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TEMAS DOCTRINALES 2022
Ven, sígueme —
Para cuórums del Sacerdocio Aarónico
y clases de las Mujeres Jóvenes
TEMAS DOCTRINALES 2022
Ven, sígueme —
Para cuórums del Sacerdocio Aarónico
y clases de las Mujeres Jóvenes
Publicado por
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Salt Lake City, Utah, EE. UU.
© 2021 por Intellectual Reserve, Inc.
Todos los derechos reservados.
Versión: 8/20
Traducción de Come, Follow Me—For Aaronic Priesthood Quorums and Young Women Classes: Doctrinal Topics 2022
Spanish
17812 002
Impreso en los Estados Unidos de América.
Í ndice de tem a s
Índice de temas
Cómo utilizar Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes . . . . . . . . . . . . . . iv
9 enero: ¿Cómo desea Dios que yo cuide Sus creaciones, entre ellas mi cuerpo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
23 enero: ¿En qué forma puede ayudarme el Señor a servir más fielmente? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
13 febrero: ¿De qué manera podemos mantenernos fieles al Salvador en un mundo inicuo? . . . . . . . . . . . . . . . 7
27 febrero: ¿Por qué es importante el matrimonio eterno? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
13 marzo: ¿Cómo puedo afrontar la adversidad con fe? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
27 marzo: ¿Quién soy y quién desea Dios que llegue a ser?” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
10 abril: ¿Cómo puedo fortalecer mi fe en Jesucristo cada día? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
24 abril: “¿Por qué Dios nos da mandamientos?” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
8 mayo: ¿Cómo sé que Dios me ha perdonado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
22 mayo: ¿En qué forma puedo demostrar mi gratitud a Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
12 junio: ¿Cómo escucho la voz del Señor? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
26 junio: ¿Por qué es importante la castidad en el plan de Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
10 julio: ¿Por qué es importante seguir a los profetas vivientes de Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
24 julio: ¿Qué bendiciones provienen de recibir las ordenanzas del templo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
14 agosto: ¿De qué manera puedo hallar gozo en seguir al Salvador? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
28 agosto: ¿En qué forma me puede ayudar el Salvador durante mis pruebas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
11 septiembre: ¿Cómo puedo ser limpio y feliz nuevamente después de haber pecado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
25 septiembre: ¿Cuáles son nuestras responsabilidades en la obra de salvación y exaltación? . . . . . . . . . . . . . 52
9 octubre: ¿Por qué Jesucristo debe ser fundamental en mi vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
23 octubre: ¿Está escrito el Evangelio en mi corazón? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
13 noviembre: ¿En qué forma puedo recibir un derramamiento del Espíritu del Señor? . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
27 noviembre: ¿De qué manera puedo compartir el Evangelio? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
11 diciembre: ¿Pongo las cosas de Dios en primer lugar en mi vida? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
iii
Cómo utilizar Ven, sígueme — Para cuórums del
Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes
¿Cuáles son los propósitos de las
reuniones de clase y de cuórum?
El Señor les ha dado un deber sagrado: Les ha
llamado a servir en una presidencia de clase de las
Mujeres Jóvenes o en una presidencia de cuórum del
Sacerdocio Aarónico. Parte de su responsabilidad
es dirigir las reuniones de clase o de cuórum los
domingos; para ello, es útil entender por qué
tenemos estas reuniones.
Las reuniones de clase de las Mujeres Jóvenes y de
cuórum del Sacerdocio Aarónico son diferentes de
las clases de la Iglesia como la Escuela Dominical
o Seminario. En las reuniones de clase o de
cuórum, hacemos más que estudiar un tema del
Evangelio. Aprendemos sobre la obra que Dios nos
ha encomendado y organizamos a los miembros
de nuestra clase o cuórum para llevar a cabo esa
obra en nuestro hogar, en la Iglesia y en nuestra
comunidad. En esas reuniones, no solo hablamos
de la obra, sino que hacemos planes para cumplir
con nuestra función como integrantes del batallón
de jóvenes del Señor, lo cual incluye ayudar en el
recogimiento de Israel.
iv
En las reuniones de la clase o del cuórum, hacemos planes para
cumplir con nuestra función como integrantes del batallón de jóvenes
del Señor.
Sin embargo, este énfasis en la obra no quiere decir
que dejamos los análisis sobre doctrina solo para
la Escuela Dominical. De hecho, el aprendizaje de
la doctrina en las clases de Mujeres Jóvenes y en
las reuniones de cuórum del Sacerdocio Aarónico
es esencial, ya que nos ayuda a fortalecer nuestra
relación con Jesucristo, a entender el plan del Padre
Celestial y a participar en Su obra. Al estudiar el
Evangelio juntos, las verdades que aprendemos
pueden cambiar nuestro corazón y ayudarnos
a saber cómo actuar más a la manera de Cristo.
Podemos recibir impresiones sobre formas de
crecer “en sabiduría, y en estatura y en gracia para
Có mo utiliz a r “ V en , sígueme — Pa r a cuó rums del S acer d o cio A a ró nico y cl a ses de l a s Mujer es Jóvenes”
con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Al llegar a
estar más convertidos a Jesucristo y Su evangelio,
hallaremos gozo y tendremos el deseo de ayudar a
los demás a lo largo de la senda de los convenios.
¿Quién dirige estas reuniones?
Dios los ha llamado a ustedes como presidencias
de clase y de cuórum y les ha dado autoridad
para liderar. Es por eso que toda reunión de su
clase o cuórum la debe dirigir un miembro de la
presidencia de la clase o del cuórum. Los líderes
adultos deben ofrecer guía y apoyo, pero no asumir
el control. Consulten la sección titulada “Deliberar
en consejo” al principio de cada reseña de este
recurso para encontrar ideas que les ayuden a saber
cómo dirigir una reunión y lograr sus auténticos
propósitos. Utilicen las reuniones de presidencia
para planificar cómo dirigirán esas reuniones
dominicales.
¿Quién debe enseñar la lección?
Las lecciones las pueden enseñar líderes adultos,
un miembro de la presidencia de la clase o del
cuórum, o cualquier otro miembro de la clase o del
cuórum. Como presidencia de clase o de cuórum,
consulten con los líderes adultos con respecto a
quién se debe asignar para que enseñe las lecciones.
Recuerden que sus líderes adultos tienen mucho
que ofrecer; procuren aprender de su experiencia
y su testimonio. El pedir a los jóvenes que enseñen
también tiene ventajas, ya que el enseñar puede
contribuir a profundizar su conversión y ayudarles
a forjar una relación más estrecha con los miembros
de la clase o del cuórum. Por tanto, denles
oportunidades apropiadas para enseñar toda la
lección o parte de ella, pero tomen en cuenta las
necesidades y la capacidad de las personas de su
clase o cuórum. Por ejemplo, los líderes adultos
podrían enseñar con mayor frecuencia en clases
o cuórums integrados por jóvenes de menor edad
o por jóvenes que tengan menos experiencia en
enseñar el Evangelio. Cuando se invite a los jóvenes
a enseñar, uno de sus padres o un asesor adulto
debe ayudarles a prepararse según sea necesario.
Aquellos a quienes se les asigne enseñar pueden
utilizar la sección titulada “Enseñar la doctrina”
de cada reseña de este recurso para que les ayude
a prepararse. Dicha sección contiene sugerencias
para enseñar y analizar la doctrina de esa semana,
pero los maestros no deben sentirse limitados a
esas sugerencias solamente. Según les indique el
Espíritu, los maestros pueden adaptar esas ideas o
utilizar ideas propias para enseñar de una manera
que atienda mejor las necesidades de los miembros
de la clase o del cuórum, y que les ayude a entender
y a poner en práctica la doctrina.
¿Qué temas doctrinales
analizaremos en
nuestras reuniones?
El tema de la reseña de cada semana es un principio
doctrinal que ha sido seleccionado para que vaya de
acuerdo con la lectura del Antiguo Testamento que
se recomienda para esa semana, cual se encuentra en
Ven, sígueme — Para uso individual y familiar. De ese
modo, los análisis doctrinales que tengan lugar en
las reuniones de clase y de cuórum apoyarán lo que
los jóvenes estén aprendiendo en casa.
Aun cuando las reseñas son para enseñarlas en
ciertos domingos, se sigue teniendo la opción
de analizar otros temas doctrinales según las
necesidades de la clase o del cuórum.
v
V en , sígueme — Pa r a cuó rums del S acer d o cio A a ró nico y cl a ses de l a s Mujer es Jóvenes: T em a s d o ct r in a les 202 2
Este recurso contiene reseñas para cada semana en
que se llevan a cabo clases de las Mujeres Jóvenes
y reuniones de cuórum del Sacerdocio Aarónico.
En ciertas ocasiones, quizá sea necesario omitir
una lección debido a conferencias de estaca u
otras razones.
¿Cuál es la función de nuestros
líderes adultos?
Los líderes adultos tienen una función importante
en las clases de Mujeres Jóvenes y los cuórums del
vi
Sacerdocio Aarónico. Ellos los guiarán y asesorarán
a ustedes en sus llamamientos de liderazgo; los
apoyarán y animarán conforme lleven a cabo la obra
de la clase o el cuórum. Les enseñarán doctrina y
les bendecirán mediante su ejemplo, experiencia y
testimonio.
9 ENERO
¿Cómo desea Dios que yo cuide Sus creaciones,
entre ellas mi cuerpo?
GÉNESIS 1–2; MOISÉS 2–3; ABRAHAM 4–5
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que
figuran a continuación o sus propias preguntas
(véase Manual General: Servir en La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 10.2, 11.2,
LaIglesiadeJesucristo.org). Planifiquen maneras de
actuar de conformidad con lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada
y qué invitaciones o asignaciones se hicieron?
¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con
esas invitaciones o asignaciones?
• Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos decir
o hacer para tender una mano a aquellos que
pudieran sentirse solos o alejados del Padre
Celestial?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son
algunas maneras de ayudar a los demás a sentir
el amor de Jesucristo?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas
podemos compartir unos con otros para ayudar
a fortalecer a nuestras familias?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
1
9 enero
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Bajo la dirección del Padre Celestial, Jesucristo creó
la tierra y todo lo que hay en ella, incluso a Adán
y a Eva. Cuando terminó, vio que “todas las cosas
que [Él] había hecho […] eran buenas” (Moisés 3:2).
Medita sobre los sentimientos que tienes cuando
observas las creaciones de Dios.
Dios nos ha dado a nosotros, Sus hijos, la
responsabilidad de cuidar todo lo que Él ha creado.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Como
beneficiarios de la Creación divina, ¿qué debemos
hacer? Debemos cuidar la tierra, ser mayordomos
sabios de ella y conservarla para las futuras
generaciones […]; debemos prepararnos para
nuestro propio destino divino: gloria, inmortalidad
y vidas eternas” (véase “La Creación”, Liahona, julio
de 2000, págs. 104, 105). ¿De qué manera ayudarás a
los miembros de la clase o del cuórum a incrementar
su deseo de cuidar y proteger su cuerpo y todas
las creaciones de Dios? A fin de prepararte para
enseñar, podrías repasar el mensaje del presidente
Nelson que se ha citado anteriormente, así como
Doctrina y Convenios 59:15–20; 104:13–18.
Nuestro cuerpo fue creado a imagen de Dios.
2
A fin de ayudar a los jóvenes a considerar lo que
puedan hacer para cuidar mejor de las creaciones
de Dios, anota los siguientes encabezamientos
en la pizarra: El Creador, La Creación y Nuestras
responsabilidades. Pídeles que repasen Génesis 1–2
y que escriban lo que aprendan sobre el Creador
y la Creación. ¿Qué aprendemos en cuanto a
nuestras responsabilidades? (véanse especialmente
Génesis 1:26–28; 2:15). Las siguientes ideas pueden
ayudar a los jóvenes a analizar la responsabilidad
que tenemos de cuidar las creaciones de Dios.
• ¿Cómo puedes ayudar a quienes enseñas a
entender que su cuerpo es una creación sagrada
de Dios? Por ejemplo, podrías preguntarles
qué aprendemos en cuanto a nuestro cuerpo
en 1 Corintios 6:19–20; Moisés 2:26–27;
Abraham 4:26–27. ¿Qué significan las palabras
“imagen” y “semejanza”? Trabajen juntos para
elaborar una lista de algunas cosas que podamos
hacer para cuidar nuestro cuerpo (véase “La
salud física y emocional”, en Para la Fortaleza de la
Juventud, librito, 2011, págs. 25–27).
• Los jóvenes a menudo afrontan mensajes que los
hacen sentirse inseguros en cuanto a su cuerpo.
Invita a los jóvenes a ver el video “La más grande
creación de Dios” (LaIglesiadeJesucristo.org).
Pídeles que busquen mensajes que les ayuden
a sentirse agradecidos por su cuerpo (véase
también Russell M. Nelson, “El cuerpo: Un
don magnífico que debemos apreciar”, Liahona,
agosto de 2019, págs. 50–55). ¿Qué podemos
compartir para ayudar a un amigo o miembro
de la familia que se siente inseguro en cuanto a
su cuerpo?
• Invita a los jóvenes a leer en silencio uno o
más de los siguientes versículos en busca de
enseñanzas en cuanto a las razones por las
que Dios creó la tierra y cómo quiere que la
cuidemos: Génesis 1:26–28; 2:15; 1 Nefi 17:36;
¿Có mo dese a D ios que yo cuide Sus cr e acio nes , en t r e ell a s mi cuer p o?
Doctrina y Convenios 49:19–21; 59:15–20;
104:13–18; Moisés 2:26–31; 3:15. Pídeles que
compartan lo que piensan sobre cada pasaje de
las Escrituras y luego invítalos a trabajar juntos
para elaborar una lista de cosas que puedan hacer
individualmente o en grupo para cumplir con
su responsabilidad de cuidar la tierra (véanse las
ideas que se encuentran en “Recursos de apoyo”).
¿Qué cambios necesitamos hacer en nuestro
modo de pensar y en nuestras acciones para
cuidar mejor la tierra?
• Considera invitar a los miembros de la clase o
del cuórum a venir a la reunión con algo que
muestre la belleza de la tierra que Dios creó, tal
como un dibujo, una fotografía o un poema.
Invítalos a compartir lo que trajeron y a expresar
los sentimientos que tengan por las creaciones
de Dios.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la manera en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
Formas en que podemos cuidar la tierra:
• Plantar semillas, árboles o un huerto.
• Recoger basura en la comunidad.
• Organizar un proyecto de reciclaje o de limpieza
del vecindario.
• Participar en una caminata y meditar sobre las
cosas por las que se está agradecido.
• Crear una obra de arte con artículos que de otro
modo se tirarían a la basura y compartirla en una
exposición de arte grupal.
• Determinar maneras de conservar la energía
y el agua.
Enseñar a la manera del Salvador
Brinda a los miembros de la clase o del cuórum
muchas oportunidades de enseñarse el uno al
otro en la clase, dado que a menudo aprenden
mejor los unos de los otros y por la experiencia
de enseñar.
3
23 ENERO
¿En qué forma puede ayudarme el Señor a servir
más fielmente?
GÉNESIS 5; MOISÉS 6
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han
fortalecido nuestro testimonio?
4
• Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra
ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué se sienten
inspirados a hacer para ayudarles?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué
manera podemos ser una luz a los miembros de
nuestra familia o a amigos que no crean lo mismo
que nosotros?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera
podemos demostrar mayor amor y apoyo a
nuestra familia y marcar una diferencia positiva
en nuestro hogar?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿En qué f o r m a puede ay uda r me el Seño r a ser vir m á s f iel men te ?
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Cuando Enoc recibió el llamamiento de servir al
Señor, se sintió completamente incapaz de hacerlo
(véase Moisés 6:31). Sin embargo, el Señor no
solo mandó a Enoc llevar a cabo Su obra, sino
que le prometió que lo protegería y ayudaría
(véase Moisés 6:32–34).
Quizá te identifiques con los sentimientos de
ineptitud de Enoc al pensar en tus propios esfuerzos
por servir. Damos servicio, en parte, por medio de
los llamamientos de la Iglesia. En otras ocasiones
simplemente vemos una necesidad y sentimos que
el Espíritu Santo nos inspira a demostrar nuestro
amor y apoyo. Independientemente del modo en
que se presente la oportunidad, podemos cobrar
ánimo, tal como Enoc lo hizo, al saber que el Señor
nos ayudará cuando aceptemos Su invitación de
“anda[r] conmigo” (Moisés 6:34).
A medida que te prepares para enseñar en cuanto
a la ayuda que podemos recibir del Señor al
servir a los demás, repasa Moisés 6 y piensa en
experiencias que hayas tenido al servir a otras
personas. ¿De qué manera te ayudó el Señor en
tus esfuerzos? ¿Qué esperas que los miembros de
tu clase o cuórum aprendan de los ejemplos de
Enoc y de otras personas? También podrías leer
uno de estos mensajes del presidente Henry B.
Eyring: “Anda conmigo” (Liahona, mayo de
2017, págs. 82–85) o “Mujeres del convenio en
colaboración con Dios” (Liahona, noviembre
de 2019, págs. 70–73).
Podemos seguir el ejemplo del Salvador al servir como parte de
nuestra vida diaria.
Aprender juntos
Servir a los demás nos brinda la oportunidad de
“anda[r] co[n] [Dios]”, y recibiremos Su ayuda
conforme prestemos servicio (Moisés 6:34). A fin
de ayudar a los miembros de la clase o del cuórum
a analizar esto, podrías pedirles que busquen en
Moisés 6:32–39 las formas en que el Señor estuvo
con Enoc durante su servicio. ¿De qué manera nos
ayuda el Señor cuando le servimos? Las siguientes
ideas pueden ayudarte a dirigir el análisis en cuanto
a la ayuda divina que podemos recibir cuando
prestamos servicio a los demás.
• Las Escrituras están llenas de enseñanzas
en cuanto al servicio (véanse, por ejemplo,
Mateo 25:31–40; Lucas 10:25–37; Mosíah 2:17).
