TERCERA ETAPA • AÑO 13 Martes 19 de julio de 2022 ●817 SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL DE EL PERUANO Vulnerabilidad y justicia diferenciada EN DEBATE LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS ADOLESCENTES 4+-2%7Ĩ EDHIN CAMPOS BARRANZUELA PÁGINA 2. EL FISCAL, ¿ES UN MAGISTRADO? JAVIER A. AGUIRRE CH. PÁGINA 3. LEGAL FORENSIC: AL SERVICIO DE LAS EMPRESAS. LUZ CELESTE VALENZA TRUJILLO 4+-2%7Ĩ PARA UNA MEJOR CONCEPCIÓN DE LA EXTINCIÓN DE DOMINIO. LUIS JESÚS AGUIRRE NAUPARI PÁGINA 8. EL DESALOJO EN SUPUESTOS DE VENCIMIENTO DEL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DE BIENES INMUEBLES. CHRISTIAN TORIBIO. 2 SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL PENAL MARTES 19 DE JULIO DE 2022 JUEGO DE ROLES Y GARANTÍAS AL DEBIDO PROCESO (OƉVFDOHVXQPDJLVWUDGR" La respuesta es negativa, el representante del Ministerio Público es un abogado encargado de investigar los delitos, una vez culminada su investigación, acusa, expone el caso ante el juez para que este sentencie. C omo docente de la Academia de la Magistratura (Amag) tomé una capacitación para mejorar los cursos a dictarse a jueces y fiscales. Durante una pausa, en medio de una conversación con la profesora, especialista en pedagogía, me preguntó si yo conocía la razón por la cual los fiscales y jueces estudian juntos en la Amag, mi respuesta automática fue porque unos y otros son magistrados, la expresión de ella ante mi respuesta me permitió advertir que no estaba en lo correcto. Resulta fácil caer en ese error comúnmente difundido, no solo las personas legas en la administración de justicia, sino incluso, los propios abogados equiparamos la figura del juez con la del fiscal; ni qué decir de estos, quienes teniendo un común origen con los jueces (ambos fueron nombrados por el antiguo Consejo Nacional de la Magistratura, ahora la Junta Nacional de Justicia), se sienten hijos de la misma madre y se confunden, capacitándose y confraternizando en las mismas aulas de la Amag para asumir luego sus respectivas labores donde terminan apoyándose, haciendo gala del ‘espíritu de cuerpo’; rezagos de tiempos en los que juez y fiscal formaban parte de un mismo ente (Poder Judicial), no es hasta la Constitución de 1979 cuando JAVIER A. AGUIRRE CH. ABOGADO PENALISTA. EXAGENTE TITULAR DEL PERÚ ANTE LA CIDH. se crea el Ministerio Público o fiscalía como institución autónoma, obteniendo su total independencia. Esta independencia, se pierde pues, su nombramiento y capacitación se mantiene común. El haber sido parte –hace más de 40 años– del mismo organismo, y por si fuera poco el pertenecer a la misma Asociación de Magistrados (donde comparten actividades sociales y deportivas), les genera y nos genera una falsa creencia de estar del mismo lado, que son parte del mismo equipo. Nada más errado. El único magistrado e investido etimológica y constitucionalmente con autoridad y potestad para juzgar y sentenciar es el juez; el fiscal no es magistrado, su labor no es juzgar, ni sentenciar. El fiscal es un abogado encargado de investigar los delitos, una vez culminada su investigación acusa (expone) el caso ante el juez (magistrado) para que este juzgue y sentencie. Actividades diferenciadas Procesalmente, el fiscal es una parte más en el proceso penal, él y el abogado que defiende al investigado/acusado, son pares e iguales ante el juez. El fiscal no tiene ventajas –por lo menos no debe tenerlas– el juez y aquel no son equipo, el juez no debe estar de su lado sino ser imparcial, solo ha de interesarle la información o pruebas aportadas por cada parte, y en base a ellas, pronunciarse; velando además para que el fiscal –poseedor de mayores recursos humanos y logísticos proveídos por el DIRECTOR (e): Félix Alberto Paz Quiroz | Subdirector: Omar Swayne Recuenco | Editora: María Avalos Cisneros ([email protected]) Coordinador: Paul Herrera Guerra | Jefe de Diagramación: Julio Rivadeneyra Usurín | Teléfono: 315-0400 (2016) Estado, en ese enfrentamiento– respete los derechos y garantías que le asisten al investigado/acusado. Así como al fiscal no le corresponde juzgar ni sentenciar, porque es solo labor del juez; tampoco al juez le corresponde investigar, esa es labor del fiscal, y como no forman parte de un mismo equipo, no es válido que uno asista o enmiende el trabajo del otro. Entonces, la respuesta es: el fiscal no es magistrado. El juez y el fiscal tienen funciones diferentes y deben cumplir estrictamente el rol que a cada uno corresponde. De esa manera contribuyen a la aplicación de un sistema penal honesto y justo (debido proceso). En un próximo comentario escribiremos sobre cómo se debe elegir o designar a un fiscal. Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de los autores. Sugerencias y comentarios: [email protected] Jurídica es una publicación de El Peruano 2008 © Todos los derechos reservados ABOGADOS MARTES 19 DE JULIO DE 2022 CONTRATACIÓN Y ESTÁNDARES DE CALIDAD Los servicios periciales en la defensa legal Tienen como particularidad el estándar técnico y especializado del trabajo a realizar, por lo que es trascendente que el experto que lleve a cabo esta labor trabaje en conjunto con el abogado. E n el ámbito legal, es habitual que tanto personas naturales o jurídicas de diversos rubros [construcción, comercial, minero, inmobiliario, financiero, etcétera] requieran la prestación de servicios periciales, ya sea para incorporarlos en investigaciones penales, procesos judiciales o arbitrales, o con fines preventivos. En cuanto a procesos judiciales, los servicios mayormente demandados son: (i) la elaboración de informes periciales en materia contable, económica, financiera, grafotécnica, informática, ingeniería, arbitral, psicológica, y medicina general; (ii) intervención de peritos en la etapa de eje- LUZ CELESTE VALENZA TRUJILLO DIRECTORA DE LEGAL FORENSIC CARO & ASOCIADOS cución de pericias ordenadas por la Fiscalía o el Poder Judicial; (iii) participación de peritos en juicio oral; (iv) asesoría forense en la actividad pericial; y (v) elaboración de informes dirimentes y auditoría pericial. Ciertamente, los clientes advierten la necesidad de un informe pericial al encontrarse inmersos en procesos judiciales, tal es el caso de una persona natural o jurídica que en el marco de una investigación penal por el delito de lavado de activos, requiera la elaboración de una pericia contable con el propósito de demostrar la inexistencia de desbalance patrimonial, o en casos de falsificación de documentos donde se cuestiona la firma inserta en contratos y se requiere la elaboración de una pericia grafotécnica. A nivel preventivo, se trata de servicios técnicos externos que coadyuvan a clarificar disyuntivas en distintas especialidades del derecho, tanto en el desarrollo de la actividad empresarial como en la actuación de sus directivos, trabajadores, proveedores, etcétera, documento que podría servir de instrumento para un ulterior informe de due diligence o formar parte del procedimiento de compliance. Los informes periciales preventivos son la muestra de un comportamiento diligente de la persona natural o jurídica que tiende a indagar sobre el desarrollo de sus actividades y/o la actuación de sus directivos, trabajadores, proveedores, etcétera, se trata de servicios especializados externos, los que, a modo de pericia, dilucidan dudas respecto a su desarrollo o actuación. Como ejemplo, la empresa que presenta disyuntiva sobre la actuación del área contable y solicita la elaboración de SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL 3 un informe preventivo para establecer algún comportamiento irregular, o el caso del empresario informal que solicita la elaboración de un informe económicocontable para determinar irregularidades en su flujo económico. Los servicios periciales tienen como particularidad el estándar técnico y especializado del trabajo a realizar, por tanto, resulta trascendente que el perito trabaje en conjunto con el abogado defensor, ya que, solo así, se podrá explicar de modo técnico-legal el objetivo de la defensa legal. La contratación de servicios periciales con profesionales que cumplan con el estándar de calidad coadyuva en gran medida a la defensa legal reduciendo la exposición de las empresas a sanciones penales que, según la Ley N° 30424, pueden ir desde la multa hasta la clausura o disolución, y en caso de sus directivos, dependiendo del delito, podrían acarrear responsabilidad penal, inclusive de hasta por 15 años de cárcel, en casos de lavado de activos. Sobre lo último, es necesario que previo a optar por la contratación de servicios periciales se tenga en cuenta que, el equipo de profesionales encargado de la elaboración de informes periciales debe poseer, mínimamente, especialización en peritaje emitida por el colegio profesional al que corresponda e inscrito en el Registro de Peritos Judiciales (Repej). Adicionalmente, un buen indicador de buenas prácticas empresariales al brindar servicios periciales es contar con la certificación del Sistema de Gestión Antisoborno ISO 37001:2016 y el Sistema de Gestión de Compliance ISO 37301:2021. 