INTELIGENCIA EMOCIONAL PRIMER SEMESTRE Material de estudio Compilado por: Msc. María Isabel Ruiz S. (Docente autor) 1 Contenido Presentación............................................................................................................................................. 2 Objetivo ................................................................................................................................................... 4 Primera Unidad: Conceptos básicos sobre emociones .............................................................................. 5 Emoción, sentimiento y estado de ánimo. ................................................................................................ 5 ¿Cómo se produce la emoción? ................................................................................................................ 6 Componentes de la emoción .................................................................................................................... 7 Función de las emociones ........................................................................................................................ 8 1. Función adaptativa. .......................................................................................................................... 8 2. Funciones sociales. ........................................................................................................................... 9 3. Función Motivacional. ...................................................................................................................... 9 Inteligencia emocional ............................................................................................................................ 10 Modelos de Inteligencia Emocional ........................................................................................................ 10 Modelos de habilidad: Modelo de las cuatro ramas de Mayer y Salovey (1997) .................................... 10 1. Percepción Emocional................................................................................................................ 11 2. Facilitación Emocional del pensamiento (Utilizar las emociones) ................................................ 11 3. Comprensión Emocional ............................................................................................................ 12 4. Manejo, regulación o gestión de las emociones ........................................................................... 13 Modelos mixtos.................................................................................................................................. 14 Modelo de competencias (Goleman, Boyatzis y McKee, 2002) ....................................................... 14 Modelo de Barn-On (2000,2006) .................................................................................................... 15 Referencias Bibliográficas ....................................................................................................................... 16 Sitios web de interés ............................................................................................................................... 16 Presentación Bienvenidos a la asignatura Inteligencia Emocional (IE). Seguramente te estarás preguntando ¿por qué recibo una asignatura llamada IE si estoy estudiando una carrera tecnológica? Al ITSCO le interesa no solamente tu formación en cuanto a las asignaturas propias de tu carrera, sino también tu crecimiento personal. Así, en el modelo pedagógico del ITSCO el núcleo central es la pedagogía del amor, por eso el interés en desarrollar no solo tus competencias profesionales, sino también emocionales. En este sentido la IE es clave para que puedas desenvolverte de mejor manera en tu entorno tanto laboral como familiar. Quizá más de una vez has dicho frases cómo: “No sé lo que me pasa”, “Me siento raro”, “Tengo emociones cruzadas” y otras tantas frases que demuestran que necesitas desarrollar tu inteligencia emocional. ¿Por qué? Porque cuando recurres a frases como éstas revelas que quizá te falta vocabulario emocional. ¿Sabías que existen más de 300 emociones y en muchos casos solo manejamos un vocabulario de diez palabras para referirnos a nuestras emociones? 