DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS A LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA UNA NECESIDAD IMPOSTERGABLE Autores Dr. Sergio Octavio Valle Mijangos. Dr. Jorge Luis Contreras Vidal. Dr. Héctor Ramón Rivero Pérez. Dra. Rosalina Torres Rivera. MSc. Xenia Pedraza González. MSc. Miguel Ceferino Bermúdez Lucas. 2020 Todos los derechos reservados: Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual. Diríjase a GESICAP (www.gesicap.com), si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. © Valle-Mijangos, S.O., 2020 © Contreras-Vidal, J.L., 2020 © Rivero-Pérez, H.R., 2020 © Torres-Rivera, R., 2020 © Pedraza-González, X., 2020 © Bermúdez-Lucas, M.C., 2020 Campeche, México. www.gesicap.com ISBN: 978-9942-8854-2-5 Depósito Legal: 1ra Edición: Ediciones Gesicap, Calle 24 de julio y Ave 3 de julio, El Carmen Manabí Ecuador. Copyright © 2020. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o trasmitida en cualquiera de sus formatos, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias sin el debido permiso de Ediciones GESICAP. Como citar el libro: Valle-Mijangos, S.O; Contreras-Vidal, J.L; Rivero-Pérez, H.R; Torres-Rivera, R; PedrazaGonzález, X; Bermúdez-Lucas, M.C. 2020. De la didáctica de las ciencias a la enseñanza de la física una necesidad impostergable, Editorial: Ediciones GESICAP, Ecuador, 112 pp. Edición y Diagramación: Ediciones Gesicap Cubierta y diseño: Evelyn Jacqueline Ramírez Malla Comité de Revisión: Yoandra Cárdenas Rodríguez y Anselmo Leonides Guillen Estévez. © Valle-Mijangos, S.O., 2020 © Contreras-Vidal, J.L., 2020 © Rivero-Pérez, H.R., 2020 © Torres-Rivera, R., 2020 © Pedraza-González, X., 2020 © Bermúdez-Lucas, M.C., 2020 © Sobre la presente edición: Ediciones GESICAP, 2020 ISBN: 978-9942-8854-2-5 ÍNDICE AGRADECIMIENTOS 3 PREFACIO 4 INTRODUCCIÓN 7 QUE ORIGINÓ LA IDEA DE ESCRIBIR ESTE LIBRO 10 PARA ABORDAR EL ESTUDIO DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS ¿QUÉ ES CIENCIA? 12 ¿ES LA DIDÁCTICA GENERAL UNA CIENCIA O UN MODELO TEÓRICO GENERALIZADOR? 15 ¿LAS DIDÁCTICAS PARTICULARES EN LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS? 21| ¿LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS ES TAMBIÉN UNA CIENCIA? 24 LA TAREA DOCENTE INTEGRADORA CON ENFOQUE SOCIOCULTURAL 32 PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA 41 LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA 43 AMBIENTES DE APRENDIZAJES Y SU PAPEL EN LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA 49 LA PERSPECTIVA DE LOS CUATRO LENTES PARA LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA 52 ASPECTOS A TOMAR EN CONSIDERACIÓN EN EL PEA DE LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA 55 LA FÍSICA, SU DIDÁCTICA Y EL PAPEL DEL HISTORICISMO 58 LA FÍSICA, SU DIDÁCTICA Y EL PAPEL DE LA HUMANÍSTICA 70 LA TEORÍA DE LA OMISIÓN, LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA 73 LA TEORÍA DE LA OMISIÓN E IMPLICACIONES DIDÁCTICAS 77 LA TEORÍA DE LA OMISIÓN Y LAS IDEAS O CONCEPCIONES ALTERNATIVAS 80 LO INSÓLITO EN LAS OMISIONES 80 LA POLISEMIA Y LA MONOSEMIA CONCEPTUAL: SU IMPACTO EN LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA 82 EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN LA DIDÁCTICA DE LA FÍSICA 87 DE LOS MAPAS CONCEPTUALES Y OTRAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE 92 A MANERA DE EPÍLOGO 100 FUENTES BIBLIOGRÁFICAS UTILIZADAS Y OTRAS MÁS 104 AGRADECIMIENTOS A nuestros alumnos, quienes por treinta años o más, nos han dado la oportunidad de convivir con ellos en ese espacio transformador que es el aula universitaria, sin su ayuda hubiera sido imposible llegar a escribir este libro. A las autoridades universitarias, la Rectora Osana Molerio Pérez, de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, ubicada en la ciudad de Santa Clara, Cuba y al Rector de la Universidad Mundo Maya, campus Campeche, ubicada en la ciudad San Francisco de Campeche, el Mtro. Daniel Iván García Vivas, México, quien abrió las puertas a la colaboración entre ambas universidades encaminando muy dignamente a sus profesionistas hacia el Principio de Grandeza, destacándose entre los mismos, el Dr. Alonso Manuel Ayuso Puc, la Mtra. Lizette Adriana González Gómez y a las hermanas Mtras Andrea y Arianna Morales Reyes. A la Empresa GESICAP, del Ecuador, en el nombre del Gerente General Ing.Yosbel Lazo Roger, quien siempre ha apoyado el trabajo que desarrollamos como profesores investigadores dedicados a la pedagogía y la didáctica de las ciencias, en los diferentes niveles educativos. Gracias a los mencionados directivos por facilitar las condiciones para la escritura de este libro y por la confianza depositada en nuestra práctica docente cotidiana lo que ha permitido que podamos explorar diversas propuestas pedagógicas en el aula, con la intención de mejorar la comprensión en los que aprenden. A nuestras familias, amigos y colegas, por su espera infatigable y cooperación para que este libro pudiera ponerse en manos de quienes esperamos sea de utilidad. Los autores PREFACIO Cuando los demás autores decidieron que escribiera el prefacio de este libro, me sentí honrado, ya que de manera inesperada participo en el mismo aportando inquietudes como profesor universitario interesado en mejorar la educación en las ciencias. He considerado durante mi paso por la didáctica de las ciencias técnicas que resulta de vital importancia aportar posibles soluciones para la mejor compresión de los fenómenos científicos, debido no solo a la implicación en el desarrollo científico, también en el humano. Durante su paso por la docencia universitaria, quienes escriben este libro, han valorado que la docencia de la Física Universitaria ya sea en las ciencias técnicas o en la formación de profesores, representa una complejidad pedagógica que debe abordarse de manera clínica dentro de los círculos académicos. Cada vez resultan más variables a tomar en consideración alrededor de la formación de los físicos, y estas variables muestran cada vez más relaciones complejas entre sí, a tal grado que ya no basta atender el acto pedagógico sin incluir elementos como la cultura. La Didáctica de la Física aborda ahora temas complejos que todo profesor debe conocer y aplicar en casos particulares de enseñanza, es decir, las generaciones de estudiantes, aunque actuales todas, mantienen particularidades que se traducen en variables complejas a atender con un mismo propósito: que el que aprende logre aplicar la Física a la solución de problemas cotidianos, comunes y principalmente para la vida. En ese impase entre la llegada de un estudiante al aula universitaria y su primer contacto con el profesor de Física en el que confluyen una serie de prácticas docentes e intenciones por aprender, lo hemos llamado “De la didáctica de las ciencias a la enseñanza de la Física una necesidad impostergable”. Los autores han intentado en el tiempo probar diversas intervenciones educativas que pudieran definir una Didáctica de la Física y considerarse a nivel de método general. Esto no ha resultado así, la práctica docente comprende un amplio espectro de posibilidades didácticas, mientras que el proceso educativo ha incluido más elementos de complejidad, ya sea derivados de la relación profesor-alumno, profesor-administración escolar, con los padres, con el contexto, con la cultura y, desde luego, con la disponibilidad del alumno por aprender Física. Que dicho sea de paso, el interés por aprender Física ha disminuido considerablemente a nivel internacional. Pero los autores de este libro son persistentes, Sergio Octavio Valle Mijangos, con sus propuestas de ambientes de aprendizaje y el modelo de intervención educativa que promueve cuatro elementos a considerar en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias, perspectivas alrededor de las cuales giran más teorías como la motivación del estudiante, el estudio de casos, el aprendizaje significativo, la intención velada por lograr un nivel competencial y desde luego, considerar las condiciones sociodemográficas del estudiante. Propone en sus intervenciones didácticas considerar elementos que se suman a la complejidad en el aula de Física y activar diferentes posturas pedagógicas que permitan incrementar la ganancia de aprendizaje en el alumno. Héctor Ramón Rivero Pérez y Rosalina Torres Rivera, apuntan hacia una enseñanza efectiva y significativa de las ciencias, siempre partiendo de la didáctica de las mismas. El énfasis en las tareas docentes integradoras que permitan lograr los objetivos de aprendizaje, su argumento consiste en mejorar el sistema de tareas y abandonar las prácticas aisladas que no contribuyen a la concepción de un todo, en diseñar tareas relacionadas que permitan abordar la complejidad propia de la Física mejorando el aprendizaje del alumno. La asimilación de la propuesta de Rivero Pérez y Torres Rivera será interesante para quienes guían el proceso de enseñanza aprendizaje, considera un sistema que comprende organización, estructura y desarrollo de esas tareas sobre la base de factores didácticos, metodológicos, lógicopsicológicos, epistemológicos y culturológico-humanísticos. Estos factores intervienen como necesarios para que el alumno se apropie no solo de los saberes de la ciencia, sino que aprenda sobre la ciencia, todo ello en un ambiente sociocultural en donde no basta con saber y saber hacer, hay que saber valorar. Jorge Luis Contreras Vidal, con su propuesta innovadora al incluir el Historicismo, la Humanística y la Teoría de la Omisión como parte de la formación de los futuros físicos. Al mismo tiempo que enfatiza en los conceptos de ciencia, didáctica y su polisemia. Su propuesta se ha distinguido por no abandonar las bases científicas de la Física, en evaluar su propia propuesta desde la óptica de lo que es ciencia, eliminar toda interferencia en el concepto derivado de la polisemia que tanto daña la compresión de lo que es esta última y por tanto, el impacto en las preconcepciones de profesores y alumnos. Una aportación interesante de Contreras Vidal lo son la matriz de asociaciones significativas conceptuales, el rastreo conceptual, el test de los tipos de asociaciones significativas conceptuales y la red de asociaciones significativas conceptuales, como estrategias y técnicas que permiten hacer el bojeo de la estructura cognitiva de quienes aprenden. Xenia Pedraza González, quien junto a Valle Mijangos, Contreras Vidal y Rivero Pérez ha trabajado y aún trabaja en un desarrollo más acabado de la Teoría de la Omisión y la Humanística desde las ciencias, aportando ejemplos notables sobre las omisiones parciales y totales que aparecen en los libros de ciencias. Por último, Miguel Ceferino Bermúdez Lucas ofrece valiosas experiencias docente adquiridas al impartir por tantos años la asignatura de Fisica en la enseñanza superior ecuatoriana. En este prefacio, he tratado de resaltar lo más relevante de las aportaciones de los autores, con la intención de interesar al lector y la obra llegue a quienes sea de utilidad en este interesante campo de la Didáctica de las Ciencias. Dr. Sergio Octavio Valle Mijangos Universidad Mundo Maya Campus Campeche INTRODUCCIÓN Los esfuerzos académicos por mejorar la docencia se aprecian más en los textos de diferentes autores reunidos en libros que permitan reactivar las polémicas y crítica alrededor del tema didáctico. Este libro reúne el esfuerzo de los autores en tres décadas de trabajo docente que han venido a coincidir en estas páginas. Participar en diferentes proyectos tanto en el orden de academias de profesores como en la función administrativa de la educación universitaria ha permitido valorar la riqueza de la didáctica de las ciencias. El trabajo continuo de muchos años en el aula de ciencias ha rendido frutos traducidos en experiencias altamente significativas que deben ponerse a disposición de otros docentes y sus alumnos. Durante los últimos años, los autores de este libro han reunido experiencias en formato de conferencias, cursos internacionales, estancias académicas cortas en otros países y cátedra internacional como profesores invitados. Los trabajos en academias internacionales con profesores no solo de Física sino también con pedagogos y de niveles educativos de pregrado y posgrado, se suman a la dirección de procesos de investigación posibilitando mejores acercamientos a los fenómenos de estudio y por tanto incrementar la posibilidad de aportar más soluciones y que los beneficios se traduzcan en una docencia eficaz. Los autores comparten en este libro experiencias y propuestas desde su particular punto de interés. A continuación, mostramos algunos de estos trabajos, entre otras publicaciones, que a lo largo de todo el libro se irán vislumbrando en la medida que van pasando los epígrafes 1. Dr. Contreras Vidal (2008). Tesis Doctoral: Recursos didácticos integradores para facilitar, en la estructura cognoscitiva de los profesores, la formación de conceptos del área de las ciencias naturales en la secundaria básica. 2. Dr. Contreras Vidal, Dr. Rivero Pérez y MSc. Pedraza González (2019). Libro: La Teoría de la Omisión y su impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la física. 3. Dr. Contreras Vidal (2020). Libro: Las Ciencias Naturales desde las Tareas Docentes Integradoras. 4. Dr. Contreras Vidal, Dr. Valle Mijangos y Pedraza González (2020). Libro: La humanística en el proceso de enseñanza de la Física y Química 5. Dr. Rivero Pérez (2003). Tesis Doctoral: Un modelo para el tratamiento didáctico integral de las tareas teóricas de física y su solución. 6. Dra. Torres Rivera (2006). Tesis Doctoral: Las tareas docentes con enfoque socioculturalprofesional. El trabajo académico alrededor de la Didáctica de las Ciencias llega a un punto neurálgico en que se comparte una forma de pensar sobre la docencia en las ciencias técnicas y en la formación de profesores, en especial de la Física. Este punto de encuentro está matizado de significancia, humanismo, historia, de estrategias didácticas, de poner en el centro una mezcla pedagógica que considere un ser humano educado como el eje de todo desarrollo. Ese punto de encuentro es el vínculo que une a los autores, por ello manifiestan sus puntos de vista considerando premisas relevantes como partir de una postura constructivista social en Educación. Esta consideración implica una reflexión acerca de cómo se educa un alumno en las ciencias técnicas y en la formación de profesores. Ahí está el centro de atención de los autores. Todo gira alrededor una pregunta: ¿Qué reflexiones de carácter teórico práctico, acerca de la didáctica de las ciencias, se deben hacer si se quiere perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en la escuela y en particular el de la física? Los primeros temas de este libro desarrollados por el Dr. Héctor Rivero Pérez y el Dr. Jorge Luis Contreras Vidal, profesores de Física en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Cuba, se refieren a ubicar adecuadamente conceptos esenciales como el concepto de ciencia, el tema de la polisemia en diversos conceptos de inicio en la formación de los físicos, el rol del Historicismo en la formación de los alumnos como componente que les permita entender mejor cómo se ha desarrollado la ciencia en el tiempo y el motivo de los descubrimientos. Después de estos temas, surge la Teoría de la Omisión cuya aplicación resulta técnicamente relevante para la docencia, teoría trabajada por el Dr. Contreras Vidal, el Dr. Rivero Pérez y la MSc Pedraza González, profesora - investigadora del ecuador. El Dr. Contreras Vidal también aplica estrategias didácticas construidas en el marco de sus estudios doctorales como son la matriz de asociaciones significativas conceptuales, el rastreo conceptual, el test de los tipos de asociaciones significativas conceptuales y la red de asociaciones significativas conceptuales. Siguen en turno los temas tratados por el Dr. Sergio Octavio Valle Mijangos, profesor del área de posgrados en la Universidad Mundo Maya Campus Campeche, cuya propuesta central es mejorar los ambientes de aprendizaje tradicionales robusteciéndolos con elementos didácticos que permitan incrementar la ganancia de aprendizaje en los alumnos. A partir de la problemática en el aula de ciencias que se recupera del estado del arte de lo publicado, ha aplicado diversas combinaciones de estrategias atendiendo a un cuerpo de conocimiento que expone en este libro. La intención entonces es mejorar continuamente la didáctica ofreciendo nuevas formas de abordar la docencia. Más temas de interés son tratados por el Dr. Héctor Ramón Rivero Pérez y por la Dr. Rosalina Torres Rivera, también profesora universitaria de Física en Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Cuba, su interés radica en considerar sistemas de tareas que logren resultados de aprendizaje concretos, exactamente los contenidos en los planes de estudio. Aborda la insuficiencia que muestran las tareas tradicionales que resultan esfuerzos aislados que no conectan el aprendizaje y por lo tanto no ofrecen el resultado expresado en niveles de desempeño óptimo por parte de alumno. El Dr. Rivero Pérez y el Dr. Contreras Vidal abundan en elementos de significancia del aprendizaje, mapas conceptuales y su iniciativa requiere añadir a la formación de estudiante la perspectiva no solo de aprender ciencia, también incluir las perspectivas psicológica, cultural y epistemológica. La intención es aprender más allá de lo propio de la ciencia, es aprender sobre la ciencia, este es el eje de su trabajo. Cierra el círculo de su esfuerzo pedagógico considerar ambientes de aprendizaje en el orden constructivista social. Estas son las tres perspectivas que se suman para ensayar una mejor llegada a la meta deseada de todo profesor: hacer que sus alumnos comprendan mejor, apliquen lo aprendido y lo mejoren. ➢ QUE ORIGINÓ LA IDEA DE ESCRIBIR ESTE LIBRO “El filósofo [científico] debe estar dispuesto a escuchar todas las sugerencias, pero también tener determinación para juzgar por sí mismo. No debe dejarse influir por las apariencias.” Michael Faraday (1791-1867) En este libro, usted encontrará en un primer momento, un análisis sobre la enseñanza de las ciencias, en especial de las “ciencias duras”, la didáctica general y las didácticas particulares, para luego modelar la teoría con la experiencia práctica de lo que sucede actualmente en el proceso de enseñanza aprendizaje (PEA) de la Física y los principales aportes, que a consideración de los autores, inciden favorablemente en los resultados que pueden obtenerse en el mismo. En la actualidad ocurren profundos y rápidos cambios en la enseñanza de las ciencias, en especial de la Física, en el entorno escolar mundial. Lo anterior se debe a la desmotivación que reina hacia el estudio de las mismas y al escaso ingreso que existe en las universidades para estudiarlas, ya sea, para formarse como físicos, químicos o matemáticos puros, por solo mencionar tres de ellas, o para formarse como profesores de las mismas. Sobre lo anterior, llama poderosamente la atención la gran cantidad de información, que en este sentido, irrumpe a través de diferentes medios, donde la gran red, INTERNET, juega un papel decisivo. La enseñanza de las ciencias en Cuba, México, Ecuador y Argentina por solo citar algunos países, no ha estado ajena a tales problemáticas y transformaciones, y en este sentido se han realizado esfuerzos y gestiones para introducir las nuevas ideas sin que por ello no se consideren los éxitos indiscutibles que en los planos teórico y práctico se han obtenido en la didáctica y en la psicología educacional, entre otras ciencias de la educación. Sobre la temática anteriormente planteada, se han realizado congresos internacionales y nacionales, publicándose gran cantidad de artículos y libros al respecto. En estos espacios se ha permitido el análisis, el estudio y la discusión acerca de elementos teóricos y prácticos relacionados con la didáctica de las ciencias, los cuales se muestran luego en las memorias escritas. A pesar de todos estos esfuerzos movilizadores, aún subsisten insatisfacciones, sobre todo en relación con la sistematización de la didáctica de las ciencias, por lo que es oportuno y necesario insistir en esta dirección sin pretender cerrar la discusión o imponer puntos de vista. El respeto a la diversidad, en este sentido es válido, no obstante no es factible caer en posiciones anárquicas carentes de toda uniformidad, de consenso. Dado que la polémica de carácter teórica es válida entre los especialistas, pero los profesores en ejercicio presionados por las situaciones que se dan en la práctica escolar tienen otro pensamiento y están necesitados de cierta síntesis, de cierta sistematización de la didáctica de las ciencias que devenga en poderosa herramienta de trabajo para enseñar una ciencia de calidad a todos. Por tanto, una de las pretensiones de este libro, está dirigida a establecer al menos un orden, así como algunas concepciones teóricas que le impriman alguna coherencia a la didáctica de las ciencias, de manera que la misma devenga en herramienta teórico práctica de trabajo para que el profesor contribuya al desarrollo de la educación científica. Es necesario entonces hacerse una pregunta: ¿Qué es la didáctica de las ciencias? La respuesta, de ninguna manera trivial, ni tampoco estéril, es necesaria para establecer un ordenamiento de sus contenidos esenciales de manera que devenga en una verdadera fuerza teórico-práctica en manos de los profesores que dirigen el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en la escuela, reiteramos, en especial de la Física. Sin embargo, tal análisis encierra compromisos teóricos realmente complejos, así, saltan a la vista en “el término” -didáctica de las ciencias- dos conceptos claves, didáctica y ciencia que de hecho entroncan a su vez con otros con los que guardan especiales relaciones. Así, por una parte, didáctica se relaciona, de manera esencial, con: pedagogía, didácticas especiales o didácticas específicas, psicología educacional, filosofía de la educación, sociología de la educación, entre otras de corte pedagógico o educacional. Por otra, la ciencia, que se relaciona de manera esencial con: la metodología científica, la filosofía de la ciencia, teoría del conocimiento, historia de la ciencia, la epistemología de la ciencia, la sociología de la ciencia y la propia ciencia. A estas relaciones habría que agregar otras, nacidas en el desarrollo de la ciencia, que son la interdisciplinariedad y las relaciones Ciencia Tecnología Sociedad (CTS). Esas relaciones muestran la complejidad del tema que se aborda, no obstante, es necesario la búsqueda de coherencia, de ordenamiento, que se pudiera lograr “postulando” algunos elementos de manera apriorística entre los que ocupa un lugar fundamental el hecho de declarar la didáctica de las ciencias como una ciencia. Para llegar a este resultado es preciso recorrer un camino que se mueve con la lógica de abordar de manera reflexiva, sin pretender agotar el tema ni mucho menos, determinados rasgos de los conceptos: ciencia, didáctica general como ciencia, didácticas particulares y didáctica de las ciencias. En relación con el estado actual de la didáctica de las ciencias llama poderosamente la atención la flexibilidad que se establece en sus fronteras, de manera que una gran cantidad de términos hoy conforman su “sistema categorial”, tómense por ejemplo: concepciones alternativas, teoría de la omisión, la humanística y su implicación en el proceso de enseñanza aprendizaje de las ciencias, ambientes de aprendizaje, competencias, historicismo y su papel en el proceso de enseñanza aprendizaje de las ciencias, la polisemia y monosemia en la construcción de los conceptos, aprendizaje significativo, mapas conceptuales, cadenas verbales, tareas docentes integradoras y con enfoque sociocultural, en teorías implícitas, secuencia de clases, relaciones Ciencia Tecnología Sociedad, más Innovación, más Ambiente (CTS+I+A), problemas de lápiz papel, diseño de experimentos, metodología de la superficialidad, cambio conceptual, cambio actitudinal, cambio procedimental, enfoque cultural, enfoque sociocultural y análisis epistemológicos, entre otras. Vale aclarar que los temas escritos con letras cursivas y en negritas serán objeto de explicaciones y ejemplos adicionales en este libro. A veces se cuestionan elementos tales como: ¿Qué ciencia enseñar, cómo enseñarla, para qué enseñarla?, entre otras, demostrándose que efectivamente las relaciones de la didáctica de las ciencias con otras disciplinas científicas es variada, tanto que a veces queda la insatisfacción de que no existe una coherencia que permita a estudiantes y profesores obtener conocimientos sistematizados de la misma. Este libro, entre otro de sus propósitos, persigue promover la reflexión y hacer patente la necesidad de buscar cierta coherencia; ¿Qué reflexiones de carácter teórico-práctico, acerca de la didáctica de las ciencias, se deben hacer si se quiere perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en la escuela y en particular el de la Física? De hecho, tales reflexiones se hacen no solo con el objetivo de promover la discusión teórica e incluso práctica, también se persigue el propósito de que entre didáctica y ciencia (en didáctica de las ciencias) se establezca un equilibro necesario e impostergable si se le quiere dar un sentido científico a la polémica. ➢ PARA ABORDAR EL ESTUDIO DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS ¿QUÉ ES CIENCIA? El concepto de “ciencia” se aborda por diferentes especialistas que se mueven en las más variadas ramas del saber e incluso por el diletante. Este último tiende a encumbrarla, a hiperbolizarla, a relacionarla solo con los científicos, a concebirla como inapelable, exacta, que se construye por los científicos (estos son seres que se ubican fuera de lo común y corriente, que no se equivocan, que no cometen errores e infieren incluso que la ciencia se construye de menos a más, en un camino que no tiene retrocesos, que siempre avanza hacia una “verdad absoluta”) y piensan que está muy distante del “hombre común”. La problemática anterior viene dada por la marcada concentración solo en lo que se hizo o hace por el científico y no en el camino que él recorre para lograr sus resultados, unido al despojo del humanismo que le rodea y a la hiperbolización del “aura mágica” que lo envuelve, lo cual viene determinado por el inadecuado tratamiento que se le otorga a la historia de las ciencias en las diferentes instituciones educativas. No siempre o en pocas ocasiones, este hombre común, se pregunta cómo se construye la ciencia por los científicos. Por otra parte, los filósofos de la ciencia, tampoco han llegado a un acuerdo en relación a qué cosa es ciencia. En función, en primer lugar, del sistema filosófico general al cual se adscriben emiten criterios diferentes, en segundo lugar, se cuestionan, en mayor medida, no el concepto de ciencia sino cómo ésta se construye. Baste citar, por ejemplo, los trabajos de Kuhn, Lakatos, Popper, Feyerabend, J. D. Bernal, entre otros, que conciben la ciencia desde una concepción acumulativa, o falsacionista hasta una posición realmente anárquica, que promulga que la ciencia se construye de manera totalmente arbitraria (Nieda-Macedo, 1997; Alamino, 2001). No tendrían ninguna trascendencia en este análisis, los trabajos de estos filósofos de la ciencia, si no estuviera implicada la ciencia que construyen los científicos en la ciencia escolar (o la ciencia como asignatura), pero la relación es tal que es imposible soslayar sus impactos dado que esa ciencia se refracta y llega al proceso de enseñanza-aprendizaje deviniendo precisamente en asignatura escolar. En esa “refracción”, la didáctica de las ciencias juega un rol esencial. No obstante, es posible referirse a algunos rasgos de la ciencia en las condiciones contemporáneas, en los que parece haber consenso. A continuación se analizan algunos criterios, de diferentes autores, acerca de qué es la ciencia o que hacen referencia a determinadas características esenciales de ella: • “La ciencia es un saber que parte de lo objetivo y que se expresa subjetivamente en categorías, leyes y teorías. Su alcance no es solo universal y atemporal, sino que posee un contenido histórico concreto, en tanto es un reflejo de un contexto socioeconómico determinado. Es decir se enlazan orgánicamente lo universal y lo particular en el saber científico” (Chávez, 2007). • “Ciencia: esfera de la actividad humana que tiene por objetivo el estudio de los objetos y procesos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, de sus propiedades, relaciones y regularidades; una de las formas de la conciencia social. La ciencia no es un simple cúmulo de los conocimientos sobre los hechos y leyes, sino un conjunto sistémico en el que los hechos y leyes aparecen vinculados por determinadas relaciones y se condicionan mutuamente” (Diccionario de términos socio-políticos). • “La ciencia es una forma sistematizada del conocimiento de la realidad, surgida y desarrollada en base a la práctica histórico-social, que refleja las leyes y las propiedades esenciales del mundo objetivo en forma de ideas, categorías, leyes científicas abstractológicas que se le adecuan” (Kelle-Kovalzon citado por Alamino). • “Ciencia, término que en su sentido más amplio se emplea para referirse al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable. La búsqueda de conocimiento en ese contexto se conoce como ‘ciencia pura’, para distinguirla de la ‘ciencia aplicada’ -la búsqueda de usos prácticos del conocimiento científico- y de la tecnología, a través de la cual se llevan a cabo las aplicaciones” (Enciclopedia Encarta, 2002). • Aún más, la ciencia se nos presenta como una institución social, como un sistema de organizaciones científicas, cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los fenómenos culturales, con las necesidades y las posibilidades de la sociedad dada” (Castro Díaz-Balart citado por Alamino) . • "…entendemos la ciencia no sólo como un sistema de conceptos, proposiciones, teorías, hipótesis, etc., sino también, simultáneamente, como una forma específica de la actividad social dirigida a la producción, distribución y aplicación de los conocimientos acerca de las leyes objetivas de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad” (Kroober, citado por Alamino). Un análisis de estas definiciones, aunque no están todas las variantes, permite realizar una síntesis que posibilite destacar ciertos rasgos epistemológicos esenciales que caracterizan este concepto: Un cuerpo de conocimientos que se desarrolla en el marco de unas teorías que dirigen la investigación de los científicos. Unas teorías en perpetua revisión y reconstrucción. Una forma de resolver problemas, que concede importancia a la emisión de hipótesis y su contrastación. Una actividad con metodologías no sujetas a reglas fijas, ordenadas y universales. Una tarea colectiva, que sigue líneas diversas de trabajo aceptadas por la comunidad científica. Una actividad impregnada por el momento histórico en el que se desarrolla, involucrada y contaminada por sus valores. Una actividad sujeta a intereses sociales y particulares, que aparece a menudo como poco objetiva y difícilmente neutra. (Nieda-Macedo 1997) En general se pueden identificar, también, algunos puntos de vista comunes en estas definiciones donde los componentes estructurales de la ciencia encuentran comunidad de criterios de manera que toda ciencia: • Dispone de un objeto de estudio. • Dispone de un sistema de categorías. • Dispone de un cuerpo legal. • Dispone de una metodología. En general, deben contar con los recursos metodológicos y teóricos que les permita hacer predicciones. ➢ ¿ES LA DIDÁCTICA GENERAL UNA CIENCIA? En los últimos tiempos abundan, a través de diferentes medios, reflexiones teóricas acerca de la didáctica, se cuestiona si es ciencia o no y por tanto no se alcanza consenso en relación con su objeto de estudio, su sistema categorial, su sistema legal, sus principios y su metodología. Sin embargo, gana adeptos la idea de que es una ciencia humanística que es capaz, a través de sus categorías y leyes, de proponer vías para la dirección del proceso de enseñanzaaprendizaje de cualquier asignatura independientemente de sus especificidades (sobre todo por los rasgos