Subido por HECTOR M. BONILLA

NECESITO UN MILAGRO

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NECESITO UN MILAGRO
MARCOS 5:21-23; 35-43
Tesis: Dios está dispuesto a concederte tu milagro si
puedes creer.
Marcos 5:21–23
21Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla,
se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba
junto al mar. 22Y vino uno de los principales de la
sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a
sus pies, 23y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está
agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea
salva, y vivirá.
Marcos 5:35–43
35Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal
de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué
molestas más al Maestro? 36Pero Jesús, luego que oyó
lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No
temas, cree solamente. 37Y no permitió que le siguiese
nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
38Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el
alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. 39Y
entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña
no está muerta, sino duerme. 40Y se burlaban de él. Mas
él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de
la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba
la niña. 41Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita
cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. 42Y
luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años.
Y se espantaron grandemente. 43Pero él les mandó
mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de
comer.
Tensión
Necesito un milagro, decía Jairo.
Necesito un milagro, decía la mujer del flujo de sangre.
Necesito un milagro dirás tú en esta hora.
Dios está dispuesto a concedértelo si puedes creer.
Si puedes creer más allá de las circunstancias.
Si puedes creer más allá de los síntomas.
Si puedes creer más allá de las malas noticias.
Si puedes creer porque para el que cree todas las cosas
son posibles.
Juan 11:40 ¿No te he dicho que si creyeres veras la
gloria de Dios?
Cada uno de nosotros ha sido impactado por la tragedia
hasta cierto punto.
Ya sea enfermedad, dolencia, muerte o cualquiera de las
miles de cosas que nos pueden tocar a los humanos,
todos hemos experimentado dolor.
Ya sea el dolor de un cuerpo roto, un corazón roto o un
espíritu roto, la tragedia nos ha tocado a todos.
Ya sea que el dolor sea de naturaleza física o espiritual,
todos nos hemos visto afectados.
Verdad Bíblica
Jesús dijo que sería así.
Juan 16:33 …En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo.
Job también comentó sobre la difícil situación del
hombre.
Job 14:1 El hombre nacido de mujer, corto de días, y
hastiado de sinsabores.
En este pasaje, nos enfrentamos a un padre que está
pasando por una tragedia.
Ese día, la muerte se presentó en la casa de Jairo y
había venido por su hija de 12 años.
Su corazón estaba roto, y en medio de su tragedia, se
vuelve al Señor Jesucristo.
Jairo descubrió que Jesús es más que suficiente en los
tiempos de nuestra tragedia.
Hoy, quiero examinar los eventos de este pasaje.
Quiero que miremos de cerca esta escena trágica y
llorosa y veamos cómo Jesús es capaz de arrebatar la
victoria de las mismas fauces de la derrota.
Quiero predicar sobre el tema Necesito Un Milagro.
Aplicación
1. Un hombre importante.
Jairo era un jefe de la sinagoga.
Era un hombre de prominencia, posición, prestigio,
privilegio, prosperidad y poder en la comunidad.
Era un hombre que lo tenía todo, pero en este momento
nada de eso importaba.
Cuando Jairo hablaba la gente escuchaba.
Cuando entraba en una habitación, todos se ponían de
pie en reconocimiento.
Pero ahora, se encuentra en un lugar donde ya nada de
eso importa.
A la enfermedad y a la muerte no les importa quién es
este hombre, que posee o la posición que ocupa.
Aquí hay un hombre que es religioso.
Pero su religión es impotente para ayudarlo en esta
situación.
Te garantizo que Jairo habría cambiado todo por el poder
de cambiar su situación.
La vida se volvió muy definida para Jairo.
Lo tenía todo, o eso creía.
En realidad lo que tenía en el mundo no significaba nada.
La muerte había llegado a la casa de Jairo, y había
venido por su verdadero tesoro.
Su hija (su única dice Lucas) de 12 años se estaba
muriendo y ella era su verdadero tesoro.
Algunas personas pasan toda su vida acumulando poder
y riqueza.
Pero, cuando llega la tragedia, esas cosas no significan
nada.
A la muerte no le importa si eres millonario.
A la enfermedad y al dolor no les importa si tienes poder,
prestigio y posición en la comunidad.
El dolor y el sufrimiento no se preocupan por tu
popularidad.
