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Algunas características paramétricas del español (Bassano y Freidenberg)

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Algunas características paramétricas del español
Mgt. Marcela Bassano
Mgt. María Susana Freidenberg
Introducción
El presente trabajo tiene como antecedente la ponencia, La Enseñanza del español como
L2 desde un punto de vista cognitivo”, presentada en las “Primeras Jornadas de español como
Lengua Extranjera”. Las mismas fueron organizadas por la Escuela de Ciencias de la Educación y
la Escuela de Lenguas de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de
Rosario, en el marco de las actividades previas al III Congreso Internacional de las Lengua
Española.
En aquel trabajo los desarrollos estaban pensados en relación a la enseñanza del español
como lengua extranjera. En ese marco trabajamos algunos de sus parámetros, focalizando en la
posibilidad de contrastación con otras lenguas. Aquí, en cambio, nos proponemos ampliarlos y
profundizarlos con el propósito de que la caracterización de la lengua española, desde una
perspectiva paramétrica, contribuya a dar solución a la problemática planteada desde los
Contenidos Básicos Comunes de Lengua: la necesidad de que los alumnos tanto de EGB como de
Educación Polimodal conozcan y dominen el sistema lingüístico de su lengua materna.
Actualmente, la práctica educativa en la escuela media está atravesada por lineamientos, en lo
curricular disciplinar, específicamente en lo que respecta al dominio de la gramática, que
remarcan la necesidad de que los alumnos, para posteriormente poder desarrollar mayores
destrezas comunicativas, conozcan en profundidad el sistema lingüístico de su lengua materna.1
Este conocimiento, además les facilitará la adquisición de segundas lenguas. Tal objetivo,
planteado en diferentes secciones de los C.B.C. para la Educación General Básica, será luego
ampliado en la Educación Polimodal.
En el Bloque 3 de dichos CBC, “La reflexión acerca de los hechos del lenguaje”, puede leerse
las siguientes consideraciones:
1
Para profundizar acerca del modo en el que se plantean las relaciones entre los puntos de vista comunicacionales y
pragmáticos, y los gramaticales, cf Bassano, M - Freidenberg, MS (2004): Enseñar gramática en la lengua materna
en “Estudios del lenguaje y enseñanza de la lengua”, Juglaría. Rosario.
“...la competencia lingüística consiste en sistematizar la mayor cantidad de
posibilidades que ofrece el sistema…”. (…)
“Con respecto a la oración, la sistematización deberá tener en cuenta la
identificación de estructuras sintácticas, el orden de las palabras en la
oración y su relación con el plano semántico o del significado y también con
el plano pragmático o de las intencionalidades de los usuarios y las usuarias
de la lengua en una situación determinada”.
“… reflexionar acerca de las posibilidades del lenguaje a partir de la
sistematización de la propia lengua y de la comparación con segunda/s
lengua/s”.2
El Bloque 6, “Procedimientos relacionados con la comprensión y producción de textos orales
y escritos”, reitera que:
“La reflexión acerca de los hechos del lenguaje permite sistematizar las
posibilidades que brinda el sistema lingüístico(…)
Estos procedimientos incluyen la identificación de los parámetros de la
situación comunicativa, la sistematización de variedades lingüísticas, a través
de procesos de comparación entre variedades del español y del español con
otras lenguas3
Para la puesta en práctica de estos objetivos, los CBC, en su aspecto conceptual, desarrollan
contenidos que, a nuestro juicio, no posibilitan su logro, al no contemplar cómo enseñarle a los
alumnos cuáles son los rasgos característicos propios del español, propios en tanto los
diferencian, por contrastación, con los de segundas lenguas; objetivo que, recordamos, está
planteado en los párrafos que recién citamos.
A partir de estos aspectos que acabamos de señalar, en relación con la manera en la que los
CBC proponen enseñar el sistema del español en las clases de Lengua, intentaremos en el
presente trabajo desarrollar una caracterización del mismo, desde un punto de vista cognitivo. Lo
2
Cf. Contenidos Básicos Comunes para la Educación General Básica. Ministerio de Cultura y Educación de la
Nación. Consejo Federal de Cultura y Educación. Segunda Edición, 1995, p. 35.
3
Ibidem p.42.
anterior significa considerar que una lengua, y no exclusivamente el español, está dotada de un
conjunto de rasgos propios, rasgos que además, forman parte del conocimiento intuitivo de todo
hablante nativo. Éstos no sólo la caracterizan en sus aspectos gramaticales fundamentales, sino
que también posibilitan pensarla en términos de contrastación con otras lenguas que también,
obviamente, poseen sus propios rasgos característicos.
Desde un punto de vista cognitivo, el conocimiento de una lengua supone la internalización
de los principios de una gramática concebida como un sistema de principios y parámetros. De
esto podemos inferir que la diferencia entre la adquisición de las distintas lenguas se reduce a las
variaciones en la fijación de esos parámetros
Nuestra intención será aquí explicitar la importancia de que el conocimiento de los principios
y parámetros del español es esencial, en primera instancia, para su enseñanza como lengua
materna. Además, creemos que abordarlo desde este punto de vista también favorece la
enseñanza, tanto en EGB como en Polimodal, de lenguas extranjeras, al ofrecer instrumentos de
análisis que permitirán a los estudiantes reflexionar acerca de los rasgos que caracterizan a su
propia lengua, en contrastación con aquellos propios de la lengua extranjera que está
aprendiendo.
Bajo estos presupuestos, nuestro trabajo consistirá en efectuar una caracterización del español
como una lengua con parámetros específicos
Estas características serán abordadas en sus
aspectos morfológicos, sintácticos y léxicos.
2. El marco cognitivo
En principio, nos propondremos hacer una breve caracterización del marco teórico cognitivo
dentro del cual abordaremos nuestro trabajo.
Este marco, en las ciencias del lenguaje, ha sido desarrollado con exhaustividad, en tanto
resulta un acercamiento plausible para determinar el funcionamiento y la caracterización de
distintas lenguas, por el Programa de Investigación del Generativismo. En efecto, hoy éste puede
ser leído como un nuevo modo de efectuar comparaciones entre lenguas con instrumentos mucho
más sofisticados que los utilizados en el siglo XIX por Franz Bopp y toda la escuela de la
Gramática Comparada.
Recordemos que a principios de este siglo la lingüística comienza a reflexionar dentro de los
puntos de vista del comparativismo, los cuales se inician con el descubrimiento del sánscrito,
hecho que le posibilitó a Bopp comprender que las relaciones entre lenguas de un mismo tronco –
como lo eran las indoeuropeas- podían convertirse en la materia de una ciencia autónoma. El
análisis de las lenguas indoeuropeas, desde esta perspectiva, se realizó por medio de
procedimientos que intentaron explicar las formas lingüísticas de una lengua a través de las
formas de otra. Los procedimientos de clasificación de la Gramática Comparada postulaban la
existencia de una relación de filiación genética entre las lenguas. Sus criterios eran estrictamente
históricos, es decir, se intentaban explicar tanto las similitudes como las diferencias entre las
lengua de determinada región demostrando su origen común. Es así cómo, el lingüista,
procediendo a partir de lo que ya está dado, emplea un método comparativo e inductivo. Lo que
hace es, a partir de datos antiguos, reponer una continuidad entre los estados sucesivos de una
lengua. Esta continuidad será la que permitirá inferir que lenguas aparentemente distintas derivan
de una lengua única. Es Benveniste quien expone con claridad y precisión el procedimiento de
análisis de la Gramática Comparada:
“Las pruebas de este parentesco consisten en similitudes regulares,
definidas por correspondencias entre formas completas, morfemas, fonemas.