de la ciencia específica en las condiciones escolares). En el contexto escolar cubano, por ejemplo, ha habido un rápido desarrollo del estudio de la didáctica general. Han aparecido especialistas que la han sistematizado y enriquecido sin que por ello exista una uniformidad que atente contra las necesarias contradicciones en tanto, fuerza motriz del desarrollo. Entre esos especialistas alcanzan especial relevancia, entre otros, Carlos Álvarez de Zayas, Guillermina Labarrere, José Zilberstein Toruncha y Margarita Silvestre Oramas. Todos de una manera u otra han hecho aportaciones a la didáctica, unos porque han participado en su sistematización y en el enriquecimiento de su sistema categorial y otros introduciendo el término desarrollador, “didáctica desarrolladora”, han incluido de manera especial los procesos de aprendizaje extendiendo la idea de la didáctica no solo como teoría de la enseñanza, sino como teoría de la enseñanza y del aprendizaje. Antes de hacer algunos comentarios y adscribirnos de modo especial a la forma en que sistematiza la didáctica general Carlos Álvarez de Zayas, es necesario recorrer de manera sucinta algunas ideas acerca de la didáctica general de algunos especialistas que han incidido en el desarrollo de la didáctica en Cuba. El especialista alemán Lothar Klimberg la identifica como ciencia y estima que es la teoría general de la enseñanza, insiste en dos características claves de la didáctica general que son: • El objeto de la didáctica general es de naturaleza general. Se abstrae de las particularidades de las distintas asignaturas y generaliza las manifestaciones y leyes especiales de la instrucción y el aprendizaje en las diferentes disciplinas y formas de enseñanza. • Entre las didácticas especiales (metódicas) y la didáctica general existe una relación mutua, las primeras constituyen la base más importante de la didáctica general –al generalizar los resultados de las didácticas especiales y de otras ciencias- es una de las bases esenciales de las didácticas especiales (Klimberg, 1972). Obsérvese que en estas reflexiones se manifiesta el carácter de modelo teórico generalizador de la didáctica general, con todas las implicaciones de carácter interdisciplinario que esto encierra. También se revela la relación entre lo particular y lo general como categorías inseparables al establecer las interrelaciones entre la didáctica general y las didácticas específicas. Los especialistas soviéticos M. A. Danilov y M. N. Skatkin resaltan aspectos tales como: • La didáctica es la parte de la pedagogía que adquiere en la actualidad rasgos de disciplina científica (ciencia) independiente. • El objeto de la didáctica es el proceso de enseñanza-aprendizaje, estrechamente vinculado con la educación, y constituye su parte orgánica • La sociedad se preocupa ininterrumpidamente porque experiencia, conocimientos, habilidades y hábitos acumulados, que ella ha dominado en un determinado nivel de desarrollo, sean asimilados a través de vías y métodos más seguros y fructíferos por las nuevas generaciones (Danilov y Skatkin, 1980). Obsérvese en este caso, que declaran la didáctica una ciencia en construcción y en constante enriquecimiento, estos especialistas trabajan de manera especial en las categorías de la didáctica, sobre todo en los componentes no personales. Especialmente enriquecen el concepto, el contenido de la enseñanza, impregnándolo de rasgos que enriquecen. El especialista cubano Justo Chávez Rodríguez realiza precisiones necesarias y oportunas para promover la discusión teórica y las reflexiones enriquecedoras y en esta dirección apunta: • La pedagogía no se puede separar de la didáctica, ambas son ciencias. • La pedagogía es parte importante de la teoría educativa, pero la didáctica incluye, además, la técnica de enseñanza, aunque hay que decir que no se reduce solo a ello. La didáctica constituye la parte final del “embudo pedagógico”. • La pedagogía y la didáctica, por tanto, son a la vez y en unidad con el educador: ciencia, técnica y arte de enseñar (Chávez, Lorenzo y Permuy, 2005). Obsérvese ahora, en la tercera idea, la coexistencia de técnica-arte-ciencia, pero ¿qué ciencia no tiene algo de arte? Además, este especialista insiste en establecer una taxonomía de las ciencias de la educación de la manera que se refleja en el esquema #1. No siempre los autores concuerdan con la estructura del esquema especialistas señalado. cubanos J. Los Zilberstein Toruncha y Margarita Silvestre Oramas no coinciden con esta idea pues de esta manera, según ellos, se reduce la pedagogía a una ciencia empírica. Por otra parte estos especialistas hacen reflexiones importantes que se pueden sintetizar en los siguientes términos: • Incluyen a la didáctica como una de las Esquema # 1 ciencias de la educación, en la que la pedagogía es la ciencia integradora de todas ellas. • Destacan que el objeto de la didáctica (del griego didaskein “enseñar” y teckne “arte”) lo constituye el proceso de enseñanzaaprendizaje, en su carácter integral desarrollador de la personalidad de los estudiantes. Esquema # 2 Al respecto, se destaca el hecho de que estos especialistas incluyen los procesos de aprendizaje como elemento de la didáctica y la denominan “didáctica desarrolladora”. En el esquema #2 se muestra la posición desarrolladora de la didáctica en contraposición con la didáctica tradicional. De esta manera, critican la transmisión de conocimientos elaborados a la vez que ponderan una enseñanza desarrolladora y un aprendizaje desarrollador, a través de procedimientos didácticos (emitir hipótesis, solucionar y elaborar problemas entre otros), de forma que los estudiantes elaboran estrategias de aprendizaje Esquema #3 tanto cognitivas como metacognitivas y en la interacción social que se establece tanto entre el profesor y los alumnos, como entre los alumnos, en un proceso de interacción grupal y con los niveles de ayuda correspondientes para obtener los resultados esperados tal y como se ilustra en el esquema #2. Estos autores insisten, en el hecho de que en un contexto histórico concreto, la didáctica debe solucionar las preguntas que se señalan en el esquema #3. Responder estas preguntas precisa declarar determinadas categorías de la didáctica, tales como: objetivos, contenidos, métodos, medios, formas y evaluación. La esencia de la investigación didáctica en cualquier segmento del proceso de enseñanzaaprendizaje y para cualquiera de las asignaturas consiste en responder a estas preguntas. En cierto sentido declaran una metodología de la didáctica, reforzando la idea de que la didáctica general es ciencia pues tiene un objeto de estudio propio, una metodología propia, un sistema categorial, y principios entre otros aspectos. El especialista Carlos Álvarez es, en nuestro criterio, quién ha realizado un esfuerzo de sistematización más alto en la didáctica. Sus reflexiones se pueden sintetizar en los siguientes términos: • La pedagogía es la ciencia que tiene como objeto el proceso formativo. • La consideración de que existe un proceso totalizador cuyo objetivo es preparar al hombre como ser social denominado proceso de formación, que agrupa en una unidad dialéctica los procesos educativos, desarrolladores e instructivos. • La didáctica es una ciencia social, humanística, y sus leyes tienen una naturaleza dialéctica. • La didáctica es la ciencia dirigida a resolver la problemática que se plantea a la escuela: la preparación del hombre para la vida, pero de un modo sistémico y eficiente. Es decir, la didáctica en tanto ciencia dispone de: • Un objeto propio: el proceso de enseñanza-aprendizaje, el que debe resolver la problemática de la preparación del hombre para la vida, pero de un modo sistémico y eficiente. • Un sistema categorial: componentes personales (profesor, alumno y grupo) y personalizados (objetivo, contenido, métodos, medios, formas y evaluación) y otras categorías. • Un sistema legal: primera ley (la relación entre el objetivo, la aspiración social) y segunda ley (las relaciones entre los componentes personalizados) • Una metodología propia: dar contenido las categorías y a las leyes de la didáctica en el contexto específico en que se esté trabajando. Este especialista destaca que el proceso de enseñanza-aprendizaje (término utilizado por los autores de este libro, el especialista Carlos Álvarez de Zayas lo denomina proceso docenteeducativo), está constituido por determinados componentes: Más externos: aprendizaje, la enseñanza y la materia de estudio. Más internos y profundos: objetivo, contenido, método, medio, forma y evaluación. (Carlos Álvarez de Zayas considera que los componentes son: problema, objeto, objetivo, método, medio, forma y resultado, con el objetivo de buscar uniformidad hemos propuesto el sistema de componentes que más aceptación tiene en la comunidad científica). El proceso de enseñanza-aprendizaje se caracteriza por disponer de cualidades: su naturaleza, sus niveles estructurales, niveles de profundidad, niveles de asimilación y niveles de acercamiento con la vida. También declara dos ideas básicas claves que la didáctica general debe considerar de modo especial: • Aprender a trabajar durante la permanencia en la escuela. • Utilizar el método de la ciencia, como método fundamental de enseñanza, aprendizaje, y de trabajo. Obsérvese especialmente esta segunda idea básica por la trascendencia que tiene para el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. ¿Qué quiere subrayar este especialista cuando insiste en que se utilice el método de la ciencia como método fundamental de enseñanza y aprendizaje de la ciencia? De hecho, no está proponiendo que en la escuela se construya la ciencia de manera original, sino que se tengan en cuenta las características de la actividad investigadora contemporánea y que se transfiera a las condiciones escolares. En este sentido, es necesario apuntar que la reproducción del método de trabajo de los científicos en las condiciones escolares implica: • La búsqueda de información, tanto en textos clásicos como a través de los medios informáticos. • El procesamiento y sistematización de la información, a través de la elaboración de; notas, resúmenes, valoraciones, esquemas, tablas, gráficos y mapas, entre otros. • La emisión de conjeturas e hipótesis. • La contrastación de los resultados teniendo en cuenta el cuerpo de conocimientos disponible. • El trabajo en grupos con la dirección del investigador de experiencia, en este caso el profesor. • La realización de valoraciones. Expresar puntos de vista tanto de forma escrita como de forma oral. • La solución de situaciones problemáticas abiertas que se van acotando para su solución. • El diseño de experimentos. • La solución y propuesta de problemas de enunciado abierto, semiabierto y cerrado. • La cultura para la discusión, oír y exponer puntos de visas. • La comunicación de propuestas escritas que constituyan composiciones o pequeños artículos de carácter científico. • La utilización del ordenador para modelar situaciones o para solucionar problemas. Si la reproducción del método de trabajo de los científicos en las condiciones escolares, se realizará de forma consciente, bien organizada y con conocimiento de causa, entonces se lograría pasar de un pensamiento común a uno científico, que contiene en si a la creatividad y al entusiasmo por saber y hacer, lo que lamentablemente, en opinión de los autores de este libro, no ocurre en el proceso de enseñanza aprendizaje que se desarrolla en las instituciones educativas. Por ello, el alumno aplica la lógica común a la solución de los problemas científicos, que no está mal, pero abandona la lógica científica que es la que no ha permeado en él por falta de profundidad en el conocimiento de su disciplina, lo que ocasiona respuestas erróneas en muchos de los casos. Este proceso de enseñanza-aprendizaje, tiene dimensiones (instructiva, desarrolladora y educativa), componentes, dos leyes (la relación del proceso con el medio social y las relaciones internas entre componentes) y cualidades (naturaleza social, niveles estructurales, niveles de profundidad, niveles de asimilación y las ideas básicas) El profesor disponiendo de esta concepción de la didáctica como ciencia puede dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje, predecir y crear. Desde cualquier posición teórica relativa a qué es y debe ser la didáctica es difícil no coincidir con sus tareas actuales, así ella está llamada a: • Consolidar un auténtico sistema teórico sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. • Materializar relaciones interdisciplinarias en su teoría y metodología de investigación científica de su sujeto de estudio. • Modificar la estructura profesional hacía un profesor-investigador. • Realizar un procesamiento teórico de la información empírica acumulada sobre el proceso de enseñanza –aprendizaje. • Eliminar la dicotomía entre las investigaciones cualitativas y cuantitativas. • Lograr la unidad y correspondencia entre la teoría y la práctica de la enseñanzaaprendizaje. ➢ LAS DIDÁCTICAS PARTICULARES EN LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS Desde el punto de vista filosófico, el par dialéctico lo general y lo particular tienen una trascendencia extraordinaria en la materialización de la aplicación de la didáctica al proceso de enseñanza-aprendizaje de una asignatura en específico. No tiene sentido, si lo general no se da en lo particular y si a su vez, en lo particular no se da lo general. La didáctica general no alcanzaría el rigor necesario si no fuera posible materializar en condiciones concretas particulares su sistema categorial, su sistema legal y su metodología. Esto solo es posible en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una asignatura en específico. Pero sería injusto pensar que las didácticas particulares solo se construyen tomando como referencia el modelo teórico generalizador impuesto por la didáctica general. La presencia de la ciencia como asignatura obliga a establecer nexos con la ciencia que la originó, con la filosofía de la ciencia, con la epistemología de la ciencia y con la sociología de la ciencia para establecer de forma primaria el contenido de sus categorías, sus leyes y su metodología. El desarrollo alcanzado por las ciencias particulares y su relación con las tecnologías establecieron desde principio del siglo XIX la necesidad de que se aprendieran las ciencias con rigor en las condiciones escolares, nacían de esta forma las didácticas particulares por cuanto los elementos específicos de estas ciencias debían ser aprendidos en la escuela. En relación con las didácticas particulares se han escrito diferentes obras y se han implicado en la misma diferentes especialistas no solo de la educación sino incluso aquellos que recibieron una formación para investigar en ciencias. Así, por ejemplo, el especialista en didáctica de la Física A. I. Bugaev se refiere a diferentes aspectos en relación con el tema: • Las didácticas particulares de cada ciencia como asignatura (o ciencia escolar), constituyen ciencias pedagógicas, nuevas ramas de la pedagogía. • Todos sus métodos se basan en la didáctica general. • La prerrogativa de las didácticas particulares es la revelación de las regularidades de la enseñanza y la determinación del contenido, los métodos y las formas de organización del estudio de las diferentes asignaturas, incluyendo también las tareas educativas realizadas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. • El proceso de enseñanza-aprendizaje de cada asignatura determina su objeto de estudio, es decir, por ejemplo, el objeto de estudio de la didáctica de la Física es el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física. • La enseñanza de cualquier ciencia escolar cumple tres funciones principales: instructiva, desarrolladora y educativa. • Las didácticas particulares son ciencias pedagógicas que investigan las regularidades, las vías y los métodos de enseñanza, educación y desarrollo de los alumnos en el proceso de estudio de cada ciencia escolar. • Las didácticas particulares están llamadas no solo a crear la teoría del proceso de enseñanza-aprendizaje, sino también “la tecnología” pedagógica que garantiza la realización de este proceso con la mayor eficacia (Bugaev, 1989). Los especialistas particulares, en las didácticas especialmente los Didáctica general dedicados a la didáctica de la Física, también han buscado las relaciones de estas con otras ciencias, tanto las que provienen de las relaciones con las ciencias de la educación, como las que provienen de la propia ciencia que la origina. Llama la atención que de las ciencias de la educación y otras ciencias se toman diferentes elementos importantes, baste ESQUEMA 4 Esquema # 4 señalar solamente los que se derivan de la psicología de la asimilación y de la ciencia que origina el nombre de la asignatura, se toman conceptos, leyes, teorías, experimentos clásicos, limitaciones, datos biográficos, elementos de historia de evolución de los conceptos y se incluyen los métodos propios de esa ciencia para abordar los problemas propuestos (por ejemplo, en Física, método dinámico de la fuerza, método conservativo y método estadístico). En el esquema #4 se ha ilustrado esta intención. A la izquierda, se muestra cómo la didáctica general establece relación con otras ciencias y en tanto modelo teórico generalizador refracta estas relaciones a las didácticas particulares. En la parte derecha del referido esquema se muestran las ciencias particulares y se destaca con una interrogación el hecho de que de ella se toman saberes (parte del contenido de la enseñanza) pero se sugiere que quedan elementos que no se consideran por las didácticas particulares, y que se han simbolizado con un signo de interrogación pues se tomarán posteriormente. Negar la existencia de las didácticas particulares es un error, filosófico y epistemológico, nuevamente la relación entre lo general y lo particular en relación dialéctica conforman un todo inseparable. Sin embargo, esto no ha negado el hecho de que en las últimas décadas circunstancias de carácter práctico y teórico han dictado la necesidad de agrupar determinadas didácticas particulares, no solo por la comunidad de contenidos sino por los métodos, haciendo su presencia la didáctica de las ciencias. Considerar las didácticas particulares permite aplicar las estrategias didácticas clave para la formación en las disciplinas y evita errores derivados de la polisemia, conceptualización errónea, falsas creencias, anteponer la lógica común sobre la científica, entre otras. ➢ ¿LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS ES TAMBIÉN UNA CIENCIA? Especialistas y profesores utilizan una gran cantidad de términos, conceptos e ideas que las atribuyen formando parte inseparables de la didáctica de las ciencias. Los primeros, conocedores especializados del tema, disponen de un arsenal de términos científicos mayor que el de los profesores, así es común escuchar términos ya destacados con anterioridad: ideas alternativas, teoría de la omisión, la humanística en el proceso de enseñanza aprendizaje de las ciencias, historicismo y su papel en el proceso de enseñanza aprendizaje, ambientes de aprendizajes, polisemia y monosemia en la formación conceptual, competencias, mapas conceptuales, aprendizaje significativo, Ciencia Tecnología Sociedad, más innovación, más ambiente (CTS+I+A), teorías implícitas, cadenas verbales, alfabetización científica, educación científica, metodología de la superficialidad, solución de problemas de enunciado abierto, diseño de experimentos, tareas docentes integradoras y con enfoque sociocultural, y ¿qué, cómo, con qué? entre muchos otros, que conforman un todo amorfo en el que es difícil establecer relaciones. En el esquema # 5 se ilustra ese “todo” que incluye esos y otros elementos y se le ha dado el nombre de “didáctica de las ciencias” Antes de tomar partido e inferir determinadas Didáctica de las ciencias conclusiones acerca de la didáctica de las ciencias se realizarán el análisis teniendo en cuenta, para ello, reflexiones de algunos especialistas. Por lo general, los especialistas mencionan el término “didáctica de las ciencias”, trabajan con él, aportan en determinadas direcciones, pero no la definen, y no es para menos, la complejidad y el alcance de ésta es tal que realmente implicaría un compromiso teórico y práctico de grandes proporciones. Esquema # 5 Sin embargo, el hecho de su clarificación ha devenido en una necesidad insoslayable para que los profesores en formación continua se apropien de un sistema de contenidos de la misma, coherente, armónico y capaz de incidir de manera decisiva en la elevación de la calidad de la dirección del proceso de enseñanzaaprendizaje de las ciencias en la realidad escolar. La especialista cubana Martha Álvarez Pérez, en el libro “INTERDISCIPLINARIEDAD. Una aproximación desde la enseñanza-aprendizaje de las ciencias” atribuye a la didáctica de las ciencias un fuerte carácter interdisciplinario, estableciendo para ello la idea de los elementos comunes que subyacen en las ciencias escolares como puede ser, la solución de problemas y el diseño de experimentos, entre otros. (Álvarez, M., 2004) En este sentido, este colectivo de autores coincide con estas ideas. Esta especialista también se adscribe a alguno de los rasgos que debe caracterizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en las condiciones actuales, es decir, el trabajo en grupos, con situaciones abiertas y el empleo de la investigación como elemento clave del proceso. En estos últimos elementos propuestos por Álvarez, M. parece haber consenso en el ámbito internacional. Otro especialista Miguel Campanario en su obra “La enseñanza de las ciencia en preguntas y respuestas” apunta, entre otras cosas, que: • Los problemas de aprendizaje y enseñanza de las ciencias son esencialmente interdisciplinares. • La Didáctica de las Ciencias Experimentales se suele concebir como una disciplina eminentemente práctica. En consecuencia, se espera que los que trabajan en esta área propongan "nuevos" métodos para que, si así se estima oportuno, el profesor los utilice en su clase diaria. En consecuencia, toda actividad que se aleje de este marco de actuación se estaría fuera de la didáctica de la ciencia. Sin embargo, basta mirar cualquier revista del área, para descubrir que los especialistas en Didáctica de las Ciencias se ocupan también de problemas y temas tales como: o La Historia, Filosofía y Epistemología de la Ciencia como fundamentación del área y como elementos necesarios de la llamada "alfabetización científica". o Los problemas cognitivos y motivacionales de aprendizaje de las ciencias, así como las actitudes de los alumnos (no sólo interesan los problemas de enseñanza, sino también los de educación). o Las ideas docentes de los profesores y su impacto en los métodos de enseñanza que éstos desarrollan. o Las interacciones ciencia-tecnología-sociedad. • Actualmente la Didáctica de las Ciencias cuenta con un cuerpo teórico de conocimiento, se está configurando cada vez más como una disciplina específica y desde hace unos pocos años se están estudiando y debatiendo los fundamentos epistemológicos de la misma. • Es un campo relativamente nuevo y una comunidad emergente en la que los problemas están aún definiéndose y no hay un consenso sobre los paradigmas teóricos (Campanario, 2002). Del análisis de su obra se infiere que entre los temas y áreas de investigación más desarrollados en la Didáctica de las Ciencias están entre otros: • El cambio conceptual, en relación con las ideas alternativas de los alumnos. • Los problemas de aprendizaje de las ciencias. • Las técnicas eficaces de enseñanza de las ciencias. • Las relaciones ciencia-tecnología-sociedad. • La evaluación en la enseñanza de las ciencias. • Los fundamentos psicológicos de la enseñanza de las ciencias. • Los fundamentos epistemológicos de la enseñanza de las ciencias. • El uso de nuevas tecnologías. • El laboratorio de ciencias y las actividades prácticas (Campanario, 2002). Como se aprecia, Campanario M. hace reflexiones profundas sobre la didáctica de las ciencias, sobre todo en lo referido a la necesidad que tiene el que se dedica al estudio de ésta de abordar la filosofía de la ciencia, la historia de la ciencia, la epistemología de la ciencia, pero no solo como fundamentación del área o para contribuir a la alfabetización científica sino que la didáctica de las ciencias, en el contexto en que trabaja este especialista, está llamada a tomar más de las ciencias que de la didáctica general. Pero en el propio apelativo “didáctica de las ciencias” ¿por qué aparece el término de didáctica? Otro especialista, Daniel Gil Pérez, ha hecho reflexiones de carácter epistemológico acerca de la didáctica de las ciencias; por ejemplo, cuando destaca “…nuestra visión acerca de los problemas de aprendizaje de las ciencias debería estar basada en la investigación y en el conocimiento crítico de los enfoques actuales en Didáctica de las Ciencias Experimentales y, en última instancia, en la experiencia propia, que puede ser engañosa. La investigación en Didáctica de las Ciencias Experimentales ha identificado numerosas fuentes de dificultad en el aprendizaje y no son las menores las que tienen origen en las ideas inadecuadas de los profesores y alumnos sobre qué es la ciencia, qué es enseñar ciencia y cómo se aprenden las ciencias”. (Gil, 1994) Obsérvese sin embargo que en esta aseveración de Gil, las expresiones interrogativas finales apuntan hacia el sistema categorial de la didáctica y a las relaciones que con ellas guardan los análisis de carácter epistemológico. En las diferentes tendencias que se han dado y se dan en la didáctica de las ciencias es indiscutible que han estado influenciadas de una manera u otra por diferentes factores dictados por el desarrollo alcanzado por el hombre y por los diferentes contextos en que han tenido lugar. En el esquema # 6 se resumen estas tendencias. Para nuestro criterio, en una primera etapa, estas tendencias se fundamentaron esencialmente en los resultados alcanzados en las ciencias pedagógicas y en una segunda etapa han estado focalizadas en el intento de transferir los modos de actuación de los científicos a las condiciones escolares. Esta segunda etapa condicionó el hecho de que la necesidad de fundamentación se dirigió, sobre todo, a aquellas ciencias que cuestionan; cómo se construye la ciencia, qué caracteriza el trabajo de los científicos, qué camino ha seguido la ciencia a lo largo de la historia, qué papel juegan las comunidades científicas y los científicos en sí, entre otras. En el apelativo “didáctica de las ciencias” la palabra ciencia ha polarizado todo el análisis en esta dirección y por consiguiente se ha hecho necesario el abordaje de temas que se ubican en áreas afines al estudio filosófico de la ciencia, de manera que lleguen hasta la didáctica de las ciencias y así se fundamenten las nuevas ideas que subyacen en la misma. Un ejemplo de ello se evidencia con la presencia, en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias, del análisis y estudio de las Esquema # 6 relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad, las que nacen en la filosofía de la ciencia y que alcanzan una relevancia social de tal envergadura que la escuela no puede eludir. El proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias es extremadamente complejo, y esto tiene lugar, no solo porque en la enseñanza de las ciencias convergen; ciencia, didáctica, epistemología, sociología, filosofía y psicología, sino porque la práctica ha demostrado que la apropiación de los contenidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias ha presentado dificultades históricamente. Los profesores también juegan un papel trascendental en tanto dirigen el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias y por una razón u otra no siempre están al tanto de las transformaciones que ocurren y deben ocurrir en este proceso en la escuela, en este sentido, una de las causas, quizás menos manejadas, es que existe una cantidad de información sobre la “didáctica de las ciencias” que abruma y es extremadamente difícil para los profesores orientarse en este mar de información, no solo por la cantidad e incluso la calidad de estos productos sino porque no disponen de una base sistematizada que les posibilite penetrar en la esencia del recurso teórico para convertirlo en fuerza movilizadora del cambio que se espera tenga lugar en su gestión didáctica para que se enseñe ciencia y sobre las ciencias. Comencemos por hacer algunas declaraciones que sin ser postulados pretenden establecer los puntos de partida para organizar y ordenar los contenidos referentes a la didáctica de las ciencias, o al menos promover la reflexión necesaria. La didáctica de las ciencias es “una ciencia” (esta declaración es atrevida y es muy probable que no todos estén de acuerdo con ella pero así lo asumimos) que tiene como objeto de estudio el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias, que tiene leyes y que tiene comunidad de contenidos y de metodología. La primera ley establece la relación entre los componentes personalizados (categorías de la didáctica) con la vida y la segunda ley establece la relación entre los componentes entre sí. En tanto la didáctica de las ciencias, ciencia, tiene una metodología que consiste precisamente en dar contenido específico a estos componentes en el contexto de que se trate y aprovechando el carácter de modelo teórico generalizador de la didáctica general de manera que se propicia el carácter interdisciplinario que de manera natural subyace en la didáctica de la ciencia. Con gran acierto, los especialistas P. Valdés Castro, R. Valdés Castro y C. Sifredo Barrios han realizado un esfuerzo de síntesis que imprime comprensión y coherencia a la didáctica de las ciencias y que han agrupado bajo la denominación “Tres ideas básicas sobre la didáctica de las ciencias” que se relacionan a continuación: 1. La necesidad de imprimir una orientación cultural a la educación científica. 2. La necesidad de considerar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características distintivas de la actividad psíquica humana. 3. La obligación de reflejar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características fundamentales de la actividad investigadora contemporánea. No obstante en la medida en que las ideas y hechos enriquecen las reflexiones teóricas el análisis que ha antecedido permite e incluso sugiere incluir una idea básica más: “La necesidad de considerar la didáctica general como modelo teórico generalizador”, y situarla como primera, no porque resulte más importante o trascendente, sino porque sobre todas las cosas la didáctica de las ciencia es “didáctica” y no otra cosa, sea ciencia o disciplina emergente. Así las ideas básicas conformarían un sistema: 1. La necesidad de considerar la didáctica general como modelo teórico generalizador 2. La necesidad de imprimir una orientación cultural a la educación científica. 3. La necesidad de considerar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características distintivas de la actividad psíquica humana. 