4 SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL P osiciones encontradas ha causado en la comunidad jurídica y en la opinión pública nacional, el reciente anuncio del proyecto de ley del Ministro de Justicia Félix Chero, mediante el cual se pretende disminuir la edad para que los adolescentes desde los 16 años asuman una responsabilidad penal y se les dé igual tratamiento que a una persona con capacidad de ejercicio. No cabe duda de que uno de los grandes problemas que tiene el país es la grave situación de la espiral de violencia y la comisión de ilícitos penales que se ha incrementado de manera inconmensurable, por lo que existe una alta percepción de inseguridad ciudadana. En el incremento de la ola delictiva que azota el país, los adolescentes tienen una cuota de responsabilidad, toda vez que vienen participando de manera muy activa, sea por cuenta propia o de terceros, y los jóvenes entre 16 y 18 años se ven involucrados en la comisión de ilícitos penales cada vez más violentos. En muchos casos, los adolescentes son utilizados por las personas mayores que se encuentran al margen de la ley, para que por su intermedio se puedan cometer los delitos contra la vida el cuerpo y la salud, contra el patrimonio, contra la libertad personal y de agresión sexual, etcétera. En otros, observamos que las órdenes criminales provienen de personas procesadas y condenadas que se encuentran purgando condena en algunos de los establecimientos penitenciarios y también algunos adolescentes son utilizados por bandas y organizaciones criminales para que coadyuven a cometer diversos delitos que van desde homicidios, extorsiones, robos contra la propiedad pública y privada, coacción y hasta delitos contra la libertad sexual. Conductas a investigar En muchos casos, los adolescentes son utilizados por avezados delincuentes, entre otras razones, porque las sanciones penales son demasiado benignas, en comparación con otra persona mayor de edad, que comete el mismo ilícito, contra el mismo agraviado y con la misma modalidad delictiva empleada. Dentro de este contexto, los adolescentes también tienen una cuota de responsabilidad, pues no se puede indicar que todos los adolescentes son manipulados, pues también tienen una capacidad volitiva para poder auto determinarse por sus actos y saben definir qué es lo bueno y que es lo malo y siendo esto así, evidentemente tienen una responsabilidad penal y cuya conducta merece ser investigada, juzgada y sancionada. Ahora bien, el tema en cuestión es saber si deben ser investigados por el Código del Niño y el Adolescentes, por el Código Penal de Responsabilidad del JUDICIAL MARTES 19 DE JULIO DE 2022 MARTES 19 DE JULIO DE 2022 INICIATIVAS FRENTE A LA INSEGURIDAD CIUDADANA del populismo penal y que no recoge el grave malestar de los adolescentes que necesitan de una protección, pues el Estado también es coresponsable de la situación de abandono en que se encuentran. La responsabilidad penal contra los adolescentes de 16 años en debate Se debe poner en funcionamiento una política criminal juvenil en donde ellos WIERPSWEGXSVIWTVMRGMTEPIWEĤRHI disminuir la grave situación de inseguridad ciudadana que vive el país, plantea el autor del artículo. Adolescente (1) o ahora con esta nueva iniciativa del Poder Ejecutivo por el Código Penal, que desde luego incrementará las sanciones y además serán recluidos en un establecimiento penitenciario y ya no en un centro juvenil. EDHÍN CAMPOS BARRANZUELA JUEZ SUPERIOR TITULAR DE LA CORTE DE ÁNCASH. PHD EN CIENCIAS LEGALES POR LA ATLANTIC INTERNATIONAL UNIVERSITY. DOCTOR EN DERECHO Y EDUCACIÓN. Propuesta del Poder Ejecutivo Evidentemente, la propuesta del Poder Ejecutivo tiene mucho que ver con el establecimiento de una política contra el crimen con el incremento de las penas a los adolescentes, pues un mismo hecho penal, cometido contra el mismo agraviado, con la misma modalidad y con la misma intensidad de alevosía y ventaja, la dosificación de la pena será diferente para una persona adulta, que para un adolescente de 16 años. Esto significa que para el mayor de edad, la sanción podría establecerse hasta en 20 años de pena privativa de la libertad, mientras que para el joven de 16 años podría recaerle una sanción no menor de 6 años y es allí en donde radica la diferencia de la “ injusticia “, pues ambos han cometido el mismo delito. Por tal razón, se plantea que los adolescentes que tengan una