótesis que tesis, hipótesis que tienen un valor condicionado a la aportación de las pruebas que faltan. Cualquier lector de Vico, de Humboldt y de Sapir sabe que en cuestiones de filología no se puede especular, porque los hechos trascurren por unos vericuetos indeducibles e insospechados. Las tesis que aquí se presentan son tesis filosóficas y antropológicas, y aunque comprometen a la filología, no son tesis filológicas. Con todo, la filología tendría mucho que aportar en relación con estas tesis filosóficas y antropológicas. Por último, y junto a todos los puntos de vista y aportaciones señalados, este estudio también se lleva a cabo desde la perspectiva de la unidad de las religiones. No solo en el sentido filosófico, sino también en el sentido religioso. Dicho de otra manera, si Leibniz podía decir, y Heidegger lo repetía, que todos los filósofos se han hecho siempre las mismas preguntas y han dado siempre las mismas respuestas, también puede decirse con otra serie de autores, desde Blavatsky y Guenon a Eliade, que todas las religiones se han hecho siempre las mismas preguntas y han dado las mismas respuestas, por numerosos y diversos que sean los puntos de vistas desde los que se afirma. Cuando se escribe este volumen han muerto Walter Burkert, Klaus Schmidt, Jean Bottéro, y María Rostworoski, y se han retirado Trevor Watking, Alexander Militarev, Gaudenzio Ragazzi, James Harrod, y Alberto Bernabé. Quiero dejar aquí testimonio de mi admiración y reconocimiento a los que se fueron, y de mi admiración y gratitud a los que ya no están en sus puestos habituales de trabajo, pero no nos han abandonado. Inicialmente esta Filosofía de la religión se pensó como un libro de unos ocho o diez capítulos, pero conforme iba avanzando en el estudio y en la organización de los materiales, el proyecto se iba haciendo más amplio, y el libro más voluminoso e impracticable. Por eso, al final se ha optado por una serie de volúmenes autónomos, más fáciles de realizar y de manejar, tanto para el autor como para los lectores interesados. Para la redacción de este tercer volumen me he beneficiado de los comentarios y observaciones de los participantes en el seminario permanente «Pensamiento griego e interculturalidad» del Grupo de Investigación HUM 153 de la Universidad de Sevilla, dirigido por los profesores Jesús de Garay y José Antonio Antón Pacheco, y de los realizados por los participantes en el Seminario de Filosofía de la Religión de la Universidad San Pablo CEU de Elche, dirigido por los profesores Higinio Marín y Jacobo Negueruela. Me han hecho observaciones a distintos apartados, Javier Hernández-Pacheco, Francisco Rodríguez Valls, Jesús Navarro Reyes y Francisco Soler, de la Universidad de Sevilla, y de Ananí — 30 — — 31 — Gutiérrez Aguilar de la Universidad Católica de Nuestra Señora de Arequipa. Han revisado el texto total o parcialmente Jacobo Negueruela, de la Universidad San Pablo CEU de Elche, y Juan José Padial, de la Universidad de Málaga. A todos estos colegas quiero agradecerles su ayuda y dejar aquí constancia de mi gratitud. Hay más colegas de quienes he recibido ayuda más esporádica, y de no pocos alumnos, entre otros mi hija Irene y el grupo de sus amigos, cuyos puntos de vista me han sido de mucha utilidad. Otras personas ajenas al mundo académico también me han ayudado con comentarios y observaciones muy iluminadores. Quiero expresar aquí mi agradecimiento a todas ellas. En este tercer volumen se remite a los trabajos anteriores que guardan una cierta unidad con este y que son tenidos en cuenta en su composición. Se citan con las siguientes abreviaturas: HCH, Historia cultural del humanismo; FC, Filosofía de la cultura; FACTI, Filosofía del arte y la comunicación. Teoría del interfaz; CORP, El culto originario: la religión paleolítica; MORN, Moral originaria: la religión neolítica; ROREM, Revelación originaria: la religión de la Edad de los Metales. Los materiales y volúmenes de esta Filosofía de la religión quedan organizados en las siguientes fases, que podrán ir viendo la luz si el tiempo y las fuerzas lo permiten. de una alianza o de la construcción de algo conjuntamente proyectado. Con todo el individuo no se deja atrás su sí mismo fundado en el poder sagrado que le hace ser lo que es en su funcionalidad social. Ese poder sagrado le asiste y lo funda también realmente, pero ahora no directamente mediante la sangre o mediante la lluvia y el semen, sino a través del templo o del palacio, de la institución, de la actividad de los sacerdotes y los príncipes, que dispensan el poder concentrado en la institución. En esa distancia espacial y temporal que se abre entre el ser familiar del individuo y su ser social es donde se genera la subjetividad, la palabra, los proyectos y las perplejidades. En el calcolítico la vida social empieza a ser incierta y la personal también, y eso continúa siendo así en el siglo XXI. En cierto modo, la adolescencia y las incertidumbres de la maduración juvenil son un resultado estructural de un orden social complejo, como Rousseau había advertido. Vol. 1: El culto originario: La religión paleolítica. Vol. 2: La moral originaria: La religión neolítica. Vol. 3: La revelación originaria: La religión de la edad de los metales. Vol. 4: La oración originaria: La religión de la antigüedad. Vol. 5: Religión oficial y religión personal. La escisión de la religión en el periodo histórico. con todo, los poderes sagrados institucionales no están lejos, ni resultan ajenos. Si antes se hacían presentes en la luna que regulaba la fecundidad humana, y en las estrellas que marcaban numerosos ciclos animales, o bien en el sol primaveral y estival que insufla vida en los campos, ahora los poderes sagrados están en la majestad del rey, de su palacio y de sus cortesanos, en el vigor de las armas, caballos y carros de los guerreros, en su disciplina, en sus carreras y conquistas, y se hacen presentes en los frutos de los campos, en las montañas de grano cosechado, en los rebaños de animales. Los poderes sagrados están ahí porque la vida sale de ahí. Los individuos nacen y viven en unidades familiares de sacerdotes, ministros, guerreros, artesanos o campesinos, juegan como niños en esos espacios urbanos y sociales, y Sevilla, 28 de diciembre de 2017. — 32 — § 17. L a triada originaria de d uméziL : gobernantes , guerreros , y productores — 91 — se hacen mayores sabiendo que su destino es servir a los poderes que fundan esos espacios y les confieren su ser a ellos mismos como individuos. La triada que señala Dumézil para los indoeuropeos probablemente tiene una forma más originaria o un equivalente en la triada sumeria y mesopotámica formada por Anu (la soberanía), Enlil (la divinidad guerrera) y Ea (la riqueza). Los tres, actuando conjuntamente son los que «le han ensanchado su inteligencia [a Gilgamesh]»1. CAPÍTULO 5: R E P R E S E NT A C I Ó N C A L C O L Í TI C A D E L O R D E N U N I VE R S A L. P A L A B R A , RE V E L A C I Ó N Y FE 5.1. eL mundo interior de La astroLogía y La astronomía - § 49. La astrología, la astronomía y el fundamento. La unidad de los dos discursos § 50. La ontología de las prácticas médica y política. Diagnóstico y adivinación — 5.2. Los seres espirituaLes y La cosmogonía de Las esferas. L a Ley de Los tres estadios - § 51. Los discursos sobre el fundamento y la ley de los tres estadios - § 52. Elaboración de la noción de espíritu. La noción China de Qi — 5.3. espíritus sincronizados y espíritus au tónomos . á ngeLes, demonios y robots - § 53.1. Si el círculo estuviera vivo. Leibniz - § 53.2. Si la órbita de la luna fuera libre - § 54.1. Sincronía y autonomía de los espíritus. Ángeles y demonios - § 54.2. Criaturas espirituales y robots. Proclo, Brentano y Edith Stein — 5.4. paLabra y reveLación. fe , teoLogía y ateísmo - § 55. De la teología imaginativa a la teología intelectual. Emergencia del espíritu - § 56.1. La vida del espíritu y el verbo interior. Palabra y revelación - § 56.2. Qué es la revelación y qué es la fe. Ser, poder y decir - § 57. La eficiencia de la palabra. Poder, saber y amar - § 58. Articulación entre objetividad y realidad. Formas de ateísmo y de fanatismo - § 59. Marginación social, ateísmo teórico, ateísmo práctico y anticlericalismo — 5.5. conexiones entre esferas, animaLes y pLantas . m agia y sacramentos - § 60. Maná, ambrosía, soma y teonanacatl - § 61. La magia calcolítica. De los ritos de paso a los sacramentos 2.2. TIEMPO URBANO Y TIEMPO DIVINO. EL DESCUBRIMIENTO DE LA ETERNIDAD § 18. i ntegración de Los sentidos deL tiempo . H istoria , adivinación y reveLación como ya se ha dicho (MORN § 20), cada poder tiene su ritmo de expresión, su tiempo. El poder de la vida animal y humana, el poder del cielo (Urano), se rige por un tiempo de ciclos lunares, que es generalmente el de los cazadores recolectores. El poder sagrado de la vida agrícola, el poder del sol (Cronos, Saturno), que es generalmente el de las aldeas y pequeñas comunidades neolíticas, se rige por un tiempo de ciclos solares, es decir, de años. El poder sagrado de la vida urbana estatal, que es el de los ministros, militares, intendentes, metalúrgicos y urbanistas, se rige por un tiempo que puede alargarse y acostarse según designio propio, es decir, se rige por un tiempo objetivo, que puede articular miles de años con unas pocas semanas, un tiempo sideral (Jronos) sobre el que se pueden recortar y disponer todos los tiempos mediante números y cálculos. [1] Poema de Gilgamesh, Tablilla I, Versión asiria, columna V, verso 22. Edición de Lara Peinado, F., Madrid: Tecnos, 2010. 5.1. EL MUNDO INTERIOR DE LA ASTROLOGÍA Y LA ASTRONOMÍA § 49. L a astroLogía , La astronomía y eL fundamento . La unidad de Los dos discursos C uAndo se estudió la religión neolítica se analizó la transición del símbolo paleolítico, basado sobre todo en elementos naturales, reales, como la sangre o el agua, al símbolo neolítico, basado cada vez más en signos abstractos como los números de los calendarios, las palabras de los himnos y relatos, los nombres y — 92 — — 261 — representaciones plásticas de los poderes sagrados mediante astros y animales, y otros (MORN §§ 6-7). En el paleolítico el hombre vive en un universo fundamentalmente dado en la sensación. En el neolítico vive en un universo generado imaginativamente y representado en la percepción y en el relato. En el calcolítico vive en un universo que empieza a estar elaborado imaginativamente y conceptualmente, y que está representado en las esferas celestes, y en la escritura, que es originariamente y de suyo sagrada. El símbolo religioso que representa el poder fundante de la vida, y por el cual se hacen los juramentos que sellan los pactos, es en el paleolítico la sangre, en el neolítico el semen y en el calcolítico la escritura, como se ha señalado antes (ROREM § 26). En los símbolos naturales está realmente operante el poder fundante de la vida y del ser, pues la sangre y el semen otorgan vida. Pero en los signos no está operante. Los signos de la escritura, las letras escritas y el libro, no otorgan vida. No obstante, una mente calcolítica, con un intelecto muy articulado con la imaginación y que no opera de modo autónomo con unos signos también autonomizados, percibe el poder fundante de la vida y de la existencia también en los signos. En el siglo XXI hay mentes que perciben el fundamento de la vida y la existencia de las cosas y mentes que no. Mejor dicho, las mentes de los hombres del siglo XXI, cuando operan con los discursos del lenguaje ordinario para referirse a acontecimientos extraordinarios como nacer y morir, perciben y experimentan el fundamento de la vida y de la existencia y su ausencia, y comprenden lo que es la vida y la muerte desde un punto de vista existencial. Pero cuando operan desde el punto de vista del lenguaje ordinario para referirse a acontecimientos ordinarios de su vida profesional o de la vida urbana común, no perciben el fundamento de la vida y de la existencia, no lo experimentan. Los profesionales de las ciencias son el tipo de personas que frecuentemente utilizan el discurso de su actividad profesional para referirse a todos los acontecimientos de la vida, y a veces tienen más dificultad que los demás para comprender los sucesos extraordinarios, el fundamento de la existencia y de la vida. Los profesionales de la filosofía, en algunos casos, tienen más facilidad para percibirlo y experimentarlo, o al menos para comprender por qué otros tienen tanta dificultad; en el siglo XX denominan «ser» al fundamento de la existencia y explican por qué ese ser y fundamento no se percibe o se olvida. Los profesionales del arte y de la religión son los que tienen más facilidad para percibir y experimentar el fundamento de la existencia y de la vida, y para expresarlo de modo que los demás lo comprendan. Y los demás hombres del siglo XX lo comprenden porque, en el lenguaje ordinario y en la vida ordinaria, siempre hay momentos de referencia a lo extraordinario y de comparecencia de lo extraordinario, que son los de la experiencia de lo bello, lo sublime, lo totalmente otro y el misterio. En el siglo XIX Hegel describe el arte, la religión y la filosofía como los tres modos de comprensión y expresión del ser como fundamento, del espíritu absoluto (en su terminología), y entiende el arte como su comprensión y expresión desde la sensibilidad, la religión como su comprensión y expresión desde la afectividad (el corazón) y la filosofía como su comprensión y expresión desde el intelecto. Pero en el calcolítico la sensibilidad, la imaginación afectiva y el intelecto no están tan diferenciados. No se han autonomizado ni han generado productos culturales a su vez autónomos y diferenciados con las denominaciones de arte, religión, ciencia y filosofía. Eso es el resultado de un proceso que Hegel percibe como culminado en el siglo XIX, y que describe como muerte del arte, muerte de Dios y fin de la historia. Un siglo después de Hegel, Romano Guardini define al hombre irreligioso como aquel para quien la existencia es obvia, es decir, como aquel cuyas vivencias no hacen referencia al fundamento. La generalización de esa falta de referencia al fundamento, por parte de la mayoría de los individuos y de las culturas — 262 — — 263 — urbanas, es lo que Hegel, Nietzsche y Heidegger llaman «la muerte de Dios». El momento en que esas capacidades humanas empiezan a diferenciarse y autonomizarse es el calcolítico, y entonces es también cuando aparecen el arte, la religión y la filosofía, en cuanto diferentes, aunque no como diferenciados, ni tampoco como autónomos. Las representaciones plásticas y los nombres de las divinidades son las divinidades mismas y tienen también sus poderes. Y cuando se perciben y se invocan en relación con cosas y acontecimientos diversos, lo que se percibe y se invoca es el fundamento de la existencia y de la vida de esas cosas y esos acontecimientos, o sea, lo sagrado. Entendido esto, se puede entender también la tesis de que la astronomía y la astrología, como la cosmología y la cosmogonía, constituyen una unidad de dos discursos. Son dos discursos desde el punto de vista del pensamiento moderno y del pensamiento contemporáneo, porque en la modernidad se establecen como netamente diferenciados. En los manuales de historia de la ciencia, en efecto, se dice que la cosmología nace como ciencia propiamente en el siglo XVIII. Pero desde el punto de vista calcolítico son un único discurso, porque entonces esos discursos no están diferenciados. Empiezan a estarlo en la antigüedad y se diferencian aún más en la edad media, hasta que lo están plenamente en el siglo XVIII1. [1] La versión en español de Wikipedia, deine la cosmogonía como el conjunto de relatos míticos del universo y remite a las religiones antiguas https://es.wikipedia. org/wiki/Cosmogonía), la versión en inglés la deine como el conjunto de teorías cientíicas sobre el origen del universo, la asimila a la cosmología y remite a la ilosofía de la ciencia y a la epistemología ( https://en.wikipedia.org/wiki/Cosmogony). La versión en español de Wikipedia deine la cosmología como ilosofía de la naturaleza y, en tanto que cosmología física, la considera una parte de la astrofísica y sitúa su comienzo en el siglo XVIII (https://es.wikipedia.org/wiki/Cosmología); la versión en inglés, de modo semejante a como hacen la versión en francés y en italiano, diferencia entre cosmología física, a la que da el mismo contenido que la versión en español pero situando su comienzo en el Rig Veda y en Babilonia en el 3000 AdC, y cosmología religiosa, (https://en.wikipedia.org/wiki/Cosmology) a la que da el mismo contenido que la voz de Wikipedia en español «cosmogonía». La diferencia entre la descripción En la cultura y la mente calcolíticas, la astronomía y la astrología son mundos eidéticos y mundos reales superpuestos, representables por dos círculos concéntricos. En el paleolítico y el neolítico son un solo círculo, pero en el calcolítico ya hay dos porque hay un mundo eidético, representado mediante signos. En la antigüedad y en el medievo estos dos mundos, el de la sensación y percepción sensible, y el de la representación intelectual, son mundos representables por círculos secantes, excéntricos, con un centro de gravedad que se desplaza cada vez más desde la realidad perceptible sensorialmente al mundo eidético. Este mundo eidético, de representaciones intelectuales, marca la emergencia de la interioridad social y la individual, y es siempre un mundo interior. En el calcolítico es un mundo interior más de orden espiritual que mental, y en la antigüedad, el medievo y la modernidad, es más de orden mental que espiritual. Aquí mundo espiritual se entiende en el sentido antes mencionado de mundo en el que no están diferenciados ni autonomizados la sensibilidad, la imaginación afectiva intelectiva y el intelecto, por una parte, y correlativamente, por otra, tampoco lo están el arte, la religión y la filosofía. Mundo mental se entiende en el sentido de mundo en el que está diferenciado y autonomizado el intelecto de la sensibilidad y la imaginación afectiva, por una parte, y correlativamente, por otra, la ciencia y la filosofía están diferenciadas y autonomizadas del arte y la religión. En el calcolítico la astrología y la astronomía, la cosmología y la cosmogonía. son dos discursos, uno del mundo sensible y otro del mundo eidético interior, que constituyen una unidad. Esa unidad de los dos discursos es la vida de la interioridad social y la individual, pues los dos discursos nacen en esa interioridad de la cosmogonía en inglés y en español es que la versión española tiende a considerar su contenido como carente de fundamento y falso, y la versión inglesa se centra en documentar el tema lo más ampliamente posible. — 264 — intersubjetiva. En esa unidad de la interioridad intersubjetiva, el intelecto, que como vamos a ver, es lo que pasa a denominarse espíritu, mantiene en su comprensión y expresión de lo real una referencia al fundamento de la existencia y de la vida de todos los entes existentes y los seres vivientes. Esa referencia de la interioridad social e individual al fundamento de la existencia y de la vida como poderes sagrados, no es todavía una referencia al fundamento como «ser», puesto que tanto las lenguas indoeuropeas como las semitas se forman precisamente en el calcolítico. Esa referencia del espíritu al fundamento es la interioridad intersubjetiva, y es el medio en el que va a surgir la palabra como comprensión y expresión de ese fundamento, como lenguaje ordinario o lenguaje natural, y como escritura, que por eso se van a considerar y a llamar palabra y escritura sagradas, como es muy patente no solo en Sumeria2, sino también en Egipto y Grecia. Hablar es llevar la palabra, y eso ya es de suyo algo divino, protagonizado por seres divinos, ya sean Iris y Hermes, ya sean los mensajeros comunes, los ángelos de los griegos, los mal’ach de los hebreos y musulmanes o los ángeles de las demás religiones3. Esa comprensión y esa expresión verbales de los poderes sagrados (posteriormente del «ser») como fundamento de la existencia y de la vida, de los existentes y de los vivientes, en la interioridad social, es lo que también se llama más adelante revelación, y tiene también su relevancia para la comprensión contemporánea de la ciencia y de la técnica calcolíticas como religión y como magia. — 265 — de todas las demás –la historia del género humano–, debiese seguir siendo una objeción incesante cuya visión nos obligaría a apartar los ojos con disgusto, puesto que dudamos de encontrar en ella una intención plenamente racional, por lo que la esperamos en otro mundo?»10 La referencia y la apelación al fundamento de la existencia y de la vida, en el paleolítico son de orden práctico y se refieren a la supervivencia de la tribu. En el neolítico empiezan a ser también de orden imaginativo narrativo y se refieren a la comunidad civil. En el calcolítico la apelación al fundamento empieza a ser, además, de orden espiritual y se refiere a la supervivencia de la sociedad estatal, en términos de práctica médica y política y en término de teoría, de visión contemplativa del fundamento. En la modernidad la apelación a la razón como fundamento se refiere al futuro de la sociedad humana en términos de praxis y teoría políticas, y el saber alcanzado en esa indagación constituye el patrimonio del socialismo científico. 5.2. LOS SERES ESPIRITUALES, LA COSMOGONÍA DE LAS ESFERAS Y LA LEY DE LOS TRES ESTADIOS § 51. L os discursos sobre eL fundamento y La Ley de Los tres estadios durkheim, el más hegeliano de los sociólogos y quizá el más metafísico, sostiene que el principio y fundamento último de cualquier orden de realidad es el poder, y que ese poder en el paleolítico se llama mana, en el neolítico fuerza inteligente, en el calcolítico Dios, en la antigüedad ser y en la modernidad [2] Bottéro, Jean, La religión más antigua: Mesopotamia, Madrid: Trotta, 2001, pp. 67-97. [3] Cfr., https://en.wikipedia.org/wiki/Angel — 266 — [10] Kant: Idea de una historia universal desde el punto de vista cosmopolita. Buenos Aires: Trad. De E. Estriú. Nova, 1958. pag. 55. — 272 — energía11. Anteriormente Comte había desarrollado la ley, formulada por los antiguos egipcios, de los tres estadios, el teológico, el metafísico y el positivo, señalando como saberes propios de ellos la religión, la filosofía y la ciencia respectivamente. Comte, y posteriormente la cultura occidental, al menos desde el punto de vista de la interpretación pública de la realidad, asume esas tesis con el sobreentendido de que las dos primeras formas de saber son imperfectas y provisionales, o sea, falsas, y la tercera es la que, además de ser verdadera, ofrece garantías de verdad. A partir del siglo XXI, debido al influjo de la crítica de la racionalidad moderna y de la ciencia, por una parte, al principio político del respeto a las minorías, por otra parte, y a la difusión de la antropología y del discurso etnográfico, por otra, puede hablarse de una consideración de la religión y de la metafísica, incluso de la ciencia misma, o sea los tres estadios de Comte, según las características del discurso etnográfico, es decir, suspendiendo metodológicamente la aplicación, a la cultura que se examina, de los principios de verdad y falsedad de la cultura propia. Aquí se va a aplicar ese principio del discurso etnográfico con algún matiz. Con el matiz de la ampliación de los tres estadios a cinco, y con la precisión de que en cada uno de los cinco estadios, culturas o época, hay: A- Diferentes referencias al fundamento o al absoluto. B- Diferentes aparatos cognoscitivos, como dicen Vico, Rousseau, Hegel y Nietzsche. C- Diferentes sistemas expresivos, como dicen Vico, Humboldt, Lévi-Strauss, Geertz, etc. D- Diferentes designaciones del fundamento, como dicen Durkheim, Gadamer y otros. E- Diferentes universos de discurso. Debido a esas diferencias, se remite a otro tipo de estudios la correspondencia entre las formas de validación de las tesis y proposiciones de las diferentes épocas y culturas. Se supone que los cinco universos de discurso tienen sistemas de validación legítimos y que las tesis de cada uno de ellos pueden ser verdaderas12. Los tipos de discurso sobre el fundamento, o el absoluto, se corresponden en cierta medida con los de tipos de magia expuestos en la tabla de MORN § 43, y pueden expresarse en la siguiente tabla. 1Paleolítico 2Neolítico 3Calcolítico 4Antigüedad 5Modernidad AFundamento Absoluto Mana Fuerza viva/ inteligente Divinidades Dios Ser Energía BAparato cognoscitivo Sensibilidad Corazón Imaginación Corazón Intelecto Corazón Intelecto Espiritual Intelecto racional CSistema expresivo Lenguaje Performativo Lenguaje poético/mito Lenguaje imag. conceptual Lenguaje conceptual Lenguaje matemático DRealidad designada Mana Fuerza viva/ inteligente Dioses antropomorfos Dios Ser Fuerza/ Energía EUniverso de discurso Realidad sentida Realidad percibida M. espiritual y M. eidético Mundo eidético intelectual Mundo eidético mensurable Universo 1.