2 Existen múltiples investigaciones que relacionan la IE con mejores relaciones con los compañeros de trabajo, mejores relaciones familiares, mejor autoestima e incluso mejor rendimiento académico. Así mismo, hay estudios que demuestran que quienes tienen niveles más altos de IE son menos vulnerables a la depresión, ansiedad, consumo de sustancias y síndrome de burnout. Pero lo más importante es que la IE es entrenable, es decir, que si te lo propones podrás mejorar tus competencias emocionales. Para sacar el máximo provecho de esta asignatura participa activamente en cada clase, realiza las actividades del aula virtual y por supuesto, estudia esta guía que ha compilado la información más relevante sobre el estudio de las emociones y la IE. 3 Objetivo La presente guía es una compilación de información de fuentes bibliográficas actualizadas y científicas que a la vez explican de manera didáctica los contenidos más importantes de la asignatura. El objetivo es brindar tanto a las/los estudiantes como al cuerpo docente, un material de apoyo como guía de estudio que complemente a la asignatura que se desarrolla en las aulas. Cabe destacar que el trabajo en aula será esencialmente práctico, encaminado a mejorar las competencias emocionales de los estudiantes, sin embargo, el respaldo teórico y científico requerirá que el estudiante revise las últimas investigaciones entorno a temas relacionados con el mundo de las emociones, particularmente la inteligencia emocional. Para esto se trabajará con un aula virtual y la lectura y estudio de la presente guía. La inteligencia emocional es un factor clave para alcanzar mayores estados de bienestar y está relacionada con múltiples aspectos de nuestras vidas. ¡Comencemos! 4 Primera Unidad: Conceptos básicos sobre emociones Emoción, sentimiento y estado de ánimo. Si bien, existen múltiples teorías desarrolladas durante el siglo XX sobre las emociones, resumimos a continuación lo más relevante para esta asignatura. Cortés (2016), señala: La tendencia actual es considerar a la emoción como un proceso afectivo de respuesta del ser humano. Al recibir del entorno un estímulo se provoca en el sujeto una valoración subjetiva y cognitiva de la experiencia que está viviendo así como cambios neurofisiológicos que le impulsan al movimiento y a la acción, siendo su fin último facilitar la adaptación al entorno. La emoción es un proceso afectivo (p.20) “Las emociones son procesos episódicos que, elicitados por la presencia de algún estímulo o situación interna o externa, que ha sido evaluada y valorada como potencialmente capaz de producir un desequilibrio en el organismo, dan lugar a una serie de cambios o respuestas en los planos subjetivo, cognitivo, fisiológico y motor expresivo; cambios que están íntimamente relacionados con el mantenimiento del equilibrio, esto es: con la adaptación de un organismo a las condiciones específicas del medio ambiente” (Palmero, et al., 2006, p.21). El sentimiento se refiere a la toma de conciencia de la emoción que se está produciendo. Teniendo en cuenta que la emoción es un proceso, el sentimiento sería la fase final dónde se adquiere conciencia de la emoción que se está experimentado como respuesta a un estímulo. Esta dimensión subjetiva de la emoción se le denomina sentimiento. El sentimiento es la experiencia vivida de la emoción y si adquiere como vivencia una duración más larga en el tiempo que cuando se extiende pasa a convertirse en humor. Para Bisquerra (s.f.), el estado de ánimo es diferente de la emoción y del sentimiento. Al respecto señala que el ser humano tiene una parte racional y otra sentimental o afectiva. Experimentar cambios en nuestro estado de ánimo es algo natural y en ocasiones es incontrolable. Los estados de ánimo se caracterizan por experimentar una emoción dominante durante un cierto tiempo. Son de menor intensidad y más duración. Bisquerra y Laymuns (2018) señalan: (…) a veces puede haber alguien que nos dice: “Estoy depre”, no significa que tenga el síndrome bipolar o alguna patología. Simplemente quiere expresar que se siente triste. A lo mejor sí le preguntamos ¿Y por qué? Tal vez nos responda “No lo sé”. Los estados emocionales, a diferencia de las emociones no tienen una causa clara. A veces estamos de mal humor y no sabemos por qué. Significa lo mismo estado emocional, estado de ánimo y estado de humor. Ambos se refieren a un período de tiempo que se caracteriza por una emoción predominante, sin que tengamos clara conciencia de sus causas. Pueden ser estados de ánimo de tristeza, alegría, ansiedad, enamoramiento, placidez, etc. 5 Cuando se experimentan estados emocionales negativos (ansiedad, estrés, tristeza, depresión, fobias), intensos, frecuentes y que se alargan más allá de lo razonablemente aceptable se puede entrar en trastornos emocionales. (p14). A modo de resumen podemos establecer las siguientes diferencias entre emoción, sentimiento y estado de ánimo: ¿Cómo se produce la emoción? Revisemos lo que señala Bisquerra (2003): Una emoción se produce de la siguiente forma: 1) Unas informaciones sensoriales llegan a los centros emocionales del cerebro. 