Al infierno no le importa quién eres y lo que has hecho.
Cuando la tragedia y la muerte te llaman, es mejor que
conozcas a alguien más grande que tú.
A dónde ir para obtener la ayuda que necesitas.
Jairo supo a dónde ir.
2. Su actitud.
En algún lugar, Jairo había oído hablar de Jesús.
El nombre Jairo significa: “Aquel a quien Dios ilumina”.
De alguna manera, Dios había abierto los ojos de este
funcionario judío y vio que Jesús era su única
esperanza.
Y ahora, en el mismo momento en que su hija se está
muriendo, Jesús pasa por la ciudad.
¡Qué casualidad! ¡No! Fue el plan divino de Dios que
permitió que los caminos de Jairo y Jesús se cruzaran.
Él siempre está pasando.
Note cómo este hombre de posición y poder se presentó
ante Jesucristo.
Vino con reverencia, con oración y con pasión.
La Biblia dice que se postró a sus pies.
Se humilló a sí mismo en la presencia del Señor de
gloria.
Bajó de su elevada posición para humillarse ante el
Señor.
Este es un secreto que muchas personas nunca
aprenden.
Antes de llegar a alguna parte con el Señor, tendrás que
humillarte en Su presencia.
Vas a tener que hacerte pequeño ante Él.
Vas a tener que llegar al lugar donde Él es todo y tú eres
nada.
Una de las grandes verdades en la Biblia es esta: ¡El
camino hacia arriba es hacia abajo!
Santiago 4:6 Dios resiste a los soberbios, y da gracia a
los humildes.
Cuando llegamos al lugar donde vemos nuestra propia
incapacidad y la habilidad de Él, entonces estamos en
una posición para recibir lo que necesitamos de Él.
Vs23 …y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está
agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea
salva, y vivirá.
Le está diciendo a Jesús: Yo no puedo hacer esto, pero
creo que tú sí puedes.
Jairo hizo una tremenda declaración de fe.
Jairo establece que cuando Jesús ponga las manos
sobre ella su hija sería sanada y viviría.
Estableció eso por medio de sus palabras llenas de fe.
Esta es la fe que hizo que Jesús dejara a la multitud y
siguiera a Jairo.
Ese es el lugar al que tenemos que llegar en la vida.
Tenemos que llegar al lugar dónde sabemos que aunque
nosotros no podemos, ¡Él puede!
Necesitamos llegar al lugar de la rendición absoluta.
A ese lugar donde nosotros y todo lo que tenemos
estemos a los pies de Dios.
Al lugar donde estemos dispuestos a decir: Yo no puedo
Señor, pero Tú sí puedes.
3. La demora.
Pero en el camino una mujer con un problema de sangre
aparece en la escena.
Ella tocó las vestiduras de Jesús, recibió sanidad y dio
testimonio.
Todo esto puede haber llevado una hora.
Mientras tanto Jairo esperaba para que le sanara a su
hijita.
Este retraso debe haber afectado el corazón de Jairo.
Sin duda, está impaciente y quiere que el Maestro se dé
prisa.
Debe haberlo confundido por qué Jesús se detendría y
trataría con este problema, cuando su pequeña hija yacía
a las puertas de la muerte.
Ha ocurrido una demora, una demora costosa.
Posiblemente ya Jairo se estaba poniendo ansioso.
¿Qué hacemos cuando Jesús parece demorarse en
contestarnos?
¿Qué hacemos cuando parece que él atiende a todos y a
nosotros no?
Ninguno de los escritores de los Evangelios registra nada
de lo que dijo Jairo durante este tiempo de demora.
No se le ve tirando de las vestiduras de Jesús para
apresurarlo.
No interrumpe el diálogo del Señor con esta pobre mujer.
Él simplemente espera hasta que Jesús sea libre y pueda
continuar con Él.
Esta es la respuesta de la fe.
Las demoras del Señor son para enseñarnos.
Jairo estaba tomando un curso de fe acelerada.
Jairo llego con un bachillerato en fe pero su situación
necesitaba un doctorado y este era el momento de recibir
los créditos que le faltaban.
Qué clase de enseñanza de una mujer que precisamente
su enfermedad tenía la misma edad de la hija de Jairo
(12 años).