- Los hombres de las tribus paleolíticas relatan el origen del mundo mediante danzas, y los de los asentamientos [11] Cfr. Durkheim, E., Las formas elementales de la vida religiosa, Madrid: Alianza, 1993, libro II, pp. 339 ss. [12] No se trata de una airmación de relativismo cultural, tema que ahora no se considera, sino de la airmación de que el lenguaje performativo, el poético, el conceptual y el matemático tienen diferente alcance y diferentes sistemas de validación. — 273 — — 274 — neolíticos mediante cantos e incipientes relatos. Los primeros relatos de los orígenes del mundo y del hombre son textos sagrados de elaboración verbal neolítica y redacción escrita calcolítica y antigua. El Enuma Elish empieza con los versos: «Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado, / no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme»13. Es la epopeya sumeria y el poema babilonio de la creación (1.200 AdC), que se recita en las procesiones de las fiestas del «akitu» ya comentadas. El Génesis hebreo empieza «En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. 3. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.» (Génesis,1, 1-3)14. Se recita en las fiestas litúrgicas hebreas y cristianas. La física y la cosmología del siglo XXI empiezan así: Hay muchas maneras de decir que en el principio era el caos y que después hubo luz. Esas muchas maneras se pueden desglosar en dos grandes géneros, a saber, las formulaciones que apelan y remiten al fundamento y las que no apelan. Entre las que apelan al fundamento, hay a su vez diversas formulaciones expresadas en términos mítico imaginativos y otras expresadas en términos conceptuales. Entre las que no apelan al fundamento se encuentran las diversas teorías científicas sobre el origen del universo. Las que apelan al fundamento son formuladas por culturas y personas que obtienen su certeza de la vivencia y captación del ser más allá del ente. Las que no apelan provienen de culturas y personas que obtienen sus certezas del cálculo y de las relaciones mensurables entre fenómenos empíricos. [15] Weinberg, S., Los tres primeros minutos del universo, Madrid: Alianza, 1978, pp. 16-17. Universo 2.- En el neolítico el desarrollo de la aritmética y la geometría aplicada a los astros permite un desarrollo de la astronomía, que es a la vez astrología, y que en su conjunto constituyen una teología del fundamento que no deja resquicio para la duda, como se ha mostrado (MORN § 6). La astronomía teológica calcula y predice la acción de los poderes sagrados y su eficiencia: cuándo van a aparecer los osos en los bosques y los salmones en los ríos, cuándo hay que hacer la siembra y cuándo hay que recoger la cosecha, cuándo va a haber agua para canalizarla y cuándo no. Los cálculos astronómicos no fallan, la gestación de las especies animales y la germinación y maduración de las semillas vegetales, o sea, la vida, tiene una regularidad bastante predecible. En esa época la religión tiene la forma del culto y de la moral, pero no de la fe y la revelación, no se basa todavía en la palabra. Los actores cósmicos, vinculados al fundamento, que intervienen en tales procesos van siendo diferenciados e identificados, y constituyen esas cantidades de dioses que superan la capacidad de los antropólogos e historiadores de la religión. Pero esos actores cósmicos son representados imaginativamente en — 275 — — 276 — «En el comienzo hubo una gran explosión […] Al cabo de una centésima de segundo aproximadamente, que es el momento más primitivo del que podemos hablar con cierta seguridad, la temperatura del Universo fue de unos cien mil millones de grados centígrados […] Además de los electrones y los positrones, había cantidades similares de diversas clases de neutrinos, fantasmales partículas que carecen de masa y carga eléctrica. Finalmente, el Universo estaba lleno de luz. No debemos considerar a esta separadamente de las partículas, pues la teoría cuántica nos dice que la luz consiste en partículas de masa cero y carga eléctrica cero llamadas fotones»15 [13] Cfr, Enûma eliš y otros relatos babilónicos de la Creación. Edición y Traducción de Lluís Feliu Mateu, Adelina Millet Albà. Madrid: Editorial Trotta, 2014. https://es.wikipedia. org/wiki/Enuma_Elish. [14] https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/genesis/1/ lenguaje mítico: tienen vida animal y su principio es el semen. En la antigüedad y el medievo tales divinidades cósmicas y míticas son los incontables números de ángeles y jerarquías celestes que presiden la creación. En la modernidad son las fórmulas matemáticas, físicas y químicas que describen el sistema solar, la gravedad, la fotosíntesis, los fotones, el bosón de Higgs, etc. Universo 3.- En el calcolítico empieza la elaboración intelectual de las representaciones imaginativas del lenguaje mítico y poético. Los poderes cósmicos representados zoomórficamente, que tienen su principio en el semen, y que remiten inmediatamente al fundamento, pasan a ser representados antropomórficamente. Entonces empiezan a ser considerados como espíritus, y su acción creadora se despliega mediante la palabra, que es como el hombre se considera a sí mismo y como dirige su vida con sus congéneres sobre el planeta. Ese es el modo en que se da cuenta del universo, de la vida y del ser, en el Enuma Elish babilónico, en el Génesis hebreo, y en general en los mitos del origen de las culturas calcolíticas, es decir, de los pueblos que empiezan a generar las lenguas indoeuropeas y semitas, del Rig Veda hindú, del Chou King (Shujing) chino y las culturas asiáticas en general, de los textos de Huarochirí preincaicos, del Popol Vuh maya y de las culturas americanas. Aunque en el calcolítico la creación se lleva a cabo mediante la palabra, que a partir de entonces es el modo propio de expresarse y actuar el hombre, o sea, el espíritu, todavía no hay una representación conceptual, o espiritual, del espíritu. Se va elaborando paulatinamente hasta la era axial, hasta el siglo VI AdC, en que se formulan concepciones, expresiones y representaciones del espíritu de tipo esencial, que describen su esencia, y que se mantienen desde entonces. Esas descripciones y definiciones esenciales vinculan el espíritu a la palabra, y la palabra al espíritu como dos dimensiones de la misma realidad. — 277 — Universo 4.- Con Anaxágoras empieza a haber en occidente una representación conceptual o «espiritual» de la naturaleza del Nous, y del modo en que lo mueve y lo pone en marcha todo, aunque se trata de una descripción escueta y más bien enunciativa. Parece ser Platón quien traza el primer mapa del despliegue del espíritu en su esencia, Aristóteles el que lo completa, y finalmente Proclo el que lo culmina en occidente cuando señala, para cada una de las esferas de Aristóteles, y también para el motor inmóvil interno al universo, un «espíritu» que los rige y los guarda, como se va a ver en lo que queda de capítulo16. Universo 5.- Cuando se inicia la ciencia moderna y se interpreta el universo según el lenguaje matemático, la totalidad de la realidad empírica queda descrita en los lenguajes de la ciencia con la fórmula de la teoría de la relatividad E=mc², de Einstein17. Por su parte, la actividad esencial de los vivientes autótrofos (los vegetales, que se alimentan por sí mismos y proporcionan alimento a los demás, a los heterótrofos) se entiende y se describe empíricamente con la fórmula 6 CO2 + 6 H2O → C6H12O6 + 6 O2, la ecuación de la fotosíntesis de Sachs18, como ya queda dicho (MORN § 6). § 52. e Laboración de de La noción de espíritu . La noción c Hina qi el tránsito del lenguaje mítico imaginativo al lenguaje conceptual, de la razón práctica a la razón teórica, la diferenciación y autonomización del intelecto y la imaginación, la consolidación del aparato estatal, y la aparición de las lenguas naturales actuales, [16] Cfr. Proclo, Teología platónica, Milano: Bompiani, 2012; https://en.wikipedia.org/ wiki/Angel. [17] https://es.wikipedia.org/wiki/Teoría_de_la_relatividad . [18] https://es.wikipedia.org/wiki/Fotosíntesis — 278 — GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL NUEVAS PERSPECTIVAS DE INTERPRETACIÓN GREGORIO DEL OLMO LETE Abstract: In this paper three recent approaches to the Baal Cycle are singled out as landmarks in current understanding of the central element of Ugaritic mythology: a grammatical review of the whole Cycle from the aspect of discourse analysis; an understanding of the political implications of the relationships between Baal's kingship and the actual kingship of Ugarit; an interpretation of Anat’s role as a fertility goddess and the rather crude manner in which it was carried out in this connection. Keywords: Baal Cycle, discourse analysis, divine and human kingship, erotic interpretation of myth. A partir del descubrimiento de los textos ugaríticos en cuneiforme alfabético (1930-1931) que contienen el denominado Ciclo mitológico de Baal y Anat, provenientes todos del archivo de la “Maison du Grand Prêtre”, éstos fueron organizados en seis tablillas (CTA 1-6), cuyo orden ha sido de manera casi invariable retenido por las posteriores traducciones y ediciones (véase la edición estándar KTU 1.1-6) (Del Olmo Lete 1981, 81ss., con la bibliografía pertinente hasta su fecha). Numerosos autores (unos 17) se ocuparon, desde los años cuarenta a los setenta, de su estudio y traducción completa, amén de otros muchos que se entretuvieron en elucidar su sentido global o de aspectos concretos del mismo. Yo señalaría como hitos clave en el desarrollo de la interpretación de este mito en aquellos momentos las traducciones- interpretaciones de Ginsberg (1955) y De Moor (1971)1. Mi propia revisión de Ciclo (Del Olmo Lete 1981, 79-235) intentó hacer la síntesis de todos los trabajos anteriores, a fin de ofrecer al público de habla hispana una versión actualizada, crítica y autónoma. Para esta fecha podemos decir que se había conseguido ya un consenso en cuanto a la semántica básica del texto y su hermenéutica. A partir de los años noventa se retoma la labor interpretativa de estos textos, como exigencia de la demanda editorial, que requiere la presencia de los mismos en nuevas antologías o colecciones de textos orientales que no podían prescindir ya de los mismos, y en razón de la actualización que imponen los progresos logrados en lexicografía ugarítica. Cuatro traducciones resultan especialmente significativas, las de Dietrich-Loretz (1997), Pardee (1997), Wyatt (1998) y Del Olmo Lete (1998). Se trata en estos casos de traducciones anotadas, con breves introducciones. El campo podría parecer ya suficientemente trabajado, pero hete aquí que en la mentada última década del siglo XX y primera del XXI surge una serie de estudios que desbordan el proyecto de traducción y se plantean, a partir de una nueva lectura del texto, inquirir en su sentido global, tanto del punto de vista de la ideología que el mismo certifica (el mito de la fertilidad) como del de las estructuras gramaticales (léxicas, morfológicas y sintácticas) que comporta. Va a ser en estos en los que nos vamos a fijar en esta exposición sintética, reducidos a los tres que resultan, a mi modo de ver, los más significativos: los de M. S. Smith (1994/2009), M. S. Tarazi (2004) y A. Piquer Otero (2007). Por razones metodológicas comenzaremos por éste último. 1 Dignas de mención son también las obras de P.J. van Zijl, Baal. Study of Texts in Connexion with Baal in the Ugaritic Epics (AOAT 10), Kevelaer / Neukirchen-Vluyn 1971; y de B. Margalit, A Matter of ‘Life’ and ‘Death’. A Study of the Baal-Mot Epic (CTA 4-5-6) (AOAT 206), Kevelaer / Neukirchen Vluyn 1980. La primera no analiza el Ciclo Baálico de manera orgánica y la segunda solo parcialmente. Para una historia detallada de interpretación véase Smith 1994, 58-114. 74 HISTORIAE 7 (2010): 73-89 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ A) LA GRAMÁTICA DEL DISCURSO EN EL CICLO DE BAAL La obra de Piquer Otero (PO en adelante) es una versión revisada de su tesis doctoral, presentada en abril de 2003 en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid en cuya dirección tomé parte, Por tratarse de un tratamiento lingüístico, fundamentalmente gramatical, que será asumido en gran parte por Smith y Pitard en su monumental obra posterior, se impone considerarlo en primer lugar, como correspondiente al nivel de lectura del texto más básico, anterior a toda elucidación o comentario. La novedad del planteamiento de PO consiste en haber sometido el entero texto ugarítico del Mito de Baal a una nueva lectura de su estructura narrativa y prosódica desde la perspectiva de la moderna metodología de la gramática del discurso. Se trata, pues, de conseguir una inteligencia del texto a su nivel más básico, el de su comprensión literal, el de su traducción, a partir de unos parámetros morfosintácticos, fijos y contrastados, que garantizan la objetividad de las opciones adoptadas y lo liberan de la discrecionalidad o simple intuición con que frecuentemente ha sido abordado. Su estructura morfosintáctica no es gratuita, obedece a unos parámetros bien definidos. Su descubrimiento y aplicación permiten, a su vez, entender más adecuadamente el sentido del desarrollo narrativo del texto y el papel que en el mismo juega la palabra de sus protagonistas. Estamos ante un texto poético (lírico), con sus exigencias prosódicas propias, que se desarrolla como una narración (épico) dialogada (dramático). Todos estos niveles literarios poseen sus parámetros morfosintácticos propios. Ponerlos de relieve dentro de un sistema coherente y fijo, es decir científico, ha sido el intento, a mi modo de ver logrado, de PO en su obra sobre la sintaxis verbal en un texto ugarítico, el Ciclo de Baal. Tal intento parte, naturalmente, de la aplicación al mismo de la moderna metodología de la sintaxis narrativa. La misma pretende alcanzar una nueva gramática, sobre todo una nueva sintaxis verbal, construida no a partir de la formas genéricas y abstractas que presenta la gramática clásica, sino de las funcionalidades que tales formas manifiestan en el discurso en que se insertan (Piquer Otero 2007, 63s., 66s.). Se salta así no de la gramática al texto, sino del texto a la gramática en una perspectiva en la que se funden gramática y literatura (Piquer Otero 2007, 22). De esta manera se posibilita una respuesta coherente al intrincado problema que presenta el sistema verbal del semítico nor-occidental (Piquer Otero 2007, 33) y su múltiple e inexplicada excepcionalidad, que ha llevado a creer que dentro del mismo “cualquier forma sirve para expresar cualquier función” (Piquer Otero 2007, 33, 92) La teoría arranca de la obra de Weinreich (1977), dirigida al análisis de textos en lenguas modernas, que fue pronto aplicada al de textos semíticos, sobre todo en hebreo bíblico (véase p. e. Schneider, Miller, Van der Merwe, Talstra, Heller, Longacre y la obra colectiva editada por E. Van Wolde), de manera sistemática por A. Niccacci (1986). Parte esta teoría, como apuntábamos, de “la idea de que los valores gramaticales que se asignan a un verbo—y a la oración de la que forma parte—, no importa del tipo que sean (temporales, modales, aspectuales...), deben determinarse dentro del texto en el que la forma se constata, en relación y concordancia con todos los elementos lingüísticos que la acompañen” (Piquer Otero 2007, 91). Como punto de partida se asume que “los tiempos verbales pueden incluirse en dos grupos fundamentales: un grupo I con función de “comentario” (básicamente en 1ª y 2ª p.) y un grupo II con función de “narración” (básicamente en 1ª p.)” (Piquer Otero 2007, 93), con posible mezcla de tales funciones (formas de “discurso”). La narración articula la progresividad del texto, el desarrollo lineal de su trama o idea, mientras que el comentario no interviene en el mismo y se limita a completar la información que aquélla ofrece. A propósito del mismo se buscará “el establecimiento de la función de la oración y su relación con el contexto: si se incluye en la narración o en el discurso, si implica cambios de actante, si continúa una serie previa, si es una subordinada o un comentario, etc. Se incluye aquí la posible influencia que la versificación (paralelismo, quiasmo) ha podido ejercer en la estructura sintáctica de la frase” (Piquer Otero 2007, 88). La narración, por su parte, resaltará los planos de la acción (“foreground” y “background”) y sus protagonistas o actantes, generando 75 76 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ a la vez los niveles de la progresividad narrativa: nivel cero (presente), de recuperación (“feedback”) o de anticipación (“prolepsis”). Dentro de este marco organizativo se encuadrarán las oraciones y las formas verbales que las sustentan y del que recibirán sentido y justificación, de acuerdo con la función desempañada dentro del mismo. Lo significativo de esta perspectiva de análisis es que constata, y así permite predecir, la forma verbal que corresponde a cada función textual, convertida ahora en función del discurso, al margen de toda determinación abstracta “gramatical” de la misma. Para un más claro análisis del material se distingue entre “forma” y “construcción” verbal, es decir, la forma simple (wayiqtol, yiqtol, qatal …) o su combinación sintagmática, teniendo a su vez en cuenta otros elementos complementarios y no propiamente narrativos, como los del orden, la focalización y el casus pendens, la combinatoria sintáctica (oraciones compuestas), los “marcadores” de transición y énfasis y las oraciones no verbales, elementos todos con función de comentario en mayor o menor grado. Por otra parte, toda esta instrumentación metodológica requiere una adaptación peculiar a un texto como el Ciclo de Baal que, a pesar de ser un texto de poesía épica y por tanto narrativa, impone unas funcionalidades sintácticas diferentes de las de la narrativa en prosa para la que en principio se orquestó tal instrumental metodológico. Con todo ello se intenta, pues, “buscar un sistema que nos permita considerar las distintas estructuras oracionales (y las formas verbales que contribuyen a su construcción) en un ámbito superior a la pura morfosintaxis oracional” (Piquer Otero 2007, 104). En consecuencia, PO fragmenta el Ciclo de Baal (KTU 1.1-1.6) en 1.649 (156+260+315+455+199+264) unidades textuales, que somete a un estricto análisis (comentario) gramatical, lo que constituye el núcleo de la obra (pp. 121-496). Veamos un ejemplo de tal análisis, a propósito de KTU 1.2 III 25-26: Estas cuatro oraciones continúan la narración, sólo que tiene lugar un cambio de sujeto: Yammu, explícito en la primera. Las oraciones presentan una estructura de YQTL-X (excepto la última, con w- inicial), habitual en una secuencia narrativa como la que nos ocupa en esta sección. Pertenecen al nivel principal de la narración y, por tanto, se sitúan a nivel 1. Como puede determinarse por los contenidos y las raíces verbales empleadas, las cuatro oraciones están haciéndose eco de acciones anteriores del texto: la primera y la segunda recogen el cumplimiento en la acción de los deseos expresados por Koṯaru en KTU 1.2 III 22-23, en tanto que la tercera y cuarta enuncian afirmativamente lo que en KTU 1.3 III 17-18 se había negado. En relación con las secciones anteriores, el presente párrafo supone pues una consumación de las escenas de magia de las armas y combate que se logra a través de dos paralelismos con oraciones precedentes … La sección que nos ocupa funde estas dos alusiones a secciones anteriores en una sola secuencia narrativa, con lo que el párrafo adquiere una especial fuerza a la hora de reflejar simultáneamente el cumplimiento de los deseos del segundo conjuro de Koṯaru y la consecución de un efecto que había resultado fallido en el primer enfrentamiento (Piquer Otero 2007, 238). yprsḥ ym yql 26l’arṣ tnġṣn pnth wydlp tmnh Se desplomó Yammu, cayó a tierra; se conmovieron sus junturas y se descompuso su figura. 77 Estas unidades así analizadas se organizan según una tipología (Piquer Otero 2007, 497-674), de acuerdo con las categorías textuales enumeradas más arriba. Esta tipología de síntesis resulta las sección más interesante para el lector medio y el investigador que necesita partir de resultados con el fin de avanzar en su propio análisis; y sobre todo a la hora de trazar un cuadro de las formas de la literatura ugarítica. La narración es desdoblada en “episodios” (viaje, combate, banquete, entronización, duelo) y “unidades”, definidas por sus estructuras (verbales) iniciales, centrales y de cierre; a propósito de la misma se ha de precisar el actante principal, el escenario de la acción, el tiempo relativo y el interno, el foco o punto de vista y otras relaciones textuales (Piquer Otero 2007, 502); igualmente el discurso (Piquer Otero 2007, 562ss.) en sus tipos ([ex]hortativo, expositivo, predictivo, narrativo); e finalmente, el comentario (inicial, central y de cierre), con un excurso sobre fórmulas y correlaciones (Piquer Otero 2007, 628ss.). El material vuelve a ser sistematizado del punto de vista de la oración y sus estructuras (Piquer Otero 2007, 675-731), desde una perspectiva más 78 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ gramatical (verbal), mientras en el anterior análisis lo era desde una perspectiva más de forma literaria y sintaxis. Todo este enorme desarrollo analítico viene finalmente sistematizado en una traducción seguida del Ciclo, a la que, en dos columnas paralelas, se yuxtaponen la edición del texto original y la indicación de las formas verbales y oracionales, articulados esticométricamente, tanto texto como formas, según los diferentes niveles que puso de relieve el detenido análisis previo: principal, o de la narración y discurso centrales, inferior, de tipo comentario ajeno al avance lineal de la acción, y superior, que incluye todo tipo de fórmulas de introducción o preámbulo (Piquer Otero 2007, 88-89). Esta traducción es el resultado final de tal análisis, cuya validez, esencialmente lingüística, se debe valorar desde la coherencia sistemática que suponen las formas verbales y oracionales que la acompañan en la columna adyacente. Cualquier otra propuesta de traducción divergente, que se proponga a partir de ahora deberá tener en cuenta tal sistema coherente y justificar la propia opción desde un similar intento de análisis de la gramática textual o del discurso. Naturalmente este tipo de análisis de gramática textual no excusa, sino que presupone, uno previo o al menos paralelo de análisis lexicográfico-semántico que aquí se da por descontado. análisis morfo-sintáctico, facilitado ahora por las sistematizaciones gramaticales y prosódicas (estamos ante poesía) ya consolidadas, para acabar sometiendo el texto a su categorización literaria y sistematización ideológica. Desde esta perspectiva global cada verso o línea da lugar a desarrollos que ocupan muchas páginas, de acuerdo con la decisión de su autor de acumular o no las interpretaciones precedentes, todas o sólo algunas. En el caso del segundo volumen los autores se han visto obligados y han asumido con decisión la nueva perspectiva de análisis gramatical-textual que ha abierto la obra de PO, como decíamos. Esto se aprecia en el análisis de la morfo-sintaxis verbal, comparando su tratamiento en el vol. 1 (Smith 1994, 39ss.) con el llevado a cabo en el vol. 2 (Smith / Pitard 2009, 22ss.). No se trata de una opinión interpretativa más, sino que estamos ante un nuevo método de lectura del texto que obliga incluso a revisar las propuestas gramaticales al uso, mientras el nivel semántico apenas varía. Smith / Pitard la valoran así: B) EL SENTIDO POLÍTICO DEL CICLO DE BAAL En este horizonte del análisis básicamente filológico-lingüístico en su amplio sentido se sitúa el intento de M. S. Smith (S en adelante), primero y luego de M. S. Smith y W. T. Pitard (SP en adelante), en su magnun opus The Ugaritic Baal Cycle (Smith 1994; Smith / Pitard 2009). Como tal, el intento se caracteriza por un planteamiento global de la comprensión del texto al estilo del clásico “comentario” bíblico. Su punto de partida, una vez garantizada la labor epigráfica de fijación del texto, se centra así en su elucidación lexicográfico-semántica, inevitable en todo texto antiguo, pero especialmente exigida y ardua en el caso de textos como el ugarítico, en los que la imprecisión semántica puede alcanzar hasta el 40% de su acerbo léxico. Aquí las variaciones pueden ser inmensas. A partir de las opciones asumidas a ese nivel se procede al 79 In conclusion, Piquer Otero’s text-linguistic research clarifies the uses of verbal syntax in Ugaritic narrative poetry, and as such it marks a significant advance in the study of Ugaritic verbal syntax (Smith / Pitard 2009, 32). Desde hacía años ya se veía venir como inevitable que la traducción anotada y brevemente sintetizada, que es la manera según la cual se presentan en general los textos orientales antiguos y así han sido y son presentados los ugaríticos, abocaría al “comentario” biblicista en el que se vuelca sobre el texto todo el acerbo de conocimientos que la filología en su amplio sentido proporciona y que en el caso de la traducción anotada se dan por implícitos en esta misma. En tal sentido la obra de S-SP interesa no tanto por la síntesis de las opiniones interpretativas que ofrece, incluida la nueva lectura que supone la gramática del discurso, sino por el enfoque hermenéutico y el sentido último del mito baálico que desvela. Nos hallamos, pues, así, dentro de una perspectiva que desborda la pura filología para situarnos en el nivel sociológico e incluso político. Hasta el momento de su aparición, la interpretación se centraba en el sentido del texto como mito de la fertilidad, de los avatares del dios de la vida como escenificación del proceso por el que la fertilidad pasa. Era el modelo p.e. que desarrolla 80 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ con todo detalle la obra The Seasonal Pattern, de De Moor (1971), completada espléndidamente por la de Margalit, A Matter of Life and Death (1980). El nuevo