2) Como consecuencia se produce una respuesta neurofisiológica. 3) El neocortex interpreta la información. 6 De acuerdo con este mecanismo, en general hay bastante acuerdo en considerar que una emoción es un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno. El proceso de valoración puede tener varias fases. Según Lazarus (1991b) hay una valoración primaria sobre la relevancia del evento: ¿es positivo o negativo para el logro de nuestros objetivos? En una evaluación secundaria se consideran los recursos personales para poder afrontarlo: ¿estoy en condiciones de hacer frente a esta situación? Coincidimos con Frijda (1994) al afirmar que las emociones nos dicen qué hechos son verdaderamente importantes para nuestra vida. Componentes de la emoción Hay tres componentes en una emoción: neurofisiológico, conductual o comportamental y cognitiva. • Lo neurofisiológico se manifiesta en respuestas como taquicardia, sudoración, vasoconstricción, hipertensión, tono muscular, rubor, sequedad en la boca, cambios en los neurotransmisores, secreciones hormonales, respiración, etc. Todo esto son respuestas involuntarias, que el sujeto no puede controlar. Sin embargo, se pueden prevenir mediante técnicas apropiadas como la relajación. Como consecuencia de emociones intensas y frecuentes se pueden producir problemas de salud (taquicardia, hipertensión, úlcera, etc.). (…) • La observación del comportamiento de un individuo permite inferir qué tipo de emociones está experimentando. Las expresiones faciales, el lenguaje no verbal, el tono de voz, volumen, ritmo, movimientos del cuerpo, etc., aportan señales de bastante precisión sobre el estado emocional. Este componente puede intentar disimularse. Por ejemplo, las expresiones faciales surgen de la actividad combinada de unos 23 músculos, que conectan directamente con los centros de procesamiento de las emociones, lo que hace que el control voluntario no sea fácil; aunque, siempre es posible «engañar» a un potencial observador. Aprender a regular la expresión emocional se considera un indicador de madurez y equilibrio que tiene efectos positivos sobre las relaciones interpersonales. • El componente cognitivo o vivencia subjetiva es lo que a veces se denomina sentimiento. Sentimos miedo, angustia, rabia y muchas otras emociones. Para distinguir entre la componente neurofisiológica y la cognitiva, a veces se emplea el término emoción, en 7 sentido restrictivo, para describir el estado corporal (es decir, el estado emocional) y se reserva el término sentimiento para aludir a la sensación consciente (cognitiva). El componente cognitivo hace que califiquemos un estado emocional y le demos un nombre. El etiquetado de las emociones está limitado por el dominio del lenguaje. Dado que la introspección a veces es el único método para llegar al conocimiento de las emociones de los demás, las limitaciones del lenguaje imponen serias restricciones a este conocimiento. Pero al mismo tiempo dificulta la toma de conciencia de las propias emociones. Estos déficits provocan la sensación de «no sé que me pasa». Lo cual puede tener efectos negativos sobre la persona. De ahí la importancia de una educación emocional encaminada, entre otros aspectos, a un mejor conocimiento de las propias emociones y del dominio del vocabulario emocional. Función de las emociones Cortés, (2016) señala: Las emociones son imprescindibles en nuestro quehacer diario y, por tanto, en la interrelación con los demás. Las emociones se vinculan a nuestra toma de decisiones pudiendo inclusive a través del contagio emocional llegar a influenciar en las personas que nos rodean. Independientemente de la clasificación que se siga todas las emociones tienen utilidad, incluso las que consideramos negativas como la ira, el miedo, o la tristeza. Choriz (2005) explica que las emociones tienen tres funciones principales: 1) función adaptativa. 2) función social 3) función motivacional. Veamos con más detenimiento cada una de ellas: 1. Función adaptativa. Las emociones preparan al sujeto para que realice de una forma eficiente el comportamiento de adaptación que le exige el medio y las condiciones ambientales. Activan la energía y los recursos necesarios para poner en marcha la conducta de evitación o acercamiento hacia un objetivo determinado. Para Darwin (1872), que fue el precursor de la visión filogenética de las emociones, la emoción tiene como fin facilitar la conducta apropiada, lo que es básico en el proceso de adaptación. (…) Por ejemplo, la emoción de miedo ante una situación de peligro como un terremoto es la respuesta lógica que determina que nos pongamos a cubierto y poder salvarnos. 