Subido por DANIELA CAMACHO RICALDEZ

farmacología

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FICHA DE IDENTIFICACIÓN DE TRABAJO MONOGRÁFICO
Título: FÁRMACOS ANTIMICROBIANOS
Autor: Bryan Lopez Cordova
Fecha: 10/11/2019
Código de estudiante: 48207
Carrera: Bioquímica y Farmacia
Asignatura: Farmacología General
Grupo: A
Docente: Rosario Luizaga Panozo
Periodo Académico: IV Semestre II-2019
Subsede: Cochabamba
Copyright © (2019) por (Bryan Lopez). Todos los derechos reservados.
RESUMEN:
Hay una amplia diversidad de familias y grupos de antimicrobianos de interés clínico. Los
mecanismos por los que los compuestos con actividad antibacteriana inhiben el
crecimiento o causan la muerte de las bacterias son muy variados, y dependen de las
dianas afectadas.
La pared celular (una estructura singular de la inmensa mayoría de las bacterias, ausente
en células eucariotas) puede verse afectada en la síntesis (fosfomicina, cicloserina) o el
transporte de sus precursores (bacitracina, mureidomicinas), o en su organización
estructural (β-lactámicos, glucopéptidos). Los principales derivados que afectan a la
membrana citoplásmica son las polimixinas y la daptomicina. La síntesis proteica puede
bloquearse por una amplia variedad estructural de compuestos que afectan a algunas de
las fases de este proceso: activación (mupirocina), iniciación (oxazolidinonas,
aminoglucósidos), fijación del complejo aminoácido-ARNt al ribosoma (tetraciclinas,
glicilciclinas) o elongación (anfenicoles, lincosamidas, macrólidos, cetólidos,
estreptograminas o ácido fusídico). El metabolismo de los ácidos nucleicos puede verse
afectado en la ARN polimerasa dependiente de ADN (rifamicinas) o en el proceso de
enrollamiento/desenrollamiento del ADN (quinolonas); algunos compuestos afectan
directamente al ADN (nitroimidazoles, nitrofuranos). El trimetoprim y las sulfamidas (con
frecuencia usados en combinación) son los representantes de los antimicrobianos que
bloquean las vías metabólicas de la bacteria. Algunos compuestos, aun siendo incapaces
de inhibir o matar las bacterias, pueden bloquear sus mecanismos de resistencia, por lo
que usados en combinación con otros antimicrobianos potencian la acción de estos
últimos; de este grupo de sustancias sólo se emplean en clínica algunos inhibidores de βlactamasas.
Palabras clave: Antimicrobianos, Mecanismo de acción, Síntesis proteica, ADN, Vías metabólicas
ABSTRACT:
A large number of families and groups of antimicrobial agents are of clinical interest. The mechanisms
by which compounds with antibacterial activity inhibit growth or cause bacterial death are varied and
depend on the affected targets.
The bacterial cell wall—a unique structure in most bacteria that is absent in eukaryotic cells—can be
affected in several ways: at different stages of synthesis (fosfomycin, cycloserine) or transport
(bacitracin, mureidomycins) of its metabolic precursors, or by a direct action on its structural
organization (β-lactams, glycopeptides). The main drugs affecting the cytoplasmic membrane are
polymyxins and daptomycin. Protein synthesis can be blocked by a large variety of compounds that
affect any of the phases of this process, including activation (mupirocin), initiation (oxazolidinones,
aminoglycosides), binding of the tRNA amino acid complex to ribosomes (tetracyclines,
glycylcyclines) and elongation (amphenicols, lincosamides, macrolides, ketolides, streptogramins,
fusidic acid). The metabolism of nucleic acids can be altered at the DNA-dependent RNA polymerase
or in the process of DNA coiling (quinolones); some compounds affect DNA directly (nitroimidazoles,
nitrofurans). Trimethoprim and sulfamides (often used in combination) are examples of antimicrobial
agents that block bacterial metabolic pathways. Some compounds are unable to inhibit or kill bacteria
in themselves, but can block bacterial mechanisms of resistance, enhancing the activity of other
antimicrobials administered in combination. Among this group of agents, only certain β-lactamase
inhibitors are currently in clinical use
Key words: Antimicrobials, Mechanism of action, Protein synthesis, DNA, Metabolic pathways
TABLA DE CONTENIDOS
TABLA DE CONTENIDOS .................................................................................................................. 4
Introducción .................................................................................................................................... 5
DESARROLLO ................................................................................................................................... 6
FÁRMACOS ANTIMICROBIANOS .................................................................................................. 6
CLASIFICACIÓN ......................................................................................................................... 7
ACTIVIDAD ANTIINFECCIOSA .................................................................................................... 7
Obstáculos de la acción antibiótica .......................................................................................... 8
MECANISMO DE ACCIÓN ......................................................................................................... 8
RESISTENCIA BACTERIANA ....................................................................................................... 8
Antimicrobianos que inhiben la síntesis de la pared bacteriana ............................................. 9
Inhibidores de la fase citoplásmica .......................................................................................... 9
Inhibidores de la fase de transporte de precursores ............................................................. 10
Bibliografía y referencias .............................................................................................................. 12
Apéndice ....................................................................................................................................... 13
CAPÍTULO 3. CUESTIONARIO ........................................................................................................ 16
Introducción
El descubrimiento de la penicilina en 1929 y su posterior introducción en clínica supuso una
verdadera revolución en el tratamiento de la patología infecciosa. Desde entonces, se han
incorporado a la práctica clínica decenas de familias de antimicrobianos, con actividad frente a
bacterias, hongos, parásitos y virus. En este artículo se abordarán los aspectos microbiológicos del
mecanismo de acción de los compuestos con actividad antibacteriana.