planteamiento de S-SP no descuida esta perspectiva, pero la trasciende y ello de manera explícita. válido y el recelo frente a la matriz baálica de la religión de Israel ampliamente superado. Será diez años más tarde retomado en el segundo volumen como algo ya adquirido, y enriquecido con la nueva perspectiva del análisis del discurso que expusimos más arriba; un análisis, por cierto, que ya adelantaba S. en el primer volumen (Smith 1994, 39-57) a través de su detallado estudio de las funciones de las formas verbales /yaqtul(u)/ y /qatala/ en este mito. El nuevo mitema desarrollado en la tablillas 3 y 4 del ciclo, el de la construcción del palacio de Baal, se ofrecerá por su propia temática al desarrollo y convalidación de tal perspectiva hermenéutica. El comentario es poético (sonoro, rítmico y paralelístico), léxicosintáctico, composicional, referido este último a las estructuras prosódicas que albergan los elementos sintácticos básicos (colon, bícolon …), y literario en el más amplio sentido. Ningún elemento lingüístico susceptible de aportar valor al texto queda fuera de consideración. Se trata de una exégesis total en la más clásica tradición del género, aunque sobriamente selectiva, huyendo de exhaustividad inútil. El segundo volumen de este comentario, realizado conjuntamente por SP (Smith / Pitard 2009) insiste sobre la perspectiva regio-política antes mentada: Durante décadas los estudiosos han resaltado con razón la realeza de Baal como el tema principal del ciclo. Este volumen modifica la visión general del mismo de tres maneras diferentes: La primera en cuanto extiende la interpretación política del texto. Es bien conocido que el lenguaje político domina el Ciclo de Baal, pero se debería reconocer que éste presenta el universo como una sola realidad política que conecta diferentes niveles. Esta realidad política del gobierno de Baal integra tres niveles: el cósmico, el humano y el natural … el Ciclo de Baal se centra en la interacción de las deidades en el gran cosmos … los eventos políticos del Ciclo de Baal reflejan interés en la sociedad humana … las luchas de Baal reflejan las luchas de la humanidad contra las vicisitudes de un mundo peligroso, pero sus victorias vigorizan a su vez no solo el mundo del panteón divino sino también la sociedad humana … El Baal del Ciclo usa los fenómenos naturales, especialmente el rayo, el trueno y la lluvia para subrayar el poder político de Baal, el Dios de la Tempestad (ver también Smith 1994, 6-110, 360s.). … la segunda modificación se refiere a la visión general de Baal en el Ciclo … el cosmos de la realeza de Baal es un universo que nutre la vida de manera espléndida, pero precaria. Este universo se ve frecuentemente, si no de ordinario, amenazado por el caos, por el carácter fugaz de la vida y finalmente por la muerte … En esta su poderosa visión de la realidad y en su realización estética es donde el Ciclo de Baal se presenta como el más alta modelo de mito semítico-occidental … El tercer punto de vista de los estudiosos que requiere corrección se refiere a la relación entre el Ciclo de Baal y la Biblia Hebrea … El Ciclo de Baal saca a la luz muchas de las ideas religiosas contenidas en la Biblia Hebrea. De hecho se puede decir que el Ciclo de Baal refleja el corazón de la religión semita occidental a partir de la que la religión israelita se desarrolló (Smith 1994, xxiv-xxvi). El tema central del Ciclo es la realeza de Baal. Desde el momento que Baal era el dios patrono de Ugarit, parece que no caben muchas dudas de que un texto que trata del status de Baal entre los dioses tenga mucho que decir acerca de Ugarit y su rey … El foco centrado en los asuntos de la realeza puede verse en la manera en que se narra el relato y más significativamente todavía en la manera en que el relato de las relaciones entre el palacio de Baal y su funcionalidad como dispensador de lluvia sobre la tierra se describe en 1.4 V-VII (Smith / Pitard 2009, 14-15). Este programa constituye el ‘modelo’ hermenéutico con el que S aborda en el primer volumen de su obra la interpretación del Ciclo de Baal; a lo largo del mismo se ponen de relieve todos los elementos explícitos e implícitos que lo sustentan. Novedoso en su momento, el aspecto regiopolítico del Ciclo baálico hoy está universalmente reconocido como Estos reflejos que el mito emite pueden incluso percibirse en la imagen que transmite de una realeza limitada de Baal, que necesita constantemente apoyos externos para afirmarse. El rey de Ugarit es también un soberano de poder limitado, sometido a vasallaje y tributo al “Gran Rey Sol” (Smith / Pitard 2009, 18); no es hijo del Emperador hitita, como tampoco Baal lo es del dios supremo El, cada uno de ellos 81 82 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ tiene su propia “familia”. El mito trata de superar la situación a través de una continua exaltación de Baal Rey (Smith / Pitard 2009, 20), como refleja también la iconografía de su estela: el Baal del rayo. Pero esta ideología queda diluida en la visión global que la obra de S/SP ofrece. Su comentario no se convierte en una monocorde reiteración de la interpretación regio-política. Ésta aparece en los momentos clave en conjunción con otros muchos aspectos y funciones que de ella dimanan o con la que se conjugan: fertilidad, mortalidad, jerarquía de poderes, ciclo estacional, etc. Naturalmente, los aspectos de construcción poética del mito reciben la adecuada atención. El comentario se nos ofrece como una obra de referencia y hoy por el más logrado intento de comprensión y análisis del mito de Baal; en el mismo se encuentran recogidas prácticamente todas las opiniones que significan alguna aportación seria a la comprensión del texto ugarítico, con una magnanimidad y delicadeza ejemplares. El único inconveniente que presenta la obra es el del décalage que supone la distancia que separa la elaboración de los dos volúmenes y que habremos de alargar a la espera del tercero que la cierre. De hecho los dos volúmenes acaban sin capítulo de síntesis o conclusiones; para ambas cosas se ha de volver de momento a las introducciones ¿Es de esperar una reedición que los homogenice al mismo nivel de información? Esto resulta poco probable. con el Ciclo de Baal como lo hace T (Tarazi 2004, 447-450). Éste toma pie de una lectura e interpretación personal del citado texto KTU 1.96, texto que yo había propuesto hace años leer como un conjuro contra el “mal (de) ojo” (Del Olmo Lete 1992), seguida por muchos, y que él interpreta como un himno que recoge de manera sintética la concepción del mito de Baal como dios de la fertilidad y que ve desarrollado más explícita y detalladamente en episodios que recoge KTU 1.1-1.6. En el texto citado la diosa Anat aparece, según T, como la “nube” al servicio de su “hermano” Baal cuya substancia/semen, el agua fertilizante, ha succionado por una fellatio del pene de Baal, denominado “la fuente de la (des)vergüenza” (no devorándolo a lo caníbal, como otros intérpretes habían entendido), y que escupe en la tierra para embellecerla con la fertilidad que la adorna. Anat, “la fuente”, resulta el receptáculo del agua vivificante de Baal que hace a vez fluir por las fuentes de la vida y de la civilización. Este esquema mínimo que T lee en KTU 1.96 encuentra su desarrollo en el mito, como decíamos, en concreto en KTU 1.3 IV 40ss. Aquí aparece de nuevo Anat succionando los genitales de Baal, denominados ahora “toro” (alp) y “cebón” (mria). Otros varios lexemas y sintagmas son interpretados dentro de este mismo campo semántico (alp šd, ttpp anhbm, ṭl šmm, ẓuh bym, ddym …). Y lo que en la versión común es una invitación a un festín cuyos manjares se “ponen” ante el huésped (en realidad, una fórmula-cliché) se convierte aquí en una “succión” del mlḥ mt, “la sal del macho”, como es denominado el semen de Baal. La deficiente ortografía consonántica ugarítica (/št :: šty/) permite tales especulaciones sin salirse de lo “posible” semánticamente. La figura activa de Anat como diosa de la fertilidad resulta así exaltada, mientras en la lectura común esa función resulta más opaca. En el mismo sentido se interpreta KTU 1.3 III: Baal insta a Anat a cumplir su función fertilizadora y para ello le invita a venir a verle y así procurarse el fluido vital que la posibilite. El affair es considerado como una relación marital “de día”, momento en que tienen lugar las relaciones ilícitas (“cuando marido y mujer están separados”) y en ese sentido son interpretados dos lugares de KTU 1.3 III (ẓuh bym/ddym): a) “(Anat) escupe las aguas de lluvia del falo de Baal sorbiendo su emisión durante el día” (la versión común diría: “se maquilló con (esencia de) ostras cuya C) UNA INTERPRETACIÓN ERÓTICA DEL CICLO DE BAAL El comentario de S/SP se mueve dentro de las categorías que podríamos definir clásicas y en una perspectiva más o menos admitida por los ugaritólogos. En frontal oposición a este consenso general, la interpretación que M. S. Tarazi (2004) (T en adelante) ofrece del Ciclo de Baal rompe ese consenso y presenta una visión del mismo desde categorías erótico-sexistas del más atrevido vuelo. Lo primero que hemos de decir, con todo, es que tal interpretación mantiene una gran coherencia interna y una irreprochable orquestación léxica y gramatical. Tiene además sus antecedentes y sus concomitantes, por lo que se refiere al punto de apoyo en KTU 1.96, aunque ninguno de ellos la ha llevado hasta su extremo de manera sistemática en relación 83 84 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ exhalación (llega) a mil acres en el mar”); b) a Anat se le encarga que “deposite (el producto de) la felación/la sensualidad del día en el polvo” (frente a: “pon en las estepas concordia”). Esta ilicitud del affair quedaba ya aludida en la denominación del falo de Baal como “la fuente de la vergüenza” en KTU 1.96:5-6, como vimos. Se resalta así la inadecuación de tal comportamiento con las actitudes morales aceptables socialmente. Pero es claro que los dioses se rigen por otras categorías. En ese sentido la escena de Baal presentado a Anat sus propios genitales es de notable crudeza. En resumen, dice T: ser introducida en estos paradigmas para fusionarlos: fue identificada como una Nube que entrega la lluvia de Baal, pero cuya misión implicaba llevar a cabo una felación sobre Baal, de modo que el “paquete” de lluvia entregado a su mensajero Nube era el “semen” de la deidad que debía depositarse en el “vientre” de la tierra escupiéndolo en su vagina (Tarazi 2004, 503 n. 108)… En este caso, el paradigma mitológico que relaciona las fuentes de la tierra con la vagina de la mujer por sí mismo podría dar cuenta del esquema entero desarrollado en nuestros textos para describir la manera en que Baal fertiliza la tierra con Anat como su auxiliar subsidiario. Los autores del mito no tanto tratarían de unir dos paradigmas cuanto expresar su unidad (Tarazi 2004, 501). el texto KTU 1.3 III 8-IV-46 implica que para que Anat pueda llevar a cabo su misión de fertilizar la tierra tiene antes que procurarse el agua de la lluvia de Baal de su falo y por tanto visitar antes a la divinidad. Este sería el estado de cosas que representaría la estela de “Baal del rayo”, en la que las dos tradiciones quedaría fijadas de manera plástica, según una interpretación de T de lo más imaginativa y que merece una lectura atenta. T. concluye: “Ambos textos, KTU 1.96 y el Ciclo de Baal, derivan de la misma tradición literaria y aluden a idénticos motivos que se dan en esta tradición”, aunque pertenezcan a dos géneros literarios diferentes: narrativo y lírico, como en la Biblia. Como valoración general de este intento puedo decir que está bien construido y bien argumentado, y que es extremadamente ingenioso, pero que su modelo hermenéutico es equivocado. Podríamos aplicar una vez más el conocido dicho agustiniano: curris bene sed extra viam. Nadie puede demostrar que tal interpretación es falsa (ni ha demostrado tampoco T que es la correcta, a pesar de sus repetidas aseveraciones). En este campo no hay lugar para demostraciones, sino únicamente se puede generar una persuasión que resulta de la interpretación de la mitología de Baal como un todo. Uno hubiera creído que después del fallido intento de interpretación sexista del léxico ugarítico propiciado por Aartun (1991), este tipo de enfoque habría sido abandonado hace tiempo. En el mito ugarítico de la fertilidad, tanto si es Baal como El su protagonista, la sexualidad se desarrolla de acuerdo con el modelo natural animal/humano de “montar”/”copular” (véase la remonta que tiene lugar siete veces en KTU 1.5 V 18-21 y el escarceo sexual de El con las dos mštclt en KTU 1.22:30ss.; incluso el posible juego erótico insinuado en KTU 1.11 se desarrolla en el contexto de “concepción” y “nacimiento”: Por si misma Anat carece de ese elemento fertilizador que necesita para llenar su propia morada, en el fondo de la tierra, de donde manará por fuentes y ríos; morada que se ven como la “vagina” de la diosa en una doble marcha de fluidos vitales de ida y vuelta. Es el modelo de la procreación humana por la que la vagina recibe y devuelve el fluido vital, “rompe aguas”. Era el caso que presentaba el texto KTU 1.96, como vimos, en el que la fellatio estaba implícita: Anat recibe el fluido vital y luego lo “escupe”. Sin embargo, el mito que presenta a Baal “cabalgando las nubes” y lanzando a la tierra los rayos y la lluvia, parece suponer un paradigma de intervención directa de este dios en la función de la fertilidad. Aparentemente tenemos un doble paradigma. Pero no se puede excluir que estemos ante la interacción de dos tradiciones diferentes del mito de la Fertilidad: una que representa a Baal fertilizando la tierra directamente por su lluvia y otra llevándolo a cabo con la colaboración de Anat que “escupe” ese fluido en las “fuentes”. Pues por un lado tenemos el paradigma según el cual Baal mismo cabalga las nubes y desde allí lanza su rayo-pene a la vagina-fuentes de la tierra. Por otro lado tenemos el paradigma conforme al cual las Nubes son el siervomensajero Anat (cnn) que derraman la lluvia de su parte. La doncella pudo 86 85 EL CICLO MITOLÓGICO DE BAAL GREGORIO DEL OLMO LETE ___________________________________________________________________________________________________________ ___________________________________________________________________________________________________________ /hry/, /yld/) y en este sentido, Anat, que en el mito clásico de Baal no juega un papel especial a tal propósito, es denominada la “novilla de Baal” (arḫ bcl) en el ciclo menor de la fertilidad (véase KTU 1.13:2829). Baal es siempre el protagonista directo de tal actividad, el bcl arṣ, y no necesita permitir o tolerar ninguna extraña “manipulación” de tal naturaleza como la supuesta por T. En general en la literatura ugarítica la sexualidad mantiene un controlado y a veces incluso romántico tono (véase KTU 1.14 VI 25-35, 11.24:49-52). Es difícil imaginar un dios que “odia la desvergüenza (bṯt) con esclavas” (KTU 1.4 III 20-22), entregándose a tales prácticas y admitiendo que su pene se llame eufemísticamente, en un himno ritual de Ugarit, cyn bṯt, “la fuente de la (des)vergüenza” (Tarazi 2004, 465). Por otra parte es el mismo dios el que reúne las aguas en su palacio (KTU 1.4r V 6-9; Smith / Pitard 2009, 542, 556-561) y desde allí las envía a la tierra sin ningún intermediario mensajero/nube (cnn) de tipo alguno. No hay, pues, atisbo de una doble tradición al respecto en la mitología baálica. Ni desde luego es la fertilidad en caso alguno producida por medio de las “fuentes” (Tarazi 2004, 499 n. 102, 503 n. 108), las cuales no juegan papel alguno en este aspecto en la mitología baálica y que resultan ser completamente irrelevantes en la economía agrícola de la zona (Tarazi 2004, 502), a la vez que su referencia a la etimología de Anat está por probar. Tampoco “las aguas del infierno” (Tarazi 2004, 499 n. 102), que es más bien el dominio de los dioses Yam y Mot, juegan papel alguno en esta mitología. Por consiguiente, en mi opinión la “historia de las tradiciones” del mito baálico de la fertilidad, con tanto ingenio desarrollada (Tarazi 2004, 502 n. 108) resulta del todo ficticia. occidental, representada por su primordial modelo, el Ciclo de Baal” (Smith 1994, xxvi). CONCLUSIÓN El Ciclo mitológico de Baal continúa suscitando el interés, la perspicacia y hasta el ingenio interpretativo de los ugaritólogos como uno de los paradigmas de interpretación de la vida y su funcionamiento mejor logrados de la Antigüedad Oriental, plasmado en una creación literaria de notable belleza. Como asegura Smith: “Numerosas facetas de la Civilización occidental tienen sus raíces en la literatura semítica 87 BIBLIOGRAFIA Aartun, K., 1991: Studien zur ugaritischen Lexikographie. Mit kulturund religions- geschichtlichen Parallelen. 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Capital de un pequeño reino del norte de Siria, es cierto que Ugarit nunca desempeñó un papel político hegemónico en la región. Durante el Bronce Final (ca. 1600–1200 a. C.), el periodo de la ciudad que mejor conocemos desde el punto de vista histórico estuvo bajo la dominación consecutiva de los dos imperios más importantes del momento, Egipto y Hatti. La relevancia de la ciudad y el reino de Ugarit no dependía, por lo tanto, del rol político desempeñado en la región, sino de su significación económica. Ugarit era el puerto más importante del norte del Levante, punto de encuentro de los dos principales ejes comerciales de la zona: el eje este–oeste (Siria–Chipre) y el eje norte–sur (Anatolia–Egipto). Sin embargo, debemos admitir que si la ciudad de Ugarit ha llamado considerablemente la atención de los orientalistas no se debe tanto al rol económico desempeñado en el comercio internacional del Próximo Oriente Antiguo, sino al particular contenido de los textos recuperados en distintos archivos de la ciudad. Desde 1929, los arqueólogos franceses han hallado una cantidad considerable de textos en Ras Shamra. Dichos textos están escritos, usando distintos sistemas de escritura (alfabeto cuneiforme, silabario cuneiforme, varias escrituras jeroglíficas, alfabeto lineal, etc.), en hasta ocho lenguas distintas (ugarítico, acadio, sumerio, hurrita, egipcio, hitita, chipro–micénico y fenicio), lo que da fe del carácter cosmopolita de la ciudad. El conjunto de textos pertenece a la última fase de ocupación, entre el 1350 y el 1180 a. C. aproximadamente, cuando Ugarit, en el contexto de la fuerte crisis que alrededor del 1200 afectó al conjunto del Próximo Oriente, fue destruida definitivamente. La mayoría de los textos son de tipo administrativo, aunque también se han recuperado tablillas de contenido jurídico, tratados internacionales, cartas y, sobre todo, textos religiosos. Estos últimos, en especial los textos de carácter épico y mitológico son los que más han llamado la atención de los investigadores, por cuanto permiten conocer el mundo religioso cananeo, del cual más tarde emergerá la Biblia Hebrea. En el presente artículo, presentaremos una aproximación sintética a la arqueología, historia y cultura del reino de Ugarit, aproximación que servirá para explicar su relevancia en el contexto del Próximo Oriente Antiguo. 131 mitad del siglo xviii a. C., se conservan las primeras referencias escritas a la ciudad de Ugarit, lo que permite confirmar con absoluta certeza que en aquellos momentos la localidad ya ostentaba dicho nombre. Durante el Bronce Reciente (ca. 1600–1200 a. C.), la ciudad experimentó su expansión definitiva, bien atestiguada a nivel arqueológico. Este es sin duda el periodo mejor conocido de la historia de la ciudad. El edificio más importante de Ugarit era el palacio real, construido durante esta fase a lo largo de distintas etapas. Con una superficie total de 1 ha, su magnificencia denota la especial relevancia que alcanzó la institución de la monarquía ugarítica en aquellos momentos. Diversas escaleras indican la existencia de, como mínimo, un piso superior. En el edificio se identifican diferentes ámbitos relacionados con la esfera administrativa (archivos, oficinas), pública (sala del trono, patios) y privada (habitaciones, jardines, tumbas reales). En la acrópolis, además de los templos de Baal y Dagan ya mentados, se documenta la existencia de bloques de casas formando un complejo entramado de calles estrechas y sinuosas. Entre esas casas destaca la denominada Casa del Gran Sacerdote, donde se hallaron algunos de los textos más importantes recuperados en la ciudad y que comentaremos más adelante. En las zonas residenciales del resto de Ugarit se identifica una compleja trama urbana, carente de planificación y regularidad, formada a partir de la lenta evolución urbanística de la ciudad a lo largo de los siglos. En dichas áreas no se aprecia ninguna forma de especialización funcional ni de jerarquización social. Así, en las mismas zonas conviven grandes casas repletas de materiales lujosos con estructuras de hábitat mucho más sencillas, al tiempo que no se documenta la existencia, por ejemplo, de barrios o distritos artesanales. Por último, cabe destacar la presencia de espacios de culto salpicando dichas áreas, en lo que constituye una manifestación material clara de la piedad popular de la ciudad. El punto débil de la arqueología ugarítica al día de hoy sigue siendo el déficit en el conocimiento del conjunto del territorio ugarítico, más allá de la capital del reino. Hasta la fecha, y al margen de la propia Ugarit, las excavaciones se han limitado a asentamientos como Minet el–Beida, Ras Ibn Hani o Tell Tweini, una cifra realmente escasa, sobre todo si tenemos en cuenta que, según los textos administrativos ugaríticos, Ugarit ejercía su soberanía sobre más de doscientas localidades distribuidas a lo largo del reino, unas localidades sobre las que prácticamente no sabemos nada a nivel arqueológico. 