8 De ahí que las emociones tengan un claro componente adaptativo al orientarnos y prepararnos hacia la conducta más apropiada. 2. Funciones sociales. La idea inicial que contextualiza este tipo de funciones es que las personas son seres sociales por lo que le es indispensable vivir en sociedad para cubrir sus necesidades, como por ejemplo, de interrelación personal, identificación y comunicación. Para ello, y bajo cada cultura, los grupos se alinean a los valores predominantes en cada sociedad y es necesario que cada individuo muestre un comportamiento afiliativo para poder integrarse en el grupo. Desde un punto de vista de función social las emociones permiten identificar las oportunidades y problemas que aparecen coordinando las acciones de los individuos que pertenecen a un grupo o desean integrarse al mismo (Keltner y Haidt, 2001). Las emociones y su expresión se hacen imprescindibles para comportarnos en sociedad ya que permite dar a conocer a los demás como nos sentimos, así como, percibir y comprender como se sienten los demás, y de ahí establecer un feedback emocional y comportamental. Sin la expresividad emocional no se podría establecer procesos de comunicación sociales y familiares de calidad. (…) En este sentido las emociones positivas inciden en la generación de vínculos sociales y relaciones interpersonales saludables. Desde niños, ya en la relación madre-bebé la expresión emocional se establece como vínculo de comunicación entre ambos. A través de las emociones podemos conocer cómo se sienten los demás y por tanto actuar en base a la comprensión de la emoción que están sintiendo y expresan los demás, es decir, se establece un lazo de empatía entre las personas (…). La habilidad para poder leer en los demás la emoción que está sintiendo es básica en nuestra experiencia humana ya que permite anticipar una respuesta o inhibirla al comprender el estado emocional de las personas con las que convivimos. Sin una correcta comprensión de las emociones de los demás se hace dificultoso mantener de una forma sostenida en el tiempo relaciones sociales de calidad. 3. Función Motivacional. La emoción tiene la capacidad de dirigir y dar intensidad a la actividad que se está realizando. Tal y como afirma Choriz (2005) la emoción da energía a la conducta motivada, por lo que una conducta con una buena carga emocional se va a realizar de una forma más vigorosa. La emoción puede provocar que se realice una actividad, e inclusive la direcciona regulando la intensidad de su ejecución en busca de la meta establecida. Toda conducta motivada provoca una reacción 9 emocional, y al mismo tiempo, la emoción facilita que surjan unas conductas motivadas y no otras (Choriz, 2005). Inteligencia emocional Si bien existen múltiples definiciones de inteligencia emocional (IE), la que tomaremos de referencia será la propuesta por Mayer y Salovey (1997). La inteligencia emocional implica la habilidad para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para comprender la emoción y el conocimiento emocional, y la habilidad para regular las emociones que promueven el crecimiento emocional e intelectual. Modelos de Inteligencia Emocional Para estudiar los modelos de IE más reconocidos a nivel mundial citaremos a Fernández Berrocal y Extremera Pacheco, (2005), quienes señalan lo siguiente: La categorización conceptual más admitida en IE distingue entre modelos mixtos y modelos de habilidad basados en el procesamiento de la información (Mayer, Salovey & Caruso, 2000). El modelo de habilidad: es una visión más restringida defendida por autores como Salovey y Mayer que conciben la IE como una inteligencia genuina basada en el uso adaptativo de las emociones y su aplicación a nuestro pensamiento. El modelo mixto: es una visión muy amplia que concibe la IE como un compendio de rasgos estables de personalidad, competencias socio-emocionales, aspectos motivacionales y diversas habilidades cognitivas. Con respecto a los modelos de IE, estudiaremos dentro de los modelos de habilidad, el modelo de Mayer y Salovey. Dentro de los modelos mixtos estudiaremos básicamente dos modelos: el de Goleman, y el de Bar- On. Veamos a continuación lo que señala Cortés (2016): Modelos de habilidad: Modelo de las cuatro ramas de Mayer y Salovey (1997) Este modelo considera