Considera invitar a aquellos a quienes enseñas
a compartir pasajes de las Escrituras que los
inspiren a servir a los demás. Podrías pedirles
con anticipación que vengan preparados para
compartir ejemplos de servicio o pasajes de
las Escrituras sobre el servicio. Si precisaran
ayuda, ínstalos a buscar en la Guía para el
Estudio de las Escrituras bajo “Servicio”
(escrituras.ChurchofJesusChrist.org). ¿Qué nos
sentimos inspirados a hacer por causa de lo
que leímos?
5
2 3 enero
• El Salvador sirvió a los demás a lo largo de Su
ministerio. ¿Qué aprendemos de Su ejemplo que
nos ayude al servir? Para responder la pregunta,
cada miembro de la clase o del cuórum podría
leer uno de los siguientes pasajes de las Escrituras
y buscar algo que enseñe sobre el ejemplo de
servicio del Salvador: Mateo 14:13–21;
Juan 9:1–11, 35–38; 13:4–5, 12–17; 3 Nefi 17:5–9.
Invita a todos a compartir algo que hayan
encontrado. Concede tiempo para que todos
piensen en alguien a quien puedan servir y cómo
seguirán el ejemplo del Salvador en su servicio.
• En ocasiones pensamos que servir significa hacer
algo grande que toma mucho tiempo. Esa podría
ser una razón por la que algunos de nosotros no
servimos tanto como podríamos. Podrías señalar
que el Salvador a menudo servía a las personas
conforme las notaba en el transcurso de Su vida
diaria (véanse, por ejemplo, Mateo 12:9–13;
Marcos 5:21–34; Lucas 19:1–10; Juan 4:3–26).
A fin de ayudar a los miembros de la clase o
del cuórum a pensar en maneras sencillas de
servir a los demás en su vida cotidiana, podrías
mostrar uno de los siguientes videos: “Cuando
os halláis al servicio—Hombres Jóvenes” o
“Cuando os halláis al servicio—Mujeres Jóvenes”
(LaIglesiadeJesucristo.org). Pide a los jóvenes
que expresen lo que piensan. ¿Qué pequeños
actos de servicio hemos visto hacer a los demás?
¿Qué nos sentimos inspirados a hacer? Invita a
cada persona a anotar maneras de completar las
siguientes oraciones: “Puedo servir a los demás
al hacer lo siguiente: …” y “Buscaré la ayuda del
Señor en mis esfuerzos para servir al hacer lo
siguiente: …”. Luego pide a varios de ellos que
compartan lo que anotaron.
6
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum
a que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir
sus ideas. Invítalos a pensar en cómo el actuar de
acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación
con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• “Oportunidades para hacer el bien”, “Las
enseñanzas de Thomas S. Monson: Rescatar a los
necesitados” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org
• Bonnie L. Oscarson, “Las necesidades ante
nosotros”, Liahona, noviembre de 2017,
págs. 25–27)
Enseñar a la manera del Salvador
“No se limite a ayudar a los alumnos a sentir
y reconocer el Espíritu; ayúdelos a seguir las
impresiones que reciban” (Enseñar a la manera
del Salvador, 2016, pág. 10).
13 FEBRERO
¿De qué manera podemos mantenernos fieles al
Salvador en un mundo inicuo?
GÉNESIS 12–17; ABRAHAM 1–2
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia
de cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera nos hemos
acercado más al Salvador? ¿Cómo estamos
procurando ser más como Él?
• Cuidar de los necesitados. ¿En quiénes hemos
estado pensando últimamente? ¿Cómo podemos
ayudar a esas personas?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo
podemos responder las preguntas de nuestros
amigos en cuanto a la Iglesia de manera que se
fortalezca su fe en el Salvador?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles
son algunas de las formas en que podemos
conectarnos mejor con familiares como nuestros
abuelos y primos?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
7
13 f eb r ero
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Nunca ha sido fácil vivir con rectitud en un mundo
inicuo. Para Abraham, la presión de apartarse
de Dios no solo provenía del mundo exterior,
sino que incluso el padre de Abraham había
abandonado al Señor (véanse Abraham 1:5–12; 2:5).
Abraham y Sara hicieron frente a dificultades; sin
embargo, confiaron en las promesas del Señor
“y [las] crey[eron], y acept[aron], y confesa[ron]
que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra”
(Hebreos 11:13).
¿De qué manera puedes ayudar a los miembros de
la clase o del cuórum a permanecer fieles cuando
se sientan como “extranjeros y peregrinos” en el
mundo porque viven las normas del Señor? ¿De
qué manera puedes inspirarlos a que muestren
valor a medida que viven siendo fieles al Señor?
A medida que te prepares para enseñar, considera
repasar Juan 15:18–20 y el mensaje del élder Neil L.
Andersen titulado “Vencer al mundo” (Liahona,
mayo de 2017, págs. 58–62).
Los discípulos de Jesucristo pueden hallar paz a medida que vivan
fielmente a pesar de la oposición.
8
Puede que esta semana los miembros de tu clase
o cuórum se hayan sentido inspirados con el
ejemplo de Abraham a medida que estudiaron
Génesis 12–17 y Abraham 1–2. Podrías invitarlos
a repasar Abraham 1:1–19 y compartir qué les
inspira del ejemplo de Abraham. ¿Qué semejanzas
vemos entre los desafíos que afrontó Abraham y
los que afrontamos en la actualidad? Elige una o
más de las actividades que figuran a continuación
para fomentar el análisis sobre cómo podemos
permanecer fieles a Jesucristo en todas las
circunstancias.
• El Señor y Sus profetas a menudo han instado
a aquellos a quienes han enseñado a vivir
con fidelidad a pesar de la iniquidad que los
rodea. ¿Cuáles son algunas de las formas en
que Satanás tienta a los jóvenes a quebrantar
los mandamientos de Dios en nuestros días?
Aquellos a quienes enseñas podrían leer algunos
de los pasajes de las Escrituras que aparecen en
“Recursos de apoyo”. Invítalos a analizar lo que
aprenden en cuanto a permanecer fieles a Cristo
cuando el mundo nos tienta a hacer lo contrario
o se burla de nosotros. Podrían compartir formas
que han hallado para vivir fielmente cuando los
demás no lo hacen. ¿En qué ocasiones hemos
sido capaces de hacerlo nosotros u otras personas
a las que conocemos? También podrías mostrar
uno o más de los videos que se indican en
“Recursos de apoyo”.
• A fin de ayudar a tu clase o a tu cuórum a
entender cómo vencer al mundo y recibir las
bendiciones que se obtienen por hacerlo, anota
en la pizarra Vencer al mundo es… y Los resultados
de vencer al mundo son… Luego podrías pedir a los
jóvenes que repasen el mensaje del élder Neil L.
Andersen titulado “Vencer al mundo”. Invítalos
a encontrar maneras de completar las oraciones y
¿De qué m a ner a p o demos m a n tener nos f ieles a l S a lva d o r en un mund o inicuo?
a escribir en la pizarra lo que aprendan. Analicen
lo que hayan encontrado. Invita con anticipación
a una persona a ir preparada para compartir una
historia que muestre cómo Jesucristo permaneció
fiel a Su Padre a pesar de la oposición (véanse,
por ejemplo, Mateo 4:1–11; Lucas 22:39–44).
¿Qué nos ayuda a entender el ejemplo del
Salvador en cuanto a vencer al mundo?
(véase Juan 16:33).
• Los discípulos de Jesucristo han de “estar en el
mundo sin ser del mundo”. Estar “en el mundo”
puede querer decir que afrontamos oposición
cuando vivimos de acuerdo con nuestras normas,
pero también significa que podemos ser una
influencia para bien en los demás. Para enseñar
ese principio, podrías pedirle a alguien que vaya
a la clase preparado para compartir una o más
historias del mensaje de la presidenta Bonnie H.
Cordon titulado “De modo que vean” (Liahona,
mayo de 2020, págs. 78–80). ¿Qué aprendemos de
esas historias en cuanto a utilizar nuestra luz para
ayudar a los demás a acercarse más a Jesucristo?
Invita a la clase o al cuórum a buscar frases
en el mensaje de la presidenta Cordon que los
inspire a ser una luz para los demás en un mundo
inicuo. Invítalos a leer en voz alta las oraciones
que encontraron y a compartir lo que se sienten
inspirados a hacer.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre cómo el actuar de
acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación
con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Mateo 5:14–16; 1 Nefi 15:23–25; Helamán 5:12;
Doctrina y Convenios 10:5; 27:15–18; 87:8 (Cómo
permanecer fiel a Jesucristo en un mundo inicuo)
• “Permaneced en lugares santos - Florece donde
te encuentres”, “195 vestidos”, “Guiados a salvo
a casa” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
El Salvador invitó a Pedro a testificar cuando
le preguntó: “… ¿quién decís que soy yo?”
(Mateo 16:15). Al responder Pedro, su
testimonio se fortaleció. ¿Qué preguntas
invitarán a aquellos a quienes enseñas a
testificar, a fin de que el Espíritu pueda
fortalecer sus testimonios?
9
27 FEBRERO
¿Por qué es importante el matrimonio eterno?
GÉNESIS 24–27
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué temas ha abordado el
obispado en nuestras reuniones de consejo
de barrio para la juventud? ¿Qué podemos
hacer como clase o cuórum basándonos en esas
conversaciones?
10
• Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos tender
la mano a las personas de una manera semejante
a la de Cristo cuando vemos una necesidad y no
sabemos qué decir?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué hemos
hallado en el evangelio de Jesucristo que nos
brinda gozo? ¿Cómo podemos compartir ese
gozo con los demás?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos
haciendo para encontrar los nombres de nuestros
antepasados que necesitan las ordenanzas del
templo? ¿Qué podemos hacer para ayudar
a los demás a encontrar los nombres de sus
antepasados?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿P o r qué es imp o r ta n te el m at r imo nio eter no?
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Cuando llegó el momento de que Isaac se casara,
Abraham le pidió a su siervo que le encontrara una
esposa a Isaac. Abraham e Isaac deseaban encontrar
una esposa para Isaac que pudiera concertar y
guardar convenios con el Señor y enseñarlos a
sus hijos. Rebeca fue la mujer fiel que concertó el
convenio del matrimonio con Isaac. Aun cuando las
Escrituras dejan en claro que el matrimonio es de
gran importancia para Dios, las enseñanzas de Dios
en cuanto al matrimonio están siendo cuestionadas
en nuestros días. Sin embargo, Sus profetas han
declarado que el matrimonio “es ordenado por
Dios” (“La Familia: Una Proclamación para el
Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org). Es importante
que aquellos a quienes enseñas entiendan las
verdades eternas en cuanto al matrimonio. El
hacerlo les ayudará a prepararse para esta parte
importante del plan de nuestro Padre Celestial
y a testificar de ella.
¿Qué opinan los jóvenes a quienes enseñas en
cuanto al matrimonio eterno? ¿De qué manera
les puedes ayudar a considerar por qué el
matrimonio eterno es fundamental en el plan
del Padre Celestial? Al prepararte para enseñar,
podrías repasar el mensaje del élder D. Todd
Christofferson titulado “El porqué del matrimonio,
el porqué de la familia” (Liahona, mayo de 2015,
págs. 50–53). También podrías repasar “La
Familia: Una Proclamación para el Mundo”
(LaIglesiadeJesucristo.org).
El matrimonio eterno y la familia son fundamentales en el plan del
Padre Celestial.
Aprender juntos
Los jóvenes a quienes enseñas quizá hayan meditado
sobre la importancia del matrimonio cuando leyeron
Génesis 24–27 esta semana. Invítalos a repasar
Génesis 24. Pídeles que compartan versículos que
muestren que el matrimonio era importante para
las personas que se describen en ese capítulo.
Invítalos a considerar por qué el matrimonio eterno
es fundamental en el plan de Dios. Las actividades
que figuran a continuación pueden contribuir a que
entiendan mejor la importancia del matrimonio.
• Los miembros de tu clase o cuórum podrían
tener oportunidades de explicar por qué el
matrimonio es importante para ellos. Invítalos
a imaginar que tienen un amigo que cree que el
matrimonio es anticuado e innecesario. Podrían
escribirle una nota a ese amigo para explicarle la
importancia del matrimonio en el plan del Padre
Celestial. Aliéntalos a incluir verdades que se
encuentran en “La Familia: Una Proclamación
para el Mundo”. También podrían utilizar
pasajes de las Escrituras que se encuentran
en “Recursos de apoyo” o en “Matrimonio”
en la Guía para el Estudio de las Escrituras
(escrituras.ChurchofJesusChrist.org). Invítalos
a compartir con la clase lo que hayan escrito.
11
27 f eb r ero
• Para iniciar un análisis sobre la importancia
del matrimonio, escribe en la pizarra ¿Por qué
es importante el matrimonio eterno? Concede a los
jóvenes algunos minutos para escribir respuestas
a esa pregunta y luego invítalos a compartir sus
respuestas. Podrían buscar respuestas adicionales
en el mensaje del élder D. Todd Christofferson
titulado “El porqué del matrimonio, el porqué
de la familia” (Liahona, mayo 2015, págs. 50–53).
También podrían ver el video “¿Por qué el
matrimonio es sagrado para el Padre Celestial?”
del evento “Cara a Cara con el élder y la hermana
Renlund” (LaIglesiadeJesucristo.org). Invítalos
a compartir su testimonio en cuanto a la
importancia del matrimonio.
• Al aceptar las enseñanzas de Dios en cuanto
al matrimonio y al esforzarnos por vivirlas,
recibimos muchas bendiciones. Sin embargo,
algunas personas —incluso las que están haciendo
su mejor esfuerzo por vivir el Evangelio—
afrontan desafíos para establecer un matrimonio
feliz y eterno. Podrías pedir a los jóvenes que
hablen sobre algunos de esos desafíos. ¿Qué
podemos hacer ahora a fin de prepararnos
para esos desafíos? También podrías invitarlos
a leer las últimas dos secciones del mensaje
del élder Neil L. Andersen titulado “El ojo de
la fe” (Liahona, mayo de 2019, págs. 34–38).
Los miembros de tu clase o cuórum podrían
analizar ejemplos que hayan visto en su vida o
en su historia familiar de personas que hayan
afrontado con fe desafíos como los que mencionó
el élder Andersen. ¿De qué manera puede el
Salvador ayudar a todos los que afrontan desafíos
a medida que buscan las bendiciones de un
matrimonio eterno?
12
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá
su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Doctrina y Convenios 49:16–17 (El matrimonio
contribuye a cumplir con el propósito de la
Creación)
• Doctrina y Convenios 131:1–4; 132:15–21
(El matrimonio eterno es un requisito para la
exaltación)
• “Renacimiento del Matrimonio”, “¿Cómo se
conocieron el élder y la hermana Bednar?” del
evento “Cara a Cara con el élder y la hermana
Bednar” (videos), LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
El Señor invitó a las personas que lo seguían
a actuar con fe y a vivir las verdades que Él
enseñó. ¿De qué manera puedes invitar a
quienes enseñas a vivir las verdades que están
aprendiendo?
13 MAR ZO
¿Cómo puedo afrontar la adversidad con fe?
GÉNESIS 37–41
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo
podemos utilizar mejor la tecnología como
herramienta para compartir el Evangelio?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos
haciendo para ayudar a nuestra familia a venir
a Cristo?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera hemos visto la
mano del Señor en nuestra vida?
• Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos
apoyarnos unos a otros en los desafíos que
estamos afrontando?
13
13 m a r zo
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Cuando José de Egipto era un hombre joven,
hizo frente a muchos tipos de adversidad. Afrontó
contención en su familia y maltrato por parte de sus
hermanos; hizo frente a la tentación de quebrantar
la ley de castidad; en vez de que se le respetara
por su integridad, fue echado en prisión. Los
miembros de tu clase o cuórum podrían afrontar
pruebas similares y muchas otras. Mientras estudias
las experiencias de José en Génesis 37–41, piensa
en aquellos a quienes enseñas. Medita sobre qué
lecciones valiosas podría tener para ellos la vida de
José (véanse también Éter 12:27; Henry B. Eyring,
“Trato, trato, trato”, Liahona, noviembre de 2018,
págs. 90–93). El relato de José podría inspirar a los
miembros de la clase o del cuórum a preguntar:
“¿De qué manera puedo responder a mis
adversidades con fe, y cómo me ayudará Dios?”.
Al centrar nuestra fe en Jesucristo, podemos hallar fortaleza en
nuestras adversidades.
Aprender juntos
Considera pedir a los miembros de la clase o del
cuórum que hagan una lista en la pizarra de algunos
acontecimientos de la vida de José de Egipto,
14
tal como se describen en Génesis 37 y 39–41. El
mostrarles imágenes, como las que se encuentran en
Ven, sígueme — Para uso individual y familiar, podría
ayudarles a recordar esos acontecimientos. ¿En qué
sentido se parecen los desafíos de José a los que los
jóvenes afrontan hoy en día? Si José estuviera vivo
en la actualidad, ¿qué consejos nos daría en cuanto
a cómo responder ante la adversidad? ¿Qué podría
decir él en cuanto a la forma en que su relación
con el Señor le ayudó? Utiliza actividades como las
siguientes para ayudar a los jóvenes a pensar en la
manera en que pueden afrontar sus desafíos con fe
en Jesucristo.
• El estudiar la forma en que el Salvador respondió
ante la adversidad puede contribuir a que
afrontemos nuestras adversidades con fe. Los
jóvenes podrían sugerir algunos ejemplos de
adversidad que el Salvador afrontó y repasarlos
juntos (en “Recursos de apoyo” se encuentran
algunas ideas). ¿Qué nos impresiona acerca
de la forma en que el Salvador respondió ante
Sus momentos de adversidad? ¿De qué modo
podemos seguir Su ejemplo al hacer frente a
nuestra propia adversidad?
• En ocasiones es más fácil actuar ante la
adversidad cuando tratamos de verla desde la
perspectiva del Señor. A fin de ayudar a quienes
enseñas a entender esto, pídeles que repasen el
mensaje del élder Rafael E. Pino titulado “La
perspectiva eterna del Evangelio” (Liahona, mayo
de 2015, págs. 117–119) en busca de ejemplos de
cómo la perspectiva puede marcar la diferencia.
