EXTRACTOS DEL PROYECTO DE BASES POLÍTICAS Y PROGRAMÁTICAS DE GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO 1. NUESTRA IDEOLOGIA ES EL MARXISMO-LENINISMO-MAOISMO Sólo hay una ideología que nos puede dirigir a una liberación total. Sólo hay una ideología que tiene un claro carácter de clase – que toma partido abiertamente con un solo lado de la lucha – y es verdadera – que puede reflejar correctamente la realidad y hacer un balance de la experiencia de la manera más amplia y profunda. Es la ideología que representa a la clase más revolucionaria del mundo: la clase cuyo interés radica en la transformación de la sociedad, en el exterminio de toda forma de opresión y explotación, todas las formas retrógradas de pensar, en el mundo entero. Esa clase es el proletariado internacional y su ideología es el marxismoleninismo-maoísmo. Hoy más que nunca la ideología comunista, el marxismo-leninismomaoísmo, es una ideología internacional e internacionalista: es la ideología del proletariado internacional en su lucha histórico-mundial por su liberación y la liberación de la humanidad de toda explotación, opresión y la división de la sociedad en clases. Gran Marcha Hacia el Comunismo tiene su fundamento teórico-ideológico en el marxismoleninismo-maoísmo, en las ideas de C. Marx, F. Engels, V.I. Lenin, J. Stalin y Mao Tsetung. La ideología comunista fue fundada por Carlos Marx y Federico Engels a mediados del siglo XIX coincidiendo con el desarrollo de la sociedad capitalista. Carlos Marx examinó el desarrollo de la historia de la humanidad y su división y enfrentamiento en clases sociales hasta llegar a la sociedad capitalista en la que se enfrentaban sus dos clases antagónicas, la burguesía (los explotadores capitalistas) y el proletariado (la clase trabajadora explotada por los capitalistas). Marx nos enseñó que las masas proletarias, agrupando en torno a ellas a todos los trabajadores para luchar contra el capitalismo, derrocarían ese régimen y construirían una sociedad nueva, la sociedad socialista. Lo fundamental en la doctrina de Marx, es la teoría de la dictadura del proletariado. Marx nos enseña que el derrocamiento de la dominación de la burguesía y la instauración de la dictadura del proletariado solo son posibles por el camino de la violencia, por el camino de la insurrección armada, de la guerra civil de la revolución proletaria. Marx expuso que entre el capitalismo y el comunismo media un espacio de transición que es el periodo de su dictadura, el proletariado debe aprovecharse del Poder del Estado para aplastar la resistencia de las clases explotadoras, para minar y liquidar la base económica sobre la que descansa la existencia de las clases en general, con el fin de construir la sociedad comunista. En 1847 Marx organizó el primer partido proletario del mundo, la Liga de los Comunistas, redactando en colaboración con Engels el “Manifiesto Comunista”, que es el primer programa revolucionario del proletariado. Marx fue el organizador y jefe de la Primera Internacional, la cual, como dijo Lenin, “echó los cimientos de la organización internacional de los obreros para la preparación de un asalto revolucionario contra el capital”. Apoyándose siempre en la base teórica del marxismo-revolucionario, Vladimir Ilich Lenin se colocó a la cabeza del Partido Bolchevique en Rusia y en octubre de 1917 dirigió la revolución proletaria, la primera revolución obra triunfante en la historia, fundando la Unión Soviética. Lenin analizó los problemas teóricos más importantes de la época del imperialismo y señaló que el imperialismo es la última etapa del capitalismo, el capitalismo agonizante y en descomposición. Lenin analizó profundamente la teoría de la dictadura del proletariado y de la revolución proletaria en distintos trabajos y principalmente en su libro “El Estado y la Revolución”, desarrollando ampliamente la teoría de la dictadura del proletariado y la teoría de los Soviets como la forma de gobierno de la dictadura del proletariado. Lenin elaboró la teoría del partido del proletariado como la forma más alta de organización de clase de la clase obrera, como su vanguardia, como el arma de la dictadura del proletariado. Lenin no sólo se concentró en dirigir la revolución en el imperio ruso, sino que hizo lo posible por extender esa misma lucha