a la inteligencia emocional como la habilidad para percibir, valorar y expresar la emoción adecuada y adaptativamente; la habilidad para comprender la emoción y el conocimiento emocional; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten las actividades cognitivas y la acción adaptativa; y la habilidad para regular las emociones en uno mismo y en otros (Mayer y Salovey, 1997; Mayer, Salovey y Caruso, 2000). La inteligencia emocional, tal como es concebida por Mayer y Salovey (1997), está compuesta por un conjunto de habilidades emocionales que forman un continuo que abarca desde aquellas de nivel más básico, que ejecutan funciones fisiológicas fundamentales como la percepción y atención a nuestros estados fisiológicos o expresivos, a otras de mayor complejidad cognitiva que buscan el manejo 10 personal e interpersonal (Mayer, Salovey y Caruso, 2008). Las cuatro habilidades emocionales de complejidad ascendente planteadas por estos autores se conocen como el modelo de las cuatro ramas y se compone de: 1) Percepción Emocional, 2) Facilitación Emocional, 3) Comprensión Emocional, y 4) Manejo Emocional. 1. Percepción Emocional Esta primera habilidad que se encuentra en la base del modelo, permite percibir e identificar las emociones de uno mismo y de los demás. Se relaciona con la conciencia emocional de uno mismo cuando se centra en el propio individuo. Cuando el objeto son las emociones de los demás esta dimensión engloba lo que se denomina sensibilidad afectiva, habilidad para recibir afecto, y sensibilidad no verbal. Gracias a esta sensibilidad se puede apreciar la honestidad de las expresiones emocionales de los demás (Fernández-Berrocal y Extremera, 2009).(p.111) 2. Facilitación Emocional del pensamiento (Utilizar las emociones) Hace referencia a la habilidad para centrar la atención y pensar de forma más racional a través de la información emocional captada. Mediante la facilitación emocional, es posible influir en procesos cognitivos tales como el razonamiento, la toma de decisiones, la comunicación interpersonal e inclusive en la creatividad. Tal y cómo se recoge en el capítulo I, a través de las emociones se modela y se mejora el pensamiento debido a la relación tanto anatómica como funcional, que existe ente emoción y cognición. Gracias a la facilitación emocional se complementa el procesamiento de la información percibida y se facilita el cambio de perspectiva, la formación de los juicios y se puede adquirir nuevos puntos de vista (Mayer y Salovey, 1997). En consecuencia, la inteligencia emocional a través de esta habilidad supone asumir que nuestro estado emocional se vincula con nuestro pensamiento y que es necesario aprovechar la información emocional para ejecutar procesos cognitivos superiores de especial relevancia para el ser humano. A la largo del capítulo I de esta Tesis doctoral se ha analizado esta interacción entre emoción y pensamiento que se encuentra definida en el modelo de Mayer y Salovey (1997) como facilitación emocional. 11 3. Comprensión Emocional Esta habilidad implica un alto dominio del vocabulario emocional para aplicar la etiqueta de la emoción correcta de lo que se está sintiendo o se está observando en los demás. Permite realizar un desglose minucioso de las diferentes señales emocionales que nos llegan para realizar un etiquetado emocional y reconocer en que categorías se pueden agrupar bajo un mismo nombre. Implica una actividad tanto anticipatoria como retrospectiva para conocer que causas son las generadoras del estado anímico y qué consecuencias puede acarrear (Fernández-Berrocal y Extremera, 2009). Permite reconocer el modo en que se combinan las emociones entre sí y progresan pudiendo, por ejemplo, detectar como una emoción de malestar puede ir subiendo en escala de impacto y convertirse en ira. Alberga la habilidad para reconocer las transiciones de unos estados emocionales a otros y la aparición de sentimientos simultáneos y contradictorios (por ejemplo pasar del miedo a la alegría y de ahí al amor). Gracias a esta habilidad, podemos incrementar no sólo nuestro autoconocimiento emocional sino comprender las emociones del otro, es decir, de sentir empatía (aunque es un constructo diferente como veremos en el capítulo III) que nos ayuda a entender el estado emocional de los demás y conocer la base emocional del porqué de sus comportamientos en las interacciones interpersonales. La comprensión emocional de las emociones del otro ayudará a gestionar y adaptar nuestros comportamientos a las expectativas y/o necesidades que comunica la otra persona con sus expresiones