Con excepción de la pared celular, la práctica totalidad del resto de las dianas de los
antimicrobianos se encuentran también en células eucariotas. Las diferencias estructurales entre las
bacterias y las células superiores hacen que la afinidad de los antimicrobianos de interés clínico por
las dianas procarióticas sea mucho mayor que por las de sus homólogas eucariotas, disminuyendo
así el riesgo de efectos adversos. La principales diferencias entre las células bacterianas y las
eucariotas incluyen en las primeras: a) existencia de un único cromosoma en la bacteria, que no está
rodeado de membrana nuclear y se halla en contacto directo con el citoplasma (por tanto, muy
accesible a los antibióticos que actúan sobre la síntesis de ADN); b) presencia de ribosomas del tipo
70S, y c) presencia de una pared celular con peptidoglicano (excepto en Mycoplasma spp.),
estructura que confiere forma y rigidez a la bacteria.
Para que los antimicrobianos alcancen su diana deben atravesar la cubierta bacteriana, salvo cuando
la diana es la propia envoltura externa de los gramnegativos. Las bacterias gramnegativas ofrecen
mayor resistencia que las grampositivas a la entrada de antimicrobianos, pues poseen una
membrana celular externa, que rodea la capa de peptidoglucano. Esa membrana es una bicapa de
lipídica que, a diferencia de las membranas eucariotas, contiene lipolisacárido, y desempeña un
importante papel de barrera frente a determinados antimicrobianos
DESARROLLO
FÁRMACOS ANTIMICROBIANOS
Los antimicrobianos se definen, como medicamentos que destruyen los microorganismos o impiden su
multiplicación o desarrollo. Estos fármacos, se dividen en antibacterianos, antivirales, antimicóticos,
antimicobacterianos, antiparasitarios y antirretrovirales. En los últimos años se ha incrementado la
resistencia de los microorganismos hacia estos medicamentos y uno de los factores es la falta de
conocimiento de los médicos sobre ellos. El médico general debe conocer cómo actúan estos
medicamentos, principalmente los antibacterianos ya que son los más utilizados en la práctica médica, y
saber en qué situaciones se debe aplicar cada uno.
Los fármacos antimicrobianos constituyen el ejemplo más espectacular de los avances de la medicina
moderna. Muchas enfermedades infecciosas, alguna vez consideradas incurables y letales, hoy son
susceptibles de tratamiento con unas cuantas píldoras. La notoria actividad de los fármacos
antimicrobianos, poderosa y específica, se debe a su selectividad para sitios que son exclusivos de los
procariotas y los hongos o que son mucho más importantes en ellos que en los seres humanos. Entre los
sitios de acción se encuentran las enzimas necesarias para la síntesis de la pared celular de las bacterias
y hongos, el ribosoma bacteriano, las enzimas necesarias para la síntesis de nucleótidos y la replicación
del DNA y los mecanismos de la replicación viral. El grupo especial de fármacos usados en las infecciones
por micobacterias se revisa en el capítulo 47 (Farmacología básica y clínica-KATZUNG).
El principal problema que malogra el éxito constante de los fármacos antimicrobianos es el desarrollo
de organismos resistentes. Los microorganismos pueden adaptarse a factores ambientales de diversas
formas efectivas y su respuesta a la presión ejercida por los antibióticos no es la excepción. Una
consecuencia inevitable del uso de los antimicrobianos es la selección de patógenos resistentes, tal vez
el ejemplo más notorio de la evolución en acción. El abuso y uso inadecuado de los antibióticos han
favorecido un gran aumento de la prevalencia de patógenos resistentes a múltiples fármacos. Los
médicos utilizan mal los antibacterianos de varias maneras, incluidos el uso en pacientes con escasa
probabilidad de tener una infección bacteriana, la administración por periodos más largos de lo
necesario y la prescripción de múltiples fármacos o antibióticos de amplio espectro, cuando no se
requiere.
