TEMAS DOCTRINALES 2022 Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes TEMAS DOCTRINALES 2022 Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días Salt Lake City, Utah, EE. UU. © 2021 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Versión: 8/20 Traducción de Come, Follow Me—For Aaronic Priesthood Quorums and Young Women Classes: Doctrinal Topics 2022 Spanish 17812 002 Impreso en los Estados Unidos de América. Í ndice de tem a s Índice de temas Cómo utilizar Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes . . . . . . . . . . . . . . iv 9 enero: ¿Cómo desea Dios que yo cuide Sus creaciones, entre ellas mi cuerpo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 23 enero: ¿En qué forma puede ayudarme el Señor a servir más fielmente? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 13 febrero: ¿De qué manera podemos mantenernos fieles al Salvador en un mundo inicuo? . . . . . . . . . . . . . . . 7 27 febrero: ¿Por qué es importante el matrimonio eterno? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 13 marzo: ¿Cómo puedo afrontar la adversidad con fe? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 27 marzo: ¿Quién soy y quién desea Dios que llegue a ser?” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 10 abril: ¿Cómo puedo fortalecer mi fe en Jesucristo cada día? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 24 abril: “¿Por qué Dios nos da mandamientos?” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 8 mayo: ¿Cómo sé que Dios me ha perdonado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 22 mayo: ¿En qué forma puedo demostrar mi gratitud a Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 12 junio: ¿Cómo escucho la voz del Señor? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 26 junio: ¿Por qué es importante la castidad en el plan de Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 10 julio: ¿Por qué es importante seguir a los profetas vivientes de Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 24 julio: ¿Qué bendiciones provienen de recibir las ordenanzas del templo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 14 agosto: ¿De qué manera puedo hallar gozo en seguir al Salvador? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 28 agosto: ¿En qué forma me puede ayudar el Salvador durante mis pruebas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 11 septiembre: ¿Cómo puedo ser limpio y feliz nuevamente después de haber pecado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 25 septiembre: ¿Cuáles son nuestras responsabilidades en la obra de salvación y exaltación? . . . . . . . . . . . . . 52 9 octubre: ¿Por qué Jesucristo debe ser fundamental en mi vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 23 octubre: ¿Está escrito el Evangelio en mi corazón? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 13 noviembre: ¿En qué forma puedo recibir un derramamiento del Espíritu del Señor? . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 27 noviembre: ¿De qué manera puedo compartir el Evangelio? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 11 diciembre: ¿Pongo las cosas de Dios en primer lugar en mi vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 iii Cómo utilizar Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes ¿Cuáles son los propósitos de las reuniones de clase y de cuórum? El Señor les ha dado un deber sagrado: Les ha llamado a servir en una presidencia de clase de las Mujeres Jóvenes o en una presidencia de cuórum del Sacerdocio Aarónico. Parte de su responsabilidad es dirigir las reuniones de clase o de cuórum los domingos; para ello, es útil entender por qué tenemos estas reuniones. Las reuniones de clase de las Mujeres Jóvenes y de cuórum del Sacerdocio Aarónico son diferentes de las clases de la Iglesia como la Escuela Dominical o Seminario. En las reuniones de clase o de cuórum, hacemos más que estudiar un tema del Evangelio. Aprendemos sobre la obra que Dios nos ha encomendado y organizamos a los miembros de nuestra clase o cuórum para llevar a cabo esa obra en nuestro hogar, en la Iglesia y en nuestra comunidad. En esas reuniones, no solo hablamos de la obra, sino que hacemos planes para cumplir con nuestra función como integrantes del batallón de jóvenes del Señor, lo cual incluye ayudar en el recogimiento de Israel. iv En las reuniones de la clase o del cuórum, hacemos planes para cumplir con nuestra función como integrantes del batallón de jóvenes del Señor. Sin embargo, este énfasis en la obra no quiere decir que dejamos los análisis sobre doctrina solo para la Escuela Dominical. De hecho, el aprendizaje de la doctrina en las clases de Mujeres Jóvenes y en las reuniones de cuórum del Sacerdocio Aarónico es esencial, ya que nos ayuda a fortalecer nuestra relación con Jesucristo, a entender el plan del Padre Celestial y a participar en Su obra. Al estudiar el Evangelio juntos, las verdades que aprendemos pueden cambiar nuestro corazón y ayudarnos a saber cómo actuar más a la manera de Cristo. Podemos recibir impresiones sobre formas de crecer “en sabiduría, y en estatura y en gracia para Có mo utiliz a r “ V en , sígueme — Pa r a cuó rums del S acer d o cio A a ró nico y cl a ses de l a s Mujer es Jóvenes” con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Al llegar a estar más convertidos a Jesucristo y Su evangelio, hallaremos gozo y tendremos el deseo de ayudar a los demás a lo largo de la senda de los convenios. ¿Quién dirige estas reuniones? Dios los ha llamado a ustedes como presidencias de clase y de cuórum y les ha dado autoridad para liderar. Es por eso que toda reunión de su clase o cuórum la debe dirigir un miembro de la presidencia de la clase o del cuórum. Los líderes adultos deben ofrecer guía y apoyo, pero no asumir el control. Consulten la sección titulada “Deliberar en consejo” al principio de cada reseña de este recurso para encontrar ideas que les ayuden a saber cómo dirigir una reunión y lograr sus auténticos propósitos. Utilicen las reuniones de presidencia para planificar cómo dirigirán esas reuniones dominicales. ¿Quién debe enseñar la lección? Las lecciones las pueden enseñar líderes adultos, un miembro de la presidencia de la clase o del cuórum, o cualquier otro miembro de la clase o del cuórum. Como presidencia de clase o de cuórum, consulten con los líderes adultos con respecto a quién se debe asignar para que enseñe las lecciones. Recuerden que sus líderes adultos tienen mucho que ofrecer; procuren aprender de su experiencia y su testimonio. El pedir a los jóvenes que enseñen también tiene ventajas, ya que el enseñar puede contribuir a profundizar su conversión y ayudarles a forjar una relación más estrecha con los miembros de la clase o del cuórum. Por tanto, denles oportunidades apropiadas para enseñar toda la lección o parte de ella, pero tomen en cuenta las necesidades y la capacidad de las personas de su clase o cuórum. Por ejemplo, los líderes adultos podrían enseñar con mayor frecuencia en clases o cuórums integrados por jóvenes de menor edad o por jóvenes que tengan menos experiencia en enseñar el Evangelio. Cuando se invite a los jóvenes a enseñar, uno de sus padres o un asesor adulto debe ayudarles a prepararse según sea necesario. Aquellos a quienes se les asigne enseñar pueden utilizar la sección titulada “Enseñar la doctrina” de cada reseña de este recurso para que les ayude a prepararse. Dicha sección contiene sugerencias para enseñar y analizar la doctrina de esa semana, pero los maestros no deben sentirse limitados a esas sugerencias solamente. Según les indique el Espíritu, los maestros pueden adaptar esas ideas o utilizar ideas propias para enseñar de una manera que atienda mejor las necesidades de los miembros de la clase o del cuórum, y que les ayude a entender y a poner en práctica la doctrina. ¿Qué temas doctrinales analizaremos en nuestras reuniones? El tema de la reseña de cada semana es un principio doctrinal que ha sido seleccionado para que vaya de acuerdo con la lectura del Antiguo Testamento que se recomienda para esa semana, cual se encuentra en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar. De ese modo, los análisis doctrinales que tengan lugar en las reuniones de clase y de cuórum apoyarán lo que los jóvenes estén aprendiendo en casa. Aun cuando las reseñas son para enseñarlas en ciertos domingos, se sigue teniendo la opción de analizar otros temas doctrinales según las necesidades de la clase o del cuórum. v V en , sígueme — Pa r a cuó rums del S acer d o cio A a ró nico y cl a ses de l a s Mujer es Jóvenes: T em a s d o ct r in a les 202 2 Este recurso contiene reseñas para cada semana en que se llevan a cabo clases de las Mujeres Jóvenes y reuniones de cuórum del Sacerdocio Aarónico. En ciertas ocasiones, quizá sea necesario omitir una lección debido a conferencias de estaca u otras razones. ¿Cuál es la función de nuestros líderes adultos? Los líderes adultos tienen una función importante en las clases de Mujeres Jóvenes y los cuórums del vi Sacerdocio Aarónico. Ellos los guiarán y asesorarán a ustedes en sus llamamientos de liderazgo; los apoyarán y animarán conforme lleven a cabo la obra de la clase o el cuórum. Les enseñarán doctrina y les bendecirán mediante su ejemplo, experiencia y testimonio. 9 ENERO ¿Cómo desea Dios que yo cuide Sus creaciones, entre ellas mi cuerpo? GÉNESIS 1–2; MOISÉS 2–3; ABRAHAM 4–5 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada y qué invitaciones o asignaciones se hicieron? ¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con esas invitaciones o asignaciones? • Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos decir o hacer para tender una mano a aquellos que pudieran sentirse solos o alejados del Padre Celestial? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el amor de Jesucristo? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas podemos compartir unos con otros para ayudar a fortalecer a nuestras familias? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. 1 9 enero Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Bajo la dirección del Padre Celestial, Jesucristo creó la tierra y todo lo que hay en ella, incluso a Adán y a Eva. Cuando terminó, vio que “todas las cosas que [Él] había hecho […] eran buenas” (Moisés 3:2). Medita sobre los sentimientos que tienes cuando observas las creaciones de Dios. Dios nos ha dado a nosotros, Sus hijos, la responsabilidad de cuidar todo lo que Él ha creado. El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Como beneficiarios de la Creación divina, ¿qué debemos hacer? Debemos cuidar la tierra, ser mayordomos sabios de ella y conservarla para las futuras generaciones […]; debemos prepararnos para nuestro propio destino divino: gloria, inmortalidad y vidas eternas” (véase “La Creación”, Liahona, julio de 2000, págs. 104, 105). ¿De qué manera ayudarás a los miembros de la clase o del cuórum a incrementar su deseo de cuidar y proteger su cuerpo y todas las creaciones de Dios? A fin de prepararte para enseñar, podrías repasar el mensaje del presidente Nelson que se ha citado anteriormente, así como Doctrina y Convenios 59:15–20; 104:13–18. Nuestro cuerpo fue creado a imagen de Dios. 2 A fin de ayudar a los jóvenes a considerar lo que puedan hacer para cuidar mejor de las creaciones de Dios, anota los siguientes encabezamientos en la pizarra: El Creador, La Creación y Nuestras responsabilidades. Pídeles que repasen Génesis 1–2 y que escriban lo que aprendan sobre el Creador y la Creación. ¿Qué aprendemos en cuanto a nuestras responsabilidades? (véanse especialmente Génesis 1:26–28; 2:15). Las siguientes ideas pueden ayudar a los jóvenes a analizar la responsabilidad que tenemos de cuidar las creaciones de Dios. • ¿Cómo puedes ayudar a quienes enseñas a entender que su cuerpo es una creación sagrada de Dios? Por ejemplo, podrías preguntarles qué aprendemos en cuanto a nuestro cuerpo en 1 Corintios 6:19–20; Moisés 2:26–27; Abraham 4:26–27. ¿Qué significan las palabras “imagen” y “semejanza”? Trabajen juntos para elaborar una lista de algunas cosas que podamos hacer para cuidar nuestro cuerpo (véase “La salud física y emocional”, en Para la Fortaleza de la Juventud, librito, 2011, págs. 25–27). • Los jóvenes a menudo afrontan mensajes que los hacen sentirse inseguros en cuanto a su cuerpo. Invita a los jóvenes a ver el video “La más grande creación de Dios” (LaIglesiadeJesucristo.org). Pídeles que busquen mensajes que les ayuden a sentirse agradecidos por su cuerpo (véase también Russell M. Nelson, “El cuerpo: Un don magnífico que debemos apreciar”, Liahona, agosto de 2019, págs. 50–55). ¿Qué podemos compartir para ayudar a un amigo o miembro de la familia que se siente inseguro en cuanto a su cuerpo? • Invita a los jóvenes a leer en silencio uno o más de los siguientes versículos en busca de enseñanzas en cuanto a las razones por las que Dios creó la tierra y cómo quiere que la cuidemos: Génesis 1:26–28; 2:15; 1 Nefi 17:36; ¿Có mo dese a D ios que yo cuide Sus cr e acio nes , en t r e ell a s mi cuer p o? Doctrina y Convenios 49:19–21; 59:15–20; 104:13–18; Moisés 2:26–31; 3:15. Pídeles que compartan lo que piensan sobre cada pasaje de las Escrituras y luego invítalos a trabajar juntos para elaborar una lista de cosas que puedan hacer individualmente o en grupo para cumplir con su responsabilidad de cuidar la tierra (véanse las ideas que se encuentran en “Recursos de apoyo”). ¿Qué cambios necesitamos hacer en nuestro modo de pensar y en nuestras acciones para cuidar mejor la tierra? • Considera invitar a los miembros de la clase o del cuórum a venir a la reunión con algo que muestre la belleza de la tierra que Dios creó, tal como un dibujo, una fotografía o un poema. Invítalos a compartir lo que trajeron y a expresar los sentimientos que tengan por las creaciones de Dios. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la manera en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo Formas en que podemos cuidar la tierra: • Plantar semillas, árboles o un huerto. • Recoger basura en la comunidad. • Organizar un proyecto de reciclaje o de limpieza del vecindario. • Participar en una caminata y meditar sobre las cosas por las que se está agradecido. • Crear una obra de arte con artículos que de otro modo se tirarían a la basura y compartirla en una exposición de arte grupal. • Determinar maneras de conservar la energía y el agua. Enseñar a la manera del Salvador Brinda a los miembros de la clase o del cuórum muchas oportunidades de enseñarse el uno al otro en la clase, dado que a menudo aprenden mejor los unos de los otros y por la experiencia de enseñar. 3 23 ENERO ¿En qué forma puede ayudarme el Señor a servir más fielmente? GÉNESIS 5; MOISÉS 6 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han fortalecido nuestro testimonio? 4 • Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué se sienten inspirados a hacer para ayudarles? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué manera podemos ser una luz a los miembros de nuestra familia o a amigos que no crean lo mismo que nosotros? • Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera podemos demostrar mayor amor y apoyo a nuestra familia y marcar una diferencia positiva en nuestro hogar? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿En qué f o r m a puede ay uda r me el Seño r a ser vir m á s f iel men te ? Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Cuando Enoc recibió el llamamiento de servir al Señor, se sintió completamente incapaz de hacerlo (véase Moisés 6:31). Sin embargo, el Señor no solo mandó a Enoc llevar a cabo Su obra, sino que le prometió que lo protegería y ayudaría (véase Moisés 6:32–34). Quizá te identifiques con los sentimientos de ineptitud de Enoc al pensar en tus propios esfuerzos por servir. Damos servicio, en parte, por medio de los llamamientos de la Iglesia. En otras ocasiones simplemente vemos una necesidad y sentimos que el Espíritu Santo nos inspira a demostrar nuestro amor y apoyo. Independientemente del modo en que se presente la oportunidad, podemos cobrar ánimo, tal como Enoc lo hizo, al saber que el Señor nos ayudará cuando aceptemos Su invitación de “anda[r] conmigo” (Moisés 6:34). A medida que te prepares para enseñar en cuanto a la ayuda que podemos recibir del Señor al servir a los demás, repasa Moisés 6 y piensa en experiencias que hayas tenido al servir a otras personas. ¿De qué manera te ayudó el Señor en tus esfuerzos? ¿Qué esperas que los miembros de tu clase o cuórum aprendan de los ejemplos de Enoc y de otras personas? También podrías leer uno de estos mensajes del presidente Henry B. Eyring: “Anda conmigo” (Liahona, mayo de 2017, págs. 82–85) o “Mujeres del convenio en colaboración con Dios” (Liahona, noviembre de 2019, págs. 70–73). Podemos seguir el ejemplo del Salvador al servir como parte de nuestra vida diaria. Aprender juntos Servir a los demás nos brinda la oportunidad de “anda[r] co[n] [Dios]”, y recibiremos Su ayuda conforme prestemos servicio (Moisés 6:34). A fin de ayudar a los miembros de la clase o del cuórum a analizar esto, podrías pedirles que busquen en Moisés 6:32–39 las formas en que el Señor estuvo con Enoc durante su servicio. ¿De qué manera nos ayuda el Señor cuando le servimos? Las siguientes ideas pueden ayudarte a dirigir el análisis en cuanto a la ayuda divina que podemos recibir cuando prestamos servicio a los demás. • Las Escrituras están llenas de enseñanzas en cuanto al servicio (véanse, por ejemplo, Mateo 25:31–40; Lucas 10:25–37; Mosíah 2:17). Considera invitar a aquellos a quienes enseñas a compartir pasajes de las Escrituras que los inspiren a servir a los demás. Podrías pedirles con anticipación que vengan preparados para compartir ejemplos de servicio o pasajes de las Escrituras sobre el servicio. Si precisaran ayuda, ínstalos a buscar en la Guía para el Estudio de las Escrituras bajo “Servicio” (escrituras.ChurchofJesusChrist.org). ¿Qué nos sentimos inspirados a hacer por causa de lo que leímos? 