133 2. Arqueología de Ugarit La antigua ciudad de Ugarit está situada 10 km al norte de Latakia, actual Siria, a unos 800 metros de distancia de la línea de costa. Se trata de un yacimiento arqueológico de grandes dimensiones, con una superficie arqueológica útil de unas 20 hectáreas. Por desgracia, dicha superficie es inferior al tamaño original de la antigua ciudad. Tanto la erosión provocada por un meandro del cercano Nahr Hayyeb como las actividades agrícolas actuales han provocado la desaparición o la imposibilidad de acceder a una parte de la antigua ciudad. Las excavaciones en Ras Shamra se iniciaron en 1929, después de que el año anterior se produjese el descubrimiento fortuito de unas tumbas en el vecino yacimiento de Minet el–Beida, el antiguo puerto de Ugarit. Desde entonces, y de forma prácticamente ininterrumpida, las misiones francesas han trabajado anualmente en el yacimiento, hasta que la actual guerra civil en Siria ha obligado a cesar las excavaciones. El estudio arqueológico de Ras Shamra ha permitido documentar la existencia en el lugar de una larguísima secuencia de ocupación. Así, el denominado Sondeo H, realizado en el sector occidental de la acrópolis entre 1962 y 1974, y con una potencia estratigráfica de 15 m, permitió observar que la ciudad fue ocupada por primera vez durante el octavo milenio a. C. por pequeñas comunidades neolíticas. Desde entonces, y con algunos lapsos, dicha ocupación se mantuvo hasta ca. 1200 a. C., cuando Ugarit fue destruida por uno de los pueblos del mar, los sikila. Con posterioridad, tan solo algunas construcciones aisladas de época persa interrumpieron el definitivo abandono del yacimiento. A continuación, y de forma cronológica, reconstruimos brevemente algunas de las principales características de la historia arqueológica de Ras Shamra. Tras las primeras fases de ocupación prehistórica, correspondientes a los periodos Neolítico y Calcolítico, Ugarit (tal vez ya con ese nombre) se configuró definitivamente como un asentamiento urbano durante el Bronce Antiguo (ca. 3000 a. C., nivel iii A). Es entonces cuando se aprecia la existencia del primer trazado urbano de las calles, se construye la muralla, aparece la metalurgia del bronce y se introduce la arquitectura en piedra, tras un largo periodo dominado por la arquitectura realizada exclusivamente en adobe. Después de una fase de abandono que se prolongó durante casi dos siglos (ca. 2200–2000 a. C.), la ciudad experimentó un nuevo impulso en torno al 2000 a. C. (Bronce Medio, nivel ii), probablemente coincidiendo con el asentamiento en la ciudad de tribus seminómadas de origen amorreo. A finales de dicho periodo en la acrópolis de la ciudad se construyeron los templos dedicados a Baal y Dagan, así como el denominado Templo Hurrita, en el sector noroeste del yacimiento, al tiempo que se rediseñaron las antiguas defensas del Bronce Antiguo. En el archivo de Mari, datado en la primera 132 3. La historia de Ugarit: un reino entre dos potencias Las fuentes escritas disponibles condicionan enteramente nuestra capacidad para tratar de reconstruir la historia política de Ugarit, y dichas fuentes solo son lo suficientemente explícitas y abundantes para los últimos siglos del Bronce Final, por lo que circunscribimos nuestra aproximación únicamente a dicho periodo. Las campañas asiáticas de Tutmosis iii (ca. 1479–1425 a. C.) situaron al reino de Ugarit bajo la órbita egipcia, convirtiéndose en el territorio más septentrional controlado por Egipto. No obstante, todavía hoy resulta problemático establecer de forma precisa qué tipo de relación política existió entre Egipto y Ugarit. Por supuesto, esas dificultades se deben, en buena medida, a la falta de documentación. Lamentablemente, los archivos de Ugarit conservados cubren la etapa previa a la dominación egipcia sobre el Levante. De ahí que, prácticamente, nuestra única vía de acceso para el estudio de la relación política entre Ugarit y Egipto durante la XVIII dinastía sean las cartas de Amarna, el archivo diplomático de Akhenatón hallado en su capital. Dicho archivo, que no ha llegado hasta nosotros en su totalidad, está compuesto por un total de 382 tablillas cuneiformes. La mayoría son cartas diplomáticas procedentes de todo el Próximo Oriente y están escritas en lengua acadia, utilizando el silabario cuneiforme mesopotámico. Seis de esas cartas procedían de Ugarit. En tres de ellas (EA 45, 46 y 47), los reyes de la ciudad se afanaban en confirmar su lealtad hacia el faraón (primero Amenofis iii y después Akhenatón), proclamándose siervos suyos. Esas muestras de fidelidad han sido interpretadas por algunos autores como la confirmación textual del estatus políticamente subordinado de Ugarit respecto a Egipto durante la xviii dinastía. Desconocemos, sin embargo, si aquella subordinación implicaba la entrega regular de tributos por parte de Ugarit, la presencia de una guarnición militar egipcia en la ciudad, la imposición de corveas y otras obligaciones personales sobre la población ugarítica por parte de Egipto, etcétera. No obstante, otros documentos también procedentes de Amarna plantean algunas dudas sobre ese supuesto escenario de subordinación. Así, por ejemplo, en la carta EA 49 el rey de Ugarit Niqmaddu II solicitaba a Akhenatón el envío hasta Ugarit de dos asistentes nubios y de un médico para que pasasen a formar parte de su corte. Desde luego, el hecho de formular una exigencia como aquella encaja muy mal en un contexto de relación política de dependencia como el que planteábamos. Resulta del todo impensable que, por ejemplo, el rey de Jerusalén o el rey de Megiddo, estos sí reinos dependientes de Egipto, realizasen ese tipo de demandas a Akhenatón. Si a ello le añadimos el hecho de que ningún documento se refiere a la entrega de tributos por parte de Ugarit, entonces debe plantearse la posibilidad de considerar que el estatus de Ugarit en el marco del Imperio Nuevo Egipcio era un estatus especial, obviamente de subordinación política, pero al margen de las formas de dominación típicas que Egipto impuso sobre el resto 134 de pequeños reinos y ciudades del centro y sur del Levante Mediterráneo. De ahí que actualmente exista cierto consenso a la hora de descartar que Ugarit fuese un reino dependiente de Egipto, siendo preferible considerarlo simplemente como un territorio situado bajo la influencia de la política imperial egipcia. Cuando Ugarit pasó a formar parte del imperio hitita, sus relaciones con Egipto cambiaron de manera substancial, llegando en ocasiones al enfrentamiento armado. Un ejemplo paradigmático de ese cambio de situación lo encontramos en la famosa batalla de Qadesh (1279 a. C.), cuando las fuerzas ugaríticas se integraron dentro de la gran coalición antiegipcia reunida por el rey hitita Muwatalli. Con todo, tras la paz alcanzada entre Egipto y Hatti, Ugarit estableció contactos comerciales y diplomáticos con Egipto. Así lo demuestra, por ejemplo, la arqueología, que ha localizado en Ugarit diversos objetos de prestigio datados durante el reinado de Ramsés II. También los textos ugaríticos son explícitos en este sentido, ya que nos informan de la presencia en Ugarit de una colonia estable de mercaderes egipcios dedicados al comercio de aceite, vino, cereales y esclavos (RS 15.11; 16.341; 18.42; 18.118). Incluso conservamos una carta que el faraón Merneptah envió al rey de Ugarit (RS 88.2158) como respuesta a una carta previa que, por desgracia, no se ha conservado. En su misiva, Merneptah informaba al monarca ugarítico acerca de la imposibilidad de enviar hasta Ugarit a un escultor egipcio que debía crear una estatua del dios Baal para su templo en la ciudad. La excusa esgrimida por Merneptah para desatender la demanda ugarítica era que todos los artesanos egipcios estaban muy ocupados en aquellos momentos. Anécdotas al margen, lo cierto es que, en general, las relaciones entre Egipto y Ugarit durante el Bronce Final se desarrollaron de forma positiva en un contexto de cooperación. A pesar de la cambiante situación geopolítica, y a pesar también de la existencia de enfrentamientos militares puntuales, la tónica habitual en las relaciones entre ambos reinos fue la de una aparente normalidad, basada en unos contactos económicos y diplomáticos esencialmente fluidos. En torno al 1340 a. C. Ugarit abandonó la esfera de influencia egipcia como consecuencia directa del expansionismo hitita impulsado por Suppiluliuma I. A partir de aquellos momentos Ugarit se situó bajo el control directo de la que iba a ser la nueva gran potencia de la región hasta el final de la Edad del Bronce. A diferencia de lo que ocurría con Egipto, en este caso sí que conocemos bien cómo se implementó la dominación hitita sobre Ugarit, gracias a la preservación de un tratado entre Suppiluliuma y Niqmaddu de Ugarit (RS 17.340). En aquel documento, Hatti y Ugarit se comprometían desde un punto de vista militar a prestarse asistencia mutua. En el caso de Ugarit, el tratado obligaba al pequeño reino sirio a colaborar con los esfuerzos militares hititas en la ampliación y gestión de su imperio. Hatti, por su parte, se comprometía a garantizar la protección e integridad territorial de Ugarit. Con dicho acuerdo se especificaba la imposibilidad de que Ugarit pudiese llevar a cabo acciones militares ofensivas. El ejército ugarítico únicamente podía emplearse para la protección de las propias fronteras, además de prestar apoyo a Hatti. Asimismo, ambos reinos acordaban los detalles para la correcta gestión de fugitivos y prisioneros de guerra, así como los límites territoriales del reino de Ugarit en relación con los territorios vecinos de Mukish, Nuhhase y Niya. También se establecía que correspondería al virrey hitita instalado en Carquemish la gestión última de los asuntos políticos internacionales en todo el norte de Siria. Finalmente, el tratado estipulaba la obligación por parte de Ugarit de entregar un tributo anual al tesoro hitita. Según se especifica en otro documento (RS 11.732), dicho tributo consistía básicamente en la entrega periódica de notables cantidades de metales preciosos en forma de productos artesanales, así como de tejidos de lujo. De esa forma, Hatti se aseguraba una participación generosa y regular en los beneficios económicos que el comercio internacional proporcionaba a Ugarit. Desde un punto de vista militar, la dominación hitita tuvo un impacto directo y en ocasiones dramático sobre Ugarit. Es cierto que durante buena parte de los siglos xiv y xiii a. C. la colaboración militar ugarítica se mantuvo en unos límites muy razonables. Así, más allá de la ya comentada participación de tropas ugaríticas en la batalla de Qadesh, los reyes de Ugarit, siempre que les fue posible, trataron de evitar el envío de tropas al que estaban teóricamente obligados por el tratado con Hatti. Un ejemplo de esta política ugarítica lo encontramos en un acuerdo entre Tudhaliya IV de Hatti y Ammistamru II de Ugarit (RS 17.59), mediante el cual el monarca ugarítico se comprometía a la entrega de 50 minas de oro a cambio de evitar el envío de soldados ugaríticos hasta el territorio hitita para participar en su lucha contra Asiria. Asimismo, en otro documento se informa del envío de 1600 puntas de flecha de bronce hasta Carquemish (RS 15.14). De esa forma, mediante el envío de equipo militar y el pago de una generosa compensación económica, Ammistamru II logró evitar la participación ugarítica en episodios como el de la batalla de Nihriya (ca. 1220 a. C.). Especialmente significativa resulta una carta hallada en la casa de un alto funcionario ugarítico (RS 34.150) en la que se informaba al rey de la ciudad acerca de la inminente llegada de un funcionario hitita que pretendía pasar revista a las tropas ugaríticas. En la carta se recomendaba al rey esconder los soldados y los carros de guerra para, de esa forma, evitar su más que previsible reclutamiento por parte de los hititas. Este conjunto de evidencias demuestra claramente la pretensión ugarítica de evitar, en la medida de lo posible, su implicación en la activa política militar hitita. Las causas que les llevaron a implementar esa práctica son diversas, aunque las dos más importantes parecen ser las siguientes: 1) Ugarit era un reino con una economía que dependía en buena medida del buen funcionamiento del comercio internacional, de ahí que buscase 135 136 evitar cualquier distorsión del mismo; 2) los estudios demográficos han demostrado de forma suficiente la escasa potencia del reino en este punto concreto, por lo que resulta del todo lógica y comprensible la intención manifiesta de evitar las tensiones demográficas inherentes a la guerra. Estas consideraciones explican que desde Ugarit no se dudase en recurrir al empleo de sus recursos económicos o, directamente, a la ocultación de las propias tropas con tal de limitar su participación en los esfuerzos militares hititas. Sin embargo, a finales del siglo xiii a. C., y ya en pleno contexto de la crisis del 1200 a. C., resultó del todo imposible continuar con aquella política. Especialmente dramática resultaba una carta de súplica que el último rey de Ugarit, Ammurapi, envió al rey de Alashiya (Chipre) (RS 20.238). En esta, el monarca ugarítico reconocía que uno de los pueblos del mar, probablemente los sikila, había desembarcado en el territorio ugarítico, saqueando y destruyendo algunas localidades costeras. También reconocía su incapacidad para ofrecer una respuesta efectiva a aquellos ataques. Las causas que se lo impedían eran muy concretas: se había visto obligado a enviar a una parte importante de su ejército a socorrer a los hititas, mientras que su flota se hallaba en la región de Licia, también implicada en la lucha contra los pueblos del mar en aquella región de la costa anatólica. Ugarit, en aquellos momentos dramáticos, ya no fue capaz de eludir por más tiempo sus obligaciones militares para con el imperio hitita. El resultado es de sobras conocido: la ciudad fue definitivamente saqueada y destruida por los pueblos del mar, permaneciendo abandonada y sumida en el olvido durante más de tres mil años. Sin duda, desde un punto de vista cultural, la relevancia de Ugarit radica en el hallazgo de importantes muestras de literatura cananea del segundo milenio a. C., fundamentales para el estudio del contexto cultural del que, posteriormente, surgió el Antiguo Israel. Los mejores ejemplos de la literatura cananea de Ugarit los constituyen el denominado ciclo canónico de Baal así como las leyendas de Kirta y Aqhat. A continuación repasaremos brevemente el contenido de dichas obras para, acto seguido, valorar su significación y relevancia. El ciclo canónico de Baal está compuesto por un total de seis tablillas (CTA 1–6) escritas en lengua ugarítica usando el alfabeto cuneiforme propio de la ciudad. Dicho ciclo consta de tres grandes mitemas que sirven para explicar la hegemonía ostentada por Baal, el dios de la tormenta, en el panteón ugarítico, justo por debajo de la figura suprema pero lejana del dios El. Dichos mitemas son la lucha de Baal contra Yamm, el dios del Mar (un tema que reaparece en la Biblia hebrea en pasajes como Sal 74: 12–17 y 89: 9–11, donde Yahweh lucha contra el Mar/Yamm); la construcción del Palacio de Baal, que se convertirá en el auténtico baluarte del dios; y la lucha de Baal contra Mot, el dios de la Muerte (y cuyos ecos también se observan en la Biblia Hebrea: Is 5: 14; Hab 2: 5). De esa forma, esos tres mitemas terminan por configurar una particular ordenación del cosmos, donde Baal ejercía su dominio en los cielos y la tierra, mientras que a sus rivales les correspondía el control del Océano primordial (Yamm) y el Inframundo (Mot). Algunos autores, asimismo, sugieren una posible lectura política de dicho ciclo mitológico, donde la figura de El simbolizaría al gran rey hitita o egipcio, según la geografía o el periodo que nos ocupe, un rey poderoso pero con escaso interés en el día a día de los territorios cananeos. Por su parte, las luchas entre dioses situados jerárquicamente por debajo de El representarían las rivalidades locales entre los pequeños reinos siriocananeos, bien atestiguadas, por ejemplo, en las cartas de Amarna. Aunque sugerente, dicha interpretación resulta mecánica, forzada y, lo que es más importante, incontrolable desde un punto de vista histórico. Más seguro parece limitar el significado del ciclo a dos ámbitos mucho más concretos. En primera instancia, la afirmación de la hegemonía, muerte y resurrección de Baal parece una evidente formulación mitológica del ciclo anual de la fertilidad agrícola, fundamental en un ámbito de secano como el de Ugarit. En segunda instancia, es fácil trazar un vínculo estrecho entre la afirmación de Baal como rey del panteón que se expresa en el ciclo y el carácter sagrado de la realeza ugarítica, bien atestiguado en la documentación litúrgica recuperada en los distintos archivos de la ciudad. En este último caso, por lo tanto, el ciclo de Baal ofrecería una suerte de mito de legitimación para el monarca empírico de Ugarit así como para el conjunto de la dinastía. Por lo que se refiere a las leyendas de Kirta y Aqhat, las mismas suponen una magnífica muestra de literatura épica cananea, aunque la presencia de las divinidades, también aquí, es continua y determinante. La leyenda de Kirta es un poema que se desarrolla a lo largo de tres tablillas (CTA 14–16), de nuevo escritas en ugarítico y con alfabeto cuneiforme. Allí se narra la historia y se exalta la figura de un legendario rey, Kirta, probablemente de origen hurrita. Algunos investigadores han propuesto situar a Kirta como un ancestro histórico de los monarcas de Ugarit. Sin embargo, esta opción parece poco probable, por cuanto en las listas reales de Ugarit se mencionan, allí sí, los ancestros de la dinastía, y Kirta no aparece mentado. De hecho, la leyenda de Kirta está ambientada en un país lejano y un tiempo remoto, y narra el infortunio del rey, que había perdido a toda su familia. Siguiendo los consejos del dios El, Kirta trató de superar su desgracia reconstruyendo una nueva familia tras casarse con la princesa Pabil de Udum. Una vez restablecida su felicidad, Kirta cayó enfermo, por culpa de la diosa Asherá, descontenta por el hecho de que el rey hubiese incumplido un voto realizado con anterioridad. La enfermedad de Kirta puso en peligro la 137 138 4. Cultura y religión fertilidad y la estabilidad del reino, situación que únicamente superó gracias a la nueva intervención de El. Desde luego, el poema ofrece unas magníficas posibilidades de análisis, sobre todo en relación con la concepción ideológica del poder real. Por una parte se aprecia claramente la dimensión sagrada de la realeza, donde Kirta aparece descrito como hijo del propio El y como mediador y garante de la fecundidad del reino. Pero, por otra, el poema subraya también la dimensión social de la realeza, al recordarnos que el ejercicio de la misma va indisolublemente asociado con los ideales de la correcta administración de la justicia y la protección efectiva de los desvalidos. La última de las composiciones a las que nos referiremos es la de la epopeya de Aqhat. Dicha obra, escrita de nuevo en lengua ugarítica, también se halla dispuesta en un total de tres tablillas (CTA 17–19). El relato se centra en los episodios de desgracia, prosperidad, ofensa, ruina y venganza, articulados en torno a las figuras del rey Daniel, su hijo Aqhat y algunos de los principales dioses del panteón cananeo (El, Kothar, Anat, Baal). El principal interés de la obra es su profundo significado teológico, donde una serie de temas condensan un conjunto de valores religiosos y éticos: las súplicas a la divinidad y posterior recompensa por parte de Daniel, el desafío a los dioses y la venganza en el caso de Aqhat, la definición de la dimensión social que corresponde al «hijo ideal», etcétera. Es obvio que la literatura ugarítica posee un valor propio, autónomo y reconocible. No obstante, es igualmente obvio que si dicha literatura ha generado un interés académico enorme se explica, sobre todo, por su evidente proximidad con el ámbito bíblico. En este sentido, cabe destacar que la literatura ugarítica es prácticamente la única evidencia textualmente significativa que disponemos del mundo cultural cananeo anterior a la aparición de Israel. Dicho material, por lo tanto, posee un alto valor para el estudio y mejor comprensión de la Biblia Hebrea, por cuanto nos aclara el auténtico significado de determinadas palabras o expresiones, nos permite conocer las versiones originales de algunos de los materiales textuales posteriormente empleados por los redactores bíblicos y, sobre todo, nos enseña, a partir de sus propias palabras, el contexto cultural del que emergerá (y al que se opondrá) el antiguo Israel. Referencias bibliográficas cunchillos, J.l. (1992). Manual de estudios ugaríticos. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. ——— (1994). Visto desde Ugarit. Madrid: Ediciones Clásicas. del olmo, G. (1981). Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit. Madrid: Ediciones Cristiandad. ——— (1998). 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Diálogo entre culturas ……………….. intoxicado y otros creen que se opuso a matar al toro. investigando p.24) En el Rig Veda, Yama es el descubridor del camino de la muerte y el rey de Avesta y otros textos de Pahlavi corroboran la segunda idea. En la tierra muerta. Su mundo inmortal e inmortal está en el cielo supremo; dónde Bundahishn, Haoma se considera una planta divina y perteneciente a Haoma hay luz permanente y aguas dulces. (Jalali Naini, 1994, p. 34) yazata, que en la renovación final (resurrección), Saoshyant, al mezclar su extracto con grasa de vaca hace Hadiush, una medicina que da vida a los muertos y inmortalizándolos. (Bundahishn, 1991, p. 147) En Avesta, independientemente de la oración en Gathas, le dijo a Ahura Mazda: "¿Cuándo desarraigarás la inmundicia?" en La descripción dada para Yama en el Rig Veda caracteriza el cielo más que el infierno. Pero, en períodos posteriores como en los mitos hindúes, es el señor del infierno. y su rostro verdoso y sus ojos de color blanco azulado y su túnica cubierta de sangre son una representación temible de este aspecto de su personalidad. vino fue concebido como Haoma: en todas partes Haoma es alabado con En Avesta, Jam se describe por atributos como tener buenos rebaños o ganado. atributos como Ashoon quitando la muerte, una bebida intoxicante, aumentando y cara de sol. Su padre, Vivangham, fue el primer exprimidor del Asha y rey dorado y valiente y ... Avesta (1997, p.137-505) "Haoma planta sagrada Hom. Y como recompensa, se le dio Mermelada. se afirma en Yasht" en yasnas está en su nombre y alabanza. Avesta que Ahura Mazda propuso por primera vez la profecía de Jam, pero él no lo hizo. En este himno, se afirma que Haoma yazata dio buenos hijos a los primeros aceptar. Entonces Ahura Mazda quería que él fuera un rey y hiciera suyo todo el mundo. Fabricantes de jugo Haoma. El primer hombre, Vivangham, Jamshed, el segundo, Jam realizó trabajos/tareas características durante su reinado. El hizo Athawya, Fereydun; el tercero, Thrita, Urvax y Keresasp y finalmente, al los animales y las personas son inmortales y las aguas y las plantas no se secan. Durante su el cuarto, Pourashaspa, Zoroastro. (Ibíd., págs. 136-138) reinado, no había ni frío ni calor. Él no creó la vejez ni En el Rig Veda, hay dos de estos fabricantes de jugos en el elogio de Soma. himnos: Vivasvan, el padre de Yama, para Vivangham, el padre de Jam y Thrita para los otros dos fabricantes de jugo, a saber, Aterth y ÿtbin. Según Bahar, estos nombres se hicieron en base al nombre de Trita Aptya y se cambiaron a dos caracteres. Y de hecho, el personaje principal igual a Trita Aptya no es ninguno de ellos. La contraparte de Trita es Fereydun, el hijo de ÿtbin, cuya pelea con Aži Dahÿka de tres cabezas, tres bocas y seis ojos corresponde a la lucha de Trita con dragón Ahi. (Bahar475: 1391) de modo que no había lugar para la gente. Entonces Jamshid, bajo la guía de Ahura Mazda y mediante el uso de dos instrumentos: "Suvora" y "Oshtora", expandió la tierra en tres etapas. Otro trabajo distintivo fue construir "Vare-jamkard" por orden de Ahura Mazda. La historia de su construcción es como este. Ahura Mazda informa a Jam de una tremenda y mortífera tormenta llamado Malkusan y quería que construyera Vare-jamkard bajo su dirección para guardar la generación de las criaturas y poner el testículo de todo animales en él, para que Saoshyant pudiera llenar la tierra de criaturas en Yama (mermelada) En los mitos indios, "Yam" o "Yama" y su hermana gemela "Yami" son hijos de "Vivasvat" y de "Saranya" y son del mundo primeros hombres y mujeres. (Upanishads, 767) Vivasvat es el dios fuerte y el Sol naciente y Saranya es la hija de " Rashk Deava (Avesta,1997, p.137) Por lo tanto, la tierra estaba llena de animales vivos. Tvastar "que era el dios de la creatividad y la artesanía. FerashKard. Vare-jamkard fue construido en algún lugar sobre la tierra y está iluminado con luces hechas a mano. Siempre hay vegetación y hay anchos canales en donde corre mucha agua. (Avesta, 1997, págs. 670-673) Aunque, al parecer parece que no hay muchas similitudes De sus instrumentos interesantes, uno es una copa llena de Soma para entre el iraní Jamshid y el indio Yama; una mirada minuciosa a los detalles de dioses y haciendo "Vajra" o un garrote de hierro y truenos. (Iones, 1997, los mitos pertenecientes a los dos personajes hace algunas similitudes entre 193 194 Machine Translated by Google Diálogo entre culturas ……………….. Diálogo entre culturas ……………….. ellos claro; como el atributo "Hurchehre" que se menciona para Jamshid Por lo tanto, nadie murió, mientras que las tasas de natalidad y mortalidad fueron las mismas que en Avesta y significa el que tiene una cara como el Sol, representa el habitual. Esto hizo que la Tierra fuera tan pesada que se salió de su eje. Después, relación de Jam con el Sol (Vivasvat: el Sol naciente en el Cielo. Y la Tierra, cuyas partes dolían por este peso, aullaba ante de acuerdo a Christensen (1986) representa la relación de Jam con Mehrparasti o mitraísmo. trono de "Narajne" y debido a esto, Vishnu se transformó en un cerdo con un diente delantero. Entonces tomó la tierra con ese diente y la levantó. Y Hay algunas similitudes entre Vare-jamkard y la tierra de Yama. En Avesta, Vare-jamkard es un lugar extenso con casas grandes y pastos siempre verdes. El agua fluye en largos canales en él. Allá siempre hay luz, porque el sol se pone solo una vez al año. (Avesta,1997, pp.670-673) El cielo de Yama es también una tierra llena debido a este fuerte movimiento, el Cielo tembló y la gente se agitó y desde entonces palabras como ay y lástima aparecieron en el mundo y los primeros la paz desapareció. (Christensen, 1986, p. 91) Hasta aquí, algunas similitudes entre la mermelada iraní y la yama india fueron de la luz y la felicidad y la risa. El magnífico trono de Yama brilla como el mostrado; pero aparentemente su camino está separado de aquí porque el método Sol; porque Tvastri lo hizo de oro puro. (Ions, 1997, p.53) Como Vare-jamkard Yama optó por iluminar la Tierra y rescatarla es el método de la muerte. En está iluminado con luces hechas a sí mismo, el cielo de Yama también tiene luz eterna. Varé Mitos hindúes, Yama es el señor de la tierra de los muertos. el es el primer hombre jamkard, como se entiende de Avesta, debe estar en el cielo porque Ahura quien descubrió el camino desconocido de la muerte y no solo él mismo lo recorrió Mazda quiere Jam para elevar canales allí (Avesta,1997, p.670) en él, sino que también fue guía y acompañante de otros seres humanos. (Valipur Por lo tanto, "Vare" debe estar en un lugar alto para que el agua se eleve contra su Hafshejani, 1999) En los Rig Vedas, "Yam" se alaba así: "El señor de caudal. El cielo de Yama también está en los Cielos. el país de los espíritus de los muertos, uno que pasó de montaña fuerte Otra similitud de los dos es la relación de sus padres con Haoma o Soma. Como se dijo antes, Haoma está relacionado con la inmortalidad y inmortalidad En los textos Avesta y Pahlavi, Hom fue mencionado como Ashavan quien quita la muerte. (Avesta,1997, p.137; Bundahishn,1991, p.87) En el Rig Veda, en alabanza de Soma dice: "OH, Pumana, ponme en ese inmortal rangos Y mira el itinerario de muchos de los transeúntes: El hijo de Vivasvat y recolector de la gente... "Yam" primero encontró nuestro camino para nosotros, este los pastos nunca nos serán quitados. El lugar al que fueron nuestros antepasados y aquellos que nacieron después siguieron su propio camino.” (Jalali Naini, 1994, p.195) Las dos soluciones provienen de dos trasfondos religiosos diferentes. Muerte e inmortal mundo donde está la luz del Cielo y el permanente en el zoroastrismo la creencia es la creación de Ahrmen cuyo mejor deseo es vaciar el la luz brilla." (Jalali Naini, 1994, p.34) Y el mundo inmortal del mundo Tierra de las criaturas de Ahura. Por lo tanto, en esta religión, lo que ayuda a la vida es de los espíritus de los muertos se refiere al país de Yam. (Ibíd.) Entonces, aparentemente, el fecundo y sagrado. En su oposición, el dolor y