“No teman, yo estoy con ustedes”.

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Pautas de Retiro. Agosto del 2012
“NO TEMAN YO ESTOY CON USTEDES”
“DESDE AQUÍ QUIERO ILUMINAR”
Introducción
En este mes de agosto iniciamos el segundo año de preparación para la celebración del Centenario,
estará orientado a vivir en continua conversión, como nos lo ha enseñado el Beato Santiago Alberione,
el programa de este año lo viviremos en un clima penitencial, reconociendo nuestra fragilidad humana,
en el espíritu del pacto. El reconocimiento habitual de nuestros pecados, de los defectos, e insuficiencias, el discernir en nuestra vida lo que es de Dios, de lo que es nuestro; nos dispondremos a experimentar la misericordia de Dios en nuestra vida.
Antes de iniciar el tema propuesto, reporto como parte de la introducción el primer sueño que tuvo el P.
Alberione (1922), para entrar en contexto con el segundo sueño que es el origen de la revelación de
“No teman yo estoy con ustedes desde aquí quiero iluminar”.
“Cuando teníamos que comprar este terreno, los jóvenes vinieron a divertirse en este lugar: yo miraba a
un lado y otro…y pensaba si era voluntad de Dios que afrontara esos gastos…y me pareció que me
adormecí unos momentos: el sol brillaba mientras se construían las casas; después el sol se oscurecía, y
yo veía que el dolor más grande procedía de los llamados por Dios, que abandonarían más tarde la vocación…; después el sol volvió a brillar… y se volvió a construir” (MV 138).
“Hacia 1922, apenas entró en la primera casa que había construido, comenzó a sentir la pena más fuerte. Tuvo un sueño. Vio el No. 200, pero no comprendió”.
Luego oyó que le decían: “Ama a todos; serán muchas las almas generosas. Sufrirás a causa de extravíos e infidelidades; pero persevera: recibirás otros mejores…” Esa pena se le quedó siempre hundida
en el corazón como una espina” (AD 26).1
Los relatos de ambos sueños se integran e iluminan recíprocamente.
En diferentes textos de la biblia encontramos narraciones de sueños como es el caso de los sueños del
Faraón (Gén 41, 1ss) de san José esposo de la virgen María cuando pensaba dejarla en secreto y el ángel se le apareció en sueños…(Mt 1,19-20), otros ejemplos encontramos en (Mt 2,12; 2;13).
1
Actas del Seminario internacional sobre “Jesús, el Maestro” JESÚS, EL MAESTRO AYER, HOY Y SIEMPRE, Casa general de
la SSP, Roma, 1997, 85.
Dios sabe hablar a todos los hombres, y lo hace a través de los acontecimientos, de personas o de sueños, utilizó este medio para revelar al P. Alberione su presencia permanente, con la certeza de que el
Divino Maestro estaría con nosotros siempre y que desde la Eucaristía nos quiere iluminar.
Jesús decía: “No teman, yo estoy con ustedes, desde aquí quiero iluminar”
El contexto de estas palabras dirigidas o escuchadas por el P. Santiago Alberione, son el resultado de
un segundo sueño que el mismo lo reporta en (AD Nos.151-155).
“Tengo claro lo que he visto al fondo de la casa, en aquella habitación [la oficina que tenía el P. Alberione en la casa san Pablo, los primeros años que se construyó], en uno de esos días en que yo no
trabajo: el Divino Maestro paseaba y tenía a su lado a algunos de ustedes y dijo: “No teman, yo estoy
con ustedes; desde aquí quiero iluminar, sólo sean humildes…y, me parece, vivan en continua conversión…” (MV 139). “En momentos de especial dificultad…pareció que el Divino Maestro quería consolidar el Instituto iniciado pocos años antes.
En el sueño que tuvo después, le pareció tener una respuesta. Jesús Maestro, en efecto decía: “No teman, yo estoy con ustedes”. El “sueño” relatado debió tener lugar en 1923, cuando el P. Alberione cayó
en una grave enfermedad, de la que parece se libró de manera prodigiosa (AD 64).
“Desde aquí quiero iluminar”. Vivan en continua conversión”.
El desde aquí salía del sagrario, como queriendo dar a entender que de Él, el Maestro, se ha de recibir
luz. Hablé de esto con el director espiritual, advirtiendo en que luz se hallaba envuelta la figura del
Maestro. Me respondió: Tranquilízate; sea sueño o no, lo que dijo es santo; haz de ello como un programa práctico de vida y de luz y para todos los miembros”.