emocionales. Parte esencial de la comprensión emocional es el vocabulario emocional. A continuación se presentan algunas emociones agrupadas por familias: 1. FAMILIAS EMOCION • Enojo FAMILIA a. Fastidio b. Frustración c. Exasperación d. Propensión a discutir e. Amargura f. Vengatividad g. Furia • Miedo a. b. c. d. e. f. g. • Disgusto a. Descontento b. Aversión c. Desagrado Inquietud Nerviosismo Ansiedad Temor Desesperación Horror Terror 12 • Tristeza • Gozo d. e. f. g. Repugnancia Aborrecimiento Asco Abominación a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. k. a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. Decepción Consternación Desanimo Desesperación Impotencia Desesperanza Tribulación Congoja Desaliento Pesar Angustia Placer sensorial Regocijo Compasión /Alegría Diversión Schadenfreude Alivio Paz Orgullo Excitación Éxtasis 4. Manejo, regulación o gestión de las emociones Es la habilidad más compleja de las cuatro. Consiste en estar abierto a los sentimientos, independientemente de su valencia, y reflexionar y modularlos en uno mismo o en los demás con el objetivo de incentivar la comprensión y el crecimiento personal. Posibilita que seamos capaces de regular nuestra emoción ante alguna situación que estemos viviendo, por ejemplo, una enfermedad, y de igual modo permite que seamos capaces de regular cómo se están sintiendo los demás, por ejemplo ante un compañero/a que está enfermo/a y se siente triste, podemos lograr con nuestro comportamiento modular y regular la tristeza que le acompaña. (p. 112- 113) Este modelo se plantea como una estructura jerárquica de avance, dónde el primer lugar lo ocupa la percepción emocional dotada de una complejidad menor y de un funcionamiento más básico, hasta la regulación emocional que se considera la rama más compleja. Claramente se aprecia una distinción entre las cuatro ramas, ya que las ramas de la percepción, comprensión, y regulación se pueden ver como un grupo de habilidades que incluyen el proceso de razonar acerca de las emociones, y por otro lado, la facilitación emocional incluye el uso de las emociones para mejorar el razonamiento. 13 Para Hervás y Moral (2012), una parte importante de la regulación emocional se relaciona con el significado que damos a las emociones. A continuación, se presentan algunos significados funcionales y disfuncionales asociados a diferentes emociones. Reflexiona, cómo el significado que das a cada emoción influye en lo que haces y piensas. Modelos mixtos Modelo de competencias (Goleman, Boyatzis y McKee, 2002) La publicación del best-seller de Goleman, Inteligencia Emocional (1995) tuvo un impacto sensacional sobre todo en el mundo empresarial a raíz de señalar como explicación fundamental del rendimiento laboral las competencias derivadas de los factores que componen el constructo de inteligencia emocional descrito por este autor. Goleman definió la inteligencia emocional como “la capacidad para reconocer nuestros propios sentimientos, motivarnos y monitorear nuestras relaciones” (Goleman, 1995, p.3). A raíz de esta definición se generó el modelo teórico que establece que existen una serie de competencias que facilitan a las personas el manejo de las emociones hacia uno mismo y hacia los demás (Boyatzis, Goleman, y Rhee, 2000). La idea que subyace a este modelo es que, según los estudios iniciales de Gardner (1983), sólo se puede predecir a través del coeficiente intelectual el 20% del éxito profesional, por lo que el resto depende de factores que Goleman, recuperando los trabajos de McClelland sobre estudios sobre los factores predictivos de éxito laboral, sitúa en un conjunto de competencias agrupadas en diferentes dominios. Para Goleman (1998), la competencia emocional es una capacidad aprendida basada en la inteligencia emocional que se traduce en un rendimiento excepcional en el trabajo (…) (ver Tabla 3). Tabla 3. Modelo de Inteligencia Emocional (Goleman, Boyatzis, McKee, 2002) 14 DOMINIOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y COMPETENCIAS EMOCIONALES ASOCIADAS COMPETENCIA PERSONAL COMPETENCIA SOCIAL -Conciencia de uno mismo -Conciencia Social (Autoconciencia) Empatía Conciencia emocional de uno mismo Conciencia de la organización Valoración adecuada de uno mismo Servicio Confianza de uno mismo - Autogestión Autocontrol emocional Transparencia Adaptabilidad Logro Iniciativa Optimismo - Gestión de las relaciones Liderazgo inspirado Influencia Desarrollo de los demás Catalizar el cambio Gestión de los conflictos Establecer vínculos Trabajo en equipo y colaboración (…) la autoconciencia posibilita la