REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA INSTITUTO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y FISCALES MARACAY-VENEZUELA PROCESO DE FISCALIZACIÒN AUTOR: Sandremar Castillo Ramírez. FACILITADOR: Licenciado/Abogado Jesús David Hernández G. Maracay, agosto 2022 PROCESO DE FISCALIZACION La fiscalización es el procedimiento de revisión, análisis, control y verificación realizado por la Administración Tributaria acerca de los tributos, para evaluar el cumplimiento de las obligaciones por parte de los sujetos pasivos. Moya (2007) señala que la fiscalización consiste en dirigir, coordinar, supervisar, controlar y evaluar las actividades relacionadas con la gestión de la gerencia tributaria e impartir las instrucciones para ejecutar las funciones correspondientes (p.15). Moya (2.007), La efectividad de la Implantación de la Dirección Estratégica. Folletos Gerenciales Año IV (No. 7). Solo los fiscales adscritos al ente administrativo tributario correspondiente, están autorizados para llevar a cabo el proceso de fiscalización; ello obedece, a que dicha actividad involucra la invasión de la esfera privada del contribuyente, con respecto a la documentación comercial, libros contables, registros, operaciones, cuentas bancarias y demás elementos que se relacionan a la actividad económica generadora del tributo. El fiscal posee una facultad de fiscalización que, según el Código Tributario, contempla la inspección, investigación y el control del cumplimiento de obligaciones tributarias, incluso de aquellos sujetos que gocen de inafectación, exoneración o beneficios tributarios. Esta potestad se ejerce en el marco de un procedimiento de fiscalización, en la cual mediante diversos actos administrativos se busca corroborar, investigar y verificar la determinación de la deuda tributaria realizada por el contribuyente. Esta actuación de la Administración tiene como último propósito emitir una Resolución de Determinación que manifieste su conformidad o disconformidad. En otras palabras, no se iniciará un procedimiento de fiscalización si no es con la finalidad de emitir un Acto de Resolución. Cabe destacar, que el administrado está en la obligación de estar presto a los requerimientos de la Administración, de lo contrario estaría obstaculizando el procedimiento de revisión y sería sancionado. La Fiscalización, como herramienta de control para la administración, es sin duda, de vital importancia. Ejercer esa función mediante presencia fiscal, a través de las llamadas auditorias fiscales a los libros, documentos y declaraciones presentadas por los contribuyentes, requiere, por una parte, de una planificación, ejecución y controles eficientes, y por la otra, que se realicen con estricto respecto a los derechos subjetivos del administrado y a los principios constitucionales y legales, que informan al Derecho Tributario. Fiscalización, en general, es una fase del procedimiento que desarrolla la Administración Tributaria sobre los contribuyentes para la determinación de oficio de la obligación tributaria. A través del procedimiento de "fiscalización y determinación" la Administración Tributaria cuantifica el importe del tributo al que está obligado el contribuyente. Los procedimientos de fiscalización sólo pueden ser realizados por quienes han sido designados a dicha función adscrita al correspondiente ente administrativo tributario con funciones específicas de auditoría fiscal que pueden ser funcionarios públicos, ya que no está permitido que particulares realicen esta tarea específica que involucra invadir las esferas privada del contribuyente relativa a documentación comercial, libros contables, registros, operaciones, etc. El procedimiento de fiscalización se encuentra contemplado en los artículos 177 al 293 de COT, siendo este un conjunto de operaciones destinadas a recolectar los datos pertinentes para el cumplimiento de los deberes formales por parte del sujeto pasivo de la obligación tributaria de manera que pueda incrementar y garantizar la obtención de los recursos necesarios para que el estado pueda satisfacer sus necesidades propias y colectivas. Del procedimiento de fiscalización debe generarse un Acta fiscal, que debe ser notificada al contribuyente, en la cual se deja constancia de los hechos evidenciados en el procedimiento de investigación a partir de los cuales se cuantifica el importe de la obligación tributaria del contribuyente, estableciéndose si fuera el caso, las diferencias de tributos que éste deberá pagar. Las actas fiscales no imponen sanciones, ni tampoco determinan intereses de mora, eso corresponde a la Resolución del Sumario Administrativo que es la continuación del procedimiento luego de la notificación del Acta. El Acta fiscal debe emplazar al contribuyente, no obligarlo, a que se allane a su contenido, es decir, que acepte el Acta y pague el tributo que esta determine a favor de la República. Para ello se ofrece al contribuyente una sanción reducida del 30% del tributo omitido, una especie de descuento por pronto pago, ya que la sanción que opera en los casos distintos de defraudación, es del 100% al 300% del tributo omitido. El plazo de allanamiento es de 15 días hábiles desde la notificación del Acta fiscal, cumplido el mismo sin que el contribuyente acepte el reparo contenido en el Acta fiscal, se da inicio automáticamente la fase procedimental del Sumario Administrativo, dándose al contribuyente un plazo de 25 días hábiles para que presente sus defensas o descargos, a lo que se deben