edad de 16 años, tendrían el mismo tratamiento punitivo, que las personas adultas que cometen también ilícitos penales y así se tendría la posibilidad que no egresen del centro juvenil o establecimiento penitenciario de manera más rápida y se evitaría en menor proporción la inseguridad ciudadana, es decir se estaría dando una respuesta punitiva a la preocupante ola de delincuencia que se vive en el país. Otro sector de la comunidad jurídica sostiene que la iniciativa del Ejecutivo es un despropósito toda vez que el Perú ha suscrito tratados internacionales sobre la Convención de los Derechos del Niño y Adolescente, pues un menor de edad se encuentra en proceso formativo y el Estado no debe renunciar a su protección y no debe ser incapaz de garantizar sus derechos y garantías. Las abogadas Marisol Tello y Rommy Chang (2) han manifestado que la inicia- El debate jurídico se ha iniciado y por lo tanto consideramos que se debe poner en funcionamiento una política contra el crimen juvenil en HSRHIIPEGXSVTVMRGMTEPWIEIPEHSPIWGIRXIEĤR de lograr disminuir la grave situación de inseguridad ciudadana que vive el país. tiva forma parte del populismo penal, pues los adolescentes son víctimas y no victimarios, además son víctimas de la sociedad, de sus padres, de su hogar y se tiene que propender a medidas correctivas, de reeducación y no de medidas altamente punitivas. En tal sentido, el debate jurídico se ha iniciado y también se ha ampliado, en el sentido de reformar la capacidad de ejercicio y que no empiece desde los 18 años, sino se recorte a los 16, a fin de que los adolescentes tengan todos los derechos y obligaciones de una persona adulta, como ejercer el derecho de sufragio de elegir y ser elegido, así como también se les reconozca derechos civiles y penales, empero ello requiere de una reforma constitucional. De igual modo, se ha manifestado y con toda razón que el incremento de penas de ninguna manera disminuirá la grave inseguridad ciudadana que se vive y que el mencionado proyecto forma parte Nuevo código Por lo pronto, el pasado sábado 7 de mayo, mediante Decreto Supremo Nº 003-2022JUS (3), se ha publicado en el Diario Oficial El Peruano la aprobación oficial de la aplicación progresiva del nuevo Código de Responsabilidad Penal del Adolescente y se ha aprobado la nueva calendarización de este nuevo cuerpo normativo y su vigencia comenzará a partir del presente año, de manera progresiva, en los diferentes distritos judiciales del Perú. El legislador, para los efectos de la puesta en vigencia del nuevo Código de Responsabilidad Penal del Adolescente, ha tomado como ejemplo la progresividad de manera paulatina del Código Procesal Penal y la Ley Procesal del Trabajo y, para tales efectos, ha fijado una calendarización en todos los distritos judiciales, para ir evaluando el desarrollo de este cuerpo normativo adjetivo por los operadores de justicia. En tal sentido, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh) dispuso el calendario oficial de la aplicación progresiva del Código de Responsabilidad Penal del Adolescentes que consta del siguiente cronograma: Año 2022: Lima Norte, Ventanilla y el Callao. Año 2023: Lima Centro, Lima Sur, Lima Este, Cañete y Huaura. Año 2024: Ica, Arequipa, Ayacucho, La Libertad, Lambayeque, Cajamarca, Áncash y Santa. Año 2025: Tumbes, Piura, Sullana, San Martín, Amazonas, Junín, Pasco, Huancavelica, Huánuco y Selva Central. Año 2026: Loreto, Ucayali, Madre de Dios, Cusco, Apurímac, Puno, Moquegua y Tacna. Este nuevo cuerpo normativo, de corte procesal penal acusatorio, es un instrumento legal muy importante para la investigación y juzgamiento de los adolescentes que vulneren las normas penales y, para tal efecto, ahora se contará con una especializada legislación para las sanciones respectivas, Es importante precisar que con fecha 7 de enero del 2017 se publicó el Decreto Legislativo N° 1348 que aprueba el Código de Responsabilidad de Adolescentes y, con este nuevo marco normativo, se han producido cambios en la estructura de los procesos seguidos contra los adolescentes que tenían conflicto con la ley penal y desde luego se crean nuevas instituciones procesales que anteriormente no existían en el sistema de justicia penal juvenil. Ahora, se dejará de lado el vetusto sistema procesal inquisitivo, propio SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL 5 del sistema reservado y escritural, y se privilegiarán los principios de oralidad, contradicción e inmediación, garantizándose un mejor derecho