Como resultado de la presión de los antibióticos, cada vez hay más informes de microorganismos
gramnegativos muy resistentes con nuevos mecanismos de resistencia. Algunas de las cepas se han
diseminado en grandes regiones geográficas porque muchos pacientes buscan atención medica en
distintos países. En la actualidad se utilizan cantidades mucho mayores de antibióticos en la agricultura
para estimular el crecimiento y prevenir infecciones en animales de granja, lo cual se agrega a la presión
de selección que da origen a organismos resistentes. Por desgracia, conforme ha crecido la necesidad en
años recientes, ha disminuido el desarrollo de fármacos nuevos. Se han identificado los sitios
moleculares más vulnerables de los antimicrobianos y en muchos casos se han reconocido y modificado.
En espera de la identificación de nuevos mecanismos de acción y compuestos, es posible al parecer que
durante el siguiente decenio se dependerá de las familias de fármacos disponibles en la actualidad. Ante
el desarrollo continuo de resistencia, se requerirá un esfuerzo considerable para mantener la eficacia de
esos grupos farmacológicos.
CLASIFICACIÓN
ANTIBIÓTICOS
ANTIVIRALES
ANTIMICOTICOS
ANTIPARASITARIOS
ACTIVIDAD ANTIINFECCIOSA
Los agentes antimicrobianos se comportan de manera diversa:
a.
b.
Como bactericidas: producen la muerte de los microorganismos responsables del proceso infeccioso.
Pertenecen a este grupo los antibióticos B-lactámicos, aminoglucósidos, rifampicina, vancomicina,
polimixinas, fosfomicina, quinolonas y nitrofurantoínas.
Como bacteriostáticos: inhiben el crecimiento bacteriano, aunque el microorganismo permanece viable,
de forma que, una vez suspendido el antibiótico, puede recuperarse y volver a multiplicarse. La
eliminación de las bacterias exige el concurso de las defensas del organismo infectado.
Pertenecen a este grupo: tetraciclinas, cloranfenicol, macrólidos, lincosaminas, sulfamidas y
trimetoprima.
El hecho de que un agente sea bactericida o bacteriostático depende principalmente de su mecanismo
de acción y, por lo tanto, de su estructura, pero contribuyen también otros factores, tanto por parte del
antibiótico como por parte del germen: concentración alcanzada en el sitio de infección, tipo de germen,
tamaño del inóculo, tiempo de acción y fase de crecimiento de la bacteria; por ejemplo, los Blactámicos sólo son bactericidas en la fase de crecimiento activo de la bacteria, mientras que las
polimixinas son bactericidas en cualquier fase. El concepto de bactericida o bacteriostático no es, sin
embargo, algo definitivo que caracterice a un determinado antibiótico, puesto que un antibiótico
bacteriostático por su mecanismo de acción puede comportarse como bactericida en determinadas
condiciones favorables; esto ocurre, por ejemplo, con los macrólidos.
Actualmente, atendiendo a la relación entre actividad antibacteriana y concentración alcanzada por el
antibiótico en el lugar de la infección, se sugieren tres categorías de antimicrobianos:
A. los que producen una acción bactericida poco relacionada con la concentración; esto ocurre con los Blactámicos y los glucopéptidos, con los que se obtiene la máxima actividad bactericida cuando se
alcanzan concentraciones de 5 a 10 veces mayores que la CMI. El aumento en la concentración por
encima de esto no se acompaña de mayor actividad ni de mayor duración del efecto post-antibiótico.
B. los que poseen actividad bactericida concentración-dependiente, como los aminoglucósidos y las
fluorquinolonas.
C. los que se comportan preferentemente como bacteriostáticos: macrólidos, tetraciclinas y cloranfenicol.
Un mismo antibiótico puede mostrar actividad diferente frente a diversos microorganismos; incluso, la
actividad puede ser distinta frente a un mismo microorganismo localizado en áreas geográficas distintas. El
concepto de actividad antibacteriana exige una normalización o cuantificación que se consigue mediante los
métodos utilizados in vitro para comprobar la susceptibilidad del microorganismo en relación con el
antibiótico (antibiograma y técnicas de dilución).
Con estos métodos se define:
A. La concentración mínima inhibitoria (CMI), que es la menor concentración de antibiótico capaz de inhibir
el crecimiento de 105bacterias en 1 ml de medio de cultivo, tras 18-24 horas de incubación.
B. La concentración mínima bactericida(CMB), que es la menor concentración capaz de destruir o matar
105 bacterias en 1 ml de medio de cultivo, tras 18-24 horas de incubación.
C.