Las correspondencias son ordenadas a su vez en series, tanto más numerosas
cuanto más próximo sea el parentesco. Para que estas correspondencias sean
probatorias, tiene que poderse establecer que no se deben ni a coincidencias
del azar ni a préstamos de una a otra de las lenguas consideradas o de ambas
con respecto a una fuente común, ni al efecto de convergencias. Las pruebas
serán decisivas si pueden agruparse en un haz. Así la correspondencia entre
lat. est: sunt, al. ist: sint, fr. E: sô, etc., supone a la vez ecuaciones fonéticas,
la misma estructura morfológica, la misma alternancia, las mismas clases de
formas verbales y el mismo sentido, y cada una de estas identidades pudiera
subdividirse en cierto número de rasgos igualmente concordantes, cada uno
de los cuales evocaría paralelos en otras formas de estas lenguas. En pocas
palabras, tenemos aquí una reunión de condiciones tan específicas, que la
presunción de parentesco es cosa confirmada. (…)
La demostración de un parentesco de origen supone un trabajo a menudo
largo y penoso de identificación aplicado a todos los niveles del análisis:
fonemas aislados, luego ligados, morfemas, significantes complejos,
construcciones enteras. El proceso se vincula a la consideración de la
sustancia concreta de los elementos comparados: para justificar la
confrontación de lat. fere-y de sánsc.bhara-, debo explicar por qué el latín
tiene precisamente f donde el sánscrito tiene precisamente bh. Ninguna
demostración de parentesco escapa a esta obligación y una clasificación
suma gran número de estas identificaciones sustanciales para atribuir su
lugar a cada lengua. (…)
Pero no podemos instituir condiciones universales en cuanto a la forma
que adoptará una clasificación aplicada a lenguas cuyo parentesco puede ser
probado. La imagen que nos hacemos de una familia genética y la posición
que asignamos a las lenguas agrupadas en una familia así, reflejan en
realidad el modelo de una clasificación particular, la de las lenguas
indoeuropeas. (…) Los lingüistas tratan, conscientemente o no, de imitar este
modelo cuanta vez intentan definir los agrupamientos de lenguas menos bien
conocidas, y tanto mejor si por ello se ven incitados a mostrarse cada vez más
rigurosos. Pero, por principio de cuentas, no es seguro que los criterios
empleados en indoeuropeo tengan todos valor universal”. (Benveniste, E.
1982:101-102)
Señalamos, más arriba, que los instrumentos de análisis del generativismo resultaban mucho
más sofisticados. La elegancia y sofisticación consiste en el hecho de no imitar, como menciona
Benveniste, los modos sustanciales del procedimiento comparatista.
No estamos diciendo que sea esta corriente lingüística quien primero piensa a las lenguas en
términos no sustanciales. De afirmar esto, estaríamos en deuda con Saussure. Pero sí,
indudablemente, el generativismo, a diferencia de estas otras posturas, piensa a las lenguas no
exclusivamente en términos descriptivos, sino que aspira a describir y explicar el funcionamiento
de las lenguas encontrando un formato universal que dé cuenta del hecho de que todas las lenguas
son casi idénticas, en tanto sólo difieren en parámetros (más adelante desarrollaremos esta
noción) morfológicos y léxicos.
Así, el foco de interés de este programa de investigación estuvo puesto, desde su inicio, en la
explicación y no, como venía siendo desarrollado por el estructuralismo y la mayor parte de las
teorías tradicionales, en la descripción.
Recordemos que el estructuralismo, fundamentalmente en su versión norteamericana, el
descriptivismo, si bien ofrece una herramienta teórica eficaz para el abordaje de las distintas
lenguas naturales, ya que postula un modelo de análisis plausible para su tratamiento, se
circunscribe al ámbito de la descripción. Por ejemplo, ante las siguientes expresiones:
1.
La casa de María
2.
La desinfección de la escuela
se limitará a describirlas como dos expresiones equivalentes, esto es, dos construcciones
endoncéntricas conformadas por un núcleo nominal más una construcción exocéntrica de
subordinante más término. Es aquí donde culmina el análisis para el descriptivismo. En cambio,
si observamos estas expresiones desde un punto de vista cognitivo y, consecuentemente
explicativo, es evidente que ambas estructuras no son equivalentes. La diferencia radica en el
núcleo, es decir, en el tipo de nombre. Casa no es un nombre de la misma clase que desinfección.
Mientras que el primero es un nombre común, desinfección es un nombre derivado de un verbo
(i.e desinfectar), es decir, un nombre deverbal. Un verbo, considerado como un predicado, en este
caso, desinfectar, determina los participantes semánticos (denominados roles o argumentos) que
lo acompañan de acuerdo a su significado, luego, busca un correlato estructural a través de las
posiciones sintácticas que ocuparán en la oración esos argumentos seleccionados por el verbo del
que deriva. Así, en la desinfección de la escuela, el complemento de la escuela es el TemaObjeto de desinfección en tanto está seleccionado léxicamente por él a partir de sus propiedades
temáticas. Distinto es el caso de de María, en tanto casa es un nombre común, dicho
complemento es un posesor.
Como se ve entonces, la explicación se centra fundamentalmente en las respuestas a ciertos
interrogantes de los cuales vamos a puntualizar solamente dos:
El primero de ellos, puede ser explicitado de la siguiente manera: ¿Cómo conocemos y
adquirimos el lenguaje los seres humanos?, esto es cuáles son los procesos que se llevan a cabo
en nuestra mente para que podamos comprender una Lengua a pesar de que el medio proporciona
escasos datos.4
El segundo indaga acerca de en qué consiste ese sistema de conocimiento Para ambos
interrogantes el punto de partida es, siguiendo a Jespersen, que “... existe una cierta noción de
estructura en la mente del hablante que está suficientemente definida como para guiarle en la
construcción de oraciones propias, en particular expresiones libres que pueden ser nuevas para
el hablante y para otras personas”.5 A esta estructura, el generativismo la denominará Lengua
Internalizada (L-I).
Luego, lo que este programa se propone es investigar acerca de las propiedades abstractas de
los mecanismos cerebrales a través del análisis de la Lengua Internalizada.
La Lengua-I es un sistema de conocimiento, el sistema cognitivo que da cuenta del lenguaje y
que consta de ciertas propiedades, entre ellas:
•
Es interna dado que se trata de un objeto físico dentro de la mente de los seres humanos; es
decir, lo que estamos denominando como facultad lingüística humana ocupa un lugar en la
mente-cerebro, conforma un módulo específico del lenguaje.
•
Es individual en tanto es propia del hablante.
Así, la Lengua-I es un componente físico presente, a nivel individual, en los seres humanos y
que contiene un mecanismo generativo finito de las oraciones de una lengua a las que les asigna
una descripción estructural.
Estas dos propiedades enumeradas hacen que este programa de investigación se inserte
plenamente en el marco epistemológico que él defiende. La primera propiedad hace referencia a
la concepción naturalista del lenguaje que constituye la impronta de su modelo de investigación y
que se apoya en tesis como la del innatismo (reiteramos, fundamentada en la creencia de que la
mente se halla genéticamente determinada y estructurada en facultades cognitivas). La segunda
propiedad alude al objeto individual, que es en sí mismo la lengua, objeto que está presente en los
seres humanos a nivel singular y que sólo se relaciona con una comunidad lingüística en el
Para un análisis más exhaustivo en relación a la pobreza de los datos cf. Chomsky, N. (1989): “El conocimiento del
lenguaje”, Madrid, Alianza
5
Ibidem Pág. 36-37.
4
sentido de que dicha comunidad puede caracterizarse como un grupo formado por miembros
cuyas lenguas son similares.
Ese conocimiento innato del que estamos hablando se formula como la Hipótesis Central del
Programa, hipótesis además biológica, en tanto ese conocimiento forma parte de una facultad
lingüística que reside en la mente de cada hablante. La denominación para ésta, es la de
Gramática Universal (GU).
En la GU reside la carga explicativa del Programa dado que lo que busca es encontrar, a través
de ella, un formato único que explique de manera universal cómo todos los hablantes adquirimos
una lengua .En el marco de esta búsqueda es que se explicita cuál es ese formato, es decir, cuál es
su contenido específico. Podemos visualizar dicho contenido como un conjunto muy restringido
de Principios asociados a determinados Parámetros.
Así, la diferencia entre las lenguas no es arbitraria; por el contrario, todas comparten un
núcleo común de Principios, es decir, un conjunto de leyes comunes a todas las lenguas, fijo,
invariante e independiente de una lengua particular. La variación entre las lenguas se explica por
la existencia de un número finito de lugares en donde varían estos principios comunes. A estos
lugares es a los que se los denomina parámetros.
Para ilustrar el modo en el que interactúan principios y parámetros, citamos a continuación
la denominada “metáfora de los conmutadores” a la que apela Chomsky:
"We may think of the language faculty as a complex and intrincate
network of some sort associated with a switch box consisting of an array of
switches that can be in one of two positions. Unless the switches are set in one
way or another, the system does not function. When they are set in one of the
permissible ways, then the system functions in accordance with his nature, but
differently, depending on how the switches are ser. The fixed network is the
system of principles of universal grammar, the switches are the parameters to
be fixed by the experience. The data presented to the child learning the
language must suffice to set the switches one way or another. When the
switches are set, the child has command of a particular language and knows
the facts of that language that particular expression has a particular meaning
and so on". "Language and Problems of Knowledge" MIT Press, Cambridge,
Massachusetts, 1988, p. 63).