la enfermedad, el hambre y la sed y la inmortalidad del período de Jam o Yama debe buscarse en relación con este muerte que resulta en la destrucción de la vida, o disminución de su poder, es planta sagrada. De hecho, Haoma o Soma le dio al primero que descubrió su considerado perverso y demoníaco. En este tema religioso, Jam siempre permanece. propiedades mgicas e hizo su bebida comn un nio que era capaz de tomar el partidario de la vida de las criaturas de Ahura. Él no elige la muerte para quita la enfermedad, la muerte y la corrupción de los seres vivientes. (Valipour Hafshejani, hace que la Tierra sea ligera, pero la expande y, como se afirma en Avesta, en Ahura 1999) A pedido de Mazda, construye Vare-jamkard para la supervivencia de humanos y otros La inmortalidad de Yama también se menciona en Mahÿbhÿrata; pero la razon generación de animales, para que desilusionen a Ahrmen; mientras que él, al crear dado por ello es que el dios antiguo e inmortal, aceptó las responsabilidades de Yama. 195 196 Machine Translated by Google Diálogo entre culturas ……………….. Maluksan Winter, intenta destruir la creación de Ahura. Mientras, Yama elige el solución de muerte. Sin embargo, en el zoroastrismo, Jamshid tuvo un final doloroso. Residencia en los relatos del zoroastrismo, cometió un delito y por ello, su la gloria divina (Khvarenah) le fue arrebatada en tres etapas. este crimen fue mencionado en Avesta diciendo una mentira (490) y humillando al dios del mundo (25) Pero la pregunta es: ¿Prefirió Zoroastro poner un final desagradable a ¿Mermelada por su relación con el mitraísmo? Dragon-killers en India e Irán Los asesinos de dragones más famosos de la India son Trita Aptya e Indra. Trita Aptya es el héroe que luchó con Viÿvarÿpa, el dragón que aprisionó el ganado de las nubes, y liberó al ganado de las nubes y provocó la lluvia. E Indra en Mitos védicos, el dios de la tormenta y el trueno y el mayor aplastador de Vritra. La historia del nacimiento de Indra es interesante. Se dijo que al nacer de Purusha, el símbolo de la productividad vaca, el temblor del cielo, la tierra y Las montañas asustaron a los dioses de modo que todos los dioses, incluso su madre, lo abandonaron. Además, su nacimiento coincidió con la sequía sin precedentes causada por Vritra. La sequía fue tan masiva que ninguno de los dioses pudo acabar con ella; hasta el bebé Indra, bebiendo mucho Soma y llevando su arma de hierro (que fue hecho por su abuelo, Tavstri) fue a luchar con el dragón y liberó la nube ganada y provocada la lluvia (Iones, 1997, p. 27); por lo tanto, se le dio la epíteto Verethragna que significa el aplastador de Vritra. En los mitos iraníes, aunque este epíteto significa el aplastador de la resistencia y fue dado a Bahram yazata, el personaje más digno de él es Fereydun, el el asesino de dragones en Avesta y el rey vencedor de Zahak en las epopeyas iraníes. En Avesta, el padre de Fereydun (treoteno/ÿraitauna) es ÿbtin. En Avesta, según la planta sagrada,"Hom","La segunda vez entre la gente del mundo material," ÿbtin " bebió de mí y se le dio esta recompensa regalo para tener un hijo:"Fereydun" de la familia capaz y…quien aplastó a Aži Dahÿka, [ Aži Dahÿka] de tres bocas, de seis ojos, el que tenía 197 Machine Translated by Google Machine Translated by Google Manu, Yemo y Trito Las personas que hablaban protoindoeuropeo vivían en la estepa euroasiática, el vasto territorio donde ahora se encuentran los países de Ucrania y Kazajstán y la parte sur de Rusia entre estos dos países al norte de las montañas del Cáucaso, también Turkmenistán y Uzbekistán. Aproximadamente el área de la estepa al norte y al este del Mar Negro y el Mar Caspio. Sus antepasados llegaron a la prístina estepa hace unos 40.000 años tras haberse desgajado hacia el norte a través de Irán y Afganistán del grupo de los primeros pueblos modernos (homo sapiens 'sapiens') que hace 85.000 años abandonaron África. Se encontraron favorables y sobrevivieron a duras condiciones climáticas en esas llanuras, incluida la última Edad de Hielo. Estas personas de habla protoindoeuropea son en parte los ancestros de la población de la India e Irán y son los ancestros directos de los itálicos/romanos y griegos, los celtas y los germanos; estas últimas personas hablaban un idioma que con el tiempo evolucionaría incluyendo el inglés actual. Nos dejaron este mito de la creación. En el principio de los tiempos había dos hermanos, gemelos, uno llamado Hombre (*Manu, en protoindoeuropeo) y el otro Gemelo (*Yemo). Viajaron por el cosmos acompañados de una gran vaca. Eventualmente, Man y Twin decidieron crear el mundo que ahora habitamos. Para ello, el Hombre tuvo que sacrificar a Twin (o en algunas versiones a la vaca). De las partes de este cuerpo sacrificado, con su regalo de ganado a los sacerdotes aseguró que los dioses del cielo recibieran su parte en el humo ascendente de los fuegos de sacrificio. Esto aseguró que el ciclo de dar entre dioses y humanos continuara. Los tres dioses del cielo nombrados aquí casi con certeza se pueden atribuir al protoindoeuropeo. Dyeus Patar o Dyaus Pitar, Cielo/Padre del Cielo, es el más seguro. 2 El dios del Trueno/Guerra recibió nombres diferentes en diferentes dialectos, pero en cada rama se asoció con el rayo, el martillo o garrote y la guerra. Los Gemelos Divinos también fueron nombrados de manera diferente en las distintas ramas -los Nâsatyas en índico, Kastôr en Polydeukçs en griego y los Dieva Dçli en báltico-. Se los asociaba , descendientes con la buena suerte y, a menudo, se 3los representaba como de unacaballos yegua divina. gemelos, Los dos mitos fueron fundamentales para el sistema protoindoeuropeo de creencias * * religiosas. Manu y Yemo se reflejan en los mitos de la creación conservados en muchas ramas indoeuropeas, donde *Yemo aparece como Indic Yama, Avestan Yima, Norse Ymir y, quizás, Roman Remus (de *iemus, la forma cursiva arcaica de yemo, * que significa "gemelo "); y el Hombre aparece como Old Indic Mann o Germanic Mannus, emparejado con su gemelo para crear el mundo. Las hazañas de *Trito, la misma historia básica del héroe que recuperó el ganado primordial perdido de un monstruo de tres cabezas, se pueden encontrar en los mitos índicos, iraníes, hititas, nórdicos, romanos y griegos. El mito del Hombre y el Gemelo establecía la importancia del sacrificio y del sacerdote que lo regulaba. El mito del "Tercero" definía el papel del guerrero, que obtenía animales para el pueblo y los dioses. Muchos otros temas también se reflejan en estas dos historias: la fascinación indoeuropea por los desdoblamientos binarios combinados con trillizos, dos y tres, que reaparecieron una y otra vez, incluso en la estructura métrica de la poesía indoeuropea. El tema de las parejas que representaban el poder mágico y legal (Gemelo y Hombre, Varuna Mitra, Odin-Tyr); y la partición de la sociedad y el cosmos la ayuda de los dioses del cielo (Padre del Cielo, Dios de la Tormenta de la Guerra, Gemelos Divinos), el Hombre hizo el viento, el sol, la luna, el mar, la tierra, el fuego y finalmente todos los varios tipos de personas. El hombre se convirtió en el primer sacerdote, el creador del ritual del sacrificio que fue la raíz del orden mundial. Después de que se hizo el mundo, los dioses del cielo le dieron ganado al "Tercer hombre" (*Trito). Pero el ganado fue robado a traición por una serpiente de tres cabezas y seis ojos (*Ng hi, la w raíz protoindoeuropea de negación). El tercer hombre suplicó al dios de la tormenta que ayudara a recuperar el ganado. Juntos fueron a la cueva (o montaña) del monstruo, lo mataron (o el dios de la tormenta lo mató solo) y liberaron al ganado. *Trito se convirtió en el primer guerrero. Recuperó las riquezas del pueblo, y 1 (Continuación) El protoindoeuropeo también tenía una palabra para el precio de la novia, *ßedmo. Cuando los precios de las novias aumentaron como un aspecto de la competencia regional, el resultado sería un mayor robo de ganado por parte de hombres solteros con la justificación proporcionada por el mito de Trito. 2 Mientras que la segunda parte del nombre -Pitar, Patar (o Pater)- puede entenderse como la palabra para padre, la primera parte del nombre se convirtió en el nombre de la deidad suprema griega Zeus, mientras que del todo el nombre de su Se desarrolló la contraparte romana Júpiter (Jove). 1 El mito de Trito, el guerrero, también racionalizó el robo de ganado como la recuperación de ganado que los dioses habían destinado a la gente que sacrificaba adecuadamente. Los rituales de iniciación protoindoeuropeos incluían el requisito de que los niños iniciados en la edad adulta debían salir en un Männerbünde o Korios y convertirse en una banda de perros o lobos para atacar a sus enemigos. (Continúa en la página siguiente) 3 Kastôr en Polydeukçs son personajes de la mitología griega. Juntos son llamados los Dioskouros, “los hijos de Zeus”. Sus colgantes en la mitología romana son Cástor y Pólux. La constelación de Géminis lleva su nombre; las estrellas más brillantes de este signo del zodíaco todavía se llaman Cástor y Pólux. Machine Translated by Google Machine Translated by Google entre tres grandes funciones o roles: el sacerdote (tanto en su aspecto mágico como legal), el guerrero (el Tercer Hombre) y el pastor/cultivador (la vaca o el ganado). (...) La mitología protoindoeuropea era, en Las valquirias (nórdico antiguo, Valkyrjar), mientras que en el indoiranio las furias de la guerra eran maruts masculinos. esencia, la visión del mundo de un pueblo criador de ganado centrado en el hombre, un pueblo que tenía Las instituciones protoindoeuropeas incluían la creencia en la santidad de los contratos a los hijos y al ganado en la más alta estima. verbales vinculados por juramentos (*hóitos) y en la obligación de los patrocinadores (o Los jefes tribales o de aldeas aparecieron por primera vez en el registro arqueológico cuando el ganado caballo de carreras nos traiga buen ganado y buenos caballos, hijos varones y una riqueza vacuno, ovino y caprino domesticado se generalizó por primera vez, aproximadamente entre el 5200 y el que todo lo nutre", decía una oración que acompañaba al sacrificio de un caballo en el Rig dioses) de proteger a los clientes (o humanos) a cambio de lealtad y servicio. "Que este 5000 a . El vocabulario protoindoeuropeo contenía una palabra compuesta (*weik-potis) que se refería a 4 Veda (I.162) , una declaración clara del contrato que unía alalos religión humanos protoindoeuropea, a los dioses. En un clan o jefe de aldea, una persona que patrocinaba fiestas y ceremonias ya quien se otorgaba la en general, el abismo entre los dioses y los humanos se salvaba mediante la santidad de inmortalidad en poesía de alabanza. Los aparentemente más importantes entre ellos fueron enterrados en los contratos sujetos a juramento y las obligaciones recíprocas, por lo que sin duda eran un kurgan, un túmulo funerario. Otra raíz (*reg-) se refería a otro tipo de oficial poderoso. Esta segunda herramientas importantes que regulaban el comportamiento diario de los poderosos hacia raíz se usó más tarde para rey en cursiva (rex), celta (rix) e índico antiguo (raj-), pero originalmente podría los débiles, al menos para las personas que pertenecía bajo el paraguas social. Los haberse referido a un funcionario más parecido a un sacerdote, literalmente un "regulador" (del mismo sistemas patrón-cliente como este podrían incorporar a personas externas como clientes root) o "uno que hace las cosas bien" (nuevamente la misma raíz), posiblemente relacionado con dibujar que disfrutan de derechos y protección. Esta forma de legitimar la desigualdad límites "correctos" (misma raíz). probablemente formaba parte antigua de las instituciones sociales esteparias, remontándose a la aparición inicial de diferencias de riqueza cuando se aceptaban los animales domésticos. El horizonte Yamnaya, forma de vida, fue la primera cultura ritual, económica y material más o menos unificada que se extendió por toda la región de la estepa, comenzando alrededor del 3300 a. C. cuando el clima de la estepa se volvió más seco, pero nunca fue completamente homogéneo incluso materialmente. La división material más obvia dentro del horizonte temprano de Yamnaya fue entre el este y el oeste. El este (Volga-Ural-estepa del Cáucaso del Norte) La economía pastoral de Yamnaya era más móvil que la occidental (South Bug-Lower Don). Este contraste La 'sociedad' indoiraní y quizás ya la comunidad protoindoeuropea de tribus en la estepa mostraban más similitudes, como el sacrificio de invierno y la ceremonia de iniciación de Año Nuevo, celebrada en el solsticio de invierno. Muchos mitos y rituales indoeuropeos contenían referencias a este evento. Una de sus funciones era la de iniciar a los jóvenes en la categoría de guerreros (Männerbünde, korios), y su principal símbolo era el perro o lobo. Los perros representaban la muerte; varios perros o un perro con varias cabezas (Cerberus, Saranyu) custodiaban la entrada al Más Allá. En la iniciación, la muerte llegaba tanto a las identidades del año viejo como de la niñez, y cuando los niños se convertían en guerreros alimentarían a los perros de la muerte. corresponde de una manera intrigante 5 a las diferencias económicas y culturales entre oriente y occidente Ramas de la lengua indoeuropea. Los vocabularios indoeuropeos occidentales contenían algunas raíces que se tomaron prestadas de las lenguas afroasiáticas, como la palabra para el toro domesticado, * tawr4 (tauro). El indoeuropeo oriental generalmente carecía de estas raíces afroasiáticas prestadas. Las prácticas religiosas y rituales indoeuropeas occidentales eran femeninas, inclusive , oriental Los rituales y dioses indoeuropeos, sin embargo, estaban más centrados en el hombre. En las ramas indoeuropeas occidentales, el espíritu del hogar doméstico era femenino (Hestia, las vírgenes vestales), y en el indoiranio era masculino. Los textos más antiguos en índico antiguo son los "libros familiares", los libros 2 a 7, del Rig Veda. Estos himnos y oraciones se compilaron en "libros" o mandalas alrededor de 1500-1300 a. C., pero muchos se habían compuesto antes. Las partes más antiguas del Avesta, los Gathas, los textos más antiguos en iranio, fueron compuestos por Zarathustra/ Zoroaster probablemente alrededor de 1200-1000 a . El idioma no documentado que fue el padre de ambos, el indo-iraní común, debe datarse mucho antes del 1500 a. El indoiranio común probablemente se habló durante el período Sintashta, 2100-1800 a. El índico antiguo arcaico probablemente surgió como una lengua separada del iranio arcaico alrededor de 1800-1600 a . El Rig Veda y el Avesta acordaron que la esencia de su identidad indo-iraní parental compartida era lingüística y ritual, no racial. Si una persona sacrificaba a los dioses correctos de la manera correcta usando las formas correctas de los himnos y poemas tradicionales, esa persona era aria. Los rituales realizados con las palabras correctas eran el núcleo de ser ario. (Agni). Las mitologías indoeuropeas occidentales incluían fuertes deidades femeninas como la reina Magb y la 5 En el Rig Veda , la hermandad jurada de guerreros que realizaban sacrificios en pleno invierno se llamaba Vrátyas , que también se llamaban sacerdotes perros. Las ceremonias asociadas con ellos incluyeron muchos concursos, incluyendo poesía Machine Translated by Google En muchos sentidos, las culturas entre los ríos Don superior y Tobol en las estepas del norte mostraron un parentesco común con los arios del Rig Veda y Avesta. Entre 2100 y 1800 a. C. inventaron el carro, se organizaron en jefaturas basadas en fortalezas, se armaron con nuevos tipos de armas, crearon un nuevo estilo de rituales funerarios que involucraron espectaculares demostraciones públicas de riqueza y generosidad, y comenzaron a extraer y producir metales. en una escala nunca antes imaginada en las estepas. Sus acciones resonaron en todo el continente euroasiático. La frontera forestal del norte comenzó a disolverse al este de los Urales como lo había hecho antes al oeste de los Urales. Los carros se extendieron hacia el oeste a través de la cultura de la estepa ucraniana hacia las culturas Monteoru (Norte de Valachia, Rumania, Moldavia), Vatin (Serbia, Vojvodina) y Otomani del sureste de Europa, quizás con los dialectos satcm que luego aparecieron en armenio, albanés y frigio, todos de los cuales se cree que evolucionaron en el sureste de Europa (el pre-griego debe haber partido antes de esto, ya que no compartió las innovaciones satcm ). Y finalmente se rompió la frontera de los Urales: las economías de pastoreo se extendieron hacia el este a través de las estepas. Con ellos fueron las hijas orientales de Sintashta, la descendencia que más tarde surgiría en la historia como los arios iraníes y védicos. Fuente principal: David W. Anthony, El caballo, la rueda y el lenguaje (Continuación) recitación y carreras de carros. El Rig Veda menciona a Vrátyas unas ocho el veces (p. ej ., 3:26:6; 5:53:11; 5:75:9; 9:14:2). El Atharva Veda (15 kanda) dedica un himno completo titulado Vrátya- Suktha, a la "fraternidad mística" de los Vrátyas. Machine Translated by Google Machine Translated by Google 18 Capítulo 1 kawashima de esa figura literaria a la que se refirió como el “narrador”—en particular, Nikolai Leskov—cuyo “arte épico” Benjamin (1968, 98) contrastaba con el del novelista, El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica cuyo “ascenso”, en su opinión, fue un “arte épico”. síntoma” de la “decadencia” del narrador (1968, 87). En otras palabras, incluso si Ilimalku compuso, en lugar de simplemente Roberto S. Kawashima transmitir o transcribir, el Ciclo de Baal, sigue siendo el trabajo de un "narrador", en el sentido de esa palabra en Benjamin. Es a la luz de estos comentarios introductorios que debe entenderse la Como obra narrativa más o menos coherente, el Ciclo de Baal merece una siguiente interpretación, meramente preliminar, del Ciclo de Baal. Desde mi punto interpretación literaria global , que atienda cuidadosamente a los motivos y temas de vista, el arco narrativo general del ciclo de Baal traza un movimiento desde la recurrentes del mito, sus personajes y su trama. Sin duda, un proyecto de este tipo lucha cósmica hasta la unificación cósmica o, al menos, la reconciliación. Así enfrenta un desafío serio, de hecho, insuperable: las seis tablillas de arcilla como Enuma Elish, como he argumentado en otra parte, traza un movimiento sobrevivientes están dañadas y, en varios lugares, lamentablemente fragmentadas. desde el "ruido" hasta el "descanso" o el "sueño", es decir, desde la cinesis Como resultado, los eruditos no solo están en desacuerdo sobre el orden de los cósmica hasta la estasis cósmica (Kawashima 2006, 249-50), así también, este El fragmentos conservados, sino que ni siquiera pueden ponerse de acuerdo sobre si mito ugarítico traza el proceso ineludible por el cual las fuerzas cósmicas de las tablillas sobrevivientes pertenecen a una sola obra narrativa. En aras del repulsión son superadas gradualmente por las fuerzas cósmicas de atracción. Más argumento, en este estudio presupondré que las tablillas fragmentarias actualmente precisamente, las diversas disputas familiares y rivalidades entre hermanos que reunidas bajo la designación Ciclo de Baal originalmente constituían (al menos parte dividen a los "hijos de El" deben ser superadas, o al menos neutralizadas. Gracias de) un único todo coherente. Además, adoptaré la interpretación y traducción del en gran parte a la devoción fraternal de Anat por Baal y los regalos hábilmente texto de Mark Smith (Smith 1997).1 Si bien admito que el estado actual del texto elaborados de Kothar wa-Hasis, sin mencionar el ojo vigilante de Shapsh (Sol), la excluye, desde el principio, la posibilidad de construir algo más que una vida (Baal, "señor" de la tormenta) se reconciliará, al final. , en cierto modo, con la propia Muerte (M interpretación tentativa del ciclo de Baal. , propongo que, centrándose en el bosque Al llamar mito al ciclo de Baal , pretendo invocar a Mircea Eliade.3 El mito, proverbial, en lugar de en los árboles en sí mismos, de los cuales faltan demasiados, argumentó de manera célebre, tiene lugar en un pasado cualitativamente distinto uno puede, al menos, sacar lo mejor de esta desafortunada situación textual. El al que se refirió como illud tempus (ese tiempo): “Esta situación primordial no es desafío, por abrumador que sea, de interpretar la evidencia disponible, al final debe ser enfrentado. histórica, es no calculable cronológicamente; de lo que se trata es de una Se presenta un segundo desafío, si no insuperable: esta obra no es exactamente anterioridad mítica, el tiempo del origen, lo que sucedió 'en el principio', in “literaria”, en la medida en que la literatura, propiamente hablando, está principio” (Eliade 1959, 92). Como observó RG Collingwood, el mito tiene lugar en intrínsecamente escrita. El ciclo de Baal es, más bien, un poema narrativo mítico- un “pasado sin fecha que es tan remoto que nadie sabe cuándo fue” y, por lo épico que, aunque está fijado en forma escrita, es intrínsecamente oral. Es decir, tanto, es “cuasi-temporal”: “El narrador está usando el lenguaje de la sucesión conserva las propiedades estéticas conservadoras de una tradición oral, similar a temporal como una metáfora en que expresar relaciones que él no concibe como realmente temporales, [es decir,]... las relaciones entre varios dioses o varios las epopeyas de Homero.2 Por lo tanto, mi propuesta de interpretación "literaria" debe estar influenciada por la hipótesis de Parry-Lord: y los numerosos estudios que inspiró, que revolucionaron los estudios homéricos elementos de la naturaleza divina” (1946, 15). Sin embargo, lo que es crucial, en mi al mostrar cómo numerosos rasgos distintivos de la técnica y el estilo narrativos opinión, no es la lejanía de este pasado mítico sino su cuasi-temporal —o quizás mejor, atemporal— de Homero son, de hecho, característicos de la tradición oral-formulaica (Lord 1960; personaje. El mito habla, por así decirlo, en el “presente de definición” (Benveniste Parry 1971). Cabe recordar también aquí el análisis complementario de Walter Benjamin 1971, 207), como cuando se afirma que: “Pi es igual a la relación entre la 1 De vez en cuando modifico ligeramente la traducción de Smith (indicada con cursiva) para restaurar se refiere a un evento temporal—como cuando uno observa, “Está [ahora] circunferencia de un círculo y su diámetro”. Este uso del tiempo presente “es” no las repeticiones en el ugarítico. También he consultado la traducción y reconstrucción ricamente lloviendo”—sino que establece una definición no temporal. Por esta razón, agregando el adverbial a anotada de Dennis Pardee (1997) del ciclo de Baal. Para facilitar su uso, todas las citas de los poemas narrativos ugaríticos proporcionarán el número de página en Poesía narrativa ugarítica (Parker 1997b) seguido de una referencia precisa a CAT o KTU. Las referencias son a CAT a menos que estén marcadas como KTU. 2 Véase Kawashima 2004. 3 Véase Kawashima 2014. Machine Translated by Google El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica Machine Translated by Google 19 20 kawashima a la definición de pi sería absurdo: "Pi es [*ahora] igual a ..." Como observó Ludwig (Kawashima 2011, 360–64). Los adjetivos ordinarios capturan las cualidades accidentales Wittgenstein, afirmar que "2 + 2 es a las 3 en punto igual a 4" sería "sin sentido" (1981, de un objeto dado, cualidades que pueden, en otras palabras, variar con el tiempo: un § 4.1272). Por la misma lógica, la derrota de Yamm por parte de Baal no constituye un atizador puede estar caliente y luego frío, observó una vez JME McTaggart en su famoso evento histórico ubicable en un solo momento en el tiempo, uno al que se pueda hacer argumento contra la realidad del tiempo (1921– 1927, 2.14-15). En Homero, sin embargo, referencia con una fecha. Representa, más bien, una verdad no temporal con respecto los "barcos que se pudren en una playa" todavía pueden llamarse, como observó una vez a la estructura del cosmos, no muy diferente de la definición de pi. Por una lógica Charles Rowan Beye, "rápidos" (1966, 25). De manera similar, Aquiles, incluso después similar (pero no idéntica), la doctrina católica romana, gracias al concepto de de su ruptura con Agamenón, continúa refiriéndose a su adversario como "gobernante transubstanciación, no concibe la muerte y resurrección de Cristo como un mero amplio" (Ilíada 1.355), como lo hizo Homero justo antes (1.102). Los epítetos heroicos, en acontecimiento histórico que tuvo lugar de una vez por todas en un único momento otras palabras, capturan cualidades esenciales, en oposición a accidentales, cualidades en el tiempo . Es, más bien, “reactualizada” —para reapropiarse del término de Eliade que son, como los “acontecimientos” del mito, no temporales, invariables. Precisamente — todas y cada una de las veces que se realiza la Eucaristía. La pasión es, por así de esta manera, Baal es desde el principio—en el mismo momento en que El declara al decirlo, simultáneamente histórica y mítica. Al caracterizar a Baal y los otros poemas narrativos ugaríticos en términos del arte enemigo mortal de Baal, Yamm, “amado de E[l]” (mdd.i[l]), ya designado como “Poderoso” (aliyn) (89; 1.1 IV 20, 22). El epíteto "Poderoso", es decir, se le atribuye a Baal épico del narrador, pretendo sugerir que, incluso si Ilimalku compuso estas antes de que haya derrotado a Yamm, antes de que haya sido absuelto con una casa narraciones, las compuso a la manera del arte “tradicional”, lo que he dicho. caracterizado en otra parte como el "arte de lo familiar" propia; es decir, antes de que realmente haya demostrado ser poderoso y así se haya ganado este epíteto. En otras palabras, Baal no adquiere este epíteto más de lo que el (Kawashima 2004, 161–89). Un signo de este modo de arte conservador es el uso número pi adquiere su definición. En retrospectiva, Yo propongo que Yamm también omnipresente de la repetición textual para componer franjas completas de narración habría sido agraciado con el epíteto "ser amado", incluso antes de que este título fuera en las epopeyas ugaríticas, una técnica adoptada, además, en las reconstrucciones (aparentemente) conferido oficialmente. Los epítetos de la poesía narrativa ugarítica, al modernas de estas obras, en la medida en que restauran el texto faltante mediante el igual que los de las epopeyas de Homero, se refieren a las cualidades esenciales, más que accidentales, de empleo de la repetición textual. Sucesivamente. Este procedimiento contrasta marcadamente con el fenómeno de la repetición casi literal sobre el que Robert Alter llamó la atención en la narrativa bíblica: En segundo lugar, en el nivel de la convención narrativa, se debe notar el efecto estético de ciertas acciones y motivos típicos repetidos, generalmente relacionados con escenas tipográficas más grandes. Considere los siguientes paralelismos entre el ciclo de Baal y Aqhat. Si los requisitos de la exposición oral y una larga tradición de narración de cuentos pueden haber prescrito un modo de narración en el que se esperaban [Anat, hablando en nombre de Baal a El]: frecuentes repeticiones textuales, los autores de las narraciones bíblicas Porque Baal no tiene casa como los wn.in.bt[.]lbÿl.km.ilm/ descubrieron astutamente cómo las más mínimas variaciones estratégicas en dioses, Ni corte como los hijos de Athirat. wÿÿr.kb[na]ÿrt. el patrón de repeticiones podían servir. los propósitos de comentario, análisis, (Baal, 118; 1.3 V 38–39) presagio, afirmación temática, con una maravillosa combinación de sutil eufemismo y fuerza dramática. que no tiene hijo como sus hermanos, din.bn.lh/ km.aÿh. ni descendencia como la de sus semejantes. w.