El punto de corte de sensibilidad, es decir, la concentración de antibiótico por debajo de la cual se
considera sensible una determinada especie bacteriana.
Los valores obtenidos in vivo indican los grados de vulnerabilidad de las bacterias en dichas condiciones;
pero estos valores no se identifican necesariamente con los obtenidos in vitro, ya que el tamaño del
inóculo, las condiciones de vida, la existencia de sustancias endógenas, etc., hacen cambiar la respuesta
del germen al antibiótico. Sin embargo, la CMI y la CMB poseen un alto valor orientativo, clasificándose
la sensibilidad de un germen frente a un antibiótico en función de sus respectivas CMI.
Obstáculos de la acción antibiótica
El objetivo primario de la terapéutica es conseguir una concentración tisular de antibiótico que supere
las CMI, pero no siempre se puede conseguir por varias causas:
A. porque puede no ser fácil el acceso del antibiótico al sitio donde está ubicado el foco infeccioso.
B. porque la CMI para un determinado germen puede ser excesivamente alta.
C. porque el índice terapéutico, o relación entre la concentración tóxica para el paciente y la CMI, puede ser
muy pequeño.
En el último supuesto y puesto que las CMB para un mismo antibiótico varían según los gérmenes, el
índice terapéutico también varía según el tipo de agente causal.




Desde un punto de vista clínico, se considera que una cepa bacteriana:
Es sensible a un antibiótico cuando las infecciones causadas por ella y tratadas con las dosis habituales del
antibiótico responden satisfactoriamente.
Son resistentes las cepas en las que es improbable un buen resultado terapéutico con las dosis máximas.
Son moderadamente sensibles las cepas bacterianas que exigen un incremento de la dosis habitual para
conseguir su eliminación. El ejemplo de mayor interés terapéutico en la actualidad es el Estreptococos
pneumoniae y su sensibilidad a la penicilina.
Junto al factor concentración también es preciso considerar el factor tiempo, o duración del contacto
del antibiótico con el germen. Para ello, además de la accesibilidad del antibiótico al órgano o tejido en
el que se asienta la infección, se deben tener en cuenta las propiedades farmacocinéticas que
establecen las constantes de distribución y, sobre todo, de eliminación, lo que condiciona el ritmo de
administración.
MECANISMO DE ACCIÓN
Se pueden resumir en los siguientes:
A. Inhibición de la síntesis de la pared celular, en fases diversas de la síntesis: B-lactámicos, fosfomicina,
cicloserina, vancomicina, bacitracina.
B. Desorganización de la membrana citoplásmica, lo que conduce a la desintegración celular: polimixinas,
anfotericina B y nistatina.
C. Inhibición de la síntesis de proteínas, por actuar sobre ribosomas; en la iniciación (subunidad 30 S):
tetraciclinas; en la elongación (subunidad 50 S): cloranfenicol, eritromicina y lincosaminas; en ambas, con
muerte bacteriana: aminoglucósidos.
D. Interferencia en la síntesis y/o el metabolismo de los ácidos nucleicos: rifampicina (ARN-polimerasa ADNdependiente), quinolonas (ADN-girasas), metronidazol y antivíricos.
E. Antimetabolitos que bloquean la síntesis de ácido fólico: sulfamidas, sulfonas, pirimetamina y
trimetoprima
RESISTENCIA BACTERIANA
Hay grupos bacterianos que no son afectados por un antibiótico, bien porque carecen del sitio de acción
del antibiótico o porque es inaccesible. Esta situación se define diciendo que la bacteria es insensible o
presenta resistencia natural. Todos los aislamientos de esta bacteria son resistentes a ese antibiótico de
forma constante.
Otras especies son susceptibles al antibiótico, pero esto no impide que, por diferentes razones, se aíslen
ocasionalmente variantes que no lo son y que crecen normalmente en presencia del antibiótico. En este
caso se habla de resistencia adquirida.
Los primeros casos de resistencia se detectaron poco tiempo después de iniciarse el empleo de las
sulfamidas y los antibióticos. Su aparición es una consecuencia de la capacidad de las bacterias, como
todos los seres vivos, de evolucionar y adaptarse al medio en que habitan. Desde la aparición de las
primeras cepas resistentes, la introducción de nuevos antibióticos es correspondida por la aparición de
bacterias capaces de resistir a ese antibiótico.
La aparición de cepas resistentes puede ocurrir localmente en una determinada especie y en una
situación geográfica. Sin embargo, la capacidad bacteriana para compartir su información genética
acaba diseminando la resistencia a otros géneros y la movilidad actual de la población se encarga de
diseminar por el planeta las cepas resistentes.