Esto significa, entonces, que las lenguas están sujetas a variación paramétrica, es decir desde
esta perspectiva la diferencia entre las diversas lenguas radica en el modo en que se hallan fijado
los parámetros. Ahora bien, ¿cuál es el alcance de esas variaciones?
Lo que esta teoría propone es que se trata de una variación muy restringida, que afecta
solamente a las categorías tanto léxicas como funcionales.
En cuanto a las léxicas, la variación estaría determinada por le valor lingüístico, entendido en
el sentido saussuriano que se refleja en el hecho de que mientras el español, como bien refiere
Saussure, elige una palabra, por ejemplo “carne”, el inglés selecciona dos: “mutton” y “sheep”
para diferenciar la carne cruda de la porción ya cocinada y servida en la mesa6.
Respecto de las categorías funcionales (número, persona, tiempo, modo, género,
complementantes, determinantes y algunas preposiciones), la variación afecta a la realización o
no, de dichos elementos funcionales. Por ejemplo, mientras que la Inflexión Verbal se realiza a
través de las seis personas gramaticales en español, el inglés o bien el francés no realizan tal
distinción. Dicho sea de paso, y esta cuestión será abordada posteriormente, es esta propiedad la
que desencadena el parámetro del sujeto nulo.
De este modo, al remitir cada oración a un conjunto reducido de principios, es decir a un
conjunto de conocimientos invariables y universales, en tanto están presentes en todos los
hablantes y por ende en todas las lenguas, se explica su forma en base al patrón que da cuenta de
las oraciones de ésa y de todas las otras lenguas. La noción de parámetro es la que se ocupa de
abrir los principios estables de la G.U. a la variedad lingüística observada Más aún, cada uno de
estos lugares está abierto a un número finito de alternativas, sólo dos, que se conciben como
valores del parámetro particular bajo investigación. Los Parámetros son entonces, la
especificación de un Principio con un valor positivo o negativo según la lengua en cuestión. Por
ejemplo, en las lenguas en las que el orden de las palabras es relevante para que una oración esté
bien formada (es decir, sea legítima) y, así asignarle luego una interpretación, el núcleo a partir
del cual se proyecta esa estructura, puede estar al comienzo o al final. Esto es, dos son las
posibilidades: primero el núcleo y luego las expansiones a la derecha, como es el caso del
6
Cf. Saussure, F. (1970): Curso de Lingüística General, segunda parte, capítulo cuatro, página 197.
español, el inglés, el francés, el italiano, sólo por mencionar algunas lenguas; o que en primer
término ocurran las ramificaciones y al final, el núcleo, como es el caso del latín, entre otras
lenguas.
De acuerdo a este modelo del lenguaje, los principios lingüísticos que son comunes a todas
las lenguas no necesitan ser aprendidos, en tanto su conocimiento es parte del bagaje genético y,
por lo tanto, innato, de los sujetos. Además de ciertas idiosincrasias léxicas, todo lo que un niño
debe aprender cuando adquiere una lengua, es el valor particular que debe asignársele a un
parámetro, para que una gramática genere las expresiones de su lengua. Dicho valor se fijará en
confrontación con los datos lingüísticos primarios provistos por el entorno, o, dicho en términos
chomskianos, en contacto con la experiencia. Sin embargo, la marca distintiva del conocimiento
alcanzado no se restringe a la información que puede obtenerse de los datos lingüísticos
primarios como ejercicio último, sino del background de principios que la GU hace disponibles.
Una vez fijados los parámetros, el niño selecciona una Lengua-I., conformada por aspectos
nucleares y periféricos, los primeros aluden a los fenómenos regulares de una lengua, en tanto
tales, forman parte de la GU y no deben ser aprendidos (por ejemplo, el sistema de conjugación
regular de una lengua); los segundos, a los aspectos marcados de una lengua, es decir, a los
aspectos idiosincrásicos que no forman parte de la GU y deben por lo tanto ser aprendidos.
Podemos mencionar a modo de ejemplo, las clases de irregularidades del español, los préstamos
de otras lenguas, entre otros. Dado que tanto el número de parámetros como el número de valores
es finito, se sigue entonces que el número de lenguas humanamente posibles también lo es.
3. Algunas características del español
Al comienzo de este trabajo, señalábamos la necesidad de que para que los CBC puedan
desarrollar contenidos conceptuales que posibiliten al alumno, no sólo el conocimiento del
sistema lingüístico del español, sino también, de los procesos que hacen a su contrastación con
otras lenguas, era necesario que los mismos incluyeran rasgos característicos propios del español.
Dichos rasgos no se limitan al ámbito sociolingüístico, es decir, a aquellos rasgos de uso que
diferencian, por ejemplo, al español peninsular del español rioplatense.
En este sentido, resulta común ‘leer’ en los manuales de lengua, un conjunto de
características del español rioplatense tales como el uso del ‘voseo’, el predominio del ‘loismo’
en lugar del ‘leismo’, el ‘desuso’ del tiempo perfecto compuesto, con la misma característica
aspectual que el mismo posee en el español peninsular, sólo por citar algunas.
Lo que queremos poner de manifiesto aquí es que cuando decimos rasgos propios del
español, ‘propios’ debe entenderse en sentido estrictamente gramatical; esto no implica invalidar
o desconocer la caracterización del español teniendo en cuenta otras variables, como las de la
sociolingüística, la dialectología, etc. Lo que sí creemos es que si los CBC enuncian la necesidad
de “sistematizar las posibilidades que brinda el sistema lingüístico”7, este objetivo no puede
lograrse desarrollando solamente contenidos referentes al uso porque, sencillamente, se cae en
una contradicción desde el momento en que la noción de sistema lingüístico remite al ámbito de
lo gramatical y no de la sociolingüística.
Por todo esto es que sostenemos que abordar la enseñanza de la lengua materna, como así
también del español como segunda lengua, desde una caracterización paramétrica, implica tratar
algunos rasgos propios que afectan a su condición de:
3.1. lengua con clíticos
3.2. lengua Pro-Drop
3.3. lengua configuracional
Estas características nos llevan a abordar fundamentalmente los siguientes parámetros:
•
Parámetro de la cliticización.
•
Parámetro del sujeto nulo. Este parámetro deviene de un Principio universal, el
Principio de Predicación, según el cual todas las oraciones deben tener un sujeto en
todas las lenguas. 8
•
Parámetro del núcleo. Es este parámetro el que determina el orden de los elementos
dentro de una expresión lingüística en función de la posición que ocupan los núcleos9.
El deslinde entre estos parámetros es sólo metodológico, pues en la práctica – y también en
la teoría- se encuentran relacionados entre sí y el hecho de que una lengua como el español opte
7
Contenidos Básicos Comunes para la Educación General Básica. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación.
Consejo Federal de Cultura y Educación, op. cit.
8
Cf. Bassano-Freidenberg (2004: 110-112) para un tratamiento de este Principio.
por el parámetro del sujeto nulo, por ejemplo, le permite ciertas posibilidades de extracción en
interrogativas
4. ¿Quién dijiste que h quiere a Pedro?
que no poseen otras lenguas. O bien lenguas que han elegido el parámetro de núcleo inicial
presentan movimientos de frontalización en interrogativas y relativas que las lenguas de núcleo
final , como el japonés, no poseen.
3.1.- Lengua con clíticos
Los pronombres personales han suscitado más polémica que ninguna otra categoría dentro de
la tradición gramatical, ya sea por la manera en que son definidos por las distintas teorías
lingüísticas, como por su adscripción a una determinada clase de palabra10.
Lo que nos interesa señalar, por el momento, son algunas de las características que este
parámetro asume en el español, ya que a diferencia de otras lenguas como, por ejemplo el inglés,
cuenta, entre sus rasgos propios, con el hecho de ser una lengua con clíticos.
Antes de definir y caracterizar a los clíticos, creemos necesario ubicarlos en el sistema
pronominal del español.
Comenzaremos por recordar que la gramática tradicional incluia a este tipo de pronombres
entre los pronombres personales teniendo en cuenta los rasgos
presentes en ellos; rasgos
gramaticales (o también denominados rasgos phi ( O))11
. Persona
. Número
. Género
9
Para un tratamiento más detallado de la noción de núcleo y su proyección en un sintagma cf. Bassano-Freidenberg
(2004: 103-109)
10
Para un mayor detalle de esta cuestión ver FERNANDEZ SORIANO, OLGA, “El pronombre personal. Formas y
distribuciones. Pronombres átonos y tónicos” (pp. 1209-1273), en Gramática Descriptiva de la Lengua Española,
Madrid, Espasa, 1999.