revolucionaria a otros países de Europa y del mundo y por iniciativa suya y bajo su inmediata dirección, fue fundada la Tercera Internacional, la Internacional Comunista. Así, Lenin llevó el marxismo a un nivel más alto de desarrollo: el marxismo se convirtió en marxismo-leninismo. La Unión Soviética fue el primer Estado de dictadura del proletariado del mundo. Al comienzo, el dirigente principal del Partido y del Gobierno de ese Estado fue Lenin, y, después de su muerte, José Stalin. Toda la actuación de Stalin ocupa un lugar importantísimo tanto en la historia de la dictadura del proletariado como en la del Movimiento Comunista Internacional. Pese a que Stalin cometió ciertos errores (algunos de principio y otros cometidos en el trabajo práctico, difíciles de evitar en ausencia de un precedente que sirviera de ejemplo a la dictadura del proletariado), éstos no empañan su papel al frente del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS y el Estado soviético en la línea de industrialización socialista, la colectivización de la agricultura, la lucha contra el nazi-fascismo y en defensa del leninismo frente a las corrientes oportunistas, trotskista, etc. Con sus obras teóricas, Stalin hizo un aporte imborrable al Movimiento Comunista Internacional y su vida fue la vida de un gran marxista-leninista, de un gran revolucionario proletario. Por varias décadas, primero bajo la dirección de Lenin y luego con José Stalin, la Unión Soviética construyó una sociedad socialista hasta la restauración del capitalismo a mediados de la década de los años 50 del siglo veinte. Pero fue en China donde la revolución alcanzó su cima más alta bajo la dirección del Partido Comunista de China con Mao Tsetung a la cabeza. Tras varios años de lucha y sacrificios y gestas como la Gran Marcha (1934-1935), el proletariado y el pueblo chinos dirigidos por Mao Tsetung establecieron en 1949 la República Popular China. Y dos décadas después, ya bajo el socialismo, hicieron una segunda revolución: la Gran Revolución Cultural Proletaria (19661969). Dirigida por Mao Tsetung y su íntimo compañero de armas Lin Piao, la Gran Revolución Cultural Proletaria analizó las experiencias negativas de la Unión Soviética, buscó establecer cambios radicales en las relaciones entre el pueblo y su manera de pensar y trató de prevenir la restauración del capitalismo por parte de Liu Shao-shi y su puñado de seguidores dentro del Partido Comunista de China. Siguiendo el llamamiento de Mao Tsetung al pueblo chino en su cartel “¡Cañonear el cuartel general!” del 5 de Agosto de 1966 (destapando la línea traidora de Liu Shao-shi), y la Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China del 18 de Agosto de 1966, centenares de millones de obreros, campesinos, soldados y estudiantes, enarbolando el libro rojo de Citas del Presidente Mao Tsetung, participaron en los debates y luchas que se desarrollaron a lo largo y ancho de China consiguiendo que durante algunos años más ésta continuara siendo roja. Sin embargo, después de la muerte de Mao Tsetung en 1976, los seguidores del camino capitalista, dirigidos por Hua Kuo-feng y Teng Hsiao-ping, lograron hacerse con las riendas del poder tras un sangriento golpe de estado, destruyendo los logros de la Gran Revolución Cultural Proletaria y la construcción socialista, poniendo rumbo al capitalismo. A pesar de este retroceso, la revolución china, y especialmente la Gran Revolución Cultural Proletaria, es el más alto baluarte que ha alcanzado el proletariado –y la humanidad en general-en el camino a una sociedad comunista donde no exista la división en clases. Las contribuciones de Mao Tsetung mientras actuó como dirigente de esa lucha revolucionaria a través de muchas décadas y etapas (en campos como la filosofía, la economía política, la guerra popular revolucionaria o como continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado), llevaron a la ideología comunista a un nuevo nivel de desarrollo: el marxismo-leninismomaoísmo. “La inmensa complejidad del marxismo –escribió Mao Tsetung- se resume en una sola frase: ¡La rebelión se justifica! Durante siglos la gente ha dicho: Está justificado oprimir o explotar al pueblo, pero no es correcto rebelarse. El marxismo dio la vuelta completamente a esta tesis. Esta es una gran contribución, una