Paralelamente la niña y la enfermedad en la mujer
crecian al mismo tiempo.
Y el mismo día en que murió la enfermedad en la mujer
también murió la niña.
4. La prueba de la fe.
Y llegó la hora oscura para Jairo.
Vamos a ver si aprovechó el curso.
Llegó un terrorista a bombardear las torres gemelas de la
fe y la esperanza de Jairo.
Exactamente aquello que Jairo sabía que podía suceder
sucedió.
No podía haber sido peor. Su hija había muerto.
Todos sus sueños y esperanzas se hicieron añicos y se
rompieron en un instante.
Más allá de lo que había creído, más allá de todas las
declaraciones de fe y confesiones que había hecho,
recibió la mala noticia.
Salmo 112:7 No tendrá temor de malas noticias…
Es demasiado tarde Jairo. Tu hija ha muerto.
No molestes más al Maestro.
Cuantas veces escuchamos esa misma voz hablándonos
a nosotros.
Aunque Jairo había hablado buenas cosas las malas
cosas vinieron por su camino.
¿Cuántas veces ha llegado a nuestros corazones una
palabra similar? ¡Muertos y no hay más esperanza!
¡Cómo nos conmocionan esas noticias!
Cómo miramos hacia atrás a los momentos en que
oramos sobre un asunto y nos preguntamos por qué el
Señor se demoró. y permitió que esto sucediera.
Vs36 Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía dijo al
principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
No creas lo que oyes, No creas lo que sabes.
No creas lo que ves. ¡Solo confía en Mí!
Jairo fue obediente a las instrucciones de Jesús.
Si Jairo hubiera permitido que le llegara el temor y
hablaba lo que estaba en su mente . . .
“Si no te detenías a sanar esa mujer, llegabas a tiempo
para sanar a mi hija”.
Jairo hubiera entrado en un conflicto y hubiera celebrado
un funeral días después.
Jairo no habló una sola palabra.
Ni una sola palabra salió de su boca.
Cuando las cosas van mal.
Cuando parece que nada va a resultar.
Cuando tu fe esta baja.
Cuando todo el infierno se ha soltado en tu contra y
contra tu confesión de fe simplemente cierra tu boca.
Es tiempo de descansar en lo que ya has dicho.
En las palabras habladas cuando tu fe estaba alta.
Cuando parecía imposible que dudaras de que lo que
estabas diciendo iba a suceder.
Cuando hay presión, cuando hay dificultad y vienen
malas noticias.
Cuando parece que nada puede ayudar, cuando parece
que toda esperanza esta perdida.
Ese es el tiempo de ejercitar el vocabulario del silencio.
No hables nada.
Jairo unas horas antes tenia la boca llena con la solución
a su problema …Pero ahora.
Gracias a Dios Jairo no pidió la opinión de nadie.
Cuando estés en el momento oscuro no le pidas opinión
a nadie.
Eso es lo que la fe te dice hoy.
Cada instinto y cada indicador pueden decir: ¡No hay
esperanza!
Pero la fe mira hacia un Dios que es más grande que
cualquier cosa que podamos escuchar, conocer o ver.
5. El Milagro.
Vs38 Y vino a casa del principal de la sinagoga…
y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban
mucho.. (algunos hipócritamente).
Vs39 Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis?
La niña no está muerta, sino duerme.
Vs40 Y se burlaban de el.
Hay gente que se va a burlar de tu fe.
Se van a burlar de tu confesión.
Cuando tú hablas de salud estando enfermo.
Cuando hablas de riqueza estando pobre.
Cuando hablas de abundancia en medio de la escasez.
Cuando dices viene lluvia y lo que hay es sequía.
Ellos no entienden tu lenguaje.
No entienden que tú llamas las cosas que no son como si
fueran.
No entienden que tú le has creído a Dios.
Echó fuera a todos y solo entró con 5 personas.
Para ver tu milagro tienes que echar fuera los incrédulos.
Los que te roban la fe.
Los que te quitan fuerzas.
Los que drenan tus energías.
Los que no entienden tu visión.
Que se vayan.
Es mejor estar solo que mal acompañado.
Rodéate de los visionarios.
De los que te animan.
De los que te enriquecen la vida.
De los que cuando no entienden algo guardan silencio y
oran por tí.
