CÓMO ESCRIBIR UN HAIKU 2 En este artículo voy a darte algunas indicaciones sobre cómo escribir haikus. Es importante que tengas claro qué es un haiku y qué no lo es, tal como lo he explicado en el artículo Qué es (y qué no es) un haiku. En un haiku se captura un instante de la misma manera que lo capturaríamos con una cámara de fotos. En una fotografía, el instante queda retratado en una imagen; en un haiku, queda plasmado en palabras. Para escribir un haiku, al igual que para hacer una fotografía, tan importante es encontrar un instante a retratar como saber retratarlo. En primer lugar, por tanto, has de hacerte con un instante a retratar. Para ello, lo ideal es que salgas a pasear por la ciudad o el campo y mires a tu alrededor con atención. También te valdrá con estar atento cuando vas al trabajo en el metro o el autobús o mientras estás en el coche en un atasco o frente al semáforo en rojo. En cuanto contemples algo que te cause una emoción, por mínima que sea, y que creas que vale la pena compartir, ya te habrás hecho con ese instante que necesitas para escribir tu haiku. Por ejemplo, si te ha llamado la atención cómo la gente va con prisas por la calle, esta imagen (la gente caminando con prisas por la calle) te valdrá perfectamente. Una vez tengas decidida la escena que vas a mostrar, se trata de describirla de la manera más sencilla y directa posible, para que el lector la pueda captar sin problemas. Por ejemplo, si la escena que quieres retratar tiene lugar al atardecer, podrías poner, en uno de los versos, un simple “se pone el sol”. Evita describir de manera poética: si para referirte al sol usas la expresión “el astro rey” (en vez de, simplemente, “el www.tallerdeescritores.com 3 sol”), estarás haciendo que lo que llame la atención sea el texto en sí, más que la escena descrita, y, con ello, distraerás al lector. En general, has de evitar las metáforas, como la del ejemplo anterior; “el astro rey” es una metáfora porque el sol no es un rey, excepto figuradamente. En este caso, se trata de una forma habitual de llamar al sol, pero, incluso así, es preferible no usarla. Una metáfora la puedes usar en caso de que sea meramente descriptiva. Por ejemplo, la expresión “se pone el sol” es también una metáfora, porque el sol, en realidad, no se pone en ningún sitio, como sí se pone, qué sé yo, un plato en una mesa, pero se trata de una forma aceptada y coloquial de hacer referencia al ocaso, y no distraerá al lector. De la misma manera, has de evitar poner los adjetivos a la izquierda del sustantivo o alterar el orden natural de los elementos de la frase de cualquier otra forma. Por ejemplo, si quieres describir unos campos verdes, hazlo así, de manera que suene lo más natural posible: “los campos verdes”. Si, en cambio, escribes “los verdes campos”, el lector se fijará en las palabras que estás usando, en lugar de en los campos en sí. Si pones verbos, ponlos en presente. Si necesitas mencionar algo que haya sucedido con anterioridad al instante que quieres mostrar, puedes hacerlo en pasado. Por ejemplo, si quieres mostrar cómo, tras un diluvio, el sol vuelve a iluminarlo todo, puedes mencionar primero la lluvia... Ha diluviado … y luego ya describir el momento en el que brilla el sol: y, ahora, de nuevo, brilla el sol. Procura que el lector pueda visualizar la escena sin problemas. Por ejemplo, si yo escribo... www.tallerdeescritores.com 4 Tarde en la playa y de pronto empieza a diluviar. ... el lector no tendrá manera de saber si en la playa había mucha gente o, por el contrario, apenas la había. En cambio, si escribo... La playa a tope y de pronto empieza a diluviar. ... entonces el lector podrá hacerse una imagen algo más nítida del instante en cuestión. Aún faltaría mostrar con algo más de detalle el momento en el que empezó a llover: cómo primero se oyó un trueno, cómo la gente se apresuró a recoger... No es fácil, ya que el espacio, en un haiku, es muy poco. El haiku lo has de escribir en el formato propio del género, es decir, en 17 sílabas distribuidas en tres versos, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Esta métrica es flexible: no tienen por qué ser exactamente 5, 7 y 5 sílabas, sino que podrían ser, por ejemplo, 6, 6 y 5; te hablaré de esto un poco más abajo. Has de tener en cuenta, en cualquier caso, que se trata de sílabas métricas, no de sílabas