5 2 3 enero • El Salvador sirvió a los demás a lo largo de Su ministerio. ¿Qué aprendemos de Su ejemplo que nos ayude al servir? Para responder la pregunta, cada miembro de la clase o del cuórum podría leer uno de los siguientes pasajes de las Escrituras y buscar algo que enseñe sobre el ejemplo de servicio del Salvador: Mateo 14:13–21; Juan 9:1–11, 35–38; 13:4–5, 12–17; 3 Nefi 17:5–9. Invita a todos a compartir algo que hayan encontrado. Concede tiempo para que todos piensen en alguien a quien puedan servir y cómo seguirán el ejemplo del Salvador en su servicio. • En ocasiones pensamos que servir significa hacer algo grande que toma mucho tiempo. Esa podría ser una razón por la que algunos de nosotros no servimos tanto como podríamos. Podrías señalar que el Salvador a menudo servía a las personas conforme las notaba en el transcurso de Su vida diaria (véanse, por ejemplo, Mateo 12:9–13; Marcos 5:21–34; Lucas 19:1–10; Juan 4:3–26). A fin de ayudar a los miembros de la clase o del cuórum a pensar en maneras sencillas de servir a los demás en su vida cotidiana, podrías mostrar uno de los siguientes videos: “Cuando os halláis al servicio—Hombres Jóvenes” o “Cuando os halláis al servicio—Mujeres Jóvenes” (LaIglesiadeJesucristo.org). Pide a los jóvenes que expresen lo que piensan. ¿Qué pequeños actos de servicio hemos visto hacer a los demás? ¿Qué nos sentimos inspirados a hacer? Invita a cada persona a anotar maneras de completar las siguientes oraciones: “Puedo servir a los demás al hacer lo siguiente: …” y “Buscaré la ayuda del Señor en mis esfuerzos para servir al hacer lo siguiente: …”. Luego pide a varios de ellos que compartan lo que anotaron. 6 Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar en cómo el actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • “Oportunidades para hacer el bien”, “Las enseñanzas de Thomas S. Monson: Rescatar a los necesitados” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org • Bonnie L. Oscarson, “Las necesidades ante nosotros”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 25–27) Enseñar a la manera del Salvador “No se limite a ayudar a los alumnos a sentir y reconocer el Espíritu; ayúdelos a seguir las impresiones que reciban” (Enseñar a la manera del Salvador, 2016, pág. 10). 13 FEBRERO ¿De qué manera podemos mantenernos fieles al Salvador en un mundo inicuo? GÉNESIS 12–17; ABRAHAM 1–2 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera nos hemos acercado más al Salvador? ¿Cómo estamos procurando ser más como Él? • Cuidar de los necesitados. ¿En quiénes hemos estado pensando últimamente? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos responder las preguntas de nuestros amigos en cuanto a la Iglesia de manera que se fortalezca su fe en el Salvador? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles son algunas de las formas en que podemos conectarnos mejor con familiares como nuestros abuelos y primos? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. 7 13 f eb r ero Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Nunca ha sido fácil vivir con rectitud en un mundo inicuo. Para Abraham, la presión de apartarse de Dios no solo provenía del mundo exterior, sino que incluso el padre de Abraham había abandonado al Señor (véanse Abraham 1:5–12; 2:5). Abraham y Sara hicieron frente a dificultades; sin embargo, confiaron en las promesas del Señor “y [las] crey[eron], y acept[aron], y confesa[ron] que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (Hebreos 11:13). ¿De qué manera puedes ayudar a los miembros de la clase o del cuórum a permanecer fieles cuando se sientan como “extranjeros y peregrinos” en el mundo porque viven las normas del Señor? ¿De qué manera puedes inspirarlos a que muestren valor a medida que viven siendo fieles al Señor? A medida que te prepares para enseñar, considera repasar Juan 15:18–20 y el mensaje del élder Neil L. Andersen titulado “Vencer al mundo” (Liahona, mayo de 2017, págs. 58–62). Los discípulos de Jesucristo pueden hallar paz a medida que vivan fielmente a pesar de la oposición. 8 Puede que esta semana los miembros de tu clase o cuórum se hayan sentido inspirados con el ejemplo de Abraham a medida que estudiaron Génesis 12–17 y Abraham 1–2. Podrías invitarlos a repasar Abraham 1:1–19 y compartir qué les inspira del ejemplo de Abraham. ¿Qué semejanzas vemos entre los desafíos que afrontó Abraham y los que afrontamos en la actualidad? Elige una o más de las actividades que figuran a continuación para fomentar el análisis sobre cómo podemos permanecer fieles a Jesucristo en todas las circunstancias. • El Señor y Sus profetas a menudo han instado a aquellos a quienes han enseñado a vivir con fidelidad a pesar de la iniquidad que los rodea. ¿Cuáles son algunas de las formas en que Satanás tienta a los jóvenes a quebrantar los mandamientos de Dios en nuestros días? Aquellos a quienes enseñas podrían leer algunos de los pasajes de las Escrituras que aparecen en “Recursos de apoyo”. Invítalos a analizar lo que aprenden en cuanto a permanecer fieles a Cristo cuando el mundo nos tienta a hacer lo contrario o se burla de nosotros. Podrían compartir formas que han hallado para vivir fielmente cuando los demás no lo hacen. ¿En qué ocasiones hemos sido capaces de hacerlo nosotros u otras personas a las que conocemos? También podrías mostrar uno o más de los videos que se indican en “Recursos de apoyo”. • A fin de ayudar a tu clase o a tu cuórum a entender cómo vencer al mundo y recibir las bendiciones que se obtienen por hacerlo, anota en la pizarra Vencer al mundo es… y Los resultados de vencer al mundo son… Luego podrías pedir a los jóvenes que repasen el mensaje del élder Neil L. Andersen titulado “Vencer al mundo”. Invítalos a encontrar maneras de completar las oraciones y ¿De qué m a ner a p o demos m a n tener nos f ieles a l S a lva d o r en un mund o inicuo? a escribir en la pizarra lo que aprendan. Analicen lo que hayan encontrado. Invita con anticipación a una persona a ir preparada para compartir una historia que muestre cómo Jesucristo permaneció fiel a Su Padre a pesar de la oposición (véanse, por ejemplo, Mateo 4:1–11; Lucas 22:39–44). ¿Qué nos ayuda a entender el ejemplo del Salvador en cuanto a vencer al mundo? (véase Juan 16:33). • Los discípulos de Jesucristo han de “estar en el mundo sin ser del mundo”. Estar “en el mundo” puede querer decir que afrontamos oposición cuando vivimos de acuerdo con nuestras normas, pero también significa que podemos ser una influencia para bien en los demás. Para enseñar ese principio, podrías pedirle a alguien que vaya a la clase preparado para compartir una o más historias del mensaje de la presidenta Bonnie H. Cordon titulado “De modo que vean” (Liahona, mayo de 2020, págs. 78–80). ¿Qué aprendemos de esas historias en cuanto a utilizar nuestra luz para ayudar a los demás a acercarse más a Jesucristo? Invita a la clase o al cuórum a buscar frases en el mensaje de la presidenta Cordon que los inspire a ser una luz para los demás en un mundo inicuo. Invítalos a leer en voz alta las oraciones que encontraron y a compartir lo que se sienten inspirados a hacer. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre cómo el actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Mateo 5:14–16; 1 Nefi 15:23–25; Helamán 5:12; Doctrina y Convenios 10:5; 27:15–18; 87:8 (Cómo permanecer fiel a Jesucristo en un mundo inicuo) • “Permaneced en lugares santos - Florece donde te encuentres”, “195 vestidos”, “Guiados a salvo a casa” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador El Salvador invitó a Pedro a testificar cuando le preguntó: “… ¿quién decís que soy yo?” (Mateo 16:15). Al responder Pedro, su testimonio se fortaleció. ¿Qué preguntas invitarán a aquellos a quienes enseñas a testificar, a fin de que el Espíritu pueda fortalecer sus testimonios? 9 27 FEBRERO ¿Por qué es importante el matrimonio eterno? GÉNESIS 24–27 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué temas ha abordado el obispado en nuestras reuniones de consejo de barrio para la juventud? ¿Qué podemos hacer como clase o cuórum basándonos en esas conversaciones? 10 • Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos tender la mano a las personas de una manera semejante a la de Cristo cuando vemos una necesidad y no sabemos qué decir? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué hemos hallado en el evangelio de Jesucristo que nos brinda gozo? ¿Cómo podemos compartir ese gozo con los demás? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos haciendo para encontrar los nombres de nuestros antepasados que necesitan las ordenanzas del templo? ¿Qué podemos hacer para ayudar a los demás a encontrar los nombres de sus antepasados? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿P o r qué es imp o r ta n te el m at r imo nio eter no? Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Cuando llegó el momento de que Isaac se casara, Abraham le pidió a su siervo que le encontrara una esposa a Isaac. Abraham e Isaac deseaban encontrar una esposa para Isaac que pudiera concertar y guardar convenios con el Señor y enseñarlos a sus hijos. Rebeca fue la mujer fiel que concertó el convenio del matrimonio con Isaac. Aun cuando las Escrituras dejan en claro que el matrimonio es de gran importancia para Dios, las enseñanzas de Dios en cuanto al matrimonio están siendo cuestionadas en nuestros días. Sin embargo, Sus profetas han declarado que el matrimonio “es ordenado por Dios” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org). Es importante que aquellos a quienes enseñas entiendan las verdades eternas en cuanto al matrimonio. El hacerlo les ayudará a prepararse para esta parte importante del plan de nuestro Padre Celestial y a testificar de ella. ¿Qué opinan los jóvenes a quienes enseñas en cuanto al matrimonio eterno? ¿De qué manera les puedes ayudar a considerar por qué el matrimonio eterno es fundamental en el plan del Padre Celestial? Al prepararte para enseñar, podrías repasar el mensaje del élder D. Todd Christofferson titulado “El porqué del matrimonio, el porqué de la familia” (Liahona, mayo de 2015, págs. 50–53). También podrías repasar “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (LaIglesiadeJesucristo.org). El matrimonio eterno y la familia son fundamentales en el plan del Padre Celestial. Aprender juntos Los jóvenes a quienes enseñas quizá hayan meditado sobre la importancia del matrimonio cuando leyeron Génesis 24–27 esta semana. Invítalos a repasar Génesis 24. Pídeles que compartan versículos que muestren que el matrimonio era importante para las personas que se describen en ese capítulo. Invítalos a considerar por qué el matrimonio eterno es fundamental en el plan de Dios. Las actividades que figuran a continuación pueden contribuir a que entiendan mejor la importancia del matrimonio. • Los miembros de tu clase o cuórum podrían tener oportunidades de explicar por qué el matrimonio es importante para ellos. Invítalos a imaginar que tienen un amigo que cree que el matrimonio es anticuado e innecesario. Podrían escribirle una nota a ese amigo para explicarle la importancia del matrimonio en el plan del Padre Celestial. Aliéntalos a incluir verdades que se encuentran en “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”. También podrían utilizar pasajes de las Escrituras que se encuentran en “Recursos de apoyo” o en “Matrimonio” en la Guía para el Estudio de las Escrituras (escrituras.ChurchofJesusChrist.org). Invítalos a compartir con la clase lo que hayan escrito. 11 27 f eb r ero • Para iniciar un análisis sobre la importancia del matrimonio, escribe en la pizarra ¿Por qué es importante el matrimonio eterno? Concede a los jóvenes algunos minutos para escribir respuestas a esa pregunta y luego invítalos a compartir sus respuestas. Podrían buscar respuestas adicionales en el mensaje del élder D. Todd Christofferson titulado “El porqué del matrimonio, el porqué de la familia” (Liahona, mayo 2015, págs. 50–53). También podrían ver el video “¿Por qué el matrimonio es sagrado para el Padre Celestial?” del evento “Cara a Cara con el élder y la hermana Renlund” (LaIglesiadeJesucristo.org). Invítalos a compartir su testimonio en cuanto a la importancia del matrimonio. • Al aceptar las enseñanzas de Dios en cuanto al matrimonio y al esforzarnos por vivirlas, recibimos muchas bendiciones. Sin embargo, algunas personas —incluso las que están haciendo su mejor esfuerzo por vivir el Evangelio— afrontan desafíos para establecer un matrimonio feliz y eterno. Podrías pedir a los jóvenes que hablen sobre algunos de esos desafíos. ¿Qué podemos hacer ahora a fin de prepararnos para esos desafíos? También podrías invitarlos a leer las últimas dos secciones del mensaje del élder Neil L. Andersen titulado “El ojo de la fe” (Liahona, mayo de 2019, págs. 34–38). Los miembros de tu clase o cuórum podrían analizar ejemplos que hayan visto en su vida o en su historia familiar de personas que hayan afrontado con fe desafíos como los que mencionó el élder Andersen. ¿De qué manera puede el Salvador ayudar a todos los que afrontan desafíos a medida que buscan las bendiciones de un matrimonio eterno? 12 Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Doctrina y Convenios 49:16–17 (El matrimonio contribuye a cumplir con el propósito de la Creación) • Doctrina y Convenios 131:1–4; 132:15–21 (El matrimonio eterno es un requisito para la exaltación) • “Renacimiento del Matrimonio”, “¿Cómo se conocieron el élder y la hermana Bednar?” del evento “Cara a Cara con el élder y la hermana Bednar” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador El Señor invitó a las personas que lo seguían a actuar con fe y a vivir las verdades que Él enseñó. ¿De qué manera puedes invitar a quienes enseñas a vivir las verdades que están aprendiendo? 13 MAR ZO ¿Cómo puedo afrontar la adversidad con fe? GÉNESIS 37–41 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos utilizar mejor la tecnología como herramienta para compartir el Evangelio? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos haciendo para ayudar a nuestra familia a venir a Cristo? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera hemos visto la mano del Señor en nuestra vida? • Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos apoyarnos unos a otros en los desafíos que estamos afrontando? 13 13 m a r zo Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Cuando José de Egipto era un hombre joven, hizo frente a muchos tipos de adversidad. Afrontó contención en su familia y maltrato por parte de sus hermanos; hizo frente a la tentación de quebrantar la ley de castidad; en vez de que se le respetara por su integridad, fue echado en prisión. Los miembros de tu clase o cuórum podrían afrontar pruebas similares y muchas otras. Mientras estudias las experiencias de José en Génesis 37–41, piensa en aquellos a quienes enseñas. Medita sobre qué lecciones valiosas podría tener para ellos la vida de José (véanse también Éter 12:27; Henry B. Eyring, “Trato, trato, trato”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 90–93). El relato de José podría inspirar a los miembros de la clase o del cuórum a preguntar: “¿De qué manera puedo responder a mis adversidades con fe, y cómo me ayudará Dios?”