Y tomando a la niña de la mano dio la orden.
El Creador del universo ordenaba.
El que tiene las llaves de la muerte.
El Rey de Reyes y Señor de Señores hablaba.
Niña a ti te digo: levántate.
Recibe tu milagro.
Su hija fue levantada a la vida.
¡Cuando llegó la vida, la muerte tuvo que huir!
Las palabras que Jairo estableció al comienzo fueron
cumplidas al pie de la letra.
La niña se levantó y anduvo.
Tu milagro tiene vida.
Todos se espantaron grandemente.
Cuando tu milagro llegue todos se asombrarán.
Cuando llegue tu sanidad.
Cuando se restaure tu matrimonio.
Cuando Dios te dé un mejor trabajo.
Cuando Dios te dé un mejor carro.
Cuando ese que te hace la vida difícil se convierta.
Dijo que le diesen de comer.
Porque cuando el milagro llegue tienes que alimentarlo.
Tienes que mantenerlo vivo.
Él está esperando para hacer lo mismo en tu vida hoy.
Él está esperando que le traigas tu situación imposible.
Déjala con Él por fe y confía en Él para que la resuelva
en Su tiempo.
Algunos de ustedes necesitan llevar su alma a Jesús hoy.
Necesitan ser salvos.
Algunos de ustedes necesitan traer un cónyuge perdido,
un hijo perdido o alguna otra persona especial para Jesús
hoy.
Ponlos en Su mano y déjaselos a Él.
Alguien necesita traer una situación que te está causando
miedo y preocupación hoy.
Llévaselo a Jesús, dáselo a Él y míralo cambiarlo para Su
gloria.
No sé lo que necesitas, pero sé que Él lo tiene para ti.
Inspiración
Esta ha sido la historia de un hombre que necesitaba un
milagro.
Su fe fue puesta a prueba.
Recibió su milagro.
Hoy es el día del tuyo.
No te vayas sin tu milagro.
Ilustración: Yo jamás toqué los frenos.
Un hombre que es ahora pastor de una iglesia manejaba
por una intersección un día y en el carro estaba su hijo de
cinco años. No se dio cuenta de que la puerta del lado
del niño no estaba bien cerrada e hizo un giro brusco.
Eso fue antes del reglamento del cinturón y el niño no lo
tenía puesto. La puerta del carro se abrió́ , el niño se salió́
y cayó en medio del tráfico que venía ¡en cuatro
direcciones! Lo último que él vio fueron las ruedas de un
auto a punto de pasar por encima de su hijo, a gran
velocidad. Lo único que pudo hacer fue clamar: “¡Jesús!”.
Cuando por fin pudo detener su auto, saltó y corrió́ a su
hijo quien estaba perfectamente bien. Pero el hombre
que manejaba el auto que casi golpea al niño estaba
completamente histérico. Él se le acercó y comenzó́ a
tratar de consolarlo.
¡Oiga, no se ponga mal! Mi hijo está bien, está bien. No
se preocupe. ¡Solo dele gracias a Dios porque pudo
parar! ¡Usted no entiende! ¡Yo nunca pisé los frenos!
Esto fue una situación de crisis. No había tiempo para
que nadie hiciera nada, no había tiempo de pensar,
planificar ni razonar. Aunque no había nada que el
hombre pudiera hacer, el Nombre de Jesús prevaleció́ .
Se presentó un poder que obra milagros y la vida del niño
se salvó.
Llamado a acción
El suministro para nuestra necesidad solo se encontrará
en Jesucristo.
Los invito a hacer lo que hizo Jairo hace tanto tiempo.
Levántate, ve a Jesús, cae a sus pies y dile lo que
necesitas.
¿Necesitas ser salvo hoy?
¡Él puede hacer eso!
¿Necesitas ver a un ser querido tocado y salvado?
¡Él puede hacer eso!
¿Necesita ayuda con un problema?
¡Él puede hacer eso!
¿Necesitas gracia para un valle de sombra y muerte?
¡Él puede hacer eso!
¿Necesitas sanidad para una enfermedad o un corazón
quebrantado?
¡Él puede hacer eso!
¡Él es un Señor Soberano!
Él puede tomar una situación imposible y convertirla en
un milagro de Su poder y gloria.
¿Hay una necesidad? ¡Llévasela a Él!
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