empatía y la gestión de uno/a mismo/a, y la adecuada combinación de éstas dos últimas permite la gestión eficaz de las relaciones. Bajo esta teoría se abre un espacio al desarrollo ya que se considera que estas competencias no tienen una base innata y se pueden ampliar. Richard Boyatzis, máximo exponente de este modelo junto a Goleman, reclama que su propuesta de inteligencia emocional, a diferencia de la de Mayer y Salovey, está orientada también a intentar predecir los patrones de comportamiento y sus consecuencias en la forma de vida y los resultados de trabajo (Boyatzis y Sala, 2004). Modelo de Barn-On (2000,2006) Al igual que el anterior, este modelo trata de dar respuesta a cuáles son los factores que permiten diferenciar a las personas que consiguen el éxito de las que no. Recogiendo tradiciones anteriores de Darwin (1872), Weschler (19458), Gardner (1983) y Mayer y Salovey (1997), Bar-On, considera que la clave del éxito se establece en factores que no tienen que ver con la inteligencia cognitiva. (…) Finalmente propone un modelo multifactorial con el objeto de aumentar las habilidades involucradas en la inteligencia no cognitiva. Bar-On (1997) definió la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades personales, emocionales y sociales y de destrezas que influyen en nuestra habilidad para adaptarnos y enfrentar las demandas y presiones del medio. A partir de esta idea fundamenta su modelo teórico dónde la inteligencia emocional se relaciona con el potencial para el rendimiento, pero considerándolo como un proceso mucho más importante que los logros a conseguir. La inteligencia emocional se compone de cinco factores principales (ver Tabla 4). Tabla 4. Modelo de Bar-On (adaptado de Barn-On, 2000, 2006) 15 Factores Componente Intrapersonal Evalúa la auto identificación general del individuo haciendo referencia a la capacidad para expresar y comunicar los sentimientos de uno mismo Componente Interpersonal Capacidad para escuchar, comprender y apreciar los sentimientos de los otros Componente Manejo del estrés Control que se tiene para mantener la calma y afrontar las situaciones estresantes Adaptabilidad-Ajuste Capacidad para tratar con los problemas cotidianos. Estado de ánimo general Optimismo y capacidad para mantener una actitud positiva En contraposición, algunos expertos critican el Subcomponentes (Habilidades) Autoconocimiento emocional Asertividad Auto-concepto Independencia Auto-evaluación Empatía Responsabilidad Social Relaciones Interpersonales Tolerancia al estrés Control impulsivo Validación Flexibilidad Solución de problemas Optimismo modelo de Barn-On, alegando que es que no se puede agrupar características personales ligadas a las emociones (D’Amico, 2008). Referencias Bibliográficas Bisquerra, R. (2003). Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de investigación educativa, 21(1), 7-43. Recuperado de: http://revistas.um.es/rie/article/view/99071 Bisquerra, R. y Lymuns, G. (2018). Diccionario de emociones y fenómenos afectivos. Universo de emociones. España. Cortés, J. A. (2016). Liderazgo Emocional: Impacto en los colaboradores. Tesis doctoral. Universidad Jaume I. España. Fernández- Berrocal, P. & Extremera- Pacheco, N. (2005). La Inteligencia Emocional y la educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey. Revista Interuniversitaria de Formación del profesorado, 19(3), 63-93. Recuperado de: http://emotional.intelligence.uma.es/documentos/pdf61modelo_de_mayer_salovey.pdf Morlán, L. (2012). Cerebro emocional. Conceptos de historia, localización y función. Avances en Supervisión Educativa, (16). Recuperado de: https://avances.adide.org/index.php/ase/article/view/501/341 Sitios web de interés • • • Laboratorio de emociones de la Universidad de Málaga: http://emotional.intelligence.uma.es/ Grupo de Investigación en Educación Emocional de la Universidad de Barcelona: http://www.ub.edu/grop/ Universo de emociones: https://universodeemociones.com 16 • • • • Página personal de Rafael Bisquerra (catedrático de la Universidad de Barcelona con numerosas publicaciones en el ámbito de la educación emocional) http://www.rafaelbisquerra.com/es/ Manuales para desarrollar competencias emocionales en distintas edades. Proyecto de la diputación de Guipúzcoa, España. http://www.eskolabakegune.euskadi.eus/web/eskolabakegune/material-de-ladiputacion-de-guipuzcoa Programa RULER para el desarrollo de competencias sociales y emocionales de la Universidad de Yale: https://www.rulerapproach.org/ Página de la Universidad New Hampshire (Jhon Mayer). https://mypages.unh.edu/jdmayer/publications 17