de defensa del adolescente imputado y cuyo nuevo sistema será propio de un nuevo modelo procesal penal acusatorio. Por tanto, nos encontramos frente a un nuevo modelo procesal especializado para los adolescentes, quienes ya no serán procesados conforme al Código del Niño y del Adolescente (4), pues ahora se tiene una legislación especializada, bastante parecida al Código Procesal Penal. Por ejemplo, dentro de las innovaciones, podemos apreciar meridianamente que el abogado defensor tendrá una defensa más activa y el fiscal tendrá una facultad de investigación desde la noticia criminal y existirán jueces de garantías, de juzgamiento, conformados por magistrados de investigación preparatoria, unipersonal y juzgados colegiados, por lo que la estructura del proceso penal será completamente diferente a la que existe en el Código del Niño y del Adolescente. En este contexto, es importante preguntarse. ¿Con la nueva propuesta del Poder Ejecutivo para penalizar a los adolescentes desde los 16 años, se solucionarán los problemas de la inseguridad ciudadana?, ¿disminuirá la delincuencia juvenil en todas las regiones?, ¿ los operadores jurídicos están familiarizados con su lógica y operatividad en todas sus instituciones procesales?, ¿la población se encuentra familiarizada con este nuevo modelo procesal penal de justicia juvenil? y ¿un nuevo Código Penal de Responsabilidad de Adolescentes solucionará la ola delictiva?, ¿se considera que el tránsito de un modelo inquisitivo a un sistema procesal penal acusatorio, permitirá un mejor servicio de justicia?, ¿la sociedad civil podrá percibir que los procesos penales contra los adolescentes serán más transparentes y céleres y se confiará plenamente en sus operadores de justicia? En tal sentido, el debate jurídico se ha iniciado y por lo tanto consideramos que se debe poner en funcionamiento una política contra el crimen juvenil en donde el actor principal sea el adolescente, a fin de lograr disminuir la grave situación de inseguridad ciudadana que vive el país, para prevenir, investigar, juzgar y eventualmente sancionar sus conductas ilícitas, sin incrementar su punidad etaria. 1) Código Penal de Responsabilidad del Adolescente. Decreto Legislativo N° 1348 del 7 de enero del 2017. 2) Nota informativa del Grupo RRP. www.rpp.pe. 3) Decreto Supremo N° 0032022-JUS, se ha publicado en el Diario Oficial El Peruano, el programa de calendarización y puesta en vigencia de manera progresiva a nivel nacional. 4) Aprueba el Nuevo Código de los Niños y Adolescentes. Ley Nº 27337 6 SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL JUSTICIA MARTES 19 DE JULIO DE 2022 A PARTIR DE SU DEFINICIÓN Hacia una mejor concepción de la extinción de dominio Se trata de la consecuencia patrimonial que elimina el estado antijurídico del patrimonio ilícito, trasladándolo al Estado, en virtud del resguardo del interés general, luego de agotar un proceso garantista para las partes y terceros con interés, en el ejercicio de sus derechos fundamentales. S egún definición legislativa (1), la extinción de dominio es la consecuencia jurídico-patrimonial que traslada a la esfera del Estado peruano la titularidad de los bienes que constituyen: (I) objeto, (II) instrumento, (III) efectos o, (IV) ganancias de actividades ilícitas, mediante sentencia que se expide en fiel respeto al debido proceso. De esa concepción se derivan dos principios jurídicos, inherentes y propios de la extinción de dominio: (I) el principio de prohibición de adquisición ilícita de los bienes y, (II) el principio de prohibición de uso o destinación ilícita del bien. Como inferencia de esos dos principios, y a partir de lo regulado en los artículos 22° y 70° del texto constitucional, el Estado solo protege y garantiza la titularidad de bienes adquiridos y usados en forma lícita; ante un supuesto contrario, esto es, de ilicitud, se viabiliza la aplicación de la consecuencia antes citada. Esa consecuencia patrimonial se genera toda vez que el derecho sobre el bien realmente no existe por no cumplir las exigencias de licitud, por lo cual no es jurídicamente protegido, y del cual solo existe una apariencia que desaparece en su totalidad con la sentencia judicial (2). Esta es la razón para que la persona que adquiera un bien mediante el ejercicio de actividades ilícitas no tenga en realidad derecho alguno sobre ese bien, aunque así se perciba en apariencia (3). Es cierto que una persona que detenta patrimonio ilícito puede ejercer diversos poderes de hecho, como el