11
Además de los rasgos categoriales, las piezas léxicas están especificadas para ciertos rasgos gramaticales, tales
como persona, número y género. Dichos rasgos, denominados rasgos phi, se manifiestan a través de la concordancia
morfológica que se establece entre ciertos elementos de la secuencia sintáctica. Los rasgos phi definen también las
. Reflexividad
. Caso.
y rasgos tipológicos, los cuales se determinan de acuerdo a su comportamiento en relación al
ligamiento: anáforas, pronombres, expresiones referenciales y Principios A,B, y C12.
Además de estos rasgos de concordancia (morfosintácticos) y tipológicos, los clíticos poseen
otros, de tipo exclusivamente fonológicos. Son éstos los que determinan dos tipos de pronombres
personales, con comportamientos sintácticos y semánticos propios: los pronombres personales
tónicos, por un lado, y los átonos o clíticos, por el otro.
Los tónicos son los que están marcados en caso nominativo o terminal: yo, tú, él, ella,
nosotros, vosotros, ellos, mí, conmigo, ti, contigo, sí, consigo.
entradas léxicas de las categorías que hemos llamado funcionales, en las cuales se incluyen tanto afijos (la flexión
verbal y nominal) como palabras (determinantes y complementantes).
12
El ámbito de interés de la Teoría de Ligamiento es cómo se legitiman las categorías de pronombres, anáforas (los
pronombre reflexivos y recíprocos de la gramática tradicional) y expresiones-R(eferenciales). En otras palabras lo
que estudia son las relaciones de dependencia en la referencia determinadas estructuralmente. Los principios que
constituyen el núcleo de esta teoría son tres:
a) Una anáfora debe estar ligada en su dominio.
b) Un pronominal debe estar libre en su dominio.
c) Las expresiones referenciales están libres.
Con otras palabras estos principios exigen que las anáforas estén ligadas, es decir que tengan un antecedente en su
dominio, que los pronominales estén libres, es decir que no tengan un antecedente dentro de su dominio y que las
expresiones referenciales sean libres, es decir que no tengan ningún antecedente. Es en el “dominio” donde se dan las
relaciones entre los elementos de la proyección a través de un Principio de Localidad. Por lo tanto entendemos
proyección como la expansión de un núcleo, pero la pregunta a tener en cuenta es además, ¿cuánto y cómo puede
expandirse un núcleo?, y es aquí donde interviene la noción de dominio entendido como el "hasta dónde se proyecta
un núcleo".
Veamos cómo funcionan los principios a), b) y c) en los siguientes ejemplos:
Funcionamiento del principio a) :
i. Ellos se aman los unos a los otros.
ii. *Ellos creen que [ Enrique se ama los unos a los otros].
En i la anáfora recíproca encuentra su antecedente en su dominio y por eso la construcción es legítima; en ii en
cambio, no hay antecedente posible para la anáfora dentro de su dominio puesto que "Enrique" es singular y no tiene
el mismo índice.
Funcionamiento del principio b):
i. Ella le gusta.
ii. Ellas creen [que Pedro las quiere]
En i el pronombre "le" sólo puede tener referencia distinta de la de "ella" puesto que los pronombres están libres en
su dominio. En ii, el pronombre "las" es libre en su dominio, y de ahí la ambigüedad de la interpretación, esto es, el
que pueda entenderse o no como correferencial con "ellas".
Funcionamiento del principio c):
i. *Élª cree que Juanª vio la señal
i, es ilegítima si "el" y "Juan" tienen el mismo índice, es decir, si son correferenciales,. Así, "Juan" no puede estar
ligado por "él" puesto que las expresiones referenciales son libres.
Los clíticos, en los términos del marco teórico que venimos desarrollando, constituyen formas
átonas que se caracterizan, en el aspecto fonológico, por ser formas sin acento propio y que, por
lo tanto, necesitan apoyarse en otro constituyente, el verbo. De allí que puedan ocupar dos
posiciones: proclítica, cuando están antepuestos al verbo, o enclíticas, cuando están pospuestos.
La proclisis es posible cuando el verbo es [+finito], mientras que la enclisis lo es en los casos en
los que el verbo es [-finito] a excepción del participio y del imperativo negativo:
5. Te quiero mucho.
6. Se cayó al agua.
7. Lo vio venir.
8. Quererlo fue todo lo que hice.
9. Quiérelo bien.
10. Queriéndolo así no le vas a hacer bien.
La relación que se entabla entre ellos es de estricta adyacencia, pues sólo otro clítico puede
ser interpuesto entre él y el verbo:
11. Siempre te lo recordaré
12. Haberlo dejado solo fue un gravísimo error.
13.*Te siempre lo recordaré
14. *Haber solo lo dejado fue un gravísimo error
Además, en cuanto al orden se refiere, en el caso de que ocurran dos o más pronombres, el
orden es fijo, tal como lo muestra el siguiente cuadro que reproduce los criterios que rigen la
ordenación13.
SE
se
13
2º
1º
3º
VERBO
me
la
dio
te
El primer trabajo acerca de la ordenación de los clíticos es el de Perlmutter (1970)
cayó
se
la
traerás
Como podemos observar presentan un orden estricto entre ellos y cuando se mueven lo hacen
juntos, es decir, se manejan como un bloque:
15. Quiere dármelo
16. Me lo quiere dar.
17. * Lo me quiere dar
En relación al movimiento, además de la característica recién señalada, es necesario
puntualizar que si bien son posibles las siguientes estructuras:
18. Quiero volver a verte.
19. Quiero volverte a ver.
20. Te quiero volver a ver.
existen restricciones cuando hay cláusulas de infinitivo, específicamente en los casos en los que,
entre el verbo en infinitivo y el verbo principal, hay negaciones, adverbios y preposiciones:
21. Quisiera no verte más.
22. *Te quisiera no ver más.
23. Deseaba mucho verte.
24. *La deseaba mucho ver.
25. Cuento con acabarlo
26. *Lo cuento con acabar.
Otra característica es que no pueden aparecer solos. Así, la respuesta a la pregunta: ¿Quién
llega?, no podría ser (28)
27. él/ Pedro
28. *lo
Una tercera característica se encuentra en el fenómeno de doblado de clíticos. Así, cuando el
clítico dobla a un pronombre personal, su presencia es obligatoria:
29 Le hablaron a ella.
30. *Hablaron a ella.
Ahora bien, si el objeto doblado no es un pronombre, son los objetos indirectos los que
permiten siempre el doblado, pero no los objetos directos. El doblado de O.D. es un fenómeno
poco frecuente, aunque a veces resulta posible su aparición en el registro de la oralidad, al menos
en el español rioplatense:
31. Le ofrecí ayuda a los niños.
32. ? Vi a Pepe.
Una cuarta característica es que no admiten ser coordinados con un sintagma nominal, lo
que indica que se trata de dos categorías sintácticas diferentes. Por ejemplo:
33. Juan vio a Sebastián y a Pedro.
34. *Juan lo vio y a Pedro.
Por último, señalemos que cuando están en caso acusativo aparecen necesariamente, como
mencionamos más arriba, antes que el verbo, siendo que en español el orden canónico es Verbo +
Objeto.
35. Vio a sus amigas.
36. Las vio.
Además, desempeñan un papel fundamental en la sintaxis española en lo que respecta a la
aceptabilidad de oraciones y en el orden de adquisición de estructuras lingüísticas. Ilustremos la
primera cuestión centrándonos en algunos datos que contienen clíticos en tercera persona:
37. Juan lo/los/la/las vio.
38. Juan vio a Pedro.
39. *Juan vio a él/ella/ellos/ellas.
40. Juan le/les regaló un libro.
41. *Juan regaló un libro a él/ella/ellos/ellas.
42. Juan regaló un libro a Pedro.
43. Juan se lava.
44. Juan lo vio a él/a Pedro
45. Juan le regaló un libro a él/a Pedro
46. Juan se lava a sí mismo.
Estos ejemplos corroboran lo que acabamos de señalar en lo que respecta a su posición: deben
preceder al verbo, de lo contrario, la estructura se torna ilegítima.
Creemos que el clítico se merece un párrafo aparte por la multiplicidad de funciones que
desempeña. De todas ellas, sólo haremos mención a los casos en los que es un pronombre
personal, es decir, a aquellos casos en los que se comporta como un clítico y, por lo tanto, forma
parte de una construcción pronominal. Este comportamiento se observa en los siguientes casos:
•
Se reflexivo.