gramaticales. Te explicaré brevemente cuál es la manera de contar las sílabas métricas de un verso: Primero has de contar las sílabas tal como te enseñaron en la escuela. Con ello habrás obtenido el número de sílabas gramaticales. Por ejemplo, el siguiente verso... el mar azul ... tiene 4 sílabas gramaticales: www.tallerdeescritores.com 5 el-mar-a-zul (4) Luego has de modificar este número en función de dónde tenga el acento la última palabra del verso. Si el verso acaba en palabra aguda, se cuenta una sílaba más: el mar azul el-már-a-zúl (4+1=5) Si el verso termina en palabra esdrújula, se cuenta una menos: cantan los pájaros cán-tan-los-pá-ja-ros (6-1=5) Si el verso termina en palabra llana, no se suma ni se resta ninguna sílaba: Sol de febrero sól-de-fe-bré-ro (5) Por último, has de modificar el número de sílabas en función de los fenómenos fonéticos que se produzcan en el verso: sinalefas, elisiones, sinéresis... Aquí te hablaré únicamente de las sinalefas, y sólo de las sencillas, que son las que se producen entre dos sílabas, no entre tres. Se produce una sinalefa cuando dos o más sílabas que pertenecen a palabras distintas se pronuncian con un único golpe de voz. En el siguiente verso se produce una sinalefa, ya que, al leerlo, la última sílaba de la primera palabra y la primera de la segunda palabra se pronuncian en una única sílaba: corté una rama www.tallerdeescritores.com 6 cor-(téu)-na-rá-ma Si se produce una sinalefa, se cuenta una sílaba menos. Así, en el verso anterior, es número de sílabas es 5, y no 6. Para que se produzca una sinalefa, tiene que suceder que el último sonido de una palabra sea vocálico y el primero de la siguiente también lo sea. Si las dos sílabas implicadas son átonas, la sinalefa es obligatoria, es decir, se produce siempre; si una es tónica y la otra es átona, la sinalefa es optativa; y si las dos son tónicas, no se produce sinalefa. Como ya había comentado, no es necesario que un haiku tenga exactamente 5-7-5 sílabas, aunque, si las tiene, será más valorado por muchos lectores; esto es algo a tener muy en cuenta si, por ejemplo, lo escribes para presentarlo a un concurso. Así, podemos escribirlo en, por ejemplo, 6-6-5, 7-5-5 o 56-5 sílabas, y no por ello se leerá mal. En el caso general, el primer verso de un haiku quedará bien con 5 o 6 sílabas, y, con menor frecuencia, con 7 sílabas, mientas que el segundo quedará bien con 6 o 7 sílabas, y, con menor frecuencia, con 5 sílabas. El verso final es el que menos flexibilidad permite, y, por lo general, sólo suele quedar bien cuando tiene exactamente 5 sílabas. De todas maneras, has de tener en cuenta que el hecho de que un verso quede bien o no, no depende únicamente del número de sílabas métricas, sino que entran en juego otros factores: por ejemplo, la distribución de las sílabas tónicas. Fíjate: como último verso de un haiku nos valdría tanto “la primavera” como “y la primavera”, por más que uno tenga 5 sílabas... la-pri-ma-vé-ra www.tallerdeescritores.com 7 ... y el otro tenga 6: y-la-pri-ma-vé-ra La razón es que en ambos hay una única sílaba tónica; esto resulta en que, a efectos de ritmo, se lean prácticamente igual. Verás que en ocasiones no resulta nada sencillo decir en un número concreto y tan reducido de sílabas aquello que necesitamos decir. Por ejemplo, si necesitases cerrar el haiku haciendo referencia a, pongamos, un puesto de fruta, podrías hacerlo sin problemas (“puesto de fruta”; 5 sílabas), pero si, en cambio, necesitases hacer referencia a una autopista, te costaría más, porque “autopista” tiene sólo 4 sílabas, y “la autopista”, con el artículo, tiene también 4, ya que se produce una sinalefa, y no quedaría bien como verso final ni en un caso ni en otro. Una solución es recurrir a sinónimos. Por ejemplo, podrías usar la palabra “carretera”, ya que, como empieza por consonante, no se produciría sinalefa al precederla por el artículo: “la-ca-rre-te-ra”. Eso sí, estarías cambiando ligeramente la escena mostrada, ya que una autopista y una carretera no son lo mismo, y entonces tendrías que ver si para la escena que quieres mostrar y la emoción que pretendes transmitir te vale igual una carretera que una autopista. Bueno, pues hasta aquí este artículo. Espero que las indicaciones que te he dado te resulten útiles. Un saludo, César Sánchez www.tallerdeescritores.com www.tallerdeescritores.com