šrš.km.aryh/ Después de 2011, 115 [Baal hablando en nombre de Daniel a El]: (Aqhat, 52; 1.17 I 18–19)4 (Un experimento mental: suponga que Génesis 24, donde el siervo de Abraham va en busca de una esposa para Isaac, hubiera sobrevivido solo en fragmentos; ahora imagine una reconstrucción de este capítulo basada en el principio de la repetición literal). Consideremos brevemente tres aspectos de la narración tradicional de Ilimalku. Primero, considere ese sello distintivo del estilo épico, el epíteto heroico. Como he argumentado en otra parte, los que se encuentran en Homero no constituyen adjetivos ordinarios. [El] estalla en una sonrisa y se ríe, levanta la voz y declara: “Me puedo wyprq.lÿbwyÿÿq/ yšu.gh.wyÿÿ sentar y puedo descansar, y mi espíritu aÿbn.ank.wanÿn/ interior puede descansar”. wtnÿ.birty.nps (Baal, 158; KTU 1.6 III 16–19) 4Parker 1997a. Machine Translated by Google Machine Translated by Google 21 El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica 22 kawashima [Daniel] se echa a reír, / … / Alza la voz y grita: “Ahora me sentaré a descansar, yprq.lÿb.wyÿÿq yšu/ gh.wyÿÿ. poco realista de eventos, Zielinksi propuso que, mientras Homero centra su atención En mi pecho reposará mi corazón”. aÿbn.ank/ wanÿn. en los troyanos, los aqueos se colocan, por así decirlo, en animación suspendida, wtnÿ.birty/ npš. lo que permite (o fuerza) a Homero a evitar el peligro. presentación de eventos simultáneos. (Aqhat, 55–56; 1.17 II 10–14)5 mientras los troyanos celebraban su reunión? Para dar cuenta de esta secuencia Algo sorprendentemente similar tiene lugar en la batalla de Baal contra Yamm. Si se tratara de obras postradicionales, propiamente literarias, analizaría sus Kothar wa-Hasis, recuerda uno, fabrica dos armas para Baal: “Kothar fabrica las similitudes en términos de filiación textual : o un texto cita o alude al otro, o ambos armas, / y proclama sus nombres” (103; 1.2 IV 11). Lo que sigue es una secuencia citan o aluden a un texto fuente común6. narrativas, sin embargo, prefiero invocar poco realista de eventos. Siendo realistas, Kothar habría diseñado y nombrado en su lugar el dicho de Gregory Nagy con respecto a “la poesía tradicional de las ambas armas al mismo tiempo, en una sola escena. Lo que sucede en cambio es composiciones homéricas (y hesiódicas)”: “No es justificable afirmar que un que Kothar diseña y nombra primero un arma: pasaje en cualquier texto puede referirse a otro pasaje en otro texto . (1999, 42). Para dar cuenta de este fenómeno, propongo ver estos mitos épicos relacionados Kothar fabrica las armas, como realizaciones o representaciones independientes de una competencia oral- Y proclama sus nombres: tradicional compartida , en el sentido chomskyano de estos dos términos . Las “Tu nombre, tuyo, es Yagarrish: similitudes señaladas anteriormente, entonces, resultan de usos independientes Yagarrish, conduce Yamm, / … / de la misma “entrada”, por así decirlo, en un “léxico” narrativo compartido. Así, Que saltes de la mano de Baal, en el primer par de ejemplos, una casa tiene el mismo “significado” para los dioses que un hijo tiene para los patriarcas; es decir, una casa le confiere a un Como un raptor de sus dedos.” / … / El arma salta de la mano de Baal, dios su lugar propio dentro del cosmos, así como un hijo le confiere a un patriarca su lugar propio dentro del cosmos. Como un raptor de sus [f]gers. (103; 1.2 IV 11–16) En el segundo par de ejemplos, el renacimiento de Baal tiene el mismo “significado” para El que el nacimiento de Aqhat para Daniel. Tercero, al nivel de la estructura narrativa, llamaría la atención del lector sobre Y luego, solo después de que esa primera arma no haya logrado vencer al enemigo de Baal, él, en una segunda escena posterior, crea y nombra la segunda arma. el análisis de Thaddeus Zielinski (1899-1901) del “tratamiento de los eventos simultáneos” de Homero, lo que se conoce como “ley de Zielinski”. A saber: Homero Kothar fabrica las armas, asiduamente —o quizás mejor, necesariamente— evita narrar hechos simultáneos. Y proclama sus nombres: Considere la secuencia poco realista de eventos que van desde el final de Iliad 8 “Tu nombre, tuyo, es Ayyamarri: hasta el comienzo de Iliad 9. Al final de Iliad 8, los aqueos y los troyanos se retiran Ayyamarri, expulsa a Yamm, /.../ de la batalla para reagruparse e informar sobre los eventos del día. Primero, los salta de la mano de Baal, troyanos se reúnen (8.489ss.); solo después de levantarse para pasar la noche Como un raptor de sus dedos. / … / encienden fogatas (8.542–65). Mientras tanto, los aqueos no se reúnen hasta el Que Yamm se hunda y caiga a tierra”. comienzo del libro 9. Se podría haber pensado que estas dos reuniones tuvieron El arma salta de la mano de Baal, lugar al mismo tiempo. Y, sin embargo, cuando los aqueos dan comienzo a su [Como] una rapaz de sus dedos, / … / reunión, Néstor ya puede señalar las fogatas troyanas que brillan siniestramente Yamm se hunde y cae a tierra. (104; 1.2 IV 18–26) en su vecindad (9.76-77). ¿Qué estaban haciendo los aqueos? Esta secuencia narrativa, como observa Mark Smith (1997, 103n29), contradice el plural “armas” y “nombres”, que aparecen en ambos pasajes: Es como si 5 Preferí no alterar la traducción de Parker de Aqhat, pero el lector puede ver fácilmente cómo estas líneas en el original son prácticamente idénticas a las del Ciclo de Baal. 6 O tal vez ambos citan o aluden a tradiciones orales compartidas, que, de manera crucial, los autores eran libres de modificar o desfamiliarizar, más sobre esto a continuación. Este parece haber sido el caso con las fuentes del Pentateuco. Kothar mantuvo sus fuegos encendidos durante el primer combate cuerpo a cuerpo de Baal, para que esté listo para crear una segunda arma en caso de que surja la necesidad; es como si Baal se tomara un descanso de la batalla para conseguir una segunda arma más poderosa, mientras que Yam Machine Translated by Google El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica Machine Translated by Google 23 24 kawashima se sentó pacientemente al margen. Al igual que Homer, Ilimalku evita el realismo: coloca Las propias escenas anteriores demuestran ampliamente que se esperaba que a Kothar y Yamm en una especie de animación suspendida para mantener el flujo uno se inclinara ante una deidad de alto rango al entrar en su hogar: así, los ininterrumpido de la narración de la historia. Es decir, el efecto deseado parece haber mensajeros de El se inclinan ante Kothar (90; 1.1 III 2-3); Kothar se inclina ante sido la progresión continua, repetida dos veces, desde "Que saltes" hasta "El arma salta". El (92; 1.1 III 24–25; 95; 1.1 III 5–6); Los mensajeros de El se inclinan ante Anat (94; 1.1 II 15–17). Uno sospecha que la falta de decoro de Yamm en este sentido La pregunta es, entonces: ¿Cómo debería el hecho de que el Ciclo de Baal sea una se correlaciona con, si no causa, su derrota a manos de Baal. Por la misma obra narrativa formulada oralmente, o al menos tradicional, informar una interpretación lógica, la eventual muerte de Baal —su sujeción temporal a Mot— es, sin duda, “literaria” de este mito? Lo que es crucial, en mi opinión, es que las obras postradicionales el resultado de su declaración arrogante: “Yo mismo soy el que reina sobre los (literarias) son libres de inventar, mientras que las obras tradicionales (orales) no lo son. dioses, / En verdad ordeno a los dioses y a los hombres, / Que satisface a las Las narrativas tradicionales, sin duda, no consisten puramente en repeticiones o multitudes de la Tierra” (137; 1.4 VII 49–52). Aparentemente, el mito mata a aquellos que introduc fórmulas. Pero tampoco se abren a ese infinito universo textual creado por la técnica En el avance del arco narrativo del mito, estas variaciones constituyen literaria que Victor Shklovsky (1965) llamó “desfamiliarización”, a saber, ese impredecible transformaciones que conducen progresivamente de la lucha a la unificación. desvío de la convención que es la característica definitoria de la literatura propiamente Considere la serie de visitas inesperadas y no anunciadas. Primero, los dicha.7 En el caso particular del Ciclo de Baal, señalaría —en un primer paso interpretativo mensajeros de Baal se acercan inesperadamente a Anat, quien reacciona con — que la narración consiste en gran parte en escenas convencionales recurrentes, donde miedo, preguntándose si algún mal destino ha caído sobre su hermano: “¡Allí! las variaciones entre iteraciones de estas escenas consisten en oposiciones binarias: Anat percibe a los dioses; [hlm.ÿnt.tph.ilm] / Sobre ella, sus pies tiemblan, / más o menos (±). Por ejemplo, cuando la delegación de Yamm se acerca a la asamblea Alrededor, sus lomos tiemblan, / Arriba, su rostro suda” (111; 1.3 III 32–34). A divina, los dioses “bajan la cabeza” con miedo (99; 1.2 I 23); sólo gracias a la reprensión continuación, Baal y Anat se acercan inesperadamente a Athirat, quien de de Baal “levantan la cabeza” en cambio, justo a tiempo para la llegada de los mensajeros manera similar reacciona con miedo, preguntándose si ella y/o sus hijos están (100; 1.2 I 29). Esto no deja de estar relacionado con una observación que Erich Auerbach a punto de ser víctimas de la violencia: “Cuando levanta los ojos, mira, / Athirat hizo una vez a propósito de Homero: “la 'multicapa' del carácter individual [que se ve el avance de Baal, / El avance de la Adolescente Anat, / … / Sobre ella, sus pies [tiemblan,] / [ encuentra en la narración bíblica]... difícilmente se encuentra en Homero, o a lo sumo en Finalmente, Athirat se acerca inesperadamente a El, quien responde, en un forma de una hesi consciente. tación entre dos posibles cursos de acción [énfasis añadido]; instructivo contraste, con alegría: “Allí El la percibe [hlm.il.kyphnh], / estalla en de lo contrario, en Homero, la complejidad de la vida psicológica se muestra sólo en la una sonrisa y se ríe [yprq.lÿb.wyÿÿq]. / Sus pies en el taburete golpea, / Y gira sus sucesión y alternancia de emociones” (1953, 13). Estos “dos posibles cursos de acción” dedos” (127; 1.4 IV 27–30). Estas dos reacciones tan diferentes son, al menos equivalen a un más o un menos.8 en parte, una función del género. Las diosas, al parecer, al menos a los ojos de la tradición, son propensas a ver a los visitantes no invitados como portadores Estas variaciones proporcionan, a su vez, guías para la interpretación del Ciclo de de malas noticias, mientras que El, lleno de confianza patriarcal, se pregunta si Baal como un todo. Considere, una vez más, la delegación que Yamm envía al consejo su esposa no le está haciendo una visita conyugal. Aun así, la secuencia de los divino al principio del mito. Yamm instruye estratégicamente a sus mensajeros a no hechos traza una especie de crescendo narrativo: meros mensajeros se acercan "inclinarse [a los pies de El]" ni a "postrarse" "ante el Consejo [Reunido]" (98; 1.2 I 14-15), a Anat; tanto Anat como Baal se acercan a Athirat, la matriarca divina; y una orden que obedecen diligentemente (100; 1.2 yo finalmente la propia Athirat se acerca a El, el patriarca divino. Y este arco 30–31). Incluso si el significado de este gesto desafiante no fuera lo suficientemente claro en su argumental desemboca precisamente en la construcción de la casa de Baal, uno de los principales puntos de inflexión del mito. Considere, también, los 7 El principio estético de la desfamiliarización está relacionado con el concepto filosófico del desvío, otros dos grandes puntos de inflexión en el ciclo de Baal. Al principio del mito, El traiciona a Ba en latín clinamen: véase, por ejemplo, la famosa discusión de Lucrecio en el libro dos de De rerum bÿl.yymm], / Tu esclavo es Baal, [Oh Río,]” (101; 1.2 I 36–37). En respuesta, Baal, natura (Sobre la naturaleza del universo). en un ataque de ira, ataca impetuosamente a los mensajeros de Yamm, 8 En Homero, las variaciones entre escenas tipo repetidas consisten en el mayor o menor grado de elaboración. Es decir, cuanto más importante es la realización particular de una escena aparentemente violando algún tipo de inmunidad diplomática extendida a los tipográfica, más detalles le otorga Homero, pero todos y cada uno de los detalles son en sí mensajeros. Hacia el final del mito, Baal, habiendo incitado a Mot a la ira con su mismos totalmente tradicionales: véase Kawashima 2004, 169-75. arrogancia, se somete voluntariamente a la Muerte, aparentemente consciente de su error esta v Machine Translated by Google El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica Machine Translated by Google 25 26 kawashima Oh Divino Mot: / Tu siervo soy, y tuyo para siempre [ÿbdk.an.wdÿlmk]” (144; KTU 1.5 II 11– Esta dolorosa pérdida aparentemente produce un tipo de cambio cósmico, a saber, un 12). Baal, en otras palabras, aprende de su error, progresa de la arrogancia (-) a la humildad cambio en las relaciones que unen a El con Anat y El con Baal. El dolor compartido, (+). como Aquiles y Príamo aprenden de manera similar en Ilíada 24, a veces tiene el poder Estas transformaciones narrativas alteran las relaciones mismas entre los dioses. de lograr la reconciliación. Finalmente, si el mito concluye felizmente con una especie Considere las sucesivas interacciones de Anat con El. Primero, se acerca a El con de reconciliación o distensión entre Baal y Mot, es gracias, en gran parte, al apoyo de amenazas: “[Ella llega a] la montaña de E[l] y entra / [La] tienda del Re[n]o, el Padre de El a la posición cósmica de Baal frente a la de Mot: [Años.] / … / 'No regocíjate en la construcción de [tu pa]lacio. / De lo contrario, lo agarraré con mi [mano] derecha, / ... con mi brazo fuerte y largo. / Voy a aplastar[ash…] tu corona; / Arriba Shapsh declara a Mot: Haré correr tu barba con sangre, / Las canas de tu barba con sangre'” (116–17; 1.3 V 7–25). “Escucha ahora, Divino Mot: Rápidamente suaviza su tono: “Tu decreto, oh El, es sabiduría, / Tu sabiduría es eterna, / ¿Cómo puedes pelear con Mighty Baal? Una vida victoriosa es tu decreto” (117; 1.3 V 30–31). Anat finalmente viene a inclinarse ¿Cómo te oirá Bull El, tu Padre? ante él, como es correcto y apropiado, ya lo he observado, pero solo después de que Baal Seguramente quitará el apoyo de tu trono, ha muerto: “Ella llega a la montaña de El y entra / La tienda del Rey, el Padre de los Años. / Ciertamente él derribará la sede de tu reino, A los pies de El ella se inclina y cae, / se postra y lo honra” (153; KTU 1.6 I 34–38). Por Seguramente romperá el cetro de tu gobierno. encima de todo, aunque este ejemplo final de una transformación narrativa en realidad no (163; KTU 1.6 VI 23–29) se desarrolla a través de una serie de escenas circulares recurrentes, El, quien originalmente respaldó la propuesta de Yamm por el gobierno cósmico a expensas de Baal (101; 1.2 I Con respecto a las “escenas” en la narrativa bíblica, Robert Alter señaló una vez “el 36-37), finalmente llega a llorar la muerte de Baal, expresando su dolor exactamente con papel altamente subsidiario de la narración en comparación con el discurso directo de los mismos gestos que la propia Anat empleará poco después cuando llore la muerte de los personajes” (2011, 81). Es decir, los eventos en la narración bíblica—coyunturas su hermano: perceptibles en la historia donde una escena se desarrolla, por así decirlo, ante los ojos del lector— consisten principalmente en discurso directo, con solo un mínimo de narración entre segmentos de diálogo. Uno podría caracterizar tales eventos como Se echa tierra sobre la cabeza por luto, escenas dramáticas, escenas en las que prevalece el diálogo con mínimas indicaciones Polvo en su corona por lamentarse; de acción, como en una obra de teatro. La narrativa bíblica aparentemente heredó esta Como vestido se pone cilicio. convención de las tradiciones narrativas semíticas del noroeste. Porque el Ciclo de Baal Con una piedra raspa su piel, Cortes dobles con cuchilla. —sin mencionar los otros poemas narrativos ugaríticos— consiste en gran parte en conversaciones entre personajes. Además, en la medida en que el Ciclo de Baal trata Él corta las mejillas y la barbilla, de interacciones entre varios dioses, consiste en gran parte en una serie de Surcos a lo largo de su brazo. negociaciones cósmicas: mensajeros enviados y recibidos, dioses que van y vienen Ara su pecho como un jardín, para visitar a otros dioses, etc. (Imagínese una Ilíada en la que prevalecieran las Como un valle surca la espalda. embajadas, como la enviada a Aquiles en el libro 9, en lugar de la lucha). El ciclo de levanta la voz y grita: Baal consiste, pues, en gran medida en la circulación de cuerpos divinos y el discurso “¡Baal está muerto! ¿Qué hay de los pueblos? divino. Y dado que los dioses ugaríticos están dispersos —“aislados unos de otros, ¡El Hijo de Dagan! ¿Qué hay de las multitudes? Después de Baal descenderé al Infierno”. (149–50; KTU 1.5 I 14–25; véase también 151; 1.6 I 2–8) separados por grandes distancias”, a diferencia del panteón griego, centrado en el monte Olimpo, como señala acertadamente Aaron Tugendhaft (2018, 39)— es solo gracias a este continuo circulación de cuerpos divinos y discurso de que los “hijos de El” son capaces de mantener cierta apariencia de familiaridad. De hecho, como ya he observado, El se regocijará por el renacimiento de Baal exactamente de la misma manera que un patriarca humano se regocijaría por el nacimiento de su propio hijo. Detrás de estas dos transformaciones, entonces, se encuentra la desaparición del poderoso Baal. Para analizar esta circulación, propongo retomar el análisis de Marcel Mauss sobre el intercambio de regalos en las sociedades “primitivas” o “arcaicas”: “Un clan, Machine Translated by Google El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica Machine Translated by Google 27 un hogar… no tiene más remedio que pedir hospitalidad, recibir regalos, entrar en 28 kawashima eres como un cordero en su boca, / como un cabrito aplastado en el abismo de su garganta” el comercio…. La obligación de dar no es menos importante…. Negarse a dar, no (139; 1.4 VIII 14-20). Tampoco es un buen invitado. Por lo tanto, arrogantemente desafía a Baal a invitar, al igual que negarse a aceptar, equivale a declarar la guerra; es rechazar el invitarlo a un banquete: vínculo de alianza y comunalidad” (1990, 13). Como dijo Mary Douglas en el prólogo de El regalo, la “teoría del regalo de Mauss es una teoría de la solidaridad S[o] invítame, oh Baal, con mis hermanos, humana” (Mauss 1990, x). En otras palabras, así como la sociedad, según Émile Llámame, oh Hadd, con mis parientes, Durkheim, el tío de Mauss, necesita la religión para mantenerse (Durkheim 2001), Para comer comida con mis hermanos, también la sociedad, según la teoría del don de Mauss, necesita el intercambio de Y beber vino con mis parientes [hombres.] dones para mantenerse. . De ello se deduce que los obsequios siempre vienen “con Así que bebamos, oh Baal, para que pueda traspasarte, / ... / condiciones” y que dar y recibir obsequios nunca es totalmente voluntario u [Entonces déjame desgarrarte] a ti [en pedazos,] opcional. [Déjame comer flancos, entrañas, antebrazos.] La teoría del don de Mauss se confirma en el ciclo de Baal. Como ya he sugerido, hay tres puntos de inflexión importantes en el texto superviviente y, sospecho, [Seguramente descenderás a la garganta de Divine Mot,] [En la garganta del Amado de El, el Héroe.] (142–43; KTU 1.5 I 22–35) también en la obra original completa: el conflicto de Baal con Yamm, la adquisición de una casa por parte de Baal, el conflicto de Baal con Mot. Los tres implican hospitalidad— Mot, que todo lo devora, es, por lo tanto, una amenaza tanto para el huésped como para el huésped, definida en términos generales , para incluir el envío y la recepción de mensajeros: la antítesis misma de la hospitalidad. y/o intercambio de regalos, de una forma u otra. Temprano en el mito, El reúne a los La única fuerza cósmica lo suficientemente poderosa como para derrotar a Mot, al parecer, es dioses en su casa para proclamar a Yamm “Amado de E[l]” (89; 1.1 IV el amor sororal de Anat por Baal. Ella es la única (en el texto sobreviviente) que envejece para 20). En una continuación de esta subtrama, Yamm envía a sus mensajeros a una matar a la Muerte. segunda asamblea divina organizada, nuevamente, por El, lo que da como resultado que El mismo entregue a Baal a Yamm como su "siervo". Y cuando Baal finalmente Ella se apodera de Divine Mot, vence a este enemigo, es en gran parte gracias a los regalos de Kothar, es decir, las armas que forja para él. Con una espada ella lo parte, Más tarde, cuando Baal decide que un dios de su estatura necesita vivir en una casa Con un tamiz ella lo avienta. propia, se ve en la necesidad de realizar una campaña para convencer a El de que le Con un fuego ella lo quema, conceda su pedido, formando así parte de la “sucesión real regular” que Mark Smith Con muelas ella lo muele, y Wayne Pitard disciernen en el ciclo, “en el que el viejo patriarca/rey, hacia el final En un campo ella lo siembra. (156; KTU 1.6 II 30–35) de su reinado, nombra a su sucesor… [mientras continúa aferrándose] a la autoridad principal de su cargo” (2009, 17) . Esta campaña, como ya he señalado, conlleva La metáfora agrícola extendida en este pasaje —dividir, aventar, quemar, moler, sembrar— varias visitas: la delegación de Baal a Anat, la visita de Anat a El, la delegación de recuerda el mito griego de Deméter. Su hija, Perséfone, se recuerda, fue secuestrada sin Baal a Kothar, etc. La participación de Kothar, de nuevo, implica la elaboración de ceremonias por Hades, la contraparte de Mot, con el consentimiento expreso de su padre, Zeus, regalos, regalos hechos para Baal, de nuevo, pero destinados esta vez a la matriarca estructuralmente análoga a la entrega voluntaria de Baal a Yamm por parte de El. El amor maternal divina, Athirat. Son estos regalos los que finalmente convencen a Athirat— cuyos hijos fueron antiguos rivales de Baal, para interceder ante El en favor de Baal. de la madre despojada por su ab hija canalizada es capaz de doblegar la voluntad del propio Zeus. Finalmente, Baal entra en un conflicto fatal, aunque no concluyente, con Mot. La muerte es la excepción proverbial que confirma la regla. Como un ser omnívoro con Y ella habría destruido toda la raza de los hombres mortales un apetito literalmente ilimitado—“[Un labio al In]erno, un labio al Cielo, [una]lengua con dolorosa hambruna y se habría privado a las Estrellas” (143; KTU 1.5 II 2–3)—él no hace un buen anfitrión Así, Baal, antes los olímpicos del glorioso honor de las ofrendas y los sacrificios, de enviar su delegación a Mot, debe advertir a sus mensajeros: “Pero cuidado, si Zeus no hubiera percibido esto y meditado en su mente. siervos divinos: / No os acerquéis demasiado al Divino Mot, / No dejéis que os lleve. “A Deméter”, págs. 310–13, Athanassakis 2004, 9 Machine Translated by Google El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica Machine Translated by Google 29 kawashima 30 Porque en la medida en que el orden olímpico se basa en la justa distribución Finalmente señalaría que Shapsh es la única entidad que atraviesa el cielo, la tierra y el de dones y sacrificios, en la Teogonía de Hesíodo, Zeus declara que “quien no inframundo, en un circuito diario a través del cosmos que mantiene sus tres reinos separados fuera honrado por Kronos ni privilegiado, lo colocaría en el camino del honor y en una comunicación interminable: la circulación de los cuerpos divinos y el discurso, una los privilegios [a saber, dones y privilegios]. sacrificios], como es justo y vez más. De esta manera, el ciclo de Baal, si no el propio Baal, otorga honor a estos dos apropiado” (395–96, West 1988, 14): la hambruna que Deméter inflige a la dioses, quienes, a diferencia de Anat, no son devotos de Baal debido a lazos familiares humanidad amenaza con hundir el cosmos mismo en el caos. De una manera inmediatos, aparentemente a cambio de los regalos y servicios prestados a su héroe. menos dramática, Anat parece derrotar a Mot a través de un tipo de lógica simpático-mágica que afirma la necesidad cósmica de la agricultura al someter a la Muerte misma a los procesos de cosecha y siembra. Por la misma lógica, se recuerda, tanto El como Anat lloran la muerte de Baal (hambruna) “arando” Trabajos citados su “pecho como un jardín” y “surcando” su espalda “como un valle” (cf. 1 Re 18,28). Puede que Anat no sea la protagonista central de este mito, pero es absolutamente esencial para el éxito final de su hermano y, por lo tanto, para la estructura del cosmos. Lo mismo debe decirse de Kothar wa-Hasis, “el dios artesano ugarítico” (Smith 1985). Él fue quien diseñó para Baal los regalos destinados a Athirat que la inducirían a interceder en favor de Baal, conduciendo finalmente a la construcción de su casa. Él fue quien diseñó para Baal el arma que le permitiría Alter, Roberto. 