•
Se recíproco.
•
Se con verbos pronominales14.
En el caso del se reflexivo el clítico constituye un argumento del verbo:
47. El estudiante se sacó diez.
14
Este tipo de se es denominado como se inherente por Ángela Di Tullio (1997: 180-181), en Manual de Gramática
del Español
48. La muchacha se compró un vestido nuevo.
49. Juan se peina.
50. María se lava.
Estas oraciones reflexivas se caracterizan por el hecho de que el sujeto, el O.D o el O.I poseen los
mismos rasgos nominales de persona, género y número.15
Justamente es esta identidad referencial la que hace posible la interpretación de los clíticos
anafóricos ya que, como es sabido, carecen de independencia referencial.
Con el se recíproco, su interpretación adviene cuando el sujeto es múltiple, ya sea porque es
plural o por la coordinación de dos SSNN, y por el hecho de que la acción que el predicado
denota es realizada por todos los componentes del sujeto. En este caso, el pronombre desempeña,
como en el caso de la interpretación reflexiva formalmente equivalente, la función de O.D u O.I:
51. Carlos y Francisco se miran en el espejo.
52. Carlos y Francisco se desearon suerte para el examen.
Puede suceder que oraciones como las de (53) resulten ambiguas en tanto alternan una
interpretación reflexiva o recíproca:
53. Carlos y Francisco se aman.
El se que acompaña a los verbos pronominales como clítico, no sólo determina oraciones
reflexivas y recíprocas, sino que también interviene en los denominados verbos pronominales;
15
Con respecto a la concordancia de objeto (CONC) es necesario aclarar que hay lenguas en las que dicha
concordancia se expresa morfológicamente de un modo muy claro, como por ejemplo en el francés. En español
aunque la situación no es tan nítida, existen también algunas manifestaciones, como podemos deducir de la
comparación entre estas dos oraciones:
i.
ii.
María los ha superado (los problemas)
María los tiene superados.
En ii el pronombre clítico objeto (los), marcado con caso acusativo, concuerda en género y número con el participio
del verbo principal en la perífrasis aspectual formada por éste y el verbo auxiliar tener.
aquellos que se construyen con clíticos reflexivos: atreverse, quejarse, arrepentirse, acicalarse,
apoderarse, adueñarse, etc:
54. No se atreve a venir.
55. Se queja todo el tiempo.
56. Se arrepintió.
Finalmente, desde el punto de vista de la adquisición del lenguaje, vale la pena destacar dos
cuestiones respecto de los clíticos. La primera de ellas, tiene que ver con el orden de adquisición,
por ejemplo, en los casos de sujetos de infinitivos que están controlados por el sujeto de la
oración matriz, tal como sucede con el verbo prometer, las estructuras que poseen clíticos se
adquieren a una edad más temprana. En casos como:
57. La mamá le prometió comprar chocolates.
58. La mamá prometió a Irene comprar chocolates.
un niño de cinco años aproximadamente, interpreta en forma correcta que el sujeto de “comprar”
es “la mamá” en (57), pero un número considerable de niños dirá que el sujeto es “Irene” en
(58).16
Además, las lenguas sin clíticos, como el inglés, sólo admitirán estructuras como 58 ( The mother
promised to Irene to buy chocolates) y el control del sujeto, en estos casos, es más tardío que en
español. Es decir, la presencia de clíticos favorece la adquisición más temprana del control de
sujeto de infinitivo.
La segunda, involucra a la característica fonológica de los pronombres átonos que ya hemos
señalado, su carencia de acento propio. En español, el clítico constituye una de las pocas
categorías de palabras que no posee acento en sí misma. Quienes trabajan en adquisición del
lenguaje habrán notado, quizás, que con mucha frecuencia, en las primeras etapas de desarrollo
de la escritura, los niños no separan al clítico del verbo y lo escriben como una única unidad, no
tampoco son capaces de reconocerlos separados de los verbos.
16
Ver Hurtado, Alfredo (1984) : Estructuras tardías en el lenguaje infantil para un análisis exhaustivo.
3.2. Parámetro Pro-Drop
Este Parámetro ha sido el más estudiado por las gramáticas, tanto de corte tradicional como
estructuralista, dadas sus implicancias en otros aspectos gramaticales y también en la adquisición
del lenguaje, ya se trate de lenguas maternas o de segundas lenguas.17
El parámetro del sujeto nulo podrá instanciarse, en principio, en lenguas con un rico sistema
inflexional para que pueda ser posible la recuperación o localización del sujeto callado, a partir
de los rasgos presentes en la desinencia del verbo (rasgos que anteriormente hemos denominado
como rasgos phi, esto es, rasgos de persona, número, tiempo, modo y caso). Este análisis está
formalizando la intuición de la gramática tradicional de adjudicar la posibilidad de omisión del
sujeto a las lenguas con una rica inflexión verbal.
En este sentido, principios y parámetros interactúan de la siguiente manera: cada principio
admite un cierto grado de variación paramétrica, generalmente binaria, de manera tal que el niño
desarrolla su facultad innata del lenguaje, su GU, a medida que la experiencia lingüística del
entorno le advierte la posición en que se hallan fijados los parámetros de cada uno de los
principios universales. Así, por ejemplo, dentro de este modelo, un principio común a todas las
lenguas es el Principio de Proyección Extendido (P.P.E.) el cual estipula que todas las oraciones
deben poseer un sujeto. Un niño que nació en Rosario fijará el parámetro PRO-DROP que le
permite construir oraciones con un sujeto explícito o bien con un sujeto sin contenido fonológico
pero presente mentalmente en el hablante -una categoría vacía-, y producirá oraciones como:
59. "Yo camino"
60. "Camino"
en tanto que un niño que nació en Londres fijará el parámetro opuesto, que le impide construir
oraciones tales como:
17
Borer, H y Wexler,K (1987): “The Maturation of Syntax” en Parameter Setting editado por Roeper
and Williams Dordrecht, Reidel Publishing Company, l987.
61. *Walk
Del mismo modo, ese mismo niño que nació en Rosario dice “Llueve” como una
expresión legítima del español, mientras que uno que nació en Londres si dijera “Rains”, frente a
otros niños que lo estuvieran escuchando, seguramente, no reconocerían esa emisión como una
oración legítima de su lengua; situación que, obviamente, no ocurriría si hubiera pronunciado “It
rains”.
Esta diferencia en cuanto a lo que hace a la buena formación de las oraciones tiene su
explicación, como acabamos de decir, en el hecho de que como el español es una lengua con una
morfología flexiva muy rica, posibilita la omisión de un sujeto léxicamente presente. Esa
información se recupera en la desinencia verbal, y dado que ninguna lengua es redundante, en
tanto no dice lo mismo dos veces, no es necesario repetir la misma información.
En cambio, el inglés quizá sea en el léxico en donde expresa su riqueza, pero no en la
morfología. A diferencia del español, es una lengua pobre morfológicamente en tanto el verbo no
porta rasgos de persona y número (salvo en el morfema –s del Presente Simple que tiene el rasgo
de tercera persona del singular). La Inflexión del inglés no permite recuperar al sujeto y es por
esto que obligatoriamente debe estar siempre presente léxicamente en forma obligatoria, aun
cuando esté vacío semánticamente, tal como ocurre con los pronombres expletivos, pronombres
sin contenido semántico, sólo presentes en la estructura a los efectos de legitimar, a través de la
asignación de caso nominativo, al sujeto. Estamos hablando del it o el there del inglés, cuya
presencia se justifica en la medida en que es él el que porta los rasgos de tercera persona del
singular. En español también podemos localizar un expletivo, pero la diferencia respecto del
inglés es que no posee marca fonológica alguna. Quien desempeña tal función es una categoría
nula que comparte los rasgos de persona y número con el verbo: la categoría vacía pro.18 Este
modo de ver los hechos nos posibilita también ofrecer una explicación para las estructuras en las
que intervienen lo que las gramáticas tradicionales y estructuralistas denominan, verbos
atmosféricos: construcciones con “hacer”, “ser”, y “haber” en tercera persona del singular.