. Al centrar nuestra fe en Jesucristo, podemos hallar fortaleza en nuestras adversidades. Aprender juntos Considera pedir a los miembros de la clase o del cuórum que hagan una lista en la pizarra de algunos acontecimientos de la vida de José de Egipto, 14 tal como se describen en Génesis 37 y 39–41. El mostrarles imágenes, como las que se encuentran en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar, podría ayudarles a recordar esos acontecimientos. ¿En qué sentido se parecen los desafíos de José a los que los jóvenes afrontan hoy en día? Si José estuviera vivo en la actualidad, ¿qué consejos nos daría en cuanto a cómo responder ante la adversidad? ¿Qué podría decir él en cuanto a la forma en que su relación con el Señor le ayudó? Utiliza actividades como las siguientes para ayudar a los jóvenes a pensar en la manera en que pueden afrontar sus desafíos con fe en Jesucristo. • El estudiar la forma en que el Salvador respondió ante la adversidad puede contribuir a que afrontemos nuestras adversidades con fe. Los jóvenes podrían sugerir algunos ejemplos de adversidad que el Salvador afrontó y repasarlos juntos (en “Recursos de apoyo” se encuentran algunas ideas). ¿Qué nos impresiona acerca de la forma en que el Salvador respondió ante Sus momentos de adversidad? ¿De qué modo podemos seguir Su ejemplo al hacer frente a nuestra propia adversidad? • En ocasiones es más fácil actuar ante la adversidad cuando tratamos de verla desde la perspectiva del Señor. A fin de ayudar a quienes enseñas a entender esto, pídeles que repasen el mensaje del élder Rafael E. Pino titulado “La perspectiva eterna del Evangelio” (Liahona, mayo de 2015, págs. 117–119) en busca de ejemplos de cómo la perspectiva puede marcar la diferencia. Invítalos a que compartan lo que hayan encontrado. ¿Qué nos sugieren esos ejemplos sobre la forma en que podríamos ver nuestras adversidades y actuar ante ellas? Si el Salvador pudiera hablarnos en cuanto a nuestros desafíos, ¿qué pensamos que nos diría? Para ayudar a responder esa pregunta, los jóvenes podrían repasar los pasajes de las Escrituras que figuran en “Recursos de apoyo”. ¿Có mo pued o a f ro n ta r l a a dver sida d co n f e ? • Considera pedir a los jóvenes que compartan un ejemplo de alguien (quizá un antepasado) que los haya inspirado por la forma en que hizo frente a una prueba difícil. O bien, tú podrías compartir ejemplos inspiradores de personas que conozcas. Los mensajes de conferencia general a menudo contienen historias de personas que actuaron con fe ante la adversidad (véanse algunos ejemplos en “Recursos de apoyo”). Considera lo que podrías compartir de esos mensajes que pudiera ser significativo para aquellos a quienes enseñas. Al analizar juntos esos ejemplos, sugiere que los miembros de la clase o del cuórum se centren en la forma en que la fe en Jesucristo ayudó a las personas durante sus adversidades. También podrías compartir la lista que el obispo W. Christopher Waddell ofreció de recursos que el Señor ha proporcionado para ayudarnos con nuestros desafíos, la cual se encuentra hacia el final de su mensaje titulado “Volverse al Señor” (Liahona, noviembre de 2017, págs. 94–96). Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre cómo el actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. • Mateo 27:45–46; Lucas 23:44–46 (El Salvador se sintió solo durante la adversidad, pero confió en Dios) • Mateo 5:38–45; Mosíah 24:8–15; Doctrina y Convenios 121:1–8; 122:5–9 (Las enseñanzas del Salvador en cuanto a hacer frente a la adversidad) • Neil L. Andersen, “Heridos”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 83–86 • L. Todd Budge, “Confianza constante y resiliente”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 47–49 • Jean B. Bingham, “Para que tu gozo sea completo”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 85–87 Enseñar a la manera del Salvador “Al prepararse, procure que la comprensión que tiene de las personas a las que enseña guíe sus planes” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 7). Por ejemplo, planeen actividades con espíritu de oración valiéndose de las Escrituras y de otros recursos que pudieran ayudar con los desafíos que afrontan los miembros de la clase o del cuórum. Recursos de apoyo • Mateo 4:1–11 (El Salvador tuvo fe durante la adversidad) • Mateo 14:10–21; Lucas 23:33–34; Juan 19:25–27 (El Salvador prestó servicio a los demás durante Su adversidad) 15 27 MAR ZO ¿Quién soy y quién desea Dios que llegue a ser? ÉXODO 1–6 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera estamos hallando gozo al seguir a Jesucristo? • Cuidar de los necesitados. ¿Qué persona(s) de nuestro barrio o comunidad necesita(n) nuestra ayuda? ¿Cómo podemos ayudar? 16 • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a prepararnos para el servicio misional? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cómo podemos contribuir a los esfuerzos de nuestro barrio de llevar a cabo la historia familiar y la obra en el templo? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿Quién soy y quién dese a Dios que llegue a ser? Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Una zarza ardiente que no se consumía debe haber sido un espectáculo impresionante, y captó la atención de Moisés, pero lo que sucedió enseguida fue aún más impresionante. Dios le habló a Moisés, y Moisés aprendió a verse a sí mismo como Dios lo veía. Con esa perspectiva, Moisés logró algo con la ayuda del Señor que había considerado imposible: se enfrentó a Faraón y rescató al pueblo de Dios. Todos necesitamos experiencias que nos ayuden a reemplazar nuestras inseguridades con la comprensión de Dios de quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser. Los jóvenes, en particular, se enfrentan a mensajes falsos sobre su valía personal. Y al igual que con Moisés, Dios “tiene una obra para [ellos]” (Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico). Tienen sus propios faraones que enfrontar y su propio pueblo que rescatar. ¿Cómo les ayudarás a recordar que son hijas e hijos amados de padres celestiales “con una naturaleza divina y un destino eterno”? (Lema de las Mujeres Jóvenes). Medita sobre eso a medida que leas Éxodo 1–6. También considera estudiar Doctrina y Convenios 18:10–15 y el mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “Ustedes son importantes para Él” (Liahona, noviembre de 2011, págs. 19–22). Nuestra vida puede cambiar cuando entendemos nuestra verdadera identidad como hijos de Dios. Aprender juntos Es posible que los miembros de tu clase o cuórum hayan leído Éxodo 1–6 esta semana. A fin de dar lugar a que compartan lo que hayan aprendido, podrías preguntarles cómo se sentía Moisés en cuanto a su llamamiento de liberar a los hijos de Israel (véase Éxodo 3:11). ¿Qué verdades enseñó Jehová a Moisés para ayudarle a cambiar su perspectiva? (véanse Éxodo 3:4–15; 4:10–17; véase también Moisés 1:3–11). ¿En qué forma pudieron haber ayudado esas verdades a Moisés? ¿Cómo pueden ayudarnos a nosotros? Utiliza una actividad como las que figuran a continuación para ayudar a los miembros de la clase o el cuórum a descubrir lo que Dios ha revelado en cuanto la verdadera identidad, valor y potencial de ellos. • El presidente Dieter F. Uchtdorf dijo: “… el Señor utiliza una balanza muy diferente de la del mundo para pesar el valor de un alma” (“Ustedes son importantes para Él”, pág. 22). A fin de analizar la idea, podrías escribir en la pizarra ¿De qué manera demuestra el mundo a una persona que se le valora? Invita a las personas a las 17 27 m a r zo que enseñas a sugerir respuestas. Si juzgáramos nuestro valor de esa manera, ¿cómo podrían esos sentimientos afectar nuestras decisiones? Luego podrías escribir en la pizarra ¿De qué manera demuestra Dios a una persona que se le valora? Conforme los jóvenes den sus respuestas, ínstalos a leer Juan 3:16; Doctrina y Convenios 18:10–15; Lucas 15:3–6, 11–32. También podrían leer la última sección del mensaje del presidente Uchtdorf. Si juzgáramos nuestro valor de esta manera, ¿qué influencia podrían tener esos sentimientos en nuestras decisiones? • Las etiquetas influyen en lo que sentimos en cuanto a nosotros mismos y los demás, y en cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los demás. A fin de ayudar a los miembros de la clase o el cuórum a considerar cómo se etiquetan a sí mismos, podrías entregar a cada uno de ellos varias etiquetas para nombre en blanco. Cada etiqueta podría decir “¡Hola!, yo soy…” en la parte superior. Invítalos a pensar en diversas palabras o frases que pudieran escribir en su etiqueta para nombre. Si el Padre Celestial estuviera completando nuestra etiqueta para nombre, ¿qué escribiría? ¿Qué escribiría Él si la etiqueta dijera “¡Hola!, puedo llegar a ser…”? Los miembros de la clase o del cuórum podrían meditar en esas preguntas mientras leen algunos de los siguientes pasajes de las Escrituras: 1 Juan 3:1–3; Moroni 10:32–33; Doctrina y Convenios 76:69–70; 84:37–38. • Los mensajes de conferencia general que se mencionan en “Recursos de apoyo” contienen ejemplos de personas cuya vida cambió, porque aprendieron cuál era su verdadera identidad como hijos de Dios. Considera dar a cada miembro de la clase o del cuórum uno de esos ejemplos a fin de meditar en cuanto a él y compartirlo con el grupo. También podrías 18 hablar sobre la forma en que saber que todos somos hijos de Dios ha influido en tu vida. Invita a los integrantes de la clase o del cuórum a hacer lo mismo. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Joy D. Jones, “Un valor inconmensurable”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 13–15 • Brian K. Taylor, “¿Soy un hijo de Dios?”, Liahona, mayo de 2018, págs. 12–14 • “Nuestra verdadera identidad”, “¿Cómo puedo verme a mí mismo como Dios lo hace?” del evento “Cara a Cara con el élder Rasband, la hermana Oscarson y el hermano Owen” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org • Experiencia “Todo sobre mí” en FamilySearch.org/discovery Enseñar a la manera del Salvador “Si los jóvenes perciben que usted confía en ellos, su confianza en su propio potencial divino aumentará y le sorprenderá ver lo que ellos pueden lograr” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 28). 10 ABRIL ¿Cómo puedo fortalecer mi fe en Jesucristo cada día? ÉXODO 14–17 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Luego, además de deliberar en consejo sobre los asuntos específicos de la clase o del cuórum, podrían analizar las impresiones que recibieron y los temas que se trataron durante la conferencia general. Las siguientes preguntas pueden ayudar. • ¿Qué fortaleció nuestro testimonio de los profetas vivientes? ¿Qué nos sentimos inspirados a hacer por lo que aprendimos o sentimos? • ¿Qué debemos hacer como clase o cuórum para recordar y seguir los consejos que escuchamos en la conferencia general? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. • ¿Qué temas o mensajes nos llamaron la atención? ¿Qué fortaleció nuestra fe en Jesucristo? 19 10 a b r il Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente A fin de sobrevivir en el desierto, los hijos de Israel necesitaban aprender a depender de Jehová. Dependieron de Él para milagros que les salvaron la vida, como cuando se dividió el mar Rojo, y también para milagros que les sustentaron la vida, como el maná del cielo. Lo mismo es cierto para aquellos a quienes enseñas. Si han de sobrevivir su jornada espiritual en el desierto de la vida terrenal, deben ejercer la fe en Jesucristo, y deben ejercerla todos los días, no solo de vez en cuando. Algunos de aquellos a quienes enseñas quizá no sientan que su fe sea particularmente fuerte. Tú puedes ayudarles a ver que la fe crece gradualmente, día a día. Se nutre por medio de cosas pequeñas y sencillas que hacemos de manera constante. Medita sobre estas cosas a medida que estudies Éxodo 14–17 esta semana. También podrías estudiar el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “Cosas pequeñas y sencillas” (Liahona, mayo de 2018, págs. 89–92). Podemos fortalecer nuestra fe cada día de maneras pequeñas y sencillas. 20 Para comenzar un análisis, podrías pedir a los jóvenes que compartan algunos de sus hábitos diarios que les ayudan a lograr cosas buenas. Entre ellas podría estar el mantener la buena salud o fortalecer su testimonio. ¿Qué sucedería si no mantuviéramos esos hábitos? ¿De qué modo se podrían comparar nuestros esfuerzos por hacer cosas buenas con las instrucciones que Jehová dio a los israelitas de recoger maná? (véase Éxodo 16:16–21). Podrías ayudar a la clase o al cuórum a comparar la experiencia de los israelitas con nuestros esfuerzos para fortalecer nuestra fe en Jesucristo cada día. Por ejemplo, ¿qué nos da el Señor que es como el maná diario que dio a los israelitas? ¿Qué podemos hacer que es como recoger maná? Para continuar el análisis, utiliza una o más de las actividades que figuran a continuación o una propia. • Lean juntos Alma 37:6–7. Como clase o cuórum, hagan una lista en la pizarra de algunas “cosas pequeñas y sencillas” que el Señor nos ha invitado a hacer todos los días para venir a Él. Aquellos a quienes enseñas podrían entonces repasar el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “Cosas pequeñas y sencillas” para encontrar cosas pequeñas adicionales que pueden tener una gran influencia en nuestra vida. ¿Qué impacto pueden tener esas cosas? ¿Qué nos sentimos inspirados a hacer para que esas cosas sean una parte más constante de nuestra vida diaria? • ¿Por qué es necesario nutrir diariamente la fe en Jesucristo? A fin de ayudar a los miembros a entender mejor esto, podrías mostrar uno o más de los videos que aparecen bajo “Recursos de apoyo”. En esos videos, el élder D. Todd Christofferson enseñó sobre la necesidad de esforzarnos diariamente para mantener ¿Có mo pued o f o r ta lecer mi f e en Jesucr isto c a da dí a ? nuestra fe. Invita a aquellos a quienes enseñas a compartir cosas que hayan aprendido que les inspire a aumentar su fe en Jesucristo cada día. • Los esfuerzos diarios y constantes son la mejor manera de fortalecer nuestra fe en Cristo. Para analizar esa idea, lean juntos la tercera sugerencia del élder David A. Bednar en su mensaje titulado “Más diligentes y atentos en el hogar” (Liahona, noviembre de 2009, págs. 17–20). ¿Qué lecciones aprendemos de su descripción de la pintura que está en su oficina? ¿En qué forma se aplican esas lecciones a nuestros esfuerzos para edificar nuestra fe en Jesucristo? El leer juntos Alma 32:21, 26–43 podría contribuir al análisis. ¿Qué ideas encontramos sobre cómo fortalecer nuestra fe en Jesucristo? • Podemos fortalecer nuestra fe al decidir aprender de las experiencias que la ponen a prueba. Podrías mostrar el video “Torbellinos espirituales” (LaIglesiadeJesucristo.org). Analicen juntos lo que podemos hacer durante una prueba para fortalecer nuestra fe (véase también Neil L. Andersen, “Torbellinos espirituales”, Liahona, mayo de 2014, págs. 18–21). Podrías pedir a los miembros de la clase o del cuórum que compartan ocasiones en las que hayan sentido que su fe en Cristo fue probada y lo que hicieron para fortalecer su fe en ese tiempo. Señala que Éxodo 14–17 describe las frecuentes murmuraciones o quejas de los israelitas cuando pasaban por pruebas. ¿De qué manera el murmurar durante las pruebas debilita nuestra fe? ¿Cuál es la diferencia entre murmurar y expresar nuestras inquietudes al Padre Celestial durante los tiempos difíciles? Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • “El pan de cada día: Modelo”, “El pan de cada día: Cambio”, “El pan de cada día: Experiencia” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador Ayuda a los miembros de la clase o del cuórum a entender cómo pueden invitar al Espíritu a estar presente en sus análisis. Pueden hacer esto por medio de su “actitud […], la manera en que se tratan unos a otros y lo que sienten acerca del Evangelio” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 15). 21 24 ABRIL ¿Por qué Dios nos da mandamientos? ÉXODO 18–20 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes nos han acercado más al Padre Celestial y a Jesucristo? 22 • Cuidar de los necesitados. ¿Se ha mudado alguien a nuestro barrio o se ha unido alguien a la Iglesia recientemente? ¿Cómo podemos ayudarles a sentirse bienvenidos? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Hay alguna actividad próxima a la que podamos invitar a nuestros amigos? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué esfuerzos podemos hacer para registrar nuestra historia personal? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿P o r qué Dios nos da m a nda mien tos ? Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Leer Éxodo 20 podría dar lugar a que pienses sobre la razón por la que tenemos mandamientos. Algunas personas ven los mandamientos como algo restrictivo o como un intento de controlarnos, pero debido a que nosotros sabemos que Dios es un Padre amoroso, podemos confiar en que Sus leyes son para nuestro bien, aun cuando no siempre sepamos las razones por las que se nos han dado. Él nos ha prometido que podemos saber que Sus mandamientos son verdaderos al vivirlos (véase Juan 7:17). El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Debido a que el Padre y el Hijo nos aman con un amor infinito y perfecto, y a causa de que saben que no podemos ver todo lo que Ellos ven, nos han dado leyes que nos guiarán y protegerán. Existe una fuerte conexión entre el amor de Dios y Sus leyes” (“The Love and Laws of God”, devocional de la Universidad Brigham Young, 17 de septiembre de 2019, pág. 2, speeches.byu.edu). ¿Por qué estas agradecido por los mandamientos? ¿Qué te gustaría que los miembros de tu clase o cuórum entendieran sobre el porqué Dios nos ha dado mandamientos? Te puedes preparar para enseñar al repasar Éxodo 20 y el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “Amar a los demás y vivir con las diferencias” (Liahona, noviembre de 2014, págs. 25–28). Podemos saber que los mandamientos de Dios son verdaderos cuando los vivimos. Aprender juntos A fin de ayudar a los miembros de la clase o del cuórum a repasar los Diez Mandamientos, podrías pedirles que nombren de memoria todos los que puedan. Si necesitaran ayuda, podrían consultar Éxodo 20:3–17. ¿Por qué Dios nos da mandamientos? Para ayudar a responder esa pregunta, podrían analizar algunos de los Diez Mandamientos en grupos pequeños. ¿En qué forma el vivir esos mandamientos nos ayuda a encontrar la felicidad y a acercarnos más a Dios? Las siguientes ideas pueden ayudar a quienes enseñas a aprender más sobre las razones por las que Dios nos da mandamientos. • Las Escrituras contienen respuestas a la pregunta “¿Por qué Dios nos da mandamientos?”