Invítalos a que compartan lo que hayan
encontrado. ¿Qué nos sugieren esos ejemplos
sobre la forma en que podríamos ver nuestras
adversidades y actuar ante ellas? Si el Salvador
pudiera hablarnos en cuanto a nuestros desafíos,
¿qué pensamos que nos diría? Para ayudar a
responder esa pregunta, los jóvenes podrían
repasar los pasajes de las Escrituras que figuran
en “Recursos de apoyo”.
¿Có mo pued o a f ro n ta r l a a dver sida d co n f e ?
• Considera pedir a los jóvenes que compartan un
ejemplo de alguien (quizá un antepasado) que los
haya inspirado por la forma en que hizo frente a
una prueba difícil. O bien, tú podrías compartir
ejemplos inspiradores de personas que conozcas.
Los mensajes de conferencia general a menudo
contienen historias de personas que actuaron con
fe ante la adversidad (véanse algunos ejemplos
en “Recursos de apoyo”). Considera lo que
podrías compartir de esos mensajes que pudiera
ser significativo para aquellos a quienes enseñas.
Al analizar juntos esos ejemplos, sugiere que los
miembros de la clase o del cuórum se centren
en la forma en que la fe en Jesucristo ayudó a
las personas durante sus adversidades. También
podrías compartir la lista que el obispo W.
Christopher Waddell ofreció de recursos que el
Señor ha proporcionado para ayudarnos con
nuestros desafíos, la cual se encuentra hacia el
final de su mensaje titulado “Volverse al Señor”
(Liahona, noviembre de 2017, págs. 94–96).
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre cómo el actuar de
acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación
con el Padre Celestial y con Jesucristo.
• Mateo 27:45–46; Lucas 23:44–46 (El Salvador
se sintió solo durante la adversidad, pero confió
en Dios)
• Mateo 5:38–45; Mosíah 24:8–15; Doctrina y
Convenios 121:1–8; 122:5–9 (Las enseñanzas del
Salvador en cuanto a hacer frente a la adversidad)
• Neil L. Andersen, “Heridos”, Liahona, noviembre
de 2018, págs. 83–86
• L. Todd Budge, “Confianza constante y
resiliente”, Liahona, noviembre de 2019,
págs. 47–49
• Jean B. Bingham, “Para que tu gozo sea
completo”, Liahona, noviembre de 2017,
págs. 85–87
Enseñar a la manera del Salvador
“Al prepararse, procure que la comprensión
que tiene de las personas a las que enseña guíe
sus planes” (Enseñar a la manera del Salvador,
pág. 7). Por ejemplo, planeen actividades con
espíritu de oración valiéndose de las Escrituras
y de otros recursos que pudieran ayudar con
los desafíos que afrontan los miembros de la
clase o del cuórum.
Recursos de apoyo
• Mateo 4:1–11 (El Salvador tuvo fe durante la
adversidad)
• Mateo 14:10–21; Lucas 23:33–34; Juan 19:25–27
(El Salvador prestó servicio a los demás durante
Su adversidad)
15
27 MAR ZO
¿Quién soy y quién desea Dios que llegue a ser?
ÉXODO 1–6
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera estamos
hallando gozo al seguir a Jesucristo?
• Cuidar de los necesitados. ¿Qué persona(s) de
nuestro barrio o comunidad necesita(n) nuestra
ayuda? ¿Cómo podemos ayudar?
16
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo
podemos ayudarnos mutuamente a prepararnos
para el servicio misional?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Cómo
podemos contribuir a los esfuerzos de nuestro
barrio de llevar a cabo la historia familiar y la
obra en el templo?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿Quién soy y quién dese a Dios que llegue a ser?
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Una zarza ardiente que no se consumía debe haber
sido un espectáculo impresionante, y captó la
atención de Moisés, pero lo que sucedió enseguida
fue aún más impresionante. Dios le habló a Moisés,
y Moisés aprendió a verse a sí mismo como Dios lo
veía. Con esa perspectiva, Moisés logró algo con la
ayuda del Señor que había considerado imposible:
se enfrentó a Faraón y rescató al pueblo de Dios.
Todos necesitamos experiencias que nos ayuden
a reemplazar nuestras inseguridades con la
comprensión de Dios de quiénes somos y quiénes
podemos llegar a ser. Los jóvenes, en particular, se
enfrentan a mensajes falsos sobre su valía personal.
Y al igual que con Moisés, Dios “tiene una obra
para [ellos]” (Lema de los cuórums del Sacerdocio
Aarónico). Tienen sus propios faraones que enfrontar
y su propio pueblo que rescatar. ¿Cómo les ayudarás
a recordar que son hijas e hijos amados de padres
celestiales “con una naturaleza divina y un destino
eterno”? (Lema de las Mujeres Jóvenes). Medita
sobre eso a medida que leas Éxodo 1–6. También
considera estudiar Doctrina y Convenios 18:10–15
y el mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf
titulado “Ustedes son importantes para Él”
(Liahona, noviembre de 2011, págs. 19–22).
Nuestra vida puede cambiar cuando entendemos nuestra verdadera
identidad como hijos de Dios.
Aprender juntos
Es posible que los miembros de tu clase o cuórum
hayan leído Éxodo 1–6 esta semana. A fin de dar
lugar a que compartan lo que hayan aprendido,
podrías preguntarles cómo se sentía Moisés en
cuanto a su llamamiento de liberar a los hijos de
Israel (véase Éxodo 3:11). ¿Qué verdades enseñó
Jehová a Moisés para ayudarle a cambiar su
perspectiva? (véanse Éxodo 3:4–15; 4:10–17; véase
también Moisés 1:3–11). ¿En qué forma pudieron
haber ayudado esas verdades a Moisés? ¿Cómo
pueden ayudarnos a nosotros? Utiliza una actividad
como las que figuran a continuación para ayudar
a los miembros de la clase o el cuórum a descubrir
lo que Dios ha revelado en cuanto la verdadera
identidad, valor y potencial de ellos.
• El presidente Dieter F. Uchtdorf dijo: “… el
Señor utiliza una balanza muy diferente de
la del mundo para pesar el valor de un alma”
(“Ustedes son importantes para Él”, pág. 22).
A fin de analizar la idea, podrías escribir en la
pizarra ¿De qué manera demuestra el mundo a una
persona que se le valora? Invita a las personas a las
17
27 m a r zo
que enseñas a sugerir respuestas. Si juzgáramos
nuestro valor de esa manera, ¿cómo podrían esos
sentimientos afectar nuestras decisiones? Luego
podrías escribir en la pizarra ¿De qué manera
demuestra Dios a una persona que se le valora?
Conforme los jóvenes den sus respuestas, ínstalos
a leer Juan 3:16; Doctrina y Convenios 18:10–15;
Lucas 15:3–6, 11–32. También podrían leer
la última sección del mensaje del presidente
Uchtdorf. Si juzgáramos nuestro valor de esta
manera, ¿qué influencia podrían tener esos
sentimientos en nuestras decisiones?
• Las etiquetas influyen en lo que sentimos en
cuanto a nosotros mismos y los demás, y en cómo
nos tratamos a nosotros mismos y a los demás.
A fin de ayudar a los miembros de la clase o
el cuórum a considerar cómo se etiquetan a sí
mismos, podrías entregar a cada uno de ellos
varias etiquetas para nombre en blanco. Cada
etiqueta podría decir “¡Hola!, yo soy…” en la
parte superior. Invítalos a pensar en diversas
palabras o frases que pudieran escribir en su
etiqueta para nombre. Si el Padre Celestial
estuviera completando nuestra etiqueta para
nombre, ¿qué escribiría? ¿Qué escribiría Él si la
etiqueta dijera “¡Hola!, puedo llegar a ser…”?
Los miembros de la clase o del cuórum podrían
meditar en esas preguntas mientras leen algunos
de los siguientes pasajes de las Escrituras:
1 Juan 3:1–3; Moroni 10:32–33; Doctrina y
Convenios 76:69–70; 84:37–38.
• Los mensajes de conferencia general que se
mencionan en “Recursos de apoyo” contienen
ejemplos de personas cuya vida cambió, porque
aprendieron cuál era su verdadera identidad
como hijos de Dios. Considera dar a cada
miembro de la clase o del cuórum uno de
esos ejemplos a fin de meditar en cuanto a él
y compartirlo con el grupo. También podrías
18
hablar sobre la forma en que saber que todos
somos hijos de Dios ha influido en tu vida. Invita
a los integrantes de la clase o del cuórum a hacer
lo mismo.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Joy D. Jones, “Un valor inconmensurable”,
Liahona, noviembre de 2017, págs. 13–15
• Brian K. Taylor, “¿Soy un hijo de Dios?”,
Liahona, mayo de 2018, págs. 12–14
• “Nuestra verdadera identidad”, “¿Cómo puedo
verme a mí mismo como Dios lo hace?” del
evento “Cara a Cara con el élder Rasband, la
hermana Oscarson y el hermano Owen” (videos),
LaIglesiadeJesucristo.org
• Experiencia “Todo sobre mí” en
FamilySearch.org/discovery
Enseñar a la manera del Salvador
“Si los jóvenes perciben que usted confía en
ellos, su confianza en su propio potencial
divino aumentará y le sorprenderá ver lo que
ellos pueden lograr” (Enseñar a la manera del
Salvador, pág. 28).
10 ABRIL
¿Cómo puedo fortalecer mi fe en Jesucristo
cada día?
ÉXODO 14–17
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del
Sacerdocio Aarónico. Luego, además de deliberar
en consejo sobre los asuntos específicos de la clase
o del cuórum, podrían analizar las impresiones
que recibieron y los temas que se trataron durante
la conferencia general. Las siguientes preguntas
pueden ayudar.
• ¿Qué fortaleció nuestro testimonio de los
profetas vivientes? ¿Qué nos sentimos inspirados
a hacer por lo que aprendimos o sentimos?
• ¿Qué debemos hacer como clase o cuórum para
recordar y seguir los consejos que escuchamos en
la conferencia general?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
• ¿Qué temas o mensajes nos llamaron la atención?
¿Qué fortaleció nuestra fe en Jesucristo?
19
10 a b r il
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
A fin de sobrevivir en el desierto, los hijos de
Israel necesitaban aprender a depender de Jehová.
Dependieron de Él para milagros que les salvaron
la vida, como cuando se dividió el mar Rojo, y
también para milagros que les sustentaron la vida,
como el maná del cielo. Lo mismo es cierto para
aquellos a quienes enseñas. Si han de sobrevivir su
jornada espiritual en el desierto de la vida terrenal,
deben ejercer la fe en Jesucristo, y deben ejercerla
todos los días, no solo de vez en cuando. Algunos de
aquellos a quienes enseñas quizá no sientan que su
fe sea particularmente fuerte. Tú puedes ayudarles
a ver que la fe crece gradualmente, día a día. Se
nutre por medio de cosas pequeñas y sencillas que
hacemos de manera constante. Medita sobre estas
cosas a medida que estudies Éxodo 14–17 esta
semana. También podrías estudiar el mensaje del
presidente Dallin H. Oaks titulado “Cosas pequeñas
y sencillas” (Liahona, mayo de 2018, págs. 89–92).
Podemos fortalecer nuestra fe cada día de maneras pequeñas
y sencillas.
20
Para comenzar un análisis, podrías pedir a los
jóvenes que compartan algunos de sus hábitos
diarios que les ayudan a lograr cosas buenas.
Entre ellas podría estar el mantener la buena
salud o fortalecer su testimonio. ¿Qué sucedería
si no mantuviéramos esos hábitos? ¿De qué
modo se podrían comparar nuestros esfuerzos
por hacer cosas buenas con las instrucciones que
Jehová dio a los israelitas de recoger maná? (véase
Éxodo 16:16–21). Podrías ayudar a la clase o al
cuórum a comparar la experiencia de los israelitas
con nuestros esfuerzos para fortalecer nuestra fe
en Jesucristo cada día. Por ejemplo, ¿qué nos da
el Señor que es como el maná diario que dio a
los israelitas? ¿Qué podemos hacer que es como
recoger maná? Para continuar el análisis, utiliza una
o más de las actividades que figuran a continuación
o una propia.
• Lean juntos Alma 37:6–7. Como clase o cuórum,
hagan una lista en la pizarra de algunas “cosas
pequeñas y sencillas” que el Señor nos ha
invitado a hacer todos los días para venir a Él.
Aquellos a quienes enseñas podrían entonces
repasar el mensaje del presidente Dallin H.
Oaks titulado “Cosas pequeñas y sencillas”
para encontrar cosas pequeñas adicionales que
pueden tener una gran influencia en nuestra vida.
¿Qué impacto pueden tener esas cosas? ¿Qué
nos sentimos inspirados a hacer para que esas
cosas sean una parte más constante de nuestra
vida diaria?
• ¿Por qué es necesario nutrir diariamente la fe
en Jesucristo? A fin de ayudar a los miembros
a entender mejor esto, podrías mostrar uno o
más de los videos que aparecen bajo “Recursos
de apoyo”. En esos videos, el élder D. Todd
Christofferson enseñó sobre la necesidad
de esforzarnos diariamente para mantener
¿Có mo pued o f o r ta lecer mi f e en Jesucr isto c a da dí a ?
nuestra fe. Invita a aquellos a quienes enseñas
a compartir cosas que hayan aprendido que les
inspire a aumentar su fe en Jesucristo cada día.
• Los esfuerzos diarios y constantes son la mejor
manera de fortalecer nuestra fe en Cristo. Para
analizar esa idea, lean juntos la tercera sugerencia
del élder David A. Bednar en su mensaje
titulado “Más diligentes y atentos en el hogar”
(Liahona, noviembre de 2009, págs. 17–20). ¿Qué
lecciones aprendemos de su descripción de la
pintura que está en su oficina? ¿En qué forma se
aplican esas lecciones a nuestros esfuerzos para
edificar nuestra fe en Jesucristo? El leer juntos
Alma 32:21, 26–43 podría contribuir al análisis.
¿Qué ideas encontramos sobre cómo fortalecer
nuestra fe en Jesucristo?
• Podemos fortalecer nuestra fe al decidir
aprender de las experiencias que la ponen a
prueba. Podrías mostrar el video “Torbellinos
espirituales” (LaIglesiadeJesucristo.org).
Analicen juntos lo que podemos hacer durante
una prueba para fortalecer nuestra fe (véase
también Neil L. Andersen, “Torbellinos
espirituales”, Liahona, mayo de 2014,
págs. 18–21). Podrías pedir a los miembros de
la clase o del cuórum que compartan ocasiones
en las que hayan sentido que su fe en Cristo fue
probada y lo que hicieron para fortalecer su fe
en ese tiempo. Señala que Éxodo 14–17 describe
las frecuentes murmuraciones o quejas de los
israelitas cuando pasaban por pruebas. ¿De qué
manera el murmurar durante las pruebas debilita
nuestra fe? ¿Cuál es la diferencia entre murmurar
y expresar nuestras inquietudes al Padre Celestial
durante los tiempos difíciles?
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• “El pan de cada día: Modelo”, “El pan de cada
día: Cambio”, “El pan de cada día: Experiencia”
(videos), LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
Ayuda a los miembros de la clase o del cuórum
a entender cómo pueden invitar al Espíritu a
estar presente en sus análisis. Pueden hacer
esto por medio de su “actitud […], la manera
en que se tratan unos a otros y lo que sienten
acerca del Evangelio” (Enseñar a la manera del
Salvador, pág. 15).
21
24 ABRIL
¿Por qué Dios nos da mandamientos?
ÉXODO 18–20
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes
nos han acercado más al Padre Celestial y a
Jesucristo?
22
• Cuidar de los necesitados. ¿Se ha mudado alguien a
nuestro barrio o se ha unido alguien a la Iglesia
recientemente? ¿Cómo podemos ayudarles a
sentirse bienvenidos?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Hay alguna
actividad próxima a la que podamos invitar a
nuestros amigos?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué esfuerzos
podemos hacer para registrar nuestra historia
personal?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿P o r qué Dios nos da m a nda mien tos ?
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Leer Éxodo 20 podría dar lugar a que pienses
sobre la razón por la que tenemos mandamientos.
Algunas personas ven los mandamientos como
algo restrictivo o como un intento de controlarnos,
pero debido a que nosotros sabemos que Dios
es un Padre amoroso, podemos confiar en que
Sus leyes son para nuestro bien, aun cuando no
siempre sepamos las razones por las que se nos
han dado. Él nos ha prometido que podemos saber
que Sus mandamientos son verdaderos al vivirlos
(véase Juan 7:17).
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Debido
a que el Padre y el Hijo nos aman con un amor
infinito y perfecto, y a causa de que saben que no
podemos ver todo lo que Ellos ven, nos han dado
leyes que nos guiarán y protegerán. Existe una
fuerte conexión entre el amor de Dios y Sus leyes”
(“The Love and Laws of God”, devocional de la
Universidad Brigham Young, 17 de septiembre de
2019, pág. 2, speeches.byu.edu).
¿Por qué estas agradecido por los mandamientos?
¿Qué te gustaría que los miembros de tu
clase o cuórum entendieran sobre el porqué
Dios nos ha dado mandamientos? Te puedes
preparar para enseñar al repasar Éxodo 20 y el
mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado
“Amar a los demás y vivir con las diferencias”
(Liahona, noviembre de 2014, págs. 25–28).
Podemos saber que los mandamientos de Dios son verdaderos
cuando los vivimos.
Aprender juntos
A fin de ayudar a los miembros de la clase o
del cuórum a repasar los Diez Mandamientos,
podrías pedirles que nombren de memoria todos
los que puedan. Si necesitaran ayuda, podrían
consultar Éxodo 20:3–17. ¿Por qué Dios nos da
mandamientos? Para ayudar a responder esa
pregunta, podrían analizar algunos de los Diez
Mandamientos en grupos pequeños. ¿En qué forma
el vivir esos mandamientos nos ayuda a encontrar la
felicidad y a acercarnos más a Dios? Las siguientes
ideas pueden ayudar a quienes enseñas a aprender
más sobre las razones por las que Dios nos da
mandamientos.
• Las Escrituras contienen respuestas a la pregunta
“¿Por qué Dios nos da mandamientos?”. Podrías
invitar a los integrantes de la clase o del cuórum
a buscar respuestas en uno o más de los pasajes
de las Escrituras que se encuentran en “Recursos
de apoyo”, y luego pedirles que compartan
algo que hayan encontrado. También podrían
ver los siguientes videos para buscar ideas:
“Instrucciones”, “¿Por qué nos da mandamientos
Dios?” (Canal Strive to Be en YouTube).