uso o disfrute del bien (la “apariencia” del derecho genera efectos prácticos y jurídicos); pero, también es verdad que esa injusta situa- LUIS JESÚS AGUIRRE NAUPARI FISCAL PROVINCIAL Ħ8ħ())<8-2'-2 ()(31-2-3() 0-1% ción cesa cuando interviene el instituto de extinción de dominio. La Corte Constitucional de Colombia ya desde la emisión de la Sentencia C-374/1997 evaluaba que la extinción de dominio otorga al Estado una herramienta judicial para hacer efectivo el postulado deducido del concepto mismo de justicia, según el cual el crimen, el fraude y la inmoralidad no generan derechos; no se trata en preciso sentido una ‘extinción’ del derecho de dominio, sino una decla- ración de inexistencia del derecho, en el entendido de que este ha sido privado de reconocimiento jurídico, por no haber sido obtenido o ejercido con arreglo al ordenamiento jurídico. Como corolario de lo anterior, puede sostenerse que la persona que ha adquirido el dominio de un bien por medio de conductas que contravienen el ordenamiento jurídico, que causan daño al Estado o a otros particulares, o que ocasionan un grave deterioro de la moral social, no EXPERIENCIA COMPARADA Mayor luz nos da la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, que en la resolución del Expediente N° 146-2014/107-2017 (acumulados) razona que la extinción de dominio no es una “pena patrimonial”. Evalúa que la sentencia, que se pronuncia en un proceso de extinción de dominio, tiene carácter puramente declarativo, ya que solo constata la falta de transferencia o transmisión legítima del dominio o el uso ilícito que se hace del bien sobre el que recae. En el caso de bienes de origen ilícito simplemente existe una declaración estatal de que tal derecho nunca surgió y que, por tanto, no formó parte de la esfera jurídica del afectado. Por otro lado, en el caso de los bienes que son destinados a fines ilícitos se trata de la pérdida de los derechos reales que se poseen sobre ellos, debido a que se constata que su propietario no ha cumplido con las normas regulativas del ejercicio del derecho de propiedad. Lo anotado resulta vital en el entendimiento de la extinción de dominio, pues, desligarla de la noción de sanción penal significa despojarla de criterios garantistas que protegen a las personas. Recordemos que el proceso extintivo es de carácter real (in rem: contra el bien, y no así de naturaleza penal: no va contra las personas). La extinción de dominio no tiene relación con juicios de responsabilidad; por tanto, no se puede interpretar como una pena; así lo determina la Corte Constitucional de Colombia en la Sentencia C-740/2003. Sobre la extinción de dominio y la pena, el Tribunal Superior de Bogotá evalúa que, en síntesis, aquella no es una sanción penal, pues su ámbito es mucho más amplio que el de la represión y el castigo del delito, máxime que su objeto se centra en la privación del reconocimiento jurídico a la propiedad lograda en contravía de los postulados básicos proclamados por la sociedad. Según el glosario de las Recomendaciones del GAFI, el término decomiso, que incluye extinción, cuando corresponda, significa la privación permanente de fondos u otros activos por orden de una autoridad competente o un tribunal. es titular verdadero de un derecho de propiedad digno de reconocimiento ni protección. Esta persona solo es titular del derecho de dominio en apariencia, ya que, ante la ilegitimidad de su origen, en realidad este derecho nunca fue merecedor de reconocimiento jurídico (4). El término extinción vinculado a un derecho real no es ajeno ni del todo novedoso en nuestro sistema jurídico, pues, solo por citar dos ejemplos, el artículo 968° del Código Civil regula las causales de la extinción de propiedad, y el artículo 58° de la Ley General de Minería también prevé la extinción de las concesiones mineras. Mirada regional Según el Programa de Asistencia Legal para América Latina y el Caribe (Laplac) de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), el nombre de extinción de dominio es “regional”, por tratarse de la denominación más común en esta parte del mundo; es decir, fue diseñada siguiendo la tradición civil de los países hispanohablantes de Latinoamérica, y no se optó, por ejemplo, por “decomiso sin condena”, término utilizado en otros ámbitos internacionales. Al respecto, la UNODC, al comentar la legislación salvadoreña, y concordando con la jurisprudencia colombiana, precisa que la extinción de dominio es una declaración de inexistencia del derecho; en