Subido por David Giraldo Rojas

RISARALDA CULTURAL

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RISARALDA CULTURAL, VERDE Y EMPRENDEDORA
El departamento de Risaralda cuenta con una gran capacidad competitiva desde
el ámbito cultural, entendida como la habilidad o la destreza que puede tener
esta región, para organizarse y lograr ventajas frente a otras regiones, no
solamente, desde el punto de vista social, sino también económico, a partir de
la gestión, organización y articulación, de sus participantes más predominantes
como son la comunidad, las entidades públicas y privadas y especialmente, sus
líderes culturales.
Para lograr dicho propósito, el conocer la oferta cultural de cada municipio,
brinda la oportunidad de identificar las fortalezas y debilidades en las que debe
trabajar cada municipio, para lograr alcanzar metas más claras y que les permita
conformar una red de casos exitosos.
Y más aún cuando, Colombia conserva una gran riqueza cultural, que agrupa,
gracias a cada uno de sus departamentos, esa diversidad étnica, que produce
una gran variedad de costumbres. Donde, el territorio de Risaralda, con sus 14
municipios, no es exenta de esos recursos propios culturales. En esta se incluye,
la música, la danza, el teatro, las artes plásticas, las artesanías, la gastronomía
y las festividades, que son inclusivas y determinantes al momento de querer
mostrarle al mundo, un amplio contenido social y cultural que puede llegar a
tener la característica ,de un sello comercial con una amplia oferta.
Sin embargo, existen amplias problemáticas que rodean al sector cultural, que
hacen que se deban plantear estrategias urgentes y más agresivas, para la
implementación de medidas que la conlleven a fomentar su sostenimiento y la
integración de su producción en el Producto Interno Bruto.
La cultura es sin lugar a duda, la base para la construcción del conocimiento. En
el mundo actual, de acuerdo con Domínguez & Granados, la apertura de los
mercados en los ámbitos económicos, de comunicaciones y culturales, la
rebelión digital y la reorganización productiva han modificado las industrias
culturales y creativas. Este segmento del mercado, poco a poco se ha
estructurado hacia una categoría de desarrollo productivo, de competitividad y
generación de empleo. Es tal su importancia, que cuando se abren espacios de
participación, claramente definidos, se facilita la inclusión e integración social, el
impulso de la diversidad cultural, la circulación de información y conocimientos
y fortalecimiento de valores.
Pero en contraste con lo anterior, una de las problemáticas que más aquejan al
sector cultural, es la poca eficiencia en la gestión, organización y articulación en
este ámbito que lo conviertan en un campo más competitivo. Y sumado también,
los cambios de administración y la insuficiencia en el seguimiento continuo de
los programas obstaculizan aún más la gestión de proyectos culturales. De modo
que la escasa planificación y la baja disposición de recursos, ponen en riesgo la
ejecución de planes y proyectos, dando como productos una baja gestión
cultural, insuficientes investigaciones al respecto, y la poca creación de espacios
de diálogo y discusión que den sentido real al sector. Por tanto, aunque existan
inversiones por parte de diversas entidades, jamás terminan reflejando las
acciones que se toman para su mejora.
Por lo expuesto, el sector dirigente, tanto el público, como el privado y, por
supuesto, la academia, debe ser un aliado del creador, el gestor y las
organizaciones culturales, garantizando el acceso de los risaraldenses a las
manifestaciones, bienes y servicios culturales en igualdad de oportunidades,
concediendo especial tratamiento a personas limitadas física, sensorial y
psíquicamente, de la tercera edad, la infancia y la juventud y los sectores
sociales más necesitados.
Ahora bien, más allá de la órbita social, que es la más importante, el
departamento de Risaralda tiene una gran riqueza cultural por potencializar y
explotar, lastimosamente este potencial carece de factores determinantes para
su aprovechamiento y competitividad; evidenciándose en una debilidad en la
promoción y difusión de la diversidad cultural del departamento como insumo
de desarrollo económico, cultural y turístico. Lo que sumado a los escasos
recursos técnicos y financieros para llevar a cabo actividades de difusión de sus
artistas, y apropiación social de la identidad cultural de los municipios del
departamento de Risaralda; también incluye, la débil circulación y promoción de
las áreas artísticas y la falta de fortalecimiento de los procesos formativos para
artistas, formadores, y gestores culturales como portadores y promotores sobre
asuntos de patrimonio cultural material e inmaterial del departamento.
Pero el factor más determinante, según la MGA, del Proyecto de $2.068.000.000
presentado durante mi administración verde y emprenderá, al Sistema General
de Regalías del Departamento Nacional de Planeación, denominado
“fortalecimiento de las capacidades formativas, artísticas y de gestión para el
desarrollo de las áreas de música, danza y teatro como portadores y promotores
de la diversidad cultural inmaterial del departamento de Risaralda” el cual fue
aprobado mediante acuerdo No. 47 del 01 de noviembre de 2018 el OCAD
Regional Eje Cafetero, y que por cierto es el único en la historia de nuestro
departamento, es la deficiente capacidad de gestión, organización y articulación
del sector cultural, lo que limita su desarrollo, competitividad y sostenibilidad.
La apuesta es entonces a seguir generando capacidad instalada en el sector
cultural, en busca del beneficio social y competitivo para Risaralda.
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