La resistencia cruzada es cuando aparece resistencia simultánea a varios antibióticos de un mismo grupo
que poseen estructura similar (resistencia cruzada homóloga) o antibióticos que tienen un mecanismo
de acción parecido (resistencia cruzada heteróloga) o bien comparten el mismo sistema de transporte.
La resistencia cruzada entre dos antibióticos puede ser recíproca, si la resistencia a uno entraña la
resistencia a otro, y viceversa, o bien unidireccional si sólo se provoca en un sentido.
En la actualidad, la incidencia de cepas resistentes en algunas especies bacterianas es tan alta que
frecuentemente conlleva problemas de tratamiento, lo que puede ser muy peligroso en el caso de
infecciones como la tuberculosis.
Aunque este problema es especialmente grave en el medio hospitalario, las bacterias resistentes son
ubicuas y se encuentran tanto en portadores sanos como en bacterias ambientales que pueden
constituir reservorios de bacterias resistentes.
Antimicrobianos que inhiben la síntesis de la pared bacteriana
La pared celular protege la integridad anatomofisiológica de la bacteria y soporta su gran presión
osmótica interna (mayor en las bacterias grampositivas). La ausencia de esta estructura condicionaría la
destrucción del microorganismo, inducida por el elevado gradiente de osmolaridad que suele existir
entre el medio y el citoplasma bacteriano7. Los antibióticos que inhiben la síntesis de la pared necesitan
para ejercer su acción que la bacteria se halle en crecimiento activo, y para su acción bactericida
requieren que el medio en que se encuentre la bacteria sea isotónico o hipotónico, lo que favorece el
estallido celular cuando la pared celular se pierde o se desestructura. Suelen ser más activos sobre las
bacterias grampositivas por su mayor riqueza en peptidoglucano. En general, son poco tóxicos por
actuar selectivamente en una estructura que no está presente en las células humanas.
La síntesis de la pared celular se desarrolla en 3 etapas, sobre cada una de las cuales pueden actuar
diferentes compuestos: la etapa citoplásmica, donde se sintetizan los precursores del peptidoglucano; el
transporte a través de la membrana citoplásmica, y la organización final de la estructura del
peptidoglucano, que se desarrolla en la parte más externa de la pared.
Inhibidores de la fase citoplásmica
En el citoplasma bacteriano se sintetizan los precursores del peptidoglucano a partir de diferentes
elementos: uridindifosfato-N-acetil-glucosamina (UDP-NAG), ácido fosfoenolpirúvico, uridintrifosfato
(UTP) y NADH, a partir de los cuales se forma el ácido uridindifosfato-N-acetilmurámico (UDP-NAM).
Después se unen al azúcar una cadena de aminoácidos (frecuentemente 5) en la que se alternan las
formas L y D y en la que los dos últimos conforman el dipéptido D-alanin-D-alanina.
En esta etapa de síntesis de precursores de peptidoglucano actúan la fosfomicina y la cicloserina.
1. Fosfomicina. Actúa inhibiendo la piruviltransferasa, enzima causante de la adición del
fosfoenolpiruvato a la molécula de UDP-NAG para formar el precursor UDP-NAM. Esta reacción
se inhibe porque la fosfomicina, que es un análogo estructural del fosfoenolpiruvato, se une
covalentemente con la enzima. La fosfomicina atraviesa la membrana externa mediante las
porinas; debido a su pequeño tamaño pasa la barrera de peptidoglicano sin dificultad y
finalmente atraviesa la membrana citoplásmica a través de sistemas de transporte activo, uno
de los cuales es de expresión inducible, que se favorece en presencia de glucosa-6-fosfato. Por
eso, a los medios o discos para estudiar la sensibilidad de las bacterias a la fosfomicina debe
añadirse glucosa-6-fosfato8.
Es un antibiótico de amplio espectro que incluye bacilos gramnegativos y grampositivos y Staphylococcus
spp. (excepto S. saprophyticus y S. capitis).
2.
Cicloserina. Actúa sobre la base de su analogía estructural con la D-alanina, inhibiendo
competitivamente la actividad de la L-alanina-racemasa (transforma L-ala en D-ala) y la D-alaninD-alanina-sintetasa (forma dímeros de D-ala). Por su elevada toxicidad sólo se usa como
fármaco antimicobacteriano de segunda línea.
Inhibidores de la fase de transporte de precursores
En esta fase, que se desarrolla en la membrana citoplásmica, un transportador lipídico tomará a su cargo
el precursor formado en el citoplasma y lo hará atravesar la membrana citoplásmica. Se trata de un
fosfolípido de 55 átomos de carbono, el undecaprenilfosfato. También en la membrana citoplásmica,
termina de formarse el precursor mediante la adición de una molécula de N-acetilglucosamina, que se
enlaza al átomo C1 del ácido murámico, formándose así un polímero lineal de peptidoglucano
constituido por unidades de NAG y NAM-pentapétido. Una vez que este precursor disacáridopentapéptido es transferido a un lugar aceptor en la pared preexistente, el transportador queda
pirofosforilado y se separa, y debe presentar una defosforilación para convertirse en su forma
monofosfato activa, que puede transportar ya nuevos precursores a la capa de peptidoglucano.