Desde entonces, y cada vez más, todo se orientó y se hizo derivar del sagrario (AD 151-155). En los
párrafos siguientes (156-160) el P. Alberione explicita su comprensión del sueño y el sentido de la “devoción a Jesucristo integral”.
Conviene tener presente que en aquellos meses el P. Alberione estaba viviendo doble pasión sufrida por
el apóstol Pablo: penas físicas en su propia persona (enfermedad grave de tuberculosis) y penas morales por el futuro de la fundación y de sus miembros (la “espina en el corazón”).
Una crónica de aquel tiempo testimonia el espíritu penitencial con que las comunidades, masculina y
femenina, participaban en los sufrimientos del Fundador: Un nuevo Vía Crucis, inaugurado en marzo
de 1923 con una función que duró 2 horas, era comentado así: “El Vía crucis lleva el corazón a odiar el
pecado…, a sacrificarse por las almas. Y la casa de san Pablo donde…todos viven por el Divino Maestro” (PP 118).
En tal contexto se comprende la importancia del sueño y de las palabras del Maestro Divino: “No teman, yo estoy con ustedes”. Desde aquí quiero iluminar vivan en continua conversión”. “En su narración de 1954 el P. Alberione evidenciaba, además del divino mensaje y los motivos de esperanza, su
derivación del sagrario: De él el Maestro, se ha de recibir toda la luz”.
Una insistencia particular versó sobre el tema de la “luz”, cuya palabra se repite seis veces en tan sólo
unas líneas; con las siguientes modulaciones: luz del sagrario, luz que envuelve la figura del Maestro;
luz que se identifica con el Maestro mismo, el cual nos ilumina (“yo soy su luz”); luz que nos hace “reflectores” suyos. Luz fuente e irradiante, de evidente carácter normativo: Una invitación a tomarlo todo
de Él, Maestro Divino presente en el sagrario.2
“El no teman”
Ees una expresión que encontramos varias veces en el Nuevo Testamento. “¡No tengan miedo!” les
decía Cristo a los apóstoles y a las mujeres (Mt 28,10) después de la resurrección. “¿Por qué el hombre
tiene miedo?"¿A qué le tiene miedo? Tal vez porque al hombre contemporáneo le es difícil volver a la
fe, o porque le asustan las exigencias morales que la fe le presenta.
Cristo resucitado continúa diciéndonos “no teman, porque el hombre ha sido redimido por Dios, porque
Dios nos ama, “tanto que ha entregado a su Hijo unigénito” (cfr. Jn 3,16).
“No teman” porque este Dios que nos protege y que nos ama es Amor (cfr. 1 Jn 4,8-16): Amor hecho
hombre, Amor crucificado y resucitado, Amor continuamente presente entre los hombres. Es amor eucarístico. Es fuente incesante de comunión. Él es el único que puede dar plena garantía de las palabras
“¡No tengan miedo!”3
“Yo estoy con ustedes”
Esta expresión es netamente bíblica, la encontramos en diferentes textos tanto del Antiguo Testamento
como del Nuevo en sí, es la respuesta definitiva a la “duda” de los discípulos (Mt 28,19-20). En el Antiguo Testamento, la frase “sepan que yo estoy (es decir mi alianza está) con ustedes” se encuentra en
Génesis 17,4; 28,15 y “yo estoy (estaré) contigo “se encuentra otras tres veces en Gén17, 19.21; 26,3;
Ex 3,12; Jue 6,12.16. Es una expresión de confianza divina mediante la promesa de su presencia divina.
En Mateo 28,20, se describe a Jesús dando la misma seguridad por medio de su presencia activa.
En el evangelio de Mateo, “yo estoy con ustedes todos los días” es una referencia consciente (Mt 1,23)
y será llamado Emmanuel (quiere decir: Dios con nosotros), “encerrado así la mayoría del evangelio en
una inclusión, de la que se ha dicho que contienen el espíritu de toda la obra. “Yo estoy con ustedes
todos los días” es la respuesta final de Jesús a la pregunta “¿Hasta cuándo estaré con ustedes?” (Mt
17,17). La experiencia de la presencia permanente de Jesús les dará la fe a los discípulos “y nada les
será imposible” (Mt 17,20)4
“Ser luz del mundo”
La simbología de la luz apunta, por una parte a la experiencia de iluminación interior del Fundador y,
por otra, va estrechamente ligada a la misión paulina de ser irradiación del Maestro Divino.