2011. El arte de la narrativa bíblica. Ed. Rev. Nueva York: Libros básicos. Athanassakis, Apostolos N., trad. 2004. Los Himnos Homéricos. 2ª ed. Baltimore: Prensa de la Universidad Johns Hopkins. Auerbach, Erich. 1953. Mimesis: La representación de la realidad en la literatura occidental. Princeton: Prensa de la Universidad de Princeton. Benjamín, Walter. 1968. "El narrador: reflexiones sobre las obras de Nikolai Leskov". vencer a Yamm. Me inclino aquí a comparar este digno regalo marcial con el Páginas 83–110 en Illuminations: Ensayos y reflexiones. Editado por Hannah Arendt. que los Cíclopes dan a Zeus: “Él [Zeus] liberó a los hermanos de su padre de Nueva York: Schocken Books. su funesta esclavitud… y ellos le devolvieron las gracias por su bondad dándole truenos y relámpagos y el humo humeante. cerrojo, que la poderosa Tierra había mantenido oculto hasta entonces. Con estos para confiar, él es señor de los mortales y de los inmortales” (Theogony, 501–6, West 1988, 18). Benveniste, Emilio. 1971. Problemas de Lingüística General. Traducido por María Isabel Manso. Coral Gables, FL: Prensa de la Universidad de Miami. Beye, Charles Rowan. 1966. La “Ilíada”, la “Odisea” y la Tradición Épica. Jardín Ciudad, Nueva York: Doubleday. Tenga en cuenta, de nuevo, la importancia del intercambio de regalos. Pero Collingwood, RG 1946. La idea de la historia. Oxford: Prensa de la Universidad de Oxford. mientras que los dones que los Cíclopes legan a Zeus son fenómenos naturales, Durkheim, Emilio. 2001. Las formas elementales de la vida religiosa. Traducido por Carol los dones que Kothar otorga a Baal son artefactos culturales —de hecho, artesanales—, como si dijera que la cultura divina ( unificación cósmica) se pone del lado de Baal contra lo antisocial, si es que lo es. divinas, fuerzas de la naturaleza (lucha cósmica), representadas por Yamm, sin mencionar Mot. La Cosmán. Nueva York: Oxford University Press. Eliade, Mircea. 1959. Lo Sagrado y lo Profano: La Naturaleza de la Religión. Traducido por Willard R. Trask. Nueva York: Harcourt, Brace & World. Kawashima, Robert S. 2004. Narrativa bíblica y la muerte del rapsoda. Bloomington: Prensa de la Universidad de Indiana. pregunta es, entonces, en la medida en que no hay obsequios, al menos según Mauss: ¿qué obsequio(s) se otorga(n) a Kothar wa-Hasis a cambio? Al respecto, señalaría que al final del mito se ensalza al artesano divino: “Kothar es tu mago, / Y Hasis tu adivino. / En el día del Deseo y Tunnan, / Kothar wa-Hasis destierra, / Kothar wa-Hasis tiembla (?)” (164; KTU 1.6 VI 49– Kawashima, Robert S. 2006. "La tienda sacerdotal de reunión y el problema de la trascendencia divina: una 'arqueología' de lo sagrado". JR 86:226–57. Kawashima, Robert S. 2011. "La sintaxis de las formas narrativas". Páginas 341–69 en Narratives of Egypt 53). Shapsh también es elogiado de manera similar justo antes en las líneas and the Ancient Near East: Literary and Linguistic Approaches. Editado por F. Hagen, J. Johnston, W. finales del mito: “Shapsh gobierna a los refaítas, / Shapsh gobierna a los Monkhouse, K. Piquette, J. Tait y M. Worthington. dioses. / Tu compañía son las Divinidades, / Mira, los Muertos son tu compañía” (164; KTU 1.6 VI 45–49). No es coincidencia, entonces, que fuera ella quien interviniera (en nombre de El) en la lucha aparentemente imparable entre Baal y Mot, logrando así la distensión cósmica , la unificación cósmica, una vez más. Lovaina: Peeters. Kawashima, Robert S. 2014. “Pacto y contingencia: el encuentro histórico entre Dios e Israel”. Páginas 51– 70 en Mito y Escritura: Perspectivas contemporáneas sobre religión, lenguaje e imaginación. Editado por Dexter E. Callender. Atlanta: SBL Prensa. Machine Translated by Google El ciclo de Baal como un mito de la unificación cósmica Machine Translated by Google 31 Lord, Albert B. 1960. El cantante de cuentos. Cambridge: Prensa de la Universidad de Harvard. Poderoso Baal Mauss, Marcel. 1990. El regalo: la forma y la razón del intercambio en las sociedades arcaicas. Prólogo de Mary Douglas. Nueva York: Norton. McTaggart, JME 1921–1927. La naturaleza de la existencia. 2 vols. Cambridge: Cambridge Ensayos en honor a Mark S. Smith Prensa Universitaria. Nagy, Gregorio. 1999. Lo mejor de los aqueos. Ed. Rev. Baltimore: John Hopkins Prensa Universitaria. Pardee, Dennis. 1997. "El mito de Baÿlu ". Páginas 241–74 en Composiciones canónicas del mundo bíblico. Editado por Editado por William W. Hallo. vol. 1 de El Contexto de la Escritura. Leiden: Genial. Parker, Simon B., trad. 1997a. "Aqhat". Páginas 49–80 en Poesía narrativa ugarítica. Editado por Simon B. Stephen C. Russell Esther J. Hamori Parker. SBLWAW 9. Atlanta: Scholars Press. Parker, Simón B., ed. 1997b. Poesía narrativa ugarítica. SBLWAW 9. Atlanta: académicos Prensa. Parry, Milman. 1971. La creación del verso homérico. Editado por Adam Parry. Oxford: Prensa de la Universidad de Oxford. Shklovsky, Víctor. 1965. “El arte como técnica”. Páginas 3–24 en Crítica formalista rusa. Editado y traducido por Lee T. Lemon y Marion J. Reis. Lincoln: Prensa de la Universidad de Nebraska. Smith, Mark S. 1985. "Kothar wa-Hasis: El Dios artesano ugarítico". Tesis doctoral, Yale Universidad. Smith, Mark S., trad. 1997. "El ciclo de Baal". Páginas 81–180 en Poesía narrativa ugarítica. Editado por Simon B. Parker. SBLWAW 9. Atlanta: Scholars Press. Smith, Mark S. y Wayne T. Pitard. 2009. Introducción con texto, traducción y comentario de KTU/ CAT 1.3–1.4. vol. 2 del ciclo ugarítico de Baal. VTSup 114. Leiden: Genial. Tugendhaft, Aarón. 2018. Baal y la política de la poesía. Nueva York: Routledge. West, ML, trad. 1988. Hesíodo: Teogonía; y, Trabajos y Días. Oxford: Oxford Prensa Universitaria. Wittgenstein, Ludwig. 1981. Tractatus Logico-Philosophicus. Traducido por CK Ogden. Londres: Routledge. Zielinski, Thaddaeus. 1899–1901. “Die Behandlung gleichzeitiger Ereignisse im antiken Epos.” PhilSup 8:405–49. LEIDEN | BOSTÓN EL COMBATE DE BAAL Y MOT (KTU 1.5-1.6) El tercer mitema del ciclo, conflicto o lucha entre los dioses Baal y Mot (la Muerte), contenido en las tablillas KTU 1.5 y 1.6, mantiene una estructura narrativa similar en sus motivos a la del primero. Se inicia con un mensaje-lamento de Mot, mitad amenaza, mitad reproche, en el que describe la situación deplorable a que le ha reducido la actuación de Baal. Se refiere a una de esas variantes de la lucha primordial de este dios con Yam y sus monstruos, a que aludimos antes y del que trataba el primer mitema y que éste explicaba quizá en sus partes perdidas. La victoria de Baal sobre el caos acuoso y su triunfo como rey de la tierra ha sido en realidad también una victoria sobre Mot, el dios de la esterilidad y de la muerte. Al primer contraste sucede ahora este otro. A tal amenaza-lamento responde Baal declarándose vasallo de Mot y, en contraste con la actitud antes manifestada, acepta la declaración de sumisión que en el primer mitema le imponía el dios supremo y que Baal rechazaría. Aquí también, el mismo dios supremo parece sancionar este sometimiento de Baal a Mot, su descenso al Infierno, una vez garantizadas las medidas que aseguren la pervivencia de la fertilidad en la tierra; Guando se comprueba la desaparición y muerte de Baal, El y Anat le lloran, y ésta se preocupa de proporcionarle honrosa sepultura en su morada de Safón, acompañándola con el correspondiente rito fúnebre. ¿Ha sido sincero el luto de El por Baal? El reproche de Anat a los dioses parece suponer que éstos se alegran de la desaparición de Baal, que hay entre ellos, capitaneados por Ashera, una cierta enemiga contra él, aunque el dios supremo se muestra ahora ajeno a tal actitud. De todos modos, se impone buscar un sustituto al rey muerto y depuesto, y de nuevo el candidato, esta vez por elección, no por pretensión propia como en el primer episodio, es Athtar. Pero otra vez su incapacidad para tal función es manifiesta. Consiguientemente, o ha de reinar Mot en la tierra o se impone ir en busca de Baal y restituirle en su trono. Y ésta es la tarea que ahora emprende Anat, la diosa que, en contraste con lo que manifiesta el primer mitema, se muestra aquí decidida y celosa partidaria de Baal. Ya le buscó y lloró muerto; ahora le encontrará y aclamará vivo. Y eso sólo le es posible a través de un contraste declarado con Mot, el asesino de su ‘hermano’ Baal, que desemboca en su completa destrucción. Tal destrucción, en el juego de las oposiciones mitológicas, supone la liberación o ‘resurrección’ de Baal, que escapa al poderío del dios de la muerte que le había devorado, vencido éste por el celo animoso de su ‘hermana’. Vuelto a la vida Baal, el regocijo reina, ante todo en el ‘pecho’ del dios supremo, que ve asegurado el trono de los celestes. Sólo queda ahora dar con su paradero, y de eso se encarga Anat, ayudada de nuevo por la diosa Shapash. Pero como en el ámbito mítico las preeminencias no se regalan, sino que significan contrastes reales, la restauración de Baal debe ir precedida de su victoria. Consiguientemente, como final del episodio vemos a Baal y Mot (de nuevo la destrucción de un dios no signfica su desaparición) enzarzados en desenfrenado combate con sucesivas etapas de resultado incierto. La superioridad de Baal se impone y Mot la acepta, siguiendo también aquí el consejo de Shapash, como en el primer mitema hizo Athtar. Acaba el episodio con un himno de victoria y esperanza en honor de Shapash (<¡o de Baal?). Esta vez el conflicto, dentro de su exclusivo protagonismo divino, refleja un plano de vivencia más inmediata.; no tanto de separación de los ámbitos cósmicos, como era el caso en el primer mitema, cuanto de organización del mismo. En la perspectiva de Ugarit diríamos que se ha vuelto la mirada desde el mar, que está enfrente, hacia la tierra, a su espalda. Y en esta perspectiva se objetiva el gran problema de la vida y ¡a muerte, de la fertilidad y la esterilidad, de la lluvia y la sequía, de la gran lucha entre Mot, el dios de la muerte, que es la personificación de todas las múltiples y variadas fuerzas que tienden a truncar y aniquilar la vida, y Baal, que no es sólo el dios de la lluvia fertilizante, sino más genéricamente el dios del cielo, el dios de la vida, la personificación de todas las fuerzas dadoras, conservadoras y renovadoras de la misma. El valor principal de este tratado de teología baálica en estilo épico-dramático radica en la imagen que nos aporta del universo mítico que vigía en el ‘Norte de Canaán’ a mediados del u milenio a.C., con sus contrastes entre dioses y las funciones de éstos dentro del ámbito de la fertilidad y de la vida. Una imagen que, sin duda, no divergía mucho de la que poseían otras regiones de la zona y con la que toparían ‘lo^hijos de Israel’ durante su asentamiento en Palestina. Son precisamente los antagonismos bíblicos los que, por contraste, nos certifican tal fundamental identidad, a la vez que se esclarecen, a la luz de los textos ugaríticos, en su sentido último, que hasta hoy nos resultaba muy impreciso. Por otra parte, el mito de Baal no manifiesta dependencia ni influencia alguna de mitos parecidos provenientes de Mesopotamia. Se trata de dos universos mitológicos y ecológicos diferentes: en uno es el dios de la lluvia el patrón de la vida, en otro, la corriente del río y su canalización. El dios de la tempestad, Adad, es en Mesopotamia una providencia menor, más bien una amenaza. No obstante, se aprecian en el mito baálico determinados temas que sí tienen su desarrollo en la mitología mesopotámica, como, por ejemplo, el descenso de ciertas divinidades al Infierno, la configuración de éste, la función del dios Sol, etc. KTU 1.5 I El episodio final del Ciclo de Baal enfrenta a este dios de la vida con su enemigo definitivo, el dios de la muerte, Mot. Las vicisitudes de tal enfrentamiento suponen una provisional derrota de aquél como preludio de una trabajosa y también provisional victoria final, que remite sin duda a una reiteración del entero Ciclo. El episodio se abre con la respuesta de Mot a la invitación de Baal, que cambia la dirección de ésta y obliga al dios de la vida a viajar al Inferno, a las fauces de Mot. El texto nos ofrece el final del mensaje en el momento de su encargo y en su totalidad en el de su transmisión, como decíamos. Esto permite la reintegración propuesta y asegura la secuencia inmediata de KTU 1.4-5. La separación que aquí hacemos es meramente argumental. Continuación de la respuesta-mensaje de Mot (Laguna de unas 30 líneas) 1 —Aunque1 aplastaste a Leviatán2, la serpiente huidiza, acabaste con la serpiente tortuosa, el ‘Tirano’ de siete cabezas, (y) se arrugaron3 (y) aflojaron los cielos como el ceñidor de tu túnica4, 5 yo (te) pienso devorar a palmos, a trozos de dos codos5. ¡Venga, pues, desciende6 a las fauces del divino Mot, al sumidero7 del amado de El, el Adalid! Transmisión del mensaje Marcharon sin detenerse los (dos) dioses; 10 así, pusieron entonces cara hacia Baal {que mora) en las alturas de Safón. Y dijeron Gapán y Ugar: — Mensaje del divino Mot, palabra del amado de El, el Adalid: — Mi apetito8, sí, es el apetito del león de la estepa, o9, si se quiere, la gana del tiburón10 (que mora) en el mar; 15 o bien (el ansia de) la alberca que buscan los toros salvajes, (de) la fuente (que anhela), sí, la manada de ciervas. O, (dicho) sin ambages, mi apetito devora a montones11. Y es verdad que a dos manos yo engullo 20 y que son siete las raciones de mi plato y que mi copa mezcla (vino) a raudales. Invítame, pues, Baal, junto con mis hermanos, convídame, Hadad, junto con mis parientes a comer con mis hermanos viandas y a beber con mis parientes vino. 25 ¿Has acaso olvidado12, Baal, que yo voy de veras a destruirte, que [voy a machacar (?)]te? Aunque aplastaste [a Leviatán, la serpiente] huidiza, acabaste [con la serpiente tortuosa], el ‘Tirano’ *de siete cabezas+, 30 (y) se^arrugaron (y) [aflojaron los cielos] [como el ceñidor de] tu [túnica], ¡yo te pienso devorar a palmos, a trozos de dos codos. ¡Venga, pues, desciende a las fauces del divino Mot, al sumidero del amado de El, el Adalid!]1 KTU 1.5 II La laguna que media entre las columnas I y II de esta tablilla parece encubrir una primera reacción negativa de Baal, seguida quizá de la insistencia en la voracidad de Mot y el carácter inevitable de su actuación. En consecuencia, Baal se atemoriza ante la amenza que incumbe sobre l a ‘vida’ y decide aceptar la invitación de Mot para salvar a ésta. Mensaje amenazante de Mot a Baal (Laguna de unas 12 líneas) 1 — [Cuando ponga Mot un labio en la ti]erra y otro en el cielo, [cuando extienda] (su) lengua a las estrellas, entrará [Baal] en sus entrañas, 5 en su boca caerá cuando se agoste14 el olivo, el producto de la tierra y la fruta de los árboles. Respuesta de Baal Se atemorizó ante él Baal, el Todopoderoso, le tuvo miedo el Auriga de las nubes: — Marchad, decid al divino Mot, repetid al amado de El, el Adalid: 10 — Mensaje de Baal, el Todopoderoso, palabra del más potente de los héroes: — ¡(Qué) vergüenza15, oh divino Mot!, ¡siervo tuyo soy a perpetuidad! Marcharon sin detenerse los (dos) dioses; así, pusieron entonces cara hacia el divino Mot, 15 hacia su ciudad ‘Fangosa’, (pues) una poza es el trono de su sede, un lodazal la tierra de su posesión16. Alzaron su voz y exclamaron: — Mensaje de Baal, el Todopoderoso, palabra del más potente de los héroes: — ¡(Qué) vergüenza, oh divino Mot!, siervo tuyo soy a perpetuidad! 20 Se alegró el divino Mot, [alzó] su voz y exclamó: — ¿Cómo podrá (ahora) proporcionar humedad [Baal], [cómo podrá Hadad] esparcir gotas? El vigor de Hadad...17. (Texto irreconstruible de S líneas y laguna de 25) 1.5 III Las columnas III y IV ofrecen sólo inicios de líneas por lo que su reconstrucción es altamente hipotética. Con toda reserva seguimos la propuesta por de Moor y aceptada por Dietrich y Loretz. Posiblemente se dan instruciones —no sabemos por parte de quién, acaso por la diosa Shapash, su acompañante e introductora ante Mot— a Baal para su viaje a la Morada de Mot y se describe el procedimiento mágico repetitivo que habrá de seguirse para su acercamiento a éste, Instrucciones para el viaje (?) (Laguna de unas 10 líneas) — Amplia es la morada [que has de alcanzar], grande la mansión de la ‘dicha’, *una delicia+ la tierra de la ‘dicha’. [A tal efecto (?)] te has de preparar, has de completar [tu atuendo (?)]. Ha de ser blanca [tu veste], 5 ha de tener la blancura [de la Luna], puro como las estrellas [ha de ser tu atuendo]. Luego yo gritaré a Mot [(para que salga) de su casa], al Amado (de El), (para que salga) de dentro [de su palacio]. 10 (A ti) (?) yo te transformaré en ... te convertiré en ... Pon cara de asustado (?) y ve f, ¡oh Baal!], [pon cara de asustado] y ve, ¡oh dios!, [ve], ¡el más apuesto de los dioses! 15 [Y di a Mot]: — Crías de ganado en abundancia [te traigo], crías de ganado en abundacia [te aporto]. Luego yo gritaré (otra vez) a Mot [(para que salga) de su casa], al Amado (de El) (para que salga) de dentro [de su palacio]. [Pon cara de asustado] y ve, ¡oh dios!, [ve, Baal,] y di al divino [Mot]: — Con abundacia de crías de ganado [vengo], con abundacia de ganado lanar y [vacuno], ganado rollizo en abundacia [te traigo]. 25 Luego yo gritaré (otra vez) a Mot [(para que salga) de su casa], al Amado (de El) (para que salga) de dentro [de su palacio]. Pon cara de asustado y ve [, ¡oh Baal!], pon cara de asustado y ve [, ¡oh dios!]. (Laguna de una 20 líneas) 1.5 IV El texto, muy deficiente, sólo permite entrever que se solicita (no sabemos por quién) la presencia de Baal en el banquete que los dioses continúan celebrado en su reciétn inaugurado palacio (¿presididos por el dios El?). Extraña su ausencia. Baal finalmente aparece y la fiesta sigue. (Laguna de unas 20 líneas). 1 Cien espíritus (?) [envió (?)] a que escrutaran la tierra. 5 Alzó su voz [y exclamó]: — (Dónde, pues, está Ba[al, el Todopoderoso], dónde Hadad, [el más potente de los héroes (?)]?IS. 10 ¡Que se presente Baal [con siete de sus servidores], con ocho [de sus jabatos19]! ¡Que se acerque [...], a comer de mi caza!20 Mientras comían [y bebían los dioses], se proporcionaron [reses lechales], con un cuchillo *‘a la sal’ filetes de cebón+, 15 Bebieron en [cáliz vino], en copa de oro [sangre de cepas]21. Copas de plata [llenaron], cáliz [tras cáliz], Y repitieron la ronda de vino [los coperos] {?), subieron mosto [de la casa], [vino] de la casa de El, [hasta agotar las existencias], [acarrearon] a cuestas22. [Alzaron su voz los dioses]: — ¿Quién ha enviado a decir..., [quién] ha enviado a decir una calumnia...? Repitieron... — Un detractor... (Laguna de unas 11 líneas) 1.5 V En las líneas que restan de esta columnas Baal recibe instrucciones precisas (ide la diosa Shapash?) sobre lo que ha de hacer antes de dirigirse a la morada de Mot, instrucciones que él ejecutará puntualmente y que parecen indicar que ha de dejar en la tierra un sustituto que garantice la continuidad de la vida, por si se tratara de un viaje sin retomo. Instrucciones para Baal (Laguna23 de unas 25 líneas) — [Escucha, Baal, el Todopoderoso, ama a una novilla en la tierra de ‘Peste’, a uña vaquilla en los campos de ‘Playa-Mortandad’. Yace con ella setenta y siete veces, que sea montada ochenta y ocho y conciba y para un infante}. Baal, Todopoderoso, [invístele] con la veste de novillo tuyo24, [con tu fuerza, regalo] de tu diestra, con las cadenas (que cuelgan [?]) de tu [pecho]25. El vigor de un novillo [tendrá tu hijo]; cuéntate entre los que bajan a (esa) ‘tierra’ y sabrán los dioses que has muerto. Ejecución de las instrucciones Escuchó Baal, el Todopoderoso, amó a una novilla en ia ctierra de> ‘Peste’-*1, a una vaquilla en los campos de ‘PlayaMortandad’52. 20 Yació con ella setenta y siete veces, fue montada ochenta y ocho y [concibió] y parió un infante33. Ba[al, el Todopoderoso, le invistió con la veste [de toro suyo], con su fuerza, regalo de su diestra, [con las cadenas (que colgaban)] de su pecho34. [El vigor de un novillo [tuvo su hijo]; le pusieron en la caverna de los dioses de la ‘tierra’. Y Baal cogió sus nubes, su viento, su borrasca, su lluvia, consigo a sus siete mancebos, a sus ocho ‘jabatos’; consigo a Pidray, hija de la luz, consigo a Talay, hija del orvalloEntonces su cara dirigió, sí, hacia la montaña Kankanay. Alzó la montaña sobre las manos, el macizo encima de las palmas y descendió a la morada de reclusión de la ‘tierra’, se contó entre los que bajan a (esa) ‘tierra’ y supieron los dioses que había muerto], KTU 1.5 VI 5 yo le pondré en la caverna de los dioses de la ‘tierra’26. Y tú coge tus nubes, tu viento, tu borrasca27, tu lluvia, contigo a tus siete mancebos, a tus ocho ‘jabatos”®*; 10 contigo a Pidray, hija de la luz, contigo a Talay, hija del orvallo. Entonces tu cara dirige, sí, hacia la montaña Kankanay29. Alza la montaña sobre las manos, el macizo encima de las palmas 15 y desciende a la morada de reclusión50 de la ‘tierra’, El texto de la columna siguiente supone, en su laguna, que Baal ha desaparecido después de haber cumplido con las instrucciones que se le dieron en la precedente. En su búsqueda se han enviado mensajeros, que vuelven con la noticia de que Baal yace muerto en el mismo lugar en donde engendró a su sustituto. En realidad, el muerto podría ser éste, como supone de Moor, en cuyo caso hemos de suponer que se trataba de instrucciones secretas, pues ‘los dioses creen/saben que ha muerto‘ (V 16s.). A partir de aquí la trama mítica se desarrolla sin nterrupcióm a lo largo de la columna I de la tablilla siguiente con el lamento de El y Anat por Baal muerto, su entierro ‘en la caverna de los dioses de la tierra’36, el festín funerario en su honor y el intento de buscar un pretendiente adecuado que asuma sus funciones de rey. Baal está muerto (Laguna de mas 30 líneas) [Así, pusieron entonces cara hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales, en el seno del veneró de los dos océanos]. [Se dirigieron a la gruta de El] y entraron 1 [en la morada del Rey, Padre] de años37. [Alzaron su voz y exclamaron]: — Hemos dado vueltas [hasta los extremos de la tierra], hasta los límites de las praderas. Llegamos a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’, a la ‘hermosura5 de los campos de ‘PlayaMortandad’, llegamos hasta Baal, caído en tierra. 10 ¡Muerto está Baal, el Todopoderoso, pereció el Príncipe, Señor de la tierra! Deploración de El por Baal Entonces el Benigno, El, el Entrañable, bajó del trono, se sentó en el escabel, y dejando el escabel se sentó en tierra. 15 Esparció ceniza-58 de aflicción sobre su cabeza, polvo de humillación sobre su cráneo, por vestido se cubrió con una túnica ritual. La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, las dos trenzas39 con una navaja (de afeitar), (se) laceró las mejillas y el mentón. 20 Roturó la caña de su brazo, aró como un huerto su pecho, como un valle roturó su dorso. Alzó su voz y exclamó: — ¡Baal está muerto! <Qué va a ser del pueblo? ¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud? 25 En pos de Baal voy a bajar a la ‘tierra’. Deploración de Anat y ‘entierro’ de Baal También Anat recorrió y rastreó todo monte hasta las entrañas de la tierra, toda altura hasta el seno de los campos. Llegó a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’, a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’, 30 llegó hasta Baal, caído en tierra40. < Esparció ceniza de aflicción sobre su cabeza, polvo de humillación sobre su cráneo >, por vestido se cubrió con una túnica ritual. De Baal. KTU 1.6! La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, 1 las dos trenzas [con una navaja] {de afeitar), {se) laceró las mejillas y el mentón. [Roturó] la caña de su brazo aró como un huerto su pecho, 5 como un valle roturó su dorso. < Alzó su voz y exclamó >: — ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo? ¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud? En pos de Baal vamos a bajar a la ‘tierra’. Con'" ella bajó la Luminaria de los dioses, Shapash. Hasta que se sació de llorar, bebió como vino lágrimas. 