Que es la antropología social? La Antropología Social es el estudio de las sociedades, enfocando especialmente las vinculaciones y la interacción de los factores culturales de nivel sociológico (relaciones, grupos, roles. Status, estructuras sociales, etc. Pese a su interés por los niveles sociológicos, lo que mantiene el carácter distintivo de la Antropología Social y permite diferenciarla de la sociología, es que la antropología social mantiene un énfasis en el estudio del nivel CULTURAL, y subcultural, énfasis que se manifiesta muy ciertamente en sus métodos, técnicas y aproximación general al grupo. Por otra parte, el Instituto de Estudios Latinoamericanos (LAI) de Freie Universität Berlin considera que, al abordar la antropología social, esta no se puede concebir aislada de la cultura, toda vez que ambas (la cultura y lo social) están estrechamente relacionadas con la antropología. En este sentido esta entidad manifiesta que el propósito de la antropología social es que: se dedica a la investigación de las dinámicas socioculturales que se presentan en comunidades locales, nacionales y globales. Desde esta (antropología social) se ocupan las construcciones de identidad y diferencia, así como la circulación global y la apropiación local de ideas, prácticas e instituciones. El enfoque multimetódico del área a través de la etnohistoria, la etnolingüística y el trabajo de campo tiene como meta la superación de las perspectivas eurocéntricas y la comprensión de los fenómenos en su dimensión transregional y cambiante en el transcurso del tiempo. (Kummels, Ingrid; 2018) En este contexto es que según Radcliffe-Brown, los antropólogos sociales han visto a la antropología cultural como un campo de investigación distinto, mientras que los antropólogos culturales han identificado la antropología social como un subcampo de la antropología cultural. la distinción entre la antropología social y la antropología cultural continúa estando presente en la antropología contemporánea; sin embargo, ha perdido fuerza y tuvo la mayor precisión a mediados del siglo XX. Según Barfield, el declive de esta distinción podría deberse a la influencia del antropólogo francés Claude Lévi-Strauss, quien en 1949 declaró que “la antropología social y la antropología cultural eran parte de la etnología y virtualmente indiferenciables”. la antropología social es una: En síntesis, en este punto se plantea que la antropología social está enmarcada en la dinámica cambiante y transformadora de la sociedad, desde sus problemáticas y fenómenos; por ello cuando esta disciplina se aborda desde los componentes del trabajo social recobra mayor sentido, en la medida que posibilita una visión integral y holística de los sujetos Esta disciplina otorga una visión holística que entiende al hombre individual y socialmente, además de enmarcarlo en su contexto cultural y político de la realidad compleja Se obtiene una mirada más integral del cuerpo humano, dado que se estudia en su contexto sociocultural, las patologías que le afectan y sus modas La ecología se entiende más a fondo y apunta al grado y modo de adaptación de una sistema social o pueblo, a su medio ambiente La estructura social se comprende como una organización del hombre en comunidad, dado que los sistemas socioculturales precisan de cierto ordenamiento institucional para garantizar que funcione de manera estable Se centra en la ideología que alberga una comunidad referida a las costumbres, creencias y rasgos mentales que tienen los grupos Contiene herramientas conceptuales que contribuyen a entender la diversidad, la complejidad de los seres humanos y su interacción con la naturaleza Sirve para entender comportamientos agresivos colectivos, determinando causas y consecuencias como el terrorismo Analiza la realidad haciendo una lectura metodológica de cómo actúa la sociedad, lo que le permite predecir futuras tendencias sociales de comportamiento o preferencias Comprende conceptos como el diagnóstico rápido y las historias de vida de las personas Es una disciplina que pasa a ser interlocutora entre el conocimiento científico de la salud y el saber local de un pueblo o comunidad particular Low, S. M. 1996 The Anthropology of cities: Imagining and Theorizing the City. Annual Review of Anthropology25:383-409. [ Links ]1999 Theorizing the City: The New Urban Anthropology Reader. New Brunswick: Rutgers UniversityPress. "Antropología". Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición: 1 de mayo de 2020. Disponible en: https://www.caracteristicas.co/antropologia/. Consultado: 27 de enero de 2022 Herskovits, J.MELILLE. 1956 “El hombre y sus obras” fondo cultural económico” 2 ¿Qué significa el ser humano? Se denomina ser humano a cualquier especie de la familia homo sapiens, la cual tiene como único miembro a las personas actuales, siendo descendientes de los primeros humanos que fueron evolucionando a lo largo de millones años. El ser humano posee capacidades físicas y mentales únicas en todo el reino animal, siendo más avanzadas que las de cualquier otra especie, las cuales va desarrollando y exhibiendo en las diferentes etapas de su vida. Se estima que los primeros seres humanos aparecieron hace 315 mil años de acuerdo a restos hallados en Marruecos y, que según análisis pertenecerían a un homo sapiens. Desde ese entonces la morfología física y mental de los seres humanos fue adaptándose a las necesidades de los tiempos. El ser humano es la única especie animal capaz de tener un razonamiento avanzado mediante la combinación de una serie de procesos cerebrales, siendo conscientes no solo de sí mismos, sino que de todo lo que los rodea. Si bien se habla del ser humano, la definición no incluye género por más que también se refieran a ella como hombre. Las características únicas del ser humano, lo diferencian del término ser vivo, por lo que no son equivalentes. El ser humano posee la capacidad de adaptarse tanto física como mentalmente y, en sus cientos de miles de años de existencia fue haciendo cambios mediante descubrimientos que lo convirtieron en el ser longevo y capaz de hoy. El concepto ser humano deriva de la unión de los términos latinos esse y humanus. El primero significa existir o estar y, en el segundo hombre o tierra. Por tanto, el ser humano es el hombre que existe y que es terrenal, es decir no se trata de un ser divino. Los seres humanos pertenecen al género homos, una especie de primates que evolucionó y se diversificó en los antepasados del hombre hasta llegar al Homo sapiens, el primer y único ser humano. "El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384-322, a. de C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir. La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización. El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad. Por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad. En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades. Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad. 3. ¿Cuáles son las relaciones que se dan entre la antropología social y el trabajo social? La antropología aplicada, como otras ciencias sociales (la sociología, la historia, etc.), ofrece al trabajo social el marco teórico que le permite disponer de un conocimiento más realista y profundo sobre la realidad social sobre la que se dispone intervenir. La antropología propone una reflexión seria y profundamente ética de su objeto de estudio. La antropología social se ha caracterizado, en términos comparativos, por haber sido la única en sostener la pertinencia metodológica de un enfoque holístico; por una particular preocupación por las descripciones y análisis de tipo cualitativo; por utilizar más que ninguna otra disciplina socio-histórica una aproximación personalizada con estancia larga en campo por parte del investigador; por enfatizar que el analista debe ser el mismo que obtiene la información en forma directa; por haber sostenido la importancia y frecuentemente la mayor relevancia de la dimensión ideológico-cultural; por haber considerado la pertinencia metodológica de trabajar con unidades micro en el «entendimiento» de lo que las mismas expresan al nivel macro; etcétera (Menéndez, 1991: 22). El involucramiento profundo entre el antropólogo y el trabajador social produce respuestas factibles y reales: ambos profesionales interactúan en una labor única en su clase. El "encuentro" de los problemas, el logro de "soluciones". 