Finalmente, señalemos que la adscripción de una lengua a este parámetro tiene consecuencias
en cuanto a la posición del sujeto. Mientras que en el español, el italiano o el portugués, dicha
18
Cf. Bassano-Freidenberg, op. Cit. Pp. 128-133.
posición no es fija ya que admite la posibilidad de variación por razones de diversa índole, en
lenguas como el francés o el inglés, que no optan por este parámetro, ocupan siempre la posición
inicial. Así, por ejemplo, en español es posible la siguiente secuencia:
62. (a) El llegó ayer con mucho retraso
(b) Con mucho retraso, llegó él ayer.
(c) El, con mucho retraso llegó, ayer.
(d) Ayer, llegó con mucho retraso, él.
3. 3. Lengua configuracional
El Principio que hace referencia a la configuracionalidad es el que permite diferenciar lenguas
en que el orden de palabras es relevante de aquellas en que no lo es.
Cuando una persona aprende una lengua, lo hace poniendo las palabras en orden, aunque no a
base de registrar qué palabra sigue a cuál otra, sino registrando qué categoría de palabra (nombre,
verbo, etc.) sigue a qué otra categoría.
Como ya mencionamos, la manera en la que se disponen los elementos de una oración varía
sustancialmente de una lengua a otra. Algunas lenguas presentan un “orden fijo de palabras”, es
decir, asignan una posición determinada a cada tipo de sintagma. En cambio, las lenguas de
“orden libre” permiten variaciones en el orden de los sintagmas, tal el caso del griego clásico, el
latín o el sánscrito.
No obstante, no podemos plantear una dicotomía entre lenguas con orden fijo y lenguas con
orden libre en términos absolutos. Así, el latín, con un orden casi totalmente libre, a pesar de
ordenar libremente el núcleo verbal o nominal y sus complementos, sin embargo, presenta
algunas restricciones, como por ejemplo, el núcleo de la relativa precede a la relativa y la
preposición antes que el término regido Y dentro de las lenguas configuracionales hay ciertas
variantes. En español, hay sintagmas que presentan un orden más libre que otros, por un lado, y
más libres que en otras lenguas configuracionales como el inglés, por el otro. Por ejemplo, si para
los franceses y los ingleses parece un hecho digno de ser notado la estricta ordenación de los
constituyentes de (63), no es menos relevante para los vascos, el que su lengua pueda presentar
configuraciones como la de (64)
63. (a) Pierre appelle Paul (Pierre llamó a María)
(b) The boy called the baby (El niño llamó al bebé).
64. Joan ba-da, ez dute arkitu - ko19 (Ha ido, no lo encontrarán).
y como 65 en donde cualquier orden es posible20:
65. (a) Umeak amari gona gornia erosi die
(El niño a la madre una falda roja le ha comprado)
(b) Amari umeak goma gornia erosi die
(c) Erosi die amari umeak goma gorrina
La elección de una u otra construcción, en esta lengua, dependerá de cual sea el elemento
inquirido o focalizado.
El español es una lengua de orden relativamente fijo, ya que admite variaciones sistemáticas.
Predomina el orden SVO, esto es, se requiere un orden sujeto-verbo-objeto, aunque no el único
admitido por su gramática. Así por ejemplo, son frecuentes configuraciones del tipo VSO, VOS,
etc:
66.
Cuando cumpla mi hija 15 años, podrá ir a bailar.
67.
En esta zapatería compró sus zapatillas Irene.
O bien el caso de construcciones con verbos ergativos21 en las que el sujeto tiende a posponerse:
19
Ejemplo citado por María Luisa Hernanz y José María Brucart. En: La Sintaxis I. Cap. 3, pág. 70. Ed. Castellana.
Barcelona, 1987.
20
Ejemplo citado por el Dr. Pello Salaburu en el Seminario de Lingüística Chomskiana organizado por el C.E.L.T.
Facultad de Humanidades y Artes. UNR. 1992.
21
Dentro de los verbos intransitivos, se encuentra el grupo de los ergativos. Los verbos ergativos también
seleccionan un único argumento al que le asignan rol de Tema. Descriptivamente, son aquellos que tienen una
posición de sujeto destematizada, es decir, no asignan papel temático a su sujeto y, por lo tanto, tampoco pueden
asignar Caso a su objeto. El sujeto, se genera por tanto en la posición de objeto del verbo, pero como allí no puede
recibir Caso, se mueve hacia la posición de sujeto de Inflexión. Por lo tanto, estos verbos generan estructuras de
sujeto derivado. Algunos de ellos son: nacer, crecer, morir, llegar, salir, venir, entrar, faltar etc. Algunas
características es que tienden a posponer el sujeto y, además, no pueden formar derivados nominales en *dor (sufijo
netamente agentivo), lo que muestra que el único argumento seleccionado es un Tema) Por ejemplo: Falta café,
Llegó Juan,, *moridor, *crecedor, *llegador, *nacedor, etc.
68.
Llegó ella
69.
Entran cinco personas en este auto
En efecto, mientras que un niño inglés oye un único modelo SVO de oración simple, el
aprendiz de lengua española oye tres versiones diferentes:
• SVsO: Yo leo el libro
• VsO: Leo el libro
• VsSO: Leo yo el libro
No obstante, la adscripción de una lengua dada a uno de estos patrones no está exenta de
dificultades. El inglés, candidato a ser una lengua SVO, no está exenta de estructuras ajustadas al
esquema OSV:
70. a.
I dislike this book
b.
This book I dislike
en las que b) está ligado a contornos melódicos específicos y circunstancias especiales de
aparición. Por ello, quizás no puede ser considerado como prueba empírica para desestimar la
validez del patrón SVO en inglés.
Estas características señaladas para el español se relacionan con el hecho que es una lengua
Pro-Drop
Como vemos, hay una relación inversa entre configuración y morfología: lenguas como el
español que presentan una morfología flexiva muy rica permiten una mayor libertad en cuanto al
orden de palabras, mientras que lenguas con una morfología menos rica deben ser más rígidas
en este sentido.
Ahora bien, nos parece oportuno en este momento detenernos en el tratamiento de la
propiedad de desplazamiento, en tanto y en cuanto ésta se relaciona íntimamente con el principio
de configuracionalidad, ya que sólo se puede hablar de Movimiento, en una lengua
configuracional.
Dentro de los "hechos" sobresalientes que evidencian las lenguas naturales y que la teoría
lingüística debe reflejar, se encuentra esta propiedad, en el sentido de que en todas las lenguas
naturales hay ciertos elementos de las expresiones que se escuchan en una posición interpretada
a partir de otra en la que realmente se generó. Por lo tanto, las gramáticas deben tener un
mecanismo para representar esto.
Observemos las siguientes oraciones:
71.
Kirchner parece [ e gobernar cada día más]
72.
La noticia [fue divulgada e].
73.
¿Qué [ pro compró e]?
74.
¿Cuándo [ pro compró el auto e]
Todas ellas evidencian el mismo fenómeno: hay elementos que se interpretan en un lugar distinto
en el que ocurren en la estructura que nos aparece a nosotros. Nos referimos a Kirchner, la
noticia, qué y cuándo. Todos ellos se han desplazado de su posición original dejando una huella,
en tanto no están fonológicamente presentes en su posición original, pero están intelectivamente
presentes, puesto que es en su posición original en donde los interpretamos: Kirchner de la
posición de sujeto de "gobernar" a la posición de sujeto de "parece", la noticia de la posición de
objeto del verbo "divulgar" a la posición de sujeto, Qué, de la posición de objeto de “comprar” y
Cuándo de la posición de complemento de tiempo de del mismo verbo.
¿Cómo explicar estos desplazamientos que, como dijéramos más atrás, forman parte de hechos
sobresalientes que demuestran las lenguas naturales? Todas las oraciones anteriores son
estructuras derivadas por movimiento.
Lo que es necesario explicar entonces es: a) qué es lo que se mueve b) por qué se ha movido
y c) cuáles son las condiciones para que el elemento, una vez movido, constituya una estructura
bien formada (i.e legítima).
Lo que se mueve son tanto Sintagmas Nominales (SSNN), el caso de las pasivas y las
construcciones con verbo “parecer”, como Sintagmas Interrogativos (SSQQ). Las características
más relevantes del movimiento pueden resumirse en los siguientes puntos:
•
el elemento movido deja una huella.
•
entre la huella y el antecedente se forma una cadena, es decir, el desplazamiento forma una
cadena, que registra la historia del movimiento desde su posición original hasta el lugar de
aterrizaje.
•
el papel temático se asigna a la cadena. El desplazamiento se produce desde una posición
temática a una posición no temática. Si no fuera este el caso se violaría el Criterio Temático
como resultante de la asignación a una posición de más de un rol temático.22
A continuación nos referiremos a cada uno de los casos de Movimiento antes aludidos.