4. La obligación de reflejar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características fundamentales de la actividad investigadora contemporánea. Se ha hecho referencia varias veces, en este trabajo, a que en el apelativo “didáctica de las ciencias” hay dos conceptos claves, didáctica y ciencia. También se habían declarado los compromisos que se contraían con el término ciencia, pero el primero, didáctica, sugiere inmediatamente sus relaciones de interdependencia tanto con la didáctica general como con las didácticas particulares, y que la didáctica de las ciencias, es una ciencia humanística. No obstante, la unión de los dos términos didáctica y ciencia, conforman un todo sistémico, que tienen juntos propiedades y características que por separado no poseen. En el esquema #7 se ilustra la relación de la didáctica de las ciencias con las didácticas particulares y con la didáctica general. Obsérvese, en el esquema, que aunque la didáctica general es el modelo teórico generalizador abarcador siempre se han dejado determinadas zonas de las Esquema # 7 didácticas particulares y de la propia didáctica de las ciencias fuera (del círculo que representa a la didáctica general), demostrando cierta independencia relativa de estas, así como las características que obtienen a partir de establecer relaciones directas con las ciencias que le dan su nombre, por ejemplo, con la Física, Didáctica de la Física y que por razones de simplificación no se han representado en el esquema #7. El círculo que representa la didáctica de las ciencias abarca la intersección de las didácticas particulares, que representan invariantes, a la vez que establece relaciones con la didáctica general. Un elemento común que toma la didáctica de las ciencias, de las otras didácticas y de su relación con las ciencias está relacionado con las características de la actividad investigadora contemporánea y la reproducción en las condiciones escolares de la ética, método y estilo de trabajo de los científicos. De esta manera la idea básica número 1 (la necesidad de considerar la didáctica general como modelo teórico generalizador) determina el recreo de las categorías, leyes y metodología de la didáctica general en la didáctica de las ciencias, comunicándole una estructura lógica que permite establecer un orden, así por ejemplo, si se habla de clases y secuencias de clases se ubican dentro de las formas, si se habla de reproducir las características de la actividad investigadora contemporáneas se ubican en el método, si se habla del empleo del ordenador, entonces se ubica en los medios, si se habla de partir de situaciones problemáticas abiertas, entonces nuevamente se ubica en el método y si se habla de las relaciones que se establecen entre los miembros del grupo de alumnos, de pequeños grupos de alumnos o de relaciones con el profesor estaríamos refiriéndonos otra vez a las formas, entre muchos otros ejemplos que pudieran demostrar de manera fehaciente las bondades que le comunica la didáctica general a la didáctica de las ciencias. En cuanto a las tres ideas básicas restantes, de la didáctica de las ciencias, no se propone un tratamiento específico por cuanto se encuentran desarrolladas en el libro “El proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física en las condiciones contemporáneas” de Pablo Valdés Castro, Carlos Sifredo Barrios, Juan Núñez Viera y Rolando Valdés Castro, publicado y ofertado en congresos de las ciencias celebrados con anterioridad. No obstante es necesario hacer una breve referencia a dos de estas ideas. La idea básica número 2, (La necesidad de imprimir una orientación cultural a la educación científica) tiene una especial relevancia en la medida en que insiste en el hecho de que la educación científica es inherente a la cultura general. En otro orden de cosas, aprender ciencia en la escuela no es simplemente obtener elementos teóricos y prácticos para poder acceder a los estudios superiores y utilizar ese sistema de contenidos como herramienta de trabajo sino, además, para poder apropiarse de los contenidos esenciales que les permita a los estudiantes; cuidar su entorno, mejorar su vida, participar en la toma de decisiones con conocimientos de causas, explicar su entorno natural y artificial, entre otras bondades que brinda el dominio de las ciencias escolares. Por otra parte la idea básica número 4 (La obligación de reflejar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características fundamentales de la actividad investigadora contemporánea), insiste en la necesidad de que los métodos, ética y estilo de trabajo de los científicos se refracte y llegue al proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. Esto implica que profesores, alumnos y grupos de alumnos asuman determinados roles y realicen determinadas actividades que hagan posible la cristalización práctica de esta idea. Recuerde que hasta en la propia didáctica general, la utilización del método científico en la escuela es una máxima y más que esto una necesidad. Pero se debe insistir no solo en la transferencia de estas ideas al proceso de enseñanzaaprendizaje sino también a la metodología que sigue la ciencia y que en ocasiones se transfiere de forma mecánica a la escuela como metodología de la superficialidad basada en una epistemología de sentido común como plantea Campanario. La epistemología de “sentido común” se caracteriza entre otros elementos por los siguientes: 1. La aceptación acrítica del conocimiento declarativo asumido por todos como veraz. 2. La prioridad del conocimiento procedimental y explicativo de tipo empirista-inductivista (generalización a partir de ejemplos concretos) 3. El uso exacerbado de razonamientos cualitativos para sacar conclusiones generales. 4. El pensamiento convergente se estimula sobremanera, al validar el conocimiento declarativo para alcanzar coherencia, pero de manera puntual. 5. La adscripción, sobre todo, al conocimiento procedimental poco riguroso tomando estrategias únicas. 6. La hiperbolización de razonamientos de tipo causal lineal y simple. En contraposición con esta metodología de la superficialidad se destaca la metodología científica que se caracteriza de manera general por: 1. La aceptación de la naturaleza hipotética del conocimiento declarativo, dudar siempre de los resultados. 2. Los conocimientos procedimental y explicativo de tipo hipotético-deductivo priman, se parte de las teorías bien comprobadas en el dominio donde fueron emitidas. 3. Al empleo de aproximaciones cualitativas se suman además observaciones cuantitativas para objetivarlas. 4. La utilización del pensamiento convergente está presente pero prima el divergente para falsar el conocimiento declarativo y obtener la coherencia esperada. 5. El empleo del conocimiento procedimental riguroso es esencial, de manera que la metodología adoptada permita la utilización de diversas estrategias. 6. El uso de razonamientos que tengan en cuenta todas las causas posibles. Obsérvese que si el cambio conceptual estuvo en el centro de muchas tendencias del proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias hay que agregar de manera definitiva el cambio de método para que los estudiantes se apropien de todos los saberes de manera duradera y útil. Por otra parte, un análisis de estas ideas básicas, donde encuentran unidad concepciones epistemológicas, psicológicas y pedagógicas, pone de manifiesto su validez sistémica y su valor como síntesis teórica sobre la cual se puede erigir el edificio de la didáctica de las ciencias. Nuevamente se llama la atención cómo la idea básica de considerar a la didáctica general como modelo teórico generalizador le comunica coherencia y solidez teórica indiscutible. En el entorno escolar cubano el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias por investigación dirigida ha estado marcada por el empleo de tareas docentes y “grupos” de tareas docentes que de una forma u otra tienen como base las cuatro ideas referidas, sin embargo, aún existen carencias de carácter teórico que relacionen estas ideas con las concepciones que sobre tarea docente se manejan en la bibliografía pedagógica más avanzada del país. En este sentido resulta oportuno que se aborde con una visión teórico-práctica este concepto en el contexto específico de la enseñanza de las ciencias. ➢ LA TAREA DOCENTE INTEGRADORA CON ENFOQUE SOCIOCULTURAL Las principales ideas de este epígrafe están basadas en las tesis doctorales de la Dra. Torres Rivera, Las tareas docentes con enfoque sociocultural- profesional (2006) y del Dr. Rivero Pérez, Un modelo para el tratamiento didáctico integral de las tareas teóricas de física y su solución (2003). También se consideran ideas escritas en el libro Las Ciencias Naturales desde las Tareas Docentes Integradoras (2020), del Dr. Contreras Vidal. La didáctica general puede contribuir a la didáctica de las ciencias con un sistema de métodos y procedimientos actualizados y denominados por algunos especialistas desarrolladores, como pueden ser la solución y elaboración de problemas, la argumentación o la emisión de hipótesis, entre otros. La didáctica de las ciencias sin emplear esta terminología dada por el sistema categorial de la didáctica, al reproducir las características de la actividad investigadora contemporánea transferidos al proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias los está convirtiendo en métodos de enseñanza también. En cualquiera de las variantes la problematización deviene en método, en medio, en forma para desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje que sea actualizado y contemporáneo. Aunque no se puede sintetizar que la enseñanza de la ciencia se problematiza de inicio a fin, sin dudas ocupa un papel preponderante. Esta problematización se manifiesta de formas distintas, algunos le llaman sistema de actividades, conjunto de tareas, conjunto de acciones, exigencias y quizás los más atrevidos sistema de tareas. Así, la protagonista fundamental de llevar a efecto la reproducción de las características investigadoras contemporáneas o de promover situaciones de aprendizaje desarrolladoras, según qué referente se tome, indiscutiblemente que es la tarea docente. Llámese tarea docente a tales situaciones, o de otra forma, los especialistas la han abordado estableciendo incluso determinadas “estrategias” como lo hizo Daniel Gil. Sin embargo, se observan carencias teóricas, no solo para la confección individual de estas tareas docentes, sino el conjunto de las mismas que deben alcanzar el rango de sistema. Sin pretender establecer una discusión teórica al respecto simplemente nos vamos a adscribir a la caracterización que realiza el especialista Gutiérrez, R. al declarar que la tarea docente: “Es célula básica del aprendizaje, es el componente esencial de la actividad cognoscitiva, es la portadora de las acciones y operaciones que propician la instrumentación del método y el uso de los medios con fines predeterminados, sirve para provocar el movimiento del contenido y alcanzar el objetivo, y se realiza en un tiempo previsto” (Gutiérrez, 2003). Esta definición de tarea docente, síntesis del trabajo realizado por otros especialistas resume sus rasgos esenciales. En el marco del proceso de enseñanza-aprendizaje de la ciencia para enfatizar en determinados rasgos que obtiene el concepto de tarea docente, es necesario precisar algunas caracterísitcas del enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en Cuba a propuesta de los especialistas Eduardo Moltó y Rosalina Torres, y que denominaron enfoque sociocultural del proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. Por enfoque sociocultural del proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias se entiende la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de éstas que considera no solo el saber y el saber hacer, sino que pondera de modo especial el saber valorar y el hecho de que la ciencia es un vehículo cultural la cual desarrolla en los alumnos una actitud reflexiva que los potencia en la comprensión de su entorno y les permite de manera consciente participar en la toma de decisiones para el logro de un desarrollo sostenible. Se materializa en los planos: económico, medioambiental, humanístico, tecnológico, ideopolítico e histórico, en interacción sistémica. Debe contribuir a la formación del pensamiento científico, no solo por el dominio riguroso del sistema de conocimientos aprobados por la comunidad científica contemporánea, sino por reproducir en la construcción de los conocimientos y las habilidades: los métodos, la ética y el estilo de trabajo de los científicos. Es necesario entonces conceptualizar qué se entiende por enfoque sociocultural. Abundando en esta dirección es lícito considerar que el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias con un enfoque sociocultural debe estar fuertemente impregnado por los rasgos que a continuación se proponen: • La Ciencia como asignatura incluye su sistema teórico-conceptual, sus métodos para penetrar en el estudio de la realidad transferidos a las condiciones escolares así como el análisis de aciertos y limitaciones de los modelos establecidos. • La consideración de la ciencia como una obra humana que se construye a partir de la labor desarrollada, no por hombres aislados, sino por la comunidad científica. • La consideración de que la ciencia pretende la búsqueda de la verdad, la cual es relativa y determinada históricamente. • La consideración de las relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad, a partir de vincular la ciencia como asignatura, la tecnología con la que se relacione ese sistema de conocimientos y la sociedad en la que se enmarquen. • La consideración de las implicaciones científicas en los planos: económico, medioambiental, humanístico, tecnológico, ideopolítico e histórico en interacción sistémica. • La consideración de los métodos, ética y estilo de trabajo de los científicos que se refracta hasta el proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias y deviene en método novedoso de enseñanza. • La consideración de los valores humanos de los científicos, la ponderación del servicio que han prestado a la humanidad y el análisis de los casos de violación de los principios éticos, que traen como consecuencia efectos perjudiciales a la naturaleza y a la sociedad. • La consideración del saber valorar, de modo especial, para contribuir al desarrollo del pensamiento reflexivo en los estudiantes a través de la búsqueda de significados. Estos rasgos tipifican el enfoque sociocultural en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias, y permiten reflexionar acerca de qué características deben tener las tareas docentes que propicien la cristalización de tal enfoque. En fin, la ciencia como asignatura se debe considerar como vehículo cultural para potenciar una cultura científica, permita que reflexionar consecuentemente y participar en la toma de decisiones para contribuir a un desarrollo sostenible. De una manera u otra en las tareas docentes con enfoque sociocultural, deben estar estos rasgos incluidos, pero consecuencia caracterización sobre este en con que la Esquema #8 concepto realizan las ciencias pedagógicas y que aquí se reflejan a través de la síntesis propuesta por el especialista Gutiérrez, R. por lo que pudiera resumirse que la tarea docente con enfoque sociocultural es la que pondera y utiliza las cuatro ideas básicas para la enseñanza de las ciencias declaradas en este trabajo. En el esquema # 8 se muestra, en síntesis, cómo las cuatro ideas básicas de la enseñanza de las ciencias devienen en referentes teóricos esenciales de la didáctica de las ciencias y cómo la tarea docente (el sistema de tareas docentes) materializa a través de su sistema de acciones la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. Esto no resta que se acepten las ideas referidas para el tratamiento del contenido de la ciencia escolar a través de una situación general o problema general a partir del cual se generan todas las acciones, si en definitiva este problema general es una tarea docente y todos los elementos para cumplimentarla que se dan de forma problematizada constituyen las acciones de dicha tarea docente. Es oportuno hacer algunas reflexiones sobre los sistemas de tareas docentes ya que tareas aisladas y puntuales no son capaces de lograr los objetivos propuestos. Algunos especialistas han propuesto definiciones sobre sistema de tareas docentes, así el Dr. Rivero Pérez, uno de los autores de este libro, propone: “Un conjunto integrado de tareas, que se organiza, estructura y desarrolla sobre la base de factores; didáctico, metodológico, lógico-psicológico, epistemológico y culturológico-humanístico, de acuerdo con las cualidades generales de los sistemas y que realiza funciones de enseñanza, educativa y desarrolladora” (Rivero, 2003). Esta definición resulta un antecedente valioso para definir sistema de tareas docentes con enfoque sociocultural. Es aconsejable conformar el sistema de manera que se rija también por factores que permitan su estructura y funcionamiento, pero con las especificidades que le impone el referido enfoque sociocultural. De esta forma el concepto se expresa en los siguientes términos: Un conjunto integrado de tareas docentes que se organiza, estructura y desarrolla sobre la base de las peculiaridades del enfoque sociocultural, que considera como referente teórico esencial las ideas básicas de la didáctica de las ciencias y que se materializa a través de factores; didáctico, psicológico, cultural y epistemológico, de acuerdo con las cualidades generales de los sistemas, con la función de que los estudiantes se apropien de los saberes de las ciencias escolares como vía (método y medio) para que aprendan ciencia y sobre la ciencia. El sistema de tareas docentes de la asignatura se concibe de forma tal que las ciencias y sus didácticas particulares conforman un todo y no una simple yuxtaposición de dos entes ajenos. Ese todo para cada ciencia como asignatura en lo referido a lo que tiene de comunidad de contenidos y metodología con las otras ciencias escolares contribuye de manera decisiva a que se conforme de manera coherente y con independencia relativa la didáctica de las ciencias. Es preciso entonces abordar de manera sintética el contenido de cada factor. 1. Factor didáctico. Tiene en cuenta el sistema de categorías de la didáctica general, su sistema legal y su metodología. Este factor permite dotar al sistema de tareas docentes de rasgos que justifican el sentido del término didáctica en el apelativo “didáctica de las ciencias”, en fin este factor contempla, entre otros, los siguientes aspectos: • La derivación gradual de los objetivos del programa hasta su concreción a través de la tarea docente en cuestión. • La correspondencia entre los objetivos de cada clase de la unidad y las tareas docentes que se deben formular. • La clasificación en términos didácticos, en función de la lógica del proceso de enseñanzaaprendizaje, es decir, partir de una situación problemática general para la unidad en cuestión y después proponer tareas docentes que puedan solucionar la misma, teniendo en cuenta que el proceso de enseñanza-aprendizaje transcurre desde el tratamiento del nuevo contenido hasta la consolidación en función de los procesos de apropiación de saberes. • La adecuada dinámica del proceso a partir de la coherencia sistémica entre los métodos reproductivos y productivos durante la reproducción de las características de la actividad investigadora contemporánea. • La consideración de las funciones: instructiva, educativa y desarrolladora en cada una de las tareas docentes. • La tarea docente en tanto proceso de enseñanza-aprendizaje debe tener en cuenta objetivos, contenido, método, medio, forma y evaluación. En fin, este factor considera que todos los objetivos reciben tratamiento a través de las tareas docentes que conforman el sistema. Para ello se deben tener en cuenta los criterios de clasificación que diferencian a las tareas docentes para introducir, desarrollar y consolidar los contenidos de la unidad en cuestión. Esto se logra a través de una categoría esencial de la didáctica “la lógica del proceso de enseñanza-aprendizaje” que no puede pasar inadvertida. 2. Factor psicológico. Desde el punto de vista psicológico es trascendente hacer algunas consideraciones. En las ideas básicas se señala "La necesidad de considerar durante el proceso de enseñanza- aprendizaje las características distintivas de la actividad psíquica humana”, demostrándose la importancia de considerar los procesos psíquicos cuando se enseña y se aprende ciencia. Muchos especialistas han contribuido a aplicar las ideas de la psicología al proceso de enseñanza-aprendizaje de la ciencia entre los que sobresalen: J. Piaget, J. I. Pozo, C. Coll, D. Ausubel, L. Vigotsky y sus colaboradores. Aunque de forma electiva se reconozcan y apliquen resultados de avanzada obtenidos por estos especialistas, esta propuesta se centra en los trabajos de Vigotsky materializados en la Teoría Histórico Cultural, en la que se potencia, la relación estrecha entre los procesos afectivos y cognitivos, la importancia para los aprendizajes de comunicación y actividad, el hecho de que la educación tira del desarrollo y la existencia de una Zona de Desarrollo Próximo, entre otras ideas claves de esta teoría. Este factor contempla, entre otros, los siguientes aspectos: • La lógica del proceso de enseñanza-aprendizaje dado por la combinación de la estructura de la ciencia como asignatura y los principios de la psicología de la asimilación. • La atención a las inquietudes cognoscitivas de los alumnos. • La graduación de las dificultades en correspondencia con las características individuales de los alumnos y del grupo respectivamente. • La atención a la esfera afectiva de los alumnos en función de las interacciones entre los componentes personales del proceso de enseñanza-aprendizaje (alumno-profesor-grupo) al abordar la tarea docente. • La estimulación de las operaciones lógicas del pensamiento (análisis, síntesis, comparación, abstracción y generalización) así como de las formas del pensamiento lógico (conceptos, juicios y conclusiones). En fin, este factor considera que las tareas docentes respondan a las características individuales de los alumnos. Todos los alumnos resuelven las tareas docentes orientadas, aunque los niveles de ayuda sean diferentes y las acciones y operaciones puedan alcanzar estadios más avanzados en unos que en otros, en función del diagnóstico individual de que se disponga. En otro sentido se ha demostrado que la adopción de los modos de actuación de los científicos en las condiciones escolares compromete cognitivamente a los alumnos y los motiva a alcanzar los resultados esperados. 3. Factor cultural. Este factor posibilita que las tareas docentes, a través de su sistema de acciones, focalice de manera intencional los impactos de la ciencia escolar para la contribución a la obtención de una cultura científica dentro del amplio marco de una cultura general integral. Para lograr dar atención al mismo, es decir, al factor cultural, se tendrán presente entre otros los siguientes aspectos: • La relación entre el contenido de la enseñanza de las ciencias y la concepción actual de ciencia. El sistema de saberes de las asignaturas de ciencia se caracterizará por establecer nexos sistémicos entre: saber, saber hacer y saber valorar. Así, es trascendente para la cultura no solo que los estudiantes se apropien del sistema teórico-conceptual y sus relaciones con la vida, sino además como parte inseparable de la cultura científica, que se apropien de los elementos fundamentales de la metodología del conocimiento científico. • La reflexión oportuna sobre la incidencia del conocimiento científico escolar para participar en la toma de decisiones debidamente informados. • El análisis de los problemas científicos actuales desde diferentes puntos de vista: de los países más o menos desarrollados, desde el interés individual o desde el social, desde el colectivo científico o desde la ciudadanía. • El aprendizaje de las teorías y de los conceptos de manera que se destaque su aplicación a la vida diaria o su carácter clave como generadores de otros conocimientos. • El estudio y análisis de las relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. En fin, la enseñanza de las ciencias en las condiciones actuales no solo deviene en herramienta para la continuidad de estudios sino como valioso vehículo cultural que constituye un componente esencial de la cultura general integral. 4. Factor epistemológico. En este factor se han agrupado diferentes ideas fundamentales que parten de considerar en el proceso de enseñanza-aprendizaje las características que hoy presenta la actividad investigadora en la construcción de la ciencia, lo que no solo implica el método, es decir, la metodología seguida en la construcción de la ciencia, sino también la ética y el estilo de trabajo de los científicos, así como de las comunidades de científicos. De hecho estas ideas no solo se abordan por la epistemología sino por otras ciencias donde la filosofía de las ciencias ocupa un lugar trascendente. Este factor permite dotar al sistema de tareas de rasgos que impregnan a la ciencia escolar no solo del sistema teórico conceptual de las ciencias en cuestión sino también de su metodología, alejada, por cierto, de la metodología de la superficialidad. Así la tenencia en cuenta de este factor garantiza el cambio conceptual y sobre todo el cambio metodológico, en fin este factor contempla, entre otros, los siguientes aspectos: • Las características del sistema de saberes de la ciencia escolar en estrecha relación con la transferencia a las condiciones escolares de los métodos, ética y estilo de trabajo de los científicos. • Las especificidades del contenido de la ciencia escolar tomado de la ciencia pero asegurando que también hagan presencia los métodos que emplean los científicos para conocer la realidad y transformarla en bien de la humanidad. • La tenencia en cuenta de problemas cardinales de la historia de la ciencia y de la filosofía de la ciencia que tienen una trascendencia cognitiva insoslayable en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la ciencia. • El concepto de ciencia actual y su trascendencia para el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. En fin, este factor considera las peculiaridades del contenido de la ciencia y de los métodos de la ciencia para penetrar la realidad pero transferido a las condiciones escolares. En resumen, el tema merece insistencia y ejemplificación, en la medida en que la problematización, caracterizada por el empleo de tareas docentes integradoras con enfoque sociocultural tiene un papel preponderante en las condiciones reales que impone el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias. El tema tratado está muy lejos de agotar el análisis pero al menos promueve la discusión e incluso se puede aspirar a establecer consenso sin que por ello se afecte la necesaria y requerida diversidad. A continuación pueden leerse algunas de las tareas que reúnen los requisitos presentados en este epígrafe. • Una de las alertas de los ecologistas respecto al Amazonas se refiere al aumento de la taza de gas carbónico resultante de la quema de madera en la atmósfera con la consecuente elevación de la temperatura de la Tierra y la posible fusión de los hielos lo que provocaría el aumento del nivel del mar. ¿La anterior preocupación es lógica? ¿Por qué? Contextualice este hecho con los incendios ocurridos en el Amazona en este 2020. ¿Por qué al Amazona se le considera el pulmón del mundo? • Discuta las razones por las cuales en el desierto la temperatura diurna sobrepasa los 40 0C sin embargo la nocturna puede ser de – 20 0C. ¿Qué medidas pueden ser tomadas a escala global para evitar el avance de las zonas desérticas? • Cuando una persona sale de una piscina principalmente en un día con mucho viento por lo general siente frío- Explique el por qué siempre considerando el sistema de conocimientos de las ciencias físicas y médicas en su respuesta. • ¿Cómo se explica que los esquimales construyan sus casas con hielo y logran protegerse del frío? ➢ PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA La Física es parte de la vida cotidiana del ser humano. Es una ciencia utilizada en todos los procesos tecnológicos y científicos, por lo que enseñar Física debe incluir un alto componente de motivación tanto para los profesores como para los estudiantes, dentro y fuera de las aulas, ya que la Física es una ciencia natural que acompaña al ser humano en todas sus actividades cotidianas (Barrera, 2007). Sin duda, las instituciones educativas en las que se imparten cursos de Física tratan de alcanzar como meta transitar de un conocimiento común a uno científico, de aplicar la lógica común a aplicar la lógica científica, que se muestre sistematizado, verificable y aplicable a los problemas que continuamente un estudiante pudiera enfrentar en el desarrollo de su profesión. En este sentido, el reto de los profesores es transformar los conocimientos dogmáticos y míticos en un conocimiento verificable que tome en cuenta el avance de la ciencia y la tecnología actuales. Las acciones pedagógicas en el espacio áulico que llevan al logro de estas metas no son fáciles, ya que traspasar de las barreras de la pasividad a la acción, de la mediocridad a la efectividad, del obscurantismo a la claridad, del mecanicismo a la innovación, de la individualidad a la solidaridad y de la repetición a la creación, requieren sin duda, un constante esfuerzo de quienes facilitan el conocimiento y de quienes aprenden (Palo, 1990). Los esfuerzos puestos en práctica en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la Física aún encierran numerosas dificultades, principalmente las relacionadas con el desarrollo de la inteligencia, creatividad, modelación e innovación en el estudiante, dejando honda huella en las actividades encaminadas a la reproducción de saberes y memorización de contenidos (Moreno, 1989). En los últimos años, se han vuelto accesibles una gran variedad de tecnologías de diseño libre que están cambiando rápidamente la forma en que se enseña en todos los niveles educativos. En particular, el uso cada vez más frecuente de equipos tecnológicos, software de simulación, sistemas de adquisición de datos, video y el internet, han abierto más oportunidades para que el estudiante aprenda y han favorecido el trabajo de los profesores en la enseñanza de las ciencias técnicas. Es necesario señalar una precaución con relación al impacto de las tecnologías de información y comunicación en la enseñanza de la Física: por si solas, no mejoraran el logro de competencias en los estudiantes, tampoco se puede dar por hecho que su utilización genera la pericia necesaria en el estudiante para aportar soluciones a los problemas en contexto. Esto último requiere capacidad para transferir el conocimiento. Es por eso que el uso de tecnologías requiere que los profesores impriman una intención pedagógica en su uso, que de otra forma, pudieran tener un efecto negativo al suponer resultados de aprendizaje traducidos en competencias profesionales (Gil, 1997). Como el lector puede apreciar, una de las características distintivas de los tiempos actuales se refiere a los continuos cambios en el orden tecnológico, económico y social. A pesar de esta constante, no hemos podido prever estos cambios y con ellos hemos sufrido consecuencias de impacto global. Ante estas realidades es imperante preparar a nuestros estudiantes en ciencia y tecnología y con esto ayudarlos a enfrentar los retos que les demanda su disciplina. Este esfuerzo resulta por demás complejo, aunque es un desafío del que un educador en Física no puede hacerse a un lado. Por lo tanto, el objetivo que debe tener presente todo profesor en la planificación de los cursos de Física, es desarrollar en los estudiantes la habilidad de enfrentarse a problemas nuevos con apertura y rigurosidad. En otras palabras, es necesario que el profesor focalice sus esfuerzos en formar a los estudiantes en las competencias de aprender a aprender y aprender a ser, como base para lograr una mejor transferencia del conocimiento ante nuevas situaciones de toma de decisiones en la práctica profesional. El cuerpo de conocimientos sobre educación de las ciencias continuamente refiere a permitir que los estudiantes elijan por sí mismos un tópico de estudio dentro de su plan de estudios y lo desarrollen de forma autónoma, con las tecnologías que conocen y en su contexto, esta práctica hace un aporte valioso al proceso educativo en el campo de las ciencias. Como resultado de diversas investigaciones relacionadas con ambientes de aprendizaje en las ciencias técnicas, se ha descubierto que los estudiantes tienen pocas posibilidades de desarrollar sus propias ideas. Aún en tesis de posgrado, es usual que un docente o investigador experimentado sugiera el tema de estudio. No existen muchas oportunidades para que ellos lleven adelante sus propias ideas (Gil, 1997). La rigidez caracteriza la enseñanza de esta ciencia (Valle Mijangos, 2013). Si revisamos las temáticas que se enseñan actualmente en Física, como asignatura de formación general, podemos encontrarnos con el hallazgo de que el mayor peso recae en el período anterior al siglo XIX, llegándose a abordar ciertos asuntos relativos a la primera mitad del siglo XX. Si esta presentación de la Física va acompañada de los