2
Ibidem, 85-86.
Pablo II Juan, CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA, Plaza & Janes Editores, S.A. 1994, 216.
4
Hendrickx Herman, LOS RELATOS DE LA RESURRECCIÓN, Ediciones Paulinas, Madrid, 1987, 85-86.
3
El libro Apostolado Stampa, nacido de las lecciones Alberonianas y propuesto como guía teórico práctico para la formación al apostolado, define la naturaleza, el objetivo y el origen divino del apostolado de la prensa entendido como “ministerio” equiparable a la predicación oral y, como ésta, dotado
de eficacia sacramental para la evangelización, la formación moral y la vida espiritual del pueblo de
Dios. Describe además las diversas expresiones concretas del apostolado. Para ello es necesario prepararse diligentemente para ser capaces de predicar la doctrina del Divino Maestro.
A propósito de la formación el P. Alberione declaraba “La Congregación debe especializarse en esto [=
redacción], que es una de las principales razones de nuestra existencia. Hagámonos pluma y boca de
Dios por Jesucristo, nuestro único Maestro” (CISP) y siempre en materia de formación apostólica recordaba a los sacerdotes dos conceptos que merecían ser puestos en evidencia: ante todo los estudios
sagrados, como todas las realidades sacramentales, constan de “materia” y “forma”: la materia, casi el
“cuerpo” del saber, está constituido por cada una de las disciplinas; la forma, o el alma de tales estudios, es la “pastoralidad”.
El segundo concepto era una invitación a considerar al Maestro Divino como “scientiarum Dominus”:
el Señor de la ciencia, el que garantiza una formación intelectual y moral completa, gracias a sus atributos de Verdad, Camino y Vida. Inspirándose en él, todo candidato y discípulo encuentra el equilibrio
entre todas sus facultades, enriqueciéndose con la verdad, la gracia y la bondad (cfr. SP 1 marzo 1936;
CISP 56-58)5
Conclusión
“Entiéndase y cada uno piense que es transmisor de luz, alta voz de Cristo, secretario de los evangelistas y de san Pablo…, que la pluma de la mano con la pluma del tintero de la máquina impresora cumplen una única misión” (AD 157).
Las consecuencias de este sueño se manifestaron pronto en la explosión de las sucesivas iniciativas
apostólicas y, en el plano estrictamente carismático, en una formulación cada vez más explícita de la
“devoción” al Maestro Divino.
Cabe señalar que para el Beato Alberione la devoción al divino Maestro indica “donación de sí” a la
persona de Cristo. Explicitando que devoción significa consagración, dedicación al Maestro Divino,
Camino Verdad y Vida, y donación total, integral de nosotros mismos, con las fuerzas físicas, morales
e intelectuales y también con el ser del que provienen las fuerzas.
Es tomar todo del Maestro Divino en su luz, en su espíritu, en sus ejemplos y en su gracia. Vivir en él,
para él, con él y de él” (HM I, 3, 14).
Esta totalidad de entrega se manifiesta en todas las expresiones del pensar, obrar y orar. Se convierte en
tarea tridimensional: de mente, voluntad y corazón: es el método camino-verdad-vida.6
5
6
Ibidem, 115-119
Ibidem, 86-88
Para la reflexión personal y compromiso
1. Meditar en silencio, oración, adoración y gratitud, la promesa de alianza de Dios al P. Alberione
“No teman, yo estoy con ustedes, desde aquí quiero iluminar”.
2. ¿De qué manera me preparo para poner en práctica el ministerio de la predicación a través del
apostolado qué realizó?
3. ¿Cuál es mi compromiso ante esta sublime presencia de Dios entre nosotros? ¿Me dejo iluminar
por la palabra y enseñanzas del Maestro?
BIBLIOGRAFÍA
1. Actas del seminario Internacional sobre Jesús, el Maestro, JESÚS, EL MAESTRO AYER, HOY
Y SIEMPRE, Casa Generalicia de la SSP, Roma, 1997.
2. Pablo II Juan, CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA, Plaza & Janes Editores, S.A.
México, 1994.
3. Herman Hendrickx, LOS RELATOS DE LA RESURRECCIÓN, Ediciones Paulinas, España,
1987.
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