sumar además, 15 días hábiles adicionales para el lapso de pruebas, los cuales se podrán prorrogar conforme se cumplan los supuestos previstos en la norma. La presentación de descargos o defensas en esta fase es opcional para el contribuyente, no estando obligado a ello y sin que la falta de presentación de dichos descargos constituya la aceptación del Acta fiscal. Sea que el contribuyente presente o no los descargos contra el Acta fiscal, finalizado el lapso ordinario para que este los presente, se da inicio a un lapso de un año para que se notifique al contribuyente la Resolución del Sumario Administrativo, en la cual se determinan, propiamente dicho, los tributos que adeuda el contribuyente, la sanción pecuniaria y los intereses de mora que corresponden a favor del sujeto activo, de ser el caso. La Administración Tributaria tiene un año para realizar dicha notificación, ya que se lo contrario, aplica la perención del Sumario Administrativo y queda sin efecto legal alguno el Acta fiscal. El incumplimiento de los deberes formales interrumpe el correcto cumplimiento de la obligación tributaria y genera infracciones formales establecidas en la ley, que son: No inscribirse en los registros correspondientes; inscribirse en los registros o suministro insuficiente y/o incorrecto; inscribirse o suministrar la información requerida fuera del plazo establecido; no expedir facturas u otros documentos obligatorios; no entregar facturas y otros documentos obligatorios, expedir facturas u otros documentos obligatorios sin cumplir con los requisitos establecidos, expedir documentos obligatorios a través de máquinas fiscales u otros medios tecnológicos que no cumplan con los requisitos respectivos; no exigir a los vendedores o prestadores de servicios comprobantes de las operaciones realizadas; emitir o aceptar facturas cuyo monto no coincida con el correspondiente a la operación real; no presentar las declaraciones que contengan la determinación de los tributos u otras comunicaciones; presentar las declaraciones en forma incompleta o fuera de plazo, presentar más de una declaración sustitutiva, o con posterioridad al plazo establecido, presentar las declaraciones en formularios o lugares no autorizados; no presentar o presentar con retardo la declaración informativa de las inversiones en jurisdicciones de baja imposición fiscal; no llevar los libros y registros exigidos; llevar los libros y registros sin cumplir con las formalidades establecidas, llevarlos con atraso superior a un mes, no llevar en castellano o en moneda nacional los libros de contabilidad y otros registros contables, excepto para los contribuyentes autorizados, no conservar durante el plazo establecido los libros y documentos; no exhibir los libros y documentos que la Administración solicite, y entre otros requisitos mas establecidos en los artículos antes mencionados en los artículos 103105 del COT. Los actos fiscales, culminan siempre con una decisión final emanada de la Gerencia general de Tributos, representada por: Resoluciones de Allanamiento, Resoluciones Culminatorias de Sumario, en los casos de no haber pagado el Acta de Reparo, en dicha decisión se determina el monto del reparo, multas e intereses moratorios; Resoluciones Administrativas, en los casos de haber pago total o parcial del Acta de Reparo, se genera en la decisión final de multa porcentual prevista en el artículo 111 del Código Orgánico Tributario; Resoluciones por revisión de oficio, emitidas cuando existen errores materiales o de cálculo por presentar documentos probatorios de pagos; y las Resoluciones por Incumplimiento de Deberes Formales, emitidas por verificaciones en sede administrativa o en domicilio del contribuyente, por incumplir con la formalidad de inscripción, a partir de existir relación de dependencia y las efectuadas por incumplir a las comparecencias de actualización. Cabe destacar que, el IVA es uno de los impuestos que recibe mayor atención por parte de los agentes fiscalizadores del Estado (SENIAT.), debido a que este impuesto le proporciona al Fisco Nacional de forma rápida y recurrente, ingresos que le permite al gobierno financiar sus gastos y obliga una mayor atención al contribuyente, de ahí pues que, las sanciones aplicadas en caso de evasión u omisión conlleva al cierre de esta microempresa que este cometiendo el ilícito. El IVA es un impuesto indirecto que grava la enajenación de bienes muebles, la prestación de servicios y la importación de bienes que deben pagar las personas naturales y jurídicas, las comunidades, los consorcios y demás entes jurídicos. En Venezuela se aplica como un impuesto en cascada, debido a que cada fase del negocio productivo se lo traslada a la siguiente, hasta llegar al consumidor final, quien corta la cadena de traslado. Es decir que aun cuando el aportador final es el consumidor, cada uno de los entes presentes en la cadena de ventas cobra el IVA a quien le vende el producto hasta su destino final (el consumidor). Para finalizar, también es de observar, que hoy en día algunas microempresarios y comercios tienen temor a ser fiscalizados, ya que algunos desconocen o no poseen una cultura tributaria como tal ya sea por falta de orientación o información que les permita crear el conocimiento acerca de la parte tributaria de sus negocios, a objetos que estos se mantengan al tanto de sus obligaciones tributarias. Es importante orientar por cuanto entre otras causas la evasión fiscal del impuesto por la poca información que manejan los propietarios.