10 En voz alta gritó a la Luminaria de los dioses, Shapash: — Cárgame, por favor, a Baal, el Todopoderoso. Escuchó ía Luminaria de los dioses, Shapash, alzó a Baal, el Todopoderoso, a hombros de Anat, sí, le puso. 15 Lo s»bió ella a las cumbres de Safón, le lloró y le sepultó, le puso en la caverna de los dioses de la ‘tierra’42. Banquete funerario Degolló setenta toros salvajes, como sacrificio fúnebre43 de Baal, el Todopoderoso; degolló setenta reses de vacuno, 20 como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; degolló setenta reses ovinas, como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; degolló setenta ciervos, como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; 25 degolló setenta cabras monteses, como sacrificio fúnebre de Baal, el Victorioso; degolló setenta corzos44, Llegamos a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’, a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’, llegamos hasta Baal, caído en tierra. 10 ¡Muerto está Baal, el Todopoderoso, pereció el Príncipe, Señor de la tierra! Deploración de El por Baal Entonces el Benigno, El, el Entrañable, bajó del trono, se sentó en el escabel, y dejando el escabel se sentó en tierra. 15 Esparció ceniza38 de aflicción sobre su cabeza, polvo de humillación sobre su cráneo, por vestido se cubrió con una túnica ritual. La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, las dos trenzas39 con una navaja (de afeitar), (se) laceró las mejillas y el mentón. 20 Roturó la caña de su brazo, aró como un huerto su pecho, como un valle roturó su dorso. Alzó su voz y exclamó: — ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo? ¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud? 25 En pos de Baal voy a bajar a la ‘tierra’. Deploración de Anat y ‘entierro’ de Baal También Anat recorrió y rastreó todo monte hasta las entrañas de la tierra, toda altura hasta el seno de los campos. Llegó a la ‘delicia’ de la tierra de ‘Peste’, a la ‘hermosura’ de los campos de ‘Playa-Mortandad’, 30 llegó hasta Baal, caído en tierra40. < Esparció ceniza de aflicción sobre su cabeza, polvo de humillación sobre su cráneo >, por vestido se cubrió con una túnica ritual. De Baal. KTU 1.61 La piel con (un cuchillo de) piedra desgarró, 1 las dos trenzas [con una navaja] (de afeitar), (se) laceró las mejillas y el mentón. [Roturó] la caña de su brazo aró como un huerto su pecho, 5 como un valle roturó su dorso. < Alzó su voz y exclamó >: — ¡Baal está muerto! ¿Qué va a ser del pueblo? ¡El hijo de Dagón! ¿Qué va a ser de la multitud? En pos de Baal vamos a bajar a la ‘tierra’. Con41 ella bajó la Luminaria de los dioses, Shapash. Hasta que se sació de llorar, bebió como vino lágrimas. 10 En voz alta gritó a la Luminaria de los dioses, Shapash: — Cárgame, por favor, a Baal, el Todopoderoso. Escuchó la Luminaria de los dioses, Shapash, alzó a Baal, el Todopoderoso, a hombros de Anat, sí, le puso. 15 Lo subió ella a las cumbres de Safón, le lloró y le sepultó, le puso en la caverna de los dioses de la ‘tierra’42. Banquete funerario Degolló setenta toros salvajes, como sacrificio fúnebre43 de Baal, el Todopoderoso; degolló setenta reses de vacuno, 20 como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; degolló setenta reses ovinas, como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; degolló setenta ciervos, como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso; 25 degolló setenta cabras monteses, como sacrificio fúnebre de Baal, el Victorioso; degolló setenta corzos, como sacrificio fúnebre de Baal, el Todopoderoso. 30 [Ante su es]tirpe se declaró viuda nubil (?) Anat, [de modo que uno de sus pró]ceres fuese cuñado de los dioses43. Elección del sustituto Así, puso entonces cara hacia El, (que mora) en la fuente de los dos raudales, en el seno del venero de los dos océanos. 35 Se dirigió a la gruta de El y entró en la morada del Rey, Padre de años. A los pies de El se inclinó y cayó se postró y le rindió honores. Alzó su voz y exclamó46: 40 — ¡Que se alegren ahora Ashera y sus hijos, la diosa (madre) y el clan de sus parientes! Pues muerto está Baal, el Todopoderoso, pereció el Príncipe, Señor de la Tierra. En voz alta gritó El 45 a la Gran Dama, Ashera del Mar: — Escucha, ¡oh Gran Dama, Ashera del Mar!, propon uno de tus hijos para que yo le haga rey. Y respondió la Gran Dama, Ashera del Mar: — ¡Venga, hagamos rey a uno inteligente y perspicaz!47. Y respondió el Benigno, El, el Entrañable: 50 — Uno débil de fuerzas no podrá competir, con Baal no podrá medir (su) lanza, con el hijo de Dagón, porque desfallecerá'"'. Y respondió la Gran Dama, Ashera del Mar: — ¡Hagamos entonces rey a Athtar, el Terrible!49. 55 ¡Que reine Athtar, el Terrible! Acto seguido Athtar, el Terrible, subió a las cumbres de Safón, se sentó en el trono de Baal, el Todopoderoso. Sus pies no llegaban al escabel, su cabeza no alcanzaba a su remate. 60 Y respondió Athtar, el Terrible: — No puedo reinar en las cumbres de Safón. Descendió Athtar, el Terrible, descendió del trono de Baal, eí Todopoderoso. ¿Acaso iba a reinar en la tierra, (que) de (un) dios es toda ellaj0, 65 [quien sólo vale (?) para] sacar agua con un caldero, [quien sólo vale (?) para] sacar agua con una jarra?51. KTU 1.6 II Ante el fracaso en hallar un sustituto de Baal, se impone ir en su búsqueda y rescatarle de las fauces de Mot, que es quien se supone le ha devorado. Y a esta tarea se apresta Anat, su hermana- esposa, que deberá enfrentarse al dios del Infierno. Anat busca a Baal (Laguna de unas 30 líneas) Un día y más pasaron y Anat, la Doncella, le buscó52. 5 Como el corazón de la vaca por su ternero, como el corazón de la oveja por su cordero, así (batía) el corazón de Anat por Baal. Cogió a Mot por el borde del vestido, 10 le agarró por el extremo del manto. Alzó su voz y exclamó: — ¡Venga, Mot, dame a mi hermano! Y respondió el divino Mot: — ¿Qué deseas de mí, ¡oh Virgen Anat!? Yo mismo recorrí y rastreé todo monte hasta las entrañas de la tierra, toda altura hasta el seno de los campos. Mi apetito estaba a falta de hombres, mi gana a falta de las multitudes de la tierra. Llegué a la delicia de la tierra de ‘Peste’, 20 a la hermosura de los campos de ‘PlayaMortandad’. Encontré a Baal, el Todopoderoso, yo mismo le puse como un cordero en mi boca, como un lechal en la abertura de mi esófago quedó triturado53. La Luminaria de los cielos, Shapash, 25 abrasando estaba el vigor de los cielos en manos del divino Mot54. Un día y más pasaron, los días se hicieron meses, Anat, la Doncella, le buscó. Como el corazón de la vaca por su ternero, como el corazón de la oveja por su cordero, 30 así (batía) el corazón de Anat por Baal. Cogió al divino Mot; con un cuchillo le partió, con un bieldo le bieldó, en el fuego le quemó, con piedras de molino le trituró, 35 en el campo le diseminó. Su carne la comieron, sí, los pájaros, sus trozos los devoraron las aves; la carne a la carne llamó55. KTU 1.6 ÍII La búsqueda de Baal y su desentrañamiento por Anat acaban con el recurso a la adivinación; en este caso, a un sueño del propio dios supremo que desvele si, como consecuencia de la intervención de la diosa, aquél está vivo (ha vuelto a la vida) o muerto. O, lo que es lo mismo, si la sequía se va a imponer o la lluvia hará su aparición. El dios El plantea el procedimiento como una incubado con un signo de valor disyuntivo: si/no. Resuelta positivamente la cuestión, Anat recibe el encargo de reanudar la búsqueda, ayudada por el dios Sol, ahora a su disposición. El texto, truncado en su inicio, se continúa por el borde en la primera columna del reverso (IV). Revelación de Baal vivo (Laguna de unas 40 líneas) — [Pero si está muerto Baal, el Todopoderoso, y si pereció el Príncipe, Señor de la tierra, en el sueño del Benigno, El, el Entrañable, en la visión del Creador de las creaturas, los cielos aceite no lloverán, los torrentes no fluirán con miel, y sabré yo que murió Baal, el Todopoderoso], que pereció el PrínciEpe, Señor de la tierra]. Pero si está vivo Baal, el Todopoderoso, y si está en su ser el Príncipe, Se[ñor de la tierra], en el sueño del Benigno, El, el Entrañable, en la visión del Creador de las creaturas, los cielos aceite lloverán, los torrentes fluirán con miel, y sabré yo que está vivo Baal, el Todopoderoso, que está en su ser el Príncipe, Se[ñor de la tierra]. En el sueño del Benigno, El, el Entrañable, en la visión del Creador de las creaturas, los cielos aceite llovieron, los torrentes fluyeron con miel. Se alegró el Benigno, El, el Entrañable, 15 sus pies en el escabel apoyó, y desfrunció el ceño y se echó a reír56. Alzó su voz y exclamó: — Me sentaré y reposaré, y reposará en mi pecho mi alma, 20 porque está vivo Baal, el Victorioso, porque está en su ser el Príncipe, Señor de la tierra. Encargo de búsqueda de Baal En voz alta gritó El a la Virgen Anat: — Escucha, ¡oh Virgen Anat!, di a la Luminaria de los dioses, Shapash: KTU 1.6 Resecos están los surcos de los campos, ¡oh Shapash!, N l resecos los surcos de los campos, ¡dios!57. Baal ha dejado los surcos de la arada58. ¿Dónde está Baal, el Todopoderoso, 5 dónde el Príncipe, Señor de la tierra? Marchó la Virgen Anat; así, puso entonces cara hacia la Luminaria de los dioses, Shapash. Alzó su voz y exclamó: 10 — Mensaje del Toro El, tu padre, palabra del Benigno, tu progenitor: — Resecos están los surcos de los campos, ¡oh Shapash!, resecos los surcos de los campos, ¡dios! Baal ha dejado los surcos de la arada. 15 ¿Dónde está Baal, el Victorioso, dónde el Príncipe* Señor de la tierra? Y respondió la Luminaria de los dioses, Shapash: — Vierte vino chispeante59 de las tinas, que traiga la comitiva60 de tu{s) congénere(s), 20 que yo buscaré a Baal, el Todopoderoso. Y respondió la Virgen Anat: Doquiera (vayas), ¡oh Shapash!, doquiera61, El te proteja, que te protejan en paz (los dioses)62. (Laguna de unas 35 líneas) KTU 1.6 V En el espacio perdido ha de presuponerse que Shapash cumple su misión: descubre a Baal vivo y dispuesto a reinvidicar su preeminencia, la cual pasará por someter a los dioses, ‘hijos deAshera’, que se han supuesto contentos con su muerte (cf. KTU 1.6 I 39ss.), al decir de Anat. Tal cosa parece presuponer el fragmento inicial de la columna V. Por otra parte, las lineas 33-3S parecen el cumplimiento de la premonición del retorno triunfal de Baal a su trono (líneas 5-6). Ambos textos son, con todo, deficientes y no cabe excluir del todo una versión en pasado, como actuación llevada ya a cabo por Baal. La súbita aparición de Baal al cabo del tiempo, fuera ya del alcance de Mot, hace prorrumpirá éste en una amenaza de exterminio de los humanos con vida, si no se le proporciona un sustituto divino en lugar de aquel que se le ha escapado, obligado por la contundente actuación de Anat (si es que alguna vez llegó realmente a devorarle y no más bien a su reemplazante). El ciclo estacional, pues, anuncia el declive del estiaje y la vuelta de la lluvia fecundante. Mot reclama mientras tanto una víctima sustitutoria que calme su apetito devorador y deje a salvo la vida, conjurando su intempestiva acometida en época de fertilidad. Ashera; a los grandes golpeará con el alfanje, a los que (son) como Yam63 golpeará con la maza, a los pequeños64 arrastrará por tierra. 5 Y [se sentará] Baal en su trono regio, [en el diván], el solio de su poder. Reencuentro con Mot Los días se hicieron meses, los meses se hicieron años; hasta que a los siete años aflojó (?) el divino Mot 10 ante Baal, el Todopoderoso. Alzó su voz y exclamó: — Por tu causa, Baal, he visto la postración, por tu causa he visto el aventamiento <a bieldo, por tu causa he visto el trinchamiento> a cuchillo*15, por tu causa he visto la combustión por fuego, 15 por tu causa [he visto la molienjda a la piedra, por [tu cau]sa he visto [el cerni]do con criba, por tu causa he visto la caída (?) en el campo, por tu causa he visto la diseminación en ei mar. 20 Da(me) uno de tus hermanos para que yo le devore y cese la ira que padezco. Si no me das uno de tus hermanos, mira, entonces (serán) mi presa [...], mi alimento, [los hombres], 25 mí comida, las multitudes de [la tierra]. ¡Que caiga, pues, [uno de tus hermanos], Vengaza anunciada de Baal Laguna de unas 25 líneas) KTU 1.6 VI Al parecer, Baal asiente a la demanda de Mot, pero astutamente le engaña y le hace devorar a sus propios hijos, los dioses infernales: el Infierno se alimenta de sus muertos, y la vida prospera a su pesar. Se desata en consecuencia una feroz contienda entre ambos poderes, de la vida y la muerte, que acaba con una apretada y provisional victoria en favor de Baal, apoyada por el sabio consejo de Shapash. Esta sabia divinidad se presenta como una fuerza ambigua que tanto induce la mortífera abrasadora sequía como hace crecer la vida con sus benéficos rayos. Representa la sabiduría del ‘momento adecuadode la realidad aceptada. Al final del ciclo es cantada (?) como divinidad propicia. Combate Baal-Mot [Se peleó por la plata, se posesionó del oro] 1 del que quiso echarle [de las alturas de Safón], expulsarle [de su trono regio] [como un pájaro] de [sus] do[minios]66. [Entregó sus propios hermanos Baal] [como alimento al divino] Mot, 5 [como consumición], el Campeón de los pueblos67. [Entonces los consumió] el divino Mot, [devoró (?)] a sus siete mancebos68. Y respondió el divino Mot: — Y [he aquí] que a mis hermanos hizo Baal mi alimento, 10 a los hijos de mi madre, mi consumición. Se volvió hacia Baal (que mora) en las cumbres de Safón, alzó su voz y exclamó: — A mis hermanos hiciste, Baal, mi alimento, a los hijos de mi madre, mi consumición. 15 Se atacaron como luchadores69: Mot era fuerte, Baal era fuerte. Se acornearon como toros salvajes: Mot era fuerte, Baal era fuerte. Se mordieron como serpientes: 20 Mot era fuerte, Baal era fuerte. Se arrastraron como alazanes70, Mot cayó, Baal cayó. Desenlace del combate (Desde) arriba Shapash gritó71 a Mot: — Escucha, por favor, ¡oh divino Mot! ¿Cómo puedes pelearte 25 con Baal, el Todopoderoso? ¿Cómo quieres que te escuche72 el Toro Ei, tu padre? De seguro arrancará el soporte de tu sede73, volcará, sí, tu trono regio, si duda romperá tu cetro de mando74. 40 [,..77] citó a [... y] familiares: — [¡Venga, venid!], ¡venga, bajad!, [que la carne {?)] es tierna! ¡A comer, sí, pan de ofrenda, 45 a beber, venga, vino de obsequio! ¡Shapash, a los Refaim tú dominas, Shapash, tú dominas a los divinales! [Mira], en torno tuyo78 están los dioses, mira, los hombres79 en torno tuyo. Kothar es tu compañero80, y Hasis, tu conocido81. 50 Con YaraS2 están Arish y el Dragón83: que Kothar-Hasis (los) expulse, que (los) eche Kothar-Hasis. El escriba fue Ilimilku, shubaní, discípulo de Attán, Arúspice84, 55 Sumo Sacerdote, Jefe de Pastores, Oficiante85 de Niqmad, Rey de Ugarit, Señor, y rg b b ‘1, t rm n i i . 30 Se atemorizó el divino Mot, tuvo miedo el amado de El, el Adalid, se agitó Mot en su postración75. Al[zó su voz y exclamó]: — Baal ha de instalarse en su trono regio, 35 en el diván, el solio de su poder. [Asumirá su reino eterno], su dominio [por generaciones]. He aquí que [contará] los años [con El], [los meses con el Benigno, El], el Entrañable76. NOTAS 1. /: ‘cuando’; ‘es cierto que’, en razón de la anfibología del functor ug. k. 2. Ug. Itn, Lotán, a saber, Leviatán, el proverbial monstruo primordial, ayudante de Yam, el ‘Dragón/Serpiente de siete cabezas’, aniquilado por Anat (cf. KTU 1.3 III 40ss.). La fatídica serpiente reaparecerá en la apocalíptica del Antiguo Testamento (Is 27,1; Sal 74,13s.; 104,26; Am 9,3; Job 3,8; 26,3; 40,25ss.), del Nuevo Testamento (Ap 12,3; 13,1; 17,7: el Dragón de siete cabeza^) y en la apócrifa, transformada en una figura apocalíptico-cscatológica. Cf. C. Uehlinger, «Leviathan», en K. van der Toor et al. (eds.), Dictionary ofDeities and Demons in the Bible, Leiden-New York-Koln, 1995, cois. 956964. 3. /: ‘quedaste al desnudo’; ‘se calentaron.’, ug. ttkh ttrp. 4. /: ‘te consumiré/devoraré’; ‘permíteme desgarrarte a trozos’, ug. ipdk ... iípi utm. 5. El texto es muy confuso. /: ‘que yo devoraré costados, entrañas y antebrazos’; ‘con gemidos yo soy devorado, (como) trozo de boñiga muero’, ug. ispi utm drqtnamím. Cf. DLU 59s., 141 (ut, drq). 6. /: ‘¡no has bajado todavía!’ (= ¡ya bajarás!), ug., lyrt, por anfibología del functor ug. I. 7. Denominación impresionista de la ‘garganta’ del dios, que lleva a su vientre/morada, el Infierno. Hay aquí una interacción de diferentes niveles semánticos. 8. /: ‘garganta’, otro de los valores del semítico nps. 9. La partícula ug. km permite construir también estas frases como interrogaciones disyuntivas. 10. Versión aproxiraativa. /: ‘delfín’; literalmente: ‘el que bufa’, ug. anhr. 11. /: ‘barro’; ‘como un asno’, por la amfibología de ug. btnr. 12. /: ‘bebamos’, ug. nit. 13. Para este texto, cf. la anticipación deí mismo más arriba. 14. /: 'como oiiva agostada’; ‘por que está abrasando’, ug. khrrzt. 15. Traducción incierta. /: ‘apresúrate’; ‘¡salve!, ‘¡saludos!’, ug. bht. 16. Cf. KTU 1.4 VIII lOss. 17. Texto muy fragmentario e incierto; no se ha de excluir una restauración del tipo: ‘¿Cómo es que (ahora) me invita [Baal con mis hermanos], me convida Hadad (con mis parientes] 18. /: ‘*nuestro rey+’; ‘*el que engorda a los dioses+’, cf. KTU 1.4 Vil 50-51. 19. Con este terónimo se designa a sus más aguerridos ‘guardaespaldas’ (cf. KTU 1.5 V 8-9; también KTU 1.15 IV 6s. y paralelos, para el uso de terónimos como apelativos humanos). Todo este texto es deficiente y oscuro. Se propone también: ‘en sus siete estancias, en sus siete antesalas’, cf, KTU 1.3 V 11-12. 20. /: ‘el pan de mi banquete!’, ug. Ihm ms*. 21. Para el formulario cf. 1.4 IV 37s. 22. Literalmente: ‘con correas (de arrastre)’, ug, cl hbH. Reconstrucción altamente hipotética. 23. Parte de esta laguna puede rellenarse con eí inicio del encargo que Baal lleva a cabo, transcrito ahora, en el momento de la encomienda, en forma yusiva. 24. Como si fuera un aíterego. /: ‘tu soberanía’, ug. ipd prk. 25. Texto muy deficiente y oscuro. 26. Se supone que está destinado a morir. Se asegura para él la dignidad de dios ctónico después de la muerte. 27. /: ‘tus rayos’; ‘tus calderos, regaderas (~ por ‘nubes’ *?+)’, ug. mdlk. 28. Cf. n. 19 para este tipo de designación. La referencia a una constelación (<las Pléyades?) es meramente hipotética y poco probable. 29. /: ‘de mi túnel’, suponiendo que es la diosa Sol la que habla; ‘de mi tapadera, cubierta’, suponiendo que es Mot quien así se expresa (cf. KTU 1.4 VIII 2-3: las montañas que ‘tapan’ el acceso al Infierno). 30. Cf. p. 98, n.120 (KTU 1.4 VIII 5-9). 31. /: ‘tierra de pastos’, ‘descampado’, ug. bdbr. 32. Probablemente la antesala del Infierno, una especie de ‘Campos Elíseos’ cananeos. 33. /: ‘hermano gemelo’. Para de Moor una especie de doble o ‘rey por un día’, según eí uso mesopotámico en el festival de Año Nuevo, que confunda a todos respecto al destino real de Baal. Éste luego aparecerá como ‘resucitado’, con vida (KTU 1.6 III). Por otro lado, no se puede suponer en al[ el inicio de alp, pues tal prole (‘ox’/'Ochsen’) está excluida como impropia de Baal por 1.10 III 2ss. Debe leerse ai[ryn como requiere además la línea 1. 34. Con la repetición ejecutiva queda cubierta la laguna de una 11 líneas que presenta la columna, dentro del más puro estilo de la narrativa épica cananea, que se caracteriza por estas repeticiones. 35. Cf, De Moor, An Antholcry ofReligious Texts, pp. 79, 83 n. 403: sería a éste al que devoraría Mot. 36. Cf. líneas 5-6 de la columna precedente, donde se dice que éste será ei destino de su sustituto. 37. Para el formulario que define la marcha a la morada del dios El, cf. KTU 1.1 III 23s.; 1.2 III 4s.; 1.4 IV 20ss,; 1,6 I 32ss. 38. /: "una gavilla*; ‘basura1* ‘suciedad1, ug. cmr. 39. Quizá ‘patillas’. í\ ‘usando un sílex’; ‘incisiones*, ug. psltm. 40. En el caso de Anat se unen los formularios que describen el viaje de los mensajeros y la deploración de El. 41. /: ‘a ella baja’, ug. cmb. 42. Cf. KTU 1.5 V 5 s .y n . 26. 43. El término ug. gmn es de interpretación incierta. Se proponen como versiones alternativas: ‘por que Baal, el Todopoderoso, había sido profanado, ensuciado’; ‘como lamento’. 44. /: ‘asnos’, texto ug. fragmentario y(?)]hmrm, 45. O ‘yerno de El’. El texto es deficiente y ha sido objeto de varias integraciones. La versión ofrecida, propuesta por de Moor, supone que se aplica a la viuda de Baal un procedimiento similar al que suponía la ley del levirato en Israel: el hermano del difunto debía tomar por esposa la viuda de su hermano (ug. ybmt, hb. ybmb), muerto sin descendencia. Por eso, a continuación se dirige Anat, la hermana-esposa de Baal, a El para saber quién será el sucesor de aquél. 46. Para eí formulario cf. p. 95, n. 86. 47. interpretando así yde yíhm ‘don sábelotodo’ (= ‘(el) que sabe y urde’), que podía tomarse como el hipocorístico de la deidad propuesta. /: ‘el que sabe/es capaz de traer la humedad'; ‘el que sabe (cómo) fluye el jugo’; o simplemente ei teónimo ydc*ylhn> de tipo ‘amorreo\ 48. /: *ante el hijo de Dagón dobla la rodilla’, ug. ktmsm. 49. /: c<no hemos de hacer ug. bit nmlk. 50. h y reinó en la divina tierra toda ella’; dios de toda ella’, Pero tal versión está aparentemente en contradicción con lo dicho anteriormente sobre su incapacidad para ser rey en lugar de Baal, que es el auténtico ‘Rey/ Señor de la tierra1 (ug, bl ars). Para escapar a esta dificultad se prentende que ‘tierra’ aquí significa ‘tierra llana’, susceptible de regadío, o ‘Infierno’, correspondiendo en ambos casos a las supuestas características del dios Athtar como dios de la irrigación artificial y divinidad ctónico-infernal (?). Para el sentido del cliché cf. 1.3 VI I2ss., dicho de la morada de Kothar. 51. Posible referencia a su capacidad como dios de la irrigación artificial (?). 52. /: ‘interrogó \ ug. tngtb. 53. Para la fraseología, cf. KTU 1.4 VIII 17ss. 54. Para la frase, cf. KTU 1*4 VIII 2 lss. Ésta explica en qué consiste el que Mot ‘devore a Baal1, como se ha asegurado previamente: la implantación de la sequía en la tierra bajo el tórrido sol del verano. 55. /: ‘los carní(voros) engordaron con la carne’, ug. sir ISirysh, La intención del proceder de Anat es claro: puesto que Mot dice haber ‘devorado* a Baal, ‘desentrañarle’ y sembrarle en el campo hará posible que Baal rebrote y se libere. 56. Para la fraseología, cf. KTU 1.4 IV 27ss. 57. /: ‘los campos de El*; ‘los campos espléndidos’, ug. £dm il. La dificultad derivada del género normal femenino de la diosa Shapash no es insuperable. Tal género fluctúa en las diversas mitologías orientales. Por otra parte, véase la secuencia de la pareja épéfyrh en KTU 1.43 ú 1,14; en tales emparejamiemos siempre precede el Varón’. El mismo fenómeno se presenta quizá a continuación en las líneas 22-23. 58. /: ‘¡(acaso) te hicieron a ti Señor de los surcos de la arada?’, ug. ystk Ifi €nt mbrtí, en relación con la aseveración de Mot en El 24 s. 59. Literalmente: ‘vino de ojo(s)’, ug. yn ‘n 60. /: ‘traigan coronas (?) tus congéneres’; ‘pon coronas sobre tus congéneres’, ug. bi lyt. Cf. DLU 250 (iyt). 61. /: ‘con fuerza y más fuerza’, ug. an tan. 62. La expresión reproduce una conocida fórmula epistolar de saludo. 63. /: ‘los atacantes, destructores’; ‘los sicarios de Yam’, según las diferentes interpretaciones de ug, dkym (cf. DLU 131). 64. /: ‘el ardiente calor de Mot’; ‘el pequeño de Yam’, según las diferentes lecturas de sgnn. La asumida aquí supone ‘pequeños’ por oposición a rbm, ‘grandes’, de la línea 2. Algunos autores lo traducen por ‘numerosos’, deshaciendo así la correlación ‘grandes/pequeños’, como categorías de dioses. 65. Haplografía; cf. supra su destrucción por Anat, II 30ss. 66. Para la reconstrucción de este texto, cf. 1.3 III 47-IV 2. 67. Cf. infra líneas lOs. Para el epíteto, cf. KTU 1.2 I 46. 68. Cf. KTU 1.5 V 8s., donde también aparecen tos siete mancebos de Baal. Se trataría de la cohorte que acompaña a los grandes dioses. 69. ‘se acecharon como gallos de pelea’, ug. ytfn kgmrm. 70. La semántica tanto de ug. msb como de Ism es imprecisa, /: ‘se patearon como animales de carrera'. 71. Cf. KTU 1.161:19 para esta frase de introducción de discurso directo por parte de Shapash. 72. I: ‘¿cómo va a dejar de oírte?’, dada la ambigüedad semántica del functor ug. al. 73. /: ‘los postes de tu residencia’, ug. alt tbtk. 74. La frase reaparece en la inscripción del sarcófago de Ahirom de Biblos. 75. Cf. las líneas 21s. (ql) y V 12. /: ‘se agitó por sus palabras’; ‘se alzó a su voz’ ; ‘entró en razón a su voz’, ug. y:r mt bqlb. 76. Reconstrucción hipotética. Cf. KTU 1.17 VI 28s. 77. No sabemos quién invita ni quiénes son los invitados. Verosímilmente éstos son Shapash y los demás dioses celebrados en el himno siguiente. La restauración de Anat en este lugar es completamente hipotética. 78. /: ‘tu compañía’, ug. ‘dk. 79. /: ‘muertos (divinizados)’; ‘héroes’, ug. mtm. 80. /: ‘tu mago, conjurador’, ug. hbrk. 3 1 ./ : ‘adivino’, ug. d‘t . 82. /: ‘en el día de...’; ‘en el mar están’; ‘al Mar... expulse...’, ug, bym... yd. 83. Los monstruos enemigos de Baal y comparsas del dios del mar Yam que Anat aseguró haber aniquilado. Cf. KTU 1.3 III 40ss. 84. Ésta parece ser la más verosímil interpretación de ug. prln, título de origen extranjero. 85. /: ‘secretario de estado’, ug. fy . 86. Sobre estas dos denominaciones del rey de Ugarit, cf. RC ]66ss., donde se discuten otras interpretaciones. /: topónimos yrgb y trmn.