consecuencia, lo que hace el juez al ordenar la extinción de dominio es declarar que la persona no era realmente propietaria del bien (ya sea porque lo adquirió ilícitamente o porque lo destinó a actividades ilícitas) y que lo que ella tenía era la simple o mera apariencia de JUSTICIA MARTES 19 DE JULIO DE 2022 Es cierto que una persona que detenta patrimonio ilícito puede ejercer diversos poderes de hecho, como el uso o el disfrute del bien (la “apariencia” del derecho genera efectos prácticos y jurídicos); pero, también es verdad que esa injusta situación cesa cuando interviene el instituto de extinción de dominio. propiedad. Al respecto, debe tenerse en cuenta que la persona que ha adquirido un bien por medio de conductas ilícitas no es verdadero titular de un derecho de propiedad digno de reconocimiento ni protección, porque el delito no da origen a derechos. Esta persona solo es titular del derecho de dominio en apariencia, ya que, ante la ilegitimidad de su origen, en realidad este derecho nunca fue merecedor de reconocimiento jurídico. Santiago Vásquez Betancur (5) define a la extinción de dominio como el instrumento jurídico constitucional y políticocriminal idóneo de ataque a las finanzas criminales. Añade, este instituto es fruto del poder extintivo del Estado que persigue por declaración judicial la pérdida de todo derecho subjetivo patrimonial ilícito (objeto material) que resulta de la comprobación de los presupuestos de una causal básica de extinción de dominio (origen o destinación ilícita), es, por tanto, una sanción patrimonial, autónoma, independiente, retroactiva y que no acarrea contraprestación o compensación alguna. A pesar de compartir en gran parte el concepto anotado, discrepamos en evaluar a la extinción de dominio como una “sanción patrimonial” o “sanción civil”; asumir esa posición significa el reconocimiento previo –inmerecido e injusto– de “propietario legítimo” a la persona que cometió la actividad ilícita en la adquisición del bien, cuando ello, en realidad, nunca se produjo, pues, ese derecho (aparente) jamás nació ni se consolidó; por ello, es certera la referencia a la extinción de dominio como una consecuencia jurídica patrimonial que elimina esa apariencia de titularidad sobre el bien (al quitarle “un ropaje que no le pertenece”). Por otro lado, en sede punitiva, la resolución que priva de la libertad a una persona sí constituye una sanción o pena, pues, restringe e impide el ejercicio del derecho fundamental a la libertad que todos tenemos por el solo hecho de ser sujetos de derecho. Obvio es que esta situación (origen del derecho) no se presenta en el área de extinción de dominio, máxime que el –hipotético– derecho a la propiedad no germinó. Entonces, tenemos que la extinción de dominio tampoco constituye una sanción penal. SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL 7 En función de lo señalado, conceptualizamos a la extinción de dominio como la consecuencia patrimonial que elimina el “estado antijurídico” del patrimonio ilícito, trasladándolo a la cabeza del Estado (en virtud del resguardo del interés general), claro está, luego de iniciar y agotar un proceso jurisdiccional, el que, por cierto, es garantista, tanto para las partes procesales como para los terceros con interés, en el ejercicio de sus derechos fundamentales. 1) Contenida en el inciso 10 del artículo III de la Ley de Extinción de Dominio (D. Leg. 1373). 2) Asobancaria de Colombia. ABC de la Extinción de Dominio, TC Impresores, Bogotá, 2018, p. 28. 3) ACOSTA ARISTIZÁBAL, Jairo. “Régimen probatorio de la extinción de dominio”, La extinción del derecho de dominio en Colombia, UNODC, Bogotá, 2015, p. 275. 4) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Wilson Alejandro. “La extinción de dominio y la acción de extinción de dominio en Colombia”, UNODC, Bogotá - 2015, p. 8. 5) Fundamentos e imputación en materia de extinción del derecho de dominio, Ediciones Nueva Jurídica, Bogotá, 2019, p. 28. 