. Podrías invitar a los integrantes de la clase o del cuórum a buscar respuestas en uno o más de los pasajes de las Escrituras que se encuentran en “Recursos de apoyo”, y luego pedirles que compartan algo que hayan encontrado. También podrían ver los siguientes videos para buscar ideas: “Instrucciones”, “¿Por qué nos da mandamientos Dios?” (Canal Strive to Be en YouTube). • A fin de ayudar a los miembros de la clase o del cuórum a entender por qué Dios nos da mandamientos, podrías comparar el tener mandamientos de Dios con experiencias con 23 24 a b r il las que ellos se puedan identificar. Por ejemplo, podrías pedirles que se imaginen que van en bicicleta por un camino en la montaña cerca de un precipicio escarpado y que hay una cerca a lo largo del camino. Pídeles que analicen con otra persona preguntas como las siguientes: ¿En qué sentido son los mandamientos de Dios como la cerca? ¿De qué manera el obedecer los mandamientos nos ha bendecido? ¿Qué otras comparaciones nos ayudan a entender por qué Dios nos da mandamientos y por qué debemos obedecerlos? Para ver algunos ejemplos, podrías invitarlos a repasar uno de los mensajes o videos que se encuentran en “Recursos de apoyo”. Pídeles que compartan las comparaciones que encuentren y que analicen lo que aprendieron. • El análisis podría llevar a que los miembros de la clase o el cuórum hablen de cómo debemos tratar a los que no creen en algunos mandamientos o no los viven. Podrías invitarlos a buscar consejos en el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “Amar a los demás y vivir con las diferencias”. Podrías hacer preguntas como estas: ¿De qué manera debemos tratar a los que decidan vivir de un modo diferente al nuestro? ¿Cómo podemos ver lo bueno en los demás cuando toman decisiones diferentes que nosotros? Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 24 Recursos de apoyo • Deuteronomio 10:12–13; Alma 36:30; Doctrina y Convenios 1:24–28; 82:8–10; 93:20, 28; 130:18–21 (Por qué Dios nos da mandamientos) • Jeffrey R. Holland, “Somos los soldados” (Liahona, noviembre de 2011, págs. 44–47; véase también el video “Mantente dentro de los límites”); Richard G. Scott, “La Expiación puede asegurar tu paz y tu felicidad” (Liahona, noviembre de 2006, págs. 40–42; véase también el video “Un anclaje seguro”); Von G. Keetch, “Benditos y felices son aquellos que guardan los mandamientos de Dios” (Liahona, noviembre de 2015, págs. 115–117; véase también el video con el mismo título) Enseñar a la manera del Salvador “Al esforzarse por vivir y enseñar de manera más semejante a la del Salvador, no podrá evitar fallar en algunas ocasiones. No se desanime; más bien, permita que sus errores y debilidades le hagan acudir al Padre Celestial y al Salvador” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 14). 8 MAYO ¿Cómo sé que Dios me ha perdonado? ÉXODO 35–40; LEVÍTICO 1; 16; 19 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿En qué forma el volvernos al Señor nos ayuda a afrontar nuestros desafíos y pruebas? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué planes para compartir el Evangelio se han abordado en las reuniones de consejo de barrio para la juventud? ¿De qué manera puede participar nuestra clase o cuórum? • Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera el hacer la obra de historia familiar puede fortalecer nuestra relación con el Padre Celestial y con Jesucristo? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. • Cuidar de los necesitados. ¿A quién conocemos que necesite nuestras oraciones y nuestra amistad? 25 8 m ayo Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Las personas a veces se preguntan si han hecho “lo suficiente” para recibir el perdón de sus pecados. Aun cuando el arrepentimiento sí requiere esfuerzo, al final no somos perdonados porque hayamos completado una lista de verificación ni porque hayamos realizado ciertas tareas. Somos perdonados a medida que aceptamos la misericordia que Jesucristo ofrece. Es de esta manera que nuestra naturaleza puede cambiar. En la antigüedad, los rituales y sacrificios de la ley de Moisés dirigían la atención de los israelitas a la expiación del Salvador. Tal como el Señor explicó en Levítico 16:30, “en este día se hará expiación por vosotros para limpiaros; y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová”. Claro está que un ritual en sí no nos da el perdón por el pecado. El perdón proviene de Jesucristo. En nuestra era, las ordenanzas como el bautismo y la Santa Cena dirigen nuestra mente y nuestro corazón al Salvador. Nos ayudan a entender que Él siempre nos perdonará a medida que nos arrepintamos. ¿De qué manera te ha ayudado el Padre Celestial a saber que has sido perdonado? Podrías estudiar Mosíah 4:1–3 y el mensaje del presidente Tad R. Callister titulado “La expiación de Jesucristo” (Liahona, mayo de 2019, págs. 85–87). Ese mensaje puede ayudar a aquellos a quienes enseñas a entender que el Padre Celestial nos perdona cuando nos arrepentimos. 26 Somos perdonados a medida que aceptamos la misericordia que Jesucristo ofrece. Aprender juntos Podrías empezar poniendo a la vista imágenes del Salvador en Getsemaní y en la cruz (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 56–57). Invita a los jóvenes a escudriñar Levítico 1:1–9; 16:15–16, 30. Pídeles que compartan frases que les recuerden la expiación del Salvador. ¿De qué manera los sacrificios que se describen en esos versículos ayudaron a los israelitas a esperar con anhelo la expiación del Salvador? ¿Qué nos ayuda a recordar la expiación del Salvador? ¿Qué nos ayuda a sentir el amor y el perdón del Salvador? Las actividades que figuran a continuación pueden contribuir a que los jóvenes entiendan mejor que Dios nos perdonará. • Diversas personas de las Escrituras describieron los sentimientos que tuvieron cuando el Padre Celestial los perdonó. Los miembros de tu clase o cuórum podrían leer algunos ejemplos (véase “Recursos de apoyo”). Invítalos a hacer una lista de frases de esos versículos que describen lo que se siente al ser perdonado. Podrías pedirles que expresen con sus propias palabras qué han sentido cuando han sido perdonados. ¿Qué aprendemos en cuanto a Dios por esos sentimientos? Quizá podrías compartir tus propios sentimientos en cuanto al perdón. ¿Có mo sé que Dios me h a per d o n a d o? • A veces las personas no están seguras si han sido perdonadas porque no están seguras si realmente se han arrepentido. El mensaje del élder Dale G. Renlund titulado “El arrepentimiento: Una gozosa elección” explica cómo realmente arrepentirse y recibir el perdón de Dios (Liahona, noviembre de 2016, págs. 121–124). Podrías escribir en la pizarra los encabezamientos Verdadero arrepentimiento y Cosas que impiden el arrepentimiento. Pide a aquellos a quienes enseñas que encuentren enseñanzas en el mensaje que correspondan con los encabezamientos. ¿Qué aprendemos acerca del Salvador y Su perdón en los últimos tres párrafos de ese mensaje? • Algunas personas pueden haberse arrepentido, pero no sienten que han sido perdonadas. La razón de ello puede ser que no han podido perdonarse a sí mismas. Los consejos que se encuentran en el mensaje del presidente Tad R. Callister titulado “La expiación de Jesucristo” podrían ayudarles. Tu clase o cuórum podría leer la sección que comienza con “2. El pecado”. Pídeles que encuentren consejos que podrían compartir con un amigo o familiar que todavía se sienta culpable incluso después de haberse arrepentido. Concede tiempo a los jóvenes para compartir sus sentimientos en cuanto al Salvador, quien hizo posible que nos arrepintamos y seamos perdonados. Recursos de apoyo • Enós 1:1–8; Mosíah 4:1–3; Alma 24:7–10; 36:17–21 (Lo que las personas sintieron cuando fueron perdonadas) • Isaías 1:18; Mosíah 26:30; Moroni 6:8; Doctrina y Convenios 58:42–43; 64:10 (El Señor promete perdonarnos) • Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, págs. 67–69 • Craig A. Cardon, “El Salvador desea perdonar”, Liahona, mayo de 2013, págs. 15–18 Enseñar a la manera del Salvador El Salvador nos ha enseñado a utilizar las Escrituras para encontrar respuestas a nuestras propias preguntas. ¿Cómo puedes ayudar a quienes enseñas a que sientan el deseo de acudir a las Escrituras y a las palabras de los profetas al buscar respuestas? Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 27 22 MAYO ¿En qué forma puedo demostrar mi gratitud a Dios? DEUTERONOMIO 6–8; 15; 18; 29–30; 34 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada y qué invitaciones o asignaciones se hicieron? ¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con esas invitaciones o asignaciones? 28 • Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos hacer o decir para tender una mano a aquellos que pudieran sentirse solos o alejados del Padre Celestial? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el amor de Jesucristo? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas podemos compartir unos con otros para ayudar a fortalecer a nuestras familias? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿En qué f o r m a pued o demost r a r mi gr atitud a D ios ? Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Dios constantemente vela por nosotros y nos bendice, pero con todas las distracciones y tentaciones que afrontamos, es fácil olvidarnos de Él. Eso les sucedió a los israelitas muchas veces, incluso durante los tiempos difíciles que pasaron al andar errantes por el desierto. Sin embargo, Jehová los condujo con misericordia a la tierra prometida, un lugar de mayor comodidad y muchas tentaciones, en donde pudieran ser tentados a olvidarlo nuevamente. Las instrucciones de Jehová que se encuentran en Deuteronomio 6 tenían por objeto ayudar a los israelitas a recordarlo a Él y Sus palabras constantemente (véanse los versículos 6–9). ¿Cómo mantienes al Señor y Sus palabras en tu corazón, “cu[idándo]te de no olvidarte de Jehová”? (Deuteronomio 6:12). ¿De qué manera el recordar al Señor nos ayuda a sentir gratitud en todas las circunstancias de nuestra vida? Al prepararte para enseñar, considera repasar Deuteronomio 12:6–9, 12 y Lucas 17:11–19. También podrías repasar el mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “Agradecidos en cualquier circunstancia” (Liahona, mayo de 2014, págs. 70–77). A fin de comenzar un análisis sobre cómo recordar al Señor, podrías invitar a los jóvenes a compartir experiencias en las que hayan olvidado algo importante. ¿Cuáles fueron los resultados? ¿Qué sucede cuando olvidamos las grandes cosas que el Señor ha hecho por nosotros? Invita a tu clase o cuórum a repasar Deuteronomio 6:4–9, 20–25. ¿Qué enseñan esos versículos en cuanto a recordar la bondad de Dios en nuestra vida? Elige una o más de las actividades que figuran a continuación a fin de ayudar a quienes enseñas a aprender cómo sentir más agradecimiento por la bondad de Dios y a expresarle su gratitud. • Leer juntos Lucas 17:11–19 puede contribuir a que los jóvenes piensen por qué es importante que demostremos nuestra gratitud a Dios. Considera hacer preguntas que les ayude a relacionar esta historia con la vida de ellos. Por ejemplo, ¿cuáles son algunas de las razones posibles por las que nueve de los diez leprosos no dieron las gracias al Salvador? ¿Por qué en ocasiones no expresamos gratitud a Dios? Pide a quienes enseñas que piensen en ocasiones en las que se hayan sentido agradecidos, aun cuando haya sido difícil. ¿Qué efecto tiene en nosotros el expresar gratitud? ¿Por qué es importante expresar nuestro agradecimiento a Dios? (Para ver algunas respuestas, véanse las referencias de las Escrituras en “Recursos de apoyo”). ¿Qué podemos hacer para demostrar nuestra gratitud a Dios? • Hay muchos himnos de alabanza y de acción de gracias, tales como “¡Grande eres Tú!” y “Cuenta tus bendiciones” (Himnos, nros. 41, 157). Podrías pedir a los jóvenes que busquen en la letra de esos himnos cosas por las que se sientan agradecidos. Invítalos a compartir las cosas que hayan encontrado y a explicar por qué sienten agradecimiento por ellas. Podrían cantar algunos de esos himnos juntos. El recordar al Señor nos puede ayudar a sentir gratitud en todas las circunstancias de la vida. 29 2 2 m ayo • El mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “Agradecidos en cualquier circunstancia” nos ayuda a entender cómo ser más agradecidos. Una de las maneras de ayudar a los jóvenes a aprender de este mensaje es dividirlos en grupos pequeños y asignar a cada grupo una sección del mensaje. Pídeles que compartan una frase u oración que consideren que resume lo que el presidente Uchtdorf enseñó. Invítalos a compartir algo que hayan aprendido en cuanto a la gratitud. También podrían ver el video “Presidente Russell M. Nelson: Una oración profética de gratitud, esperanza y sanación para el mundo” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Qué podemos hacer para llegar a ser “agradecidos en cualquier circunstancia”, sin importar cuál sea? ¿Qué ejemplos hemos visto de personas que han sido agradecidas a pesar de sus difíciles circunstancias? Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 30 Recursos de apoyo • Mosíah 2:19–24 (Debemos alabar y dar gracias a Dios) • Alma 34:38; 37:37; Doctrina y Convenios 46:32; 59:7, 15–21 (Debemos ser agradecidos en todas las cosas) • Salmo 107:8–9; Filipenses 4:6–7; Doctrina y Convenios 78:19 (Bendiciones de la gratitud) • Dale G. Renlund, “Considerad la bondad y la grandeza de Dios”, Liahona, mayo de 2020, págs. 41–44 • “La gratitud”, en Para la Fortaleza de la Juventud librito, 2011, pág. 18 Enseñar a la manera del Salvador El Salvador conocía a Sus seguidores y sabía quienes podían llegar a ser. Este conocimiento influyó en la forma en que les enseñaba. ¿Cómo puedes saber cuáles son los intereses, necesidades y desafíos de aquellos a quienes enseñas a fin de que puedas enseñarles de una manera más eficaz? 12 JUNIO ¿Cómo escucho la voz del Señor? RUT; 1 SAMUEL 1–3 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué manera podemos ser una luz a los miembros de nuestra familia o a los amigos que no crean lo mismo que nosotros? • Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera podemos demostrar mayor amor y apoyo a nuestra familia y marcar una diferencia positiva en nuestro hogar? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. • Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han fortalecido nuestro testimonio? • Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué se sienten inspirados a hacer para ayudarles? 31 12 juni o Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Es posible que muchos miembros de tu clase o cuórum se identifiquen con el niño Samuel. Cuando Jehová le habló, Samuel todavía no tenía suficiente experiencia con la revelación para reconocer la voz del Señor. Elí, el mentor de Samuel, pudo ayudarle a Samuel a aprender a reconocer esa voz. Como Elí, tú tienes la oportunidad de testificar a aquellos a quienes enseñas que el Señor desea hablarles. Puedes ayudarles a reconocer la voz del Señor, incluso mientras tú también estés aprendiendo a escucharlo. Pueden estudiar juntos lo que Sus profetas han enseñado en cuanto a la revelación personal, y pueden aprender a decirle al Señor, como Samuel lo hizo, “[h]abla, que tu siervo escucha” (1 Samuel 3:10). Además de leer 1 Samuel 3 esta semana, puedes prepararte para enseñar leyendo el mensaje del presidente Russell M. Nelson titulado “Escúchalo” (Liahona, mayo de 2020, págs. 88–92). El presidente Russell M. Nelson nos ha pedido que “aumente[mos] [nuestra] capacidad espiritual para recibir revelación”. 32 A fin de preparar a quienes enseñas para el análisis del día de hoy, considera pedirles que repasen 1 Samuel 3:1–14. Invítalos a compartir lo que aprenden de este relato en cuanto a escuchar la voz del Señor. ¿Cuáles son algunas formas adicionales en las que el Señor se comunica con nosotros? Las siguientes actividades pueden ayudar a los jóvenes a aumentar su entendimiento de la revelación personal. • Esta es una manera de ayudar a quienes enseñas a entender mejor cómo recibir revelación. Podrías escribir en la pizarra las referencias de las Escrituras que se sugieren en “Recursos de apoyo” (u otras que tú conozcas). Invita a los jóvenes a leer cada pasaje de las Escrituras. Ellos podrían entonces escribir en la pizarra junto a cada referencia lo que cada pasaje enseña en cuanto a recibir revelación personal. Invítalos a compartir experiencias que hayan tenido relacionadas con buscar y recibir revelación. Si es apropiado, comparte tus propias experiencias. • Recibimos grandes bendiciones cuando aprendemos a escuchar la voz del Señor. Podrías comenzar un análisis en cuanto a esto al pedir a los jóvenes que mencionen razones por las que podrían necesitar revelación. Luego pídeles que escudriñen el mensaje del presidente Russell M. Nelson titulado “Escúchalo”. Invítalos a buscar consejos que les ayuden a entender cómo escuchar la voz del Señor. También podrías mostrar uno o más videos de la colección “Escúchalo” (ChurchofJesusChrist.org/media). ¿Por qué es tan importante que aprendamos a escuchar la voz del Señor? Alienta a los jóvenes a anotar lo que aprendan en su diario o en hojas de papel que pongan a la vista en su hogar. ¿Có mo escucho l a voz del Seño r? • Los jóvenes a quienes enseñas quizá se hayan preguntado cómo saber cuando el Espíritu Santo les está hablando. Considera mostrarles los videos “¿Cómo puedo diferenciar entre la influencia del Espíritu Santo y mis sentimientos?” y “¿Cómo puedo sentir el Espíritu Santo con más frecuencia?” del evento “Cara a Cara con el presidente Eyring y el élder Holland” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Qué aprendemos en esos videos en cuanto a discernir entre las impresiones del Espíritu y nuestros pensamientos? Los miembros de la clase o el cuórum podrían compartir cómo le responderían a un amigo que tuviera preguntas similares a las que se analizaron en esos videos. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • 1 Reyes 19:9–12; Helamán 5:29–31; Doctrina y Convenios 6:14–16, 21–23; 8:2–3; 11:12–14 (Formas en las que el Señor nos habla) • Doctrina y Convenios 9:7–9 (La revelación requiere que reflexionemos y que estudiemos) • Ronald A. Rasband, “Deja que el Espíritu te enseñe”, Liahona, mayo de 2017, págs. 93–96 • El presidente Russell M. Nelson enseñó: “… en los días futuros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo. Mis amados hermanos y hermanas, les suplico que aumenten su capacidad espiritual para recibir revelación” (“Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 96). 33 26 JUNIO ¿Por qué es importante la castidad en el plan de Dios? 2 SAMUEL 5–7; 11–12; 1 REYES 3; 8; 11 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera nos hemos acercado más al Salvador? ¿Cómo estamos procurando ser más como Él? 34 • Cuidar de los necesitados. ¿En quiénes hemos estado pensando últimamente? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos responder las preguntas de nuestros amigos en cuanto a la Iglesia de manera que se fortalezca su fe en el Salvador? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles son algunas de las formas en que podemos conectarnos mejor con familiares como nuestros abuelos y primos? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿P o r qué es imp o r ta n te l a c a stida d en el pl a n de D ios ? Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Nuestro Padre Celestial, que desea que seamos felices, nos dio la ley de castidad. Satanás, que quiere que seamos miserables, enseña que esa ley no es importante. Hace todo lo posible para tentarnos a que cometamos pecado sexual. Los jóvenes pueden ser influenciados por las imágenes y los mensajes que contradicen lo que Dios enseña en cuanto a la sexualidad. Cada uno de nosotros necesita ser consciente de esas tentaciones y esforzarse para mantener nuestros pensamientos, palabras y actos puros a lo largo de nuestra vida. Aprendemos esa lección de la triste experiencia del rey David. Él fue un ejemplo de gran fidelidad, pero cedió a la tentación y quebrantó la ley de castidad (véase 2 Samuel 11:1–5). Te puedes preparar para enseñar leyendo 2 Samuel 11, el mensaje del élder David A. Bednar titulado “Creemos en ser castos” (Liahona, mayo de 2013, págs. 41–44) y otros recursos que hablen de la castidad. ¿Qué podría inspirar a los miembros de la clase o el cuórum a ver la castidad de la manera que Dios la ve? ¿Qué podría ayudarles a rechazar la manera en que Satanás la ve? A fin de permanecer fieles a la ley de castidad de Dios, debemos esforzarnos todos los días por mantener puros nuestros pensamientos, palabras y acciones. Esta es una manera de presentar el tema de la castidad al mismo tiempo que ayudas a quienes enseñas a repasar lo que hayan leído en las Escrituras. Escribe las palabras David y José en la pizarra y luego repasen juntos 2 Samuel 11:1–5 y Génesis 39:7–12. ¿De qué manera respondieron David y José respectivamente a la tentación de cometer pecado sexual? ¿Qué aprendemos de su ejemplo? Utiliza las siguientes actividades o algunas propias a fin de inspirar un análisis más amplio sobre el motivo por el que la castidad es importante en el plan de Dios. • Los jóvenes a quienes enseñas podrían beneficiarse al saber la definición de la norma de pureza sexual del Señor. Invítalos a repasar “La pureza sexual” en Para la Fortaleza de la Juventud (librito, 2011, págs. 35–37) o el cuarto párrafo de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿En que se diferencian las enseñanzas del Señor en cuanto a la sexualidad de las que Satanás desea que creamos? Los jóvenes podrían repasar “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” y buscar declaraciones que expliquen por qué la pureza sexual es importante en el plan de felicidad del Padre Celestial. ¿Qué aprendemos de esas declaraciones que nos ayude a vivir con rectitud en el mundo de hoy? • A veces los demás no entienden nuestras normas de moralidad, especialmente porque esas normas son tan diferentes de lo que muchas personas creen. ¿Cómo podríamos responder sus preguntas? ¿Qué aprendemos del élder y la hermana Renlund en el video “¿Por qué es importante vivir la ley de castidad?” del evento “Cara a Cara con el élder y la hermana Renlund”? (LaIglesiadeJesucristo.org). Los jóvenes también podrían buscar en los pasajes de las Escrituras que aparecen en “Recursos de apoyo” declaraciones que describan las bendiciones de la castidad. Podrías pedirles 35 26 juni o que compartan lo que piensan en cuanto al motivo por el que eligen obedecer la norma de moralidad sexual del Señor. • La cultura popular a menudo enseña que no hay necesidad de ser sexualmente puro; sin embargo, la cultura ignora las verdades en cuanto a las bendiciones de la castidad y los peligros de la inmoralidad. Para aprender más en cuanto a esas verdades, los jóvenes podrían estudiar el mensaje del élder David A. Bednar titulado “Creemos en ser castos”. Algunos podrían estudiar la sección “El propósito del adversario” mientras que otros estudian “Las bendiciones de ser castos”. Luego podrían compartir los unos con los otros lo que hayan aprendido. Ínstalos a anotar una frase de ese mensaje que quieran recordar la próxima vez que afronten mensajes falsos sobre la sexualidad. También podrías dirigirlos a la sección que se titula “El principio del arrepentimiento”. Hablen de cómo el Salvador puede sanar a todos los que deseen arrepentirse del pecado sexual. Recuerda a quienes enseñas que pueden hablar con sus padres o con el obispo si tienen preguntas o tienen necesidad de arrepentirse. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 36 Recursos de apoyo • 1 Corintios 6:19–20 (Nuestro cuerpo es un templo) • Alma 38:12 (Si refrenamos nuestras pasiones, podemos llenarnos de amor) • Doctrina y Convenios 25:2; 121:45–46 (Las bendiciones de la virtud) • “La castidad: ¿Cuáles son los límites?”, “Normas: La pureza sexual y la modestia - La verdadera confianza”, “Yo escojo ser limpio” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador En todo momento, el Salvador fue un ejemplo y un mentor. Enseñó a Sus discípulos a orar orando con ellos. Les enseñó a amar y a prestar servicio por la manera en que Él los amó y les sirvió. Les enseñó el modo de enseñar Su evangelio mediante la forma en que Él lo enseñó. 10 JULIO ¿Por qué es importante seguir a los profetas vivientes de Dios? 2 REYES 2–7 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué temas ha abordado el obispado en nuestras reuniones de consejo de barrio para la juventud? ¿Qué acciones podemos tomar que vayan de acuerdo con lo que se analizó? • Cuidar de los necesitados. Cuando vemos una necesidad y no sabemos qué decir, ¿cómo podemos tender la mano a las personas de una manera semejante a la de Cristo? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué es lo que hemos hallado en el evangelio de Jesucristo que nos brinda gozo? ¿Cómo podemos compartir ese gozo con los demás? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles son algunas de las formas en que podemos conectarnos mejor con familiares, como nuestros abuelos y primos? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. 37 10 julio Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Puede que haya un poco de Naamán el leproso en cada uno de nosotros (véase 2 Reyes 5:1–15). Tal como Naamán, que se molestó cuando el profeta Elías le dijo que simplemente se lavara en un río para ser sanado, puede que no siempre entendamos las razones de los consejos de nuestros profetas. Podríamos pensar que algunos de sus consejos no tienen sentido para nosotros y que por lo tanto no se aplican a nosotros. Sin embargo, Dios promete grandes bendiciones si somos lo suficientemente humildes para seguir al profeta (véase Doctrina y Convenios 21:4–7). ¿De qué modo el seguir al profeta te ha ayudado a acercarte más al Señor? ¿Qué otros ejemplos de 2 Reyes 4–6 muestran la forma en que somos bendecidos conforme seguimos a los profetas vivientes? A medida que te prepares para enseñar en cuanto a las bendiciones que se reciben por seguir al profeta viviente, piensa en los desafíos que los jóvenes afrontan. ¿De qué manera el seguir al profeta puede ayudarles con esos desafíos? También podrías leer el mensaje del élder Neil L. Andersen titulado “El profeta de Dios” (Liahona, mayo de 2018, págs. 24–27) o el mensaje del élder L. Whitney Clayton titulado “Haced todo lo que Él os diga” (Liahona, mayo de 2017, págs. 97–99). 38 Seguir al profeta puede ayudar a los jóvenes con los desafíos que afrontan. Aprender juntos Para comenzar un análisis, podrías pedir a cada miembro de la clase o del cuórum (o a pequeños grupos) que repasen uno de los siguientes relatos: 2 Reyes 4:1–7; 5:6–14; 6:8, 13–17. Pídeles que busquen algo que los inspire a leer y seguir las enseñanzas de los profetas y apóstoles de la actualidad. Después de que cada grupo comparta algo que haya encontrado, podrías pedir a algunos jóvenes que completen esta oración: “Cuando sigo a los profetas y apóstoles vivientes, yo…”. Para continuar un análisis sobre seguir a los profetas, elige una o más de las siguientes ideas. • Debido a que los profetas vivientes solo se encuentran en la Iglesia restaurada del Señor, los miembros de tu clase o cuórum podrían tener oportunidades de responder preguntas de otras personas en cuanto a los profetas vivientes. Podrías escribir en la pizarra las siguientes preguntas que las personas podrían tener en cuanto a los profetas vivientes: ¿Por qué tienen un profeta? ¿Cómo se elige al profeta? ¿Cómo sabes que el profeta realmente habla en nombre de Dios? Los jóvenes podrían buscar respuestas a esas preguntas en los recursos que aparecen en “Recursos de apoyo”. Podrían practicar responder esas preguntas, y otras que tengan, valiéndose de las verdades que encontraron y de sus propias ideas y experiencias. ¿P o r qué es imp o r ta n te seguir a los pro f eta s vivien tes de D ios ? • ¿Cómo pueden ayudarnos las palabras de nuestro profeta viviente cuando afrontamos desafíos personales? A fin de ayudar a los jóvenes a responder esta pregunta, podrías invitarlos a hacer una lista en la pizarra de algunos de los consejos que el profeta dio y algunas de las invitaciones que hizo en la conferencia general más reciente. ¿Qué hemos hecho para actuar de conformidad con sus consejos e invitaciones? ¿Qué cambios hemos visto en nuestra vida a causa de esos esfuerzos? Podrías invitar a alguien a compartir una experiencia personal en la que el consejo del profeta le haya ayudado con un desafío personal. • ¿Cómo puedes ayudar a aquellos a quienes enseñas a entender que seguir al profeta les ayudará a acercarse más al Salvador? Una forma de hacerlo sería entregar a cada uno una tarjeta pequeña e invitarlos a leer partes del mensaje del élder Neil L. Andersen titulado “El profeta de Dios”. Podrían anotar en un lado de la tarjeta algo que hayan aprendido en cuanto a la forma en que el profeta puede ayudarles a acercarse más a Cristo. Del otro lado de la tarjeta, podrían anotar algo que se sientan inspirados a hacer para seguir al profeta. Invítalos a compartir lo que escribieron. Recursos de apoyo • Amós 3:7; Doctrina y Convenios 1:4, 37–38; Moisés 6:26–27, 32–36; Temas del Evangelio, “Profetas”, topics.ChurchofJesusChrist.org; “¿Por qué necesitamos profetas?” (video), Canal VenirACristo en YouTube (Por qué tenemos profetas) • Gary E. Stevenson, “El corazón de un Profeta”, Liahona, mayo de 2018, págs. 17–20 (Cómo se escoge al profeta) Enseñar a la manera del Salvador “La verdadera conversión implica más que solo sentir que el Espíritu confirma ciertas verdades a nuestra alma; también debemos actuar en consecuencia. No se limite a ayudar a los alumnos a sentir y reconocer el Espíritu; ayúdelos a seguir las impresiones que reciban” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 10). Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 39 24 JULIO ¿Qué bendiciones provienen de recibir las ordenanzas del templo? ESDRAS 1; 3–7; NEHEMÍAS 2; 4–6; 8 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera hemos visto la mano del Señor en nuestra vida? 40 • Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos apoyarnos unos a otros en lo que estamos afrontando? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos utilizar mejor la tecnología como herramienta para compartir el Evangelio? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos haciendo para ayudar a nuestra familia a venir a Cristo? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿Qué bendicio nes provienen de r ecibir l a s o r den a nz a s del templo? Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Cuando los judíos regresaron del exilio en Babilonia, encontraron a Jerusalén y su templo en ruinas (véanse 2 Reyes 25:1–10; 2 Crónicas 36:17–19). La gente anhelaba reconstruir el templo, de modo que, en poco tiempo, comenzaron el proceso de reconstrucción y se regocijaron cuando el templo se completó (véanse Esdras 3:8–13; 6:16–22). En la actualidad, como pueblo del convenio de Dios, nosotros también construimos templos y nos regocijamos cuando se edifica un nuevo templo ¿Por qué? Porque las ordenanzas del templo nos conducen a las bendiciones más grandes del Padre Celestial. Nos brindan poder espiritual, nos dan guía y nos ayudan a llegar a ser como Dios y a recibir todo lo que Él tiene (véanse Doctrina y Convenios 84:19–22; 109:22–26). ¿De qué manera ayudarás a los jóvenes a anhelar el templo, tal como los israelitas lo anhelaron? ¿Cómo les ayudarás a desear con todo el corazón hacer convenios con Dios en Su santa casa? Al prepararte para enseñar, considera repasar el mensaje del presidente Thomas S. Monson titulado “Las bendiciones del templo” (Liahona, mayo de 2015, págs. 91–93) y el artículo “¿Por qué son importantes las ordenanzas y los convenios?” en temples.ChurchofJesusChrist.org. Las ordenanzas del templo nos ayudan a llegar a ser como Dios y a recibir todo lo que Él tiene Aprender juntos Para ayudar a los integrantes de la clase o del cuórum a esperar con anhelo las bendiciones que pueden recibir por medio de las ordenanzas del templo, podrías invitarlos a repasar Esdras 3:10–13; 6:16, 21–22. Pídeles que mencionen palabras o frases que demuestren lo que los judíos de la antigüedad sentían en cuanto a la reconstrucción de su templo. ¿Por qué es la construcción de un templo algo que celebrar? ¿En qué forma nos ayudan los templos de la actualidad y la obra que allí realizamos a acercarnos más al Salvador? A continuación figuran algunas ideas adicionales para ayudar a los jóvenes a entender las bendiciones que pueden recibir en el templo. • Cuando José Smith dedicó el Templo de Kirtland, ofreció la oración dedicatoria que se encuentra en Doctrina y Convenios 109. Esa oración describe muchas de las bendiciones que podemos recibir por medio de las ordenanzas del templo. Los miembros de la clase o del cuórum podrían escudriñar partes de esa oración, especialmente los versículos 12–26, a fin de buscar las bendiciones que José Smith pidió en oración. Tal vez podrían anotar esas bendiciones 41 24 julio en la pizarra. Podrías pedir a los jóvenes que analicen la manera en que cada una de esas bendiciones puede fortalecerlos ahora y en el futuro. Expresa tu testimonio de las bendiciones que has recibido por medio de las ordenanzas del templo. • A fin de ayudar a los integrantes de la clase o del cuórum a compartir sus sentimientos en cuanto al templo, pídeles que completen esta oración: “Cuando pienso en el templo, siento…”. Podrías invitarlos a leer los primeros cinco párrafos del mensaje del élder Kent F. Richards titulado “El poder de la divinidad” (Liahona, mayo de 2016, págs. 118–120). ¿Por qué necesitamos el templo más que ninguna otra cosa? ¿Qué aprendimos en cuanto al poder de Dios que recibimos mediante las ordenanzas del templo? Los jóvenes entonces podrían examinar el resto del mensaje del élder Richards en busca de bendiciones que recibimos cuando participamos de las ordenanzas del templo. O bien, podrían buscar esas bendiciones en el mensaje del presidente Thomas S. Monson titulado “Las bendiciones del templo”. • Para ayudar a los miembros de la clase o del cuórum a meditar en los sacrificios que algunas personas han estado dispuestas a hacer para recibir las bendiciones del templo, podrías mostrar el video “Los templos son un faro” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Por qué estuvo dispuesta la familia Mou Tham a hacer tan grandes sacrificios para ir al templo? (véase también Thomas S. Monson, “El Santo Templo: Un faro para el mundo”, Liahona, mayo de 2011, págs. 90–94). ¿Qué sacrificios necesitamos hacer para recibir las bendiciones 42 del templo? Quizá alguien que haya ido al templo recientemente pudiera ir a la reunión y compartir su experiencia. Podrías invitar a los jóvenes a escudriñar el mensaje del élder Ronald A. Rasband titulado “Recomendados al Señor” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 22–25) y compartir las bendiciones de tener una recomendación para el templo. También podrían repasar juntos las preguntas para la recomendación para el templo (véase Russell M. Nelson, “Palabras de clausura”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 120–122). Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Quentin L. Cook, “Véanse en el templo”, Liahona, mayo de 2016, págs. 97–100 Enseñar a la manera del Salvador “… en lugar de limitarse a darles información, ayude a los jóvenes a descubrir las verdades del Evangelio por ellos mismos en las Escrituras y en las palabras de los profetas” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 28). 14 AGOSTO ¿De qué manera puedo hallar gozo en seguir al Salvador? SALMOS 1–2; 8; 19–33; 40; 46 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera estamos hallando gozo al seguir a Jesucristo? • Cuidar de los necesitados. ¿Qué persona(s) de nuestro barrio o comunidad necesita(n) nuestra ayuda? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a prepararnos para el servicio misional? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cómo podemos contribuir a los esfuerzos de nuestro barrio de llevar a cabo la historia familiar y la obra en el templo? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. 43 14 agosto Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente ¿Qué te trae gozo? Las personas podrían decir que hallan gozo en pasar tiempo con sus amigos y familiares, en un pasatiempo favorito o incluso solo en un día sin pruebas. El presidente Russell M. Nelson ha enseñado: “… el gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene todo que ver con el enfoque de nuestra vida. Si centramos nuestra vida en el Plan de Salvación de Dios […], en Jesucristo y Su evangelio, podemos sentir gozo independientemente de lo que esté sucediendo —o no esté sucediendo— en nuestra vida. El gozo proviene de Él, y gracias a Él” (véase “El gozo y la supervivencia espiritual”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 82). Muchos de los salmos hacen eco de ese mismo mensaje: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo” (Salmo 16:11). Piensa en algunos de los desafíos que los integrantes de tu clase o cuórum pudieran estar afrontando. ¿Cómo les ayudarás a entender que el verdadero gozo proviene de ejercitar la fe en el Salvador, incluso en los tiempos difíciles? Medita sobre esta pregunta a medida que te prepares para enseñar. Busca pasajes relacionados en Salmos o en el mensaje del presidente Nelson titulado “El gozo y la supervivencia espiritual” que puedas compartir con tu clase o cuórum. 44 El verdadero gozo proviene de ejercitar la fe en el Salvador, incluso en los tiempos difíciles. Aprender juntos Considera invitar a los miembros de tu clase o cuórum a repasar algunos de los siguientes pasajes: Salmos 1; 8; 19; 23; 27. ¿Qué aprendemos en esos salmos sobre lo que nos brinda gozo? Luego podrías utilizar una o más de las siguientes actividades a fin de ayudar a aquellos a quienes enseñas a entender mejor el verdadero gozo que proviene de seguir a Jesucristo. • Todos queremos hallar gozo, pero tenemos que entender lo que trae el verdadero gozo y lo que de hecho conduce al pesar. Pide a los jóvenes que compartan algunas de las cosas que les brindan gozo y por qué es así. En la pizarra, escribe “Existen los hombres para que tengan gozo” (2 Nefi 2:25). Luego invita a los jóvenes, ya sea individualmente o en pequeños grupos, a repasar uno o más de los pasajes de las Escrituras que aparecen en “Recursos de apoyo” y a hacer una lista de lo que encuentren que conduce al gozo. También podrías mostrar el video “Podemos hallar la felicidad” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Cuáles son algunas maneras en que la gente trata de hallar gozo que en realidad conducen al pesar? ¿Cómo nos ha brindado gozo el Salvador? ¿De qué m a ner a pued o h a ll a r gozo en seguir a l S a lva d o r? • Todos conocemos personas que afrontan desafíos aun cuando estén haciendo su mejor esfuerzo por vivir el Evangelio. ¿Cómo puedes ayudar a quienes enseñas a entender que podemos hallar gozo aun cuando nuestra vida sea difícil? Podrías pedirles que repasen el mensaje del presidente Russell M. Nelson titulado “El gozo y la supervivencia espiritual” o el mensaje del presidente Steven J. Lund titulado “Cómo hallar gozo en Cristo” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 35–37). ¿Qué ejemplos encontramos de personas que hallaron gozo en Cristo a pesar de sus desafíos? ¿Qué aprendemos de esas experiencias? ¿Qué experiencias podemos compartir? • Todos somos susceptibles de experimentar ansiedad y depresión cuando afrontamos los desafíos de la vida. Para algunos, esos sentimientos son una lucha de toda la vida. Tu clase o cuórum se podría beneficiar de un análisis en cuanto a esos desafíos y sobre la forma en que el Salvador puede ayudar a quienes luchan con la ansiedad y la depresión. Para comenzar ese análisis, podrías pedir a los jóvenes que repasen el mensaje del élder Jeffrey R. Holland titulado “Como una vasija quebrada”, particularmente los últimos cuatro párrafos (Liahona, noviembre de 2013, págs. 40–42), o el mensaje de la hermana Reyna I. Aburto titulado “En sol y sombra, Señor, acompáñame” (Liahona, noviembre de 2019, págs. 57–59). Invita a los miembros de la clase o del cuórum a buscar verdades que sean significativas para ellos y a compartir lo que hayan encontrado. Alienta a los jóvenes a hablar con uno de sus padres o con un líder en quien confíen, o a visitar mentalhealth.ChurchofJesusChrist.org si consideran que necesitan ayuda. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Mateo 5:1–12; 1 Pedro 4:12–13; 2 Nefi 2:25–27; Mosíah 2:41; 3:3–7; 4:2–3; Alma 36:16–22; 4 Nefi 1:15–16 (Cómo hallar gozo) • D. Todd Christofferson, “El gozo de los santos”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 15–18 • “Prevención del suicidio y ministración”, LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador El Salvador conocía personalmente a los que enseñaba y sabía lo que podían llegar a ser. Cuando tropezaban, Él continuaba amándolos. ¿Cómo puedes demostrar que amas y apoyas a quienes enseñas? 45 28 AGOSTO ¿En qué forma me puede ayudar el Salvador durante mis pruebas? SALMOS 102–103; 110; 116–119; 127–128; 135–139; 146–150 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes nos han acercado más al Padre Celestial y a Jesucristo? 46 • Cuidar de los necesitados. ¿Se ha mudado alguien a nuestro barrio o se ha unido alguien a la Iglesia recientemente? ¿Cómo podemos ayudarles a sentirse bienvenidos? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué actividades vamos a tener próximamente a las que podamos invitar a nuestros amigos? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué esfuerzos podemos hacer para registrar nuestra historia personal? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿En qué f o r m a me puede ay uda r el S a lva d o r dur a n te mis prueb a s ? Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Los desafíos que afrontamos pueden hacernos sentir agotados, frustrados, derrotados y solos. Los autores de los Salmos entendieron esos sentimientos y los expresaron de manera potente: “Mi corazón está herido y seco como la hierba […]. Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado” (Salmo 102:4, 7). Sin embargo, con el mismo poder testificaron que volverse al Salvador brindará alivio: “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de compasión y tiernas misericordias” (Salmo 103:2–4). Piensa en las bendiciones que recibirán los miembros de tu clase o cuórum a medida que comprendan más plenamente la forma en que el Salvador puede ayudarles en sus pruebas. ¿De qué manera te ha ayudado el Salvador a ti? Al prepararte para enseñar, podrías repasar el mensaje del presidente Henry B. Eyring titulado “Ser probados, probarnos y ser pulidos” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 96–99) y “Adversidad” en Temas del Evangelio (topics.ChurchofJesusChrist.org). El Señor nos ayudará y consolará en nuestras pruebas. Para empezar, podrías pedir a los miembros de la clase o el cuórum que repasen Salmos 102, 103 y 116, fijándose en la forma en que el Salvador nos ayuda en nuestros esfuerzos por superar las pruebas. Podrían trabajar individualmente o en grupo para escribir algunas oraciones sobre lo que encontraron y entonces compartir lo que hayan escrito. Elige una o más de las siguientes actividades para ayudarles a aumentar su entendimiento sobre este tema. • Los himnos pueden invitar al Espíritu y enseñar doctrina de manera poderosa. Considera repasar un himno sobre la forma en que el Salvador nos ayuda en nuestras pruebas, tal como “Qué firmes cimientos” (Himnos, nro. 40). ¿Qué nos enseña el himno en cuanto a la ayuda que el Salvador nos puede dar? Los jóvenes podrían entonces repasar los pasajes de las Escrituras que aparecen en “Recursos de apoyo”. Podría serles de utilidad anotar una frase del himno o uno de los pasajes de las Escrituras que les recuerde buscar al Salvador en sus adversidades. • El mensaje del presidente Henry B. Eyring titulado “Ser probados, probarnos y ser pulidos” podría ayudar a quienes enseñas a entender mejor preguntas como estas: ¿Cuáles son algunos de los propósitos de nuestras pruebas terrenales? ¿De qué manera nos ayudará el Salvador con nuestros desafíos? ¿Qué podemos hacer para recurrir a la ayuda y el poder del Salvador? Considera escribir esas preguntas en la pizarra. Los miembros de la clase o del cuórum podrían buscar respuestas en el mensaje del presidente Eyring. Por ejemplo, ¿qué aprendemos de las historias en cuanto a la mamá del presidente Eyring al principio y al final del mensaje? Podrías pedir a cada persona que medite sobre la forma en que pueden aplicar lo que hayan aprendido a sus propias pruebas. Posiblemente algunos de los jóvenes estén dispuestos a compartir lo que hayan pensado. 47 28 agosto • La hermana Lisa L. Harkness relató la historia de cuando el Salvador calmó la tormenta para enseñar que Él puede calmar las tormentas de nuestra vida (véanse Marcos 4:35–41; “¡Calla, enmudece!”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 80–82). Podrías invitar a un miembro de la clase o del cuórum a venir preparado para compartir lo que haya aprendido en cuanto al Salvador en el relato de las Escrituras. Esa persona también podría mostrar una imagen (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 40). Los jóvenes entonces podrían repasar lo que la hermana Harkness enseñó acerca de cómo el Salvador “está en nuestra barca” cuando afrontamos desafíos. Podrías invitar a ciertas personas a compartir la forma en que el Salvador les ha ayudado en sus pruebas, incluso cómo les ha ayudado por medio de otras personas. Alienta a los jóvenes a compartir sus propias experiencias con alguien que conozcan que necesite la paz del Salvador. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar en cómo el actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 48 Recursos de apoyo • Isaías 53:3–5; Hebreos 2:17–18; Alma 7:11–13; 36:3; Éter 12:27 (El Salvador nos ayudará en nuestras pruebas) • Dieter F. Uchtdorf, “Dios hará algo inimaginable”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 51–54 • Cristina B. Franco, “El poder sanador de Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 60–62 • “Montañas que ascender” (video), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador “Hacer preguntas que alienten a los integrantes de la clase a dar testimonio de los principios que se enseñan puede ser una manera poderosa de invitar al Espíritu […]. Sus testimonios, y los de los demás integrantes de la clase, crecerán a medida que el Espíritu testifique de la verdad” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 32). 11 SEPTIEMBRE ¿Cómo puedo ser limpio y feliz nuevamente después de haber pecado? ISAÍAS 1–12 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿En qué forma el volvernos al Señor nos ayuda a afrontar los desafíos y pruebas? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué planes para compartir el Evangelio se han abordado en las reuniones de consejo de barrio para la juventud? ¿De qué manera puede participar nuestra clase o cuórum? • Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera el hacer la obra de historia familiar puede fortalecer nuestra relación con el Padre Celestial y con Jesús? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. • Cuidar de los necesitados. ¿A quién conocemos que necesite nuestras oraciones y nuestra amistad? 49 11 septiemb r e Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Cuando nos sentimos culpables después de haber pecado, tenemos que tomar una decisión. Esos sentimientos, aunque son dolorosos, pueden ser una bendición si nos llevan al arrepentimiento. Sin embargo, Satanás nos dice que esos sentimientos significan que Dios no nos ama, e intenta hacernos sentir desalentados y sin esperanza. Puede que haya personas a las que enseñas que estén agobiadas por esos sentimientos. Quizá se pregunten si podrán volver a ser limpios y felices. ¿Cómo podrías ayudarles a encontrar esperanza en la expiación del Salvador? El profeta Isaías reprendió osadamente a la gente por sus pecados, pero también testifico que, gracias al Salvador, “aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos” (Isaías 1:18). Medita sobre eso a medida que leas Isaías 1–12 esta semana. ¿Qué podría inspirar a quienes enseñas a volverse a Jesucristo, con fe en que las cargas de sus pecados les pueden ser quitadas? También podrías estudiar el testimonio de Cristo de la hermana Sharon Eubank que se encuentra en su mensaje titulado “Cristo: La luz que resplandece en las tinieblas” (Liahona, mayo de 2019, págs. 73–76). Gracias a Jesucristo, nuestras cargas de pecado nos pueden ser quitadas. 50 A fin de prepararte para un análisis basado en Isaías 1–12, podrías pedir a cada uno de los jóvenes que traiga a la reunión algo rojo y algo blanco. Podrías poner a la vista esos objetos mientras leen juntos Isaías 1:16–18, después de lo cual los jóvenes podrían compartir con sus propias palabras lo que aprenden de esos versículos (véase el análisis de la hermana Sharon Eubank del versículo 18 en “Cristo: La luz que resplandece en las tinieblas”). A continuación figuran otras actividades que pueden inspirar fe en el poder del Salvador para hacernos espiritualmente limpios. • El repasar ejemplos de arrepentimiento en las Escrituras puede ayudar a aquellos a quienes enseñas a edificar su fe en que Jesucristo puede hacerlos espiritualmente limpios. Podrías anotar en la pizarra nombres como el de Saulo (posteriormente, llamado Pablo), Alma, hijo, Zeezrom y los anti-nefi-lehitas. También podrías escribir dos grupos de referencias de las Escrituras: Hechos 8:3; Mosíah 27:8–10; Alma 11:21–23; Alma 17:12–15 (estas personas en su estado pecaminoso), y Hechos 9:13–20; Alma 36:17–24; Alma 15:5–12; Alma 23:6–12 (después de que estas personas se volvieron al Salvador y se arrepintieron). Los jóvenes podrían hacer corresponder cada nombre con el pasaje de las Escrituras que describe a esa persona. ¿Qué hicieron esas personas para arrepentirse? ¿Qué se enseña en esos relatos en cuanto a la disposición del Salvador de perdonar? ¿Notamos algunos modelos que podamos seguir? • A fin de ayudar a quienes enseñas a entender mejor el perdón de los pecados, podrías dar a cada persona una analogía o parábola para estudiar. Entre ellas se podría incluir el hijo pródigo (véase Lucas 15:11–24); el Salvador como nuestro Pastor (los párrafos 5–8 del mensaje del élder Dale G. Renlund titulado “Nuestro Buen Pastor” [Liahona, mayo de 2017, págs. 29–32]); y un piano roto (al comienzo del mensaje de la hermana Cristina B. Franco ¿Có mo pued o ser limpio y f eliz nueva men te despué s de h a ber pec a d o? titulado “El poder sanador de Jesucristo” [Liahona, noviembre de 2020, págs. 60–62]). Los jóvenes podrían resumir cada analogía o parábola y analizar lo que enseña en cuanto al amor y el poder expiatorio del Salvador. • El sentirnos mal por haber pecado es útil y nos conduce al arrepentimiento. El sentirnos desalentados y que no valemos nada a causa de nuestros pecados no es útil y puede impedir que nos arrepintamos. Los integrantes de tu clase o cuórum podrían leer juntos la sección titulada “La tristeza según Dios” del mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “¡Pueden hacerlo ahora!” (Liahona, noviembre de 2013, págs. 55–57). ¿Cuál es la diferencia entre el pesar por el pecado que conduce al arrepentimiento y el pesar que lleva a la desesperación? (véanse también 2 Corintios 7:9–10; Mormón 2:12–14). Si alguien se siente abrumado por sentimientos de culpa y desesperación a causa del pecado, ¿qué podríamos decir para ayudarle a volverse al Salvador? Invita a los jóvenes a compartir su testimonio del Salvador y Su misericordia. Recursos de apoyo • Dallin H. Oaks, “Limpios mediante el arrepentimiento”, Liahona, mayo de 2019, págs. 91–94 • “El arrepentimiento mediante la expiación de Jesucristo”, en el capítulo 3 de Predicad Mi Evangelio, 2018, pág. 64. Enseñar a la manera del Salvador “El testimonio personal del Salvador dio autoridad a Sus palabras […]. A medida que dé testimonio de la doctrina verdadera, el Espíritu confirmará la veracidad de la doctrina en el corazón de las personas a las que enseñe” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 21). Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 51 25 SEPTIEMBRE ¿Cuáles son nuestras responsabilidades en la obra de salvación y exaltación? ISAÍAS 40–49 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada y qué invitaciones o asignaciones se hicieron? ¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con esas invitaciones o asignaciones? 52 • Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos hacer o decir para tender una mano a aquellos que pudieran sentirse solos o alejados del Padre Celestial? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el amor de Jesucristo? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas podemos compartir unos con otros para ayudar a fortalecer a nuestras familias? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿Cuá les s o n nuest r a s r esp o ns a bilida des en l a o b r a de s a lvació n y e x a ltació n ? Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente En las Escrituras queda claro que ayudar en la obra del Señor no es solo para adultos. Samuel era solo un niño cuando Jehová le habló por primera vez; lo más probable es que María era una jovencita cuando el ángel la visitó, anunciando que ella sería la madre del Salvador; y José Smith tenía catorce años cuando el Señor lo llamó a restaurar el Evangelio. Más recientemente, el presidente Russell M. Nelson invitó a todos los jóvenes “a que se alisten en el batallón de jóvenes del Señor para ayudar a recoger a Israel” (“Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, LaIglesiadeJesucristo.org). Sin duda, cuando el Señor dijo: “… tú, oh Israel, siervo mío eres” (Isaías 41:8), incluyó a todo Su pueblo del convenio, entre los que se encuentran los de tu clase o cuórum. Aun cuando todos hacemos convenio de servir a Dios cuando somos bautizados, no todos los jóvenes se ven a sí mismos como los siervos del Señor. Es posible que no reconozcan las formas únicas en que pueden contribuir a Su obra. Busca pasajes en Isaías 41–44 y en la sección 1.2 del Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que pudieran ayudar a los jóvenes a entender lo que significa ser siervos del Señor. Cada persona joven posee una capacidad singular para contribuir a la obra de salvación y exaltación. Aprender juntos Isaías 41–44 puede ayudar a los jóvenes a entender lo que significa ser un siervo del Señor. Para comenzar el análisis, podrías escribir referencias como estas en la pizarra: Isaías 41:8–10; 42:6–7; 43:9–12; 44:21. Cada persona podría elegir un pasaje, leerlo y compartir lo que haya aprendido en cuanto a lo que significa ser siervo del Señor. ¿De qué maneras somos los siervos del Señor? ¿Qué bendiciones recibimos cuando estamos a Su servicio? A continuación figuran otras maneras de ayudar a quienes enseñas a traer personas a Cristo como participantes activos de Su obra. • ¿Entienden aquellos a quienes enseñas lo que es “la obra de salvación y exaltación”? Para ayudarles, podrías asignarles que estudien (individualmente o en grupos pequeños) uno de los cuatro subapartados de la sección 1.2 del Manual General. Cada subapartado describe un aspecto de la obra. Pide a los jóvenes que mediten sobre preguntas como estas: ¿Qué cosas específicas puede hacer una persona de mi edad para participar en este aspecto de la obra de salvación? ¿Qué puede hacer nuestra clase o cuórum? Cada persona o grupo podría compartir lo que aprendieron y dar respuestas a las preguntas. 53 25 septiemb r e • Aquellos a quienes enseñas podrían beneficiarse al aprender más en cuanto a los cuatro aspectos de la obra de salvación y exaltación: vivir el evangelio de Jesucristo, cuidar de los necesitados, invitar a todos a recibir el Evangelio y unir a las familias por la eternidad. Podrían elegir un aspecto que les interese y explorar algunos de los elementos correspondientes que aparecen bajo “Recursos de apoyo”. Permite que los jóvenes compartan lo que hayan encontrado, que les inspire a llegar a estar más convertidos al Señor y a ayudar a los demás a hacer lo mismo; luego de lo cual, podrían hacer planes para hacer algo que les ayude a llevar a cabo esa obra. La presidenta de clase o el presidente de cuórum podría dirigir ese análisis. • A fin de ayudar a los jóvenes a meditar sobre cómo pueden utilizar sus talentos para llevar almas a Cristo, podrías pedir a cada uno de ellos que estudie una sección del mensaje del élder John C. Pingree Jr. titulado “Tengo una obra para ti” (Liahona, noviembre de 2027, págs. 32–35). Podrían hablar sobre lo que aprendieron y cómo eso pudiera ayudar a alguien que no esté seguro de poder ayudar en la obra del Señor. También podrían repasar juntos la sección “Descubrir y cultivar dones espirituales” en el mensaje del élder Pingree. ¿Cómo nos ayuda el Señor a descubrir y a cultivar nuestros talentos? 54 Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Vivir el evangelio de Jesucristo: 2 Nefi 31:17–21; 3 Nefi 27:13–21; “Seguir a Dios” (video), LaIglesiadeJesucristo.org • Cuidar de los necesitados: Mateo 25:34–40; Mosíah 18:8–9; “Ustedes son la dádiva” (video), LaIglesiadeJesucristo.org • Invitar a todos a recibir el Evangelio: Mateo 5:14–16; 1 Pedro 3:15; “Comparte tus creencias” (video), LaIglesiadeJesucristo.org • Unir a las familias por la eternidad: Doctrina y Convenios 2; 128:18; “Gracias a James” (video), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador “Si los jóvenes perciben que usted confía en ellos, su confianza en su propio potencial divino aumentará” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 28). 9 OCTUBRE ¿Por qué Jesucristo debe ser fundamental en mi vida? ISAÍAS 58–66 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Luego, además de deliberar en consejo sobre los asuntos específicos de la clase o del cuórum, podrían analizar las impresiones que recibieron y los temas que se trataron durante la conferencia general. Las siguientes preguntas podrían ayudar. • ¿Qué debemos hacer como clase o cuórum para recordar y seguir los consejos que escuchamos en la conferencia general? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. • ¿Qué temas o mensajes nos llamaron la atención? ¿Qué fortaleció nuestra fe en Jesucristo? • ¿Qué fortaleció nuestro testimonio de los profetas vivientes? ¿Qué nos sentimos inspirados a hacer por lo que aprendimos o sentimos? 55 9 o ctub r e Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Isaías dijo: “En gran manera me regocijaré en Jehová; mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación, me cubrió con manto de justicia” (Isaías 61:10). ¿Por qué te “regocija[s] en Jehová”? Como Isaías, cuando reconocemos lo que el Señor ha hecho por nosotros, nos regocijamos y hablamos a menudo de “las misericordias de Jehová […], de las alabanzas de Jehová” (Isaías 63:7). ¿Cómo se sienten aquellos a quienes enseñas con respecto al Salvador? ¿Qué podría ayudarles a sentir mayor amor y reverencia por Él? ¿Qué les ayudaría a sentir Su amor? Al meditar en esas preguntas y leer Isaías 58–66, también podrías repasar el mensaje del élder Matthew S. Holland titulado “La exquisita dádiva del Hijo” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 45–47) y el mensaje de la hermana Cristina B. Franco titulado “El poder sanador de Jesucristo” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 60–62). A medida que aprendemos más en cuanto al Salvador, nos sentimos inspirados a hacer que Él sea el elemento central de nuestra vida. 56 Conforme los miembros de la clase o del cuórum aprendan en cuanto a la misión de Jesucristo, por la que fue enviado y que Él llevó a cabo, se sentirán más inspirados a hacer que el Salvador sea el elemento central de su vida. Quizá podrían escudriñar Isaías 61:1–3 y hacer una lista en la pizarra de lo que el Salvador debía hacer, y para lo cual fue ungido (véase también Lucas 4:16–20). ¿De qué manera el Salvador cumplió esos aspectos de Su misión? ¿Cómo los cumple en nuestra vida actualmente? Las ideas que figuran a continuación pueden ayudar a tu clase o cuórum a continuar el análisis sobre el motivo por el que Jesucristo debe ser el elemento central de nuestra vida. • En la conferencia general siempre hay mensajes en los que se testifica de Jesucristo. Podrías invitar a varios integrantes de la clase o del cuórum a compartir algo que hayan aprendido en cuanto al Salvador durante la conferencia general. Aliéntalos a compartir cómo se sienten en cuanto al Salvador debido a lo que aprendieron. • Las Escrituras pueden ayudar a los jóvenes a entender mejor por qué el Salvador debe ser el elemento central de su vida. Podrías escribir en la pizarra ¿Por qué Jesucristo debe ser fundamental en mi vida? Pide a los jóvenes que expresen lo que piensan. Entonces podrías pedirles (individualmente o en grupos) que escudriñen los pasajes de las Escrituras que aparecen bajo “Recursos de apoyo” a fin de encontrar respuestas adicionales. Invita a los jóvenes a compartir lo que hayan aprendido y por qué es significativo para ellos. • Podrías pedirle a quienes enseñas que describan el día más importante de su vida. ¿Cuál podría ser el día más importante de la historia? Invítalos a descubrir cuál dijo el élder Dieter F. Uchtdorf que fue el día más importante al repasar su mensaje titulado “¡He aquí el hombre!” ¿P o r qué Jesucr isto debe ser f unda men ta l en mi vida ? (Liahona, mayo de 2018, págs. 107–110). Insta a los jóvenes a buscar las bendiciones que el élder Uchtdorf prometió a quienes “ve[n]” a Jesucristo. También podrían compartir lo que estén haciendo para hacer que el Salvador sea el elemento central en su vida diaria. Podrías alentarlos a considerar lo que puedan hacer para acercarse más a Jesucristo y que fijen una meta para hacerlo. • Si alguien nos preguntara por qué creemos en Jesucristo, ¿qué diríamos? Insta a los jóvenes a expresar sus ideas y a anotarlas en la pizarra. También podrías invitarlos a repasar “El Cristo Viviente: El testimonio de los Apóstoles” (LaIglesiadeJesucristo.org) o “La misión divina de Jesucristo” en el capítulo 3 de Predicad Mi Evangelio (2018, págs. 61–62). Anímalos a buscar verdades sencillas que podrían decir para explicar por qué el Salvador es importante para ellos. Ellos podrían agregar las verdades que encuentren a la lista de la pizarra y hablar sobre cómo pueden compartir esas verdades con las personas que conocen. Recursos de apoyo • Juan 8:12; 14:6; Romanos 8:35–39; 2 Nefi 2:3–9; 9:5–10; Alma 36:3, 27; 3 Nefi 27:14–16, 27; Éter 12:27 (Por qué Jesucristo debe ser fundamental en mi vida) • Becky Craven, “Quédense con el cambio” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 58–60) • “Creo en Cristo”, “Asombro me da” (Himnos, nros. 72, 118) • “Por qué necesitamos un Salvador—Un mensaje de Navidad acerca de nuestro Salvador Jesucristo”, “Gracias a Él” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador “Cada miembro de su clase es una fuente rica de testimonio, perspectivas y experiencias al procurar vivir el Evangelio. Invítelos a compartirlas con los demás y a edificarse unos a otros” (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 5). Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 57 23 OCTUBRE ¿Está escrito el Evangelio en mi corazón? JEREMÍAS 30–33; 36; LAMENTACIONES 1; 3 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada y qué invitaciones o asignaciones se hicieron? ¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con esas invitaciones o asignaciones? 58 • Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos hacer o decir para tender una mano a aquellos que pudieran sentirse solos o alejados del Padre Celestial? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el amor de Jesucristo? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas podemos compartir unos con otros para ayudar a fortalecer a nuestras familias? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿E stá escr ito el E va ngelio en mi co r a zó n ? Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Jehová le dijo al profeta Jeremías que en los días por venir Él recogería a Israel y haría un “nuevo convenio” con Su pueblo. Él declaró: “Pondré mi ley en su mente y la escribiré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo” (véase Jeremías 31:31–34). Esos días son los días actuales y nosotros somos el pueblo de Dios. Esas enseñanzas podrían llevarte a ti y a quienes enseñas a preguntar: ¿Qué quiere decir que el Evangelio esté escrito en mi corazón? ¿Está escrito el Evangelio en mi corazón? Si no lo está, ¿qué puedo hacer al respecto? Considera cómo ayudarás a los miembros de tu clase o cuórum a meditar en esas preguntas. A fin de prepararte para enseñar, podrías encontrar mensajes para compartir en Jeremías 30–33; 36; en el mensaje del presidente Russell M. Nelson titulado “Que Dios prevalezca” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 92–95) y en el mensaje del élder D. Todd Christofferson titulado “Cuando te hayas convertido” (Liahona, mayo de 2004, págs. 11–13). A medida que amemos al Señor y procuremos aprender de Él, el Evangelio será escrito en nuestro corazón. Alienta a los jóvenes a analizar Jeremías 31:31–34. Para ello, podrías entregarles corazones de papel que tengan varias preguntas escritas en ellos sobre lo que significa tener el Evangelio en el corazón, como las que se encuentran bajo “Prepárate espiritualmente”. Trabajando individualmente, en grupos de dos o en grupos pequeños, los jóvenes podrían leer esos versículos de Jeremías y meditar sobre la forma en que podrían responder las preguntas. Permite que compartan sus preguntas y las respuestas en las que pensaron. A continuación figuran más ideas que pueden ayudarte a enseñar a los jóvenes en cuanto a la forma en que el Evangelio puede ser escrito en su corazón. • Cuando Moisés impartió algunas de sus últimas enseñanzas a los israelitas, los instó a recibir las palabras de Dios en su corazón. También les enseñó algunas de las formas en que podían hacerlo, tal como se registra en Deuteronomio 6:3–9. Como clase o cuórum, lean juntos esos versículos y analicen maneras de hacer lo que Moisés aconsejó. También podrían estudiar Alma 5:14, 26–35 para encontrar lo que Alma enseñó en cuanto a la forma en que podemos mantener el Evangelio escrito en nuestro corazón. • En su mensaje titulado “Cuando te hayas convertido”, el élder D. Todd Christofferson describió lo que podemos hacer para que el Evangelio sea escrito en nuestro corazón. ¿Qué aprendemos en los primeros cuatro párrafos sobre lo que significa tener el Evangelio escrito en nuestro corazón? Podrías invitar a cada joven a leer uno o más de los párrafos restantes y buscar lo que tenemos que hacer para que eso suceda. ¿Qué función desempeña el Salvador? ¿Qué función desempeñamos nosotros? Alienta a los jóvenes a compartir sus respuestas, junto con otras perspectivas que hayan encontrado. ¿Qué experiencias nos han ayudado a tener el 59 2 3 o ctub r e Evangelio escrito en nuestro corazón? ¿Qué función desempeña en ese proceso el que guardemos nuestros convenios? • El presidente Russell M. Nelson explicó que el término Israel “se refiere a una persona que está dispuesta a dejar que Dios prevalezca en su vida” (“Que Dios prevalezca”, pág. 92). Podrías invitar a los jóvenes a escudriñar los primeros seis párrafos del mensaje del presidente Nelson y la última parte del mensaje que comienza con “La pregunta para cada uno de nosotros”. Pídeles que encuentren algo que les ayude a entender lo que significa permitir “que Dios prevalezca” en su vida. ¿Cómo nos sentimos y cómo actuamos cuando Dios prevalece en nuestra vida? ¿Qué enseñó el presidente Nelson en cuanto a cómo el tener el Evangelio escrito en nuestro corazón influye en nuestros esfuerzos por recoger a Israel? Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 60 Recursos de apoyo • Henry B. Eyring, “Que Dios escriba en mi corazón” (Liahona, enero de 2001, págs. 99–102) • Linda K. Burton, “¿Está escrita en nuestro corazón la fe en la expiación de Jesucristo?” (Liahona, noviembre de 2012, págs. 111–115) Enseñar a la manera del Salvador “La doctrina que se halla en las Escrituras y en las palabras de los profetas de los últimos días tiene el poder de cambiar el corazón y aumentar la fe. A medida que usted y aquellos a los que enseñe pongan ‘a prueba la virtud de la palabra de Dios’, descubrirá que esta tiene ‘gran propensión a impulsar a la gente a hacer lo que [es] justo’ (Alma 31:5)” (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 5). 