ejemplos tradicionales y problemas, podemos decir que nos hemos quedado detenidos en el tiempo y el estudiante, o hasta el profesional recién graduado, no físico, se queda atónito ante las imágenes televisivas o noticias periodísticas, relacionadas con la Física Contemporánea y que nunca se le han mencionado en la escuela. Otra arista de este mismo asunto es el bajo interés y motivación por el estudio de la Física en los estudiantes, dada la falta de conexión que los relaciona con la vida diaria y por lo que les resulta poco atractiva (Villarreal, et. al. 2002). En los últimos cincuenta años, la preocupación por la enseñanza de las ciencias ha cobrado gran interés, produciéndose aportes muy importantes en el orden de la didáctica de la ciencia. En esta preocupación, han surgido nuevas teorías del aprendizaje, acompañadas de métodos y estrategias innovadoras que deben ser integradas a la enseñanza de una ciencia experimental como es la Física con la intención de hacerla más atractiva al estudiante. Contrario a las tendencias tradicionales, en los círculos científicos se empieza a reconocer a la enseñanza de la Física como uno de los campos de desarrollo de acuerdo con una clasificación de la International Union of Pure and Applied Physics (IUPAP), lo cual indica la importancia que reviste la divulgación y el aprendizaje del conocimiento científico (Villarreal, et. al. 2002). ➢ LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Es sobradamente conocido que una educación, en cualquiera de sus niveles, que se considere de calidad, debe responder a las necesidades de la sociedad. En este sentido, es fundamental cuidar la formación de los estudiantes en competencias tanto personales como profesionales, que los preparen para su integración en un entorno cada vez más complejo en el que la mera adquisición de conocimientos ya no es suficiente. Los profesores de Física, al igual que los de otras disciplinas, deberían asumir estas nuevas necesidades realizando mejoras en su práctica docente. La enseñanza de la Física posibilita de modo sencillo el desarrollo y adquisición de capacidades tales como la resolución de problemas o las habilidades experimentales. En las publicaciones científicas sobre la enseñanza de Física General, se encuentra abundante documentación sobre cuándo y cómo desarrollar dichas habilidades, y se hacen recomendaciones que parecen ser ampliamente aceptadas, ya que los profesores asumen de un modo natural dichas capacidades entre sus objetivos docentes para los distintos niveles de enseñanza. Sin embargo, la enseñanza de la Física ofrece al mismo tiempo la posibilidad de desarrollar un rango más amplio de competencias. Esto resulta ser especialmente relevante cuando nos referimos a niveles universitarios, donde el objetivo es que los estudiantes reciban una formación integral y orientada hacia la inserción en un mundo laboral que a su vez les permita desarrollarse profesional y personalmente (Benito, Portela y Rodríguez, 2006). De acuerdo con Valle Mijangos y Álvarez Rivero (2015), un alto porcentaje de profesores, según la literatura cerca del 80%, plantean objetivos relacionados únicamente con los contenidos técnicos de sus asignaturas, es decir, la intención es solo la formación técnica. Aproximadamente un 40% propone en sus planificaciones didácticas contenidos relacionados con competencias o habilidades de investigación y profesionales, y apenas un 5% del total, incluye competencias de carácter social. Por tanto, son escasos los cursos que forman a un estudiante de Física en habilidades del Ser. En cuanto a los contenidos, predominan aquellos ambientes de aprendizaje que enfatizan el carácter teórico frente a los de carácter práctico (Benito, Portela y Rodríguez, 2006). La literatura relevante del tema muestra hallazgos derivados de observar la práctica docente en aula, tal es el caso de que los profesores hacen amplio uso de la clase magistral a la que normalmente acompañan de largas sesiones de resolución de problemas, sesiones de laboratorio en menos casos y tutorías individuales. Los profesores de Física fomentan más las competencias específicas que las generales. La comprensión de fenómenos físicos, la resolución de problemas o las habilidades experimentales y de cálculo numérico, dominan claramente sobre las habilidades comunicativas, personales, de trabajo en equipo, manejo del ordenador o valores éticos. Por otro lado, los cursos de Física General, introducidos en los primeros años de los estudios universitarios, tienen un importante valor instrumental y son la base para posteriores enseñanzas científicas de mayor profundidad. ¿Por qué no extender su contribución hacia la consecución de un aprendizaje más integral entre los estudiantes? Desafortunadamente, al analizar las prácticas docentes se observa que son bastante tradicionales, de modo que tanto profesores como estudiantes aprovechan tan sólo algunas de las oportunidades y ventajas que la Física ofrece. Desde esa perspectiva, no es posible pensar que el egresado identificará, modelará y propondrá alternativas de solución integral. Según Benito, Portela y Rodríguez (2006), al analizar las prácticas docentes, se observa que las lecciones presenciales, las prácticas de laboratorio y las sesiones de resolución de problemas ocupan la mayor parte del tiempo y de los esfuerzos de los profesores. Apenas si se utilizan metodologías activas, lo cual debería impulsarse si realmente queremos trabajar en la adquisición de competencias generales. Los profesores podrían utilizar alguna de las muchas alternativas existentes frente al modo de enseñanza tradicional. Una posibilidad es el método de aprendizaje cooperativo que ya ha demostrado su potencial y aplicabilidad en enseñanzas de corte científico y que ha resultado idóneo al reportar en su práctica óptimos resultados cuando se aplica a cursos de Física. Los mismos investigadores comentados señalan que actualmente la investigación educativa intenta romper con la figura del profesorado como instrumento intermediario que aplica técnicas elaboradas por expertos externos y cuyos fundamentos y finalidad escapan a su conocimiento y control. Resultados de investigaciones en este campo han propuesto un recurso para los profesores que consiste en utilizar una investigación centrada en la reflexión sobre la complejidad, diversidad y riqueza dinámica de la vida del aula. Surge así la investigación-acción (I-A) que concibe el aula como un espacio de investigación y experimentación, donde el investigador está implicado en la propia práctica docente. En la actualidad, la I-A es considerada como el instrumento idóneo en el control y regulación del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula, así como la metodología propicia para el autodesarrollo profesional del profesorado. Consecuentemente, la I-A se constituye como el escenario idóneo para evaluar la práctica educativa en la enseñanza de la Física. Ésta puede tener diversos enfoques, en función de los aspectos que se deseen estudiar y mejorar de la práctica docente. El hecho de que los resultados de una I-A en didáctica de la Física no sean generalizables, desde el punto de vista formal (científico), no significa que no sean útiles en otras situaciones educativas. La I-A se ha presentado como una investigación en la escuela y desde la escuela, que debe ser realizada por los docentes con el propósito de dar respuestas puntuales a las situaciones problemáticas que surgen en el aula, al mismo tiempo que contribuir al autodesarrollo profesional del profesorado. Sintonizando con las actuales tendencias en enseñanza de la Física que demandan del profesorado un compromiso que le convierta en investigador, reflexivo, crítico e innovador de su práctica educativa. La I-A se perfila, pues, como el instrumento idóneo para ello (García, 2009). Lo que se requiere es que el profesor y el estudiante la conozcan y practiquen en el aula, modificar paradigmas en la enseñanza de las ciencias técnicas. En otros resultados de investigaciones, se ha venido señalando en los últimos años una paulatina despoblación de estudiantes en las carreras de Física de diversas universidades de todo el mundo. Como indicadores de esta afirmación pueden tomarse diferentes registros de deserción y abandono en dichas titulaciones y de una fuerte disminución de ingresantes a las mismas (Bandiera, et.al. 1995 y Siviter, 1994). Con esta información, el lector puede formularse la pregunta: ¿Quién hará ciencia en el futuro? Al respecto, diferentes autores han señalado la existencia de grandes dificultades en los estudiantes universitarios para aprender significativamente los conceptos físicos que se les enseñan (Ferreyra y González, 2000). En este sentido, un grupo de especialistas universitarios en el área de la Física realizó un estudio diagnóstico del estado actual de la enseñanza en las universidades argentinas, concluyendo que existía una imperiosa necesidad de mejorar sensiblemente los laboratorios de enseñanza de la Física y sugiriendo que habría que considerar distintas acciones para mejorar la calidad de la enseñanza de grado y postgrado en estas universidades. Resulta oportuno subrayar que estas acciones corren el riesgo de quedar atrapadas en aproximaciones limitadas y parciales y que podría eludirse la complejidad del problema y terminar recortando los esfuerzos a cuestiones puramente técnicas como lo es la falta de equipamiento (FOMEC, 1995). Específicamente, en lo que se refiere al interés por mejorar la enseñanza práctica de laboratorio, diversos estudios realizados desde una perspectiva constructivista son contundentes en proponer el uso de situaciones problemáticas abiertas que aproximen dichas prácticas a la actividad de la ciencia (Tobin, 1990; Woolnough, 1991; González, 1994; Hodson, 1994; Gil y Valdés, 1996 y Salinas de Sandoval, 1994). Esto es, utilizar una pedagogía basada en problemas y casos, o como ya se propuesto en apartados anteriores por el Dr. Rivero Pérez, autor en este libro, con una pedagogía basada en proyectos de investigación. Llama la atención que hechos similares parecen haberse constatado en las carreras de Física de varias universidades argentinas y de otros países. Si bien existen importantes causas externas, como la creación de atractivas carreras relacionadas con la informática y las comunicaciones o la caída de programas de energía nuclear, entre otras, que seguramente pueden estar influyendo en esta realidad, el aumento de la despoblación nos obliga a iniciar un análisis hacia adentro y estudiar, por ejemplo, las características del proceso de enseñanzaaprendizaje (PEA) en la universidad. Es decir, resulta necesario detenerse y sacar a la luz algunos hechos a los que tradicionalmente no habíamos prestado la debida atención. Así, la extensión de los programas de estudio o las orientaciones habituales de la enseñanza, podrían resultar factores centrales para explicar esta pérdida de interés en los estudiantes (Ferreyra y González, 2000). En otras investigaciones se identifica la complejidad matemática de la Física como uno de los factores que más inhiben a los alumnos y señalan la rapidez indebida con que los profesores enseñan las representaciones matemáticas del mundo físico, como una de las causas de sus dificultades de comprensión. Recomiendan iniciar la enseñanza desde una perspectiva fenomenológica, haciendo que los estudiantes se centren en hablar, escribir y leer sobre distintos fenómenos físicos e introduciendo en forma gradual las representaciones algebraicas de los mismos (Monk, 1994). Es aquí donde muchos autores apuntan a que un ambiente de aprendizaje de la Física que sea eficaz, debe pensarse incluyendo actividades formativas en ambientes formales e informales. Otras investigaciones arrojan resultados relacionados con el bajo rendimiento académico obtenido por los estudiantes en el proceso formativo. Intentando realizar la descripción más precisa sobre este punto, diversos autores opinan que las materias introductorias no permiten un entendimiento conceptual satisfactorio de la Física Básica, ya que se registran dificultades en conectar diversas representaciones como gráficos, diagramas, ecuaciones, conceptos básicos y principios, con fenómenos del mundo real. Señalan que el conocimiento que se consigue parece consistir en datos o hechos separados, fórmulas y ecuaciones organizadas pobremente, lo que les impide retenerlas y usarlas. Consideran además que este conocimiento adquirido es fragmentado y difuso y que los estudiantes rápidamente se sienten abrumados por la acumulación de detalles memorizados, trayendo como consecuencia un inevitable descontento y desinterés (Ferreyra y González, 2000). En varios países, algunas investigaciones realizadas en los primeros cursos de distintas universidades han puesto de relieve la existencia de los problemas mencionados. El análisis de los resultados obtenidos de pruebas diagnósticas, pruebas post instruccionales y encuestas a estudiantes ponen en evidencia entre otros problemas: escasos logros referidos a aprendizajes conceptuales de la Física que se les enseñó, una tendencia generalizada hacia un aprendizaje memorístico, la existencia de ideas erróneas fuertemente arraigadas y grandes dificultades en la comprensión e interpretación de los enunciados de las situaciones problemáticas planteadas (Wainmaier, 2008). Se puede afirmar entonces que la característica principal en las prácticas del profesorado es que se centran en proporcionar un volumen cada vez mayor de información a los estudiantes y, desde el momento en que se exige que dicha información se reintegre en un examen, refuerza la noción de que el ejercicio memorístico a corto plazo es la base del aprendizaje (Muñóz-Chápuli, 1995). El uso de esta práctica entre los docentes es producto de experiencias 49 no reflexivas o de ideas de un supuesto sentido común sobre la enseñanza adquiridas a lo largo de su formación. La crítica que realizamos debe ser considerada en buena medida como autocrítica; es decir, como síntoma de la necesidad de un proceso de reflexión interno de la comunidad universitaria sobre su propia enseñanza (García-Carmona, 2009). Como se mencionó anteriormente, la investigación sobre la práctica docente señala la existencia de una enseñanza caracterizada por lecciones magistrales dirigidas a los estudiantes, que impide la actividad y participación así como la falta de creatividad por parte de los profesores en su tarea docente (Ferreyra y González, 2000). El proceso de enseñanzaaprendizaje se realiza bajo el paradigma hegemónico del modelo de transmisión-recepción de conocimientos terminados. Este aspecto sería el central, puesto que pone al descubierto que no se está tratando con aspectos aislados y, por lo tanto, fáciles de modificar, sino con un verdadero modelo, con una concepción global, que se expresa en todas y cada una de las actividades (Gil y Valdez, 1996). En los esfuerzos por elaborar una propuesta más eficiente en la enseñanza de la Física, sería importante articular algunos de los innumerables aportes de la investigación didáctica. En opinión de Woolnough (1994) y Menikheim y Ruiz de Eguilaz (2008), son los siguientes: a). Simulación de problemas físicos en la computadora b). Definición de nuevos entornos de aprendizaje c). Escribir y reflexionar sobre lo aprendido d). Discursos compartidos entre estudiantes y profesores e). Actividades educativas coherentes con un tratamiento científico de las cuestiones f). Rol del conocimiento conceptual en la resolución de problemas g). Modelo de enseñanza- aprendizaje centrado en la resolución de problemas y casos h). Aproximaciones educativas centradas en el estudiante y, i). Conexiones entre distintos tipos de actividades de enseñanza. Investigaciones relacionadas con las representaciones sociales de los profesores en relación con ser un buen estudiante, nos muestran que todos los profesores coinciden en que la característica más importante en un estudiante de Física es el razonamiento, seguida del interés por la ciencia y el esfuerzo y el trabajo de los estudiantes. Por otra parte, en términos generales los profesores no están de acuerdo en que ser inteligente y tener facilidad para memorizar sean características necesarias. De esta manera, en el contenido de la representación social de los profesores que se refiere a las características que posee un buen estudiante, es mayor la presencia de elementos vinculados a aspectos relacionados con la 50 actitud como el interés, esfuerzo y trabajo personal, en otras palabras, hay que querer aprender Física, tener motivación extrínseca como intrínseca (Guirado, et. al. 2010). Todo lo argumentado anteriormente debiera ser suficiente para respaldar la necesidad de desarrollar investigaciones educativas en el área de las ciencias en el nivel universitario para el tema de la Física. Además, los autores desean agregar que el hecho de la promoción de la investigación educativa en ciencias para todos los niveles –incluido el universitario– ha tomado relevancia en esferas internacionales en instituciones permanentemente preocupadas por el mejoramiento del desarrollo científico y su enseñanza. Una publicación universitaria (Tribuna Universitaria, 1994), destaca que la agencia americana National Science Foundation (NSF) identificó ocho áreas estratégicas para la investigación futura, entre las cuales la investigación en educación en ciencias ocupa el tercer lugar en orden de prioridad, los dos primeros lugares son ocupados por la investigación de ordenadores de altas prestaciones y en biotecnología (Ferreyra y González, 2000). ➢ AMBIENTES DE APRENDIZAJES Y SU PAPEL EN LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA Es necesario revelar al lector que la intención central al aplicar un cuerpo de conocimientos relacionado con la educación de las ciencias es el de generar ambientes de aprendizaje eficaces para la enseñanza de la Física, ambientes en los que el alumno pueda realmente adquirir los conceptos verdaderos de la Física, donde reduzca su incertidumbre sobre los fenómenos objeto de estudio y donde pueda visualizar aplicaciones de la Física en su medio. El resultado de la reflexión de quien enseña debe generar lineamientos para construir un ambiente de aprendizaje que genere la competencia descrita en el plan de estudios. Esta afirmación nos conduce a lo importante que es saber más acerca de las investigaciones relacionadas con ambientes de aprendizaje, presenciales en este caso, por competencias profesionales (Valle Mijangos, 2013). Una revisión al estado del arte sobre el tema de ambientes de aprendizaje presenciales en educación superior bajo el enfoque por competencias reveló que un gran número de investigaciones se ha llevado a cabo con muestras pequeñas (algo muy propio de las matrículas de estudiantes de Física alrededor del Mundo), con grupos intactos y pocos de ellos han sido de corte longitudinal, por lo que ha sido difícil extrapolar los resultados obtenidos a poblaciones mayores. La investigación sobre ambientes de aprendizaje presenciales aporta el estudio de variables relacionadas con la percepción de alumnos y facultad. En lo relacionado a los estudiantes, las investigaciones revelan énfasis en variables psicológicas como la 51 autoestima, la percepción y las relaciones socioafectivas como impulsores del aprendizaje. Para el caso de la facultad, las variables estudiadas se han concentrado en la percepción de los profesores acerca de sus propios ambientes de aprendizaje (Wilson y Fowler, 2005). Entre la investigación relevante podemos localizar estudios que construyeron un marco de trabajo para evaluar resultados de aprendizaje sobre el desarrollo de la pericia en los estudiantes, ya que un componente importante en el diseño de los ambientes de aprendizaje en competencias profesionales es la promoción de la pericia en el estudiante (García y Fernández, 2008). Cuando el modelo educativo se refiere a competencias profesionales, el desarrollo de habilidades y destrezas es primordial en el perfil de egreso. Otras investigaciones arrojaron hallazgos acerca de la percepción de los estudiantes sobre sus actuales ambientes de aprendizaje en poblaciones de corte multicultural étnico, en su gran mayoría de etnicidad Indo-Fijiano. En ese estudio de percepciones, los investigadores enfatizaron acerca del estudio de las diferencias de percepción en un ambiente de aprendizaje derivadas del bagaje cultural, estilos de aprendizaje derivados de la cultura, y de las relaciones colaborativas y competitivas entre los alumnos. Estudiaron la interacción entre los alumnos, sus pares del mismo grupo étnico, con estudiantes de otros grupos étnicos y con sus profesores, revelando también sobre cuestiones de equidad. Los resultados obtenidos sobre esas muestras de estudiantes revelaron que independientemente del origen étnico del estudiante, las preferencias por el aprendizaje significativo y colaborativo son el común denominador (Alí, Rohindra y Coll, 2008). En estudiantes de nuevo ingreso a la universidad, se ha investigado sobre la influencia de los ambientes de aprendizaje en las creencias epistemológicas y resultados de aprendizaje de los estudiantes de primer ingreso en University of South Wales en Australia. Los resultados indicaron que los estudiantes con mayores creencias epistemológicas buscan mejor información y tienen más resistencia a las tareas difíciles y proponen mejores soluciones a los problemas, además de conducirse mejor en ambientes de aprendizaje poco estructurados; por tanto, las creencias epistemológicas del estudiante influyen en su aprendizaje (Toulhusrst, 2007). Investigaciones acerca de ambientes de aprendizaje también han sido conducidas en otras ciencias como la ciencia médica. Estas investigaciones utilizaron un diseño de corte experimental en la que probaron un ambiente de aprendizaje de educación médica asistida por pares, participando estudiantes de medicina de tercer año en entrenamiento reportando los beneficios del trabajo colaborativo entre estudiantes para el aprendizaje efectivo de las ciencias. De las técnicas de intervención médica estudiadas, solo la toma de muestras en 52 análisis clínicos demostró ser posible facilitarse por medio de pares, las demás requieren del conocimiento experto de los profesores (Rogers, 2009). El propósito de otras investigaciones sobre ambientes de aprendizaje bajo el enfoque por competencias fue conocer la forma de pensar acerca de los ambientes de aprendizaje en la enseñanza y aprendizaje de las ciencias técnicas, ya que el claustro de profesores estuvo conformado generalmente por profesores investigadores cuyos ambientes de aprendizaje están precisamente relacionados fuertemente con la investigación. El otro grupo de profesores está integrado por profesores que se consideran desarrolladores, por incluir principalmente aspectos enfocados al desarrollo didáctico en sus ambientes de aprendizaje. Los resultados apuntaron a que los profesores investigadores son privilegian el uso de memorización, tareas de gran complejidad, poco trabajo colaborativo dentro y fuera de aula y sistemas de evaluación tradicional (Ahlberg, 2008; citado por Valle Mijangos, 2013). En un estudio sobre lo que piensan los estudiantes del impacto de los ambientes de aprendizaje en el entrenamiento y logro de las competencias para el trabajo, en una investigación como hay pocas en este tema, se logró la participación de estudiantes de nivel universitario de 12 universidades de Holanda alcanzando un tamaño de muestra de 1,200 estudiantes. La pregunta central a contestar en la investigación fue ¿Cómo preparar mejor a los estudiantes universitarios para el mercado de trabajo? Los resultados indicaron que los estudiantes que participan en ambientes de aprendizaje con enfoque basado en problemas adquieren más competencias genéricas y reflexivas, más aptitud para el trabajo en equipo y localización de información y más habilidades para el trabajo y la lectura independiente (Vaatstra y De Vries, 2007). Finalmente, las investigaciones revisadas para este estado del arte reportaron hallazgos en el uso de actividades extracurriculares (Ertl y Wright, 2008 y Vermeulen y Schmidt, 2008). Existen hallazgos de estudios de muestras grandes que utilizaron una población de 18,000 egresados de la Universidad de Dutch en Holanda en la cual se aplicaron cuestionarios estandarizados, las variables de estudio fueron la calidad del ambiente de aprendizaje académico, la motivación de los estudiantes, el involucramiento de los estudiantes en actividades extracurriculares, los resultados de aprendizaje como conocimiento adquirido, las competencias para el trabajo y el éxito en su carrera (Lizzio, Wilson y Hadaway, 2007). 53 ➢ LA PERSPECTIVA DE LOS CUATRO LENTES PARA LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA La esencia de la propuesta que se consigna en este apartado hace referencia al modelo de los cuatro lentes que ha sido explicada más ampliamente en Valle Mijangos (2013), aunque los autores conocen de una versión más avanzada que incluirán en un volumen posterior. La propuesta está soportada en How People Learn: Brain, Mind, Experience and School: Expanded Edition, publicado por el Committee on Developments in the Science of Learning with additional material from the Committee on Learning Research and Educational Practice, National Research Council. (Bransford, Brown y Cocking, 2007). En este libro tomamos la versión 2007 con referente, pero el autor debe saber que en volúmenes posteriores incluiremos versiones más recientes. Esta decisión se debe a que hemos considerado atender en el corto plazo más elementos sobre la problemática en la enseñanza de las ciencias y ahí será oportuno incluir el aspecto cultural. La teoría que se rescata de la publicación referida de 2010 se refiere a los nuevos hallazgos en la ciencia del aprendizaje que sugieren repensar lo que se enseña, cómo se enseña y cómo se evalúa, ya que distintos tipos de aprendizaje requieren el diseño de nuevos métodos de instrucción y nuevas metas educativas requieren cambios en las oportunidades de aprender. Así mismo, los autores exploran el diseño de ambientes de aprendizaje desde cuatro perspectivas que han denominado lentes: lente centrado en quien aprende, lente centrado en el aprendizaje, lente centrado en el conocimiento y lente centrado en el aprendizaje (Bransford, Brown y Cocking, 2010). De acuerdo a esta publicación, se considera que los cuatro lentes antes mencionados deben coincidir todas las actividades que el profesor diseña para facilitar el conocimiento en sus cursos, esto quiere decir que el profesor debe tomar en cuenta: a). Las condiciones socioeconómicas del alumno, su forma de aprender y sus preconcepciones acerca del tema b). Promover su interacción con expertos en el tema y con los demás compañeros de clase y utilizar diversas fuentes de información y mediar el aprendizaje utilizando tecnologías c). Facilitar conocimiento pertinente en la disciplina de formación del estudiante y, d). Aportar un sistema de evaluación pertinente que le permita obtener evidencia de lo que el alumno sabe durante todo el curso. En la medida en que estas condiciones se presenten en la planeación didáctica del profesor y que sean administradas clase a clase, serán un indicio de que los cuatro lentes han sido considerados. (En experiencia de Valle Mijangos con el diseño y evaluación de ambientes de aprendizaje, la práctica continuada de las acciones consignadas en la planificación didáctica 54 del profesor, permitirá la madurez del ambiente de aprendizaje). De tal forma que para cada tema del curso el profesor debe prever que habrá un conocimiento relevante para facilitar al estudiante y que este conocimiento ya fue reflexionado en cuanto a su importancia para la formación en Física, que es conocimiento de actualidad. Así mismo, que para lograr la comprensión de ese conocimiento es necesario que el estudiante consulte diversas fuentes de información, que pueden ser libros, artículos, a expertos, situaciones fuera de aula o laboratorio, o sus mismos compañeros de clase. También que el profesor deberá atender a las concepciones previas del estudiante, es decir, qué conocimiento sobre la Física ya posee, cómo resuelve los problemas y qué piensa del aula de ciencias, entre otros, como sus condiciones de salud, canales de comunicación y situación económica. Además, y para considerar el cuarto lente, el profesor debe diseñar un sistema de evaluación integral que le permita conocer lo que el estudiante sabe obteniendo evidencias en los momentos clave para la medición de la ganancia de aprendizaje. En ese sistema de evaluación lo que sucede realmente es que conviven diferentes modos de aprender para el estudiante: a). Evaluación diagnóstica. El estudiante descubre lo que debe saber y el profesor sabe lo que el estudiante sabe b). Evaluación de pares. El estudiante aprende de sus mismos compañeros de clase y el profesor conoce sobre los conceptos y prácticas que no han quedado comprendidas por el estudiante c). Evaluación de expertos. El estudiante tiene la oportunidad de conocer de los expertos en su disciplina qué es lo que requiere mejorar para pensar y resolver problemas en su contexto d). Evaluación del profesor (Heteroevaluación). El estudiante logra conocer cómo alcanzar el nivel de dominio sobre la competencia del curso y el profesor descubre sus propias áreas de oportunidad en la docencia. (Es pertinente mencionar que las demás evaluaciones del sistema proveen esta misma información) e). Evaluación sumaria. Debe proveer evidencia de que el estudiante ha alcanzado completamente el dominio de los temas y es capaz de resolver problemas en contexto. Hay que sumar otro cuerpo de conocimiento para hacer más operativa la propuesta de los cuatro lentes dentro y fuera del aula y con lo que el profesor puede mejorar su trabajo pedagógico, esto se refiere al diseño en retrospectiva. La teoría del diseño en retrospectiva apoya la idea de diseñar los temas del curso y sus evaluaciones con la intención de diagnosticar la necesidad de guiar a los estudiantes en una mejor comprensión del curso identificando los temas clave que deben abordarse en esencia durante un curso y a partir de ellos desarrollar los demás temas. El diseño del curso debe atender primeramente al esfuerzo 55 por facilitar los temas clave, es decir, aquellos temas que el estudiante no puede dejar de dominar porque de otra manera es como si no hubiera sido inscrito en el curso. Estos temas son invocados como la comprensión duradera del curso. En todo un curso hay temas que deben ser considerados como conocimiento indispensable, sin ellos el estudiante no podría resolver los problemas del curso actual y que en esencia se invocan de su memoria, ya que son conocimiento de cursos anteriores. Como tercer y último momento, se inscriben en la planificación del curso aquellos temas en los que el estudiante puede estar solo informado, son temas transversales que retomará en curso posteriores seguramente (Wiggins y Mc Tighe, 2005). Otro componente importante consiste en decodificar la disciplina. Las disciplinas poseen un código, este código corresponde a cómo está estructurado el conocimiento y a cómo los expertos piensan, lo que lleva a pensar que es necesario que el profesor reflexione en cómo piensa la gente que sabe de Física y cómo se aprende y se resuelven problemas en Física. Un componente más que apuntala la propuesta de este documento es considerar el diseño de un curso para el aprendizaje significativo (Fink, 2003). El diseño de un curso forma parte del ambiente de aprendizaje al que está expuesto el estudiante. El profesor debe tomar en cuenta los factores situacionales que impactan el desarrollo del curso, esto es, aspectos relacionados con la condición socioeconómica de los estudiantes, condiciones de infraestructura, disponibilidad de recursos para apoyo a la docencia y el concepto de escuela de nuestros estudiantes, con la intención de partir desde una base que permita un alineamiento entre metas de aprendizaje, actividades de enseñanza y la retroalimentación y evaluación. La experiencia en el uso de estas teorías acerca de educación de las ciencias ha revelado que es necesario un instrumento de comunicación entre profesor y estudiante. Este instrumento es conocido con el nombre de sílabo (Felder y Brent, 2010). El sílabo como vínculo entre el profesor y los estudiantes debe ser entregado en la primera sesión del curso y su diseño debe revelar elementos como información administrativa del curso, el contenido temático, datos del profesor, requisitos de los entregables del curso y sus fechas de entrega oportuna, criterios de evaluación, medidas de apremio y bibliografía, normas de seguridad ante emergencias, entre otros, que se considere necesario hacer saber al estudiante. Una característica esencial de todo sílabo es que hace saber al estudiante la intención pedagógica del profesor en el curso, que es congruente con el diseño de las experiencias de aprendizaje y el establecimiento de roles. En síntesis, toda una planificación didáctica pensada en el alumno y el aprendizaje. Desde luego que estudiante y profesor deben estar altamente motivados. Contestar la pregunta acerca de qué pasa con la motivación del estudiante requiere incluir la teoría de la 56 motivación, ya que no es posible asumir que la experiencia de aprendizaje por si sola comprometerá al estudiante. Se requieren altas expectativas por parte del que aprende (Svinicki, 2004). ➢ ASPECTOS A TOMAR EN CONSIDERACIÓN EN EL PEA DE LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA En investigaciones llevadas a cabo en clases de Física a nivel universitario, los autores de este libro han presenciado los problemas más acuciantes que se enfrentan en el PEA de la Física y su Didáctica. Derivado de ello, recomiendan incluir en las clases, los siguientes elementos: 1. Las tecnologías y dentro de ellas las computadoras, los software de simulación, sistemas de adquisición de datos, video y el internet pueden ayudar tanto al profesor en sus clases, como al estudiante en aprender de una mejor manera y más motivante la Física. Ejemplo de ellos lo constituyen el Geogebra, Física Interactiva, el Tracker, Weblab ViewerLite, Rasmol, Chemsketch, Atoms Symbols and Equations, Atoms, Bonding and Structure, Ácidos y Bases, entre otros. 