HILARIO VERA JHADIRA STEFANY CÓGIDO 14120065 EAP ECONOMÍA PÚBLICA RESPUESTA DE LA PREGUNTA 1 El valor presente esperado de las ganancias que recibe cada miembro del cártel como Vm. Para evaluar este valor esperado, debemos considerar tres posibilidades: 1) Con probabilidad 1-a, si no hay investigación en el período 0, y el cártel continúa. Las expectativas de ganancias serán El primer término en el segundo tramo es el beneficio en el período actual dado que el cártel está activo. El segundo término usa el mismo razonamiento expresado cuando la expectativa de ganar en el juego colusorio ajustada por el factor de descuento se expresa en la ecuación 𝑉(𝜋) = 𝜋/( 1−𝜌 ). Dado que no hay investigación, el "juego del cártel" comienza de nuevo en el período 1 y, por lo tanto, espera ganancias Vm, que debe descontarse un período. 2) Con probabilidad a(1 - s) hay una investigación fallida en el período 0. El cártel continúa, y las ganancias esperadas son Similar a la ecuación (2), el segundo término en el segundo paréntesis refleja el hecho de que el juego del cártel comienza nuevamente en el período 1 después de un enjuiciamiento fallido. 3) Con probabilidad as, hay un enjuiciamiento exitoso. Cada miembro del cártel es multado y el cártel se derrumba después del enjuiciamiento. Las ganancias esperadas son Reunidas todas las posibilidades en (2), (3) y (4) nos da el valor presente de las ganancias esperadas para un miembro del cártel, Vm = V1 + V2 + V3. Esto es, Resolviendo para Vm, se obtiene el beneficio esperado de cada empresa en el cártel: RESPUESTA PREGUNTA 2 La comparación de (6) con 𝑉(𝜋𝑚) = 𝜋𝑚/( 1−𝜌) confirma, como era de esperar, que la introducción de una autoridad antimonopolio reduce el beneficio esperado de la formación del cártel. Esto es cierto incluso si la autoridad simplemente rompe el cártel sin imponer multas. RESPUESTA PREGUNTA 3 La comparación de (6) con 𝑉(𝜋𝑚) = 𝜋𝑚/( 1−𝜌) confirma, como era de esperar, que la introducción de una autoridad antimonopolio reduce el beneficio esperado de la formación del cártel. Esto es cierto incluso si la autoridad simplemente rompe el cártel sin imponer multas. La ecuación (6) deja en claro que la política antimonopolio tiene dos herramientas principales. La primera y más obvia herramienta es la multa F. A medida que F aumenta, la expresión en (6) disminuye para cualquier valor positivo de a y s. Incluso con bajas probabilidades de detección, una multa lo suficientemente grande disuadiría la formación de cárteles. Sin embargo, esta herramienta es limitada. Las autoridades antimonopolio no pueden imponer multas de magnitud arbitraria, sino que deben relacionar cualquier multa con el daño que se estima que ha infligido. La segunda herramienta es la probabilidad de investigación y enjuiciamiento exitoso as. A medida que este término aumenta, la expresión en la ecuación (6) se vuelve más pequeña. En el caso extremo de as = 1, la expresión se convierte en 𝜋𝑚 − 𝐹 + ( 𝜌 1−𝜌 ) 𝜋𝑛. Para que esta ganancia esperada supere las ganancias de hacer trampa en un acuerdo colusorio, o 𝜋𝑑 +( 𝜌 /(1−𝜌) ) 𝜋𝑛 , se requiere que 𝜋𝑚 − 𝐹 > 𝜋𝑑 que, por supuesto, no es posible incluso si la multa F es 0. En otras palabras, una tasa suficientemente alta de descubrimiento y enjuiciamiento exitoso del cártel terminaría por detectarlo y romperlo, incluso si no hay penalización. RESPUESTA PREGUNTA 4 La pregunta última es si la introducción de la autoridad antimonopolio afecta la capacidad de un cártel para ser autosuficiente. Para que éste sea el caso, Vm de (6) debe ser mayor que 𝑉𝑑 = 𝜋𝑑 + ( 𝜌/( 1−𝜌) ) 𝜋𝑛. Tomemos el caso de una multa de 0. Un poco de manipulación indica que la probabilidad crítica ajustada por el factor de descuento A para este caso es Comparando las ecuaciones (1) con (7) se confirma que 𝜌 > 𝜌 ∗ y que A se eleva a medida que a o s aumentan. La razón subyacente es que ahora hay dos fuerzas que pueden hacer que el cártel falle. Una de ellas es la búsqueda siempre presente del interés propio que induce a los miembros individuales del cártel a engañar al acuerdo. La otra es la fuerza recién incorporada que deriva de la posibilidad de un enjuiciamiento exitoso por parte de las autoridades. Tomemos nuestro ejemplo del duopolio Bertrand. Sabemos que 𝜋𝑚 = 𝜋 𝑎 /2 , 𝜋𝑑 = 𝜋 𝑎 y 𝜋𝑛 = 0. Sustituyendo en (7), la probabilidad crítica