En primer término, trataremos el movimiento de SN:
Dijimos antes que éste era el caso de las pasivas y de las construcciones con verbo “parecer”,
entre otros. Ahora bien, la pregunta que podemos formularnos es: ¿por qué se produce este
movimiento?, ¿es superfluo o se mueven los sintagmas por alguna necesidad?
Decíamos entonces que en (71) tenemos una construcción impersonal con verbo "parecer"
con una grilla constituida por un único argumento Tema, por lo que se dice que tiene
destematizada la posición de sujeto. Es así como el SN Kirchner se mueve desde su posición
originaria de sujeto de "gobernar" hacia la posición de sujeto de "parecer". Ahora bien, se mueve
porque en su posición estructural original, dado que el verbo "gobernar" no tiene el rasgo [+Tpo]
necesario para asignar Caso nominativo al sujeto y legitimar la estructura, se mueve hasta la
posición de sujeto de "parecer" porque es allí en donde puede recibir Caso. Por lo tanto, el
movimiento se produce por una estrategia de salvación para recibir Caso y constituirse en una
estructura legítima. En (72).tenemos una estructura pasiva. La pasiva presenta la particularidad de
no otorgar Caso a su O.D ni papel temático a su sujeto. Al no recibir Caso en su lugar original
debe moverse. Ahora bien, quien desencadena este hecho, el de no poder recibir caso el O.D en
su posición original, es la desinencia de participio. La característica del morfema de participio
(do/da) es que neutraliza el rasgo [+N] porque se supone que los participios son en algún sentido
adjetivos, por lo tanto, no pueden asignar caso. Al perder el rasgo [+N] pierde la capacidad de
asignar Caso Acusativo puesto que las categorías asignadoras de Caso Acusativo tienen el rasgo
[+N], es decir, V y P. Por lo tanto, el movimiento se produce para que el objeto pueda recibir,de
Concordancia, el caso que le corresponde:
22
Para un tratamiento de la Teoría de los Roles Temáticos cf. Bassano, M – Freidenberg, MS op. cit.
Kirchner parece [ e gobernar cada día más].
cadena
En segundo término, describiremos brevemente el movimiento que se produce en las
oraciones interrogativas:
Los sintagmas (QU) ligan o mandan a las huellas desde una posición fuera de la oración. En (73)
el movimiento parte de la posición de objeto-Tema del V y "aterriza" en una posición que está
fuera del dominio oracional y, por tanto es una posición no argumental y no temática. En (74) la
cadena es [cuándo,h]; en este caso se interroga sobre un constituyente adjunto, no exigido en la
red temática del V, no seleccionado por V ni regido por éste. La diferencia con (73) es que el
elemento desplazado, en ese caso, es un complemento seleccionado.
¿Qué [ pro compró e]?
¿Cuándo [ pro compró el auto e]
4.
Algunas pautas para su implementación.
A continuación, presentamos algunos ejercicios y sus resoluciones, referentes a las
características de la lengua española ya señaladas, que de ningún modo pretenden agotar las
posibilidades de su implementación. De hecho que existen otras alternativas y otras estrategias a
las que el docente del área de Lengua podrá seguramente recurrir e implementar, teniendo en
cuenta lo ya conocido por él de acuerdo a su experiencia profesional.
4.1 Lengua con clíticos: parámetro de la cliticización.
4.1.1. Ejercicios
1) En el siguiente texto:
El me tomó de las ropas y yo quise contenerlo con un enérgico “¡Caballero!”. No me escuchó,
llamándome sin respiro “buscón de mujeres honestas” y “asqueroso mirón que ni se les atreve”.
En un confuso indignarme y comprender que se trataba del marido y saber quién era ella y tratar
de desasirme, él me gritó “¡Habrá duelo!”, y se fue y me dejó. Él me dejó con la necesidad de
seguirlo y sacudirlo, engañándome, conteniéndome, con la promesa del desquite futuro, porque,
dijo, habría duelo.
Pero no habría. Por toda la calle no pasaban más que una perra en celo y sus pretendientes de
cuatro patas; en consecuencia, ningún testigo le exigiría el cumplimiento de su palabra, un
anuncio explosivo que seguramente le bastó para quitarse la gana de darme un maltrato. De mi
parte, peores flaquezas podía reprocharme. Sin embargo, yo me juré que sería la última. Me dije
que, si a sufrir ésa me avenía, era únicamente comprendiendo la razón de su arrebato,
conociéndome culpable. Salvo que, yo alegaba, él no debió insultarme. “Asqueroso mirón”: son
palabras que entran sin alternativa de olvido.
Adaptación de “Zama” de Antonio Di Benedetto
a) Subraye los pronombres personales (átonos y tónicos)
b) Agrúpelos según corresponda:
Pronombres
tónicos
Pronombres
átonos
c) Defina cada uno de ellos.
d) Explique y caracterice a los pronombres enclíticos y proclíticos. Proporcione cuatro ejemplos
extraídos del texto anterior de cada uno de ellos.
2) Construya oraciones que respondan a las siguientes estructuras:
1. verbo en infinitivo + clítico + clítico +complementos
2. proclítico + verbo finito + complementos
3. complemento + clítico SE + verbo
4. verbo Pronominal + complemento + clítico + verbo + complemento.
3) Explique los siguientes pares de oraciones y analice sus contrastes, teniendo en cuenta las
restricciones sobre el movimiento de clíticos.
(1) i. No pretendo comprometerte
ii. No te quiero comprometer
(2) iii. Pretendo no comprometerte
iv. *Te pretendo no comprometer
4) En el siguiente texto, trate de reemplazar las palabras que se repiten por pronombres:
La colorida mariposa apareció de repente en la sala. Mis ojos asombrados no se podían apartar
de la mariposa. Al volar sus movimientos encantaban, pues su rayo de luz iluminaba a la
mariposa.
La mariposa nos regaló la belleza de la naturaleza.
4.1.2. Respuestas
1.a)
Él me tomó de las ropas y yo quise contenerlo con un enérgico “¡Caballero!”. No me
escuchó, llamándome sin respiro “buscón de mujeres honestas” y “asqueroso mirón que ni se les
atreve”. En un confuso indignarme y comprender que se trataba del marido y saber quién era ella
y tratar de desasirme, él me gritó “¡Habrá duelo!”, y se fue y me dejó. Él me dejó con la
necesidad de seguirlo y sacudirlo, engañándome, conteniéndome, con la promesa del desquite
futuro, porque, dijo, habría duelo.
Pero no habría. Por toda la calle no pasaban más que una perra en celo y sus pretendientes de
cuatro patas; en consecuencia, ningún testigo le exigiría el cumplimiento de su palabra, un
anuncio explosivo que seguramente le bastó para quitarse la gana de darme un maltrato. De mi
parte, peores flaquezas podía reprocharme.
Sin embargo, yo me juré que sería la última. Me dije que, si a sufrir ésa me avenía, era
únicamente comprendiendo la razón de su arrebato, conociéndome culpable. Salvo que, yo
alegaba, él no debió insultarme. “Asqueroso mirón”: son palabras que entran sin alternativa de
olvido.
Adaptación de “Zama” de Antonio Di Benedetto
1.b)
Pronombres
tónicos
Pronombres
átonos
Él
Lo
Yo
Me
Ella
Se
Les
Le
1.c)
Los pronombres personales tónicos son los que están marcados en caso nominativo o
terminal. Por ejemplo: tú, él, nosotros, contigo, etc.
Los pronombres personales átonos o clíticos son los que se caracterizan por ser formas sin
acento propio y que, por lo tanto, necesitan apoyarse en el verbo. Por ejemplo: me, se, lo, les,
etc.
1.d)
Los pronombres enclíticos son los que ocupan la posición inmediatamente posterior al
verbo, el cual debe estar en una forma no finita (a excepción del participio y del imperativo
negativo)
Ejemplo:
“contenerlo”
“llamándome”
“indignarme”
“sacudirlo”
Los pronombres proclíticos son aquellos que están antepuestos al verbo, el cual debe ser
una forma finita.
Ejemplo:
“ me escuchó”
“ se les atreve”
“ se trataba”
“ le bastó”
2)
1. Decírselo en voz alta.
2. Se sentó a la mesa
3. Con gran afecto, me besó.
4. Acostarse a la hora de la siesta le daba un placer enorme.
3)
La diferencia entre los dos pares de oraciones radica en el hecho que mientras que en (1) el
movimiento de clíticos es posible, en (2) no lo es dado que el movimiento sufre restricciones.