• A fin de ayudar a los miembros de la clase o
del cuórum a entender por qué Dios nos da
mandamientos, podrías comparar el tener
mandamientos de Dios con experiencias con
23
24 a b r il
las que ellos se puedan identificar. Por ejemplo,
podrías pedirles que se imaginen que van en
bicicleta por un camino en la montaña cerca de
un precipicio escarpado y que hay una cerca a
lo largo del camino. Pídeles que analicen con
otra persona preguntas como las siguientes:
¿En qué sentido son los mandamientos de Dios
como la cerca? ¿De qué manera el obedecer los
mandamientos nos ha bendecido? ¿Qué otras
comparaciones nos ayudan a entender por qué
Dios nos da mandamientos y por qué debemos
obedecerlos? Para ver algunos ejemplos, podrías
invitarlos a repasar uno de los mensajes o videos
que se encuentran en “Recursos de apoyo”.
Pídeles que compartan las comparaciones que
encuentren y que analicen lo que aprendieron.
• El análisis podría llevar a que los miembros de la
clase o el cuórum hablen de cómo debemos tratar
a los que no creen en algunos mandamientos o no
los viven. Podrías invitarlos a buscar consejos en
el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado
“Amar a los demás y vivir con las diferencias”.
Podrías hacer preguntas como estas: ¿De qué
manera debemos tratar a los que decidan vivir de
un modo diferente al nuestro? ¿Cómo podemos
ver lo bueno en los demás cuando toman
decisiones diferentes que nosotros?
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
24
Recursos de apoyo
• Deuteronomio 10:12–13; Alma 36:30; Doctrina y
Convenios 1:24–28; 82:8–10; 93:20, 28; 130:18–21
(Por qué Dios nos da mandamientos)
• Jeffrey R. Holland, “Somos los soldados”
(Liahona, noviembre de 2011, págs. 44–47;
véase también el video “Mantente dentro de
los límites”); Richard G. Scott, “La Expiación
puede asegurar tu paz y tu felicidad” (Liahona,
noviembre de 2006, págs. 40–42; véase también
el video “Un anclaje seguro”); Von G. Keetch,
“Benditos y felices son aquellos que guardan los
mandamientos de Dios” (Liahona, noviembre
de 2015, págs. 115–117; véase también el
video con el mismo título)
Enseñar a la manera del Salvador
“Al esforzarse por vivir y enseñar de manera
más semejante a la del Salvador, no podrá evitar
fallar en algunas ocasiones. No se desanime;
más bien, permita que sus errores y debilidades
le hagan acudir al Padre Celestial y al Salvador”
(Enseñar a la manera del Salvador, pág. 14).
8 MAYO
¿Cómo sé que Dios me ha perdonado?
ÉXODO 35–40; LEVÍTICO 1; 16; 19
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿En qué forma el volvernos
al Señor nos ayuda a afrontar nuestros desafíos
y pruebas?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué planes
para compartir el Evangelio se han abordado
en las reuniones de consejo de barrio para la
juventud? ¿De qué manera puede participar
nuestra clase o cuórum?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué
manera el hacer la obra de historia familiar puede
fortalecer nuestra relación con el Padre Celestial
y con Jesucristo?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
• Cuidar de los necesitados. ¿A quién conocemos que
necesite nuestras oraciones y nuestra amistad?
25
8 m ayo
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Las personas a veces se preguntan si han hecho “lo
suficiente” para recibir el perdón de sus pecados.
Aun cuando el arrepentimiento sí requiere esfuerzo,
al final no somos perdonados porque hayamos
completado una lista de verificación ni porque
hayamos realizado ciertas tareas. Somos perdonados
a medida que aceptamos la misericordia que
Jesucristo ofrece. Es de esta manera que nuestra
naturaleza puede cambiar.
En la antigüedad, los rituales y sacrificios de la ley
de Moisés dirigían la atención de los israelitas a la
expiación del Salvador. Tal como el Señor explicó
en Levítico 16:30, “en este día se hará expiación por
vosotros para limpiaros; y seréis limpios de todos
vuestros pecados delante de Jehová”. Claro está que
un ritual en sí no nos da el perdón por el pecado.
El perdón proviene de Jesucristo. En nuestra
era, las ordenanzas como el bautismo y la Santa
Cena dirigen nuestra mente y nuestro corazón al
Salvador. Nos ayudan a entender que Él siempre nos
perdonará a medida que nos arrepintamos.
¿De qué manera te ha ayudado el Padre Celestial
a saber que has sido perdonado? Podrías estudiar
Mosíah 4:1–3 y el mensaje del presidente Tad R.
Callister titulado “La expiación de Jesucristo”
(Liahona, mayo de 2019, págs. 85–87). Ese mensaje
puede ayudar a aquellos a quienes enseñas a
entender que el Padre Celestial nos perdona cuando
nos arrepentimos.
26
Somos perdonados a medida que aceptamos la misericordia que
Jesucristo ofrece.
Aprender juntos
Podrías empezar poniendo a la vista imágenes del
Salvador en Getsemaní y en la cruz (véase Libro de
obras de arte del Evangelio, nros. 56–57). Invita a los
jóvenes a escudriñar Levítico 1:1–9; 16:15–16, 30.
Pídeles que compartan frases que les recuerden
la expiación del Salvador. ¿De qué manera los
sacrificios que se describen en esos versículos
ayudaron a los israelitas a esperar con anhelo la
expiación del Salvador? ¿Qué nos ayuda a recordar
la expiación del Salvador? ¿Qué nos ayuda a sentir
el amor y el perdón del Salvador? Las actividades
que figuran a continuación pueden contribuir
a que los jóvenes entiendan mejor que Dios nos
perdonará.
• Diversas personas de las Escrituras describieron
los sentimientos que tuvieron cuando el Padre
Celestial los perdonó. Los miembros de tu clase
o cuórum podrían leer algunos ejemplos (véase
“Recursos de apoyo”). Invítalos a hacer una
lista de frases de esos versículos que describen
lo que se siente al ser perdonado. Podrías
pedirles que expresen con sus propias palabras
qué han sentido cuando han sido perdonados.
¿Qué aprendemos en cuanto a Dios por esos
sentimientos? Quizá podrías compartir tus
propios sentimientos en cuanto al perdón.
¿Có mo sé que Dios me h a per d o n a d o?
• A veces las personas no están seguras si han sido
perdonadas porque no están seguras si realmente
se han arrepentido. El mensaje del élder
Dale G. Renlund titulado “El arrepentimiento:
Una gozosa elección” explica cómo realmente
arrepentirse y recibir el perdón de Dios (Liahona,
noviembre de 2016, págs. 121–124). Podrías
escribir en la pizarra los encabezamientos
Verdadero arrepentimiento y Cosas que impiden el
arrepentimiento. Pide a aquellos a quienes enseñas
que encuentren enseñanzas en el mensaje que
correspondan con los encabezamientos. ¿Qué
aprendemos acerca del Salvador y Su perdón en
los últimos tres párrafos de ese mensaje?
• Algunas personas pueden haberse arrepentido,
pero no sienten que han sido perdonadas. La
razón de ello puede ser que no han podido
perdonarse a sí mismas. Los consejos que se
encuentran en el mensaje del presidente Tad R.
Callister titulado “La expiación de Jesucristo”
podrían ayudarles. Tu clase o cuórum podría
leer la sección que comienza con “2. El pecado”.
Pídeles que encuentren consejos que podrían
compartir con un amigo o familiar que todavía
se sienta culpable incluso después de haberse
arrepentido. Concede tiempo a los jóvenes para
compartir sus sentimientos en cuanto al Salvador,
quien hizo posible que nos arrepintamos y
seamos perdonados.
Recursos de apoyo
• Enós 1:1–8; Mosíah 4:1–3; Alma 24:7–10;
36:17–21 (Lo que las personas sintieron cuando
fueron perdonadas)
• Isaías 1:18; Mosíah 26:30; Moroni 6:8; Doctrina
y Convenios 58:42–43; 64:10 (El Señor promete
perdonarnos)
• Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser
mejores”, Liahona, mayo de 2019, págs. 67–69
• Craig A. Cardon, “El Salvador desea perdonar”,
Liahona, mayo de 2013, págs. 15–18
Enseñar a la manera del Salvador
El Salvador nos ha enseñado a utilizar las
Escrituras para encontrar respuestas a nuestras
propias preguntas. ¿Cómo puedes ayudar a
quienes enseñas a que sientan el deseo de
acudir a las Escrituras y a las palabras de los
profetas al buscar respuestas?
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
27
22 MAYO
¿En qué forma puedo demostrar mi gratitud
a Dios?
DEUTERONOMIO 6–8; 15; 18; 29–30; 34
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada
y qué invitaciones o asignaciones se hicieron?
¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con
esas invitaciones o asignaciones?
28
• Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos hacer
o decir para tender una mano a aquellos que
pudieran sentirse solos o alejados del Padre
Celestial?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son
algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el
amor de Jesucristo?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas
podemos compartir unos con otros para ayudar a
fortalecer a nuestras familias?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿En qué f o r m a pued o demost r a r mi gr atitud a D ios ?
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Dios constantemente vela por nosotros y nos
bendice, pero con todas las distracciones y
tentaciones que afrontamos, es fácil olvidarnos de
Él. Eso les sucedió a los israelitas muchas veces,
incluso durante los tiempos difíciles que pasaron
al andar errantes por el desierto. Sin embargo,
Jehová los condujo con misericordia a la tierra
prometida, un lugar de mayor comodidad y muchas
tentaciones, en donde pudieran ser tentados a
olvidarlo nuevamente. Las instrucciones de Jehová
que se encuentran en Deuteronomio 6 tenían por
objeto ayudar a los israelitas a recordarlo a Él y Sus
palabras constantemente (véanse los versículos 6–9).
¿Cómo mantienes al Señor y Sus palabras en tu
corazón, “cu[idándo]te de no olvidarte de Jehová”?
(Deuteronomio 6:12). ¿De qué manera el recordar
al Señor nos ayuda a sentir gratitud en todas las
circunstancias de nuestra vida? Al prepararte para
enseñar, considera repasar Deuteronomio 12:6–9, 12
y Lucas 17:11–19. También podrías repasar el
mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado
“Agradecidos en cualquier circunstancia” (Liahona,
mayo de 2014, págs. 70–77).
A fin de comenzar un análisis sobre cómo recordar
al Señor, podrías invitar a los jóvenes a compartir
experiencias en las que hayan olvidado algo
importante. ¿Cuáles fueron los resultados? ¿Qué
sucede cuando olvidamos las grandes cosas que
el Señor ha hecho por nosotros? Invita a tu clase
o cuórum a repasar Deuteronomio 6:4–9, 20–25.
¿Qué enseñan esos versículos en cuanto a recordar
la bondad de Dios en nuestra vida? Elige una o más
de las actividades que figuran a continuación a fin
de ayudar a quienes enseñas a aprender cómo sentir
más agradecimiento por la bondad de Dios y a
expresarle su gratitud.
• Leer juntos Lucas 17:11–19 puede contribuir a
que los jóvenes piensen por qué es importante
que demostremos nuestra gratitud a Dios.
Considera hacer preguntas que les ayude a
relacionar esta historia con la vida de ellos. Por
ejemplo, ¿cuáles son algunas de las razones
posibles por las que nueve de los diez leprosos
no dieron las gracias al Salvador? ¿Por qué en
ocasiones no expresamos gratitud a Dios? Pide a
quienes enseñas que piensen en ocasiones en las
que se hayan sentido agradecidos, aun cuando
haya sido difícil. ¿Qué efecto tiene en nosotros
el expresar gratitud? ¿Por qué es importante
expresar nuestro agradecimiento a Dios? (Para
ver algunas respuestas, véanse las referencias de
las Escrituras en “Recursos de apoyo”). ¿Qué
podemos hacer para demostrar nuestra gratitud
a Dios?
• Hay muchos himnos de alabanza y de acción
de gracias, tales como “¡Grande eres Tú!” y
“Cuenta tus bendiciones” (Himnos, nros. 41, 157).
Podrías pedir a los jóvenes que busquen en la
letra de esos himnos cosas por las que se sientan
agradecidos. Invítalos a compartir las cosas que
hayan encontrado y a explicar por qué sienten
agradecimiento por ellas. Podrían cantar algunos
de esos himnos juntos.
El recordar al Señor nos puede ayudar a sentir gratitud en todas las
circunstancias de la vida.
29
2 2 m ayo
• El mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf
titulado “Agradecidos en cualquier circunstancia”
nos ayuda a entender cómo ser más agradecidos.
Una de las maneras de ayudar a los jóvenes
a aprender de este mensaje es dividirlos en
grupos pequeños y asignar a cada grupo una
sección del mensaje. Pídeles que compartan una
frase u oración que consideren que resume lo
que el presidente Uchtdorf enseñó. Invítalos a
compartir algo que hayan aprendido en cuanto
a la gratitud. También podrían ver el video
“Presidente Russell M. Nelson: Una oración
profética de gratitud, esperanza y sanación para
el mundo” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Qué
podemos hacer para llegar a ser “agradecidos
en cualquier circunstancia”, sin importar cuál
sea? ¿Qué ejemplos hemos visto de personas
que han sido agradecidas a pesar de sus difíciles
circunstancias?
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
30
Recursos de apoyo
• Mosíah 2:19–24 (Debemos alabar y dar gracias
a Dios)
• Alma 34:38; 37:37; Doctrina y Convenios 46:32;
59:7, 15–21 (Debemos ser agradecidos en todas
las cosas)
• Salmo 107:8–9; Filipenses 4:6–7; Doctrina y
Convenios 78:19 (Bendiciones de la gratitud)
• Dale G. Renlund, “Considerad la bondad y
la grandeza de Dios”, Liahona, mayo de 2020,
págs. 41–44
• “La gratitud”, en Para la Fortaleza de la Juventud
librito, 2011, pág. 18
Enseñar a la manera del Salvador
El Salvador conocía a Sus seguidores y sabía
quienes podían llegar a ser. Este conocimiento
influyó en la forma en que les enseñaba.
¿Cómo puedes saber cuáles son los intereses,
necesidades y desafíos de aquellos a quienes
enseñas a fin de que puedas enseñarles de una
manera más eficaz?
12 JUNIO
¿Cómo escucho la voz del Señor?
RUT; 1 SAMUEL 1–3
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué
manera podemos ser una luz a los miembros de
nuestra familia o a los amigos que no crean lo
mismo que nosotros?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera
podemos demostrar mayor amor y apoyo a
nuestra familia y marcar una diferencia positiva
en nuestro hogar?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han
fortalecido nuestro testimonio?
• Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra
ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué se sienten
inspirados a hacer para ayudarles?
31
12 juni o
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Es posible que muchos miembros de tu clase o
cuórum se identifiquen con el niño Samuel. Cuando
Jehová le habló, Samuel todavía no tenía suficiente
experiencia con la revelación para reconocer la voz
del Señor. Elí, el mentor de Samuel, pudo ayudarle
a Samuel a aprender a reconocer esa voz. Como
Elí, tú tienes la oportunidad de testificar a aquellos
a quienes enseñas que el Señor desea hablarles.
Puedes ayudarles a reconocer la voz del Señor,
incluso mientras tú también estés aprendiendo
a escucharlo. Pueden estudiar juntos lo que Sus
profetas han enseñado en cuanto a la revelación
personal, y pueden aprender a decirle al Señor,
como Samuel lo hizo, “[h]abla, que tu siervo
escucha” (1 Samuel 3:10).
Además de leer 1 Samuel 3 esta semana, puedes
prepararte para enseñar leyendo el mensaje del
presidente Russell M. Nelson titulado “Escúchalo”
(Liahona, mayo de 2020, págs. 88–92).
El presidente Russell M. Nelson nos ha pedido que “aumente[mos]
[nuestra] capacidad espiritual para recibir revelación”.
32
A fin de preparar a quienes enseñas para el análisis
del día de hoy, considera pedirles que repasen
1 Samuel 3:1–14. Invítalos a compartir lo que
aprenden de este relato en cuanto a escuchar la voz
del Señor. ¿Cuáles son algunas formas adicionales
en las que el Señor se comunica con nosotros? Las
siguientes actividades pueden ayudar a los jóvenes
a aumentar su entendimiento de la revelación
personal.
• Esta es una manera de ayudar a quienes enseñas
a entender mejor cómo recibir revelación.
Podrías escribir en la pizarra las referencias de
las Escrituras que se sugieren en “Recursos de
apoyo” (u otras que tú conozcas). Invita a los
jóvenes a leer cada pasaje de las Escrituras. Ellos
podrían entonces escribir en la pizarra junto
a cada referencia lo que cada pasaje enseña en
cuanto a recibir revelación personal. Invítalos
a compartir experiencias que hayan tenido
relacionadas con buscar y recibir revelación. Si es
apropiado, comparte tus propias experiencias.
• Recibimos grandes bendiciones cuando
aprendemos a escuchar la voz del Señor. Podrías
comenzar un análisis en cuanto a esto al pedir a
los jóvenes que mencionen razones por las que
podrían necesitar revelación. Luego pídeles que
escudriñen el mensaje del presidente Russell M.
Nelson titulado “Escúchalo”. Invítalos a buscar
consejos que les ayuden a entender cómo
escuchar la voz del Señor. También podrías
mostrar uno o más videos de la colección
“Escúchalo” (ChurchofJesusChrist.org/media).
¿Por qué es tan importante que aprendamos a
escuchar la voz del Señor? Alienta a los jóvenes a
anotar lo que aprendan en su diario o en hojas de
papel que pongan a la vista en su hogar.
¿Có mo escucho l a voz del Seño r?