2. Hay que preparar clases y estudiar revisando aquellos libros que se encuentran actualizados en la Física, en sus aplicaciones tecnológicas y en sus relaciones con otras ciencias, desde luego, considerando los conceptos verdaderos. Interesante sería estar al tanto de los premios nobeles en Física y discutir acerca del contenido de los mismos. Al respecto, en una entrevista realizada a Gerald Holton, físico y filósofo de las ciencias, por Alicia Rivera, en Madrid, para el periódico EL PAÍS, el primero de noviembre de 2006, titulada “Los científicos se enamoran de la Física, la Química, las Matemáticas...", éste declara que “hay que explicar a la sociedad, por ejemplo, que cada vez que se abre una puerta con una célula fotoeléctrica está implicado un artículo teórico que escribió Einstein en 1905 sobre el efecto fotoeléctrico”., por el cual obtuvo el premio Nobel en Física. 3. El surgimiento de nuevas teorías y mejores ambientes de aprendizaje, acompañadas de técnicas, métodos y estrategias innovadoras que deben ser integradas a la enseñanza de una ciencia teórico-experimental como es la Física. 4. La complejidad matemática de la Física como uno de los factores que más inhiben a los alumnos y señalan la rapidez con que los profesores enseñan las representaciones matemáticas del mundo físico, como una de las causas de sus dificultades de comprensión. La Matemática es una herramienta para la Física y solo en esa medida debe ser utilizada en las clases de esta última. La Física con sus fenómenos naturales y la explicación 57 cualitativa de los mismos, para luego pasar al desarrollo matemático, pero solo el necesario, al menos en las enseñanzas secundaria y preuniversitaria, así como en la preparación de Técnicos Universitarios Superiores. 5. Que el conocimiento que se consigue parece consistir en datos o hechos separados, fórmulas y ecuaciones también descontextualizadas, lo que les impide retenerlas y usarlas. La integración de las ciencias es esencial para lograr una estructura cognitiva integrada y así poder lograr formaciones conceptuales que puedan consolidarse en una memoria de largo plazo. Tareas integradoras diseñadas por los profesores de Física para que sean resueltas por sus estudiantes, es una buena manera para lograr lo anterior, como también lo son la utilización de formas de docencia como los seminarios y los talleres integradores. La Física, conectada al mundo exterior, a todos los tipos de movimientos, al mecánico, al físico, al químico, al biológico y al social, ello es esencial. La utilización del método de los peripatéticos, utilizado por Aristóteles, es muy útil en el afán anterior. 6. Que el profesor utilice ambientes de aprendizaje no formales (la calle, el barrio, el campo) con sus alumnos y que les pregunte por qué el cielo es azul, por qué se despeina el pelo, por qué el arcoíris tiene colores, por qué iluminan las estrellas, etc. Las respuestas que el profesor logre obtener del estudiante podrán distinguirse de la simple lógica y despertarán el interés y los alumnos logran motivarse. También pueden utilizarse ambientes de aprendizaje formal, pero no dentro del aula ordinaria, sino en un espacio que simule a un hogar familiar, donde los muebles son diferentes y el clima que se respire sea de colegas y no de alumnos y profesores. En la foto anterior se muestra un espacio donde se prueba un ambiente de aprendizaje para la impartición de clases a nivel posgrado, con idea del Dr. Valle Mijangos, el Dr. Contreras Vidal y la máxima autoridad en la Universidad Mundo Maya, campus Campeche, el Rector Daniel Iván García Vivas, México. Esta es una investigación en curso sobre ambientes de aprendizaje no formales para permear más adecuadamente las estrategias didácticas comentadas. 7. Los laboratorios de enseñanza de la Física, deben ser mejorados y deben ser espacios donde se pueda utilizar la mejor de las tecnologías. Hoy existe la tendencia de trabajar en solitario, en algunos casos, o darle la mayor connotación a los laboratorios y 58 demostraciones virtuales, dejando detrás el trabajo directo con los equipos y utensilios diseñados al respecto. “Cacharrear” en los laboratorios es importante. 8. Trabajar concienzudamente en un sistema de evaluación pertinente que permita obtener evidencia de lo que el alumno sabe durante todo el curso. En este sistema las preguntas orales y la discusión de las respuestas a nivel individual y grupal son muy efectivas. 9. Aplicar test, entrevistas, entre otras, para conocer más acerca de las concepciones previas del estudiante, es decir, qué conocimiento sobre la Física ya posee. La anterior acción está encaminada a considerar el diseño de un curso para el aprendizaje significativo y redireccionar o reafirmar los conceptos claves y base para construir más conocimiento. Como escribió David Ausubel: “Determínese lo que el estudiante ya sabe y enséñese en consecuencia”. 10. El establecimiento de modelos educativos por competencias o cualquier otro bajo el cual se pueda trabajar concienzudamente y bajo un orden establecido, en el que se definan los resultados de aprendizaje. La bondad del modelo educativo por competencias radica en identificar qué problemas se requiere resolver y en qué contexto. De ahí la respuesta a las preguntas: ¿qué enseñar? y ¿cómo enseñar? 11. Las omisiones parciales o totales de contenidos en los libros de texto, que conllevan a ideas alternativas y errores conceptuales tanto por parte de estudiantes como de profesores, lo cual atenta lógicamente contra el proceso de enseñanza aprendizaje de las ciencias, en especial de la Física, en todos los niveles educativos. 12. El valor del historicismo, que logra colocar a los físicos y sus realizaciones científicas en la época en la cual vivieron, en su entorno social, en su vida cotidiana, con sus logros y vicisitudes, en sus escritos originales y no en los parafraseados por otros, en fin, colocar a la Física, desde la visión humanística. El alumno debe saber sobre la Física, debe conocer la línea de tiempo en el desarrollo de la disciplina y cómo se desencadenaron los descubrimientos, así como saber acerca del contexto y fenómenos en medio de los cuales se generó el conocimiento. ➢ LA FÍSICA, SU DIDÁCTICA Y EL PAPEL DEL HISTORICISMO Las ideas que de manera general son presentadas en este epígrafe han sido desarrolladas en el libro La Teoría de la Omisión y su impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la física (2019), donde participaron, entre otros, como autores del mismo, el Dr. Contreras Vidal, el Dr. Rivero Pérez y la MSc Pedraza González. 59 La Física es quizás, de todas las ciencias, la que más ha influenciado de manera significativa en el estudio, comprensión y descripción de los fenómenos de la naturaleza, a través de conceptualizaciones y enunciación de principios, leyes, teorías y modelos, las que luego se han llevado al plano de explicar hechos tecnológicos como en el caso de la máquina de vapor o de desarrollar la tecnología, en conjunto con otras ciencias, a planos cada vez más sofisticados e increíbles, que van desde la construcción de naves espaciales hasta la nanotecnología. También se integra de forma activa a todos los procesos de la realidad, los cuales abarcan los procesos biológicos, químicos, sociales, así como aquellos involucrados en la vida cotidiana, entre otros. La Física es una ciencia teórica y experimental, con un fuerte basamento matemático, la cual busca que cada hecho pueda ser verificable mediante los experimentos y que mediante la teoría se pueda realizar predicciones futuras. Galileo Galilei es un ejemplo de paradigma que supo en sí mismo combinar el pensamiento teórico, matemático y experimental. En tal sentido, la Física se puede considerar desde sus inicios hasta hoy en día, como una ciencia esencial porque su campo teórico y experimental penetra en todas las esferas del conocimiento humano. En la antigüedad era conocida mayormente como filosofía natural y así llegó a ser conocida hasta la época de Newton. Hay que resaltar que Aristóteles la llamó siempre Física y así lo hizo saber en su libro Física (Aristóteles, 1995), el cual abarca estudios y análisis acerca del movimiento y el reposo, la relación entre la física y la matemática y la física y la astronomía. En consonancia con lo anterior, en el libro Física (Aristóteles, 1995) se encuentran principios por los cuales pueden guiarse todas las ciencias para llegar a comprender el mundo natural y social en el que se vive. Al respecto, Aristóteles dice que “… es evidente que hay causas y que son tantas como hemos indicado, pues tantos son los modos en que podemos entender el «por qué» de las cosas (...) y puesto que las causas son cuatro, es tarea propia del físico conocerlas todas, pues para explicar físicamente el «por qué» tendrá que remitirse a todas ellas, esto es, a la materia, a la forma, a lo que hace mover y al fin” (Aristóteles,1995, p. 67). Los físicos han intentado y logrado, en gran medida, describir los fenómenos naturales. Para ello han penetrado en el micromundo, con el estudio de las partículas fundamentales microscópicas, hasta el macromundo, con el estudio del sistema solar y las galaxias, de manera general. Muchos sabios y científicos han participado en la construcción de una física como ciencia de la naturaleza, dentro de los cuales pueden nombrarse a Demócrito, Tito Lucrecio Caro, Eratóstenes, Aristarco, Epicuro, Arquímedes, Tolomeo, Aristóteles, Copérnico, Galileo Galilei, 60 Kepler, Tycho Brahe, Isaac Newton, Michael Faraday, Rudolf Clausius, James Clerk Maxwell, Thomas Young, Hendrik Antoon Lorentz, Albert Einstein, Niels Bohr, Max Planck, Werner Heisenberg, Paul Dirac, Richard Feynman y Stephen Hawking, por solo hacer mención de algunos de ellos. En tal sentido, existen libros que se dedican a mostrar a la Física como ciencia y su impacto en la tecnología, dentro de los cuales se encuentran Principios Matemáticos de la Filosofía Natural (1687) y Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias (1981), escritos por Isaac Newton y Galileo Galilei, respectivamente. Otros libros de Física se pueden encontrar en forma de textos escolares, los cuales se cuentan en cientos o miles de ellos. Estos últimos tienen como objetivo esencial enseñar, a quien la estudia, la manera de explicar los fenómenos y hechos que ocurren en la naturaleza, los cuales se realizan por medio de conceptos, principios, leyes, teorías y modelos diseñados por los físicos. Entre las investigaciones que abordan a la física como ciencia y aquellos que la estudian como física escolar existen diferencias notables, algunas son lógicas, pero otras no. Por ejemplo, cuando se analizan los textos escolares de Física, generalmente se percibe que el desarrollo histórico del origen y avance de esta ciencia se omiten y que de carácter histórico solo aparecen informaciones sobre los científicos involucrados relativos al país donde nació, fecha de nacimiento y muerte, escritas entre paréntesis después del nombre. Los libros de texto escolares de Física que más logran el historicismo como principio, son aquellos que profundizan en los datos biográficos y en la numeración de sus descubrimientos científicos, amén de una u otra anécdota descrita para intentar motivar al estudiante, pero nada más. La omisión de los nombres de los científicos, de sus descubrimientos y la manera en que lo realizaron, así como del contexto cultural y social en el cual vivieron y trabajaron es una práctica común a la hora de escribir dichos textos. En correspondencia con lo antes expuesto, se señala que entender la física no es tarea difícil, pero comprenderla es algo más complejo. Entender que la velocidad de un movimiento rectilíneo y uniforme depende de las magnitudes desplazamiento y tiempo es algo, en apariencia, trivial, pero comprender por qué son esas dos magnitudes y no otras, es cuestión que conlleva a un pensamiento científico de relativa profundidad y dedicación. Los textos escolares de Física normalmente carecen de este tipo de análisis y plantean un concepto, principio, ley o teoría, de forma acabada, con lo que evaden el desarrollo histórico que conllevó a la referida forma. Ello atenta contra la formación correcta de los conceptos, principios, leyes y teorías, y por lo tanto, de la apropiación adecuada de estos. La dificultad de comprender el concepto de velocidad y su relación con las magnitudes básicas espacio y 61 tiempo, viene dada porque la génesis histórica de dichos conceptos tomó siglos, alrededor de 2.000 años, al pasar por los trabajos de Aristóteles y Filópono, hasta llegar a Galilei y Newton. Ello puede explicar la dificultad en la apropiación por parte de los estudiantes de estas ideas que constituyen el fundamento de la Mecánica a partir del siglo XVII, etapa en la cual Galilei elabora las bases conceptuales de la Mecánica Clásica, desarrollada y ampliada luego por Newton, quien introduce el cálculo diferencial e integral para completar el cuadro Mecánico del mundo hasta ese momento. De manera muy parecida ha sucedido con casi todos los conceptos, principios, leyes, teorías y modelos de la física que surgieron en la Antigüedad, como son el concepto de átomo y la ley de la inercia. En consonancia con lo anterior, una forma de llegar a comprender los conceptos, principios, leyes, teorías y modelos de física, es a través del estudio de los trabajos originales de los científicos. Se aprende profundamente de Mecánica y Astronomía al estudiar los trabajos de Galilei, sobre todo aquellos escritos en forma de diálogos, en los cuales utiliza tres personajes: Salviati, Sagredo y Simplicio, donde se muestra el desarrollo mental y de análisis que él aplicaba para desentrañar los errores de sus predecesores, en especial de Aristóteles, e implantar sus ideas geniales. Salviati, quien habla en nombre de Galilei; Simplicio, que cree y sostiene las ideas de Aristóteles, y Sagredo, persona bien informada y amigo de Salviati y Simplicio. Quien dice el análisis de los trabajos de Galilei, dice también de los trabajos de Newton, Rutherford o Einstein, entre muchos otros, que han llevado a la física hasta el nivel en el que se encuentra en los momentos actuales. De este modo, estudiar la física, al entender y comprender los métodos utilizados por los científicos, sin omitirlos como generalmente se hace, permite comprender mejor los problemas de aprendizaje de los alumnos cuando se enfrentan al estudio de esta. Por ello, hacer ciencia es un proceso complejo y de mucho esfuerzo. Trae tragedias como fueron la muerte de Marie Curie, al contraer anemia aplásica debido a sus investigaciones sobre la radioactividad que la llevó al descubrimiento del polonio y el radio; la muerte de Haroutune Krikor Daghlian, físico estadounidense que sufrió envenenamiento por radiación al efectuar experimentos de masa crítica para el Proyecto Manhattan, así como la muerte de Louis Alexander Slotin, físico y químico canadiense, que participó también en el Proyecto Manhattan y quien accidentalmente comenzó una reacción de fisión que liberó un fuerte estallido de radiación, por lo cual muere nueve días después. Hacer ciencia trae vicisitudes, como la condena que sufrió Giordano Bruno y Galilei Galilei ante la Santa Inquisición y no hacer entrega a Albert Einstein del premio Nobel por sus trabajos acerca de la relatividad. 62 Hacer ciencia trae triunfos, como los premios nobeles recibidos por descubrimientos transcendentales realizados por científicos como Rutherford y Louis De Broglie. Sin embargo, también trae fracasos, como los intentos de algunos científicos, entre ellos Albert Einstein, para llegar a una teoría del campo unificado, que hasta el momento no se ha encontrado, aunque no se duda que en algún momento se llegue a esta, si se parte del hecho que uno de los principios fundamentales de la dialéctica materialista es el principio de la concatenación universal. (Kursanov, 1979). Por todos los argumentos anteriores es que la didáctica de las ciencias, en especial de la física, tiene que esmerarse en la búsqueda de métodos eficaces para que la transmisión de los contenidos científicos pueda ser asimilada eficientemente, de ahí que uno de estos métodos es el histórico. Ahora bien, hay que buscar el balance exacto entre contenido científico plasmado en los libros de textos dedicados a la Física y el desarrollo histórico de estos. En la medida en que se logre este propósito, el estudiante dará mayor relevancia a los contenidos que recibe en clase o simplemente en su autogestión del aprendizaje, pues pequeños detalles que ilustren el escenario histórico donde se realiza un descubrimiento físico permite trasladarse al estudio e interpretar los sucesos, así como visualizar obstáculos u oportunidades que se pudieran presentar. En tal sentido, el desarrollo histórico es realmente muy amplio y por ello no es posible plasmarlo en toda su vastedad en los libros, sin embargo, no debe omitirse por completo o casi por completo. Hay que plasmarlo en su justa medida, sobre todo en aquellos momentos que requieran la explicación de conceptos, principios, leyes y teorías esenciales. Por esta razón, se necesita establecer una correspondencia entre la didáctica y el desarrollo histórico, de manera tal que tanto el profesor como el estudiante sean capaces de intuir la complejidad de los procesos. Existen diversas formas de plasmar el historicismo en los libros de textos de Física, por ejemplo, se puede tratar explícitamente dentro del texto de un epígrafe o como una pregunta y escribirse como tarea docente al final de un capítulo. También al finalizar una clase, como tarea para la casa, puede orientarse una búsqueda histórica determinada con el objetivo de afianzar un contenido impartido o uno por impartir. Otra manera sería elaborar tareas investigativas de corte histórico para ser realizadas en pequeños grupos de estudiantes. En relación con lo antes expuesto, los hombres dedicados a la ciencia física aprecian su historia porque aprenden de ella, razón más que suficiente para ser incluida en los libros de textos. El ejemplo quizás más elocuente es el de Newton, quien después de mantener una correspondencia privada con Hooke, alabó la contribución de este a la óptica y le escribe que 63 “Descartes dio un paso significativo. Usted ha añadido numerosos y nuevos caminos, especialmente al considerar filosóficamente los colores de las láminas delgadas. Si he ido un poco más lejos, ha sido apoyándome en los hombros de unos gigantes” (Westfall, 1993, p. 134). La historia de la física es el gigante sobre el cual tienen que apoyarse los libros de texto dedicados a ella y la didáctica relativa a esta, para poder enseñarla y que sea aprendida de manera significativa. No basta con asociar magnitudes físicas en ecuaciones matemáticas y presentarlas como dogmas inmutables en los textos, hay que llegar a interiorizar su verdadero significado y ello solo se logra a través del desarrollo histórico que tal concepto, principio, ley, teoría o modelo ha tenido a lo largo del tiempo. Cuando los profesores utilizan la historia de la física en sus clases, estas siempre resultan atrayentes para los estudiantes, pero no son muchos los que hacen uso de ella y generalmente es porque la desconocen, no cuentan con los materiales necesarios o no tienen toda la preparación necesaria para hacerlo. Es cierto que no siempre pueden encontrarse libros impresos sobre la historia de la física en bibliotecas y librerías y mucho menos libros que contengan los trabajos originales realizados por los científicos, pero en la actualidad, con el “milagro” de la Internet, se pueden encontrar algunos de ellos con un poco de empeño. En tal sentido, cuando un profesor o estudiante encuentra un artículo o libro escrito por un físico de etapas anteriores, siente y desarrolla el deseo de aprender más sobre la vida y la época de su autor, incluso puede descubrir qué hombres de ciencia fueron profesores y cuáles discípulos, y con ello comprender la secuencia de los descubrimientos en la historia de la física. Además, se verían identificados con la relación profesor-alumno en la búsqueda de respuestas a interrogantes de la ciencia. En el caso de Albert Einstein, la lectura de sus obras propicia conocer sus principales descubrimientos, cómo pensaba, su amor por la paz, su odio a la guerra, su interés por la música, sus relaciones con las mujeres y amigos, así como su vida íntima y familiar. Conocer de primera mano, a través de la historia de la física, a Einstein y otros investigadores, puede desbaratar la imagen del científico parecido a un extraterrestre, encerrado en su laboratorio, despeinado, loco o cerca de la locura, y sacar a la luz el espíritu de abnegación, perseverancia y sacrificio que estos desarrollan en su afán por descubrir los secretos de la naturaleza. Ningún investigador se desentiende de la historia de su ciencia por el valor que esta tiene para comprenderla y enseñarla mejor. Al respecto, De Broglie escribió que “una educación bien cumplida estaría incompleta sin la historia de las ciencias y de las realizaciones científicas” (Seeger, 1964, pp. 619-625), así como que “la historia de la ciencia no puede dejar 64 de interesar a los naturalistas: el científico encuentra en ella un sin número de lecciones, y enriquecido con su experiencia propia, puede mejor que cualquier otro interpretar estas lecciones con sus conocimientos (...) la historia de la ciencia puede darnos indicaciones útiles del método de enseñanza de la ciencia” (Daniushenkov y Corona, 1991, p. 12). Por su parte, Lederman, Premio Nobel de Física 1998, en la conferencia The Role of Physics in Education, planteó que “todas las disciplinas deberían dedicar un 20% o 30% a incluir aspectos seleccionados de la historia (…) las historias embebidas en el contenido contribuyen a crear un modo de pensamiento científico” (Lederman, 2003, p. 6). Por esta causa, descargar en su justa medida el contenido de los programas y libros de textos de Física para integrar historia y contenido, y así alcanzar una mejor comprensión de estos, según nos expresa Lederman, fue visto también con anterioridad por Mach cuando destacó “que la cantidad de materia necesaria para una enseñanza útil (...) es muy pequeña (...) No conozco nada más terrible que las pobres criaturas que han aprendido demasiado (...) Lo que han adquirido es una maraña de pensamiento, demasiado débil para proporcionar soportes seguros, pero lo bastante complicada como para producir confusión” (Matthews, 1994, p. 257). La confusión a la que hace referencia Mach, también puede crearse cuando se utiliza la historia de las ciencias solo desde la perspectiva anecdótica y de manera banal o superflua. De ahí que, en las clases de Física es muy común contar anécdotas que ya los historiadores han demostrado que no son verdaderas o que están en duda. Por ejemplo, se cuenta que Galilei, para comprobar que los cuerpos más pesados no caían más rápidamente que los más ligeros, dejó caer desde la torre inclinada de Pisa dos esferas, una de madera y otra de hierro, y aquellos que observaban este experimento pudieron ver que las dos esferas chocaban contra el suelo en el mismo intervalo de tiempo. Al respecto, escribe Holton que “fue alrededor de 1590, mientras Galilei estaba en Pisa, cuando realizó un experimento público sobre las velocidades de pesos desiguales dejados caer desde el famoso Campanile de Pisa, aunque lo más probable es que la historia sea una leyenda” (Holton, 1989, p. 2). Más adelante plantea: “… como la anécdota es tan ampliamente conocida y popularmente se admite como un experimento crucial en la historia de la física” (Holton, 1989, p. 2), lo cual es verdad, pero se hace necesario aclarar que lo incorrecto es omitir, por las consecuencias que ello puede ocasionar. Incorrecto también es incluir conocimientos falsos o que están en duda, sin saber que estos lo son por falta de indagación científica, como comúnmente suele pasar. Según relata Holton: “… vale la pena analizar una fuente de la historia como son las notas biográficas de uno de sus últimos y más íntimos alumnos: Vincenzo Viviani, una historia cuya exactitud se ha puesto a veces en duda. Como a él (Galilei) le pareciese que un conocimiento 65 real de la naturaleza del movimiento era necesario para la investigación de los efectos naturales, se abandonó completamente a la contemplación del mismo (movimiento): y, entonces, con gran confusión de todos los filósofos, demostró, mediante experimentos y sólidas pruebas y disertaciones, la falsedad de muchas conclusiones de Aristóteles sobre la naturaleza del movimiento que hasta entonces se consideraban claras e indudables; entre otras, que la velocidad de los cuerpos móviles de igual composición, pero de distinto peso, que se mueven a través del mismo medio, no depende de la proporción de sus pesos, como decía Aristóteles, sino que todos ellos se mueven con igual velocidad, cosa que demostró mediante repetidos experimentos realizados desde lo alto del Campanile de Pisa en presencia de todos, profesores, filósofos y alumnos” (Holton, 1989, p. 2). En el caso de que Viviani haya inventado la historia del experimento anterior y que los profesores de Física, como usualmente se hace, hablen de esta para motivar a sus estudiantes, por ello hay que hacerlo bien, sin omitir nada, y realizar un análisis de los documentos originales en los cuales se trate el tema. Un ejemplo de cómo debe efectuarse esta acción, es a través del análisis que hace Holton al escribir que: “… debe observarse -en el escrito de Viviani- que se están comparando las velocidades de cuerpos de igual composición. Aparentemente, en 1590, Galilei creía que los cuerpos de igual densidad caían con la misma velocidad, pero que la velocidad de caída podía, aún, depender de la diferencia de densidad entre el objeto y el medio a través del cual caía. Los escritos de Galilei sobre mecánica durante este periodo indican que aún no había desarrollado la teoría presentada en su trabajo definitivo publicado en 1638. Según el cual todos los cuerpos, cualquiera que fuese su composición, deben caer en el vacío con igual velocidad. Así, la interpretación de Galilei del famoso experimento de la Torre inclinada de Pisa, si es que fue realizado en aquel tiempo, no hubiera sido la misma que la más moderna” (Holton, 1989, p. 2). Otras de las anécdotas falsas o dudosas es aquella que dice que Galilei descubrió la ley del péndulo al observar la oscilación del candelabro de la catedral ubicada junto a la torre de Pisa, mientras rezaba. Sin embargo, es probable que la anécdota más recurrida en las clases de Física, también de origen falso o dudoso, es aquella que cuenta que Galilei, después de haber abjurado ante la Santa Inquisición, donde se retracta de su idea de que la Tierra giraba alrededor del Sol, llegó a exclamar “Eppur si muove”, que en español sería “sin embargo, se mueve”. Quien lee la abjuración podrá percatarse que Galilei, después de la humillación a la que fue sometido, no pudo haber dicho la referida frase porque en ello le iba la vida que en principio defendía abjurando. 