13 NOVIEMBRE ¿En qué forma puedo recibir un derramamiento del Espíritu del Señor? OSEAS 1–6; 10–14; JOEL Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han fortalecido nuestro testimonio? • Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué se sienten inspirados a hacer para ayudarles? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué manera podemos ser una luz a los miembros de nuestra familia o a amigos que no crean lo mismo que nosotros? • Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera podemos demostrar mayor amor y apoyo a nuestra familia y marcar una diferencia positiva en nuestro hogar? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. 61 13 noviemb r e Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente No hay duda de que vivimos en una época de incertidumbre y temor. El profeta Joel del Antiguo Testamento describió nuestro tiempo —el “día de Jehová”— como un “día de tinieblas y de oscuridad” y “grande […] y muy terrible” ( Joel 2:1–2, 11). Sin embargo, eso no quiere decir que nuestros días sean sin esperanza. Considera esta promesa del élder Dieter F. Uchtdorf: “… aunque a veces nos sintamos sepultados por las pruebas de la vida o rodeados de tinieblas emocionales, el amor de Dios y las bendiciones del evangelio restaurado de Jesucristo harán que surja algo inimaginable” (“Dios hará algo inimaginable”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 52). De modo que cuando observes las tinieblas y la oscuridad de nuestra época, recuerda que el Señor también ha prometido bendiciones grandes e, incluso, inimaginables: “… derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas” ( Joel 2:28; véase también José Smith—Historia 1:41). Fíjate en la promesa específica de que el Espíritu de Dios se derramaría sobre los hombres y las mujeres jóvenes. ¿Por qué crees que sea importante que aquellos a los que enseñas entiendan eso? Medita sobre esa pregunta a medida que leas Joel 2 y el mensaje del élder Uchtdorf durante tu preparación para enseñar. 62 El Señor ha prometido que en los últimos días, Él derramará Su Espíritu y que “profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas” ( Joel 2:28). Aprender juntos Para ayudar a quienes enseñas a entender mejor Joel 2:28–29, podrías colocar un objeto en un tazón y dejar que alguien derrame agua sobre él. ¿Cómo nos ayuda eso a entender lo que significa que el Señor “derram[e] [Su] Espíritu sobre toda carne”? ¿De qué manera se están cumpliendo las profecías de Joel 2:28–29? A continuación figuran algunas ideas que pueden ayudar a los jóvenes a entender mejor cómo el Señor está derramando Su Espíritu en la actualidad. • En las Escrituras se encuentran registrados muchos casos en los que el Señor derramó Su Espíritu sobre Su pueblo. Repasar algunos de ellos podría ayudar a los jóvenes a entender mejor cómo recibir un derramamiento del Espíritu de Dios en su vida. Podrías dibujar en la pizarra una jarra grande vertiendo agua, y pedirle a los jóvenes que lean individualmente, o en pequeños grupos, uno o más de los pasajes de las Escrituras que aparecen en “Recursos de apoyo”. Ellos podrían escribir en la pizarra alrededor de la jarra lo que las personas de su pasaje de las Escrituras hicieron para que el ¿En qué f o r m a pued o r ecibir un der r a m a mien to del E spí r itu del Seño r? Señor pudiera derramar Su Espíritu, y además, qué bendiciones recibieron como resultado. ¿En qué ocasiones hemos sentido que el Espíritu nos consolaba, guiaba o limpiaba? • Podrías escribir estas palabras del élder Dieter F. Uchtdorf en la pizarra: “Dios tiene algo inimaginable en mente para ustedes en forma individual y para la Iglesia en forma colectiva: una obra maravillosa y un prodigio” (“Dios hará algo inimaginable”, pág. 53). Considera la posibilidad de pedir a los jóvenes que busquen en el mensaje del élder Uchtdorf las bendiciones inimaginables que Dios dio a las personas de las Escrituras después de tiempos de adversidad. ¿Qué enseñó el élder Uchtdorf que debemos hacer para que tomemos buenas decisiones cuando afrontemos dificultades? Invita a los jóvenes a hacer una lista de las cosas “inimaginables” que Dios pudiera tener en mente para nosotros. Invita a quienes enseñas a meditar sobre lo que están dispuestos a hacer para recibir esas bendiciones. • Considera mostrar el video “Presidente Nelson: Escúchalo – Revelación Personal” (LaIglesiadeJesucristo.org). Pide a los jóvenes que presten atención a lo que puedan aprender en cuanto a la forma en que el Espíritu nos habla y bendice nuestra vida. También podrían repasar el mensaje del presidente Russell M. Nelson titulado “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas” (Liahona, mayo de 2018, págs. 93–96). Pídeles que busquen respuestas a preguntas como estas: ¿De qué manera buscó y recibió el presidente Nelson las impresiones del Espíritu? ¿Qué aprendemos de José Smith en cuanto a la disposición de Dios de hablarle a Sus hijos? ¿Qué nos exhortó a hacer el presidente Nelson? Relata a los jóvenes de alguna ocasión en la que hayas sentido al Señor derramar Su Espíritu. Invítalos a reflexionar sobre las experiencias que hayan tenido y, si se sienten cómodos, a compartirlas. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Hechos 2:1–6, 14–21; Jacob 7:1–8; Mosíah 4:1–3, 19–20; 18:7–11; Alma 19:14, 28–36; Helamán 6:34–36; Doctrina y Convenios 19:37–41 Enseñar a la manera del Salvador No se limite a ayudar a los alumnos a sentir y reconocer el Espíritu, ayúdelos a seguir las impresiones que reciban” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 10). 63 27 NOVIEMBRE ¿De qué manera puedo compartir el Evangelio? JONÁS; MIQUEAS Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera nos hemos acercado más al Salvador? ¿Cómo estamos procurando ser más como Él? • Cuidar de los necesitados. ¿En quiénes hemos estado pensando últimamente? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas? 64 • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué manera podemos responder las preguntas de nuestros amigos en cuanto a la Iglesia? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles son algunas de las formas en que podemos conectarnos mejor con familiares como nuestros abuelos y primos? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. ¿De qué m a ner a pued o co mpa r tir el E va ngeli o? Aprender juntos Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente Puede que haya miembros de tu clase o cuórum que regularmente encuentren maneras de compartir el Evangelio. ¡Quizá tú también! Sin embargo, para muchas personas compartir el Evangelio es difícil e incluso atemorizador. Afortunadamente, todos podemos llegar a ser mejores en cuanto a compartir nuestra fe en Jesucristo. Posiblemente no escuches físicamente la voz del Señor que te mande a hacer algo como “[ir] a Nínive, la gran ciudad, y clama[r] contra ella”, como le sucedió a Jonás ( Jonás 1:2), pero la voz apacible del Espíritu Santo puede inspirarte a ir a familiares y amigos en específico que hayan sido preparados para escuchar tu testimonio. Al estudiar esta semana, sé receptivo a lo que puedas aprender de la experiencia de Jonás y prepárate para compartir lo que aprendas con aquellos a los que enseñas. También podrías leer el mensaje del élder D. Todd Christofferson titulado “Compartir el mensaje de la Restauración y de la Resurrección” al prepararte para enseñar (Liahona, mayo de 2020, págs. 110–113). El Espíritu Santo nos puede inspirar a compartir el Evangelio con aquellos que hayan sido preparados para escuchar nuestro testimonio. A fin de ayudar a quienes enseñas a compartir las impresiones que recibieron durante su estudio de Jonás esta semana, podrías poner a la vista una imagen de Jonás (véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar). Invítalos a analizar lo que aprendieron de la experiencia de Jonás en cuanto a compartir el Evangelio. Podrías invitarlos a repasar específicamente Jonás 1 y 3, y a preguntarse: ¿Qué aprendemos en cuanto a compartir el Evangelio con aquellos que no parezcan estar listos para cambiar? ¿Qué aprendemos en cuanto a la disposición de Dios de perdonar a quienes se arrepientan? A fin de inspirar a los miembros de tu clase o cuórum a compartir el Evangelio, utiliza una o más de las siguientes actividades o una idea propia. • Para obtener ideas sobre la forma de compartir el evangelio del Salvador con los demás, tu clase o cuórum podría repasar los siguientes relatos de las Escrituras: Juan 4:3–26; Hechos 16:25–33; Alma 19:14–18, 28–31. Luego podrían analizar juntos preguntas como estas: ¿De qué manera fueron preparadas para escuchar el mensaje del Evangelio las personas de esos relatos? ¿Qué observan en cuanto a la forma en que se compartió el mensaje? ¿Por qué piensan que el Padre Celestial y Jesucristo desean que compartamos el Evangelio? Después de ello, podrían analizar como clase o cuórum lo que esos relatos nos enseñan en cuanto a la forma en que podemos compartir el Evangelio en la actualidad. • El leer ejemplos inspiradores de cuando otras personas comparten el Evangelio puede alentar a los jóvenes a quienes enseñas a hacer lo mismo. El élder D. Todd Christofferson compartió algunos ejemplos en su mensaje titulado “Compartir el mensaje de la Restauración y de la Resurrección”. En ese mensaje, el élder Christofferson enseñó que se necesitan tres cosas para hacer que nuestras invitaciones a recibir el Evangelio sean 65 27 noviemb r e atractivas: nuestro amor, nuestro ejemplo y nuestro uso del Libro de Mormón. Analicen los ejemplos en ese mensaje de cómo compartir el Evangelio, e invita a quienes enseñas a compartir otros ejemplos, incluso sus experiencias personales. ¿En qué forma demuestran esas experiencias las tres cosas que enseñó el élder Christofferson? • ¿De qué manera puedes contribuir a que aquellos a quienes enseñas entiendan que compartir el Evangelio puede ser algo natural y que no tiene que ser intimidante? Podrías mostrar los videos que figuran bajo “Recursos de apoyo” y pedir a los jóvenes que piensen en cuanto a la forma en que podrían compartir el Evangelio con alguien a quien conozcan. ¿Qué podemos hacer para invitarlos a venir y ver? ¿Qué oportunidades tienen de venir y ayudar? ¿En qué forma podemos ayudarlos a sentir el deseo de venir y quedarse? ¿De qué manera podemos hacer que compartir el Evangelio forme parte de nuestra vida cotidiana? Actuar con fe Aliente a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. 66 Recursos de apoyo • Carlos A. Godoy, “Creo en los ángeles”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 86–88 • “Compartir el Evangelio”, “Invitar a otros a ‘venir y ver’”, “Invitar a otros a ‘venir a ayudar’”, “Invitar a otros a ‘venir y quedarse’” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org; se pueden encontrar otros recursos bajo “Compartir el Evangelio”, Biblioteca del Evangelio Enseñar a la manera del Salvador “Es más probable que las personas hagan cambios significativos en su vida cuando realizan esos cambios de su propia voluntad. Cuando extienda invitaciones a actuar, asegúrese de respetar el albedrío de aquellos a los que enseña” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 35). 11 DICIEMBRE ¿Pongo las cosas de Dios en primer lugar en mi vida? HAGEO; ZACARÍAS 1–3; 7–14 Deliberar en consejo Dirigido por un miembro de la presidencia de cuórum o de clase; 10–20 minutos Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado. • Vivir el Evangelio. ¿Qué temas ha abordado el obispado en nuestras reuniones de consejo de barrio para la juventud? ¿Qué acciones podemos tomar que vayan de acuerdo con lo que se abordó? • Cuidar de los necesitados. Cuando vemos una necesidad y no sabemos qué decir, ¿cómo podemos tender la mano a las personas de una manera semejante a la de Cristo? • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué es lo que hemos hallado en el evangelio de Jesucristo que nos brinda gozo? ¿Cómo podemos compartir ese gozo con los demás? • Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos haciendo para encontrar los nombres de nuestros antepasados que necesitan las ordenanzas del templo? ¿Qué podemos hacer para ayudar a los demás a encontrar los nombres de sus antepasados? Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección: • Testificar de los principios que se enseñaron. • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión. 67 11 diciemb r e Enseñar la doctrina Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos Prepárate espiritualmente La vida está llena de cosas importantes que hacer. Si no tenemos cuidado, el ajetreo de la vida puede hacer que olvidemos el propósito de la vida. Sabemos que el Salvador y Su evangelio deben ser nuestra mayor prioridad, pero otras cosas nos pueden distraer fácilmente. Quizá ese sea el motivo por el que las Escrituras nos aconsejan: “Examina la senda de tus pies” (Proverbios 4:26), “Meditad bien sobre vuestros caminos” (Hageo 1:5) y “Examinaos a vosotros mismos, para ver si estáis en la fe” (2 Corintios 13:5). Los israelitas que vivían en la época del profeta Hageo necesitaban ese tipo de invitación. En sus dignos esfuerzos por reconstruir Jerusalén, habían postergado la reconstrucción de la Casa del Señor. Considera la forma en que las advertencias del Señor contenidas en Hageo 1 podrían aplicarse a nosotros en la actualidad. ¿De qué manera inspirarás a quienes enseñas a evaluar su compromiso de poner las cosas de Dios primero en su vida? Podrías repasar el mensaje del élder Dale G. Renlund titulado “Un compromiso inquebrantable con Jesucristo” (Liahona, noviembre de 2019, págs. 22–25) o las enseñanzas del presidente Ezra Taft Benson que se encuentran en “El gran mandamiento: Amar al Señor” (en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Ezra Taft Benson, 2014, págs. 41–49). 68 Podemos hacer de las cosas de Dios nuestra primera prioridad. Aprender juntos Podrías iniciar un análisis escribiendo frases de Hageo 1:6 en la pizarra. ¿Qué podemos aprender de esas ideas —sembrar semillas y nunca cosechar, comer y nunca quedar satisfecho, o ganar dinero y ponerlo en un saco que tiene agujeros— en cuanto a dedicar tiempo a cosas que no son las que el Señor desea que hagamos? Aun cuando el Señor no nos pide que nos centremos en edificar un templo, ¿en qué sí nos pide que nos centremos? ¿En qué forma podemos hacer que esas cosas tengan una prioridad alta en nuestra vida? Las siguientes actividades pueden ayudar a los jóvenes a evaluar su compromiso de poner las cosas de Dios en primer lugar en su vida. • El participar de la Santa Cena es una excelente oportunidad semanal para evaluar nuestro compromiso hacia Jesucristo. ¿De qué manera podemos utilizar la Santa Cena para considerar si estamos llegando a ser más como el Salvador? Quizá los jóvenes podrían compartir cómo hacen esto. También podrían hacer una lista de preguntas que se pudieran hacer a sí mismos durante la Santa Cena. Conforme hagan su lista, invítalos a reflexionar sobre uno o más pasajes de las Escrituras, mensajes u otros recursos que aparecen bajo “Recursos de apoyo”. ¿P o ngo l a s cos a s de Dios en pr imer lug a r en mi vida ? • El presidente Dieter F. Uchtdorf, en su mensaje titulado “De las cosas que más importan” (Liahona, noviembre de 2010, págs. 19–22), dio consejos que podrían ayudar a los jóvenes a “medita[r] bien sobre [sus] caminos” (Hageo 1:5). Podrías invitar a algunos jóvenes individualmente o en grupos pequeños a leer las últimas tres secciones del discurso (comenzando con la sección titulada “El poder de lo básico”) en busca de lo que significa centrar nuestra vida en el Salvador. Podrían compartir algo que se sientan inspirados a hacer para fortalecer su compromiso hacia Jesucristo. • Muchos de nosotros estamos ocupados haciendo cosas buenas, pero no siempre son las mejores. Considera compartir una declaración de la primera sección del mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “Bueno, Mejor, Excelente” (Liahona, noviembre de 2007, págs. 104–108) que pudiera ayudar a los jóvenes a entender ese principio. También podrías invitarlos a que cada uno haga una lista de sus actividades diarias. Pídeles que evalúen personalmente si cada actividad es “buena”, “mejor” o “excelente”. ¿Qué hace que una actividad sea “excelente?”. Alienta a los jóvenes a compartir el uno con el otro lo que hayan aprendido de esa autoevaluación. Actuar con fe Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. Recursos de apoyo • Josué 24:14–15; Mateo 6:19–34; 22:36–40; Marcos 10:17–22; 1 Corintios 11:23–28; 2 Corintios 13:5; Colosenses 3:1–2 (Debemos poner las cosas de Dios en primer lugar en nuestra vida) • Scott D. Whiting, “Llegar a ser como Él”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 12–15 • “Si ponemos a Dios en primer lugar” (video), LaIglesiadeJesucristo.org Enseñar a la manera del Salvador “[N]o es necesario usa[r] todo [el material] en un solo día a fin de llegar al corazón de alguien; por lo general, uno o dos puntos clave son suficientes” (Enseñar a la manera delSalvador, pág. 7). 69