ajustada por el factor de descuento para que este cártel sea autosuficiente en presencia de una autoridad antimonopolio (que causa el colapso del cártel pero sin imponer penalización) es 𝜌 𝐴 = 1/2(1 − 𝑎𝑠) . Si no se ha realizado ningún esfuerzo de investigación (as = 0), entonces solo debe ser mayor a ½ para que el cártel sea autosuficiente. Sin embargo, a medida que a o s aumenta, disminuye la probabilidad de que el cártel pueda sobrevivir. Para as > ½, ningún cártel puede ser sostenible. RESPUESTA PREGUNTA 5 ¿Qué herramienta -multas o una mayor probabilidad de detección y condena- deberían usar las autoridades? Descubrir y enjuiciar las conspiraciones de fijación de precios exige una cuidadosa vigilancia y trabajo legal, lo cual es costoso. Por el contrario, se pueden imponer multas de bajo costo. Esto sugiere que una gran dependencia del castigo sustancial probablemente tenga relación con una estrategia de costo-efectividad. A su vez, esto ayuda a explicar por qué la ley impone daños triples en demandas antimonopolio privadas. Sin embargo, a diferencia de los esfuerzos de detección, las multas nunca pueden ser utilizadas por sí mismas como parte de una estrategia disuasiva. El motivo es simple. Si a o s es 0, entonces, la probabilidad de ser atrapado y pagar la multa también es 0, y por lo tanto, una multa no tendrá efecto disuasorio, no importa cuán grande sea ésta. Debemos tener en cuenta también que si las autoridades confían en las investigaciones o se basan en multas, la aplicación del esfuerzo antimonopolio será, en gran medida, de tipo disuasivo. En primer lugar, la política funciona evitando que se formen cárteles y no sólo separándolos una vez que se hayan descubierto. La disuasión nos hace reflexionar en que podemos tener dificultades para evaluar el impacto total de los esfuerzos antimonopolio, porque no podemos medir fácilmente la cantidad de cárteles que se habrían formado por efecto de estas acciones disuasivas. Nuevamente, aquí el caso extremo es pertinente. Supongamos que, debido a una combinación de esfuerzos de investigación y penalidades, as y F se establecen de tal manera que las empresas nunca consideren que valga la pena formar un cártel. Debido a que nunca se detectan cárteles, puede ser objeto de observación que las sanciones por fijación de precios no sean necesarias y que los fondos gastados en detección (as) se desperdicien. Sin embargo, de hecho, es precisamente por esos gastos y políticas de castigo que los cárteles han logrado ser eliminados. De otro lado, si nos referimos a la detección de cárteles, sabemos que la investigación de una sospecha de colusión lleva mucho tiempo y es costosa. Además, a menos que se descubra evidencia convincente, una investigación puede no conducir a una acusación, y mucho menos a una condena. Las empresas conspiradoras tienen derecho a su "día en la corte" y tienen una ventaja informativa sobre cualquier agencia gubernamental. Ellas son las que conocen la naturaleza de la demanda del mercado, así como los costos de producción y transporte. Lo mejor que se puede hacer es inferir esta información de los datos proporcionados por las mismas empresas que están siendo investigadas. Sorprendentemente, puede ser muy difícil distinguir el comportamiento colusorio de las acciones competitivas. Este problema ha sido denominado el teorema de la indistinguibilidad por Harstad y Phlips (1990). Osborne y Pitchik (1987) proponen una interesante prueba para detectar colusión. Recordemos nuestra discusión sobre los modelos de Spence (1977) y Dixit (1980) en los que una gran empresa invierte en capacidad adicional como un medio para disciplinar a un nuevo rival. Los autores argumentan que la capacidad adicional puede desempeñar un papel disciplinario similar en los cárteles. Por ejemplo, sabemos que la competencia de precios de Bertrand no puede generar resultados competitivos a menos que cada empresa tenga la capacidad de servir a todo el mercado. Sin embargo, en el caso de un cártel, la adquisición de una capacidad tan grande le brinda a la empresa los medios para amenazar a las otras empresas con el resultado competitivo si alguna de las dos engaña el acuerdo colusorio. Osborn y Pitchik (1987) muestran que, en este caso, los miembros del cártel tienen un incentivo para adquirir una mayor capacidad.