66 Qué bueno sería, en vez del “Eppur si muove”, llevado y traído de manera equivocada por los profesores en sus clases, discutir acerca de la actitud de Galilei ante los inquisidores. Hay quienes piensan que Galilei debió enfrentarse a los inquisidores y hasta dejarse quemar en la hoguera por defender sus ideas, como con anterioridad lo había hecho Giordano Bruno, quien en ningún momento se retractó de sus ideas y en consecuencia es condenado como “hereje, impenitente, contumaz y obstinado, según unos, o por apostasía y quebranto de sus votos monásticos, según otros, y a la edad de 52 años, fue quemado en una pira levantada en la Plaza Campo dei Fiori, en Roma, el 17 de febrero del año 1600” (Alamino, 2005, p. 62). Sobre la actitud de Galilei, Brewster escribió que: “… si solamente hubiera Galileo, añadido el valor del mártir a la sabiduría del hombre de ciencia; si hubiera fulminado con la mirada de sus ojos indignados al concurso de sus jueces; si hubiera levantado sus manos al Cielo e invocado al propio Dios como testigo de la verdad e inmutabilidad de sus opiniones, el fanatismo de sus enemigos se habría visto desarmado y la ciencia se hubiera anotado un triunfo memorable” (Altshuler, 1966, p. 81). Realmente lo escrito por Brewster era una posibilidad, pero existía también la posibilidad que hubiera sido quemado, inclusive junto a su obra, y la ciencia hubiera perdido todo un arsenal de conocimientos descubiertos y descritos por uno de los genios más grandes de la humanidad. Una historia así, rica en matices, no debe ser omitida ni en los libros de texto ni en las clases de Física. En correspondencia con lo antes expuesto, la historia de la física imbricada en la enseñanza de esta ciencia en forma precisa, permite que los alumnos puedan adquirir una comprensión de la naturaleza de la física, tal como ella es practicada por los verdaderos científicos. Esto se debe a que la enseñanza de la Física y la historia más que parecer, se complementan la una a la otra, están integradas. Ambas le dan al estudiante una comprensión completa de la naturaleza de la física, como actividad intelectual y humana. Por ello, el valor del historicismo en la física permite, entre otras razones, mostrar el papel que ha desempeñado la física en cuanto al desarrollo de las demás ciencias, la cultura general y científica y la sociedad, así como la influencia que esta ha tenido sobre la estructura del pensamiento humano y sobre el sistema de conceptos, principios, leyes, teorías y modelos que actualmente existen. Asimismo, la historia de la física permite enseñar de manera holística todos los elementos concernientes a la referida ciencia, ya que muestra el proceso bajo el cual se desarrolla la actividad científica. Además, pone de manifiesto la relación dialéctica entre la física y la tecnología y elimina o minimiza el carácter metafísico de la física durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta. De este modo, la historia de la física permite ver que la gama de conocimientos generada por los científicos en todos estos siglos va aparejada de 67 discusiones, apegos, desgracias, tragedias, así como de mucho amor y optimismo, lo que hace de ella un ente de motivación, tanto para estudiantes como para profesores. Quien conoce de historia de la física, conoce de esta ciencia, la comprende mejor y evita tener preconcepciones o ideas alternativas en su estructura cognitiva, asimismo, sabe luchar mejor contra las preconcepciones o ideas alternativas que puedan tener sus estudiantes, permitiéndole conducir más eficientemente el PEA. En consonancia con lo anterior, la física no es una ciencia abstracta ni descontextualizada, así lo demuestra su historia. Con ella interactúan todas las esferas de la naturaleza y la sociedad y con esas interacciones debe ser enseñada. En el momento de impartir la física aplicada a determinada ingeniería o especialidad que la requiera en su base curricular, esta ciencia deja de ser abstracta para convertirse en una respuesta a interrogantes que se presentan en otras especialidades, así mismo debe ser tratada en todos los casos. El papel de la historia de la física está muy ligado a la enseñanza de dicha ciencia, es un componente esencial de esta. Los profesores de Física deben ser conscientes de ello si quieren estar a la altura de los tiempos que transcurren, aunque lamentablemente los cursos de Historia de la Física no abundan en el currículo de formación de profesores o el tiempo que se les da para ser impartido es muy pobre, además de no aparecer prácticamente en los libros de texto dedicados a la presentación de la Física para su estudio por los estudiantes. Existen dos maneras de introducir la Historia de la Física en el currículo de formación de profesores, una de ellas es por medio de la inclusión de un curso, con una cantidad de horas adecuadas, y la otra es darle tratamiento en cada una de las asignaturas de la formación específica que el estudiante reciba durante su carrera. Hay partidarios de ambas modalidades, pero lo cierto es que de una manera u otra tiene que estar presente el historicismo. Cuando se está en presencia de un libro de texto de Física, tanto estudiantes como profesores dan por entendido que el autor o los autores de este han revisado y conocen las fuentes originales de donde proviene todo el conocimiento que debe ser aprendido, por supuesto escrito y organizado de manera tal que pueda ser comprendido por los estudiantes de acuerdo al nivel educativo donde se encuentren. Sin embargo, no es así del todo, casi siempre solo aparecen como referencias históricas los nombres de los científicos involucrados, algunas fechas y nada más. Además, en los exámenes no aparece ningún elemento relacionado con la historia de la física. Esta ciencia, casi en su totalidad, siempre es evaluada por medio de problemas. Lamentablemente, lo único importante para los profesores es que los estudiantes aprendan 68 los conceptos, principios, leyes, teorías o modelos presentados en el libro para que sepan cómo solucionar los problemas que aparecen al final del capítulo y puedan aprobar su curso. En los libros de texto de Física casi nunca se hace mención a obras como los Principia (1999) de Newton o los Diálogos sobre dos nuevas ciencias (1981) de Galilei y siempre cabe pensar si el autor o los autores conocen de estos libros y si lo han leído. La lectura de dichas obras no es tarea fácil por la manera en que los dos genios escribieron, como tampoco son fáciles de leer los libros escritos por la totalidad de los científicos. Sin embargo, un profesor de Física tiene que acercarse a ellos y leerlos, sobre todo, aquellos que se dedican a escribir los libros de texto. No hay mejor aprendizaje y comprensión de la Mecánica Clásica que leer las obras mencionadas, por solo citar un ejemplo. Hay profesores que comentan que para aprender mecánica o cualquier otra parte de la física solo basta con estudiar los libros de texto escritos al respecto. Quienes piensan así, muy alejados se encuentran de la obtención de un conocimiento profundo y sólido de la física. Por lo general, los que escriben libros de texto hacen mención a lo que dicen otros libros y a las interpretaciones que otros hacen de lo que escribió o dijo tal o más cual científico, lo que conlleva casi siempre a historias distorsionadas por omitirse las fuentes primarias. Por tanto, los que se dedican a escribir libros de textos de Física deben leer las obras originales de los científicos a los cuales harán referencia, para que así no existan interpretaciones erróneas de los conceptos, principios, leyes, teorías o modelos. Con respecto a esta cuestión, según el criterio de los autores, existen dos libros de texto y un proyecto dedicados a la enseñanza de la Física, que son paradigmas en cuanto a presentar esta ciencia desde una perspectiva histórica y ejemplos de excelencia para el campo de la física y su didáctica. Dichos libros son Introducción a los conceptos y teorías de las ciencias físicas, de Gerald Holton (1952) y Evolución de los conceptos de la Física, de Arnold B. Arons (1970), ambos profesores de Física de la Universidad de Harvard, el segundo ya fallecido. En estas obras, los conceptos, principios, leyes, teorías y modelos de la física se estudian desde una perspectiva histórica y filosófica. Por su parte, el proyecto al que se hizo referencia, fue nombrado “Proyecto del Curso de Física”, creado y liderado por Holton, Rutherford y Watson. En opinión de sus autores, este proyecto: “… además de “física pura”, muestra cómo la física se relaciona con otras ciencias (…) e incluye aspectos de la filosofía y la historia de la ciencia que ponen el desarrollo de las ideas principales de la física en un contexto humanístico y social (…) el curso (…) se ensambla en un sistema multimedia integrado, incluido el texto, lectores, bucles de película, películas, experimentos con aparatos de laboratorio especialmente coordinados, folletos de instrucciones programadas, transparencias, manual del alumno y libro de recursos para docentes (…)”. El 69 Premio Nobel de Física I. Rabi, un miembro del Comité Asesor del Proyecto, habló en favor de este punto de vista cuando dijo que la física ahora se encuentra en el “núcleo de la educación humanística de nuestro tiempo”, y agregó, “La ciencia debe enseñarse en cualquier nivel, desde el más bajo a lo más alto, a la manera humanística. Por lo que quiero decir que debe enseñarse con una cierta comprensión histórica, en el sentido de la biografía, la naturaleza de las personas que hicieron esta construcción, los triunfos, las pruebas, las tribulaciones” (Holton, 1971, p. 1). En los libros y el proyecto antes citados, no hay omisiones descuidadas ni tergiversaciones que conlleven a preconcepciones erróneas, ideas alternativas, malas interpretaciones o errores conceptuales. Dichas obras son guías a seguir por cada profesor y estudiante de Física. Si se desea conocer de otros libros o proyectos realizados en la física y otras ciencias, con el propósito de considerar la integración entre el contenido de la ciencia, su historia y filosofía, los autores recomiendan la lectura del artículo escrito por Matthews (1994), titulado “Historia, filosofía y enseñanza de las ciencias: la aproximación actual”. Es muy cierto que la inclusión de la historia de estas ciencias, en el proceso de enseñanzaaprendizaje de las mismas, puede aportar mucho a la motivación hacia su estudio. La historia, ya sea en procesos científicos o sociales, es esencial. Su desconocimiento conlleva a la comisión de errores, una y otra vez. La historia lleva al pasado y de este se aprende para generar nuevos conocimientos o acciones, que pueden concebir un mejor presente y así lograr vislumbrar un futuro más promisorio. Hay quienes piensan que estudiar historia es una pérdida de tiempo, ya que solo se trata de fechas y ordenamientos cronológicos o de anécdotas y frases interesantes o lindas. La historia de las ciencias enseña y hay que aprender de ella, si queremos ser y formar mejores profesionales, lo cual será demostrado en epígrafes posteriores. La Historia de las Ciencias, permite llegar a una comprensión más humana y exacta de la naturaleza del conocimiento del cual se trate, ya sea físico, químico, biológico, etc. A través del conocimiento profundo de la misma, se puede llegar a determinar el proceso mediante el cual se arriba a un concepto, principio, ley, teoría o modelo, con todos los errores y malas interpretaciones que le precedieron, evitando así, mediante la guía adecuada, que los estudiantes transiten por los mismos obstáculos que los científicos encontraron en el camino para concretar objetivamente estos contenidos. La Historia de las Ciencias enseña, que cada conocimiento científico alcanzado es obra del trabajo de muchos científicos en su conjunto, casi siempre desarrollado en diferentes etapas históricas, lo que demuestra que la ciencia funciona más como una empresa colectiva que 70 como una empresa individual, además, nos enseña también que los científicos trabajan en base tanto a las relaciones intradisciplinarias como interdisciplinarias que se establecen en una misma ciencia, o de esta con las demás, lo que se refleja en los productos tecnológicos, en la cultura general, en la sociedad, en fin, en todas las esferas del conocimiento. Como la Historia de las Ciencias, la hacen los hombres y mujeres que se dedican a la investigación científica, pues cada conocimiento aportado es un conocimiento humanizado, con todas las complejidades que el mismo entraña, encontrado por la aplicación del método científico, lo que permite extrapolarlo al área de la educación, permitiendo esto el acercamiento a la forma de pensar y de actuar de los científicos, por parte de los estudiantes y profesores, lo cual es una fuente de formación de valores éticos. Pero no solo se forman valores éticos a través del conocimiento de la Historia de las Ciencias, también se forman los conceptos, principios, leyes, teorías y modelos, de una manera más sólida en la estructura cognitiva de profesores y estudiantes, porque se estudian los mismos y se imparten desde la evolución que cada uno tuvo en el transcurso del tiempo; además, de esta manera se llega a la conformación del Cuadro Físico, Químico, entre otros, del Mundo. Cuando se estudia la Historia de las Ciencias, se aprende, que cada conocimiento nuevo, para ser aceptado, tiene que ser sometido a la mirada experimental, transcurriendo el camino de la contemplación viva, al pensamiento abstracto y de este a la práctica como criterio de la verdad. También se aprende con la misma, que la obtención de nuevos conocimientos no siempre recorre caminos fáciles, todo lo contrario, porque en ocasiones ha existido lucha y duras controversias, entre concepciones contrarias y entre científicos por la autoría de determinado descubrimiento. ➢ LA FÍSICA, SU DIDÁCTICA Y EL PAPEL DE LA HUMANÍSTICA Para la confección de este epígrafe se resumieron ideas del libro La humanística en el proceso de enseñanza de la Física y Química (2020), donde, entre otros, fungieron como autores, el Dr. Contreras Vidal, el Dr. Valle Mijangos y la MSc. Pedraza González. En este libro el prólogo fue realizado por el Dr. Rivero Pérez. Entre el término “humanismo” y el “humanístico”, puede existir cierta confusión entre las personas y profesionales de distintas esferas de actuación. El humanismo es un término polisémico sujeto a diversas formas de interpretación y realización. En sentido genérico, se dice humanista a cualquier doctrina que afirme la excelsa dignidad humana, el carácter racional y de fin del hombre, que enfatiza su autonomía, su 71 libertad y su capacidad de transformación de la historia y la sociedad. Es en este sentido en que hacemos alusión a la palabra humanística en este libro, ya que la problemática actual de la formación humanística está suscitada por el impacto de la ciencia y la tecnología, reforzada muchas veces por la mentalidad tecnocrática, el tecnicismo y una fuerte mentalidad pragmática orientada sólo hacia la actividad instrumental. De este modo surge el dualismo educativo: la cultura científica y la cultura humanística. Para que el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física, se realice desde la humanística, debe de tomarse en consideración: 1. Que el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física se lleve a cabo desde la historia de esta ciencia. 2. Que se le otorgue un papel preponderante a la epistemología impregnada en esta ciencia. 3. Que se imparta esta ciencia desde una concepción didáctica nueva, que se atempere al historicismo y a todos los factores que esto conlleva. 4. Que se imparta esta ciencia, teniendo en cuenta una concepción psicológica nueva en cuanto a la motivación. 5. Que se tome en consideración una visión cultural en que la ciencia no solo es herramienta, sino que también es parte de la cultura universal. Utilizar en la enseñanza de la Física, según los autores, a su historia, pudiera <ablandar> la misma ante los ojos de los estudiantes, hacerla más <cómoda> y <digerible>, de tal manera que los motive. Esa historia debe incluirse en toda su amplitud, con toda la profundidad y el respeto que la misma merece, para así romper con la simplicidad que muchos libros la incorporan en sus páginas, de lo contrario ocurriría y ocurre lo que I.I. Rabi, premio nobel de Física, señaló bromeando en una ocasión, al decir, que “La historia de la vida de un físico era muy simple. Él nacía, devenía de cierta manera interesado por la Física...; escribe su tesis y obtiene su doctorado; muere. El resto y la parte esencial de su biografía puede ser leída solamente en las revistas científicas” (Stuewer, H, 1994). Un científico es un ser humano, que vive en una sociedad determinada, que tiene familia, amigos, que sufre de enfermedades y que tiene una responsabilidad social que cumplir, como todos los demás. Estas ideas, junto a sus descubrimientos, deben ser escritas en los libros de texto de Física y estos, hay que escribirlos de una forma atrayente, que logre atrapar a quien los lea y estudie con ellos. Galileo, por ejemplo, utilizaba un estilo muy atrayente a la hora de escribir. En carta a un amigo, después de publicar su libro sobre manchas solares en el 1613, le dice: “Escribí en lenguaje familiar porque debo hacer que todos lo puedan leer…me veo inducido a hacer esto al ver 72 cuantos jóvenes son enviados al azar a las universidades para convertirse en médicos, filósofos, etc., en esta forma muchos de ellos se dedican a profesiones para los cuales no son adecuados, mientras que otros hombres que serían adecuados para éstas están dedicados a las obligaciones familiares y otras ocupaciones…Estos últimos están dotados con un sentido común práctico, pero como no pueden leer cosas que para ellos es “griego”, están convencidos de que en esos libros grandes se encuentran nuevas cosas de lógica y filosofía y muchas otras cosas que están fuera de su alcance. Ahora, yo quiero que ellos vean que, así como la naturaleza les ha dado, al igual que a los filósofos, ojos con los cuales ver sus obras, en la misma forma les ha dado cerebro capaz de penetrarlas y entenderlas” (Arons, 1970, p. 70). Sin duda alguna, es genial la idea de Galileo acerca de la escritura de los libros. La manera en que escribió los suyos, donde la Física y la Astronomía, se funden junto a la humanística, es un ejemplo magnífico de cómo deben ser escritos los libros de ciencias. Impartir la Física desde los libros, implica que el esfuerzo pedagógico solo se dedica a las fórmulas, los gráficos, las tablas y las demostraciones matemáticas, además de los problemas fuera de contexto que se utilizan, en muchos casos, para que sean solucionados por los estudiantes, sin que estos le vean sentido a los mismos, lo que crea es una desmotivación en ellos y un rechazo casi total a esta ciencia que es muy bella, que se aplica en todas las esferas de la realidad y que cautiva por su magia y porque grandes hombres han formado parte de la mismas, desde Aristóteles hasta Stephen Hawking, pasando por Galileo Galilei, Newton y Maxwell, por solo mencionar algunos. La enseñanza de la Física debe pasar del formalismo matemático y la descontextualización en cuanto a sus aplicaciones y a su falta de historicismo, a una enseñanza desde la humanística, en donde la historia de la Física juegue un papel fundamental. Darle al científico el verdadero papel dentro de su ciencia, dentro del contexto histórico en el cual vivió, con sus amigos, su familia, con sus logros y vicisitudes y con sus aportes. Ellos escribieron libros, por lo general, en un lenguaje claro y conciso, sin embargo, en los libros de Física, encontramos sus conceptos, principios, leyes y teorías parafraseadas, lo cual ha conllevado a errores y a la creación de ideas alternativas, como se ha tratado con anterioridad. Lo que dijo Newton, hay que escribirlo como él lo escribió. El verdadero valor de un libro de ciencias, enfatizamos en ello, no está en la paráfrasis de lo que los científicos plasmaron en sus escritos, sino en la metodología que el mismo utilice para que los estudiantes comprendan mejor la ciencia que estudian. Sobre el punto de vista de incluir la humanística en los libros y clases de Física, aunque existan sus detractores en ello, tomemos las palabras del Premio Nobel de Física 1994, Isidor Isaac 73 Rabi, quien habló en favor de este punto de vista cuando dijo que la Física debe encontrarse en el <núcleo de la educación humanística de nuestro tiempo>, y agregó, que <la ciencia debe enseñarse en cualquier nivel, desde el más bajo a lo más alto, a la manera humanística. Por lo que quiero decir que debe enseñarse con una cierta comprensión histórica, en el sentido de la biografía, la naturaleza de las personas que hicieron esta construcción, los triunfos, las pruebas, las tribulaciones” (Contreras, et.al.2019, p. 13). ➢ LA TEORÍA DE LA OMISIÓN, LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA Para trabajar este epígrafe y los tres subsiguientes se tuvo en consideración las ideas presentadas en el libro La Teoría de la Omisión y su impacto en el proceso de enseñanzaaprendizaje de la física (2019), de los autores Dr. Contreras Vidal, Dr. Rivero Pérez y la MSc. Pedraza González. En el anterior libro se puede leer que en los planes de estudio para la formación de físicos se hace necesario hacer una cuidadosa selección de los libros de texto que serán utilizados en la carrera. Hay que tener en cuenta, no solo su nivel de actualización, sino también el nivel de omisiones que estos puedan tener. En tal sentido, todos los libros de textos de Física omiten, pero unos lo hacen más que otros. Lo verdaderamente importante es conocer el contenido que se omite, tener los conocimientos sobre ello, así como estudiar y enseñar en consecuencia. Por esta causa, el presente libro tiene la intención de alertar que las omisiones parciales y totales existen, no importa el libro de texto de Física que sea, y sobre todo señalar que estas son potencialmente peligrosas ya que pueden llevar a la comisión de errores y a perjudiciales interpretaciones de conceptos, principios, leyes y teorías, lo que va en detrimento de la calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física. Por lo general, las omisiones (totales o parciales) que pueden presentarse son: 1. Omisión de una parte en una definición, por considerar que si esta se estudia completa en el grado o año en cuestión, el alumno no la comprenderá. 2. Omisión del nombre del científico implicado en trabajos, experimentos, etc. que se relatan en el libro de texto. 3. Omisión de fórmulas originales escritas por los científicos, y en su lugar escribir una fórmula similar, a la cual arribó otro científico. 74 4. Omisión de esquemas o figuras originales en los trabajos de los científicos y sustituirlas por esquemas o figuras incorrectas, debido a una interpretación errónea por parte del autor del libro. 5. Omisión de definiciones originales escritas por los científicos, y en su lugar escribir definiciones parafraseadas por el autor del libro, pero incorrectas. 6. Omisión de contenidos que conllevan a una falsa idea sobre el desarrollo histórico de un concepto, ley, principio, teoría, modelo, entre otros. 7. Omisión del desarrollo histórico de un concepto, principio, ley, teoría o modelo, que conlleva a una incorrecta comprensión de estos aspectos, en su estado acabado o final. 8. Omisión de ideas claves en los conceptos, principios, leyes, teorías o modelos, que solo tienen un valor histórico y que no permiten darle el verdadero valor a estos. 9. Omisión de información, conceptos, etc., sobre un tema que invalida los conocimientos y conceptos desarrollados, por lo tanto, el aprendizaje es incorrecto. 10. Omisión de temas por considerarse que es mejor trabajarlos directamente en el laboratorio o en clases o porque sencillamente se dejan de estudiar por razones desconocidas. Aunque pueden existir otros tipos de omisiones en los libros de textos, los autores consideran que las citadas anteriormente son las esenciales. En tal sentido, la preparación del profesor es primordial para percatarse de las omisiones y enseñar al estudiante lo correcto. De ahí que, el profesor no debe confiarse solamente del libro por el cual va a realizar la enseñanza; es necesario que sea crítico e insaciable del estudio de los libros de textos que utiliza en sus clases, con ello se ayuda a sí mismo, a sus estudiantes y a los propios autores. En consonancia con lo antes expuesto, los que se dedican a escribir libros de texto de Física deben tomar en consideración, la omisión de contenidos metacientíficos. La cultura científica de los profesores y estudiantes de Física depende, en gran medida, de que los libros de textos no solamente contengan los conocimientos básicos de la ciencia en cuestión, sino que también incluyan aspectos relativos a los riesgos, efectos adversos, usos políticos, dilemas éticos o influencias económicas de la investigación científica y el desarrollo de la tecnología, así como la habilidad o capacidad para hacer frente a los objetos tecnológicos de la vida cotidiana. Las omisiones en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Física pueden ser variadas, diversas y se deben a diferentes causas entre las que se encuentran: 1. Desconocimiento de la Historia de la Física en cuestión o temor de aplicarla por el hecho de que haga más complejo el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física. 2. Falta de rigor al estudiar conceptos, principios, leyes, teorías y modelos de la física, al enunciarlos o aplicarlos centrados en la idea de que sería muy complejo para los 75 estudiantes entender estos aspectos. Con ello, simplifican el contenido y omiten indicios esenciales, lo que está dado por un insuficiente dominio de la lógica formal que se aplica a la estructura de los conceptos, ya que se omiten elementos estructurales de estos como el genérico o los indicios. 3. Dominio insuficiente de la didáctica específica de la Física. Por ejemplo, la estructura interna de las habilidades específicas de su ciencia como asignatura (ciencia escolar). 4. Dominio insuficiente de los elementos estructurales esenciales de la Física como asignatura, es decir: el sistema teórico conceptual, los problemas y el experimento. 5. La no consideración de elementos de la filosofía de la ciencia, que se omiten por pensar que dichas consideraciones no resultan útiles a los estudiantes. A continuación, ejemplificaremos algunas de estas “causas” en situaciones concretas: ➢ La no consideración de la construcción de la física desde el punto de vista histórico en el PEA de dicha ciencia como asignatura, que se ejemplificará a continuación en este libro. Por ejemplo, como ya se relató anteriormente, en los libros de texto se dice que Newton definió la segunda ley centrada en la expresión , pero omiten que realmente no la definió en estos términos y quizá más grave, en su época los vectores (el álgebra vectorial y el cálculo vectorial) eran desconocidos. Al omitirse estos “apuntes” históricos, se distorsiona el verdadero avance histórico de la física. ➢ Los conceptos físicos deben tener una estructura que está dictada por la lógica como ciencia, si esto se viola se pierde rigor o se cae en el error conceptual, como en el caso de la definición sobre movimiento rectilíneo uniforme donde, por lo general, se omite escribir “cualesquiera que estos sean”. Hay que dominar que la definición, mediante el género y la diferencia específica, y que es aquel procedimiento lógico por medio del cual se definen algunos conceptos. De esta forma, se señala cierta clase de objetos (el género afín) al que pertenece el objeto y las propiedades que le son inherentes a él (la diferencia específica), y al mismo tiempo se le diferencia de los demás objetos que pertenecen al género afín y se formulan los indicios sustanciales del concepto definido. Véanse los siguientes ejemplos: • Se denomina Movimiento Rectilíneo Uniforme al tipo de movimiento mecánico (género afín) en el que se recorren distancias iguales en tiempos iguales (diferencia) cualesquiera que estos sean (indicio que no puede faltar). • Se denomina velocidad a la magnitud vectorial (género afín) que caracteriza el estado de movimiento (indicio) y que es medible por la relación entre el desplazamiento y el intervalo correspondiente de tiempo (diferencia). 76 ➢ La didáctica de la física como ciencia social, tiene como objeto el PEA de la Física en la escuela y se conforma por un sistema de categorías (sistema categorial), un sistema legal (sistema de leyes) y una metodología. Asimismo, estudia una diversidad de conceptos y entre ellos, las habilidades específicas de la Física como asignatura. Por ejemplo, la habilidad “solucionar problemas de física” tiene como estructura interna los siguientes elementos: • Valoración • Análisis del enunciado • Determinación de la vía de solución • Ejecución de la vía de solución • Control y valoración del proceso y del resultado • Perspectivación Cuando el profesor omite dichos aspectos no contribuye a que los estudiantes se apropien de esta habilidad fundamental. ➢ En la enseñanza-aprendizaje de algunos conceptos trascendentes de la Física no se alcanza el rigor necesario por omitir elementos esenciales en función del modelo físico que se trabaja, ya sea clásico, relativista o cuántico. Por ejemplo: La ley de conservación de la energía mecánica, al igual que las de la cantidad de movimiento lineal y angular respectivamente, solo se cumplen en los sistemas de referencia inerciales, esto infelizmente se omite. ➢ En el caso de las Leyes de Newton, ¿cuándo se cumplen? Se aplican a la solución de problemas, sin embargo, se omite el paso de comprobar si estas son válidas en la situación que se analiza o se hace. Ello se debe a que se omiten elementos claves, como: • La velocidad de los cuerpos debe ser mucho menor que la velocidad de la luz en el vacío. • No pueden ser cuerpos microscópicos en microzonas (electrones en un átomo), pues a ellos no se le puede determinar la velocidad y la posición simultáneamente, cuestión que se presupone en la mecánica clásica. Puede ser una “partícula elemental” en una macrozona, como un electrón en movimiento entre las placas de un condensador, que sí se soluciona por un camino clásico. En fin, el principio de incertidumbre debe mostrar una alta probabilidad de que posición y velocidad puedan determinarse simultáneamente para aplicar las Leyes de Newton. 77 • El sistema de referencia donde se describe el fenómeno o proceso debe ser inercial. Si fuera clásico el estudio, desde el sistema de referencia no inercial, para aplicar la segunda Ley de Newton (para que aún sea válida) hay que introducir las fuerzas de inercia. • Se omite la comprobación de si son aplicables las Leyes de Newton o se omite la referida a si se pueden determinar simultáneamente la posición y la velocidad para aplicar dichas leyes. ➢ Es muy discutido si en el PEA de la Física hay que declarar de modo intencional y propositivo implicaciones de la filosofía de las ciencias que muestren cómo se construye la ciencia en general, cómo cambian las teorías científicas, y si la ciencia es capaz de revelar la verdad y los procesos de la naturaleza. Su objeto es tan antiguo como la ciencia misma. Gran parte de la filosofía de la ciencia es inseparable de la teoría del conocimiento (epistemología). Aquí, la omisión se hace por dos razones diferentes: por falta de información, porque lo ven como un lastre en el currículo, o por ambas. Sin embargo, el desarrollo de la cultura científica reclama, cada vez en mayor medida, que se tenga en cuenta familiarizar a los estudiantes con las siguientes cuestiones: cómo se construye la ciencia, cómo una teoría sustituye a otra, entre otros elementos. ➢ LA TEORÍA DE LA OMISIÓN E IMPLICACIONES DIDÁCTICAS Los esfuerzos movilizadores para perfeccionar la dirección del proceso de enseñanzaaprendizaje de las ciencias en la actualidad, en diversas latitudes, se caracterizan de una forma u otra, por tratar de llevar a la escuela los rasgos de la actividad investigadora contemporánea. Así, por ejemplo, en la enseñanza aprendizaje de las ciencias, por investigación dirigida se pretende llevar a este proceso lo que los científicos realizan para “hacer” ciencia, lo cual deviene en metodología para que los estudiantes se apropien de los contenidos básicos de las ciencias escolares de manera fundamentada. Los principios del inicio y puesta en práctica de esta tendencia se centraron, entre otros elementos esenciales, en el hecho de que las concepciones alternativas permanecían después de tratar puntualmente y, “con alto rigor”, los contenidos de las ciencias en tendencias y paradigmas que van desde aprendizaje por descubrimiento, cambio conceptual y el siempre recurrente de transmisión-recepción de conocimientos elaborados, hasta las ideas que trascendieron a partir de corrientes constructivistas. Todo ello, se ha comportado como la transposición didáctica de los contenidos, pero llevada a los métodos de las ciencias con una visión epistemológica, centrada en cómo se hace ciencia. En consonancia, si se transfiere al proceso de enseñanza- 78 aprendizaje de la Física, los rasgos de la actividad investigadora contemporánea y se sitúa a los estudiantes en el rol de aprendices de investigador, con la guía certera del profesor (investigador de experiencia), entonces cabe hacerse la siguiente pregunta al adscribirnos a estas ideas avanzadas, ¿con qué rigor se apropian los estudiantes de los contenidos escolares de las ciencias? En fin, a pesar de que la ciencia escolar no es la ciencia de los científicos, debe acercarse a esta en cuanto a rigor en un proceso de transposición didáctica. De ahí que, es oportuno y necesario no omitir determinados elementos de los principios, conceptos, leyes y teorías que conforman la ciencia, por mencionar sus niveles de sistematización básicos que sí trascienden a la escuela. De esta manera, la “Teoría de la Omisión” ocupa un lugar destacado en la preparación del profesor, que en correspondencia con estos “nuevos paradigmas” de enseñanza-aprendizaje de las ciencias, pretende eliminar la presencia de concepciones alternativas para lograr un aprendizaje significativo de la ciencia, en tanto vehículo cultural y no solo herramienta para la continuidad de estudios. Sin embargo, si se omiten elementos claves de la ciencia, entonces la ciencia escolar que se enseñe estará muy lejos del rigor de la primera. Así, el contenido como categoría didáctica, debe tener en cuenta no solo los niveles estructurales de la ciencia, es decir, habilidades, conocimientos, valores y rasgos de la actividad investigadora, sino que en cada nivel de sistematicidad: conceptos, modelos, leyes, principios, teorías y cuadros del mundo, ha de tener presente evitar las omisiones que desvirtúan el valor epistemológico de la ciencia escolar y sobre todo el rigor científico. Como base ejemplificadora de la física escolar, se tiene: • De conceptos Leyes de conservación en la mecánica clásica, donde solo se precisa el criterio de conservación, después de clasificar las fuerzas en externas e internas y en conservativas y no conservativas, como en el caso de la “Ley de Conservación de la Energía Mecánica”, señalando que si el trabajo de las fuerzas no conservativas es nulo, entonces entre los estados seleccionados en cuestión, la energía mecánica se conserva. No obstante, se omite en el concepto que el problema se describe desde un sistema de referencia inercial, lo cual es decisivo dado que en un sistema acelerado tal ley no se cumple. • De teorías Se dicen en diferentes textos, que