• Los jóvenes a quienes enseñas quizá se hayan
preguntado cómo saber cuando el Espíritu
Santo les está hablando. Considera mostrarles
los videos “¿Cómo puedo diferenciar entre la
influencia del Espíritu Santo y mis sentimientos?”
y “¿Cómo puedo sentir el Espíritu Santo con
más frecuencia?” del evento “Cara a Cara
con el presidente Eyring y el élder Holland”
(LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Qué aprendemos
en esos videos en cuanto a discernir entre
las impresiones del Espíritu y nuestros
pensamientos? Los miembros de la clase o el
cuórum podrían compartir cómo le responderían
a un amigo que tuviera preguntas similares a las
que se analizaron en esos videos.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• 1 Reyes 19:9–12; Helamán 5:29–31; Doctrina
y Convenios 6:14–16, 21–23; 8:2–3; 11:12–14
(Formas en las que el Señor nos habla)
• Doctrina y Convenios 9:7–9 (La revelación
requiere que reflexionemos y que estudiemos)
• Ronald A. Rasband, “Deja que el Espíritu te
enseñe”, Liahona, mayo de 2017, págs. 93–96
• El presidente Russell M. Nelson enseñó: “… en
los días futuros, no será posible sobrevivir
espiritualmente sin la influencia guiadora,
orientadora, consoladora y constante del Espíritu
Santo. Mis amados hermanos y hermanas, les
suplico que aumenten su capacidad espiritual
para recibir revelación” (“Revelación para la
Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona,
mayo de 2018, pág. 96).
33
26 JUNIO
¿Por qué es importante la castidad en el plan
de Dios?
2 SAMUEL 5–7; 11–12; 1 REYES 3; 8; 11
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera nos hemos
acercado más al Salvador? ¿Cómo estamos
procurando ser más como Él?
34
• Cuidar de los necesitados. ¿En quiénes hemos
estado pensando últimamente? ¿Cómo podemos
ayudar a esas personas?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo
podemos responder las preguntas de nuestros
amigos en cuanto a la Iglesia de manera que se
fortalezca su fe en el Salvador?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles
son algunas de las formas en que podemos
conectarnos mejor con familiares como nuestros
abuelos y primos?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿P o r qué es imp o r ta n te l a c a stida d en el pl a n de D ios ?
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Nuestro Padre Celestial, que desea que seamos
felices, nos dio la ley de castidad. Satanás, que
quiere que seamos miserables, enseña que esa
ley no es importante. Hace todo lo posible para
tentarnos a que cometamos pecado sexual. Los
jóvenes pueden ser influenciados por las imágenes
y los mensajes que contradicen lo que Dios enseña
en cuanto a la sexualidad. Cada uno de nosotros
necesita ser consciente de esas tentaciones y
esforzarse para mantener nuestros pensamientos,
palabras y actos puros a lo largo de nuestra vida.
Aprendemos esa lección de la triste experiencia del
rey David. Él fue un ejemplo de gran fidelidad, pero
cedió a la tentación y quebrantó la ley de castidad
(véase 2 Samuel 11:1–5).
Te puedes preparar para enseñar leyendo
2 Samuel 11, el mensaje del élder David A. Bednar
titulado “Creemos en ser castos” (Liahona, mayo
de 2013, págs. 41–44) y otros recursos que hablen de
la castidad. ¿Qué podría inspirar a los miembros de
la clase o el cuórum a ver la castidad de la manera
que Dios la ve? ¿Qué podría ayudarles a rechazar la
manera en que Satanás la ve?
A fin de permanecer fieles a la ley de castidad de Dios, debemos
esforzarnos todos los días por mantener puros nuestros
pensamientos, palabras y acciones.
Esta es una manera de presentar el tema de la
castidad al mismo tiempo que ayudas a quienes
enseñas a repasar lo que hayan leído en las
Escrituras. Escribe las palabras David y José en la
pizarra y luego repasen juntos 2 Samuel 11:1–5 y
Génesis 39:7–12. ¿De qué manera respondieron
David y José respectivamente a la tentación de
cometer pecado sexual? ¿Qué aprendemos de su
ejemplo? Utiliza las siguientes actividades o algunas
propias a fin de inspirar un análisis más amplio
sobre el motivo por el que la castidad es importante
en el plan de Dios.
• Los jóvenes a quienes enseñas podrían
beneficiarse al saber la definición de la norma
de pureza sexual del Señor. Invítalos a repasar
“La pureza sexual” en Para la Fortaleza de la
Juventud (librito, 2011, págs. 35–37) o el cuarto
párrafo de “La Familia: Una Proclamación para
el Mundo” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿En
que se diferencian las enseñanzas del Señor en
cuanto a la sexualidad de las que Satanás desea
que creamos? Los jóvenes podrían repasar “La
Familia: Una Proclamación para el Mundo” y
buscar declaraciones que expliquen por qué
la pureza sexual es importante en el plan de
felicidad del Padre Celestial. ¿Qué aprendemos
de esas declaraciones que nos ayude a vivir con
rectitud en el mundo de hoy?
• A veces los demás no entienden nuestras normas
de moralidad, especialmente porque esas
normas son tan diferentes de lo que muchas
personas creen. ¿Cómo podríamos responder
sus preguntas? ¿Qué aprendemos del élder
y la hermana Renlund en el video “¿Por qué
es importante vivir la ley de castidad?” del
evento “Cara a Cara con el élder y la hermana
Renlund”? (LaIglesiadeJesucristo.org). Los
jóvenes también podrían buscar en los pasajes
de las Escrituras que aparecen en “Recursos
de apoyo” declaraciones que describan las
bendiciones de la castidad. Podrías pedirles
35
26 juni o
que compartan lo que piensan en cuanto al
motivo por el que eligen obedecer la norma de
moralidad sexual del Señor.
• La cultura popular a menudo enseña que no hay
necesidad de ser sexualmente puro; sin embargo,
la cultura ignora las verdades en cuanto a las
bendiciones de la castidad y los peligros de la
inmoralidad. Para aprender más en cuanto a esas
verdades, los jóvenes podrían estudiar el mensaje
del élder David A. Bednar titulado “Creemos en
ser castos”. Algunos podrían estudiar la sección
“El propósito del adversario” mientras que otros
estudian “Las bendiciones de ser castos”. Luego
podrían compartir los unos con los otros lo que
hayan aprendido. Ínstalos a anotar una frase de
ese mensaje que quieran recordar la próxima vez
que afronten mensajes falsos sobre la sexualidad.
También podrías dirigirlos a la sección que se
titula “El principio del arrepentimiento”. Hablen
de cómo el Salvador puede sanar a todos los que
deseen arrepentirse del pecado sexual. Recuerda
a quienes enseñas que pueden hablar con sus
padres o con el obispo si tienen preguntas o
tienen necesidad de arrepentirse.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
36
Recursos de apoyo
• 1 Corintios 6:19–20 (Nuestro cuerpo es
un templo)
• Alma 38:12 (Si refrenamos nuestras pasiones,
podemos llenarnos de amor)
• Doctrina y Convenios 25:2; 121:45–46
(Las bendiciones de la virtud)
• “La castidad: ¿Cuáles son los límites?”, “Normas:
La pureza sexual y la modestia - La verdadera
confianza”, “Yo escojo ser limpio” (videos),
LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
En todo momento, el Salvador fue un ejemplo
y un mentor. Enseñó a Sus discípulos a orar
orando con ellos. Les enseñó a amar y a prestar
servicio por la manera en que Él los amó y
les sirvió. Les enseñó el modo de enseñar
Su evangelio mediante la forma en que Él
lo enseñó.
10 JULIO
¿Por qué es importante seguir a los profetas
vivientes de Dios?
2 REYES 2–7
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué temas ha abordado el
obispado en nuestras reuniones de consejo
de barrio para la juventud? ¿Qué acciones
podemos tomar que vayan de acuerdo con lo
que se analizó?
• Cuidar de los necesitados. Cuando vemos una
necesidad y no sabemos qué decir, ¿cómo
podemos tender la mano a las personas de una
manera semejante a la de Cristo?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué es lo que
hemos hallado en el evangelio de Jesucristo que
nos brinda gozo? ¿Cómo podemos compartir ese
gozo con los demás?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles
son algunas de las formas en que podemos
conectarnos mejor con familiares, como nuestros
abuelos y primos?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
37
10 julio
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un joven;
25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Puede que haya un poco de Naamán el leproso en
cada uno de nosotros (véase 2 Reyes 5:1–15). Tal
como Naamán, que se molestó cuando el profeta
Elías le dijo que simplemente se lavara en un río
para ser sanado, puede que no siempre entendamos
las razones de los consejos de nuestros profetas.
Podríamos pensar que algunos de sus consejos no
tienen sentido para nosotros y que por lo tanto no
se aplican a nosotros. Sin embargo, Dios promete
grandes bendiciones si somos lo suficientemente
humildes para seguir al profeta (véase Doctrina
y Convenios 21:4–7). ¿De qué modo el seguir al
profeta te ha ayudado a acercarte más al Señor?
¿Qué otros ejemplos de 2 Reyes 4–6 muestran la
forma en que somos bendecidos conforme seguimos
a los profetas vivientes?
A medida que te prepares para enseñar en cuanto a
las bendiciones que se reciben por seguir al profeta
viviente, piensa en los desafíos que los jóvenes
afrontan. ¿De qué manera el seguir al profeta puede
ayudarles con esos desafíos? También podrías
leer el mensaje del élder Neil L. Andersen titulado
“El profeta de Dios” (Liahona, mayo de 2018,
págs. 24–27) o el mensaje del élder L. Whitney
Clayton titulado “Haced todo lo que Él os diga”
(Liahona, mayo de 2017, págs. 97–99).
38
Seguir al profeta puede ayudar a los jóvenes con los desafíos que
afrontan.
Aprender juntos
Para comenzar un análisis, podrías pedir a cada
miembro de la clase o del cuórum (o a pequeños
grupos) que repasen uno de los siguientes relatos:
2 Reyes 4:1–7; 5:6–14; 6:8, 13–17. Pídeles que
busquen algo que los inspire a leer y seguir las
enseñanzas de los profetas y apóstoles de la
actualidad. Después de que cada grupo comparta
algo que haya encontrado, podrías pedir a algunos
jóvenes que completen esta oración: “Cuando sigo
a los profetas y apóstoles vivientes, yo…”. Para
continuar un análisis sobre seguir a los profetas,
elige una o más de las siguientes ideas.
• Debido a que los profetas vivientes solo se
encuentran en la Iglesia restaurada del Señor,
los miembros de tu clase o cuórum podrían
tener oportunidades de responder preguntas
de otras personas en cuanto a los profetas
vivientes. Podrías escribir en la pizarra las
siguientes preguntas que las personas podrían
tener en cuanto a los profetas vivientes: ¿Por qué
tienen un profeta? ¿Cómo se elige al profeta? ¿Cómo
sabes que el profeta realmente habla en nombre de
Dios? Los jóvenes podrían buscar respuestas
a esas preguntas en los recursos que aparecen
en “Recursos de apoyo”. Podrían practicar
responder esas preguntas, y otras que tengan,
valiéndose de las verdades que encontraron y de
sus propias ideas y experiencias.
¿P o r qué es imp o r ta n te seguir a los pro f eta s vivien tes de D ios ?
• ¿Cómo pueden ayudarnos las palabras de
nuestro profeta viviente cuando afrontamos
desafíos personales? A fin de ayudar a los jóvenes
a responder esta pregunta, podrías invitarlos
a hacer una lista en la pizarra de algunos de
los consejos que el profeta dio y algunas de las
invitaciones que hizo en la conferencia general
más reciente. ¿Qué hemos hecho para actuar de
conformidad con sus consejos e invitaciones?
¿Qué cambios hemos visto en nuestra vida a
causa de esos esfuerzos? Podrías invitar a alguien
a compartir una experiencia personal en la que
el consejo del profeta le haya ayudado con un
desafío personal.
• ¿Cómo puedes ayudar a aquellos a quienes
enseñas a entender que seguir al profeta les
ayudará a acercarse más al Salvador? Una forma
de hacerlo sería entregar a cada uno una tarjeta
pequeña e invitarlos a leer partes del mensaje
del élder Neil L. Andersen titulado “El profeta
de Dios”. Podrían anotar en un lado de la tarjeta
algo que hayan aprendido en cuanto a la forma
en que el profeta puede ayudarles a acercarse
más a Cristo. Del otro lado de la tarjeta, podrían
anotar algo que se sientan inspirados a hacer
para seguir al profeta. Invítalos a compartir lo
que escribieron.
Recursos de apoyo
• Amós 3:7; Doctrina y Convenios 1:4, 37–38;
Moisés 6:26–27, 32–36; Temas del Evangelio,
“Profetas”, topics.ChurchofJesusChrist.org;
“¿Por qué necesitamos profetas?” (video),
Canal VenirACristo en YouTube (Por qué
tenemos profetas)
• Gary E. Stevenson, “El corazón de un Profeta”,
Liahona, mayo de 2018, págs. 17–20 (Cómo se
escoge al profeta)
Enseñar a la manera del Salvador
“La verdadera conversión implica más que
solo sentir que el Espíritu confirma ciertas
verdades a nuestra alma; también debemos
actuar en consecuencia. No se limite a ayudar
a los alumnos a sentir y reconocer el Espíritu;
ayúdelos a seguir las impresiones que reciban”
(Enseñar a la manera del Salvador, pág. 10).
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá
su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
39
24 JULIO
¿Qué bendiciones provienen de recibir las
ordenanzas del templo?
ESDRAS 1; 3–7; NEHEMÍAS 2; 4–6; 8
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera hemos visto la
mano del Señor en nuestra vida?
40
• Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos
apoyarnos unos a otros en lo que estamos
afrontando?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo
podemos utilizar mejor la tecnología como
herramienta para compartir el Evangelio?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos
haciendo para ayudar a nuestra familia a venir
a Cristo?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿Qué bendicio nes provienen de r ecibir l a s o r den a nz a s del templo?
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Cuando los judíos regresaron del exilio en Babilonia,
encontraron a Jerusalén y su templo en ruinas
(véanse 2 Reyes 25:1–10; 2 Crónicas 36:17–19).
La gente anhelaba reconstruir el templo, de modo
que, en poco tiempo, comenzaron el proceso de
reconstrucción y se regocijaron cuando el templo
se completó (véanse Esdras 3:8–13; 6:16–22). En
la actualidad, como pueblo del convenio de Dios,
nosotros también construimos templos y nos
regocijamos cuando se edifica un nuevo templo
¿Por qué? Porque las ordenanzas del templo nos
conducen a las bendiciones más grandes del Padre
Celestial. Nos brindan poder espiritual, nos dan
guía y nos ayudan a llegar a ser como Dios y a
recibir todo lo que Él tiene (véanse Doctrina y
Convenios 84:19–22; 109:22–26).
¿De qué manera ayudarás a los jóvenes a anhelar
el templo, tal como los israelitas lo anhelaron?
¿Cómo les ayudarás a desear con todo el corazón
hacer convenios con Dios en Su santa casa? Al
prepararte para enseñar, considera repasar el
mensaje del presidente Thomas S. Monson titulado
“Las bendiciones del templo” (Liahona, mayo
de 2015, págs. 91–93) y el artículo “¿Por qué son
importantes las ordenanzas y los convenios?”
en temples.ChurchofJesusChrist.org.
Las ordenanzas del templo nos ayudan a llegar a ser como Dios y a
recibir todo lo que Él tiene
Aprender juntos
Para ayudar a los integrantes de la clase o del
cuórum a esperar con anhelo las bendiciones que
pueden recibir por medio de las ordenanzas del
templo, podrías invitarlos a repasar Esdras 3:10–13;
6:16, 21–22. Pídeles que mencionen palabras o frases
que demuestren lo que los judíos de la antigüedad
sentían en cuanto a la reconstrucción de su templo.
¿Por qué es la construcción de un templo algo que
celebrar? ¿En qué forma nos ayudan los templos
de la actualidad y la obra que allí realizamos a
acercarnos más al Salvador? A continuación figuran
algunas ideas adicionales para ayudar a los jóvenes
a entender las bendiciones que pueden recibir en
el templo.
• Cuando José Smith dedicó el Templo de
Kirtland, ofreció la oración dedicatoria que se
encuentra en Doctrina y Convenios 109. Esa
oración describe muchas de las bendiciones que
podemos recibir por medio de las ordenanzas
del templo. Los miembros de la clase o del
cuórum podrían escudriñar partes de esa oración,
especialmente los versículos 12–26, a fin de
buscar las bendiciones que José Smith pidió en
oración. Tal vez podrían anotar esas bendiciones
41
24 julio
en la pizarra. Podrías pedir a los jóvenes que
analicen la manera en que cada una de esas
bendiciones puede fortalecerlos ahora y en el
futuro. Expresa tu testimonio de las bendiciones
que has recibido por medio de las ordenanzas
del templo.
• A fin de ayudar a los integrantes de la clase o del
cuórum a compartir sus sentimientos en cuanto
al templo, pídeles que completen esta oración:
“Cuando pienso en el templo, siento…”. Podrías
invitarlos a leer los primeros cinco párrafos del
mensaje del élder Kent F. Richards titulado “El
poder de la divinidad” (Liahona, mayo de 2016,
págs. 118–120). ¿Por qué necesitamos el templo
más que ninguna otra cosa? ¿Qué aprendimos en
cuanto al poder de Dios que recibimos mediante
las ordenanzas del templo? Los jóvenes entonces
podrían examinar el resto del mensaje del élder
Richards en busca de bendiciones que recibimos
cuando participamos de las ordenanzas del
templo. O bien, podrían buscar esas bendiciones
en el mensaje del presidente Thomas S. Monson
titulado “Las bendiciones del templo”.
• Para ayudar a los miembros de la clase o
del cuórum a meditar en los sacrificios que
algunas personas han estado dispuestas a
hacer para recibir las bendiciones del templo,
podrías mostrar el video “Los templos son
un faro” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Por
qué estuvo dispuesta la familia Mou Tham a
hacer tan grandes sacrificios para ir al templo?
(véase también Thomas S. Monson, “El Santo
Templo: Un faro para el mundo”, Liahona,
mayo de 2011, págs. 90–94). ¿Qué sacrificios
necesitamos hacer para recibir las bendiciones
42
del templo? Quizá alguien que haya ido al
templo recientemente pudiera ir a la reunión
y compartir su experiencia. Podrías invitar a
los jóvenes a escudriñar el mensaje del élder
Ronald A. Rasband titulado “Recomendados
al Señor” (Liahona, noviembre de 2020,
págs. 22–25) y compartir las bendiciones de tener
una recomendación para el templo. También
podrían repasar juntos las preguntas para la
recomendación para el templo (véase Russell M.