8 SUPLEMENTO DE ANÁLISIS LEGAL CIVIL MARTES 19 DE JULIO DE 2022 ANTE SITUACIONES ADVERSAS, SEAMOS ESTRATÉGICOS El desalojo al vencimiento del contrato de arrendamiento de los bienes inmuebles El proceso puede tardar aproximadamente cinco años, cuando la demanda se interpone a un precario. No requerir la devolución del bien, luego de vencido el plazo del acuerdo, permite escapar del supuesto de precariedad. U no de los mayores problemas que puede enfrentar un arrendador luego de la culminación del contrato, sea cual sea la razón, es el desalojar a su inquilino en caso de que este no desocupe el predio voluntariamente. Si bien la conciliación es una alternativa para lograr la salida pacífica del predio del inquilino, no llegar a un acuerdo implicará iniciar un proceso judicial que será la vía idónea y necesaria para lograr el desalojo, aunque ello implique encontrarse en una etapa de incertidumbre por al menos cinco años, ya que es posible que la sentencia de primera instancia sea apelada y, dependiendo en el juzgado en el cual se tramite, se eleve a la Corte Suprema mediante un recurso de casación. No obstante, ¿qué tendría que suceder para que el tiempo del proceso de desalojo no sea tan exagerado? Para responder a CHRISTIAN TORIBIO ÁREA CIVIL DE ESTUDIO LINARES ABOGADOS tan ansiada pregunta, recurriremos a un ejemplo para graficar la situación: Juan alquila a Pablo su casa en el Callao desde el 1/01/22 hasta el 1/12/22 por el monto de 1,000 soles mensuales. Al día siguiente de vencido el contrato, es decir, el 2/12/22, el plazo del arrendamiento queda prorrogado por ley (1), lo que permitiría a Pablo seguir en posesión del bien arrendado pagando la renta pactada. En este punto, Juan tiene dos alternativas: I) requerir la devolución del bien y luego iniciar el proceso de desalojo, o II) iniciar el proceso de desalojo sin este requerimiento. Ahora bien, ¿en qué se diferencia la primera de la segunda opción que puede realizar Juan? Veamos. En la primera opción, si Juan solicita la devolución del bien arrendado, Pablo deja de estar en el supuesto de un contrato de arrendamiento, cuyo plazo ha sido prorrogado por imperio de ley, y se con- vierte en un poseedor precario, o sea, aquel inquilino que tiene un título de arrendamiento vencido. Si Pablo se encuentra en una situación de precario, una demanda por desalojo sería tramitada ante el juez especializado de la Corte Superior como primera instancia. La sentencia que emita este juez será susceptible de ser apelada por cualquiera de las partes y, aquí el problema, la sentencia de segunda instancia puede ser sometida a un recurso de casación, lo que implica que el proceso baje a la primera instancia para que se vuelva a decidir. Evidentemente, una demanda de desalojo que pase por todo este proceso está condenada a ser resuelta luego de cinco años, debido al trámite mismo de las instancias dentro del Poder Judicial, esto puede resultar totalmente ajeno al interés del demandante: recuperar la posesión de su bien mediante el desalojo. En la segunda opción, Juan tiene la sartén por el mango. A diferencia de la primera opción que el requerimiento del bien convierte en precario a Pablo, hacer lo contrario, es decir, no exigir la devolución del predio antes de la interposición de demanda puede resultar beneficioso para Juan, ¿por qué? Bueno, al no estar ante una situación de posesión precaria por el requerimiento del bien, Juan interpondrá su demanda ante el juez de paz letrado, como primera instancia, y su segunda instancia sería el juez especializado. De esta manera, queda excluida la posibilidad de interponer un recurso de casación ante la sentencia emitida en segunda instancia, lo que significa no elevar el caso ante la Corte Suprema. Así, estaríamos recortando un plazo de 2 años y medio aproximadamente en ir a casación y derivar el caso de nuevo a instancias inferiores para proceder con una nueva sentencia. A modo de conclusión Entonces, habiendo analizado las posibilidades de Juan para iniciar un proceso judicial de desalojo, procedemos a realizar las siguientes conclusiones: 1. El proceso de desalojo puede tardar aproximadamente cinco años, cuando la demanda se interpone a un precario. 2. No requerir la devolución del bien, luego de vencido el plazo del contrato, nos permite escapar del supuesto de precariedad. 3. La demanda se presenta ante el juez de paz letrado, y no ante el juez especializado, lo que evita un eventual recurso de casación que pueda dilatar el proceso. 4. Así, se reduce considerablemente el tiempo para conseguir una sentencia fundada, que nos permita desalojar al inquilino que no desaloje voluntariamente el inmueble una vez que haya concluido el plazo del contrato de arrendamiento. 1) Código Civil peruano. Artículo 1700.Vencido el plazo del contrato, si el arrendatario permanece en el uso del bien arrendado, no se entiende que hay renovación tácita, sino la continuación del arrendamiento, con sus mismas estipulaciones, hasta que el arrendador solicite su devolución, la cual puede pedir en cualquier momento.