la energía cinética de un cuerpo en movimiento se determina de la siguiente forma: , pero solo es cierto en la mecánica clásica y al obtener la ecuación de forma hipotético-deductiva, a partir de una hipótesis (investigación dirigida), tal 79 “apéndice” no se puede obviar, no se puede omitir. Especial relevancia tiene el considerar los límites de validez de conceptos y teorías que al omitirse conspiran a favor de la obtención de conocimientos limitados y poco rigurosos. • De leyes Las leyes de Newton del movimiento mecánico son válidas para sistemas de referencia inerciales y para cuerpos con velocidades mucho menores que la velocidad de la luz, pero en su aplicación se omite el hecho de que en este entorno teórico se supone a priori que posición y velocidad se pueden determinar simultáneamente. Un electrón entre las placas de un condensador de caras paralelas es una micropartícula en una macrozona y salvo que se señale una velocidad cercana a la velocidad de luz, de dicha partícula, cumple con las leyes de Newton. En esto se basa la balística del electrón, pero si el electrón está en una microzona (en un átomo, por ejemplo), entonces ya no se pueden determinar simultáneamente posición y velocidad y la incertidumbre que se introduce es tal, que las Leyes de Newton dejan de cumplirse. Por tanto, no se puede omitir no solo un elemento de un concepto, sino aquellos que definen la teoría que sirve de base. En fin, no sería oportuno “combatir” la presencia de concepciones alternativas, al intervenir en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una ciencia escolar con una visión didáctica de investigación dirigida, por ejemplo, si el conocimiento adquirido no es riguroso y se omiten elementos, por diferentes razones ya señaladas en este libro, que atentan contra el rigor y la seriedad que caracteriza la actividad científica. De esta manera, las implicaciones didácticas de la “Teoría de la Omisión” son realmente útiles para el logro de un conocimiento científico escolar sólido y duradero, sobre todo riguroso como la ciencia en sí misma, de donde procede por medio del proceso de transposición didáctica señalado. • De modelos Otro ejemplo interesante, con un valor epistemológico y didáctico nada despreciable, es cómo se deduce la ecuación fundamental del cálculo de la presión para un gas ideal, a partir de la validez de la Segunda Ley de Newton (para sistemas de muchas partículas) y de algunas concepciones clásicas de las probabilidades, las cuales permiten determinar su expresión. No obstante, se omite la presencia del modelo que simplifica para que el tratamiento clásico sea válido. Esta implicación a veces se obvia o no se le da la importancia que tiene el hecho de referirse con los estudiantes al valor epistemológico de los modelos, por ello nuevamente la omisión hace acto de presencia, al dificultar el valor filosófico de tal deducción y alejar al estudiante de aquel “paradigma” (corriente o tendencia de la enseñanza de las ciencias) que se seleccionó, por investigación dirigida. Dicho tipo de omisión también se debe a que es 80 discutido si elementos de la filosofía de las ciencias se deben llevar al proceso de enseñanza aprendizaje de estas. De este modo, se obvia que omitir las limitaciones en el conocimiento, hace que el estudiante crea que es lo último, que es un conocimiento acabado y que la naturaleza se puede estudiar por medio de modelos aproximados, sin que esto afecte al conocimiento o lo limite a determinados estadios de la ciencia. El rigor no niega la necesidad de utilizar modelos en el estudio de la naturaleza, la cual es tan compleja que sin estos fuera casi imposible realizar estudios que permitan ponerla al servicio de los hombres. En la medida que se acerque más el modelo a la propia naturaleza, más complejo se hace. Por ello, la didáctica de las ciencias no puede obviar los razonamientos expuestos y por consiguiente, la Teoría de la Omisión viene a ser un complemento importante de esta, para lograr una dirección acertada, rigurosa y contemporánea de las ciencias en la escuela. En correspondencia con lo anterior, puede concluirse que si la cultura científica se redefine a la luz de las actuales demandas sociales, por medio del conocimiento que se tenga de los conceptos, principios, leyes y enfoques teóricos de mayor significación de la ciencia que se estudia o se imparte; de los conocimientos acerca de la filosofía de la ciencia y de la lógica de la investigación; de los saberes teóricos, procedimentales y actitudinales para transferir y generalizar los conocimientos científicos a los problemas de la cotidianidad; de las habilidades en el manejo de la tecnología y para el proceder metodológico investigativo, así como de los conocimientos básicos acerca de la interrelación entre ciencia, tecnología y sociedad, y de la actitud de compromiso social e intereses relacionados con la ciencia, entonces las omisiones que hasta aquí se han tratado, en vez de aportar se convierten en un freno para el alcance de una cultura científica de calidad. En tal sentido, la cultura científica y general es un tema fundamental para el desarrollo intelectual de los individuos, de ahí que la Teoría de la Omisión resulte imprescindible en la interpretación y significado de los conocimientos físicos y su comprensión. Sin embrago, no solo en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Física se omite, y de ello se alerta en el presente libro. ➢ LA TEORÍA DE LA OMISIÓN Y LAS IDEAS O CONCEPCIONES ALTERNATIVAS Omitir el desarrollo histórico de conceptos, principios, leyes, teorías y modelos en los libros de textos de Física, puede traer como consecuencia que en el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta, aparezcan ideas o concepciones alternativas, tanto en profesores como en estudiantes. En tal sentido, al tratar el tópico de los libros de textos y otros materiales didácticos con graves errores conceptuales, (Carrascosa, 2015, pp. 197-198), plantea lo siguiente: 81 a) Las concepciones alternativas relacionadas con el hecho de que en el texto no se ofrezca ninguna información con el propósito de cambiarla o que se brinde de forma incompleta. b) Los modelos, ecuaciones y teorías refutadas, pertenecientes a la historia de las ciencias, se tratan de manera simplista, como algo ya pasado, sin tener en cuenta que también algo similar a esos modelos, ecuaciones y teorías pueden estar en la mente de los estudiantes. c) Existen profesores que tienen las mismas ideas alternativas que sus estudiantes o que sencillamente desconocen este problema, con lo cual no pueden detectarlas en los estudiantes y por lo tanto tampoco son capaces de ayudarlos a superarlas. En este aspecto, Carrascosa, hace énfasis en que los profesores, además de poseer una formación científica adecuada, deben conocer la historia de la ciencia que imparten. No es menos cierto que existen ideas alternativas en los estudiantes que coinciden exactamente con ciertas ideas que se desarrollaron en determinados periodos de la historia de la ciencia. Al respecto, Carrascosa destaca ejemplos como los relacionados con la física aristotélico- escolástica, el calórico, el flogisto, las ideas de Lamarck, el vitalismo, entre otras, que los profesores deben conocer para que sean receptivos cuando en su clase surjan ideas que relacionen la fuerza con la velocidad, el calor con una sustancia -o con una energía-, así como dificultades respecto a la comprensión de la constancia de la masa en determinadas transformaciones, entre otras. Ello les ofrecerá la posibilidad de tener mejores elementos de juicio para comprender la persistencia de dichas ideas y plantearse su proceso de cambio hacia las que trata de enseñar. Las ideas alternativas en los estudiantes, de acuerdo a Carrascosa, no constituyen unas cuantas ideas dispersas, sino que, en general, se hallan integradas en la mente del sujeto como verdaderos esquemas conceptuales, dotados de una cierta solidez y coherencia interna. Estos esquemas ya no son vistos como errores o algo negativo, sino como estructuras cognitivas que interaccionan con la información que llega desde el exterior y juegan un papel esencial en el aprendizaje. En tal sentido, las omisiones de contenidos en los libros de texto de Física, no solo conllevan a la comisión de errores conceptuales y a la aparición de ideas alternativas, sino también crean una falta de motivación hacia el estudio de la física, cuestión que cada día es más evidente en Cuba, México, Ecuador, Argentina y otros países, tanto en la enseñanza secundaria como preuniversitaria, con énfasis en aquellas carreras donde se forman “físicos puros” o profesores de Física, lo cual se hace evidente al ver cuán deprimidas están las matrículas en la universidades. Por tanto, las omisiones ya referidas dan al traste con el desarrollo adecuado de una cultura científica en estudiantes y profesores, así como al establecimiento de asociaciones contradictorias en la estructura cognitiva de estos. 82 ➢ LO INSÓLITO EN LAS OMISIONES Es tan arraigado el hecho de despojar a las <ciencias duras>, la Física dentro de ellas, de la verbalización que la misma significa, que hasta se cometen errores por no hacer <hablar> a las fórmulas y ecuaciones y al análisis que de cada una de ellas debe y tiene que realizarse. Esto conlleva a una de las omisiones más insólitas en el tratamiento de la Física y su Didáctica. Un ejemplo, es la siguiente fórmula, muy conocida en la Física. Si la leemos diríamos, que la fuerza que se le aplica a un cuerpo es igual y directamente proporcional al producto de la masa por la aceleración que el cuerpo alcanza. Sin embargo, aquí se comete un error. Fuerza no es igual (=) al producto de la masa por la aceleración del cuerpo; fuerza es idéntico (≡), es lo mismo, es exactamente el producto de la masa por la aceleración. Tanto la fuerza, como la masa, como la aceleración, son magnitudes físicas que pueden relacionarse como en este caso. Entonces la fórmula debe o tiene que escribirse como y así debe ser en todas las fórmulas. ¿Cuándo se utiliza el signo =? Cuando se escribe que F=5N, porque estamos igualando a una magnitud con el valor que en un momento determinado puede tener. ➢ LA POLISEMIA Y LA MONOSEMIA CONCEPTUAL: SU IMPACTO EN LA FÍSICA Y SU DIDÁCTICA Parte de las ideas que se presentan aquí fueron discutidas en el libro “La Humanística en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Física y la Química”, de los autores Dr. Contreras Vidal, Dr. Valle Mijangos y la MSc. Pedraza González. A pesar de que creemos que utilizando nuestro lenguaje, nuestro idioma, podemos entendernos a la perfección con las demás personas que nos rodean y que hablan nuestra misma lengua, no siempre es así. Las complejidades del lenguaje, con más frecuencia de lo que estimamos, nos conducen a conclusiones diferentes e incluso contrapuestas en lo que respecta al significado de un concepto. El significado detrás de la palabra, puede resultar variable y en ocasiones confuso. La naturaleza del significado de las palabras, “como tal no está clara aunque es en él que el pensamiento y el habla se unen para construir el pensamiento verbal. Una palabra no se refiere a un solo objeto, sino a un grupo o a una clase de objetos y cada una de ellas es, por lo tanto, 83 también una generalización…una palabra sin significado es un sonido vacío, no una parte del lenguaje humano” (Vygotsky, L.S., 1981, pp. 20-21). En lingüística y semiótica, el significado es el contenido mental que le es dado a un signo lingüístico. Su significado objetivo o significado denotativo, así como un componente subjetivo o connotación que no acoge el diccionario y depende de cada persona e incluso grupo, ya que cada una le asigna un valor mental o emotivo al significado. Según Vygotsky, existe un sistema dinámico de significados en el cual se encuentra la unidad afectiva e intelectual (Vygotsky, L.S., 1981, pp. 20-21). Por ejemplo, cuando se tiene una mascota en la casa nunca se le llama por el nombre que le corresponde como animal (gato, perro, etc.), sino que se le pone un nombre por el cual se identifica, ese nombre está cargado de significación afectiva. Mientras para el resto de las personas la mascota es un simple “perro”, para el dueño es su “Canela”, al cual cuida, alimenta y hasta es capaz de amarlo como un integrante más de la familia. Sin embargo, el significado de una palabra, debe ser convencionalmente igual y universal para que se pueda realizar una comunicación óptima, algo que se dice que es más fácil en las Ciencias Naturales y Exactas, que tiende a la monosemia, que en las Ciencias y disciplinas humanísticas, que tienden a la polisemia. Cuando enfatizamos “que se dice” es porque no siempre es así en estas ciencias, porque conceptos que en la misma se establecen de acuerdo al lenguaje retórico, digamos que son “contaminados” por el lenguaje coloquial y el vulgar, utilizado normalmente por las personas, que no son del área de las Ciencias Naturales y Exactas y hasta por personas que si pertenecen a estas áreas, lo cual demostraremos más adelante. Hay que tener claro, que “los conceptos no descansan en la mente...como los guisantes en una vaina, según Vygotsky, sin ningún enlace”, asociación, “entre ellos. Si éste fuera el caso, no sería posible ninguna operación intelectual que requiriera coordinación de pensamiento, ni siquiera cualquier concepción general del mundo; no podrían existir los conceptos separados, como tales, puesto que su verdadera naturaleza presupone un sistema” (Vygotsky, L-S., 1981, pp. 125). A lo que Vygotsky plantea, habría que agregarle, que las propias personas comienzan a “ampliar” los significados de los conceptos para adaptarlos a otras situaciones, que nada tienen que ver con el significado único y objetivo que los mismos contienen. En el mundo de las Ciencias, ya sea el de las Naturales, Exactas o Humanísticas debe solo manejarse un lenguaje monosémico, para evitar ambigüedades y confusiones dentro de las mismas. Tiene que haber solo un concepto de fuerza, de trabajo, de energía, de habilidad, de estrategia, de modelos, entre muchos otros. Sin embargo, en el campo de las Ciencias Humanísticas, por ejemplo, en la Pedagogía y la Didáctica se utilizan más de una definición 84 para un mismo concepto de aprendizaje o interdisciplinariedad, por solo citar dos de ellos. Lo mismo sucede en otros campos del saber humanístico, como por ejemplo en el Derecho, donde no existe una misma definición para cada tipo de delito cometido que sea común a todas las legislaciones, ni aun para la misma palabra delito, y existen muchos significados o polisemia para algunas palabras. Cuando lo anterior ocurre se violenta la “Primera Ley de la Lógica o Ley de la Identidad que, en general, señala que todo concepto o juicio debe ser idéntico a sí mismo. Por tanto, todo concepto es idéntico a sí mismo, aunque sean diversos los contextos y los sentidos que se pretenda utilizar” (Contreras, et.al.2019, pp. 39-40). En las Ciencias Naturales y Exactas, la polisemia en el orden conceptual, solo existe cuando se parafrasean de manera inadecuada los conceptos establecidos por los científicos y escritos por ellos en sus obras originales. Así encontramos, por ejemplo, que, “en el libro de texto de Física, décimo grado, que actualmente se utiliza en Cuba, se plantea la definición de movimiento rectilíneo uniforme (MRU) de la siguiente manera: <Un cuerpo se mueve con movimiento rectilíneo uniforme cuando realiza iguales desplazamientos en el transcurso de iguales intervalos de tiempo> y se omite al final de esta <cualesquiera que estos sean>. En el libro de los Diálogos sobre dos nuevas ciencias…Galilei enfatiza que a dicha definición hay que agregarle <… cualesquiera que estos sean>. De no ser así, la definición estaría incompleta y no se garantizaría con ello que la velocidad, en este tipo de movimiento, sea constante en cada uno de sus puntos a lo largo de todo el trayecto recorrido”. (Contreras, 2019, p.55). Como se ha discutido hasta aquí, todos los conceptos de las Ciencias, Exactas, Naturales y Humanísticas, no pueden regirse por la polisemia, sin embargo, ninguna de ellas escapa a tal disyuntiva, aunque en las humanísticas se acentúe más la problemática. Es tarea de los docentes enfatizar en los rasgos esenciales de cada concepto perteneciente a las ciencias y diferenciarlos de aquellos, que bajo el mismo nombre, es utilizado por las personas ajenas al mundo científico, pero que ya forman parte del lenguaje popular. Tomemos, por ejemplo, un concepto: Fuerza En el libro “Física”, escrito por Aristóteles se puede leer que: “En efecto, un cuerpo que se desplaza o que es arrojado divide un medio bien en virtud de su propia figura o bien en virtud de la fuerza de su lanzamiento. Por tanto, si se admitiese el vacío, todos los cuerpos tendrían la misma velocidad; pero esto es imposible”. (Aristóteles, 1995) Por su parte en el libro “Diálogos acerca de dos nuevas ciencias”, escrito por Galileo Galilei, puede leerse que: “SALVIATI. Sin ninguna otra experiencia, con sólo una breve y concluyente demostración, podríamos claramente probar no ser verdad que un móvil más pesado, se mueva con más 85 velocidad que otro menos pesado, siendo los móviles de la misma materia y tales como quiere Aristóteles. Pero antes dime, Simplicio, si tú admites que cada cuerpo pesado tiene asignada por la naturaleza su propia velocidad de caída, de tal modo que no se pueda acrecérsela o disminuírsela si no es haciendo uso de una fuerza u oponiéndole resistencia”. (Galilei, G, 1945) “SAGREDO. La demostración me parece tan bella, que aun cuando no tuviera la fuerza de persuadimos, en cuanto al original propósito a que se destinaba (aunque a mi parecer tiene mucha), de todos modos, ha sido muy bien empleado el tiempo dedicado a escucharla”. (Galilei, G, 1945) “SALVIATI. … es decir contra los que admitían el vacío como necesario para el movimiento. Pero si yo concediese que el argumento es concluyente, y concedo simultáneamente que en el vacío no se da movimiento, la posición del vacío tomado absolutamente y no en relación al movimiento, no queda invalidada. Mas para decir lo que tal vez hubieran podido responder los antiguos, a fin de que se aprecie mejor la fuerza probatoria del argumento de Aristóteles, paréceme que podríamos ir contra las suposiciones de aquél, negándolas ambas a dos”. (Galilei, G, 1945) Mientras que, en el libro “Principios Matemáticos de la Filosofía Natural, escrito por Newton se encuentra que: <Una fuerza aplicada es una acción ejercida sobre un cuerpo a fin de cambiar su estado, ya sea de reposo, o de movimiento uniforme en una línea recta>”. (Contreras, et.al.2019, p. 51). Notemos que es Newton quien define que es una “fuerza” y es con ese sentido que debe ser utilizado en el ámbito de las ciencias y no con otro. Sin embargo, si leemos lo escrito por Galileo en sus Diálogos, podemos encontrar la palabra “fuerza” con dos sentidos o significados diferentes, como mostramos a continuación: “…si tú admites que cada cuerpo pesado tiene asignada por la naturaleza su propia velocidad de caída, de tal modo que no se pueda acrecérsela o disminuírsela si no es haciendo uso de una fuerza u oponiéndole resistencia”. Aquí Galileo utiliza en concepto fuerza, tal y como Newton la define, o sea, como “una acción ejercida sobre un cuerpo a fin de cambiar su estado”. Pero, más adelante escribe Galileo que “la demostración me parece tan bella, que aun cuando no tuviera la fuerza de persuadimos…”. Como puede observarse el término “fuerza”, utilizado en el mismo libro no es utilizado de acuerdo a la definición de fuerza dado por Newton. Galileo cuando escribe “la fuerza de persuadirnos”, se refiere a hacernos cambiar de opinión, no de estado en el movimiento mecánico, por lo tanto, la palabra fuerza adquiere un significado más 86 amplio, como aquello que es capaz de provocar cambios, de manera general y no solo del movimiento mecánico. Como puede verse, la palabra fuerza, no tiene un solo significado, con ello hay que tener cuidado y aclarárselo bien a los estudiantes de Física, que van a encontrar su uso en otros contextos como se muestra a continuación: • Fuerza, en derecho una agresión física o emocional que una persona ejerce sobre otra o sobre cosas. Aquí la fuerza se manifiesta como cambio, producto de la interacción entre personas o personas y cosas. • Fuerza política, todas aquellas formaciones sociales que tienden a establecer, mantener o transformar el orden jurídico fundamental en lo relativo a la organización y ejercicio del poder. Aquí también la fuerza se establece como agente transformador que puede llegar a provocar cambios en una sociedad. • Fuerzas productivas. Las mismas pueden provocar cambios en una formación socioeconómica determinada, sea capitalista o socialista. • Fuerza de trabajo, la capacidad física y mental, inherente a todo ser humano, de realizar un trabajo. Con esta realización de trabajo, el ser humano puede provocar cambios en el ámbito en el cual se desarrolle. • Fuerzas armadas de un Estado. Las cuales pueden provocar cambios ante situaciones comprometedoras que pongan la paz y la tranquilidad ciudadana de un país determinado en peligro, aunque en ocasiones provocan el efecto contrario, como cuando se organiza un golpe de estado. De lo anterior puede concluirse, que sería muy útil elaborar una definición general de fuerza, donde se engloben las diferentes denominaciones que de la misma existan y desde la misma ir particularizando cada una de ellas. Los autores de este libro proponen que: “Fuerza es aquella acción potencialmente realizable, capaz de producir determinados cambios en las diferentes esferas de la realidad”. ➢ EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN LA DIDÁCTICA DE LA FÍSICA Este epígrafe y el siguiente se han elaborado en base a las ideas desarrolladas por el Dr. Contreras Vidal en su tesis doctoral nombrada Recursos didácticos integradores para facilitar, 87 en la estructura cognoscitiva de los profesores, la formación de conceptos del área de las ciencias naturales en la secundaria básica (2008). Dentro de la psicología cognitiva se pueden encontrar dos tendencias fundamentales. La primera tendencia tiene como objetivo esencial estudiar la cognición y analizar los mecanismos de la misma. Lo anterior lo realizan de una manera abstracta e independiente de todos los sistemas que le sirven de base como son los seres humanos, los animales, las computadoras, etc. Su meta es establecer las leyes y teorías que puedan ser aplicadas a la actividad de todos los sistemas mencionados. Desde esta tendencia se ha llegado a comparar a la computadora con la mente humana tomando como criterio que ambas reciben la información, la codifican, la almacenan, la procesan y organizan las respuestas. Ahora bien, el hecho de querer establecer un conocimiento general acerca de la cognición de la manera anterior, dejando a un lado “la cultura, la historia, la afectividad y el propio sujeto…resulta inviable…por ser la cognición una función del sujeto psicológico concreto” (González Rey, F., 1997, p.109). Conclusión con la que concuerdan los autores de este libro. La segunda tendencia cognitivista, por su parte, reconoce el carácter activo de los procesos cognoscitivos. De acuerdo a ella todo conocimiento es resultado de la búsqueda por parte del sujeto, de la acción del mismo sobre todo aquello que le rodea. Por lo tanto, este conocimiento mencionado no se obtiene solo por la simple transmisión desde fuera hacia adentro o por una cualidad de la psique que se origina en el interior del mismo. De esta forma, ellos consideran como uno de sus objetivos principales la concepción de modelos del aprendizaje, en donde se consideran la relación del sujeto activo sobre el objeto. Debe además declararse que para los cognitivistas todo conocimiento humano se basa en una construcción personal que el sujeto hace y que parte de todos los datos sensoriales, datos que no se reducen solo a la asociación de los mismos, sino que los trasciende. De lo anterior se deduce que este sujeto es capaz de elaborar y modificar dichos datos que provienen de la realidad, de manera tal que puede lograr anticiparse a la misma y transformarla. Él actúa sobre lo que le rodea haciendo uso de variados recursos, de estrategias para la formación de conceptos y la solución de problemas. Los mapas conceptuales de Novak y la Red 88 Asociaciones Significativas Conceptuales que los autores de este libro proponen, entre otros, son un ejemplo de lo anterior. Dentro de los cognitivistas más destacados se encuentra Bruner, quien elaboró algunas ideas sobre la instrucción (Corral, R., 1996, p. 29). Dentro de las mismas se encuentran: • Debe determinarse y describirse aquellas condiciones que pueden estimular la inclinación que el alumno tiene para aprender. • Debe determinarse la estructura óptima del cuerpo de conocimientos a estudiar y el orden de presentación del mismo de la manera más adecuada posible, con el objetivo de lograr que el alumno aprenda de una manera más efectiva y rápida. • Debe evaluarse el aprendizaje tomando en consideración una secuencia de recompensas y castigos. Cada una de las ideas señaladas, de acuerdo a Bruner, deben tenerse en consideración por el profesor a la hora de preparar un currículo, los medios de enseñanza, una clase, etc. Todas ellas se basan en intentar lograr un equilibrio entre el conocimiento a adquirir y las motivaciones y posibilidades del alumno. Ideas similares a las de Bruner pueden encontrarse también en los trabajos de Rubinstein (Rubinstein, J.L., 1967, p. 329). Además de lo anteriormente expresado, se añade que el cognitivismo también reconoce que existen factores personales y sociales que influyen sobre el rendimiento del sistema cognitivo a la hora de realizar una tarea. Algo que también tiene un gran interés para el cognitivismo es el conjunto de conocimientos previos que cada sistema cognitivo humano posee. Ausubel, Novak, Gowin, entre otros, se encuentran entre los que más han trabajado en esta última cuestión. Para ellos es más fácil aprender un nuevo conocimiento cuando él mismo se relaciona con un conocimiento ya adquirido. De esta manera, por ejemplo, el alumno llega a contar con variadas vías de acceso a esa nueva información y es capaz de construir redes de conocimientos, a partir de pequeñas unidades que se entretejen entre sí con significados determinados, conformando la estructura cognoscitiva. De no ocurrir lo anterior se vería entonces obligado a recordar hechos aislados sin significado alguno. Cada pequeña unidad que compone la estructura cognitiva tiene su correspondencia cerebral en los circuitos neuronales y su correspondencia mental en las representaciones llamadas esquemas. Se hace necesario resaltar que cada concepto en la mente no es algo simple ni aislado, sino una pequeña estructura que contiene un conjunto de elementos que se interrelacionan, que se enlazan, que se asocian; que estas estructuras son relativamente estables. Que los conocimientos previos vienen representados por esas estructuras y que el aprendizaje significa la modificación de la estructura cognoscitiva por incremento y 89 reestructuración, lo que la convierte en algo dinámico, cambiable. A todo lo planteado se le conoce como aprendizaje significativo. No cabe duda entonces que para los cognitivistas queda claro que los conceptos forman en la mente una estructura denominada estructura cognoscitiva, de modo que, para conocerlos, deben estudiarse en el contexto de sus relaciones, de sus enlaces y no de forma aislada. De acuerdo a lo anterior es que ellos se han dedicado a la elaboración de modelos estructurales de la memoria como por ejemplo, el modelo de Atkinson y Shiffrin (registro sensorial, almacén a corto y a largo plazo) (Casas, L.M, 2002, p. 44); los modelos concretos de la cognición humana como por ejemplo, el modelo realizado por Rosenblatt con las redes de dos capas que denominó perceptrones (intento de modelar las redes neuronales con la computadora) (Casas, L.M, 2002, p. 35) y a buscar diferentes modelos y métodos para la representación del conocimiento en la estructura cognoscitiva y la obtención de datos acerca de la misma, entre los que se encuentran los árboles conceptuales, los mapas conceptuales, las redes pathfinder, entre otras. El propio Vygotsky tuvo una idea acerca de cómo se distribuían los conceptos en la mente humana al considerar a los mismos sobre la superficie de un globo en donde “la ubicación de cada uno puede ser definida por medio de un sistema de coordenadas, correspondientes a las latitudes y longitudes geográficas. Una de estas coordenadas indicará la ubicación de un concepto entre los extremos de una conceptualización abstracta llevada a su máxima expresión y la captación sensoria inmediata de un objeto: su grado de concreción y abstracción. La segunda coordenada representará la referencia objetiva del concepto, su lugar en la realidad. Dos conceptos aplicables a diferentes áreas de la realidad, pero comparables en grado de abstracción- plantas y animales- pueden ser concebidos como variantes con respecto a su latitud, pero teniendo la misma longitud. La analogía geográfica se desbarata en varios detalles: el concepto más generalizado, por ejemplo, se aplica a un área más amplia de contenido, que podría ser representado por una línea, no por un punto, pero sirve para dar a entender la idea de que para estar adecuadamente caracterizado cada concepto debe estar ubicado entre dos continuos, uno que representa el contenido objetivo y otros los actos de pensamiento que captan el contenido. Su intersección determina todas las relaciones de un concepto dado con los otros, sus conceptos coordenados, sobreordenados y subordenados. Esta posición de un concepto dentro de un sistema total de conceptos puede ser denominada su medida de generalidad” (Vygotsky, L.S., 1981, p.126127). Para que se establezcan estructuras cognitivas estables y duraderas hay que considerar que las relaciones asociativas desempeñan una considerable e importante función, pero no son 90 estas solas las que inciden sobre la memoria porque también hay que tomar en consideración las relaciones significativas (Vygotsky, L-S., 1981; Rubinstein, J.L., 1967). “Los seres humanos tienden a trabajar más y a estar más motivados cuando las actividades de aprendizaje en las que participan tienen sentido en vez de carecer de él y las pueden recordar y articular con sus propias palabras” (Ausubel, D.P., 2002, p.47). Para nadie es un secreto que todo sujeto es capaz de estudiar y aprender más eficientemente en la propia medida que esté más motivado para hacerlo y esto lo logra cuando aquello que estudia tiene un sentido, un significado para él y, sin lugar a dudas, todo en la vida lo tiene. De lo anterior es que existen dos términos con similar significado en el argot psicológico que reflejan lo hasta aquí explicado: “anclajes” (Ausubel, D.P., 2002, p. 24) y “sutura” (Vygotsky, L.S., 1987, p. 177). Ambos términos suman en una sola palabra lo que los autores de este libro concuerdan en llamar: asociaciones significativas. Hasta aquí se puede decir que para retener y grabar en la memoria se necesita asociar significativamente, pero en la realidad no siempre se tienen relaciones significativas, no todos los materiales permiten tal retención y es entonces que lo que se va a aprender (retener, guardar en memoria) a partir de un material se vincula a una unidad estructural. Se entiende por estructura, en este caso, la disposición y relación del material con auxilio de su ritmo, de su disposición simétrica, etc. La clara estructuración y vinculación del material es condición indispensable para una eficaz retención en la memoria. “En las relaciones asociativas, intuitivas y estructurales se manifiesta preponderantemente la importancia del material. Pero la retención y la reproducción no dependen de las conexiones 91 objetivas del material, sino también de la relación, que con respecto a él, tiene la personalidad” (Rubinstein, J.L., 1967, p. 329), o sea, del acto volitivo. Resumiendo los aspectos anteriores se puede decir que para retener en memoria de una forma eficiente deben de tenerse en consideración, según Rubinstein (Rubinstein, J.L., 1967), los siguientes aspectos: • Numerosas, sistematizadas y variadas asociaciones alrededor del objeto (en nuestro caso del concepto) en cuestión. • Que las asociaciones estén llenas de sentido, de significado para el que aprende. • Que el material para aprender tenga una estructura adecuada que facilite la fijación en memoria, que sea importante. • Que el alumno tenga disposición al desarrollo, o sea una actitud y una postura orientada a querer aprender. También Vygotsky otorga especial importancia a la asociación significativa a la hora de la formación de los conceptos. Para él “Los conceptos no descansan en la mente...como los guisantes en una vaina, sin ningún enlace”, asociación, “entre ellos. Si éste fuera el caso, no sería posible ninguna operación intelectual que requiriera coordinación de pensamiento, ni siquiera cualquier concepción general del mundo; no podrían existir los conceptos separados, como tales, puesto que su verdadera naturaleza presupone un sistema” (Vygotsky, L-S., 1981, pp. 125). De tal manera, y de total concordancia con Vygotsky, el autor considera que la comprensión habitual de los conceptos consiste en establecer asociaciones significativas entre los mismos, en saber destacar lo importante y pasar de los elementos aislados al sentido del todo. En un curso de Física que se desee alcanzar aprendizaje significativo deben estar presentes, entre otros elementos, tareas que integren los conocimientos. Estas tareas motivan al estudiante a investigar para poder resolverlas e integran contenidos de diferentes ciencias y las situaciones que describen suelen darse en la vida cotidiana. Ejemplo de estas pueden ser las siguientes: • Es común percibir que el agua de una garrafa o tinaja es más fresca que la que se encuentra en una de vidrio. Explica por qué. • Cuando el té, el café o la leche están muy calientes es común soplar la superficie de esos líquidos para enfriarlos. Explique en base al modelo cinético molecular la razón de este procedimiento. 