Esto se debe a que no es posible interponer una negación entre el verbo principal y el infinitivo.
4)
La colorida mariposa apareció de repente en la sala. Mis ojos asombrados no se podían
apartar de ella. Al volar sus movimientos encantaban, pues su rayo de luz la iluminaba.
Ella nos regaló la belleza de la naturaleza.
4.2 Lengua PRO DROP: parámetro del sujeto nulo.
4.2.1. Ejercicios
1) Según el Parámetro Pro Drop las oraciones finitas admiten sujeto nulo. Señale de qué depende
tal propiedad y desarrolle cuáles son sus consecuencias para la gramática del español.
2) En base a la respuesta anterior, explique las siguientes oraciones, teniendo en cuenta las
propiedades de la flexión verbal:
i. Mi hermana no habla cuando trabaja.
ii. Mi hermana i no habla cuando ella j trabaja.
iii.?? Mi hermana i no habla cuando ella i trabaja.
3) Teniendo en cuenta el parámetro pro drop, trate de evitar las repeticiones en el siguiente texto:
Mientras la joven se alejaba, Martín observó a la joven: la joven era alta, llevaba un libro en
la mano izquierda y caminaba con cierto nerviosismo.
Martín se levantó y siguió a la joven, pero de pronto al imaginar que la joven podía ver a
Martín, se detuvo.
Martín volvió lentamente a su banco y se sentó.
Martín ya no era la misma persona.
4.2.2. Respuestas
1)
El hecho de que el español sea una lengua pro drop depende de la inflexión verbal. Las
consecuencias para la gramática del español son que al manifestarse en la inflexión verbal los
rasgos de persona, número y tiempo, es posible el sujeto no se realice léxicamente puesto que ya
están presenta en la misma.
2)
En (ii) la presencia del pronombre ella se justifica dado que no posee la misma referencia que
el sintagma nominal en posición de sujeto. En cambio, en (iii) dado que el pronombre y el
sintagma nominal mi hermana poseen la misma referencia, la duplicación mediante un
pronombre de la posición de sujeto resulta redundante
3)
Mientras la joven se alejaba, Martín la observó: ella era alta, llevaba un libro en la mano
izquierda y caminaba con cierto nerviosismo.
Él se levantó y la siguió, pero de pronto al imaginar que ella podía verlo, se detuvo.
Volvió lentamente a su banco y se sentó.
Ya no era la misma persona.
4.3 Lengua configuracional: parámetro del núcleo.
4.3.1. Ejercicios
1) Teniendo en cuenta lo desarrollado en el movimiento de interrogativas, reflexione acerca del
siguiente hecho: la inversión libre del sujeto, como propiedad del español, es posible en casos
como El director renunció / Renunció el director. ¿La oración: ¿Qué dijo Sofía? puede
explicarse por la misma inversión anterior? Justifique su respuesta.
2) En la oración:
i La profesora parece estar enojada con sus alumnos.
determine la cadena en la que “la profesora” es un miembro y caracterice dicha posición.
3) Justifica en la siguiente oración por qué se ha producido el movimiento.
i. Los alumnos fueron expulsados.
4) Explique en relación al orden, las siguientes oraciones:
i. Los precios aumentaron abruptamente en los últimos días
ii. La lingüística no hace popular a los profesores.
iii. Entran dos mil personas en esta disco.
4.3.2. Respuestas
1)
En las siguientes oraciones enunciativas El director renunció / Renunció el director el
sintagma nominal en posición de sujeto puede ocupar tanto una posición preverbal como
postverbal ya que constituyen casos de inversiones estilísticas
En las oraciones interrogativas, en cambio, la inversión es de orden estructural. No resulta
posible *¿Dijo Sofía qué? o ¿Dijo qué Sofía? puesto que en la formación de interrogativas. en
español. el sintagma acerca del cual se interroga, sea cual fuere su posición, debe desplazarse a la
posición inicial. Esta posición está fuera del dominio oracional, posición desde la cual liga a la
huella.
2)
La profesora parece [h] estar enojada con sus alumnos
El sintagma nominal “La profesora” está en posición no temática y argumental.
3)
En “Los alumnos fueron expulsados [h] “
Como en toda estructura pasiva el O.D.,”los alumnos”, no puede recibir caso como
consecuencia de que el verbo tampoco otorga papel temático al sujeto. Luego, debe moverse para
recibirlo del verbo “ser” ya que la desinencia del participio neutraliza el rasgo [+N]. Se supone
que los participios son en algún sentido adjetivos, por lo tanto, no pueden asignar caso. Al no
poseer el rasgo [+N] pierde la capacidad de dicha asignación de Caso Acusativo puesto que las
categorías asignadoras de ese caso tienen el rasgo [+N], es decir, V y P. Por lo tanto, el
movimiento se produce como una estrategia para poder recibir caso.
4)
El español es una lengua en la que si bien, no es el único admitido, predomina el orden
S(ujeto)–V(erbo)–O(bjeto), salvo en el caso de constricciones con verbos ergativos (como es el
caso iii) en las que el sujeto tiende a posponerse debido a que como dichos verbos no asignan
papel temático a su sujeto, tampoco pueden asignar caso a su objeto. De esta manera, el sujeto se
genera en la posición de objeto del verbo, pero como allí no puede recibir caso se mueve a la
posición de sujeto.
5.
Conclusiones.
El objetivo de este trabajo ha sido ofrecer una mirada diferente a la que surge del tratamiento
otorgado en los Manuales de Lengua y Literatura, que actualmente circulan tanto entre docentes
como en alumnos, en torno a cuáles son las características del sistema lingüístico del español que
un alumno debe conocer primero para luego poder así compararlas con las variables propias de
otras lenguas, tal cual es el objetivo que emana de los CBC23.
En la Introducción analizamos algunas conceptualizaciones de los objetivos planteados por
los CBC para el área de Lengua con el propósito de mostrar cómo su puesta en práctica no puede
realizarse debido a que mientras su formulación pertenece al dominio gramatical, en la
enunciación de los contenidos conceptuales correspondientes a dichos objetivos se apela a
nociones teóricas provenientes de la Sociolingüística y por lo tanto, del uso y no del
conocimiento del sistema.
Luego ofrecimos una caracterización del marco teórico cognitivo, puesto que es dentro de
dicho marco que encuentra justificación la perspectiva paramétrica en la cual nos ubicamos.
Una vez explicitada en qué consiste abordar los fenómenos lingüísticos desde dicha
perspectiva, nos concentramos en la enumeración y el tratamiento de los parámetros que dan
cuenta del español como una lengua con clíticos, una lengua pro drop y una lengua
configuracional.
Finalmente, dado que explícitamente la intención que atraviesa todo este trabajo es la de
acercar a los docentes de lengua algunas reflexiones que hacen a su práctica en el aula, incluimos
para cada uno de los parámetros desarrollados, una serie de ejercicios para los alumnos
reservando para el docente la elección de la gradación de los mismos (8º y 9º de EGB3 y 1º, 2º y
3º de Polimodal).
23
Cf. Contenidos Básicos Comunes para la Educación General Básica op. cit.
Bibliografía:
BENVENISTE, E.: “La clasificación de las lenguas”, en Problemas de lingüística general I.
México, Siglo XXI, 1982
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BOSQUE, I- DEMONTE, V. (1999) (Dir.): Gramática Descriptiva de la Lengua Española,
Tomo I, Madrid, Espasa.
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CHOMSKY,N (1999): El Programa Minimalista Madrid, Alianza.
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Consejo Federal de Cultura y Educación. República Argentina.
Contenidos Básicos Comunes. Educación Polimodal. Ministerio de Cultura y Educación. Consejo
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DEMONTE,V (1988): De las Estructuras a la Rección Madrid, Síntesis.
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Diseño Curricular Jurisdiccional (1999); Polimodal; Lengua y Literatura; Ministerio de
Educación; Provincia de Santa Fe.
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Provincia de Santa Fe.
FERNÁNDEZ LAGUNILLA, M.-ANULA REBOLLO, A. (1995): Sintaxis y Cognición,
Madrid, Síntesis.
FERNANDEZ SORIANO, OLGA, “El pronombre personal. Formas y distribuciones.
Pronombres átonos y tónicos” (pp. 1209-1273), en Gramática Descriptiva de la Lengua
Española1, Madrid, Espasa, 1999.
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HERNANZ, MA. L –BRUCART, J. MA. (1987): La Sintaxis. 1. Principios Teóricos. La oración
Simple Editorial Crítica, Barcelona.
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