Bacitracina
Este antimicrobiano se une al transportador y bloquea su defosforilación, e impide que pueda utilizarse
de nuevo en el transporte de los polímeros lineales de disacárido-pentapéptido a través de la membrana
citoplásmica, hasta la pared en formación. Este antibiótico es activo contra cocos grampositivos
(excepto estreptococos del grupo B), Neisseria spp. y de forma variable C. difficile.
Mureidomicinas
Son un nuevo grupo de antimicrobianos producidos por Streptomyces flavidivirens, que por su analogía
estructural con el precursor disacárido pentapéptido, se unen competitivamente con el transportador
lipídico, bloqueando el transporte de los precursores a través de la membrana citoplásmica. No existen
derivados de uso clínico.
Inhibidores de la organización estructural del peptidoglucano
En esta etapa, los precursores de peptidoglucano se ensamblan con la ayuda de enzimas situados en su
superficie conocidos como proteínas fijadoras de penicilina (penicillin binding proteins [PBP]). En esta
etapa tienen su acción los glucopéptidos y los β-lactámicos.
Glucopéptidos
Los glucopéptidos (vancomicina y teicoplanina) actúan en un paso previo al de los β-lactámicos. Impiden
la transferencia del disacárido pentapéptido, unido al transportador lipídico de la membrana
citoplásmica, al aceptor de la pared celular. Esto se debe a que estos compuestos recubren el extremo
D-alanin-D-alanina del disacárido-pentapéptido, evitando así la acción de las glucosiltransferasas y
transpeptidasas, y en consecuencia evitando la elongación del peptidoglucano9.
El gran tamaño de estas moléculas impide su paso a través de la pared de las bacterias gramnegativas,
de forma que sólo resultan activas frente a grampositivos (incluyendo con gran frecuencia cepas
multirresistentes). Aunque son bactericidas frente a Staphylococcus spp., sólo tienen actividad
bacteriostática frente a Enterococcus spp.
Β-lactámicos
Representan el grupo más numeroso y de mayor uso en clínica. Su nombre deriva de la presencia de un
anillo lactámico en su estructura, con un oxígeno en posición β con respecto a un nitrógeno. En función
de los radicales que se unen a este anillo se distinguen varios subgrupos, de los que los más importantes
son: penicilinas, cefalosporinas, monobactamas y carbapenemas10.
Los β-lactámicos son compuestos bactericidas que inhiben las fases finales de la síntesis del
peptidoglucano, en la que intervienen activamente las ya citadas encimas PBP. Las PBP tienen actividad
transpeptidasa, transglucosilasa y carboxipetidasa, por lo que pueden entrelazar los componentes del
peptidoglucano11. Los β-lactámicos bloquean estas enzimas porque el anillo β-lactámico tiene una
estructura espacial similar a la del residuo acil-D-alanin-D-alanina de las cadenas del peptidoglicano, que
es el sustrato natural de las PBP.
Las bacterias poseen varias PBP, cuyas funciones difieren unas de otras. Por esta razón, las
consecuencias de su bloqueo también son distintas. Las PBP-1a y PBP-1b actúan como transpeptidasas
causantes de la elongación, y su bloqueo provoca la formación de esferoplastos que rápidamente se
lisan. La PBP-2 determina la forma bacteriana, y su inhibición da lugar a formas ovoideas que se lisan
fácilmente. La PBP-3 interviene en la división bacteriana, y su bloqueo provoca la aparición de formas
filamentosas sin septos. Las PBP-4, PBP-5 y PBP-6 tienen actividad carboxipeptidasa, e intervienen en la
liberación del quinto aminoácido del pentapéptido, necesaria para la polimerización del peptidoglucano.
Pese a tener el mismo mecanismo de acción, hay diferencias en la actividad de los diferentes βlactámicos, y ello se debe principalmente a 3 factores: rapidez en la difusión de los antibióticos al
espacio periplásmico, resistencia a las β-lactamasas, capacidad para escapar a los sistemas de expulsión
activa y afinidad variable por las distintas PBP. Así, un β-lactámico que difunda rápidamente, tenga una
gran estabilidad frente a las β-lactamasas, no sea sustrato de las bombas de expulsión y tenga una alta
afinidad por las PBP más críticas, será un antibiótico de gran actividad como es el caso de las
cefalosporinas de cuarta generación y los carbapénemes.