Nelson, “Palabras de clausura”, Liahona,
noviembre de 2019, págs. 120–122).
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Quentin L. Cook, “Véanse en el templo”,
Liahona, mayo de 2016, págs. 97–100
Enseñar a la manera del Salvador
“… en lugar de limitarse a darles información,
ayude a los jóvenes a descubrir las verdades
del Evangelio por ellos mismos en las Escrituras
y en las palabras de los profetas” (Enseñar a la
manera del Salvador, pág. 28).
14 AGOSTO
¿De qué manera puedo hallar gozo en seguir
al Salvador?
SALMOS 1–2; 8; 19–33; 40; 46
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera estamos
hallando gozo al seguir a Jesucristo?
• Cuidar de los necesitados. ¿Qué persona(s) de
nuestro barrio o comunidad necesita(n) nuestra
ayuda? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo
podemos ayudarnos mutuamente a prepararnos
para el servicio misional?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Cómo
podemos contribuir a los esfuerzos de nuestro
barrio de llevar a cabo la historia familiar y la
obra en el templo?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
43
14 agosto
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
¿Qué te trae gozo? Las personas podrían decir
que hallan gozo en pasar tiempo con sus amigos
y familiares, en un pasatiempo favorito o incluso
solo en un día sin pruebas. El presidente Russell M.
Nelson ha enseñado: “… el gozo que sentimos tiene
poco que ver con las circunstancias de nuestra vida,
y tiene todo que ver con el enfoque de nuestra vida.
Si centramos nuestra vida en el Plan de Salvación
de Dios […], en Jesucristo y Su evangelio, podemos
sentir gozo independientemente de lo que esté
sucediendo —o no esté sucediendo— en nuestra
vida. El gozo proviene de Él, y gracias a Él” (véase
“El gozo y la supervivencia espiritual”, Liahona,
noviembre de 2016, pág. 82). Muchos de los salmos
hacen eco de ese mismo mensaje: “Me mostrarás la
senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de
gozo” (Salmo 16:11).
Piensa en algunos de los desafíos que los integrantes
de tu clase o cuórum pudieran estar afrontando.
¿Cómo les ayudarás a entender que el verdadero
gozo proviene de ejercitar la fe en el Salvador,
incluso en los tiempos difíciles? Medita sobre esta
pregunta a medida que te prepares para enseñar.
Busca pasajes relacionados en Salmos o en el
mensaje del presidente Nelson titulado “El gozo y la
supervivencia espiritual” que puedas compartir con
tu clase o cuórum.
44
El verdadero gozo proviene de ejercitar la fe en el Salvador, incluso en
los tiempos difíciles.
Aprender juntos
Considera invitar a los miembros de tu clase
o cuórum a repasar algunos de los siguientes
pasajes: Salmos 1; 8; 19; 23; 27. ¿Qué aprendemos
en esos salmos sobre lo que nos brinda gozo?
Luego podrías utilizar una o más de las siguientes
actividades a fin de ayudar a aquellos a quienes
enseñas a entender mejor el verdadero gozo que
proviene de seguir a Jesucristo.
• Todos queremos hallar gozo, pero tenemos que
entender lo que trae el verdadero gozo y lo que
de hecho conduce al pesar. Pide a los jóvenes que
compartan algunas de las cosas que les brindan
gozo y por qué es así. En la pizarra, escribe
“Existen los hombres para que tengan gozo”
(2 Nefi 2:25). Luego invita a los jóvenes, ya sea
individualmente o en pequeños grupos, a repasar
uno o más de los pasajes de las Escrituras que
aparecen en “Recursos de apoyo” y a hacer una
lista de lo que encuentren que conduce al gozo.
También podrías mostrar el video “Podemos
hallar la felicidad” (LaIglesiadeJesucristo.org).
¿Cuáles son algunas maneras en que la gente
trata de hallar gozo que en realidad conducen al
pesar? ¿Cómo nos ha brindado gozo el Salvador?
¿De qué m a ner a pued o h a ll a r gozo en seguir a l S a lva d o r?
• Todos conocemos personas que afrontan desafíos
aun cuando estén haciendo su mejor esfuerzo
por vivir el Evangelio. ¿Cómo puedes ayudar
a quienes enseñas a entender que podemos
hallar gozo aun cuando nuestra vida sea difícil?
Podrías pedirles que repasen el mensaje del
presidente Russell M. Nelson titulado “El gozo
y la supervivencia espiritual” o el mensaje del
presidente Steven J. Lund titulado “Cómo hallar
gozo en Cristo” (Liahona, noviembre de 2020,
págs. 35–37). ¿Qué ejemplos encontramos de
personas que hallaron gozo en Cristo a pesar
de sus desafíos? ¿Qué aprendemos de esas
experiencias? ¿Qué experiencias podemos
compartir?
• Todos somos susceptibles de experimentar
ansiedad y depresión cuando afrontamos
los desafíos de la vida. Para algunos, esos
sentimientos son una lucha de toda la vida.
Tu clase o cuórum se podría beneficiar de un
análisis en cuanto a esos desafíos y sobre la
forma en que el Salvador puede ayudar a quienes
luchan con la ansiedad y la depresión. Para
comenzar ese análisis, podrías pedir a los jóvenes
que repasen el mensaje del élder Jeffrey R.
Holland titulado “Como una vasija quebrada”,
particularmente los últimos cuatro párrafos
(Liahona, noviembre de 2013, págs. 40–42),
o el mensaje de la hermana Reyna I. Aburto
titulado “En sol y sombra, Señor, acompáñame”
(Liahona, noviembre de 2019, págs. 57–59).
Invita a los miembros de la clase o del cuórum
a buscar verdades que sean significativas para
ellos y a compartir lo que hayan encontrado.
Alienta a los jóvenes a hablar con uno de sus
padres o con un líder en quien confíen, o a
visitar mentalhealth.ChurchofJesusChrist.org
si consideran que necesitan ayuda.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Mateo 5:1–12; 1 Pedro 4:12–13; 2 Nefi 2:25–27;
Mosíah 2:41; 3:3–7; 4:2–3; Alma 36:16–22;
4 Nefi 1:15–16 (Cómo hallar gozo)
• D. Todd Christofferson, “El gozo de los santos”,
Liahona, noviembre de 2019, págs. 15–18
• “Prevención del suicidio y ministración”,
LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
El Salvador conocía personalmente a los que
enseñaba y sabía lo que podían llegar a ser.
Cuando tropezaban, Él continuaba amándolos.
¿Cómo puedes demostrar que amas y apoyas a
quienes enseñas?
45
28 AGOSTO
¿En qué forma me puede ayudar el Salvador
durante mis pruebas?
SALMOS 102–103; 110; 116–119; 127–128; 135–139; 146–150
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes
nos han acercado más al Padre Celestial y a
Jesucristo?
46
• Cuidar de los necesitados. ¿Se ha mudado alguien a
nuestro barrio o se ha unido alguien a la Iglesia
recientemente? ¿Cómo podemos ayudarles a
sentirse bienvenidos?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué
actividades vamos a tener próximamente a las que
podamos invitar a nuestros amigos?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué esfuerzos
podemos hacer para registrar nuestra historia
personal?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿En qué f o r m a me puede ay uda r el S a lva d o r dur a n te mis prueb a s ?
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Los desafíos que afrontamos pueden hacernos
sentir agotados, frustrados, derrotados y solos.
Los autores de los Salmos entendieron esos
sentimientos y los expresaron de manera potente:
“Mi corazón está herido y seco como la hierba […].
Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado”
(Salmo 102:4, 7). Sin embargo, con el mismo poder
testificaron que volverse al Salvador brindará alivio:
“Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno
de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus
iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el
que rescata de la fosa tu vida, el que te corona de
compasión y tiernas misericordias” (Salmo 103:2–4).
Piensa en las bendiciones que recibirán los
miembros de tu clase o cuórum a medida que
comprendan más plenamente la forma en que el
Salvador puede ayudarles en sus pruebas. ¿De qué
manera te ha ayudado el Salvador a ti? Al prepararte
para enseñar, podrías repasar el mensaje del
presidente Henry B. Eyring titulado “Ser probados,
probarnos y ser pulidos” (Liahona, noviembre
de 2020, págs. 96–99) y “Adversidad” en Temas del
Evangelio (topics.ChurchofJesusChrist.org).
El Señor nos ayudará y consolará en nuestras pruebas.
Para empezar, podrías pedir a los miembros de
la clase o el cuórum que repasen Salmos 102, 103
y 116, fijándose en la forma en que el Salvador
nos ayuda en nuestros esfuerzos por superar las
pruebas. Podrían trabajar individualmente o en
grupo para escribir algunas oraciones sobre lo que
encontraron y entonces compartir lo que hayan
escrito. Elige una o más de las siguientes actividades
para ayudarles a aumentar su entendimiento sobre
este tema.
• Los himnos pueden invitar al Espíritu y enseñar
doctrina de manera poderosa. Considera repasar
un himno sobre la forma en que el Salvador nos
ayuda en nuestras pruebas, tal como “Qué firmes
cimientos” (Himnos, nro. 40). ¿Qué nos enseña
el himno en cuanto a la ayuda que el Salvador
nos puede dar? Los jóvenes podrían entonces
repasar los pasajes de las Escrituras que aparecen
en “Recursos de apoyo”. Podría serles de utilidad
anotar una frase del himno o uno de los pasajes
de las Escrituras que les recuerde buscar al
Salvador en sus adversidades.
• El mensaje del presidente Henry B. Eyring
titulado “Ser probados, probarnos y ser pulidos”
podría ayudar a quienes enseñas a entender
mejor preguntas como estas: ¿Cuáles son algunos
de los propósitos de nuestras pruebas terrenales?
¿De qué manera nos ayudará el Salvador con
nuestros desafíos? ¿Qué podemos hacer para
recurrir a la ayuda y el poder del Salvador?
Considera escribir esas preguntas en la pizarra.
Los miembros de la clase o del cuórum podrían
buscar respuestas en el mensaje del presidente
Eyring. Por ejemplo, ¿qué aprendemos de las
historias en cuanto a la mamá del presidente
Eyring al principio y al final del mensaje? Podrías
pedir a cada persona que medite sobre la forma
en que pueden aplicar lo que hayan aprendido
a sus propias pruebas. Posiblemente algunos de
los jóvenes estén dispuestos a compartir lo que
hayan pensado.
47
28 agosto
• La hermana Lisa L. Harkness relató la historia
de cuando el Salvador calmó la tormenta para
enseñar que Él puede calmar las tormentas de
nuestra vida (véanse Marcos 4:35–41; “¡Calla,
enmudece!”, Liahona, noviembre de 2020,
págs. 80–82). Podrías invitar a un miembro de
la clase o del cuórum a venir preparado para
compartir lo que haya aprendido en cuanto
al Salvador en el relato de las Escrituras. Esa
persona también podría mostrar una imagen
(véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 40).
Los jóvenes entonces podrían repasar lo que
la hermana Harkness enseñó acerca de cómo
el Salvador “está en nuestra barca” cuando
afrontamos desafíos. Podrías invitar a ciertas
personas a compartir la forma en que el Salvador
les ha ayudado en sus pruebas, incluso cómo les
ha ayudado por medio de otras personas. Alienta
a los jóvenes a compartir sus propias experiencias
con alguien que conozcan que necesite la paz del
Salvador.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir
sus ideas. Invítalos a pensar en cómo el actuar de
acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación
con el Padre Celestial y con Jesucristo.
48
Recursos de apoyo
• Isaías 53:3–5; Hebreos 2:17–18; Alma 7:11–13;
36:3; Éter 12:27 (El Salvador nos ayudará en
nuestras pruebas)
• Dieter F. Uchtdorf, “Dios hará algo
inimaginable”, Liahona, noviembre de 2020,
págs. 51–54
• Cristina B. Franco, “El poder sanador de
Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2020,
págs. 60–62
• “Montañas que ascender” (video),
LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
“Hacer preguntas que alienten a los integrantes
de la clase a dar testimonio de los principios
que se enseñan puede ser una manera
poderosa de invitar al Espíritu […]. Sus
testimonios, y los de los demás integrantes
de la clase, crecerán a medida que el Espíritu
testifique de la verdad” (Enseñar a la manera del
Salvador, pág. 32).
11 SEPTIEMBRE
¿Cómo puedo ser limpio y feliz nuevamente
después de haber pecado?
ISAÍAS 1–12
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿En qué forma el volvernos
al Señor nos ayuda a afrontar los desafíos
y pruebas?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué planes
para compartir el Evangelio se han abordado
en las reuniones de consejo de barrio para la
juventud? ¿De qué manera puede participar
nuestra clase o cuórum?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué
manera el hacer la obra de historia familiar puede
fortalecer nuestra relación con el Padre Celestial
y con Jesús?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
• Cuidar de los necesitados. ¿A quién conocemos que
necesite nuestras oraciones y nuestra amistad?
49
11 septiemb r e
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Cuando nos sentimos culpables después de haber
pecado, tenemos que tomar una decisión. Esos
sentimientos, aunque son dolorosos, pueden ser
una bendición si nos llevan al arrepentimiento. Sin
embargo, Satanás nos dice que esos sentimientos
significan que Dios no nos ama, e intenta hacernos
sentir desalentados y sin esperanza. Puede que haya
personas a las que enseñas que estén agobiadas por
esos sentimientos. Quizá se pregunten si podrán
volver a ser limpios y felices. ¿Cómo podrías ayudarles
a encontrar esperanza en la expiación del Salvador?
El profeta Isaías reprendió osadamente a la gente
por sus pecados, pero también testifico que, gracias
al Salvador, “aunque vuestros pecados sean como
la grana, como la nieve serán emblanquecidos”
(Isaías 1:18). Medita sobre eso a medida que leas
Isaías 1–12 esta semana. ¿Qué podría inspirar
a quienes enseñas a volverse a Jesucristo, con fe
en que las cargas de sus pecados les pueden ser
quitadas? También podrías estudiar el testimonio
de Cristo de la hermana Sharon Eubank que se
encuentra en su mensaje titulado “Cristo: La luz
que resplandece en las tinieblas” (Liahona, mayo
de 2019, págs. 73–76).
Gracias a Jesucristo, nuestras cargas de pecado nos pueden ser
quitadas.
50
A fin de prepararte para un análisis basado en
Isaías 1–12, podrías pedir a cada uno de los jóvenes
que traiga a la reunión algo rojo y algo blanco.
Podrías poner a la vista esos objetos mientras leen
juntos Isaías 1:16–18, después de lo cual los jóvenes
podrían compartir con sus propias palabras lo
que aprenden de esos versículos (véase el análisis
de la hermana Sharon Eubank del versículo 18 en
“Cristo: La luz que resplandece en las tinieblas”).
A continuación figuran otras actividades que
pueden inspirar fe en el poder del Salvador para
hacernos espiritualmente limpios.
• El repasar ejemplos de arrepentimiento en las
Escrituras puede ayudar a aquellos a quienes
enseñas a edificar su fe en que Jesucristo puede
hacerlos espiritualmente limpios. Podrías
anotar en la pizarra nombres como el de
Saulo (posteriormente, llamado Pablo), Alma,
hijo, Zeezrom y los anti-nefi-lehitas. También
podrías escribir dos grupos de referencias de
las Escrituras: Hechos 8:3; Mosíah 27:8–10;
Alma 11:21–23; Alma 17:12–15 (estas personas
en su estado pecaminoso), y Hechos 9:13–20;
Alma 36:17–24; Alma 15:5–12; Alma 23:6–12
(después de que estas personas se volvieron al
Salvador y se arrepintieron). Los jóvenes podrían
hacer corresponder cada nombre con el pasaje de
las Escrituras que describe a esa persona. ¿Qué
hicieron esas personas para arrepentirse? ¿Qué se
enseña en esos relatos en cuanto a la disposición
del Salvador de perdonar? ¿Notamos algunos
modelos que podamos seguir?
• A fin de ayudar a quienes enseñas a entender
mejor el perdón de los pecados, podrías dar
a cada persona una analogía o parábola para
estudiar. Entre ellas se podría incluir el hijo
pródigo (véase Lucas 15:11–24); el Salvador
como nuestro Pastor (los párrafos 5–8 del
mensaje del élder Dale G. Renlund titulado
“Nuestro Buen Pastor” [Liahona, mayo de 2017,
págs. 29–32]); y un piano roto (al comienzo
del mensaje de la hermana Cristina B. Franco
¿Có mo pued o ser limpio y f eliz nueva men te despué s de h a ber pec a d o?
titulado “El poder sanador de Jesucristo”
[Liahona, noviembre de 2020, págs. 60–62]).
Los jóvenes podrían resumir cada analogía o
parábola y analizar lo que enseña en cuanto al
amor y el poder expiatorio del Salvador.
• El sentirnos mal por haber pecado es útil y
nos conduce al arrepentimiento. El sentirnos
desalentados y que no valemos nada a causa
de nuestros pecados no es útil y puede impedir
que nos arrepintamos. Los integrantes de tu
clase o cuórum podrían leer juntos la sección
titulada “La tristeza según Dios” del mensaje del
presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “¡Pueden
hacerlo ahora!” (Liahona, noviembre de 2013,
págs. 55–57). ¿Cuál es la diferencia entre el pesar
por el pecado que conduce al arrepentimiento
y el pesar que lleva a la desesperación? (véanse
también 2 Corintios 7:9–10; Mormón 2:12–14).
Si alguien se siente abrumado por sentimientos
de culpa y desesperación a causa del pecado,
¿qué podríamos decir para ayudarle a volverse
al Salvador? Invita a los jóvenes a compartir su
testimonio del Salvador y Su misericordia.
Recursos de apoyo
• Dallin H. Oaks, “Limpios mediante el
arrepentimiento”, Liahona, mayo de 2019,
págs. 91–94
• “El arrepentimiento mediante la expiación
de Jesucristo”, en el capítulo 3 de Predicad Mi
Evangelio, 2018, pág. 64.