4. ¿Cuáles son los objetivos de la antropología social y como se relacionan estos con el trabajo social? El objetivo general del trabajo social es la intervención en la prevención de los problemas sociales con el fin último de contribuir a la integración social de las personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades, la constitución de una sociedad cohesionada y el desarrollo de la calidad de vida y el bienestar. Desde la antropología se puede lograr un enfoque multidisciplinar donde: los resultados de la labor antropológica se vinculen claramente a la realidad social. participar en el necesario debate de las políticas socio – culturales que deben producirse en el seno de la sociedad. investigar sobre distintas alternativas de intervención en lo social, involucrando la antropología del desarrollo. el antropólogo puede intervenir como portavoz o defensor de los grupos sociales en sus relaciones con las instituciones. participar de proyectos de "emancipación", "liberación", procesos que involucran cambios y rupturas teniendo en cuenta las situaciones de clase, género, problemáticas vinculadas a la violencia, drogas, etc. De ROBERTIS, C.; PASCAL, H. (1994): La intervención colectiva en trabajo social. La acción con grupos y territorios. Buenos Aires. El Ateneo. Revista Vinculando. (2010). Antropología y Trabajo Social. Un vínculo complejo y necesario. Revista Vinculando. 5 ¿ cual es la importancia de la practica investigativa para el trabajo social? Constituye un hecho notable que el desarrollo de la investigación en Trabajo Social ha sido tardío con respecto a otras Ciencias Sociales. De hecho, los programas de doctorado que han favorecido su crecimiento son relativamente recientes, y esto ha generado de alguna forma que se haya abordado tradicionalmente la investigación social desde otras disciplinas como la Sociología o la Psicología Social. Existe cierta relación conflictiva entre la teoría y la práctica en Trabajo Social, probablemente vinculada al origen práctico de la disciplina. El Trabajo Social nace para intervenir en lo social y puede que por ello no se haya incidido lo suficiente en la necesidad de indagar de manera científica en las necesidades sociales sobre las que intervenimos. Ese carácter empirista ha limitado, por tanto, la posibilidad de producir conocimientos en el desarrollo disciplinario. Sin embargo, la investigación y la intervención necesitan mantenerse en permanente contacto y no deberían entenderse la una sin la otra. La investigación desde y sobre la intervención social permite la identificación y diagnóstico de necesidades de primera mano y también un acercamiento al origen de las mismas, algo fundamental para lograr remover los elementos estructurales que sostienen y perpetúan determinadas situaciones sociales. Es posible que todo ello haya generado cierta falta de confianza, soporte y motivación entre las y los profesionales del Trabajo Social a la hora de plantearse investigar, y que todavía hoy no exista suficiente conciencia sobre la necesidad imperiosa de explorar de manera científica las realidades que se articulan en torno a las desigualdades sociales. Es por ello por lo que deben ser el Trabajo Social y sus profesionales, no necesariamente vinculados al ámbito académico, quienes enfaticen en asumir como propias y/o compartidas aquellas cuestiones que originan y sostienen necesidades sociales en la ciudadanía. Será también desde el Trabajo Social, una vez identificadas la dimensión, las características y consecuencias de las necesidades sociales, desde donde se aportarán propuestas y soluciones que colaboren en su paliación y en la transformación de las estructuras y discursos sociales que las generan. 6 ¿Cuáles son los retos que tiene actualmente en la intervención profesional, teniendo como elementos claves asuntos de la antropología social? El problema central de la Antropología es, en este sentido, la descripción y explicación de las semejanzas y diferencias, de la continuidad y del cambio cultural en el tiempo El primer punto es el de la libertad, la cual solo es posible lograrla, como tarea que se impone el propio individuo, en una dinámica social y estructural, en otras palabras, la libertad nunca vendrá como resultado de una revolución que lideran unos pocos, la libertad en un proceso de construcción colectiva, de individuos plenos, con plena capacidad ética y estética. Segundo, el problema de la realización individual implica asumir una serie de valores individuales tales como el amor propio, es decir, la reivindicación de la condición del individuo, de su potencialidad