tesis establecida por Marx a partir de las luchas del proletariado”. Mao Tsetung nos enseña que: “El objetivo final por el cual luchan todos los comunistas es la instauración completa de la sociedad socialista y comunista”. “El comunismo es la ideología completa del proletariado y, a la vez, un nuevo sistema social. Esta ideología y este sistema social difieren de todos los demás, y son los más completos, progresistas, revolucionarios y racionales de toda la historia humana. La ideología y el sistema social del feudalismo ya pasaron al museo de la Historia. La ideología y el sistema social del capitalismo se ha convertido en piezas de museo”. “El sistema socialista terminará por remplazar al sistema capitalista; esta es una ley objetiva, independiente de la voluntad del hombre. Por mucho que los reaccionarios traten de frenar la rueda de la historia, tarde o temprano se producirá la revolución y triunfará sin duda alguna”. Gran Marcha Hacia el Comunismo enarbola las banderas rojas de la Comuna de París (1871), la Gran Revolución Socialista de Octubre (1917) y la construcción de la URSS bajo la dirección del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS con V.I. Lenin y J. Stalin al frente, y muy especialmente las aportaciones de la revolución china y en particular la Gran Revolución Cultural Proletaria en China (1966-1969) dirigida personalmente por Mao Tsetung y su íntimo compañero de armas Lin Piao. Sólo a través de apoyarnos en las nuevas aportaciones de la revolución china, la práctica del PC de China y las concepciones teóricas de Mao Tsetung, es posible, por una parte, determinar el carácter burgués e imperialista de lo que fue la URSS, combatir el revisionismo y el oportunismo en las filas comunistas y, por otro, orientar correctamente la lucha revolucionaria por el poder. En particular, la experiencia dela Gran Revolución Cultural Proletaria de 19661969 es un ejemplo de valor universal para indicar la vía adecuada de tratar las contradicciones en el seno del pueblo, combatir la línea burguesa en el interior del Partido y supeditar el avance económico y técnico a la política proletaria. Gran Marcha Hacia el Comunismo recoge igualmente las aportaciones de otras experiencias en el combate del proletariado y los pueblos del mundo por su liberación y la construcción socialista (desde, por ejemplo, la heroica lucha armada del pueblo vietnamita contra el colonialismo francés y el imperialismo norteamericano o la lucha del pueblo albanés contra la ocupación nazi-fascista y el Movimiento de Revolucionarización que tuvo lugar en la República Popular de Albania a mediados de los años 60 del siglo veinte, o más recientemente las guerras populares en Perú, Nepal o India dirigidas por partidos comunistas marxistas-leninistasmaoístas). De todas ellas los marxistas-leninistas-maoístas debemos extraer las lecciones –tanto positivas como negativas- que ellas han representado y representan. La historia del Movimiento Comunista Internacional es un glorioso proceso de lucha a través del cual los comunistas del mundo han combatido y combaten para unirse al servicio de conquistar su meta: la sociedad comunista. En esta gran marcha se han concretado tres internacionales: la Asociación Internacional de los Trabajadores o Primera Internacional fundada por Marx y Engels en 1864; la Segunda Internacional fundada por Engels en 1889 y la tercera Internacional, la Internacional Comunista, fundada por Lenin en 1919. Los comunistas en el siglo veintiuno, los marxistas-leninistas-maoístas necesitan unirse en una Internacional Comunista de nuevo tipo. La constitución en marzo de 1984 del Movimiento revolucionario Internacionalista (MRI) fue un paso muy importante para la unidad de los marxistas-leninistas-maoístas del mundo. No obstante, las organizaciones que lo integran deben esforzarse por rectificar su valoración respecto del que fuera el íntimo camarada de armas y elegido sucesor de Mao Tsetung, Lin Piao, debiendo prevalecer el principio de buscar la verdad en los hechos. Como señalara Mao Tsetung: “Por “hechos” entendemos todas las cosas que existen objetivamente; por “verdad”, la ligazón interna de las cosas objetivas, es decir, las leyes que las rigen, y por “buscar”, estudiar”. (Reformemos nuestro estudio, Obras Escogidas, tomo III, p.19, Pekín 1968)