92 • Usualmente cuando alguien tiene fiebre se le baña o se le ponen compresas sobre la frente con agua fría. a) Explique el por qué. b) ¿Qué compresa será más eficiente para bajar la fiebre: compresas de agua fría o de alcohol? ¿Por qué? c) Si una persona tiene 38 0C de temperatura ¿Qué valor de temperatura debe tener el agua con que se le bañe para bajarle la fiebre? ¿Por qué? Insistimos en señalar, que a pesar de todo lo que se ha escrito acerca del aprendizaje significativo, lo que más se ha utilizado como estrategia para lograrlo, son los mapas conceptuales de Novak. También Marco Antonio Moreira, discípulo de este último, ha realizado investigaciones sobre otras maneras de medir cómo se relacionan en la estructura cognitiva de quien aprende, los conceptos, principios, leyes, teorías y modelos. Estos métodos, técnicas, estrategias son los árboles conceptuales, las proposiciones conceptuales, los test de asociaciones numéricas conceptuales y los test de asociaciones escritas conceptuales; estos test procesados luego por las técnicas estadísticas de Análisis Multidimensional y el Análisis Jerárquico de Cluster. Por último, destacar los trabajos del Dr. Jorge Luis Contreras, uno de los autores de este libro, quien para su tesis doctoral, diseñó la matriz de asociaciones significativas conceptuales, el rastreo conceptual, el test de los tipos de asociaciones significativas conceptuales y la red de asociaciones significativas conceptuales. (Contreras, 2008). ➢ DE LOS MAPAS CONCEPTUALES Y OTRAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE Los mapas conceptuales no son más que diagramas jerárquicos que procuran reflejar la organización conceptual de una disciplina o parte de una disciplina en la Estructura Cognoscitiva de quien aprende. Para realizar los mapas anteriores se le dan al alumno una serie de conceptos y se le solicita que escriba los mismos en una hoja de papel procurando agrupar los que están más relacionados entre sí y que trace líneas uniendo aquellos conceptos que están directamente relacionados. Cada línea relacionando dos conceptos debe ser numerada de modo que cada número usado corresponde a una breve explicación del alumno sobre lo que representa la línea o de lo contrario se realiza la explicación cortando la línea e intercalándola. Es de destacar que existen otras maneras de concebir estos mapas como el que se muestra a continuación. 93 Mapa conceptual referido al concepto agua mostrado por Novak, J.D, y Gowin, D.B., (Torres, J., 1994, p. 260) que es un ejemplo típico de cómo a través de este concepto pueden relacionarse a un grupo de conceptos relativos a las Ciencias Naturales. Es importante destacar que el mapa conceptual, al igual que las demás estrategias del PEA, pueden servir también como instrumentos de evaluación, ya que, en este caso, si se realiza una incorrecta jerarquización se hace visible que se ha cometido un error o varios errores conceptuales por lo que se debe insistir ahí para eliminar las dificultades o deficiencias en el aprendizaje. Los árboles conceptuales (Dos Santos, C.A y M.A Moreira, 1991, p. 105) pueden considerarse como la antesala de los mapas de Novak. Aquí el alumno recibe una lista de conceptos en orden alfabético y es solicitado a escoger, en esta lista, los dos conceptos que están más relacionados entre sí. Estos dos conceptos deben, entonces, ser escritos en el medio de una hoja en blanco y unidos por una línea que recibe el número 1. A partir de entonces continúa relacionando los demás conceptos con diferentes líneas enumeradas de acuerdo con el orden en que fue trazada. Las proposiciones conceptuales (Dos Santos, C.A y M.A Moreira, 1991, p. 107) relacionan dos o más conceptos. Aquí, al alumno se le dan dos conceptos y se le solicita que escriba un párrafo diciendo todo lo que sabe sobre los mismos; o bien que los una en una frase que refleje la asociación o relación entre los mismos o, dentro de una frase dada que describe la relación con la cual el alumno debe o no concordar y justificar el por qué. Rastreo Conceptual (Contreras, 2008, p.83). Muchas veces, o casi siempre, no se tiene la menor la idea de cómo se integra cada uno de los conceptos de una disciplina con los 94 conceptos de las restantes y este recurso ayuda a la resolución de tal problemática. En este recurso se toma un concepto y se va “rastreando” a lo largo de toda la disciplina y luego a lo largo de las restantes. Se puede tomar un concepto de la disciplina Física, por ejemplo temperatura, se “rastrea” él mismo a todo lo largo de la misma y luego a través de las disciplinas Química, Geografía y Biología, para luego ordenarlos tomando en consideración el grado de significación que para cada sujeto tiene. Por ejemplo, al “rastrear” el concepto de temperatura a lo largo de las cuatro disciplinas concernientes al área de las Ciencias Naturales, que se estudia en la educación secundaria en Cuba, se encuentra que el mismo está relacionado con los conceptos de todas ellas de 71 maneras diferentes, como se puede ver a continuación: 1. energía cinética 2. calor 3. temperatura de fusión 4. temperatura de ebullición 5. temperatura diaria, media mensual y variación anual 6. termómetro 7. átomo cósmico 8. expansión del universo 9. velocidad de las moléculas o movimiento térmico 10. disminución de los glaciares en la era cenozoica 11. altas temperaturas de las aguas de mar en el período jurásico 12. núcleo de la tierra 13. magma (magmatismo) 14. densidad de un gas 15. calentamiento de las aguas subterráneas 16. formación de las corrientes marinas 17. estados de las sustancias y sus cambios (evaporación, ebullición, licuación, sublimación, solidificación, etc.) 18. temperatura corporal 19. solubilidad de las sustancias 20. vaporización y destilación 21. altitud en la atmósfera 22. radiaciones solares 23. aire atmosférico 95 24. estaciones del año 25. sucesión de los días y las noches 26. latitud geográfica 27. corrientes oceánicas 28. distribución de las tierras y las aguas 29. ecuador del calor 30. polos de frío 31. formas de propagación del calor (convección, conducción y radiación) 32. energía emitida por los cuerpos (visibles o no) 33. vientos y brisas marinas terrales 34. equilibrio térmico 35. peso de los gases 36. presión de los gases sobre la superficie de la tierra 37. volumen de un gas 38. ciclones y anticiclones 39. gas ideal 40. calmas ecuatoriales y subtropicales 41. masas de aire polar y tropical 42. rayo atmosférico 43. difusión 44. primeras moléculas orgánicas 45. fosas nasales 46. parte de la energía en la respiración 47. respiración de las semillas de las plantas 48. método de preservación de alimentos (calentamiento y refrigeración) 49. efecto invernadero 50. trabajo de las enzimas 51. óxidos moleculares e hidróxidos no metálicos y metálicos 52. disolución de las sales en agua 53. desintegración y descomposición de las rocas 54. pérdida de agua por el suelo 55. proceso Harber 56. desarrollo de los cultivos 57. sudor 96 58. glándulas sudoríparas 59. ejercicio físico 60. vasodilatación y vasoconstricción sanguínea 61. hipotermia 62. termoterapia y cambios fisiológicos (aumento del flujo sanguíneo, del metabolismo, del volumen de la sangre, del consumo de oxígeno, cambios en la composición de la orina, del sudor y la sangre) 63. trabajo muscular 64. incremento de la frecuencia cardiaca 65. permeabilidad de la membrana muscular a los iones de calcio y potasio 66. dilatación y contracción de los músculos 67. dolor rápido 68. velocidad de las reacciones químicas metabólicas 69. ondas ultrasónicas 70. formación de espermatozoides 71. función homeostática La Red de Asociaciones Significativas Conceptuales (RASC) como con antelación ya se había declarado (Contreras, 2008, p.84), considera las asociaciones significativas, la cual parte de considerar cada concepto desde los cuatro tipos de asociaciones conocidas: por semejanza (S), por contigüidad (Ct), por contraste (C) y por causa y efecto (CE). Esta estrategia es potencialmente facilitadora para la formación de los conceptos de una manera integrada. En sí es un diagrama que intenta modelar las diferentes relaciones que se establecen entre los conceptos desde los diferentes tipos de asociaciones que existen; es un diagrama de significados, de relaciones significativas, en fin es un diagrama de asociaciones significativas. Para tejer dicha RASC se debe colocar en el centro de una hoja el concepto que se quiera estudiar en su integración y, a partir del mismo, comenzar a asociarlo por las cuatro vías anteriormente mencionadas. A este concepto se le denomina “concepto araña” porque es de él que, precisamente, se comenzará a “tejer” dicha red. Como puede observarse el concepto araña se asocia a los demás conceptos a través de líneas que se numeran para denotar el grado de jerarquización entre los conceptos asociados. El tamaño de la línea es arbitrario. 97 Lo verdaderamente importante es que la RASC, tejida de la manera anterior, se convierte en una estrategia capaz de evidenciar las asociaciones y los significados que se establecen entre los conceptos que se estudian en el contexto de un cuerpo de conocimientos entre varias disciplinas, de una disciplina o de una asignatura. Si el que teje la RASC, ya sea profesor o alumno, une dos conceptos o más, a través de una línea numerada, debe ser capaz luego de explicar el significado de la asociación que ve entre los mismos. La RASC por sí sola no es autoexplicativa, las relaciones mostradas deben de ser explicadas por quien la teje; así al exponerlas la persona es capaz de pasar del plano intrapsicológico al interpsicológico, es capaz de externalizar los significados. Es aquí donde radica el mayor valor de la RASC. Haciendo uso de la RASC se puede garantizar la multiplicidad de las asociaciones y la jerarquización de las mismas alrededor de un concepto y, por lo tanto, comprenderlo mejor y fijarlo con mayor solidez en la memoria. Se parte para ello del hecho de que dos ideas o más que precedentemente han formado parte del mismo acto integral del conocimiento, se sugieren mutuamente siempre y cuando las mismas sean significativas. Un ejemplo de una RASC, realizada por un especialista en Física, puede verse a continuación: 98 En la misma se puede observar las diferentes asociaciones que el profesor realizó alrededor del “concepto araña” y los niveles de jerarquización de las mismas de acuerdo a su Estructura Cognoscitiva. Se hace necesario plantear ahora que toda RASC puede ser ampliada siempre y cuando se sigan encontrando conceptos que se asocien al “concepto araña” por los cuatro tipos de asociaciones. Además, cada concepto asociado puede continuar desarrollando la RASC a partir de él mismo dentro de la propia RASC, o pudiera construirse una nueva RASC teniéndolo a él ahora como un nuevo “concepto araña” independiente. La RASC, hasta aquí explicada, puede ser utilizada como un recurso didáctico que permita: Analizar el plan de estudio de una enseñanza determinada: Es posible tejer una RASC o varias de ellas, por parte del profesor, con los conceptos fundamentales que van a ser objeto de estudio en una clase, en una unidad, en un curso, etc. Cada RASC permite mostrar las diferentes asociaciones y los significados que existen entre los conceptos desde la perspectiva del profesor, la cual puede y debe ser confrontada con cada RASC tejida por los alumnos en el transcurso del PEA. Evaluar y potenciar la Zona de Desarrollo Próximo: La RASC puede ser utilizada como un medio de evaluación del aprendizaje ya que la misma muestra una visualización de la organización conceptual que quien la teje atribuye a un determinado conocimiento. Debe tenerse en consideración que la RASC es muy difícil de evaluar desde el punto de vista cuantitativo porque se teje en base a interpretaciones personales, a significados los cuales tienen un carácter idiosincrático por lo que las RASC no se presentan con el grado de uniformidad con la que si se presentan las respuestas a las tareas que habitualmente los 99 profesores le proponen a sus alumnos. Generalmente los profesores enseñan los contenidos, de forma tal, que los mismos no presenten mucho margen para interpretaciones personales. De manera tal que la evaluación debe ser dinámica donde la interacción entre el profesor y el alumno y entre los alumnos sea constante con el objetivo de que se pueda determinar el nivel de desempeño real y potencial del que está siendo evaluado. La actividad conjunta entre ellos propicia que el segundo abra ante el primero la Zona de Desarrollo Próximo. Modelar la estructura cognoscitiva de quien aprende: La RASC es un diagrama que muestra escuetamente las estructuras conceptuales que están siendo enseñadas por el profesor y que están siendo aprendidas por el alumno. Cada RASC cambia en la medida que la Estructura Cognoscitiva tanto del profesor como del alumno también tiende a hacerlo. La característica esencial de este recurso didáctico es que él mismo no es autoexplicativo, sino que debe ser explicado y discutido por quien lo tejió. Al tejerse una RASC la misma se convierte en un posible modelo de organización conceptual de la Estructura Cognoscitiva. Modelo que se basa en las asociaciones significativas conceptuales. Explorar la Estructura Cognoscitiva: Antes de comenzar a impartir un nuevo contenido la RASC tejida por un alumno puede servir para determinar los conocimientos previos que posee en su estructura cognoscitiva acerca del mismo. También la RASC tejida en diferentes momentos de la impartición del contenido permite ir conociendo si la estructura cognoscitiva se va modificando o no y con qué calidad lo va haciendo. Por ejemplo, a un profesor de Física o estudiante de la misma, se le da el concepto de velocidad y se le pide que lo asocie libremente, o sea que coloque junto al mismo todos aquellos conceptos o palabras que le vengan a la memoria y que crea que estén asociados al mismo, luego el profesor o estudiante numera cada concepto asociado libremente de acuerdo al grado de significación que para él tengan y por último teje la RASC. En gran medida todos los conceptos asociados libremente son los que él tenía en su Estructura Cognoscitiva. Al conocer la estructura de ésta en relación al concepto en cuestión, pues ya se puede decir que se conocen los conocimientos previos que él mismo tenía sobre el concepto y entonces se pueden comparar estos con la nueva RASC que “tejerá” nuevamente cuando estudie el capítulo seleccionado, el cual ha sido diseñado de forma integradora. La comparación de ambas redes reflejará si existieron cambios sustanciales en la organización de su Estructura Cognoscitiva. Es esencial enfatizar en el hecho de que la RASC es dinámica como dinámica es la Estructura Cognoscitiva de quien aprende o enseña. Ésta se encuentra cambiando constantemente en el transcurso del Proceso de Enseñanza-Aprendizaje. La Estructura Cognoscitiva está constantemente acrecentándose y reestructurándose o reorganizándose. La RASC de hoy no 100 será la de mañana ni cuantitativa ni cualitativamente. A medida que cambia la comprensión de las asociaciones y los significados entre los conceptos, la RASC también cambia. Recuérdese “que los significados de las palabras sufren un proceso de desarrollo”, que son “dinámicos y no formaciones estáticas” (Vygotsky, L.S., 1981, p. 138) El análisis y discusión de cada RASC se realiza sobre una base cualitativa. La información dada por el que la teje debe de interpretarse con el fin de obtener evidencia de la existencia de un aprendizaje en base a las asociaciones significativas y no mecánicas. Todas las estrategias presentadas en este epígrafe son asociativas-significativas ya que permiten asociar conceptos con un grado de jerarquización tal que da la medida del significado entre los mismos y sirven para determinar la Estructura Cognoscitiva de quien aprende antes y después de la instrucción. Determinar la Estructura Cognoscitiva significa conocer cómo se disponen las ideas y conceptos que el alumno tiene, cuán claras y estables están las mismas y cómo se relacionan y se jerarquizan entre ellas. Es de destacar que la Estructura Cognoscitiva como “producto de los procesos cognitivos y la interacción con el medio…es esencialmente dinámica, sean cuales sean los métodos empleados para su conocimiento, reflejarán el estado en un determinado momento, que quizás pueda ser diferente a otro” (Casas, L.M, 2002, pp. 136) ➢ A MANERA DE EPÍLOGO Los esfuerzos puestos en práctica en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la Física aún encierran numerosas dificultades, principalmente las relacionadas con el desarrollo de la inteligencia, creatividad, modelación e innovación en el estudiante, dejando honda huella en las actividades encaminadas a la reproducción de saberes y memorización de contenidos. (Moreno, 1989). Debemos recordar que la enseñanza de las ciencias reviste una dificultad ya tradicional derivada de varios aspectos entre los que podemos mencionar a las estrategias didácticas utilizadas, el perfil del profesor, la disposición del alumno a aprender Física, entre otras. En este libro la intención fue atender estos aspectos pero ir más allá. Esto quiere decir, incluir varios elementos alrededor de la enseñanza de las ciencias que deben ser tomados en cuenta si lo que se desea es que el alumno aprenda. Los autores revelan la importancia de la Humanística dentro de la didáctica de las ciencias como un aspecto fundamental para comprender lo que es la Física, como una premisa sobre la cual descansa el esfuerzo de todos los actores del proceso educativo, la Humanística como una respuesta a los métodos tradicionales de enseñanza de las ciencias, concretamente en lo 101 relacionado a privilegiar la formación puramente tecnicista. La Humanística como nuevo horizonte formativo que atienda, entre otros aspectos, a considerar la ciencia como un tema social, constructivo, a pensar en una ciencia para todos, en una ciencia para la vida. Un elemento de discusión fue el considerar la didáctica de las ciencias como una ciencia. Los autores giran alrededor del mismo concepto de lo que es ciencia con la intención de evaluar la posibilidad de asignar este rango a la didáctica. Entre los especialistas cubanos que han estudiado este tema e inclusive han aportado el concepto de didáctica desarrolladora se encuentran Carlos Álvarez de Zayas, Guillermina Labarrere, José Zilberstein Toruncha y Margarita Silvestre Oramas, además de enriquecer el sistema categorial, hasta llegar al especialista alemán Lothar Klimberg, quien la identifica como ciencia. Como sugiere el Dr. Contreras Vidal, la enseñanza de la Física requiere que el alumno esté enterado de la historia de la ciencia, facilita el proceso de aprendizaje el hecho que el alumno conozca cómo se desarrolló la ciencia con el paso del tiempo, cuáles fueron los acontecimientos históricos que provocaron los descubrimientos, qué buscaban los científicos de la época, cómo es que llegaron a los diferentes hallazgos científicos y cómo fueron éstos estudiados por la comunidad científica, en síntesis el Historicismo como elemento que despierta en interés del alumno para explicarse la ciencia misma. El mismo Dr. Contreras Vidal, el Dr. Rivero Pérez y la MSc. Pedraza González aportan la Teoría de la Omisión, señalan puntualmente que omitir el desarrollo histórico de conceptos, principios, leyes, teorías y modelos en los libros de textos de Física, puede traer como consecuencia que en el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta, aparezcan ideas o concepciones alternativas, tanto en profesores como en estudiantes. Se combate entonces la polisemia conceptual que en el tema de la Física no es admitido, el lector puede entonces formularse un juicio acerca de las complicaciones didácticas en el aula de ciencias cuando el alumno no cuenta con el concepto correcto de lo que estudia y por lo tanto construir más ciencia partiendo de lo erróneo no le permitirá aplicar la Física. En el camino de una enseñanza efectiva de las ciencias, el Dr. Rivero Pérez y la Dra. Torres Rivera, señalan con oportunidad y acierto que es oportuno hacer algunas reflexiones sobre los sistemas de tareas docentes ya que las tareas aisladas no son capaces de lograr los objetivos propuestos en las diferentes materias en un programa educativo. Y puntualmente señala que una enseñanza efectiva debe considerar invariablemente un conjunto integrado de tareas, que se organiza, estructura y desarrolla sobre la base de factores; didáctico, metodológico, lógicopsicológico, epistemológico y culturológico-humanístico, de acuerdo con las cualidades generales de los sistemas y que realiza funciones de enseñanza, educativa y desarrolladora. 102 El Dr. Rivero Pérez y la Dra. Torres Rivera, se muestran enfáticos en relación con el enfoque sociocultural en la didáctica de las ciencias, aportan elementos al proceso de enseñanza que nombran como “factores” necesarios para que el alumno se apropie no solo de los saberes de la ciencia, sino que aprenda sobre la ciencia, estos factores son: psicológico, cultural y epistemológico. En esta postura en relación a la didáctica de las ciencias, se propone en concreto abandonar los sistemas tradicionales de la enseñanza para dar paso a nuevas consideraciones en las que el proceso debe redireccionarse, es decir, no basta con saber y saber hacer, hay que saber valorar. La preocupación acerca de lo que sucede en el aula, las estrategias de enseñanza de los profesores, cómo aprende el alumno , cómo comprometer al alumno en su propio proceso de aprendizaje, en general lo relacionado con los ambientes de aprendizaje para la enseñanza de la Física, son temas tratados por el Dr. Valle Mijangos. Sus aportaciones básicamente consisten en promover ambientes propicios para que el alumno logre los aprendizajes planificados, y para esta finalidad ha propuesto tomar en cuenta elementos como hacer que el alumno tenga acceso a nuevas y más variadas fuentes de información, a la consulta con expertos en los temas, a sistemas de evaluación no solo más justos sino considerar un espectro de criterios de evaluación y sobre todo el momento de la evaluación. Todo este ambiente propicio para aprender Física debe mediarse con un sistema de comunicación efectiva entre el profesor y el alumno, así mismo, resulta de capital importancia involucrar, comprometer, “enganchar” al alumno en su propio proceso de aprendizaje. De ahí la importancia del contexto del alumno, este acercamiento que se propone derivará en conocer la situación social del alumno y tomar en cuenta esos aspectos para comprender su desempeño. Se suman a estas propuestas algunos elementos a considerar como ejes centrales de la discusión en este libro, uno de ellos es la perspectiva de cultura científica. La cultura científica de los profesores y estudiantes de Física depende, en gran medida, de que los libros de textos no solamente contengan los conocimientos básicos de la ciencia en cuestión, sino que también incluyan aspectos relativos a los riesgos, efectos adversos, usos políticos, dilemas éticos o influencias económicas de la investigación científica y el desarrollo de la tecnología, así como la habilidad o capacidad para hacer frente a los objetos tecnológicos de la vida cotidiana. Los autores señalan puntualmente que el desarrollo de la cultura científica reclama, cada vez en mayor medida, que se tenga en cuenta familiarizar a los estudiantes con las siguientes cuestiones: cómo se construye la ciencia y cómo una teoría sustituye a otra, principalmente. 103 Otro elemento fundamental de los autores que se agrega a la tarea de la cultura científica necesaria y en general a la didáctica de la Física es el Historicismo. El valor del historicismo, que según el Dr. Contreras Vidal, logra colocar a los físicos y sus realizaciones científicas en la época en la cual vivieron, en su entorno social, en su vida cotidiana, con sus logros y vicisitudes, en sus escritos originales y no en los parafraseados por otros, en fin, colocar a la Física, desde la visión humanística. Enfatiza al afirmar que el alumno debe saber sobre la Física, debe conocer la línea de tiempo en el desarrollo de la disciplina y cómo se desencadenaron los descubrimientos, así como saber acerca del contexto y fenómenos en medio de los cuales se generó el conocimiento. Adicionalmente, los autores proponen en este libro valorar la utilidad de las representaciones gráficas del conocimiento con el uso de mapas conceptuales. Los mapas conceptuales permiten el procesamiento y sistematización de la información, a través de la elaboración de notas, resúmenes, valoraciones, esquemas, tablas, gráficos y mapas, entre otros. Las redes neuronales, el rastreo conceptual, arboles conceptuales y proposiciones conceptuales promueven la significancia del conocimiento en el alumno y permiten que desarrolle elementos dentro del cognoscitivismo encaminados a la reflexión técnica de saberes y sus aplicaciones. Así, las ideas centrales de los autores en este libro comprenden las concepciones alternativas, Teoría de la Omisión, la Humanística y su implicación en el proceso de enseñanza aprendizaje de las ciencias, ambientes de aprendizaje, competencias, Historicismo y su papel en el proceso de enseñanza aprendizaje del alumno, la polisemia y monosemia en la construcción de los conceptos, aprendizaje significativo, mapas conceptuales, cadenas verbales, tareas docentes con enfoque sociocultural, en teorías implícitas, secuencia de clases, relaciones Ciencia Tecnología Sociedad, más Innovación, más Ambiente (CTS+I+A), problemas de lápiz papel, diseño de experimentos, metodología de la superficialidad, cambio conceptual, cambio actitudinal, cambio procedimental, enfoque cultural, enfoque sociocultural y análisis epistemológicos, entre otras. Así, la inquietud que motivó a los autores de este libro fue ¿Qué reflexiones de carácter teórico práctico, acerca de la didáctica de las ciencias, se deben hacer si se quiere perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias en la escuela y en particular el de la Física? y en el intento de contestarla, consideraron que habría que atender un grupo de necesidades como las siguientes: o La necesidad de considerar la didáctica general como ciencia y como modelo teórico generalizador o La necesidad de imprimir una orientación cultural a la educación científica 104 o La necesidad de considerar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características distintivas de la actividad psíquica humana o La obligación de reflejar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje las características fundamentales de la actividad investigadora contemporánea. De esta manera, los autores ponen al alcance del lector un recurso literario más que contribuye al espacio “DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS A LA ENSEÑANZA DE LA FÍSICA UNA NECESIDAD IMPOSTERGABLE”. ➢ FUENTES BIBLIOGRÁFICAS UTILIZADAS Y OTRAS MÁS 1. Acantilado Matthews, M. (1994). Historia, filosofía y enseñanza de las ciencias: la aproximación actual. Enseñanza de las ciencias, p. 257 2. Ahlberg, A. (2008). Teaching and learning in hard science research environments: views of academics and educational developers. Higher Education Research and Development, 27, 133-142 3. Alamino, D. J. (2005). Giordano Bruno: varias lecturas de una vida y un pensamiento. Palabra Nueva, Revista de la Arquidiócesis de La Habana, XIV (144), p. 62. 4. Alamino Ortega, D.J (2000). Historia, Filosofía y Enseñanza de la Física. Departamento de ciencias exactas. Material en soporte magnético. Universidad Pedagógica de Matanzas. En: [email protected] 5. Ali, S., Rohindra, D. y Richard Coll. (2008). 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Autor de libros relacionados con la Teoría de la Omisión y el papel del historicismo y la humanística en la física y su didáctica. E-mail: [email protected]. Héctor Ramón Rivero Pérez ORCID iD: 0000-0002-2093-472X. Licenciado en Física, master en ciencias pedagógicas. Doctor en Ciencias Pedagógicas en la rama didáctica de la física y en específico en la solución de problemas físicos. Miembro permanente de la Comisión Nacional de Carrera en la especialidad de licenciados en educación en la enseñanza de la Física. Profesor titular del Dpto. de Ciencia Exactas de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, profesor consultante y jefe de la de la Disciplina Física Básica. Autor de varios textos relacionados con la didáctica de la Física y la Didáctica de las Ciencias. Ha publicado artículos en revistas de impacto y ha asistido a eventos internacionales. E-mail: [email protected]. Rosalina Torres Rivera ORCID iD: 0000-0002-4887-6752. Licenciada en Física, máster en ciencias pedagógicas, doctora en ciencias pedagógicas en la rama didáctica de la Física. Profesora titular del Dpto. de Ciencia Exactas de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, profesora consultante y jefe de la Disciplina Física General. Ha publicado artículos en revistas de impacto y ha asistido a eventos internacionales como ponente relacionados con la didáctica de la Física y la Didáctica de las Ciencias. Imparte Física General, Didáctica de la Física, Relaciones CTS, Relaciones interdisciplinarias en las ciencias, entre otras. E-mail: [email protected]. Xenia Pedraza González ORCID iD: 0000-0001-8036-5736. Licenciada en educación, en Física Electrónica, Máster en Educación Superior, Mención Docencia Universitaria. Profesora Investigadora del Ecuador, acreditada por la SENESCYT. Ha obtenido la certificación por competencias laborales que otorga la SETEC, lo que la acredita como capacitadora independiente del Ecuador. Autora de artículos publicados en revistas indexadas y de libros publicados relacionados con la Teoría de la Omisión y el papel del historicismo y la humanística en la física y su didáctica. Se ha desempeñado como docente de la enseñanza superior en universidades de Cuba y del Ecuador. Actualmente se desempeña como directora académica del Centro de Gestión Internacional de Capacitación y Posgrado (GESICAP). E-mail: [email protected]. Miguel Ceferino Bermúdez Lucas ORCID iD: 0000-0001-7882-3937. Licenciado en Ciencias de la Educación especialización Físico - Matemáticas. Ingeniero Eléctrico. Máster en Gerencia de Proyectos educativos y Sociales. Docente de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Ecuador; en la Facultad de Ciencias Informáticas; carrera Tecnologías de la Información. E-mail: [email protected]. Ediciones GESICAP