subversiva, los cuales involucran la vida y la libertad, que son dos categorías que se complementan, pero que también crean un conflicto. Tercero, el sobrevivir como unidad única y diferenciada (del yo en este mundo), que nos quiere terminar de convertir en seres corrientes y homogéneos, esta confrontación depende de la capacidad de acción política e identidad que tenga cada individuo, y a la vez que tenga el colectivo. Cuarto, es necesario impulsar la organización de acciones tendientes a defender la soberanía de los países de América Latina, Quinto, en el neoliberalismo, en su fase actual, el Estado no desaparece, sino que asume un rol importante de carácter estratégico para el capital, tanto en la economía, como en el control de la sociedad a través de la violencia. Sexto, los pueblos nativos o las etnias de origen precolombino, no solamente de nuestra América, sino de diferentes rincones del planeta, conciben la tierra como una madre, como un ser protector que primero da abrigo a sus hijos y luego los alimenta. Esta es una lección muy importante para desprendernos de la cultura occidental. Naturaleza y Cultura en América Latina: Escenarios para un modelo de desarrollo Séptimo, la soberanía alimentaria es una responsabilidad de todos y no solo de quienes cultivan los alimentos, sino también de quienes los consumen. Octavo, la mundialización del capital, en su actual fase de lucha contra el terrorismo, ataca el ejercicio de la rebelión y se contrapone a las luchas de las comunidades locales, en el ámbito internacional y nacional, esto es el problema de la gestión de territorio en el que tanto énfasis hacen las comunidades locales. Y punto noveno, para finalizar, la combinación de las formas de lucha se convirtió en una táctica improcedente y por ello de lo que se trata es de desplegar todos los esfuerzos necesarios para romper con la concepción del Estado. Los grandes problemas del planeta Podríamos nombrar decenas de problemas que aquejan a la humanidad en la actualidad, y es en ellos donde puede entrar la antropología como una herramienta que nos conduzca a posibles soluciones de los mismos. Hablamos de la pobreza, el subdesarrollo, el racismo, la xenofobia, la crisis de los refugiados como la que estamos viviendo actualmente, etc. El objetivo del antropólogo es el estudio dentro de la cultura (lo que se denomina observación participante) pero al mismo tiempo al margen de la misma. Eso no impide que algunos antropólogos, habiendo recolectado conocimientos amplios de determinadas culturas se hayan involucrado en la defensa de causas, sobre todo indígenas, en contra de organismos y gobiernos y a favor de los pueblos. Por lo tanto, el ejercer el estudio de la ciencia no sería incompatible con objetivos humanitarios. El etnocentrismo cultural podría ser comprensible en cierto sentido: al no conocer otros modos de vida se proclamarían nuestros criterios culturales como los únicos válidos. Con la antropología se derriban muchos mitos con respecto a otras culturas, y se relativizan las mismas. Es decir, unos determinados comportamientos o hechos concretos pueden tener lógica en un contexto de espacio y tiempo concreto, aunque en nuestro mundo inmediato no fueran aceptados. También nos ofrece herramientas para el análisis de la diferencia: es uno de los aspectos más relevantes, ya que la mala gestión de la misma puede crear problemas como los citados anteriormente (racismo, xenofobia). No olvidemos que, en frecuentes ocasiones a lo largo de la historia, y apelando a las diferencias, se ha autorizado a determinadas culturas a someter, explotar o destruir a otras. ¿Quién es extranjero? ¿Qué actitud tomamos ante él? ¿Es realmente un enemigo que nos amenaza? Son preguntas a formular y que la antropología podría responder, no sólo desde el ámbito universitario sino desde la educación temprana, desde nuevas líneas educativas para tener el acceso al estudio y conocimiento de la diversidad cultural en las escuelas, promoviendo, además, de esa manera de un carácter comparativo que nos ayudara a comprender no sólo las culturas ajenas sino también la propia La antropología y los problemas del mundo actual https://www.antrophistoria.com › 2016/06 › la-antropología. Archenti, A, Sabarots, H. y Wallace, S. (1990) Raza y racismo. En: Lischetti, M. Antropología, Buenos Aires: EUDEBA.