Valeria de Guadalupe García Ortiz grupo 207 Viernes 22 de Marzo

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Valeria de Guadalupe García Ortiz
Viernes 22 de Marzo de 2013
grupo 207
Núm. De lista: 14
SEMBLANZA
LA VIDA DE SAN JUANBAUTISTA DE LA SALLE
El 30 de Abril de 1651 nació Juan Bautista, su padre: Don Luis De La Salle y
su madre: Nicolasa Moët, fue el primogénito, de 10 hijos más.
Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los
bienes de la familia. A los 15 años fue nombrado canónigo de la ilustre Cátedra
de Reims.
Estudió teología para mejorar la calidad de su formación sacerdotal y el sábado
9 de abril de 1678 recibió su ordenación sacerdotal. Intentó comprometerse
con un grupo de jóvenes rudos y poco instruidos, a fin de fundar escuelas para
niños pobres.
Juan Bautista preocupado por la educación académica de los niños pobres se
dirigió espiritualmente desde 1672 a 1676 con Roland (sacerdote de mucha
piedad y sabiduría) fundador de una asociación de mujeres que ayudaban a
niños huérfanos llamada “La hermanas del niño Jesús”.
El día en el que Roland murió, Juan Bautista quedó al cuidado de “Las
hermanas del niño Jesús”
Adrian Nyels (fundador de escuelas populares e inquieto profesor) acogió a
Juan Bautista en su casa y le ayudó a fundar escuelas para niños pobres
llamándolas “ Hermanos de las escuelas cristianas”, hoy conocidas como
“Hermanos de la Salle”.
Para alimentar y fortalecer la vida espiritual de lo miembros de su sociedad, La
Salle fue sugiriendo actitudes y prácticas espirituales.
A partir de 1680 y hasta su muerte el 7 de abril de 1719 su vida fue una lucha
constante por establecer en la iglesia su naciente sociedad de maestros.
Persistió y logró su propósito.
Consagró su vida a formar maestros destinados a la educación de hijos de
artesanos y de niños pobres de la época.
Valeria de Guadalupe García Ortiz
Viernes 22 de Marzo de 2013
grupo 207
Núm. De lista: 14
ARTÍCULO DE OPINIÓN
DESCUBRIENDO LO QUE TENEMOS A LA MANO.
Al entrar a la prepa cambiamos en muchos sentidos, damos un paso más,
subimos otro nivel y empezamos a ver la vida como realmente es. Cierto
día preguntándome ¿Qué haré con mi vida?, ¿Qué pasará?, ¿A dónde
llegaré? Por pura casualidad llegué a la universidad de la Salle, pero no
para escoger ya lo que quería para mi vida y dedicarme a ello o conocer
las instalaciones o ver las carreras que ofrecía dicha escuela, no, fui para
visitar un poco mas de ella y explorar un poco más sobre lo que hoy en
día llamamos “arte”. Pues si, en esa universidad aparte de salones y
oficinas también tienen un museo con un nombre curioso: “mi museo” el
cual no sabía que estaba allí y que obviamente tenía acceso, así que por
un trabajo fui a verlo. Llegué, me registré y entré, cada cosa, cada
pequeña escultura representaba algo que muy pocos pueden apreciar, no
esperaba ver arte como “la mona lisa” o “La ultima cena” de Leonardo Da
Vinci, pero si esperaba ver lo que la gente mostraba para expresarse y
mostrar como realmente se sienten y ven el mundo, porque todos vemos
de diferente forma nuestro entorno, y afortunadamente, eso fue lo vi,
expresión, pinturas, una que otra escultura y más que nada vi historia,
nuestro pasado y nuestros orígenes resumidos en objetos que ya no
utilizamos o que fueron sustituidos por la modernidad, artefactos lo que
antes era y ahora es raro verlo en esta creciente sociedad , en verdad fue
interesante descubrir lo que antes considerábamos moderno, todo era
muy bello, se notaba la sencillez que ahora rara vez podemos vislumbrar.
Una parte que llamo mi atención fue un pasillo lleno de frases de algunos
escritores o artesanos acerca de lo que para ellos es el arte. Fue un gran
recorrido que aprecie mucho con la compañía de mis compañeros y que
rara vez se vuelve a repetir, no cabe duda que cada día se descubren
cosas nuevas y aprendemos de ello, pero no podemos descubrirlas si no
nos damos ese pequeño lujo de voltear y ver que lo que tenemos de
manera muy accesible al alcance de nuestra mano y que en realidad nos
sirve mucho más de lo que pensamos. Ir a “mi museo” fue muy
entretenido e interesante y cabe duda de que volvería a ir. Fue una
experiencia gratificante visual y mentalmente.
Valeria García Ortiz
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