La acción bactericida de los β-lactámicos no está relacionada directamente con la inhibición de la
síntesis de peptidoglucano impidiendo su crecimiento (efecto bacteriostático), sino con la activación de
un sistema de enzimas líticos (autolisinas) que, a la inversa de las PBP, están implicadas en la
degradación del peptidoglucano12. El peptidoglucano está en continua renovación, resultante del
equilibrio entre los procesos de síntesis (PBP) e hidrólisis (autolisinas a bajo nivel de actividad); la rotura
de este equilibrio por la acción de los β-lactámicos (inhibición de las PBP y activación de las autolisinas)
provoca la muerte bacteriana.
Las bacterias que carecen de autolisinas son inhibidas pero no destruidas, por lo que se dice que son
tolerantes. En clínica, se define el fenómeno de tolerancia como la necesidad de una concentración al
menos 32 veces mayor a la CMI para que un antimicrobiano destruya una cepa bacteriana13.
El espectro de los β-lactámicos abarca las bacterias grampositivos, gramnegativas y espiroquetas. No
son activos frente a micoplasmas por carecer de pared celular, ni frente a bacterias intracelulares como
Chlamydia spp. y Rickettsia spp
Bibliografía y referencias
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/bacterial-vaginosis/diagnosis-treatment/drc20352285
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000626.htm
https://www.elsevier.es/es-revista-enfermedades-infecciosas-microbiologia-clinica-28-articulomecanismos-accion-los-antimicrobianos-S0213005X08000177
http://seup.org/pdf_public/reuniones/2012/posters_155-335.pdf
https://www.shmedical.es/wp-content/uploads/2016/06/casos-clinicos-xxxiv-congresosemi_2013.pdf
https://www.academia.edu/37826028/CASOS_CL%C3%8DNICOS_CL%C3%81SICOS_ENARM
_2018
https://arcoiris.org.bo/actividad/publicaciones/cuadernos-y-boletines.html?download=6:cuadernosdel-hospital-arco-iris-no-11-sep-2015-web
Apéndice
CAPÍTULO 3. CUESTIONARIO
(AUTOEVALUACION)
1. Un hombre de 45 años de edad es llevado al servicio de urgencias por presentar desde hace cinco días
cefalea intensa, vómito en proyectil, convulsiones, alteraciones visuales, motoras y sensitivas. El
paciente es valorado por el servicio de neurología y se le realizó una tomografía axial computarizada
(TAC) de cráneo, la cual demuestra múltiples lesiones compatibles con neurocisticercosis. ¿Cuál de los
siguientes constituye el tratamiento de elección en este caso?
a) Metronidazol.
b) Albendazol.
c) Mebendazol.
d) Cloroquina.
2. ¿Cuál es el mecanismo de acción del medicamento mencionado en el inciso anterior?
a) Impide la síntesis del ácido fólico.
b) Inhibe la síntesis de ácidos nucleicos.
c) Inhibe la captura de glucosa y disminuye la síntesis de ATP.
d) Produce aumento en la actividad muscular.
3. Una mujer de 32 años de edad acude al servicio de ginecología por presentar desde hace tres días
abundante eliminación de un flujo genital amarillento verdoso, maloliente, espumoso, relacionado con
molestias e irritación de la vagina, vulva y parte superior e interna de los muslos. Después de realizar
estudios complementarios, el ginecólogo establece un diagnóstico de tricomoniasis. ¿Cuál de los
siguientes constituye el manejo ideal para la paciente?
a) Tinidazol.
b) Prazicuantel.
c) Metronidazol.
d) Pirantel.
4. Un hombre de 45 años de edad, campesino, es llevado al servicio de urgencias por presentar fi ebre
no muy elevada, astenia, adinamia, deterioro del estado general. En la exploración física se observa
hepatomegalia dolorosa, hipomovilidad del hemitórax derecho y palidez de tegumentos. Después de
realizar estudios complementarios se establece diagnóstico de amibiasis hepática. ¿Cuál de los
siguientes constituye el manejo más adecuado en este caso?
a) Albendazol.
b) Tinidazol.
c) Metronidazol.
d) Pirantel.
5. Un varón de 28 años de edad, originario de Nigeria y residente en Toronto desde hace cuatro años,
acude al servicio de urgencias por hematuria, sin disuria ni polaquiuria ni tenesmo vesical, afebril, sin
dolor abdominal. En los estudios de Imagen, la radiografía simple de abdomen demostró calcifi cación
de la vejiga y de ambos uréteres. Ante la sospecha de esquistosomiasis, se interconsulta con el servicio
de microbiología que realiza un examen bajo microscopio de la muestra de orina tras centrifugado,
detectando huevos de esquistosomas. ¿Cuál de los siguientes constituye el manejo
más adecuado para dicho paciente?
a) Albendazol.
b) Prazicuantel.
c) Pirantel.
d) Cloroquina.