Enseñar a la manera del Salvador
“El testimonio personal del Salvador dio
autoridad a Sus palabras […]. A medida que dé
testimonio de la doctrina verdadera, el Espíritu
confirmará la veracidad de la doctrina en el
corazón de las personas a las que enseñe”
(Enseñar a la manera del Salvador, pág. 21).
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
51
25 SEPTIEMBRE
¿Cuáles son nuestras responsabilidades en la obra
de salvación y exaltación?
ISAÍAS 40–49
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada
y qué invitaciones o asignaciones se hicieron?
¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con
esas invitaciones o asignaciones?
52
• Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos hacer
o decir para tender una mano a aquellos que
pudieran sentirse solos o alejados del Padre
Celestial?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son
algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el
amor de Jesucristo?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas
podemos compartir unos con otros para ayudar
a fortalecer a nuestras familias?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿Cuá les s o n nuest r a s r esp o ns a bilida des en l a o b r a de s a lvació n y e x a ltació n ?
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
En las Escrituras queda claro que ayudar en la obra
del Señor no es solo para adultos. Samuel era solo
un niño cuando Jehová le habló por primera vez; lo
más probable es que María era una jovencita cuando
el ángel la visitó, anunciando que ella sería la
madre del Salvador; y José Smith tenía catorce años
cuando el Señor lo llamó a restaurar el Evangelio.
Más recientemente, el presidente Russell M.
Nelson invitó a todos los jóvenes “a que se alisten
en el batallón de jóvenes del Señor para ayudar a
recoger a Israel” (“Juventud de Israel”, devocional
mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018,
LaIglesiadeJesucristo.org). Sin duda, cuando
el Señor dijo: “… tú, oh Israel, siervo mío eres”
(Isaías 41:8), incluyó a todo Su pueblo del convenio,
entre los que se encuentran los de tu clase o cuórum.
Aun cuando todos hacemos convenio de servir a
Dios cuando somos bautizados, no todos los jóvenes
se ven a sí mismos como los siervos del Señor. Es
posible que no reconozcan las formas únicas en
que pueden contribuir a Su obra. Busca pasajes en
Isaías 41–44 y en la sección 1.2 del Manual General:
Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días que pudieran ayudar a los jóvenes a
entender lo que significa ser siervos del Señor.
Cada persona joven posee una capacidad singular para contribuir a la
obra de salvación y exaltación.
Aprender juntos
Isaías 41–44 puede ayudar a los jóvenes a entender
lo que significa ser un siervo del Señor. Para
comenzar el análisis, podrías escribir referencias
como estas en la pizarra: Isaías 41:8–10; 42:6–7;
43:9–12; 44:21. Cada persona podría elegir un
pasaje, leerlo y compartir lo que haya aprendido
en cuanto a lo que significa ser siervo del Señor.
¿De qué maneras somos los siervos del Señor?
¿Qué bendiciones recibimos cuando estamos a Su
servicio? A continuación figuran otras maneras de
ayudar a quienes enseñas a traer personas a Cristo
como participantes activos de Su obra.
• ¿Entienden aquellos a quienes enseñas lo que
es “la obra de salvación y exaltación”? Para
ayudarles, podrías asignarles que estudien
(individualmente o en grupos pequeños) uno
de los cuatro subapartados de la sección 1.2 del
Manual General. Cada subapartado describe
un aspecto de la obra. Pide a los jóvenes que
mediten sobre preguntas como estas: ¿Qué
cosas específicas puede hacer una persona de
mi edad para participar en este aspecto de la
obra de salvación? ¿Qué puede hacer nuestra
clase o cuórum? Cada persona o grupo podría
compartir lo que aprendieron y dar respuestas a
las preguntas.
53
25 septiemb r e
• Aquellos a quienes enseñas podrían beneficiarse
al aprender más en cuanto a los cuatro aspectos
de la obra de salvación y exaltación: vivir el
evangelio de Jesucristo, cuidar de los necesitados,
invitar a todos a recibir el Evangelio y unir a
las familias por la eternidad. Podrían elegir un
aspecto que les interese y explorar algunos de los
elementos correspondientes que aparecen bajo
“Recursos de apoyo”. Permite que los jóvenes
compartan lo que hayan encontrado, que les
inspire a llegar a estar más convertidos al Señor y
a ayudar a los demás a hacer lo mismo; luego de
lo cual, podrían hacer planes para hacer algo que
les ayude a llevar a cabo esa obra. La presidenta
de clase o el presidente de cuórum podría dirigir
ese análisis.
• A fin de ayudar a los jóvenes a meditar sobre
cómo pueden utilizar sus talentos para llevar
almas a Cristo, podrías pedir a cada uno de
ellos que estudie una sección del mensaje del
élder John C. Pingree Jr. titulado “Tengo una
obra para ti” (Liahona, noviembre de 2027,
págs. 32–35). Podrían hablar sobre lo que
aprendieron y cómo eso pudiera ayudar a alguien
que no esté seguro de poder ayudar en la obra del
Señor. También podrían repasar juntos la sección
“Descubrir y cultivar dones espirituales” en el
mensaje del élder Pingree. ¿Cómo nos ayuda el
Señor a descubrir y a cultivar nuestros talentos?
54
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Vivir el evangelio de Jesucristo: 2 Nefi 31:17–21;
3 Nefi 27:13–21; “Seguir a Dios” (video),
LaIglesiadeJesucristo.org
• Cuidar de los necesitados: Mateo 25:34–40;
Mosíah 18:8–9; “Ustedes son la dádiva” (video),
LaIglesiadeJesucristo.org
• Invitar a todos a recibir el Evangelio:
Mateo 5:14–16; 1 Pedro 3:15; “Comparte tus
creencias” (video), LaIglesiadeJesucristo.org
• Unir a las familias por la eternidad: Doctrina y
Convenios 2; 128:18; “Gracias a James” (video),
LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
“Si los jóvenes perciben que usted confía en
ellos, su confianza en su propio potencial
divino aumentará” (Enseñar a la manera del
Salvador, pág. 28).
9 OCTUBRE
¿Por qué Jesucristo debe ser fundamental en
mi vida?
ISAÍAS 58–66
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del
Sacerdocio Aarónico. Luego, además de deliberar
en consejo sobre los asuntos específicos de la clase
o del cuórum, podrían analizar las impresiones
que recibieron y los temas que se trataron durante
la conferencia general. Las siguientes preguntas
podrían ayudar.
• ¿Qué debemos hacer como clase o cuórum para
recordar y seguir los consejos que escuchamos en
la conferencia general?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
• ¿Qué temas o mensajes nos llamaron la atención?
¿Qué fortaleció nuestra fe en Jesucristo?
• ¿Qué fortaleció nuestro testimonio de los
profetas vivientes? ¿Qué nos sentimos inspirados
a hacer por lo que aprendimos o sentimos?
55
9 o ctub r e
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Isaías dijo: “En gran manera me regocijaré en
Jehová; mi alma se alegrará en mi Dios, porque
me vistió con vestiduras de salvación, me cubrió
con manto de justicia” (Isaías 61:10). ¿Por qué
te “regocija[s] en Jehová”? Como Isaías, cuando
reconocemos lo que el Señor ha hecho por nosotros,
nos regocijamos y hablamos a menudo de “las
misericordias de Jehová […], de las alabanzas de
Jehová” (Isaías 63:7).
¿Cómo se sienten aquellos a quienes enseñas con
respecto al Salvador? ¿Qué podría ayudarles a
sentir mayor amor y reverencia por Él? ¿Qué les
ayudaría a sentir Su amor? Al meditar en esas
preguntas y leer Isaías 58–66, también podrías
repasar el mensaje del élder Matthew S. Holland
titulado “La exquisita dádiva del Hijo” (Liahona,
noviembre de 2020, págs. 45–47) y el mensaje de
la hermana Cristina B. Franco titulado “El poder
sanador de Jesucristo” (Liahona, noviembre de 2020,
págs. 60–62).
A medida que aprendemos más en cuanto al Salvador, nos sentimos
inspirados a hacer que Él sea el elemento central de nuestra vida.
56
Conforme los miembros de la clase o del cuórum
aprendan en cuanto a la misión de Jesucristo,
por la que fue enviado y que Él llevó a cabo, se
sentirán más inspirados a hacer que el Salvador
sea el elemento central de su vida. Quizá podrían
escudriñar Isaías 61:1–3 y hacer una lista en la
pizarra de lo que el Salvador debía hacer, y para
lo cual fue ungido (véase también Lucas 4:16–20).
¿De qué manera el Salvador cumplió esos aspectos
de Su misión? ¿Cómo los cumple en nuestra vida
actualmente? Las ideas que figuran a continuación
pueden ayudar a tu clase o cuórum a continuar el
análisis sobre el motivo por el que Jesucristo debe
ser el elemento central de nuestra vida.
• En la conferencia general siempre hay mensajes
en los que se testifica de Jesucristo. Podrías
invitar a varios integrantes de la clase o del
cuórum a compartir algo que hayan aprendido
en cuanto al Salvador durante la conferencia
general. Aliéntalos a compartir cómo se
sienten en cuanto al Salvador debido a lo que
aprendieron.
• Las Escrituras pueden ayudar a los jóvenes a
entender mejor por qué el Salvador debe ser el
elemento central de su vida. Podrías escribir en
la pizarra ¿Por qué Jesucristo debe ser fundamental
en mi vida? Pide a los jóvenes que expresen
lo que piensan. Entonces podrías pedirles
(individualmente o en grupos) que escudriñen
los pasajes de las Escrituras que aparecen
bajo “Recursos de apoyo” a fin de encontrar
respuestas adicionales. Invita a los jóvenes a
compartir lo que hayan aprendido y por qué es
significativo para ellos.
• Podrías pedirle a quienes enseñas que describan
el día más importante de su vida. ¿Cuál podría
ser el día más importante de la historia? Invítalos
a descubrir cuál dijo el élder Dieter F. Uchtdorf
que fue el día más importante al repasar
su mensaje titulado “¡He aquí el hombre!”
¿P o r qué Jesucr isto debe ser f unda men ta l en mi vida ?
(Liahona, mayo de 2018, págs. 107–110). Insta
a los jóvenes a buscar las bendiciones que el
élder Uchtdorf prometió a quienes “ve[n]” a
Jesucristo. También podrían compartir lo que
estén haciendo para hacer que el Salvador sea
el elemento central en su vida diaria. Podrías
alentarlos a considerar lo que puedan hacer para
acercarse más a Jesucristo y que fijen una meta
para hacerlo.
• Si alguien nos preguntara por qué creemos en
Jesucristo, ¿qué diríamos? Insta a los jóvenes
a expresar sus ideas y a anotarlas en la pizarra.
También podrías invitarlos a repasar “El Cristo
Viviente: El testimonio de los Apóstoles”
(LaIglesiadeJesucristo.org) o “La misión divina
de Jesucristo” en el capítulo 3 de Predicad Mi
Evangelio (2018, págs. 61–62). Anímalos a buscar
verdades sencillas que podrían decir para
explicar por qué el Salvador es importante para
ellos. Ellos podrían agregar las verdades que
encuentren a la lista de la pizarra y hablar sobre
cómo pueden compartir esas verdades con las
personas que conocen.
Recursos de apoyo
• Juan 8:12; 14:6; Romanos 8:35–39;
2 Nefi 2:3–9; 9:5–10; Alma 36:3, 27;
3 Nefi 27:14–16, 27; Éter 12:27 (Por qué
Jesucristo debe ser fundamental en mi vida)
• Becky Craven, “Quédense con el cambio”
(Liahona, noviembre de 2020, págs. 58–60)
• “Creo en Cristo”, “Asombro me da”
(Himnos, nros. 72, 118)
• “Por qué necesitamos un Salvador—Un
mensaje de Navidad acerca de nuestro
Salvador Jesucristo”, “Gracias a Él” (videos),
LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
“Cada miembro de su clase es una fuente rica
de testimonio, perspectivas y experiencias
al procurar vivir el Evangelio. Invítelos a
compartirlas con los demás y a edificarse
unos a otros” (véase Enseñar a la manera del
Salvador, pág. 5).
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá
su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
57
23 OCTUBRE
¿Está escrito el Evangelio en mi corazón?
JEREMÍAS 30–33; 36; LAMENTACIONES 1; 3
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué analizamos la vez pasada
y qué invitaciones o asignaciones se hicieron?
¿Qué hemos hecho para actuar de acuerdo con
esas invitaciones o asignaciones?
58
• Cuidar de los necesitados. ¿Qué podríamos hacer
o decir para tender una mano a aquellos que
pudieran sentirse solos o alejados del Padre
Celestial?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cuáles son
algunas maneras de ayudar a los demás a sentir el
amor de Jesucristo?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué ideas
podemos compartir unos con otros para ayudar a
fortalecer a nuestras familias?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿E stá escr ito el E va ngelio en mi co r a zó n ?
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Jehová le dijo al profeta Jeremías que en los días
por venir Él recogería a Israel y haría un “nuevo
convenio” con Su pueblo. Él declaró: “Pondré mi ley
en su mente y la escribiré en sus corazones; y yo seré
su Dios, y ellos serán mi pueblo” (véase Jeremías
31:31–34). Esos días son los días actuales y nosotros
somos el pueblo de Dios. Esas enseñanzas podrían
llevarte a ti y a quienes enseñas a preguntar: ¿Qué
quiere decir que el Evangelio esté escrito en mi
corazón? ¿Está escrito el Evangelio en mi corazón?
Si no lo está, ¿qué puedo hacer al respecto?
Considera cómo ayudarás a los miembros de tu
clase o cuórum a meditar en esas preguntas. A
fin de prepararte para enseñar, podrías encontrar
mensajes para compartir en Jeremías 30–33; 36;
en el mensaje del presidente Russell M. Nelson
titulado “Que Dios prevalezca” (Liahona, noviembre
de 2020, págs. 92–95) y en el mensaje del élder
D. Todd Christofferson titulado “Cuando te hayas
convertido” (Liahona, mayo de 2004, págs. 11–13).
A medida que amemos al Señor y procuremos aprender de Él, el
Evangelio será escrito en nuestro corazón.
Alienta a los jóvenes a analizar Jeremías 31:31–34.
Para ello, podrías entregarles corazones de papel
que tengan varias preguntas escritas en ellos sobre
lo que significa tener el Evangelio en el corazón,
como las que se encuentran bajo “Prepárate
espiritualmente”. Trabajando individualmente, en
grupos de dos o en grupos pequeños, los jóvenes
podrían leer esos versículos de Jeremías y meditar
sobre la forma en que podrían responder las
preguntas. Permite que compartan sus preguntas y
las respuestas en las que pensaron. A continuación
figuran más ideas que pueden ayudarte a enseñar a
los jóvenes en cuanto a la forma en que el Evangelio
puede ser escrito en su corazón.
• Cuando Moisés impartió algunas de sus
últimas enseñanzas a los israelitas, los instó
a recibir las palabras de Dios en su corazón.
También les enseñó algunas de las formas en
que podían hacerlo, tal como se registra en
Deuteronomio 6:3–9. Como clase o cuórum,
lean juntos esos versículos y analicen maneras de
hacer lo que Moisés aconsejó. También podrían
estudiar Alma 5:14, 26–35 para encontrar lo
que Alma enseñó en cuanto a la forma en que
podemos mantener el Evangelio escrito en
nuestro corazón.
• En su mensaje titulado “Cuando te hayas
convertido”, el élder D. Todd Christofferson
describió lo que podemos hacer para que el
Evangelio sea escrito en nuestro corazón. ¿Qué
aprendemos en los primeros cuatro párrafos
sobre lo que significa tener el Evangelio escrito
en nuestro corazón? Podrías invitar a cada
joven a leer uno o más de los párrafos restantes
y buscar lo que tenemos que hacer para que eso
suceda. ¿Qué función desempeña el Salvador?
¿Qué función desempeñamos nosotros? Alienta
a los jóvenes a compartir sus respuestas, junto
con otras perspectivas que hayan encontrado.
¿Qué experiencias nos han ayudado a tener el
59
2 3 o ctub r e
Evangelio escrito en nuestro corazón? ¿Qué
función desempeña en ese proceso el que
guardemos nuestros convenios?
• El presidente Russell M. Nelson explicó que
el término Israel “se refiere a una persona que
está dispuesta a dejar que Dios prevalezca en su
vida” (“Que Dios prevalezca”, pág. 92). Podrías
invitar a los jóvenes a escudriñar los primeros seis
párrafos del mensaje del presidente Nelson y la
última parte del mensaje que comienza con “La
pregunta para cada uno de nosotros”. Pídeles
que encuentren algo que les ayude a entender lo
que significa permitir “que Dios prevalezca” en
su vida. ¿Cómo nos sentimos y cómo actuamos
cuando Dios prevalece en nuestra vida? ¿Qué
enseñó el presidente Nelson en cuanto a cómo
el tener el Evangelio escrito en nuestro corazón
influye en nuestros esfuerzos por recoger
a Israel?
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
60
Recursos de apoyo
• Henry B. Eyring, “Que Dios escriba en mi
corazón” (Liahona, enero de 2001, págs. 99–102)
• Linda K. Burton, “¿Está escrita en nuestro
corazón la fe en la expiación de Jesucristo?”
(Liahona, noviembre de 2012, págs. 111–115)
Enseñar a la manera del Salvador
“La doctrina que se halla en las Escrituras y
en las palabras de los profetas de los últimos
días tiene el poder de cambiar el corazón y
aumentar la fe. A medida que usted y aquellos
a los que enseñe pongan ‘a prueba la virtud de
la palabra de Dios’, descubrirá que esta tiene
‘gran propensión a impulsar a la gente a hacer
lo que [es] justo’ (Alma 31:5)” (véase Enseñar a la
manera del Salvador, pág. 5).
13 NOVIEMBRE
¿En qué forma puedo recibir un derramamiento
del Espíritu del Señor?
OSEAS 1–6; 10–14; JOEL
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han
fortalecido nuestro testimonio?
• Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra
ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué se sienten
inspirados a hacer para ayudarles?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué
manera podemos ser una luz a los miembros de
nuestra familia o a amigos que no crean lo mismo
que nosotros?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera
podemos demostrar mayor amor y apoyo a
nuestra familia y marcar una diferencia positiva
en nuestro hogar?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
61
13 noviemb r e
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
No hay duda de que vivimos en una época de
incertidumbre y temor. El profeta Joel del Antiguo
Testamento describió nuestro tiempo —el “día de
Jehová”— como un “día de tinieblas y de oscuridad”
y “grande […] y muy terrible” ( Joel 2:1–2, 11). Sin
embargo, eso no quiere decir que nuestros días sean
sin esperanza. Considera esta promesa del élder
Dieter F. Uchtdorf: “… aunque a veces nos sintamos
sepultados por las pruebas de la vida o rodeados
de tinieblas emocionales, el amor de Dios y las
bendiciones del evangelio restaurado de Jesucristo
harán que surja algo inimaginable” (“Dios hará algo
inimaginable”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 52).
De modo que cuando observes las tinieblas y
la oscuridad de nuestra época, recuerda que el
Señor también ha prometido bendiciones grandes
e, incluso, inimaginables: “… derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros
hijos y vuestras hijas” ( Joel 2:28; véase también
José Smith—Historia 1:41). Fíjate en la promesa
específica de que el Espíritu de Dios se derramaría
sobre los hombres y las mujeres jóvenes. ¿Por qué
crees que sea importante que aquellos a los que
enseñas entiendan eso? Medita sobre esa pregunta
a medida que leas Joel 2 y el mensaje del élder
Uchtdorf durante tu preparación para enseñar.
62
El Señor ha prometido que en los últimos días, Él derramará Su
Espíritu y que “profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas” ( Joel 2:28).
Aprender juntos
Para ayudar a quienes enseñas a entender mejor
Joel 2:28–29, podrías colocar un objeto en un tazón
y dejar que alguien derrame agua sobre él. ¿Cómo
nos ayuda eso a entender lo que significa que el
Señor “derram[e] [Su] Espíritu sobre toda carne”?
¿De qué manera se están cumpliendo las profecías
de Joel 2:28–29? A continuación figuran algunas
ideas que pueden ayudar a los jóvenes a entender
mejor cómo el Señor está derramando Su Espíritu
en la actualidad.
• En las Escrituras se encuentran registrados
muchos casos en los que el Señor derramó Su
Espíritu sobre Su pueblo. Repasar algunos de
ellos podría ayudar a los jóvenes a entender
mejor cómo recibir un derramamiento del
Espíritu de Dios en su vida. Podrías dibujar en
la pizarra una jarra grande vertiendo agua, y
pedirle a los jóvenes que lean individualmente,
o en pequeños grupos, uno o más de los pasajes
de las Escrituras que aparecen en “Recursos
de apoyo”. Ellos podrían escribir en la pizarra
alrededor de la jarra lo que las personas de su
pasaje de las Escrituras hicieron para que el
¿En qué f o r m a pued o r ecibir un der r a m a mien to del E spí r itu del Seño r?
Señor pudiera derramar Su Espíritu, y además,
qué bendiciones recibieron como resultado. ¿En
qué ocasiones hemos sentido que el Espíritu nos
consolaba, guiaba o limpiaba?
• Podrías escribir estas palabras del élder Dieter F.
Uchtdorf en la pizarra: “Dios tiene algo
inimaginable en mente para ustedes en forma
individual y para la Iglesia en forma colectiva:
una obra maravillosa y un prodigio” (“Dios
hará algo inimaginable”, pág. 53). Considera
la posibilidad de pedir a los jóvenes que
busquen en el mensaje del élder Uchtdorf las
bendiciones inimaginables que Dios dio a las
personas de las Escrituras después de tiempos
de adversidad. ¿Qué enseñó el élder Uchtdorf
que debemos hacer para que tomemos buenas
decisiones cuando afrontemos dificultades?
Invita a los jóvenes a hacer una lista de las cosas
“inimaginables” que Dios pudiera tener en mente
para nosotros. Invita a quienes enseñas a meditar
sobre lo que están dispuestos a hacer para recibir
esas bendiciones.
• Considera mostrar el video “Presidente
Nelson: Escúchalo – Revelación Personal”
(LaIglesiadeJesucristo.org). Pide a los jóvenes
que presten atención a lo que puedan aprender
en cuanto a la forma en que el Espíritu nos habla
y bendice nuestra vida. También podrían repasar
el mensaje del presidente Russell M. Nelson
titulado “Revelación para la Iglesia, revelación
para nuestras vidas” (Liahona, mayo de 2018,
págs. 93–96). Pídeles que busquen respuestas a
preguntas como estas: ¿De qué manera buscó y
recibió el presidente Nelson las impresiones del
Espíritu? ¿Qué aprendemos de José Smith en
cuanto a la disposición de Dios de hablarle a Sus
hijos? ¿Qué nos exhortó a hacer el presidente
Nelson? Relata a los jóvenes de alguna ocasión
en la que hayas sentido al Señor derramar
Su Espíritu. Invítalos a reflexionar sobre las
experiencias que hayan tenido y, si se sienten
cómodos, a compartirlas.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su
relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Hechos 2:1–6, 14–21; Jacob 7:1–8;
Mosíah 4:1–3, 19–20; 18:7–11;
Alma 19:14, 28–36; Helamán 6:34–36;
Doctrina y Convenios 19:37–41
Enseñar a la manera del Salvador
No se limite a ayudar a los alumnos a sentir
y reconocer el Espíritu, ayúdelos a seguir las
impresiones que reciban” (Enseñar a la manera
del Salvador, pág. 10).
63
27 NOVIEMBRE
¿De qué manera puedo compartir el Evangelio?
JONÁS; MIQUEAS
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera nos hemos
acercado más al Salvador? ¿Cómo estamos
procurando ser más como Él?
• Cuidar de los necesitados. ¿En quiénes hemos
estado pensando últimamente? ¿Cómo podemos
ayudar a esas personas?
64
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué
manera podemos responder las preguntas de
nuestros amigos en cuanto a la Iglesia?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Cuáles
son algunas de las formas en que podemos
conectarnos mejor con familiares como nuestros
abuelos y primos?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
¿De qué m a ner a pued o co mpa r tir el E va ngeli o?
Aprender juntos
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
Puede que haya miembros de tu clase o cuórum que
regularmente encuentren maneras de compartir el
Evangelio. ¡Quizá tú también! Sin embargo, para
muchas personas compartir el Evangelio es difícil
e incluso atemorizador. Afortunadamente, todos
podemos llegar a ser mejores en cuanto a compartir
nuestra fe en Jesucristo. Posiblemente no escuches
físicamente la voz del Señor que te mande a hacer
algo como “[ir] a Nínive, la gran ciudad, y clama[r]
contra ella”, como le sucedió a Jonás ( Jonás 1:2),
pero la voz apacible del Espíritu Santo puede
inspirarte a ir a familiares y amigos en específico que
hayan sido preparados para escuchar tu testimonio.
Al estudiar esta semana, sé receptivo a lo que puedas
aprender de la experiencia de Jonás y prepárate
para compartir lo que aprendas con aquellos a los
que enseñas. También podrías leer el mensaje del
élder D. Todd Christofferson titulado “Compartir
el mensaje de la Restauración y de la Resurrección”
al prepararte para enseñar (Liahona, mayo de 2020,
págs. 110–113).
El Espíritu Santo nos puede inspirar a compartir el Evangelio
con aquellos que hayan sido preparados para escuchar nuestro
testimonio.
A fin de ayudar a quienes enseñas a compartir las
impresiones que recibieron durante su estudio
de Jonás esta semana, podrías poner a la vista
una imagen de Jonás (véase la reseña de esta
semana de Ven, sígueme — Para uso individual y
familiar). Invítalos a analizar lo que aprendieron
de la experiencia de Jonás en cuanto a compartir
el Evangelio. Podrías invitarlos a repasar
específicamente Jonás 1 y 3, y a preguntarse: ¿Qué
aprendemos en cuanto a compartir el Evangelio con
aquellos que no parezcan estar listos para cambiar?
¿Qué aprendemos en cuanto a la disposición de
Dios de perdonar a quienes se arrepientan? A fin
de inspirar a los miembros de tu clase o cuórum
a compartir el Evangelio, utiliza una o más de las
siguientes actividades o una idea propia.
• Para obtener ideas sobre la forma de compartir
el evangelio del Salvador con los demás, tu clase
o cuórum podría repasar los siguientes relatos
de las Escrituras: Juan 4:3–26; Hechos 16:25–33;
Alma 19:14–18, 28–31. Luego podrían analizar
juntos preguntas como estas: ¿De qué manera
fueron preparadas para escuchar el mensaje
del Evangelio las personas de esos relatos?
¿Qué observan en cuanto a la forma en que
se compartió el mensaje? ¿Por qué piensan
que el Padre Celestial y Jesucristo desean que
compartamos el Evangelio? Después de ello,
podrían analizar como clase o cuórum lo que esos
relatos nos enseñan en cuanto a la forma en que
podemos compartir el Evangelio en la actualidad.
• El leer ejemplos inspiradores de cuando otras
personas comparten el Evangelio puede alentar a
los jóvenes a quienes enseñas a hacer lo mismo. El
élder D. Todd Christofferson compartió algunos
ejemplos en su mensaje titulado “Compartir el
mensaje de la Restauración y de la Resurrección”.
En ese mensaje, el élder Christofferson enseñó
que se necesitan tres cosas para hacer que
nuestras invitaciones a recibir el Evangelio sean
65
27 noviemb r e
atractivas: nuestro amor, nuestro ejemplo y
nuestro uso del Libro de Mormón. Analicen los
ejemplos en ese mensaje de cómo compartir el
Evangelio, e invita a quienes enseñas a compartir
otros ejemplos, incluso sus experiencias
personales. ¿En qué forma demuestran esas
experiencias las tres cosas que enseñó el élder
Christofferson?
• ¿De qué manera puedes contribuir a que aquellos
a quienes enseñas entiendan que compartir el
Evangelio puede ser algo natural y que no tiene
que ser intimidante? Podrías mostrar los videos
que figuran bajo “Recursos de apoyo” y pedir a
los jóvenes que piensen en cuanto a la forma en
que podrían compartir el Evangelio con alguien
a quien conozcan. ¿Qué podemos hacer para
invitarlos a venir y ver? ¿Qué oportunidades
tienen de venir y ayudar? ¿En qué forma
podemos ayudarlos a sentir el deseo de venir y
quedarse? ¿De qué manera podemos hacer que
compartir el Evangelio forme parte de nuestra
vida cotidiana?
Actuar con fe
Aliente a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá
su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
66
Recursos de apoyo
• Carlos A. Godoy, “Creo en los ángeles”, Liahona,
noviembre de 2020, págs. 86–88
• “Compartir el Evangelio”, “Invitar a otros a
‘venir y ver’”, “Invitar a otros a ‘venir a ayudar’”,
“Invitar a otros a ‘venir y quedarse’” (videos),
LaIglesiadeJesucristo.org; se pueden encontrar
otros recursos bajo “Compartir el Evangelio”,
Biblioteca del Evangelio
Enseñar a la manera del Salvador
“Es más probable que las personas hagan
cambios significativos en su vida cuando
realizan esos cambios de su propia voluntad.
Cuando extienda invitaciones a actuar,
asegúrese de respetar el albedrío de aquellos
a los que enseña” (Enseñar a la manera del
Salvador, pág. 35).
11 DICIEMBRE
¿Pongo las cosas de Dios en primer lugar en
mi vida?
HAGEO; ZACARÍAS 1–3; 7–14
Deliberar en consejo
Dirigido por un miembro de la presidencia de
cuórum o de clase; 10–20 minutos
Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema
de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums
del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un
análisis sobre la obra de salvación y exaltación
utilizando una o más de las preguntas que figuran a
continuación o sus propias preguntas (véase Manual
General, 10.2, 11.2, LaIglesiadeJesucristo.org).
Planifiquen maneras de actuar de conformidad con
lo que hayan analizado.
• Vivir el Evangelio. ¿Qué temas ha abordado el
obispado en nuestras reuniones de consejo
de barrio para la juventud? ¿Qué acciones
podemos tomar que vayan de acuerdo con lo que
se abordó?
• Cuidar de los necesitados. Cuando vemos una
necesidad y no sabemos qué decir, ¿cómo
podemos tender la mano a las personas de una
manera semejante a la de Cristo?
• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué es lo que
hemos hallado en el evangelio de Jesucristo que
nos brinda gozo? ¿Cómo podemos compartir ese
gozo con los demás?
• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos
haciendo para encontrar los nombres de nuestros
antepasados que necesitan las ordenanzas del
templo? ¿Qué podemos hacer para ayudar
a los demás a encontrar los nombres de sus
antepasados?
Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar
la lección:
• Testificar de los principios que se enseñaron.
• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum
en cuanto a los planes y las invitaciones que se
hicieron durante la reunión.
67
11 diciemb r e
Enseñar la doctrina
Dirigido por un líder adulto o un
joven; 25–35 minutos
Prepárate espiritualmente
La vida está llena de cosas importantes que hacer.
Si no tenemos cuidado, el ajetreo de la vida puede
hacer que olvidemos el propósito de la vida.
Sabemos que el Salvador y Su evangelio deben
ser nuestra mayor prioridad, pero otras cosas nos
pueden distraer fácilmente. Quizá ese sea el motivo
por el que las Escrituras nos aconsejan: “Examina la
senda de tus pies” (Proverbios 4:26), “Meditad bien
sobre vuestros caminos” (Hageo 1:5) y “Examinaos
a vosotros mismos, para ver si estáis en la fe”
(2 Corintios 13:5).
Los israelitas que vivían en la época del profeta
Hageo necesitaban ese tipo de invitación. En
sus dignos esfuerzos por reconstruir Jerusalén,
habían postergado la reconstrucción de la
Casa del Señor. Considera la forma en que las
advertencias del Señor contenidas en Hageo 1
podrían aplicarse a nosotros en la actualidad.
¿De qué manera inspirarás a quienes enseñas a
evaluar su compromiso de poner las cosas de Dios
primero en su vida? Podrías repasar el mensaje del
élder Dale G. Renlund titulado “Un compromiso
inquebrantable con Jesucristo” (Liahona, noviembre
de 2019, págs. 22–25) o las enseñanzas del
presidente Ezra Taft Benson que se encuentran
en “El gran mandamiento: Amar al Señor”
(en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Ezra
Taft Benson, 2014, págs. 41–49).
68
Podemos hacer de las cosas de Dios nuestra primera prioridad.
Aprender juntos
Podrías iniciar un análisis escribiendo frases de
Hageo 1:6 en la pizarra. ¿Qué podemos aprender
de esas ideas —sembrar semillas y nunca cosechar,
comer y nunca quedar satisfecho, o ganar dinero y
ponerlo en un saco que tiene agujeros— en cuanto a
dedicar tiempo a cosas que no son las que el Señor
desea que hagamos? Aun cuando el Señor no nos
pide que nos centremos en edificar un templo,
¿en qué sí nos pide que nos centremos? ¿En qué
forma podemos hacer que esas cosas tengan una
prioridad alta en nuestra vida? Las siguientes
actividades pueden ayudar a los jóvenes a evaluar su
compromiso de poner las cosas de Dios en primer
lugar en su vida.
• El participar de la Santa Cena es una excelente
oportunidad semanal para evaluar nuestro
compromiso hacia Jesucristo. ¿De qué manera
podemos utilizar la Santa Cena para considerar
si estamos llegando a ser más como el Salvador?
Quizá los jóvenes podrían compartir cómo
hacen esto. También podrían hacer una lista de
preguntas que se pudieran hacer a sí mismos
durante la Santa Cena. Conforme hagan su lista,
invítalos a reflexionar sobre uno o más pasajes
de las Escrituras, mensajes u otros recursos que
aparecen bajo “Recursos de apoyo”.
¿P o ngo l a s cos a s de Dios en pr imer lug a r en mi vida ?
• El presidente Dieter F. Uchtdorf, en su mensaje
titulado “De las cosas que más importan”
(Liahona, noviembre de 2010, págs. 19–22), dio
consejos que podrían ayudar a los jóvenes a
“medita[r] bien sobre [sus] caminos” (Hageo 1:5).
Podrías invitar a algunos jóvenes individualmente
o en grupos pequeños a leer las últimas tres
secciones del discurso (comenzando con la
sección titulada “El poder de lo básico”) en busca
de lo que significa centrar nuestra vida en el
Salvador. Podrían compartir algo que se sientan
inspirados a hacer para fortalecer su compromiso
hacia Jesucristo.
• Muchos de nosotros estamos ocupados
haciendo cosas buenas, pero no siempre
son las mejores. Considera compartir una
declaración de la primera sección del mensaje
del presidente Dallin H. Oaks titulado “Bueno,
Mejor, Excelente” (Liahona, noviembre de
2007, págs. 104–108) que pudiera ayudar a
los jóvenes a entender ese principio. También
podrías invitarlos a que cada uno haga una lista
de sus actividades diarias. Pídeles que evalúen
personalmente si cada actividad es “buena”,
“mejor” o “excelente”. ¿Qué hace que una
actividad sea “excelente?”. Alienta a los jóvenes
a compartir el uno con el otro lo que hayan
aprendido de esa autoevaluación.
Actuar con fe
Insta a los miembros de la clase o del cuórum a
que mediten y anoten lo que harán para actuar de
conformidad con las impresiones que hayan recibido
el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus
ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que
actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá
su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.
Recursos de apoyo
• Josué 24:14–15; Mateo 6:19–34; 22:36–40;
Marcos 10:17–22; 1 Corintios 11:23–28;
2 Corintios 13:5; Colosenses 3:1–2
(Debemos poner las cosas de Dios en
primer lugar en nuestra vida)
• Scott D. Whiting, “Llegar a ser como Él”,
Liahona, noviembre de 2020, págs. 12–15
• “Si ponemos a Dios en primer lugar” (video),
LaIglesiadeJesucristo.org
Enseñar a la manera del Salvador
“[N]o es necesario usa[r] todo [el material]
en un solo día a fin de llegar al corazón de
alguien; por lo general, uno o dos puntos
clave son suficientes” (Enseñar a la manera
delSalvador, pág. 7).
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