6. ¿Cómo actúa el medicamento mencionado en el numeral anterior?
a) Inhibe la síntesis de ácidos nucleicos.
b) Impide la síntesis del ácido fólico.
c) Produce aumento en la actividad muscular, seguida de contracciones y parálisis espástica.
d) Inhibe la captura de glucosa y disminuye la síntesis de ATP.
7. Un hombre de 45 años de edad acude al servicio de urgencias aquejado de disnea de pequeños
esfuerzos, al Interrogatorio refiere que hace seis meses estuvo en tratamiento por paludismo con un
medicamento que no recuerda. En los estudios de imagen la radiografía de tórax demuestra
cardiomegalia. ¿Cuál de los siguientes fármacos es quizá el responsable de esta alteración?
a) Pirimetamina.
b) Primaquina.
c) Cloroquina.
d) Mefloquina.
8. Un varón de 36 años de edad afectado de SIDA, acude al servicio de urgencias por presentar áreas
blancas en la boca, con descamación y costras en las comisuras de los labios. Es valorado por el servicio
de medicina interna y se establece diagnóstico de candidiasis bucal. ¿Cuál de los siguientes fármacos es
el más adecuado para el tratamiento en este caso?
a) Griseofulvina.
b) Nistatina.
c) Flucitosina.
d) Voriconazol.
9. Una mujer de 56 años de edad padece diabetes mellitus desde hace 10 años y acude al servicio de
ginecología por presentar enrojecimiento e inflamación de la mucosa vaginal, además de una secreción
blanquecina espesa. Después de realizar una exploración física completa se establece diagnóstico de
vulvovaginitis. ¿Cuál de los siguientes medicamentos sería el más útil en el tratamiento de este
padecimiento?
a) Ketoconazol.
b) Voriconazol.
c) Flucitosina.
d) Nistatina.
10. Un hombre de 58 años de edad acude a su médico familiar pues sufre de impotencia sexual y
ginecomastia, refiere que está tomando un medicamento desde hace seis meses para atender
onicomicosis. ¿Cuál de los siguientes antimicóticos es quizá el responsable de este caso?
a) Voriconazol.
b) Ketoconazol.
c) Flucitosina.
d) Griseofulvina.
11. Un hombre de 35 años de edad, tiene asma desde los 10 años de edad, en la actualidad está
afectado de SIDA. Acude al servicio de urgencias por presentar fiebre desde hace cinco días que no
responde con el uso de antipiréticos. Se realiza hemocultivo, mismo que evidencia la presencia de
Candida albicans en la sangre ¿Cuál de los siguientes antimicóticos constituye una contraindicación en
dicho paciente?
a) Fluconazol.
b) Itraconazol.
c) Flucitosina.
d) Anfotericina B.
12.Un paciente masculino de 43 años de edad acude al servicio de urgencias aquejado de fiebre,
malestar general, artralgias y por la presencia de un grupo de vesículas sobre una base eritematosa,
dolorosa, inflamada y sensible sobre los labios. Dicho paciente fue valorado por el servicio de
dermatología. El diagnóstico establece herpes labial. ¿Cuál de los siguientes fármacos es el más
adecuado para el tratamiento de esta persona?
a) Ganciclovir.
b) Ribavirina.
c) Aciclovir.
d) Indinavir.
13. Uno de los efectos adversos relacionados por el uso del medicamento mencionado en el numeral
anterior en 5% de los pacientes es:
a) Fibrosis pulmonar.
b) Daño hepático.
c) Aumento en la presión intraocular.
d) Alteración en la función renal.
3. El fármaco citado en los numerales anteriores
14. Un paciente masculino de 83 años de edad planea ir a Argentina para pasar las vacaciones de
invierno, la zona que desea visitar presenta una elevada incidencia de infección por virus de la infl uenza
A, de modo que decide acudir a su médico familiar para que le recete la profi laxis adecuada. ¿Cuál de
los siguientes antivirales sería el más adecuado?
a) Indinavir.
b) Aciclovir.
c) Ganciclovir.
d) Amantadina.
15. Un paciente masculino de 34 años de edad afectado por HIV acude al servicio de urgencias aquejado
de fiebre de dos días de evolución, así como tos seca y disnea. La radiografía de tórax demuestra
infiltrados intersticiales bilaterales. Ante la sospecha de neumonía por Pneumocystis jiroveci se realiza
broncoscopia y tinción argéntica de los lavados bronquiales que confirman el diagnóstico. ¿Cuál de los
siguientes antibióticos sería el más útil para el manejo de este paciente?
a) Ceftriaxona.
b) Claritromicina.
c) Levofl oxacina.
d) Trimetoprim/sulfametoxazol.
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